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DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 1
Fecha: 14 abril 2017.
2989 palabras – 13:17.

Sumario:

1. Administración pública y derecho.


2. Sistemas de sometimiento de la Administración: el sistema anglosajón y el sistema
continental.
3. Singularidades del sistema español.
4. La posición de la Administración ante los tribunales: especial referencia a sus privilegios
procesales.
5. El principio de autotutela.
6. Los interdictos y la Administración.
7. Los conflictos jurisdiccionales.

1. ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Y DERECHO.

I. La Administración pública.

1. Concepto.

La Administración pública se puede definir como una organización, integrada por una serie de entes,
al servicio de la comunidad, que gestiona sus intereses colectivos.

2. Notas que la caracterizan.

Desarrollando la anterior definición, cabe extraer las siguientes notas que caracterizan a la
Administración:

1.ª Pluralidad de entes. La Administración es una organización que se integra por una
pluralidad de entes. Dentro de la Administración pública española cabe distinguir diversas esferas: la
correspondiente a las Administraciones públicas territoriales, que son la Administración del Estado, las de
las comunidades autónomas y la Administración local, de una parte; y la Administración institucional, de
otra. Dentro de cada ente existen, a su vez, una pluralidad de órganos.

2.ª Gestión de los intereses colectivos. La Administración gestiona los intereses colectivos
de la comunidad, es decir, los intereses públicos, que dependen del ordenamiento constitucional y la sociedad.

3.ª La Administración está al servicio de la comunidad. La Constitución establece: «La


Administración pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de
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eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al


derecho» (artículo 103.1).

4.ª Funciones. La Administración pública, en su función de satisfacer los intereses públicos,


ejerce una función heterogénea: además de aplicar las leyes, también puede dictar reglamentos.

II. El derecho administrativo.

1. Concepto del derecho administrativo.

Son múltiples las definiciones que se han dado del derecho administrativo. SANTAMARÍA PASTOR
considera inútil dar una definición del derecho administrativo, y señala que solo tiene sentido ofrecerla desde
el punto de vista del derecho positivo, dado que existen artículos en muchas normas que hablan del derecho
administrativo.

Hay fundamentalmente dos concepciones: material u objetiva y subjetiva.

1) Concepción material u objetiva: estima que el derecho administrativo es el derecho


regulador de la administración entendida como una actividad.

2) Concepción subjetiva: entiende que el derecho administrativo es el que regula el sujeto


Administración pública. Es la más aceptada; dentro de ella hay dos posiciones:

a) Concepción orgánica: estudia el sujeto Administración pública suponiéndolo una


organización. Es mantenida, entre otros, por GARRIDO FALLA, que define el derecho administrativo como
aquella parte del derecho público que determina la organización y el comportamiento de la Administración del
Estado, y que disciplina sus relaciones jurídicas con el ciudadano.

b) Concepción personalista o estatutaria: es sostenida, como más significado, por


GARCÍA DE ENTERRÍA, que define el derecho administrativo como un derecho de naturaleza estatutaria, que
regula las Administraciones públicas.

2. Administración pública y derecho administrativo.

Por otra parte, SANTAMARÍA PASTOR dice que es un error decir que el derecho administrativo es el
derecho de la Administración pública, por dos razones:

— El derecho administrativo no se aplica solo a la Administración; ni siquiera ella es el


principal sujeto al que está destinado. Por ejemplo, regula también la actividad de los servicios de apoyo a los
órganos constitucionales. Él dice que los destinatarios principales del derecho administrativo son los terceros
que se relacionan con la Administración, que en realidad ostenta un papel secundario en el derecho
administrativo.

— La Administración pública no se rige solo por el derecho administrativo; de hecho, es


cada vez más corriente que la Administración haga uso de técnicas del derecho privado.
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2. SISTEMAS DE SOMETIMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN: EL


SISTEMA ANGLOSAJÓN Y EL SISTEMA CONTINENTAL.

I. La sumisión de la Administración al derecho.

Una etapa decisiva en la configuración de la Administración contemporánea fue la Revolución


gloriosa de Reino Unido de 1688, que cristalizó en la bill of rights de 1689 (carta de derechos) y supuso la
consagración del rule of law o imperio de la ley, es decir, la sumisión del monarca y la Administración a la ley
y, por tanto, al Parlamento. A ella siguieron la Constitución de Estados Unidos de 1787 y la Revolución
francesa de 1789 y la Declaración de derechos del hombre y el ciudadano.

La sumisión a la ley se plasma en la necesidad de que la Administración, en todas sus actuaciones, se


ajuste al derecho, y para ello se establecen los medios de reacción adecuados.

II. Sistemas de sometimiento.

1. Sistema anglosajón o del rule of law.

El sistema anglosajón, o del rule of law, que significa imperio de la ley, supone la sumisión total de
la Administración al derecho común.

Sus características principales son:

1.ª Supremacía del derecho común. No existe un derecho especial aplicable a la actividad de
la Administración.

2.ª La fiscalización de la actividad administrativa se lleva a cabo por los tribunales ordinarios.

3.ª La Administración carece de privilegios y prerrogativas. Ante la ley es un particular más.

4.ª Existe un procedimiento muy riguroso para dictar los actos administrativos y reglamentos.

5.ª No existe la presunción de legitimidad en la actuación de la Administración.

2. Sistema continental o de régimen administrativo (o régime administratif).

Las características del sistema continental, francés o de régimen administrativo son las siguientes:

1.ª La Administración dispone de amplios poderes exorbitantes, prerrogativas, y, en


definitiva, de potestades tales como la de sancionar, expropiar, ejecutar sus propios actos, etc.

2.ª Al ser un poder jurídico, dispone de una potestad extraordinaria, cual es la


reglamentaria, en virtud de la cual la Administración forma su propio ordenamiento jurídico.
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3.ª La Administración se encuentra regulada no por el derecho común, sino por un derecho
especial, que es el derecho administrativo.

4.ª En materia de responsabilidad existen reglas diferentes de las del derecho civil.

5.ª La fiscalización de la actividad administrativa no se realiza por los tribunales ordinarios,


sino por un órgano de la propia Administración, como es el Consejo de Estado francés.

3. SINGULARIDADES DEL SISTEMA ESPAÑOL.

El sistema español de sumisión de la Administración al derecho sigue el sistema continental, aunque


ofrece peculiaridades propias.

Del sistema continental se toma el hecho de que la Administración está sujeta a un ordenamiento
especial, que es el derecho administrativo; cuenta con potestades exclusivas, como la de autotutela y la
reglamentaria, y privilegios; su responsabilidad se rige también por reglas especiales contenidas en la
Constitución y en la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público de 2015, y no por el Código Civil.

Ahora bien, siguiendo el sistema anglosajón, la actuación administrativa está sometida al control
jurisdiccional (artículo 106.1 de la CE). Además, su sumisión al ordenamiento jurídico es absoluta: el
artículo 103.1 de la CE dice que la Administración actúa con sometimiento pleno a la ley y al derecho, es decir,
está sometida no solo a la ley, sino también al resto del ordenamiento (y al derecho), incluidos sus propios
reglamentos.

4. LA POSICIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN ANTE LOS TRIBUNALES:


ESPECIAL REFERENCIA A SUS PRIVILEGIOS PROCESALES.

La Administración no ocupa respecto a los tribunales la misma posición que cualquier otro sujeto, sino
que tradicionalmente ha gozado de una serie de privilegios procesales.

Tales privilegios procesales se regulan en la Ley 52/1997, de 27 de noviembre, de Asistencia


Jurídica al Estado e Instituciones Públicas. Son:

1.º Fuero territorial de las Administraciones públicas (artículo 15 y d. a. 4.ª). Para conocer
de los pleitos civiles en los que el Estado y las comunidades autónomas sean parte son competentes
exclusivamente los juzgados y tribunales que tengan su sede en las capitales de las provincias y en Ceuta y
Melilla (en el caso del Estado) y, en el caso de las comunidades autónomas, también aquellos que la tengan en
la capital de la comunidad autónoma (artículo 15 y d. a. 4.ª).

2.º Suspensión del plazo de contestación para consulta (artículo 14 y d. a. 4.ª). La ley
faculta a los abogados del Estado y a los letrados de las comunidades autónomas para pedir al juez civil, en el
momento de recibir el primer traslado, citación o notificación del órgano jurisdiccional, la suspensión del
proceso para recabar antecedentes para la defensa y elevar una consulta, en su caso, a la Dirección del Servicio
Jurídico del Estado (o del órgano correspondiente de la comunidad autónoma) (artículo 14 y d. a. 4.ª).
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3.º Ejecución de depósitos y cauciones (artículo 12). Las Administraciones públicas estarán
exentas «de la obligación de constituir los depósitos, cauciones, consignaciones o cualquier otro tipo de
garantía previsto en las leyes» (artículo 12, párrafo 1.º).

4.º Interrogatorio de parte (artículo 315 de la LEC). Se releva a los representantes de las
Administraciones públicas del deber de comparecer personalmente ante el tribunal para el interrogatorio de
las partes, quienes deberán remitir sus respuestas por escrito (artículo 315.1 de la LEC).

5. EL PRINCIPIO DE AUTOTUTELA.

A diferencia de los particulares, la Administración está capacitada como sujeto de derecho para tutelar
por sí misma sus propias situaciones jurídicas, sin necesidad de recabar la tutela judicial.

La autotutela constituye un enorme privilegio para la Administración, y se manifiesta en otros


privilegios más concretos:

a) El privilegio de decisión unilateral o autotutela declarativa (artículo 39.1 de la LPAC):


significa que la Administración puede exigir determinadas conductas a los ciudadanos, sin necesidad de
impetrar el auxilio de los tribunales, a diferencia de los particulares.

Este privilegio está recogido en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento


Administrativo Común de las Administraciones Públicas, cuando establece: «Los actos de las
Administraciones públicas sujetos al derecho administrativo se presumirán válidos y producirán efectos desde
la fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa» (artículo 39.1).

b) Privilegio de decisión ejecutiva o autotutela ejecutiva (artículos 38 y 99 de la LPAC):


significa que la Administración puede usar su propia coacción sobre los ciudadanos para obligarles a cumplir
lo decidido unilateralmente por ella, sin necesidad de recabar el apoyo de los tribunales.

Este privilegio está recogido en la LPAC:

— Artículo 38: «Los actos de las Administraciones públicas sujetos al derecho


administrativo serán ejecutivos con arreglo a lo dispuesto en esta ley».

— Artículo 99: «Las Administraciones públicas, a través de sus órganos competentes


en cada caso, podrán proceder, previo apercibimiento, a la ejecución forzosa de los actos administrativos, salvo
en los supuestos en que se suspenda la ejecución de acuerdo con la ley o cuando la Constitución o la ley exijan
la intervención de un órgano judicial».

6. LOS INTERDICTOS Y LA ADMINISTRACIÓN.

En el ámbito interdictal surgen varias particularidades, teniendo en cuenta la posición que puede
adoptar la Administración pública:
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I. Potestad de recuperación posesoria o interdictum propium.

Mediante la potestad de recuperación posesoria (o interdictum propium), la Administración puede, sin


impetrar el auxilio de los tribunales, retener y recuperar la posesión de sus cosas y derechos. Pero no se puede
usar para recuperar o reivindicar la propiedad; para ello debe acudir a los tribunales.

Este interdicto o potestad de recuperación podrá ejercitarse en cualquier tiempo, si se trata de recuperar
la posesión de los bienes demaniales (ya que los bienes de dominio público son imprescriptibles, según el
artículo 132.1 de la CE); y antes de que transcurra 1 año, contado desde el día siguiente a la usurpación, cuando
se trate de recuperar la posesión de los bienes patrimoniales. Pasado dicho plazo, para recuperar la posesión
de estos bienes deberá ejercitar las acciones correspondientes ante los órganos del orden jurisdiccional civil
(artículo 55 de la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas).

II. Los interdictos contra la Administración.

La LPAC consagra el principio de la inmunidad interdictal (hoy procesos para la tutela sumaria de la
posesión de los números 3.º a 6.º del artículo 250.1 de la LEC) de la Administración al disponer: «No se
admitirán a trámite [las] acciones posesorias contra las actuaciones de los órganos administrativos realizadas
en materia de su competencia y de acuerdo con el procedimiento legalmente establecido» (artículo 105)1.

En sentido contrario, sí son admisibles los interdictos que se dirijan contra actuaciones de la
Administración que no reúnan esos requisitos, como las vías de hecho.

7. LOS CONFLICTOS JURISDICCIONALES.


LO 2/1987, 18 mayo.

I. Concepto.

Los conflictos jurisdiccionales se dan cuando existe discrepancia entre los tribunales y la
Administración sobre la competencia para conocer de un asunto.

Se regulan en la Ley Orgánica 2/1987, de 18 de mayo, de Conflictos Jurisdiccionales.

II. Requisitos subjetivos (artículos 1 a 3).

1) Órgano competente para resolverlos (artículos 1 de la LCJ y 38.1 de la LOPJ): es el tribunal


de conflictos de jurisdicción, presidido por el presidente del Tribunal Supremo y del que forman parte 2
magistrados de la sala de lo contencioso-administrativo del TS y 3 consejeros permanentes del Consejo de
Estado (artículos 38.1 de la LOPJ y 1 de la LCJ).

2) Órganos competentes para plantearlos (artículos 2 y 3). Puede plantearlos cualquier juzgado o
tribunal a la Administración (artículo 2), o, en el ámbito de la Administración del Estado, los miembros del


1
El art. 101 de la LPAC de 1992 era calcado a este, solo que en vez de hablar de acciones posesorias hablaba de interdictos, dado que usaba la
terminología de la LEC de 1881.
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Gobierno, delegados y subdelegados del Gobierno, altos estamentos militares y delegados de Hacienda; en el
de las cc. aa., los órganos que señalen sus estatutos; y en la Administración local, el presidente de la
corporación (artículo 3).

