Aurora Venturini Eva Alfa y Omega

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Eva Alfa y Omega Pogrom del cabecita negra ‘Seng on poem eit Se NOTA DEL EDITOR “Tuvo una vida tan fugaz y tan imensa que ‘cuando pienso en ella me parece un suche, Yo conté con el privilegio desu rar amistad ¥ les aseguro que nunca nadie me meltrats ‘anto ni me qulso tanto como Eva Pers" Asi habl6 Aurora Venturini sobre su amiga Matfa Eva Duarte de Perdn, De todas las amisiades rutilantes que ato largo de su Fea Per ida cultivé la autora de Las primas, acaso la de ‘gests, pos muuligiea, y por lo tanto fa mas plausible de ser ranstormada en artetacto harrativo, sa es la operacién que Aurora Venturini lleva adelante en Bva. Affr y Omego, un mosaica de impeesiones memoria, con engarces de ficcién, tan caprichosos y des. lumbrantes unos como otros, “La ciencia histariea debecsn ciercerla los historiadores y yo soy una escritora que aun {que requiera del apoyo de alga acaecide en la realidad, crea Fantasiosamente”, advierte la autora ala salida de Fv. Alf F Omega, justo en ta bsagra en la que este volumen inédite ¥ compltatio en 2013 ypere que estuve décadas esperar! Ser eseritoy da paso a nira cara de la relacidn entre Vent Ty “los dnicas peiviegindos, ais geasitas*, Peay de ate n que la Argentina despertaba de la pesad imo proscripto para caer répidamente en la alucinacién aun ns dificil de asiilar de un Perén proseripto por su propia Juventud maravillosa, Vallala pena rescatar aqul cenbecia 1a (1969) por varios motives: por set un hito en cel caming de la escritora y a la mo que provoca poner a Grcular nuevamente una obra que es clave desde su titulo mismo y también poe! moo en que YE eh ne EVA nos mis profundos ALFA ¥ OMEGA cumbre de sus posiblidades narcath nistoria sencilla de los abismos axgen 2 LA NINA MUERTA, Fina Hlovizna trémula cafa en las calles que bullian de pena. En alguna pared se lela un insulto; el dime. Asediaba la tarde de las infancias detris de una vera de alambre, vendria futuro angustiante. Acaso fuera s6lo pre rmonicién equivocada. Nuestro mieda babia El hermano que estaba en la otta habitacién del drama sgemia:“Hermanita, ahora me 10¢a a mi... siempre anduvi mas juntas” Yo recordaba el poema de Oscar Wilde “La nifia mur 137, cuya tumba se ve radeada de margaritas, ave cantar a las rafces: una pequefs tora se ha quebrado, cay6 encima de su pecho. “Hermanita, toda mi vida esté sepultada ai” A lo largo de la imposible extensién del tiempo, es siem pre el mismo caso. Muy pronto el que se lamenta iré al mismo terrtorio de ese universo misterioso y temido, ‘Muy pronto, cuantos la hemos amade también invodi remos ese predio oculto, Los idus posteriores a ella no serdn propicios: de ab la esesperacidin y el viaje inverosimil a Londres. “Tené cuidado cuando yo no et Peto él va no hallé suicientes dias para compant esce narios, Después de todo, sin ella le resuliaria dificil salvar situaciones de las que es eausable, ‘La vida no es s6lo joda', le decia ella. 1a hermana, en su vocabulario auday, le aconsejaba: “Basta de putas, no te olvides, ests comprometiendo el apellide”, Pero él segula igual, a pesar de eso y de ser el “nico varén de la ralea trafda por dofia Juana tbarguren y don Juan Duarte. No es fécil detener a un muchacho que se ve con los bolsilas lenos de dinero. Nombré a dofa Juana y dibujaré paréntesis de ancela «én de sucedides. (Atin la veo parada a las puertas del ca sino de Mar del Plata, a fines de diciembre, es noche y sopla vientedilo fresco.) LOS CHICOS DE CERAMICA El viento fuerte a6 un polent marr6n sublimado en te sracota, ambientando cuanto arras6 en Los Toldos. Trans: paréntase el mal6n tras de un vibrante vidrio de finisima cerémica cual cristal empaitado. Algunos esgrimen lanza de apellido Coliqueo, ignacio Coliqueo, cacique, inauguré un pueblo, Los Toldos. Sus morochos aguerrides, montados en pelo, nada de smandit ni de montura, la caballada coluda hasta las patas, en patas ellos mismos, espantosos dentro de furias funda ddoras, se instalaron al noroeste de Is provincia de Buenos Ales, de buenos aires mapuches que impusiecon estos me