I Vinson Synan

En Los--
bstreros
El derramamiento
~
del Espíritu
Santo en
el siglo veinte
laS
 IVinson Sy~an
En Los__
nstreros
,-
laS
El .derramamiento del Espíritu Santo
en el siglo veinte ,

.~
Editorial. Vida
 Indice

Reconocimiento 5
1. La lluvia tardía 7
2. El pueblo de la lluvia tardía 14
3. Se juntan las nubes 28
4. La lluvia cae en Norteaméríca 45
5. La lluvia cae en todo el mundo 56
6. La lluvia es rechazada .. .. .. .. .. 70
7. La lluvia es reconsiderada ' 77
8. La lluvia cae' sobre los católicos 90
9. El aguacero ; 109
[SBN 0-8297-0978-9 10. Tres arroyos. . . un solo río 123
. Notas , , "' .. 134
Categoría: Movimiento carismático Obras consultadas en español 142
Este libro fue publicado en inglés con el titulo
In the Latter Days por Servant Books
e 1984 by Vinson Synan

'Iradu-ido del inglés por René Arancibia

Edición en idioma español

e 1987 EDITORIAL VIDA
Miami, Florida 33167

Reservados todos los derechos

Cubierta diseñada por Ana María Bowen
122 En los postreros días
Viña", en Yorba Linda, California, en donde 4.000 personas
asistían los domingos a los cultos de adoración en una iglesia DIEZ
que en 1982 sólo tenía cinco años de existencia."
Un gran número de jóvenes convertidos de la "Gente de
Jesús" sintió el llamamiento a predicar y en número cada vez
mayor ingresaron en los seminarios y en las escuelas de
teología para prepararse para el ministerio. En 1983 aproxima-
damente un tercio de los .estudiantes de los seminarios de
Fuller y Gordon-Conwelleran pentecostales o carismáticos. Tres arroyos. . .
Muchos de estos graduados fueron llamados a servir en
congregaciones de las iglesias tradicionales como pastores, un solo río
músicos y ministros de educación cristiana. En la década de los
ochenta se los recibía con los brazos abiertos y eran muy pocas

E-
las preguntas que se les. hacían respecto de sus experiencias
carismáticas. Jgran ejército de jóvenes de la "Gente de Jesús" que fue
. . aceptado en el ministerio de las iglesias históricas consti-
tuyó una cabeza de playa de ministros y sacerdotes llenos del .
Espíritu destinados a iinpulsar la fase siguiente del movimien-
to. Como la mayoría de estos jóvenes entusiastas no fueron
criados en hogares pentecostales clásicos, se sentían poco
ligados a las antiguas denominaciones pentecostales, aun
cuando hablaban en •lenguas y abrazaban con entusiasmo las
prácticas pentecostales.
Algunos de ellos fundaron congregaciones y aun denomina-
ciones nuevas,' las que eran plenamente pentecostalízadas,
pero que no llevaban etiqueta depentecostal ni de carismático.
A menudo los artículos. de fe de estos grupos no podían
distinguirse de los de las denominaciones evangélicas tradicio-
nales. Los ministerios universitarios Maranata, de BobWeiner
y sus asociados, por ejemplo, eran pentecostales en: adoración
y experiencia aunque nada en sus declaraciones doctrinales
oficialeslos distinguiría de la denominación evangélica prome-
dio.
Muchos jóvenes ministros similares entraron al ministerio en
las iglesias Bautista, Luterana, Metodista y Presbiteriana..Del
mismo modo ocurrió con la Iglesia Católica Romana y con la.
Iglesia. Ortodoxa Oriental. Un gran número de jóvenes que
habían recibido. su formación espiritual en el movimiento
carismático ingresaron en los seminarios de sus iglesias sin
etiquetas específicas que los distinguieran de los demás candi-
datos al sacerdocio. Estos jóvenes llegaron a ser la vanguardia
124 En los postreros dlas
del siguiente capítulo 'en la historia del pueblo de la lluvia
tardía.
