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esfuerzo

común
n.* 161, 15 «naro - 1 febrero 1973, 25 ptas.

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REPARACIÓN DE VEHÍCULOS AUTOMÓVILES
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PARA AVISOS Y PARA RECIBIR VEHÍCULOS llamar al vigilante del interior
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si estuviese cerrada la puerta del taller.

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¿Conoce usted algunas personas a quienes puede in-
esfuerzo teresar la revista «ESFUERZO COMÚN»?
común Le agradeceremos que nos envíe sus nombres y su dirección en los
boletines adjuntos para que se la podamos dar a conocer, sin com-
promiso por su parte.

Pero no se limite a esto. Si le es posible hágalos usted mismo


EDITA suscriptores y envíenos rápidamente los boletines.

Ildefonso Sánchez Romeo


ESFUERZO COMÚN
Fueros de Aragón, 16
Zaragoza Fueros de Aragón, 16
Zaragoza
DIRECTOR

Tomás Muro López


África, 9, entlo., dcha.
Zaragoza
Nombre y apellidos
tfno. 370319

ADMINISTRACIÓN
Dirección
Fueros de Aragón, 16
Zaragoza Ciudad

Provincia
IMPRIME

Gráficas Mola
Fray Juan Regla, 3
Zaragoza Nombre y apellidos

Giros postales a
Fray Juan Regla, 3
Dirección
Zaragoza

Ciudad
COLABORAN
Provincia
Pedro José Zabala
Sixto Iragui
Josep Caries Clemente
Santiago Coello
Nombre y apellidos
Patxi Asín
Josep M. Sabater
Julio Brioso
Raimundo de Miguel Dirección
Ildefonso Sánchez Romeo
Virus 72 Ciudad

Número 161, 15 enero - 1 febrero Provincia


1973, 15 ptas.

DEPOSITO LEGAL: Nombre y apellidos


Z. 1 2 0 - 4 - 6 0

PRECIO
Dirección
Número suelto: 15 pts.
Un semestre: 170 pts. Ciudad
Un año: 300 pts.
Extranjero: 400 pts. Provincia

3
ctfpettclti privada SUMARIO

ESFUERZO COMÚN por el


País Valencia.
POR UN «ESFUERZO COMÚN» MAS COMÚN
ECONOMÍA DEL PAÍS

Estamos mejorando nuestro ESFUERZO COMÚN. Y lo < Los cambios de la economía


en el país valenciano.
estamos haciendo sin afanes de lucro y sin interés alguno
9. Subdesarrollo y crecimiento
personal que defender. Por eso queremos que aumente su en las comarcas valencianas.
difusión. La única forma de hacer una revista cada día me- 11 Valencia-Ciudad y su entorno
jor es hacer una revista cada día más difundida. comarcal: un crecimiento sin
planificación.
13. — La entrada de España en el
Para conseguirlo vamos a ofrecerte, querido lector, una Mercado Común es vital para
el país valenciano. Entrevista
fórmula sencilla que está al alcance de todos. Algunos ami- con Vicent Ventura.
gos, con más voluntad que dinero, nos han indicado cómo
pueden conseguir tres suscripciones anuales de nuestra re-
vista sin demasiado esfuerzo. ¿Quieres saberlo? Escríbenos POLÍTICA DEL PAÍS
y te informaremos. Otros lo están haciendo. ¿Por qué no 1 7 . — Una terminología con trampa:
vas a hacerlo tú? 1 8 . — La ideología rural.
20. — La situación actual exige un
planteamiento radical del pro-
¿ Nos dedicarás esos minutos de esfuerzo o atención per- blema valenciano. Entrevista
sonal, una sola vez al año? Lo necesitamos, si hemos de con Laura Pastor.
mantener el ritmo iniciado hace ahora un año. Esperamos 28. — Las asociaciones cívicas en el
país valenciano.
tu carta con el ofrecimiento de tu esfuerzo personal. Ya sa-
bes que nuestra dirección es: ESFUERZO COMÚN, Fueros
de Aragón, 16, Zaragoza. CULTURA DEL PAÍS

29. — Metas y esfuerzos del grupo


«Mujer de hoy».
30. — Notas apresuradas sobre una
vida cultural.
32. — El valencianismo, entre la cul-
tura y la politización.
34. — La caneó en el país valen-
AVISO A NUESTROS SUSCRITORES ciano.
36. — El derecho del hombre al uso
y defensa de su lengua nati-
Venimos recibiendo algunas comunicaciones y car- va es de ley natural. Entre-
vista con Lluis Alcón.
tas en las que se mos denuncian diversas anomalías en 38. — Prensa valenciana: aquí no
la recepción de nuestra revista. Esto ocurre a pesar pasa nada.
del cuidado que ponemos en los envíos y el probado 40. — Rodolf Sirera: intento de un
teatro serio y comprometido.
celo de los funcionarios de correos. Por esta razón ro-
gamos a nuestros suscriptores que nos hagan tales
comunicaciones con la mayor rapidez posible para re- CARLISMO DEL PAÍS
poner las faltas y hacer la gestión correspondiente 41. Encuesta sobre el carlismo
en Correos. Hasta ahora es la provinca de Vizcaya la en el país valenciano, hoy.
que nota más irregularidades. 44. Estudio histórico sobre el car-
lismo en el país valenciano.

Como nuestras ediciones suelen agotarse, nos re-


sulta difícil reparar los fallos si se tarda algún tiempo PAGINAS CENTRALES

en ponerlo en nuestro conocimiento. 25ss. — Humor del país.

4
país
uakncia

A estas alturas resulta vano decir que ESFUERZO COMÚN es una revista
profundamente identificada con los problemas y las inquietudes de las di-
versas regiones, países y tierras de España; el lector perspicaz se habrá
dado cuenta de que nuestros enfoques políticos, económicos, culturales
suelen ser, con frecuencia, regionalistas. Fruto de esta idea y de esta so-
lidaridad han sido los números especiales que, en el plazo de un año,
hemos dedicado a Cataluña, Aragón y, en parte también, Navarra. En la
misma línea queremos situar este número especial dedicado al País Va-
lenciano.

Siguiendo los criterios que nos marcamos desde el principio para este
tipo de trabajos, el número ha sido elaborado por valencianos de pura
cepa; en él colaboran escritores, periodistas, universitarios, historiadores y
hombres políticos; hombres que, además, no son carlistas en su mayoría,
pero sí aman a su tierra y luchan, desde diversas posiciones y con distintos
medios, para despertar su conciencia popular dormida y para hacer del país
valenciano una entidad viva, unida y con un estilo político de país dife-
renciado.

Arbitrariamente hemos agrupado las diversas colaboraciones en cuatro


apartados, economía, política, cultura y carlismo, que, aunque no agotan la
riqueza de las realidades valencianas ni tocan todos los problemas que el
país tiene planteados, sí creemos que constituyen un intento honesto de
presentar una panorámica global de los aspectos que otros medios de co-
municación o revistas especializadas pueden profundizar y desarrollar con
más competencia que nosotros.

Sí es importante afirmar que ESFUERZO COMÚN comparte los juicios y la


orientación de los trabajos que aquí se publican, aun tratándose de hombres

esfuerza que habitualmente no colaboran con nosotros, y se siente identificada con


sus más profundas inquietudes; inquietudes políticas fundamentalmente, ya
que estas son las más vivamente sentidas, las más decisivas en este
momento histórico y las que pueden aportar cambios más radicales y serios
COflltffft en la reestructuración no solo del país valenciano sino de todas las re-
giones de España.

paw el país Agradecemos vivamente el entusiasmo y el desinterés de ese puñado de


valencianos que han hecho posible este número especial de nuestra revista.

t?a I e n o í « n o Ojalá no se rompiera ya este lazo que aquí queda anudado. ESFUERZO
COMÚN, ahora y siempre, mientras viva, por el PAÍS VALENCIA.

5
los cambios
de la economía
en el pais valenciano
Emérit Bono

El proceso de desarrollo a que está industria española. Por ello, estos dos
sometido el País Valenciano incide elementos definen los cambios que,
sobre la estructura productiva del a nivel de la productividad, se están
mismo. Al mismo tiempo, dicho pro- realizando. Veamos más de cerca los
ceso emerge entre la crisis de la agri- cambios que se están efectuando.
cultura valenciana y desarrollo de la

LOS CAMBIOS EN LA ESTRUCTURA DEL PRODUCTO de Valencia y Alicante del sector


industrial van también en la direc-
NETO Y LA EXPORTACIÓN INDUSTRIAL ción de una mayor participación de
este último, si bien es ¡menor que
la media española para el año 1969.
Cuadro n.° 1 . — Estructura en tantos por ciento del Producto Neto
Los cambios sufridos por la agri-
Agricultura cultura son más espectaculares. Su
Provincia Año y pesca Industria Servicios Contribución en el Producto Neto
ha disminuido a más de la mitad
en las provincias de Alicante y Va-
Alicante 1962 25*0 35'4 39'6 lencia —recordemos que el porcen-
• 1969 10'8 44'0 45'2 taje para el año 1962 está afectado
por los efectos de la helada sobre
Castellón 1962 (*) 39'9 27'3 32'8 la cosecha de cítricos. Este porcen-
» 1969 32'5 32*3 35'3 taje era del 32'6 en el año 1960—,
descenso bastante superior al que
Valencia 1962 (*) 27'4 28'4 44'2 se h'a verificado en España.
• 1969 16'2 357 48'1
España 1962 247 34'3 41'0 En relación a los servicios, sigue

observándose la hipertrofia de los
1969 15*1 36'5 48'4
mismos en la provincia de Valen-
cia como hecho más característico.
(*) El porcentaje del sector agrícola está disminuido —y aumentados los El desarrollo de los mismos en
demás, por tanto— a consecuencia de la helada que se produjo aquel Alicante es comprensible, dado el
fuerte intíremento que los servicios
año y que afectó a parte de la cosecha de naranjas. turísticos han experimentado en los
últimos años.

Del análisis del cuadro n.° 1 se aumentado su importancia relativa Por último, conviene mencionar
deduce que el cambio en la com- entre 1962 y 1969 para la provincia un hecho que, a nuestro modo de
posición del Producto Neto es se- de Alicante —siendo superior dicha ver, tiene y va a tener en el futu-
mejante al que se ha producido en participación a la de España—, con- ro enorme importancia en orden a
toda España. virtiéndose evidentemente en el una distribución más racional de
sector matriz de la economía ali- los recursos humanos. Se trata de
Descendiendo a detalles se ob- cantina. Los cambios relativos que ver cómo se distribuye la pobla-
serva que el sector industrial *ha se han verificado en las provincias ción activa.

6
Lo primero que nos llama la aten- Cuadro n.° 2. — Distribución porcentual del empleo según sectores.
ción es el fuerte porcentaje de po-
blación activa que trabaja en el Agricultura Industria Servicios
sector primario. Si lo comparamos
con el bajo porcentaje del sector alicante .. 220 44*4 33'6
primario en la formación del Pro-
Castellón 44'1 30'3 25'6
ducto Neto —véase cuadro núme-
ro 1 — podemos colegir la menor
Valencia . 30'2 34'2 35'6
productividad por persona ocupada ESPAÑA . 30'5 34*2 35'3
en este sector. Esta menor produc-
tividad, se acusa más en la econo-
Fuente: Renta Nacional y su distribución provincial. Año 1969.
mía valenciana; tanto que el por-
centaje de aumento de la produc-
ción por persona ocupada —se aglu-
tinan todos los sectores— entre
los años 1967 y 1969 fue de un
17'2 frente a un 25'7 y 34'5 para
Alicante y Castellón respectiva- Cuadro n.° 3. — Exportación industrial de la provincia de Valencia
mente. La media de España fue del (millones de pesetas corrientes)
23*1 por 100.
Año 1961 1962 1966 1967 1968 1969 1971
Otro hecho revelador del cam- Valor 276 371 1.011 1.266 3.000 5.000 7.000
bio que se está verificando en la
economía valenciana lo constituye
el fuerte incremento que la expor- Nota: Estos datos se han elaborado partiendo de las licencias de exportación
tación industrial ha tenido en los que la Delegación del Ministerio de Comercio concede en Valencia. La cifra
últimos años. del año 1971 está estimada partiendo de que el primer semestre se conce-
dieron licencias por un valor superior a los 4.000 millones de pesetas. Este
cuadro fue publicado por Valencia-Fruits.
Partiendo de las cifras del cua-
dro n.° 3, puede colegirse que, pro-
bablemente, en el año 1972 la ex-
portación industrial estará a niveles
semejantes a la de la agrícola —que
para Valencia es de alrededor de
los doce m i l millones de pesetas—.
Los productos que se exportan son
los que tradicionalmente se pro- LA REALIDAD DEL DESARROLLO DEL PAÍS
ducen en la economía valenciana.
O sea, manufacturados de piel y
VALENCIANO
calzado, cerámica, muebles, madera
y contrachapada, productos de la
industria alimenticia, algunos trans- Cuadro n.° 4. — Posición relativa del ingreso por persona
formados metálicos, productos de
la industria de la confección, etc. 1955 1957 1960 1962 1964 1967 1969

Alicante 26 32 19 21 21 20 21
Alicante y Castellón también si-
Castellón 20 17 14 18 15 17 15
guen la misma línea que la de Va-
Valencia 8 6 5 14 13 14 18
lencia, con la diferencia de que
Alicante exporta por un valor que
en e>l año 1971 no sería menor a
los diez m i l millones de pesetas Puede parecer, por lo dicho hasta persona por encima del resto de
—véase «el informe económico ahora, que el desarrollo emprendi- provincias del País Valenciano. Ali-
do por la economía valenciana va cante, aunque menos, también ha
1971» del Banco de Alicante—. El con buen pie. A nuestro modo de escalado puestos. Sólo la provincia
80 por 100 de la exportación de ver, nada más lejos de la realidad. de Valencia ha retrocedido y de
Alicante lo constituyen el calzado Para comprobarlo, tan sólo tenemos forma evidente. Como mínimo esto
y los juguetes. Castellón es, Con que ver cómo ha ido variando la quiere decir que, a pesar de los
posición relativa del ingreso por cambios verificados en la estructu-
todo, la mayor sorpresa. Su expor-
persona de las diversas provincias ra del Producto Neto, la insuficien-
tación industrial supera los dos m i l componentes del País Valenciano.
millones de pesetas —azulejos, 583 cia dinámica de la provincia de Va-
lencia en relaoión a otras provin-
millones; calzado, 917 millones; pro-
La provincia de Castellón es la cias españolas es palmaria. ¿Cuál
ductos químicos y petroquímlcos, que claramente ha avanzado, situa- es la explicación de este fenómeno?
470 millones, etc. ción que muestra su ingreso por ¿Existe dicha explicación?

7
ALGUNAS RAZONES EXPLICATIVAS

A mi modo de ver existen dos de que la brecha entre ingresos y tación minuciosa para la regula-
razones fundamentales: una, de ca- costes se ha reducido porque los ción de los recursos de las Cajas
rácter interno y otra de carácter precios de venta en el exterior de Ahorros y Cajas Rurales, en
externo que explican suficientemen- apenas han variado en los últimos que se obligaba a ambas a invertir
te aquel proceso. diez años, mientras que los costes el 60 % (ahora es menor) del
de producción y confección, con- aumento de sus depósitos en la
juntamente, se han multiplicado por compra de títulos-valores emitidos
La de carácter interno hay que tres. La consecuencia de todo ello por instituciones públicas —caso
situarla en el modo típico de pro- es una crisis general del sector ci- del I.N.I.—; igualmente, la política
ducción de la economía valenciana trícola que incide, evidentemente, del tipo de cambio practicada que,
—especialmente la provincia de Va- en el resto de la economía. en la década de los cincuenta, su-
lencia que es la que se trata de puso un grave handicap para la
explicar— que podríamos sinteti- exportación de agrios —el tipo de
zarlo de la forma siguiente: se trata La razón externa —que no quie- cambio oficial era en esa época
de que un sector productivo, los re decir, por supuesto, que esté de 42 pesetas por un dólar, mien-
agrios, ha experimentado un de- desconexionada de la interna— la tras que en el mercado internacio-
sarrollo extraordinario —de 10.000 fijaríamos en el modelo de política nal libre se pagaban 60 pesetas por
Has. dedicadas a este cultivo en económica que el Régimen español dólar—; y otros ejemplos que po-
el año 1900 se fia pasado a 80.000 ha seguido desde hace treinta años. drían aducirse. En resumen, pues,
Has. en 1970 en la provincia de Concretamente, su política dirigida se puede decir que aquella política
Valencia—, a causa, fundamental- a un desarrollo del capitalismo mo- no ha favorecido el proceso de
mente, de que la producción se ex- nopolista de Estado que ha tenido acumulación en la provincia de Va-
portaba casi totalmente. Este «en- como punto de mira sus propios in- lencia; por el contrario, ha tenido
clave» exportador ha desempeñado tereses —instrumental izados a tra- un efecto paralizante sobre dicha
—al menos hasta mediados de la vés del desarrollo sectorial— y no economía [e igualmente podría de-
década de los sesenta— el papel de los intereses de las comunidades cirse de otras economías regiona-
leadership, ante los restantes sec- regionales, que hubiesen exigido, les).
tores, posibilitando su desarrollo. estas últimas, la formulación de
una Política Económica distinta. En estos dos aspectos se centra,
en gran medida, el nudo gordiano
Pues bien, este sector ha agota- para entender la realidad de la eco-
do sus posibilidades de expansión La política regional hasta ahora nomía valenciana. La solución ha
como consecuencia de las dificul- en nuestro país ha brillado por su de venir, pues, a través de un pro-
tades cada vez mayores, surgidas ausencia. Por el contrario, la polí- ceso de descentralización, llevado
en el mercado internacional —fun- tica regional seguida, ha sido de a cabo dentro de un Estado de am-
damentalmente, con la consolida- absorción del excedente a través plia participación que define su es-
ción de la Comunidad Económica de diversos mecanismos centrali- trategia de desarrollo desde y para
Europea— así como por el hecho zantes; por ejemplo, la reglamen- las regiones.

DOS LIBROS DEL MÁXIMO INTERÉS


a El, PRISIONERO RE RACHA U»
Por Ignacio Romero Raizábal
Impresionante relato de los padeci-
mientos de don Javier de Borbón Parma
en un campo de concentración nazi.

«JUSTICIA T LIRERTAD»
Por Raimundo de Miguel.
Documentado estudio ae ideología
carlista.

Precio de ambas obras, para nuestros lectores: 100 pesetas


cada una.
Pedidos a los autores o a «GRÁFICAS MOLA», SCI, Fray
Juan Regla, 3. - Zaragoza.
subdesarrollo
y crecimiento
las comarcas
valencianas

Ricard Pérez Casado

Unas palabras previas acerca de


la división comarcal que se utiliza
en este escrito. Los estudios co-
marcales no han gozado de gran
predicamento en el País Valencia-
no, sobre todo en los aspectos que
conciernen a la economía. La divi-
sión que aquí se utiliza es debida
a un trabajo en equipo que se lle-
vó a cabo hace cierto tiempo, y
que, bajo la firma de J. Soler apa-
reció por vez primera en la obra
colectiva L'Estructura económica del
País Valencia (l'Estel, Valencia,
1970), y que se difundió ampliamen-
te a través del Nomenclátor geográ-
fic del País Valencia (Bibliovasa,
Valencia, 1971). Posteriormente, ha
servido para muchos trabajos de
investigación económica y social, e
incluso ha sido aceptada en parte
por la Organización Sindical de Va-
lencia. Es un marco operativo idó-
neo, a la vez que recoge con acier-
to y profundidad las realidades so-
cioculturales del País Valenciano.

La década de los sesenta ha su-


puesto un cúmulo de mutaciones, de
gran alcance alguna de ellas, para
el sistema económico del País Va-
lenciano. Estos cambios han alte-
rado la estructura y dinámica de
las comarcas valencianas: la despo-
blación en unos casos, el vertigi-
noso crecimiento en otros, son los
fenómenos más constatables y vi-
sibles que han acarreado los cam-
bios en cuestión. El proceso, en lí-
neas generales parece haber llegado
a un punto de estabilidad; por su-
puesto, que no en cuanto a los
ritmos de crecimiento, sino, claro
está, a la localización de éstos. Pa-
rece que el deambular de las gen-
tes ha encontrado nuevos, y tal vez
definitivos senderos, llegando inclu- comarcas del litoral sureño - la Ma- El grado de concienciación comar-
so a fijarlos. rina, l'Alacantí, tradicionalmente cal apenas si ha despertado en este
emisoras de población (ss. XVIII país. La pesada losa de la uniformi-
al XX). dad y de la uniformización han aca-
La imagen tradicional del País Va- rreado el despilfarro de no pocas
lenciano quería un sistema de rela- iniciativas útiles para las economías
ciones como el que sigue: comarcales. La recuperación de la
La problemática, de una comarca comarca es hoy un hecho innegable
a otra, varía de modo considerable. al que ha contribuido en gran me-
Pero siempre dentro de las coorde- dida el despertar del país y los pro-
Valenciano = agricultor (cítricos nadas del estancamiento o el desa- fundos cambios económicos y socia-
más arroz) = prosperidad. rrollo. En otros términos, entre la les que hoy agitan las ayer tranqui-
alternativa de una agricultura mí- las y calmas aguas valencianas. La
sera en los más de los casos, con conciencia de los problemas comu-
En realidad una gran porción de dificultades siempre —como ocurre nes, la intuición —o el estudio— de
este país no solamente es subde- con los cítricos— y una industria las alternativas, de las posibilidades,
sarrollada —atendiéndonos a la cla- que no ceja de esforzarse por con- ha sugerido toda una conciencia co-
sificación tradicional— sino que pue- seguir logros cada vez mayores o, lectiva cuyos resultados, aunque pre-
de, incluso, calificarse, sin temor a en todo caso, de asegurar su conti- visibles, no podemos calibrar con
error alguno, como área deprimida nuidad. justeza hoy.
al nivel de las que, tradicionalmen-
te también, se consideran como ta-
les en España. Existen dos países
delimitados claramente: la montaña
( = secano) y el litoral ( = regadío).
Se corresponden a atraso y dinami-
cidad, en líneas generales. Convie- •;'$l/
ne, sin embargo, que explicitemos
un poco la dicotomía precedente. i; ' V

J¡§? ¡ V
La aparición de una economía in-
dustrial, urbana, de corte moderno,
ha alterado un tanto el esquema
precedente. Y lo ha alterado en el
sentido de acrecentar todavía más *>í: l;ÍJ lf
la distancia que separaba los dos i Castelldn de la Plana
países, el dilema litoral/interior. El
eje del Vinalopó, la aglomeración
metropolitana de Valencia, la Pla-
na de Castello, acumulan riqueza Zonas regresivas
y población con un dinamismo in-
sospechado. De este modo, aun den-
tro del litoral, considerado siempre
Lineas de expansión *
como próspero, es en las comarcas
"""X., X/
~~\J fci\tilenc¡a
industrializadas donde el contraste
se hace más agudo. Ni-, f t
Zona de crisis
m
El cambio industrial, unido al fra- • . ' ' - $ ' ' •

caso casi catastrófico de la agricul-


tura litoral, ha sumado a la ya lar-
ga lista de comarcas pobres del País
Valenciano las antaño espléndidas
y grasas comarcas centrales: la Ri-
bera Baixa y Alta. La emigración,
temporal o definitiva, ha sido, y es,
la única alternativa que le presen-
tan a sus habitantes.
w*~^
Lv
Las comarcas de la Alta montaña
—en términos valencianos, claro t¿^\^ rAlicante
está— se despueblan entre 1900/1920
y 1940/1960. El crecimiento de las
comarcas hortofrutícolas se ve fre-
nada entre 1960 y 1970, en algunos
casos de modo espectacular: la Ri-
bera Baixa. El turismo ha estabili-
zado y aun empujado, si bien de
modo discreto, el crecimiento de las

10
En la actualidad, uno de cada poco más de dos valencianos
Valencia ciudad viven en la ciudad y en su entorno comarcal; Valencia y las po-
blaciones comprendidas en la comarca de l'Horta, localizadas en
y su entorno un radio máximo de quince kilómetros a partir de la plaza del
Caudillo, albergan hoy un millón largo de habitantes, lo que equi-
vale a la proporción arriba indicada, puesto que los valencianos
comarcal de las tres provincias no llegan aún a sumar los tres millones.

