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SMAD, Rev. Eletrônica Saúde Mental Álcool Drog. Artigo Original


10(3):126-34
set.-dez. 2014
DOI: 10.11606/issn.1806-6976.v10i3p126-134

Aportes de la teoría psicoanalítica para la comprensión de la


toxicomanía

Angela María Castaño-Peñuela1


Marlene Fagundes Carvalho Gonçalves2

Se trata de una discusión teórica desde la investigación cualitativa, sustentada en un


análisis de la producción teórica que se ha elaborado en el interior de algunas de las
propuestas de intervención en la clínica de las toxicomanías, tomando como punto
de análisis algunas categorías formuladas desde la teoría psicoanalítica. Se pretenden
introducir contribuciones desde el psicoanálisis que permitan cuestionar los abordajes que
se le ha venido dando al fenómeno y establecer alguna tentativa novedosa de intervención
para las toxicomanías. El trabajo es una apuesta por restituir al sujeto en el campo de la
intervención, actualmente centrada en el objeto droga. Esta apuesta por el sujeto permite
establecer una reflexión a propósito del deseo que se organiza en la adicción y posibilita
pensar sobre los modos de satisfacción.

Descriptores: Trastornos Relacionados con Sustancias; Psicoanálisis; Inconsciente


(Psicología)

1
MSc, Profesor, Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá, Colombia.
2
PhD, Profesor Doctor, Escola de Enfermagem de Ribeirão Preto, Universidade de São Paulo, Centro Colaborador de la OMS para el
Desarrollo de la Investigación en Enfermería, Ribeirão Preto, SP, Brasil.

Correspondencia:
Marlene Fagundes Carvalho Gonçalves
Universidade de São Paulo. Escola de Enfermagem de Ribeirão Preto
Departamento de Enfermagem Psiquiátrica e Ciências Humanas
Av. Bandeirantes, 3900
Bairro: Monte Alegre
CEP: 14040-902, Ribeirão Preto, SP, Brasil
E-mail: mgoncalves@eerp.usp.br
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Contribuição da teoria psicanalítica para a compreensão da


toxicomania
Trata-se de uma discussão teórica a partir de pesquisa qualitativa, sustentada em uma
análise da produção teórica elaborada dentro de algumas das propostas de intervenção na
clínica das toxicomanias, tendo como ponto de análise algumas categorias formuladas a
partir da teoria psicanalítica. Pretende-se introduzir contribuições a partir da psicanálise
que permitam questionar as abordagens que se tem dado ao fenômeno e estabelecer
alguma tentativa inovadora de intervenção para as toxicomanias. O trabalho é uma aposta
para restituir o sujeito no campo da intervenção, atualmente centrada no objeto droga.
Esta aposta pelo sujeito permite estabelecer uma reflexão sobre o desejo que se organiza
no vício e possibilita pensar sobre os modos de satisfação.

Descritores: Toxicomania; Psicanálise; Inconsciente (Psicologia).

Contributions of psychoanalytic theory to understanding drug


addiction
This is a theoretical discussion of qualitative research, based on an analysis of the
theoretical output produced in certain proposals for interventions into drug addiction,
analyzing certain categories that have been formulated based on psychoanalytical
theory. The aim is to introduce contributions based on psychoanalysis that enable the
approaches that have been made to the phenomenon to be questioned and to establish a
novel intervention attempt at intervention for drug addiction. The study is committed to
reinstating the subject into the field of the intervention, currently centered on the object,
drugs. This commitment to the subject enables us to reflect on the proposal of the desire
that drives addiction and enables us to think about the ways it can be satisfied.

Descriptors: Substance-Related Disorders; Psychoanalysis; Unconscious (Psychology).

Introducción jeringas, la pérdida del empleo o la deserción es-


colar, entre otros, y su objetivo fundamental no
Los abordajes que se han ocupado de inter- es que el consumidor alcance la abstinencia. Lo
venir sobre el fenómeno de la adicción a sustan- que resulta llamativo es que ambos enfoques se
cias psicoactivas, pueden ser clasificados básica- encuentran centrados en la droga y anulan al su-
mente en dos grupos: el enfoque prohibicionista jeto de su campo de intervención, así como tam-
cuya premisa fundamental es la erradicación del bién el hecho de que en la actualidad parecen no
consumo, para lo cual organizan propuestas te- ser efectivas las formas como se ha venido aten-
rapéuticas dirigidas a suprimir la droga, curar y diendo el fenómeno. En esa media, ¿qué puede
rehabilitar al enfermo; y el enfoque de reducción aportar el psicoanálisis para la comprensión de
del daño, que ha surgido de manera reciente como la adicción y para la clínica de las toxicomanías?
una propuesta política que apunta a disminuir los El fenómeno de las toxicomanías no ha
daños asociados al consumo de sustancias, como sido ajeno al movimiento psicoanalítico que se
la propagación del VIH por el intercambio de ha ocupado de teorizar, a partir de la clínica,

