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Pruebas Matemáticas de Razonamiento
Pruebas Matemáticas de Razonamiento
PRUEBAS MATEMÁTICAS
DE RAZONAMIENTO
Manual de pruebas psicotécnicas
Índice
2. Pruebas numéricas de
razonamiento
1º) Un primer apartado llamado “Pon a prueba tus conocimientos previos”, donde te pro-
pondré distintas pruebas numéricas de razonamiento para que intentes resolverlas por
tus propios medios, sin haber leído todavía el siguiente capítulo.
2º) Un segundo apartado llamado “Descubre las claves” en el que te explicaré, paso a
paso, cómo resolver cada una de las pruebas planteadas en el primer apartado. Igual-
mente encontrarás cuál es la respuesta correcta a cada una de ellas, pero también des-
cubrirás y comprenderás el porqué de forma razonada, además de adquirir los conoci-
mientos necesarios para resolver otras pruebas diferentes con el mismo perfil.
3º) Un tercer apartado llamado “Pon a prueba lo que has aprendido”, donde te propondré
un nuevo conjunto de pruebas numéricas de razonamiento con las que podrás poner a
prueba lo que has aprendido en el segundo apartado y descubrir si ya estás en disposi-
ción de afrontar un test psicotécnico real. Las respuestas a las pruebas de este tercer
apartado las encontrarás al final del manual.
¡Comencemos!
Para realizar los siguientes ejercicios, debes elegir, entre las cuatro opciones posibles de
respuesta, la que creas que, por lógica, sustituye al signo de interrogación.
1º) 1-2-3-4-5-?
a) 6
b) 7
c) 8
d) 9
2º) 8-10-12-14-16-?
a) 22
b) 18
c) 19
d) 20
3º) 2-4-8-16-32-?
a) 48
b) 64
c) 56
d) 60
4º) 4-5-7-10-14-?
a) 17
b) 18
c) 19
d) 20
5º) 4-8-19-37-62-?
a) 84
b) 94
c) 124
d) 245
6º) 4-5-7-11-18-29-?
a) 45
b) 56
c) 67
d) 78
7º) 3-6-10-16-25-?
a) 28
b) 30
c) 32
d) 38
8º) 1-2-6-24-120-?
a) 240
b) 480
c) 720
d) 980
9º) 3-4-8-11-44-49-?
a) 56
b) 90
c) 125
d) 294
10º) 2-7-5-14-8-28-?
a) 31
b) 32
c) 34
d) 38
11º) 5-3-7-6-9-?
a) 8
b) 7
c) 9
d) 6
12º) 4-8-?-16-20
a) 10
b) 12
c) 14
d) 15
13º) 5-6-?-11-15-20
a) 7
b) 8
c) 9
d) 10
14º) 1-3-6-?-15-21-28
a) 8
b) 9
c) 10
d) 11
15º) 4-5-?-11-19-35-67
a) 6
b) 7
c) 8
d) 9
16º) 2-5-7-12-19-?
a) 24
b) 27
c) 28
d) 31
17º)
a) 12
b) 14
c) 17
d) 18
18º)
a) 7, 12
b) 8, 13
c) 7, 13
d) 8, 12
19º)
a) 5
b) 6
c) 7
d) 8
20º)
a) 5
b) 6
c) 7
d) 8
21º)
a) 2
b) 5
c) 13
d) 22
22º)
a) 3
b) 6
c) 7
d) 8
23º)
7 3 2
5 1 6
2 2 ?
a) 4
b) 8
c) 10
d) 12
24º)
6 3 5
2 4 2
1 2 ?
a) 1
b) 2
c) 3
d) 4
25º)
2 7 9
12 4 16
4 ? 8
a) 2
b) 4
c) 6
d) 14
26º)
2 8 20 5 5
12 8 34 6 8
4 8 16 1 3
2 9 24 8 ?
a) 5
b) 7
c) 8
d) 9
27º)
2 4 23 3 5
5 2 26 4 4
2 6 18 3 2
6 5 ? 2 2
a) 28
b) 34
c) 39
d) 43
28º)
12 3 6 24 8
28 13 6 27 3
7 2 1 36 9
8 3 ? 20 5
a) 1
b) 2
c) 3
d) 6
29º)
N + N + N = 30
N + M + M = 14
M+P=9
N+M–P=?
a) 3
b) 5
c) 11
d) 14
30º)
M + M = 16
M-N=4
M+NxM=?
a) 40
b) 65
c) 96
d) 120
31º) ¿Cuál es el resultado de sumar a un número su mitad sabiendo que el doble de dicho
número es 36?
a) 8
b) 16
c) 27
d) 30
Cuando tengas las respuestas a cada una de las preguntas anteriores, en las páginas finales del
manual, localizarás las soluciones correctas.
Además, en el siguiente apartado, “Descubre las claves de las pruebas numéricas de razona-
miento”, encontrarás la explicación con detalle y la argumentación de cada una de las preguntas
que has realizado en este apartado “Pon a prueba tus conocimientos previos” y de por qué su
respuesta correcta es la indicada.
IMPORTANTE
No leas este apartado sin haber tratado de resolver los ejercicios del apartado anterior
“Pon a prueba tus conocimientos previos”. Para que lo que vas a aprender en este
apartado permanezca en tu memoria de la forma más nítida posible, es importante
que hayas tratado de realizar los ejercicios anteriores. Si todavía no los has hecho,
vuelve al apartado anterior y regresa a este cuando los hayas realizado.
En este capítulo veremos todas aquellas pruebas psicotécnicas que guardan relación con el
procesamiento numérico.
Antes de comenzar con ellas, es importante aclarar la diferencia entre razonamiento numérico y
cálculo mental. Son dos cuestiones que se suelen confundir bastante, pero difieren mucho entre sí:
1º) El razonamiento numérico es una habilidad que nos permite crear inducciones y de-
ducciones a partir de unos datos en forma de números. Es decir, algo muy similar a las
pruebas lingüísticas de razonamiento que vimos en el capítulo anterior, pero en lugar de
con palabras, con números. Al igual que con las pruebas lingüísticas de razonamiento
era necesario tener una base mínima para poder realizarlas (en su caso, un vocabulario
básico del idioma español), en el caso de las pruebas numéricas de razonamiento nece-
sitamos también una base mínima, que consistirá en tres aspectos esenciales:
2º) El cálculo mental, por su parte, es una habilidad que permite encontrar la solución a
una operación o a un conjunto de operaciones de forma rápida y sin el uso de calcula-
dora o papel y lápiz. Las habilidades de cálculo mental van mucho más allá de las tablas
de multiplicar del 1 al 10 y mucho más allá de la suma de números que no alcanzan la
decena. Estamos hablando de operaciones como, por ejemplo, 467 + 1386 ó 62 x 9, es
decir, operaciones que incluyen al menos un número que supera la decena.
A pesar de que este es un manual acerca de cómo abordar las distintas pruebas psicotécnicas
de razonamiento, en este capítulo también veremos cómo abordar las pruebas de cálculo mental.
Y lo veremos por dos motivos:
a) Las pruebas de cálculo mental son un tipo de pruebas que suelen acompañar de forma
muy habitual a las pruebas de razonamiento en los test psicotécnicos. Es decir, en mu-
chos test psicotécnicos encontraremos pruebas de cálculo mental insertadas entre las
pruebas de razonamiento e, incluso, pruebas de razonamiento que exigen la aplicación
del cálculo mental.
1. Aunque hablaremos de ella más adelante, la regla PEMDAS es la regla de prioridad que nos dice que, en cualquier
operación matemática, independientemente del orden, primero se resuelve lo que va entre Paréntesis y los Exponentes
(potencias y raíces), en segundo lugar se resuelven las Multiplicaciones y las Divisiones y en tercer lugar se resuelven
las Adiciones (sumas) y las Sustracciones (restas). Por ejemplo, 6 + 5 x 3 da como resultado 21 y no 33, ya que debemos
realizar primero la multiplicación al tener prioridad.
b) El cálculo mental puede verse simplificado conociendo las diferentes técnicas que ve-
remos en este capítulo. Esas técnicas pueden extraerse como reglas generales a través
de un proceso de razonamiento inductivo (que va de lo particular a lo general). Cuando
alguien conoce la forma de elaborar estas técnicas de cálculo mental, podrá aplicar
esos mismos procesos inductivos para crear otras reglas que le ayuden en los casos
concretos con los que se vaya a enfrentar, además de permitirle aplicarlas a través de
un proceso deductivo (que va de lo general a lo particular, es decir, aplicando la regla
general, la técnica, a un caso concreto).
Las secuencias numéricas son, sin duda, las pruebas numéricas de razonamiento que con mayor
frecuencia nos vamos a encontrar en los test psicotécnicos.
Consisten en una serie de números que se relacionan entre sí a través de un razonamiento lógico.
Nuestro objetivo es encontrar esa relación a través de un proceso deductivo (es decir, extraer la
regla general por la que se rige la secuencia) y aplicarla para continuar la serie.
Por ejemplo, en la siguiente secuencia numérica debemos razonar y averiguar qué número va
en lugar del signo de interrogación:
8-10-12-14-16-?
Solo es necesario un nivel mínimo de cálculo (de ahí que las consideremos dentro de las pruebas
numéricas de razonamiento y no dentro de las pruebas de cálculo mental) para darnos cuenta
de que entre un número y el siguiente se suman 2 unidades. Esa es la regla general, a la que
hemos llegado a partir de un proceso inductivo. Ahora, solo nos queda aplicar esa regla general
en el lugar donde está el signo de interrogación, es decir, realizar un proceso deductivo, para
poder colocar el número 18 en su lugar.
4-5-7-11-18-29-?
Por lo general, esta secuencia numérica suele resultar más difícil de completar que la primera y
hay muchas personas que no son capaces de encontrar la regla general que deben aplicar para
saber qué número va en el lugar del signo de interrogación. Esto se debe a que el razonamiento que
hay detrás de esta segunda secuencia numérica es mucho más complicado que el razonamiento
que había detrás de la primera.
Se considera que una secuencia numérica solo puede resolverse si cuenta, como mínimo, con
3 números. Imaginemos que nos piden completar esta secuencia numérica:
4-?
¿Cuál es el número que va después del interrogante? Podría ser el 5 si pensamos que la secuencia
numérica sigue la sucesión natural de números unidad a unidad. Pero las secuencias numéricas,
como ya hemos visto, pueden regirse por otras reglas. Por ejemplo, que cada paso añada 2
unidades al anterior, o 3, o 4, o las que sean.
Las secuencias con 2 números,tampoco pueden completarse, aunque pueda parecer que sí. Por
ejemplo, la siguiente:
4-8-?
Si extraemos como regla general la suma de la suma de 4 unidades, el número que continuaría
la secuencia sería el 12. Pero también es perfectamente válida la regla de duplicar la cantidad
en cada paso, con lo cual la secuencia continuaría con un 16.
4-9-?
En este caso puede parecer claro que cada paso aumenta 5 unidades, con lo cual el número que
continuaría la secuencia sería el 14. Sin embargo, también es posible la regla por la que, de un
paso a otro, se multiplica por 2 y a continuación se suma 1, con lo que el número que continuaría
la secuencia sería el 19 (9 x 2 + 1).
Por lo tanto, en los test psicotécnicos nos encontraremos con secuencias numéricas formadas
por al menos 3 números, aunque lo habitual es que la cantidad de números mostrados no
descienda de 4.
Este apartado dedicado a las secuencias numéricas será el más largo del capítulo. En él
analizaremos los distintos niveles de profundidad que existen en ellas y veremos las técnicas
necesarias para resolverlas de forma rápida y sencilla.