chudos. Después todo se reglaments al noreste del partido de General Viamonte. Los dias, ls meses y los aos corren con el vertigo de las aguas debajo de los puentes. En la zona moraba un estan. ciero, caudillo de la populacién, conservador y decider en barricadas, don Juan Duarte. Este gallardo sefior aqueren aba con una muchacha en su estancia La Unién, Huble ron cinco erios, cuatro nenas y un vardn, terederos de su empaque y de a belleza de Juana. Juan y Juana se amaban. Trazo un paténtesis de presentacién de dofa Juana thar guren (avin la veo parada en las puertas del casino de Mar el Plata), 6 vientecito decembrino es freseor desprotijas Jas pieles de verano que la abrigan. Empinada en las putas de sus tacones inbinitos, dofia uana es hajita, regordeta y linda, Peina en gris azulado. * ele dormiste? “Usted se adelant6.” Media Vida escondido en media sombra. Es su guardaes palda, La sefiora es la mamé de Evita Duarte de Per6n, “Si Evita se entera que venimos de timba, nos mata.” “Hasta ahora no se ha enterado.” ‘Ojalé no ocurra, pues un chapars6n de admoniciones ‘caeré sobre mi a ella no va a retarla por respeto. Yo pagaré los platos rates.” Nos acomodamos a la cabecera de la mesa de nécar. Bs tamos sentadas una al lado de la otra. Atrés esté Media ‘Vida en alerta. La doa da cartas @ derecha, izqulerda, alld y sculls. Ganamos. “Gana punto, pierde banca.” Esto, stiso siete veces. Alguien se acerca solcitando que’ por favor nos retiremos. Nos echa con suma cortesta ‘Media Vida agarra la ganancla y va a una de las venta: nillas, Trae plata, pingiie la ganancia, y a la vex trae fichas. ¥ vamos a apostar a las mesas. Preferimos el ntimero dieci siete. ¥ el veintiacho, Lo de veintiocho no séa qué se debe: ria, Ganamos, Media Vida repite gestos; después va al bar 2 ‘buscarnos lugar cOmodo. Atrés estaré alerta como siempre, Nos relrescaros en el toilete. Juana Ibarguren es una rosa de oto, pero ha abajado en oficio de costurera, toda la noche en vela, “Inventé ojales y puntillas, bordados. Blanca los llevar ba como pedido a tiendas de Buenas Aires. Cosfa en ma ‘quina Singer, por encargo. En Junin tenia una pension Flegia a los pensionistas. No aceptaba a los atorrantes, @ tos borrachos.” Fsto yo lo sabia, Pensionaba a semiores potables a case nos, chicas casaderas. La mayor, Elisa, matrimones con el mayor Arvicta Blanca, con el profesor Justo Alvare7 Rodriguez: Hermin dda, con el locutor Bertolini. Juana aclara: “Chicha no me consulté y no le fue bien” Juancito y Evita “me daban cada dolor de cabera... Jo queca, mija". ¥ repiti6: jaqueca, “Juan bace la vida loca Eva hace demasiadas ilusiones con los desposefdos, desca rmisados y otras yerbas, Siempre fue delicada de salud. No la veo bien.” Se ha abrumado mams Juanita. Ocupamos el lugar ele sido por Media Vida. En silencio, bebemos un vinillo suave. Un breve silencio ted de ausencias. “Su enjundlo- so causillo de barticadas se maté en un aceidense’; Elise Duarte de Arrieta fallecis joven, “mucho sufti6 Elisa de Blanca Duarte de Alvarer Rodrigue me cuenta: Juan ito y Evita le hicieron doler la cabeza a mamé; él era cons- cripto en Buenos Aires y la entusiasin6 a ella diciéndole Venite a Buenos Aires, acd te vas a realizar". Fueron com: pinches estos véstagos, os inicos que no estudiaron. Se amargaria aun més la mamé hacendosa que cas6 a ‘tes hijas. El dolor dibujaré terribles consecuencias en el cespiritu doméstico de esta sefiora que ya se aproximaba a su 6poce invernal Juan y Evita dejarian este mundo jévenes. El, dentro de las luces del Tabaris, desgastado y en cigcunstancias oscu ras, macerado en el miedo, en su departamento, La noticia en radio y diarios informé det suicidio; la apiniin de los parientes, erimen. Para compeobar la verdad, cortaron su cabera los poste riotes milicos, y Juana la vio. Hace algunos afios, Cristina Alvarez Rodriguez, sobrina nieta, contesté la pregunta de ‘ecémo murié el 92: “Lo mandé matar Per6n*. Recorde- mos que después de la desaparicién de Evita gemia “her- rmanita, ahora me toca @ mi: siempre anduvimos juntos", Evita resulté mértir de una obsesién, el pobrerio, los viejos y los