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TEMA #3: EL PODER DE LA BENDICIÓN

TEXTO BASE: Génesis 48:8-16

INTRODUCCIÓN
La Biblia nos muestra una gran verdad en Proverbios 18:21 “La muerte y la
vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos”.
Entonces nuestras palabras tienen el poder dado por Dios para generar
bendición o maldición.

Por eso, es muy importante lo que hablamos, y ante esta verdad debemos
abrir nuestra boca para declarar palabras de bendición sobre nuestras
generaciones.

A. EL EJEMPLO DE JACOB
1. DIOS ES UN DIOS DE GENERACIONES.
En primer lugar, vemos este hermoso cuadro de tres generaciones: Jacob en
su vejez, José su hijo, Efraín y Manasés sus nietos. Y es que Dios es un Dios
de generaciones.

Por ejemplo, Dios le dijo a Moisés: “Yo soy el Dios de tu padre, Dios de
Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob”. Dios desea que nosotros lo
sigamos, y también todos nuestros descendientes.

La Escritura nos dice muchas cosas de los hijos, veamos algunas, por
ejemplo:
a. “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto
del vientre” (Salmo 127:3).
b. “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas… y vuestros jóvenes
verán visiones” (Joel 2:28).
c. “Instruye a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma”
(Proverbios 29:17). Los hijos son una bendición de Dios.

2. NUESTROS HIJOS SON EL PLAN DE DIOS.


José dice en el verso 9: “son mis hijos que Dios me ha dado aquí”. Ni siquiera
en broma debemos poner en duda quienes son nuestros hijos, y expresarlo
delante de ellos y de otros es muy importante, pues su identidad es
afirmada.

José reconoce que son un don del cielo, que Dios se los ha dado y honra al
Señor declarándolo.

Entonces reconocemos que los hijos no son un problema, ni un obstáculo, sino


una bendición de Dios, a través de la cual el Señor quiere perpetuar su
Nombre. Entonces cuando un hijo nace se ha dado a luz un plan del cielo.
Por otro lado, los nombres de los hijos de Jacob nos dejan ver el plan de
Dios con cada uno, por ejemplo, Efraín significa: doblemente fructífero, uno
que incrementa, creciente. Mientras que Manasés significa: el que hace
olvidar (nombre que le puso José porque este hijo le hizo olvidar sus
sufrimientos). Jacob declaró bendición sobre ellos: Génesis 48:14-16.

3. LA SABIDURÍA DE DIOS NOS CAPACITA PARA ENFRENTAR LAS


DIICULTADES DEL PROCESO.
Jacob tenía revelación de Dios respecto al plan de Dios con sus nietos (esto
es sabiduría del cielo), lo vemos en Génesis 48:17-19. Por supuesto, a veces
en su proceso de formación, se originan dificultades, que requieren la
sabiduría del Señor en los padres.

Dios nos encomienda instruirlos en su camino, conducirlos hacía el propósito


divino, y para lograr esto, definitivamente tenemos que hacer equipo con
Dios, pues el desafío es grande.

4. LOS PADRES SON FUNDAMENTALES EN EL PLAN DE DIOS.


En Génesis 48:20-21, vemos a Jacob como patriarca y líder de la familia,
impone sobre Efraín y Manasés sus manos y abre sus labios para
bendecirlos, declara palabras de bendición, de multiplicación, crecimiento y
devoción a Dios.

Esto debemos hacerlo con nuestros hijos, orar por ellos, ministrarlos y
profetizar palabras de bendición sobre sus vidas, pues los padres tienen la
autoridad de Dios sobre sus hijos para hacerlo. Si en el pasado hubo
palabras de maldición sobre los hijos, pues ahora en Cristo, es el tiempo de
cancelar esas palabras ociosas y declarar palabras de bendición y victoria
sobre ellos.

B. ¿CÓMO BENDECIR A NUESTROS HIJOS Y FAMILIA CONFORME AL


EJEMPLO DE JESÚS?
Hemos visto como Jacob bendijo a su generación y lo determinante que esto
fue para cada uno de ellos. Ahora, veamos de acuerdo a la Palabra, el
ejemplo de cómo Dios bendijo a Su hijo.

1. Contacto – “Descendió sobre Él en forma corporal” En el Bautismo Lucas


3:22 “Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como
paloma…”
2. Expresión verbal – “Tú eres mi hijo amado” En el Bautismo Lucas 3:22 “…y
vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo
complacencia”.
3. Profunda valoración – “A Él oíd” En el monte de la transfiguración Mateo
17:5 “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz
desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo
complacencia; a él oíd”.
4. Futuro especial – “Creado por Él y para Él” Colosenses 1:16 “Porque en él
fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la
tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”.

APLICACIÓN PRÁCTICA:
En primer lugar, va a colocar su mano sobre la cabeza de su hijo(a).
(Sugerimos hacerlo de manera individual)
En segundo lugar, va a afirmar con sus palabras que su hijo(a) es un regalo
del cielo, es un hijo(a) de promesa de Dios.

En tercer lugar, declarará que la vida de su hijo(a) nació para cumplir el


propósito de Dios. Y, en cuarto lugar, va a declarar la Palabra de Dios sobre
el futuro de su hijo(a) y termine declarando palabras de bendición sobre
él(ella).

CONCLUSIÓN
Hemos comprendido el valor y el poder de bendecir a nuestra familia. Por lo
tanto, vamos a obedecer la Palabra y comenzar a declarar una bendición
sobre cada uno de nuestros familiares.

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