Una tercera oleada
En 1983 algunos líderes comenzaron a hablar de una "tercera
oleada" de pentecostalismo que entraría en las iglesias históri-
cas sin mucha lucha o notoriedad. Esta "tercera oleada" sería
una sucesora de las primeras dos, es decir, los pentecostales
clásicos y los carismáticos. La nueva oleada estaría compuesta
de. evangélicos de las iglesias históricas, que recibirían y
ejercitarían los dones del Espíritu sin. aceptar las etiquetas.
Pedro Wagner, del Seminario Teológico Fuller, es uno de tales
hombres. Habla en lenguas pero se niega a llamarse pentecos-
tal o carismático. Como una explicación de la "tercera oleada",
Wagner declaró:
Veo en la década de los ochenta una apertura delos
evangélicos conservadores y de otros cristianos a la
obra sobrenatural del Espíritu Santo que los pentecos-
tales y carismáticos han experimentado, pero sin
llegar a ser esta ni carismática ni pentecostal.'
Haciendo uso de su propia experiencia a modo de ejemplo,
Wagner abundó todavía más sobre el futuro del pueblo de la
"tercera oleada".
Yo no me considero ni carismático ni pentecostal.
Pertenezco a la Iglesia Congregacional de Lake Ave-
nue. Soy congregacionalista. Mi íglesía.no es una
iglesia carismática, aun cuando algunos de nuestros
miembros son carismáticos. Hay un grupo carismáti-
co de oración que se reúne cada lunes por la noche en
uno de los hogares.
Sin embargo, nuestra iglesia está cada vez más
abierta al mismo modo en que el Espíritu Santo obra
entre los carismáticos. Por ejemplo, nuestro pastor
después de cada culto (tenemos tres servicios el
domingo por la mañana) le hace una invitación a la
gente que necesita curación física y sanidad interior
para que pasen al frente y vayan a la sala de oración
con el fin de que se los unja con aceite y se ore por
ellos. Tenemos equipos de personas que saben orar
por los enfermos.
Tres arroyos. '.' unsolctr(o 1~',
Nos agrada pensar que estamos hadéndolo . él'da
manera congregacional; .no estamos haciéndolo .al
modo carismático. Sin embargo, obtenemos 10snU.$-
mos resultados. Yo mismo tengo varias diferencias
teológicas de importancia con los pentecostaíes y con
los carismáticos, las que no obstaculizan cierta clase
de ministerio mutuo, pero que sí me impiden decir
que soy carísmátíco,"
A mediados de la década de los ochenta había evidencla·de
que la "tercera oleada" estaba entrando en las iglesias ~st~ri­
cas sin la confusión de etiqueta que había provoca~0tan
grandes problemas en el pasado. Un símbolo de las 1'\u~va$
actitudes que se han estado desarrollando entrelos evangélicos
, son las sorprendentesoplniones de Harold Lindsell, un bien
conocido teólogo y ex editor de Chrístianity Today. En su libro El
Espíritu Santo en los últimos dias, publicado en 1983, Lindsell
dice:
Hemos estado hablando acerca de la gloriosa obra
del Espíritu Santo en la vida del pueblo de Dios.
Debiera resultar claro para todos que yo acepto como
.un hecho que algunos de los componentes del pueblo
de Dios son llenos del o bautizados en el Espíritu
Santo, y que la nomenclatura es unasunto puramen-
te secundario que no debiera' impedirnos de alcanzar
lo que yace bajo díferentestérmínos pero, que repre-
senta una misma experiencia. Es, también un hecho
que Dios, por medio de su Espíritu Santo, realiza
milagros, y sanidades. El hablar en lenguas es algo
que ocurre yes un don, confiable del Espíritu. Hay
algunos pocos de entre el pueblo de Dios en Ios
diversos lugares que reciben dones desanidad o de
milagros, Estos dones no han cesado. Todavía exis-
ten, aun cuando ocurren con menos frecuencia de la
que algunas personas suponen. s
Las credenciales de Líndsell como líder evangélico.··.SOIl
impecables. Si su modo de pensares típico de una. gran
proporción de evangélicos de las iglesias .históricas, 'patec~ría
que no habría nada que' impidiera que una gran oleada
espiritual viniera sobre las Iglesias tradicionales.