NOTA: Es posible que, en los test psicotécnicos que realices, te encuentres con casos que varíen
ligeramente respecto a los ejemplos que iremos viendo a lo largo de este apartado, ya que la
forma de plantear las secuencias numéricas va a depender de la creatividad de la persona que
las diseñe. Sin embargo, con todo lo que aprenderás acerca de ellas tendrás más que suficiente
para resolver cualquier secuencia numérica que te pongan delante.
1-2-3-4-5-?
Nadie suele tener problema en completar esta secuencia, ya que todos conocemos la sucesión
básica de números unidad a unidad. Sin embargo, es muy poco frecuente que alguien se pregunte
cuál es la regla general que nos permite completar esta secuencia. Y es un error no hacerlo, ya
que las reglas generales que se extraen de casos sencillos se pueden aplicar más adelante para
resolver casos más complejos.
La regla general que se encuentra detrás de esta secuencia tan elemental podría expresarse
con las siguientes palabras:
Parece una afirmación innecesaria, pero no lo es, porque su misión será guiarnos a través del
camino para encontrar la técnica que estamos buscando.
¿Cómo representaríamos esas palabras dentro de la secuencia? Una opción sería la siguiente:
+1 - +1 - +1 - +1 - +1
1 - 2 - 3 - 4 - 5 - ?
De forma que en la fila inferior de la tabla insertamos la secuencia que debemos completar,
dejando una columna de separación entre un paso y el siguiente (las que incluyen un guion), y
en la fila superior representamos la operación que hay que realizar para llegar del número que
queda a su izquierda al número que queda a su derecha en la fila inferior.
Esta es la técnica que nos permitirá resolver prácticamente cualquier secuencia numérica.
La llamaremos técnica de la pirámide, ya que, en función de la complejidad de la secuencia
numérica, su estructura crecerá hacia arriba como una pirámide.
Vamos a ver cómo aplicar la técnica de la pirámide a casos que aumenten progresivamente de
complejidad.
2-4-8-16-32-?
Es una secuencia muy similar a la anterior, con la diferencia de que cada paso duplica el valor
mostrado en el anterior. Podemos representarlo de la siguiente forma a través de la técnica de
la pirámide:
x2 - x2 - x2 - x2 - x2
2 - 4 - 8 - 16 - 32 - ?
Estas secuencias que se pueden representar con una tabla de 2 filas las llamaremos secuencias
numéricas de tipo 1. Son las más sencillas de todas las que nos podemos encontrar, ya que
solo es necesario encontrar la relación entre un número y el siguiente y, a continuación, aplicar
esa misma relación a todos los demás.
¿Eso quiere decir que hay más tipos de secuencias numéricas? Por supuesto. Vamos a ver ahora
las secuencias numéricas de tipo 2.
Las secuencias numéricas de tipo 2 son secuencias numéricas que contienen dentro de ellas otra
secuencia numérica. Esto quiere decir que, para representarlas con la técnica de la pirámide,
nos hará falta una tabla de 3 filas en lugar de 2.
4-5-7-10-14-?
+1 - +2 - +3 - +4 - ?
4 - 5 - 7 - 10 - 14 - ?
Ya no tenemos en la fila superior un paso que se repite siempre, como ocurría con las secuencias
numéricas de tipo 1, sino que ahora nos encontramos con una nueva secuencia numérica, una
subsecuencia, que debemos completar añadiendo una tercera fila a la tabla:
+1 - +1 - +1 - +1
+1 - +2 - +3 - +4 - ?
4 - 5 - 7 - 10 - 14 - ?
Tras esto, encontramos la relación que existe entre los pasos de la subsecuencia que ha surgido
al analizar la secuencia principal, y eso nos permite completar esa subsecuencia, que a su vez
nos permitirá completar la secuencia principal.
+1 - +1 - +1 - +1
+1 - +2 - +3 - +4 - +5
4 - 5 - 7 - 10 - 14 - 19
NOTA: Recordemos que, para completar el siguiente paso, es necesario realizar la operación
indicada en forma de pirámide, como se muestra a continuación:
- +5
14 - 19
Veamos ahora un ejemplo de secuencia numérica de tipo 2 con una subsecuencia que parece
más compleja:
4-8-19-37-62-?
Parece más compleja porque estamos trabajando con números más elevados, y es probable
que en este tipo de secuencias nos ayuden más unas habilidades de cálculo mental entrenadas
que un papel y un lápiz si lo que buscamos es encontrar la solución con rapidez. Sin embargo,
el nivel de complejidad en cuanto a razonamiento es exactamente el mismo que en el ejemplo
anterior. Es decir, es también una secuencia numérica de tipo 2.
Nos encontramos en la fila superior de la tabla con una subsecuencia, que debemos resolver
exactamente igual que hicimos en el caso anterior:
+7 - +7 - +7 - +7
+4 - +11 - +18 - +25 - +?
4 - 8 - 19 - 37 - 62 - ?
Ya hemos encontrado la regla de pasos por la que se rige la subsecuencia. Ahora solo tenemos
que sumar en pirámide en las filas superior y media:
- +7
+25 - +32
Y, ya encontrado el número 32, hacer lo mismo en las filas media e inferior, encontrando el
resultado final del problema:
- +32
62 - 94
Retomemos ahora una cuestión de la que ya hablamos al principio de este apartado. Recuerdas
que habíamos quedado en que una secuencia numérica solo se puede resolver si cuenta, como
mínimo con 3 números, ¿verdad? Ya habíamos visto por qué una secuencia numérica con 1
número o con 2 números no se podían resolver. Por ejemplo:
4-5-?
¿Cómo continúa esta serie? No tenemos información suficiente, dado que podemos suponer
diferentes reglas: que cada paso aumenta 1 unidad, que el primer paso aumente 1 unidad y el
siguiente 2 y así sucesivamente... Dicho de otra forma, esta podría ser tanto una secuencia
numérica de tipo 1 como de tipo 2. Y no podemos saber si es uno o si es el otro porque no tenemos
la información suficiente para determinarlo; necesitaríamos más números.
En cambio, a partir de 3 números ya es posible establecer una regla general. Veámoslo en dos
ejemplos diferentes:
4-5-6-?
4-5-7-?
En el primer ejemplo, sí tenemos la información suficiente para determinar que es una secuencia
numérica de tipo 1 en la que cada paso aumenta 1 unidad.
En cuanto al segundo ejemplo, podemos pensar que tenemos la información suficiente para
determinar que es una secuencia numérica de tipo 2 en la que en el primer paso se suma 1
unidad, en el segundo paso se suman 2 unidades y en el tercer paso, por lo tanto, habría que
sumar 3 unidades. Pero también podemos argumentar que la regla general es que a cada paso
se suma el número de unidades que es el doble del que se sumó en el paso anterior, con lo que
en el primer paso se suma 1 unidad, en el segundo paso se suman 2 unidades (2 es el doble de
1, el paso anterior) y en el tercer paso no se sumarían 3 como veíamos antes, sino 4 unidades
(4 es el doble de 2, que es el paso anterior). Y es cierto, esta argumentación es completamente
válida, por lo que podemos determinar que, en las secuencias numéricas de tipo 2, necesitamos
como mínimo 4 números para poder extraer una regla general por la que se rigen.
Fijémonos:
4-5-7-10-?
En este ejemplo con 4 números sí podemos encontrar una regla general, y es que cada paso suma
una unidad respecto al paso anterior: para pasar del 4 al 5 hay que sumar 1 unidad, para pasar
del 5 al 7 hay que sumar 2 unidades (es decir, una más que en el paso anterior), para pasar del
7 al 10 hay que sumar 3 unidades (es decir, una más que en el paso anterior), así que, por tanto,
para pasar del 10 al siguiente número habrá que sumar 4 unidades (es decir, una más que en
paso anterior). Con lo cual, el resultado sería 14 sin lugar a dudas.
Pero no se acaba aquí la cosa, y es que también podemos encontrarnos con secuencias numéricas
de tipo 3, es decir, secuencias que contienen no solo una, sino dos subsecuencias dentro de
ella. Pueden asustar al principio y parecer muy complicadas, pero realmente la única diferencia
que hay en ellas respecto a los tipos anteriores es que, con las secuencias numéricas de tipo 3,
tendremos que crear una tabla de 4 filas.
Veamos un ejemplo:
4-5-7-11-18-29-?
Comencemos por representar esta secuencia en la fila inferior de una tabla junto a los pasos
que conducen de un número al siguiente en la fila superior:
+1 - +2 - +4 - +7 - +11 +?
4 - 5 - 7 - 11 - 18 - 29 - ?
Todavía no hemos descubierto nada. Vamos a crear una fila más en la tabla, representando en
ella la relación que existe entre los números nuevos que han aparecido:
+1 - +2 - +3 - +4 - +?
+1 - +2 - +4 - +7 - +11 +?
4 - 5 - 7 - 11 - 18 - 29 - ?
Si añadimos una última fila en la zona superior de la tabla, encontraremos cuál es la regla eje
sobre la que giran todas las demás:
+1 - +1 - +1 - +1
+1 - +2 - +3 - +4 - +?
+1 - +2 - +4 - +7 - +11 +?
4 - 5 - 7 - 11 - 18 - 29 - ?
Ahora solo tenemos que ir completando los signos de interrogación de arriba hacia abajo y
obtendremos este resultado:
+1 - +1 - +1 - +1
+1 - +2 - +3 - +4 - +5
+1 - +2 - +4 - +7 - +11 +16
4 - 5 - 7 - 11 - 18 - 29 - 45
1º) En las secuencias numéricas de tipo 1 necesitamos, como mínimo, 3 números para poder
completarlas. Ejemplo: 3-4-5-?
2º) En las secuencias numéricas de tipo 2 necesitamos, como mínimo, 4 números para po-
der completarlas. Ejemplo: 3-5-8-12-?
Pero ¿qué ocurre con las secuencias numéricas de tipo 3? Siguiendo el mismo patrón de razo-
namiento, nos encontraremos con que, para poder resolver una secuencia numérica de tipo 3,
necesitaremos como mínimo 5 números.
3-6-10-16-?
Vamos a representar esta secuencia en una tabla con la técnica de la pirámide para ver adónde
nos lleva:
+3 - +4 - +6 - +? -
3 - 6 - 10 - 16 - ?
Vemos que no se trata de una secuencia numérica de tipo 1 porque aún no hemos alcanzado
una regla general que nos permita aplicarla para despejar los signos de interrogación. Sigamos
construyendo la pirámide entonces:
+1 - +2 - +?
+3 - +4 - +6 - +? -
3 - 6 - 10 - 16 - ?
Vemos que tampoco es una secuencia numérica de tipo 2. En la fila superior tenemos ahora una
secuencia que puede continuar con un +3, con un +4 o incluso con otros números, dependiendo
del razonamiento al que lleguemos, como ya vimos al hablar de la imposibilidad de completar las
secuencias que se nos presentan con solo dos números. Como tenemos poca información, son
válidos varios razonamientos. Si seguimos construyendo la pirámide llegaremos a un callejón sin
salida que nos mostrará únicamente un +1. ¿Será que hay que repetir siempre el +1? ¿O después
de ese +1 vendrá un +2? ¿O un +3?
Como hemos podido comprobar, 4 números no son suficientes para resolver una secuencia
numérica de tipo 3.
3-6-10-16-25-?
+1 - +1 - +?
+1 - +2 - +3 - +?
+3 - +4 - +6 - +9 - +?
