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Artículo 1

La cultura en el cerebro

Por Antonio M. Battro

Así como existe una evolución biológica también se puede hablar, como propone el
eminente neurobiólogo francés Jean-Pierre Changeux, de una evolución "neurocultural". Es
bueno aclarar algunos puntos. En primer lugar, la diferencia capital entre lo hereditario y lo
adquirido, entre la genética y la "epigenética". El ejemplo más claro es el lenguaje humano.
Nuestra especie tiene la capacidad de hablar, de expresarse en un lenguaje articulado; se trata
de algo hereditario que está impreso en el código genético. Cada individuo que nace porta
esa capacidad lingüística en sus cromosomas, pero su genoma no determina en qué idioma,
en qué lengua se expresará. Será la cultura, el entorno, la que imprimirá el nuevo código, no
genético sino epigenético, en el cerebro del niño que aprende a hablar el lenguaje materno.

Y aquí viene la segunda aclaración: este tiempo de exposición al lenguaje deberá ser
sostenido y continuado en el tiempo para dar fruto. El cerebro no incorpora
automáticamente una cultura, lo hace por etapas. Una lengua no se aprende en un día. Por
otra parte, nadie habla una lengua "universal", precodificada en los cromosomas de nuestra
especie; todos aprendemos a hablar en una lengua "particular", codificada en nuestra cultura.
Y esta persistencia de un rasgo cultural en el cerebro humano se llama educación, o mejor
dicho "neuroeducación". Será preciso, entonces, estudiar cómo se incorpora ese mundo
cultural exclusivo del hombre, hecho de signos y de símbolos, producto de su historia (y
prehistoria), en nuestro cerebro. Propongo el neologismo "incerebración" para dar cuenta de
la "incorporación de la cultura" en el sistema nervioso humano. Esta tarea recién comienza y
tendrá enorme impacto en la educación de las futuras generaciones. Una parte considerable
de la escolaridad está dedicada, precisamente, a transmitir el lenguaje de una generación a
otra, y ya estamos dibujando, lentamente, la cartografía cerebral del lenguaje hablado,
escrito y gestual. Sabemos, por ejemplo, que una segunda lengua ocupa nuevos circuitos de
neuronas, que la palabra escrita se procesa en diferentes lugares del cerebro según el idioma,
que el lenguaje de señas utilizado por personas sordas está controlado por las mismas áreas
cerebrales que procesan el habla en el oyente, que un implante coclear en un individuo
sordo facilita el reconocimiento de la palabra hablada en nuevas zonas del cerebro, etcétera.
A esto se suma el tiempo considerable que requiere el cerebro humano para incorporar las
representaciones lingüísticas y simbólicas. El desarrollo neurológico y psicológico del niño es
mucho más prolongado que el de las demás especies. Pero los beneficios de esta demora
humana en la incerebración de los símbolos culturales están a la vista. La civilización
requiere un largo tiempo; la educación, también.

Artículo reproducido en Eduforum, El foro de la Universidad Di Tella de Argentina

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LIBRO 2

Este libro ha sido preparado y editado bajo los auspicios de la Asociación Británica de
Neurociencias y la Alianza Europea Dana para el cerebro por Richard Morris
(Universidad de Edimburgo) y Marianne Fillenz(Universidad de Oxford). Publicado por
primera vez en 2003

El cerebro, tal y como lo describimos en este


libro, puede hacer mucho pero no todo.
Contiene células nerviosas –sus componentes
fundamentales- que se conectan entre si
formando redes. Estas redes tienen una
actividad eléctrica y química constante. El
cerebro que describimos puede ver y
sentir. Puede sentir dolor y sus especiales
características químicas ayudan a controlar
y tolerar los desagradables efectos
producidos por él. El cerebro tiene ciertas
áreas implicadas en la coordinación de
nuestros movimientos, permitiéndonos
llevar a cabo acciones altamente
sofisticadas.
Un cerebro que puede hacer estas y
muchas otras cosas no aparece totalmente
formado, se desarrolla gradualmente y aquí describimos algunos de los genes claves
implicados. Cuando uno o más de estos genes funcionan de manera errónea se
pueden presentar distintas alteraciones, tales como la dislexia. Existen ciertas
similitudes entre el desarrollo del cerebro y los mecanismos responsables de
modificar posteriormente las conexiones entre las células nerviosas – un proceso
llamado plasticidad neuronal. La plasticidad neuronal es la base del aprendizaje y la
memoria.
El cerebro del que hablamos en este libro puede recordar números de teléfono
y lo que hicisteis las navidades pasadas. Desgraciadamente, un cerebro que
recuerda las vacaciones familiares no puede comer o beber. De manera que todo
queda un poco limitado. No obstante, el cerebro se estresa, como todos
nosotros, y en este libro tratamos algunos de los mecanismos hormonales y
moleculares implicados en procesos de ansiedad extrema-como la que
padecemos cuando se acercan los exámenes. Llegado el momento, también es
importante el sueño, así que debemos darle el descanso que precisa.
Lamentablemente, el cerebro también enferma y se daña.

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El Sistema Nervioso

Estructura Básica

El sistema Nervioso está compuesto por el cerebro, la médula espinal y los


nervios periféricos. Está formado por las células nerviosas, llamadas neuronas y las
células de soporte llamadas células gliales. Hay tres tipos fundamentales de neuronas.
Las neuronas sensoriales están conectadas con unos receptores especializados en
detectar y responder a diferentes estímulos, internos u externos. Los receptores
sensibles a los cambios de luz, sonido y estímulos mecánicos y químicos están
asociados con la visión, oído, tacto, olor y gusto, respectivamente. En la piel, cuando
los estímulos mecánicos, térmicos o químicos exceden un cierto umbral de
intensidad pueden causar dolor e incluso dañar el tejido.
Cuando esto sucede, un grupo especial de receptores, llamados nociceptores, se
activan dando lugar a la sensación de dolor y a los reflejos protectores Las neuronas
motoras controlan la actividad muscular y son responsables de múltiples
comportamientos, incluyendo la capacidad de hablar. Las células intercaladas entre
las neuronas sensoriales y motoras son las interneuronas, siendo las más numerosas
en el cerebro humano. Las interneuronas intervienen en los reflejos simples y,
además, son las responsables de las funciones superiores del cerebro. Las células
gliales, que por mucho tiempo fueron consideradas solamente como soporte para las
neuronas, contribuyen de manera muy importante en el desarrollo del sistema
nervioso y en su funcionamiento. Aunque las células gliales son mucho más
numerosas, no transmiten la información de la misma manera que las neuronas Las
neuronas tienen una citoarquitectura específica que consiste en un cuerpo celular y
en dos extensiones adicionales denominados “procesos”. Uno de ellos se llama axón y
su función consiste en transmitir la información de una neurona a otras con las que
tenga conexión. La otra extensión está formada por lo que conocemos como
dendritas y su función es la de recibir la información transmitida por los axones de
otras neuronas.
Ambos procesos forman parte de los contactos especializados llamados sinapsis.
Las neuronas se organizan en complejas cadenas y redes que constituyen las
diferentes vías por las cuales la información se transmite dentro del sistema nervioso.
El cerebro y la médula espinal están conectados a los receptores sensoriales y a
los músculos por medio de axones muy largos que constituyen los nervios
periféricos.
La médula espinal tiene dos funciones. En primer lugar, es la responsable tanto
de los reflejos simples, tales como el estiramiento de la rodilla y retirar la mano
cuando nos quemamos y/o pinchamos y también de reflejos más complejos. Y en
segundo lugar, constituye la “autopista” por la cual viaja toda la información entre el
cuerpo y el cerebro en ambas direcciones.
Estas estructuras básicas del sistema nervioso son las mismas en todos los
vertebrados. Lo que diferencia al ser humano es su gran tamaño con respecto al

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cuerpo. Esto se debe al enorme aumento en el número de interneuronas durante el
proceso evolutivo, lo que dota al ser humano de una amplia gama de reacciones
frente al ambiente

Láminas para tener en cuenta (fuente Asociación educar)

Constitución del cerebro:

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 Contexto histórico/epistemológico (Bloque 2)
Material 3

Resumen
El término neurociencia fue introducido en la lengua inglesa entre finales de
los 60 y principios de los 70. Por ello, podemos decir que la neurociencia es un
fenómeno que se inscribe fundamentalmente en el siglo XX. En esta revisión se traza
una breve reseña histórica de las personas e ideas que han permitido el origen de este
nuevo campo de estudio, que tiene sus raíces en otras disciplinas. Dentro de este
marco general, considerando que la neurociencia moderna representa una amalgama
de disciplinas, algunas aproximaciones han tratado de relacionar los cambios
moleculares y celulares con la génesis de los procesos cognitivos. De esta forma, se
consideran aquellos hechos científicos que han contribuido de forma remarcable al
establecimiento y abordaje científico del sistema nervioso en el objeto de estudio de
ciencias como la biología y psicología, y que han permitido, en última instancia, dar
forma a esa relación teórica y experimental entre las moléculas y la propia mente.

Palabras clave: Historia de la neurociencia. Tradición biológica y psicológica.