III. Tramitación.

1. Conflictos positivos.

Son aquellos en que los dos órganos involucrados reclaman para sí la competencia.

1) Planteamiento.

a) Si el conflicto lo plantea un órgano jurisdiccional (artículo 9). Según el


artículo 9:

1. «El juez o tribunal que, por su propia iniciativa o a instancia de parte,


considere de su jurisdicción un asunto de que está conociendo un órgano administrativo, deberá, antes de
requerirle de inhibición, solicitar el informe del Ministerio Fiscal, que habrá de evacuarlo en plazo de 5 días.
Si decide a su vista formalizar el conflicto de jurisdicción, dirigirá directamente al órgano que corresponda
[…] un requerimiento de inhibición», en el que citará «los preceptos legales que sean de aplicación al caso
y aquellos en que se apoye para reclamar el conocimiento del asunto.

2. El órgano requerido, una vez que reciba el oficio de inhibición, dará vista,
si los hubiere, a los interesados en el procedimiento, para que se pronuncien en el plazo común de 10 días».
Deberá pronunciarse en 5 días «si mantiene su jurisdicción o si acepta la solicitud de inhibición. […]».

b) Si el conflicto lo plantea un órgano administrativo (artículo 10). Según el


artículo 10:

1. «Cuando un órgano administrativo […] entienda, de oficio o a instancia de


parte, que debe plantear a un juzgado o tribunal un conflicto de jurisdicción, dará en primer lugar audiencia a
los interesados en el expediente, si los hubiere.

2. Si el órgano administrativo acuerda […] plantear el conflicto de


jurisdicción, dirigirá [un] oficio de inhibición al juez o tribunal», en el que expresará «los preceptos legales
a que se refiere el artículo 9.1 [es decir, los preceptos legales que sean de aplicación al caso y aquellos en que
se apoye para reclamar el conocimiento del asunto].

3. […].

4. Recibido el requerimiento, el juez o tribunal dará vista a las partes y al


Ministerio Fiscal por plazo común de 10 días para que se pronuncien y dictará [un] auto, en el plazo de
5 días», por el que mantendrá o declinará «su jurisdicción.

5. […]».

c) Suspensión de las actuaciones (artículo 11). Tan pronto se reciba el requerimiento


de inhibición, debe suspenderse el curso del procedimiento, aunque se adoptarán con carácter provisional
las medidas imprescindibles que procedan, salvo si el requerimiento se dirige a un órgano jurisdiccional
penal o que esté conociendo de un asunto tramitado por el procedimiento de tutela preferente de los derechos
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y libertades fundamentales, en cuyo caso la suspensión solo se hará en el momento de dictar la sentencia
(artículo 11).

Si no dejan de conocer y no están dentro de los casos en que la ley les permite seguir
conociendo, cometerán el delito del artículo 509 del Código Penal.

2) Conducta del requerido y resolución (artículo 12):

a) Conformidad con la inhibición (artículo 12.1). «Cuando el requerido muestre su


conformidad con el oficio de inhibición, lo hará saber en el plazo de 5 días al órgano que tomó la iniciativa»,
y le remitirá «las actuaciones…» (artículo 12.1).

b) Disconformidad con la inhibición (artículos 12.2). En cambio: «Si el requerido


decide mantener su jurisdicción, [lo] oficiará inmediatamente al» requirente y le anunciará «que queda así
formalmente planteado el conflicto de jurisdicción, y que envía en el mismo día las actuaciones al presidente
del tribunal de conflictos», y le requerirá «que él haga lo propio en el mismo día de recepción. […]»
(artículo 12.2).

2. Conflictos negativos (artículo 13).

Se dan cuando los órganos rechazan la competencia.

En relación con ellos, el artículo 13 dice:

1. «Quien viere rechazado el conocimiento de un asunto de su interés tanto por el juez o


tribunal como por el órgano administrativo que él estime competente, podrá instar un conflicto negativo de
jurisdicción.

2. Una vez que se haya declarado incompetente, en resolución firme, la autoridad judicial o
administrativa a la que inicialmente se hubiese dirigido, el interesado se dirigirá, acompañando [una] copia
auténtica o [un] testimonio fehaciente de la resolución denegatoria dictada, a la otra autoridad.

3. Si también se declara incompetente, el interesado podrá formalizar sin más trámites y en el


plazo improrrogable de 15 días el conflicto negativo de jurisdicción, mediante [un] escrito dirigido al tribunal
de conflictos de jurisdicción, al que se unirán [las] copias de las resoluciones de las autoridades administrativa
y judicial, que se presentará ante el órgano jurisdiccional que se hubiera declarado incompetente. Este elevará
las actuaciones al tribunal de conflictos de jurisdicción y requerirá al órgano administrativo que hubiera
intervenido para que actúe de igual forma, todo ello en [el] plazo de 10 días.

4. […]».

IV. Resolución del conflicto (artículos 14, 17 y 19).

El tribunal de conflictos dará vista de las actuaciones a la Administración y al MF por el plazo común
de 10 días, y resolverá mediante sentencia en los 10 días siguientes (artículo 14).

La sentencia declarará a quién corresponde la jurisdicción controvertida o que el conflicto fue


planteado incorrectamente (artículo 17).

La sentencia se publicará en el BOE y se notificará a las partes, y se devolverán las actuaciones a


quien corresponda la competencia (artículo 19).
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DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 2
Fecha: 8 octubre 2016.
2965 palabras – 13:11.

Sumario:

1. El sistema de fuentes del derecho administrativo.


2. El reglamento.
3. Relaciones entre ley y reglamento.
4. Reserva de ley, competencia y jerarquía normativa.
5. El principio de inderogabilidad singular.
6. Circulares e instrucciones: su valor.
7. Otras fuentes del derecho administrativo: la costumbre y el precedente administrativo.
8. Los principios generales del derecho.

1. EL SISTEMA DE FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO.

Las fuentes del derecho administrativo se rigen por el mismo sistema de fuentes general, proclamado
en el artículo 1 del CC, que dice: «Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los
principios generales del derecho».

Sin embargo, el derecho administrativo presenta particularidades importantes:

1.ª Relevancia del reglamento. En esta materia tiene especial importancia el reglamento,
producido por la propia Administración.

2.ª Pluralidad de entes productores de normas. Es un ordenamiento en el que existen


numerosos entes productores de normas: el Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales
(provincias, islas y municipios), sin perjuicio del ordenamiento jurídico de la Unión Europea.

2. EL REGLAMENTO.

I. La potestad reglamentaria.

La potestad reglamentaria es el poder en virtud del cual la Administración dicta reglamentos.

La Constitución reconoce expresamente la existencia de la potestad reglamentaria y atribuye su


ejercicio al Gobierno (artículo 97), sin perjuicio de la existencia de otros titulares de dicha potestad, de lo que
luego se tratará.
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II. Concepto del reglamento.

Se puede definir el reglamento como una norma escrita dictada por la Administración en el ejercicio
de una potestad propia (la potestad reglamentaria), de rango inferior a la ley.

En la legislación se les suele llamar disposiciones generales.

III. Naturaleza jurídica del reglamento; su diferencia con los actos administrativos.

La generalidad de la doctrina considera que el reglamento es una fuente del derecho administrativo,
pues:

a) El reglamento integra e innova el ordenamiento jurídico; el acto administrativo se limita


a aplicarlo al caso concreto.

b) El reglamento se consolida con su aplicación; el acto administrativo se agota con su


cumplimiento.

El problema es que en ocasiones un acto o un reglamento se exteriorizan a través de un mismo


instrumento jurídico (como un real decreto o una orden ministerial), lo que plantea problemas a la hora de
determinar si se está ante un acto o un reglamento. Aunque hay varios criterios para tratar de diferenciar
los actos administrativos y los reglamentos, el criterio que suele acoger la jurisprudencia para distinguirlos es
el de la innovación del ordenamiento: el reglamento innova el ordenamiento jurídico, mientras que el acto lo
aplica.

IV. Clases de reglamentos.

Se pueden realizar numerosas clasificaciones de los reglamentos:

a) Por su relación con la ley: ejecutivos e independientes.

— Reglamento ejecutivo: es el que desarrolla lo establecido en una ley.

— Reglamento independiente: no desarrolla ninguna ley, sino que opera en un


ámbito distinto del regulado por la ley. Es una consecuencia de la potestad reglamentaria originaria de la
Administración, y se utiliza en el ámbito de su organización interna.

b) Por sus efectos: normativos y administrativos:

— Reglamentos normativos: se refieren a las llamadas relaciones generales de


poder, y regulan cuestiones que afectan a los ciudadanos.

— Reglamentos administrativos: se refieren a cuestiones administrativas, como a la


materia orgánica o a las conocidas como relaciones de supremacía especial (que afectan, por ejemplo, a los
funcionarios). Por ello, sus efectos se despliegan sobre las personas que se encuentran dentro de la propia
organización administrativa.
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V. Procedimiento de elaboración (artículo 26 de la LG).

En cuanto a los reglamentos estatales, su elaboración se regula en el artículo 26 de la Ley 50/1997,


de 27 de noviembre, del Gobierno (añadido por la Ley 40/2015, de 1 de octubre; anteriormente se contenía
en el artículo 24).

1) Iniciativa. La elaboración parte de la iniciativa del centro directivo competente (por


ejemplo, un ministerio); a diferencia de las leyes, que, salvo excepciones, pueden ser aprobadas a iniciativa
ciudadana, no existe una iniciativa popular en el ámbito de los reglamentos.

2) Estudios y consultas. «Su redacción estará precedida de cuantos estudios y consultas se


estimen convenientes para garantizar el acierto y la legalidad de la norma».

3) Consulta pública. «Se sustanciará una consulta pública […] con carácter previo a la
elaboración del texto, en la que se recabará [la] opinión de los sujetos potencialmente afectados por la futura
norma y de las organizaciones más representativas…».

4) Memoria del análisis de impacto normativo. «El centro directivo competente elaborará
con carácter preceptivo una memoria del análisis de impacto normativo», entre cuyos apartados figuran los
relativos al impacto económico y presupuestario y al impacto por razón de género.

5) Informes y dictámenes preceptivos y estudios y consultas facultativos. «A lo largo del


procedimiento de elaboración de la norma, el centro directivo competente recabará, además de los informes y
dictámenes que resulten preceptivos, cuantos estudios y consultas se estimen convenientes para garantizar el
acierto y la legalidad del texto».

6) Informe de la secretaría general técnica. «En todo caso, […] los proyectos de
disposiciones reglamentarias deberán ser informados por la secretaría general técnica del ministerio o
ministerios proponentes».

7) Audiencia pública. «Sin perjuicio de la consulta previa a la redacción del texto de la


iniciativa, cuando la norma afecte a los derechos e intereses legítimos de las personas, el centro directivo
competente publicará el texto en el portal web correspondiente, con el objeto de dar audiencia a los
ciudadanos afectados y obtener cuantas aportaciones adicionales puedan hacerse por otras personas o
entidades. Asimismo, podrá recabarse directamente la opinión de las organizaciones o asociaciones
reconocidas por [la] ley que agrupen o representen a las personas cuyos derechos o intereses legítimos se vieren
afectados por la norma y cuyos fines guarden relación directa con su objeto». El plazo de audiencia será de
15 días hábiles, reducible a 7 días de forma motivada.

8) Dictamen del Consejo de Estado. «Se recabará el dictamen del Consejo de Estado u
órgano consultivo equivalente, cuando fuera preceptivo o se considere conveniente».

9) Sometimiento a la CGSES y aprobación por el Consejo de Ministros. «Cumplidos los


trámites anteriores, la propuesta se someterá a la Comisión General de Secretarios de Estado y
Subsecretarios y se elevará al Consejo de Ministros para su aprobación…».

10) Aprobación, publicación y entrada en vigor. Aprobada la norma por el Consejo de


Ministros, se ordenará su publicación en el BOE. Entrará en vigor en el momento que el mismo reglamento
señale o, en su defecto, a los 20 días de su publicación (artículo 2.1 del Código Civil).
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VI. Nulidad de los reglamentos y sus garantías.

El artículo 47.2 de la LPAC dice: «… serán nulas de pleno derecho las disposiciones administrativas
que

— vulneren la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango superior,

— las que regulen materias reservadas a la ley

— y las que establezcan la retroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables o


restrictivas de derechos individuales».

Por tanto, los reglamentos que infringen el ordenamiento jurídico solo pueden ser nulos de pleno
derecho; a diferencia de los actos administrativos, los reglamentos no pueden ser anulables.

Los reglamentos nulos pueden ser corregidos a través de dos vías: administrativa y judicial.

1) Vía administrativa: anulación de oficio (artículo 106.2 de la LPAC). Los reglamentos


no son recurribles en vía administrativa (solo judicial). Pero la LPAC dispone: «En cualquier momento, las
Administraciones públicas, de oficio y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo
equivalente de la comunidad autónoma, si lo hubiere, podrán declarar la nulidad de las disposiciones
administrativas en los supuestos previstos en el artículo 47.2» (artículo 106.2).

2) Vía judicial. En vía judicial existen dos garantías frente a los reglamentos ilegales:

a) Inaplicación de los reglamentos ilegales. Según la LOPJ: «Los jueces y tribunales


no aplicarán los reglamentos o cualquier otra disposición contraria a la Constitución, a la ley o al principio de
jerarquía normativa» (artículo 6).

b) Recurso contencioso-administrativo. Según la Constitución: «Los tribunales


controlan la potestad reglamentaria…» (artículo 106.1). Este control corresponde a los tribunales del orden
contencioso-administrativo, a través de dos tipos de impugnación:

— Recurso directo (artículos 25 y 46.1 de la LJCA): a través de él se


impugna directamente el reglamento; el recurso debe interponerse en el plazo de 2 meses desde la publicación
(artículos 25 y 46.1 de la LJCA).

— Recurso indirecto (artículo 26 de la LJCA): consiste en impugnar un


acto de aplicación del reglamento y, a la vez, impugnar el reglamento en que dicho acto se basa; a través de
esta vía se ataca un reglamento cuyo plazo para recurrirlo ha precluido ya, pero cuya nulidad causa también la
nulidad del acto administrativo que se dictó con base en él, que es el que se recurre directamente (artículo 26).

3. RELACIONES ENTRE LEY Y REGLAMENTO.

1) Jerarquía normativa. La articulación entre la ley y el reglamento se realiza sobre el principio de


jerarquía, que implica que el reglamento está subordinado a la ley, la Constitución, el derecho de la UE y el
derecho internacional en general (que tienen una posición superior a la de la ley).

2) Reserva de ley. Complemento del principio de supremacía de la ley es el principio de reserva de


ley en ciertas materias.
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3) Delegación o habilitación legislativa. Pero estos principios, de los que se tratará con más detalle
en el epígrafe siguiente, pueden alterarse mediante la técnica de la delegación o habilitación legislativa. Esta
delegación legislativa puede ser de tres tipos:

1.º Delegación recepticia: supone que el legislador habilita al Gobierno para que dicte una
norma con rango de ley, prevista en el artículo 82 de la Constitución, que da lugar a los decretos legislativos,
que tienen rango de ley, a pesar de ser dictados por el Gobierno.

2.º Remisión normativa: se trata de aquellos casos en que una ley remite al reglamento la
tarea de completar la regulación de dicha ley.

3.º Deslegalización: se da cuando una ley autoriza que un reglamento regule una materia antes
regulada por una ley, siempre que no esté reservada a la ley por la Constitución.

4. RESERVA DE LEY, COMPETENCIA Y JERARQUÍA NORMATIVA.

I. Principio de reserva de ley.

El principio de reserva de ley implica la existencia de materias que solo pueden ser reguladas por ley.
Ofrece dos vertientes: la reserva material y la formal.

1) Reserva material de ley: significa que determinadas materias solo pueden ser reguladas
por ley. En este sentido, la Constitución reserva a la ley la regulación de sus contenidos más relevantes.

A este respecto, la LPAC dispone: «Los reglamentos y disposiciones administrativas no


podrán vulnerar la Constitución o las leyes ni regular aquellas materias que la Constitución o los estatutos de
autonomía reconocen de la competencia de las Cortes Generales o de las asambleas legislativas de las
comunidades autónomas. […]» (artículo 128.2). De hacerlo, serán nulos (artículo 47.2).

2) Reserva formal de ley: significa que una materia, que no está reservada a la ley, desde el
momento en que es regulada por una ley ya no puede ser regulada por un reglamento. Da lugar a la llamada
congelación del rango, en cuya virtud una norma nueva ha de tener, por lo menos, igual rango a la que sustituye
o innova.

II. Principio de competencia.

El principio de competencia significa que el reglamento solo puede emanar del órgano que tiene la
competencia para dictarlo.

Según el artículo 128.1 de la LPAC: «El ejercicio de la potestad reglamentaria corresponde

— al Gobierno de la nación,

— a los órganos de gobierno de las comunidades autónomas, de conformidad con lo


establecido en sus respectivos estatutos,

— y a los órganos de gobierno locales, de acuerdo con lo previsto en la Constitución, los


estatutos de autonomía y la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local».
2-6

También la tienen los ministros, pues, entre otras funciones, les corresponde: «Ejercer la potestad
reglamentaria en las materias propias de su departamento» (artículo 61.a de la LRJSP).

También hay que advertir que distintos órganos constitucionales tienen atribuida la potestad
reglamentaria, como las cámaras legislativas, y también los organismos reguladores, que pueden dictar
circulares o instrucciones, como el Banco de España.

Un reglamento dictado por un órgano no competente será nulo de pleno derecho por contravenir lo
dispuesto en la norma (de rango superior) que fija la competencia (artículo 47.2 de la LPAC).

III. Principio de jerarquía normativa.

El principio de jerarquía normativa, proclamado con carácter general en el artículo 9.3 de la


Constitución, supone atribuir una estructura jerárquica al ordenamiento jurídico-administrativo.

En los reglamentos, el principio de jerarquía se proyecta en dos direcciones:

1.ª Se proclama la supremacía de la Constitución y de la ley sobre el reglamento, pues la


Administración está sometida plenamente a ambas, como precisan los artículos 9.1 y 103.1 de la Constitución,
y, por tanto, también sus reglamentos. Pero también están sujetos al derecho internacional y al de la UE, que
son superiores incluso a la ley.

2.ª Pero también se establece una jerarquía interna entre los mismos reglamentos, que se
encuentran subordinados entre sí jerárquicamente, en función de los órganos de que proceden: 1.º reales
decretos del Consejo de Ministros; 2.º órdenes de las comisiones delegadas del gobierno; 3.º órdenes
ministeriales; y 4.º disposiciones de autoridades y órganos inferiores, según su propia jerarquía.

En este sentido, la LPAC señala: «Las disposiciones administrativas se ajustarán al orden de jerarquía
que establezcan las leyes. Ninguna disposición administrativa podrá vulnerar los preceptos de otra de rango
superior» (artículo 128.3); de hacerlo, será nula de pleno derecho (artículo 47.2).

5. EL PRINCIPIO DE INDEROGABILIDAD SINGULAR.


Art. 37 LPAC.

El reglamento puede ser derogado por la misma autoridad que lo dictó, que también puede modificarlo.
Lo que no puede hacer la autoridad que lo dictó, ni siquiera otra superior, es derogar el reglamento para un
caso concreto, esto es, establecer excepciones privilegiadas a favor de una persona determinada, que es en lo
que consiste el principio de la inderogabilidad singular.

La LPAC recoge este principio en su artículo 37, que dice:

1. «Las resoluciones administrativas [o actos administrativos] de carácter particular no podrán


vulnerar lo establecido en una disposición de carácter general, aunque aquellas procedan de un órgano de igual
o superior jerarquía al que dictó la disposición general.

2. Son nulas las resoluciones administrativas que vulneren lo establecido en una disposición
reglamentaria, así como aquellas que incurran en alguna de las causas recogidas en el artículo 47».
2-7

La justificación de la regla se ha encontrado en el principio de legalidad, pues el artículo 103.1 de la


Constitución establece la sumisión de la Administración a todo el ordenamiento, al decir: «La Administración
pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa […] con sometimiento pleno a la ley y al derecho».
Es decir, la Administración está sometida no solo a la ley, sino también al resto del ordenamiento y, en
particular, a sus propios reglamentos.

6. CIRCULARES E INSTRUCCIONES: SU VALOR.


Art. 6 LRJSP.

La LRJSP dispone en el artículo 6.1:

«Los órganos administrativos podrán dirigir las actividades de sus órganos jerárquicamente
dependientes mediante instrucciones y órdenes de servicio.

Cuando una disposición específica así lo establezca o se estime conveniente por razón de los
destinatarios o de los efectos que puedan producirse, las instrucciones y órdenes de servicio se publicarán en
el boletín oficial que corresponda, sin perjuicio de su difusión de acuerdo con lo previsto en la Ley 19/2013,
de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno».

También se emplea el término circular, aunque impropiamente, para designar las órdenes que se dan
a las personas vinculadas por una relación de supremacía especial o simplemente para designar auténticos
reglamentos (como ocurre con las que emiten el Banco de España o la CNMC).

Las circulares e instrucciones de servicio se aprueban por la voluntad del órgano superior, sin
necesidad de seguir un procedimiento formalizado ni de su publicación, salvo la excepción mencionada.
En el orden interno, su eficacia jurídica es plena, pues vinculan a los órganos jerárquicamente dependientes.

En cuanto a su valor, aunque no son reglamentos y no tienen aplicación general, la LRJSP dice
también: «El incumplimiento de las instrucciones u órdenes de servicio no afecta por sí solo a la validez de
los actos dictados por los órganos administrativos, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria en que se
pueda incurrir» (artículo 6.2).

7. OTRAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO: LA


COSTUMBRE Y EL PRECEDENTE ADMINISTRATIVO.

I. Costumbre.

En virtud del principio de legalidad, que obliga a la Administración a no poder actuar sino con base
en una potestad previamente atribuida por una norma y conforme a ella, la costumbre tiene un papel muy
limitado en el derecho administrativo.

Sin embargo, algunas organizaciones han sido administrativizados muy recientemente, y hasta
entonces se regían por la costumbre. Por ello, el legislador remite a la costumbre para su regulación. Así sucede
con el concejo abierto, que ajusta «su funcionamiento a los usos, costumbres y tradiciones locales»
(artículo 29.3 de la LBRL); o respecto del de los jurados de riegos, que actúan «de acuerdo con la costumbre
2-8

y el procedimiento propios de los mismos» (artículo 82 del texto refundido de la Ley de Aguas, aprobado por
el Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio).

II. Precedente administrativo.

Distinto de la costumbre es el precedente administrativo, que es la resolución por la Administración


de manera constante de casos iguales.

No es una fuente del derecho administrativo, pero vincula a la Administración, que no puede
apartarse del precedente sin justificarlo; lo contrario sería arbitrario. Así, la LPAC impone el deber de motivar:
«Los actos que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes…» (artículo 35.1.c).

8. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO.

Los principios generales del derecho sí desarrollan una importante función en el ordenamiento jurídico
administrativo, pues es un ordenamiento muy cambiante, que necesita de unos principios que doten de
estructura fija a la base de la normativa administrativa.

No obstante, la mayoría se han ido incorporando a las normas escritas, y algunos gozan de
proclamación constitucional. Por ejemplo, el artículo 9.3 de la Constitución reconoce los principios de
legalidad, jerarquía normativa, publicidad de las normas, irretroactividad de las disposiciones sancionadoras
no favorables o restrictivas de derechos individuales, responsabilidad de los poderes públicos e interdicción
de la arbitrariedad de los poderes públicos.
3-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 3
Fecha: 15 junio 2017.
2993 palabras – 13:18.

Sumario:

1. Las Administraciones públicas, I.


2. El régimen jurídico del sector público.
3. La personalidad jurídica de las Administraciones públicas.
4. Tipología de los entes públicos.
5. Teoría de la organización administrativa.
6. Principios de las relaciones entre las Administraciones públicas.

1. LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, I.

El artículo 149.1.18.ª de la Constitución atribuye al Estado la competencia exclusiva, entre otras


materias, sobre las bases del régimen jurídico de las Administraciones públicas y el procedimiento
administrativo común.

Su regulación se contiene:

— Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las


Administraciones Públicas.

— Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público.

2. EL RÉGIMEN JURÍDICO DEL SECTOR PÚBLICO.

Con la expresión régimen jurídico del sector público se alude a los aspectos orgánicos del sector
público.

Según el artículo 2.1 de la LRJSP, el sector público comprende:

a) «La Administración General del Estado.

b) Las Administraciones de las comunidades autónomas.

c) Las entidades que integran la administración local.

d) El sector público institucional».


3-2

3. LA PERSONALIDAD JURÍDICA DE LAS ADMINISTRACIONES


PÚBLICAS.

Según el artículo 2.3 de la LRJSP: «Tienen la consideración de Administraciones públicas la


Administración General del Estado, las Administraciones de las comunidades autónomas, las entidades que
integran la administración local, así como los organismos públicos y entidades de derecho público» vinculados
o dependientes de las anteriores.

Y el artículo 3.4 dice: «Cada una de las Administraciones públicas del artículo 2 actúa para el
cumplimiento de sus fines con personalidad jurídica única».

4. TIPOLOGÍA DE LOS ENTES PÚBLICOS.

Aunque los distintos tipos de entes públicos han variado a lo largo del tiempo, se puede establecer una
tipología, para lo que se suelen utilizar cuatro distinciones fundamentales:

— Entes territoriales y no territoriales.

— Corporaciones e instituciones.

— Forma pública o privada de personificación.

— Y régimen público o privado en las relaciones del ente.

I. Entes territoriales y no territoriales.

La distinción entre entes territoriales y no territoriales se realiza según el papel que el territorio juega
en la configuración del ente: en los territoriales aparece como algo esencial de su propia naturaleza, lo que
no sucede en los no territoriales.

Las diferencias entre ambos son:

a) Por el ámbito de ejercicio de sus potestades. El poder de los entes territoriales se


extiende sobre la totalidad de la población existente en el territorio. Los entes no territoriales actúan sus
poderes sobre las personas que están en el ámbito de su competencia.

b) Por sus fines. Los entes territoriales se caracterizan por la universalidad de sus fines. Los
entes no territoriales, por la especialidad de sus fines.

c) Por las potestades de que son titulares. La universalidad de los fines de los entes
territoriales implica la atribución de poderes públicos superiores (potestad reglamentaria, expropiatoria, etc.),
que no se reconocen a los entes no territoriales.
3-3

d) Por la posibilidad de crear entes instrumentales. Los entes territoriales pueden crear
entes instrumentales para la consecución de sus fines. Los entes no territoriales se limitan a gestionar un
servicio concreto que les ha sido atribuido por un ente territorial.