3 - 6 - 10 - 16 - 25 - ?
Expresándolo de otra forma, en las dos filas superiores de la tabla tenemos una secuencia
numérica de tipo 1. Y como en ella tenemos 3 espacios, podemos completarla y así ir bajando
hasta completar la secuencia principal:
+1 - +1 - +1
+1 - +2 - +3 - +4
+3 - +4 - +6 - +9 - +13
3 - 6 - 10 - 16 - 25 - 38
1º) En las secuencias numéricas de tipo 1 necesitamos, como mínimo, 1 (su tipo) + 2 núme-
ros para poder completarlas. Es decir, 3 números. Ejemplo: 1-2-3-?
2º) En las secuencias numéricas de tipo 2 necesitamos, como mínimo, 2 (su tipo) + 2 núme-
ros para poder completarlas. Es decir, 4 números. Ejemplo: 4-5-7-10-?
3º) En las secuencias numéricas de tipo 3 necesitamos, como mínimo, 3 (su tipo) +2 núme-
ros para poder completarlas. Es decir, 5 números. Ejemplo: 4-5-7-11-18-?
Existen otras series numéricas que necesitan de pirámides más altas para poder resolverse y esta
regla se aplica a todas ellas. Por ejemplo, ante una secuencia numérica de tipo 4, necesitaríamos
4 (su tipo) + 2 números para poder resolverla. Es decir, 6 números. Y así sucesivamente.
Dicho de otra forma: si nos encontramos con una secuencia numérica que tiene solo 3 números,
sabremos que estamos delante de una secuencia numérica de tipo 1, mientras que si nos
encontramos con una secuencia numérica que tiene 4 números, podremos estar tanto ante una
secuencia numérica de tipo 2 como de tipo 1, y así sucesivamente.
No olvides esta regla porque te será de utilidad en los casos especiales que vamos a ver en breve.
A efectos prácticos, es muy poco probable que un test psicotécnico estándar se llegue a las
secuencias numéricas de tipo 4 o a otras más avanzadas, por lo que nos detendremos aquí.
En caso de que en algún momento te encuentres con una secuencia numérica de tipo 4 u otra
más avanzada, recuerda que la técnica de la pirámide se aplica exactamente de la misma
forma que con las que hemos visto, salvo que por cada nivel que avancemos habrá que crear
una fila más en la tabla final.
Vamos a ver ahora una serie de casos especiales que en ocasiones pueden dar bastantes
quebraderos de cabeza.
Puede ocurrir que, cuando encontramos la relación entre los pasos de una secuencia numérica,
no sea esa la relación correcta.
1-2-6-24-120-?
+1 - +4 - +18 - +96 - +?
1 - 2 - 6 - 24 - 120 - ?
El problema es que hemos encontrado una subsecuencia que no nos lleva a ningún camino. Nos
damos cuenta de ello si seguimos avanzando hacia arriba en la pirámide; llega un momento en
el que no podemos avanzar más y en el que no hemos encontrado la regla general sobre la que
se rige toda la secuencia:
+11 - +64 - +?
+3 - +14 - +78 - +?
+1 - +4 - +18 - +96 - +?
1 - 2 - 6 - 24 - 120 - ?
En este punto, podemos pensar que no tenemos información suficiente para resolver la secuencia
principal. Y lo podemos pensar gracias a la regla que establecimos en el punto anterior:
Según esta regla, recordemos, una vez que llegamos en la pirámide a una subsecuencia con 3
números (en este caso, la de la segunda fila empezando por arriba) y de ella no surge una regla
general que repita siempre el mismo paso exacto (que, en este caso, debería reflejarse en la fila
superior), podemos determinar que no disponemos de la información suficiente para resolver
el ejercicio y que, por lo tanto, nos hemos equivocado de camino2.
¿Por qué puede haber ocurrido esto? ¿Por qué nos hemos confundido de camino? Ha ocurrido
porque no hemos tenido en cuenta todas las posibilidades de relación entre números.
+1 - +4 - +18 - +96 - +?
x2 x3 x4 x5 x?
1 - 2 - 6 - 24 - 120 - ?
2. La otra opción es que el ejercicio esté mal diseñado, lo cual es poco probable, pero posible.
+1 - +1 - +1 - +1
x2 - x3 - x4 - x5 - x?
1 - 2 - 6 - 24 - 120 - ?
+1 - +1 - +1 - +1
x2 - x3 - x4 - x5 - x6
1 - 2 - 6 - 24 - 120 - 720
NOTA: Es importante tener en cuenta que, a la hora de establecer subsecuencias y las relaciones
entre sus pasos, tenemos que tener en cuenta solo el valor absoluto de cada número, sin el
signo de operación. Por ejemplo, en la fila de en medio de la tabla anterior, para determinar la
regla general de su fila superior no tendremos en cuenta los pasos como x2, x3, x4 y x5, sino
como 2, 3, 4 y 5.
Por lo tanto, aquí va una serie de consejos para tener en cuenta a la hora de resolver cualquier
secuencia numérica, sea del tipo que sea:
1º) Siempre debemos representar con la técnica de la pirámide todas las relaciones po-
sibles entre dos números, sean sumas, restas, multiplicaciones o divisiones. Y en test
psicotécnicos avanzados, incluso deberíamos reflejar otras operaciones más complejas
como las potencias.
2º) Si el primer número de una pareja es menor que el de la segunda (por ejemplo 2-4),
podremos encontrarnos ante una relación de suma, multiplicación o potencia. Si, por el
contrario, el primer número de la pareja es mayor que el de la segunda (por ejemplo, 4-2),
podremos encontrarnos antes una relación de resta, división o raíz.
3º) Cuando una pareja de números se relacione entre sí a través de distintas operaciones,
serán las relaciones entre las demás parejas de números las que nos indicarán cuál de
ellas es la correcta.
Como acabamos de ver, a la hora de establecer subsecuencias y las relaciones entre sus pasos,
tenemos que tener en cuenta solo el valor absoluto de cada número, sin el signo de operación.
3-4-8-11-44-49-?
Sabemos que podemos encontrarnos tanto ante una secuencia numérica de tipo 1 como de tipo
2 ó 3. Vamos a utilizar la técnica de la pirámide para descubrir cuál de ellas es, sin olvidarnos
de reflejar todas las relaciones posibles entre las distintas parejas de números:
+1 - +4 - +3 - x4 - +5 - ?
x2
3 - 4 - 8 - 11 - 44 - 49 - ?
Solo tenemos un paso en el que hay dos posibilidades: el que relaciona el 4 con el 8. Atendiendo
a los valores absolutos (sin el signo de operación) de los demás números (1, 3, 4 y 5), vemos que
el número que falta en ellos para completar una subsecuencia con sentido es el 2. Por lo tanto,
la opción correcta para la relación entre el 4 y el 8 es el x2, no el +4.
Y si añadimos una fila más a la tabla, encontraremos por fin la regla general que estamos buscando
(recordemos: teniendo en cuenta los valores absolutos, sin signo, de la fila de en medio):
+1 - +1 - +1 - +1 - +1
+1 - x2 - +3 - x4 - +5 - ?
3 - 4 - 8 - 11 - 44 - 49 - ?
En este punto podemos determinar que el número que va en lugar del signo de interrogación
de la fila de en medio es el 6. Pero ¿qué ocurre con el signo? En este caso, los signos también
forman una secuencia: primero suma, segundo multiplicación, tercero suma, cuarto multiplicación,
quinto suma... ¿Cuál toca ahora? Efectivamente, multiplicación.
Conclusión: en el lugar del signo de interrogación de la fila de en medio tenemos que colocar
un x6. Y, con ello, el resultado final queda así:
+1 - +1 - +1 - +1 - +1
+1 - x2 - +3 - x4 - +5 - x6
3 - 4 - 8 - 11 - 44 - 49 - 294
Hay ocasiones en las que, por más que buscamos, no conseguimos encontrar la regla general
que rige una secuencia numérica. En esos casos, es probable que nos encontremos ante dos
secuencias alternas, es decir, dos secuencias cuyos pasos se intercalan entre una y otra.
2-7-5-14-8-28-?
Si utilizamos la técnica de la pirámide para hallar la regla general, nos llevará a lo siguiente:
+4 - -4 - +11 - ?
-3 - +7 - -3 - +14 - ?
+5 - -2 - +9 - -6 - +20 - ?
2 - 7 - 5 - 14 - 8 - 28 - ?
Sin embargo, en este caso no tenemos una alternativa para relacionar los números de la secuencia
principal de otra manera, ya que los pasos establecidos son los únicos que hay. Por ejemplo,
el 2 y el 7 solo se pueden relacionar a través de una suma (+5), ya que el 7 no es múltiplo ni
exponente del 2. Y lo mismo ocurre con el resto de pasos.
En casos como este es cuando tenemos que buscar secuencias numéricas alternas, o lo que es
lo mismo, una secuencia en los números que ocupan un puesto impar y otra secuencia diferente
en los números que ocupan un puesto par.
En el ejemplo propuesto, los números que ocupan un puesto impar son el 2, el 5 y el 8, mientras
que los números que ocupan un puesto par son el 7, el 14 y el 28. De modo que nos encontramos
ante las dos siguientes secuencias numéricas:
2-5-8-?
7-14-28-?
Si analizamos cada una de ellas en una pirámide propia obtenemos lo siguiente:
+3 - +3 - +3
2 - 5 - 8 - ?
+7 - +14 - +28
x2 x2 x2
7 - 14 - 28 - ?
Con lo que nos resultará muy sencillo determinar que el número que va en el lugar del primer
signo de interrogación es el 11 y el que va en el lugar del segundo, el 56.
¿Cuál de estos dos números es el que cubre el signo de interrogación de la secuencia numérica original?
2-7-5-14-8-28-?
Dado que el signo de interrogación ocupa una posición impar (la séptima), el signo de interro-
gación deberá ser sustituido por el número que hemos descubierto para la secuencia numérica
de los números que ocupan una posición impar (2-5-8), de modo que la respuesta correcta a
este ejercicio es el número 11.
Ya habíamos visto que las secuencias numéricas más sencillas, las de tipo 1, deben contar con al
menos 3 números para poder resolverse. Es importante tener en cuenta que, si nos encontramos
con dos secuencias numéricas alternas, la cantidad mínima de números que debería aparecer entre
las dos es de 6, es decir, 3 números para cada una de ellas. Y si alguna de las dos secuencias es
de un nivel mayor, esa cantidad mínima de números debe adaptarse siguiendo la regla general que
ya conocemos:
Sin embargo, también “está permitido” crear una secuencia numérica de 5 números que esconda
dos secuencias alternas. Esto se debe a que la repetición del patrón se considera información
suficiente para determinar lo que va a continuación.
5-3-7-6-9-?
Utilizando la técnica de la pirámide para cada una de las dos secuencias alternas obtenemos
lo siguiente:
+2 - +2 - +2
5 - 7 - 9 - ?
+3 - ?
3 - 6 - ?
Vemos que la segunda secuencia alterna, por sí sola, no dispone de información suficiente
para ser resuelta. Sin embargo, al formar parte de la misma secuencia original que la primera
secuencia alterna, se considera que el patrón es conjunto: x2, +3, x2, +3, x2... ¿Qué toca ahora?
Efectivamente, +3. Entonces, el signo de interrogación debe ser sustituido por un 9.
Llamamos así a aquellas secuencias numéricas cuyo conjunto de dos pasos forman el tercero.
Vamos a verlo más claro con el siguiente ejemplo:
2-5-7-12-19-?