Neuroanatomía. Neurofisiología. Neurociencia molecular y celular. Memoria

Los hombres deben saber que el cerebro es el responsable exclusivo de las alegrías,
placeres, risa y diversión, y la pena, aflicción, desaliento y las lamentaciones. Y
gracias al cerebro, de manera especial, adquirimos sabiduría y conocimientos, y

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vemos, oímos y sabemos lo que es repugnante y lo que es bello, lo que es malo y lo
que es bueno, lo que es dulce y lo que es insípido...Y gracias a este órgano nos
volvemos locos y deliramos, y los miedos y terrores nos asaltan...Debemos soportar
todo esto cuando el cerebro no está sano...Y en este sentido soy de la opinión de que
esta víscera ejerce en el ser humano el mayor poder.
Hipócrates
Sobre las enfermedades sagradas
Siglo IV a.C.

Introducción

El término neurociencia, brevemente definido por Mora y Sanguinetti como la


disciplina que estudia el desarrollo, estructura, función, farmacología y patología del
sistema nervioso (Mora, F. y Sanguinetti, 1994), fue introducido en la lengua inglesa
(neuroscience) entre finales de los 60 y principios de los 70. Por ello, de acuerdo con
la opinión de E. G. Jones (2000), podemos decir que la neurociencia como tal es un
fenómeno que se inscribe fundamentalmente en el siglo XX, a pesar de sus profundas
raíces dentro del campo del conocimiento biomédico (Nutton, 2002). Durante la
última parte de este milenio, el estudio del cerebro se trasladó desde una posición
periférica dentro de las ciencias biológicas y psicológicas hasta convertirse en este
campo interdisciplinario denominado neurociencia que ahora ocupa una posición
central en cada una de dichas disciplinas (Schacter, 2001).
Este giro tuvo lugar principalmente debido a que el estudio del cerebro se
incorporó en un marco general de conocimiento que contaba, por un lado, con los
avances de la biología celular y molecular y, por otro, con el surgimiento de la
psicología como disciplina científica. Dentro de esta nueva línea, el alcance de la
neurociencia fue capaz de abarcar desde el estudio de los genes y de las moléculas
hasta la cognición y la propia mente del individuo (Figura 1).
En el presente trabajo, se ha considerado oportuno establecer una reflexión, en
primer lugar, acerca de las diferentes influencias que han permitido la maduración
de la neurociencia como una disciplina sobre la base de las relaciones conceptuales y
metodológicas que diferentes ciencias, como la biología, la psicología, la medicina, e
incluso las ciencias de la computación establecieron en paralelo en diversos
momentos de nuestra historia más reciente. En segundo lugar, se ha pretendido
analizar cómo este marco multidisciplinar ha permitido que disciplinas con
diferentes tradiciones, metodologías y diferentes objetos de estudio hayan podido ir
incorporando el estudio científico del sistema nervioso como algo fundamental y
vertebral en su marco teórico. Según Jones, esta palabra (la neurociencia)expresa un
nuevo concepto, denominado una ciencia del cerebro o de la mente, y una disciplina
no constreñida por las actitudes predominantes, dogmas y técnicas subyacentes a las
disciplinas tradicionales(Jones, 2000).

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Visión del cerebro: siglo XIX

Diversos trabajos que tuvieron lugar a finales del siglo XVIII y a principios del
XIX proporcionaron una base lo suficientemente sólida como para que pudiera
apoyarse la neurociencia moderna (Swanson, 2000). Entre 1772 y 1775, John Walsh
demostró que la electricidad parecía estar implicada en la fisiología animal (Piccolino
y Bresadola, 2002). No obstante, este autor no pudo explicar cómo la electricidad se
podría almacenar en los tejidos. En 1791, los trabajos de Luigi Galvani

proporcionaron firmes evidencias experimentales de la implicación de la electricidad


en la función neuromuscular. De acuerdo con este autor, existe un desequilibrio
entre el interior y el exterior de las fibras musculares, siendo una fibra nerviosa la
que penetra en éstas permitiendo el flujo eléctrico entre los dos compartimentos. A
finales de siglo, los trabajos de Galvani y el biólogo alemán Emil du BoisReymond
habían puesto de manifiesto que la estimulación de un nervio permitiría inducir el
movimiento de los músculos. Por lo tanto, se llegó a la conclusión que el cerebro
podía generar electricidad (Piccolino, 2000; Piccolino y Bresadola, 2002). No
obstante, una de las preguntas que se plantearon en el momento fue si las señales
quellegan hasta los músculos y que causan el movimiento utilizan las mismas vías
que las que registran las sensaciones. A principios del siglo XIX, el físico escocés
Charles Bell y el fisiólogo francés François Magendi intentaron dar respuesta a esta
cuestión (Finger, 1994). Bell examinó la posibilidad de que las dos raíces espinales
transmitieran la información en direcciones diferentes, demostrando que la sección
de la raíz ventral provocaba parálisis muscular. Por su parte, Magendi pudo
demostrar que las raíces dorsales transmitían la información sensorial hasta la
médula espinal. A finales de siglo, los fisiólogos alemanes Gustav Theodor Fritsch y
Eduard Hitzig estimularon partes concretas del cerebro de un perro, observando que
esta estimulación provocaba la contracción de músculos específicos en la parte
opuesta del cuerpo del animal. Por otro lado, otra de las aportaciones destacadas de
este siglo fue el estudio de la localización de diferentes funciones en partes
anatómicamente diferenciadas del cerebro. En 1823, el fisiólogo francés Jean-Pierre-
Marie Flourens puso de manifiesto que el cerebelo tenía un papel muy importante en
la coordinación motora, sugiriendo que, en última instancia, las funciones cognitivas
son propiedades globales que provienen de la actividad integrada de todo el cerebro
y no de regiones específicas anatómicamente diferenciadas.

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No obstante, el austríaco Franz Joseph Gall se decantó por la idea de que el cerebro
estaba compuesto de partes especializadas. La percepción, la emoción y el lenguaje se
podían localizar en diferentes sistemas neurales.
A mediados de siglo, el cirujano francés Pierre Paul Broca argumentó que el
lenguaje, una de las funciones que nos distinguen de otras especies, no es una
propiedad procedente del funcionamiento global del cerebro, sino que se puede
circunscribirse a regiones cerebrales específicas. Broca presentó a un paciente que
podía entender el lenguaje pero no podía hablar. A la muerte del paciente (1861)
examinó su cerebro y observó que sólo una pequeña porción de tejido parecía
dañada; esta lesión se localizaba únicamente en el lóbulo frontal del hemisferio
izquierdo.
Por lo tanto, toda la tradición científica acaecida en el siglo XIX se decantó
hacia tres premisas vertebrales: (1) el cerebro se comunica con el cuerpo a través de
los nervios y mediante la electricidad. (2) Las lesiones del sistema nervioso pueden
afectar a las sensaciones, el movimiento e incluso al propio pensamiento y (3) el
cerebro tiene distintas partes identificables que probablemente podrían llevar a cabo
diferentes funciones: la percepción, la emoción y el lenguaje se podrían localizar en
sistemas neurales anatómicamente diferenciados (Bear, Connors y Paradiso, 2001).
De esta forma, podemos decir que el lenguaje con el que se escribe la neurociencia
del siglo XIX es un lenguaje basado fundamentalmente en la electrofisiología y en la
neuroanatomía.

La neurociencia moderna

Debe considerarse que durante el último tercio del siglo XX el estudio del
cerebro en las ciencias biológicas y psicológicas ha pasado de una posición periférica
a ocupar una posición central. Pero, ¿qué es lo que ha permitido la gradual
incorporación de la neurociencia en el núcleo central de la biología y su posterior
alineación con la psicología? Autores como Kandel y Squire defien den que el
surgimiento de la neurociencia celular y molecular, por una parte, y el
fortalecimiento de la psicología científica, por otra, ha permitido la ruptura de
muchas barreras teóricas, conceptuales e incluso metodológicas para poder,
finalmente, abordar el estudio de la mente y del cerebro desde el núcleo de ambas
disciplinas (Kandel y Squire, 2000).
En lo referente a la biología, a principios del siglo XX resultaba una ardua tarea
el intentar comprender cómo el cerebro se desarrolla y es capaz de percibir , pensar,
realizar movimientos e incluso recordar la información previamente aprendida.
Paulatinamente, la neurociencia ha ayudado a trazar un planteamiento general
donde es posible entender al sistema nervioso como un sistema que está bajo el
control de diferentes procesos biológicos universales, y, de esta forma, fácilmente
abarcable por el conocimiento de la tradición biológica.
Respecto a la psicología, en los comienzos de este siglo parecía muy pretencioso
y reduccionista el intentar abarcar los procesos mentales desde una aproximación
neural. No obstante, el desarrollo de diversos trabajos de la década de los 50 y de los

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60, así como la aparición de técnicas que permitían el estudio del cerebro humano in
vivo bajo diferentes condiciones sensoriales y cognitivas, han mostrado que a través
de la exploración del sistema nervioso podemos llegar a conocer los procesos
cognitivos (que hasta ahora únicamente podían abordarse mediante la inferencia
deductiva) que intervienen entre estímulos y respuestas (Figura 2).