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algunos aspectos que permitan dar cuenta de su experiencia y desde donde se pretenden destacar
etiología y ha elaborado algunas posturas sobre de manera particular la dimensión extraordinaria
un posible abordaje clínico. Hasta el momento que Freud le adiciona al objeto coca.
no hay un consenso en el marco del psicoanálisis En el texto citado, Freud presenta un traba-
que permita dar cuenta de este fenómeno, si es jo a propósito del cloruro de cocaína en el que
que se trata de un síntoma, de una forma del ma- destaca la historia del tóxico, sus efectos medi-
lestar, de un pasaje al acto, de una manifestación cinales, sus propiedades anestésicas, sus efectos
de la pulsión de muerte o si existe alguna estruc- sobre animales y las “bondades” que este ofrece
tura clínica en la que se privilegie la toxicoma- para elevar la fuerza de trabajo en los sujetos.
nía como en la perversión, en la psicosis o en En su desarrollo presenta al cloruro de cocaína
la neurosis. Sin embargo, desde el recorrido que como un objeto digno de acaparar su atención
ya tiene el psicoanálisis frente al tema, es posi- y describe sus efectos con gran fascinación y
ble introducir algunas nociones y categorías que animación, lo que hace pensar que privilegia su
contribuyan a la comprensión de la toxicomanía consumo desde un gran beneficio que le concede
y a la forma en la que se ha venido abordado el al narcótico. Freud sostiene una creencia en una
fenómeno. acción mágica de este objeto y se evidencia que
Ahora bien, cuando se habla de psicoanáli- “El interés personal de Freud por dicha droga,
sis, es difícil e inconveniente dejar por fuera los transmite entusiasmo, euforia e ilusión en sus
planteamientos teóricos de quien fue su inven- poderes resolutivos para todo mal que aqueje.”(2)
tor. En esa medida, se van a introducir algunos Esta es una observación que vale la pena resaltar
elementos planteados por Sigmund Freud sobre en tanto que marca el punto de partida de la per-
la “intoxicación” y a analizar los aportes que cepción de Freud sobre las sustancias psicoac-
contribuyan al estudio de los enfoques desde los tivas, vistas estas como objetos grandiosos pro-
cuales se ha venido abordando el fenómeno. De ductores de diversas sensaciones encantadoras,
igual manera, siguiendo el desarrollo histórico además de ser una poderosa medicina capaz de
del psicoanálisis desde una de sus corrientes, la resolver las más enigmáticas condiciones.
apuesta es por trabajar algunas novedades que Jean Allouch(3) propone que el contexto ex-
han sido introducidas de manera reciente por al- plicativo en el que se enmarca este trabajo inicial
gunos autores de corte lacaniana*. de Freud es en el modelo médico traumático so-
bre el cual era sostenido todo el trabajo médico
Los aportes de Freud sobre la intoxicación durante esa época. Este modelo propone que a
cada afección corresponde la existencia de una
En la prehistoria del psicoanálisis resalta el lesión en algún órgano que permita establecer su
trabajo elaborado por Freud a propósito de los causa, así este órgano no haya sido identificado
efectos del cloruro de cocaína, en el que se puede plenamente. Así para las enfermedades llamadas
ver su interés médico y personal por esta sustan- en esa época enfermedades nerviosas, se suponía
cia. Freud efectuó una serie de experimentos con una lesión por ejemplo en el órgano del cerebro.
la cocaína, introduciéndola sobre su propia per- Contextualizado en este modelo, Freud suponía
sona, lo que le permitió el desarrollo de una serie que la cocaína tenía un efecto sobre la supuesta
de teorías. Esta proximidad con el alucinógeno lesión causa del trastorno. Es así como describe
ocasionó como resultado que le otorgara un lugar en “Über Coca”, las propiedades medicinales de
privilegiado a la cocaína, asunto que se destaca la cocaína para un diverso número de afeccio-
en su particular forma de referirse a la sustancia. nes que aún no tenían una explicación traumáti-
Se pueden entonces resaltar algunos apartados ca establecida, como en el caso de la histeria, la
de su texto titulado “Über Coca”(1) de 1884, tex- melancolía, la inhibición y la hipocondría, entre
to en el que recoge sus reflexiones acerca de esta otras. Para Freud, la cocaína funcionaba como
un poderoso medicamento capaz de contrarrestar
diversas enfermedades, cualidad que establecía a
* Corriente orientada desde las enseñanzas de Jacques la cocaína en un lugar de superioridad respecto
Lacan, psicoanalista francés. a las demás medicinas, en la medida en que sólo

