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La Reforma Agraria, una cicatriz en el Perú actual

Muy buenos días estimados presentes, mi nombre es Enzo Espinoza y el día de hoy tengo
la gran oportunidad de cerrar de una vez por todas con un paradigma que hasta hoy sigue
subsistiendo en el Perú, se trata de nada más ni menos que la Reforma Agraria. Es seguro
que muchos ustedes la han hablado dentro de la escuela, pero les pregunto lo siguiente:
¿Conocen lo suficiente? ¿Tanto como para dar una postura de si estás a favor o en contra?.
Pues la verdad, antes de dar una opinión frente a este tipo de asunto, primero hay que
conocer de lo que se trató realmente.

Cada uno sabe que consistió en un conjunto de medidas que se dieron con el fin de
establecer justicia en cuanto a la distribución de tierras entre el campesinado y la
aristocracia, junto a la validación de los derechos humanos de este primer grupo. Pero el
objetivo principal de la Reforma Agraria de 1969 fue la “eliminación del latifundio, del
minifundio y de toda forma antisocial de tenencia de la tierra” (Ministerio de Agricultura y
Riego [Midagri], 2015, p.04), por lo que se quiso transformar la estructura de titularidad de
tierras del país y sustituir los regímenes de latifundio y minifundio por un sistema de
redistribución equitativa de la propiedad rural. La reforma agraria se llevó a cabo a través de
expropiaciones de predios rústicos. Dichos terrenos, cuyos propietarios eran tanto personas
naturales como jurídicas pasaron en un primer momento a ser de dominio estatal, y luego
fueron distribuidos entre campesinos y pequeños agricultores organizados en cooperativas
y sociedades agrícolas. Las personas expropiadas obtuvieron el derecho a ser
indemnizadas según una tasación realizada por el Estado, y sobre la base de un justiprecio
cuyo pago era imperativo por mandato constitucional.

Para ser más concisos en este tema, hay que indagar sus orígenes. La Reforma Agrario se
dio en plena Guerra Fría de 1962, donde los países latinoamericanos, reunidos en Punta del
Este (Uruguay), en la asamblea de la OEA, acordaron realizar reformas agrarias, motivados
en parte por Estados Unidos, temeroso de que rebeliones campesinas pudiesen
desembocar en revoluciones como la cubana, con el riesgo de ampliar el área de influencia
de la entonces Unión Soviética. Analizando la situación de esa época, de 1962, la Comisión
Económica para la América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que estas reformas eran
sumamente urgentes, debido a que la concentración de la propiedad de la tierra tenía como
efectos negativos la estratificación social de la población rural latinoamericana en
verdaderas castas cerradas, la pobreza y las deplorables condiciones de vida para la mayor
parte de ella (Eguren, 2016).

Vale la pena resaltar que en esa época, también aparecieron personajes de la historia que
dejaron su marca con respecto a los principios de la Reforma Agraria; uno de ellos sería
Saturnino Huillca, quien peleó frente a los gamonales terratenientes del sur de Perú; en la
década de 1960 fue parte del movimiento campesino del Valle de la Convención, donde en
1962 se fundó la Federación Departamental de Campesinos del Cuzco, organización de la
cual fue su Secretario de Disciplina; lo hizo hasta que falleció en 1987 por neumonía. Otro
personaje trascendental en este periodo fue Hugo Blanco Galdós, quién a principios de los
años 50 y 60s fue protagonista de la Reforma Agraria que encarnó la insurrección de los
pobres del campo de los valles de las provincias de Convención y Lares, del departamento
del Cuzco. Pero quién tuvo mayor participación nacional con el fin que se diera de alguna u
otra forma, la ley de esta reforma, fue Luis de la Puente Uceda, fundador del MIR
(Movimiento de Izquierda Revolucionaria), que protestó contra la coalición entre el APRA y
la Unión Nacional Odriísta (UNO) a principios de los años 1960; en esos años realizó una
experiencia de reforma agraria con los campesinos de la hacienda Julcán (La Libertad), y
orientó al MIR hacia la lucha armada, organizando fuerzas guerrilleras que buscarían el
apoyo del campesinado empobrecido de la región andina; en 1964, durante el primer
gobierno de Fernando Belaúnde Terry, se dirigió a Mesa Pelada (Cusco) para iniciar la
revolución con tres columnas del MIR, iniciando la llamada guerrilla Pachacútec, en la cuál,
falló en su objetivo de atraer el apoyo campesino indígena y de propagar un levantamiento
general en la sierra central del Perú, por lo que el 23 de octubre de 1965 murió a manos de
las fuerzas gubernamentales que lo capturaron y descabezaron el MIR.