Un intento por comprender el lenguaje estructural y electrofisiológico

Existía entre la biología y el estudio del sistema nervioso una gran barrera
teórica dado que, tal como se ha especificado anteriormente, el lenguaje con el que se
estaba escribiendo la neurociencia del momento se versaba fundamentalmente en la
neuroanatomía y en la electrofisiología, y el lenguaje utilizado por la biología se
basaba en la bioquímica. Durante las cinco últimas décadas esta barrera se ha ido
solventando, estableciéndose poco apoco una neurociencia celular y molecular , en la
que anatomía y electrofisiología se han convertido en objetivos fácilmente accesibles.
Esta instauración de la neurociencia celular y molecular se ha basado
fundamentalmente en dos hechos importantes: (1) por un lado, en la doctrina
neuronal, y (2), por otro, en el surgimiento de la hipótesis iónica.
La aparición de Santiago Ramón y Cajal en el marco teórico de la neurociencia
cambió el curso de su propia historia (Bosch y Abbott, 2001; De Felipe, 2002). A
finales del siglo XIX la teoría que prevalecía para dar una explicación de la
organización del sistema nervioso establecía que éste estaba compuesto de una red
difusa de nervios, donde los somas celulares desempeñaban un papel específico de
aporte de nutrientes. Cajal pudo demostrar que el cerebro se componía de células

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discretas, llamadas neuronas, cuyos axones y ramificaciones axónicas no formaban
un retículo continuo. Rápidamente, esta doctrina constituyó el principio
fundamental y organizacional del sistema nervioso, exponiendo que la neurona era la
unidad metabólica, genética, anatómica y fisiológica del cerebro (Shepherd, 1991).
Cajal fue considerado como uno de los investigadores que había contribuido de
forma más significativa a la victoria de la doctrina neuronal en su batalla sobre la
teoría reticular (De Felipe, 2002). Del mismo modo, Cajal expuso otros dos principios
teóricos que ayudaron en gran medida a favorecer el acercamiento teórico de la
biología hacia el estudio del sistema nervioso: (1) el primero, denominado principio
de la polarización dinámica, establece que en una neurona las señales eléctricas
fluyen en una sola dirección, dirección que es además predecible y constante; (2) el
segundo principio es el de especificidad de las conexiones, que sugiere que las
células nerviosas no se comunican de una forma indiscriminada, ni forman redes
aleatorias, y que dichas conexiones son invariantes y se encuentran definidas para
cada especie.
Con posterioridad, Charles Sherrington maduraría los conceptos descritos por Cajal y
a comienzos de siglo introdujo el término sinapsis, definiendo con éste aquellos
puntos especializados que sirven de contacto entre dos células nerviosas. En la
década de los veinte, Otto Löewi demostró que una sustancia química era capaz de
activar el corazón desde el nervio vago. De este modo, este autor , junto con Henry
Dale y Wilhelm Feldeberg, estudiaron las sinapsis neuromuscular y autonómica,
poniendo de manifiesto la existencia de una señal (sustancia química) que permitía la
comunicación en el sistema nervioso y que se liberaba desde el Terminal
presináptico, difundiendo a través del espacio sináptico y uniéndose, finalmente, a
los receptores de la neurona postsináptica. En 1925, Edgar Douglas Adrian puso de
manifiesto que el impulso nervioso se propagaba siguiendo la ley del todo o nada.
Tres años más tarde, utilizando técnicas de registro de fibras sensoriales individuales,
descubrió la existencia de una relación entre la sensación y la frecuencia de impulsos
de un axón sensorial específico. Tanto metodológica como teóricamente, surgieron
dos líneas claramente diferenciadas: por un lado, la encabezada por John Eccles
(discípulo de Sherrington) que postulaba que la transmisión sináptica se debía a un
flujo pasivo de corriente desde una neurona a otra; por otro, la encabezada por el
propio Dales que argumentaba que la transmisión debía ser química, utilizando como
vehículo de comunicación una sustancia transmisora (Kandel, Schwartz y Jessell,
2000). En los años cuarenta, Alan Hodgkin, Andrew Huxley y Bernard Katz
explicaron el potencial de reposo y el potencial de acción en términos de
movimientos específicos de iones en la membrana neuronal, desarrollando la
hipótesis iónica de la comunicación intraneuronal. Ya a finales de los años treinta
Hodgkin y Huxley revolucionaron el pensamiento de la biología al descubrir que el
potencial de acción en las neuronas no abolía simplemente el potencial de reposo
como se había creado hasta entonces (Kandel, Schwartz y Jessell, 2000): Pocos años
después, pusieron en práctica una serie de experimentos de fijación de voltaje que
demostraron el flujo diferencial del Na+ y del K + durante el potencial de acción de
fuera a dentro y de dentro a fuera, respectivamente. Durante los años sesenta y

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setenta, se identificaron diversas sustancias que podían actuar como
neurotransmisores y, en 1976, Edwin Neher y Bert Sakmann desarrollaron la técnica
del Patchclamp, que permitía medir el flujo de corriente a través de un canal iónico
individual. Posteriormente, se dio un gran paso a nivel molecular con la clonación
tanto de receptores ionotrópicos como metabotrópicos.

Una aproximación neural a la cognición

A finales del siglo XIX, la psicología comenzó a emerger como una ciencia
experimental. Los trabajos de Wilhelm Wundt y Gustav Fechner comenzaron a
describir y delimitar una línea de cuantificación experimental sobre cómo
procesamos la estimulación sensorial del entorno y qué relaciones existen entre la
magnitud de un estímulo físico determinado y una sensación subjetiva. Este rigor
científico fue llevado al estudio de la conducta observable, virando de forma
completa en los años sesenta hacia el estudio de los procesos cognitivos y las
representaciones internas.
De forma añadida, se pusieron en marcha diferentes trabajos que, desde una
perspectiva celular, pero utilizando los métodos de la psicofísica y el conductismo,
intentaron analizar cómo las células nerviosas eran capaces de codificar un estímulo
sensorial determinado. Por lo tanto, se pudo mostrar cómo en el estudio de la
conducta y la cognición era posible moverse más allá de una mera descripción para
explorar los mecanismos neurales subyacentes a las representaciones internas del
mundo externo.
Hasta el momento, la investigación en neurociencia había puesto de manifiesto que
la maquinaria molecular y las propiedades eléctricas de las neuronas eran muy
similares entre las diferentes especies animales. Desde una perspectiva cognitiva se
planteó la siguiente cuestión: si a nivel celular y molecular existen estas semejanzas y
si la conducta y la cognición son productos de las operaciones neurales ¿qué es lo
distingue a una especie de otra con respecto a sus habilidades cognitivas? Gracias a la
aplicación de la metodología neurocientífica en la investigación psicológica se llegó a
la conclusión de que era el número de neuronas y las diferentes conexiones que se
establecen entre ellas el punto clave de distinción en la escala filogenética que nos
permitía distinguir unas especies de otras en función de sus capacidades cognitivas,
tratándose más de una diferencia cuantitativa que cualitativa (Figura 3).
En la mitad del siglo XX, se pusieron en marcha diferentes estudios de registro de
células individuales de la corteza sensorial. Investigadores como Vernon
Mountcastle, David Hubel y/o Torsten Wiesel pusieron de manifiesto que el cerebro
filtra y transforma la información sensorial en su camino hacia la corteza, lo cual
resulta crítico para la percepción del estímulo. La mayoría de estos estudios fueron
realizados en animales anestesiados pero no es hasta finales de los sesenta cuando se
empieza a aplicar este tipo de registros en sujetos despiertos que podían estar
realizando a la vez diferentes tareas motoras y sensoriales. No obstante, a pesar de
que estos trabajos con células individuales habían aportado mucha información
acerca de cómo el cerebro es capaz de codificar neuralmente la información del

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mundo exterior, no podemos olvidar que el cerebro está constituido por múltiples
sistemas y neuronas que operan en conjunto.
De este modo, en los años setenta las técnicas de neuroimagen funcional
proporcionaron la manera de poder monitorizar amplias poblaciones neuronales
mientras los sujetos realizaban diferentes tareas cognitivas.

Neurociencia y memoria

Diversos autores han sugerido que el estudio de la memoria se ha constituido


como uno de los ejemplos clave de cómo la metodología multidisciplinar de los
estudios paralelos realizados en sujetos humanos y en animales de laboratorio nos
sirve para poder comprender la interacción existente entre los sistemas cerebrales y
la cognición (Eichenmbaum y Cohen, 2001; Kandel, Schwartz y Jessell, 2000; Kandel
y Squire, 2000).
En 1957 William Scoville y Brenda Milner constataron que pacientes que
habían sufrido una extirpación bilateral de algunas de las estructuras del lóbulo
temporal medial tenían una considerable pérdida de memoria, demostrando que
estas estructuras estaban implicadas en los procesos de memoria,
independientemente de otras funciones cognitivas (Scoville y Milner, 1957). En
1937, un niño de 7 años (posteriormente conocido en la literatura neurocientífica
como H.M) sufrió un accidente al ser atropellado por una bicicleta, perdiendo la
conciencia durante 5 minutos. Tres años después del hecho, H.M empezó a mostrar
ataques epilépticos menores que se agravaron con el paso del tiempo. Debido a la

