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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA.

CURSO: DERECHO ADMINISTRATIVO.


NOMBRE: Britney Sherry de Paz Ramos
CARNE: 201946670
PONDERACION 6 PUNTOS

INSTRUCCIONES: tomando como base la doctrina y la legislación conteste lo que


se le pregunta.

Desarrolle los siguientes temas:


1. a) Personalidad Jurídica del Estado, b) teorías, c) ventajas y desventajas de su existencia, d) clases
de personas jurídicas, criterio de nuestra legislación.
2. Teoría organicista y fundamento legal en la administración pública.
3. La competencia administrativa, características, excepción a la improrrogabilidad, delegación de
competencia clases de competencia y cómo funciona según nuestra legislación.
4. Jerarquía administrativa, características, potestades que origina, clases y definición.

5. SISTEMAS DE ORGANIZACIÓN EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: A) Centralización o


concentración administrativa, características, elementos y aplicación; B) Desconcentración
administrativa, características, elementos y aplicación; C) Descentralización administrativa,
características, elementos y aplicación; D). Clases de descentralización, autonomía y autarquía
administrativa; E). Entidades descentralizadas y autónomas, origen, estructura y funcionamiento
legal según la Constitución.

A) Centralización o concentración administrativa. Tiene lugar cuando los diferentes


órganos administrativos se agrupan unos y otros en relación de dependencia, cuando
unos dependen de otros, de tal manera que el último depende del primero.

Se caracteriza porque sus órganos administrativos se encuentran agrupados de manera


tal que encuentran entre si una relación de subordinación, es decir, órganos superiores.
De esta manera encontramos en este sistema de organización una coordinación de los
órganos que la integran y que en razón de la competencia asignada delimitan su actividad
para no interferir en sus acciones coordinación que permite un orden y agrupación
específica, independientemente que de manera interna cada unidad administrativa tenga
su estructura particular es decir, su propio orden jerárquico.

Características:
Siendo un sistema orgánico simple que dispone de un órgano central único y permanente
y que se ordena principalmente en un orden jerárquico el que se caracteriza
especialmente en los siguientes aspectos:

1. En la centralización administrativa existe un superior jerárquico que es el más alto


grado dentro de la pirámide de la escala, que es el presidente.
2. Existe la relación de subordinación de los órganos administrativos, que pertenecen
a la jerarquía administrativa del Órgano Ejecutivo, Presidente, Vicepresidente,
ministros, viceministros de Estado, hasta el empleado de menor jerarquía.
3. Al existir jerarquía dentro de los órganos administrativos se manifiestan los
poderes de la misma: poder de mando, disciplinario, de avocación y delegación,
etc.
4. Que los órganos administrativos inferiores ejecutan las órdenes sin ningún poder
de decisión de carácter político.

Elementos:
a) El poder de nombramiento: es la facultad que tienen las autoridades superiores
de designar a los órganos titulares que se encuentren subordinados.
b) La unidad de mando: se ejercita generalmente mediante órdenes.
c) La jerarquía o concentración funcional: se establece con las relaciones de
subordinación.
d) El control: el que es una de las potestades de la jerarquía.
e) El poder disciplinario: el que consiste en la facultad del superior de imponer las
sanciones disciplinarias por falta de servicio a los subordinados.
f) La potestad de revisión: de donde se deriva la facultad de revocar de oficio las
decisiones de los subordinados.
g) La facultad de decidir y dirimir: la competencia de los órganos infra ordenados.

Aplicación.
Implica que en los órganos administrativos centralizados, se basa fundamentalmente en la
jerarquía administrativa, en donde los órganos administrativos van a depender del órgano
central de la misma que es el Presidente de la República. En general el principio de
aplicación jerarquía es simplemente es ejercer el poder de mando, y los demás poderes
que torga la misma, que garantiza que las políticas y ordenes giradas por el jerarca tienen
que surtir sus efectos.

