Eva
Alfa y Omega
Pogrom del cabecita negra‘Seng on poem eit Se
NOTA DEL EDITOR
“Tuvo una vida tan fugaz y tan imensa que
‘cuando pienso en ella me parece un suche,
Yo conté con el privilegio desu rar amistad
¥ les aseguro que nunca nadie me meltrats
‘anto ni me qulso tanto como Eva Pers"
Asi habl6 Aurora Venturini sobre su amiga Matfa Eva
Duarte de Perdn, De todas las amisiades rutilantes que ato
largo de su
Fea Per
ida cultivé la autora de Las primas, acaso la de
‘gests, pos muuligiea, y por
lo tanto fa mas plausible de ser ranstormada en artetacto
harrativo, sa es la operacién que Aurora Venturini lleva
adelante en Bva. Affr y Omego, un mosaica de impeesiones
memoria, con engarces de ficcién, tan caprichosos y des.
lumbrantes unos como otros, “La ciencia histariea debecsn
ciercerla los historiadores y yo soy una escritora que aun
{que requiera del apoyo de alga acaecide en la realidad, crea
Fantasiosamente”, advierte la autora ala salida de Fv. Alf
F Omega, justo en ta bsagra en la que este volumen inédite
¥ compltatio en 2013 ypere que estuve décadas esperar!
Ser eseritoy da paso a nira cara de la relacidn entre Vent
Ty “los dnicas peiviegindos, ais geasitas*, Peay de aten que la Argentina despertaba de la pesad
imo proscripto para caer répidamente en la alucinacién aun
ns dificil de asiilar de un Perén proseripto por su propia
Juventud maravillosa, Vallala pena rescatar aqul
cenbecia
1a (1969) por varios motives: por set un hito en
cel caming de la escritora y a la
mo que provoca poner a
Grcular nuevamente una obra que es clave desde su titulo
mismo y también poe! moo en que YE eh ne EVA
nos mis profundos ALFA ¥ OMEGA
cumbre de sus posiblidades narcath
nistoria sencilla de los abismos axgen
2LA NINA MUERTA,
Fina Hlovizna trémula cafa en las calles que bullian de
pena. En alguna pared se lela un insulto; el dime.
Asediaba la tarde de las infancias detris de una vera de
alambre, vendria futuro angustiante. Acaso fuera s6lo pre
rmonicién equivocada. Nuestro mieda babia
El hermano que estaba en la otta habitacién del drama
sgemia:“Hermanita, ahora me 10¢a a mi... siempre anduvi
mas juntas”
Yo recordaba el poema de Oscar Wilde “La nifia mur
137, cuya tumba se ve radeada de margaritas, ave cantar a
las rafces: una pequefs tora se ha quebrado, cay6 encima
de su pecho.
“Hermanita, toda mi vida esté sepultada ai”
A lo largo de la imposible extensién del tiempo, es siem
pre el mismo caso. Muy pronto el que se lamenta iré al
mismo terrtorio de ese universo misterioso y temido,
‘Muy pronto, cuantos la hemos amade también invodi
remos ese predio oculto,
Los idus posteriores a ella no serdn propicios: de ab la
esesperacidin y el viaje inverosimil a Londres.
“Tené cuidado cuando yo no et
Peto él va no hallé suicientes dias para compant escenarios, Después de todo, sin ella le resuliaria dificil salvar
situaciones de las que es eausable,
‘La vida no es s6lo joda', le decia ella.
1a hermana, en su vocabulario auday, le aconsejaba:
“Basta de putas, no te olvides, ests comprometiendo el
apellide”, Pero él segula igual, a pesar de eso y de ser el
“nico varén de la ralea trafda por dofia Juana tbarguren y
don Juan Duarte.
No es fécil detener a un muchacho que se ve con los
bolsilas lenos de dinero.
Nombré a dofa Juana y dibujaré paréntesis de ancela
«én de sucedides. (Atin la veo parada a las puertas del ca
sino de Mar del Plata, a fines de diciembre, es noche y sopla
vientedilo fresco.)
LOS CHICOS DE CERAMICA
El viento fuerte a6 un polent marr6n sublimado en te
sracota, ambientando cuanto arras6 en Los Toldos. Trans:
paréntase el mal6n tras de un vibrante vidrio de finisima
cerémica cual cristal empaitado.
Algunos esgrimen lanza de apellido Coliqueo, ignacio
Coliqueo, cacique, inauguré un pueblo, Los Toldos.
Sus morochos aguerrides, montados en pelo, nada de
smandit ni de montura, la caballada coluda hasta las patas,
en patas ellos mismos, espantosos dentro de furias funda
ddoras, se instalaron al noroeste de Is provincia de Buenos
Ales, de buenos aires mapuches que impusiecon estos me
chudos. Después todo se reglaments al noreste del partido
de General Viamonte.