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gravedad de las crisis epilépticas y a la mínima respuesta al tratamiento
farmacológico se consideró la realización de UNAM intervención quirúrgica. En
1953, cuando H.M tenía 27m años, William Scoville realizó una resección bilateral
del lóbulo temporal medial que redujo los ataques epilépticos del paciente. Después
de la recuperación de su operación, H.M. intentó volver a la rutina de la vida diaria,
pero se encontró con un trastorno de memoria de una magnitud muy severa: era
incapaz de hacer nuevos aprendizajes, era incapaz de recordar los hechos cotidianos.
Cada día era una página en blanco para H.M en la que por mucho que
escribiera, la construcción de las representaciones del entorno no se podía basar en
los recuerdos de las memorias posteriores a su intervención quirúrgica.
Inmediatamente después de la operación, H.M no pudo recordar ni el hospital ni el
personal que lo atendió. H.M podía leer la misma revista día tras día sin
familiarizarse con ella. La amnesia de H.M se caracterizaba por un conjunto de
rasgos cardinales: H.M tenía una capacidad intacta de memoria inmediata y remota.
Sus funciones cognitivas, motoras y perceptuales estaban preservadas. No
obstante, sufría una amnesia retrógrada temporalmente graduada y una total y severa
amnesia anterógrada. H.M tenía gravemente afectada su capacidad de memoria
declarativa. Por ello, de cara a los recuerdos declarativos, las estructuras del lóbulo
temporal medial parecían ser esenciales.
En los años ochenta surgieron modelos animales de amnesia en primates no
humanos y en ratas que permitieron identificar las estructuras del lóbulo temporal
medial implicadas en la memoria declarativa: el hipocampo y la región
parahipocampal (comprendida por la corteza perirrinal, la corteza parahipocampal –
o postrrinal- y la corteza entorrinal). Estos experimentos pusieron de manifiesto la
existencia un circuito neural crítico que involucraba conexiones bidireccionales
entre el neocórtex, la región parahipocampal y el hipocampo (para una revisión ver
Eichenbaum y Cohen, 2001). Deeste modo, se pudo comprobar que las áreas de
asociación en la corteza tenían una función específica sobre el procesamiento de la
información perceptual, motora y cognitiva. Por su parte, la región parahipocampal
mediatizaba la convergencia de esta información y ampliaba la persistencia de las
representaciones amnésicas corticales, siendo crítica para el aumento de la duración
de la memoria de estímulos simples sobre breves períodos, manteniendo, de igual
forma, la información sobre la familiaridad de los estímulos durante períodos
prolongados de tiempo, incluso con interferencias. El hipocampo codificaba las
secuencias de los lugares y acontecimientos que componían las memorias episódicas
y era capaz de relacionarlas a través de sus elementos comunes (Eichenbaum, 2000).
De este modo, el hipocampo parecía desempeñar un papel crítico en las asociaciones
entre estímulos con discontinuidad, tanto temporal como espacial, participando de
forma muy clara en funciones cognitivas que implican transitividad y simetría.
La memoria declarativa consiste en una amalgama de procesos multifactoriales
que involucran una síntesis de representaciones episódicas en nuestro marco general
de conocimiento semántico, mediatizando nuestra capacidad de recolección
amnésica (Eichenbaum, 2000). Dichas representaciones se reflejan en los patrones de
activación neuronal que codifican la secuencia de acontecimientos, los cuales

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componen una única experiencia personal. Del mismo modo, la organización de la
información de los hechos parece ser independiente de los episodios específicos
donde se ha adquirido y constituye el conocimiento semántico. Actualmente, existe
un consenso unánime alrededor de la existencia de múltiples sistemas de memoria,
de los cuales el hipocampo tan sólo se constituye como uno de ellos. En un primer
momento Cohen y Squire reconocieron funcionalmente a la región hipocampal
como un sistema selectivo de memoria declarativa (Cohen y Squire, 1980).
Posteriormente, se pudo comprobar que el hipocampo no se requería para la
adquisición de algunas habilidades que podían ser expresadas de forma inconsciente.
Parece ser que sistemas que incluyen el estriado y el cerebelo mediatizan la memoria
procedimental y la adquisición de habilidades motoras y de hábitos,
independientemente de las estructuras del lóbulo temporal medial (Knowlton,
Mangels y Squire, 1996). Por otro lado, el sistema cerebral que incluye a la amígdala
se encuentra implicado en los mecanismos de memoria emocional, pudiendo
modular la fuerza y consolidación de memorias en los otros sistemas (Cahill y col.,
1995). Por último, destacar que existen diversas regiones corticales que son críticas
para la memoria de trabajo, para el procesamiento de la información estimular
experimentada recientemente, así como para la memoria declarativa a largo plazo
(Tulving y Schacter , 1990).
Las formas de memoria no declarativa son evolutivamente más antiguas y se
han podido estudiar en invertebrados como la Aplysiay la Drosophila. Dentro de
este ámbito de análisis uno de los objetivos principales fue el de intentar abarcar
tanto los procesos cognitivos como la propia biología molecular de las células
nerviosas, estudiando los mecanismos de plasticidad sináptica y su relación con el
almacenamiento de la información en la memoria.
¿Podemos pensar en una unificación más amplia que aquella que nos permite
comprender tanto las moléculas como la propia mente? De este modo, a principios de
los setenta diferentes estudios en invertebrados mostraron que formas de aprendizaje
como la habituación, la sensibilización o incluso el condicionamiento clásico, se
basaban en cambios estructurales y funcionales en las sinápsis entre las neuronas que
mediaban la conducta modificada (Kandel y Squire, 2000). En los años noventa la
aparición de técnicas de manipulación génica permitió poder relacionar genes
específicos con los mecanismos de plasticidad sináptica e incluso con la conducta y la
cognición. Del mismo modo, el poder combinar estudios genéticos con estudios
conductuales en Drosophila, Aplysiay ratones permitió identificar que las formas de
memoria declarativa y no declarativa compartían algunos elementos celulares y
moleculares comunes. De este modo, se pudo comprobar la existencia de diversas
moléculas de señalización críticas para convertir la plasticidad transitoria a corto
plazo en una memoria persistente a largo plazo, tanto para las memorias de tipo
declarativo como no declarativo (Kandel y Squire, 2000).

La maduración de la neurociencia en el estudio de los procesos mentales

69
En los últimos años se ha ido vislumbrando una compleja amalgama de
relaciones teóricas y metodológicas entre los diferentes campos que han contribuido
de una forma interdisciplinar a la potenciación del estudio científico del estudio
nervioso y de todo aquello que conlleva.
A veces, puede resultar difícil distinguir el límite entre las contribuciones
diferenciales y los objetos específicos de estudio de cada uno de estos campos. De este
modo, en los últimos años han ido surgiendo cantidades ingentes de trabajos
enmarcados dentro del campo de la neurociencia cognitiva, demarcándose como una
disciplina nueva claramente diferenciada del resto de aproximaciones científicas
existentes. Partiendo de esta conceptualización, debemos asumir que la diferencia
más importante que puede establecerse, dentro de esta nueva perspectiva de estudio
y las diferentes aproximaciones que intentan comprender el funcionamiento del
cerebro subyacente a la conducta y la cognición, es el nivel de análisis que se utiliza.
De este modo, algunas líneas de pensamiento sugieren que la neurociencia cognitiva
utiliza un nivel de análisis más holístico que el resto de aproximaciones.
El análisis exhaustivo de los procesos mentales a través del estudio de las
neuronas, de los circuitos y de los sistemas cerebrales ha proporcionado nuevos
modelos que han servido para guiar el trabajo experimental, tanto en biología como
en psicología. Autores como Kandel y Squire sugieren que para que la neurociencia
se pueda decantar a solventar los problemas abordados por las ciencias biológicas y
psicológicas se necesitarán nuevas aproximaciones moleculares y celulares y su uso
en conjunción con los sistemas conductuales y cognitivos. De esta manera, seremos
capaces de relacionar determinados sucesos moleculares y cambios específicos en el
interior de las neuronas con procesos mentales como la percepción, la memoria, el
pensamiento o, incluso, la conciencia (Kandel y Squire, 2000). Por otro lado, otros
autores abogan por un acercamiento biopsicológico a la neurociencia, potenciando
un enfoque biológico del estudio de la psicología más que una perspectiva psicológica
del estudio de la biología (Pinel, 2000).

CUESTIONARIO GUÍA N° 1 – NEUROCIENCIAS


Texto para analizar: Neurociencia: La génesis de un concepto desde un
punto de vista multidisciplinar.
Consejo: es necesario que primero realices una lectura general, luego
analizar las preguntas.
1. Realizar una línea de tiempo o cronología de los hechos históricos que han
dado origen a la neurociencia. Tener en cuenta: año/época/década –
personalidades – disciplinas – aportes/descubrimientos/conclusiones.

2. ¿Cuáles son las dos reflexiones que plantea el autor y qué expone en cada una?

70
3. Ante la siguiente pregunta (incluida en el texto): ¿qué es lo que distingue a
una especie de otra con respecto a sus habilidades cognitivas? ¿Qué respuestas
se dan?

4. Extraer 5 ideas (oraciones – párrafos) que resuman el apartado: Neurociencia y


memoria.

Apunte 1 NEUROCIENCIAS I

Quiero compartir con vos una frase que es de un autor anónimo pero sirve
para abrir el camino que transitaremos juntos:

“SI TU ÚNICA HERRAMIENTA ES UN MARTILLO, TODO LO QUE TE


RODEA TE PARECERÁN CLAVOS”

Es importante como educadores reconocer todas aquellas “herramientas” que


nos permitan abordar nuestra tarea de una manera más profesional y humana.

¿QUÉ SON LAS NEUROCIENCIAS?

Las neurociencias son aquellas especialidades que abordan el


funcionamiento del Sistema Nervioso desde un punto de vista
multidisciplinario con particular
interés en cómo la actividad del
cerebro se relaciona con la
conducta y el aprendizaje.
Las ciencias o disciplinas más comunes que abordan este tema son la Biología, la
Química, la Física, la Electrofisiología, la Informática, la Farmacología y la
Genética. Todas estas aproximaciones, llevadas a cabo por estas ciencias dentro de
una nueva concepción de la mente humana, son necesarias para comprender el
origen de las funciones nerviosas, particularmente aquellas más complejas como el
pensamiento, las emociones y los comportamientos.

La década de los 90’ es considerada “la década del cerebro”, debido a la gran
cantidad de aportes que brindaron las neurociencias para el conocimiento de
nuestro cerebro. Dentro de dichos aportes, hay una serie de datos que se
relacionan e influyen en la educación de las personas.