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era necesaria la administración de cocaína para suprimir el sueño sin que se produzcan conse-
curarlas a todas ellas. cuencias desagradables…”(1)
En esa misma vía, Freud planteó que lejos Un aspecto a resaltar es la manera de referir-
de producir la cocaína una adicción, podía ser se a los efectos de la droga como el maravilloso
utilizada como un medicamento para suprimir la poder estimulante que tiene la facultad de per-
dependencia a la morfina o el alcohol, suminis- mitir y no permitir al mismo tiempo: se puede
trada ella en pequeñas dosis. comer y no comer, dormir y no dormir, descrito
“Me parece digno de destacar -y esto lo este aspecto por Allouch como la inexistencia
descubrí en mí mismo y en otros observadores del límite en el consumo. En la misma vía, la
capaces de juzgar tales aspectos- que ni una cocaína se presenta como aquello que excluye
primera dosis ni una serie repetida de dosis de la imposibilidad, la que evita que sobrevenga el
coca producen un deseo incontenible de volver desfallecimiento, planteada así desde un lugar
a utilizar el estimulante; por el contrario, lo que imaginario que le otorga al sujeto aquello que le
se siente es cierta aversión inmotivada contra la hace falta. Freud describe a la cocaína como un
sustancia.”(1) objeto con características superiores que harían
Desde el inicio de su acercamiento al cloruro de él un objeto de fascinación amorosa. De lo
de cocaína, Freud no le otorga a la sustancia la que se trata entonces, es del sentido que el sujeto
capacidad de generar adicción, pero si se mues- le otorga a la sustancia, para convertirla imagi-
tra deslumbrado por las facultades que de ella nariamente en un poderoso objeto capaz de crear
procura. la ilusión de no necesitar nada más. Visto así el
Freud describe ampliamente los efectos de fenómeno, la adicción no sería una enfermedad
la cocaína sobre el cuerpo humano, de los cuales crónica, sino un sistema de relación del sujeto
sólo se resaltarán algunos para el análisis que acá con un objeto construido imaginariamente, orga-
se propone. Argumenta que el cloruro de cocaína nizado desde un sentido que el sujeto le confiere
en dosis de 0,05 a 0,10 miligramos produce una al tóxico.
sensación de optimismo que no presenta ninguna Lo que se concluye entonces de este episo-
diferencia con la euforia normal de una persona dio sobre la cocaína que presenta Freud en la
sin haber consumido y la explicación que favore- prehistoria del psicoanálisis, es que la sustancia
ce para este fenómeno es que no hay un estímulo vista como un objeto poderoso es una construc-
directo de la coca sobre el cuerpo en la manifes- ción imaginaria; se trata de una ilusión fabricada
tación de la euforia, sino que esta permite que por el sentido que le otorga el sujeto al narcótico
desaparezcan los elementos causa de la depresi- y el lugar que le autoriza tanto en su economía
ón que impide su expresión. Más interesante aún psíquica como en su deseo.
es el papel antagónico que le otorga al tóxico: Ahora bien, las reflexiones de Freud sobre
“Durante esta fase de los efectos de la coca- el tema de la intoxicación no se detienen en
ína, que no se distingue por nada más, aparecen esta prehistoria del psicoanálisis, sino que se si-
los síntomas que han sido generalmente descri- guen consolidando a lo largo de su obra. Vale la
tos como el maravilloso poder estimulante de la pena destacar que al igual que en “Über Coca”,
coca. Es entonces cuando es posible realizar pro- la aproximación a las sustancias psicoactivas
longados trabajos intensos, tanto mentales como es en el plano del consumo, por ahora no de la
físicos, sin sentir fatiga. Es como si la necesidad adicción.
de comer y dormir, que sin la coca se hacen sen- Freud dedica varias obras para pensar la
tir de forma perentoria en determinados momen- relación del sujeto con la cultura y las conse-
tos del día, quedara completamente eliminada. cuencias que de esta relación pueden deducirse.
Mientas duran los efectos de la cocaína, si uno Ciertamente, Freud afirma que en los padeci-
lo desea puede comer copiosamente y sin asco; mientos del sujeto existe una doble determina-
pero se tiene la clara sensación de que la comi- ción: lo inconsciente y la cultura. Esta doble de-
da es innecesaria. Del mismo modo, cuando el terminación agrega un elemento importante para
efecto de la coca empieza a decaer, nada le impi- la discusión que en este texto se sostiene, ya que
de a uno dormirse, pero también resulta posible adicional a la particularidad del sujeto, también