Precisamente por esos acontecimientos junto a la situación nacional de esa época


(desigualdad con los campesinos), el 21 de mayo de 1964, el gobierno de Fernando
Belaunde promulgó la Ley de Reforma Agraria; esta Ley venía precedida por movimientos
campesinos de tomas de tierras, particularmente en el valle de La Convención (Cusco),
donde la Junta Militar de 1962 decretó una reforma agraria que afectó solo a las haciendas
de esa provincia; durante su campaña Belaunde había prometido una reforma agraria y en
varios departamentos, como Cerro de Pasco, las comunidades campesinas habían
procedido a recuperar tierras que consideraban que habían sido usurpadas por las
haciendas ganaderas. La Ley, sin embargo, no tuvo un alcance profundo, pues en el
Congreso la oposición aprista y odriísta (APRA-UNO) recortó el proyecto de ley de tal
manera que esta no pudo cumplir con sus objetivos de transformar y democratizar el
régimen de propiedad agraria. Después de un par de años, ya en 1969, se desarrolló dicha
reforma por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado, el cuál constituyó el último
capítulo de un proceso que se viene desencadenando a lo largo del siglo veinte , que a
pesar de terminar su gobierno en 1975, los efectos de este mismo continúa impactando en
la sociedad actual.

Ya con esta breve introducción, puedo dar mi postura frente al asunto; en mi caso, afirmó
que después de la Reforma Agraria, hubo muchos cambios que afectaron positiva y
negativamente al Perú. En efecto, democratizó la sociedad actual, puso fin al gamonalismo
y la servidumbre, contribuyó al acceso a la ciudadanía a miles de peruanos que no la tenían
y lo más importante, se les fue dando un trato con mayor humanidad, por lo que sus
derechos humanos se iban considerando poco a poco. Y no se puede olvidar el siguiente
hecho: Muchos cronistas indicaron que “la tragedia producida por la guerra interna que
Sendero Luminoso emprendió en 1980 hubiese sido mucho mayor de no haberse realizado
la reforma agraria de 1969” (Manrique, 2020); los que observan con aprobación la reforma
agraria señalan que sin ella SL habría podido movilizar a los campesinos, enraizarse en las
luchas por la tierra y hacerse del control del campo, algo que afortunadamente no ocurrió.
Por el contrario, fueron los campesinos organizados en los Comités de Autodefensa los que
definieron la inviabilidad del proyecto senderista y los empujaron a las ciudades donde,
después de la captura de Abimael Guzmán, fueron finalmente derrotados. De acuerdo con
esta línea de interpretación, la reforma agraria velasquista evitó el ascenso de SL al poder.
No obstante, a pesar de todos beneficios que generó, al final de todo no sirvió de mucho,
porque en el Perú actual, sigue siendo un tema de mucha trascendencia en el sentido
perjudicial; en primer lugar, la enorme deuda agraria (no todos los propietarios expropiados
de las tierras recibieron los bonos que se les garantiza) que va aumentando con el
transcurso del tiempo; en segunda, la obstrucción en el progreso de la agricultura y
tecnología en el Perú. Por ende, dependiendo de su gran impacto negativo en esta nación
hasta el día de hoy, estoy en contra o estaba en contra de la ejecución de la Reforma
Agraria. A continuación sustentaré argumentos que avalan mi postura.