71
¿QUÉ APORTES TIENE PARA LA TAREA DOCENTE LAS
NEUROCIENCIAS? (Cuatro Razones)

1. Valorar los procesos mentales como el pensamiento, la resolución de


problemas y la creatividad permitirá transformarlos en los motores de
un cambio elemental en el proceso de aprender y de enseñar.
2. Abierto así el terreno de la investigación, la cosecha de teorías sobre la
cognición han proliferado. La oferta de modelos explicativos para
interpretar cómo funciona la mente humana es variada. Diversos
autores han incorporado los resultados de estos estudios y los aportes
de las neurociencias en torno ha sus propias teorías sobre la
inteligencia, entre ellos H. Gardner (en la teoría de las inteligencias
múltiples).
3. Si una persona posee diferentes habilidades o caminos para acceder al
conocimiento, es importante que reconsideremos nuestra práctica
docente para lograr que nuestros alumnos y estudiantes puedan
comprender y aprehender un concepto, un contenido o un hecho.
4. Para los neurocientíficos la meta a alcanzar es la de comprender los
mecanismos del aprendizaje y al memoria. Si el aprendizaje es un
cambio en el comportamiento basado en el intercambio con otros y en
la experiencia, y si las funciones del cerebro deben ser explicadas en
términos de las estructuras que lo componen, entonces el aprendizaje
y la memoria de que depende, deben implicar cambios en estas
estructuras. Lo interesante es saber dónde y cuándo se producen esos
cambios

Las ciencias cognitivas

Las neurociencias

Las ciencias cognitivas (¿qué son?, ¿para qué me sirven?) Las


neurociencias ( ¿Qué estudian?)

Las Neurociencias forman parte de las Ciencias Cognitivas.


Este bloque está pensado para que puedas ver cuál es el campo de acción de las
ciencias cognitivas, sus finalidades y dentro de ellas, especialmente las neurociencias.
Para ello opte que los contenidos se iniciaran con preguntas, simples pero claves. Al

72
finalizar este bloque podrás elaborar otras preguntas, más profundas, más
relacionadas con tu realidad educativa.

Comencemos:

A. ¿Qué son?

Uno de los desarrollos científicos más significativos de los últimos treinta años ha
sido el surgimiento de un nuevo ámbito de investigación abordado por las
ciencias cognitivas. Su objetivo es explicar el comportamiento inteligente, es
decir, el comportamiento dirigido por metas y propósitos, en virtud del
funcionamiento cognitivo de la mente. Dado su carácter explicativo, las ciencias
cognitivas se han considerado como cimiento básico la investigación aplicada.

Entre las ciencias integrantes de las ciencias cognitivas tenemos:

 FILOSOFÍA DE LA MENTE
 PISOCOLOGÍA COGNITIVA

 INTELIGENCIA ARTIFICIAL

 NEUROCIENCIAS

 LINGÜÍSTICA

 ANTROPOLOGÍA

El impacto de la ciencia cognitiva en el ámbito académico a nivel internacional


se ha hecho sentir no sólo en la fundación de centros de investigación y docencia
superior en las universidades más prestigiosas del mundo, sino también en el
establecimiento de sociedades científicas, la creación de publicaciones periódicas y la
permanente realización de eventos que tienen una convocatoria a nivel mundial

Como ya sabes nuestro interés se centrará en las neurociencias, pero el resto de


estas disciplinas aportan mucho a nuestro módulo y por consiguiente a nuestra tarea
docente. Te propongo la primera actividad, para ello deberás seguir los siguientes
pasos:

73
1. Luego de la lectura del
texto: “Inicios” te concentrarás en los
nombres que aparecen ( Noam Chomsky,
Allen Newell, Herbert Simon y G. A.
Miller)
2. Buscá datos biográficos de cada uno de
ellos, y resaltá especialmente sus trabajos y logros
realizados. Es importante aquí que realices el fichaje
del material consultado, como así también los sitios
que visites para buscar la información.

3. Para enriquecer el texto “Inicios”


incorporá los datos biográficos obtenidos para contestar
las siguientes preguntas: ¿por qué considerás que los
aportes de estas personalidades ayudaron a la revolución
cognitiva? Entre los aportes ¿aparecen algunas
disciplinas de las ciencias cognitivas?

INICIOS

El 10 de septiembre de 1956, con motivo del Segundo Simposio sobre Teoría


de la Información celebrado en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) se
consideró como inicio de la Psicología Cognitiva (POZO, 1997). En dicho simposio
se reunieron personalidades muy influyentes tanto en la comunicación como en la
educación, entre ellos podemos mencionar a: Chomsky, Newell, Simon y G. A.
Miller (quien determina la fecha antes mencionada como el comienzo de la
revolución cognitiva).
La revolución cognitiva se produjo en dos etapas. Primero llegó el
reconocimiento de que se podría y se debía tomar en serio los procesos mentales
(pensamiento, resolución de problemas y la creación). En segundo lugar, varios
investigadores demostraron que los procesos del pensamiento se caracterizaban por
su regularidad y una estructuración considerables (GARDNER, 1983). Un
comentario hecho por Bruner es un claro ejemplo para reflejar y representar el
contexto histórico en el cual se inicio esta propuesta (POZO, 1997). :
“Hoy me parece claro que la revolución cognitiva
constituyó una respuesta a las demandas
tecnológicas de la Revolución Postindustrial”.

Un nuevo paradigma surge concibiendo al hombre como un procesador de


información. Desde principios de la revolución Industrial había existido
preocupación por diseñar dispositivos cada vez más complicados para realizar tareas,

74
ya desde la época de Descartes, se hacían conjeturas que apuntaban hacia la
explicación del comportamiento humano bajo la visión mecanicista.

Jerome Bruner, considera que la revolución cognitiva es un fenómeno


curioso:

“Tuvo como propósito reintroducir la noción de la


mente en la psicología. Los conductistas habían dicho que sólo
deberíamos observar la conducta y no estudiar nada que fuera
subjetivo.
Incluimos en el debate temas como intenciones,
los deseos, el lenguaje y todos los códigos con los que los humanos
crean un mundo simbólico.”

Desafío 1 Allen Newell en la década de los setenta recibe un premio


denominado Turing. ¿Por qué se denomina así el premio? ¿Qué relación hay
entre el premio y la inteligencia artificial?

Desafío 2 La revolución cognitiva se desarrolló a lo largo de una década


determinada, década de los cincuenta ¿qué otros acontecimientos mundiales
(no necesariamente relacionado con la educación) son significativos en esa década?
¿Podrás realizar alguna vinculación con la revolución cognitiva?

Las ciencias cognitivas se posicionaron a lo largo de las últimas décadas como


un contexto válido para interpretar las nuevas concepciones acerca del aprendizaje
que obviamente polemizaron y rivalizaron con las interpretaciones conductistas.

En cuanto al aprendizaje, han sido varias las concepciones que, a lo largo de la


historia de la Psicología, han predominado. Antes del advenimiento de las
concepciones cognoscitivitas, el paradigma más poderoso lo constituyó el
conductismo skinneriano, el cual fue el reflejo en el ámbito de los psicólogos, de la
visión positivista de la ciencia; con el desarrollo de las Ciencias Cognitivas, este
paradigma se ha debilitado y ha dado lugar a otro que, hasta ahora, luce como más
potente para explicar lo que acontece en el ser humano cuando se haya abocado a
procesos propios de la adquisición y generación de conocimientos.

B. ¿Para qué me sirven?

La atención temprana del desarrollo infantil plantea en primer lugar un manejo


integral de todos los aspectos concernientes a la población infantil, enunciados en la
fundamentación de esta carrera.

75
El desarrollo en los primeros años se caracteriza por la progresiva adquisición
de funciones tan importantes como el control postural, la autonomía de
desplazamiento, la comunicación, el lenguaje verbal, y la interacción social. Esta
evolución está estrechamente ligada al proceso de maduración del sistema nervioso,
ya iniciado en la vida intrauterina y a la organización emocional y mental. Requiere
una estructura genética adecuada y la satisfacción de los requerimientos básicos para
el ser humano a nivel biológico y a nivel psicoafectivo.
La evolución de los niños con alteraciones en su desarrollo dependerá en gran
medida de la fecha de la detección y del momento de inicio de la Atención
Temprana. Cuanto menor sea el tiempo de privación de los estímulos mejor
aprovechamiento habrá de la plasticidad cerebral y potencialmente menor será el
retraso. En este proceso resulta crucial la implicación familiar, elemento
indispensable para favorecer la interacción afectiva y emocional así como para la
eficacia de los tratamientos.
El principal objetivo de la Atención Temprana es que los niños que presentan
trastornos en su desarrollo o tienen riesgo de padecerlos, reciban, siguiendo un
modelo que considere los aspectos bio-psico-sociales, todo aquello que desde la
vertiente preventiva y asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo y de
bienestar, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio
familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.
La Atención Temprana debe llegar a todos los niños que presentan cualquier
tipo de trastorno o alteración en su desarrollo, sea éste de tipo físico, psíquico o
sensorial, o se consideren en situación de riesgo biológico o social. Todas las acciones
e intervenciones que se llevan a cabo en atención temprana deben considerar no sólo
al niño, sino también a la familia y a su entorno.
De este amplio marco se desprende el siguiente conjunto de objetivos propios a
la
Atención Temprana:
1. Reducir los efectos de una deficiencia o déficit sobre el conjunto global del
desarrollo del niño.
2. Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del desarrollo del niño.
3. Introducir los mecanismos necesarios de compensación, de eliminación de
barreras y adaptación a necesidades específicas.
4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficits secundarios o asociados
producidos por un trastorno o situación de alto riesgo.
5. Atender y cubrir las necesidades y demandas de la familia y el entorno en el que
vive el niño.
6. Considerar al niño como sujeto activo de la intervención.