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juega un papel importante el aporte de la cultura una alternativa para sobrellevar lo gravoso de la
desde donde el sujeto construye su padecimiento vida y catalogadas como un calmante. De lo que
en relación con las posibilidades que ésta ofrece. se trata es de una salida para sobrellevar el ma-
Uno de los textos célebres de Freud en el lestar inherente a la vida y al lazo social.
que piensa la civilización y sus consecuencias Siguiendo por esta vía de la intoxicación,
es “El Malestar en la cultura” (1930 [1929]), Freud avanza en su desarrollo.
donde adicionalmente recoge una reflexión so- “…los métodos más interesantes de preca-
bre el papel de la intoxicación para el sujeto, re- ver el sufrimiento son los que procuran influir
flexión que implica grandes alcances y aportes. sobre el propio organismo. Es que al fin todo
En el texto, Freud sostiene que la finalidad de sufrimiento es sólo una sensación, no subsiste
la vida es la búsqueda de la felicidad la cual se sino mientras lo sentimos, y sólo lo sentimos a
presenta organizada desde dos aspectos: por un consecuencia de ciertos dispositivos de nuestro
lado la ausencia del dolor y del displacer, y por organismo. El método más tosco, pero también
otra parte el vivenciar intensos sentimientos de el más eficaz, para obtener ese influjo es el quí-
placer. Pero argumenta que de manera desafor- mico: la intoxicación. No creo que nadie haya
tunada, la felicidad es una conquista irrealizable penetrado su mecanismo, pero el hecho es que
puesto que su programa entra en discordia con el existen sustancias extrañas al cuerpo cuya pre-
mundo entero, tanto con el macrocosmos, como sencia en la sangre y los tejidos nos procura sen-
con el microcosmos. Frente a estas palabras tan saciones directamente placenteras, pero a la vez
contundentes, Freud agrega que la felicidad es alteran de tal modo las condiciones de nuestra
simplemente posible como un fenómeno episó- vida sensitiva que nos vuelven incapaces de reci-
dico. Pero, ¿por qué argumenta Freud que la per- bir mociones de displacer.”(4).
manencia de la felicidad es imposible?, puesto Es importante destacar que Freud había
que identifica tres fuentes de sufrimiento siem- planteado la felicidad en dos vías: el sentir placer
pre presentes en la vida de los seres humanos: y el evitar el displacer, razón por la cual Freud le
“Desde tres lados amenaza el sufrimiento; otorga un valor privilegiado al tóxico en la bús-
desde el cuerpo propio, que, destinado a la rui- queda de la felicidad puesto que éste es capaz de
na y la disolución, no puede prescindir del dolor cumplir con los dos objetivos que le subyacen.
y la angustia como señales de alarma; desde el Freud continúa con su desarrollo:
mundo exterior, que puede abatir sus furias so- “Lo que se consigue mediante las sustancias
bre nosotros con fuerzas enormemente potentes, embriagadoras en la lucha por la felicidad y por
despiadadas y destructoras; por fin, desde los el alejamiento de la miseria es apreciado como
vínculos con otros seres humanos. Al padecer un bien tan grande que individuos y aun pueblos
que viene de esta fuente lo sentimos tal vez más enteros les han asignado una posición fija en su
doloroso que a cualquier otro;…”(4) economía libidinosa. No sólo se les debe la ga-
Frente a esas tres fuentes de sufrimiento, el nancia inmediata de placer, sino una cuota de in-
ser humano busca la manera de sobrellevar estos dependencia, ardientemente anhelada, respecto
padecimientos. del mundo exterior. Bien se sabe que con ayu-
“La vida, como nos es impuesta, resulta da de los “quitapenas” es posible sustraerse en
gravosa: nos trae hartos dolores, desengaños, cualquier momento de la presión de la realidad y
tareas insolubles. Para soportarla, no podemos refugiarse en un mundo propio, que ofrece mejo-
prescindir de calmantes. (…) Los hay, quizá, res condiciones de sensación. Es notorio que esa
de tres clases: poderosas distracciones, que nos propiedad de los medios embriagadores determi-
hagan valorar en poco nuestra miseria; satisfac- na justamente su carácter peligroso y dañino.”(4)
ciones sustitutivas, que la reduzcan, y sustancias De esta reflexión de Freud se pueden deri-
embriagadoras que nos vuelvan insensibles a var algunas consecuencias. Se había manifesta-
ellas.”(4) do previamente que Freud le otorgaba al lazo so-
Aparece acá una primera referencia de Freud cial la cualidad de ser productor de sufrimiento
a propósito de las sustancias que influyen sobre y ahora manifiesta que el tóxico le ofrece al ser
el cuerpo y alteran su química, vistas estas como humano la capacidad de independencia. Esto es