De lo establecido en el artículo 137 de la Constitución se deduce que son entes territoriales el Estado,
las comunidades autónomas, provincias, islas y municipios; dan lugar a la Administración del Estado, las de
las comunidades autónomas y las Administraciones locales (diputaciones provinciales, cabildos y consejos y
ayuntamientos).

II. Entes de base corporativa y entes de base institucional.

1. Corporaciones e instituciones.

En principio, la distinción entre los entes de base corporativa o corporaciones y los entes de base
institucional o instituciones es la misma que se puede establecer en el derecho privado entre las corporaciones
y fundaciones. Según GARCÍA DE ENTERRÍA, la corporación es un grupo de personas organizadas en torno al
interés común de todas ellas y con la participación de ellas en su administración; la institución es un conjunto
de medios materiales y personales afectados por un fundador a la gestión de una finalidad propuesta por él.

Dentro de las corporaciones y de las instituciones se pueden diferenciar varias clases.

2. Clases de corporaciones.

a) Corporaciones territoriales. Los entes locales son genuinamente corporaciones, aunque


de carácter territorial, ya que sus representantes son integrantes de los órganos de la Administración
correspondiente, no así los otros entes territoriales (Estado y comunidades autónomas), que no integran con
sus representantes los órganos de la Administración respectiva.

b) Corporaciones sectoriales de base privada. Las corporaciones sectoriales de base privada


son grupos de personas asociadas alrededor de una finalidad específica, y en ellas la cualidad de miembro está
determinada por una condición objetiva que está relacionada con el fin corporativo específico. Tal sucede con
los colegios profesionales. Este tipo de corporaciones solo pueden considerarse Administraciones públicas en
la parte en que ejercen funciones públicas.

c) Corporaciones interadministrativas. Son entes formados mediante la federación de


varios entes administrativos en vista de una gestión común, normalmente de tipo consorcial.

3. Clases de instituciones.

Las principales instituciones son las instituciones privadas y las instituciones públicas:

— En las instituciones privadas, el fundador es una persona mortal o fugaz, y en ellas el


elemento patrimonial es fundamental.

— En las instituciones públicas, el fundador es una Administración pública, y en ellas el


elemento patrimonial pasa a un segundo término; se las suele llamar Administraciones institucionales, y
3-4

abarcan una pluralidad de entes. En lo que se refiere al sector público institucional ESTATAL, el artículo 84.1
de la LRJSP dice que lo integran «las siguientes entidades:

a) Los organismos públicos vinculados o dependientes de la Administración General


del Estado, los cuales se clasifican en:

1.º Organismos autónomos.

2.º Entidades públicas empresariales.

b) Las autoridades administrativas independientes.

c) Las sociedades mercantiles estatales.

d) Los consorcios.

e) Las fundaciones del sector público.

f) Los fondos sin personalidad jurídica.

g) Las universidades públicas no transferidas».

III. Formas de personificación y régimen jurídico en sus relaciones externas.

Tradicionalmente, los entes públicos han adoptado formas públicas de personificación, con
exclusión de las formas privadas y del régimen jurídico propio del derecho privado, en el sentido de que toda
su actuación estaba regida por el derecho público.

No obstante, hoy día la Administración está creando con normalidad entes institucionales bajo formas
privadas de personificación, y dispone también el sometimiento de tales entes en sus relaciones externas e
incluso internas al régimen del derecho privado. Tal sucede, por ejemplo, con las entidades públicas
empresariales, parte de cuyo estatuto se rige por el derecho privado.

5. TEORÍA DE LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA.

En el estudio jurídico de la organización de la Administración se suelen distinguir dos zonas: una


dinámica, constituida por los principios que la informan; otra estática, referida a los órganos que la integran.

I. Principios informadores de la Administración.

Los principios que informan la Administración se pueden sistematizar de la siguiente forma:


3-5

1. Principios generales.

a) Principios constitucionales (artículo 103.1 de la CE).

El artículo 103.1 de la Constitución dispone: «La Administración pública sirve con objetividad
los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de 1eficacia, 2jerarquía, 3descentralización,
4
desconcentración y 5coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al derecho». Lo reitera el párrafo 1.º del
artículo 3.1 de la LRJSP.

1.º Principio de eficacia: impone que la Administración no solo tiene que satisfacer
las necesidades colectivas, sino que ha de hacerlo eficazmente.

2.º Principio de jerarquía: implica que en la organización administrativa los órganos


se distribuyen por niveles, y los inferiores están subordinados a los superiores.

3.º Principio de descentralización: implica la distribución de las potestades


administrativas en función del territorio.

4.º Principio de desconcentración: implica la atribución de las funciones


administrativas a órganos inferiores.

5.º Principio de coordinación: implica arbitrar técnicas para lograr la unidad de


actuación de la Administración y que sirvan de complemento al principio de jerarquía, a fin de coordinar la
actividad de órganos que no estén subordinados entre sí.

6.º Deber de objetividad: implica la neutralidad y la imparcialidad de la


Administración en la actuación.

7.º Sometimiento pleno a la ley y al derecho: implica la sumisión plena de la


Administración a todo el ordenamiento, no solo a la Constitución y la ley, sino también a las demás fuentes
del derecho y, en particular, a sus propios reglamentos.

b) Principios legales (artículo 3.1.II de la LRJSP).

El artículo 3.1 de la LRJSP reproduce en su párrafo primero el artículo 103.1 de la


Constitución. Pero añade otros principios, pues en el párrafo 2.º establece que las Administraciones públicas:
«Deberán respetar en su actuación y relaciones los siguientes principios1:

1) Servicio efectivo a los ciudadanos.

2) Simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos.

3) Participación, objetividad y transparencia de la actuación administrativa.

4) Racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de las


actividades materiales de gestión.


1
La ley en realidad expone esto usando letras.
3-6

5) Buena fe, confianza legítima y lealtad institucional.

6) Responsabilidad por la gestión pública.

7) Planificación y dirección por objetivos y control de la gestión y evaluación de los


resultados de las políticas públicas.

8) Eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados.

9) Economía, suficiencia y adecuación estricta de los medios a los fines


institucionales.

10) Eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos.

11) Cooperación, colaboración y coordinación entre las Administraciones públicas».

2. El principio de competencia.

Consideración aparte, por la relevancia que posee, merece el principio de competencia.

1) Concepto de competencia.

La competencia, en un sentido general, es el conjunto de intereses y potestades asignado por


el ordenamiento jurídico a cada ente y a cada uno de los órganos que lo integran.

2) Criterios para la delimitación de la competencia.

Para que un órgano sea competente, es necesario que tenga competencia objetiva, territorial y
jerárquica:

— Competencia objetiva: se refiere a que las potestades y funciones que esté


ejercitando le vengan atribuidas por el ordenamiento jurídico.

— Competencia territorial: se refiere a que el órgano las esté ejercitando dentro de


sus límites territoriales.

— Competencia jerárquica: significa que tales competencias no vengan atribuidas


a otros órganos superiores o inferiores.

3) Transferencia de la competencia.

La asignación de una competencia no es rígida ni inamovible; el sistema normativo establece


diversas técnicas de traslación competencial.
3-7

El artículo 8.1 de la LRJSP dispone: «La competencia es irrenunciable y se ejercerá por los
órganos administrativos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de delegación o avocación,
cuando se efectúen en los términos previstos en esta u otras leyes».

Cabe diferenciar según que la transferencia se realice entre entes o entre órganos, y, en cada
uno de estos supuestos, según que lo transferido sea la titularidad o el mero ejercicio de la competencia.

a) Transferencia de la competencia entre entes públicos: cabe distinguir:

1.º Transferencia de la titularidad de la competencia. Es el supuesto de la


reasignación, que supone la traslación de la competencia a otro ente.

2.º Transferencia del ejercicio de la competencia. Comprende varias


posibilidades:

1.ª) Delegación intersubjetiva: supone la transmisión del ejercicio


de la competencia de un ente a otro, pero en la que el ente delegante retiene la titularidad.

2.ª) Gestión ordinaria: se produce cuando un ente público ejercita


una competencia de otro actuando a todos los efectos como un órgano de este.

3.ª) Sustitución o subrogación: implica la transferencia del ejercicio


de todas o parte de las competencias de un ente público a otro como consecuencia de su falta de ejercicio o de
otras circunstancias anormales.

b) Transferencia de la competencia entre órganos: también cabe distinguir:

1.º Transferencia de la titularidad de la competencia. Es el supuesto de la


reasignación, e igual que con los entes, supone la traslación de la competencia a otro órgano distinto del que
la ostentaba como titular. Si se realiza de un órgano superior a otro inferior, se trata de una desconcentración.

2.º Transferencia del ejercicio de la competencia. Ofrece varias


posibilidades:

1.ª) Delegación interorgánica (artículo 9): se produce la


transferencia de un órgano a otro, pero solo del ejercicio de la competencia, mientras que el delegante retiene
la titularidad. Se regula en el artículo 9 de la LRJSP, que dice:

1. «Los órganos de las diferentes Administraciones públicas


podrán delegar el ejercicio de las competencias que tengan atribuidas en otros órganos de la misma
Administración, aun cuando no sean jerárquicamente dependientes, o en los organismos públicos o entidades
de derecho público vinculados o dependientes de aquellas. / […]».

2. Sin embargo, hay excepciones en las que no cabe la


delegación, caso de la competencia para aprobar disposiciones generales o las materias que una ley prohíba
delegar.

3. […].

4. […].

5. Tampoco cabe, en general, la subdelegación: «Salvo


autorización expresa de una ley, no podrán delegarse las competencias que se ejerzan por delegación. / […].
3-8

6. La delegación será revocable en cualquier momento por el


órgano que la haya conferido».

2.ª) Sustitución interorgánica: es similar a la sustitución entre entes


indicada, o sea, supone la transferencia del ejercicio de competencias de un órgano público a otro como
consecuencia de su falta de ejercicio o de otras circunstancias anormales.

Está prevista en un único supuesto: el del artículo 61 de la LBRL (que


permite al Consejo de Ministros disolver un órgano de las entidades locales, en el supuesto de gestión
gravemente dañosa para los intereses generales que suponga un incumplimiento de sus obligaciones
constitucionales, en cuyo caso sus competencias pasan a una comisión gestora hasta que se celebren nuevas
elecciones).

3.ª) Avocación (artículo 10): se da cuando el órgano superior atrae


hacia sí temporalmente el ejercicio de una competencia atribuida al inferior en los supuestos previstos por la
ley. Se regula en el artículo 10 de la LRJSP, que dice:

1. «Los órganos superiores podrán avocar para sí el


conocimiento de uno o varios asuntos cuya resolución corresponda ordinariamente o por delegación a sus
órganos administrativos dependientes […] / […].

2. En todo caso, la avocación se realizará mediante acuerdo


motivado, que deberá ser notificado a los interesados en el procedimiento, si los hubiere, con anterioridad o
simultáneamente a la resolución final que se dicte.

Contra el acuerdo de avocación no cabrá recurso, aunque


podrá impugnarse en el [recurso] que, en su caso, se interponga contra la resolución del procedimiento».

No suponen una alteración de la competencia otras figuras previstas en la ley, como la


encomienda de gestión, por la que una entidad de derecho público encomienda la realización de actividades
de carácter material o técnico de su competencia a otros órganos o entidades de derecho público de la misma
o de distinta Administración (artículo 11), la delegación de firma (artículo 12) o los supuestos de suplencia
por vacancia, ausencia, enfermedad o por abstención o recusación (artículo 13).

II. El órgano administrativo (artículo 5).

Se puede definir el órgano administrativo como una unidad administrativa integrada por una esfera de
atribuciones y un conjunto de medios materiales, pertenecientes a un ente, que son ejercitadas y utilizados,
respectivamente, por una o varias personas que se encuentran adscritas a la unidad de que se trate.

Según el artículo 5 de la LRJSP:

1. [Concepto]. «Tendrán la consideración de órganos administrativos las unidades


administrativas a las que se les atribuyan funciones que tengan efectos jurídicos frente a terceros o cuya
actuación tenga carácter preceptivo.

2. [Creación]. Corresponde a cada Administración pública delimitar, en su respectivo ámbito


competencial, las unidades administrativas que configuran los órganos administrativos propios de las
especialidades derivadas de su organización.
3-9

3. [Requisitos]. La creación de cualquier órgano administrativo exigirá al menos el


cumplimiento de los siguientes requisitos:

a) Determinación de su forma de integración en la Administración pública de que


se trate y su dependencia jerárquica.

b) Delimitación de sus funciones y competencias.

c) Dotación de los créditos necesarios para su puesta en marcha y funcionamiento.

4. […]».

6. PRINCIPIOS DE LAS RELACIONES ENTRE LAS


ADMINISTRACIONES PÚBLICAS.
T3 LRJSP – Arts. 140-158.

El título III de la LRJSP regula las relaciones entre las distintas Administraciones públicas, para lo
que enuncia los principios generales de las relaciones interadministrativas.

I. Principios generales de las relaciones entre AP (artículo 140.1).

El artículo 140.1 establece los principios generales de las relaciones entre las Administraciones
públicas, y dice: «Las diferentes Administraciones públicas actúan y se relacionan con otras Administraciones
y entidades u organismos vinculados o dependientes de estas de acuerdo con los siguientes principios2:

1) Lealtad institucional.

2) Adecuación al orden de distribución de competencias establecido […].

3) Colaboración, entendido como el deber de actuar con el resto de Administraciones públicas


para el logro de fines comunes [para lo que el artículo 142 prevé diversas técnicas de colaboración, como el
suministro de información].