Los dias, ls meses y los aos corren con el vertigo de las
aguas debajo de los puentes. En la zona moraba un estan.
ciero, caudillo de la populacién, conservador y decider en
barricadas, don Juan Duarte. Este gallardo sefior aqueren
aba con una muchacha en su estancia La Unién, Huble
ron cinco erios, cuatro nenas y un vardn, terederos de su
empaque y de a belleza de Juana. Juan y Juana se amaban.
Trazo un paténtesis de presentacién de dofa Juana thar
guren (avin la veo parada en las puertas del casino de Mar
el Plata), 6 vientecito decembrino es freseor desprotijasJas pieles de verano que la abrigan. Empinada en las putas
de sus tacones inbinitos, dofia uana es hajita, regordeta y
linda, Peina en gris azulado.
* ele dormiste?
“Usted se adelant6.”
Media Vida escondido en media sombra. Es su guardaes
palda, La sefiora es la mamé de Evita Duarte de Per6n,
“Si Evita se entera que venimos de timba, nos mata.”
“Hasta ahora no se ha enterado.”
‘Ojalé no ocurra, pues un chapars6n de admoniciones
‘caeré sobre mi a ella no va a retarla por respeto. Yo pagaré
los platos rates.”
Nos acomodamos a la cabecera de la mesa de nécar. Bs
tamos sentadas una al lado de la otra. Atrés esté Media
‘Vida en alerta. La doa da cartas @ derecha, izqulerda, alld
y sculls. Ganamos. “Gana punto, pierde banca.”
Esto, stiso siete veces. Alguien se acerca solcitando que’
por favor nos retiremos. Nos echa con suma cortesta
‘Media Vida agarra la ganancla y va a una de las venta:
nillas, Trae plata, pingiie la ganancia, y a la vex trae fichas.
¥ vamos a apostar a las mesas. Preferimos el ntimero dieci
siete. ¥ el veintiacho, Lo de veintiocho no séa qué se debe:
ria, Ganamos, Media Vida repite gestos; después va al bar 2
‘buscarnos lugar cOmodo. Atrés estaré alerta como siempre,
Nos relrescaros en el toilete. Juana Ibarguren es una rosa
de oto, pero ha abajado en oficio de costurera, toda la
noche en vela,
“Inventé ojales y puntillas, bordados. Blanca los llevar
ba como pedido a tiendas de Buenas Aires. Cosfa en ma
‘quina Singer, por encargo. En Junin tenia una pension
Flegia a los pensionistas. No aceptaba a los atorrantes, @
tos borrachos.”
Fsto yo lo sabia, Pensionaba a semiores potables a case
nos, chicas casaderas.
La mayor, Elisa, matrimones con el mayor Arvicta
Blanca, con el profesor Justo Alvare7 Rodriguez: Hermin
dda, con el locutor Bertolini. Juana aclara: “Chicha no me
consulté y no le fue bien”
Juancito y Evita “me daban cada dolor de cabera... Jo
queca, mija". ¥ repiti6: jaqueca, “Juan bace la vida loca
Eva hace demasiadas ilusiones con los desposefdos, desca
rmisados y otras yerbas, Siempre fue delicada de salud. No
la veo bien.”
Se ha abrumado mams Juanita. Ocupamos el lugar ele
sido por Media Vida. En silencio, bebemos un vinillo suave.
Un breve silencio ted de ausencias. “Su enjundlo-
so causillo de barticadas se maté en un aceidense’; Elise
Duarte de Arrieta fallecis joven, “mucho sufti6 Elisa de
Blanca Duarte de Alvarer Rodrigue me cuenta: Juan
ito y Evita le hicieron doler la cabeza a mamé; él era cons-
cripto en Buenos Aires y la entusiasin6 a ella diciéndole
Venite a Buenos Aires, acd te vas a realizar". Fueron com:
pinches estos véstagos, os inicos que no estudiaron.
Se amargaria aun més la mamé hacendosa que cas6 a
‘tes hijas. El dolor dibujaré terribles consecuencias en el
cespiritu doméstico de esta sefiora que ya se aproximaba a
su 6poce invernal
Juan y Evita dejarian este mundo jévenes. El, dentro de
las luces del Tabaris, desgastado y en cigcunstancias oscu
ras, macerado en el miedo, en su departamento, La noticia
en radio y diarios informé det suicidio; la apiniin de los
parientes, erimen.