A lo largo de la década de los siete —Burjassot, Quart de Poblet,


años sesenta, el aumento de po- Xirivella, Manises, Mislata, Paterna
blación en toda la comarca ha sido y Torrent— con una cifra de habi-
de unos 285.000 habitantes: en 1960 tantes superior a los veinte mil,
los habitantes de Valencia y los sobrepasando incluso Torrent la ci-
municipios colindantes totalizaban fra de los cuarenta mil.
una suma de 770.000. El aumento
antes expresado se reparte por
partes iguales entre la capital El porcentaje de aumento en la
—incremento de 143.000— y el población de los cuarenta y cuatro
de las poblaciones del entorno municipios de l'Horta, durante los
—142.000—, si bien es de notar últimos diez años, ha sido superior
que el aumento relativo es mucho al 50 por ciento ya que en el año
más espectacular y acusado en al- 1960 eran 265.000 los habitantes y
gunos municipios de la comarca hoy, según el censo de 1970, sobre-
que en la propia ciudad. pasan los 407.000; porcentaje de
aumento mucho más elevado que
Actualmente son dieciséis los el de la capital, y que de prolon-
municipios situados a una distancia garse durante la presente década
inferior a los diez kms. de Valencia, habría de plantear graves proble-
y con una población superior a los mas en las relaciones intermuni-
diez mil habitantes; de ellos hay cipales.

un crecimiento
sin
planificación
11
UN ÁREA METROPOLITANA entonces surja la posibilidad, a par-
MONSTRUO
t i r de una nueva configuración ur-
bana, de convertir Valencia-ciudad
De los números arriba indicados en la cabeza del país que siempre
puede deducirse fácilmente los gra- se ha reclamado. De todos es co-
ves y complejos problemas que se nocida la escasa atención prestada
han ido originando a todos los ni- por la capital hacia las comarcas
veles. Y tal vez sea el de los trans- valencianas, y la facilidad con que
portes interurbanos el que se haya se reduce el ámbito de preocupa-
manifestado con mayor virulencia, ciones en la demarcación provincial.
contribuyendo sin duda alguna a de-
jar bien patente ante la opinión
pública la necesidad de proceder a Los hombres de l'Horta no cuen-
una ordenación de las múltiples re- tan con estos antecedentes, aparte
La central de autobuses, una solu-
laciones intermunicipales plantea- ción polémica, que sólo perjudica de que para ellos tiene mucho más
das. al pueblo trabajador. atractivo la apertura a nuevas for-
mulaciones de la capitalidad. Prác-
ticamente hasta hace muy poco
Valencia —ciudad— continúa sien- tiempo se ha vivido en todos estos
do para estos cuarenta y tantos Municipios con los ojos puestos en
municipios el centro comercial y la ciudad, pero son cada vez más
de servicios al que se acude con abundantes los datos a través de
cierta periodicidad. Por otra parte, los cuales pueda deducirse una acT
es muy notable el número de em- titud pública de independencia y de
presas industriales que han ido planificación del servicio de trans-
marcada responsabilidad. En todos
surgiendo en las poblaciones más portes a nivel de área metropolita-
estos pueblos es ya frecuente es-
dinámicas —Torrent, Ouart, Alequás, na, pero hasta el momento las con-
cuchar críticas por la dejación, y la
Benetusser, Manises, Alfafar, Al- versaciones no han pasado de la
falta de respeto a la propia perso-
daia, etc.— de la comarca, o que mera especulación, tranquilizadora
nalidad, que se traducen del olvido
han sido trasladadas desde la ciudad y justificante, ante quienes se ven
en que han tenido las clases diri-
buscando espacios más amplios, diariamente perjudicados en sus
gentes y acomodadas de la ciudad
obligando a la mano de obra a rea- exiguas economías.
a la lengua del pueblo valenciano;
lizar diariamente desplazamientos o por no haber sabido ensamblar a
de una parte a otra de esta área Hemos citado el caso de los las gentes y a las comarcas de un
metropolitana. transportes como un botón de mues- país que le ha tenido siempre por
tra de los problemas pendientes cobeza. Las clases dirigentes de es-
Hace siete u ocho años, cuando por ser —como advertíamos antes— tos pujantes núcleos de población
los problemas de motorización co- el que mayor resonancia ha tenido del entorno comarcal, no han respi-
menzaban a preocupar a los conce- últimamente; pero no hay que olvi- rado el aire provinciano y dimisio-
jales del Ayuntamiento de Valencia, dar que las interrelaciones mutuas nario de los hombres públicos de
se tomó el acuerdo de construir entre todos los Municipios de la la capital y no sería un disparate
una Central de Autobuses a la que comarca son cada vez más comple- pensar que, llegado el momento,
labría de rendir viaje cualquier tipo jas, y que el área metropolitana que vieran con mucha mayor clarividen-
de autobús interurbano que hicie- ha ido tejiéndose lleva camino de cia la función de «cap i casal» que
ra viaje a Valencia; la Central convertirse en un espacio monstruo- habría que asignarle a la nueva en-
se construyó en régimen de con- so si no se parte de unos principios tidad metropolitana.
cesión, y en ella se incluyó irre- urbanísticos básicos que ordenen
mediablemente a las líneas de trans- el crecimiento.
Porque, en última instancia, tan
porte que utilizan los trabajadores importante como la planificación y
diariamente para trasladarse dentro el esquema organizativo de esta co-
de la comarca desde su domicilio marca descomunal, lo es la clari-
CABEZA DE UN PAÍS
al puesto de trabajo. Dicha inclu- dad con que planteen las viven-
sión fue criticada desde diferentes cias cívicas y comunitarias los
posiciones con datos y razones Afortunadamente, en unos pocos hombres que pueblan las comarcas
clarividentes, pero lo cierto es que años los criterios de los regidores valencianas.
aún hoy la mayoría de los trabaja- de Valencia en este sentido han
dores que marchan de la capital a sufrido una considerable variación.
los pueblos, o de los pueblos a la De las afirmaciones rotundas y gran-
capital, a ganarse el jornal, tienen dilocuentes que tanto se prodiga- Josep M. Sor i ano Bessó
que pagar todos los días el canon ban durante el mandato del Sr. Rin-
suplementario en el billete por la cón de Arellano, se ha pasado al
tasa de la concesión de la Central reconocimiento de una realidad en-
del Autobuses. marañada y necesitada de clarifica-
ción, l a vía de las anexiones de las
poblaciones más cercanas por la
Diversas incidencias que fueron
capital, ha dejado de ser la pana-
sucediéndose, obligando incluso a
cea y se han buscado fórmulas ad-
hacer intervenir a la fuerza pública,
ministrativas más operativas y de
aconsejaron a los alcaldes de al-
mayor contenido democrático.
gunos de estos municipios a reu-
nirse con el de la capital para estu-
diar la posibilidad de proceder a De todos modos no parece que
una ordenación del servicio; en al- haya excesivas prisas por estudiar
gún momento se tía hablado de un esquema de organización metro-
constituir una mancomunidad de politana, y se está a la espera de
servicios que salvara los obstácu- lo que se disponga en la reforma
los administrativos que dificultan la prevista del Régimen Local. Tal vez

12
la entrada de España
en el Mercado Común
es oital
para el país oalenciano

NO TIENE SENTIDO QUE ESPAÑA DEJE PASAR POR SU


TERRITORIO LA FRUTA DE MARRUECOS HACIA EL
MERCADO COMÚN

LOS PAÍSES CATALANES SON LOS MEJOR PREPARA-


DOS EN ESTOS MOMENTOS PARA EL INGRESO DE ES-
PAÑA EN EL MERCADO COMÚN

SOY SOCIALISTA EN EL SENTIDO TÉCNICO E IDEOLÓ-


GICO DE LA PALABRA

LAS ULTIMAS GENERACIONES SE HAN RESISTIDO


MENOS A LA DECADENCIA Y MEDIOCRIDAD DEL PAÍS
VALENCIANO

Vicent Ventura es uno de los me- —¿Qué va a significar para es otra cuestión. El hecho es que
jores profesionales del periodismo la naranja valenciana el paso el coste es muy bajo, más bajo
con que cuenta el País Valenciano. de los agrios marroquíes por que el de aquí, la calidad es si-
Colabora en «La Vanguardia» y
«Tele-eXprés» de Barcelona e «In- España? milar, y por lo tanto la compe-
formaciones» de Madrid. En la pren- tencia de Marruecos es muy im-
sa del país solo escribe, asidua- portante; es con Israel la más
mente, en el semanario «Valencia- —Marruecos tiene este año para importante que tiene la produc-
früits». También colabora, más es- ción de este país.
porádicamente, en «Serra d'Or». Sus exportar, alrededor de 600.000
temas son: economía, Mercado Co- Tm., de una producción total, que
mún, política internacional, enfoca- no recuerdo ahora bien, pero que Parece absurdo facilitarle la
do todo desde el País Valenciano. puede ser, de más de 800.000 Tm., competencia, a un competidor, so-
Es, quizá, más conocido por sus
es decir, la producción de Marrue- bre todo si tenemos en cuenta
ideas políticas que no por su acti- cos crece a un ritmo muy grande. que, además del costo más bajo,
vidad profesional, al menos eso Esta producción se hace a un tiene menos aranceles de entrada
pienso, sin desmerecer. Creí que costo más reducido que la de en el Mercado Común que la na-
tendría cosas importantes que de- aquí, porque los jornales son más ranja española, porque recibe de
cir sobre la realidad valenciana, y
le propuse una entrevista. Aceptó. bajos y, porque la estructura de parte del Mercado Común el tra-
La tarea no fue fácil, varias llama- la propiedad allí permite la me- tamiento de país asociado, puesto
das telefónicas, alguna visita, y por canización. Dejemos a un lado de que era un dominio, una colonia
fin lo conseguí. Un día, a la una de quién es la propiedad, creo que francesa, en el momento en que se
la tarde, en su despacho, logré el es en buena parte real, y en un
diálogo. firmó el Tratado de Roma. El tra-
sistema de tenencia de la tierra tado de Roma ya preveía que los
«A vore que diu el Ventura». poco menos que feudal, pero esto territorios que estaban bajo domi-
nio francés, tendrían, a su inde- mados «ricos de pueblo», porque y favorecer mucho su situación
pendencia, el tratamiento de aso- siguen siendo productores, ya por- industrial. Hay que tener en cuen-
ciados, aunque no lo pudieran ser que trabajan ellos mismos la ta que la agricultura más impor-
de hecho, porque para eso tienen tierra con ayuda de jornaleros, ya tante del País Valenciano, que es
que ser continentales, pero el tra- porque al menos viven en los la del regadío, es de cítricos, es
tamiento económico sí lo tienen. pueblos cuidándose de ella, y de también de hortalizas, es también
De forma que produce a costo alguna manera, podían conside- de frutas, es de productos que se
más bajo, paga menos aranceles, rarse empresarios. Quiero decir exportan en gran parte. Se expor-
y, si pasa a través de España, lle- que esta situación afecta por lo tan los tomates, las uvas de Na-
gará en muchas mejores condicio- menos a la producción de una vidad, la patata, la cebolla, los
nes. Esto es grave. Por otra parte, cantidad no menor de 50, 60 ó melones. Se exporta prácticamen-
también es difícil de entender, 70.000 propietarios pequeños, que te, casi todo lo que se produce.
cómo puede no afectar al trans- trabajan la tierra ellos, lo cual si De forma, que de aquí se exporta
porte de la naranja española, el se multiplica por cinco o seis de a Europa, y a la Europa del Mer-
transporte de 600.000 Tm. más, familia, quiere decir que afecta a cado Común, que es la más próxi-
con los mismos medios que exis- 350.000 ó 400.000 personas en todo ma y, la que tiene mercados más
ten ahora, porque es difícil que el País Valenciano. Estas perso- solventes, mercados que pagan
se puedan improvisar tan rápida- nas, no tienen sobre quién reper- con puntualidad. Son mercados in-
mente. cutir las pérdidas. Hay que tener sustituibles. Entrar en el Merca-
en cuenta, por ejemplo, que hace do Común supondría que nuestra
dos campañas, aún se cobraba la agricultura no habría resuelto de
Esta es la cuestión. Y parece arroba de Navel, unas zonas por golpe todos sus problemas, sino
que no tiene sentido que España otras, a 70 ptas., y ya no era ren- que tendría las soluciones de la
deje pasar la fruta de Marruecos table, como fue en otros tiem- agricultura del Mercado Común
por su territorio, salvo el caso de pos; este año, se estará pagando para resolverlos. España formaría
que España estuviera ya forman- la arroba de Navel a 40 ptas., es parte de la Europa verde, el País
do parte del Mercado Común, for- decir, 30 ptas. menos, cuando todo Valenciano también y, por lo tan-
mando parte como país integrado, ha subido. Creo que en este mo- to, tendría el Plan Mansholt, en la
porque entonces la fruta de Ma- mento, el labrador no cubre el medida que el Plan Mansholt se
rruecos no pasaría por España, precio del cultivo con lo que ob- aplique, claro es, o las soluciones
sino que entraría en el Mercado tiene, por lo que le paga el ex- que se aplicaran. Por otra parte
Común en España. portador. El exportador, por su no estaríamos a extramuros del
parte, dice que también pierde; Mercado Común, como estamos
en último término la pérdida del ahora, pagando aranceles de en-
exportador puede ser temporal, trada, sino que nuestra agricultu-
—¿Qué sector es el más porque puede dejar de exportar ra estaría dentro del Mercado
afectado por la crisis de la y, se acabó. El labrador no puede Común, protegida por los aran-
naranja"? dejar de cultivar la tierra, por- celes que protegen a la agricul-
que es lo único que tiene. El ex- tura comunitaria. Lo primero que
portador quizá no pierda, para se vendería serían los cítricos es-
—Creo que la propiedad, en el eso se ha organizado el Comité pañoles, junto con los italianos y,
sentido de la producción; salvo de Gestión y, se ha reorganizado, después los del exterior del Mer-
las últimas extensiones de cultivo por decreto del Ministerio de Co- cado Común, por citar solo un
hechas en los últimos ocho o diez mercio, la comercialización de los caso, porque esto es aplicable a
años, o quizá más, que han sido cítricos. La intención es también, todos los frutos y hortalizas. Es
hechas con créditos del Estado, dicen, que no pierda el produc- vital, de vida o muerte. Si no se
por medio del Instituto Nacional tor, pero eso va a ser más difícil. entra en el Mercado Común, aca-
de Colonización y con interven- No se ve una solución. barán los labradores arrancando
ción de capitales que eran inver- los árboles y no se sabe qué
sionistas y no «productores de podrán plantar en su lugar que
oficio», por decirlo de alguna ma- sea más rentable que las naran-
nera. Lo demás, es decir, el 70 % jas, porque todo se exporta.
—¿Qué significaría para el
quizá, o quizá más, de toda la País Valenciano, la entrada
producción naranjera, está repar- de España en el Mercado Co-
tida entre pequeños propietarios, mún} Por otra parte, la industria que
que tienen, entre la media hectá- tenemos en el País Valenciano,
rea, es decir, las seis hanegadas es una industria que ha sido mon-
y las dos o tres hectáreas. Hay —Puede significar salvar su si- tada con poca capitalización y con
otro porcentaje, que son los lla- tuación agrícola, por una parte. mucha mano de obra. Es una in-
entrevista con Vicent Ventura

dustria que procede de un país, sotros estamos exportando con histórica y cultural, están necesi-
que h a tenido durante muchos si- dificultades, por falta de materia tando la integración en el Merca-
glos, demasiada preponderancia prima. do Común, y no tienen ningún
agrícola. La iniciativa del empre- problema para hacerlo; hasta tal
sario ha sido enorme, y muy me- punto que algunos industriales
Nuestra economía es una eco-
ritoria, pero no ha tenido recur- catalanes, llegaron a hablar de
nomía abierta al exterior, concre-
sos para hacer una industria im- establecer sus industrias en la
tamente a Europa, y por lo tan-
portante, como por ejemplo de Catalunya francesa, en Perpinyá,
to es vital por razones económi-
tipo siderúrgico en el País Vasco, porque de este modo, establecían
cas entrar en el Mercado Común.
o de concentración de empresas sus industrias, ya, en el Mercado
de investigación y tecnológicas Común. Esto indica la necesidad
para otros muchos casos, como Me gustaría añadir también que que tienen de integrarse en la
el caso de Catalunya. Aquí tene- es vital, por razones políticas. economía europea.
mos industria donde la base es Este es un país liberal y con
la manufactura, la mano de obra afecto a las formas liberales de
del campo. Tenemos calzado, ju- vivir la política. La estructura del
guetes, azulejos. En los azulejos Mercado Común ha de ser, en el —Vd. se ha declarado, en
la mano de obra es menos impor- futuro, una estructura regional y otra ocasión, partidario de
tante, aunque sigue siéndolo, pero esto es algo que en un país di- un socialismo en la propie-
ya se contaba con u n a tradición ferenciado, como el valenciano, dad de la tierra, pero este
y con la primera materia que, importa mucho. socialismo aplicado al País
está, sobre todo, en las comar- Valenciano, no solo económi-
cas castellonenses del País Valen- camente, sino políticamente,
ciano. ¿cómo se traduciría?
—De cara a la integración en
Casi toda la industria utiliza el Mercado Común, ¿qué
mucha mano de obra, no dema- significaría el ser miembro —Yo no me he declarado parti-
siado capital y exporta bien, jus- para los países catalanes? dario de un socialismo en la pro-
tamente, porque es más barato el piedad de la tierra. Me he decla-
coste que las mismas industrias rado partidario de un socialismo
en Europa y en otros países. El —Son los mejor preparados, so- en cualquier clase de propiedad.
calzado se exporta mucho, dema- bre todo el País Valenciano y las Soy socialista en el sentido ideo-
siado a USA, porque se depende Islas Baleares. Dependen mucho lógico y técnico de la palabra,
demasiado de u n solo mercado y en su economía del exterior. Y Ca- puesto que en este país, no Se
esto produce crisis. También a la talunya también ha cambiado su puede ser nada en el sentido po-
industria del País Valenciano le signo; tiene un signo enormemen- lítico, y por lo tanto yo no soy
conviene, le es muy urgente, en- te exportador, aunque fue en tiem- nada que n o se pueda ser. Me
t r a r en el Mercado Común, para pos muy proteccionista. Está la gusta dormir en casa por las no-
consolidar su posición en los mer- prueba en el manifiesto de las ches.
cados. Por ahora n o encuentra trece entidades catalanas, que ha
grandes dificultades, puede asu- sido un acontecimiento importan-
Uno de los grandes problemas
mir aún los aranceles y puede se- te, pidiendo el ingreso de España
del socialismo en cuanto a su
guir exportando, pero puede en- en el Mercado Común. La indus-
propósito sobre los bienes de pro-
contrarse con dificultades, sobre tria catalana exporta y también
ducción, es que no pertenezcan
todo, porque ya está empezando es manufacturera, aunque se tra-
a la propiedad privada, sino a la
a ocurrir que las industrias ma- ta de unas manufacturas, en una
comunidad. Pasando no a la pro-
nufactureras del Mercado Común, edad industrial más avanzada que
piedad del Estado, sino, como yo
aplican más tecnología y mucha la del País Valenciano, y exporta
creo, a la propiedad colectiva,
más inversión que la que noso- mucho. Exporta en un porcentaje
con alguna forma de organización
tros tenemos y pueden agrupar muy elevado, por lo tanto tam-
que habría que estudiar. El gran
empresas. El caso del calzado en bién es muy importante para Ca-
problema del socialismo, ya digo,
Italia es muy característico; apli- talunya que, por otra parte, tam-
es que no ha resuelto el proble-
can más tecnología y un nivel bién tiene una agricultura de ex-
m a de la tierra. Los frutos de la
de empresa mucho mayor y, en- portación.
tierra no pueden dejar de ser
tonces están produciendo a cos- propiedad del labrador, porque el
tos tan bajos, o quizá incluso más, La zona de la comunidad Ibéri- trabajo de la tierra es u n traba-
que el País Valenciano, y están ca, a la que llamamos Países Ca- jo muy especial. En la industria
exportando muy bien, cuando no- talanes, los de la misma estirpe se trabajan las ocho horas, inde-

15
pendientemente de que en este diferenciadas muy claras. No todo del Estado español, en compara-
país haya que trabajar más, bajo el mundo cree que esto ocurre ción con otros pueblos más pro-
techado, de u n a manera constan- con el País Valenciano, aunque gresivos, como Catalunya o el
te y regular, con un jornal bas- creo que se equivoca. Las carac- País Vasco. Este desfase le ha
tante seguro y sin riesgos mete- terísticas no son tan claras como dado una cierta conciencia de que
reológicos. En la agricultura se en Catalunya, hay una cierta am- debe volver a ser él mismo. Esto
trabaja cuando el tiempo lo per- bigüedad, por el hecho de que sobre todo ha ocurrido, como ya
mite, con riesgo de heladas que, conviven dos idiomas, en dos zo- digo, en las últimas generaciones
pueden echarlo todo a perder, a nas dentro de un mismo país; que estaban menos acostumbra-
la intemperie, a unas horas que pero éste es un problema de inte- das y se han resignado menos a
n o son regulares. Es un trabajo gración que la historia ya ha esta decadencia y mediocridad
muy penoso, que además, se ha hecho. que veníamos arrastrando. El ca-
de hacer en el campo, valga la re- mino es de restauración, de re-
dundancia; es decir, el campo está cuperación, me parece que es pro-
De lo que podríamos hablar no
en el campo y no está en la ciu- metedor si el esfuerzo continúa
es de lo que ocurre ahora, sino
dad. El labrador ha de vivir en por p a r t e de todos.
de lo que quizá podría ocurrir
pueblos que se podrán mejorar
en el futuro, de lo que sería de-
todo lo que se quiera, pero nun-
seable. Personalmente, creo que el
ca serán ciudades. Han de vivir
País Valenciano tiene una perso-
con menos confort. Su compen- —Una última pregunta, ¿se
nalidad que la historia le ha con-
sación ha de estar en la propie- siente Vd. optimista ante el
figurado y que no ha perdido y,
dad del fruto de la tierra. La es- futuro del País Valenciano?
si n o toma conciencia de ella, de
t r u c t u r a podría ser, quizá, las coo-
ella en su conjunto, no resolverá
perativas de producción. Y las
nunca sus problemas. Me parece,
cooperativas de comercialización Depende del sentido que demos
además, que la Península Ibérica
en manos de las cooperativas de a la palabra optimista. Todos los
es un conjunto de pueblos que vi-
producción, podrían resolver el que estamos empeñados en con-
ven en u n perímetro geográfico y,
problema. Un problema que está seguir que el País Valenciano sea
que han de encontrar la fórmula
en experimentación en algunos él mismo, lo hacemos con una
de vivir sin anular su identidad.
países, quiso estarlo en Checoslo- gran tenacidad, en la que, sin una
¿Qué fórmula hay para eso en
vaquia, lo está en Yugoeslavia, con pequeña dosis dé optimismo, jus-
futuro? No lo sé. No se trata de
una situación de crisis en estos tificada por la esperanza, no ten-
hablar de lo que a mí me gusta-
momentos. Los países nórdicos, dría sentido.
ría, porque lo que a cada cual le
Suecia, Noruega, Dinamarca, han
gustaría n o tiene importancia, si
probado sus fórmulas cooperati- Los datos objetivos no son muy
no es viable. ¿Las fórmulas fede-
vas. Pero es u n resultado a es- prometedores, pero la voluntad
rativas?, ¿confederativas?, ¿qué
tudiar. es lo que hace prometedor el
soluciones habrá para que cada
pueblo peninsular sea él mismo, futuro, la voluntad que pongamos
dentro de una convivencia que en que el País no muera, en que
hemos hecho en común? el país no pierda su personalidad,
—Hoy, el País Valenciano cosa que ocurriría sin que esto
políticamente no está reco- fuera u n beneficio para nadie y,
nocido como una realidad, sí sería una gran pérdida para los
¿esto qué representa para valencianos. Si esto se llama opti-
su concienciación como tal —A nivel político, de clases, mismo, yo soy optimista. Lo que
país? de asociaciones culturales, hay que hacer es seguir en la bre-
etc., ¿está concienciado el cha, seguir trabajando. Y esperar
País Valenciano"? que las condiciones para que este
—Creo que no hay ningún país, trabajo fructifique sean menos
reconocido como tal país. Hay
desfavorables.
una situación económica foral re-
conocida, para Navarra y Vitoria. —Creo que no. El País Valen-
Esta es toda la diferencia que ciano tiene una conciencia senti- Cuando acabó el diálogo eran
hay. mental, folklórica, muy superfi- las dos de la tarde y, ambos te-
cial, pero esta conciencia no le níamos prisa. Recogí los aparatos
lleva a profundizar en sus carac- y me fui con la música a otra
terísticas, a vivirlas, de tal for- parte. Ventura m e acompañó has-
Supongo que lo que Vd. quiere
ma que sea el m o t o r que dé fuer- ta la puerta.
decir es, que las características
za a su personalidad, y a la solu- —Quan se canseu d'esser carlins
peculiares de Catalunya son más
a vore si es fue socialistes.
aceptadas como tales, que las del ción de sus problemas. Hay mu-
—Potser amic Ventura que en
País Valenciano. Todo el mundo cho camino. Las últimas genera- el sentit ideológic i técnic de la
cree, independientemente del gra- ciones, han asistido al desfase paraula ja h o som. Fins aviat.
do de autonomía, que es ninguna, entre la realidad valenciana y el
que Catalunya tiene unas notas resto de la realidad del ámbito Josep M. Sabater

16
UNA TERMINOLOGÍA CON TRAMPA ma Levante, a aquellas regiones
lejanas al este del Mare Nostrum,
La semántica no es ciencia de y así los franceses tienen la expre-
hoy, aunque haya que reconocer que sión «voyager dans le Levant» o
ahora en cierta medida está de «echelle du levant», al referirse a
moda; Breal, un insigne gramático Grecia, Palestina o Turquía.
francés, ya con su obra fundamen-
tal «Essai de Semantique», escrita
al final del siglo pasado, sentó las Aplicar el vocablo de Levante o BAMCO BE
bases de esa rama de la lingüística Levantino a la región valenciana y
que estudia la evolución y cambios sus habitantes, tiene aquella secre-
del sentido de las palabras. Porque ta intención de imponer criterios o
1\*
éstas han tenido y sufren variacio- ¡deas propias personales o de grupo.
nes de significado a través del tiem-
po y de la historia. Pero, tras esta Al escribir y hablar utilizando el
utilización diversa de las palabras, término de Levantino o Levante,
en este arte de representar por dándole una particular acepción a
medio de voces y particularmente Valencia y los valencianos, se ocul-
de emplear e inventar términos nue- ta una trampa de ¡deas centralistas
vos, en lo que se llama vulgarmen- y unlformistas, un afán despersona-
te terminología, se intenta que aque- lizador para un pueblo que tiene
lla evolución de las acepciones, res- todas las características de una
ponda las más de las veces a un configuración propia, una historia,
deseo, un criterio propio por parte una economía y una lengua que les
de los que las inventan o utilizan dan su carácter y personalidad di-
y con ellas imponen sus ¡deas, sus ferencial. ¿Está el capital valenciano in-
aspiraciones personales o de gru- teresado en una terminología
pos sociales que representan. sin trampa? ¿A quién benefi-
El País Valenciano, la Región Va- cia realmente?

una quista catalana-aragonesa y poste-


riores emigraciones venidas del
Principado; el Derecho, los Fueros,
la Bandera y la Lengua, nos vino del
pueblo catalán y por esta particu-

terminología laridad tan evidente, es ofensivo el


sentirse llamado con el geográfico
término de levantino y la bella
región valenciana con el desperso-

con trampa
nalizador nombre de Levante.

