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(Voces de

chernobyl)
Alumna: Romero
yescas Ximena
Materia:
Ecología
Grupo 4º2
UNA SOLITARIA VOZ HUMANA.
(pag. 7-15)
El relato dado por Luidmila Ignatenko, quien fuera la esposa del bombero (Vasia)
Vasili Ignatenko, quien tristemente falleció 14 días después de estar enfermo por
tanta radiación causada por la explosión en Chernóbyl, habla de la muerte y el
amor. Al parecer Luidmila estaba tan enamorada de su esposo, por como describe
todos los momentos felices y románticos que pasaban juntos antes de que
ocurriera la tragedia, como lo era salir por las calles agarrados de la mano, decirle
“Te quiero” cada que podía. Ella era realmente feliz siendo la esposa de Vasia, un
bombero. Desafortunadamente el trabajo de bombero implicaba que Vasia
trabajara por cualquier emergencia, y la explosión de Chernobyl no fue excepción.
Dicha tragedia sería la causa de la muerte de bastante gente, entre ellos, Vasia y
el hijo próximo de él; sin embargo, Luidmila estuvo junto a su esposo casi todo el
tiempo posible, tristemente, viendo cómo cada día empeoraba su situación y lo
único que quería era hacer todo lo posible por estar con él hasta su final.
Finalmente, ella pudo tener a Audréi, el hijo con el que ella volvió a ser feliz.

CORO DEL PUEBLO (pag. 73-78)


Esta historia la relata una joven chica que aún recuerda aquel momento en el que
su madre corrió hacia ella diciéndole “Ha explotado Chernóbyl”, el cual sería el
inicio de decenas de momentos tristes y amargos para toda su familia y para el
pueblo. Como para gran parte de las personas, la alteración del ambiente del
pueblo, la angustia, el miedo y el terror que estaban experimentando, todo lo
relacionaban con una guerra, ya que al parecer los militares no revelaban lo que
realmente ocurría. La joven mujer esperaba su primer hijo junto a su marido, pero
por desgracia este había estado en una zona de Chernóbyl por lo que contrajo
cáncer de sangre y posteriormente moriría. De igual manera, la niña que la joven
chica daría a luz nacería muerta sin 2 dedos, ella se preguntaba si de verdad era
una niña. Finalmente, esta mujer, ya con un hijo sabe el sufrimiento que tiene este
mismo por las palabras que dice; “Mamá, ¿ya me estoy muriendo?”, y que sabe
que un niño lo interpreta así por cómo se siente, y porque su mamá llora cuando él
cierra los ojos. “Chernóbyl” realmente será una palabra que muchas personas no
quieren recordar, pero que les marcó un antes y un después en sus vidas.

CORO DE NIÑOS (pag. 117-121)


Este relato cuenta con las experiencias y perspectivas de cada uno de los niños
que fueron testigos de la tragedia en Chernóbyl, niños con apenas entre 9 y 16
años de edad, que comparten el sufrimiento, el pánico y el trauma ocasionado a
raíz de esto. Para estos niños, escuchar las palabras “desactivación”, “isótopos”,
etc. Era algo nuevo y desconocido para ellos, porque no lograban comprender la
situación en la que se encontraban y que desafortunadamente estaban
presenciando. Tantos niños que quedaron con traumas de saber que si tocaban o
se acercaban a algo que tuviera contacto con la radiación iban a morir o a
enfermar, tanto que ni las mamás de estos niños permitían que anduvieran
descalzos por la hierba, tocar las mariposas, los jardines y ningún insecto porque
estos estaban contaminados. Finalmente, podemos notar que para los niños de
aquel momento se dieron cuenta que estaban siendo elementos de estudio para la
ciencia, y que sabían que en algún momento morirían, ellos decían, “Nos
moriremos y nos convertiremos en ciencia”, “Nos moriremos y se olvidarán de
nosotros”, “Cuando muera, no me enterréis en el cementerio, allí solo hay muertos
y cuervos, mejor me enterráis en el campo”.

