Professional Documents
Culture Documents
Lectura 2
Lectura 2
IALRS
ARRU
blemas desde la
detallada de estos
dos pro
todo,
diantede Derecho
lugu, otro grupo que debe tenef tratamiento prioritario, p f Stl déficit de
para redactar una sola ley ni para tomar una decisión de Estado. En tercer lugar, hace fdta
consolidar el poder de
lo3 tfabajadores, tanto autónomos como subordinados, para equilibrar en dgo la supremacía
de los
necesaria en el seno de las organizaciones sindicdes. Por último, debemos pensar también en
los
efectivas.
93
TEOIADID CHO
y se han transportado, en la actualidad, a las oficinas de los
cuando hay intereses de grupos dominantes en juego, sobre todo económico.En este contexto,
el
Estado pierde independencia cuando se somete a las pautas de dominio de otros poderes
gubernamental
p fuertes. Recordemos que Atados Unidos exigió al Perú emitir cienu normas jurídicas como
Comercio (TLC). Al respecto, creemos que si bien no habría por qué este en contra de dichos
tratados, hay que evitar que estos sirvan de pretexto para extender situaciones de
dominación.
empresas transnacionales.
peruano inclusivo de todos los intereses y los grupos de poder en juego. Por tanto, la única
forma
esta situación. Por eso, si el jurista tiene un sentido de justicia dcmoctaÚCO› debe preocuparse
anos de
emisión y aplicación de
,ul.
hora bien, estos dos casos mencionados tienen la particularidad de que su poder reside en ser
instituciones globales con gran presencia en las pgCiones. Por ello, me gustaría presentar en
este
breve análisis del poder p el Perú dos casos de auroexclusión del ordenamiento estatal que sin
1.4.1•L°'formalidad
cumplir con la formalidad es cumplir con el ordenamientojurídico estatd, mientras que actuar
al
margen de tal sistematización implica tener actos o actividades informales. Los individuos no
son
informales en sí mismos, sino que dicha característica recae sobre sus actividades. De Soto ha
dejado entrever que este fenómeno abarca todos los incumplimientos de normasjurídicas que
sean
tolerables por los ciudadanos (2009). Así,
que jurídico. Por ejemplo, para muchos es inadmisible que un juez del Estado peruano reciba
una
remuneración mínima vital por debajo de lo que señalan las norma5. No obstante, la
ciudadanía, como
concepto abstracto, puede tolerar estos incumplimientos por parte de un empleador, aún más
si su
impuestos debido a que sus ingresos son muy exiguos o no tiene trabajo. Asimismo, puede
convivir
con las combls O los taxis pirata, puesto que son una herramienta de trabajo para miles de
economía de tercer mundo tiene la característica de tener una pequeña día de capital y un
limitado
ritmo de acumulación del mismo; por ello, termina excluyendo del sector formal a una gran
masa de
TzoW DELDFBP.CHO
a buscar su propio trabajo para poder sobrevivir @vacarros en la vía píiblica› ambulaatBS,
de asen •• ,
Gobiernad,
costos de la informalidad, como sugiere De Soto, sino imp1em•nte
busca sobrevivir.
y que por eso es tolerado por la población, nada tiene que vercon los bolsones de informalidad
informalidad supone el paso a una mera regulación. Las reglas estatales son sustituidas por
reglas
impuestas por la autonomía privada. Algunas veces serán directivas dentro de an grupo social
ponen de acuerdo en apfobar un estatuto, elegir una junta directi ’a i‘/o cuestiones mínimas
como
costumbres o zcuc úvs ciii re sujetos ‹determinados (por ej¢m§l0, los ambulantes aposrados co
la
En realidad, como se f’c, en estos casos la autoexclusión no impuesta por grupos de niuCho
poder
informalidad es un fenómcno de tipo económico que, ComO e iii !"O' tiene efectos
irnpOrt2fl[US ppyq
estatal).
J;¡s y naüvas son centros de poder jurí£licamenteinstitucionalizados cuentan con fines propios,
con
órganos o personas legitimados dictar y aplicar normas. Cuentan con costumbres ancestrales
ordenamiento estatal.
C qJ¡Steen legitimar socialmente una convivcncia cntre varón en edad de trabajar y mujer
adolescente (desde los doce años). Obviamente, quienes confofman el matrimonio a prueba
son menores
diferentes.
corno un ordenamiento jurídico. Es más, en la Carta de 1933 el artíctllO 212 scñalaba que «El
estado dictará la legislación civil, penal, económica, cducacional y administrativa, que las
[L]as autoridades de las comunidades campesinas y nativas, con el apoyo de las rondas
campesinas,
cuando se trata de aplicar costumbres. Pero Íá Qguntaque queda pendiente es: ¡eso implica
que una
directiva de las illltO£Ídades, que no es una costumbre, puede ser aplicada también en el
seno de lascomunidades?
' C › OlÍtico ni económico mayor que el del Estado. Aquí, lo que prima
77
es la decisión estatal, como poder mayor, de querer respetar cultural en el Perú. Y ello encaja