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Qué Es El Aparato Reproductor Femenino y Masculino
Qué Es El Aparato Reproductor Femenino y Masculino
Órganos externos
Monte de venus
El monte de Venus es una prominencia redondeada de tejido graso que cubre el
hueso púbico. Durante la pubertad se recubre de vello. Contiene glándulas
secretoras de tipo sebáceo que liberan unas sustancias (feromonas) que
participan en la atracción sexual.
La vulva
Esta palabra no se refiere a un órgano específico, sino a una zona anatómica
femenina limitada hacia atrás por el ano, hacia los lados por los pliegues
gluteoinguinales, hacia el interior del cuerpo por el himen y hacia delante por el
límite anterior del monte púbico (monte de Venus). En esta zona se encuentran
diversas estructuras que incluyen al propio monte púbico, los labios mayores y
menores, el vestíbulo vulvar y los bulbos vestíbulo vaginales, el meato uretral, el
himen, las glándulas y conducto de Bartholin y Skene y el introito vaginal. En este
resumen sólo se describen algunos de estos elementos.
El clítoris
El clítoris es un pequeño órgano eréctil y muy sensible, por esto podemos
compararlo con el pene de los varones.
El clítoris es el órgano eréctil del aparato sexual femenino. Tiene una
extensión muy amplia (sus terminaciones nerviosas se extienden hasta los labios
internos y el vestíbulo vulvar), aunque es más conocido por su parte más externa y
visible, que tiene una forma similar a la de un grano de arroz.
Tal como en el aparato reproductor masculino, esta parte del clítoris (la punta) se
conoce como glande. Otras partes del clítoris son los bulbos vestibulares, los
cuerpos pareados y el prepucio (la capa de piel que cubre el glande).
Orificio urinario
El meato uretral (orificio que comunica la uretra con el exterior y a través del cual
sale la orina desde la vejiga) está localizado encima y delante del introito vaginal.
Orificio vaginal
Decíamos antes que la vagina es el órgano encargado de conectar al útero con los
genitales. Así pues, una de sus partes principales es precisamente la abertura. Se
trata de la parte de la vagina que se contrae o expande según si hay una
estimulación sexual, un parto o una expulsión de secreciones (de flujo menstrual,
por ejemplo).
El orificio vaginal es el lugar por donde penetra el pene durante el coito, y por
donde sale la sangre durante la menstruación y el feto durante el parto.
Labios mayores
Los labios mayores son dos de los órganos más externos del aparato genital
femenino. Se trata de pliegues que rodean el clítoris y la vagina. Se cubren de
vello para proteger la vulva y los órganos internos y se componen de células,
glándulas sudoríparas, tejidos y folículos.
Además, estos labios son la parte final de otro órgano de la anatomía femenina: el
monte de venus (la protuberancia de composición grasosa que antecede a la vulva
y se cubre de vello).
Son pliegues de tejido relativamente voluminosos y carnosos, que encierran y
protegen el resto de los órganos genitales externos. Pueden equipararse al
escroto de los hombres. Los labios mayores contienen glándulas sudoríparas y
sebáceas, productoras ambas de secreciones lubricantes. Durante la pubertad,
aparece vello en la superficie de los labios mayores.
Labios menores
Los labios menores son dos órganos también externos del aparato
reproductor femenino, aunque se encuentran un poco más al interior que los
anteriores. Se conocen como labios menores porque tienen también un tamaño
menor.
Otra diferencia con los labios mayores es que estos no tienen folículos ni
glándulas de sudoración. Además, comparten varias terminaciones nerviosas con
el clítoris y forman un capuchón que recubre su parte más sensible. A este
último lo conocemos como prepucio.
El himen
El himen es una membrana delgada. Con frecuencia cubre parte de la abertura de
la vagina. La imperforación del himen es cuando este cubre toda la abertura de la
vagina. La imperforación del himen es el tipo más común de obstrucción de la
vagina.
Es una membrana tisular integrada por tejido conjuntivo laxo limitado por epitelio
plano estratificado sin estrato córneo, tanto en la superficie vaginal como la
vestibular.
Una membrana mucosa, se encuentra al comienzo del tracto genital, justo dentro
de la abertura de la vagina (véase la figura Órganos genitales femeninos
externos). En las mujeres vírgenes, el himen suele rodear el orificio como un
anillo ajustado, y en ocasiones puede llegar a cubrirlo por completo. El himen
contribuye a proteger el tracto genital, pero no es necesario para la salud. Puede
desgarrarse en el primer intento de relaciones sexuales o también ser tan blando
y flexible que no llegue a producirse desgarro alguno. El himen también puede
rasgarse con algún esfuerzo o por la inserción de un tampón o un diafragma. Por
lo general, el desgarro causa un leve sangrado. En las mujeres que han tenido
relaciones sexuales, el himen puede pasar desapercibido o reducirse a unos
pequeños residuos de tejido alrededor del introito vaginal.
Órganos internos
Trompas de Falopio
Las dos trompas uterinas (trompas de Falopio), que tienen una longitud
aproximada de 10 a 13 cm, se extienden desde los bordes superiores del útero
hasta los ovarios. Las trompas no están directamente conectadas a los ovarios,
sino que el extremo de cada trompa está ensanchado y adopta una forma de
embudo con prolongaciones digitiformes (fimbrias). Cuando un óvulo se libera
del ovario, las fimbrias lo guían hacia el orificio, relativamente grande, de la
trompa correspondiente.