Si representamos esta secuencia con la técnica de la pirámide, veremos que nos lleva, aparen-
temente a un callejón sin salida3:
+2 - -1 - ?
-1 - +3 - +2 - ?
+3 - +2 - +5 - +7 - ?
2 - 5 - 7 - 12 - 19 - ?
Sin embargo, hay algo que se nos ha escapado, y es que la propia secuencia nos da la cantidad
que debemos sumar para obtener el siguiente paso: cada dos números, sumados, dan como
resultado el tercero:
• El primer número (2) y el segundo (5) dan como resultado el tercero (7)
• El segundo número (5) y el tercero (7) dan como resultado el cuarto (12)
• El tercer número (7) y el cuarto (12) dan como resultado el quinto (19)
Por lo tanto, para calcular el sexto número, tenemos que sumar el cuarto (12) y el quinto (19), lo
que nos da como resultado el número 31.
Vamos a ver otra forma especial en la que se pueden presentar las secuencias numéricas.
Si bien la forma “estándar” de presentar las secuencias numéricas es la que hemos visto hasta
ahora, es decir, en la que nos preguntan cuál es el número que la continua, existen casos en los
que nos preguntarán cuál es el número que ocupa una posición intermedia en una secuencia
numérica ya finalizada. Por ejemplo:
4-8-?-16-20
3. Es por ese motivo que la diferencia entre el paso “-1” y el paso “+3” (segunda fila de la tabla) es +2, ya que tenemos
en cuenta la diferencia entre los valores absolutos, es decir, “1” y “3”, sin el signo.
La forma de encontrar la regla general en estos casos varía un poco, pero se puede lograr también
gracias a la técnica de la pirámide.
En el caso de las secuencias numéricas de tipo 1, como la del ejemplo que acabamos de ver, nos
encontraremos con lo siguiente:
+4 - ? - ? - +4
4 - 8 - ? - 16 - 20
En este caso, fijémonos en que, en la fila superior, surgen dos signos de interrogación en lugar
de uno, es decir, dos pasos que desconocemos. Esto mismo ocurre con las secuencias numéricas
de tipo 2 y 3, así como cualquier otra de mayor profundidad.
Esta secuencia numérica se puede completar gracias a la regla general de que cada paso aumenta
en 4 unidades respecto al anterior, tal y como nos muestran los +4 que surgen en la fila superior
de la tabla:
+4 - +4 - +4 - +4
4 - 8 - 12 - 16 - 20
4-8-?-16
Si representamos esta secuencia con la técnica de la pirámide, nos encontramos con esto:
+4 - ? - ?
4 - 8 - ? - 16
Es decir, solo tenemos un paso cubierto en la subsecuencia, un +4. Si nos encontramos ante un
caso así, entenderemos que se trata de una secuencia de tipo 1 y, por lo tanto, todos los pasos
de la fila superior deberán ser iguales.
Veamos ahora qué ocurriría en el caso de una secuencia numérica de tipo 2 con un hueco
intermedio que, por supuesto, debe contar con un mínimo de 5 números (2+3):
5-6-?-11-15-20
+1 - ? - ? - +4 - +5
5 - 6 - ? - 11 - 15 - 20
Con esto podemos extraer un paso más gracias al último paso de la subsecuencia (del +4 al +5):
? - ? - ? - +1
+1 - ? - ? - +4 - +5
5 - 6 - ? - 11 - 15 - 20
Como vemos, en la nueva fila que hemos añadido en la parte superior de la tabla, solo se nos
revela un +1. Aplicaremos ahí la regla de que, a falta de más información, ese paso se deberá
repetir en toda esa fila, de forma que podemos completar la tabla de la siguiente manera:
+1 - +1 - +1 - +1
+1 - +2 - +3 - +4 - +5
5 - 6 - 8 - 11 - 15 - 20
Veamos otro ejemplo, en el que la secuencia numérica se nos presenta con más números:
1-3-6-?-15-21-28
+1 - ? - ? - ? - +1
+2 - +3 - ? - ? - +6 - +7
1 - 3 - 6 - ? - 15 - 21 - 28
Vemos que es incluso más sencillo que en el caso de que se nos presente solo con 5 números,
ya que en la fila superior hemos encontrado la regla general con su paso repetido dos veces.
Con lo que quedaría completada de la siguiente forma:
+1 - +1 - +1 - +1 - +1
+2 - +3 - +4 - +5 - +6 - +7
1 - 3 - 6 - 10 - 15 - 21 - 28
4-5-?-11-19-35-67
? - ? - ? - +8 - +16
x2 x2
+1 - ? - ? - +8 - +16 - +32
4 - 5 - ? - 11 - 19 - 35 - 67
En esta ocasión, el paso que se repite en la fila superior es el x2 (o lo que es lo mismo, la dupli-
cación del número que precede al paso), con lo cual esa es la regla general que hay que aplicar
y con la que el resultado nos quedaría así:
x2 - x2 - x2 - x2 - x2
+1 - +2 - +4 - +8 - +16 - +32
4 - 5 - 7 - 11 - 19 - 35 - 67
Para finalizar, vamos a ver lo que ocurriría si el hueco intermedio estuviese en una secuencia
numérica de tipo 3, ya que se complica algo más que en los casos anteriores.
1-3-6-?-19-31-48
+1 - ? - ? - ? - +5
+2 - +3 - ? - ? - +12 - +17
1 - 3 - 6 - ? - 19 - 31 - 48
En este caso, dado que nos encontramos en la fila superior con dos adiciones diferentes (+1 y +5),
tenemos que preguntarnos cómo llegar de una a otra en un número determinado de pasos, los
que están representados con signos de interrogación en la fila superior, que en este caso son 3.
¿Cómo llegamos del 1 al 5 añadiendo tres pasos en medio? Efectivamente, añadiendo una unidad
en cada paso: 1, 2, 3, 4 y 5. Por lo tanto, la pirámide final quedaría así:
+1 - +2 - +3 - +4 - +5
+2 - +3 - +5 - +8 - +12 - +17
1 - 3 - 6 - 11 - 19 - 31 - 48
Antes de pasar al siguiente punto, es conveniente añadir que, en algunas ocasiones en cual-
quiera de los casos que hemos visto hasta ahora, podemos encontrarnos con alguna secuencia
numérica que no nos pregunte solo por el número que la continúa, sino por los dos, o incluso
los tres siguientes.
Por ejemplo:
2-5-8-?-?
En estos casos, las reglas establecidas respecto a la cantidad mínima de números que deben
aparecer en función del tipo de secuencia numérica (1, 2, 3...) se mantienen tal y como hemos visto.
Que nos pidan más de un número para completar la secuencia puede ocurrir en secuencias
numéricas tanto “estándar” como con huecos centrales. Pero no nos supondrá ningún problema,
ya que, si hemos extraído correctamente la regla general a través de nuestro razonamiento
inductivo, seremos capaces de aplicarla con nuestro razonamiento deductivo para finalizar la
secuencia con cuantos números sea necesario.
Este tipo de secuencias numéricas pueden corresponder a cualquiera de los tipos que hemos
visto hasta ahora, aunque lo más habitual es encontrarnos con secuencias numéricas de tipo 1
y de tipo 2. Pueden tener un solo signo de interrogación final o intermedio o, en ciertos casos,
hasta dos signos de interrogación en lugar de uno solo.
Una vez que hayamos hecho esta transformación lineal, seremos capaces de sustituir los signos
de interrogación por el número o los números correctos:
1º) En la secuencia numérica del hexágono, tenemos una secuencia de tipo 2 que va au-
mentando en 2 el número que se suma en cada paso a los números base.
+2 - +2 - +2 - +2
+1 - +3 - +5 - +7 - +9
5 - 6 - 9 - 14 - 21 - 30
2º) En la secuencia numérica del círculo, tenemos una secuencia de tipo 1 que va suman-
do 3 en cada paso.
+3 - +3 - +3 - +3 - +3
4 - 7 - 10 - 13 - 16 - 19
Sin embargo, el problema real que suelen plantear las secuencias numéricas circulares es que
se confunden a menudo con las igualaciones numéricas, que es otro tipo de prueba numérica
de razonamiento. Ahora que ya hemos finalizado con las secuencias numéricas, comenzaremos
un nuevo apartado en el que veremos cómo resolver las igualaciones numéricas.
En el ejercicio que puedes ver a continuación se nos pide que sustituyamos el signo de interro-
gación por el número correspondiente:
Debido a que, en apariencia, son exactamente iguales a las secuencias numéricas circulares,
existe el riesgo de confundirlas entre sí. Sin embargo, en lo que respecta a razonamiento, son
ejercicios completamente distintos.
Nos encontramos ante una igualación numérica, que es un ejercicio de razonamiento presentado
en formato circular (en círculos, en hexágonos, etc.) en el que tendremos que extraer una regla
que se cumpla en los ejemplos completos para aplicarla al ejemplo en el que tenemos el signo
de interrogación. Para ello, debemos centrar primero nuestra atención en los ejemplos que nos
dan completos y preguntarnos qué tienen en común.
2º) En el caso del segundo círculo también se cumple esta regla (7+6+1+2+3+5=24)
3º) Por lo tanto, la regla general que extraemos es que la suma de todos los números de
cada círculo debe ser 24
4º) Esto nos permite determinar cuál es el número que falta en el tercer círculo haciendo
primero la suma de los que nos dan (8+4+2+1+3=18) y restando el resultado a 24 (24-
18=6)
Ahora bien, descubrir la relación entre los ejemplos completos que nos dan puede resultar
complicado a veces, o bien llevarnos demasiado tiempo. Para que puedas hacer de forma rápida
los ejercicios de igualaciones numéricas debes tener en cuenta los tipos más frecuentes de
reglas que te puedes encontrar y que están enumerados a continuación.
En este caso nos encontramos con círculos completos cuyo número más alto es la suma de
todos los demás.
En el siguiente ejemplo vemos cómo en los dos primeros círculos el número más alto, que se
encuentra en el fragmento superior de cada círculo, es la suma de todos los demás que se
encuentran en el mismo círculo:
Sabiendo esto, podemos deducir fácilmente que el signo de interrogación debe ser sustituido
por un 5.
Normalmente nos encontraremos con casos como este, en los que el número más alto comparte
la misma posición en todos los círculos (en el ejemplo anterior, la franja superior de círculo). Sin
embargo, en otras ocasiones ese número más alto no compartirá posición en todos los círculos,
como ocurre en el siguiente ejemplo:
1º) Que el número más alto se muestre. En este caso, el número más alto será el más alto de
todos los mostrados. En el tercer círculo del ejemplo anterior, el número más alto es el
45, por lo que, si lo tomamos como la suma de todos los demás, el signo de interrogación
debe ser sustituido por un 5 para que todos sumen 45 (3+17+8+12+5).
2º) Que el número más alto sea el que sustituye al signo de interrogación. En este caso,
debemos sumar todos los demás números para sustituir al signo de interrogación. En el
tercer círculo del ejemplo anterior, si el signo de interrogación corresponde al número
más alto, entonces ese número será 85, ya que es la suma de todos los demás.
Pero, ¿cómo podemos saber si nos encontramos ante una posibilidad o ante la otra? Analizando
las opciones de respuesta que nos den para elegir. En este tipo de igualaciones numéricas
solo habrá una respuesta válida de las dos que hemos visto. Dicho de otra forma, no habrá una
respuesta 5 y una respuesta 85; solo podrá estar presente una de las dos.
Además, habrá que estar atentos a la posibilidad de que círculos completos compartan el número
más alto en la misma posición, mientras que el círculo incompleto lo tenga en una posición
diferente, algo que es una “trampa” bastante habitual.