Pero ahora: aún hay más tras el


Levante tan utilizado, ahora se in-
tenta inculcarnos otro término más
confuso y ofensivo. El nuevo inven-
to es el de Sureste, que oculta
Y así ocurre, que bajo cierta ter- lenciana, el antiguo Reino de Va- una trampa mayor, pues responde
minología en uso, yace oculta una lencia está perfectamente definido a la creación de una región «nue-
pequeña trampa ideológica, que en- en su carácter propio. En puridad va», inventada en el lujoso despa-
cubre conceptos y opiniones que de verdad, decir Levante, desde el cho de un hombre de negocios, mar-
intentan imponerse a los demás. centro, sería más bien referirse a ca registrada de una organización
Ello está claro si nos paramos a la parte este de las Baleares; más financiera y que intenta imponer su
pensar en lo que hay detrás de la al Este no hay nada. uso para agrupar después alegre-
utilización generalizada de una pa- mente zonas tan dispares como
labra que enmascara un partioular ¿Podríamos imaginarnos, que, Ex- Alicante, Almería, Albacete y Mur-
anhelo no expresado claramente, tremadura, reglón con un nombre cia. Y el término es usado en pren-
pero que sirve bastante bien de bellísimo fuese llamada Poniente y sa, radio y televisión, configurando
vehículo de sus intenciones. sus habitantes los ponientinos? de este modo un criterio preconce-
bido, un anhelo de grupo fuera de
Me refiero, a la palabra LEVAN- El País Valenciano hoy, con sus toda realidad tiistórico-geográfica.
TE, término geográfico o metereoló- artificiales y antihistóricas provin-
gíco que significa oriente, punto cias de Castellón, Valencia y Alican- Los pueblos tienen su tradición,
cardinal del horizonte por donde te, son un Reino enraizado en la his- su historia, su geografía, su lengua,
sale el sol, viento que sopla del toria y tradición de España, nacido sus costumbres, y no pueden ser
este; luego se ha particularizado de la voluntad y genial visión po- variados de forma tan sutil e inge-
como genérico de las comarcas del lítica de un Rey ejemplar —nues- niosa y sufrir el bombardeo masivo
Este, sobre el Mediterráneo espa- tro Jaime I el Conquistador—; los de una utilización de terminologías
ñol —naturalmente con criterio de valencianos somos un pueblo con que encubren una trampa colosal.
visión desde el centro de la mese- personalidad, costumbres, historia,
ta—. En cambio, en Europa, se lia- lengua y etnía nacidas de la con- Goncal Castelló

17
EL XIX, UN SIGLO MARCADA-
MENTE POLÉMICO

La opinión común muestra el


siglo XIX como el más largo y
debatido de nuestra historia.
Existe, en efecto, un amplio
acuerdo en señalar la inusual
longitud de esos cien años, por-
que los cambios que en él se
producen alcanzan nuestra épo-
ca; y, por la misma razón de
que nadie discute la existencia
de Apolo, de Minerva, ni de las
hadas orientales, este siglo ha
de ser, en lo que nos concierne,
marcadamente polémico. Hablar
del XIX es, todavía, hablar de
problemas vigentes. Y así, nos
damos cuenta que cuando que-
remos comprender la «ideología
valenciana», las ideas y actitu-
des que han dominado en estos
últimos cien años, no tenemos
otro camino que repasar los tó-
picos que predominaron en nues-
tra belle époque y tratar de ver
por qué han perdurado hasta
nuestros días. Porque, en efecto,
la Restauración marcó un nuevo
«equilibrio» que, en algunos sen-
tidos fundamentales, se ha man-
tenido invariable. El más esen-
cial consiste en la acusada uni-
formidad de nuestra configura-
ción económica. Y lo que llama-
la
mos «ideología rural» no ha sido,
en definitiva, sino el reflejo de
ese estancamiento.
ideología
LA AGRICULTURA, DETERMI-
NANTE DE LA MENTALIDAD
COLECTIVA
rural
Cualesquiera que sean las cau-
sas del fracaso de la industria-
lización en el País Valenciano
(J. Nadal versus E. Giralt), lo
bien cietro es que la agricultu- el interés sistemático de los las, y particularmente de la na-
ra ha constituido el eje del com- historiadores. No hay monogra- ranja {con la extensión de este
portamiento económico de los fías. Y la cuestión ofrece nota- cultivo por la geografía valencia-
valencianos y ha determinado lo bles dificultades. Sin embargo, na), dio una robusta presencia
que el viejo vocabulario llamaba sería de gran utilidad llegar a re-, física a los tópicos sobre el di-
«mentalidad colectiva». Con construir el cuadro conceptual ligente llaurador y a la feracidad
otras palabras: la tierra ha po- dominante en el período de la de la tierra. La agricultura pasa
dido convertirse en un arsenal Restauración, de acuerdo con a convertirse, con un inequívoco
de símbolos y de estímulos ge- sus nociones clave, su jerarquía signo de optimismo, en el leit-
néricos, de hábitos mentales y y su significado. motiv material y simbólico de la
de actitudes psicológicas. La literatura, las artes plásticas o
ideología rural ha «naturalizado» No hay duda de que la Restau- la política.
el formidable estancamiento cul- ración supuso un fenómeno his-
tural y económico de ese perío- tórico de serias implicaciones en
do. Este hecho, generalmente re- todos los órdenes. La prosperi- Los símbolos económicos —la
conocido, apenas ha promovido dad de algunos productos agríco- naranja, la labradora, la pae-

18
escribe: Rafael Ll. Ninyoles

Ha, etc.— adquieren, en su ver- bradora» o la «paella»; no hay dirigentes. Pese a que esta cons-
sión sublimada, el significado de inconveniente en ver cómo esta tatación se ha revelado desde
estereotipos colectivos, a los serie de imágenes rurales, pro- un principio como una compro-
que la pátima de un siglo habría vistas de una elevada carga idea- bación «polémica», sobre todo
de conferir su especial derecho lizadora y paternalista, conser- por las características especia-
de legitimidad y su aparente con- van aún impresas las huellas de les del desarrollo industrial de
sistencia. No hay por qué discu- su formación histórica, que nos esta última década (su carácter
tir aquí aquellas características devuelve a las poesías de don exportador y minifundista), es
de la realidad que vienen en Teodoro Llórente, a las novelas obvio que la industrialización
cuenta. Es de sobras conocido del jacobino Blasco Ibáñez, a la del país puede ser decidida me-
que las clases satisfechas de la música de Serrano, al teatro diante una prueba suficiente, y
sociedad suelen centrar su aten- per a riure, a la obra de un So- que los cambios culturales vin-
ción en aquellos aspectos está- rolla o de un Benlliure. Y ello in- culados a esta transformación
ticos de la realidad que implican dica que el «ritmo histórico» son igualmente susceptibles de
una renovación cíclica (la agri- —para expresarnos de alguna experimentación y prueba.
cultura), en tanto que los estra- manera— ha sido excepcional-
tos insatisfechos se fijan pre- mente lento. Que aquellas imá-
valentemente en los procesos genes parecen haber sido pre- De momento, hay claros indi-
dinámicos de la sociedad (por destinadas a perdurar largo tiem- cios de que el relativo hundi-
ej., en la industria). La exalta- po, después de haber desapare- miento de la economía valencia-
ción de la agricultura a través cido en gran parte el medio so- na y el crecimiento relativo de
de los estereotipos —que la cial que pudo suscitarlas. Y que, la nueva industria han producido
clase deminxante de la Restau- con todo, han podido introducir- un efecto sinérgico sobre el con-
ración ayuda a crear— va ligada se de tal manera en la concien- junto de cambios culturales de
a una visión histórica de carác- cia de la gente, que cuesta al- esta década.
ter estático, fuertemente jerár- gún esfuerzo reconocer sus orí-
quica. genes ideológicos y sus carác-
ter anacrónico. Los «estereoti- Sin querer establecer una re-
pos», claro está, no son lo im- lación causa-efecto, sí que im-
portante; pero nos interesa ver- porta abrirnos a la comprensión
los bajo el aspecto de un orden de que se trata de fenómenos
CONTRADICCIONES ENTRE
social y económico en que la mutuamente interdependientes.
IDEOLOGÍA Y REALIDAD
tierra (la propiedad de la tierra) Los cambios ideológicos de es-
ha sido «símbolo» y a la vez ins- tos diez años últimos no han
trumento de dominio. sido gratuitos. Hemos sido tes-
Dentro de la Weltanschauung
tigos del intento de crear nue-
de la Restauración española, las
vos canales de información y de
clases terratenientes valencia-
expresión, de la publicación de
nas promoverán un esquema
importantes estudios sobre la
ideológico que es el que —a pe- LAS GRAVES TRANSFORMACIO- problemática del país, del surgi-
sar de los cambios— ha persis- NES DE HOY miento de una intelectualidad
tido hasta ahora. Este esquema
arraigada, del cambio de actitud
estático ha encauzado y estimu-
popular, a veces muy explícita
lado al mismo tiempo multitud
Frente a esta configuración se- en relación a ciertas cuestiones
de procesos (como la sustitu-
cular, la economía valenciana como el uso público del catalán,
ción lingüística o el cambio so-
experimenta hoy graves trans- al impensable compromiso de
cial), que acusan de forma cada
formaciones: el hundimiento de un sector de fuerzas vivas, para
vez más dramática las contra-
los cítricos, la decadencia eco- señalar sólo unos pocos hechos.
dicciones entre la ideología —bá-
nómica, dentro del conjunto pe- Hechos que componen el cuadro
sicamente inalterada— y la rea-
ninsular, y la relativa industria- clínico de una sociedad en trans-
lidad —que se transforma acele-
lización del país, incapaz de formación.
radamente. He aquí la intrigan-
te paradoja de nuestros últimos compensar aún la crítica situa-
cien años. ¿En qué medida el ción de nuestra economía. No so-
semihundimiento de la naranja mos nosotros, ciertamente, los Es ahora, pues, una cuestión
y la indudable industrialización únicos en afirmar las modifica- vital que seamos capaces de
del país han podido alterar en ciones que esos cambios recien- desarrollar una dirección inte-
los dos últimos lustros ese es- tes pueden imponer en la con- lectual que explique y dé senti-
quema ideológico? ducta social de los valencianos. do a los acontecimientos. Por
Economistas como Ernest Lluc o otra parte, en la revisión cons-
Ricard Pérez Casado han llama- tante de lo que pueda significar
A la idea estereotipada de do la atención sobre los efectos un nuevo progreso, lo que nos
Valencia continúan apareciendo posibles de esta «revolución in- evitará mezclar un falso opti-
consustanciales las imágenes de dustrial» a la que, en buena par- mismo en nuestra interpretación
la «barraca», la «huerta», la «la- te, han sido ajenas las clases de las recientes experiencias.

19
jósep m. sabater Laura Pastor Collado es muy conocida en determinados sectores políticos
del País Valenciano, por su vinculación a la Causa carlista. Por esto y por
el hecho, por otra parte nada común, de que una mujer milite sin mentalidad
de feminismo decimonónico en un grupo político, decidí hacerle una entre-
vista.

Es licenciada en Filosofía y Letras, sección de Historia. Fue becaria del


Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Italiano de
Estudios Históricos «Benedetto Croce» de Ñapóles. Fue auxiliar de la Cáte-
dra de Historia Contemporánea de la Facultad de Filosofía y Letras de
Valencia. En la actualidad se dedica a la enseñanza. Aunque tenga antece-
dentes carlistas en la familia, hace seis años que pertenece al Carlismo.
Forma parte de la generación que más abiertamente ha planteado la evolu-
ción de este grupo político.

entrevista Quedamos citados para las ocho de la noche: «es la hora en que hay un
poco de tranquilidad en casa», y allí me presenté. Entre libros, revistas y
a apuntes, colocados con cierto desorden, se entreveían unas fotos de la
familia Borbón-Parma. Instalé el magnetófono y, por fondo el barullo de
laura pastor autobuses y coches, empezamos el diálogo.

i.n siTuncioNR C T U R L EKIGE


UN PLRNTEI1MIBNTO R n D I C D L
OCLi P R O B L E M n URLENCinNO

—Al País Valenciano se le vestigación histórica sobre nues- tura valenciana?; ¿vamos, de ver-
considera como poco conduc- tro pasado está cobrando tanta dad, a afrontar nuestra actual si-
tivo, ¿crees que es cierto?, actualidad. Considerando así la tuación, con la adopción de una
¿o no pasa de ser una le- cuestión, podemos ser optimistas: lengua y cultura ajenas?—. Eco-
yenda? el primer paso para resolver los nómicamente —en quiebra nues-
problemas es plantearlos. Y ahí tra tradicional base agrícola ¿có-
estamos. Por el momento, llenos mo iniciar el desarrollo indus-
de contradicciones y dudas: Geo- trial?; ¿qué decidir respecto a la
¡No es mala pregunta para em- gráficas —¿dónde fijar los lími- posible integración en el Mercado
pezar! Efectivamente, el País Va- tes?; ¿aceptamos un criterio lin- Común europeo? Y otras muchas
lenciano no tiene existencia propia güístico y separamos las zonas de cuestiones pendientes, como el
como tal País —y no me refiero habla castellana?; ¿todas las de
habla castellana, o sólo aquellas notable desinterés de nuestra bur-
sólo, por supuesto, al aspecto guesía por los problemas que
político—. Podríamos fijar su si- incorporadas tardíamente?; ¿va-
mos a no reaccionar ante la ac- afectan a su país, o las consecuen-
tuación actual, en frase de Goyti- cias que haya podido tener para
solo, como un intento de búsque- tual desintegración de nuestro
da de sus «señas de identidad». territorio en unas hipotéticas re- nuestra historia reciente, el hecho
Los interrogantes a esta cuestión giones económicas llamadas Le- de que, a partir del siglo XVIII,
serían: ¿qué somos?, ¿cuáles fue- vante y Sureste, respectivamen- hayamos estado siempre alinea-
ron nuestros caracteres origina- te?—. Lingüísticoculturales —¿es dos con las fuerzas y movimientos
rios? y ¿hacia dónde vamos? Con- la nuestra una subcultura catala- políticos derrotados. Creo que
testar a los primeros es ir trazan- na o tien entidad propia suficien- todo ello puede ayudar a com-
do nuestro camino; por eso la in- te para ser reconocida como cul- prender —no a justificar— parte

20
de nuestras incoherencias y vaci- dicación, ya sea económica, cul- chas»; además, al no estar auto-
laciones como pueblo. tural o política, no se plantee rizados los partidos políticos, no
como un fin en sí misma, sino hay demasiadas alternativas en
como parte de un complejo pro- la elección; luego, el Reglamento
ceso de transformación de estruc- de las Cortes, que apenas deja
turas. margen de intervención. No creo
—Existen una serie de co- que pueda deducirse, de todo ello,
rrientes políticas, en el País una mayor politización de la pro-
Valenciano, más o menos nu-
merosas, pero que hacen
8Sg3SS838g38&S&3S3S3S386 vincia. Si además tenemos en
cuenta que el porcentaje de vo-
constar su presencia, ¿cómo tantes, en las últimas elecciones,
ves el futuro de estas ideo- SERIA ABSURDO PENSAR EN va en disminución, y que su des-
logías? censo afecta más a la capital y,
UN MOVIMIENTO VALENCIA-
en ella, a los sectores de más alto
NISTA CERRADO SOBRE SI nivel cultural, así como a aque-
Las corrientes políticas valen- MISMO. llos que no se les exige, en sus
cianas son, en buena parte, las lugares de trabajo, el justificante
responsables de que el futuro de participación, entonces, esta-
del país se construya sobre las rás de acuerdo conmigo en que
bases de una más auténtica de- el hecho de que se presenten más
mocracia; por lo tanto, deben o menos candidatos no parece
aprovechar cualquier posibilidad Por otra parte —y, en esto, sé decisivo.
—y, si no existe, crearla— para que estás de acuerdo conmigo—,
acelerar la concienciación política sería absurdo pensar en un movi-
del pueblo valenciano. Lógicamen- miento valencianista cerrado so-
te, ese proceso de politización bre sí mismo, cuyos planteamien-
tos pudieran hacerse al margen y —Pasemos a tu actividad
—impulsado por la crisis econó- profesional. Las medidas que
mica que estamos viviendo-— debe sin contar con las restantes co-
rrientes políticas. Primero con los adoptó un Consejo de Mi-
ser factor decisivo, a su vez, para nistros con respecto a la
la consolidación y desarrollo de más próximos, no sólo geográfi-
ca sino cultural e históricamente; Universidad, el no renovar
esas fuerzas activas. De hecho, contrato a varios profesores
esas circunstancias se están dan- después, con todos los demás.
Como dijo el filósofo: «soy hom- y catedráticos, ¿qué se bus-
do ya en los últimos tiempos: los ca con todo eso?
sectores más representativos, co- bre, y nada que afecte a los de-
mo la Universidad, los Colegios más hombres puede serme aje-
profesionales —el de Abogados, no». La lucha por un hombre nue-
el de Licenciados y Doctores, et- vo, en un mundo mejor, es tarea La Universidad es reflejo de una
cétera—, el mundo laboral, las di- común a todos los nombres. De doble crisis. Por una parte, la cri-
versas tendencias políticas y re- ahí arranca la posibilidad de que, sis general de la enseñanza, que,
gionales, están, como tú dices, saltando por encima de barreras a su vez, podríamos desglosar en
haciendo acto de presencia. políticas, puedan darse la mano dos apartados: uno, de carácter
para un mismo quehacer todos internacional, y que se refiere a
los movimientos democráticos; y la quiebra o hundimiento de los
este auténtico ecumenismo podrá valores tradicionales de nuestra
convertirse en realidad el día que sociedad, principios y valores
—La Guerra Civil truncó la empecemos a creer en él. transmitidos de generación en ge-
diversidad del valencianismo neración por un, también, tradi-
político, que hoy parece re- cional sistema de enseñanza; otro,
vivir, ¿crees que un deseo más peculiar de nuestra Universi-
de autonomía política y de dad y que radica en su inadecua-
reivindicaciones lingüís ticas —A nivel de la provincia de
da estructuración para responder
y culturales, es suficiente Valencia, siempre dentro de
a las necesidades y exigencias de
para unir a los sectores más la legalidad, en las últimas
una sociedad en vías de desarro-
inquietos del País Valencia- elecciones a procuradores,
llo: rápido crecimiento de la po-
no? se presentaron más candida-
blación estudiantil, escasez de me-
tos que en ninguna otra pro-
dios materiales, carencia de per-
vincia de España, y de la
sonal docente y problemas en
más diversa procedencia
El valencianismo político, de ti- cuanto a criterios de selección,
ideológica, ¿es esto síntoma
po burgués y de reivindicaciones falta de renovación en los planes
de algo?
lingüísticas y culturales, forma ya de estudio, centralización adminis-
parte de la Historia. La situación trativa, etc.
actual exige un planteamiento ra-
dical del problema valenciano. Esta pregunta que acabas de Pero la Universidad no es una
Los sectores más inquietos del hacerme, es muy discutible. Em- institución aislada, sino que, muy
País son, en consecuencia, revo- pecemos por el planteamiento. por el contrario, dada su función
lucionarios (y nadie se asuste de ¡No estoy de acuerdo contigo! docente está —y, aún debiera es-
una palabra que al propio Girón Casi todos los candidatos que se tarlo más— integrada en una so-
de Velasco le resulta familiar). presentaron pertenecen, a mi mo- ciedad concreta, con unos proble-
Ello implica que cualquier reivin- do de ver, al sector de «dere- mas también muy concretos. En