Para compeobar la verdad, cortaron su cabera los posteriotes milicos, y Juana la vio. Hace algunos afios, Cristina
Alvarez Rodriguez, sobrina nieta, contesté la pregunta de
‘ecémo murié el 92: “Lo mandé matar Per6n*. Recorde-
mos que después de la desaparicién de Evita gemia “her-
rmanita, ahora me toca @ mi: siempre anduvimos juntos",
Evita resulté mértir de una obsesién, el pobrerio, los
viejos y los nifios. Los infames vietimaron su bello cuerpo,
leno de gracia plena y elaborado con balsamo: rasgaron,
‘ensuciaron, violaron,
Cuando esta mamé debi6 exiliarse en Chile con la fa
rmilia que le quedaba, rogé a los gendarmes del dueloy
Cuidenmels a Evita”. No la euldaton,
UNA INFANCIA RURAL
Blanquita me relata su infancia, casi bucélica, aunque
no incluya ovejas. Arboles que han dado soma a los ran
hos aborfgenes, flores silvestres perdidas entre las plantas
altas.
*Vagabamos descalzas, mama nos grtaba: parecen in-
dios: trepabamos alos drboles frutales, juntébamos huevos
de las posturas de gallinas sueltas, Chola y Chicha man.
tenfan reyertas por cualquier cosa: una rama, una piedra
tuillante, la mufeca renga que mamé le regald a Evita
Por ese delecto la habfa comprado en el almacén a mitad
dle precio, No hemos pasado hambre nunca. Vapa cuidaba
Jos campos, se quedaba en ellos, Venia al anochecer y nos
trata cosas ricas; mam cocinaba muy bien, con la costura
‘ganaba suliciente para pasarlo bien. Vestiamos a la moda
porque ella compraba revistas de modelos infantiles, nos
confeccionata preciosostrajecitos. Ademas, las clientas que
venian de la ciudad, sian a sus hijas. Mama era modists
Fina. Copiaba las prendas de estas chicas y las costa pare
‘nosottas. A Juancito, paps lo levaba a sasee.jEra su tnico
vardn! Pero mimaba mésa Evita, la menor”
Blanca revive, (rayenda al presente un miniisculo ayer
hasta entonces hermoso y sin conflicios.
Dice: *Siendo mayor, viajaba a Buenas Alves de ida y de‘vuelta; mi viaje era de negocios. mamé me pagaba por aye:
darla en la venta de los famosos ojales de Juanita. También
tejia puntillas al erochet”
[Abi estaba la méquina Singer, famosa ahora en el Mu-
seo Fva Pers.
‘Tabletea el recuerdo en el sentimiento de la hija segun-
da en la linea Duarte-Ibarguren. Suspirs la dama bajita, la
Sinica que sali6 a la mama.
“ Habrés tenido una infancia parecida?”
Contesto que si, también [ui campesina. Entonees me
sgustaba el campo que hoy no soporto, especialmente al
anochecer. Se nos ha trepado la infancia a los ojos. Creo
que hemos tlorado,
Cuando el papa muri6 en un accidemte, en Junin, el
ceistal de Ia alegria se les wiz6. *Fuimos todos; Evita era
pequetia.”
Nos quedamos en ¢l aire de la tarde portefa, languida
‘cual la miisica de un tango « una pintura del puerto de Be
nto Quinguela Martin,
Dulce ius han vicendide en este bar de la calle Costiew
tes; las carteleras de Tos cines y de los teatros compiten con
la luna, Suenan bocinazos de protesta,chillan cual monas
las mujeres. Todas las muchachas en Hlor, pelilargas y pier-
rnuidas, se parecen, Misica estridente pega en los ofdos. La
ciudad del puerto es una locura encenidida en el centro.
El campesinada que (ransportamos reprueba la zara
banda metropolitana,
“La noche del campo es muy iste, Blanca. El paisaje
visto desde la casa, deprime.
‘yo extrafio aquella casa de campo, lite, cuando visi
to a una hermana por linea paterna, me quedaria a vivir
alli, Rejuvenezco, ereo que todavia viven mamé y papa. ¥
escucho et tableieo de la Singer, vee a Elisa, a Juancito, a
Cheha y Chola discutiendo per ta posesion de una rata:
asi las Fotogralis paps, y la que hace pucherito y llora es
Cchicha. Parecen mellizas, Entre nosotros habia, lo mas, tres
aos de difes
En la casa de Helena Uhart hay una gran foto del caudi
lio Juan Duarte, “Sabés, Aurora, Chicha no se siente bien
Se culpa por sobrevivir a Evita, dice que debi6 mori ella
por Ser un poco mayor, por no haber logrado representa-
Gin alguna.” Bsa hermana, en su edad provecta, rescata
una posible (imposible) encanecida Evita
“Papd solazabase de orgullo varonll comprobéndose
ssenio y figura del Gnico descendiente.” EI chico, el nene,
cra alguien bueno y generoso, mnds discolo en la escuela.
Crecis y siguid siendo un Juan Duarte, Carecié de la cali
dad de papa la noche portelta lo enloqueci6. Las mujeres.
Eva le perdonaba cualquier fechoria; Perén, no.