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algo fundamental en la medida en que se plantea textos que estos estados son sentidos sin necesi-
que por medio del tóxico existe la capacidad de dad de la sustancia tóxica.
escapar de los sufrimientos de la realidad, y ya Freud trata la intoxicación en dos facetas
Freud también había dicho que una de las mane- distintas en cada texto, facetas que pueden estar
ras de sobrellevar el sufrimiento es volverse ere- relacionadas entre sí. En “Über coca” se trata es
mita. Aún más interesante es el doble sentido que de un problema con el deseo. La sustancia es pre-
le otorga Freud al tóxico: por un lado es el re- sentada como un objeto supremo que le ofrece al
medio para soportar el malestar que proviene de sujeto la posibilidad de no necesitar nada más.
las tres fuentes de sufrimiento, pero también este Con la droga se puede prescindir de comer, de
remedio puede convertirse en un veneno para el dormir, del afecto, de la compañía, del trabajo,
sujeto que consume. De esta manera, es presen- del descanso, etc., puesto que ésta queda ubicada
tado el tóxico como remedio y veneno y es por en el lugar de aquel objeto total que el sujeto re-
esto que algunos autores le otorgan el nombre de quiere para sentirse feliz. Una vez se posee este
Farmakón(**) para dar cuenta de aquella sustancia objeto preciado no se desea nada más. En cuanto
que encierra su propio contrario(5). a “El malestar en la cultura”, se manifiesta a tra-
Ahora bien, adicionalmente Freud presenta vés del tóxico una salida al dolor, al sufrimiento
una pequeña reflexión en la que argumenta que que trae la vida. El objeto droga ofrece la felici-
en nuestro cuerpo debe existir alguna sustancia dad. Entonces se presenta aquí la abolición del
que provoque un efecto parecido al de la droga deseo vía la ilusión de estar completo, y el trata-
administrada sobre el cuerpo, puesto que se co- miento sobre el dolor vía la satisfacción.
noce de un estado en el que el sujeto sostiene Es importante destacar que si bien Freud le
el comportamiento de alguien embriagado sin confiere al tóxico un papel importante, lo que
que se haya introducido algún tóxico, y este es el está en juego en cada uno de los textos es la no-
estado de manía***. Esta idea de Freud también ción de sujeto, y la droga es puesta en escena
permite dar cuenta del por qué desde el psicoa- simplemente como un medio para obtener la sus-
nálisis se habla de toxicomanía y no de drogode- pensión del deseo y alcanzar la satisfacción.
pendencia, farmacodependencia, drogadicción,
etc., puesto que de lo que se trata es de describir Algunas categorías de análisis para la
un estado de manía provocado por la introducci- comprensión del fenómeno
ón de un tóxico, en donde además se manifiesta
una preocupación caprichosa por acceder a dicho Sujeto
tóxico.
Tras la revisión de estas dos obras de Freud, Uno de los aportes que ha introducido el psi-
se puede ahora cotejar una con la otra en la vía coanálisis es la noción de sujeto. Este concep-
de extraer las tesis centrales que en ellas se sos- to acuñado por el psicoanalista francés Jacques
tienen para dar cuenta de qué ocurre con el sujeto Lacan, da cuenta de la determinación incons-
del consumo. En primera instancia se resalta que ciente que rige la vida de los seres humanos. Esta
en ambos textos Freud puntualiza dos estados determinación inconsciente es organizada desde
emocionales en el sujeto a los que atribuye un los primeros años de vida del niño, por lo cual,
proceso corporal intrínseco que va más allá de la se está sujeto a la propia historia y a la historia
introducción de la droga: la Euforia y la Manía. de los antecesores.
De manera precisa Freud argumenta en ambos Al decir que se está determinado por el in-
consciente, es un equívoco pensar que el psi-
coanálisis intenta evadir al sujeto de la res-
ponsabilidad de sus actos, todo lo contrario, el
** Carácter que se le ha reconocido a ciertas sustancias
psicoanálisis plantea que el sujeto está en juego
desde la antigüedad griega. Tomado de “El Fedro”
de Platón, en donde el tóxico es al mismo tiempo un en absolutamente todos los acontecimientos de
veneno y un remedio. su vida, y está en juego de una manera que da
*** Especie de locura, caracterizada por delirio general, la apariencia de ser ajena. Ya le decía Freud a
agitación y tendencia al furor(6) su célebre paciente Dora(7): ¿qué tiene que ver

