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Rango Dinámico

Antes de comenzar a ver cómo es que se mide la luz de una escena para lograr una
correcta exposición, es necesario que entiendas que es el rango dinámico y porque es
tan importante a la hora de lograr una correcta exposición:

El rango dinámico mide la cantidad de tonos claros y oscuros que tu cámara es capaz de
capturar en una misma fotografía, es decir, es la capacidad que tiene la cámara para
obtener detalles en ambas zonas de una fotografía, las luces y las sombras. El rango
dinámico establece la cantidad de matices tonales que tu cámara es capaz de capturar.

Presta atención a la siguiente fotografía: en ella conviven dos situaciones opuestas, una
zona muy clara y la otra muy oscura. Este
tipo de situaciones son imposibles de resolver
por las cámaras digitales por lo que no serán
capaces de ofrecerte detalle en ambas zonas
al mismo tiempo debido a que su rango
dinámico, no es lo suficientemente amplio.
No tendrás otra alternativa que inclinarte por
obtener detalle en una zona o en la otra:
detalles en las sombras y luces quemadas o
detalle en las luces y sombras muy oscuras.

Cuanto mayor sea el rango dinámico de tu cámara mayores detalles será capaz de
capturar y por ende mejor será la calidad de las fotografías finales, eso sí, siempre y
cuando realices una correcta medición y exposición de la escena para aprovechar todo
su potencial. No te preocupes! Sigue leyendo y aprenderás cómo hacerlo!

Exposición
Exponer es la acción mediante la cual permites que una determinada escena se imprima,
es decir sea capturada por un material sensible. En la fotografía analógica, el material
sensible es la película y en la fotografía digital, el sensor.

Al contrario de lo que pueda parecerte, la exposición no es el tiempo que la fotografía se


expone a la luz: el tiempo es solo una de las tres variables controlan la entrada de luz al
plano focal (sensor) para lograr una correcta exposición:

1. Sensibilidad ISO: indica la cantidad de luz necesaria para poder tomar una
fotografía: cuanta mayor luz haya en la escena, menor será el valor ISO necesario y
viceversa. En la fotografía analógica para cambiar la sensibilidad ISO había que
cambiar de película, pero en la era digital, es posible ajustarla desde el menú.

Tal como te comente en el artículo “24 formas de conseguir fotos super nítidas”, si
elevas demasiado la sensibilidad ISO, tus fotografías tendrán mayor ruido, menor
nitidez y por lo tanto menor calidad. Utiliza valores ISO altos solo cuando no te quede
otra alternativa, es decir, cuando no puedas lograr una correcta exposición compensando
la “falta de luz” producto de utilizar un ISO bajo mediante las otras dos variables:
disminuyendo la velocidad de obturación o abriendo el diafragma.
2. Apertura de diafragma: el diafragma es un dispositivo que se encuentra dentro del
objetivo de tu cámara y que permite controlar la cantidad de luz que llega al plano focal
(sensor), junto con la velocidad de obturación, y al mismo tiempo, regular la
profundidad de campo de la fotografía, es decir, que saldrá en foco y que no.

Cuanto más cierres el diafragma (f/16), mayor profundidad de campo obtendrás en tus
fotografías (mayor nitidez) pero menor luz llegada hasta el sensor, debiendo compensar
la falta de esta o aumentando la sensibilidad ISO o bien disminuyendo la velocidad de
obturación. Cuanto más lo abras (f/1,8), menor será la profundidad de campo (mayor
desenfoque o bokeh) y más luz llegará al sensor, pudiendo utilizar valores ISO más
bajos y velocidades de obturación más rápidas.

3. Velocidad de obturación: es el tiempo que el obturador permanece abierto


permitiendo que la luz llegue hasta el sensor. Cuanto mayor sea la velocidad de
obturación (1/1000), menor será la luz que llegue al sensor, y cuanto menor sea la
velocidad (1”), mayor será la luz que logre atravesar el obturador.

Ajustando la velocidad de obturación no solo lograras fotografías más claras o más


oscuras, sino que además podrás trasmitir la sensación de movimiento utilizando
velocidades muy lentas o bien mediante velocidades muy rápidas, serás capaz de
congelar completamente una escena.

¿Cómo logras equilibrar las 3 variables de la exposición?