La nifier de Evita dileria de las nuestras. En verde asis:
tira clase regularmente, se ibaa las tolderias con un mics
fono que le improviss Juancite; Hevaba diner, no uieiche,
aba: compraba caramelos
y lactura; chocolate para la leche de los pequesos mapu
ches cuyos padtes tenian vacas. Hacian asados al asador
‘cuando veian a esta personita de diez, once, doce afios que
Jos entusiasmaba por la vida; difundia canciones en el alto-
parlante improvisado y obra de Juancito que humanizaba
2 los campesinos dle cerémica; Eva cantaba con esa voz es
lridente, conocida después por el mundo entero, Bailaba
Amaba a ese pueblo tristén, cansino de olvidos.
Hemos cenado en el restorén Peplto futos de mar ¥
sado
pero sueldos que mamé nos asi
ve, Somos antiguas, nunca vigjas, y navegamos UN
rio de aguas puras que a veces desbordaBlanca me cuenta: “Doreniamas en piezas separadas,
rridas, sin puerta intermedia”
Blanca detiene el rtmico desgrane de palabras: es cua,
se ha jubilado de maestra. Proseguiré con una extrafia y
temible historia
Salimos del restorén, nos vamos a caminae por la ea+
the Lavalle, Sus vidrieras son elegantes. En Paris, Madrid
y Roma, en Mildn, las hay parecidas. Estin jluminadas en
{odas las cludades capitalinas de Furopa,
Blanca Duarte de Alvarez Rodriguer me sumergié en
Ja tama Inicial de la aventuca de la Fundacién Eva Perén,
cuando trae a una avenida porteia en estacrecida noche de
sabado aquello ocurrido luego de volver su hermana me-
nor de las tolderfas. Eva venia de las tolderias mapuches,
andando como los equilibristas: sobre un tablén, a varios
metros de altura, y en el medio simulan caer al pavimento.
Desenvainaba el estilete de su vor tremenda; “1s niios
eben ser los tinicos privilegiados, mis grasitas”.
ESA VOZ
La casa de Los Toldos, de piezas corridas. permitia ofr los
argumentados discursos de esta chiguilina increible: “En el
pais no debiera haber ni demasiado rico ni demasiado po-
bre. El pan y la educacién nunca tendrian que faltar, por
que son un derecho adquirido por los grasitas, mis grasitas
queries. La libertad es un tesoro. Sufto por los psjaros en
Jaulados. No puedo tolerar esa especie de esclavitud de mi
‘casa patevna nila vida pueblerina~
1a palabra estridente, rueda de fuego que aumentaria
es by alter, En la exrarta parte del sigla veinte, para alg
nos ofdos, atrevida y chocante. Los jévenes comenzaron @
pitta con interés que se convirti en adhesién a una con-
temporinea futuralidad; su liderargo habia despertado en
lun baldfo donde jugaba con Herminda un juego peligroso
{Ge pobres contra ricos ella estaba con los pobres. Herminda
Ios ricos. Por eso tenia que aguantar sus insultos. Una
v2 ést0s decidieron golpearla. Herminda fue a llorar a la
cncina euando dofa Juana trajinaba el almuerzo.
“Me pegd". denunci6 Evita. igual, seguirfa pegandole a
Herminda por su papel de opresora, capanga y capitalista
Finalivando la aetuacién, Herminda le proponia amigatse
porque representaba igual que en el sald de actos dela escuela N° 1 Catalina Larralt de Estragamou de Junin, donde
corsaban la primaria,
Evita no queria evadir su imaginado cerco de popular
«dad, Chola y Chicha peleaban en senda de ensoviacion que
obmubilaba a la oradora nata, indubitable hija del caudillo
Duarte; una Duarte legitima que no puda comprobar su
papd accidentade cuando apenas ella balbuceabe
El duartismo saldria a luz del baldfo de juegos y en las
tolderias. De tal suerte Eva existiia teinta y tres afios de
Iuego y desespero, Vela sutil se consumisia en suefios con
vertidos en realidad tangible. Aunque la consumieran,
rnunea fueron indies,
ADOLESCENCIA INTERRUMPIDA
Una adolescencia apenas insinuada se interrumpisia
cuando Juan, conseripto en Buenos Aires, le envia una mi
siva augurdndole Exitos: weird bien, eccétera,
lla, de diecisés aos, entusiasmada, arma su valija que
no da mds, debiéndola reforzar con un cinturén de cuero,
yale a la aventura. No la acompafa ni la lleva nadie, viaja
sola y la espera el hermano. Conocerd a la actriz Angelina
Pagano. Esta artista era por aquel entonces duefia de los
cescenarios portefios y la conduciré por un camino en as
Hugo det Cart, que descubre en la
po algo extrafo, visceral, a ayudaes y aconsejaré
Hugo del Carril se hace duartista: después se convert
ria en peronisia y cantaré en el Teatro Col6n por primera
vez la Marcha peronista, impresionante, fuerte, impulsiva
Daba gusto verlo en el escenario iluminado ante un pablico
Inervado cual ola de mar explotando sobre el arenal: “Los
‘muchachos peronisias! todos unides tiunfaremos! y por
la Patria daremos/ un goto de cora7én: {Viva Perdnt, iViva
1a vor del caballero del tango Henab el artesaniado tea
tio cimentando sobre la Década Inlaime, alirmandosc, y
confinaba restallando en melodias foctisimas sus estrolasardientes como centellas. Cenielleaba la Marcha peronisa
vita se hallaba entre el publica y recordaria el momento
‘en que se animé a apeoximarse en el Luna Park. Haydée
Frizri de Longoni sentada cerca. Meses antes, también en
cl Luna Park (yo estaba en un palcop, via las dos muy j6-
venes. Enseguida, Evita retrocedié en bambalinas. Haydée
twat6 de obligarla a afrontar desde el escenario a un pablico
impresionante, bien nutsido y ansioso. Todo termind en os
curecimiento. No of comentario alguno,
‘Cuando Haydée y yo nos tefiiamos el cabello, la Aban:
derada dormia a ocho metros de profundided.