Estas igualaciones numéricas son más complejas que las anteriores. Su resolución consiste en
encontrar la forma de dividir cada círculo en fragmentos (por lo general, en mitades) para extraer
una regla que se cumpla en todos los fragmentos.
En el siguiente ejemplo vemos cada círculo dividido por la mitad trazando una línea vertical:
• En el primer círculo:
• En el segundo círculo:
• En el tercer círculo:
Una vez obtenidas estas mitades sí nos resulta posible encontrar una regla general para cada
una de ellas. Esa regla general es la misma que vimos en la regla anterior: “la suma de todos los
números excepto uno da como resultado ese número”:
• En la primera mitad del primer círculo, el número más alto es 8 y los otros dos números,
2 y 6, suman 8.
• En la segunda mitad del primer círculo, el número más alto es 7 y los otros dos números,
5 y 2, suman 7.
• En la primera mitad del segundo círculo, el número más alto es 7 y los otros dos números,
3 y 4, suman 7.
• En la segunda mitad del segundo círculo, el número más alto es 8 y los otros dos números,
1 y 7, suman 8.
• En la primera mitad del tercer círculo, el número más alto es 9 y los otros dos números,
5 y 4, suman 9.
Por lo tanto, siguiendo la misma regla, nos encontramos con dos posibilidades en la segunda
mitad del tercer círculo:
1º) Que el número más alto ya se esté mostrando y que sea el 4, de modo que el signo de
interrogación deberá ser sustituido por un 2 (4=2+2).
2º) Que el número más alto sea el que hay que sustituir por el signo de interrogación, de
modo que obtenemos un 6 (2+4=6).
Al igual que ocurría con las igualaciones numéricas que vimos en el apartado anterior, en las
opciones de respuesta solo nos aparecerá una de estas dos posibilidades. En el ejemplo que
hemos analizado, no podrían encontrarse el 2 y el 6 en dos opciones de respuesta, sino que solo
podría estar uno de ellos.
En este tipo de igualaciones también hay una “trampa” bastante frecuente, y es aquella que nos
muestra una forma de dividir los círculos completos y que cambia en el círculo incompleto. Por
ejemplo, podríamos tener dos círculos completos con la división vertical, como en el ejemplo
anterior, mientras que el tercero tuviese una división diagonal. En estos casos, deberemos tener
en cuenta las relaciones entre los números de todas las divisiones posibles en los círculos
incompletos y elegir la opción de respuesta que más se adecúe a dicha relación.
Las matrices numéricas son cuadrículas que contienen un número en cada una de sus zonas.
Las zonas son las intersecciones formadas entre sus filas y sus columnas:
Las matrices numéricas más habituales son las de 3x3 zonas, aunque el tamaño puede variar
en función de cada diseño. A continuación, se muestra una matriz de 3x3 zonas a la izquierda
y una matriz de 5x4 zonas a la derecha:
Las matrices numéricas incluyen una zona, generalmente la inferior derecha o la inferior central,
en blanco o con un signo de interrogación, que es la que debe completar la persona que resuelve
el test. Además, suele ser habitual que su razonamiento se rija por un análisis de sus filas. En
el siguiente ejemplo vemos que los números de cada una de las dos primeras filas suman un
total de 12 (7+3+2 en la primera fila y 5+1+6 en la segunda fila). Por lo tanto, los números de la
tercera fila también deben sumar 12, y el número que hace falta para ello es un 8, que será el
número que sustituya al signo de interrogación.
7 3 2
5 1 6
2 2 ?
Sin embargo, también nos podemos encontrar matrices numéricas que funcionan por columnas. En
el siguiente ejemplo vemos un ejemplo de esto, en el que los números de cada columna suman 9:
6 3 5
2 4 2
1 2 ?
Otro caso que nos podemos encontrar es aquel en el que la suma de las dos primeras zonas
de una fila (o de una columna) da lugar a la tercera. Es lo que ocurre en el siguiente ejemplo:
2 7 9
12 4 16
4 ? 8
1º) Los números que se encuentran en las dos primeras zonas de la primera fila (2 y 7) su-
man el número de la tercera zona de esa misma fila (9).
2º) Los números que se encuentran en las dos primeras zonas de la segunda fila (12 y 4)
suman el número de la tercera zona de esa misma fila (16).
Por lo tanto, el número de la tercera zona de la tercera fila debe ser el 4, ya que es el que permite,
sumado al otro 4, alcanzar el 8 de la tercera columna.
Existe la posibilidad de que las posiciones de los números estén cambiadas, de modo que el
resultado de la suma no se encuentre en la tercera columna, sino en la central. En el siguiente
ejemplo nos encontramos con la misma matriz anterior, solo que la segunda y la tercera columna
han intercambiado sus posiciones:
2 9 7
12 16 4
4 8 ?
Veamos ahora unas matrices numéricas más complejas, formadas por más filas y más columnas.
Tomaremos como ejemplo las matrices de 5 filas por 4 columnas, aunque recuerda que te puedes
encontrar con cualquier otra configuración.
En matrices más complejas podemos encontrarnos con más operaciones ocultas entre los
números de una fila (o de una columna). Nuestra habilidad para encontrar relaciones entre
dichos números (y para ello es de gran utilidad un cálculo mental ágil, que veremos enseguida)
será determinante para realizar con éxito estas operaciones ocultas.
Para empezar, veamos un ejemplo similar al anterior, en el que la columna central es la suma
de todos los números restantes de la fila:
2 8 20 5 5
12 8 34 6 8
4 8 16 1 3
2 9 24 8 ?
Conociendo ya la regla por la que se rigen las filas, descubriremos sin dificultad que el número
que sustituye al signo de interrogación es el 5.
Otro tipo de matriz numérica bastante habitual es la que mezcla multiplicación con suma. Aquí
tenemos una fila de ejemplo:
2 4 23 3 5
En este ejemplo, el número central (23) es el resultado de sumar los productos de los números
que se encuentran a la derecha y a la izquierda de él. Explicado de forma más detallada:
1º) Los números que se encuentran a la izquierda del número central (23) son el 2 y el 4. Si
multiplicamos 2 x 4 obtenemos un producto de 8.
2º) Los números que se encuentran a la derecha del número central (23) son el 3 y el 5. Si
multiplicamos 3 x 5 obtenemos un producto de 15.
3º) Si sumamos ahora los dos productos obtenidos (8+15) obtenemos un resultado de 23,
que es el número central.
Extendiendo esta regla a una matriz completa, podemos obtener algo parecido a esto:
2 4 23 3 5
5 2 26 4 4
2 6 18 3 2
6 5 ? 2 2
12 3 6 24 8
28 13 6 27 3
7 2 1 36 9
8 3 ? 20 5
1º) La resta de los tres números (12-3-6) que se encuentran a la izquierda de la cuarta zona
(24) es 3.
3º) Si multiplicamos el resultado de la resta (3) por el número que se encuentra a la derecha
de la cuarta zona (8) obtenemos un producto de 24 (3x8), que es el número que se refleja
en la cuarta zona.
Por lo tanto, analizando la fila inferior, vemos que necesitamos conseguir a la izquierda un
número que, multiplicado por 5 (quinta zona) dé como resultado 20 (cuarta zona). Ese número
es 4. Y para obtener 4 como resultado de la resta que se encuentra a la izquierda de la cuarta
zona, necesitamos que el signo de interrogación sea sustituido por un 1 (8-3-1=4).
Entonces, si las posibilidades son tan amplias, ¿cómo podemos resolver de forma rápida este tipo
de matrices numéricas? La respuesta, como te comentaba arriba, se encuentra en la habilidad
de encontrar relaciones entre los números de cada fila, y esa habilidad puede desarrollarse
entrenando el cálculo mental.
Como veíamos al principio de este capítulo dedicado a las pruebas numéricas de razonamiento,
el cálculo mental no está directamente relacionado con el razonamiento. Sin embargo, sí hay dos
motivos por los que es importante incluir en este manual un apartado dedicado al cálculo mental:
1º) Las pruebas de cálculo mental son un tipo de pruebas que suelen acompañar de forma
muy habitual a las pruebas de razonamiento en los test psicotécnicos. Es decir, en mu-
chos test psicotécnicos encontraremos pruebas de cálculo mental insertadas entre las
pruebas de razonamiento e, incluso, pruebas de razonamiento que exigen la aplicación
del cálculo mental.
2º) El cálculo mental puede verse simplificado conociendo las diferentes técnicas que ve-
remos en este capítulo. Esas técnicas pueden extraerse como reglas generales a través
de un proceso de razonamiento inductivo (que va de lo particular a lo general). Cuando
alguien conoce la forma de elaborar estas técnicas de cálculo mental, podrá aplicar
esos mismos procesos inductivos para crear otras reglas que le ayuden en los casos
concretos con los que se vaya a enfrentar, además de permitirle aplicarlas a través de
un proceso deductivo (que va de lo general a lo particular, es decir, aplicando la regla
general, la técnica, a un caso concreto).
Por lo tanto, en este apartado veremos una serie de técnicas que nos permitirán realizar con
mayor agilidad mental las cuatro operaciones aritméticas básicas: sumas, restas, multiplicaciones
y divisiones.
De las cuatro operaciones aritméticas básicas, la suma es la más sencilla. Sin embargo, a mucha
gente le resulta complicado sumar mentalmente. Esto se debe, principalmente, a que tratamos
de trasladar al cálculo mental el método de suma en papel.
Cuando tenemos que sumar con papel y lápiz unos números, los colocamos unos encima de
otros, en vertical, y empezamos sumando las unidades, para continuar con las decenas, luego
las centenas y así sucesivamente. Sin embargo, esto provoca que tengamos que “llevarnos”
números. Por ejemplo, si nos piden sumar 1.764 + 6.589 y comenzamos sumando las unidades,
ocurre lo siguiente:
1º) Las cifras que ocupan la posición de las unidades son el 4 y el 9. Sumados, dan como
resultado 13. Debemos colocar el 3 como cifra de las unidades del resultado y, además,
“llevarnos” una unidad para añadirla a la suma de las cifras de las decenas.
2º) Las cifras que ocupan la posición de las decenas son el 6 y el 8. Sumados, dan como re-
sultado 14. Pero debemos añadir una unidad más debido a la “llevada” de las unidades.
Por lo tanto, obtenemos un 15. De ese 15, colocamos el 5 en la posición de las decenas
del resultado, además, nos “llevamos” una unidad para añadirla a la suma de las cifras
de las centenas.
3º) Las cifras que ocupan la posición de las centenas son el 7 y el 5. Sumados, dan como
resultado 12. Pero debemos añadir de nuevo la unidad de “llevada” de las decenas, lo
que convierte al 12 en un 13. Colocamos el 3 del 13 en la posición de las centenas del
resultado y, además, nos “llevamos” otra unidad para añadirla a la suma de las cifras de
las unidades de millar. A estas alturas, es probable que ya ni nos acordemos de que la
cifra que ocupaba la posición de las unidades en el resultado era un 3 (recordemos que
estamos hablando de cálculo mental, lo que implica, además, memoria).
4º) Las cifras que ocupan la posición de las unidades de millar son el 1 y el 6. Sumados, dan
como resultado 7. Añadiendo la unidad de “llevada” de las centenas, debemos colocar
un 8 en la posición de las unidades de millar del resultado.
He decidido explicar este proceso con todo detalle porque esa es realmente la información que
debe procesar y recordar nuestro cerebro al sumar mentalmente de esta manera.