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con aquello de lo que se queja?, situando de esta órgano manipulable. En esa medida, se trata en
manera su responsabilidad subjetiva. los abordajes y modelos de comprensión que se
Esto es algo fundamental para la compren- han constituido a propósito del consumo, de la
sión del tema que se está abordando, puesto que psique como un órgano intoxicado (5).
esta introducción de la noción de sujeto implica Otro elemento heredero de los discursos so-
el paso de considerar al “paciente” en un lugar ciales que llama la atención, es el hecho de que
pasivo, para ubicarlo en un lugar activo. En el el paciente se presente desde su consumo: “soy
caso de la toxicomanía, no se trata entonces de adicto”, “soy marihuanero”, “soy cocainómano”,
una víctima de las drogas, sino de un sujeto acti- etc., enunciado que lo define como sujeto, don-
vo que por alguna razón construyó una relación de el síntoma se manifiesta adscrito al yo. Esto
muy particular con el objeto droga; he ahí la res- mantiene sus dificultades para la clínica, puesto
ponsabilidad subjetiva. En esa medida, no se tra- que el sujeto no es un hombre o una mujer, un
ta entonces de un relación entre causa y efecto, hijo, un padre, un amigo, un trabajador, un sujeto
sino que entre la causa y el efecto hay un sujeto con deseos, sueños, dificultades, síntomas, sino
que hace algo con aquellas cosas que el medio que es un toxicómano representado por lo que
le ofrece. consume.
En este panorama, una de las dificultades
que se encuentra en las formas de abordaje tra- Etiología de la toxicomanía
dicional, es la anulación del sujeto del marco
de comprensión e intervención. Se trata en es- Ahora bien, después de haber introducido la
tos abordajes de la droga como un ente activo, noción de sujeto, veamos qué puede aportar el
con poder sobre un sujeto pasivo. La sustancia psicoanálisis para la comprensión del fenóme-
es presentada como un espíritu maligno(5) que se no, dando continuidad a lo ya trabajado desde la
apodera del cuerpo del sujeto quien se convierte perspectiva de Freud.
en su servidor, creándose una dependencia física Como se había señalado previamente a pro-
y psíquica. Si bien no se desconoce que las sus- pósito de las reflexiones que Freud establece, en
tancias tienen un efecto sobre el cuerpo, presen- la clínica se pone en evidencia que hay un punto
tada así la droga, queda excluido el sujeto de su central del deseo que se juega en la toxicomanía.
acto de consumo. El psicoanálisis propone que el sujeto es un ser
Freud desarrolló un trabajo a lo largo de su deseante, pero alcanzar el deseo es una empresa
vida para exponer los hallazgos clínicos a propó- irrealizable, puesto que el deseo siempre se des-
sito de la psique. La describió como un aparato liza de un lado al otro. Lacan(9) propone que el
complejo, morada del inconsciente, a la que no deseo surge por el hecho de asumir la castración,
se le podía atribuir un espacio físico u órgano es decir, por aceptar que no estamos completos
que la representara(8). Este aparato psíquico será y que no hay nada que nos complete, no existe
aquel proceso mediante el cual se enuncia la ló- algo que nos colme plenamente, que nos haga
gica del funcionamiento del inconsciente, lo que pensar que no existe nada más. El sujeto perma-
más adelante servirá como punto de apoyo para nece en la búsqueda de un objeto que le haga
que Jacques Lacan estructure el concepto “sujeto sentir plena satisfacción, pero siempre deviene
del inconsciente”, término con el que no contó la desilusión, porque aquel anhelado objeto no
Freud para sus desarrollos. Ahora bien, “…esta existe, a pesar de que el sujeto intente otorgarle
creencia en una omnipotencia del “Farmakon- a un objeto algunas cualidades de las que carece,
sustancia”, que trata a la psique como si fuera como es el caso de la pareja amorosa.
un órgano, ¡puede muy bien aparecer como una Parece que algo distinto se presenta en la to-
tentativa de eliminar el sujeto que es precisa- xicomanía, puesto que el sujeto tiene la sensa-
mente asunto del psicoanálisis!”(5). La tentativa ción de haber encontrado aquel objeto perdido
actual es ubicar en el mismo plano a la psique y que lo colmaría y que le permitiría prescindir de
al cerebro, reduciendo todos los procesos men- todos los demás, manifestando así la no circula-
tales y de pensamiento que ocuparon a los filó- ción del deseo. Es esta la ilusión que se genera
sofos, a Freud y a otros pensadores, a un simple en la adicción.