Monologo sobre las eternas y malditas


preguntas: ¿Qué hacer? y ¿Quién tiene la
culpa? (pag. 103-106)
Vladimir Matvéyevich Ivanov, ex primer secretario del Comité Regional del partido
de Slávgorod, relata sobre cómo los periódicos escribían que la culpa del desastre
en Chernóbyl era de los comunistas, por lo que el pueblo presionaba a las
autoridades por saber la verdad. Esto cada vez tomaba más fuerza por los
rumores salientes en todo momento, provocando terror y angustia entre la
sociedad. La gente se informaba y se dejaba influenciar por las noticias en los
periódicos, por lo que sus argumentos para hacer responsable a los comunistas
era que habían construido centrales atómicas defectuosas, baratas; que querían
ahorrar dinero, pero que nunca habían tomado en cuenta las posibles
consecuencias y los daños que estas tragedias podrían impactar en las vidas
humanas. A lo que los comunistas se defendían con los siguientes argumentos;
“Recibíamos telegramas del Comité Central, del Comité Regional del partido… Se
nos planteó la siguiente tarea: no permitir que cundiera el pánico”, pero por
desgracia, el pánico ya estaba entre la gente

MONÓLOGO SOBRE EL NIÑO


DEFORME, Al QUE De TODOS
MODOS VOY A QUERER. (pág.
100-101)
Este es un relato compartido por Nadezhda Afanásievna Burakova, quien
tristemente cuenta la realidad que se vivía después de la tragedia, el
comportamiento diferente que tenías las personas con ellos por ser "personas
evacuadas de Chernobyl". Los prejuicios e ignorancia de la gente ante estas
personas, era inhumana. El tratarlos diferente hacia que estas personas se
sintieran acostumbradas a ser catalogadas como "gente de Chernobyl". Sin
embargo, estás personas que venían de Chernobyl comentaban que incluso entre
ellos existía el pánico por sus desendientes, si saldrían con alguna deformidad o
alguna alteración en el genotipo y fenotipo de los bebés. Para ellos, lo que
esperaban es que ya no escribieran sobre ellos, justamente para no causar miedo,
simplemente esperaban empatía, solidaridad, apoyo para tener buena salud
mental.

Desastre del 25-26 de abril de 1986


Aquel 26 de abril de 1986, una explosión arrasó con uno de los reactores de la
planta nuclear de Chernobyl ubicada cerca de Pripyat, en Ucrania, lo que
liberó grandes cantidades de radiación en la atmósfera, provocó una lluvia
radiactiva en toda Europa y expuso a millones de personas a niveles peligrosos de
radiación

Entre el 25 y el 26 de abril de 1986, mientras técnicos del reactor cuatro de la


planta nuclear llevaron a cabo un fallido ensayo de seguridad, se produjo una
fuerte explosión en el reactor No. 4 en Chernobyl.

La catástrofe envió una nube de lluvia radiactiva sobre cientos de miles de


kilómetros cuadrados de Ucrania, Rusia y Belarús. Los efectos radiactivos de la
explosión fueron unas 400 veces más potentes que la bomba lanzada sobre
Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.

El gobierno evacuó a unas 135.000 personas de la zona por el desastre en


Chernobyl y se creó una zona de exclusión en un radio de 30 kilómetros, lo
que cubría más de 2.600 kilómetros cuadrados alrededor de la planta (y que
posteriormente se aumentaría a 4.143 km cuadrados).
Sin embargo, el desenlace fue mucho peor. Según el Organismo Internacional de
la Energía Atómica y la Organización Mundial de la Salud, desde 1986 han muerto
innumerables personas a causa de los síntomas de la radiación.

Millones de personas estuvieron expuestas a niveles peligrosos de radiación, y las


estimaciones de la cifra final de muertos por problemas de salud a largo plazo
ascienden a 200.000.