21
definitiva, este es el último aspec- rresponde a las clases económica- car en situaciones poco democrá-
to: la situación de la Universidad mente fuertes. ¿Tendría sentido, ticas. Y creo que es en este te-
no es más que u n fiel reflejo de si además les ofreciésemos ense- rreno de la enseñanza —con toda
la crisis general del país, la que ñanza gratuita para sus hijos? Fí- la importancia que tiene para la
se refiere a una mayor democra- jate: tenemos más de un millón formación de la persona en prin-
tización de sus estructuras polí- de niños sin escolarizar, el Ma- cipios de libertad y justicia, y no
ticas. gisterio ha pasado a convertirse como objeto manipulado por los
en profesores de Enseñanza Ge- grandes medios de comunicación,
Hasta ahora sólo se han adop- neral Básica (que comprende el en manos de una «élite» de diri-
tado medidas de contención, por antiguo bachillerato elemental) gentes, ya sean de base económi-
lo tanto la solución está cada vez pero cobrando con arreglo a su ca, burocrática, ideológica, etc.—
más lejana y, tal como ha comen- anterior coeficiente, lo que viene es, repito, donde puede aplicarse
zado este curso, no podemos ser a ser un sistema para reducir los muy bien el principio de los cuer-
optimistas. costes de la enseñanza; sabemos pos sociales intermedios (munici-
también de las largas «colas» para pios, sindicatos, etc), pues si les
matricularse en la Universidad, reconocen el derecho a autogober-
y los centros de enseñanza priva- narse, en una sociedad democráti-
da siguen aumentando sus pre- ca, también debemos aceptar el
—¿Los problemas de la en- cios, ¿dónde está la gratuidad? derecho a decidir sobre su forma-
señanza derivan de la aplica- Te repito: debemos empezar por ción y enseñanza con arreglo a
ción de la Ley Villar?, ¿o la ley fiscal, y sólo después que sus propias peculiaridades y exi-
es defecto de estructura? cada uno contribuya proporcio- gencias. Pero debe quedar muy
nalmente a sus ingresos, podrá la claro que, al aplicar el principio
sociedad ofrecer enseñanza gra- de subsidiariedad, me refiero sólo
Sin lugar a dudas, defecto de tuita e igual para todos, como a cuerpos sociales, y no a las di-
estructura. La Ley Villar no ha debe ser. versas clases de centros privados
hecho más que acelerar el proce- que existen hoy en España.
so. Es opinión, bastante generali-
zada en los medios docentes, que,
quizás, lo más importante de esta —¿Qué opinas de la ense-
ley haya sido sus efectos indirec- ñanza privada? —Hablemos de tu adscrip-
tos: desarrollar, entre los afecta-
ción ideológica. Reciente-
dos, un fuerte espíritu de solida-
mente se ha definido la con-
ridad y, al mismo tiempo, crear
cepción monárquica del Car-
las circunstancias más propicias Como acabo de decirte, la en-
lismo, como monarquía so-
para la concienciación de amplios señanza n o puede ser clasista o
cialista, ¿podrías ampliar un
sectores del país en torno a los discriminatoria y, siendo un de-
poco esto?
acuciantes problemas de la ense- recho de la persona, la sociedad
ñanza. no debe permitir que nadie utili-
ce este servicio en provecho pro-
pio, con fines de enriquecimiento, ¿Sabes lo que me pides con esta
o por razones de tipo intelectual, pregunta? Una explicación com-
ideológicas o políticas. Pero sien- pleta sobre el Carlismo. Temo
—Enseñanza gratuita, ¿has- do el nuestro un país en donde alargarme, pero la tentación es
ta dónde? faltan puestos de escolaridad y, demasiado fuerte. Hay muchos in-
p o r eso mismo, puestos de traba- teresados en dar falsas imágenes.
jo para los enseñantes, no se pue-
Recibir enseñanza gratuita y sin de, por decreto, suprimir todos
discriminación es uno de los de- los centros privados, aun cuando
rechos fundamentales de la per- en muchos de ellos se dé el cla-
sona. Y que la discriminación cul- sismo y el fin de lucro personal.
tural puede ser una de las más La Ley Villar fue en este, como LA SITUACIÓN DE LA UNI-
graves en nuestra sociedad, pare- en otros muchos aspectos, una
ce probado, entre nosotros, con posibilidad frustrada. VERSIDAD NO ES MAS QUE
la exigencia del certificado prima- UN FIEL REFLEJO DE LA CRI-
rio de estudios para casi todas las Por otra parte, como carlista, SIS GENERAL DEL PAÍS: LA
actividades profesionales y para no soy partidaria de dejar tan QUE SE REFIERE A LA DE-
una posterior especialización. importante servicio sólo en manos MOCRATIZACIÓN DE SUS ES-
del Estado. Porque no me gusta
Una sociedad que exige a sus nada el tipo de Estado paterna- TRUCTURAS POLÍTICAS.
miembros ese nivel cultural, debe, lista o autoritario, que decide por
a su vez, garantizar su gratuidad. sí solo el destino de sus ciudada-
Ahora bien, en las actuales cir- nos desde la cuna hasta la muer-
cunstancias del país, n o puede te, y que, aun considerándose de-
aplicarse la enseñanza gratuita mocrático, acumula tal cantidad
sin antes reformar el sistema fis- de funciones que se hace cada Veamos. El Carlismo surgió a
cal. Somos un país donde la eva- vez más difícil su control por par- principios del siglo pasado, en
sión fiscal alcanza cifras muy ele- te del simple ciudadano, con lo pugna con el Liberalismo. Este sis-
vadas, y cuya responsabilidad co- que, al final, acaba por desembo- tema se basaba en una concep-
cion radicalmente individualista turales, políticas, etc.). La socie- ha pretendido, por una parte, ga-
del hombre —considerado como dad, para el Carlismo, es una narse a nuestro Príncipe, pero sin
ente aislado, sin vínculos socia- vasta federación de grupos socia- el Carlismo; por otra, arrastrar
les—, a quien reconocía libre y les diferenciados, vinculados en- al Carlismo hacia otras lealtades.
con igualdad de derechos; su tre sí en una compleja red de ¡Qué absurdo! Desconocen, o
relaciones sociales, con amplia quieren desconocer, qué es el
participación de todos sus miem- Carlismo.
bros y con la máxima libertad so-
cial; libertad garantizada y equi- Me preguntabas si la Monarquía
librada por una autoridad naci- era importante. ¡Claro que lo es!
NO PUEDE APLICARSE LA
da de esa sociedad, del pueblo, Pero si con ello quieres decir que
que es la Monarquía. Frente a la vamos únicamente a luchar por
ENSEÑANZA GRATUITA SIN propiedad privada, la propiedad imponer esa forma de gobierno,
ANTES REFORMAR EL SISTE- social; frente al control de los me- entonces es un grave error. No
MA FISCAL.
dios de producción, la autogestión somos un grupo monárquico, en-
de esos medios; frente al mono- frentados con otros que son repu-
polio de la cultura, la auténtica blicanos. La Monarquía no es obs-
igualdad de oportunidades para táculo, es solución que puede dar
adquirir y para crear; frente a mucho de sí en nuestras actuales
un Estado sometido a los grupos circunstancias, cuando unos paí-
de presió>". ¿1 auténtico gobierno ses se debaten entre fórmulas de-
máxima aspiración era el triunfo democrático, ¿¿sde la misma base mocráticas estancadas y otros
personal, triunfo enfocado exclu- social. aceptan como mal menor fórmu-
sivamente hacia el beneficio eco- las autoritarias de mayor justicia,
nómico, de donde se derivan las Nuestro pensamiento político pero pagando con el precio de la
distintas clases sociales, según el nos lleva, por tanto, a un cam- libertad.
nivel económico alcanzado. En de- bio profundo de estructuras. No
finitiva: la sociedad era una es- algaradas callejeras con violen-
pecie de selva, donde iba a privar cia y sangre, sino el ofrecer al
la ley del más fuerte. pueblo español, garantizando los
derechos de la sociedad y de la —El Carlismo se ha declara-
persona, el máximo posible de do siempre foral, ¿cómo se
Había un primer fraude en el formula hoy este principio?
punto de partida: no todos los justicia y libertad. No es solo
hombres eran iguales, ni contaban cuestión económica, sino también
con las mismas posibilidades, ni política. Y aquí nos encontramos
se guiaban todos por la ética del con el contenido de la Monarquía Sí, es cierto; tanto hemos insis-
beneficio personal, aplastando a carlista: por su vinculación al tido en la cuestión foral, que na-
los de su alrededor. El Liberalis- pueblo, por la confianza en ella die ha podido jamás identificar-
mo no eliminó la propiedad pri- depositada y nunca defraudada nos —ni aún con mala fe, que
vada, ni la herencia (causas am- (la Monarquía se manifiesta en tanta se ha usado contra noso-
bas de desigualdad entre los hom- una dinastía, si no es mera forma tros— con actitudes centralis-
bres), ni puso límites al egoísmo de gobierno; por otra parte, todo tas. Pero, sin embargo, hay
humano (puso la moral a su ser- gobierno democrático se apoya en mucha confusión en torno a
vicio, justificando el beneficio y la «credibilidad» o confianza de este término. En su origen, el
provecho personal); pronto caería los ciudadanos en sus gobernan- Carlismo apareció como una de-
tes), por la fuerza moral ya con- fensa de las libertades, derechos,
sobre su dominio la enseñanza el quistada y la aún por ganar, evi-
control ideológico y el Estado. instituciones y peculiaridades de
tando las soluciones autoritarias cada uno de los pueblos que com-
Era el sistema más adecuado para o represivas, por su garantía de ponían España, y todo ello se en-
una burguesía ascendente, que continuidad en la lucha por un contraba plasmado en el conjun-
identificaba el poder político con cambio constante y profundo. to de leyes conocidas como «fue-
el económico. Dividió a la socie- ros» o constituciones de cada uno
dad en dos grupos irreconcilia- de esos pueblos. La versión actual
bles: «élites», o minorías dirigen- No puede separarse Carlismo y podría ser una estructura fede-
tes; pueblo, o masa indefensa, Monarquía. Y no es porque no ral dentro de la unidad. Por eso
totalmente sometido a las prime- lo hayan intentado. Ya en el si- resulta hasta cómico, leer a al-
ras. glo pasado, Prim intentó ganarse gunos comentaristas que, con bas-
a nuestra dinastía, ofreciéndole el tante mala intención, sostienen
Por otra parte, ¿qué es el Car- trono de España, pero el conte- luchamos por el pasado, por un
lismo? Una manera de concebir nido lo aportaban él y su partido. sistema foral arcaico, ¿para qué
la sociedad y, a la vez, un mo- No pudo aceptarse. Otra dinastía nos iban a servir ahora a noso-
vimiento político que desearía el lo hizo entonces, como tantas tros, hombres del siglo XX, unas
poder para establecer, como reali- otras veces, sin importarle ser leyes e instituciones propias de
dad, tal sociedad. Parte del hom- recipiente de muy diversas ideo- épocas pasadas? Sería tan ridícu-
bre, pero como ser social, y reco- logías, vaciada ya de su sentido lo como pensar que vamos a cam-
noce la libertad de todos los gru- originario; de ahí que haya que- biar nuestros cómodos sistemas
pos humanos en los que la per- dado como mera forma de gobier- de transporte por las diligencias.
sona realiza sus distintas dimen- no, sometida a las fluctuaciones Otro error consiste en identificar
siones (familia, entidad territo- de las diversas fuerzas dominan- el sistema carlista con el actual
rial, asociaciones laborales, cul- tes. También en la actualidad se sistema foral navarro; éste, que

23
ha logrado sobrevivir a diversas o el abstencionismo, sin dejar al rreno político, desviados hacia es-
vicisitudes históricas, ha quedado pueblo en la estacada para luego tériles luchas callejeras con los
limitado al aspecto fiscal, habien- reclamar los derechos del vence- republicanos de Blasco Ibáñez,
do perdido todos los restantes dor; en una nunca desmentida y a una insistente y firme mani-
principios que determinan el auto- lealtad, pues nunca hemos trai- festación de su fe religiosa —los
gobierno de los pueblos. Por úl- cionado, como grupo, los acuer- famosos «rosarios de la aurora»—.
timo, y debido, a una serie de dos o las obligaciones contraídas. No deja de ser significativo que
complejas circunstancias, los pue- El Carlismo ofrece también una uno de los momento más intere-
blos y regiones de España se en- dinastía y un líder; una dinastía santes del Carlismo valenciano
cuentran divididos en zonas de que nunca se ha dedicado a ma- venga a coincidir con el resurgir
crecimiento económico y otras de niobras de alto nivel, por su com- del regionalismo, en los años de
subdesarrollo; no nos interesa promiso y su vinculación al pue- la «Solidaritat valenciana» (hecho
tampoco un sistema que deje sub- blo, y que es la mejor garantía palpable, aunque no siempre se
sistir y aun intensifique esta se- de continuidad en la obra de re- refleje en las obras de los histo-
paración; el autogobierno de cada construcción. riadores valencianos); después, las
pueblo o región debe ser no sólo escisiones —«mellistas», por una
en beneficio propio sino dirigido parte, de la Derecha Regional Va-
hacia el desarrollo completo y lenciana, por otra— fueron un
equilibrado de todos los pueblos golpe duro para el partido.
que forman la comunidad españo- —Por último, ¿podrías de-
la, tanto los que tienen anteceden- cir algo sobre el Carlismo en
En la actualidad, el carlismo
tes históricos de autogobierno el País Valenciano?
valenciano ha evolucionado con
como los que pueden alcanzarlos relación a su origen; sigue sien-
como fruto de una más reciente do popular, con amplia base cam-
madurez política. El Carlismo ha estado, desde su pesina, pero cuenta ya con una
origen, muy enraizado en las tie- interesante aportación de elemen-
rras valencianas; en este carlismo tos humanos procedentes de áreas
de las comarcas interiores pode- urbanas, lo que le permite hacer
mos observar muchos de nuestros acto de presencia en la Universi-
—¿Qué ofrece el Carlismo caracteres originarios: partido po- dad {sector en el que siempre he-
a la sociedad española? pular —«camperols»—, de gentes mos estado en franca minoría,
sencillas, analfabetas y muy re- por nuestra condición de pueblo).
ligiosas, hostiles a los gobiernos
centralistas y liberales que habían Respecto al futuro, podríamos
Si la transformación social de-
cometido con ellos una doble simplificar diciendo que preten-
be ser obra de un pueblo y no
traición: la venta de las propie- demos ser una de las bases más
de unos cuadros o grupos diri-
dades municipales y la falta de firmes del pueblo valenciano en el
gentes, el Carlismo ofrece pueblo.
protección a las pequeñas indus- proceso democrático, y nuestra
Su poder de convocatoria no resi-
trias y artesanías, amenazadas de firme y decidida voluntad de ese
de ni en la utilización de amplios
muerte por la revolución indus- empeño lo ponemos al servicio de
recursos económicos (que pudie-
trial. Derrotados primero en el todos.
ran, más tarde, condicionar nues-
campo de batalla, lo fueron luego
tros objetivos políticos), ni en la
también —¡cómo no!— en el te- Josep Ai. Sabaíer

EL CARLISMO PRETENDE SER


UNA DE LAS BASES MAS
FIRMES DEL PUEBLO VALEN-
CIANO EN EL PROCESO DE-
MOCRÁTICO. RECTIFICADOS Y
ENCAMISADOS DE TODA
JIMÉNEZ Y
8888SBS8888888B8E8EOT8
CLASE DE MOTORES
DE EXPLOSIÓN
SANCHO, S.A.
categoría social, o el prestigio in-
telectual, sino en la entrega, ser- RECTIFICADOS NEUMÁTICOS
vicio y entusiasmo de sus miem-
Y ACCESORIOS
bros; en una intensa participa-
ción, a todos los niveles, que cons-
tituye la auténtica democracia; en
una historia repleta de tragedias
y vicisitudes, las mismas que le
Itlffil,!. I. AUTOMÓVIL

Fueras de Aragón. 14 - Tils. 256170 y 2571)38


ha tocado vivir al país, sin jugar Coso, 84 « Z A R A G O Z A
jamás la carta de la neutralidad ZARAGOZA

24
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Í Y A S I DOY POR
FINALIZADA LA EXPOSICIÓN
DE LOS PROBLEMASGUE FIEME PEN-
DIENTES DE RESOLVERELCAMPOL

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VALENC'A A
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v- j ¿('írvclepsncienoa
W-I -«n -— VI <f
*M > \<lf
\Ht\
El Territorio comprendido entre No me refiero al cumplimiento
las el río Cenia y Crevillent, sobre el
que se asienta «El poblé Valencia»,
electoral de presentar candidatos a
concejales para el tercio de repre-
ha incorporado a su esencia histó- sentación cultural. Este imperativo
asociaciones rica, un profundo sentido democrá-
tico y un intenso sentimiento es-
legal no se cumple, porque los re-
quisitos para tener derecho de pre-
tético. Si sometiéramos a análisis sentación son tan complicados, que

cívicas químico el tejido sustancial de este


pueblo, el resultado daría un por-
centaje elevadísimo de grados de
ningún casino los pretende adquirir.
La ley queda cumplida con una lis-
ta de candidatos presentada por el
laboriosidad y sensibilidad artísti- alcalde al Gobernador Civil, que
en el país ca, con el consiguiente efecto en el
ámbito social de convivencia libe-
servirá para designar a unos con-
cejales que sólo por nombre se
ral y en lo político de vivencia de- llamarán representantes de las en-
valenciano mocrática. Por eso, en el País Va-
lenciano no abundan las figuras mi-
tidades culturales.

litares ni aparece en la historia, La función política la cumplen es-


casi nunca, como victorioso en las tas entidades sin previo mandato
batallas habidas. Casi siempre nos legal. Unas veces, mantienen su
hemos alineado con el bando que historial político tácitamente. To-
resultó vencido. Pero también es dos se esforzarán por decir que la
cierto, que siempre hemos milita- sociedad no tiene política, ni la
do en las trincheras populares. «Els hace, pero todos sabrán la tenden-
agermanats», la guerra de sucesión cia política mayoritaria de los aso-
y las guerras Carlistas del Maes- ciados. Al menos, negativamente.
trazgo, son testimonios irrefutables. Todos saben lo que no son, lo que
les diferencia del otro grupo so-
cial que acostumbra ir al otro ca-
UNA ESTRUCTURA ASOCIATIVA sino. Sería muy interesante que al-
gún estudioso se ocupara de ana-
lizar el preponderante papel de las
Esta tradición se mantiene, en sociedades Musicales de Valencia,
esta época c'onsumista y privatísti- Castellón y Alicante en el desarro-
ca, gracias a la estructura asocia- llo político de la primera mitad de
tiva del país, abundante en todos nuestro siglo. Quizá llegaría a re-
los niveles, pero principalmente en sultados alentadores para tener con-
las realidades agrícolas (cooperati- fianza en el futuro.
vas. Grupos sindicales, Hermanda-
des, etc.), y en el ámbito cívico- Pero la principal labor socio-po-
cultural: los casinos de los pueblos lítica, o prepolítica es desarrollada
y de las ciudades. A pesar de la por la educación de los socios a
invitación continua, desde las esfe- la democracia formal en sus asam-
ras de poder, a la despolitización, y bleas periódicas, en despertar el
a la privatización de la vida de los espíritu crítico, en avivar en los
ciudadanos, el valenciano sigue aso- ambientes rurales las vocaciones de
ciado para el desarrollo de activi- servicio a los demás, y en el ejer-
dades culturales y musicales. Es cicio del poder local, al formar par-
verdad que los Casinos pierden te de sus juntas directivas. Muchos
clientela habitual, porque la gente concejales actuales, muchos políti-
encuentra distracción en otros lu- cos de oposición, muchos líderes
gares e incluso en el propio hogar. sindicales y muchos exportadores y
Pero ello no impide que los veci- empresarios, adquirieron sus dotes
nos mantengan su condición de so- de dirigentes, su tolerancia, su ca-
cios del Casino Musical, pagando la pacidad de comprensión y diálogo,
cuota mensual, y asistiendo espo- al pasar muy jóvenes por la expe-
rádicamente a algunos conciertos al riencia de un cargo directivo en una
año. El ambiente local aún presiona asociación musical. Fue un bautis-
en este sentido positivo, al conside- mo tan fecundo como poco agra-
rar ignominioso causar baja del decido.
casino y no ayudar a la banda de
música vecinal. Todo hombre público que quiera
un país valenciano en mayor liber-
tad, democrático y con estabilidad
social, habrá de potenciar estas for-
FUNCIÓN POLÍTICA DE U S mas asociativas del pueblo. Cuando
FORMAS ASOCIATIVAS se persigue lo contrario, se orientan
los presupuestos económicos hacia
El casino Musical, en nuestro otras formas legales de asociación
tiempo, ejerce una noble función que de vida solo tienen su existen-
de politización de los vecinos. Di- cia sobre el papel del decreto crea-
ríamos que dicha tarea la realiza dor.
de manera casi exclusiva en nues-
tros días, y resulta insustituible. V. Ruiz Monrabal

28
metas y esfuerzos
del grupo "mujer de hoy"
Hablar de la mujer no es fácil, faltan estudios, monografías, etc., y
más en una sociedad como la valenciana que no tiene reconocimiento
como realidad política. Hemos creído necesario insertar algo sobre la
mujer, no con una perspectiva «feminista» (exclusivista), sino como un
intento serio de aproximación a la liberación de la mujer. Hemos recu-
rrido a una asociación creada en el seno del Ateneo Mercantil de Va-
lencia, el grupo «Mujer de Hoy» (Subcomisión de Cultura y Promoción
Social de la Mujer). La Secretaria Ejecutiva, Ana Cari, nos ha respon-
dido a varias preguntas.

—¿Cuándo se constituyó el Creemos que la mujer, antes


grupo? que mujer, es persona y, deben
de reconocérsele, primero que na-
Se formó en marzo de 1971. En da, los derechos que derivan de
junio de ese mismo año realiza- la dignidad de la persona huma-
mos nuestra primera manifesta- na.
ción pública con ciclos de confe-
rencias, bajo el título general, Buscamos para la mujer, la li-
«situación de la mujer», que nos bertad para ser, hacer y poseer
permitió entrar en contacto con y, para construir, como compa-
los medios de comunicación y am- ñera del hombre, un mundo más
pliar nuestras posibilidades. justo.

—¿Cuál fue el motivo de la —¿Sois un movimiento «femi-


formación? nista»?

La preocupación de un grupo No, en modo alguno. Nuestra


de mujeres por nuestra situación Asociación está abierta a todo el
en la sociedad: la falta de posi- mundo, sin distinción y, nuestro
bilidad de promoción personal, objetivo más amplio es, que en
nuestra reducción a la esfera fa- la construcción del mundo, in-
miliar, la cosificación de la mu- tervengan paritariamente, el hom-
jer en una sociedad de consumo, bre y la mujer. Por otra parte,
la discriminación en el trabajo, tampoco somos un movimiento
etcétera. para suplantar al hombre de la
dirección de la sociedad.
Pertenecemos a las más diver-
sas clases sociales; profesamos —¿Qué actividades desarro-
distintas religiones e ideologías; lláis?
sólo nos une el deseo de liberar-
nos del «statu quo» que la socie-
dad impone a nuestra condición Principalmente formativas, pe-
femenina. ro con una proyección en la «pra-
xis». Conferencias, cursillos, me-
sas redondas, charlas educativas,
—¿Cuáles son vuestros obje- publicaciones, atención a proble-
tivos? mas concretos legales. Nuestro
proyecto más avanzado es un es-
tudio sobre la necesidad de guar-
Que no haya en las leyes una derías infantiles en Valencia, pre-
discriminación jurídico - política ferentemente en barrios obreros.
con respecto a la mujer. Con este trabajo pretendemos
aportar datos para que las autori-
Luchamos por eliminar la alie- dades competentes resuelvan el
nación de la mujer en el trabajo, problema.
mayor que la sufrida por el hom-
bre; por ejemplo: la discrimina-
ción salarial, funciones excluyen- —¿Queréis añadir algo más?
tes en determinadas actividades,
etcétera.
Sí. Creemos que la conciencia-
Luchamos, también, contra la ción de la mujer debe conducir
identificación Mujer-Sexo que se a que la sociedad, a su vez, tome
da en la publicidad, lo que da conciencia de su situación y ayu-
lugar a la cosificación de la mu- de auténticamente a esta promo-
jer y, al mito de la «feminidad». ción.
LA MARGINACION DE LA
LENGUA notas
Hablar de «literatura» supone
hacer referencia a los problemas
del habla, lectura y escritura que
apresuradas
subyacen muy explícitamente en
toda operación literaria. Hablar
de «literatura» de/en el País Va- sobre una vida cultural
lenciano supone exhacerbar esa
problemática y convertirla en
tema previo a cualquier plantea-
miento crítico posterior que pre-
tenda entrar en la discusión es-
tilística o en la consideración pro-
piamente interna de una obra li-
teraria. La infraestructura con-
tradictoria a una normalización
cultural propiamente valenciana,
no permite aquí el más leve esca-
pe de idealismo y la marginación
de la lengua —en un tiempo lla-
mada «vernácula» por razones
estratégicas— ocasiona una defi-
ciencia idiomática que impide el
desarrollo de una literatura con
mayúsculas.