Desplazo el calendario més de medio siglo atrés y me
pregunto qué pasé dentro de los sitios hondos de la cerra
z26n teattal que guarda ecos de olvido.
Haydée me conté que habia instado a su amiga a que se
animara en exposicién verbal explicando razones dialog
ddas por ambas. Le habia preparado un ayudamemoria.
“Le enrosteé su actitud: epara qué ensayamos? Qued6
callada, pensando."
Prometié que en ia préxima chavia acwuasia
Haydée Frizzl de Longonifallecié en edad avanzada sin
ser anciana nunca, a pesar de perder su primer hijo en un
accidente, Era una dama formadisima, de ideas rosistas. De
joven fue ilustre en capacidad intelectual y social. Queda
una hija, Beatriz, esritora,
En cierta oportunidad nos preguntaron si éramos her
manas, fue a la salida de un acto peronista. Llevo en su au
sencia la imagen de Evita, Llevo a as dos amigas en tiem
pos heraicos: en los momentos creatives de la Doctrina que
nos hermand, siend la azn de nuestras vides
‘Cuando Evita venla sobre una nube de altos tacos casi sin
rozarlas maderas del piso significaba jornada de buen humo:
"Se dan cuenta?, empezé la primavera. a que ne saben
‘quign es el caballo de La Plata?”
Nombré aun zaino que coria en el hipédremo, ganador en
las ihtimas carreras.
“No es un alto mandatario muy pesado..."
Lo habia apodado “caballo” ylo nombra, Nos causé gracla
Amime gusta proponer adivinanzes
—Ese caballo escribié un libro,
Que libro?
—Cémo pienso,
El dia transcurre en paz. Evita va y viene muy jovial rae un
expediente
"Leé las tltimas resoluciones”
Las leo, Son justas. Ella confia en mé firma al pie y se va a
otra offcina.Frena en la mitad del piso del gran registro de la
Fundacién,
“Ala siete vamos al bartia de La Culona. Te acordés?”
[Me acuerdo, me acuerdo. Se les otorgé un crédito a pagar
cémodamente por material de instalacon de barrioy lovendis,
Esa vez sacudié a La Culona ya su pareja la insuite de hombre
ahombre.Ojalé fuera sélo un cuento de vecindario que habia reincid
doen la venta
La generosidad de Evita era ilimitada; la paciencia, no tanto:
las broneas, expantosas,
La primera veo repuso la dadiva luego del golpe y las pala
brotas,
El chisene era flso, La Culona y sus hijs estaban contentos
cena casita.con bah instalado, Habian echado al hombre.
Vino el encargada de administra ol barrio que antes fuera
villa infame,
“Te vay a dar la guita; encargate de hacer las cosas bien... y
por favor, no jodan con cuentos"
ofa Juanay Blanca no hablaban asl dams finas Evita sale
a don Juan Duarte El caudilo de Los Toldos. En época de Bar-
celd, en Avellaneda, son conservadores. ila habla como don
Suan.
En dias de la Epoca Infame, al corrligionario reiterative en
‘ondlucta lo ponia en el cepo a sl. El tipo se asaba coma los
Chinchutines, os chorizos y demés exquisiteces parillerss. Sino
S€ Isola, no voivia 2 rebar, na degotiar, ni aincenasar.