Tras la tragedia en Chernobyl


La evacuación en Pripyat comenzó poco después. Se sabe que la Unión Soviética
trató de cubrir el accidente para disminuir su impacto en la comunidad
internacional, pero los esfuerzos fueron en vano: el 28 de abril, estaciones suecas
de monitoreo reportaron nivel anormales de radioactividad en el aire y se hizo
presión para que se dieran explicaciones.

"El gobierno de la Unión Soviética admitió que se había producido un accidente en


Chernobyl, lo que desencadenó una protesta internacional sobre los peligros que
suponían las emisiones radiactivas", dice la enciclopedia Britannica.

Los esfuerzos para contener la radioactividad llegaron unos días después, pero
con peligro inminente para quienes estuvieron involucrados.

"El 4 de mayo, tanto el calor como la radiactividad que se filtraba del núcleo del
reactor estaban siendo contenidos, aunque con gran riesgo para los trabajadores.
Los restos radiactivos se enterraron en unos 800 lugares provisionales y, más
adelante, el núcleo del reactor, altamente radiactivo, se encerró en un sarcófago
de concreto y acero (que luego se consideró estructuralmente inseguro)", de
acuerdo con Britannica.
Chernobyl a futuro
1 de 12 | Vuelo nuclear: Por poco más de US$ 100, los pasajeros ahora pueden
reservar un vuelo panorámico sobre el escenario del peor desastre nuclear del
mundo. Cortesía de Vladimir Belenky

2 de 12 | Vuelo bajo: El vuelo, operado por Ukraine International Airlines, baja a
solo 900 metros sobre el escenario del peor desastre nuclear del mundo.

3 de 12 | 35 aniversario: Ahora cubierto por un sarcófago de hormigón, el Reactor


No. 4 de Chernobyl se derrumbó después de una explosión el 26 de abril de 1986.

4 de 12 | En tendencia: El viaje sobre Chernobyl es parte de una nueva tendencia


de "vuelos a ninguna parte" que se han dirigido a personas que desean
experiencias de viaje a pesar de las limitaciones de la pandemia
de coronavirus.

5 de 12 | Observación adicional: Un vuelo panorámico anterior


sobre Chernobyl también vio el gigantesco Antonov An-225, el
avión de carga más pesado del mundo, escondido en su
hangar.
6 de 12 | 'Avgeek' extra: El viaje también ofreció la oportunidad de explorar un
Boeing 777 estacionado en la plataforma del aeropuerto Boryspil de Kiev. Cortesía
de Vladimir Belenky

7 de 12 | Viviendo el sueño: También existe la oportunidad de echar un vistazo a


la cabina de vuelo del 777. "Siempre soñé con caminar justo debajo del avión y
sentarme en el asiento del capitán en la cabina de un Boeing 777. Mi sueño se
hizo realidad", dice Vladimir Belenky, quien participó en un tour anterior. Cortesía
de Vladimir Belenky

8 de 12 | Exploración de la Zona de Exclusión: Chernobyl Tour, una compañía


ucraniana que guía regularmente a los visitantes a través de la Zona de Exclusión
que rodea la central eléctrica, también ofrece varias formas interesantes de
explorar la región. Chernobyl-Tour.UA

9 de 12 | En el agua: Ahora es posible realizar expediciones en kayak a través de


la Zona de Exclusión, que ha visto prosperar la vida silvestre desde que fue
abandonada por los humanos. Chernobyl-Tour.UA

10 de 12 | Nuevas ofertas: Los viajes en barco por el río Prípiat y los paseos en
vehículos todoterreno extremos también están dirigidos a las decenas de miles de
turistas que se acercan para explorar la zona. "Chernobyl es el destino turístico
más exitoso de Ucrania", dice Yaroslav Yemelyanenko, director de Chernobyl
Tour. "Antes de la cuarentena, el número de turistas se había duplicado cada
año". Chernobyl-Tour.UA