Existe otro método de suma mental que le facilita mucho las cosas a nuestro cerebro. El proceso
es el siguiente:
1º) En primer lugar, de los números que debemos sumar, cogemos el mayor. En nuestro
caso 6.589.
2º) Sumamos a ese número la cantidad de unidades de millar (o en otro caso, la posición
más alta) del otro número. El otro número es 1.764, de modo que sumamos 1.000 a 6.589.
El resultado es 7.589.
3º) Mientras repetimos mentalmente 7.589, sumamos la cantidad de centenas del segundo
número, en este caso 700. 7.589 más 700 es igual a 8.289. Nos estamos ahorrando las
“llevadas”.
4º) Mientras repetimos mentalmente 8.289, hacemos lo mismo con las decenas, que son
60: 8.289 más 60 es igual a 8.349.
5º) Para finalizar, mientras repetimos mentalmente 8.349, hacemos lo mismo con las unida-
des, que en este caso son 4: 8.349 más 4 es igual a 8.353.
Como puedes comprobar, el proceso es mucho más ágil y supone una menor inversión de memoria
y de esfuerzo para el cerebro.
En el caso de que tuviésemos que sumar más de dos números, los ordenaríamos en orden
decreciente (de mayor a menor) y los sumaríamos por parejas. Por ejemplo, en el caso de tener
que sumar tres números, primero sumaríamos los dos mayores y, cuando tuviésemos el resultado
de esa suma, le sumaríamos el tercer número.
Para llevar a cabo esta técnica, hay muchas personas a las que les resulta más sencillo viendo los
números escritos que oyéndolos. Por eso es recomendable practicarla con los números escritos.
De todas maneras, dado que los test psicotécnicos son escritos, siempre tendremos los números
delante.
Otra cuestión muy importante para que esta técnica pueda llevarse a cabo con eficacia es el
tener un “acceso rápido” a la suma de los números de una cifra por parejas. Dicho de otra forma:
debemos ser capaces de responder en menos de un segundo a cuál es el resultado de sumar
dos cifras cualesquiera: 4+8, 3+4, 9+7, 1+6, etc.
Para ello existen un par de técnicas que nos permiten hacerlo rápido:
1º) Sumar 10 a un número es muy sencillo. Por ejemplo, 6+10 son 16. Pues bien, para sumar
9 a cualquier número solo tenemos que sumarle 10 y después restarle 1: 6+9 = 6+10-1 =
16-1 = 15.
2º) Sumar 8, por lo tanto, es también sencillo: la única diferencia respecto a sumar 9 es res-
tar 2 en lugar de 1 después de haber sumado 10: 6+8 = 6+10-2 = 16-2 = 14.
3º) Para sumar 7, en cambio, no suele ser efectivo sumar 10 y después restar 3, ya que el
3 empieza a ser un número bastante elevado. En este caso, lo que debemos hacer es
colocar primero el número mayor y después sumarle el menor. Por ejemplo, si nos piden
sumar 4+7 nos resultará más sencillo sumar 7+4. Es decir, colocar primero el número
mayor. Y si el 7 no es el número mayor, eso querrá decir que el otro número es un 8 o un
9, con lo que podremos aplicar la técnica de sumar 10 a 7 y luego restar 1 ó 2.
4º) Sumar dos números menores que 7 suele ser muy sencillo, ya que la mayoría de las
sumas posibles no excede de un resultado de 10 y el cerebro es capaz de procesar con
mayor rapidez las sumas de resultado 10 o inferiores. Solo debemos recordar que 6+5=11
y el resto de las sumas posibles no excederán el 10.
5º) Las técnicas anteriores se pueden aplicar cuando las cifras que debemos sumar son di-
ferentes. Si son iguales, como por ejemplo 6+6 ó 7+7, basta con recordar la tabla de mul-
tiplicar para ese número (6x2 ó 7x2). En el apartado dedicado a la multiplicación mental
hablaremos de la importancia de tener un “acceso rápido” a las tablas de multiplicar.
Estas técnicas de suma mental requieren práctica para poder interiorizarlas y para que resulten
algo natural para nuestro cerebro. Es muy posible que cuando empieces a ponerlas en práctica te
resulte extraño, incluso incómodo, y que pienses que te resulta más fácil de la forma habitual, es
decir, comenzando a sumar por las unidades. Es completamente normal, ya que tu cerebro no está
acostumbrado a utilizar estas otras técnicas. Ya has comprobado que al cerebro le resulta más
sencillo sumar siguiéndolas, por lo que deberás hacer un esfuerzo hasta haberlas interiorizado.
Una vez que las tengas interiorizadas, ese esfuerzo se verá enormemente recompensado.
Una vez que te acostumbras a utilizar la técnica de suma mental que vimos en el punto anterior,
la resta mental se convierte también en algo realmente sencillo, ya que consiste en realizar
exactamente los mismos pasos, solo que a la inversa.
En primer lugar, para restar dos números, obviamente el mayor debe estar colocado primero (a no
ser que vayamos a trabajar con números negativos, algo poco habitual en los test psicotécnicos).
Si tuviésemos que restar 6.589 – 1.764, los pasos serían exactamente los mismos que al sumarlos,
pero haciendo las operaciones inversas:
2º) Restar 5.589 – 700. En este caso, que implica pasar el minuendo4 a la centena inferior,
si nos resulta más sencillo podemos restar primero 500 (5.089) y después restar los 200
que faltan para llegar a los 700 (4.889). Dicho de otra forma: 5.589 – 700 = 5.589 – 500
– 200 = 5.089 – 200 = 4.889.
4. El minuendo es el número al que se le quita una cantidad (el sustraendo) en una resta. Por ejemplo, en la resta 7 – 3,
el minuendo es el 7 y el sustraendo es el 3. El resultado, en este caso 4, se llama diferencia.
En el caso de las técnicas específicas que habíamos visto para la suma, también son muy
parecidas, salvo porque se realiza la operación contraria. Por ejemplo, para restar 9 a cualquier
número, restaremos 10 y luego sumaremos 1 (para sumar 9 sumábamos 10 y restábamos 1).
Multiplicar mentalmente no suele ser tan sencillo como sumar o restar si no conoces las técnicas
para hacerlo. En este punto veremos cuáles son esas técnicas.
Pero antes de comenzar con ellas, es importante dejar claro que, para multiplicar mentalmente,
es imprescindible conocer bien las tablas de multiplicar. Y conocer bien las tablas de multiplicar
implica ser capaces de responder en menos a un segundo a cualquier multiplicación cuyos
factores5 no tengan más de una cifra.
¿Quieres ponerte a prueba para saber si conoces bien las tablas de multiplicar? A continuación,
encontrarás 20 multiplicaciones con factores de una sola cifra. Coge un cronómetro y ponlo a
funcionar justo cuando comiences a realizar la primera. Cuando hayas respondido a la última,
la número 20, mira el cronómetro. ¿Has tardado 20 segundos o menos? Excelente, conoces bien
las tablas de multiplicar. Si has tardado más, deberías repasarlas.
Aquí tienes las 20 multiplicaciones que debes realizar en 20 segundos o menos. Recuerda no
comenzar con ellas hasta tener listo el cronómetro.
¿Qué tal? ¿Cuánto tiempo te ha llevado? Si has tardado más de 20 segundos, recuerda que
debes repasar las tablas de multiplicar para poder llevar a cabo con éxito las técnicas que vas
a aprender. Para este repaso te propongo lo siguiente:
1º) Recuerda que el orden de los factores no altera el producto. Eso quiere decir que, si
te resulta complicado multiplicar 7x4, quizá te resulte más sencillo si multiplicas 4x7, y
viceversa. Acostumbra a tu cerebro a invertir rápidamente los factores de la multiplica-
ción y cada vez conocerás mejor las tablas de multiplicar.
2º) La música ayuda mucho a memorizar este tipo de información pura como son las
tablas de multiplicar. Busca en Youtube cualquier vídeo musical en el que canten las
tablas de multiplicar. Cuando te aprendas esa canción, tu cerebro podrá completar cual-
quier parte de cualquier tabla de multiplicar igual que completa un verso de una canción
cuando alguien te lo canta y lo deja sin terminar.
5. Los factores en una multiplicación son los números que se multiplican, mientras que al resultado se le llama producto.
Por ejemplo, en la multiplicación 8 x 5 = 40, 8 y 5 son los factores y 40 es el producto.
Una vez que eres capaz de responder en menos de un segundo a cualquier multiplicación cuyos
factores estén compuestos por una sola cifra, podrás entrenar las siguientes técnicas de cálculo
mental. Te las presento ordenadas de la más sencilla a la más difícil de aprender:
1º) Multiplicar por 2 es la multiplicación más sencilla, ya que solo hay que sumar un número
a sí mismo. Por ejemplo, 48 x 2 = 48 + 48 = 48 + 40 + 8 = 88 + 8 = 96. Cuando lo hayas
practicado lo suficiente, podrás multiplicar cualquier número por 2 en cuestión de 2-3
segundos.
2º) Multiplicar por 3 es muy sencillo si ya somos capaces de calcular rápidamente el doble
de un número con la técnica anterior. Para multiplicar por 3 un número, calculamos pri-
mero el doble de dicho número y luego le sumamos ese mismo número. Por ejemplo, 48
x 3 = 48 x 2 + 48 = 96 + 48 = 96 + 40 + 8 = 136 + 8 = 144
3º) Multiplicar por 4 un número también es sencillo al saber calcular rápidamente el doble
de un número, ya que solo hay que sumar dos veces el doble de dicho número. Por ejem-
plo 48 x 4 = 48 x 2 + 48 x 2 = 96 + 96 = 96 + 90 + 6 = 186 + 6 = 192
4º) Multiplicar por 5 requiere otra estrategia, que es la de saber calcular la mitad de un nú-
mero, es decir, dividir entre 2. Aunque dedicaremos el último punto de este apartado a
la división mental, vamos a ver ahora la forma de multiplicar por 5 a través de la división.
Todo consiste en multiplicar un número por 10, una operación realmente sencilla, y lue-
go dividirlo a la mitad. Por ejemplo, 48 x 5 = 48 x 10 / 2 = 480 / 2 = 240
5º) Multiplicar un número por 6 implica utilizar la técnica de multiplicar por 5 y sumar una
vez el número que hemos multiplicado por 5. Por ejemplo, 48 x 6 = 48 x 5 + 48 = 48 x 10
/ 2 + 48 = 480 / 2 + 48 = 240 + 48 = 240 + 40 + 8 = 280 + 8 = 288
6º) Multiplicar un número por 7 implica multiplicar un número por 10 y restar el triple de ese
número. Por ejemplo, 48 x 7 = 48 x 10 – 48 x 3 = 480 – (48 x 2 + 48) = 480 – (96 + 48) =
480 – 144 = 480 – 100 – 40 – 4 = 380 – 40 – 4 = 340 – 4 = 336
7º) Multiplicar un número por 8 implica multiplicar un número por 10 y restar el doble de ese
número. Por ejemplo, 48 x 8 = 48 x 10 – 48 x 2 = 480 – (48 + 48) = 480 – 96 = 480 – 90 – 6
= 390 – 6 = 384
8º) Multiplicar un número por 9 es lo mismo que multiplicarlo por 10 y restarle ese mismo
número. Por ejemplo, 48 x 9 = 48 x 10 – 48 = 480 – 48 = 480 – 40 – 8 = 440 – 8 = 432
Si practicas estas técnicas hasta convertirlas en algo natural para tu cerebro, la multiplicación
mental se volverá pan comido para ti.