B) Desconcentración administrativa.
Consiste en una forma jurídica de descongestión administrativa, en la cual se otorga al
órgano desconcentrado determinadas facultades de decisión limitada y un manejo
independiente de su presupuesto o de su patrimonio.
Es una técnica de organización administrativa por la cual se traslada el ejercicio de
competencias de un órgano a otro. En otras palabras, es la atribución por un órgano
administrativo del  ejercicio de competencias que le son propias, en otros órganos que
jerárquicamente dependan de aquellos, bien sea en el mismo ámbito territorial o no, en
los términos y con los requisitos que prevean las normas de atribución de competencias.
El objeto de la desconcentración es distribuir las competencias de tal modo que se haga
más eficiente a la administración evitando la acumulación de las mismas en una sola
autoridad, y con ello, la ineficiencia de la actividad de la administración en razón del
número de asuntos para decidir.

Características.
Las características principales de la desconcentración están las siguientes:

1. Es una atribución de la competencia realizada por el mismo ordenamiento jurídico.

2. Tal atribución es realizada a un órgano medio o inferior dentro de la jerarquía.


3. La competencia desconcentrada se confiere de forma exclusiva al órgano designado
por el ordenamiento.
4. La responsabilidad del superior jerárquico se circunscribe al ámbito de los poderes de
supervisión propios de la relación jerárquica.

5. El superior sólo puede reasumir la competencia previa una nueva atribución legal que
así lo determine.

C) Descentralización administrativa.
Los organismos descentralizados están regulados por la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal y por la Ley Federal de Entidades Paraestatales. Las
entidades que componen la administración pública paraestatal son: los organismos
descentralizados, las empresas de participación estatal, las instituciones nacionales de
crédito, las organizaciones auxiliares nacionales de crédito, las instituciones nacionales de
seguros y fianzas y los fideicomisos. Supone el traslado de competencias de la
administración central del estado a nuevas personas jurídicas del derecho público,
dotadas de un patrimonio propio. Aunque el poder central tiene un control muy limitado
sobre las actividades de las entidades documentadas, éstas se encuentran sujetas a las
órdenes de aquel y no gozan de personalidad jurídica propia. El objetivo de este tipo de
descentralización es lograr una gestión administrativa más ágil y efectiva.

Características:
Las características de los órganos descentralizados son:

1) Se crea una persona moral, siempre por ley o decreto del Ejecutivo.
2) Se les asignan competencias exclusivas, para la atención de un fin de interés general o
un servicio público determinado.
3) Tienen autonomía orgánica y técnica.
4) Tienen personalidad jurídica propia independiente de la personalidad de la
administración pública.
5) Tienen patrimonio propio sus bienes son del Estado, pero están sometidos a un
régimen jurídico especial, pues cuando desaparecen dichos órganos, los bienes vuelven
al patrimonio del Estado.
6) Tienen una relación de tutela sui generis respecto de la administración pública federal,
que no es jerarquía (el poder central conserva su poder de vigilancia para el control de los
órganos descentralizados).
7) Tienen poder de decisión.

D) Clases de descentralización:
a) Descentralización territorial o por región. Este tipo de descentralización
supone un tipo de área geográfica en el cual el ente administrativo ejerce su
competencia administrativa y es el otorgamiento de competencias o funciones
administrativas a las colectividades regionales o locales para que ejerzan bajo su
propio nombre y bajo su propia responsabilidad, las atribuciones conferidas.
También tiene por su parte un fundamento de convivencia en el sentido que se
considera que es favorable para la comunidad tener capacidad para resolver sus
propios asuntos t satisfacer sus propias necesidades y que ellos no lleguen
directamente al poder central, así mismo tiene un fundamento político en el
sentido que se puede presentar como una manifestación democrática en la
medida que las comunidades permitan su autogobierno.
b) Descentralización por servicio o institucional. Es el otorgamiento de
competencias o funciones de la administración a entidades que se crean para
ejercer una actividad especialidad. Encuentra su fundamento en la necesidad de
especialización y tecnificación que se vive en el mundo moderno. En este tipo de
órgano descentralizado no importa la satisfacción de una necesidad pública local
sino una función específica eminentemente de carácter técnico lógicamente con
independencia del organismo central, la cual se encuentra dotada de
competencias exclusivas, recursos propios y especiales de personalidad jurídica
propia.

c) Descentralización por colaboración. Esta es una tercera forma de


descentralización que se denomina por colaboración, funcional o corporativa y
esta se refiere a algunas instituciones que no forman parte de la administración
pública, no guardan ningún tipo de relación jerárquica, ni de dependencia con la
administración únicamente so órganos que colaboran con los servicios públicos a
que tiene obligación el Estado.