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“…Como si estuvieran absorbidos por el tra- Quisiera plantear entonces con más fuerza la
tamiento de un organismo, muchos toxicómanos idea de que hay algo del deseo que se juega en
ya no se interesan por sus objetos de amor ni aún la toxicomanía, y esto tiene una fuerte implica-
por sus propias necesidades. Si el deseo sexu- ción en lo subjetivo. “Se trata de una detenci-
al parece haberse ausentado, según sus propios ón del deseo que anestesia el sufrimiento”(5). Ya
dichos, también el hambre deja de manifestarse. decía Freud en lo anteriormente citado, que no
En efecto, cuando ciertos toxicómanos se retiran hay nada dispuesto ni en el macrocosmos ni en
así del mundo para entregarse a un tratamiento el microcosmos para poder alcanzar la anhela-
incesante de su propio cuerpo, tratan de consti- da felicidad. La implicación que esto tiene sobre
tuir una forma de narcisismo que sólo les traiga la subjetividad, es que consecuentemente con la
satisfacciones alucinatorias.”(5). suspensión del deseo que se juega en la adicción,
El sujeto parece capturado en un goce “auto el toxicómano parece abandonar su condición de
erótico” que le ofrece independencia del mun- sujeto deseoso.
do exterior, de sus propias necesidades y de sus
objetos de amor. Prueba de ello es la queja en la Consideraciones finales
abstinencia como lo refiere Le Poulichet. Los su-
jetos en recuperación relatan sentir que algo les Freud propone que descifrar el inconsciente
hace falta, que han perdido algo y dicha pérdida es como el trabajo de un arqueólogo que tiene
les genera dolor. “Y es sin duda una forma de que excavar capaz y capaz cada vez más pro-
desvalimiento la que se manifiesta cuando falta fundas para poder encontrar ese objeto precioso
el tóxico, como si el cuerpo, en lugar de mode- que yace sumergido tras un mar de historia. Para
larse en las cadenas significantes, demandara la el caso de las toxicomanías, se trata de trabajar
restitución de un órgano que “ligara” las excita- aquello que se encuentra ubicado detrás de la
ciones.”(5). El sujeto toxicómano tiene la ilusión metáfora del consumo, descubrir a qué corres-
de haber construido un órgano que le permite ponde ese acto.
suprimir el deseo y eliminar el dolor, es esta pre- En esa medida, se pueden intentar establecer
cisamente la operación del tóxico, una forma de algunos parámetros que permitan dar cuenta de
prescindir de la castración. un posible abordaje. En la clínica de las toxico-
No se trata entonces de los poderes del ob- manías se evidencia la necesidad de centrar toda
jeto, sino de la construcción imaginaria que el la intervención en el sujeto, en sus constructos,
sujeto elabora para cubrir su falta. En consecuen- en sus sentidos y en su historia. Desde esa pers-
cia, se entiende la razón por la cual algunos tra- pectiva la importancia no está en si el sujeto con-
tamientos se ocupan de sustituir el objeto droga sume o no, en qué consume, en la frecuencia con
por otro objeto con cualidades supremas. que consume, sino en el sentido que él le otorga
El psicoanálisis propone que el sujeto es a ese consumo, en qué le beneficia, en cómo lo
constituido desde una falta estructural que le percibe.
brinda la posibilidad de desear, puesto que se de- Se trata de hacer protagonista al sujeto para
sea solamente aquello que no se posee. En esa que trabaje sobre su historia, sobre sus pensa-
medida, los seres humanos organizamos nuestra mientos, sobre sus sentidos y sin-sentidos, sin
vida a partir de una serie de sueños en lo afecti- la pretensión de curar, de ayudar, de resolver un
vo, laboral, académico, económico, social, etc., problema, sino de abrir un espacio para que el
que funciona como un motor para vivir cada día sujeto construya un saber particular en torno a
y que se desarrolla de manera inconsciente con su acto de consumo. “En lugar de tratar de (curar
el interés de poder eliminar aquella falta que le la toxicomanía), nos vemos entonces llevados a
es íntima a la condición de sujeto. Pero la condi- hacer surgir nuevas formaciones que figuren las
ción misma del deseo como es concebida desde preguntas fundamentales del sujeto”. (10)
la teoría psicoanalítica, implica que nunca será Se trata también de un trabajo sobre el deseo,
alcanzado, puesto que no existe alguna cosa que sobre su posición como sujeto, un trabajo enca-
le corresponda y que permita colmarlo de mane- minado a ubicar la responsabilidad subjetiva. Se
ra plena. trata de una clínica del sujeto del inconsciente,