nifios. Los infames vietimaron su bello cuerpo, leno de gracia plena y elaborado con balsamo: rasgaron, ‘ensuciaron, violaron, Cuando esta mamé debi6 exiliarse en Chile con la fa rmilia que le quedaba, rogé a los gendarmes del dueloy Cuidenmels a Evita”. No la euldaton, UNA INFANCIA RURAL Blanquita me relata su infancia, casi bucélica, aunque no incluya ovejas. Arboles que han dado soma a los ran hos aborfgenes, flores silvestres perdidas entre las plantas altas. *Vagabamos descalzas, mama nos grtaba: parecen in- dios: trepabamos alos drboles frutales, juntébamos huevos de las posturas de gallinas sueltas, Chola y Chicha man. tenfan reyertas por cualquier cosa: una rama, una piedra tuillante, la mufeca renga que mamé le regald a Evita Por ese delecto la habfa comprado en el almacén a mitad dle precio, No hemos pasado hambre nunca. Vapa cuidaba Jos campos, se quedaba en ellos, Venia al anochecer y nos trata cosas ricas; mam cocinaba muy bien, con la costura ‘ganaba suliciente para pasarlo bien. Vestiamos a la moda porque ella compraba revistas de modelos infantiles, nos confeccionata preciosostrajecitos. Ademas, las clientas que venian de la ciudad, sian a sus hijas. Mama era modists Fina. Copiaba las prendas de estas chicas y las costa pare ‘nosottas. A Juancito, paps lo levaba a sasee.jEra su tnico vardn! Pero mimaba mésa Evita, la menor” Blanca revive, (rayenda al presente un miniisculo ayer hasta entonces hermoso y sin conflicios. Dice: *Siendo mayor, viajaba a Buenas Alves de ida y de ‘vuelta; mi viaje era de negocios. mamé me pagaba por aye: darla en la venta de los famosos ojales de Juanita. También tejia puntillas al erochet” [Abi estaba la méquina Singer, famosa ahora en el Mu- seo Fva Pers. ‘Tabletea el recuerdo en el sentimiento de la hija segun- da en la linea Duarte-Ibarguren. Suspirs la dama bajita, la Sinica que sali6 a la mama. “ Habrés tenido una infancia parecida?” Contesto que si, también [ui campesina. Entonees me sgustaba el campo que hoy no soporto, especialmente al anochecer. Se nos ha trepado la infancia a los ojos. Creo que hemos tlorado, Cuando el papa muri6 en un accidemte, en Junin, el ceistal de Ia alegria se les wiz6. *Fuimos todos; Evita era pequetia.” Nos quedamos en ¢l aire de la tarde portefa, languida ‘cual la miisica de un tango « una pintura del puerto de Be nto Quinguela Martin, Dulce ius han vicendide en este bar de la calle Costiew tes; las carteleras de Tos cines y de los teatros compiten con la luna, Suenan bocinazos de protesta,chillan cual monas las mujeres. Todas las muchachas en Hlor, pelilargas y pier- rnuidas, se parecen, Misica estridente pega en los ofdos. La ciudad del puerto es una locura encenidida en el centro. El campesinada que (ransportamos reprueba la zara banda metropolitana, “La noche del campo es muy iste, Blanca. El paisaje visto desde la casa, deprime. ‘yo extrafio aquella casa de campo, lite, cuando visi to a una hermana por linea paterna, me quedaria a vivir alli, Rejuvenezco, ereo que todavia viven mamé y papa. ¥ escucho et tableieo de la Singer, vee a Elisa, a Juancito, a Cheha y Chola discutiendo per ta posesion de una rata: asi las Fotogralis paps, y la que hace pucherito y llora es Cchicha. Parecen mellizas, Entre nosotros habia, lo mas, tres aos de difes En la casa de Helena Uhart hay una gran foto del caudi lio Juan Duarte, “Sabés, Aurora, Chicha no se siente bien Se culpa por sobrevivir a Evita, dice que debi6 mori ella por Ser un poco mayor, por no haber logrado representa- Gin alguna.” Bsa hermana, en su edad provecta, rescata una posible (imposible) encanecida Evita “Papd solazabase de orgullo varonll comprobéndose ssenio y figura del Gnico descendiente.” EI chico, el nene, cra alguien bueno y generoso, mnds discolo en la escuela. Crecis y siguid siendo un Juan Duarte, Carecié de la cali dad de papa la noche portelta lo enloqueci6. Las mujeres. Eva le perdonaba cualquier fechoria; Perén, no. La nifier de Evita dileria de las nuestras. En verde asis: tira clase regularmente, se ibaa las tolderias con un mics fono que le improviss Juancite; Hevaba diner, no uieiche, aba: compraba caramelos y