Una excelente herramienta que te ayudara a lograr fotografías correctamente expuestas


es la llamada “reciprocidad” que no es más ni menos que una regla con la cual
obtendrás una misma exposición (fotografía) con distintas combinaciones de velocidad,
apertura y sensibilidad ISO. No, no entres en pánico aun! Aquí te la explico:

Ley de Reciprocidad: las 3 variables para lograr una correcta exposición no tienen una
combinación única, sino que puedes ajustar cada una de estas de modo diferente y
lograr exactamente la misma exposición.

Observa la siguiente imagen:

En la misma podrás ver distintas


combinaciones de apertura de diafragma y
velocidad de obturación que darán como
resultado una misma exposición, es decir,
la misma fotografía ni más ni menos
expuesta, igual.

Cómo Equilibrar las Variables de


Exposición

Una forma muy sencilla de obtener la


misma exposición con distintas
combinaciones de ISO, velocidad y
diafragma es haciendo “dobles y mitades”. ¿Qué quiere decir esto? Es muy sencillo
presta atención:

Si dejas la apertura del diafragma fija, puedes obtener una misma exposición
modificando tanto la sensibilidad ISO y la velocidad de obturación de la siguiente
manera:

La exposición en todos los casos será la misma: si duplicas la sensibilidad ISO, para
lograr la misma exposición podrás aumentar la velocidad al doble y aun conservar la
misma exposición en tu fotografía.

Lo mismo ocurre si fijas la sensibilidad ISO y modificas la velocidad y la abertura del


diafragma:

En todas las combinaciones obtendrás, nuevamente, la misma exposición. Fíjate que


esta vez la relación entre ambas es inversa: al cerrar el diafragma deberás de disminuir
la velocidad de modo de lograr compensar la entrada de luz al sensor.

La última relación que queda por ver es fijando la velocidad de obturación, obtener la
misma exposición modificando la sensibilidad ISO y la abertura del diafragma, para
obtener la misma fotografía final.

La ley de reciprocidad es extremadamente útil: con ella podrás ajustar los parámetros de
la toma a realizar de una manera más consiente y controlada sacándole el máximo
provecho al poder de tu cámara.

La clave para que puedas entender a la perfección como funciona es tomando tu cámara
y haciendo tú mismo las pruebas con cualquier objeto que tengas a mano. Toma
cualquier de los ejemplos que te comente anteriormente y ponte a sacar fotos.

¿Cuándo una fotografía está correctamente expuesta?

Una fotografía está correctamente expuesta cuando el sensor es capaz de capturar la


mayor cantidad de información (luz) y tonos (rango dinámico) que su capacidad le
permite. Imagínate que tienes una cámara capaz de tomar fotos en una resolución de 18
mega pixeles, pero tú disparas solo en 8: estarías desperdiciando el potencial de tu
cámara para trabajar con mejores resoluciones.

Lo mismo ocurre con la luz: si tu cámara es capaz de capturar mucha más luz de la que
tú, ajustando las 3 variables de la exposición le permites, estarás desperdiciando
muchísima información que el sensor es capaz de capturar, pero que tu estas dejando
afuera.

3 Exposiciones

La fotografía del medio está


correctamente expuesta, quizás no sea
el resultado final que quieres para la
misma, pero se logró aprovechar casi
la totalidad de la capacidad del sensor
para registrar luz, es decir, se
aprovechó al máximo su rango
dinámico. Una vez hayas logrado una
correcta exposición, podrás editarla*
en el ordenador sin perder calidad.

Si sobre o sub expones tus


fotografías, estarás sacrificando muchísima información valiosa, que no podrás
recuperar luego mediante la edición, por lo que si una vez en el ordenador quieres
“aclarar” o “oscurecer” las fotografías, les restaras mucha calidad ya que el ordenador
tendrá que “inventar” información donde no la hay.

*editar es solo ajustar ciertos parámetros como la exposición, la luminancia y las


sombras en el ordenador a diferencia del retoque en donde se modifica directamente la
escena alterando la misma.