El sistema nervioso se encuentra en la primera infancia en una etapa de


maduración y de importante plasticidad. La situación de maduración
condiciona una mayor vulnerabilidad frente a las condiciones adversas
del medio y las agresiones, por lo que cualquier causa que provoque una

76
alteración en la normal adquisición de los hitos que son propios de los primeros
estadios evolutivos puede poner en peligro el desarrollo armónico posterior, pero la
plasticidad también dota al Sistema Nervioso de una mayor capacidad de
recuperación y reorganización orgánica y funcional, que decrece de forma muy
importante en los años posteriores.
Esta plasticidad se vincula directamente con el contexto explicativo que
brindan las ciencias cognitivas, especialmente las neurociencias.

Algunos descubrimientos fundamentales de la Neurociencia, que están expandiendo


el conocimiento de los mecanismos del aprendizaje humano, son:

1. El aprendizaje cambia la estructura física del cerebro.

2. Esos cambios estructurales alteran la organización funcional del cerebro; en otras


palabras, el aprendizaje organiza y reorganiza el cerebro.

3. Diferentes partes del cerebro pueden estar listas para aprender en tiempos
diferentes.

4. El cerebro es un órgano dinámico, moldeado en gran parte por la experiencia. La


organización funcional del cerebro depende de la experiencia y se beneficia
positivamente de ella.

5. El desarrollo no es simplemente un proceso de desenvolvimiento impulsado


biológicamente, sino que es también un proceso activo que obtiene información
esencial de la experiencia.

En resumen, las ciencias cognitivas están comenzando a dar algunas respuestas


a preguntas de gran interés para los educadores.

Jensen (2000) aporta toda una lista muy esquemática pero clara de
descubrimientos recientes en las Neurociencias que se pueden aplicar en la:

· El cerebro que crece: el cerebro humano puede hacer crecer nuevas células.

· El cerebro social: las interacciones y el estado social impactan los niveles de


hormonas.

· El cerebro hormonal: las hormonas pueden y de hecho impactan el conocimiento.

· El cerebro que se mueve: el movimiento influye en el aprendizaje.

· El cerebro plástico: dado un mejor enriquecimiento del cerebro para reorganizarse,


éste cambia.

77
· El cerebro espacial: cómo trabajan el espacio, el aprendizaje relacional y la
recordación espacial.

· El cerebro atencional: cómo el córtex prefrontal dirige realmente la atención y


déficit atencionales.

· El cerebro emocional: cómo las amenazas y las hormonas afectan la memoria, las
células y genes.

· El cerebro adaptativo: cómo la aflicción y los estados depresivos impactan en el


aprendizaje.

· El cerebro paciente: el rol del tiempo en el proceso de aprendizaje.

· El cerebro computacional: el rol de la retroalimentación en la formación de las


redes neuronales.

· El cerebro artificioso: cómo las artes y la música afectan al cerebro y la conducta.

· El cerebro conectado: cómo nuestro cerebro es cuerpo y el cuerpo es cerebro; cómo


trozos de información cerebral circulan a través de nuestro cuerpo.

· El cerebro en desarrollo: cómo optimizar el valor de los tres primeros años sabiendo
qué hacer y cuándo hacerlo.

· El cerebro hambriento: el rol de la nutrición en el aprendizaje y la memoria; cuáles


son los mejores alimentos, ¿qué comer?

· El cerebro memorable: cómo nuestras memorias son codificadas y recuperadas.

· El cerebro químico: qué hacen determinados químicos y cómo activar los correctos.

El panorama está abierto, el marco teórico construido, llegar a nuestra realidad


educativa es el desafío, cómo “bajar” algunos conocimientos demanda un esfuerzo
intelectual y creativo.

Primer descanso en nuestra tarea de construir los puentes


cognitivos.

 Teniendo en cuenta lo leído hasta aquí y el aporte del


resto de las cátedras, ¿podés realizar un texto o esquema
sintético de lo entendido hasta este momento?

Desafío 3 Elaborá dos o más preguntas que cuestionen o problematicen lo


enunciado hasta aquí

78
Las Neurociencias

A ¿Qué estudian?

A ¿Qué estudian?

Las neurociencias son aquellas especialidades que abordan el


funcionamiento del Sistema Nervioso desde un punto de vista multidisciplinario
con particular
interés en cómo la actividad del
cerebro se relaciona con la
conducta y el aprendizaje.
Las ciencias o disciplinas más comunes que abordan este tema son la Biología, la
Química, la Física, la Electrofisiología, la Informática, la Farmacología y la
Genética. Todas estas aproximaciones, llevadas a cabo por estas ciencias dentro de
una nueva concepción de la mente humana, son necesarias para comprender el
origen de las funciones nerviosas, particularmente aquellas más complejas como el
pensamiento, las emociones y los comportamientos.
Es importante señalar que las neurociencias poseen una mirada
reduccionista del sistema nervioso, es decir se valen de modelos para
explicar el funcionamiento de dicho sistema. Podríamos enunciar de
manera muy sintética este enfoque:

- se caracterizan por un cierto tipo de comprensión mecanicista 1 de la conducta


de todo el organismo.
- además abordan mecanismos, funciones o conductas cognoscitivas.

Indudablemente el objeto de estudio demanda del uso de tecnologías que puedan


registrar y almacenar información sin que se provoque interferencias para la futura
interpretación de esta información, teniendo en cuenta que se trabaja con entes
orgánicos, neuronas y por consiguiente el sistema nervioso. Estas tecnologías reciben
el nombre de tecnologías no invasivas, que se basan en el registro de datos por medio
de imágenes. Dichas tecnologías son las siguientes:

► El escaneo de CAT
1
El objeto de estudio es complejo, por tal motivo es necesario adoptar modelos o referentes teóricos que
simplifican y a su vez logran un abordaje inteligible. El modelo mecánico de articulación de elementos es
el más simple.

79
► Imágenes por Resonancia Magnética ( MRI)
► Espectrómetros.
► Electroencefalograma (EEG)
► Magnetoencefalografía (MEG)
► Instrumento de interferencia cuántica superconductora (SQUID)
► Mapeo de la actividad eléctrica cerebral (BEAM)
► Tomografía por emisión de positrones (PET)

Si analizamos los instrumentos para registrar y observar la actividad del


cerebro, no caben dudas que la esencia de la medicina aparece. Pero es necesario
recalcar que gracias a estos estudios varias teorías sobre el conocimiento humano
han recogido los descubrimientos llevados a cabo por las neurociencias. Estamos en
condiciones de nombrar las metas u objetivos de este campo del saber.
Los objetivos principales son los siguientes:

► Describir la organización y funcionamiento del cerebro humano.


► Determinar como el cerebro se desarrolla desde el nacimiento.
► Encontrar formas de prevención y cura de enfermedades neurobiológicas y
psiquiátricas.

El campo de acción aquí expresado por medio de estos objetivos demuestra


la importancia para la salud humana. El mejor conocimiento del cerebro permite
comprender y tratar mejor las enfermedades que afectan al sistema nervioso.
Además es interesante agregar que los aportes brindados por estas disciplinas son
tenidos en cuenta por los sectores productivos e industriales. Ejemplo de ello es el
diseño de los nuevos aparatos inteligentes, sean computadoras o robots. Aquí hace
su aparición la Inteligencia artificial (I.A.). Los investigadores de la I.A. se
sustentan en dos pilares, el primero es que el cerebro no opera como una
computadora convencional, sino más bien en forma paralela y la segunda es que
dentro del cerebro, el conocimiento no se almacena en ninguna forma que parezca
a un programa de computadora, sino que se almacena estructuralmente. Estos
investigadores han recurrido a las neurociencias, como lo hace la física teórica con
la física experimental (SCHWARTZ, 1999), es decir que el trabajo en conjunto
permite una construcción única de percepciones teóricas que pueden guiar y
determinar el camino a seguir en el futuro.

Los datos empíricos aportados por las neurociencias generan una variedad de
interpretaciones y a su vez una batería de interrogantes. Combinar estos aportes
con los expertos computacionales para analizar como surgen los procesos
preceptúales y cognitivos del cerebro.
Los neurocientíficos se enfrentan a un sistema biológico cuya estructura y
funcionamiento es difícil de evaluar. Un ejemplo notorio para mostrar lo dicho es
que los discos magnéticos más grandes de la actualidad almacenan alrededor de 1000

80
millones de bytes de información cada uno, lo que es grosamente la diez millonésima
parte de la capacidad de almacenamiento que posee el cerebro.