lactura; chocolate para la leche de los pequesos mapu ches cuyos padtes tenian vacas. Hacian asados al asador ‘cuando veian a esta personita de diez, once, doce afios que Jos entusiasmaba por la vida; difundia canciones en el alto- parlante improvisado y obra de Juancito que humanizaba 2 los campesinos dle cerémica; Eva cantaba con esa voz es lridente, conocida después por el mundo entero, Bailaba Amaba a ese pueblo tristén, cansino de olvidos. Hemos cenado en el restorén Peplto futos de mar ¥ sado pero sueldos que mamé nos asi ve, Somos antiguas, nunca vigjas, y navegamos UN rio de aguas puras que a veces desborda Blanca me cuenta: “Doreniamas en piezas separadas, rridas, sin puerta intermedia” Blanca detiene el rtmico desgrane de palabras: es cua, se ha jubilado de maestra. Proseguiré con una extrafia y temible historia Salimos del restorén, nos vamos a caminae por la ea+ the Lavalle, Sus vidrieras son elegantes. En Paris, Madrid y Roma, en Mildn, las hay parecidas. Estin jluminadas en {odas las cludades capitalinas de Furopa, Blanca Duarte de Alvarez Rodriguer me sumergié en Ja tama Inicial de la aventuca de la Fundacién Eva Perén, cuando trae a una avenida porteia en estacrecida noche de sabado aquello ocurrido luego de volver su hermana me- nor de las tolderfas. Eva venia de las tolderias mapuches, andando como los equilibristas: sobre un tablén, a varios metros de altura, y en el medio simulan caer al pavimento. Desenvainaba el estilete de su vor tremenda; “1s niios eben ser los tinicos privilegiados, mis grasitas”. ESA VOZ La casa de Los Toldos, de piezas corridas. permitia ofr los argumentados discursos de esta chiguilina increible: “En el pais no debiera haber ni demasiado rico ni demasiado po- bre. El pan y la educacién nunca tendrian que faltar, por que son un derecho adquirido por los grasitas, mis grasitas queries. La libertad es un tesoro. Sufto por los psjaros en Jaulados. No puedo tolerar esa especie de esclavitud de mi ‘casa patevna nila vida pueblerina~ 1a palabra estridente, rueda de fuego que aumentaria es by alter, En la exrarta parte del sigla veinte, para alg nos ofdos, atrevida y chocante. Los jévenes comenzaron @ pitta con interés que se convirti en adhesién a una con- temporinea futuralidad; su liderargo habia despertado en lun baldfo donde jugaba con Herminda un juego peligroso {Ge pobres contra ricos ella estaba con los pobres. Herminda Ios ricos. Por eso tenia que aguantar sus insultos. Una v2 ést0s decidieron golpearla. Herminda fue a llorar a la cncina euando dofa Juana trajinaba el almuerzo. “Me pegd". denunci6 Evita. igual, seguirfa pegandole a Herminda por su papel de opresora, capanga y capitalista Finalivando la aetuacién, Herminda le proponia amigatse porque representaba igual que en el sald de actos dela es cuela N° 1 Catalina Larralt de Estragamou de Junin, donde corsaban la primaria, Evita no queria evadir su imaginado cerco de popular «dad, Chola y Chicha peleaban en senda de ensoviacion que obmubilaba a la oradora nata, indubitable hija del caudillo Duarte; una Duarte legitima que no puda comprobar su papd accidentade cuando apenas ella balbuceabe El duartismo saldria a luz del baldfo de juegos y en las tolderias. De tal suerte Eva existiia teinta y tres afios de Iuego y desespero, Vela sutil se consumisia en suefios con vertidos en realidad tangible. Aunque la consumieran, rnunea fueron indies, ADOLESCENCIA INTERRUMPIDA Una adolescencia apenas insinuada se interrumpisia cuando Juan, conseripto en Buenos Aires, le envia una mi siva augurdndole Exitos: weird bien, eccétera, lla, de diecisés aos, entusiasmada, arma su valija que no da mds, debiéndola reforzar con un cinturén de cuero, yale a la aventura. No la acompafa ni la lleva nadie, viaja sola y la espera el hermano. Conocerd a la actriz Angelina Pagano. Esta artista era por aquel entonces duefia de los cescenarios portefios y la conduciré por un camino en as Hugo det Cart, que descubre en la po algo extrafo, visceral, a ayudaes y aconsejaré Hugo del Carril se hace duartista: después se convert ria en peronisia y cantaré en el Teatro Col6n por primera vez la Marcha