Autonomía y autarquía administrativa.

Autonomía. Es una característica que tienen los poderes y algunas entidades del Estado,
la cual les es conferida por Ley. Esto no implica un autogobierno, como veremos más
adelante, solo ciertas facultades de decisión que las hacen no depender de poderes
jerárquicamente superiores.

Autarquía. Sobre la autarquía la doctrina argentina es la que ha profundizado


especialmente este concepto. En ese sentido, este es un concepto nacido en virtud de la
descentralización administrativa institucional. La administración autárquica no se realiza
por los organismos centrales, sino por personas jurídicas públicas creadas por el Estado.
Es la llamada administración “indirecta” del Estado. En palabras de la autora, autarquía
proviene del griego y significa gobernarse a sí mismo. Así, si a la persona autárquica se
confiere además de su propia administración que ya tiene, la de propia legislación ella se
convierte en autónoma. Mas como el poder de crear o sancionar la ley es poder político
por su naturaleza, de ahí que el concepto de autonomía sea esencialmente político. El
concepto de autarquía en lo administrativo es correlativo al de autonomía en lo político.

E) Entidades descentralizadas y autónomas. En la estructura del Estado guatemalteco


existen entidades descentralizadas y autónomas a las cuales se les asigna una función
técnica para que estas cumplan con los objetivos trazados por el Estado, lo que es parte
de la descentralización, la cual se define como un sistema de organización administrativa
Estatal, que consiste en crear órganos con facultades de decisión técnica, especializados
en prestar determinados servicios públicos sin que desaparezca su dependencia
jerárquica del órgano supremo, teniendo facultades de decisión limitadas y un manejo de
autónomo de su presupuesto. Por otro lado la autonomía de una institución se refiere a
que esta maneja su propio presupuesto, se rige por su propia ley orgánica, y tiene la
facultad de actuar de forma independiente.

6. ACTOS ADMINISTRATIVOS: A) Actos administrativos: origen, evolución y características; B) Actos


reglados y discrecionales: diferencia y fundamento legal; C) Hechos administrativos: naturaleza
jurídica y diferencia con los actos administrativos; D. El juicio económico coactivo en Guatemala:
origen y naturaleza jurídica. E). El silencio administrativo: regulación y efectos que produce en las
resoluciones administrativas.
A) Actos administrativos. Los actos administrativos, como declaración unilateral del
órgano, son los actos típicos del derecho administrativo, puesto que es el conducto por el
cual se manifiesta hacia los particulares la administración. Mientras que en el derecho
privado predomina fundamentalmente el acuerdo de voluntades entre las partes, en el
derecho público se impone principalmente la voluntad de la administración, declarada en
forma unilateral. La administración pública, en su concepción dinámica, implica el ejercicio
de las funciones que, en general le asigna el ordenamiento jurídico, en especial la norma
jurídica, para la realización de los fines que se propone el Estado. La función
administrativa se va a manifestar a través de los actos administrativos que tienen diferente
connotación y contenido, especialmente con los hechos administrativos.

Origen y evolución:

Tomando como base la relación histórica que hace el connotado maestro español
Rodríguez Arana, vemos cómo es que evoluciona el acto administrativo en el Estado
francés y como el acto administrativo toma matices diferentes hasta llegar a una
concepción más exacta del concepto. Como ocurre en otras categorías jurídicas,
especialmente en el derecho administrativo, el acto administrativo nace en el derecho
francés y, con escasos matices, su dogmática se incorpora a otros ordenamientos
continentales. El acto administrativo surge inicialmente para consagrar una idea
completamente opuesta a la que con el tiempo se impondrá: las actuaciones del poder
ejecutivo no son susceptibles de ser controladas por los tribunales de justicia. Así, en
Francia, esta idea se sustentó ya durante el antiguo régimen al afirmarse que
determinados actos del monarca, en tanto que manifestaciones de poder o autoridad, no
eran fiscalizables (asuntos gubernativos o de policía, frente a otro tipo de asuntos, los
contenciosos o fiscales, sobre los que se admitía el control de los tribunales ordinarios).
58 Esta idea va a sufrir una importante transformación a raíz de dos hechos hitos jurídicos
estrechamente relacionados: la elaboración del principio de legalidad, a partir de la
Revolución Francesa; y el nacimiento de la jurisdicción especializada en asuntos de la
administración. Efectivamente, la Revolución Francesa supuso, entre otras cosas, el
reconocimiento del sometimiento de la actuación administrativa a derecho. Pero también,
por circunstancias históricas perfectamente comprensibles (desconfianza de los
tribunales, considerados por los revolucionarios como herederos del antiguo régimen),
dicho sometimiento a derecho no se canalizó a través de los tribunales de justicia.