Pero ¿qué ocurre si ninguno de los factores de la multiplicación está formado por una sola cifra?
En ese caso, nos encontramos con una técnica realmente potente pero que requiere tener bien
interiorizadas y practicadas las técnicas de multiplicación mental que hemos visto hasta ahora.
A esta técnica tan potente se le llama técnica de la factorización.
1º) El primer paso es la descomposición en factores sencillos. Por ejemplo, si sabemos que
12 es igual a 6 x 2 y que 35 es igual a 7 x 5, para multiplicar 12 x 35 podemos obtener el
resultado multiplicando 6 x 2 x 7 x 5.
2º) Una vez hecha la descomposición en factores sencillos, es importante tener en cuenta
que podemos reordenarlos como queramos, ya que el orden de los factores no altera el
producto. Esto quiere decir que 6 x 2 x 7 x 5 es igual a 6 x 7 x 5 x 2.
3º) Una vez ordenados los factores como nos resulte más sencillo, podemos establecer gru-
pos con ellos como deseemos. En nuestro caso, podemos multiplicar primero 6 x 7 = 42
y, a continuación y de forma separada, multiplicar 5 x 2 = 10. Así obtenemos lo siguiente:
42 x 10, que es mucho más sencillo de calcular.
Estos cinco números son los que más flexibilidad nos dan a la hora de factorizarlos, pero no
olvides que todos los demás que aparecen en las tablas de multiplicar también se pueden
factorizar, aunque solo permitan una posibilidad.
• 45 x 18
• 25 x 36
• 12 x 28
6. Es importante tener en cuenta que el orden de los factores no altera el producto, por lo que si consideramos el 4x3 como
posibilidad de factorización del 12, no tiene sentido considerar el 3x4 como otra posibilidad de factorización diferente.
• 21 x 16
• 27 x 24
Ten en cuenta que también es posible descomponer un número en más de dos factores. Por
ejemplo, el número 75 se puede descomponer en 25 x 3 y el 25, a su vez, se puede descomponer
en 5 x 5. Por lo tanto, 75 = 5 x 5 x 3. O cualquier número que tenga como factor sencillo el 4, este
se puede descomponer en 2 x 2, con lo que, por ejemplo, 57 x 16 = 57 x 4 x 4 = 57 x 2 x 2 x 2 x 2,
lo que implica ir calculando el doble durante 4 pasos.
Sin embargo, por muy entrenada que tengamos nuestra habilidad para factorizar, hay casos en
los que no nos resultará posible factorizar, por ejemplo, cuando uno de los factores es un número
primo como el 13. En esos casos, debemos colocar ese número primo en primer lugar y realizar el
resto de multiplicaciones respecto a él. Por ejemplo, para multiplicar 13 x 18 podremos factorizar
el 18 en 9 y 2 (o en 6 y 3 si nos resulta más sencillo) y multiplicar 13 x 9 x 2 = (13 x 10 – 13) x 2 =
(130 – 13) x 2 = 117 x 2 = 117 + 117 = 117 + 100 + 10 + 7 = 217 + 10 + 7 = 227 + 7 = 234
En estos casos te recomiendo que los factores descompuestos los ordenes en función de su
complejidad: del más difícil al más fácil. Por ejemplo, si a ti te resulta más fácil y cómodo llevar
a cabo la técnica de multiplicar por 2 que la de multiplicar por 9, entonces es conveniente que
hagas 96 x 9 x 2, mientras que si te resulta más fácil y cómodo multiplicar por 9, es recomendable
que lo hagas al revés: 96 x 2 x 9
Otra técnica muy conocida que se puede combinar con la factorización es la técnica del 11,
siempre y cuando uno de los factores sea 11 o múltiplo de 11. Existe una fórmula que nos permite
multiplicar un número por 11 de forma rápida y sencilla una vez que tenemos práctica con ella.
Además, esta técnica nos permite utilizar el 11 como factor sencillo en la factorización cuando
nos encontramos con números como 33 o 77, que tienen el 11 como uno de sus dos factores más
sencillos (11 x 3 y 11 x 7 en los ejemplos anteriores).
Posibilidad 1:
b) Ahora, en el hueco que hemos dejado en medio, colocamos la suma de las cifras que
componen el 24: 2 + 4 = 6. Así, nos queda 264.
Posibilidad 2:
a) Si la suma de los dos números supera la decena, debemos sumar 1 a la cifra que
habíamos puesto a la izquierda. Por ejemplo, 48 es un número cuyas cifras suman
2º) Si el número que multiplicamos por 11 se encuentra entre el 101 y el 999, el proceso es
algo más complejo y nos encontramos de nuevo con 2 posibilidades:
Posibilidad 1:
b) Ahora, en el primer hueco escribimos la suma de las dos primeras cifras del número
que estamos multiplicando por 11, en nuestro caso 126. Sus dos primeras cifras son
1 y 2 y su suma da 3 como resultado. Por lo tanto, obtenemos 13_6
c) Para finalizar, hacemos lo mismo sumando las dos últimas cifras del número que
estamos multiplicando por 11, en nuestro caso 126. Sus dos últimas cifras son 2 y 6 y
su suma da 8 como resultado. Por lo tanto, obtenemos 1.386
Posibilidad 2:
a) Si la suma de algún par de números supera la decena, debemos sumar 1 a la cifra que
se sitúa a su izquierda. Por ejemplo, al multiplicar 385 x 11, escribimos a la izquierda
el 3 del 385 y a la derecha el 5, dejando dos huecos entre ellos: 3_ _5
b) Ahora, en el primer hueco escribimos la suma de las dos primeras cifras del número
que estamos multiplicando por 11, en nuestro caso 385. Sus dos primeras cifras son
3 y 8 y su suma da 11 como resultado. Como supera la decena, debemos sumar 1 a la
cifra que está a la izquierda del primer hueco y anotar el otro 1 en el primer hueco.
Con esto obtenemos 41_5
c) Para finalizar, hacemos lo mismo sumando las dos últimas cifras del número que
estamos multiplicando por 11, en nuestro caso 385. Sus dos últimas cifras son 8 y 5 y
su suma da 13 como resultado. De nuevo supera la decena, así que debemos sumar
1 a la cifra que está a la izquierda de este segundo hueco y anotar el 3 del 13 en él.
Con esto obtenemos el resultado final de 4.235
Antes de finalizar este punto dedicado a las técnicas de multiplicación mental, no debemos
olvidar los números decimales, ya que es frecuente tener que realizar multiplicaciones con
algunos de ellos en los test psicotécnicos. A continuación puedes encontrar los más habituales,
que implican unas divisiones simples:
1º) Multiplicar por 0,1. Es lo mismo que dividir entre 10. Por ejemplo 680 x 0,1 = 680 / 10
= 68
2º) Multiplicar por 0,25. Es lo mismo que encontrar la cuarta parte del número en cuestión,
o lo que es lo mismo, la mitad de su mitad. Por ejemplo, 680 x 0,25 = 680 / 4 = 680 / 2
/ 2 = 340 / 2 = 170
3º) Multiplicar por 0,5. Es lo mismo que encontrar la mitad del número en cuestión. Por
ejemplo, 680 x 0,5 = 680 / 2 = 340
4º) Multiplicar por 0,75. Es lo mismo que encontrar la mitad del número en cuestión y su-
marle la mitad de esa mitad. Por ejemplo, 680 x 0,75 = (680 / 2) + (680 / 2 / 2) = 340 +
(340 / 2) = 340 + 170 = 510
Al igual que conocer las técnicas de suma mental ayuda a restar mentalmente, conocer las
técnicas de multiplicación mental ayuda a dividir mentalmente.
El ejemplo más claro lo vemos en las multiplicaciones con decimales con las que cerramos el
punto dedicado a la multiplicación mental. Si las trasladamos al terreno de la división, vemos
que se cumple el mismo patrón, solo que realizando las operaciones inversas:
1º) Dividir entre 0,1. Es lo mismo que multiplicar por 10. Por ejemplo 680 / 0,1 = 680 x 10
= 6.800
2º) Dividir entre 0,25. Es lo mismo que multiplicar por 4 el número en cuestión. Por ejem-
plo, 680 / 0,25 = 680 x 4 = 680 x 2 x 2 = 1.360 x 2 = 2.720
3º) Dividir entre 0,5. Es lo mismo que multiplicar por 2 el número en cuestión. Por ejemplo,
680 / 0,5 = 680 x 2 = 1.360
En el caso de la factorización, también se puede aplicar la regla inversa. Por ejemplo, para
dividir 56 / 14, podemos descomponer el 14 en factores (7 y 2) y convertir la división en lo
siguiente: 56 / 7 / 2
Sin embargo, la técnica más eficaz para dividir mentalmente es la siguiente que vamos a ver.
Esta técnica solo se puede utilizar para obtener el resultado de divisiones exactas en las que
el dividendo7 esté formado por tres cifras y el divisor8 esté formado por una cifra, que son las
divisiones más habituales en los test psicotécnicos estándar.
Entonces, teniendo en cuenta que nos vamos a enfrentar a cocientes9 exactos, sin resto10, y que
los divisores en los test psicotécnicos no suelen tener más de una cifra, podemos establecer los
siguientes pasos para resolver este tipo de divisiones:
1º) Aislar la última cifra del dividendo y la cifra del divisor. Por ejemplo, en la división 504 /
7, la última cifra del dividendo es 4 y la cifra del divisor es 7.
2º) Ahora debemos preguntarnos: “¿qué número multiplicado por la cifra del divisor da
como resultado un número que termine en la última cifra del dividendo?”. En nuestro
ejemplo, la pregunta sería “¿qué número multiplicado por 7 da como resultado un núme-
ro que termine en 4?”. La respuesta es el 2, ya que 7 x 2 = 14. Por lo tanto, el cociente de
la división termina en 2.
7. El dividendo es el número que se divide entre otro en una división. Por ejemplo, en la división 8 / 2, el dividendo es 8.
8. El divisor es el número que divide a otro en una división. Por ejemplo, en la división 8 / 2, el divisor es 2.
9. El cociente es el resultado de una división.
10. El resto es la cantidad que sobra en una división no exacta.
3º) Ahora debemos coger los dos últimos números del dividendo y preguntarnos: “¿qué nú-
mero multiplicado por la cifra del divisor da como resultado un número lo más cercano
posible a las dos primeras cifras del dividendo, sin sobrepasarlas?”. En nuestro ejemplo,
la pregunta sería “¿qué número multiplicado por 7 da como resultado un número lo más
cercano posible a 50, sin sobrepasar el 50?”. La respuesta es 7, ya que 7 x 7 = 49. Por lo
tanto, el segundo número que forma el cociente es el 7.
4º) Para finalizar, unimos de derecha a izquierda los dos números obtenidos en los dos pa-
sos anteriores (2 y 7) y obtenemos el número 72, que es el resultado de dividir 504 / 7.
Obviamente hay muchas más cuestiones que tratar acerca de cálculo mental, pero practicando las
técnicas que hemos visto en este punto, tendrás recursos más que suficientes para enfrentarte a
las pruebas de cálculo que se piden en los test psicotécnicos estándar, y también en otros más
avanzados.
En los test psicotécnicos es habitual encontrarnos con ejercicios de álgebra elemental en los
que debemos averiguar el valor de una letra o de una figura.
N + N + N = 30
N + M + M = 14
M+P=9
N+M–P=?
Por lo tanto, nuestro objetivo consiste en averiguar cuánto vale el signo de interrogación.