peronista, impresionante, fuerte, impulsiva Daba gusto verlo en el escenario iluminado ante un pablico Inervado cual ola de mar explotando sobre el arenal: “Los ‘muchachos peronisias! todos unides tiunfaremos! y por la Patria daremos/ un goto de cora7én: {Viva Perdnt, iViva 1a vor del caballero del tango Henab el artesaniado tea tio cimentando sobre la Década Inlaime, alirmandosc, y confinaba restallando en melodias foctisimas sus estrolas ardientes como centellas. Cenielleaba la Marcha peronisa vita se hallaba entre el publica y recordaria el momento ‘en que se animé a apeoximarse en el Luna Park. Haydée Frizri de Longoni sentada cerca. Meses antes, también en cl Luna Park (yo estaba en un palcop, via las dos muy j6- venes. Enseguida, Evita retrocedié en bambalinas. Haydée twat6 de obligarla a afrontar desde el escenario a un pablico impresionante, bien nutsido y ansioso. Todo termind en os curecimiento. No of comentario alguno, ‘Cuando Haydée y yo nos tefiiamos el cabello, la Aban: derada dormia a ocho metros de profundided. Desplazo el calendario més de medio siglo atrés y me pregunto qué pasé dentro de los sitios hondos de la cerra z26n teattal que guarda ecos de olvido. Haydée me conté que habia instado a su amiga a que se animara en exposicién verbal explicando razones dialog ddas por ambas. Le habia preparado un ayudamemoria. “Le enrosteé su actitud: epara qué ensayamos? Qued6 callada, pensando." Prometié que en ia préxima chavia acwuasia Haydée Frizzl de Longonifallecié en edad avanzada sin ser anciana nunca, a pesar de perder su primer hijo en un accidente, Era una dama formadisima, de ideas rosistas. De joven fue ilustre en capacidad intelectual y social. Queda una hija, Beatriz, esritora, En cierta oportunidad nos preguntaron si éramos her manas, fue a la salida de un acto peronista. Llevo en su au sencia la imagen de Evita, Llevo a as dos amigas en tiem pos heraicos: en los momentos creatives de la Doctrina que nos hermand, siend la azn de nuestras vides ‘Cuando Evita venla sobre una nube de altos tacos casi sin rozarlas maderas del piso significaba jornada de buen humo: "Se dan cuenta?, empezé la primavera. a que ne saben ‘quign es el caballo de La Plata?” Nombré aun zaino que coria en el hipédremo, ganador en las ihtimas carreras. “No es un alto mandatario muy pesado..." Lo habia apodado “caballo” ylo nombra, Nos causé gracla Amime gusta proponer adivinanzes —Ese caballo escribié un libro, Que libro? —Cémo pienso, El dia transcurre en paz. Evita va y viene muy jovial rae un expediente "Leé las tltimas resoluciones” Las leo, Son justas. Ella confia en mé firma al pie y se va a otra offcina.Frena en la mitad del piso del gran registro de la Fundacién, “Ala siete vamos al bartia de La Culona. Te acordés?” [Me acuerdo, me acuerdo. Se les otorgé un crédito a pagar cémodamente por material de instalacon de barrioy lovendis, Esa vez sacudié a La Culona ya su pareja la insuite de hombre ahombre. Ojalé fuera sélo un cuento de vecindario que habia reincid doen la venta La generosidad de Evita era ilimitada; la paciencia, no tanto: las broneas, expantosas, La primera veo repuso la dadiva luego del golpe y las pala brotas, El chisene era flso, La Culona y sus hijs estaban contentos cena casita.con bah instalado, Habian echado al hombre. Vino el encargada de administra ol barrio que antes fuera villa infame, “Te vay a dar la guita; encargate de hacer las cosas bien... y por favor, no jodan con cuentos" ofa Juanay Blanca no hablaban asl dams finas Evita sale a don Juan Duarte El caudilo de Los Toldos. En época de Bar- celd, en Avellaneda, son conservadores. ila habla como don Suan. En dias de la Epoca Infame, al corrligionario reiterative en ‘ondlucta lo ponia en el cepo a sl. El tipo se asaba coma los Chinchutines, os chorizos y demés exquisiteces parillerss. Sino S€ Isola, no voivia 2 rebar, na degotiar, ni aincenasar. La hija menor no llegaba a tanto, sélo cacheteaba, lo mas, arrojaba algo pesado, un ladtill, una maceta a la cabeza del atortante, Donde hubo villorrios brotaron barrios dscipinades, chicos cescolares, hospitales, Una noche de verano volviamos de una