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Argumentacion DH Caso
Argumentacion DH Caso
Integrantes:
1. Derecho a la salud.
2. Derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal.
3. Derecho a la intimidad.
Artículo 28. La gravedad del daño sufrido por las víctimas será el eje que
determinará prioridad en su asistencia, en la prestación de servicios y en la
implementación de acciones dentro de las instituciones encargadas de
brindarles atención y tratamiento. Los servicios a que se refiere la presente
Ley tomarán en cuenta si la víctima pertenece a un grupo en condiciones
de vulnerabilidad, sus características y necesidades especiales,
particularmente tratándose de los grupos expuestos a un mayor riesgo de
violación de sus derechos, como niñas, niños y adolescentes, mujeres,
adultos mayores, personas con discapacidad, migrantes, indígenas,
personas defensoras de derechos humanos, periodistas y personas en
situación de desplazamiento interno.
Es decir que, en base a este artículo, y sabiendo que en este caso la gravedad del
daño sufrido por la niña es muy grande, puesto que se encuentra embarazada,
presenta ideas suicidas y además pertenece a más de un grupo de vulnerabilidad,
podemos argumentar que las autoridades involucradas en el asunto quedan
obligadas a llevar este asunto con gran prioridad, es decir, deben atender la
situación del embarazo de la niña lo antes posible.
Es decir, que con fundamento en los artículos 29 y 30, las autoridades quedan
obligadas a brindarle a la niña víctima la atención y servicios médicos necesarios
de manera inmediata, con respecto a su embarazo, además de que en dichos
servicios médicos se debe de garantizar que la niña podrá tener acceso a la
interrupción voluntaria del embarazo, si ella así lo desea.
“Los Estados Partes tomarán todas las medidas pertinentes para promover
la recuperación física, cognitiva y psicológica, la rehabilitación y la
reintegración social de las personas con discapacidad que sean víctimas de
cualquier forma de explotación, violencia o abuso, incluso mediante la
prestación de servicios de protección. Dicha recuperación e integración
tendrán lugar en un entorno que sea favorable para la salud, el bienestar, la
autoestima, la dignidad y la autonomía de la persona y que tenga en cuenta
las necesidades específicas del género y la edad.”
“12. Los Estados Partes han de adoptar medidas eficaces para proteger a
los adolescentes contra toda forma de violencia, abuso, descuido y
explotación (arts. 19, 32 a 36 y 38), dedicando especial atención a las
formas específicas de abuso, descuido, violencia y explotación que afectan
a este grupo de edad. Deben adoptar concretamente medidas especiales
para proteger la integridad física, sexual y mental de los adolescentes
impedidos, que son especialmente vulnerables a los abusos y los
descuidos. “
Estas dos recomendaciones nos sirven como refuerzo ante el argumento de que,
al tratarse de un embarazo precoz, y en vista de que la víctima ya presenta ideas
suicidas, negarle la opción de interrumpir su embarazo podría orillarla a desarrollar
problemas psicológicos aún más serios, como depresión y ansiedad, además del
inminente riesgo de muerte al que se podría someter tanto a la niña víctima, como
al feto, producto del abuso. De ser así, el estado estaría incumpliendo con su
deber de reducir la morbimortalidad materna y la mortalidad de las niñas
adolescentes, que establece la recomendación general número cuatro.
“Los Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad tienen
derecho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por
motivos de discapacidad. Los Estados Partes adoptarán las medidas
pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad a
servicios de salud que tengan en cuenta las cuestiones de género, incluida
la rehabilitación relacionada con la salud. En particular, los Estados Partes:
b) Proporcionarán los servicios de salud que necesiten las personas con
discapacidad específicamente como consecuencia de su discapacidad,
incluidas la pronta detección e intervención, cuando proceda, y servicios
destinados a prevenir y reducir al máximo la aparición de nuevas
discapacidades, incluidos los niños y las niñas y las personas mayores.”
Una vez más, este artículo nos sirve como argumentación ante el hecho de que es
indispensable que se interrumpa el embarazo de la niña de manera urgente,
puesto que de no hacerlo, no sólo no se estarían siguiendo las recomendaciones
generales de la Convención de los Derechos del Niños, sino que también se
estaría incumpliendo con lo establecido en la Convención Sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad, puesto que al negarle la interrupción del
embarazo a la niña victima se estaría aumentando el riesgo de aparición de
nuevas discapacidades no sólo en la niña como madre, sino también en el feto
una vez que este haya nacido, puesto que se trata de un embarazo precoz, y si
este no provoca la muerte de la madre joven, puede traer varias consecuencias de
salud graves tanto para ella como para el bebé.
Al ser un embarazo del alto riesgo ya que es una menor de 17 años, los riesgos
son los siguientes: