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3s SoaRE EL EQUILIBRIODE Los IO RReS SOC

y LA IMPARCIALID DEi hs TADO RN RL

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ARRU

Fl Os;et₁vo de este texto

blemas desde la

RCP Es hacer una ₑXpOS¡ ¡

detallada de estos

dos pro

teoría del poder En El (e¡ , SÍIIO, sobre

brindar ¥gunas pautas O COmentafios generales al estu

para que cuente con una hoja de ruta del tema.

todo,

diantede Derecho

Empecemos por el equilibrio de pCidefessocialesen el país. Creo que

podemos admitir que hay una gran cantidad de colectivos (o grupos de

interés) en seria desventaja de poder y de institucionalización. Sin que se

pretenda afinar una agenda con jerarquías, tenemos, en primer lugar, la

exclusión social de las mujeres (de la economía y de la decisión política),

que no cuentan con candes

de expresión de sus intereses. En segundo

lugu, otro grupo que debe tenef tratamiento prioritario, p f Stl déficit de

poder, es el de los ciudadanos miembros de comunidades campesinas y nativas, que no son


consultados

para redactar una sola ley ni para tomar una decisión de Estado. En tercer lugar, hace fdta

consolidar el poder de
lo3 tfabajadores, tanto autónomos como subordinados, para equilibrar en dgo la supremacía
de los

empresarios. Obviamente, esta consolidación debería realizarse en pardelo con una


democratización

necesaria en el seno de las organizaciones sindicdes. Por último, debemos pensar también en
los

ambientdistas o en los micro y pequeños empresarios,por señda Otfos ejemplos.

Actu£mente, existen en el Perú poderes tan fuertes como fueron

los de los terratenientes en su momento. Las empresasmineras, con su

pfetendido éxito, dictan paut> de vida en materia laboral, administrativa,

ambiental, etcétera. Las

trasnacion£es, como Telefónica, tienen tanta

ÍHÉuencia en la sociedad que a

menudo tratan de imponerse sobre los

Colectivosmásdébiles, t£ como lo demuestra su dta litigiosidad eii juicit3S

constitucionales por violación de derechos fundament¥es.

ÜStos poderes fuertes no apuestan,

obviamente, por el consenso,

ya que sus influencias sobre l¡1S Instancias d« poder son m4S

efectivas.

£n Shina, los enfrentamientos entfe poderes hall

abandonado las cdles

93

TEOIADID CHO
y se han transportado, en la actualidad, a las oficinas de los

del Estado con capacidad de decisión.

De otra parte, la pocialidad del Estado muchas veces se Nebr

cuando hay intereses de grupos dominantes en juego, sobre todo económico.En este contexto,
el

Estado pierde independencia cuando se somete a las pautas de dominio de otros poderes
gubernamental

p fuertes. Recordemos que Atados Unidos exigió al Perú emitir cienu normas jurídicas como

condición para suscribir el Tratado de Líbfe

Comercio (TLC). Al respecto, creemos que si bien no habría por qué este en contra de dichos

tratados, hay que evitar que estos sirvan de pretexto para extender situaciones de
dominación.

Obviamente, el Estado peruano también pierde independencia cuando accede a los


condicionamientos de

empresas transnacionales.

En consecuencia, si sc advierte el déficit nacional, es imposible imaginar un ordenamiento


jurídico

peruano inclusivo de todos los intereses y los grupos de poder en juego. Por tanto, la única
forma

de lograr dicha inclusión es asumiendo, en primer lugar, que el derecho es un reflejo de

esta situación. Por eso, si el jurista tiene un sentido de justicia dcmoctaÚCO› debe preocuparse

por influir en estos cambios.

1.4. PoDERES SOCIALES AUTOEXCLUIDOS DEL ORDEN IEN’0

JURÍDICO ESTATALEN EL PRU

Hasta ahora nos hemos referido a alguno5poderes sociales que le d‹39*

la hegemoRía d EStado con el fin de que el ordenamiento jurídicO de

nación admita sus intereses. Sin embargo, hay muchos centrosdC Q

que forman sus propios ordenamientos al

margen del ofdC<


estatal.

Por el alcance de su poder, como

ya se dijo, buscan Cfr sus

propias estructuras (órg

anos de

emisión y aplicación de

,ul.

'°'^°’u P• P 3=siiode actuación. Ya nos hemos referÍdO á

católica o á III FIFA C mO ejemplos de estos ordenamientos át¡tóoO 0

dgl EStado y que le disp•taIl su poder.

ELMER GUILLERMO ACR ORTIZ

hora bien, estos dos casos mencionados tienen la particularidad de que su poder reside en ser

instituciones globales con gran presencia en las pgCiones. Por ello, me gustaría presentar en
este

breve análisis del poder p el Perú dos casos de auroexclusión del ordenamiento estatal que sin

representara poderes de jerarquía mundial han logradosu independencia.

1.4.1•L°'formalidad

cumplir con la formalidad es cumplir con el ordenamientojurídico estatd, mientras que actuar
al

margen de tal sistematización implica tener actos o actividades informales. Los individuos no
son

informales en sí mismos, sino que dicha característica recae sobre sus actividades. De Soto ha

dejado entrever que este fenómeno abarca todos los incumplimientos de normasjurídicas que
sean
tolerables por los ciudadanos (2009). Así,

por ejemplo, un narcotraficante o un contrabandista al contravenir normas penales no solo es


un

informal, sino también un delincuente.