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dividido por la falta, por la incompletud, por la 2. Fleischer D, Warjach D. Freud y el episodio de
incapacidad de encontrar algún elemento que la cocaína. Un criterio de delimitación del campo
permita la correspondencia entre el goce espera- de las adicciones y su cura. Comunidad Russel.
do y el goce alcanzado. Inédito; 2007.
Entender la toxicomanía como una cons- 3. Allouch J. Letra por letra. Trascribir, traducir,
trucción subjetiva que tiene un sentido particular transliterar (1984). México: Editorial Epeele;
para aquel que consume, ya sea una formación 2009. 309 p.
sintomática o un acto, implica un cambio en la 4. Freud S. El malestar en la cultura (1930 [1929]).
posición del terapeuta, una modificación en la 2. ed. Buenos Aires: Amorrortu Editores; 2007.
forma como se acerca al fenómeno y al sujeto 290 p. Obras completas v.21.
adicto. Este cambio de posición implica dejar de 5. Le Poulichet S. Toxicomanías y psicoaná-
concebir la adicción como un problema, como lisis. Las narcosis del deseo. Buenos Aires:
un flagelo, como algo inmoral, como cuestión de Amorrortu; 1987.
locos o de enfermos, para dar lugar a pensarla 6. Diccionario de la Real Academia Española. 22
como un fenómeno subjetivo construido en el edición. Madrid; 2001.
marco de las posibilidades que la cultura ofrece. 7. Freud S. Fragmento de análisis de un caso de
De igual manera, ubicar al sujeto en el centro de histeria. (1905 [1901]). Buenos Aires: Amorrortu
la intervención, implica también entender que es Editores. Obras completas v.7.
el sujeto toxicómano aquel que puede enseñar- 8. Freud S. Proyecto de psicología. (1950 [1895]).
nos algo sobre el acto del consumo por la vía de Buenos Aires: Amorrortu editores. Obras com-
la palabra. Dicho esto es necesario plantear una pletas v. 1.
dificultad, puesto que la complejidad en la clí- 9. Lacan J. Del Trieb de Freud y del deseo del
nica de las toxicomanías proviene del hecho de psicoanalista. Buenos Aires; 1964. Escritos 2.
que en muchos casos el sujeto no quiere ayuda, Versión Folio Views.
no tiene la intención de hablar sobre su acto o no 10. Roudinesco E, Plon M. Diccionario de
cree en el lazo que el terapeuta le ofrece. conceptos, términos y personalidades en
Ahora bien, hay otro factor que es importan- Psicoanálisis. Paidós: Buenos Aires; 1998.
te tener presente sobre el fenómeno y es la rela- Versión Folio Views.
ción entre la toxicomanía y la cultura. La toxico-
manía no es un fenómeno que se ha desarrollado
de manera aislada de la cultura, puesto que la so-
ciedad de consumo ha cambiado nuestra relación
con los objetos y nuestras formas de satisfacción,
invitando constantemente a través de anuncios
publicitarios a la satisfacción en el exceso. Esta
transformación cultural ha tenido incidencia en
las nuevas formas del malestar y ha dado lugar a
la aparición de nuevos fenómenos.
Igualmente, considerar el fenómeno relacio-
nado con el discurso imperante en cada época
implica también un cambio en la postura del te-
rapeuta, puesto que ya no sería considerado una
enfermedad, un flagelo, un problema, sino una
alternativa que el sujeto construye para enunciar
su malestar frente al lazo social.

Referencias

1. Freud S. Sobre la cocaína. Barcelona: Editorial Recebido: 11.07.2013

Anagrama; 1884. Aceito: 24.04.2014

www.eerp.usp.br/resmad

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