Primero que nada, todo comenzó por la supuesta implementación de una medida nacional
que resolvería el injusto sistema de tenencia de la tierra vigente en 1960, principalmente por
el presidente de ese entonces llamado Belaunde Terry, quien en el 21 de mayo de 1964,
promulgó una Ley de Reforma Agraria; sin embargo, tristemente nunca llegó a establecerse
adecuadamente, porque el 8 de octubre de 1968, Juan Velasco Alvarado, líder del Gobierno
Revolucionario de las Fuerzas Armadas, dio un golpe de Estado a Belaunde, deportándolo
a Buenos Aires, principalmente por el descontento social que existía en esa época, ya que
en un inicio, la idea de esta normativa simplemente era una promesa falsa que nunca pudo
ponerse en práctica por la alianza entre el APRA y el partido Unión Nacional Odriísta por no
desear que se diera privilegios a los campesinos, pero sí que se mantuvieran la situación tal
como estaba (condición inestable y deplorable a los de la zonas rurales por la invalidación
de sus derechos humanos, junto a una mala paga por la nobleza al contratar sus servicios).
Bueno, el punto es que en el momento que Velasco llegó al poder, decidió establecer y
desarrollar la reforma, aunque esta vez ya no habría ningún impedimento de esas
organizaciones, por su decadencia en el transcurso de los años; además, contaría con el
apoyo de su Plan Inca, que concede el derecho preferencial en la adjudicación de tierras a
sus feudatarios o pequeños arrendatarios, utiliza el sistema de expropiación pagando parte
al contado y resto en bonos, y fomenta y estimula la constitución de organizaciones de
propiedad social para la explotación de la tierra.
Con respecto a la segunda razón que ocasionó las problemáticas de la Reforma Agraria, se
trataría de la urgente necesidad de brindarles a los campesinos la posibilidad de tomar
decisiones en la marcha de la empresa local, así como la toma de responsabilidad en la
incorporación de las políticas a seguir. Es precisamente por esto, que se buscaba la
organización y articulación en las compañías asociativas de 1975, como las Cooperativas
Agrarias de Producción (CAP) o Sociedades Agrarias de Interés Social (SAIS), vistos
entonces como modelos más acordes a los principios de participación; pero siempre
considerando a la estructura estatal, de la que históricamente se mantuvo alejada; no
obstante, aún con todos los esfuerzos que realizó el gobierno militar por solo planificarla y
desarrollarla, esta no se dio de la misma manera y en igual medida en cada uno de los
sectores rurales del Perú.

Ya con estas causas explicadas, pasamos ahora a lo que vendrían ser sus consecuencias.
Es cierto que ya se las mencioné con anterioridad, pero ¿saben o desean saber de lo que
trato cada una? Pues, aquí vamos a indagar un poco más de ello. Muchos informantes
hicieron referencia al cronista, Fernando Euguren, que señala que como efecto de la
Reforma Agraria, “se expropiaron 15,826 propiedades entre junio de 1969 y junio de 1979;
la tierra redistribuida alcanzó aproximadamente a 23 millones de acres, entregada a
370,000 beneficiarios” (Domínguez, 2019); es por ello, que se les considera como garantías
del Estado y estableció igualdad en el campesinado; sin embargo, nadie espero que solo
una parte de los bonos entregados a los propietarios expropiados fueron redimidos; los que
no recibieron ningún pago continúan reclamando desde hace décadas como Andahuaylas;
con el tiempo transcurrido, el punto crucial reside en cómo se calculan el valor actual de los
bonos, dada la gigantesca inflación de la década de 1980 (que licuó su valor), y los
intereses acumulados, ninguno de los gobiernos ha aceptado pagarlos en las condiciones
exigidas por los tenedores; esto ocasionó una enorme deuda agraria que hasta ahora sigue
existiendo, y aumenta con el paso del tiempo; varios economistas afirman que “la deuda
asciende a USD 1600 millones, y amenaza con acudir a tribunales internacionales si este no
paga” (Euguren, 2016). Para sostener su punto y el mío, se manifiestan los siguientes
gráficos (Ragas, 2009): USAR PPT

Asimismo, vale recalcar el hecho que la Reforma Agraria detuvo a la agricultura y tecnología
en todo el Perú (retrocedieron desde el punto de vista técnico), puesto que entre 1969 y
1979, gran parte de las haciendas se convirtieron en empresas asociativas o cooperativas;
de las cuáles, la mayoría de ellas no lograron consolidarse como empresas centralizadas y
eficientes, en motores del desarrollo agropecuario; y por si no fuera poco muchas de ellas
entraron en un período de crisis que concluyó con la parcelación de gran parte de estas
empresas, en el abandono total de otras y en la reconversión empresarial de unas pocas;
de modo, que este período se caracterizó por un notable retroceso tecnológico con graves
consecuencias para la producción agropecuaria. Cómo se expresó en un vídeo sobre la
Reforma Agraria en el Perú, cuestionando si esta fue beneficiosa, se referencia a la INEI
que sostiene que su contribución de la propiedad al crecimiento del PBI agropecuario,
estaba en un -65% (1970 - 1980) cuando tenía anteriormente un 66,5% (1960 - 1970) de
dicha contribución (de la escala positiva, pasa a la negativa), por lo que la producción
agrícola, el rendimiento de cultivos y la calidad de vida campesino fue bajando
constantemente; debido a esto, actualmente el Perú es uno de los países más atrasados en
América Latina (Enterarse, 2019, 4m35s).