4) Cooperación, cuando dos o más Administraciones públicas, de manera voluntaria y en


ejercicio de sus competencias, asumen compromisos específicos en aras de una acción común [para lo que el
artículo 143 también establece algunas técnicas, si bien con una enumeración abierta, como la participación
en órganos de otras Administraciones o la prestación de medios materiales, económicos o personales a otras
Administraciones; también cabe destacar las técnicas orgánicas de cooperación, reguladas en los
artículos 145 y siguientes, a través de la constitución de órganos de cooperación de varias Administraciones,
como la conferencia de presidentes de los Gobiernos central y autonómicos o las comisiones territoriales de
coordinación, que tienen capacidad para adoptar acuerdos].

5) Coordinación, en virtud del cual una Administración pública y, singularmente, la


Administración General del Estado, tiene la obligación de garantizar la coherencia de las actuaciones de las


2
La ley expone esto usando letras.
3-10

diferentes Administraciones públicas afectadas por una misma materia para la consecución de un resultado
común, cuando así lo prevea la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico.

6) Eficiencia en la gestión de los recursos públicos, compartiendo el uso de recursos


comunes […].

7) Responsabilidad de cada Administración pública en el cumplimiento de sus obligaciones


y compromisos.

8) Garantía e igualdad en el ejercicio de los derechos de todos los ciudadanos en sus


relaciones con las diferentes Administraciones.

9) Solidaridad interterritorial, de acuerdo con la Constitución».

II. Relaciones electrónicas entre las Administraciones (artículo 3.2).

Para terminar el tema, cabe señalar que la ley dice: «Las Administraciones públicas se relacionarán
entre sí y con sus órganos, organismos públicos y entidades vinculados o dependientes a través de medios
electrónicos, que 1aseguren la interoperabilidad y seguridad de los sistemas y soluciones adoptadas por cada
una de ellas, 2garantizarán la protección de los datos de carácter personal y 3facilitarán preferentemente la
prestación conjunta de servicios a los interesados» (artículo 3.2).
4-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 4
Fecha: 27 mayo 2017.
2980 palabras – 13:15.

Sumario:

1. Las Administraciones públicas, II.


2. La Administración General del Estado.
3. La Administración de las comunidades autónomas.
4. La Administración local.
5. El sector público institucional.
6. Organismos autónomos y entidades públicas empresariales.
7. La Administración corporativa.
8. La Administración consultiva: el Consejo de Estado y los órganos consultivos de las
comunidades autónomas.
9. Las Administraciones independientes.

1. LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS, II.

El sector público se regula en la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector
Público.

Dentro de la Administración pública cabe distinguir diversas esferas: por una parte, las
Administraciones públicas de los entes públicos territoriales, que abarcan la Administración del Estado, la de
las comunidades autónomas y la local; y, por otra parte, la Administración institucional.

2. LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO.

I. Introducción.

En la Administración del Estado, desde el punto de vista de la función administrativa desarrollada, se


distingue entre la Administración activa, consultiva y fiscalizadora:

— Administración activa: es la que gestiona los intereses públicos concretos.

— Administración consultiva: es la labor de asesoramiento, que puede ser jurídico o técnico.

— Administración fiscalizadora: vela por la regularidad técnica y perfecto funcionamiento


de la Administración activa.
4-2

II. Administración activa del Estado.

A su vez, dentro de la Administración activa del Estado cabe distinguir entre la Administración
central, constituida por los órganos cuya competencia se extiende a todo el territorio nacional, y la
Administración periférica, cuya competencia se extiende a una parte del territorio nacional.

1. Administración central del Estado.

Dentro de la Administración central del Estado cabe distinguir entre los órganos constitucionales y no
constitucionales:

a) Órganos constitucionales:

1) Gobierno. El Gobierno es el órgano colegiado compuesto por el presidente del


Gobierno, el vicepresidente, en su caso, los ministros y los demás miembros que establezca la ley (artículo 98.1
de la Constitución).

Según la Constitución: «El Gobierno dirige la política interior y exterior, la


Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria,
de acuerdo con la Constitución y las leyes» (artículo 97).

2) Presidente del Gobierno. Según la Constitución: «El presidente dirige la acción


del Gobierno y coordina las funciones de los demás miembros del mismo, sin perjuicio de la competencia y
responsabilidad directa de estos en su gestión» (artículo 98.2). Es nombrado por el rey, a propuesta del
Congreso de los Diputados (artículo 99).

3) Vicepresidente. El artículo 98.1 de la Constitución permite que el presidente del


Gobierno nombre vicepresidentes. Su función básica es sustituir al presidente y ejecutar las funciones que este
les encomiende (artículos 13 y 3 de la LG).

4) Ministros. La Administración General del Estado se divide en sectores, llamados


departamentos ministeriales o ministerios. Al frente de cada uno de ellos hay un ministro, que encabezan, por
tanto, la AGE. Son nombrados por el rey, a propuesta del presidente del Gobierno (artículo 100 de la
Constitución). Sus funciones las señala el artículo 4 de la LG, que básicamente se ciñen a desarrollar la labor
del Gobierno en el ámbito de su ministerio.

b) Órganos no constitucionales:

1) Comisiones delegadas del Gobierno (artículo 6 de la LG): son órganos


colegiados integrados por varios miembros del Gobierno (según el artículo 1.3 de la LG), presididas por uno
de ellos, y que actúan en el campo de actividad que es común a varios ministerios (artículo 6 de la LG).

2) Secretarios de estado (artículo 7 de la LG). No son miembros del Gobierno, sino


órganos de colaboración y apoyo; son jerárquicamente inferiores a los ministros. Según el artículo 7
(apartados 1 y 2) de la LG:

1. «Los secretarios de estado son órganos superiores de la Administración


General del Estado, directamente responsables de la ejecución de la acción del Gobierno en un sector de
actividad específica de un departamento [es decir, un ministerio] o de la Presidencia del Gobierno.
4-3

2. Actúan bajo la dirección del titular del departamento al que pertenezcan [es
decir, bajo la dirección de un ministro]. Cuando estén adscritos a la Presidencia del Gobierno, actúan bajo la
dirección del presidente».

3) Subsecretarios (artículo 63 de la LRJSP). Son órganos directivos de los


ministerios, que dependen del ministro correspondiente y son superiores jerárquicamente a los directores
generales y subdirectores generales. Ostentan la representación ordinaria del ministerio, dirigen los servicios
comunes y ejercen las competencias correspondientes a dichos servicios comunes, y desempeñan la jefatura
superior de todo el personal del departamento (artículo 63 de la LRJSP).

4) Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios (artículo 8 de la


LG). Según el artículo 8 de la LG, esta comisión está integrada por los secretarios de estado y los subsecretarios
de los ministerios; la preside un vicepresidente del Gobierno, o, en su defecto, el ministro de la presidencia.
Su función es preparar las sesiones del Consejo de Ministros, a cuyo efecto debe evaluar los asuntos que se
sometan a este, salvo los que, excepcionalmente y por razones de urgencia, deban ser sometidos directamente
a él.

5) Secretarios generales (artículo 64 de la LRJSP). Ostentan la categoría de


subsecretario. Ejercen las competencias de dirección de los secretarios de estado inherentes a su
responsabilidad, pero solo sobre los órganos que dependan de ellos (artículo 64 de la LRJSP).

6) Directores generales (artículo 66 de la LRSJP). Son inferiores a los


subsecretarios. Son los titulares de los órganos directivos encargados de la gestión de una o varias áreas
fundamentalmente homogéneas del ministerio. Ejercen las competencias atribuidas a la dirección general y las
que le sean desconcentradas o delegadas (artículo 66 de la LRJSP).

2. Administración periférica.

Y en cuanto a la Administración periférica del Estado, cabe distinguir:

a) Delegados del Gobierno en las comunidades autónomas (artículos 154 de la CE y 72


de la LRJSP). La Constitución establece: «Un delegado nombrado por el Gobierno dirigirá la Administración
del Estado en el territorio de la comunidad autónoma y la coordinará, cuando proceda, con la Administración
propia de la comunidad» (artículo 154).

Según el artículo 72.2 de la LRJSP, representan al Gobierno en la comunidad autónoma y


«dirigirán y supervisarán la Administración General del Estado» en las comunidades «y la coordinarán,
internamente, y cuando proceda, con la Administración propia de cada una de ellas y con la de las entidades
locales radicadas en la comunidad».

b) Subdelegados del Gobierno en las provincias (artículos 74 y 75 de la LRJSP). En cada


provincia existirá un subdelegado del Gobierno, que, entre otras funciones, 1dirige a las FCSE en la provincia,
2
dirige y coordina la protección civil en dicho ámbito y 3dirige los servicios integrados de la AGE (artículos 74
y 75 de la LRJSP). En las comunidades autónomas uniprovinciales, sus funciones las asume el delegado del
Gobierno. Sucedieron en 1997 a los gobernadores civiles1.


1
Los creó la LOFAGE (Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la AGE) (ley que fue derogada y ahora está refundida en la
LRJSP). Es relevante, porque aún hay leyes que siguen hablando de los gobernadores civiles.
Por cierto: los gobernadores civiles NO SON LOS ACTUALES DELEGADOS Y SUBDELEGADOS DEL GOBIERNO; solo son los subdelegados, nada más. Otra
cosa es que, en las comunidades autónomas uniprovinciales, las funciones de los subdelegados las asuma el delegado del Gobierno. Pero donde dice
gobernador civil, hoy hay que decir subdelegado del Gobierno, nada más. No obstante, la LOFAGE no contiene ninguna disposición que ordene
sustituir las denominaciones, a pesar de que haya que hacerlo.
4-4

III. Administración consultiva.

Se estudia en otro epígrafe.

IV. Administración fiscalizadora o de control.

La Administración fiscalizadora comprende los órganos que realizan funciones de control. Cabe
destacar:

1) Intervención General de la Administración del Estado: encuadrada en el Ministerio de


Hacienda, lleva a cabo un control preventivo de la regularidad de las actuaciones de contenido económico.

2) Tribunal de Cuentas. Está previsto en el artículo 136 de la CE, que dice: «El Tribunal de
Cuentas es el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica de estado, así como del
sector público». Se regula en la Ley Orgánica 2/1982, de 12 de mayo.

2. LA ADMINISTRACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

La Constitución de 1978 estableció el marco para la creación de las comunidades autónomas, a las que
atribuye autonomía para la gestión de sus respectivos intereses (artículo 137).

La Constitución dice:

— En sus estatutos de autonomía debe constar la denominación, organización y sede de sus


instituciones autónomas propias (artículo 147.2.c).

— El artículo 152 prevé un esquema de organización institucional aplicable a las llamadas


comunidades de autonomía plena, que han seguido luego las demás. Este artículo obliga a basar la organización
administrativa de la comunidad en un consejo de gobierno, con funciones ejecutivas y administrativas, y un
presidente, elegido por la asamblea de la comunidad de entre sus miembros y nombrado por el rey, al que
corresponde la dirección del consejo de gobierno, la suprema representación de la comunidad y la
representación ordinaria del Estado en ella.

— Además, el artículo 148.1.ª les permite asumir la competencia en materia de organización


de sus instituciones de autogobierno.

Sin embargo, el Estado tiene una cierta incidencia en su regulación, dado que el artículo 149.1.18.ª le
atribuye la competencia exclusiva sobre las bases del régimen jurídico de las Administraciones públicas y el
procedimiento administrativo común de las Administraciones de todo el país.

A partir de aquí, cada comunidad autónoma debe regular su propia organización administrativa.
4-5

4. LA ADMINISTRACIÓN LOCAL.

I. Concepto.

El artículo 137 dice que el Estado se organiza territorialmente, además de en comunidades autónomas,
en provincias y municipios; y el 141 reconoce también a las islas. A ellos les reconoce autonomía para la
gestión de sus respectivos intereses.

Y el artículo 3 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, dice que
son entidades locales: las provincias, las islas y los municipios. Estas tres entidades cuentan con sus propias
Administraciones.

II. Administración municipal.

1) Concepto (artículo 11 de la LBRL). Según el artículo 11.1 de la LBRL: «El municipio es la entidad
local básica de la organización territorial del Estado. Tiene personalidad jurídica y plena capacidad para el
cumplimiento de sus fines».

2) Organización de los municipios. Según la Constitución: «[…]. Su gobierno y administración


corresponde a sus respectivos ayuntamientos, integrados por los alcaldes y los concejales. […]»
(artículo 140).

La LBRL establece los siguientes órganos (artículo 20.1):

1) El alcalde, que es el presidente de la corporación.

2) El pleno, presidido por el alcalde e integrado por todos los concejales.

3) La junta de gobierno local, formada por el alcalde y por un número de concejales inferior
a la tercera parte de su total, nombrados y separados libremente por el alcalde. Existirá en todos los municipios
con una población superior a 5000 habitantes y en los de menos cuando así lo disponga su reglamento orgánico
o lo acuerde el pleno del ayuntamiento.

4) Los tenientes de alcalde, nombrados libremente por el alcalde de entre miembros de la


junta de gobierno local o entre los concejales, si no existe la junta2.

III. Administración provincial.

1) Concepto (artículo 141 de la CE). La Constitución considera a la provincia como «una entidad
local con personalidad jurídica propia, determinada por la agrupación de municipios y división territorial para
el cumplimiento de las actividades del Estado. […]» (artículo 141).


2
Normativa especial. Existe una normativa especial para los municipios de gran población (arts. 121 y siguientes de la LBRL), que básicamente
provoca un traspaso de las competencias administrativas del pleno a la junta de gobierno local (de manera que se dejan al pleno las competencias
esencialmente políticas y se convierte en una suerte de Parlamento municipal); Madrid y Barcelona se rigen por sus propias leyes, aprobadas en 2006
(Ley 1/2006, de 13 de marzo, para Barcelona; y Ley 22/2006, de 4 de julio, para Madrid).
4-6

2) Organización (artículos 31 y 32 de la LBRL). Su gobierno corresponde a las diputaciones


provinciales (artículo 31 de la LBRL), que cuentan con los siguientes órganos (artículo 32):

a) El pleno, compuesto por el presidente y los diputados provinciales.

b) La junta de gobierno, compuesta por el presidente y hasta un tercio de los diputados,


nombrados y separados libremente por el presidente.

c) El presidente.

d) Los vicepresidentes, nombrados y separados libremente por el presidente entre los


miembros de la junta de gobierno.

