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Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida;

Mas por la boca de los impíos será trastornada.

La presencia de los buenos trae bienestar a la ciudad; la presencia de


los malvados sólo le trae desgracias.

Este texto es muy interesante porque podemos observar que por los
creyentes es que la ciudad, las naciones son bendecidas y no son
destruidas, pero esto es así por causa de Jesucristo en quien hemos
recibido rectitud. Nadie absolutamente nadie de los que hemos sido
llamados por Dios puede decir que es recto por sí mismo, eso solo lo
ha hecho Cristo en nuestras vidas. A la luz de estos versículos vemos
que es por causa de los hombres buenos hay bendiciones públicas.
Un gran ejemplo de esto fue la vida de José quien vivía en la casa de
Potifar y este hombre recibió muchas bendiciones por la causa de
José.

El versículo 11 nos habla sobre la bendición que alcanzan los que


están a nuestro alrededor a causa de nuestra presencia en este lugar.
Un excelente ejemplo de esto fue José, porque aún estando en tierra
extranjera y en condiciones difíciles Dios siempre le prosperaba y por
consecuencia también prosperaba a sus amos.

Es evidente que el Señor tenía en mente la sal, sobre todo como


preservador, al decir que nosotros los cristianos, por tener a Cristo,
somos la sal de la tierra.

Está comprobado por la historia que cuando un lugar cae en manos de


una persona recta, trae como resultado bienestar y prosperidad a la
sociedad. Un ejemplo sería el rey David. Sin embargo, pasa lo
contrario cuando dicha persona solo busca satisfacer sus propios
intereses, no importando las consecuencias y el daño que a futuro
cause a la población. En la actualidad existen infinidad de ejemplos
relacionados con esta actitud…

Beneficios de los justos- Sal de la tierra.

Un ejemplo también fue cuando Abraham intercede en génesis 18


para que los justos que estuvieran allí no fueran destruidos junto con
los malvados.

Así también por la maldición de los impíos la ciudad es trastornada.


Tenemos el ejemplo de los dictadores malvados, cuyos países han
sido trastornados por la maldad de sus bocas con la cual corrompe y
engaña la gente y los lleva a la ruina.

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