Una razón importante que explica la, existencia de los
126 En los postreros dfas
movimientos pentecostaI y carismático, y del nuevo movimien-
to de la "tercera oleada" en las iglesias tradicionales es una
gran hambre entre los cristianos por una adoración más
expresiva. Obviamente esta necesidad emocional no está sien-
do satisfecha por las liturgias y los rituales de las iglesias
históricas. En un estudio profundo hecho en Minnesota en
1983, los cristianos de las iglesias tradicionales demostraron lo
que Martin Marty denominó una actitud de "pincha y escoge"
respecto de su fe. 4
Aproximadamente 90% de los que respondieron manifes-
taron preferencia por una "forma libre" de comunicación con
Dios, prefiriendo esto a las formas estilizadas y rituales de la
adoración y oración tradicionales. La mayoría de las personas
de Minnesota que respondieron eran luteranos y católicos
romanos. El deseo de tener una comunicación directa y libre
con un Dios que "interviene en su vida y los dirige en sus
vocaciones" conduce a muchos de ellos a participar en cultos
de oración y adoración pentecostal y carismática.5
En los lugares en que las iglesias no están satisfaciendo esta
necesidad, la gente está votando con sus pies, yéndose a
iglesias en donde encuentran satisfacción. En 1983 'una de las
preocupaciones mayores de muchos líderes carismáticos en las
iglesias católicas y en las protestantes tradicionales era el
número creciente de laicos carismáticos que estaban abando- .
nando sus iglesias y uniéndose a iglesias pentecostales locales o
a iglesías carismáticas independientes.
Tal vez la "tercera oleada" represente la .reacdón de las
iglesias a esta sentida necesidad. Cuanto mayor sea el número
de iglesias que se abra a una adoración más libre y "carismáti-
ca", tanto menos serán cada vez los miembros que estén
dispuestos a desertar de sus iglesias locales. Con el tiempo, a
medida que las iglesias pentecostales moderen algunas de sus
prácticas más extremas, y las iglesias tradicionales. se abran
para dar libertad al ejercicio de los dones del Espíritu, las
diferencias entre ellas disminuirán.
En 1986 Richard Quebedeaux publicó una revisión actualiza-
da de su libro titulado Los nuevos carismáticos. El subtítulo de su
nuevo libro describe lo que le ha sucedido a la renovación
carismática en los años recientes. Es "Cómo un movimiento
cristiano de renovación llegó a ser parte de la principal
corriente religiosa norteamericana". Quebedeaux cree que a
Tres arroyos• .. un solorlo127
fines de la década de los setenta el pentecestalísmo hab~
conseguido su principal objetivo: "el de hacer que la experiE¡!n,.
cia pentecostal que una vez había sido despreciada fuera·
aceptable dentro del protestantismo y del catolicismo tradícío-
nal", Después de eso "ya no había necesidad de que prosiguie-
ra su existencia como movimiento". Podía entonces surgir
dentro de. las iglesias históricas sin una identidad particular
separada. A fines de -la década de los setenta el movimiento
, carismático "carecía de vapor", según, Quebedeaux, "pero no
carecía de significación".6 . '
A través de toda la historia del pueblo de la lluvia tardía, se
han hecho pronunciamientos similares durante períodos de
relativa tranquilidad y de una disminución del fervor. Pero
siempre sobrevenía una oleada todavía más potente de pente-
costalísmo. Los ministerios que están surgiendo entre la nueva
generación de evangelistas en Estados Unidos, entre los que se
incluyen a Iímmy Swaggart, Kenneth Copeland y James
Robison (el bautista del Sur con inclinación pentecostal),
indican que el mensaje evangélico permanecerá todavía con
nosotros por algunos años. Del mismo modo .laestr~Ua
ascendente de Reinhardt Bonnke en Africa .del Sur, con su '
carpa evangelística con capacidad para 35.000 personas, es una
demostración que el mensaje pentecostaltiene todavía un
poderoso atractivo para las masas en conflicto en el Tercer
Mundo. Millares de desconocidos evangelistas pentecostales
clásicos siguen disemínando la Palabra entre las gentes humil-
des y olvidadas del mundo.