IV. Administración insular.

En las islas, la Administración corresponde:

a) Canarias: corresponde a los cabildos, que ejercen las mismas competencias que las
diputaciones provinciales; se componen del presidente, el vicepresidente, los consejeros y el consejo de
gobierno insular (artículo 41 y d. a. 14.ª de la LBRL)3.

b) Baleares: corresponde a los consejos, que también asumen las competencias de las
diputaciones provinciales (artículo 41). Se regulan en el estatuto de autonomía de Baleares, y se componen del
pleno, el presidente y el consejo ejecutivo (este último no se exige en Formentera) (artículo 63 del estatuto).

V. Otras entidades locales.

Además de la provincia y el municipio, la LBRL hace referencia a otras entidades locales, como las
comarcas, las áreas metropolitanas, las mancomunidades de municipios (artículo 3.2) o los consorcios.
También cabe hablar de los distritos, como divisiones territoriales para la gestión desconcentrada en los
municipios de gran población (artículo 128).

5. EL SECTOR PÚBLICO INSTITUCIONAL.

I. Concepto.

El sector público institucional es el conjunto de entes públicos no territoriales de base institucional


creados por una Administración territorial para la gestión de servicios o funciones propias de la Administración
territorial que les funda.


3
En Canarias siguen existiendo las mancomunidades provinciales interinsulares, del mismo ámbito territorial que las provincias, si bien son órganos
testimoniales, ya que su única competencia es la defensa de los intereses de sus territorios; no tienen personal, ni presupuesto; se integran por los
presidentes de los cabildos de las islas respectivas, y las preside el presidente del cabildo de la isla capitalina (art. 41 de la LBRL). Lo normal, de hecho,
es que no se reúnan nunca.
4-7

II. Entes que comprende.

i) Sector público institucional en general (artículo 2.2 de la LRJSP). Según el artículo 2.2 de la
LRJSP: «El sector público institucional se integra por:

a) Cualesquiera organismos PÚBLICOS y entidades de derecho PÚBLICO vinculados o


dependientes de las Administraciones públicas.

b) Las entidades de derecho PRIVADO vinculadas o dependientes de las Administraciones


públicas, que quedarán sujetas a lo dispuesto en las normas de esta ley que específicamente se refieran a las
mismas, en particular a los principios previstos en el artículo 3 [principios de las AA. pp.], y en todo caso
cuando ejerzan potestades administrativas.

c) Las universidades públicas, que se regirán por su normativa específica y supletoriamente


por las previsiones de la presente ley».

ii) Sector público institucional estatal (artículo 84.1). En concreto, en cuanto al sector público
institucional estatal, el artículo 84.1 de la LRJSP dice que está integrado por4:

1) «Los organismos públicos vinculados o dependientes de la Administración General del


Estado, los cuales se clasifican en:

1.º Organismos autónomos.

2.º Entidades públicas empresariales.

2) Las autoridades administrativas independientes.

3) Las sociedades mercantiles estatales.

4) Los consorcios.

5) Las fundaciones del sector público.

6) Los fondos sin personalidad jurídica.

7) Las universidades públicas no transferidas».

6. ORGANISMOS AUTÓNOMOS Y ENTIDADES PÚBLICAS


EMPRESARIALES.

Los dos integran el sector público institucional estatal, con la consideración de organismos públicos
vinculados o dependientes de la AGE (artículo 84.1.a).

a) Organismos autónomos (artículo 98). «Los organismos autónomos son entidades de


derecho público, con personalidad jurídica propia, tesorería y patrimonio propios y autonomía en su gestión,
que desarrollan actividades propias de la Administración pública, tanto actividades de fomento, prestacionales,


4
La ley enumera esto con letras, pero es mejor usar números.
4-8

de gestión de servicios públicos o de producción de bienes de interés público, susceptibles de contraprestación,


en calidad de organizaciones instrumentales diferenciadas y dependientes de esta» (artículo 98.1).

b) Entidades públicas empresariales (artículo 103). «Las entidades públicas empresariales


son entidades de derecho público, con personalidad jurídica propia, patrimonio propio y autonomía en su
gestión, que se financian mayoritariamente con ingresos de mercado y que, junto con el ejercicio de potestades
administrativas, desarrollan actividades prestacionales, de gestión de servicios o de producción de bienes de
interés público, susceptibles de contraprestación5» (artículo 103.1).

c) Normativa (artículos 99 y 104). «Los organismos autónomos se regirán por lo dispuesto


1
en esta ley, 2en su ley de creación, 3sus estatutos», la 4LPAC, la 5LCSP, la 6LPAP «y 7el resto de las normas
de derecho administrativo general y especial que le sea de aplicación. 8En defecto de norma administrativa, se
aplicará el derecho común» (artículo 99).

Las entidades públicas empresariales se rigen por el derecho privado, si bien se rigen por la
misma normativa mencionada para los organismos públicos en cuanto a «la formación de la voluntad de sus
órganos, en el ejercicio de las potestades administrativas que tengan atribuidas y en los aspectos
específicamente regulados para las mismas» (artículo 104).

7. LA ADMINISTRACIÓN CORPORATIVA.

I. Concepto y caracteres.

Por Administración corporativa se conoce a las entidades de derecho público constituidas por grupos
de personas asociadas en torno a una finalidad específica, en las que la cualidad de miembro está determinada
por una condición objetiva que está relacionada con el fin específico que se persigue.

Sus caracteres más importantes son:

— Se trata de personas jurídico-públicas parte de cuya actividad está regida por el


derecho administrativo.

— El territorio no es un elemento esencial.

— Persiguen fines específicos, generalmente la defensa de los intereses de sus asociados.

II. Los colegios profesionales (Ley 2/1974, de 13 de febrero).

Un ejemplo de Administración corporativa son los colegios profesionales.

Se regulan en la Ley 2/1974, de 13 de febrero. Esta ley dice que los colegios «son corporaciones de
derecho público, amparadas por la ley y reconocidas por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena
capacidad para el cumplimiento de sus fines» (artículo 1.1).


5
Son las mismas que las de los organismos autónomos, menos la de fomento.
4-9

Sus fines principales son la ordenación del ejercicio de las profesiones, la representación exclusiva
de ellas y la defensa de los intereses profesionales de los colegiados.

Para el cumplimiento de tales fines gozan de la potestad de autonormación (para aprobar sus
estatutos y reglamentos de régimen interno).

Realizan actividad administrativa y privada; solo la actividad administrativa es impugnable ante la


jurisdicción contencioso-administrativa.

8. LA ADMINISTRACIÓN CONSULTIVA: EL CONSEJO DE ESTADO Y


LOS ÓRGANOS CONSULTIVOS DE LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS.

1. La Administración consultiva.

La Administración consultiva es aquella que integra los órganos administrativos que tienen como
misión asesorar a los órganos de la Administración activa.

2. El Consejo de Estado (artículo 107 de la CE y LO 3/1980, de 22 de abril).

Según la Constitución: «El Consejo de Estado es el supremo órgano consultivo del Gobierno. Una ley
orgánica regulará su composición y competencia» (artículo 107). Se regula en la Ley Orgánica 3/1980, de 22
de abril.

La forma normal de actuar el Consejo de Estado es por medio de dictámenes (preceptivos o


facultativos).

3. Organismos consultivos de las comunidades autónomas.

Las comunidades autónomas también han creado órganos consultivos, a pesar de que la Constitución
no lo impone. En Canarias es el Consejo Consultivo de Canarias.

9. LAS ADMINISTRACIONES INDEPENDIENTES.

Las Administraciones independientes son Administraciones institucionales caracterizadas por un


alto nivel de independencia frente a las Administraciones territoriales.

Las más importantes son los organismos reguladores, cuya función es asegurar el correcto
funcionamiento de sectores esenciales para la vida económica y social del país. De aquí que se intente su
neutralidad política, por lo que se imponen requisitos rigurosos para el nombramiento o la destitución de sus
directivos.
4-10

Están dotados de personalidad jurídica propia y de plena capacidad pública y privada, y actúan
en el desarrollo de su actividad y para el cumplimiento de sus fines con autonomía orgánica y funcional.
Tienen potestad reglamentaria, que ejercen mediante circulares.

El organismo regulador más importante es la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia


(CNMC), si bien hay otros entes que, aunque participan de muchas de sus características, en especial, de la
independencia, tienen estatutos jurídicos propios, como el Banco de España o la Comisión Nacional del
Mercado de Valores (CNMV).
5-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 5
Fecha: 19 abril 2019.
2992 palabras – 13:17.

Sumario:

1. La función pública.
2. Regulación legal.
3. Concepto de funcionario.
4. Naturaleza y contenido de la relación funcionarial.
5. Derechos y deberes de los funcionarios.
6. Adquisición y pérdida de la condición de funcionario.
7. Situaciones administrativas.
8. Responsabilidad de los funcionarios.
9. Conciliación de la vida laboral y familiar.

1. LA FUNCIÓN PÚBLICA.

Con el término función pública suele designarse el conjunto de personas a disposición del Estado que
tienen a su cargo las funciones y servicios públicos, así como el régimen jurídico a que están sometidas
(PARADA VÁZQUEZ). Dichas personas son también denominadas funcionarios públicos.

2. REGULACIÓN LEGAL.
RDL 5/2015, 30 octubre, TRLEBEP.

El artículo 103.3 de la Constitución proclama: «La ley regulará el 1estatuto de los funcionarios
públicos, el 2acceso a la función pública, de acuerdo con los principios de mérito y capacidad, las
3
peculiaridades del ejercicio de su derecho de sindicación, el 4sistema de incompatibilidades y las 5garantías
para la imparcialidad en el ejercicio de sus funciones».

Además, el artículo 149.1.18.ª establece que la competencia para regular el régimen estatutario de los
funcionarios de todas las Administraciones públicas es exclusiva del Estado.

En la actualidad, rige el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público,
aprobado por el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, que establece las bases del régimen
estatutario de los funcionarios públicos incluidos en su ámbito de aplicación y determina las normas aplicables
al personal laboral al servicio de las Administraciones públicas (artículo 1.1 y 1.2).
5-2

Según el artículo 2.1: «Este estatuto se aplica al personal funcionario, y, en lo que proceda, al personal
laboral, al servicio de las siguientes Administraciones públicas:

a) La Administración General del Estado.

b) Las Administraciones de las comunidades autónomas y de las ciudades de Ceuta y Melilla.

c) Las Administraciones de las entidades locales.

d) Los organismos públicos, agencias y demás entidades de derecho público con personalidad
jurídica propia, vinculadas o dependientes de cualquiera de las Administraciones públicas.

e) Las universidades públicas».

Por otra parte:

— Artículo 6. Leyes de función pública: «En desarrollo de este estatuto, las Cortes
Generales y las asambleas legislativas de las comunidades autónomas aprobarán, en el ámbito de sus
competencias, las leyes reguladoras de la función pública de la Administración General del Estado y de las
comunidades autónomas».

— Artículo 7. Personal laboral: «El personal laboral al servicio de las Administraciones


públicas se rige, además de por la legislación laboral y por las demás normas convencionalmente
aplicables, por los preceptos de este estatuto que así lo dispongan», si bien el RD-ley 6/2019, de 1 de marzo,
modificó el artículo para señalar que en todo caso se aplicará el TRLEBEP en materia de permisos de
nacimiento y adopción del progenitor distinto de la madre biológica y el permiso de lactancia.

3. CONCEPTO DE FUNCIONARIO.

1. Concepto y clases de empleados públicos (artículo 8).

Según el artículo 8:

1. «Son empleados públicos quienes desempeñan funciones retribuidas en las


Administraciones públicas al servicio de los intereses generales.

2. Los empleados públicos se clasifican en:

a) Funcionarios de carrera.

b) Funcionarios interinos.

c) Personal laboral […].

d) Personal eventual».
5-3

2. Funcionarios de carrera (artículo 9).

«Son funcionarios de carrera quienes, en virtud de nombramiento legal, están vinculados a una
Administración pública por una relación estatutaria regulada por el derecho administrativo para el
desempeño de servicios profesionales retribuidos de carácter permanente» (artículo 9.1).

3. Funcionarios interinos (artículo 10).

Según el artículo 10.1: «Son funcionarios interinos los que, por razones expresamente justificadas de
necesidad y urgencia, son nombrados como tales para el desempeño de funciones propias de funcionarios
de carrera, cuando se dé alguna de las siguientes circunstancias:

a) La existencia de plazas vacantes, cuando no sea posible su cobertura por funcionarios de


carrera.

b) La sustitución transitoria de los titulares.

c) La ejecución de programas de carácter temporal, que no podrán tener una duración superior
a 3 años, ampliable hasta 12 meses más por las leyes de [la] función pública […].

d) El exceso o acumulación de tareas, por plazo máximo de 6 meses, dentro de un periodo de


12 meses».

4. Personal laboral (artículo 11).

«Es personal laboral el que, en virtud de [un] contrato de trabajo formalizado por escrito, en
cualquiera de las modalidades de contratación de personal previstas en la legislación laboral, presta servicios
retribuidos por las Administraciones públicas. En función de la duración del contrato, este podrá ser fijo, por
tiempo indefinido o temporal» (artículo 11.1).

