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01 Ni Magos, Ni Reyes
01 Ni Magos, Ni Reyes
INTRODUCCIÓN
Los Reyes Magos surgieron con este nombre en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena
(Italia); en donde el friso de la imagen está decorado con mosaicos del siglo VI, y encima de las
cabezas de los que guían la procesión allí representada, se pueden leer tres nombres de derecha a
izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon",
"Amerín" y "Damascón" y en hebreo a "Magalath", "Serakin" y "Galgalath".
Poco a poco, la tradición fue añadiendo otros detalles a modo de simbología; se les ha hecho
representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del
hombre y representantes de los continentes (Asia, África y Europa).
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos, una
leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba, allí
fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados
en el mismo sarcófago, sus restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena (madre de
Constantino el Grande), pero en el siglo XII, Federico I Barbarroja, los trasladó a Colonia, donde
hoy “reposan” con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Con la llegada de
miles de peregrinos a Colonia se propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral,
que tardó más de 600 años para ser terminada.
El número varía dependiendo de la tradición consultada (los armenios suponen que fueron 12), la
primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la dio Orígenes en el siglo IV, y
en el siglo V el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en tres para toda la
cristiandad, en base a los regalos que Mateo menciona. Otras leyendas indican que además había
un cuarto Rey Mago, al cual se le da el nombre de Artabán, tampoco tiene fundamento bíblico.
Con el tiempo, en los países de tradición católica se adoptó la costumbre de celebrar al mismo
tiempo el día de la Epifanía (6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, olvidando poco a poco
el significado verdadero de la palabra ἐπιφάνεια - epifanía (manifestación), convirtiéndose en un
sinónimo de adoración de los Magos. Santiago de la Vorágine, en “La leyenda dorada”, propone
que este evento fue a los trece días de nacido Jesús, incluso comentó que treinta años más tarde, en
esa misma fecha, fue bautizado por Juan.
Sin embargo, podemos asumir que se trata de la revelación de Elohim a todos los pueblos, pues los
magos sabían de las profecías y la llegada del Redentor; se toma como la primera manifestación al
mundo pagano de la existencia del Hijo de Elohim hecho hombre, en la que el Mesías inaugura una
nueva era, abierta a todos los pueblos.
Es normal que los niños escriban una carta a los reyes, solicitando los regalos que desean, además
de asegurar que se han portado bien, ya que, según la tradición, los niños que se portan mal reciben
carbón en vez de regalos.
Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad,
costumbre que se ha adoptado también en México, ya que éste es el último día del periodo
conocido como Guadalupe - Reyes.
Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía
un haba o una pequeña moneda de plata; la persona que encontraba el haba o la moneda era
DESARROLLO
1) Eran sabios.
Números 24.16-18 Oráculo del que escucha las palabras de Elohim, y conoce la sabiduría del
Altísimo; del que ve la visión del Todopoderoso, caído, pero con los ojos descubiertos. Lo veo,
pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará
de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set. Edom será una
posesión, también será una posesión Seir, su enemigo; mientras que Israel se conducirá con valor.
El texto del Evangelio de Mateo (2.1) habla de los magos de Oriente, pero no indica el número de
los que acudieron a Belén, ni sus nombres; sabemos que eran hombres sabios, la palabra “Μαγός -
sabio”, proviene del elamita (Ma-ku-ish-ti) que pasando por el persa (Ma-gu-u-sha) y por el acadio
(Ma-gu-shu), llegó al griego como Μαγός (Magós, plural: μαγοι, magï) y de ahí al latín Magi, de
donde llegó al español, pero la palabra no tenía el sentido actual de realizar magia.
Ellos eran de nacimiento noble, educados, ricos, e influyentes, eran los filósofos, los consejeros de
la realeza, entendidos en toda la sabiduría del antiguo Oriente, miembros de una clase instruida,
conocedores de la ciencia, la filosofía, la medicina, la astronomía y de misterios religiosos, o como
dijo Balaam: conocedores de la sabiduría del Altísimo.
Deben haber estado impresionados por la estrella que observaron, y como eran sabios, volvieron
una vez más a los rollos sagrados, a las profecías Mesiánicas del Antiguo Testamento; y en ellas
encontraron las palabras de Balaam: “Saldrá estrella de Jacob”.
Hay quienes explican que la estrella se trataba de un cometa (el Halley que apareció en el año
12 a.C.), o una nova o supernova (según datos chinos entre el año 5 y 4 a.C.), o de una conjunción
planetaria en el año 7 a.C. (Júpiter, Saturno y Marte), pero, ¿acaso el Creador de los cielos, no pudo
haber hecho una estrella especial para anunciar Su encarnación?
Estos “hombres sabios”, no eran idólatras, eran hombres de integridad que encontraron la Verdad
escudriñando Las Escrituras (Juan 5.39; 8.32; 14.6).
¿Y tú, ya has leído toda la Biblia?
2) Eran humildes.
Mateo 2.2-3 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el
oriente y hemos venido a adorarle. Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con
él.
ταράσσω (tarásso). Turbar, molestar, inquietar, alborotar, espantar, asustar, conmover, agitar.
CONCLUSIÓN
Eran obedientes.