Antes de terminar, permítanme darles los legados que dejó la Reforma Agraria:
Tal como se dio a saber en un vídeo sobre los legados de la Reforma Agraria, se explica
que uno de ellos fue el ataque a los propietarios de la tierra, la destrucción y rompimiento
del espinazo a la oligarquía; luego, el segundo giraría en torno a la liberación política; y el
tercero es con respecto al trato general que le daba la clase alta a los pongos o yanaconas
(Instituto de Estudios Peruanos [IEP], 0m45s). Con respecto al primero, se decía que la
oligarquía gobernaba el país, tantos a sus anchas como a sus propios deseos; no obstante
aún así, no se ha vuelto reconstruir cómo era antes, porque los antiguos pardos y parados
de todo eso, pueden ser ricachones y todo, pero ya no gobiernan el país. En referencia al
segundo, que giraría en torno a la liberación política, ya que si uno mira no solamente la
carga en términos raciales sino también en términos de procedencia social, quienes son los
diputados, quienes son los representantes en el congreso, quienes son los alcaldes; son
otra gente de otra clase social, de otro estrato más bajo que con la reforma agraria y el
discurso revolucionario de general Velasco, se vieron empoderados con la oportunidad de
aprovecharse políticamente. Tercero, se dice que los hacendados tenían en la sierra a estos
pongos o yanaconas, que trabajaban gratis para el hacendado y que este mismo los
manejaba como quería y que no les permitía ir al colegio, salir de la comunidad, hablar en
español, etc; se considera legado, porque también desapareció la hacienda como tal, por lo
que se dio la liberación personas o en este caso, esclavos. Eso no lo hizo Velasco tanto
como Belaunde, la ley de Belaunde ya prohibió el yanaconazgo; así que cuando entro
Velasco y ya no había yanaconas e incluso sus memorias, entonces eso también es un
legado de la reforma agraria profundo, es un cambio revolucionario y social que fue
impulsado por ese gobierno. Si analizamos este contexto, nos damos cuenta que se
involucraron ciertos derechos de artículos de la Constitución Política del Perú, los cuáles
son: USAR PPT

En conclusión, ya con toda esta información que les he brindado a cada uno de ustedes,
¿ven ahora por qué estoy tan en contra de la Reforma Agraria?. Vuelvo a recalcar y validar
(estar a favor) mi hipótesis que di en un inicio que es en contra de la ejecución de dicho
movimiento político, a pesar de que la Reforma Agraria fue un acto de justicia redistribuida,
eliminó las relaciones serviles entre el campesinado y la aristocracia, promovió la
democratización rural (sustento de Centro de Recursos de Cultura); validó los derechos
humanos de este primer grupo, y se llevó a cabo la autonomía agrícola y empresarial; eso
no es excusa para que se dieran todas las problemas que hasta el día de hoy seguimos
atravesando, como la idea de que no se resolvió del todo el problema de la redistribución de
tierras (bonos no fueron entregados a todas las zonas rurales), la perseverancia de deuda
agraria, el derrumbamiento con el PBI agrario a nivel nacional (en la actualidad, se va
aumentando dicha deuda) y principalmente, el retraso de décadas de agricultura y
tecnología en todo el Perú. En resumen, se podría afirmar que esta situación nos ayuda a
entender de mejor manera al Perú actual; en el sentido, que se hace promesas para al final
no cumplirlas; en otras palabras, promesas falsas que quedarán pendientes a lo largo de la
historia y que se supone en este caso, beneficia a todo el país entero, en especial a los
campesinos. Ahí es donde nace la pregunta, ¿cuál es el punto de prometer algo que
favorecerá absolutamente a todos?, si no se aplica para las demás personas y en lugar de
traernos una nueva vida de mejor calidad y estilo, pasa todo lo contrario. Por lo que, está
reforma la podríamos considerar como una cicatriz que marca a nuestro país y nos ayuda a
nunca olvidar los errores que cometimos en el pasado para evitar repetirlos.
Por todo lo que dije hasta ahora, quisiera hacerles un llamado de atención a cada uno de
ustedes, haciendo hincapié en que si se promete algo, sea cual sea la promesa (algo
beneficioso para muchos), debe cumplirse o tratar de cumplirse a como dé lugar. Tampoco
es justo sinceramente dar falsas esperanzas a quienes esperan algo muy grande en la vida
cuando al final de todo no se cumplen dichas expectativas o ilusiones. Asimismo, quisiera
incentivar en ustedes la idea de la aplicación de los derechos humanos girando en torno al
derecho a la tierra. Por ejemplo, los derechos a la propiedad de tierra y a la conservación
cultural, ya que los indígenas por el hecho de su propia existencia tienen derecho a vivir
libremente en sus propios territorios; la estrecha relación que los indígenas mantienen con
la tierra debe de ser reconocida y comprendida como la base fundamental de sus culturas,
su vida espiritual, su integridad y su supervivencia económica; y para culminar, vuelvo a
recalcar la parte de la vivienda como derecho, puesto que tiene como fin asegurar que
todos los campesinos, incluidas los que no son propietarias, tengan un lugar seguro para
vivir en paz y dignidad. Vale recalcar que inclusive participan los derechos de la
Constitución Política del Perú, puesto que si analizamos la situación de humillación y
maltrato que daban los patrones de clase alta al campesinado, intervienen diferentes
derechos humanos; los cuales son: “A la vida, a su identidad, a su integridad moral,
psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en
todo cuanto le favorece”. Luego, “toda persona tiene todos los derechos y libertades
proclamados en la Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición” (usar PPT para hacer referencia a las organizaciones
que actualmente intervendrían si sucediera algún caso similar de abuso en contra del
indígena). Principalmente sería las acciones que no se tomaban en ese entonces, ya que
los campesinos no eran libres para desenvolverse como deseaban en sus trabajos para la
oligarquía, siendo forzados a oprimir sus formas de ser (realizar costumbres a su cultura,
hablar su lengua natal, etc), y es precisamente por esto que no les permitían tener alguna
libertad, por el simple hecho de pertenecer a otra raza, clase social, religión, idioma,
creencia, entre otros factores; he allí los abusos y maltratos que le generaban a los
indígenas por contar con dichas características en particular.