5. Personal eventual (artículo 12).

«Es personal eventual el que, en virtud de nombramiento y con carácter no permanente, solo realiza
funciones expresamente calificadas como de confianza o asesoramiento especial», y que será «retribuido con
cargo a los créditos presupuestarios consignados para este fin» (artículo 12.1)1.

El tema se refiere solo a los funcionarios de carrera.

1
Esto es lo que de toda la vida se ha llamado cargos a dedo, solo que llamarlos eventuales es más bonito.
5-4

4. NATURALEZA Y CONTENIDO DE LA RELACIÓN FUNCIONARIAL.

I. Naturaleza de la relación funcionarial.

La naturaleza de la relación que liga al funcionario con la Administración ha sido objeto de diversas
calificaciones:

1) Contrato privado. A principios del siglo XIX, se consideraba que se trataba de un contrato
privado, y, en su consecuencia, su contenido era inalterable unilateralmente.

2) Contrato administrativo. Posteriormente, fue calificada como un contrato


administrativo: el denominado contrato de función pública, cuyo contenido podía ser modificado cuando así
lo exigiera el interés público, pero respetando la situación económica del funcionario.

3) Naturaleza estatutaria. Modernamente, la doctrina señala que la relación que liga al


funcionario con la Administración tiene una naturaleza legal o reglamentaria o, dicho en otros términos,
estatutaria. Esto se traduce principalmente:

a) El funcionario no tendrá más derechos ni deberes que los descritos en las leyes y
reglamentos.

b) El funcionario no podrá oponerse a una ulterior modificación de tales derechos y


deberes, siempre que tal modificación se haga por una norma de igual o superior rango a la que regulaba su
situación.

II. Contenido de la relación funcionarial.

La relación funcionarial viene integrada por los derechos y deberes de los funcionarios, lo que supone
pasar al siguiente epígrafe.

5. DERECHOS Y DEBERES DE LOS FUNCIONARIOS.


T3 – Arts. 14-54.

I. Derechos de los funcionarios.

Conforme al estatuto, cabe distinguir entre los derechos individuales (artículo 14) y los derechos
individuales ejercidos colectivamente (artículo 15).
5-5

1. Derechos individuales (artículo 14).

Según el artículo 14: «Los empleados públicos tienen los siguientes derechos de carácter
individual […]2:

1) A la inamovilidad en la condición de funcionario de carrera.

2) Al desempeño efectivo de las funciones o tareas propias de su condición profesional y


de acuerdo con la progresión alcanzada en su carrera profesional.

3) A la progresión en la carrera profesional y promoción interna […].

4) A percibir las retribuciones y las indemnizaciones por razón del servicio.

5) A participar en la consecución de los objetivos atribuidos» a su unidad.

6) «A la defensa jurídica y protección de la Administración pública en los procedimientos


que se sigan ante cualquier orden jurisdiccional como consecuencia del ejercicio legítimo de sus
funciones […].

7) A la formación continua y a la actualización permanente de sus conocimientos […].

8) Al respeto de su intimidad, orientación sexual, propia imagen y dignidad en el


trabajo […].

9) A la no discriminación […].

10) A la adopción de medidas que favorezcan la conciliación de la vida personal, familiar y


laboral.

10 bis) A la intimidad en el uso de dispositivos digitales […] y frente al uso de dispositivos


de videovigilancia y geolocalización, así como a la desconexión digital […] [añadido por la LO 3/2018, de 5
de diciembre, de Protección de Datos Personales].

11) A la libertad de expresión […].

12) A recibir [una] protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo.

13) A las vacaciones, descansos, permisos y licencias.

14) A la jubilación […].

15) A las prestaciones de la Seguridad Social correspondientes» a su régimen.

16) «A la libre asociación profesional.

17) A los demás derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico3».

2
La ley usa letras, pero es mejor exponerlo con números.
3
Está tachada la a porque es absurdo tener derecho a los derechos.
5-6

2. Derechos individuales ejercidos colectivamente (artículo 15).

Según el artículo 15: «Los empleados públicos tienen los siguientes derechos individuales que se
ejercen de forma colectiva4:

1) A la libertad sindical.

2) A la negociación colectiva y a la participación en la determinación de las condiciones


de trabajo.

3) Al ejercicio de la huelga, con la garantía del mantenimiento de los servicios esenciales de


la comunidad.

4) Al planteamiento de conflictos colectivos de trabajo […].

5) Al de reunión, en los términos establecidos en el artículo 46 de este estatuto».

II. Deberes de los funcionarios (C6 T3 – Arts. 52-54).

El estatuto señala una serie de principios éticos y de conducta a los que deben sujetarse los funcionarios
públicos en el ejercicio de sus funciones5:

1. Principios éticos (artículo 53).

El artículo 53 señala una serie de principios éticos que deben guiar la actuación de los funcionarios en
el cumplimiento de sus funciones, ENTRE LOS QUE DESTACAN:

1.º Deben respetar el ordenamiento jurídico, en particular los derechos fundamentales.

2.º Deben actuar con imparcialidad, y deberán abstenerse en aquellos asuntos en los que
tengan un interés personal, y se les prohíbe intervenir en negocios jurídicos que pudieran suponer un conflicto
de intereses con las obligaciones de su puesto público o aceptar tratos de favor.

3.º Deben cumplir con diligencia sus funciones y resolver los procedimientos dentro del
plazo.

4.º Deben guardar el secreto de las materias cuya difusión esté prohibida legalmente y
mantener la debida discreción sobre aquellos asuntos que conozcan por razón de su cargo.

2. Principios de conducta (artículo 54).

Y el artículo 54 establece una serie de principios de conducta. DESTACAN LOS SIGUIENTES:

1.º Obedecerán las instrucciones y órdenes de sus superiores.

4
La ley usa letras, pero es mejor usar números.
5
Estos dos artículos, aparte de largos, son una locura, porque son muy difíciles de aprender y una completa pérdida de tiempo, habida cuenta de todo
lo que se pregunta en este tema.
5-7

2.º Administrarán con austeridad los recursos públicos y no los usarán en su provecho
propio o el de personas allegadas.

3.º Rechazarán cualquier regalo, favor o servicio que vaya más allá de los usos habituales,
sociales y de cortesía.

4.º Informarán a los ciudadanos sobre aquellos asuntos que tengan derecho a conocer y
garantizarán su atención en la lengua que soliciten, siempre que sea oficial en el territorio.

6. ADQUISICIÓN Y PÉRDIDA DE LA CONDICIÓN DE FUNCIONARIO.


T4 – Arts. 55-68.

I. Adquisición (C1 T4 – Arts. 55-62).

Según el artículo 62.1: «La condición de funcionario de carrera se adquiere por el cumplimiento
sucesivo de los siguientes requisitos:

a) Superación del proceso selectivo.

b) Nombramiento por el órgano o autoridad competente, que será publicado en el diario


oficial correspondiente.

c) Acto de acatamiento de la Constitución y, en su caso, del estatuto de autonomía


correspondiente y del resto del ordenamiento jurídico.

d) Toma de posesión…».

II. Pérdida (C2 T4 – Arts. 63-68).

Según el artículo 63: «Son causas de pérdida de la condición de funcionario de carrera:

a) La renuncia a la condición de funcionario.

b) La pérdida de la nacionalidad.

c) La jubilación total del funcionario.

d) La sanción disciplinaria de separación del servicio que tuviere carácter firme.

e) La pena principal o accesoria de inhabilitación absoluta o especial para cargo público que
tuviere carácter firme».
5-8

7. SITUACIONES ADMINISTRATIVAS.
T6 – Arts. 85-92.

Se regulan en el título VI (artículos 85 a 92).

Según el artículo 85.1: «Los funcionarios de carrera se hallarán en alguna de las siguientes situaciones:

a) Servicio activo.

b) Servicios especiales.

c) Servicio en otras Administraciones públicas.

d) Excedencia.

e) Suspensión de funciones».

1. Servicio activo (artículo 86).

«Se hallarán en situación de servicio activo quienes […] presten servicios en su condición de
funcionarios públicos […] y no les corresponda quedar en otra situación» (artículo 86.1).

2. Servicios especiales (artículo 87).

Esta situación se reserva para los funcionarios que hayan pasado a desempeñar actividades cuyo
ejercicio sea incompatible con el ejercicio de la función pública.

El artículo 87.1 enumera los supuestos que dan lugar al pase a la situación de servicios especiales,
ENTRE LOS CUALES DESTACAN:

1.º Cuando sean designados miembros del Gobierno central o autonómicos o de la Unión
Europea o altos cargos de dichas instituciones.

2.º Cuando sean nombrados para desempeñar cargos en organismos públicos o entidades
dependientes o vinculadas a las Administraciones públicas que estén asimilados a los altos cargos.

3.º Cuando sean adscritos a los servicios del Tribunal Constitucional o del defensor del
pueblo o destinados al Tribunal de Cuentas.

4.º Cuando accedan a la condición de diputado o senador o miembro de las asambleas


legislativas de las comunidades autónomas.
5-9

5.º Cuando sean designados para formar parte del CGPJ o de los consejos de justicia de las
comunidades autónomas6.

6.º Cuando sean designados como personal eventual por ocupar puestos de trabajo con
funciones calificadas como de confianza o asesoramiento político y no opten por permanecer en la situación
de servicio activo.

7.º Cuando adquieran la condición de funcionarios al servicio de organizaciones


internacionales.

3. Servicios en otras Administraciones públicas (artículo 88).

«Serán declarados en la situación de servicio en otras Administraciones públicas» «los funcionarios


de carrera que, en virtud de los procesos de transferencias o por los procedimientos de provisión de puestos de
trabajo, obtengan destino en una Administración pública distinta» (artículo 88.1)7.

4. Excedencia (artículo 89).

La excedencia de los funcionarios de carrera podrá adoptar las siguientes modalidades (artículo 89):

1) Excedencia voluntaria por interés particular. Se requiere haber «prestado servicios


efectivos en cualquiera de las Administraciones públicas durante un periodo mínimo de 5 años inmediatamente
anteriores. […]» (artículo 89.2).

2) Excedencia voluntaria por agrupación familiar. «Podrá concederse la excedencia


voluntaria por agrupación familiar, sin el requisito de haber prestado servicios efectivos en cualquiera de las
Administraciones públicas durante el periodo establecido, a los funcionarios cuyo cónyuge resida en otra
localidad por haber obtenido y estar desempeñando un puesto de trabajo de carácter definitivo como
funcionario de carrera o como laboral fijo en» cualquier organismo público nacional o internacional
(artículo 89.3).

En ninguno de estos dos casos se devengan retribuciones (último párrafo de ambos apartados).

3) Excedencia por cuidado de familiares. «Los funcionarios de carrera tendrán derecho a un


periodo de excedencia de duración no superior a 3 años para atender al cuidado de cada hijo […], a contar
desde la fecha de nacimiento […]. También tendrán derecho a» la misma excedencia para el «cuidado de un
familiar que se encuentre a su cargo, hasta el 2.º grado inclusive de consanguinidad o afinidad, que, por
razones de edad, accidente, enfermedad o discapacidad, no pueda valerse por sí mismo y no desempeñe [una]
actividad retribuida. […]» (artículo 89.4).

4) Excedencia por razón de violencia de género. «Las funcionarias víctimas de violencia de


género, para hacer efectiva su protección o su derecho a la asistencia social integral, tendrán derecho a solicitar
la situación de excedencia sin tener que haber prestado un tiempo mínimo de servicios previos y sin que sea
exigible [un] plazo de permanencia en la misma. […]. Cuando las actuaciones judiciales lo exigieran, se podrá
prorrogar este periodo por 3 meses, con un máximo de 18 […]. Durante los 2 primeros meses de esta
excedencia, la funcionaria tendrá derecho a percibir las retribuciones íntegras […]» (artículo 89.5).

6
La LO 4/2018, de 28 de diciembre, modificó la LOPJ y actualmente todos los miembros del CGPJ tienen que tener dedicación exclusiva (art. 579);
antes solo tenían que tenerla los miembros de la comisión permanente.
7
Esto tiene esas comillas en medio porque se le ha cambiado el orden: lo que está al principio aquí en el artículo sale al final.
5-10

5) Excedencia por razón de violencia terrorista. «Los funcionarios que hayan sufrido daños
físicos o psíquicos como consecuencia de la actividad terrorista, así como los amenazados […], tendrán
derecho a disfrutar de un periodo de excedencia en las mismas condiciones que las víctimas de violencia de
género. […]» (artículo 89.6).

5. Suspensión de funciones (artículo 90).

«El funcionario declarado en la situación de suspensión quedará privado […] del ejercicio de sus
funciones y de todos los derechos inherentes a la condición. La suspensión determinará la pérdida del puesto
de trabajo cuando exceda de 6 meses» (artículo 90.1).

La situación de suspensión de funciones podrá ser provisional o firme:

— La suspensión provisional podrá acordarse con ocasión de la tramitación de un


procedimiento judicial o un expediente disciplinario (artículo 90.4).

— La suspensión firme tendrá lugar cuando se imponga en virtud de una sanción disciplinaria
o sentencia firme (artículo 90.2).

8. RESPONSABILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS.


T7 – Arts. 93-98.

La responsabilidad de los funcionarios puede ser: penal, civil y disciplinaria. El título VII del
TRLEBEP regula la disciplinaria (artículos 93 a 98).

1. Principios que rigen la potestad disciplinaria (artículo 94.2).

Según el artículo 94.2: «La potestad disciplinaria se ejercerá de acuerdo con los siguientes principios:

a) Principio de legalidad y tipicidad de las faltas y sanciones […].

b) Principio de irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables y de


retroactividad de las favorables al presunto infractor.

c) Principio de proporcionalidad, aplicable tanto a la clasificación de las infracciones y


sanciones como a su aplicación.

d) Principio de culpabilidad.

e) Principio de presunción de inocencia».