Es interesante leer la información que circula en el mundo sobre los


descubrimientos, reinterpretaciones y aclaraciones que generan los estudios acerca
de nuestro cerebro. A continuación se comentará un caso en particular referente a
las investigaciones que permiten afianzar un poco más la idea de que estamos
transitando una época de grandes novedades científicas.
Se presenta un trabajo de investigación realizado en el Instituto de Tecnología
de California (Caltech.) por el investigador Gabriel Kreiman. En uno de sus artículos,
él resume varios años de trabajo sobre un descubrimiento que involucra a las
neuronas encargadas de la visión y la imaginación. Uno de los grandes avances en
neurociencia en la primera mitad del siglo XX fue el descubrimiento de los
mecanismos básicos de transmisión de señales2 dentro de una neurona y entre
neuronas. En el Instituto de Tecnología de California se presentaron hace unos años,
trabajos relacionados con la actividad individual de neuronas en el cerebro humano.
Este trabajo se fundamentó en investigaciones realizadas con pacientes
epilépticos 3. Uno de los métodos para tratar dicha enfermedad menos agresivos para
el cerebro es la implantación de electrodos 4 en el lóbulo temporal. Según la
ubicación de dichos electrodos así como el número de los mismos depende de las
consideraciones médicas. Cuando se produce los ataques los electrodos permiten
determinar los focos o zonas que se activan ante las dichas reacciones. Mientras no se
producen los ataques epilépticos, el doctor Kreiman pudo registrar la actividad de las
neuronas en forma individual. Las áreas cerebrales de mayor interés para el estudio
son la amígdala 5 el hipocampo 6 y la corteza entorrinal 7.
La amígdala se cree que está involucrada en el procesamiento y expresión de
las emociones tanto en animales como en los seres humanos y según algunos estudios
experimentales indican que es la región en la cual se une información procedente de
diferentes sentidos de modo que, por ejemplo, cuando uno piensa en la playa, puede
recordar no sólo la imagen visual de la arena y las olas, sino también el sonido de las
olas, el olor y el sabor. El hipocampo junto con al corteza entorrinal abarcarían la
memoria y la ubicación espacial. Pacientes que por lesiones o cirugías carecen de
2 ?
Denominado DISPARO NEURONAL, cada vez que una neurona envía señales por medio de un cambio del
potencial eléctrico de la membrana que se propaga en forma activa a través del axón de una neurona. Lo que
distingue una neurona visual de una auditiva no es la forma del potencial de acción sino circuitos neuronales en los
que está involucrada. Extraído de CURTIS, H – BARNES, N. (1993)
3
Enfermedad cerebral, posiblemente hereditaria. Se manifiesta por ataques repentinos y recurrentes de pérdida de
conciencia, a menudo acompañados por convulsiones. Existen distintos tipos de epilepsia y lo primero que se intenta
es tratar el problema farmacológicamente. Extraído del Diccionario de Ciencias Médicas. (1985)
4
Conductor de corriente (electrones). Extraído del Gran Diccionario de Salvat (1992). Tomo 2.
5
Está constituida por un complejo de neuronas. Se cree que está involucrada en el procesamiento y expresión de las
emociones tanto en animales como en los seres humanos. Extraído de CURTIS, H – BARNES, N. (1993)
6
O “caballo de mar” nombre dado por los primeros neuroanatomistas en virtud a su forma. Es una estructura
localizada en la superficie interna del lóbulo temporal. Extraído de CURTIS, H – BARNES, N. (1993)

7
Denominada también como área entorrinal o lóbulo piriforme (en forma de pera. Forma parte del área sensorial,
constituyendo el área de terminación de las vías olfativas.

81
estas regiones muestran severos problemas de memoria. Ante este panorama el
interés de Kreiman es el de comprender lo que ocurre en el cerebro cuando
observamos un objeto en el mundo exterior y cuando formamos una imagen en
nuestra mente con los ojos cerrados. Su equipo llegó a la conclusión que existe una
representación común por parte de neuronas individuales para la visión y la
imaginación 8, en síntesis los resultados han sido los siguientes:

 neuronas individuales en el lóbulo temporal de los humanos


responden visualmente en forma selectiva a diferentes categorías
naturales de estímulos.
 neuronas individuales en el lóbulo temporal de los humanos
responden en forma selectiva de acuerdo a la imagen que los sujetos
forman en el “ojo” de la mente durante la imaginación.
 existe una representación común para los procesos de visión e
imaginación.
 se puede predecir la categoría de los estímulos que los sujetos
observan o imaginan envase a los disparos de neuronas
individuales.

La importancia de este tema para la educación es la relación con la creatividad, ya que


mucha gente creativa describe “ver” la solución a un problema en una imagen. Por ejemplo,
Faraday y Maxwell, visualizaron los campos electromagnéticos como pequeños tubos llenos de
un fluido. Kekulé vio el anillo de benceno durante un sueño en el cual dos serpientes se mordían
las colas. Watson y Crick rotaron mentalmente los modelos de lo que se transformaría en la
famosa doble hélice de ADN. Einstein escribió: “ mi habilidad peculiar no se debe a cálculos
matemáticos sino a visualizar efectos, posibilidades, consecuencias... ” y Charles Darwin
visualizaba sus ideas sobre el origen de las especies en un árbol, ya que el tronco y las ramas
representaban las derivaciones de una especie9.

APRENDIZAJE Y MEMORIA

Para los neurobiólogos la meta a alcanzar es la de comprender los


mecanismos del aprendizaje y la memoria. Si el aprendizaje es un cambio en el
comportamiento basado del intercambio con otros y en la experiencia, y si las
funciones del cerebro deben ser explicadas en términos de las estructuras que lo
componen, entonces el aprendizaje y la memoria de que depende, deben implicar
cambios en estas estructuras. Lo interesante es saber dónde y cuándo se producen
esos cambios.

8
En el sitio web: http://www.cns.caltech.edu/~gabriel/actualidad/clase_imaginacion/t1.html, se puede leer este
artículo sobre las neuronas de la imaginación y en el sitio
http://www.ai.mit.edu/people/kreiman/publications/publications_text.html, está el artículo original.
9
Algunos de estos ejemplos y otros se desarrollan en el libro de GELLATLY (1986)

82
Con respecto al uso de la memoria, ¿conoces técnicas o procedimientos para
mejorar la memoria? (por ej. ejercicios, reglas nemotécnicas, Etc.) Desarrolla
en un texto.

Para responder a este interrogante hay que remontarse al trabajo realizado


por Karl Lashley, él se dedicó a localizar el cambio físico, que lo bautizó como
engrama 10. Enseñó a ratas y a otros animales a resolver problemas particulares y
luego realizó operaciones quirúrgicas para ver si podía quitar la porción de la
corteza que contenía ese engrama particular. Pero nunca encontró al engrama.
Mientras quedará suficiente tejido cerebral para que el animal respondiera a los
procedimientos de prueba, también se conservaba la memoria y la cantidad de
memoria que se conservaba generalmente era proporcional a la cantidad de tejido
cerebral remanente. Lashley concluyó que la memoria “está en ninguna parte y en
todas partes”.

LA MEMORIA EN LA ACTUALIDAD

Con técnicas mucho más sofisticadas los neurobiólogos actuales están


comenzando a despejar los lugares oscuros en dónde se oculta la memoria. Hay dos
distintos tipos de memoria: la memoria de largo plazo y la de coro plazo. Un
ejemplo simple de memoria de corto plazo consiste en buscar un número telefónico
en la agenda, memorizarlo momentáneamente hasta marcarlo. Si uno llama muchas
veces a ese número, es transferido a la memoria de largo plazo. Esto es análogo a un
sendero o camino a recorrer. Cuanto más se transite este camino mejor reconocido
quedará.
El concepto de las dos memorias está apoyado por la experiencia con
pacientes con deficiencias; es posible perder una clase de memoria y no la otra. Un
golpe en la cabeza puede dar como resultado una clase de amnesia perjudicando
generalmente a la memoria a largo plazo (lo ya recordado). Típicamente, la
memoria “pérdida” regresa, indicando que lo que se había perdido no es la memoria
misma, sino la capacidad de recuperarla.
De modo inverso, un daño en el hipocampo que es parte del sistema límbico,
no afecta a la memoria de largo plazo, ya establecida, pero sí interfiere con la
transferencia de la memoria de corto plazo a la memoria de largo plazo. Un
paciente con una destrucción bilateral del hipocampo puede recordar, por ejemplo
dónde vivió cuando era niño, pero no dónde vive ahora, puede mantener una
conversación aparentemente normal, pero si la persona a la que estaba hablando
abandona el cuarto y regresa un minuto o dos después, no lo reconocerá.
10
(gr. en, + gr. gramma, marca) En psicología, vestigio perdurable que queda en la psiquis por cualquier cosa

que se ha experimentado. Extraído del Gran Diccionario Salvat (1992). Tomo 2

83
LA MEMORIA BAJO CONTROL

Entre los neurólogos, el doctor Ignacio Busco 11, explica una serie de
interrogantes vitales12, sobre la memoria, y entre ellas hay dos que dan pie al
próximo capítulo. El primer interrogante es sobre el envejecimiento y el segundo es
sobre si los chicos deben aprender de memoria. Las respuestas han sido
respectivamente las siguientes: en estudios comparativos realizados con pacientes
sanos de la tercera edad y un grupo de control de jóvenes, se dedujo que los
primeros no tenían una pérdida de memoria significativa respecto a sus pares de
menos años. A lo sumo, tardaban un poco más para evocar los recuerdos. Pero la
memoria si puede atrofiarse por dos motivos: la falta de estímulo y las alteraciones
en el sueño. La segunda respuesta es que no, el consenso es que el aprendizaje
depende de la comprensión profunda del tema estudiado, para ser efectivo y
duradero. La memoria mecánica (repetición de lecciones) no ayuda a construir
sistemas de asociación, que más tarde servirían como estructura de memoria. Lo
verdaderamente importante es aprender a interrelacionar lo que se aprende.

LAS NEUROCIENCIAS EN LA ARGENTINA


A continuación se mencionan tres especialistas relacionados con las
neurociencias. El criterio utilizado obedece a que sus estudios se relacionan con la
educación.