Se encargan de:
Existen dos trompas de Falopio, cada una de ellas unida a un lado del útero.
Dentro de cada tubo hay un pequeñísimo canal, del ancho de una aguja de coser.
En el extremo opuesto de cada trompa de Falopio, hay una zona de bordes
irregulares que tiene el aspecto de un embudo. Esta zona de bordes irregulares
envuelve al ovario, pero no se conecta totalmente con él. Cuando un óvulo sale de
un ovario, entra en la trompa de Falopio. Una vez que el óvulo se encuentra en la
trompa de Falopio, los diminutos pelos del revestimiento del tubo lo empujan hacia
el útero a través del estrecho pasaje.
Los ovarios
Son las glándulas sexuales femeninas. En concreto 2, de forma ovalada y unos 3
cm de tamaño, ubicados al final de cada una de las tropas de Falopio y en
cuyo interior se encuentran los óvulos. Con cada ciclo menstrual uno de los
óvulos (de uno de los dos ovarios) completa la maduración y atraviesa la
corteza para desprenderse en el interior de la trompa de Falopio a la espera de
ser fecundado por un espermatozoide. Dentro de los ovarios se distinguen 2
zonas:
Los ovarios están protegidos por las fimbrias de las trompas de Falopio y sujetos
al cuerpo del útero, a las trompas y a la pared abdominal por cinco ligamentos
distintos.
Los ovarios generalmente son de color perlado, forma oblonga y del tamaño de
una nuez. Están unidos al útero mediante ligamentos. Además de producir
hormonas sexuales femeninas (estrógenos y progesterona) y masculinas, los
ovarios producen y liberan óvulos. Los oocitos en desarrollo se hallan en unas
cavidades llenas de líquido (folículos) en la pared de los ovarios. Cada folículo
contiene un oocito.
El útero
El útero adulto nulíparo es un órgano muscular hueco con forma de pera. Sus
medidas varían considerablemente dependiendo de varios factores, entre los que
se incluyen la edad, la fase del ciclo menstrual y la paridad.t
Cuello de útero
El cuello del útero ocupa la parte más inferior y es la que está en contacto con la
vagina. Tiene forma cilíndrica y paredes gruesas. Su función es recibir el
esperma tras la eyaculación y proyectarlo hacia la cavidad del cuerpo del útero
para lograr la fecundación. Durante el embarazo se cierra mediante un tapón
mucoso y aísla el saco amniótico del exterior para protegerlo de posibles
infecciones.
El cuello uterino constituye, en general, una buena barrera contra las bacterias,
salvo durante la menstruación, la ovulación (cuando los ovarios liberan un óvulo)
y el parto. Las bacterias que causan enfermedades de transmisión
sexual pueden penetrar en el útero a través del cuello uterino durante las
relaciones sexuales.
¿Sabías que...?
Las niñas nacen con más de un millón de óvulos, pero solo se liberan unos
400 en los ciclos menstruales a lo largo de la vida.
Tras el nacimiento, no se forman más óvulos.
El canal del cuello uterino está revestido por glándulas que segregan mucosidad.
Esta mucosidad es espesa y los espermatozoides no pueden atravesarla hasta
justo antes de la ovulación. En la ovulación, el moco se vuelve transparente y
elástico (porque la concentración de estrógenos aumenta). Como resultado, los
espermatozoides se mueven por el moco hasta dentro del útero y penetran en
las trompas de Falopio, donde puede producirse la fertilización. En ese
momento, las glándulas secretoras de mucosidad, localizadas en el cuello
uterino, pueden almacenar espermatozoides vivos hasta unos 5 días, y a veces
más tiempo. Más tarde, estos espermatozoides podrán ascender, cruzar el
cuerpo uterino y entrar en las trompas de Falopio para fertilizar el óvulo. Casi
todos los embarazos resultan de un coito realizado durante los 3 días anteriores
a la ovulación. Sin embargo, a veces los embarazos se deben a un coito que se
ha realizado hasta 6 días antes de la ovulación o durante los 3 días siguientes a
la ovulación. En algunas mujeres, el tiempo entre el periodo menstrual y la
ovulación varía de un mes a otro. Por lo tanto, el embarazo puede producirse en
diferentes momentos del ciclo menstrual .
El cuerpo del útero, que es muy muscular, se estira para acomodar al feto en
desarrollo. Sus paredes musculares se contraen durante el parto para empujar al
niño a través del cuello uterino y la vagina. Durante los años de fertilidad, el
cuerpo uterino dobla en longitud al cuello uterino. Después de la menopausia,
sucede lo contrario.
Como parte del ciclo reproductivo de la mujer (que normalmente dura alrededor
de 1 mes), el revestimiento interno del cuerpo uterino (endometrio) aumenta de
espesor. Si no se produce un embarazo durante ese ciclo, la mayor parte del
endometrio se desprende y tiene lugar una hemorragia, que constituye el periodo
menstrual.
La vagina
La vagina está revestida por una membrana mucosa que se mantiene húmeda
gracias a los líquidos producidos por las células que la recubren y a las
secreciones de las glándulas localizadas en el cuello uterino (parte inferior del
útero). Una pequeña parte de estos líquidos puede salir al exterior en forma de
secreción o flujo vaginal transparente o de color blanco lechoso, que es normal.
Durante los años de fertilidad, el revestimiento mucoso de la vagina tiene
pliegues y arrugas, pero antes de la pubertad y después de la menopausia el
revestimiento es liso.