Lograr una correcta exposición te será más fácil si aprovechas las siguientes
herramientas que tienes al alcance de tus dedos (en tu cámara):

• Exposímetro: es el encargado de medir


la “cantidad de luz” necesaria para que
una fotografía salga expuesta de manera
correcta. Una vez recibe la luz reflejada
por todos los elementos de la escena,
calcula un valor promedio de los todos
los tonos, claros y oscuros, y ajusta los
valores de velocidad, apertura y
sensibilidad ISO para poder obtener una
fotografía correctamente expuesta (esto
no es tan así pero lo entenderás luego).

En los modos automáticos o semi


automáticos resulta fundamental ya que es la cámara quien decide cuales son los
parámetros de exposición correctos para cada toma, en cambio sí disparas en modo
manual, podrás utilizarlo para medir la luz de la escena y ajustar estos parámetros tú
mismo.

Su uso es muy sencillo: mediante el signo “+” o “-“ te indicara si la escena se encuentra
sobre o sub expuesta respectivamente.

• Histograma: es un gráfico que muestra cómo están distribuidos todos los tonos de una
fotografía, ya sean grises o no (colores RGB: azul, rojo y verde) de acuerdo al rango
dinámico que es capaz de captar tu cámara.

En este podrás observar que cantidad de pixeles claros, medios y oscuros hay en tus
fotografías, es decir, como está expuesta la misma. Una fotografía está correctamente
expuesta cuando se aprovecha al máximo la capacidad de su sensor para captar tonos y
esto es cuando, no solo no quedan partes fuera del rango que es capaz de captar tu
cámara, sino que también cuando el histograma esta lo más “derecheado” posible, es
decir, lo más pegado al borde derecho posible.

En la era digital de la fotografía, cuantos más tonos claros logres capturar (histograma
más orientado a la derecha posible) menor pérdida de calidad sufrirán tus fotografías,
incluso luego de la edición.

Histograma

Consulta el manual de tu cámara para


conocer cómo visualizar el histograma
una vez tomadas tus fotografías, o
bien, si es que tu cámara lo permite,
visualizarlo en vivo a través de la
pantalla o “live view” al momento de
realizar tus tomas.

Paso a paso para una correcta exposición:

Si bien cada fotógrafo tiene su método para


lograr una exposición correcta, es probable que
al principio te sientas un poco perdido y no
sepas por donde comenzar. Es normal que te
sientas un poco abrumado, nadie nació sabiendo.
A continuación te dejo un paso a paso para que
puedas utilizarlo como guía hasta que te vuelvas
un maestro en ello:

1. Selecciona el modo de tu cámara en


Manual.
2. En el menú de tu cámara selecciona el área de medición de la luz en puntual.
3. Ajusta el valor ISO de acuerdo a como tu cámara procese el ruido y a tu
tolerancia a este.
4. Ajusta el diafragma o la velocidad de obturación de acuerdo al tipo de fotografía
que quieras lograr: dinámica o estática. Si vas a fotografiar un paisaje, ajusta el
diafragma de modo de obtener mayor profundidad de campo y que la foto salga
lo más nítida y en foco posible.
5. Para ajustar el valor de exposición que te falte, debes realizar una medición del
tono más claro de la escena.
6. Una vez tomada tu fotografía, échale un vistazo a como ha quedado en la
pantalla de tu cámara pero en el modo “histograma”. En este podrás ver cómo
han quedado los todos claros y oscuros distribuidos en tu fotografía.

¿Por qué no utilizar los modos predefinidos por tu cámara?

Todas las cámaras de fotos vienen equipadas con lo que se conoce como “fotómetro”,
que es el encargado de “medir la cantidad de luz” en las escenas que vas a fotografiar.
Este fotómetro capta la luz que es reflejada por los objetos hacia la cámara y mide su
intensidad de modo de ajustar automáticamente la exposición para la toma, si utilizas
los modos predefinidos.

El problema comienza aquí: dicho fotómetro esta calibrado para capturar la luz de una
escena como si todos los objetos de esta fueran “GRIS MEDIO”, que es algo así como
un promedio entre los tonos claros y oscuros que pueden presentarse en una escena.

Más allá que el exposímetro de tu cámara te indique que la exposición es la correcta


puede que, en situaciones muy claras o muy oscuras, te indique que la fotografía este
sobre o sub expuesta cuando en realidad no lo está.

Otro problema aun mayor que el anterior es que, el fotómetro de tu cámara al tomar
todos los colores como gris neutro, tiende a centrar la posición del histograma,
desperdiciando así mucha información y no utilizando el máximo potencial de tu
cámara.

