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crecer al niño y lo ha vuelto verdaderamente libre, porque, efectivamente, está DISCÍPULOS Y APÓSTOLES

acompañado y sostenido por una buena relación. La juventud debe ser consciente de
esto de modo teórico y práctico. De otra forma, no alcanzaría su propio objetivo: Lectura del Evangelio según San Juan
propiciar el paso a la vida adulta.
Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que
Traumática edad, de hecho, la adolescencia juvenil, dado que tiene que darse, pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y
por así decir, la inversión del vínculo: el primado debe estar en el dar, no solo en el siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscáis?».
recibir. Si no sucede esto, nos encontramos con una vida adulta fallida y una Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Venid y
desfiguración del principio de la vida, que es precisamente el del don. Aquí radica el veréis». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la
sentido del dicho de Jesús según el cual «el que pretenda guardar su vida, la perderá; y el hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y
que la pierda, la recobrará»" y que ciertamente «hay más dicha en dar que en recibir»", siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado
porque cuando se da, se alcanza la mayor adecuación con el Padre que está en los cielos, al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
del que hemos de buscar sin descanso su misericordia hasta la perfección: «Por tanto, sed «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)».
perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecton», «Sed misericordiosos como
Puestro Padre es misericordioso»l. Es muy acertado insertar la pastoral juveni emo - Antes o después, tenemos que pedirle al Señor este Encuentro.
ambito de los procesos evolutivos de la vida contra la perspectiva cultural vigente que
fija toda la existencia dentro de una adolescencia infinita que nunca legadala «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el
"adultez»- donde del recibir hay que pasar al dar, al donar, a la entrega. Solo asi la encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida
pastoral juvenil da en el blanco y se mantiene fiel a su tarea: engendrar adultos para la y, con ello, una orientación decisiva». (Benedicto XVI)
vida y para la fe; propiciar el discipulado cristiano. En términos teológicos, esto significa:
hacerse como Jesús, conformándonos a su existencia eucarística, entrar en la lógica de la Solo gracias a ese encuentro - o reencuentro con el amor de Dios, que se convierte en
donación incondicionada que nos viene del Padre de todos. feliz amistad, somos rescatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad.
Es tarea propia de la juventud facilitar el paso de la infancia (en la que uno es ante todo Llegamos a ser plenamente humanos cuando somos más que humanos, cuando le
objeto pasivo de una donación recibida) a la edad adulta (en la que uno es ante todo permitimos a Dios que nos lleve más alla de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser
sujeto activo de una donación dada): uno se hace adulto solo cuando está en grado de más verdadero?.
realizar este verdadero y propio «segundo nacimiento». En ello consiste el corazón de la
vida cristiana, que ciertamente no es ajeno a lo humano, sino que, en cambio, es su Esta es la razón precisa de que la misión evangelizadora no sea obra humana, sino del
cumplimiento intrínseco y absolutamente necesario. Espíritu que opera en nosotros y nos hace colaboradores de Dios.
A veces nos parece que nuestra tarea no ha logrado ningún resultado, pero la misión no
Lectura del Evangelio según San Lucas es un negocio ni un proyecto empresarial, no es tampoco una organización humanitaria,
no es un espectáculo para contar cuánta gente asistió gracias a nuestra propaganda; es
En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios. algo mucho más profundo, que escapa a toda medida.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que
también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Quizá el Señor toma nuestra entrega para derramar bendiciones en otro lugar del mundo
Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el donde nosotros nunca iremos. El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y
Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. donde quiere; nosotros nos entregamos pero sin pretender ver resultados llamativos.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de Solo sabemos que nuestra entrega es necesaria. Aprendamos a descansar en la ternura de
discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y los brazos del Padre en medio de la entrega creativa y generosa. Sigamos adelante,
de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los démoslo todo, pero dejemos que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a
atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de El le parezca.
tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Observemos ante todo -sin especular demasiado que el fin último de la pastoral
juvenil es realizar una verdadera y auténtica iniciación de los jóvenes al
Vivir significa aventura, riesgo, limitaciones, desafíos, esfuerzo, salir del pequeño discipulado y al apostolado cristiano.
mundo que controlamos y encontrar la belleza de dedicar nuestra vida a algo que Si la generación de los discípulos del Señor es tarea insustituible de la gracia y eso
es más grande que nosotros, y que llena con creces nuestra sed de felicidad. sucede ante todo mediante la acción sacramental-, el desarrollo, el crecimiento y el

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acompañamiento para una acogida siempre más plena de este don es tarea de la acción 1. LA INVERSIÓN DEL VINCULO:
pastoral de la Iglesia en su conjunto: DEL PRIMADO DEL «RECIBIR» AL PRIMADO DEL «DAR.