En ese momento de la historia del derecho administrativo, había que hacer frente a dos
incógnitas fundamentales: cuales eran los actos de la administración sometidos al
principio de legalidad y quién o quiénes llevarían a cabo el control de dicha actuación. Se
llega así a definir al acto administrativo como el acto jurídico dictado por la administración
y sometido al derecho administrativo, entendiendo inicialmente comprendidos en esta
categoría los llamados actos de autoridad, dictados en materia de libertades, policía y
propiedad, fundamentalmente; y diferenciándose de los actos de gestión, sometidos a los
tribunales ordinarios. Tomando como base la relación histórica que hace el connotado
maestro español Rodríguez-Arana, vemos cómo es que evoluciona el acto administrativo
en el Estado francés y como el acto administrativo toma matices diferentes hasta llegar a
una concepción más exacta del concepto. Como ocurre en otras categorías jurídicas,
especialmente en el derecho administrativo, el acto administrativo nace en el derecho
francés y, con escasos matices, su dogmática se incorpora a otros ordenamientos
continentales. El acto administrativo surge inicialmente para consagrar una idea
completamente opuesta a la que con el tiempo se impondrá: las actuaciones del poder
ejecutivo no son susceptibles de ser controladas por los tribunales de justicia. Así, en

Características:

Las más importantes son las siguientes:

1) Presunción de legitimidad, legalidad y de juricidad. El acto administrativo goza


de la suposición que ha sido dictado con arreglo al ordenamiento jurídico. Desde el
punto de vista del principio de juridicidad, se trata de una presunción relativa que
encuentra su fundamento en que bajo la aplicación de este principio, cuando se
resuelve en base a derecho, son aplicables los principios.
2) Ejecutoriedad. La ejecutividad del acto administrativo, consiste en que produce
todos sus efectos jurídicos e inmediatos y, por lo tanto, debe ser cumplido aún en
contra de la voluntad de los administrados a que va dirigido; es decir, es la
cualidad de producir sus efectos sin necesidad de una declaración posterior.
Mientras tanto, la ejecutoriedad del acto administrativo consiste en la posibilidad
que el órgano administrativo, por sí mismo, haga efectivos los efectos jurídicos sin
necesidad de recurrir a una autoridad jurisdiccional.
3) Revocabilidad. La revocabilidad del acto administrativo, significa la posibilidad
que un determinado acto pueda ser dejado sin efecto, por la administración pública
o por impugnación, razón por la que se puede analizar desde dos puntos de vista,
de manera oficiosa o a petición del interesado a través de los recursos
administrativos.
4) Irretroactividad. Toda norma de cualquier naturaleza impone en este principio, en
que la ley no tiene efecto retroactivo, salvo en materia penal en lo que favorezca al
reo, preceptuado en el Artículo 15 de la Constitución Política de la República de
Guatemala. El acto administrativo es irretroactivo, por regla general, pero puede -y
aun debiera en ciertas circunstancias-, gozar de retroactividad en varias
situaciones, especialmente cuando satisfaga las ingentes necesidades públicas o
los fines del 69 Estado, aún a costa del interés particular. El acto administrativo
emitido en esas circunstancias, nunca podría ser atacado de ilegítimo.
5) Unilateralidad. El acto administrativo es unilateral, pues como lo podremos
expresar dentro de la definición, siendo éste una declaración unilateral y concreta,
se establece, que para que la administración tome una decisión, no se requiere la
voluntad del particular.

B) Actos reglados. Son aquellos que se producen dentro de la administración, mediante


preceptos legales imperativos que contienen reglas vigentes y específicas, que regulan la
actividad de la administración en una materia determinada.