Tres arroyos. • • un solo río
Durante treinta años los líderes de-las iglesias han reconocido
que el pentecostalísmo ha llegado a ser una de, las tres'
principales ramas del cristianismo. La idea la mencionó por
primera vez Leslie Newbigin, del sur de la India, en 1953,.en su
libro titulado La familia de Dios. En esta obra pionera, el obispo
Newbigin considera tres tipos principales de cristianismo en el
mundo, cada uno de ellos con una auténtica contribución para
la formación delcuerpo de Cristo. Según Newbigin, el primero
es la tradición católica, que le ha dado énfasis a la continuidad,
a la ortodoxia y a la importancia de los sacramentos paré:). la vida
de la iglesia. Por otro lado, la tradición protestante le ha dado
importancia a las Escrituras y a la proclamación de la Palabrade
Dios. Los pentecostales le añadieron a estas dos primeras
128 En los postreros dfas
expresiones históricas de la fe un énfasis en la acción presente
del Espíritu en la Iglesia mediante los dones del Espíritu Santo.
Según Newbigin, la Iglesia necesitaba estos tres énfasis para
poder ser una poderosa fuerza en el mundo moderno." Este
mismo pensamiento fue desarrollado por Van Dusen, tal como
se mencionó anteríormente.!
Ralph Martin, líder de los primeros días de la renovación
carismática católica, hizo la misma declaración. En su libro
Fuego sobre la tierra, escrito en 1976, Martín veía la renovación
carismática como el vehículo del Señor para reunir a estos "tres
arroyos". Según el punto de vista de Martín, el movimiento
carismático era el único poder que podría consolidar estas
fuerzas para conseguir un testimonio cristiane uniñcado."
Un poderoso testimonio a este concepto en la vida en un
individuo fue presentado en 1979 en el libro autobiográfico de
Michael Harper titulado Tres hermanas. Harper,que fue uno de
los primitivos líderes del movimiento carismático anglicano,
declaró que:
Una hermana (evangélica) me dijo que la base de la
vida cristiana es una relación personal con Jesucristo.
Una segunda hermana (pentecostal), me ayudó a
experimentar la dinámica espiritual del Espíritu San-
to. Sin embargo una tercera (católica) me introdujo a
un mundo totalmente nuevo en el que comencé a ver
las implicaciones de la comunidad cristiana. 10
En 1984 los líderes episcopales de la rencvacíoncarísmátíca
podían referirse a su iglesia en la siguiente forma: "Iglesia
Episcopal: Católíca-evangélíca-carísrnética". Según Bruce Rose:
Somos una iglesia que ha procurado preservar en
su enseñanza y adoración 10 mejor de la tradición
católica, al mismo tiempo que permanecemos abier-
tos para aprender de otros. En el siglo dieciséis esto
significó aprender de los reformadores protestantes
evangélicos una renovada reverencia y amor por la
Palabra de Dios. En el siglo veinte ha significado
aprender de la dotación de poder del Espíritu Santo,
que está disponible hoy como en los días de los após-
toles, de iglesias "pentecostales" como las Asambleas
de Dios. Sí, hemos cambiado, y esperamos seguir
cambiando a medida que continuemos aprendiendo y
Tres arroyos. . . Un solo' rta 129
creciendo en los'caminos de nuestro Señor']esucristo,
hasta aquel día en que seremos verdaderamente uno
en EI.u
Lo cierto es que en 1984 había señales de que la Iglesia
Episcopal estaba .concluyendo finalmente su'largo períodod~
decadencia y que entraba en un periodo de p-ecimiento. Este
crecimiento, según la creencia de muchos, estaba dirigido por
el ejército de jóvenes pastores carismáticos que estaban llegal1-
do a los puestos de vanguardia de la iglesia. De l'Js 7.2QO
parroquias episcopales en Estados Unidos, aproximadamente
400 de ellas estaban experimentando la renovación cari$mátic~.