EL DR. IVÁN IZQUIERDO

Actualmente vive en Porto Alegre, Brasil, pero Iván Izquierdo es argentino


y uno de los más prestigiosos investigadores del mundo en el área de la
Neuroquímica y Fisiología de la Memoria y sus artículos e investigaciones científicas
son parte imprescindible de las bibliografías básicas de todas las publicaciones
dedicadas al tema.
 En los últimos años, investigadores pertenecientes a diversas áreas de la
ciencia se han interesado por estudiar y emular de manera artificial- el sistema
nervioso a la luz de su peculiar configuración reticular, característica que permitiría
explicar algunas de sus complejas funciones. Surgió así el concepto de "red neuronal",
que ya ha dado lugar a originales enfoques teóricos y a relevantes aplicaciones
tecnológicas13.
 Para el Dr. Iván Izquierdo, Director del Centro de la Memoria en la Universidad
Federal Rio Grande de Brasil,  la capacidad que posee el sistema nervioso para
generar y conservar memorias se debería a su organización en forma de red. La
complejidad de esta red permitiría explicar hechos tales como la supervivencia de
memorias en personas que han sufrido lesiones cerebrales muy importantes, pues el
11
Psiquiatra y neurólogo del Hospital Francés. Director de la revista neurociencia
12
Diario Clarín. 1999. Octubre. Revista Viva.
13
Ver también en Internet: Revista Argentina de Neurociencias (http://www.epub.org.br/cm/n04/opiniao/ran.htm)
Revista Ciencia Hoy (http://www.ciencia-hoy.retina.ar/hoy13/

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procesamiento de cada tipo de memoria ocurre, no en una, sino en muchas regiones
cerebrales. Además del potencial tecnológico que encierran, las redes neuronales
representan una interesante línea de investigación para biólogos y psicólogos,
interesados en desarrollar modelos conexionistas para interpretar diversos procesos:
de memoria, de aprendizaje, de conducta, de control que se observan en los seres
vivos.
 Las redes funcionarían como "maquetas" sobre las cuales realizar
simulaciones e hipótesis que luego se verifican en los casos reales.
 El campo de investigaciones del doctor y profesor Izquierdo es la
neurobiología de la memoria y entre sus muchos tópicos de interés están:
 La memoria y sus circuitos neuronales
 El impacto de la investigación básica en el concepto de memoria
 ¿La memoria guarda fotos de las emociones?
 Estrés y memoria
 ¿Cómo se “apagan” las memorias?
 El papel de las endorfinas en el recuerdo y el olvido
 Memoria: ¿digital o analógica?
 Proteínas celulares y la formación de la memoria
 La potenciación sináptica de la memoria
 El homocentrismo y nuestro concepto de memoria
 Los mecanismos genéticos e individuales
 Avances neurocientíficos y realidad clínica

EL DR.MARCELO RUBINSTEIN
Rubinstein es Doctor en Química de la UBA. Una vez doctorado pasó varios
años en un instituto muy prestigioso de los EE.UU.: el Vollum Institute, en el estado
de Oregon (Oregon Health and Sciences University). Allí tuvo una excelente
carrera, publicó en las mejores revistas y se fue haciendo un nombre dentro de la
neurociencia. 
Actualmente es Profesor Adjunto de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales, Investigador Independiente del CONICET y uno de los pocos que tienen
un Subsidio del Instituto Médico Howard Hughes, que nuclea a muchos de los
mejores científicos del mundo.
 Su carrera es el reflejo de cómo fue desarrollándose la neurociencia: comenzó con
enfoques bioquímicos y farmacológicos y se fue extendiendo hacia la biología
molecular y los modelos genéticos. Siempre trabajó en la forma en que las neuronas,
las células del sistema nervioso, se comunican entre sí: qué señales envían (los
neurotransmisores) y cómo reciben estas señales (a través de receptores).
Rubinstein estudia en particular una señal química llamada dopamina, y los
receptores que interpretan esta señal. La dopamina participa de muchos circuitos en
el cerebro, que median funciones muy complejas, como la regulación fina del

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movimiento, la toma de decisiones, la atención y hasta la búsqueda del placer.
Obviamente, está muy involucrada en enfermedades como el Parkinson, el trastorno
de déficit de atención o las adicciones a diversas drogas.
La dopamina participa en circuitos que tienen que ver con la regulación fina
del movimiento. ¿Cómo hace el cerebro para que una persona pueda tocar el piano o
para que un relojero pueda arreglar un reloj? Necesita generar movimientos finos y
precisos para que la duración y fuerza necesaria, y eso se hace a nivel del cerebro, la
dopamina juega un papel preponderante. Por otro lado, el movimiento también se
modula por el estado emocional y cognitivo. Por ejemplo, cuando suena el teléfono
uno tiene el reflejo de atenderlo, pero a veces la memoria, o la experiencia o las
emociones afectan si vamos corriendo a atender o decidimos ignorarla. Nuevamente,
la dopamina es importante en esta modulación de lo motor y la integración
emocional.
 La ausencia de dopamina es causante de enfermedades, la más conocida es el
Parkinson. Se sabe lo que ocurre (degeneran las neuronas que fabrican dopamina), y
hay tratamientos paliativos, como la L-DOPA.  También la dopamina y sus
receptores están en áreas del cerebro que tienen que ver con cómo identificamos y
categorizamos inconscientemente toda la información que procesamos del medio
exterior (para tomar cualquier decisión le prestamos atención a cosas más
importantes e ignoramos las otras). La deficiencia en dopamina lleva a problemas en
la toma de decisiones o problemas de atención.

EL DOCTOR ANTONIO BATTRO


En los artículos y libros publicados por él generalmente se hace referencia a la
necesidad de invertir en recursos intelectuales y materiales para el estudio y la
comprensión de los resultados generados por las neurociencias para realizar
cambios significativos para nuestra sociedad. Afirma que uno de los cambios
decisivos tendrá lugar en la educación y estará relacionado con la mejor
comprensión del funcionamiento de nuestro cerebro durante el proceso.
Es doctor en medicina de la Universidad de Buenos Aires y doctor de la
Universidad de París en psicología. Fue miembro del Centro Internacional de
Epistemología Genética (Universidad de Ginebra, Prof. Jean Piaget) y fue director
asociado de la Escuela Práctica de Altos  Estudios en el Laboratorio de Psicología
Experimental y Comparada (Universidad de París, Prof. Paul Fraisse) y visiting
scholar en Harvard.. Es miembro de la Academia Nacional de Educación. Robert F.
Kennedy Visiting Professor de la Universidad de Harvard (2002-2003). Ha escrito
varios libros y artículos. Ha sido uno de los primeros en introducir las herramientas
de la computación en la enseñanza en la Argentina y Brasil. Actualmente se dedica
a la aplicación de las nuevas tecnologías informáticas en el desarrollo de las
capacidades neurocognitivas.

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FACUNDO MANES

Facundo Manes es un neurocientífico argentino. Nació en 1969 y vivió su


infancia y adolescencia en Salto, provincia de Buenos Aires. Estudió en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, donde se graduó en 1992 y, luego,
en la Universidad de Cambridge, Inglaterra (Master in Sciences). Una vez concluida
su formación de posgrado en el exterior (Estados Unidos e Inglaterra) regresó al país
con el firme compromiso de desarrollar recursos locales a fin de mejorar los
estándares clínicos y de investigación en neurociencias cognitivas y neuropsiquiatría.
Creó y dirige actualmente INECO (Instituto de Neurología Cognitiva) y el Instituto
de Neurociencias de la Fundación Favaloro en la Ciudad de Buenos Aires. Ambos
institutos son líderes en publicaciones científicas originales en neurociencias
cognitivas. También es presidente de la World Federation of Neurology Research
Group on Aphasia, Dementia and Cognitive Disorders y de la División
Latinoamericana de la Society for Social Neuroscience. Facundo Manes fue docente
de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Católica Argentina.
Actualmente es profesor de Neurologia y Neurociencias Cognitivas de la Facultad de
Medicina y de Psicología de la Universidad Favaloro y fue nombrado Profesor de
Psicología Experimental en la University of South Carolina, EEUU. Es Investigador
del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Argentina y del Australian Research Council (ACR) Centre of Excellence in
Cognition and its Disorders.

Ha publicado mas de 150 trabajos científicos originales en las más prestigiosas


revistas internacionales de su especialidad como Brain y Nature Neuroscience.
También brindó conferencias en varios foros científicos internacionales como la
“Royal Society of Medicine” (Londres) y la “New York Academy of Sciences”, entre
otras. Su área actual de investigación es la neurobiología de los procesos mentales.
Cree en la importancia de la divulgación científica en la sociedad. Condujo el
programa “Los Enigmas del Cerebro” en la televisión argentina y escribió gran
cantidad de artículos de divulgación científica en la prensa nacional. Facundo Manes
está convencido de que la riqueza de un país se mide por el valor del capital humano,
la educación, la ciencia y la tecnología, y que allí está la base del desarrollo social.
Este sitio quiere dejar registro de parte de este camino recorrido. Y del comienzo de
todo el futuro.

Desafío 4. Teniendo en cuenta lo leído hasta este momento, ¿es posible que
en nuestra formación se introduzca los conocimientos arrojados por las
neurociencias? Teniendo en cuenta el nivel en dónde trabajas, enuncia algún

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factor positivo para hacer esa introducción y elementos que obstaculicen esa
tarea de renovación.

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