You are on page 1of 2

Introducción a la historia

Biografía de Émile Durkheim

Émile Durkheim nace en el año 1858 en Épinal, Francia. Destaca como estudiante y esto le permite
acceder en 1879 a la Escuela Normal Superior de París, donde se licencia en filosofía. Una vez
terminados sus estudios en la Normal, inicia su carrera docente en diversas localidades del país.

Durante su estadía en Alemania se impregna de los métodos de la psicología experimental


introducida por Wilhem Wundt. En este mismo país escribe artículos de carácter filosófico y alude al
positivismo, una corriente filosófica que afirma de manera rotunda que el único conocimiento
auténtico es el científico o aquel que surge de la afirmación positiva de teorías basadas en el método
científico. Gracias a estas colaboraciones logra ser nombrado profesor en la Universidad de Burdeos,
donde imparte ciencia social y pedagogía. En 1896, Durkheim recibe la cátedra de filosofía social,
funda su revista académica L’année sociologique y en 1902 es nombrado profesor de la cátedra de
ciencias de la educación en la Universidad de París, donde ejerce hasta su fallecimiento en 1917.

Durkheim inicia su carrera interesado principalmente por la pedagogía, pero termina


especializándose en la sociología después de conocer las teorías de Auguste Comte, padre del
positivismo, y de Herbert Spencer, considerado como fundador del darwinismo social.

La primera investigación a destacar de Durkheim es su tesis doctoral, llamada Sobre la división del
trabajo social, una obra en la que el autor analiza la división del trabajo como una característica de la
sociedad altamente desarrollada y las consecuencias que conlleva la especialización del trabajo, un
proceso que define como acelerado sobre todo después de la Segunda Revolución Industrial, la cual
había comenzado a desarrollarse hacía cuarenta años aproximadamente. En la obra profundiza en
cómo la humanidad ha pasado progresivamente de las pequeñas comunidades homogéneas hasta
llegar a las grandes sociedades complejas y compara la sociedad tradicional, caracterizada por tener
una conciencia colectiva solidaria unida por la religión y la cultura con la sociedad moderna, donde lo
individual prima sobre lo colectivo. La cuestión que trata es la solidaridad en cada una de estas
sociedades, cuyo mantenimiento se aseguraba en el primer tipo, mientras que en la moderna alega
que la solidaridad proviene de la independencia de los individuos con funciones especializadas, un
fenómeno desencadenado por la especialización laboral. En la obra concluye que, tal y como
Durkheim expresa, la sociedad, como el cuerpo humano, tiene órganos, necesidades y funciones
independientes. La división del trabajo es el mecanismo que en la sociedad moderna, la cual ha
perdido en un grado considerable la fuerza unificadora de la conciencia colectiva, crea el vínculo
social que se desea devolver y consigue la solidaridad de clases mediante lo que él denomina
solidaridad mecánica.

Dos años después, en el 1895, publica su obra fundamental y la cual constituye un breviario en
sociología, conocida como Las reglas del método sociológico. En ella Durkheim propone la
metodología que el campo de esta nueva ciencia debía seguir y establece que el objeto de estudio de
la rama no puede ser una suma de individuos, sino que debe serlo el fenómeno o hecho social, entre
cuyas características es precisamente la repercusión que ese propio evento ejerce sobre el individuo.
Además, aclara que el hecho social es exterior al individuo y es producto de una colectividad, por lo
que afirma que las estructuras de una sociedad imponen al individuo por defecto unas normas,
aunque aclara que lo hacen sin privarlo de tener cierta autonomía. Así pues, el hecho social no debe
ser juzgado, sino estudiado basándose en la aportación de datos y evidencias empíricas y
observándolo para posteriormente aplicar métodos científicos que atienden a sus causas inmediatas y
a su función. La conclusión que Durkheim extrae es que, como él acuña, se ha de explicar la conciencia
colectiva, la cual se forma a través de un conjunto de valores compartidos, cuyo origen no es el de la
suma de las conciencias individuales. Finalmente, el proceso de conservación de estos valores es el
factor determinante de la estabilidad o evolución de una sociedad y el hecho social que impulsa su
evolución no es otro que la densidad dinámica, otro término del autor, la cual favorece la división del
trabajo para responder con más eficacia a la demanda. No obstante a ello, reconoce que la velocidad
de la industrialización había obligado a la sociedad moderna a una división tan inminente que la
interacción social no se había desarrollado lo suficiente como para llenar el vacío de la conciencia
colectiva, provocando el sentimiento de marginación de los individuos respecto de la sociedad.
Durkheim denomina anomia a la pérdida de normas y valores colectivos, que radicaban en la
desmoralización individual.

En su proceso de buscar una metodología para esta nueva ciencia social se publica la teoría del origen
de las especies de Darwin, lo que provoca que el modelo evolutivo propuesto se trate de aplicar en
otras disciplinas. Es el caso de Herbert Spencer, quien equipara el desarrollo de la sociedad moderna a
la evolución de un organismo dotado de órganos con funciones específicas y establece así un modelo
organicista. Durkheim defiende la teoría funcionalista de Spencer estableciendo que la sociedad es la
suma de sus elementos individuales, aunque el positivismo de Auguste Comte también contribuye a
constituir la metodología que Durkheim termina proponiendo y se convierte en un defensor de la
sociedad como un todo que vincula el desarrollo de esta con la industrialización.

Posteriormente, partiendo de la obra de carácter metodológico, Durkheim publica su estudio llamado


El suicidio en el año 1897, en el que trata el comportamiento de un individuo integrado en una
comunidad con moral colectiva basándose en el estado que él denomina anomia y en cómo el hecho
de que la tasa de suicidios fuera inferior en sociedades con mayores creencias colectivas confirma el
valor de la solidaridad para la salud de un colectivo.

Entre otros estudios llevados a cabo, cabe destacar que Durkheim analiza el fenómeno religioso,
publica obras de carácter filosófico y sociológico (como podrían ser Crimen y salud social, La
prohibición del incesto y sus orígenes, Determinación del hecho moral, entre otros) y continúa
redactando artículos académicos en diversas revistas.

Durkheim basa sus ideas en la búsqueda de pruebas empíricas y su principal legado es el de


establecer la sociología como una disciplina académica basada en el método científico. Su concepción
de hecho social con realidad propia y separada del individuo fue descartado y criticado por limitarse a
explicar los fundamentos del orden social sin proponer soluciones para cambiarlo. Aún así, su análisis
de la sociedad compuesta por diferentes partes y cada una con su función específica contribuyó a
dotar de importancia al funcionalismo e influyó en teóricos posteriores.

Si bien el positivismo de Durkheim y el funcionalismo perdieron fuerza a partir de la década de los


sesenta del siglo pasado, algunos de sus conceptos más importantes como los de anomia y conciencia
colectiva (o bien cultura) continúan presentes en los discursos de la sociología actual.

You might also like