Intenta fotografiar una hoja blanca en un modo automático o semiautomático y veras


que esta sale más bien gris en vez de blanca. Esto solo podrás corregirlo, o bien con
posproducción pero le bajaras la calidad a la imagen, o bien realizando una correcta
exposición en modo manual.

Las líneas punteadas de la imagen anterior marcan en el histograma la capacidad del


sensor (rango dinámico) que ha sido desaprovechada por no realizar una exposición que
pueda aprovechar toda la capacidad de este para captar tonos en una escena.

De todos modos, si cuentas con una cámara compacta digital donde puedes visualizar en
la pantalla como quedara exactamente la
fotografía antes de realizar la toma, la
diferencia entre las mediciones de los
modos automáticos y la que puedas
llegar a realizar tú en el modo manual
serán muy similares. Solo en ciertos
casos lograras mejorar la medición que realiza la cámara tú mismo, de hecho, en
muchas cámaras de este tipo, no es posible ajustar los parámetros de exposición
manualmente.

Primero medir, luego exponer


La clave para lograr una correcta exposición es, realizar una buena medición de la
cantidad de luz en la escena y una vez hecho esto, exponer para los tonos más claros.
¿Qué quiere decir esto? Sigue leyendo y lo entenderás.

Medición
La medición es, como su nombre lo indica, el proceso que debes llevar a cabo para
medir la “cantidad de luz” que tiene una determinada escena de modo de poder lograr
una correcta exposición, es decir que no quede sobre expuesta (quemada) o subexpuesta
(oscura).

Esto quiere decir que, siempre que te dispones a tomar una fotografía, debes de medir la
cantidad de luz que es reflejada por los objetos para poder ajustar los parámetros para
una correcta exposición: apertura del diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad
ISO y lograr así, aprovechar al máximo el rango dinámico de tu cámara y por ende
maximizar el potencial de esta para captar información.

No ajustar correctamente los parámetros significará tener que forzar posteriormente en


el procesado con una consecuente pérdida de calidad o incluso una irreparable pérdida
de datos:

● Si tu foto ha quedado subexpuesta, cuando en el ordenador intentes “aclararla”


generaras ruido, bajando la calidad de la imagen. En el histograma veras que hay
una gran proporción de información que ha quedado fuera de lo que tu cámara es
capaz de capturar (su rango dinámico). Hay una gran porción de datos que hay
quedado fuera de la exposición, perdiendo detalles en los tonos oscuros.

● Si tu foto te ha quedado sobreexpuesta, es decir que has perdido detalle en los


tonos más claros, y luego intentas corregirla en el post procesado, el ordenador
deberá de inventar información donde no la hay ya que los pixeles, quedaron
totalmente blancos, perdiendo nuevamente calidad. El histograma quedara más
orientado hacia la derecha y una gran
proporción de datos que tu cámara
hubiera podido aprovechar, han quedado
fuera de la exposición. Esto es conocido
como “área quemada”, es decir sin
detalle en los blancos.

¿Cómo me mide la luz:?

● Con el exposímetro de la cámara: es el método más común y utilizado por la


mayoría de los fotógrafos sean conscientes de ello o no. Aunque no lo notes el
fotómetro de tu cámara está constantemente calculando la cantidad de luz de la
escena que es reflejada hacia el sensor de modo de proporcionarte información
para que puedas ajustar la exposición de la toma o bien para ajustarla
automáticamente si es que disparas en modos automáticos o semi automáticos.
Recuerda que el exposímetro de tu cámara esta calibrado para un “gris neutro”
por lo que no te brindara la mejor exposición posible de lograr en una toma.

● Con un fotómetro de mano (incidente o reflejada): los fotómetros de mano


son utilizados por los fotógrafos profesionales, en su mayoría, para medir tanto
la luz que incide en un determinado objeto como así también la que este refleja
hacia la cámara. Trabajar con ellos supone mayor tiempo disponible para planear
la escena, medir las luces de toda la escena y promediar las mediciones más
claras y más oscuras de modo de obtener una exposición correcta en ambos
tonos.