Una expresión fácil y frecuente revela el objetivo que se proponen las comunidades eclesiales en su servicio La pastoral juvenil tiene como «objeto» propio de su reflexión y de su acción a los
de pastoral juvenil: ayudar a los jóvenes a acoger el don de la salvación de Dios que es jóvenes: aquellos seres humanos que se encuentran en una particular edad de la vida
Jesús. Las fórmulas pueden cambiar, pero queda la sustancia. [.] Parece todo resuelto y, sin embargo, caracterizada por una clara inversión de la tendencia entre el recibir y el dar. El joven que
una mirada al pluralismo actual manifiesta que precisamente a este nivel nacen muchos problemas antes ha sido siembre sujeto de recepción y de donación, se hace adulto cuando
prácticos en los que se fundan razones de diferencia no solo formal. Por eso es urgente, en un proyecto de descubre que el principio que lo ha engendrado y lo ha sostenido es el de donación.
pastoral juvenil, comprender cuál es en definitiva su significado práctico, en nuestra situación cultural y También él se convierte en adulto cuando pasa de sujeto primariamente receptivo a
social. De ahí el tremendo trabajo que nos espera: repensar con calma el significado del objetivo de la sujeto primariamente donante.
acción pastoral partiendo de la sensibilidad teológica actual y, sobre todo, tratar de replantearlo desde la
provocación de la actual situación juvenil y cultural. (TONELLI) Este es exactamente el «sentido de la vida» en el que estabilizarse. Una vez perdido, se
pierde la misma vida, que así se malogra radicalmente en su cometido fundamental.
El objetivo fundamental de la pastoral juvenil no se realiza con un compromiso genérico La juventud es precisamente la edad en la que tiene que darse este paso. Y en esta
por la «humanización», sino que parte de la convicción de que la praxis Viva, vivaz y inversión es ciertamente un nuevo nacimiento que lleva consigo también una decidida
vivible de la humanización se concreta en un itinerario de discipulado cristiano. conversión-- consiste su especificidad propia. Basta pensar en el desarroIlo sexual como
capacidad o habilitación para dar la vida, para engendrar, que implica evidentemente el
A primera vista, el término «discipulado» supone dos aspectos que no se excluyen, sino consiguiente paso humanizante: dar/donar la propia vida como sentido de la existencia.
que tienen que integrarse: la presencia de un «maestro» que tenga autoridad y que
su manera práctica de vivir sea reconocida y apreciada como vinculante, por su Sabemos que este pensamiento de las edades de la vida va directamente contra
capacidad de dar coherencia a su propia existencia; y la historicidad de un camino una perspectiva de la cultura en la que estamos insertos, que parte del principio de
personal de «seguimiento» que no se limita a una mera reproducción o una simple indistinción radical entre las distintas edades de la vida, confundiendo la adolescencia
repetición, sino que implica autenticidad en la asunción de un singularísimo proyecto con la vida adulta, la juventud con la ancianidad y la niñez con la juventud. En el
personal de vida que responda con fidelidad creativa al don de la vocación recibida. contexto eclesial estamos seducidos por una formación permanente pensada en la
Optica de la persistente reversibilidad de toda elección, infantilizando así la condición de
No debemos confundir la llamada a la representación directa de Jesús, que es una discípulo del Señor. Tenemos, como cristianos, fundadas razones para opos neros a esta
llamada específica -la que une a los doce apóstoles-, con el amplio y articulado círculo de generalizada confusión que nos propone continuamente la cultura Postmoderma.
los discípulos, formalmente distintos del pueblo. Tenemos que movernos lo más pronto posible contra la idolatría post-moderna de la
infinita regeneración de lo humano y de la eterna juventud.
El discipulado no debe entenderse como un concepto estático y monolítico, que se
concreta en una única modalidad; si no en un concepto dinámico y múltiple, que lleva en El testimonio de Jesús, del que el cristiano obtiene el sentido de la existencia, nos
sí mismo diferentes intensidades y diferentes expresiones, que, sin embargo, están restituye al hombre plenamente maduro, en su gesto fundamental - cumplido en plena
unificadas por una tensión orientada al reconocimiento de que la propia vida debe obediencia a su Padre- de dar su vida para engendrar así a la Iglesia. Hay que reconocer
articularse esencialmente en relación con la persona de Jesucristo que no hay vida humana adulta sin una dinámica de entrega y de donación definitiva, que
Ycon el vínculo de amistad, filiación y nupcialidad con El: Todos, absolutamente encuentra su fundamento y su cumplimiento en la existen.
todos, están llamados al discípulado: cada cristiano tiene su manera personal de ser cia feliz y plenamente lograda de Jesús.
discípulo y debe reconocer la forma a la que está llamado.
No se puede ni se debe pensar la pastoral juvenil como si no fuera más que una
El Evangelio es rico y variado al presentar el discipulado que se pide a todos y a cada especie de pastoral del hombre, sin más. Se ocupa de una edad peculiar de la vida, que
uno de nosotros, con una narración que nos devuelve la historicidad incluso de los hay que definir trazando algunos límites: la juventud. Tiene tras de sí la experiencia de
muchachos que nos han sido confiados. ser niño, muchacho y adolescente; tiene ante sí la figura del adulto. La figura del niño
presenta cierta ambigüedad: es la imagen pura del recibir, a la que Jesús se refiere como
El fin último de todo solo puede ser la «comunión». Se ve claramente que la modelo insuperable; pero si el adolescente, el joven y el adulto se detienen
encarnación-proximidad se lleva a cabo a través de la cruz-donación y se desemboca en patológicamente en esta figura, convirtiéndola en narcisista y defendiendo que la vida es
la comunión-comunidad. La dirección del camino teológico-pastoral es, por tan-to, clara: solo recibir, esto lleva a la negación del crecimiento humano. El recibir del niño exige
encarnación (proximidad)-cruz (donación)-comunión (comunidad). que exista siempre otro que dé; y pasar a la edad adulta significa entrar en este rol de
donante, precisamente para honrar el principio de la vida que ha engendrado y hecho

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