Por lo demás, la tolerancia a ciertos incumplimientos normativos representa un fenómeno más


social

que jurídico. Por ejemplo, para muchos es inadmisible que un juez del Estado peruano reciba
una

remuneración mínima vital por debajo de lo que señalan las norma5. No obstante, la
ciudadanía, como

concepto abstracto, puede tolerar estos incumplimientos por parte de un empleador, aún más
si su

empresa es pequeña y recién se está consolidando. O puede admitir que un individuo no


pague sus

impuestos debido a que sus ingresos son muy exiguos o no tiene trabajo. Asimismo, puede
convivir

con las combls O los taxis pirata, puesto que son una herramienta de trabajo para miles de

desempleados. Tal parece que la informalidad admite incumplimientos de nofmas jurídicas


estatales,

como efecto reflejo de lo que ocurre en la realidad

económica. Trataré de explicarlo de la siguiente manera: nuestra

economía de tercer mundo tiene la característica de tener una pequeña día de capital y un
limitado

ritmo de acumulación del mismo; por ello, termina excluyendo del sector formal a una gran
masa de

mano de obra. Acto seguido, los trabajadores excedentes se ven obligados

TzoW DELDFBP.CHO

a buscar su propio trabajo para poder sobrevivir @vacarros en la vía píiblica› ambulaatBS,

obladores hmanos sin registros, etcétera). Obsérvese, que no

de asen •• ,

Gobiernad,
costos de la informalidad, como sugiere De Soto, sino imp1em•nte

traba estmctural que mia a un gran sector de la población. mfonnq

busca sobrevivir.

Sin duda, este fenómeno que busca la sobrevivencia de ciertos Ej-jj

y que por eso es tolerado por la población, nada tiene que vercon los bolsones de informalidad

fiaudulenta que también existe en nuestropaís.

Ahora bien, desde el punto de vista jurídico, el salto a la informdidad

no significa pasar a un ámbito de la vida desregalado. Al contrario, en la mayoría de los casos,


la

informalidad supone el paso a una mera regulación. Las reglas estatales son sustituidas por
reglas

impuestas por la autonomía privada. Algunas veces serán directivas dentro de an grupo social

jurídicamente institucionaJizado (por ejemplo, un grupo de pobladores de una invasión de


tierras se

ponen de acuerdo en apfobar un estatuto, elegir una junta directi ’a i‘/o cuestiones mínimas
como

la forma de lotización). 1 otras no habra uri.mii›:icióii social institucionkizada,pero sí habrán

costumbres o zcuc úvs ciii re sujetos ‹determinados (por ej¢m§l0, los ambulantes aposrados co
la

«He xc figcn por una costumbrepa* dividirse la vía pública).

En realidad, como se f’c, en estos casos la autoexclusión no impuesta por grupos de niuCho
poder

cconómlCO o político, quiza Stl áyOr poder es el de la consideración de la conciencia sOC1 •

informalidad es un fenómcno de tipo económico que, ComO e iii !"O' tiene efectos
irnpOrt2fl[US ppyq

cl derecho. Los grupos de

Perú son creadores de normas jurldicas (fuera del ordenarnientO j•

estatal).

1•‘ 2• CO dades campesinas y nativas

La pluralidad CCII tL1 ill de nuest io país hace impOSibJe P

hOmogeneización del derecho paratodos los ciudaCÍanOS.


EL.MIER Gui O ICE ORTIZ

J;¡s y naüvas son centros de poder jurí£licamenteinstitucionalizados cuentan con fines propios,
con

órganos o personas legitimados dictar y aplicar normas. Cuentan con costumbres ancestrales

,nuchas ocasiones entran en contradicción con las normas del

ordenamiento estatal.

Unade estas costumbres es el servinncny o matrimonio a prueba, que

C qJ¡Steen legitimar socialmente una convivcncia cntre varón en edad de trabajar y mujer

adolescente (desde los doce años). Obviamente, quienes confofman el matrimonio a prueba
son menores

de edad, los cuales son

¡ncapacu absolutossegún el Código Civil. Por ranto, aquí hay un choque

de ofdenamientos jurídicos quc se construyen sobre la base de culturas

diferentes.

H»ta Ía Constitución de 1979 no cxisrió voluntad de reconocer a las comunidadescampesinas y


nativas

corno un ordenamiento jurídico. Es más, en la Carta de 1933 el artíctllO 212 scñalaba que «El

estado dictará la legislación civil, penal, económica, cducacional y administrativa, que las

peculiares condiciones de los indígenas exigen», confirmando la voluntad imperialista del


Estado.

Recién en 19/9, el artículo 149 señaló que:

[L]as autoridades de las comunidades campesinas y nativas, con el apoyo de las rondas
campesinas,

pueden ejercer las funciones jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad


con el

derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales de la persona.

De este modo estas comunidades se convierten en centros de poder con


facultadesjurisdiccionales

cuando se trata de aplicar costumbres. Pero Íá Qguntaque queda pendiente es: ¡eso implica
que una
directiva de las illltO£Ídades, que no es una costumbre, puede ser aplicada también en el

seno de lascomunidades?

Finalmente, de nuevo vale la pena resaltar que las comunidades

eRCÍOIlildas en este artículo constitucional BIO cuefltan COR im pOdt r

' C › OlÍtico ni económico mayor que el del Estado. Aquí, lo que prima

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es la decisión estatal, como poder mayor, de querer respetar cultural en el Perú. Y ello encaja

perfectamente cofl III

autoexclusión de estas organizaciones, porque el orden°^* e^*O jurí¢¡C

estatal no se ajusta a sus necesidades ni intereses.

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