La hija menor no llegaba a tanto, sélo cacheteaba, lo mas,
arrojaba algo pesado, un ladtill, una maceta a la cabeza del
atortante,
Donde hubo villorrios brotaron barrios dscipinades, chicos
cescolares, hospitales,
Una noche de verano volviamos de una requisabarrial cerca
‘de una iglesia en el umbral de un edifcio; un viejo sentado con
las piernas alo largo llamaba por sefas a la nena que se guare-
cla tras una columns,
Evita hizo frenar ef auto y bajamos. Interrag6 al viejo que
‘mostraba una lastimadura importante en la pierna. Coseta era
le nena, igual a ia de Victor Hugo en Los miserables Evita le
vant6y la evamos en el auto. Fue destinada @ un instituto de
recuperacin, Alvigjoloasié en un hospital para quele curaran
la gangrena,
El secretario de la CGT, Espejo, sola aconsejar a Perén; Perén
slempre decidié por si mismo. Le digo Evita
—iSabe, sefiora, que dicen que Perén es muy coqueto?
—Es pri, pero le gusta perfumarse.. Me parece que es
ts por hacer un chist.
{Usted no se vai enojar?
—No, te prometo que no.
—Dicen que es muy coqueto porque hace cagadas con Es-
pejo.
Se id mucho.
Mir, Aurora, a mi marido no le gustan los chistes ni las
imitaciones, er el teatro, donde sea, Pero cuando esté de buen
humor, se lo cuento.
‘Se muestra muy contentay pide das tazas de te Prequntan
2 la persona de maestranza sihay alguna galletit, Traera te con
—iNo sabés oto chiste?
—iSobre Perén, sefora?
Miri sies de mi, te cacheteo.
—Dicen que habla en Mar del Plata une piadra enorme
donde se sentaban los turistas, que de repente Jesaparecié. De
pronto, colacaron un gran cartel que decia:"Perén cumple, am
pliacién del Océano Atlantico™
Ella me alaba
—Sos una genia, hija de putaSegunda ParteANOS INFAMES Y EVA AVENTURERA
Pirata de los ensuetios peligrosos. en afias infames, sa-
tia en busca de trabajo. Habia irazado ruta a una aventura
muy suya donde aparecia histidnica
No podria tetroceder, no después del desamarre del
puerto conocido donde estaba el nido original. A proa, el
bbarco con la pirata que inauguraba imaginada ciudadela
caso imposible, Pero no.
Despuntaba el aio 1944. Un enera caliente cuando jun-
o_a Perdn develo su amor la pareja estaba junto al gene-
ral Mercante, que encabezaba el GOU (Grupo de Oficiales
lla y Ayacucho, con Perén y en Habitaciones separadas, A
8. Ya significaba dentro del incipiente peronismo, donde
Ellideraba magna idea
Eva actriz, al aire radial y popular, ensofaba, interpre-
Lando el papel de Carlota de México y Sarah Bernhardt, en
“Tiempos draméticos”
Los estudiantes universitarios platenses inventamos fa
sigla DLDL, convirtiendo un logo verde ilo para solapa
No fuimos muchos, por entonces, decididas ala ihisionada
aventura Ye lucia ese escarapeia en mis rajes eon solapas.
Fn el patio de lo Facultad de Humanidades, Gustavo
Garefa Saravi me dedieé un evarterBsa gue leva ef bot
con el logo DLDE
5a es otra gue fe hele
las potas a Per
Se insinuaba la divisién de la masa universitaria: los ex
adherentes a la Década Inlame y las revolucionaries.
‘cto seguide al recitado de la estrofa, bien armada en,
fondo y forma, se ay6 un tirateo: un revolucionario corrié
al poeta que hua por la calle Siete. EI caso es emtendible
porque Gustave estaba casado con una hija del ex inten:
dente Berto, La sangre no llegé alti.
La mamé de Gustave Garcia Sarai levé a la Untoreria
4 que lavaran los inspitados pantalones
DLDL estaba dedicado al presidente de facto Remiser. fe
deciamos: “Dele, dele general”, pidiéndole que le otorgara
la Secretaria de Trabajo y Prevision a Juan Domingo Peréu
coronel N° 7 en la lista de la GOV, Perén le habia dicho:
‘General Rantitez, cow esta palalica te moveré el pais? ¥
movi las masas obreras.
La popularidad det militar y politico crecia como el Rio
de Ia Plata duramte la tormenta que la devoraba.
La milicada fruncié el ceo: detuvieron a Pern y lo le
varon a Martin Garcia,
Perdin envid una misiva a Evita, diciéndole que abando:
hacia la politica y se casaria con ella. Las esbirros abrieron
el sobre y se tranquilizaron.
‘Alguien importante en Ios medins de comunicacion, en
tones Eva, transmits su alegera. Su novlo, detenide en ta
isl, seria de su sinica propiedad.