requisabarrial cerca ‘de una iglesia en el umbral de un edifcio; un viejo sentado con las piernas alo largo llamaba por sefas a la nena que se guare- cla tras una columns, Evita hizo frenar ef auto y bajamos. Interrag6 al viejo que ‘mostraba una lastimadura importante en la pierna. Coseta era le nena, igual a ia de Victor Hugo en Los miserables Evita le vant6y la evamos en el auto. Fue destinada @ un instituto de recuperacin, Alvigjoloasié en un hospital para quele curaran la gangrena, El secretario de la CGT, Espejo, sola aconsejar a Perén; Perén slempre decidié por si mismo. Le digo Evita —iSabe, sefiora, que dicen que Perén es muy coqueto? —Es pri, pero le gusta perfumarse.. Me parece que es ts por hacer un chist. {Usted no se vai enojar? —No, te prometo que no. —Dicen que es muy coqueto porque hace cagadas con Es- pejo. Se id mucho. Mir, Aurora, a mi marido no le gustan los chistes ni las imitaciones, er el teatro, donde sea, Pero cuando esté de buen humor, se lo cuento. ‘Se muestra muy contentay pide das tazas de te Prequntan 2 la persona de maestranza sihay alguna galletit, Traera te con —iNo sabés oto chiste? —iSobre Perén, sefora? Miri sies de mi, te cacheteo. —Dicen que habla en Mar del Plata une piadra enorme donde se sentaban los turistas, que de repente Jesaparecié. De pronto, colacaron un gran cartel que decia:"Perén cumple, am pliacién del Océano Atlantico™ Ella me alaba —Sos una genia, hija de puta Segunda Parte ANOS INFAMES Y EVA AVENTURERA Pirata de los ensuetios peligrosos. en afias infames, sa- tia en busca de trabajo. Habia irazado ruta a una aventura muy suya donde aparecia histidnica No podria tetroceder, no después del desamarre del puerto conocido donde estaba el nido original. A proa, el bbarco con la pirata que inauguraba imaginada ciudadela caso imposible, Pero no. Despuntaba el aio 1944. Un enera caliente cuando jun- o_a Perdn develo su amor la pareja estaba junto al gene- ral Mercante, que encabezaba el GOU (Grupo de Oficiales lla y Ayacucho, con Perén y en Habitaciones separadas, A 8. Ya significaba dentro del incipiente peronismo, donde Ellideraba magna idea Eva actriz, al aire radial y popular, ensofaba, interpre- Lando el papel de Carlota de México y Sarah Bernhardt, en “Tiempos draméticos” Los estudiantes universitarios platenses inventamos fa sigla DLDL, convirtiendo un logo verde ilo para solapa No fuimos muchos, por entonces, decididas ala ihisionada aventura Ye lucia ese escarapeia en mis rajes eon solapas. Fn el patio de lo Facultad de Humanidades, Gustavo Garefa Saravi me dedieé un evarter Bsa gue leva ef bot con el logo DLDE 5a es otra gue fe hele las potas a Per Se insinuaba la divisién de la masa universitaria: los ex adherentes a la Década Inlame y las revolucionaries. ‘cto seguide al recitado de la estrofa, bien armada en, fondo y forma, se ay6 un tirateo: un revolucionario corrié al poeta que hua por la calle Siete. EI caso es emtendible porque Gustave estaba casado con una hija del ex inten: dente Berto, La sangre no llegé alti. La mamé de Gustave Garcia Sarai levé a la Untoreria 4 que lavaran los inspitados pantalones DLDL estaba dedicado al presidente de facto Remiser. fe deciamos: “Dele, dele general”, pidiéndole que le otorgara la Secretaria de Trabajo y Prevision a Juan Domingo Peréu coronel N° 7 en la lista de la GOV, Perén le habia dicho: ‘General Rantitez, cow esta palalica te moveré el pais? ¥ movi las masas obreras. La popularidad det militar y politico crecia como el Rio de Ia Plata duramte la tormenta que la devoraba. La milicada fruncié el ceo: detuvieron a Pern y lo le varon a Martin Garcia, Perdin envid una misiva a Evita, diciéndole que abando: hacia la politica y se casaria con ella. Las esbirros abrieron el sobre y se tranquilizaron. ‘Alguien importante en Ios medins de comunicacion, en tones Eva, transmits su alegera. Su novlo, detenide en ta isl, seria de su sinica propiedad. Mediaba 1945, Todo el pueblo, especialinente el abe raj, enardeci. EI 17 de vetubre satinios @ romper ta Casa Roseda. No pudimos Hlegar, pues Jevanarun los puentes Algunos compatietos decididos, de Berisso y Ensenada, se tiraron