El problema ocasiona un círcu-


lo vicioso. La falta de «escritura»
condiciona la escasez de «lectu-
ra» y la ausencia de un público
consistente y suficientemente
abundante como para tolerar el
desarrollo de una industria cul-
tural y de unos profesionales de
la pluma. El hecho, para decirlo
de una vez sin tapujos, es que no Joan Fuster, pieza clave de nuestra cultura.
hay escuelas. No hay escuelas en
las que los alumnos estudien en
su propia lengua, claro. No hay
periódicos, ni medios de difusión
al servicio de nuestra cultura. ne, saludable y terca negativa a grupo de economistas, es prueba
Y aquí el problema toca muy de dejarse vencer por una circuns- de un apuntamiento hacia una
cerca al conjunto de los Países tancia tan adversa. Y a esto pue- cierta planificación.
Catalanes. La población estudian- de llamársele «tenacidad», «su-
til empieza por lo general a leer pervivencia», «tozudez» o como
se quiera. Actualmente son dos las edito-
en su lengua cuando frecuenta las riales que funcionan con una cier-
aulas universitarias y, exceptuan- ta regularidad, «L'Estel» y «Tres
do el círculo —cada vez más am- i Quatre». Otras como «Garbí»,
plio— de los iniciados y profesio- Ha habido una excesiva disper- «Sicania» y «Torre», han dejado
nales que dominan el idioma y en sión en los planteamientos edito- de publicar, sometidas como esta-
él se expresan cuando buenamen- riales, y en ocasiones ni siquiera ban a los sacrificios que este tipo
te pueden, hay un déficit en cuan- se ha llegado a la consideración de industria exige en las condicio-
to al hábito de leer la propia del término «planteamiento». Esto nes actuales. Otra editorial, «Cas-
lengua. ha originado una idea de «falta talia», reaparece de nuevo con
de continuidad» y de coherencia. una colección dedicada a nues-
Aquí y allá se han editado nove- tros clásicos.
las, poesía, ensayo... sin que se
DISPERSIÓN DE LOS PLANTEA- vislumbrara la posibilidad de uni-
MIENTOS EDITORIALES ficar colecciones y crear más só- Claro que el negocio del papel
lidamente ese vínculo de la con- impreso en valenciano es uno de
Y a pesar de lo dicho, nada nos tinuidad. Claro que no podía ser los más contingentes que puedan
autoriza a hablar de un gran de otro modo en tiempos de for- darse. El periódico «Ciudad» de
vacío. No. En el País Valenciano, zada improvisación. Hoy por hoy, Gandía no pudo seguir con la pá-
al igual que en el resto de la co- y sin que las circunstancias ex- gina que publicaba en la propia
munidad catalana y al ritmo de ternas a nuestra cultura sean muy lengua del país. Fue en cambio
sus propias posibilidades, ha sur- otras, sí puede hablarse de un alentado a seguir editando un su-
gido una cultura, cuya considera- cierto deseo, en los medios edito- plemento en inglés. Y asuntos
ción a nivel cuantitativo y esta- riales, de rellenar los vacíos cul- como el de «Gorg», todos saben
dístico proporcionaría sorpresas a turales de nuestra sociedad. La cómo acabaron. Para quien no lo
más de un escéptico derrotista. edición de dos textos claves como sepa «Gorg» era una publicación
La cantidad de papeles en nues- «El valencianisme poli tic» de Al- mensual de carácter bibliográfico
tra lengua a lo largo de los últi- fons Cucó o «L'estructura econó- y con una tirada de 8.000 ejem-
mos lustros arroja cifras clara- mica del País Valencia» editada plares. La revista iba creando un
mente indicadoras de una solem- por «L'Estel» y a cargo de un público de lectores (la mayor par-

;0
te de los suscriptores provenía del («Dades de la h.' civil d'un va-
País Valenciano) así como el há- lencia», «El magre menjar»...). Al-
bito de la escritura en sus nume- pera es uno de los pioneros del
rosos colaboradores. La revista, realismo poético catalán.
escrita totalmente en catalán y
calificada p o r Vázquez Montalbán Si estas generaciones se diferen-
de «suavemente regionalista» aca- ciaban básicamente de las promo-
b ó viendo cancelada su inscrip- ciones poéticas del resto de los
ción en la Dirección General de Países Catalanes en su cultivo
Prensa. casi exclusivo de una poética exis-
tencial o/y realista, parece que la
última hornada poética del País
Valenciano (integrada próxima-
JOAN FUSTER, PIEZA CLAVE mente en la antología que prepa-
DE NUESTRA CULTURA
ra editorial L'Estel) va a repre-
sentar un cierto decantamiento
Ciñéndonos a lo que, modesta- hacia una poesía que busca otros
mente o no, haya de cultural en derroteros como vía de salida de
la sociedad valenciana, es obliga- u n a más acentuada madurez lin-
da la referencia a Joan Fuster. güística.
Ni exagero ni pretendo mitificar
al afirmar que no se comprende
nuestra cultura (y me refiero, cla-
ro está, al País Valenciano) sin EL CAMPO DEL ENSAYO
la aportación y el trabajo de Fus-
ter. Hasta tal punto que su ac- El campo del ensayo ha regis-
titud cívica y su obra informan «Nosaltres els Valencians», trado idéntico interés hacia el
todo el devenir del valencianismo un bestseller catalán y caste- tema local o del País. Lluís Aracil
moderno. A todos los niveles y llano. Es la piedra de toque y Rafael Ll. Ninyoles han realiza-
desde cualquier perspectiva es que ha dejado una huella his- do valiosas aportaciones en el
necesario, para comprendernos y tórica en el ámbito de lo po- campo de la Sociolingüística. He
asimilarnos como sociedad, el re- pular-colectivo. mencionado ya un texto tan im-
curso a Fuster. Un best-seller ca- portante como «El valencianisme
talán y castellano «Nosotros los polític» de Cucó. Los estudios de
valencianos» es la piedra de to- Fuster sobre historia y literatura
que que marca una decisión his- son sobradamente conocidos. En
tórica en el ámbito de lo colec- La producción poética expresa el campo de las ciencias económi-
tivo. Edicions 62 ha editado por más insistentemente una preocu- cas ha surgido un grupo de es-
el momento 3 volúmenes de sus pación por el entorno. Es también pecialistas, y la citada «Estructu-
obras completas y el autor de más abundante que la prosa. Xa- ra económica del País Valencia»
Sueca acaba de publicar varios vier Casp (1915-...) dignifica la es fruto de ello. E n el terreno del
textos de bolsillo, así como una poesía valenciana comunicándole arte y de la estética cabe hablar
obra fundamental en los Países una calidad lingüística y una so- de los trabajos de Tomás Llorens
Catalanes «Literatura catalana lidez. Pero Casp, que allá por los sobre el urbanismo y la arquitec-
contemporánia». En el campo de años cuarenta se opuso a la so- tura de Valencia editados en di-
la filología y del ensayo histórico, ciedad «valencianista» reacciona- versas publicaciones.
el profesor Sanchís Guarner es ria llamada «Lo Rat-Penat», está
junto con Fuster quien mayor en la línea de los preciosistas.
Poesía cadenciosa y libresca a la Y un largo etcétera... los pape-
cantidad de clarificaciones aporta les teatrales de Rodolf Sirera, la
a la problemática valenciana. Ma- manera de los post-simbolistas. Su
primer libro aparece en 1943 cons- edición de un texto antológico
nuel Sanchís Guarner, miembro como es la obra de Cavanilles,
del Instituto de Estudios Cata- tituyendo una sorpresa y una es-
peranza. Pero los condicionamien- «Observaciones», las ediciones va-
lanes, acaba de publicar una obra lencianas de Della Volpe, Althus-
monumental, «Historia de la Ciu tos sociales de los años cincuenta
exigían otra poesía, surgiendo dos ser y otros contemporáneos, los
tat de Valencia». films en catalán de los cineastas
generaciones que Sanchís Guar-
ner en su «Renaixenca al País valencianos independientes, la úl-
En literatura hay una clara in- Valencia» califica de «angustiada» tima novela de Martí Domínguez,
clinación hacia el realismo de de- y «protestataria» respectivamente. «Els Horts», la concesión del pre-
nuncia y, más ampliamente, ha- De la primera generación citare- mio de ensayo «Joan Fuster»...
cia la temática social. La preo- mos el nombre de su máximo
cupación por la temática propia exponente, Vicent Andrés Este-
y la visión de una sociedad que llés. Su producción poética, os-
busca la salida de su personali- PORQUE NOS DA LA GANA
cilando entre el verso intimista y
dad histórica impelen al novelista, la descripción neorrealista y lí-
al poeta, e incluso al ensayista rica del entorno cotidiano, es in- Todo ello a pesar de las dificul-
hacia la exposición de problemá- mensa. Más de nueve libros pu- tades materiales y lo que entraña
ticas que, de algún modo, tienen blicados confirman a Estellés el desarrollo de una cultura como
su raíz en el conflicto social que como el mejor poeta valenciano la nuestra en las actuales condi-
viven. Novelistas como Beatriu desde la «Renaixenca» hasta hoy. ciones. Uno se siente tentado a
Civera, María Ibars y María Be- buscar las razones de esta «cons-
neyto se preocupan constantemen- La generación posterior es la tancia», de esta «tozudez» en aque-
te por el tema social. Otros auto- que integra buena parte de la an- llas palabras que ya escribió Fus-
res como Enríe Valor, García tología «Poetes universitaris va- ter en otra ocasión: «porque nos
Aparici, Martínez Ferrando pres- lencians, 1962». De todos ellos el da la gana».
tan mayor atención al análisis que mayor resonancia y altura
sicológico. poética alcanza es Lluís Alpera Amadeu Fdbregat

31
La Taula de Canvis y el Llibre
deis Furs son los símbolos
de las libertades valencianas.

Taula de Canvis

Hablar aquí y ahora del valencia- lengua y poco más. «Lo Rat-Penat», En 1945 se crea la Editorial «To-
nismo político actual puede parecer no ha sido una sociedad de van- rres», en 1949 «Lletras Valencianes»
un eufemismo; pero la realidad es guardia, ni comprometida, ni reivin- y en 1955 «Sicania». Estas edito-
que el valencianismo, dentro de una dicativa; casi desde su fundación riales no aportaron nada, o bien
actividad más o menos migrada, tuvo cariz apolítico de derechas. poco, excluyendo su presencia, al
existe. Desde estos presupuestos, nada desolado panorama de la cultura
suponía el autorizarla. Claro está valenciana. De una forma o de otra,
Para comprender las coordenadas que este es un valencianismo dis- estas editoriales enlazan con el
del valencianismo actual hay que tinto, es un valencianismo formal valencianismo formal. Es curioso
remontarse a 1936. En plena Guerra cómo tanto «Lo Rat-Penat» como las
Civil fueron disueltos todos los mo- anteriores editoriales adoptaron las
vimientos regionalistas y naciona- normas fabristas, pero eludieron de-
listas (tanto de derechas, como de nominar catalana a la lengua (máxi-
izquierdas); las culturas regionales me cuando el fabrismo tiene como
fueron reducidas a nivel de cenácu- base el dialecto «barceloní»). Otra
de las características de ese valen-
lo, y las lenguas no castellanas solo
tuvieron un uso familiar. La Guerra el valencianismo cianismo formal es la desconexión
Civil truncó el valencianismo polí- con la intelectualidad catalana; su
tico; hablar, pues, del valencianis- ámbito es regional, cuando no re-
mo anterior a la última contienda entre la ducido al mito localista. (Valencia
ciudad y su huerta.)
es hablar del valencianismo histó-
rico.
cultura Hablar en esta época de un plan-
teamiento cultural serio, o de una
acción política, no pasa de ser una

POS-GUERRA: PRESENCIA Y
y la anécdota; hubo contactos con gen-
te catalana y labor de cenáculo.
FORMALISMO La etapa de la post-guerra abarca
hasta finales de los años cincuen-
politización ta, en que ya se apunta algún inten-
to de renovación; Joan Fuster pu-
La aversión hacia el valencianis- blica sus primeros libros y artícu-
mo no fue tan dura como hacia el los, y hay una cierta actividad uni-
catalanismo; la conciencia valencia- versitaria.
nista no estaba tan arraigada como 3MSS&&:
fil%*K«W»«&H»8£E
para ser un peligro. El valencianis-
mo no ha sido, salvo esporádicos que no ha superado los límites fol-
momentos, un movimiento de ma- klóricos y gramaticales; es, en lo
sas. cultural, sub-desarrollado y en lo po- LA DECADA DE LOS SESENTA:
lítico, conservador e inhibicionista. RENOVACIÓN
En los primeros años cuarenta También existen una serie de socie-
«Lo Rat-Penat» (Societat d'amadors dades que parten de idénticos pre-
de les Gloríes valencianes), es supuestos, como son la «Societat
autorizado y reemprende sus acti- Coral El Micalet» o la «Societat En los primeros años de la déca-
vidades, juegos florales, Cursos de Castellonenca de Cultura*, etc. da de los sesenta, ya se advierte

}2
abiertamente el problema de fondo; Cátedra de Lengua y Cultura Valen-
el problema político. La iniciativa ciana en la Universidad de Valencia.
parte también de la Universidad, se
organizan los «aplecs». A la luz pú- La más popular librería valencia-
blica sólo son romerías, festivales nista, librería «Tres i Ouatre», fue
de «Nova Caneó» misas en cata- víctima de tres asaltos durante los
lán, ... pero algunos plantean cla- meses pasados, por comandos pro-
ramente su significado político, co- fascistas. Con motivo del último
mo «l'aplec del Puig», que se cele- atentado un grupo de personalida-
braba en el mes de Octubre, y en des de diversas sociedades cultu-
el que participaban más o menos rales del País Valenciano dirigieron
declaradamente casi todos los gru- un escrito a la opinión pública, de-
pos políticos del País Valenciano. nunciando el acto de incalificable,
«L'aplec del Puig», como es obvio, «que nos llena de vergüenza», etc.
no se celebra, pero el mes de oc- Los firmantes son los representan-
tubre ha quedado como símbolo de tes de las instituciones que en la
una actividad valencianista política práctica hacen bien poco por la
muy definida; panfletos, «pintadas», cultura valenciana. Unas institucio-
un seminario de conferencias en la nes donde se agrupa la burguesía
Universidad, y una proliferación de local, conservadora, carente de as-
los «aplecs» comarcales, es todo lo piraciones como clase, e Incapaz
que en el aspecto político da el de promover económicamente al
valencianismo. País Valenciano. He aquí las ins-
tituciones más destacadas: Ateneo
Hacia finales de los sesenta hay Mercantil, Caja de Ahorros, Cámara
Llibre deis Furs una segunda etapa, la consolidación. de Comercio, Acción Católica, etc.
En 1967 se crea la editorial «Gar- Es todavía más contradictorio el
bí», y también la editorial «Sen- que se hayan adherido a una libre-
nent», que se transformaría más ría que, además de valencianista,
tarde en editorial «Gorg». En 1968 tiene un marcado carácter ideológi-
surje la editorial «Tres i Ouatre», co, a juzgar por los libros que ven-
un claro signo de cambio; no cuan- Estas jóvenes editoriales todavía de. Queda muy bien el solidarizar-
tativo, sino cualitativo; ya he di- no han dado lo que debían pero sus se con la cultura valenciana, pero
cho que el valencianismo sólo se proyectos y ambiciones son impor- el solucionar los problemas del
plantea a nivel de élite, o en los tantes, y si no se frustran aporta- país, es comprometerse demasiado.
grupos culturales y políticos más rán mucho a la renovación del país.
inquietos. Junto a esas editoriales se han crea- Si la aversión solo alcanzó estos
do una serie de librerías que se últimos años al valencianismo po-
dedican casi en exclusiva al libro lítico, ahora parece ser que se im-
En 1962 emprende sus publicacio- catalán.
nes la editorial «L'Estel», y también pone el recortar la actividad de la
en ese mismo año Joan Fuster pu- cultura. En todo planteamiento cul-
blica «Nosaltres els valencians», un Mención aparte, merece la revis- tural valencianista hay, y esto na-
bestseller catalán que se ha califi- ta «Gorg». En un principio, esta re- die lo duda, un planteamiento polí-
cado como el primer intento de re- vista fue una iniciativa particular, tico, casi nunca declarado, pero el
novación de la historia del País muy deficiente en el aspecto cul- único que puede resolver el pro-
Valenciano, con una proyección com- tural, pero poco a poco se estaba blema valenciano.
prometida y definida hacia el fu- transformando en la publicación más
turo. importante del País Valenciano, en Alfons Cucó señalaba en su libro
objetividad, seriedad y apertura. «El valencianisme polític», que las
Pero una insólita decisión ministe- características de los movimientos
La Universidad se había mante- rial basada en motivos administra- valencianistas han sido, de hecho
nido al margen del valencianismo tivos, canceló su inscripción en el todavía lo son: autonomía política
casi desde comienzos de la «Renai- registro de empresas periodísticas. y las reivindicaciones culturales y
xenca», pero a partir de estos años Era la única publicación que se pu- lingüísticas. Dudo mucho que estas
se convierte en uno de los pilares blicaba en catalán en el País Valen- características sirvan para aglutinar
fundamentales; era lógico y así de- ciano y la única que en los últimos a todas las corrientes políticas del
bía de haber sido siempre. Se pu- años logró consolidarse. País Valenciano; el problema está
blicaron, aunque por poco tiempo,
demasiado radicalizado como para
«Diáleg», «Concret» y «Al vent»
que sirvan de nexo de unión, o qui-
(Castellón). Los confeccionadores
zá el problema sea más amplio. De
de aquellos boletines, son hoy los
principio por lo menos, el destino
miembros de una de las más sóli-
LA DECADA DE LOS SETENTA EN del País Valenciano está ligado al
das generaciones del valencianis-
LA INCERT1DUMBRE destino del resto de los pueblos de
mo. Un joven, también universita-
España.
rio, se convierte en el más desta-
cado representante de la «Nova
caneó»; pero abandona pronto el En abril de 1971 se celebró el
País Valenciano, aunque no se des- l.CT Congreso de Historia del País Josep M. Sabater
vincula de él totalmente, y se in- Valenciano. El congreso no tuvo nin-
serta de lleno en la cultura cata- gún aspecto oficial. Tampoco estuvo
lana, mucho más posibilista que la politizado en ningún sentido, pero
valenciana. sí hubo un compromiso con la his-
toria y la cultura autónoma. En la
Todos los intentos de renovación más unánime de sus conclusiones,
se quedaban en lo cultural, una que fue la tercera, se pedía al M i -
frontera que impedía el plantear nisterio de Educación y Ciencia, una

M
la "canpóM
en el país
valenciano

LA CANCIÓN la canción en un instrumento de des inconvenientes, entre los que


comunicación de gran poder. podemos destacar los siguientes:
Los medios de comunicación han
sufrido un gran desarrollo, si no Siguiendo a Pau Riba, podríamos
en calidad, sí en cantidad. En la definir la canción como "medio ar- 1." — La denominación. — Al na-
España de postguerra, vimos re- tístico de expresión personal". Ana- cer casi paralelamente con la "nova
surgir el cine, si podemos llamar licemos: es un medio de expresión caneó" fue englobada dentro de
cine a lo que aquí vemos; en la porque, respondiendo a una de las esta denominación toda la produc-
década de los 40, diez años más necesidades vitales del hombre, la ción que nuestros cantantes ve-
tarde, tuvo su auge la radio con comunicación, comunicas senti- nían haciendo. Más tarde, al dis-
sus seriales que hacían llorar a la mientos y opiniones; es artístico gregarse los elementos de aquella
mayoría de las mujeres por unos porque se trata de una combina- antigua "nova caneó" y caer en
problemas que no eran los suyos; ción de letra y música ateniéndo- desuso esta etiqueta, se trató, por
y ya, finalmente, la década de los se a unas limitaciones formales y algunos, de denominarla "caneó va-
60 contempló la gran expansión de estéticas; es personal porque se ex- lenciana", denominación que no
la TV. Todos estos medios de co- presan sentimientos y opiniones tuvo éxito, aunque de hecho en
municación han servido de instru- del autor; y es, al mismo tiempo, algunos recitales se hablase de re-
mentos más que adecuados para un elemento liberador, tanto del cital de "caneó valenciana" o de
que el "establishment" fuese con- autor o del intérprete como del "nostra caneó". Creo muy acertada
figurando la opinión de los ciuda- que se halla escuchando la can- la opinión dada por la desapare-
danos tratando hacer de ella un ción. cida revista GORG que, en su nú-
todo coherente y armónico con el mero 19, abogaba por la denomina-
pensamiento oficial imperante. LA CANCIÓN Y EL PAÍS VA- ción de "caneó catalana", englo-
LENCIANO bando dentro de la misma tanto
No quiere esto decir que toda la canción del País Valenciano,
la producción cinematográfica o La canción, además, como ele- como las que se hacen en el Prin-
musical por ejemplo, fuese "pro- mento perteneciente a una cultu- cipado de Catalunya, Baleares o el
establishment"; pero ya tenía éste ra, debe ser hija de esa cultura, y Rosselló.
buen cuidado de desviar hacia las no puede ser concebida si no es
élites toda aquella producción in- dentro de unas coordenadas que
telectual que no tuviese por ob- 2.° — La falta de organización. —
vienen marcadas, en este caso, por Esta ha sido, hasta ahora, uno de
jeto el dar un tono monocolor a unos problemas concretos entre los
la conciencia nacional. No se pro- los grandes problemas con que se
cuales destaca el de la lengua. ha contado. Existió un momento
hibían directamente películas y can-
tantes —en algunos, quizás dema- El País Valenciano es un terri- que podríamos denominar de
siados casos, sí— pero se les ne- torio con una lengua propia y dis- "boom" en el ámbito de la "can-
gaba y se les continúan negando tinta a la oficial del Estado espa- eó", y en todos los pueblos exis-
el pan y la sal de los medios por ñol. El pueblo habla en catalán, o tía un grupo de jóvenes inquietos
los que podían llegar a la masa po- valenciano como se le denomina con ganas de organizar recitales,
pular. aquí, dando lugar esta bi-denomi- pero la inmensa mayoría de las ve-
nación, a muchas polémicas de ces falló la propaganda o los micró-
A medida que subió el nivel ad- tipo folklórico y reaccionario; por fonos o cualquier otra cosa. Afortu-
quisitivo y fuimos adentrándonos tanto la canción a la que vamos a nadamente, este momento pasó y
en lo que se ha dado en llamar referirnos es la que se ha venido en la actualidad, y de una mane-
"sociedad de consumo", las gentes haciendo de diez años aquí en la ra totalmente "underground", exis-
fueron adquiriendo aparatos toca- lengua del pueblo valenciano. te una cierta organización, y casi
discos y discos, dando lugar al na- todos los recitales suelen ser un
cimiento de la industria del disco La canción del País Valenciano éxito tanto artístico como a nivel
y convirtiendo, al mismo tiempo, ha tenido que luchar contra gran- de público asistente.

34
Sala «STUDIO», donde se reú-
ne la «izquierda erótica» de
valencia.

La «caneó», uno de los pocos


medios por los que la cultura
puede llegar al pueblo.

3.° — Falta de apoyo en los me- no vamos a dar nombres; en pri- "caneó" son muy diversos. Abun-
dios de comunicación. — La pren- mer lugar, porque dar nombres no dan los universitarios, pero tam-
sa ha ignorado a nuestros cantan- diría nada a muchos lectores de bién hay obreros y mucha clase
tes, como ignora todas las mani- la Revista, si exceptuamos los co- media entre los mismos, y si los
festaciones de nuestra verdadera nocidos; y en segundo, porque con- recitales se celebran, como la ma-
cultura como pueblo; y las emiso- sideramos que no son los nombres yoría de las veces, en pueblos de
ras de radio, exceptuando Radio lo importante, sino que lo que las diversas comarcas, el público
Popular de Villarreal, tampoco han queda es la labor realizada. se encuentra principalmente for-
prestado gran apoyo a su difusión. mado por gentes de ló que pode-
Se ha prestado y se presta más ¿Quiénes son estos cantantes?, mos denominar "clase popular".
estos nuevos juglares valencianos
ayuda al pseudo-flamenco, tan en son los seguidores del "crit" que
boga, que a los cantantes del pue- lanzó Raimon allá por los años 62; Generalmente, los recitales sue-
blo valenciano. también ellos expresan con sus len estar organizados por algún
canciones su disconformidad con club de juventud del lugar donde
4." — Aspecto económico. — Es- se va a celebrar el acontecimiento
te ha sido también el gran caballo un mundo que no hemos hecho,
con un mundo y una forma de En Valencia-ciudad existen dos lo-
de batalla. Los cantantes se "que- cales especializados en recitales;
man" actuando gratis. Ahora ya vida que nos han sido impuestas.
En su mayoría, se trata de jóve- son El Micalet —sus "dimarts" se
cobran, pero tan sólo simbólica- hicieron famosos— con un público
mente; y las entidades culturales nes universitarios con inquietudes
que, con sus pequeños ahorros, se juvenil de toda condición social,
del País, prefieren dar sus óbolos y la sala STUDIO, donde periódi-
para patrocinar conferencias sobre han comprado una guitarra y se
han lanzado a pregonar "al vent" camente se celebran recitales de
OVNIS antes que para organizar diversos cantantes, que congregan
festivales con cantantes y cancio- dichas inquietudes. Unos cantan a
la vida, otros al País que les vio a un público diverso, en parte del
nes salidos del pueblo y en la Micalet, un público más sofistica-
lengua del pueblo valenciano. nacer, todos al amor en todas sus
facetas. do, donde se pueden ver, pues se
dan cita en estos espectáculos, a
Pero pese a todo, la "caneó" ha todos los miembros de la denomi-
salido adelante, el espíritu de un Generalmente el hecho de can-
tar en la lengua del pueblo supo- nada "izquierda erótica" de la ciu-
pueblo no puede morir; y ahora, dad.
no con euforia ni triunfalismo, pero ne un enfrentarse a algo; y más
sí con cierta mirada optimista, y todavía si, como pasa en muchos,
siempre con el miedo a cuestas, cambian el castellano materno por PUNTO FINAL
podemos mirar hacia adelante, con el idioma del País —sabido es que
ganas de hacer más y más camino en la capital del Turia existe la Para terminar, tan sólo nos que-
por las tierras del País Valenciano. costumbre de educar a los niños da remarcar la necesidad de que,
Los recitales se van multiplicando, en castellano, creyendo hacerles un poco a poco, se vayan superando
el público va aumentando y el gran bien para su futuro—, otros las dificultades antes reseñadas, y
nivel de calidad de los cantantes eligen el idioma del pueblo valen- nuestros cantantes y nuestras ma-
va, poco a poco, superándose, al ciano a la hora de hacer sus can- nifestaciones culturales puedan lle-
tiempo que algunos medios de co- ciones por una especie de moda o gar a tener el nivel de normalidad
municación se abren tímidamente snobismo; la experiencia nos ha que nos merecemos como pueblo.
a los esforzados cantantes de nues- demostrado que estos últimos, a Termino con unas palabras de Rai-
tro País. la larga, pierden el aplauso de un mon, el impulsor del movimiento
público que no acepta las medias de la canción catalana, y con él
tintas. pienso que "ens queda l'esperanca
LOS CANTANTES
de viure lliures i en pau".
En este apartado que hemos des- EL PUBLICO
tinado a hablar de los cantantes Los asistentes a los recitales de R. Esteve-Casanova

35
-

el derecho
. ¿j-g-¿rv ¿

1 ty :
^HBH^K^S

Ivl^l
del hombre
al aso y defensa
J|L.
r —— • vgL
de su lengua nativa
WÁ::<^jpSll10 ^^
m '• • -1
en de ley natural
entrevista con mossén Huís alcón i edo,
de la comissió per a la
liturgia en valencia
• H>JflHJi
El «pardal» de Sant Joan

—Si la lengua valenciana no es Valencia y Castellón como de Ali- los sacerdotes?, ¿ del pueblo
un idioma de utilización públi- cante, en la zona perteneciente a cristiano?
ca, ¿por qué la Iglesia lo utili- la Diócesis de Valencia. No nos
za en la Liturgia? referimos a la Diócesis de Alican- —En parte ya está contestada
te, que es una cuestión que nos la pregunta en la respuesta ante-
—Claro que es un idioma de uti- preocupa y nos apena por lo di- rior; pero sólo en parte, porque
lización pública para nosotros los fícil de su situación. de aquellos criterios e influencias
valencianos, aunque no en todo también participan, sobre todo en
lo que debía serlo, por una serie los pueblos, algunas personas o
—A la hora de aplicar la len- personajes, quienes creen que son
de trabas inconcebibles que se
gua vernácula como lengua de ciudadanos o feligreses de 2." ca-
nos ponen a la hora de la verdad.
la Iglesia valenciana, ¿cuáles tegoría si se les habla y se les
Pero esos inconvenientes no exis-
son los problemas más difíciles hace participar de la liturgia en
ten por parte de la Jerarquía que
de salvar? la lengua vernácula. Prefieren la
se atiene a lo dispuesto por la
Iglesia; y por eso, se usa en la lengua oficial porque viste más y
liturgia. —Para mí, creo que el princi- es más fina. Y es que no piensan
pal y más difícil de salvar es el que las lenguas, todas sirven para
Tú sabes que en nuestras tie- problema de la incomprensión de hablar con Dios y para entender-
rras valencianas, la inmensa ma- muchos de nuestros sacerdotes se los hombres, y que la mayor
yoría de la gente (si exceptuamos que, no sólo no comprenden la elegancia y finura se la proporcio-
las zonas de habla aragonesa y doctrina de la Iglesia al respecto, nan las mismas personas que las
castellana, precisamente de me- sino que no quieren comprender- hablan. ¡Con cuanta razón y gra-
nor densidad de población) habla la, debido a la influencia que so- cia a estos valencianos y valencia-
nuestro idioma vernáculo. Incluso bre ellos ha ejercido y creo que nas les llama «coents» Martí Do-
en los grandes núcleos urbanos ejerce la formación recibida en mínguez!
como Valencia-capital, etc., en los los Seminarios y la que siguen
que hay un gran sector de caste- ejerciendo los complejos por los En cuanto a nuestros Obispos,
llano-hablantes, existe un no pe- que se dejan llevar. Tal vez sea de todo ha habido. Aunque es
queño porcentaje de gente que la inercia y las prevenciones, in- preferible no hablar de ellos aho-
habla el valenciano normalmente justificadas o falsas, lo que les ra. Ya juzgará la Historia, pues
y aún otro mayor que usa indis- impide abrir su espíritu y crite- documentos feacientes los hay y
tintamente uno u otro idiomas. rios a la reiterada y clara doctri- en abundancia. En la actualidad,
na y enseñanzas de la Iglesia, para sin embargo, ya no hay problema:
Si tienes todo esto en cuenta, llevarlos a la práctica. nuestros Obispos reconocen y ad-
no te extrañará que sean más de miten el hecho y no hay, por par-
20 las Misas dominicales en va- te de ellos, prohibición alguna
lenciano que se celebran en Va- —La lengua valenciana todavía que dificulte la normalización del
lencia-capital, ni que se celebren dista mucho de estar normali- uso de la lengua vernácula en los
otras muchas más en otros mu- zada dentro del seno de la Igle- templos de aquellas parroquias o
chos de nuestros pueblos de las sia. ¿De dónde vienen las tra- pueblos en donde es total o mayo-
llamadas «provincias» tanto de bas?, ¿de los Obispos?, ¿de ritario el número de valenciano-

36
Una expresión publica en fa-
vor de la utilización del idio-
ma popular en la liturgia.

aquejan a la Iglesia en general,


no todas producto de mala fe sino
de inquietudes de renovación no
siempre acertadas u oportunas.
De todos modos, las tensiones o
crisis en una sociedad como la
Iglesia son signos de vitalidad
aunque también lo sean de dolen-
cia. Pero algo cuenta su Funda-
dor y sus Pastores ¿no te parece?