Mediaba 1945, Todo el pueblo, especialinente el abe
raj, enardeci. EI 17 de vetubre satinios @ romper ta Casa
Roseda. No pudimos Hlegar, pues Jevanarun los puentes
Algunos compatietos decididos, de Berisso y Ensenada,
se tiraron al rio y no sé qué habré pasado con ellos, No.
sotr0s nos consolamos con bombas Molatoy, desttozand:
Vidrieras; volaban los tranvias por el aite, denso, con guar
dda y todo. Respetamos las iglesias. Hasta hoy lesionan el
ser cristiano del peronismo diciendo que las hemos incen-
diado. Se ha comprobado que la depredacién vino desde
adento.
Los milicos, con Jos pantalones fragantes coino los del
poets trovador, enviaron avién a la isla. Al diabélieo got
peteo del portalén de la Rosada, respondieron con el bal:
cin ensefiando al hombre, Perdin. El general Pedro Pablo
Ramirez, presidente de facto, despertaria de su suefio de
dictador. Ahi esté la verdad,
‘Momento audaz, terminante. Volvié el hombre, volvié la
‘esperanza, Sall6 al baleén, Camisa blanca come la del per
sonaje de Goya en la pesadilla “Los fuslamientos del 3 de
mayo", mas ésta de ahora estaba repleta de decisin a uit
‘menester tirando hacia el futuro. “Mejor que deci es hacer,
‘mejor que prometer es realizac.” El desconocido del cuadeo
de Goya fue amortajado,
La palabra “compaiero” resoné altiva, Evita participaria
Por radio, el estalido y sus consecuencias
“Companteros” entré esplendoroso en los pechas lacera
ddos de injustas decadencias,
Expresiones distintas habia en los rostros decididos a
defender la Causa, la Docttina “cueste lo que cuestey caiga
quien caiga’
DLDL consiguié que el ministra Edelmiro Farrell ascen
dliera al coronel en el recinta de Justicia y lamara a elecciores limpias. Habia rostros erribles, como los de los eiuda~
anos conjurados en Paris el 14 de julio de 1789,
Ta marcha era la Marsellesa: “Vamos, compafiero. Va
‘mos, compaiiera”
Dele, dele General Juan Domingo Pern, mejor es reall:
ar. Lo hicimos.
a Década Infame, a la mierda. Igual quedaron resabios
de los 30-40.
Populaciones del campo, de los suburbios, del centro
turbano sintieron la calma de los tiempos anteriores al 30:
40. Lmaginar un retroceso al inflerno, en los espivitus del
‘cados, aminoré entusiasmos. La dicha absoluta resulta im.
posible. Todos los hombres son mortales, Perdn es hombre,
Perén es mortal
‘Adin Iejano “Perén vuelve” en las paredes de! exo.
El ministro de Guexta Edelmiro Farrell y Juan Domingo
‘Perén exigieron la renuncia de Pedro Pablo Ramirez. Habla
cstallado la contienda germano-japonesa. Europa intere
saba en cuanto a la situacin argentina donde los cargos
signtticaban causales le devsiones, diabie 9 er
Estado en democracia o caer en dictadura entonces, el sa
caificio de la comunidad popular fracasaria y seria induda:
ble el regreso a lo ya superado.
Renunciaria Ramirez, en susillon se sentaré Farrell, que
designé a Perdn en el Ministerio de Guerra. Caerén caberas
coronadas, romperd cadenas de un tiempo electoral, eeu
en alza meritoria el general Pern, vicepresidente de la
Nacin Argentina, su Paiia.
‘Seguiré andando el proceso “todo en su medida y armo:
niosamente” hacia la tu
Sufrié la novia por los enormes amores y odios que é!
espertaba: envidia en los altos mandos que temian caer de
sus empinamientos sociales y ser investigados. Por esto, el
lider en la creel temia por el Moviniiento, Recuperd una
libertad de piso movedizo, Peligraba el camino en ascenso
Nada results fel: andaba sobre brass; sobre el filo de una
espada y en el desierto de un abandon; mas nunca rena
i a su ideal, El duro sei -
jor con sangee indigena deventda
de la abuela materna, y sorda del padre, no cedetia,
‘Todo recupers el 17 de octubre. Seria ciudadano ilustre
de varias generaciones este militar que ejecutabo metoclias
en el piano, dominaba los idiomas francés, inglés, italiano
yalemn _
Perén fue el dltimo lider de los tiempos.PIRANA
La novia comparia unos suefos borrascosos. Nunca
abandonaria ensofiaciones que la decoraban, irradiando le
imagen de ese alto seiior, duro seftor, y sus manos bellas y
cilidas
Corren dos versiones acerca del encuentro que To sell6
hasta la desaparicin fisica de ella. O tal ver tos unig en
forma distinta, porque a su medida y manera, fallecieron
Juntos
Después de la desaparicin Isies de Evita el duro seior
esapareeis, restando poco de él
sin es lo “Historia de In Plrafia®. Ta se
sgunda, la que cuenta Perén.