Actos discrecionales:
Tiene lugar cuando la ley deja a la administración un poder libre de apreciación para
decidir si debe obrar o abstenerse o en qué momento debe obrar o como debe obrar,

C) Hechos administrativos.

Naturaleza jurídica: salen de la esfera de la función administrativa, así también expresan


que pueden ser conceptualizados como hechos de la administración.
Diferencia con los actos administrativos: que estos se pueden dar en comportamientos
materiales de la administración pública, se pueden dar dentro de los dictámenes técnicos
o jurídicos y el acto, es aquel que crea, modifica, o extingue una relación jurídica
subjetiva.

D) El juicio económico coactivo en Guatemala.

Su naturaleza jurídica: decreto 1126, del congreso de la república, ley orgánica del
tribunal de cuentas, también en decreto 6-91, código tributario.

Conocer en los procedimientos para obtener el pago, de los adeudos a favor del fisco.

Efectos que produce; efectos negativos, por el solo propósito que recurra a la via
judicial, a través del proceso de lo contencioso administrativo, se tiene por agotada la vía
administrativa y por resuelto desfavorablemente
E) El silencio administrativo. El silencio administrativo es una de las formas posibles de
terminación de los procedimientos administrativos. Lo característico del silencio es la
inactividad de la Administración cuando es obligada a concluir el procedimiento
administrativo de forma expresa y a notificar la resolución al interesado dentro de un plazo
determinado.
El silencio administrativo opera como un mecanismo que permite, en caso de inactividad
por falta de resolución en procedimientos administrativos, imputar a la administración de
que se trata un acto administrativo presunto, que tendrá la condición de verdadero acto,
en caso de que las reglas del silencio lo configuren como estimatorio y que, por el
contrario, será mera ficción jurídica, si se configura como desestimatorio.
Regulación y efectos que produce en las resoluciones administrativas.
Constitucionalmente existe una obligación de resolver y notificar las peticiones de los
particulares, conforme a lo establecido por el artículo 28 de la Constitución Política de la
República de Guatemala que establece:
Derecho de petición. Los habitantes de la República de Guatemala tienen derecho a
dirigir, individual o colectivamente, peticiones a la autoridad, la que está obligada a
tramitarlas y deberá resolverlas conforme a la ley. En materia administrativa el término
para resolver las peticiones y notificar las resoluciones no podrá exceder de treinta días.
En materia fiscal, para impugnar resoluciones administrativas en los expedientes que se
originen en reparos o ajustes por cualquier tributo, no se exigirá al contribuyente el pago
previo del impuesto o garantía alguna.
Por lo que se debe considerar una violación constitucional constante el hecho de no dar
respuesta a las peticiones de los particulares, puesto que se lesiona al particular, al no
dictar la correspondiente resolución tal como lo preceptúa el artículo precitado. En
principio se podría pensar que presentada una petición existe la obligación de dictar la
resolución administrativa, pasado el plazo enunciado, que se regula en el artículo 28
constitucional; esto no es real, puesto que para que se inicie a correr el plazo, es
necesario que se haya agotado el procedimiento correspondiente, si lo analizamos con el
artículo 10 inciso f) de la Ley de Amparo, exhibición personal y de constitucionalidad, que
preceptúa: “Procedencia del amparo. La procedencia del amparo se extiende a toda
situación que sea susceptible de un riesgo, una amenaza, restricción o violación a los
derechos que la Constitución y las leyes de la República de Guatemala reconocen, ya sea
que dicha situación provenga de personas y entidades de derecho público o entidades de
derecho privado. Toda persona tiene derecho a pedir amparo, entre otros casos:
f) Cuando las peticiones y trámites ante autoridades administrativas no sean resueltos en
el término que la ley establece, o de no haber tal término, en el de treinta días, una vez
agotado el procedimiento correspondiente; así como cuando las peticiones no sean
admitidas para su trámite.
Esto quiere decir que el procedimiento administrativo hay que agotarlo para que el ente
público tenga obligación de resolver en los 30 días y a falta de ésta, se pueda dar la figura
del silencio administrativo y proceda el amparo para obligar al ente administrativo que
dicte su resolución administrativa.

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