—¿No cree que la Iglesia en


el País Valenciano, histórica-
mente, ha sido instrumento de
hablantes. Si en muchos pueblos cultura y defenderla para llevar
la Riqueza?
todavía no se ha establecido esa mejor a nuestros feligreses que
normalización, a sus curas habrá son y se sienten valencianos la
que achacarlo. llamada de Dios a todos los hom- —Es muy expuesto generalizar.
bres. ¿Sentiríamos con la Iglesia Aunque en ella, como Institución
Que algún Obispo de alguna de si obráramos de manera contra-
nuestras Diócesis debiera animar regida por hombres, haya habido
ria? ¿Sería, en realidad, auténti- sus fallos al igual que les pasó a
a sus diocesanos, tanto curas co- co espíritu evangélico no pensar
mo fieles, a incorporar sin remil- otras Iglesias, también ha habido,
ni obrar así? El derecho del hom- como las hay, cosas muy buenas.
gos ni timideces la lengua valen- bre al uso y defensa de su len-
ciana a la Liturgia a ejemplo de Y tampoco se han de olvidar.
gua nativa es de ley natural. Y lo
las Diócesis de Cataluña y de las que es de ley natural no puede ir Sus fallos ya los pagó. Lo que
Islas Baleares, no deja de ser contra la ley divina, ni contra las importa es que nos esforcemos
cierto. Y es de lamentar que así leyes humanas que, si algunas todos en hacerla como debe ser
sea porque se trata de buenos veces son deficientes, siempre son y queremos que sea, porque Igle-
Pastores. Ojalá que vean y no sea perfectibles, si de verdad miran sia somos todos.
tarde. al bien común.

—¿Ha habido, por parte de al- —El pueblo valenciano, en ge-


—¿No cree que la Iglesia va-
gún sector, tanto perteneciente neral, ¿es católico?
lenciana está viviendo todavía
como ajeno a la Iglesia, algu- una etapa pre-conciliar?
na reacción en contra de la uti- —Creo que, en su mayoría, sí.
lización del vernáculo"? —No exactamente, ni del todo. Si me preguntas por su catolicis-
Un Concilio, como el Vaticano II, mo, te diré que hay sectores muy
—Más que de sectores que reac- conscientes y responsables, que
con todo lo que supone y lleva
cionaran en contra, y sin olvidar tratan de llevar sus convicciones
consigo, no se aplica íntegramen-
lo dicho en las dos anteriores cristianas hasta las últimas conse-
te en un espacio de tiempo tan
respuestas, habríamos de hablar cuencias; pero hay otros, y son
relativo. Convencido estoy de que
de individuos, que sí que los ha mayoría, en los que su catolicis-
su aplicación encuentra sus difi-
habido y los hay, tanto del clero mo es muy deficiente. Nosotros,
cultades; pero se intenta, sin pa-
como seglares, y por lo general, los sacerdotes, habremos de car-
r a r y sin prisas, llegar cuanto an-
de entre los instalados, como se gar con mucha de esa responsabi-
tes. Hemos de confiar.
dice ahora por ahí. Honradamen- lidad, por no haber sabido llegar
te, de ellos bien poco o nada se a ellos por los medios humanos
puede esperar. Son ciegos volun- —Últimamente la Iglesia Va- más naturales y adecuados a su
tarios. lenciana está atravesando una manera de ser, de hablar y de
crisis —las tensiones en el Con- pensar. Recuerdo con frecuencia,
—La defensa, por parte de al- greso Eucarístico, los conflictos y la medito, aquella frase del
gunos clérigos, de la cultura en el Colegio Mayor de Santo Santo Cura de Ars: «los pueblos
valenciana, ¿no es una opción Tomás de Villanueva, etc.—. son, por lo general, lo que son
temporal (casi diría política), ¿Qué opina de todo esto? sus Curas».
en cuanto que el Estado Espa- —Creo que es más «el ruido que No pretendo pasar por progre-
ñol actual no reconoce politi- las nueces». Esos problemas han sista ni temo ser tachado de re-
camente las realidades regio- sido desorbitados por algunos, o trógrado, que es uno de los mie-
nales! con afán sensacionalista o no sa- dos más temidos de hoy (y valga
—No. No es ni puede serlo. Por bemos con qué intenciones. No la redundancia). Si he dicho to-
el contrario, es un deber de nues- creo que haya tal crisis. En todo das estas cosas, es porque así las
tro ministerio servirnos de esa caso, serán las de moda, las que creo. Si estoy equivocado, perdón.

37
PMEXSA VALENCIANA

AQUÍ
NO PASA NADA
UNA PRENSA TEDIOSA, PERO rlos y revistas son iguales en pun- Pero todavía debe puntualizarse
RENTABLE to a densidad e interés informativo otra diferencia: la que existe entre
ni nadie, con su dosis de sensatez, los diarios de la capital regional y
¿Se merece el País Valenciano la puede esperar más de lo que per- los de Alicante. Allí, en las comar-
Prensa que tiene? ¿Oué diablos mite el tierno arbolito de nuestra cas del sur valenciano, tanto 'In-
pasa para que los medios informa- libertad de expresión. formación- (de la cadena del Mo-
tivos indígenas y singularmente la vimiento) como el extinto «Prime-
prensa escrita —ya que los demás Pero ocurre que ese arbolito ra Página* y la edición alicantina
apenas si cuentan— sean tan teso- aguanta más peso del que le cuel- de «La Verdad» de Murcia, compi-
neramente mediocres y distantes de
la realidad que, en teoría al menos,
debieran reflejar? ¿Por qué, en su-
ma, no cubren siquiera el ámbito
informativo que, sin riesgo alguno,
les permite la vigente Ley de Pren-
sa e Imprenta?

Ignoro las respuestas que pudie-


ran apuntarse a esta serie —per-
LAS PROVINCIAS
DIARIO. DICANO DI LA IECION VALINCIANA
fectamente ampliable— de interro-
gantes que cualquier observador o
lector mínimamente lúcido se for-
mula cada día ante cada nueva edi-
ción que le cae en las manos y se gan nuestros centenarios y renta- ten en algo tan elemental como es
le caería de ellas si no lo impi- bles —especialmente eso, renta- la búsqueda de la noticia y de su
diese la inercia y 1a imposibilidad bles— diarios valencianos. No en entretela. Sin abordar los grandes
de elección. Pero ese es el caso y balde desde aquí se añora y aquí temas, esos cuyas claves solo se
el problema: el País Valenciano, tienen excelente acogida rotativos conocen —si existen— en ciertas
con sus casi tres millones de almas catalanes, madrileños, murcianos y crujías o cenas madrileñas, culti-
y un contexto socio-económico que algunos otros que, simplemente, van sin embargo lo que es útil u
bulle, progresa, retrocede y a ve- ejercitan la Ley de Prensa y deno- ofrecen un interés inmediato a sus
ces restalla sus anhelos y sus tan curiosidad, oficio y opinión pro- lectores: la política municipal, el
frustraciones, con todo eso, repito, pia, cualidades que en el mundo urbanismo con sus escándalos in-
el País Valenciano, no sólo carece informativo valenciano hay que ras- mobiliarios, el suceso, la andanada
de la Información posible, sino que trear con lupa. Lagunas que se po- crítica contra esto o aquello, la re-
la ración que se le sirve es sobera-
namente tediosa y aún ¡rreconoci-
ble para todo aquel que, además de
leer los periódicos, mira y oye lo
que pasa por su Jado.

Se argüirá que algo similar pue-


de anotarse de cualquier otra pren-
sa provincial o regional, ya que toda
se cuece en el mismo homo, y que, $ DIARIO REGIONAL DEL MOVIMIENTO
a la postre, todo depende de lo
que esperemos y exijamos a un pe-
riódico. En efecto, a ojo de buen
cubero todos son ¡guales y sería
descabellado convertir la prensa nen de manifiesto, precisamente, flexión sobre un trance económico,
valenciana en chivo expiatorio de cuando se comparan los diarios fo- laborad o eclesiástico... Oe tal mo-
deficiencias generales y sobre todo ráneos —«La Vanguardia», «TeleX- do que, con su lectura, se va sa-
ajenas en buena parte a los mis- prés», «La Verdad», «Informacio- biendo algo y aún mucho de lo que
mos medios informativos. Cierta- nes», etc., ninguno de ellos, como pasa.
mente. Pero aquí se impone ser se ve, suspecto de jacobinismo—
cuidadoso con las diferencias y los con los que se editan por estos En la provincia de Valencia, si
matices, porque ni todos los dia- pagos. nos atenemos a los diarios que pu-

38
blica su capital, en cambio, nunca giran en t o m o a los 37.000 ejempla- LA BURGUESÍA VALENCIANA, EN
pasa nada. Es un mundo felicitarlo res (excepto los domingos, en que EL BANQUILLO
en ei que solo muy tardíamente, crecen algo más) en tanto que el
cuando ya se habían dado numero- vespertino «Jornada» difícilmente
sos aldabonazos desde otros me- sobrepasará los cinco m i l . Este úl-
dios, los lectores pudieron enterar- timo, no se me negará, constituye, Señalar las causas o responsa-
se que el País Valenciano iba eco- como diario y como empresa, un bles de esta carencia nos llevaría
nómicamente de capa caída. Es un verdadero prodigio de incompeten- por unos cerros incómodos. Pero
ejemplo que podría extenderse a cia. En Alicante, donde el panorama para que el lector no incurra en
todas las esferas de la actualidad: es relativamente más optimista. razonamientos simplistas debemos
la municipal, la universitaria, la ur- «Información» puede alcanzar los dejar constancia aquí de que, a la
banística, etc. En pocas palabras: 17.000 ejemplares y, por último, en hora de distribuir las culpas, un
Prensa valenciana y Tele Diario pa- Castellón, «Mediterráneo» —de la buen porcentaje le corresponde a
recen dirigidas por el mismo magín. cadena del Movimiento, como to- la burguesía valenciana —y hablar
dos los citados a excepción de de burguesía en este caso es hi-
«Las Provincias»— quizá ronde los pertroflar el concepto— que solo se
10.000. acuerda de Santa Bárbara cuando
truena; esto es, cuando la naranja
LOS MEJORES PROFESIONALES. va mal. Solo en este caso y en
algún otro muy concreto —como
MARGINADOS
los repartos de polígonos industria-
les, por ejemplo— repara en su
DIVERSOS INTENTOS FRUSTRADOS
indefensión, en la falta de unos me-
Ante tal panorama no puede sor- dios informativos que trasladen su
prender que las mejores plumas, Otra consecuencia de esta situa- malestar y presionen a la Adminis-
las cabezas mejor organizadas y los ción que venimos describiendo ha tración. Ahora mismo, mientras re-
profesionales más conscientes ha- sido, lógicamente, la serie de pro- dactamos estas líneas, el anuncia-
yan sido marginados. Es el caso o yectos o intentos frustrados para do paso de productos agrícolas ma-
los casos de un Joan Fuster, Ara- enmendarla. Persuadidos de que ha- rroquís ha originado un profundo
cil, Ninyoles —y dejo muchos en bía mercado para otros medios in- e irritado malestar entre el gremio
el tintero— entre los escritores; formativos que podrían prosperar a agrícola; a su juicio, se trata de
Vicent Ventura, Soriano Besso o costa de la mediocre competencia, una operación oscura que agrava
Terran Vidal, entre los periodistas, nacieron «Al Día», diario de infor- todavía más el trance de la horto-
y queda la gran nómina de profesio- mación económica que apenas re- fruticultura de exportación y qui-
nales que han debido de buscar su sistió unos meses. Nació en Alican- sieran, como es obvio, combatir,
tajo en otras latitudes y publicacio- te «Primera Página» que murió de razonar públicamente su postura.
nes. Con todo ello se produce la la misma afección: la falta de ca- Pero no pueden y claman a Santa
paradoja de que para rastrear la pital. Ha muerto también la revista Bárbara: «¡Ah, si tuviésemos perió-
realidad valenciana hay que acudir mensual «Gorg», escrita en catalán dicos!» dicen algunos, con una ado-
a la prensa de Madrid y Barcelona y víctima de una deficiencia formal rable y significativa ingenuidad.
que acoge a estos colaboradores. que la Dirección General de Pren-
En contrapunto, los nuevos perio- sa estimó suficiente para cancelar
su inscripción en el Registro de Y hablando de culpas, digamos
distas que por ley de vida —y no
Empresas Periodísticas. Ha muerto, que tampoco los periodistas deben
por otra— se van incorporando a
antes de nacer, una revista sema- cargar con el mochuelo. En el País
las plantillas de los diarios locales
nal de información general titulada Valenciano hay media docena de
rápidamente se amelazan y domes-
«Aquí» cuyo expediente acumula periodistas excelentes que dejaron
tican en un súbito proceso de en-
polvo en algún despacho ministerial hecho jirones su entusiasmo y su
vejecimiento.
empedrado de buenas intenciones. oficio. Son buenos profesionales y
Hasta ahora, en torno a esta publi- sería injusto englobarlos en la Im-
¿Cuáles son las consecuencias de cación «non nata» sólo se sabe que placable categoría de los tarugos.
esta situación? En primer lugar, to- fue promovida por un grupo soclal- Al fin y al cabo, tanto unos como
das las que ustedes quieran atri- mente representativo de valencia- los otros son las primeras víctimas
buirle a la quiebra de los medios nos y que el silencio administra- de una situación que tiene muchas
informativos, tanto en el plano po- tivo ha dejado sin respuesta la pe- teclas. Y la verdad es que si ellos
lítico, como cívico y económico. tición. Por último, queda una publi- solo tocan unas pocas, otros se
Sin un grado mínimo de informa- cación que. en solitario, contra vien- encargan de las demás para dar-
ción, el País Valenciano se aseme- to y marea y únicamente en mate- nos este concierto de silencios,
ja a una Atlántida, una suerte de ria económica, brinda una referen- omisiones y aburrimiento que ca-
isla quieta y de pura ficción en la cia real de la problemática del racteriza a la Prensa Valenciana.
que las tensiones y los problemas país. Nos referimos a «Valencia-
se difunden oralmente, de oreja a fruits». No es mucho, que digamos,
oreja. Lo cual, realmente, puede para airear el bunker informativo
tener sus ventajas, pero también que sufrimos los valencianos. J. J. Pérez Benlloch
algún inconveniente: entre otros, el
que la propia Administración no
sepa a qué atenerse o, lo que es
peor, que la Prensa local refleje
una imagen mucho más anacrónica
que la que incluso interesa al mis-
mo Gobierno.

Por otra parte, las tiradas de los


periódicos se resienten de esta in-
hibición. En este momento, las edi-
ciones de los periódicos valencia-
nos «Las Provincias» y «Levante»
\4Jencia-frnits
nonoi I SIUERA
Josep Uuls
intenta de nn teatwo i Rodolf Srera
«crio ;/ comprometida Homenatge a
Florentí Montfort
«L'obrasuposauna
visto Crihca <fe lo
walitat valencia-
na, «Mocada a r'o-
vés d * la iruufic4n-
HOMENATGE A FLORENTI MONFORT. Josep Lluis i Ro- cia d i la R*na*>
MNKO autóctona »
dolf Sirara. Edicions 62. Els llibras da l'Escorpl/Teatra.
El Galliner, 18. 105 páginas. Barcalona 1972.

3s Ilibres de iTEscapí
Teatre
Si la actividad dramática en Es- obras en catalán) y el «Ciudad de
paña no parece que vaya del todo Alcoi». El balance de ambos no
bien — i m p e d i m e n t o s formales al ha sido del todo bueno, solo una
margen (trabas administrativas, obra merece la pena, «Homenatge
censura, burocracia, e t c . ) — , en a Florentí M o n f o r t » . elGatner 18
una región donde la cultura se en-
cuentra, poco más que en una si-
«Homenatge a Florentí M o n f o r t »
tuación potencial,el teatro irá peor.
o b t u v o el p r e m i o especial del Ju- teado globalmente, ya que los in-
Ahora y aquí, solo se puede ver
rado del I Premio de Teatro «Ciu- tereses de una burguesía agraria y
teatro en M a d r i d y Barcelona. En
dad de Alcoi». Dos son los autores, librecambista, así lo exigía. El tí-
«provincias» se organiza de vez en
Josep Lluis y Rodolf Sirera, pero pico escritor valencianista del si-
cuando, eso, las «Campañas Pro-
solo uno de ellos parece llevar la glo X I X y gran parte del X X , era
vinciales», teatro en su mayoría
voz cantante: Rodolf. Este ú l t i m o conservador, poeta ( s i algo escri-
comercial, con una o algunas re-
era crítico teatral de la revista bía en prosa lo hacía en castella-
presentaciones a l o sumo. Ultima-
«Gorg», ha colaborado en la pren- n o ) , f u n c i o n a r i o o abogado, cató-
mente en algunas ciudades se han
sa catalana, y ha obtenido recien- lico. La derecha sucursalista m o -
organizado grupos de teatro inte-
temente el « I I Premi Granollers nopolizó, hasta bien entrado el si-
grados p o r jóvenes, q u e plantean,
de Teatre» con la obra, «Plany en glo X X , el valencianismo cultural
con aires renovadores, un teatro
la m o r t d'Enric Ribera». El «Ho- y político.
que presente una problemática con-
menatge», a la hora de su puesta
creta. Desde los organismos ofi-
en escena, f u e censurado casi en El tema de la obra es un home-
ciales se ha calificado a este tea-
su totalidad, y no se pudo estre- naje de las fuerzas vivas, de u n
t r o de «experimental», «de cáma-
nar. Ahora lo ha publicado una edi- «valencianismo bien entendido», a
r a » , etc. El hecho tiene su impor-
torial catalana, ya q u e en Valen- su escritor más representativo y
tancia: con ello se les pretende
cia, supongo, no se habrá podido sobresaliente (Florentí Monfort,
negar una vital aportación para el
editar p o r falta de capital. que simboliza a Teodoro L l ó r e n t e ) .
f u t u r o del teatro y, se les niega
también, un apoyo económico. El homenaje consta de varias par-
En el País Valenciano a los l i - tes: discursos, lectura de poemas
En el País Valenciano se ha ob- bros q u e plantean p o r vez prime- antológicos, representación de un
servado una revitalización en la ac- ra una actividad cultural concreta, drama r u r a l , y un epílogo sobre
tividad teatral, q u e sale ahora a se les suele llamar «Ilibres eina» la realidad del País Valenciano.
la luz pública, después de unos ( l i b r o s h e r r a m i e n t a ) — l a califica-
años d e t r a b a j o silencioso y cons- ción no es afortunada, ni del todo La o b r a , a la hora de su pues-
tante. Los grupos teatrales, «La exacta—. Son libros a p a r t i r de ta en escena, corre el riesgo de
Cassola» de Alcoi, «Quart-23» de los cuales se ha de desarrollar to- resultar monótona, los largos dis-
Valencia, «Teatre Club 49» de A l - do u n aspecto c u l t u r a l «Homenat- cursos y los poemas solo pueden
iara del Patriarca, principalmente, ge a Florentí Monfort» tiene la ser atenuados exagerando los ele-
han m o n t a d o varios espectáculos cualidad, si más no, de ser el p r i - mentos f o l k l ó r i c o s y satíricos. En
teatrales nada desdeñables. Pero mer l i b r o de teatro auténticamen- el m i s m o prólogo del l i b r o sus
para que u n teatro tenga madurez te valenciano. Es una sátira a la autores afirman que n o tienen del
e independencia debe de contar insuficiencia de la «Renaixenca» todo perfilada su escenificación, si
con obras, premios y autores p r o - autónoma, y concretamente a su es q u e consiguen el permiso. No
pios. El País Valenciano cuenta con figura más representativa, Teodoro es l o m i s m o una obra de teatro
dos grandes premios teatrales, de Llórente. La «Renaixenca» f u e un en u n l i b r o , que representada, y
creación m u y reciente, el «Carlos m o v i m i e n t o burgués, pero que en esto hay que tenerlo en cuenta.
Arniches» de Alicante ( u n o para el País Valenciano, al c o n t r a r i o
obras en castellano y o t r o para que en Catalunya, nunca fue plan- Josep M . Sabater
-Atendiendo a las mis-
mas bases forales del SOBRE EL CARLISMO
carlismo, ¿qué caracte-
rísticas tiene el carlis-
mo con respecto al de
otros países de España? EN EL PAÍS VALENCIANO
¿Qué representa actual-
mente el carlismo va-
lenciano, dentro de las
diversas corrientes poli-
ticas, sociales, cultura-
les, etc. del País Valen- Históricamente el carlismo ha estado muy arraigado en el Pafs Valencia-
ciano? no, fundamentalmente en comarcas campesinas. ¿Qué representa el carlis-
mo en Valencia, ahora? ¿Cuál es su futuro? Estas han sido las preguntas que
formulamos a cinco carlistas. Hemos Intentado que sean representativos. Han
contestado desde viejos luchadores, a jóvenes militantes; desde carlistas
3.- ¿Cómo ve el futuro, a «llanos» a antiguos dirigentes.
más o menos corto pla-
zo, del carlismo valen-
ciano? De los cinco carlistas que nos han respondido, sólo uno está fuera de la
disciplina del carlismo y alejado de la lucha política desde hace varios años:
Carmelo Paulo Bondía, antiguo presidente de las juventudes jaimistas y más
tarde carloctavista.