al rio y no sé qué habré pasado con ellos, No. sotr0s nos consolamos con bombas Molatoy, desttozand: Vidrieras; volaban los tranvias por el aite, denso, con guar dda y todo. Respetamos las iglesias. Hasta hoy lesionan el ser cristiano del peronismo diciendo que las hemos incen- diado. Se ha comprobado que la depredacién vino desde adento. Los milicos, con Jos pantalones fragantes coino los del poets trovador, enviaron avién a la isla. Al diabélieo got peteo del portalén de la Rosada, respondieron con el bal: cin ensefiando al hombre, Perdin. El general Pedro Pablo Ramirez, presidente de facto, despertaria de su suefio de dictador. Ahi esté la verdad, ‘Momento audaz, terminante. Volvié el hombre, volvié la ‘esperanza, Sall6 al baleén, Camisa blanca come la del per sonaje de Goya en la pesadilla “Los fuslamientos del 3 de mayo", mas ésta de ahora estaba repleta de decisin a uit ‘menester tirando hacia el futuro. “Mejor que deci es hacer, ‘mejor que prometer es realizac.” El desconocido del cuadeo de Goya fue amortajado, La palabra “compaiero” resoné altiva, Evita participaria Por radio, el estalido y sus consecuencias “Companteros” entré esplendoroso en los pechas lacera ddos de injustas decadencias, Expresiones distintas habia en los rostros decididos a defender la Causa, la Docttina “cueste lo que cuestey caiga quien caiga’ DLDL consiguié que el ministra Edelmiro Farrell ascen dliera al coronel en el recinta de Justicia y lamara a eleccio res limpias. Habia rostros erribles, como los de los eiuda~ anos conjurados en Paris el 14 de julio de 1789, Ta marcha era la Marsellesa: “Vamos, compafiero. Va ‘mos, compaiiera” Dele, dele General Juan Domingo Pern, mejor es reall: ar. Lo hicimos. a Década Infame, a la mierda. Igual quedaron resabios de los 30-40. Populaciones del campo, de los suburbios, del centro turbano sintieron la calma de los tiempos anteriores al 30: 40. Lmaginar un retroceso al inflerno, en los espivitus del ‘cados, aminoré entusiasmos. La dicha absoluta resulta im. posible. Todos los hombres son mortales, Perdn es hombre, Perén es mortal ‘Adin Iejano “Perén vuelve” en las paredes de! exo. El ministro de Guexta Edelmiro Farrell y Juan Domingo ‘Perén exigieron la renuncia de Pedro Pablo Ramirez. Habla cstallado la contienda germano-japonesa. Europa intere saba en cuanto a la situacin argentina donde los cargos signtticaban causales le devsiones, diabie 9 er Estado en democracia o caer en dictadura entonces, el sa caificio de la comunidad popular fracasaria y seria induda: ble el regreso a lo ya superado. Renunciaria Ramirez, en susillon se sentaré Farrell, que designé a Perdn en el Ministerio de Guerra. Caerén caberas coronadas, romperd cadenas de un tiempo electoral, eeu en alza meritoria el general Pern, vicepresidente de la Nacin Argentina, su Paiia. ‘Seguiré andando el proceso “todo en su medida y armo: niosamente” hacia la tu Sufrié la novia por los enormes amores y odios que é! espertaba: envidia en los altos mandos que temian caer de sus empinamientos sociales y ser investigados. Por esto, el lider en la creel temia por el Moviniiento, Recuperd una libertad de piso movedizo, Peligraba el camino en ascenso Nada results fel: andaba sobre brass; sobre el filo de una espada y en el desierto de un abandon; mas nunca rena i a su ideal, El duro sei - jor con sangee indigena deventda de la abuela materna, y sorda del padre, no cedetia, ‘Todo recupers el 17 de octubre. Seria ciudadano ilustre de varias generaciones este militar que ejecutabo metoclias en el piano, dominaba los idiomas francés, inglés, italiano yalemn _ Perén fue el dltimo lider de los tiempos. PIRANA La novia comparia unos suefos borrascosos. Nunca abandonaria ensofiaciones que la decoraban, irradiando le imagen de ese alto seiior, duro seftor, y sus manos bellas y cilidas Corren dos versiones acerca del encuentro que To sell6 hasta la desaparicin fisica de ella. O tal ver tos unig en forma distinta, porque a su medida y manera, fallecieron Juntos Después de la desaparicin Isies de Evita el duro seior esapareeis, restando poco de él sin es lo “Historia de In Plrafia®. Ta se sgunda, la