11 de 12 | Oscuro declive: A pesar de


esto, la pandemia ha ejercido presión
sobre el turismo oscuro. En 2020 solo
32.000 personas visitaron la Zona de Exclusión, 72.000 menos que en 2019.
Chernobyl-Tour.UA

12 de 12 | Mejor futuro: Pero los operadores turísticos esperan que los números se
recuperen. "Cuando la conexión turística completa entre los países se restablezca
finalmente, tendremos algo para sorprender incluso a los turistas que han estado a
la zona de Chernobyl muchas veces", agrega Yemelyanenko. Chernobyl-Tour.UA

Hasta 2011, el gobierno de Ucrania abrió ciertas partes de la zona de exclusión de


Chernobyl, con lo cual Pripyat comenzó a convertirse en un destino favorito para el

turismo, mismo que siguió años después.

Chernobyl se convirtió, de repente, en un punto de alta afluencia de visitantes

Más recientemente, en el contexto de la guerra en Ucrania, tropas rusas tomaron


el control de la planta nuclear, con rehenes incluidos.

Después de que los militares rusos se retiraran de la planta nuclear, se pudo


constatar que los niveles de radiación en la habitación donde se asentaron las
tropas rusas habían aumentado a niveles
más arriba de lo normal

Ucranianos conmocionados por el


"absurdo" escenario en Chernobyl después
de que la retirada rusa reveló
contaminación radiactiva

La fuente del material radiactivo no era


visible en la planta, pero las autoridades
ucranianas dijeron que provenía de
pequeñas partículas y polvo que los
soldados trajeron al edificio.
Como afecto ecológicamente el accidente
de Chernobyl
 De resultas del accidente, más de 4 millones de hectáreas de bosques en el

centro de Europa quedaron contaminados por la radiación.

Las medidas que se tomaron inmediatamente después del accidente para


minimizar los contactos de la población con materiales radiactivos se dirigieron
sobre todo al sector agrícola

La contaminación de los bosques con la radiactividad de Chernobyl tuvo también


importantes consecuencias económicas. Sólo los daños sufridos por los bosques
en la República de Belarús se calculan en más de 8 000 millones de dólares
EE.UU. (Ipatyev et al., 1999a). Tendrán que pasar por lo menos 30 años para que
la radiactividad haya descendido lo bastante para que puedan explotarse de nuevo
los bosques. Belarús, Ucrania y la Federación de Rusia han establecido una
categoría de bosques radiactivos en los que las intervenciones forestales se
limitan a prevención de incendios, protección y vigilancia de los bosques y lucha
contra las plagas. Las leyes de los países afectados por el accidente establecen
límites de contaminación radiactiva para la madera.

Los investigadores del Instituto Forestal de la Academia Nacional de Ciencias de


Belarús están estudiando posibles métodos para acelerar el proceso de
rehabilitación forestal y reducir el riesgo de exposición de la población a la
radiactividad procedente de los ecosistemas forestales. En este ar-tículo se
examinan las condiciones actuales de los ecosistemas forestales próximos a
Chernobyl y se analizan las posibilidades de reducir los peligros derivados de la
contaminación radiactiva de los bosques.

Los bosques actúan como barreras físicas para las masas de aire en
movimiento, y gran parte de las partículas radiactivas que penetran en el bosque
se depositan en él. Los bosques absorbieron más del 80 por ciento de los
radionúclidos derivados de Chernobyl . Al incorporar este material, los bosques
actúan también como barreras biológicas contra la difusión de la radiactividad.  En
particular, los bosques contaminados deben ser constantemente vigilados y
protegidos contra incendios para evitar la difusión de la radiactividad.

Además, los bosques contaminados producen efectos nocivos en las poblaciones


cercanas de las regiones más fuertemente afectadas. La contaminación es un
grave riesgo para la salud de las poblaciones locales que buscan en los bosques
los alimentos complementarios que necesitan. De los bosques procede una parte
importante de la dosis anual de radiación ingerida por la población. Por la difícil
situación económica de Belarús, la gente sigue recolectando y consumiendo
alimentos de los bosques pese a los esfuerzos disuasorios del Gobierno .