Fotómetro

Modos de medición de la luz


Como ya te habrás dado cuenta, la mejor forma de aprovechar todo el potencial que
tienes en tus manos (tu cámara) y en tus ojos (tú mismo) debes de medir la luz en tus
fotografías tú mismo.

No importa cuán moderna sea tu cámara, todas


tienen el mismo inconveniente a la hora de
utilizar los modos automáticos: no pueden
adivinar cuál es el modo más adecuado para la
fotografía que quieres tomar, eso lo debes hacer
tu mismo.

Tu cámara trae distintos modos para poder


realizar la medición de la luz en una escena,
pero como anteriormente Mario publicó el
artículo “Ejemplos de modos de medición de luz en fotografía” en donde explica cómo
y cuándo utilizar cada uno de estos modos, te recomiendo que antes de salir a practicar
le eches un vistazo.

A modo de resumen aquí te explico brevemente cada uno de ellos:

● Medición matricial o evaluativa: mide la luz de toda la escena en su conjunto e


intenta lograr una exposición para todos los tonos presentes en ella.
● Medición evaluativa parcial: funciona de la misma manera que la matricial,
pero en este caso la medición de la luz solo se realiza en la zona central de la
fotografía.
● Medición puntual: este es el modo que más te recomiendo utilizar ya que con
el, como solo utiliza un punto que suele ser el central (en algunas cámaras
puedes modificarlo a tu gusto) para medir la luz, podrás realizar las mediciones
tú mismo de acuerdo a los tonos que quieras o no resaltar en tus fotografías.

¿Cómo llevarla a cabo?

Como te dije anteriormente, hay muchas situaciones en las que el fotómetro de tu


cámara te indicará que la fotografía está correctamente expuesta cuando en realidad no
lo está (recuerda el ejemplo de la hoja en blanco anterior).

La clave para realizar una buena medición es “exponer para los tonos más claros” es
decir, medir la cantidad de luz de la zona más clara en la escena a fotografiar y ajustar
los valores de exposición para que esa zona salga lo más clara posible (más a la derecha
del histograma): si el tono más claro de la escena no se sobreexpone, es decir no queda
quemado, te aseguraras que todos los tonos más oscuros que este quedaran con detalle,
aprovechando al máximo el rango dinámico.

Te estarás preguntando: ¿Cómo lo hago si no puedo confiar en el exposímetro de la


cámara? Es cierto que no puedes confiar siempre en el indicador de exposición de tu
cámara ya que como vimos anteriormente, no aprovecha al máximo la capacidad de tu
sensor y puede que te indique que hay sobre o sub exposición cuando en realidad no la
hay.
Lo que debes de conocer es el límite de sobre exposición de tu cámara: realiza varias
pruebas fotografiando objetos muy claros de modo de conocer hasta donde tu cámara es
capaz de captar detalle en los tonos más claros. No importa que tu cámara te indique
que la fotografía saldrá sobre expuesta ya que cuando observes el histograma notaras
que no ha quedado área por fuera del gráfico. Una vez que conozcas hasta dónde eres
capaz de sobreexponer sin perder detalle, estarás listo para realizar las mediciones en tus
fotografías.

Puedes valerte tanto del histograma, como así también del modo “zonas destacadas” al
momento de revisar la fotografía. Este modo te mostrara tu foto en la pantalla de tu
cámara y te indicará que áreas han quedado “quemadas” mediante un parpadeo. Intenta
minimizar estas zonas.

Ahora sí: el Paso a paso

1. Ajusta tu cámara en modo de disparo manual.


2. Configura el modo de medición de la luz en el modo “puntual”.
3. Busca el tono más claro en toda la escena que te dispones a fotografiar.
4. Realiza la medición de tu fotografía en ese punto.
5. Configura los parámetros de la exposición de acuerdo a cuál es la estética que
quieres darle a tu fotografía, siempre intentando mantener la sensibilidad ISO en
el valor lo más bajo posible de modo de no perder calidad producto del ruido.
6. Realiza el disparo y captura la foto.

La medición se ha realizado de modo


puntal en las franjas blancas de la remera
del pequeño niño (1).

De esta manera habrás logrado mantener al


máximo el nivel de información en cada
una de tus fotografías. Si aún no estas
conforme con el resultado, puedes, en el
procesado, oscurecerla hasta obtener la
fotografía deseada pero minimizando la
pérdida de calidad.

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