JOSÉ M.» HERRERO, Ex-presidente


de las Juventudes Carlistas LOS CARLISTAS HEMOS DE BUSCAR UNA APERTURA EN LO IDEOLÓGICO
(1931-1936) Y EN LO SOCIAL

1. — Creo oportuno recordar algu- Ya decía Maragall que los diver- del Estado federal con organismos
nas ideas generales acerca de «pro- sos pueblos que forman la Penín- propios que responden a la perso-
vincia» y «región». Provincia proce- sula Ibérica, se van conglutinando nalidad de cada grupo. Habiendo
de de los términos latinos «pro» y de una manera natural. Dicho pro- diversidad, la unidad española será
«vincere», vencer. Es, en fuerza de ceso fue obstaculizado por el libe- mucho más fuerte.
la etimología, lugar de conquista. ralismo que intentó imponer la cen-
Por eso, los romanos llamaban pro- tralización por la fuerza. Pero, quié- En el caso de Valencia, hay pue-
vincia a los terrenos sometidos a rase o no, aunque las provincias blos de habla castellana que se
su dominio. En cambio, región, de sean entidades bien ficticias y pu- sienten profundamente valencianos,
«regere», gobernar, significa autar- ramente administrativas, al cabo hay dos provincias hermanas. Cas-
quía, cierta clase de independencia del tiempo, se formó un peculiar tellón y Alicante, con innegable per-
dentro de la unidad nacional. espíritu provincial. sonalidad. Sus urbes capitales ten-
drían que considerarse como diri-
Para Mella, la región es una na- Digo esto en relación con la re- gentes de comarcas que presentan
ción incipiente, sorprendida en su gión valenciana porque, en nuestro características bien destacadas.
desarrollo por necesidades que no caso, el nombre «Valencia» es a la
puede vencer y asociada a otras vez genérico y diferencial. Se apli-
ca a la región entera, a la comarca Las circunstancias de Valencia
naciones incipientes como ella a no son las mismas que las de Cata-
las que comunica algo de su vida, y a la ciudad de Valencia. Lo mis-
mo exactamente que ocurre con lunya, por ejemplo, en donde to-
haciéndole partícipe de la vida de dos los pueblos y ciudades hablan
aquéllas, aunque conservando su Murcia y León.
catalán. Es más. Ésta lengua se ex-
propia personalidad en lo que se tiende a núcleos de población que
refiere a lengua propia si la posee, De ahí la propensión de escasos pertenecen a provincias no catala-
derecho regional, historia particular grupos regionales a no llamarse nas.
e instituciones y costumbres pro- valencianos. En gran parte, se debe
pias. esto a una razón de palabras y tér- No se puede tratar de regionalis-
minos. mo pensando únicamente en la épo-
La nación se forma por un pro- ca foral y olvidando los tiempos en
ceso de incorporación de diversas Los carlistas no defendemos un que, por desgracia, han dominado
agrupaciones a una unidad supe- regionalismo puramente folklórico ideas centralistas. Un regionalismo
rior según el pensamiento de Or- ni un virreinato sujeto al poder cen- puesto al día no debe pasar por alto
tega. tral. Propugnamos una concepción ambos extremos.

41
1. — Atendiendo a las mismas ba- 2. — ¿Qué representa actualmente 3. — ¿Cómo ve el futuro, a más
ses forales del carlismo, ¿qué el carlismo valenciano, den- o menos corto plazo, del car-
características tiene el carlis- tro de las diversas corrien- lismo valenciano?
mo valenciano con respecto tes políticas, sociales, cultu-
al de otros países de España"} rales, etc. del País Valen-
ciano?

2. — Esta segunda pregunta apun-


ta más bien, a una cuestión de
hecho.
CARMELO PAULO BONDIA, Ex-pre- «TERMINADA LA GUERRA CIVIL
Sabido es que, al no existir legal- sidente de las juventudes jai- El RÉGIMEN REANUDO EL SIS-
mente los partidos políticos, el de- mistas TEMA CENTRALISTA»
senvolvimiento de cualquier idea
de esta índole ha de ser necesaria-
mente precario.
1. — Dada la realidad, indiscuti- Patria, varia, sin que su fin pudie-
No obstante, el peso del Carlis- ble, de que en el Reino de Valen- ra ser el centralizar todo en el cen-
mo en nuestro ámbito regional en cia, no prolifero nunca el separatis- tro, y que, cualquier atisbo de pro-
cuanto a los aspectos arriba expues-
tos se hace cada vez más patente. mo, no ha habido necesidad de de- testa o de disconformidad con la
fender la Patria grande, diferencián- política que se practicaba en ese
Recordemos el considerable nú- dola de las patrias chicas, sin per- centro pudiera ser tachado de nue-
mero de votos conseguidos por juicio u olvido, de las libertades vos brotes de separatismo.
nuestros candidatos en pasadas
tradicional istas o forales.
elecciones, la simpatía con que se
mira nuestro ideario social en los En resumen, el Carlismo valen-
medios obreros, la participación de Si en Valencia y su Reino, hubie- ciano, representa en la actualidad,
destacadas personalidades carlistas en todos sus confines: política, so-
en actividades de estudio y de in- ra habido movimientos secesionis-
vestigación, como en las reuniones tas, como en Catalunya o Euskale- ciológicamente y culturalmente, lo
de historia y de cultura valencia- rria, no hay duda que el carlismo que siempre representó: de amado-
na recientemente celebradas. res y defensores de las glorias re-
valenciano hubiera seguido los mis-
mos caminos que siguieron los de gionales.
esos dos amados países ibéricos.
3. — Creo que hay razones para
sentirse optimista. 3. — Después del fracaso de Car-
Por ello, la característica del Car-
los VI, en San Carlos de la Rápita,
Sin renunciar en lo más mínimo lismo valenciano se cifra, en la de-
a los postulados de nuestro lema, y de la desautorización de su her-
hemos de buscar una apertura en fensa de España, una y varia, con
mano D. Juan, nadie podría imagi-
lo ideológico y en lo social. Las ju- el total respeto a las libertades y
nar que la Princesa de Beira des-
ventudes quieren afirmaciones ro- tradiciones, de todos y cada uno
tundas, metas que satisfagan sus pertase el entusiasmo de las ma-
de los reinos que se comprenden
ansias de verdad y de sinceridad. sas carlistas presentando a Carlos
Nuestro programa tiene capacidad dentro del lema: «Patria», segundo
Vil y reuniendo a su alrededor a
de atracción para las masas juveni- de nuestro trilema.
les universitarias y trabajadoras. El los veteranos de las dos primeras
contenido regionalista del carlismo guerras carlistas y a un gran núme-
puede ser cauce en que converjan ro de políticos como Aparisi y No-
aspiraciones opuestas al centralis- 2. — Terminada la Guerra Civil, el
mo liberal. cedal, y tantos otros que, proce-
nuevo Régimen, reanudó el sistema dían de todos los puntos cardina-
Además, defendemos las econo- centralista, confundiendo, lastimo- les de la política española y reco-
mías regionales, no contrarias sino samente, los intentos de exaltación nocieron al gran Rey Carlos Vil.
convenientes a la riqueza y a la
prosperidad material de la nación. de las lenguas regionales y el cul- ¿Por qué no aparece otra Prince-
tivo de las tradiciones de los paí- sa de Beira?
Esta concepción regionalista de ses ibéricos con un neo-separatis-
la economía resolvería cuestiones mo que, en muchas de las regiones,
que están en la mente de todos y El Carlismo, que siempre ha vivi-
ha de convencer a quienes piensan no ha existido jamás. do de milagro, puede, y con fe, de-
seriamente en los problemas de or- be esperar que no está todo per-
den económico de nuestra región. Es lástima ese derrotero, seguido dido.
con el olvido de los servicios y sa-
Los aspectos expuestos han de
ser objeto de meditación, tareas de crificios ofrecidos por el Carlismo Y Valencia, patria chica, de Apa-
círculos de estudios a las que tie- durante la Guerra Civil, puesto que, risi y Guijarro, cumplirá, como
nen que dedicar su atención los
los Requetés no sólo lucharon por siempre, su servicio a la Causa de
carlistas y otros sectores regiona-
listas. la Religión, sino también por una Dios, Patria, Fueros y Rey.

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1. — Atendiendo a las mismas ba- 2. — ¿Qué representa actualmente 3. — ¿Cómo ve el futuro, a más
ses forales del carlismo, ¿qué el carlismo valenciano, den- o menos corto plazo, del car-
características tiene el carlis- tro de las diversas corrien- lismo valenciano?
mo valenciano con respecto tes políticas, sociales, cultu-
al de otros países de España? rales, etc. del País Valen-
ciano?

FRANCESC CHAPA, médico «AL CARUSMO VALENCIANO SE


LE RECONOCE SU BASE POPU-
LAR, Y SUS PRINCIPIOS SOCIA-
-ESTAMOS EN UNA UNEA MAS CONCEPCIO CALVET, universitaria LES Y FEDERATIVOS»
AVANZADA QUE OTROS GRUPOS
DE IZQUIERDAS»

1 . — Las características del Car- prefación de la Religión y del Rey.


1. — Entiendo que el carlismo va- lismo valenciano responden, por
lenciano está formado por una base fuerza, a las propias características
eminentemente popular, sólo com- Hoy las cosas han cambiado. Se
del país. Bilingüe, esencialmente reconoce al Carlismo valenciano su
parable a la del pafs Vasco o a la de
agrario, aunque también proyectado base popular y sus principios socia-
Catalunya. Por ello es eminentemen-
te foralista, porque sus raíces se en otros órdenes laborales. les y federativos. Su presencia en
asientan en el pueblo llano, y es él la Universidad y en los focos con-
el que lo dirige y lo nutre. Sólo flictivos del País continúan derri-
esporádicamente se da el carlista 2. — Durante varios años el Car- bando viejos prejuicios.
ilustre o poderoso que arrastra tras lismo valenciano ha gozado de un
de sí a la gente. Por el contrario, es desprestigio justificado. Algunos de
muchas veces ese entusiasmo po- los militantes llegaron a abandonar- 3. — Todo depende del pueblo
pular el que atrae al intelectual. lo, puesto que entre lo que decía carlista y su compromiso. Lógica-
propugnar y la realidad de su prác- mente, si continuamos dando testi-
2.— ¿Qué representa hoy en día tica, mediaba un abismo. Concreta- monio de lo que es el Carlismo, no
algún grupo político en algún si- mente, el foralismo del Carlismo sólo incorporaremos a la marcha
tio de España? No obstante, y den- valenciano, era nulo o casi nulo; carlista a los que hace años no se
tro de las lógicas limitaciones, el su sentido, muy limitado a abstrac- les veía por ninguna parte, sino
Carlismo pesa dentro de las esfe- tas teorías neo-capitalistas; emen- que desarrollaremos una extensa la-
ras valencianas, pues es de sobra dónos en realidad a una casi fanáti- bor de captación entre los que nun-
conocido que es el único grupo po- ca defensa de una particular inter- ca oyeron hablar de Carlismo.
lítico que cuenta con unos mandos
y con un pueblo tras ellos. (Esto
se puso de manifiesto, por ejemplo,
con motivo de las últimas eleccio-
nes a procuradores en Cortes).

Por otra parte, la gente se va «El Carlismo está intentando


dando cuenta cada vez más, de que dar una solución a la problemáti-
el Carlismo ha evolucionado; que, VICENT MOLINA, obrero ca del País Valenciano».
libres del peso del Integrismo, es-
tamos en una línea más avanzada
que otros grupos considerados tra-
dicionalmente de izquierdas, y que
estamos dispuestos a que se cuen- 1. — Es indudable que el País otros países de la Península Ibéri-
te con nosotros y a contar nosotros Valenciano está perdiendo sus pe- ca, puede decirse que no hay que
con los demás. culiaridades y por lo tanto su con- ser pesimistas. Pero, a pesar de
ciencia de país. Una de las carac- todo, en los dos campos principa-
terísticas del Carlismo es la defen- les de actuación: Universidad y
3. — El futuro a largo plazo del sa de esta conciencia que se ex- Mundo laboral, la presencia del
Carlismo, es francamente promete- tingue, lo que puede hacer de él, Carlismo deja mucho que desear.
dor. A corto plazo, depende de lo bien orientado, que sea el agluti-
corto del plazo, ya que mientras du- nante de las fuerzas que todavía
re cierta falta de apertura política, tratan de conservar el espíritu de
no tiene más remedio que vivir en El Carlismo, así como las de-
este pueblo. más corrientes políticas, sociales,
la obscuridad más o menos absolu-
ta. SI por las circunstancias que culturales, etc., del País Valencia-
fuesen hubiera una apertura políti- 2.— Para hacer un estudio se- no representa una parte más de
ca mayor, el Carlismo podría hacer- rio de la cuestión habría que se- la verdad para la consecución de
se oír y no dudo de que entonces guir estudiando todos los campos esa sociedad más libre y más jus-
su futuro sería francamente espe- en los que se mueve un grupo po- ta que todos deseamos.
ra nzador. Y esto que es válido para lítico que tiende a la Revolución
el Carlismo en general, lo es do- Social. Esto sería, sin duda, bas-
blemente para el valenciano, que tante largo. Teniendo en cuenta, 3. — Lo veo en un buen momen-
cuenta, afortunadamente, con una que el nivel de concienciación del to, pues está intentando dar una
gran masa de gente entusiasta y País Valenciano en general, es to- solución a la problemática del
dispuesta a todos los sacrificios. davía bajo, con respecto al de País Valenciano.

43
el partido carlista
del país valenciano:
intento de una nueva
interpretación histórica
Escribe: Evariet Oleína

El presente trabajo es un resumen de la comunicación en catalán que,


con el título «El Partit Carlí al País Valencia: Intent d'una nova interpretació
histórica», participó el autor en el «Primer Congrés d'História del País
Valencia». Este Congreso se celebró en el mes de abril de 1971.

ANTECEDENTES
El carlismo de primera hora se tismo Ilustrado de finales del si- sentimiento anticentralista que en
puede considerar como el pro- glo XVIII, no llegaría jamás —su el artesanado de los burgos que-
ducto más típico de una sentida espíritu— a la clase media del daría reducido en el XIX a ino-
inquietud social, y como reacción país y, mucho mer>os, a la baja; cuo «regionalismo» floral. Con es-
—fundamentalmente campesina— el estamento popular, especial- tos antecedentes —con todas es-
contra las tendencias políticas, mente el campesino, era política- tas motivaciones, bien maceradas
centralistas y desamortizadoras, mente virgen en los inicios de la por una religiosidad estrecha y
del nuevo sistema con implanta- crisis del Antiguo Régimen. Solo anquilosada, propia de la clase
ción iniciada a espaldas del pue- conocía el simbolismo del poder rural— no es nada extraño, pues,
blo en las Cortes de Cádiz de real como defensor y arbitro con- que los territorios más decidida-
1812. La declarada adscripción tra los abusos de los señoríos mente carlistas hayan sido siem-
religiosa de ese mismo pueblo —el continuado significado medie- pre en el País —al referirnos a
—solo formal al principio—, la val del rey, paternalista y justi- «País» lo hacemos siempre al Va-
defensa del sistema monárquico ciero—; la religión como ideolo- lenciano— los de más pobre eco-,
como garantía de la continuidad gía trascendente, y los fueros —en nomía, mayor personalidad con-
y seguridad de las necesarias re- los territorios con más fuerte y tinuada en su propia historia de
formas reivindicativas, y la fe mantenida personalidad autonó- aislamiento multisecular y condi-
en que el régimen foral sería el mica— como la más perfecta for- cionamientos geográficos, y más
mejor para mantener la autono- ma de autogobierno. intensa religiosidad aldeana. Es
mía de los pueblos ibéricos, cons- decir, el Maestrazgo (Alto y Bajo),
tituirían el andamiaje externo que En el País Valenciano, la ads- la Plana Alta, el Alto Mijares, el
sostendría y, a veces, ocultaría cripción al carlismo está condi- Alto Palanciá y alguna parte de
el sentido auténtico de la pro- cionada desde un principio a todo los Serranos.
testa carlista. lo expuesto, unido a la lucha con-
tra los señoríos como forma, la Todos estos territorios serían
más adecuada, para la redención los más necesitados de una pro-
Por el contrario, los «liberales», de las extensas zonas de secano funda reforma social y económi-
solo serían los afianzadores de del interior; lo foral, sin embar- ca —la reforma contra los seño-
los privilegios de la vieja clase go, no contaría jamás. Valencia ríos hecha en 1811 solo sería un
dominante, o los creadores de la arrastraba un largo proceso des- amago oficial que no satisfaría a
incipiente burguesía. Naturalmen- personalizador iniciado en el si- nadie y que, por el contrario, pro-
te que con soluciones aparente- glo XVII y que culminaría en el vocaría una sensibilización más
mente nuevas. siguiente con la arbitrariedad del acusada en el odio popular—.
primer borbón amparado en el Tierras de secano, sin posibilida-
El vagamente estricto dogma- «derecho» de conquista respalda- des de cambio, con industrias ele-
tismo carlista —religión, monar- do por sus tropas de ocupación. mentales carentes de expansionis-
quía y foralismo— se puede ex- No obstante, entre los valencia- mo y mercados fuera de su limi-
plicar por la continuada disocia- nos, en sus masas populares, es- tado ámbito, dispondrían de un
ción de la minoría pensante res- pecialmente las campesinas, siem- bajo nivel de vida muy propicio
pecto al pueblo. El débil Despo- pre se ha dado un inconsciente a la aparición de una consciencia
de auténtico proletariado agríco- las inmensas ventajas que ofre-
la. Y los alzamientos carlistas va- cía a la facción la adhesión deci-
lencianos —especialmente el pri- dida de los naturales del país con
mero— serían auténticos, aunque nuestro aislamiento e inseguri-
rudimentarios, alzamientos de ese dad». Adhesión que se podía con-
mismo proletariado. El sentimien- traponer a la desafección hacia
to de odio contra los ricos pro- las tropas de Madrid por parte
pietarios rurales o los «senyo- de las poblaciones no implicadas
rets» de las florecientes villas de o no declaradamente carlistas; el
la costa, fue una constante fácil- mismo Aspiroz se refiere al caso
mente detectable en la actitud de de unos trabajadores de Llíria que
los voluntarios carlistas; en el en las fortificaciones de Xelva les
transcurso de la guerra de 1833- hubo de hacer «trabajar en cali-
1840 serían famosos y constantes dad de presos para que no se fu-
los fusilamientos de caciques y gasen, como ya habían hecho al-
latifundistas de secano por el más gunos».
mínimo pretexto, como por ejem-
plo el de unos ricos propietarios Las guerras, pues, y en térmi-
de Toixa, en 1840, o el furor de nos generales, especialmente la
los jornaleros y leñadores del primera, fueron populares en bue-
ejército de Cabrera, en la batalla na parte del País, y no nos refe-
de Vinarós en 1835, contra los rimos, naturalmente, a lo que re-
Bandera y Junta directiva del presentó el «factor Cabrera» con
«senyorets» de la villa: «todos Círculo jaimista de Forcall.
de las más bellas esperanzas, hi- toda su carga de casi taumaturgia.
jos todos de las mejores fami-
lias», como afirmaba una publi- Cabrera, con su poder casi om-
cación de la época. nímodo, resultó paradójicamente
una ocasión perdida para la con-
La identificación de «rico» con día considerarse la existencia de cienclación autonómica del País.
«liberal» sería mucho mayor en voluntarios pertenecientes a otra Los territorios dominados por él
estos territorios que en otros es- clase, que los propagandistas del (el núcleo fundamental: el Maes-
cenarios de la misma guerra, y partido hacia la población bur- trazgo) constituían una unidad
la separación de clases con res- guesa, destacaban como hecho geográfica, económica y, en buena
pectivas adscripciones a cada ban- muy importante el que se hubie- medida, histórica; era como un es-
do sería un hecho indudable. Si se formado para atacar a Xativa, tado independiente hasta en lo
hacemos un estudio de la extrac- en Setiembre de 1873, una pe- eclesiástico (Cabrera incluso de-
ción social e, incluso, de la for- queña fuerza integrada por estu- signaría a un obispo afecto). En
mación cultural de los jefes gue- diantes huidos de Valencia. este territorio, totalmente autóno-
rrilleros de esa misma contienda mo en la práctica, se pudo haber
en el País, lo veremos claramente: Ese reivindicacionismo instinti- hecho un auténtico ensayo auto-
de 25 jefes, eran jornaleros 14, vo y corto por su localismo, pero nómico valenciano, de importan-
y de extracción modesta los res- tremendamente eficaz, y el ser cia capital para la conciencia-
tantes (pequeños propietarios de popular en su casi totalidad el ción del País. No se hizo. En nin-
secano); casi o totalmente analfa- voluntariado provocaría la públi- gún documento del general se alu-
betos, 13, con una mediana cul- ca o subterránea adhesión al car- de al problema, posiblemente por-
tura de primeras letras, 10, y con lismo de extensos sectores del pro- que sus inquietudes más inmedia-
estudios eclesiásticos tan solo 2, letariado —aún no industrial— del tas eran las militares, o porque
aparte, naturalmente, de Cabrera. País, favoreciendo con ello la con- la tradición más reciente de los
El panorama no cambiaría dema- tinuidad de los conflictos. Un pro- valencianos no hacía muy propi-
siado en la guerra de Carlos VII; tagonista de la primera guerra, el cio el ensayo. Aquellos volunta-
y un dato que puede ser sintomá- general gubernamental Aspiroz, rios, de vagos sentimientos anti-
tico es el de que el «Comandante reconocía en su «Memoria»: «Si centralistas, estaban muy lejos de
General de los Carlistas del Maes- los estrechos límites de este es- inquietarse por la consecución de
trazgo», Pascual Cucala, labrador crito, permitieran considerar esta una plenitud regional en el am-
de Alcalá de Xivert, era totalmen- campaña en todas sus relaciones plio marco de una Valencia total
te analfabeto. Tan excepcional po- y circunstancias, yo compararía territorialmente.

D E S V I A C I O N I G M O T Á C T I C O E IDEOLÓGICO
La influencia religiosa en el car- miembros del episcopado español cia el partido de buen número de
lismo no sería tan fuerte como al- se declararían pública y decidi- miembros de la organización me-
gunos historiadores propios o ex- damente por el carlismo; el resto dia, secular y monacal, de la Igle-
traños han querido hacer ver. Al se declaró unido al gobierno de sia se produce como consecuencia
igual que en los laicos, entre el Madrid. inmediata de la quema de con-
sector eclesial se mantuvo la mis- Este inicial aligeramiento de las- ventos y de los diversos decre-
ma adscripción clasista; en la pri- tre clerical no duraría demasiado tos contrarios a la preponderan-
mera guerra, solo uno o dos tiempo. Una fuerte inclinación ha- cia clerical, el año 1835.