En el Luna Park, el General asistia a un espectaculo de
boxeo del Mono Gatica, acompailado de una muchacha
cuyo sobrenombre, “Pieafa’, respondia a sus dientes pun:
tiagudos, Morocha barrial, amante de él
nice la multitud, junto a una actriz de reparto, Evita
atisbaba que Pirafia dejaria su butaca, Piraiia se levants y
fue al toilette, Evita, de inmediato, ocupé el sitio. Desde
‘entonces no se separaron,
La despechada dientuda desaparecié dela escena. Cuen
tan lenguas dispersas aflladas que Evita entrenté a la cui
ada con bravo empaque. De todo este no hay seguridad,
Version historica resulta la del General, que dice cane
i ala Abanderada de los Humildes durante el terremoto
de San Juan y que no se separaron nunca mas. Valga la de
Pirafia como nota colorida que oj de boca de una compan
ya de Unién Bésica porque nunca conoci a Pirafa
No tengo que saberlo todo. En la vida de los humanos:
hhay intraseendenclas no crefbles y ademas no tendria nada
de extraordinario que el General sesintiera ateaido por una
dentadura grande y en punta
Lapirafia es un pececito muy pequetio cuya dentadura
‘enorme y agresiva come cuanto se mueve en el agua
Las pirafias actéian en bandada para devorar la victima
accidentada, sea humano 0 animal. En paces minutos que-
dda s6lo et esqueleto. Un caballo desbocado que cayera al
agua 0 un caballo muerto serian hueso mondo en menos
de cinco minutos, durante los cuales son wictimas de una
tisfechas, "
Gatica triunf6 en el ving, dedicando el triunfo al lider
Veron se aceres y el deportista agatté con su toscs manava
la elegante mano que se le tendia,
“Mi General: dos potencias se saludan en el Lun Park,
Perén también habia ganado una batalla: EvitaBODA EN LA IGLESIA SAN FRANCISCO
DE LA PLATA
nace deo. ambovneron ae
Shove en lon exprtusdesuscontmpordneos,pretendiendo
: is eeccones
haben de contract mupcas por dul un 22 de 00
viembee, Hasta el 10 de dilembre,sogitariano. Ese da a
“Sita e lls Son Franco pltese vc al pa
due sazvedr
Sexe tempo catico hay una aia con la imagen de
ta virgen de Ie Rosa que aj de Koma ay Hea de Ke
punto de rons de miar Greco, con wanes ojos ra
alanine, que rezuman el eto Spero de To Epox
Feet, lay rosa ye entorno en aspectos de cetabo de
Todor de ivan os personajes eles populares.
Povece que fe enanarte dfs Cruradas que marcharon
f once tecapera el Santo Sepulr ema pols
vn elatleni armontos dea capi el padre Samo
posh, nhs por decree del destino. SY pore sin
saber, tal vex me preparé para esto, caine si hubiea sabi
ddo que algin dia iba a tomarine esta responsabilidad y este
privilegior
Adlaro que el libro fo eseribié un espaiiol porque Evita
‘carecia de letta, pero fue ella quien le diets los temas,
Comenzaré la barahinda de las preelecciones que una
‘mujer encabezaria junto 2 su marido,
1a luz inund6 el territorio de la Patsia Argentina con la
clardad que esta dama prendia y contagiaba,
Tuve la sensacidn visual. acaso fuera alucinacién, de wn
ran ato de oto puro en torno a esa criatura extraordinaria
‘que deslumbraba. ¥ no devendtia ni del atuendo ni de! jo-
yo) sino de una sumisin muy suya a una incretble magni-
lud, Sent alegria y pena, pues toda liz habré de apagarse,
todo verdor desaparecers
‘Mas este ser eludia cualquier silogismo, cualquier eva
Iuacton matematica cronol6gica: estara breve y para siem
pre protegida por ese marco de oro fino en rara perma
nencia triunfonte de olvido. Me aterroricé al verla; al ola,
Lemblé. *Volveré y seré millones.” Eso pensé al conocetla,
Eva estaba aby estaba vibrando en un ambiente contra
dictorio de aplausos y maldiciones, en la intensa vistud del
‘Alma de la Fternidad; todo le seria dado; todo le serfa qui-
tado y al cabo, murié. Regres6, Ests agai,
Gonzéler Tun, en un cuento, refiriéndose al destin
dle un ser extraiio poematiz6: “Murlé del mal de mariposa
Su muerte inquieta. Muerte por una mariposa, Inquieta
sa partida dejé la huella en cada flor”
sla mariposa negra de Zitarrosa, Luto es el suy.
Eva sobrevolaba de fundacién en fundacidn, y reunis
los polielinicos desvalijadus, inservibles por obra de! lar