Muchas ejercían abiertamente los .dones del Espíritu en s1.1s
cultos regulares. Adicionalmente, en 1984no menos que el47%
de. todos los obispos anglicanos del mundo eran bau~ados en .
el Espúif;t¡ y abrazaban abiertamente Ia renovacíén carism4ti~a.
Hacían noticia Jas parroquias en Houston y DalIas, 'l"e~s; la
de Darien en Connecticut; y la de Fairfax en Virginia. Qtras,·
tales como la Catedral de San Felipe en Atlanta (la parroquía
episcopal más grande deEstados Unidos), celebraba reunio~es
regulares de oración carismática y de alabanza, en forma
separada de los cultos regulares, que atraían a centenares de
entusiastas adoradores. Especial notoriedad cobraron tres .pa-
rroquias de Virginia del Norte (Falls Church, Truro, y Chur~h
of the Apostles) las que experimentaron un crecimiento feno»
menal después de haber decidido "seguir la senda carisJ;náti-
ca". '
Una de estas, la Iglesia de los Apóstoles, de Faírfax, descrita
como una ."exuberante parroquia carísmática", creció de 50 a
más de 2.000 de asistencia en unos siete años. En Truro; treinta
y seis grupos de pastoreo se reunían semanalmente para
estudio bíblico y crecimiento espiritual bajo la dirección de. un
laico. Lastres pastores hablan de su experiencia como: '(Tres
arroyos, un río: el protestante (base bíblica), el católico (liturgia
y sacramentos), y elpentecostal (plenitud del Espíritu) •... los
tres son indispensables para que haya una iglesia prospera,"
La historia de estas iglesias episcopales es tan sólo un
ejemplo de una tendencia que está afectando a muchas iglesias
de muchas denominaciones en todo el mundo. Iglesias de
trasfondo muy variado, en forma coincidente, parecen estar
combinando estos tres elementos para formar un nuevo:tipo de
iglesia qué puede ser la forma .del futuro del cristianismo: A
130 En los postreros días
causa de los extensos contactos ecuménicos desarrollados por
la renovación carismática, hay un creciente aprecio por las
energías de los tres arroyos, y un espíritu de compartir los
tesoros que a cada una de estas tradiciones la han sido dados
por el Señor.
Se ha sugerido que la visión de Ezequiel de los huesos secos
describe la manera en que Dios ha traído a la Iglesia a la
renovación en los cuatro últimos siglos (Ezequiel 37). Los
huesos secos eran una representación de la Iglesia en las
profundidades de la época del oscurantismo en gran necesidad
de renovación. Sin embargo, el esqueleto mantenía las estruc-
turas sacramental y litúrgica básicas de la fe. La carne y
tendones que fueron añadidos a los huesos representaron. la
Reforma Protestante por medio de la cual las escrituras y la
proclamación de la Palabra de Dios le dieron nueva forma a los
cuerpos. Pero todavía les faltaba el hálito del Espíritu. La
renovación pentecostal hizo que los viejos cuerpos volvieran a
la vida y los convirtió en un gran ejército viviente y en marcha.