que cuenta Perén. En el Luna Park, el General asistia a un espectaculo de boxeo del Mono Gatica, acompailado de una muchacha cuyo sobrenombre, “Pieafa’, respondia a sus dientes pun: tiagudos, Morocha barrial, amante de él nice la multitud, junto a una actriz de reparto, Evita atisbaba que Pirafia dejaria su butaca, Piraiia se levants y fue al toilette, Evita, de inmediato, ocupé el sitio. Desde ‘entonces no se separaron, La despechada dientuda desaparecié dela escena. Cuen tan lenguas dispersas aflladas que Evita entrenté a la cui ada con bravo empaque. De todo este no hay seguridad, Version historica resulta la del General, que dice cane i ala Abanderada de los Humildes durante el terremoto de San Juan y que no se separaron nunca mas. Valga la de Pirafia como nota colorida que oj de boca de una compan ya de Unién Bésica porque nunca conoci a Pirafa No tengo que saberlo todo. En la vida de los humanos: hhay intraseendenclas no crefbles y ademas no tendria nada de extraordinario que el General sesintiera ateaido por una dentadura grande y en punta Lapirafia es un pececito muy pequetio cuya dentadura ‘enorme y agresiva come cuanto se mueve en el agua Las pirafias actéian en bandada para devorar la victima accidentada, sea humano 0 animal. En paces minutos que- dda s6lo et esqueleto. Un caballo desbocado que cayera al agua 0 un caballo muerto serian hueso mondo en menos de cinco minutos, durante los cuales son wictimas de una tisfechas, " Gatica triunf6 en el ving, dedicando el triunfo al lider Veron se aceres y el deportista agatté con su toscs manava la elegante mano que se le tendia, “Mi General: dos potencias se saludan en el Lun Park, Perén también habia ganado una batalla: Evita BODA EN LA IGLESIA SAN FRANCISCO DE LA PLATA nace deo. ambovneron ae Shove en lon exprtusdesuscontmpordneos,pretendiendo : is eeccones haben de contract mupcas por dul un 22 de 00 viembee, Hasta el 10 de dilembre,sogitariano. Ese da a “Sita e lls Son Franco pltese vc al pa due sazvedr Sexe tempo catico hay una aia con la imagen de ta virgen de Ie Rosa que aj de Koma ay Hea de Ke punto de rons de miar Greco, con wanes ojos ra alanine, que rezuman el eto Spero de To Epox Feet, lay rosa ye entorno en aspectos de cetabo de Todor de ivan os personajes eles populares. Povece que fe enanarte dfs Cruradas que marcharon f once tecapera el Santo Sepulr ema pols vn elatleni armontos dea capi el padre Samo posh, nhs por decree del destino. SY pore sin saber, tal vex me preparé para esto, caine si hubiea sabi ddo que algin dia iba a tomarine esta responsabilidad y este privilegior Adlaro que el libro fo eseribié un espaiiol porque Evita ‘carecia de letta, pero fue ella quien le diets los temas, Comenzaré la barahinda de las preelecciones que una ‘mujer encabezaria junto 2 su marido, 1a luz inund6 el territorio de la Patsia Argentina con la clardad que esta dama prendia y contagiaba, Tuve la sensacidn visual. acaso fuera alucinacién, de wn ran ato de oto puro en torno a esa criatura extraordinaria ‘que deslumbraba. ¥ no devendtia ni del atuendo ni de! jo- yo) sino de una sumisin muy suya a una incretble magni- lud, Sent alegria y pena, pues toda liz habré de apagarse, todo verdor desaparecers ‘Mas este ser eludia cualquier silogismo, cualquier eva Iuacton matematica cronol6gica: estara breve y para siem pre protegida por ese marco de oro fino en rara perma nencia triunfonte de olvido. Me aterroricé al verla; al ola, Lemblé. *Volveré y seré millones.” Eso pensé al conocetla, Eva estaba aby estaba vibrando en un ambiente contra dictorio de aplausos y maldiciones, en la intensa vistud del ‘Alma de la Fternidad; todo le seria dado; todo le serfa qui- tado y al cabo, murié. Regres6, Ests agai, Gonzéler Tun, en un cuento, refiriéndose al destin dle un ser extraiio poematiz6: “Murlé del mal de mariposa Su muerte inquieta. Muerte por una mariposa, Inquieta sa partida dejé la huella en cada flor” sla mariposa negra de Zitarrosa, Luto es el suy. Eva sobrevolaba de fundacién en fundacidn, y reunis los polielinicos desvalijadus, inservibles por obra de! lar

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