Por ello, ustedes que son el futuro de este país, son la clave para mejorarlo, y estoy
completamente seguro que a pesar que cometan errores en su camino, jamás cometerá los
mismos que nuestros antecesores y harán del Perú un mejor lugar, con una economía y
política estable, junto al cumplimiento de los derechos humanos en cada grupo de personas
sin hacer excepciones por clases sociales, costumbres, tradiciones, raíces, etc.

Dato curioso:
¿Sabías que…?
La razón principal por la que el quechua se presentó de manera oficial en el gobierno de
Velasco fue porque en un 27 de mayo de 1975, como se recordará, el gobierno del general
Juan Velasco Alvarado, en un acto de patriotismo, oficializó el quechua como idioma
nacional, con el mismo estatus que el castellano. El Decreto Ley Nº 21156 dispuso la
obligatoriedad de la enseñanza del quechua en todos los niveles de la educación peruana,
reivindicando así a uno de los idiomas originarios que constituye un legado de nuestros
antepasados.

Siempre recuerden estas palabras, “la respuesta está frente a nosotros, solo debemos ver
más allá de lo que podemos ver”.
Referencias bibliográficas:
Constitución Política del Perú [Const] Art. 2, 29 de diciembre de 1993.

Domínguez, N. (3 de julio de 2019). ¿Cómo se llevó a cabo la Reforma Agraria de 1969?.


land portal.
https://landportal.org/es/blog-post/2021/02/%C2%BFc%C3%B3mo-se-llev%C3%B3-
cabo-la-reforma-agraria-de-1969

Enterarse. (12 de septiembre de 2019). Reforma Agraria en el Perú: ¿Fue beneficiosa?


[Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=nReHoi4JofA

Euguren, F. (22 de septiembre de 2016). Perú ¿Era necesaria una reforma agraria?. Fondo
Documental Dinámico sobre la gobernanza de los recursos naturales en el mundo.
https://www.agter.org/bdf/es/corpus_chemin/fiche-chemin-694.html

Instituto de Estudios Peruanos (IEP). (19 de septiembre de 2017). Legados de la reforma


agraria peruana [Archivo de Vídeo]. Youtube.
https://www.youtube.com/watch?v=vs3IPeQGPe4

Manrique, N. (17 de diciembre de 2019). La Reforma Agraria, un parteaguas histórico.


IDEHPUCP.
https://idehpucp.pucp.edu.pe/revista-memoria/articulo/la-reforma-agraria-un-parteag
uas-historico/

Ministerio de Agricultura y Riego. (2015). Objetivos de la reforma agraria.


https://www.midagri.gob.pe/portal/objetivos/70-marco-legal/titulacion-agraria-en-el-pe
ru/413-el-proceso-de-reforma-agraria

Ragas, J. (27 de junio de 2009). La Reforma Agraria: un amargo balance (1969-2009).


Historia Global Online.
https://historiaglobalonline.com/2009/06/27/la-reforma-agraria-un-amargo-balance-19
69-2009/

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