De peregrinos, colonizadores
y aristócratas terratenientes
Alguien ha dicho que la primera generación de un moví-
miento religioso está compuesta de "peregrinos", los que dejan
la seguridad y comodidad de sus hogares para labrarse un
nuevo hogar en una tierra dura e inhóspita. Son los revolucío-
naríos que abandonan todo para ir tras un nuevo ideal. La
segunda generación son los colonizadores, que domestícan la
tierra, construyen cercos, y establecen los elementos básicos de
la ley y el orden en la nueva sociedad. La tercera generación, en
cambio, evoluciona hasta llegar a ser la aristocracia terrateníen-
te. Estos se convierten en los árbitros de la urbanidad, en los
magnates del dinero y en los defensores de los intereses
creados; quienes, sobre todo, tratan de impedir que nuevos
peregrinos o colonizadores se introduzcan en la tierra.
A mediados de la década de los ochenta podía decirse que los
tres arroyos encajaban en las tres categorías precedentes, al
menos en forma cronológica. Los pentecostales clásicosestaban
bien. en la tercera generación, y en algunos lugares habían
llegado a ser la "aristocracia terrateniente" del pueblo de la
lluvia tardía. Los protestantes neopentecostales estaban en·
trandoen la segunda generación, y estaban llegando a ser
"colonizadores" en el mundo evangélico. Sin embargo, los
Tres arroyos. . . un solo ,(o 1St
católicos carismáticos todavía eran "peregrinos", en la fase de
labrarse un hogar en el mundo de la Iglesia Católica Romana.
El problema mayor que encaraban estos tres afluentes era
mantener el fervor revolucionario de la lluvia tardía hasta que
pudiera decirse que las 'iglesias habían sido verdaderamente
renovadas/Muchos de los líderes más optimistas de la década
de los sesenta y de la de los setenta llegarorsa aprender que el
proceso de renovación era una tarea larga y ardua que no podía
cumplirse. de la noche a la mañana.
Más allá de la renovación de las iglesias hay un aspecto del
movimiento que pocas personas de la lluvia tardía han encara..
do: el de transformar la sociedad. A fines de la década de los
setenta ningún grupo en Estados Unidos tema una D:\ayor
oportunidad de desafiar el orden establecido. Con sus 'Vastos
~j~rcitos de consagrados seguidores de todas las denomínado-
nesrcon Su asombrosa fe, y ardor, y con su liderato tan
capacitado, el movimiento carismático tuvo la posibilidad de
cambiar el estilo de vida norteamericano. ' .
En 1979 Jeremy Rifkín declaró que' "los carismáticos de la
,actualidad constituyen el más significativo desafío a las verda-
des de la era expansionaría que se haya visto. L,a sanidad por
fe, el hablar en lenguas y la profecía son, ciertamente, armas de
rebelión en contra de la autoridad de la era moderna". 13
Al ver a los carismáticos como "una nueva fuerza liberado·
ra", Rifkin puso mucha fe en el pueblo de la lluvia tardíacome
agentes de cambio positivo. En cuanto a las posibilidades de
cambio fututo, él declaró: '
Aun cuando todavía es muy temprano para poder
decir en qué dirección se inclinará finalmente el
movimiento carismático, mucho dependerá de la
comprensión que tengan de la naturaleza de nuestra
cultura secular materialista. Si ellos ven el problema
simplemente como el de salvar a los ind~viduos
caídos de un mundo malo, dejando sin ser tocada la
base institucional del materialismo, entonces lo más-
probable es que el orden existente los cambiará a
ellos, antes de que suceda al revés. Si, no obstante,
los partidpantes evangélicos en el nuevo avivamiento.