45
El cuadro se completa el 1836
con los nuevos decretos desamor-
tizadores, los cuales facilitarían
la adquisición de inmuebles por
parte de la incipiente burguesía
y por los terratenientes acomo-
dados, creando intereses solida-
rios con la supervivencia de Isa-
bel como reina, pero que también
despertarían inquietudes en el
mundo agrario (liquidación de
los «bienes comunales») y entre
los eclesiásticos (venta de los «bie-
nes de la Iglesia»), hecho que los
inclinaba hacia el carlismo, por-
que, naturalmente, y por las dos
vertientes del problema (comunal
y eclesial), el partido se oponía
tenazmente a la desamortización.
Vista de la Fortaleza y ciudad de Moreda, en Castellón, tal como apa-
Todo ello provocó una inconscien- rece en un grabado de una hoja militar salida de las prensas carlistas.
te identificación de objetivos en-
tre los campesinos y el clero y,
a la larga, la perdurable intoxi-
cación clerical del partido, ya
propicio a ello por su clara y cas de secano, con ciertas reper- conservadores. Una proclama re-
terminante afirmación religiosa de cusiones en la baja clase media volucionaria publicada en Valen-
principios. de algunos centros urbanos, con cia el 29 de Setiembre, diría, en-
más numerosas adhesiones según tre otras cosas: «A impulsos de
Desde entonces, los fines inicia- los ataques a las convicciones re- un movimiento generoso, nacido
les del carlismo —pequeña revo- ligiosas y pequeño burguesas de al calor de las ideas de unión y
lución agraria, descentralización, este estamento. Es muy curioso, fraternidad en los corazones ver-
mayor intervención del pueblo en al respecto, el observar el debili- daderamente liberales, han caído
el gobierno directo de sus respec- tamiento del carlismo valenciano derrumbadas en el polvo, la in-
tivos territorios— sería ocultado tras el reconocimiento de Isa- justicia de la opresión, la tiranía
por una casi total insistencia en bel II por el Papa y la firma sub- de los imbéciles y el reinado de
la defensa de los intereses de la siguiente del Concordato el 1851 las orgías». Con este lenguaje ofi-
Iglesia. El carlismo se convertía como consecuencia lógica de la cioso, y los ataques populares a
en un grupo decididamente con- modificación de la Constitución la Religión, no es nada extraña la
fesional, en brazo armado de la por el gobierno moderado de Nar- inmediata prevención hacia el
Religión, dando paso a una tác- váez en 1845, consagrando la unión nuevo sistema por parte del esta-
tica de planteamientos absoluta- de la Iglesia y el Estado: el car- mento católico valenciano, con-
mente diferentes e, incluso, con- lismo del País no participó en vertido en su enemigo más acérri-
trarios a sus motivaciones popu- la guerra «deis matiners» inicia- mo y peligroso, pese a los es-
lares de primera hora. da el 1846, tal vez la guerra car- fuerzos apaciguadores del general
lista más «pura» en cuanto a sus Prim en su precipitada visita a
Por otra parte, como el clero motivaciones políticas. Valencia en el siguiente mes de
que formó el criterio de los vo- Octubre.
luntarios era el bajo —la alta Perdido definitivamente el pro-
clerecía sería siempre guberna- letariado industrial, que pasaría La clase conservadora del País
mental, excepto en 1868 y 1931—, a estar controlado por la primera no disponía, sin embargo, de ver-
la doctrina popular carlista pasó internacional y, en menor medi- dadero pueblo y, menos aún, de
a ser en gran medida puro reac- da, por los republicanos, el parti- una organización política con efec-
cionarismo y clara regresión ideo- do aún sería uno de los tres gran- tividad operativa en cualquier or-
lógica, salvo raros atisbos de ins- des sectores políticos del País. den de actuación; solo el carlis-
tintiva liberación. Los «capellans» Su poder de convocatoria y res- mo podía ser el instrumento ne-
—localistas, dirigentes naturales paldo popular era aún bastante cesitado. Un carlismo, por otro
de las pequeñas poblaciones del importante, y así sería considera- lado, reducido en aquellos mo-
interior— serían los jefes políti- do por los posteriores núcleos mentos, a su propia inercia y sin
cos y mentores absolutos de los conservadores valencianos, como ninguna clase de dirigentes. Para
diseminados núcleos del partido. se comprobaría en la crisis de servirse de él solo se requería el
1868. cómodo sistema de la infiltración
Esta situación, unida al naci- en sus filas; ocupar sus cargos
miento de la tímida industrializa- La revolución de Setiembre directivos después, era aún más
ción del País en el primer tercio tuvo una fuerte repercusión en fácil.
del XIX, profundizaría aún más Valencia capital y en otras ciuda-
si cabe las diferencias entre el des del territorio. Con un cierto La figura más importante del
proletariado agrario ya existente, ingenuismo y una falta absoluta moderantismo católico valenciano
y el que se iniciaba en las ciuda- de sentido táctico, los «revolucio- en 1868 era indiscutiblemente Apa-
des. El partido quedaría defini- narios» espantarían a los católi- rici Guijarro. El «nuevo carlista»
tivamente reducido a las comar- cos, esencialmente moderados y llegaría al partido en los inicios

46
de 1869, después de haber inten- to doctrinal del carlismo valen- te bajo control de los recién «con-
tado la unión de las dos ramas ciano, que durará hasta nuestros versos»; repásense nombres y
borbónicas. Con un fuerte presti- días en una parte importante de procedencias de los participantes
gio entre los católicos, el nuevo sus adheridos, y que imposibili- en la famosa reunión de Vevey
«prohombre» del carlismo se con- tará al partido el cumplir con la (abril de 1870), donde se decidió
vertiría de inmediato en el gran obligación de conscienciar al pue- el precipitado alzamiento de 1872,
mentor de las pobres masas car- blo, a su pueblo, al menos. y se verá quién realmente lo ins-
listas del País, prestigiándose aún tigó. Y lo mismo podemos decir
más por las abundantes «adhe- El político valenciano —del que de la «representación» del partido
siones» que de la clase burguesa se burlaría en ocasiones el pro- en las Cámaras; concretamente en
obtuvo rápidamente para el par- pio Carlos VII en su «Diario y la legislatura de 1871 el País ten-
tido. Memorias»— no fue jamás car- dría tres diputados y cuatro se-
lista. El mismo escribiría en ter- nadores (el carlismo contaría en
El ideario de Aparici se ajus- cera persona un artículo sin fir- toda España con 57 y 27, respecti-
taba en líneas generales —aunque ma en su periódico «La Regenera- vamente), de las siguientes carac-
con más estilo, está claro— al pre- ción» (15-1V-1869): «aunque en to- terísticas: 2 obispos senadores,
dicado por los «capellans» de los dos tiempos y por la común opi- uno castellano y otro catalán;
pueblos, y se identificaba plena- nión se le creyó carlista, declara otros dos senadores, uno comer-
mente con el pensamiento conser- hoy que antes de la Rápita y des- ciante navarro y otro latifundista
vador de la pequeña burguesía pués de la Rápita no ha sido ni extremeño; un diputado, aristó-
de las capitales. En religión afir- carlista ni isabelino». «El señor crata andaluz, y tan solo dos
maría: «no consentiré que directa Aparici ha sido simplemente un —igualmente diputados— valen-
ni indirectamente se ataque la fe católico español.» Ño sería él
de nuestros padres; la Iglesia se- cianos, de extracción similar a la
quien entró en el carlismo, sino de los anteriores: aristócrata y
rá libre; la doctrina del Evange- la derecha católica más reaccio-
lio debe vivificar nuestras insti- comerciante de importancia. To-
naria la que utilizó al partido en dos ellos —menos Gabino Tejado,
tuciones y nuestras leyes»; social- defensa de sus particulares inte-
mente era partidario del más ab- el extremeño— «carlistas» desde
reses para después traicionarlo 1868. En cuanto a Aparici, sería
soluto paternalismo, y respecto a cuando le había servido.
la descentralización sólo llegaría senador por Guipúzcoa (!). Tam-
al concepto de la subsidiariedad poco aquí cabe comentario algu-
Prueba de todo ello, de esa in- no respecto a la lealtad, repre-
—municipios y «provincias»—
que dispondrían de amplias fa- filtración, control e inversión de sentatividad y validez para el País
cultades para —seguimos con el capital en el carlismo por parte de tales hombres públicos.
paternalismo— «entender en cuan- de la derecha en los momentos de
to concierna al fomento moral y peligro para su «status» clasista,
es el aumento vertiginoso de me- La estafa al carlismo era san-
material del pueblo y de la pro-
vincia». Por otra parte su «valen- dios de difusión coincidiendo cu- grienta. Sus masas serían sacri-
cianismo» era absolutamente sen- riosamente con los circunstancia- ficadas en una guerra definesne-
timental y folklórico, muy pro- les avances revolucionarios. Ejem- bulosos y en parte claramente
pio de su estamento pequeño bur- plo claro fue el de la crisis del contrarios al reivindicacionismo
gués: «he amado siempre la casa 68: Comparemos cifras: de 1861 popular del partido, que quedaría
donde nací, la heredad de mis pa- a 1867 solo aparecería una publi- nuevamente desvirtuado haciendo
dres, la fuente conocida, los an- cación (que benévolamente algu- aparecer su ideología como la
tiguos amigos; y apegado el co- nos consideran como «afín» en más regresiva y hasta opuesta a
razón a estos objetos, no los de- el País; de 1868 a 1872 (año del los intereses del País. Pero lo más
jará nunca; feliz si moría en el inicio general de la guerra de Car- grave sería que tan nefasta in-
lugar o cerca del lugar donde ha- los VII) se crearon 15. La dife- fluencia no acabaría con la gue-
bía nacido»; puro «regionalismo» rencia es clara, no necesita de rra, manteniéndose hasta época
casolano. más comentarios. muy posterior y dando origen a
otras desviaciones y traiciones que
Por otra parte, la dirección del produjeron la impotencia y debi-
Aparici será el máximo respon- carlismo es también fácilmente litamiento continuo del carlismo
sable del definitivo enquistamien- comprobable que estuvo totalmen- valenciano, como ya veremos.

LA REIVINDICACIÓN "RE3IONALISTA"
Jamás existirá en la conscien- no era exclusivo del carlismo: en pura anécdota; la cosa no tuvo
cia carlista del País una verdade- el País la apatía en tal sentido era posterior trascendencia, ni Borrull
ra inquietud «regionalista». En general. creó escuela.
todo caso se podría hablar —lo
hemos dicho antes— de un difu- Algunos han querido ver como En la primera guerra, el tema
so sentimiento anticentralista, antecedente más remoto del rei- sería ignorado. Solo en la de Car-
pero sin más consecuencias. Los vindicacionismo valencianista del los VII podemos ver como un
«slogans» y exposición de posibles partido, la defensa que de la per- esbozo o intento de restauración
soluciones se adoptarían por sim- sonalidad del País hizo el dipu- autonómica, pero incluso éste no
ple mimetismo, táctica ocasional o tado Francesc Xavier Borrull —de ocasionado por la presión valen-
disciplina de partido. Claro que mentalidad «tradicionalista»— en ciana —como así ocurrió en las
también es justo decir que el mal las Cortes de 1812. Pero esto es restantes comunidades alzadas a

47
favor de Don Carlos— sino pro- Naturalmente que, dada la po-
cedente de la organización y ne- breza de tales tierras, los recur-
cesidades del partido y la guerra. sos económicos de la Diputación
Y ello era lógico. Los doctrina- serían muy escasos, y los pocos
rios de la derecha infiltrados obtenidos eran indefectiblemente
aplicados a la guerra, más bien,
no intentarían crear, o despertar diríamos, incautados por el Ejér-
—¿para qué lo necesitaban?— cito carlista. Tal hecho produ-
este sentimiento en el pueblo car- ciría fricciones constantes entre
lista de Valencia, y el pueblo, in- ambas organizaciones. Y aquí es
teresadamente desviado, por esa precisamente donde podemos ver
misma infiltración, de sus autén- cómo el inicio de la conscicien-
ticos objetivos últimos, quedaría ciación autonómica de la Dipu-
apartado del problema. Así vemos tación. Las negativas al Ejér-
cómo el mensaje de Don Carlos cito estarían basadas en que ello
de 16 de Julio de 1872 con pro- constituía una inadmisible intro-
mesa de devolución de fueros a misión de éste en los derechos, ,
catalanes, aragoneses y valencia- jurisdicción y prerrogativas del
nos, es totalmente ignorado por organismo civil, quien gozaba de
los voluntarios del País. No ha- total libertad para administrar y
bían sido previamente inquieta- disponer de sus propios bienes.
dos en tal dirección.
Las fricciones fueron constan-
La esterilidad propagandística tes. El propio Presidente Ribesal-
de ese mensaje entre los carlis- bes se negaría incluso a asistir a
tas valencianos queda plenamen- una reunión convocada por los
te de manifiesto al comprobar mandos militares en Xelva, a prin-
cómo en los siguientes documen- cipios de 1875. Posteriormente, y
tos ya no se repite el tema, sien- como consecuencia de esta acti-
do ampliamente sustituido por la tud, sería respetada la indepen-
machacona y obsesiva insistencia dencia de la Diputación, la cual,
en lo religioso, a diferencia de los a partir de este momento y hasta
dirigidos a los catalanes y, espe- la ya cercana terminación de la
cialmente, a los combatientes vas- resistencia carlista en el País, tra-
cos. bajaría con más entusiasmo, dan-
do incluso algún Decreto.
Pese a ello, en el transcurso de
la guerra contemplaremos, en el Como hemos visto, el ensayo
territorio valenciano bajo control autonómico llegaría a crear un
carlista, el desarrollo de una ex- inicio de responsabilidad, y ello a
periencia autonómica muy intere- pesar de las circunstancias de
sante. Nos referimos a la de la precariedad de la institución, y
creación y actividad de la llama- de la guerra. El único intento efec-
da «Real Diputación del Reino de tivo, hasta hoy, de restauración
Valencia». de la desaparecida personalidad
Creada el 1874 por el Infante política y administrativa total va-
Alfonso de Borbón —hermano de lenciana.
Carlos VII—, jefe supremo en Tras la guerra, todo sería olvi-
aquel tiempo de las fuerzas car- dado por el carlismo del País, con
listas que operaban en el País, al vuelta al «regionalismo»- oferente
objeto de que fuera instrumento y provinciano. Alguna publicación
civil para la recaudación de im- en vernáculo —con fuerte tirada,
puestos y organismo de adminis- ello es cierto— y la participación
tración de los territorios bajo sus como principal protagonista en
armas, se transformaría más ade- la frustrada «Solidaritat Valencia-
lante en auténtico gobierno autó- na», no pueden salvarlo de la de-
nomo de los pueblos valencianos jación en tan decisivo aspecto de
controlados. su obligatorio programa de actua-
ción política.
Su Presidente —llamado oficial-
mente «Vicepresidente»— fue el
Barón de Ribesalbes, asistido
—que sepamos— de cuatro dipu-
tados. El lugar normal de resi-
dencia del organismo sería Vila- Tres de los principales jefes carlis-
fermosa, con atribuciones sobre tas con Cabrera en la primera gue-
unos cuarenta pueblos de las co- rra: arriba, el brigadier José Mira-
marcas a que antes aludíamos Mes, apodado «el serrador»; en el
centro, el brigadier Manuel Carni-
como de más tradicional inclina- cer; abajo, el mariscal de campo
ción hacia el carlismo. Luis Llangostera y Casadevall.

4S
EL C A R L I S M O V A L E N C I A N O EN EL SIGLO X X
Con toda esta carga de vulgari- te importante del gobierno de del carlismo. Hombre inteligente,
dad y reaccionarismo religioso, Madrid. de amplia ideología, tuvo el acier-
entra el carlismo valenciano en to de relegar el estricto dogmatis-
el siglo actual. El legado de Apa- El carlismo, en aquellos mo- mo del partido a un segundo pla-
rici y todos sus correligionarios, mentos, era preocupante para el no, permitiendo la libre partici-
se mantiene intacto. O peor. Aho- régimen. Se temía una nueva in- pación y evolución popular con
ra es usufructuado e interpreta- surrección, y los puntos estraté- la subsiguiente revolución doctri-
do por sus más entusiastas segui- gicos del tradicional escenario de nal interna, especialmente a par-
dores: los clericales enquistados, sus guerras en el País seguían tir de 1918, fecha de la escisión
que no se atreven a dar el salto a ocupados por guarniciones mili- «mellista» que libraría al carlis-
la Restauración por considerarla tares. La conspiración, ciertamen- mo por unos años del lastre del
excesivamente liberal, y los po- te, estaba muy adelantada en el Antiguo Régimen. Don Jaime, ca-
bres «capellans» de pueblo —los año 1900, siendo su jefe en Va- reciendo de la mitificación indis-
curas de «missa i olla»— que con lencia Alejandro Reyero (como lo cutible que da el caudillaje bé-
una incultura total (muchos de demuestran las cartas de Car- lico, quedará para siempre como
ellos eran antiguos voluntarios los VII conservadas en el Archi- el rey más popular, junto con Car-
de la última guerra, apresurada- vo particular del Sr. Morandei- los VII, de toda la trayectoria
mente convertidos en sacerdotes) ra, de Valencia), faltando solo los secular del carlismo. Unido ideo-
harían posible la continuidad del últimos detalles de coordinación lógicamente y activamente al pue-
confesionalismo ultramontano del con otras fuerzas para iniciarse. blo, su pensamiento estaría en
partido y su anquilosamiento ideo- Era lógica, pues, la inquietud gu- muchas ocasiones en clara contra-
lógico. Con la preocupación reli- bernamental. posición con los mandos interme-
giosa como única motivación, y El «blasquismo» sirvió para des- dios del partido.
la lucha contra los enemigos de viar la atención carlista hacia lu-
ésta como sola actividad, el car- En el transcurso de su jefatu-
chas municipales, coadyuvando ra, se produjeron dos situaciones
lismo valenciano se anularía a sí con su presencia a que los pro-
mismo, imposibilitando la necesa- importantes para la política ge-
yectos de alzamiento no tuviesen neral del Estado: la Dictadura y
ria evolución y adecuación a los éxito. Sin embargo, la más grave
problemas de su tiempo. la proclamación de la II Repú-
consecuencia de su actividad de blica; en ambas supo adoptar Don
Este punto de debilidad sería agente no llegaría a producirse Jaime la postura más digna y
bien aprovechado por su enemi- hasta 1907 con ocasión del inten- conforme con la tradición íntima
gos, intra y extrarregimentales. to solidario valenciano. Los carlis- del carlismo y el sentimiento de
tas, junto con los «sorianistas» su pueblo. Respecto a la primera,
Muestra, la más clara tal vez, —facción republicana enemiga de oponiéndose tenazmente a ella;
de tal desorientación doctrinal y Blasco Ibáñez— eran los patroci- en cuanto a la segunda, respetan-
falta de claridad en sus fines, es nadores del proyecto, posiblemen- do la voluntad popular y ofre-
la de que el mayor oponente para te el más importante de toda la ciendo su colaboración para la
el partido en los primeros años historia moderna del País. Pues perfecta construcción del nuevo
del siglo fue Blasco Ibáñez. bien, la violenta actitud «blas- régimen.
quista» imposibilitó la celebración
Blasco Ibáñez, inventor y cabe- del mitin fundacional, prestando Para Valencia, el «jaimismo»
za visible de una especie de re- con ello un inestimable servicio significó también una liberación
publicanismo federalista pimarga- al gobierno de Maura. Lerroux, ideológica, aunque en menor gra-
lliano —aunque el federalismo no curiosa coincidencia, había adop- do que para el resto del partido.
se veía por parte alguna, y sí el tado el año anterior idéntica pos- Factores que la limitaron fueron:
folklore republicano— era, para tura que Blasco respecto a la de un lado, la escasa repercusión
entendernos, como un «Lerroux «Solidaritat Catalana». que la traición de Mella tuvo en
de huerta». Y con ello ya creemos sus filas, manteniendo con ello a
haberlo calificado, y explicado su La posición «solidaria» del car- los elementos más reaccionarios
aparición y sus fines últimos. lismo valenciano constituyó una que, en caso contrario, se hubie-
de las más importantes de su lar- sen marchado; y de otro, la je-
Porque el «blasquismo», con ga historia —tal vez la más im- fatura del Marqués de Villores,
toda su aparatosidad de reivindi- portante—, y una posibilidad de- nombrado en 1921 Secretario Ge-
cacionismo obrerista y su carga cisiva para su enderezamiento tác- neral del carlismo en España.
de tremendismo anticlerical, sólo tico e ideológico. Desgraciadamen-
tuvo como razón de ser el anu- te, y al igual que ocurriría con la Villores, hombre de absoluta
lar a las dos fuerzas políticas más precaria Diputación de la guerra, lealtad, de gran bondad y caba-
importantes del País en aquel no tendría ninguna consecuencia llerosidad, pecaba de un excesivo
tiempo: el anarquismo y el car- posterior, como se confirmó con ingenuismo y, sobre todo, su ideo-
lismo. Ambas molestas y hasta la siguiente etapa carlista: el logía —para entendernos— podía
peligrosas para la oligarquía de «jaimismo» valenciano. calificarse de muy próxima al in-
la Restauración. Como tal fuerza tegrísimo. Con la cercana presen-
diversificadora de ambos movi- Jaime III, hijo y sucesor de cia de este hombre, el carlismo
mientos populares, al «blasquis- Carlos VII, inició en 1909, a la del País ganó en organización e
mo» se le puede considerar por muerte de su padre, la etapa más importancia, pero se mantuvo en
propios merecimientos como agen- atrayente de la historia general el mismo marco inmovilista y de

49
obsesión religiosa que en épocas
precedentes —la misma motiva-
ción que le hizo intervenir contra
el movimiento revolucionario de
1911 en Cullera, ayudando eficaz
mente a las fuerzas de represión
enviadas por el gobierno oligár-
quico y anticarlista de Madrid—,
manteniendo, al menos oficialmen-
te, la misma fachada con que ha-
bitualmente era conocido.
Pero hemos dicho que «oficial-
mente». El pueblo, y especialmen-
te sus juventudes, ostentaban
otras inquietudes más políticas.
Y del mismo modo que cuando
en 1918 se produjo la escisión
«mellista» supieron ser las pri- Aplec carlista en la ciudad de Orihuela, a su paso por el puente de
meras en manifestar su apoyo in- Levante, a la salida de la iglesia de Nuestra Señora de Montserrat.
condicional al traicionado Jai-
me III, más tarde, cuando la Dic-
tadura, dieron validez y eficacia ros fines; de todos modos podía y Lucia era, en la primera vein-
a la oposición oficial —del mis- verse en ellas un ataque a Car- tena del siglo, una «joven prome-
mo Villores, justo es decirlo— al los VII —a quien acusaba de «ce- sa» del carlismo valenciano. Jun-
nuevo régimen. La persecución sariano»—, una denuncia del des- to a Simó, y algún otro, fundaría
al carlismo —encarcelamientos y viacionismo ideológico del carlis- el «Diario de Valencia», la mejor
clausura de círculos, como el de mo —la eterna cantinela— que se publicación con que el partido ha
Sueca— no arredró a esa juven- encontraba infeccionado de «mo- contado en el País. Pero hombre
tud que, incluso, y a espaldas de dernismo» y una alarmada adver- de ambiciones políticas que difí-
sus autoridades, llegaría a parti- tencia de que por ese camino el cilmente podía satisfacer en el
cipar en la preparación de un carlismo iba al desastre —«el par- carlismo, optó por apartarse de
movimiento sedicioso, suicida, que tido carlista se deshace sin re- él como medio más rápido de
se pretendía iniciar en la Seu medio» o «el carlismo toca a su promoción personal. En 1923, y
d'Urgell al único objeto de des- fin», como expresaba en diversas con ocasión de pretendidas diver-
pertar la conciencia popular con- cartas de diciembre de 1899-. Hay gencias con el Jefe Regional res-
tra la Dictadura. Enterados los algo curioso, no obstante, que nos pecto a la propiedad del «Diario»
jefes carlistas, el alzamiento fue hace sospechar de la pureza de —fundado gracias a aportaciones
abortado antes de iniciarse. sus ideas salvadoras; nos referi- exclusivamente populares— Lucia
mos a sus insinuaciones de colabo- se aparta de la disciplina carlis-
La inquietud política en el car- ración con el gobierno de la Res- ta. Con él se pierde aquella mag-
lismo valenciano —en el pueblo— tauración: «Y ¿por ventura, está nífica publicación y un cierto nú-
existía, pues, pero esta realidad vedado unirse con los malos en mero de «carlistas» que aprove-
significaba también una separa- el bien (la salvación de la Igle- chan gustosos la ocasión para ale-
ción entre el elemento popular y sia) cuando el bien nos lo pide, jarse del partido; entre ellos Simó
la, llamemos, «élite» del partido sin hacemos directamente parti- —a quien veríamos más tarde for-
que se mantendría siempre —sea- cipantes del mal?». (V. «Luz Cató-
lica», núm. 10). Pero esta actitud, mando parte de un ente llamado
mos benévolos— encastillada en «Partido Social Popular», de efí-
su alta esfera de platonismos. muy cercana a los «reconocimen-
teros» o al «pidalismo», puede ex- mera regocijante vida—, aparte de
Para terminar este rápido exa- plicarse si sabemos un secretillo otros cuantos que le seguirían
men del carlismo valenciano en el de su vida: el P. Corbató era en cuando Lucia funda la llamada
siglo XX, nos referiremos sucin- aquel tiempo el capellán, en Pa- «Derecha Regional Valenciana»,
tamente a dos escisiones muy sig- rís, del marido de Isabel II, el enemiga decidida del carlismo du-
nificativas, por el distinto signo anecdótico «Rey Francisco de rante los años de la República.
que ambas tuvieron. Se trata de Asís». En todas estas actitudes
conciliadoras o salvadoras siem- Si la escisión de Corbató fue
la de el P. Corbató y la de Lucia.
pre anda por medio alguna cape- de corte clerical, la de Lucia lo
En ambas pueden verse reflejados
llanía... sería de clara tendencia derechis-
los dos males que han aquejado
ta y acomodaticia a las circuns-
al partido en el País.
La escisión de Corbató no ten- tancias y a las exigencias del esta-
El P. Corbató, sacerdote de la dría demasiada importancia. Sólo mento conservador del País. Y
Plana, indisciplinado y visionario, su profetismo, aún más perdura- por ello, por lo que tuvieron de
protagoniza una pretendida esci- ble por el carácter sacerdotal de sintomático, de característico para
sión de signo clerical. Iniciada en su autor, mantuvo cierta vigen- diagnosticar los males que siem-
los últimos años del siglo XIX, cia -—especialmente en la Plana— pre han afectado al carlismo va-
tuvo su mayor eco en el siguiente. en determinados sectores clerica- lenciano, las hemos destacado.
Sus ideas no pueden realmente les del carlismo. Males comunes al partido en ge-
presentarse como modelo de cla- neral, pero que en el País han
ridad, ni en cuanto a su exposi- En cuanto a lo de Lucia, el pro- sido determinantes de toda su
ción ni en cuanto a sus verdade- blema fue más grave. Luis Lucia trayectoria.

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JOSEP M.SABATER
RICARD PÉREZ CASADO
EVARIST OLCINA
V RUIZ MONRABAL
GON£AL CASTELUJ
RAFAEL LL NINVOLES
EMERIT BONO
XAVIER VICENT

Entrevistas:
LAURA FftSTOR
MOSSEN LLUÍS AÜCOri
VICENt VENTURA

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