Además, la proporción atribuible a los bosques crece constantemente. La


contribución de los bosques contaminados a la dosis de radiación de la población
de Belarús-Polesye es particularmente elevada por las condiciones específicas de
suelo y clima de esas tierras.
Reducción de la absorción de la radioactividad
por la vegetación forestal
Aunque los ecosistemas forestales son capaces de retener, acumular y redistribuir
radionúclidos, no pueden neutralizar la radiactividad absorbida. Los estudios sobre
comportamiento de los radionúclidos a largo plazo en los ecosistemas forestales
(A. Dvornik, comunicación personal) indican que la concentración de radionúclidos
en los bosques se acerca ahora al máximo. El descenso de la radiactividad hasta
niveles tolerables requerirá unos 30 a 50 años según los niveles de
contaminación, las especies de que se componga la vegetación, la edad de las
plantas y las condiciones ecológicas (Ipatyev et al., 1999b). Mientras tanto, se
están buscando medios para reducir la absorción de radiactividad por los
alimentos y los árboles del bosque, que son un peligro para la salud humana y
para las actividades económicas.

En la agricultura, la forma usual de reducir el contenido en radionúclidos de los


productos hasta límites aceptables han sido prácticas químicas y de cultivo como
la aplicación de fertilizantes minerales y el laboreo profundo. La aplicación de
estas técnicas a los suelos forestales no es fácil, por la falta de laboreo en los
bosques y por los largos intervalos entre las sacas de madera.

Los investigadores del Instituto Forestal, situado a 120 km de la central de


Chernobyl donde ocurrió la explosión, están trabajando en un sistema de métodos
silviculturales, químicos y bioquí-micos para reducir la absorción de radionúclidos
del suelo por las plantas leñosas. Los experimentos parecen indicar que diferentes
regímenes de humedad del suelo y nutrición pueden rebajar el ritmo de absorción
de radionúclidos en las partes no enterradas de las plantas leñosas (Ipatyev y
Dvorniky Bulko, 1995, 1997, 1998; Ipatyev y Bulko y Mitin, 1996). La materia
orgánica constituida por la caída anual de hojarasca tiene menor contenido de
radionúclidos, formando un humus forestal más limpio, elevando el suelo y
constituyendo por consiguiente una capa de arraigo más limpia.
De esta manera la radiactividad se redistribuye en las partes del ecosistema
forestal (plantas, humus, suelo y fauna) en un proceso de «disolución». El material
radiactivo se mueve hacia abajo desde la vegetación y a través del suelo. La
cantidad en los ciclos biológicos anuales disminuye así paulatinamente (Ipatyev,
2001).

Durante varios años después del accidente la mayor parte del material radiactivo
se situaba por encima del nivel del terreno. Hoy en día, alrededor del 90 por ciento
de la radiactividad ha descendido hasta las capas de humus y tierra de superficie.
Así pues la capa herbácea, el humus u hojarasca y la capa de tierra más
superficial constituyen los más densos «campos de dosis» (Krivolutsky, 1994) o
«láminas de dosis» (Ipatyev, 2001). La limpieza gradual de la radiación de una

«lámina de dosis» es la esencia de la función de la barrera biológica.

La absorción de radionúclidos puede modificarse, en particular mediante cambios


en el régimen de humedad, influyendo así sobre la acumulación de radiactividad
en los productos forestales (árboles, hierbas, hongos, frutos silvestres, organismos
del suelo, suelo, animales silvestres) (Ipatyev et al., 1999a). El Cuadro 2 presenta
datos sobre la acumulación de 137Cs en frutos silvestres y hongos cosechados en
2000 en el terreno experimental y con regímenes específicos de humedad. Parece
deducirse que es posible limitar la absorción de radiocesio por la vegetación del
bosque.

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