logran introducir una noción bíblica de "potencias y
prindpados" caídos como una preocupación dual
juntó con la de la renovación del individuo, entonces,
132 En los postreros días
ciertamente, este nuevo avivamiento puede combinar
la liberación con el pacto y lograrcambiar el curso de
la historia. u
El futuro de la lluvia tardía
A la luz de muchos estudios que se han hecho en el pasado y
de proyecciones para el futuro, es posible mirar hacia adelante
para ver 10 que le está reservado al pueblo de la lluvia tardía. De
acuerdo a proyecciones hechas por el Consejo Mundial de
Iglesias en la primera parte de la década de los setenta, en el
año 2000 d.C,; más del 50% de todos los cristianos en el mundo
serán: (1) no blancos; (2) del hemisferio sur; y (3) de variedad
pentecostal o carismática. Los eventos y patrones de crecimien-
to de la iglesia durante los varios años pasados parecen
confirmar estas tendencias. . asistiendo muy raramente a sus cultos, o dejando la iglesia por
Si estas proyecciones se mantienen hasta el fin del siglo, no
es irrazonable predecir que la cristiandad en ese tiempo muy
bien pudiera aproximarse a la siguiente configuración:
Veinticinco por ciento serán pentecostales clásicos, los que
provendrán predominantemente de los movimientos pentecos-
tales que brotan en el Tercer Mundo. Estos cristianos seguirán
teniendo un mínimo de.liturgia y de ritual y le darán énfasis a
los dones del Espíritu Santo en sus cultos regulares. Seguirán
siendo las iglesias de más rápido crecimiento en el mundo.
Surgirán muchas "superiglesias" en las naciones del Tercer
Mundo, como asimismo en Estados Unidos.
Veinticinco por ciento serán cristianos carismáticos dentro de
las iglesias protestantes tradicionales y en las iglesias católicas.
Estos provendrán mayormente de las naciones occidentales
desarrolladas de Europa y de Norteamérica. Sus cultos serán
levemente carismáticos y serán típicos de la "tercera oleada" de .
cristianos, que puede que lleven o no la etiqueta de pentecosta-
les o carismáticos. Gradualmente sobrepasarán en tamaño e in-
fluencia a las antiguas iglesias "liberales". En cierto sentido,
éstos llegarán a ser las "principales" iglesias del siglo vein-
tiuno.
Veinticinco por ciento serán cristianos no carismáticos de las
iglesias protestantes tradicionales y de las iglesias católicas.
Estos incluirán dos grupos: las iglesias "liberales" que seguirán
disminuyendo en número, y las iglesias evangélicas no caris-
máticas que seguirán creciendo, pero que llegarán a ser una
proporción más pequeña del número total de cristianos .. Los
Tres arroyos. . . un solorlo.l33
"liberales" tendrán menos poder en las estructuras deno1'I1.Írta-
cionales, pero seguirán dominando el movimiento ecuménico.
Los "evangélicos" retirarán toda aprobación' delmovin'dento
carismático y adoptarán cada vez más pronunciadamente uña
posición fundamentalista. defensiva.., .. ' "
, Veinticinco por ciento serán cristianos nominales de todas las
iglesias, que no practicarán su fe y que serán cristililnO.stan
solamente en sentido cultural. La mayoría de estos se hallatá en'
una condición, progresiva de apostasía y serán cristiap~s.·tan
solamente en el más leve sentido histórico o cultural. COIl$titui-
rán el vasto numero .de miembros de iglesias occidentaleS
(mayormente blancos) que consideran que la iglesia no e~para
el hombre moderno, y como verdaderos apóstatas, dejélJián la
constancia de sus nombres en los registros de .la •iglesia
completo. . ...
Aun es posible que el futuro del cristianismo sea moldeado
por las iglesias autóctnonas, pentecostales y en desarrollo del
Tercer Mundo, las que con sus vigorosos elementos cari$máti..
cos causarán una interreacción en las iglesias tradici0Ilales.,La
historia reciente del crecimiento de la iglesia en Africa.y en
América Latina indica que los negocios cristianos' del siglo
veintiuno. pudieran muy bien estar preponderarttemente en
manos de las emergentes iglesias pentecostales nacíónales del
Tercer Mundo y de un catolicismo romano resurgente, inspira;'
do y renovado mediante la renovación carismática.
El que se.cumplan o no estas predicciones es un asunto que
los eruditos del futuro habrán de confirmar o negar. SiI\
embargo, una cosa es cierta, y es,que la lluvia tardía contitluará
cayendo hasta el fin de esta era.
Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la
venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el
precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia
hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.
Tened también vosotros paciencia, y afirmad vues-
tros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Santiago·5:7, 8