Para ello, es necesario tener presentes ciertos principios de álgebra elemental que nos permiten
despejar incógnitas11. Esos principios son los siguientes:
2+4=6
En él, todos los números están sumando, por lo que si pasamos, por ejemplo, el 4 al otro lado
de la igualdad, debemos hacer que reste para que ambos lados se igualen:
2=6–4
2+4–6=0
Es importante tener en cuenta que el orden de los sumandos no altera la suma, pero en una
resta el orden sí es importante. Si decidimos mover el minuendo, debemos tener en cuenta que
tiene signo positivo (a no ser que esté acompañado específicamente de un signo negativo, en
cuyo caso, obviamente, tendrá signo negativo), mientras que el sustraendo tendrá signo negativo.
Veámoslo con un ejemplo:
9–5=4
11. Una incógnita es un valor numérico que desconocemos y que podemos deducir a partir de otras operaciones que lo
utilizan.
Si queremos mover al otro lado del signo de igualdad el minuendo, debemos hacerlo con signo
negativo, ya que en su lado original tiene signo positivo:
–5 = 4 – 9
Mientras que si queremos mover el sustraendo, debemos hacerlo con signo positivo, ya que en
su lado original tiene signo negativo:
9=4+5
Todo esto nos ayudará a despejar una incógnita incluida en una igualdad similar:
n-4=7
Para resolverla, solo debemos dejar la n sola a un lado del signo de igualdad, haciendo que el 4
que está restando pase al otro lado sumando:
n = 7 + 4 = 11
Este caso es similar al anterior, solo que cambia la suma y la resta por la multiplicación y la
división.
3 x 9 = 27
Si elegimos uno de los dos factores de la multiplicación, por ejemplo el 3, y lo movemos al otro
lado del signo de igualdad, para que la igualdad se mantenga debemos hacer que en ese nuevo
lado divida:
9 = 27 / 3
Sin embargo, a la hora de pasar al otro lado de la igualdad un número que forma parte de una
división, debemos fijarnos en si ese número es el dividendo o el divisor.
56 / 8 = 7
56 = 7 x 8
2º) Si es el dividendo, pasará al otro lado del signo de igualdad también dividiendo, pero man-
teniendo su función de dividendo y convirtiendo a los demás números en divisores:
56 / 8 = 7
8 = 56 / 7
3 x n = 12
Es importante añadir que, cuando no hay ningún signo entre una incógnita y un número, es
como si hubiese un signo de multiplicación. Dicho de otra forma, es lo mismo escribir el ejemplo
anterior de esta forma:
3n = 12
Por lo tanto, para dejar la incógnita sola a un lado del signo de igualdad, debemos mover el 3
al otro lado. Y como el 3 está multiplicando (ya que no hay ningún signo entre él y la n), pasará
al otro lado dividiendo:
n = 12 / 3 = 4
Un caso habitual, y también importante, es aquel en el que tenemos a un lado del signo de igualdad
sumas y/o restas y, al otro lado, multiplicaciones y/o divisiones. Es de vital importancia tener
en cuenta que si pasamos al lado de las sumas y/o restas un número que multiplica o divide,
ese número deberá multiplicar o dividir a todos los que se encuentran al lado de la igualdad al
que se mueven.
8 + 4 = 24 / 2
Si queremos mover al lado izquierdo del signo de igualdad el 2 que actúa como divisor, debemos
hacer que ese 2 multiplique a todos los números que se encuentran en el lado derecho:
2 x (8 + 4) = 24
Este tipo de casos, donde hay un número al lado de un paréntesis12, se suele eliminar el signo
de multiplicación. Es decir, que si no hay ningún signo entre un número y un paréntesis, ese
número está multiplicando a todo lo que se encuentra dentro de los paréntesis. En este caso,
es exactamente lo mismo expresar la igualdad como veíamos arriba o de estas otras formas:
2(8 + 4) = 24
(8 + 4)2 = 24
Cuando un número multiplica a todo lo que se encuentra dentro de unos paréntesis, significa
que multiplica a cada elemento por separado:
(2 x 8) + (2 x 4) = 24
16 + 8 = 24
¿Cómo se aplica esto al álgebra elemental? Es habitual encontrar casos como el siguiente:
4x – 8 = 12x / 5
El primer paso para resolver esta ecuación es pasar el 5 al lado izquierdo del signo de igualdad:
5(4x – 8) = 12x
Ahora hay que prestar atención a la multiplicación que realiza el 5 sobre cada uno de los elementos
que se encuentran dentro de los paréntesis:
20x – 40 = 12x
20x – 12x = 40
8x = 40
x = 40 / 8 = 5
En el caso de que nos encontremos una incógnita en más de un lugar de la ecuación, debemos
reunirlas a todas ellas al mismo lado del signo de igualdad y dejar al otro lado los números que
no tengan ninguna incógnita.
3n + 6 = 9 + 2n
Lo que debemos hacer en este caso es trasladar a un lado del igual todos los operandos que
lleven alguna incógnita n y dejar al otro lado los que no lleven ninguna, recordando las reglas
que ya hemos visto:
3n – 2n = 9 – 6
1n = 9 – 6
1n = 3
Cuando el número 1 acompaña a una incógnita, es lo mismo que si no hubiese ningún número.
Dicho de otra forma:
n = 1n
8 + n = 16 – n
Lo primero de todo, como ya hemos visto, es dejar las incógnitas con las incógnitas a un lado
del signo de igualdad y dejar al otro lado los números que no llevan incógnitas:
n + n = 16 – 8
Una vez que hemos hecho esto, debemos tener en cuenta que n = 1n, por lo que:
1n + 1n = 16 – 8
2n = 8
n=8/2=4
Con lo que has aprendido con estas tres reglas ya estás en disposición de resolver los ejercicios
de álgebra elemental de los test psicotécnicos.
N + N + N = 30
N + M + M = 14
M+P=9
N+M–P=?
Como vemos, es un ejercicio compuesto por cuatro igualdades. Para averiguar cuánto vale cada
letra de las incluidas en él, debemos comenzar cogiendo una igualdad en la que solo haya un
tipo de incógnita. Por ejemplo, en M + P hay dos tipos de incógnita: la incógnita M y la incógnita
P. Por lo tanto, solo podemos comenzar resolviendo la primera igualdad, que tiene como única
incógnita a la N:
N + N + N = 30
3N = 30
N = 30 / 3 = 10
Ahora que ya hemos descubierto cuánto vale la incógnita N, podemos sustituirla en la segunda
igualdad, quedándonos con una única incógnita:
N + M + M = 14
10 + M + M = 14
2M = 14 – 10
2M = 4
M=4/2=2
M+P=9
2+P=9
P=9–2=7
Ahora que ya conocemos el valor de M, de N y de P, solo nos queda sustituir cada letra por su
valor en la cuarta igualdad:
N+M–P=?
10 + 2 – 7 = 5
Antes de finalizar este apartado, es importante que conozcas una regla imprescindible del
cálculo matemático que muchas veces se pasa por alto. Vamos a ponerla en práctica con el
siguiente ejemplo:
M + M = 16
M-N=4
M+NxM=?
Trata de resolver este ejercicio con lo que ya sabes. Una vez que lo hayas completado, puede
que hayas conseguido 96 como resultado. Si es así, probablemente no conoces la regla PEMDAS
del cálculo, o quizá la hayas olvidado. La regla PEMDAS está formada por las siguientes siglas:
• P = Paréntesis
• M = Multiplicaciones
• D = Divisiones
• A = Adiciones (sumas)
• S = Sustracciones (restas)
La regla PEMDAS es una regla mnemotécnica que nos ayuda a recordar el orden por el que se
deben realizar las operaciones de cálculo:
1º) Nivel 1: PE. En primer lugar, realizaremos los paréntesis (P) y los exponentes (E)
2º) Nivel 2: MD. Una vez resueltos los paréntesis y los exponentes, realizaremos las multi-
plicaciones (M) y las divisiones (D)
3º) Nivel 3: AS. Para finalizar, resolveremos las sumas (A) y las restas (S)
2 + 8 x 2 + (3 + 4)
Primero los paréntesis: 2 + 8 x 2 + 7
Después las multiplicaciones: 2 + 16 + 7
Y, para finalizar, las sumas: 2 + 16 + 7 = 25
13. En el caso de que nos encontremos a un número que multiplica a todo lo que hay dentro de unos paréntesis, por
ejemplo 2(3 + 4), es indiferente resolver primero los paréntesis, obteniendo 2 x 7 = 14, o resolver primero la multiplicación,
obteniendo 6 + 8 = 14. En casos así, se considera que el número que multiplica desde fuera de los paréntesis está
actuando en el nivel 1 del PEMDAS.
Fíjate en que el orden en el que se encuentran colocadas las operaciones no se tiene en cuenta
mientras haya distintos niveles de PEMDAS. Solo se tendrá en cuenta en el caso de que haya
más de una operación bajo el mismo nivel. En el siguiente ejemplo puedes ver un caso en el que
hay una multiplicación y una división, además de una suma:
2+4/2x3
Como la multiplicación y la división están en el mismo nivel PEMDAS (nivel 2: MD), sí se respeta
el orden en el que aparecen. Es decir, se realiza primero la división porque aparece antes que
la multiplicación:
2+2x3
2+6=8
Por lo tanto, volviendo al ejercicio que dejamos sin resolver, vemos que su resultado no es 96:
M + M = 16
M-N=4
M+NxM=?
M + M = 16
2M = 16
M = 16 / 2 = 8
M–N=4
8-N=4
-N = 4 – 8
-N = -4
N=4
8 + 4 x 8 = 8 + 32 = 40
Como ves, la regla PEMDAS cambia por completo el resultado de muchas operaciones y es de
obligatorio cumplimiento en cualquier operación matemática.
Los laberintos lingüísticos de cálculo mental son un tipo de prueba numérica que involucra tanto
al razonamiento como al cálculo.
Se presentan como enunciados que dan muchas vueltas a la información para, finalmente,
formular una pregunta que implica analizar con detalle dicho enunciado. Podemos ver un ejemplo
a continuación:
Para resolver este tipo de laberintos debemos organizar la información que nos dan separando
al máximo la cantidad de números que intervienen en ella. En el ejemplo anterior, los números
que podemos encontrar son los siguientes:
1º) El número base, sobre el que se calculan todos los demás. Le llamaremos B (de Base).
Una vez identificados los números que intervienen en el enunciado y asignada una letra a cada
uno de ellos, simplificaremos el enunciado en fórmulas:
B+B/2=?
B x 2 = 36
Con estas fórmulas escritas, lo único que debemos hacer ahora es despejar las incógnitas como
vimos en el apartado anterior dedicado al álgebra elemental.
B x 2 = 36
B = 36 / 2 = 18
Conociendo el valor de B, ya podremos sustituirla en la primera igualdad, que tenía dos tipos
de incógnita (B y ?):
B+B/2=?
18 + 18 / 2 = ?
18 + 9 = ?
27 = ?
A modo de resumen, los laberintos lingüísticos de cálculo mental son en realidad ejercicios de
álgebra elemental. Lo único que debemos hacer para resolverlos es transformarlos en una o
varias fórmulas que nos permitan abordarlos de la forma que vimos en el apartado dedicado al
álgebra elemental.
Ahora que ya has aprendido a realizar los tipos de pruebas numéricas de razonamiento que
hemos visto a lo largo del capítulo, llega el momento de poner a prueba tu habilidad para llevar lo
aprendido a la práctica. Para ello, ve a la siguiente página, donde encontrarás nuevos ejercicios
correspondientes a estos tipos de pruebas numéricas de razonamiento.