5-11

2. Clases de faltas disciplinarias (artículo 95).

Las faltas disciplinarias pueden ser muy graves, graves y leves (artículo 95).

3. Sanciones disciplinarias (artículo 96).

Según el artículo 96.1: «Por razón de las faltas cometidas podrán imponerse las siguientes sanciones:

a) Separación del servicio de los funcionarios […], que solo podrá sancionar la comisión de
faltas muy graves.

b) […].

c) Suspensión firme de funciones […], con una duración máxima de 6 años.

d) Traslado forzoso […], por el periodo que en cada caso se establezca.

e) Demérito, que consistirá en la penalización a efectos de carrera, promoción o movilidad


voluntaria.

f) Apercibimiento.

g) Cualquier otra que se establezca por ley».

4. Procedimiento disciplinario (artículo 98).

El artículo 98, apartados 1 y 2, dispone:

1. «No podrá imponerse [ninguna] sanción por la comisión de faltas muy graves o graves
sino mediante el procedimiento previamente establecido.

La imposición de sanciones por faltas leves se llevará a cabo por [un] procedimiento sumario,
con audiencia al interesado.

2. […].

En el procedimiento quedará establecida la debida separación entre la fase instructora y la


sancionadora», que se encomendarán «a órganos distintos».

9. CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR.

El estatuto proclama el derecho de los empleados públicos a que se adopten medidas que favorezcan
la conciliación de la vida personal, familiar y laboral (artículo 14.j).
5-12

Algunas medidas que tienen por objeto garantizar tal conciliación son:

— El derecho a permisos específicos, por el tiempo indispensable, para el cumplimiento de


los derechos relacionados con la conciliación de la vida familiar y laboral (artículo 48.j).

— El derecho a permisos por nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción o


acogimiento o por cuidado de un hijo menor afectado por cáncer u otra enfermedad grave (artículo 49,
modificado por el RD-ley 6/2019).

— Las excedencias antes estudiadas.


6-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 6
Fecha: 30 junio 2017.
2956 palabras – 13:08.

Sumario:

1. El principio de legalidad en la actuación de la Administración.


2. Actividad reglada.
3. Actividad discrecional.
4. Conceptos jurídicos indeterminados.
5. Control jurisdiccional de la legalidad de la actuación administrativa.
6. Especial consideración de la desviación de poder.

1. EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD EN LA ACTUACIÓN DE LA


ADMINISTRACIÓN.

1. El principio de legalidad.

El artículo 9.1 de la Constitución dice: «Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la
Constitución y al resto del ordenamiento jurídico». Luego, el artículo 9.3 realiza un reconocimiento genérico
del principio de legalidad, y el 103.1 lo singulariza en el ámbito de la Administración, al decir: «La
Administración pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa» de acuerdo con una serie de
principios, «con sometimiento pleno a la ley y al derecho».

El principio de legalidad significa el sometimiento de la Administración a lo que la ley establezca.

El artículo 103.1 especifica que la Administración actúa con sometimiento pleno a la ley y AL DERECHO,
lo que implica que la Administración está sometida a todas las fuentes del ordenamiento jurídico (incluidos
sus propios reglamentos).

2. Tipo de vinculación (la habilitación de potestad).

El principio de legalidad produce en la Administración una vinculación positiva, que supone que,
para que la Administración pueda actuar legítimamente, es necesario que esté habilitada por el ordenamiento
jurídico.

En las leyes ordinarias se confirma esta concepción, especialmente en la Ley 39/2015. de 1 de


octubre, del Procedimiento Administración Común de las Administraciones Públicas, cuando establece:

— Artículo 128.2: «Los reglamentos y disposiciones administrativas no podrán vulnerar la


Constitución o las leyes…».

— Artículo 128.3: «[…]. Ninguna disposición administrativa podrá vulnerar los preceptos de
otra de rango superior».
6-2

— Artículo 34.2: «El contenido de los actos [administrativos] se ajustará a lo dispuesto por
el ordenamiento jurídico y será determinado y adecuado a los fines de aquellos».

— Artículo 48.1: «Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder».

2. ACTIVIDAD REGLADA.

Antes se dijo que la Administración, para desarrollar su actividad, debe estar autorizada por el
ordenamiento jurídico.

Ahora bien, cabe distinguir dos tipos de actividades, en función de cómo la ley determine o no el
contenido de la actuación administrativa:

— Actividad reglada de la Administración: tiene lugar cuando el ordenamiento jurídico,


además de autorizar a la Administración para desarrollar una actividad, le impone las soluciones concretas que
debe adoptar en cada caso. Supone el ejercicio de una potestad reglada. Se trata de una actividad de mera
aplicación de la ley, en la cual solo hay una solución justa, si bien en ocasiones será necesario que la
Administración realice previamente una labor interpretativa para llegar a ella.

— Actividad discrecional: tiene lugar cuando el ordenamiento permite a la Administración


desarrollar una determinada actividad, pero le faculta a la vez para decidir la solución que crea más conveniente
para el interés público. Supone el ejercicio de una potestad discrecional.

3. ACTIVIDAD DISCRECIONAL.

La discrecionalidad es la posibilidad de elegir entre varias alternativas igualmente válidas en derecho.

Hay otra concepción, que entiende que la discrecionalidad cubre todas aquellas actuaciones ajenas al
control jurisdiccional. Sin embargo, ni la doctrina ni el Tribunal Constitucional admiten que no existan ámbitos
en que la actividad de la Administración esté exenta del control jurisdiccional.

El problema de la discrecionalidad se encuentra en su control, que es lo que se estudia en los siguientes


epígrafes del tema.

4. CONCEPTOS JURÍDICOS INDETERMINADOS.

Durante mucho tiempo, la discrecionalidad se identificó con la utilización por la ley de conceptos
imprecisos, que son los llamados conceptos jurídicos indeterminados. Se entendía que en tales casos había
que interpretar que la precisión última de dichos conceptos correspondía discrecionalmente a la
Administración.
6-3

La opinión actual es que no existe discrecionalidad a la hora de determinar el significado de un


concepto jurídico indeterminado, ya que, a diferencia de las potestades discrecionales, solo admiten una
solución justa, y cabe su control por los tribunales, por ser un control de legalidad.

Para tratar de precisar el significado del concepto jurídico indeterminado, la doctrina alemana ha
establecido la teoría de los tres círculos de certeza (que en España ha sido sostenida por autores como
GARCÍA DE ENTERRÍA):

— La zona de certeza positiva, en la que es seguro que se da el concepto jurídico


indeterminado.

— La zona de certeza negativa, en la que es seguro que no se da.

— Y la zona de incertidumbre, en la que la solución no es unívoca. Es aquí donde se mueve


el concepto jurídico indeterminado y donde tiene relevancia la interpretación que dé la Administración para
determinar su significado.

5. CONTROL JURISDICCIONAL DE LA LEGALIDAD DE LA


ACTUACIÓN ADMINISTRATIVA.

I. El control jurisdiccional de la legalidad de la actuación administrativa (artículo 106.1 de la CE).

El artículo 106.1 de la CE dice: «Los tribunales controlan la potestad reglamentaria y la legalidad de


la actuación administrativa, así como el sometimiento de esta a los fines que la justifican». Tales mecanismos
de control se regulan en la LJCA de 13 de julio de 1998.

Es claro que dentro de este control entran las actuaciones en el ejercicio de potestades regladas.

II. El control de las potestades discrecionales.

El problema ha estado con las potestades discrecionales. Inicialmente, los actos administrativos
discrecionales se consideraban exentos del control por los tribunales, pero posteriormente se ha admitido su
sujeción al control judicial.

Los mecanismos de control de la potestad discrecional que existen actualmente son:

1) El control de los elementos reglados.

2) El control de los hechos determinantes (tanto en lo relativo a la existencia misma de esos


hechos como a su valoración).

3) El control a través de la interdicción de la arbitrariedad (que consiste en controlar tanto la


existencia misma de motivación como su suficiencia).

4) El control a través de los principios generales del derecho.

5) Y el control a través del control de la desviación de poder (que se estudia en el epígrafe


siguiente).
6-4

1. Control de la discrecionalidad a través del control del cumplimiento de los elementos reglados.

Esta técnica parte de que en toda actividad discrecional existen elementos reglados de obligado
cumplimiento, cumplimiento que es controlable por los tribunales.

La doctrina y la jurisprudencia del Tribunal Supremo están de acuerdo en que la competencia, el


procedimiento y el fin son elementos reglados en todos los actos de la Administración, incluso en los
producidos en el ejercicio de potestades discrecionales.

Por tanto, con independencia de cuál sea la solución escogida por la Administración, será ilícita si en
su elección no se han respetado los elementos reglados.

2. Control de la discrecionalidad a través del control de los hechos determinantes.

Esta técnica se refiere a controlar los hechos que fundamentan el ejercicio de la potestad discrecional.

La jurisprudencia y la doctrina entienden que dentro del control judicial de los hechos determinantes
cabe distinguir entre:

1) El control de la existencia de los hechos determinantes. El control de los hechos


determinantes comienza por el control de la existencia misma de esos hechos determinantes. La potestad
discrecional opera sobre una determinada realidad de hecho, y los hechos que habilitan el ejercicio de la
potestad deben existir, pues su determinación no es objeto de una potestad discrecional que corresponda a la
Administración.

2) El control de la valoración o apreciación de los hechos determinantes. Se refiere a la


congruencia entre los hechos y la decisión adoptada. El Tribunal Supremo dice que cuando se aprecie una
discordancia entre la solución elegida y la realidad que integre su presupuesto, tal decisión resultará viciada,
por infringir el ordenamiento jurídico, y, más concretamente, el principio de interdicción de la arbitrariedad.

Algunos autores restringen esta técnica y entienden que ha de limitarse al control de los errores
de apreciación manifiestos.

3. El control de la discrecionalidad a través de la interdicción de la arbitrariedad.

El artículo 9.3 de la Constitución establece el principio de interdicción de la arbitrariedad de los


poderes públicos, y el artículo 103.1 señala que la Administración debe actuar con objetividad. Por ello, se
exige que el ejercicio de la potestad discrecional esté motivado, pues la motivación es una garantía de la
imparcialidad. Este control se despliega en dos fases: el control de la existencia de los motivos y el control
sobre la suficiencia de tales motivos.

1) El control de la existencia de los motivos. Consiste en determinar si la potestad


discrecional se ha ejercido de forma motivada. La discrecionalidad no es nunca arbitrariedad, de aquí que el
ejercicio de toda potestad discrecional deba venir motivado. Así, el Tribunal Supremo ha declarado que la
Administración no puede limitarse a invocar genéricamente una potestad discrecional para justificar su criterio,
sino que debe exponer cuáles son las concretas circunstancias de hecho y de derecho que determinan el sentido
de su decisión.

En este sentido, el artículo 35.1 de la LPAC dice: «Serán motivados, con [una] sucinta
referencia de hechos y fundamentos de derecho: i) Los actos que se dicten en el ejercicio de potestades
discrecionales…».
6-5

2) El control de la suficiencia de los motivos. Ahora bien, el control judicial no se detiene


en verificar si hay o no motivación, sino que abarca también que la decisión tenga una fundamentación
adecuada. Una decisión no solo es arbitraria cuando no se motive, sino también cuando la motivación no sea
adecuada para justificar la decisión adoptada. Pero no se requiere una motivación de una determinada
extensión, ni que sea correcta; el Tribunal Supremo ha declarado que es discrecional y no arbitrario lo que se
halle cubierto por motivos suficientes, discutibles o no, pero considerables en todo caso.

4. El control de la discrecionalidad a través de los principios generales del derecho.

Los principios generales del derecho constituyen otro límite a la actividad discrecional de la
Administración. Dado su carácter fundamentador de todo el ordenamiento jurídico, la Administración no
puede ampararse en una potestad discrecional para atacar tales principios.

El Tribunal Supremo ha admitido la posibilidad del control de la actividad discrecional a través de los
siguientes principios:

— El principio de la buena fe, que impide a la Administración todo engaño o maquinación


en sus relaciones con los ciudadanos y defraudar injustificadamente las expectativas que ella misma ha
generado.

— El principio de proporcionalidad, que supone la ilegalidad de una actuación que imponga


limitaciones o cargas a los ciudadanos no imprescindibles para el cumplimiento del fin que la fundamenta.

— El principio de igualdad, positivado en el artículo 14 de la Constitución, que impide una


actuación discriminatoria de unos ciudadanos respecto a otros por parte de la Administración. Este principio
es la base de la autovinculación de la Administración al precedente administrativo. El precedente
administrativo es la resolución por la Administración de manera constante de casos iguales. Si se trata de la
actividad discrecional, la Administración puede quedar vinculada por sus decisiones anteriores para casos
idénticos, y solo podrá desvincularse si motiva el cambio de criterio. Esta es la razón por la que la LPAC exige
la motivación, con sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho, de, entre otros, «los actos que se
separen del criterio seguido en actuaciones precedentes» (artículo 35.1.c).

III. Contenido de la sentencia sobre el control de la discrecionalidad.

Cuando una sentencia considera que un acto discrecional de la Administración es contrario a derecho,
se plantea el problema de si el tribunal debe limitarse a la anulación de tal acto o si puede, además, sustituir la
decisión de la Administración por la suya propia.

La solución depende de la causa de la invalidez del acto:

— Si el acto es inválido porque no constituye el ejercicio de una potestad discrecional, sino


una potestad reglada, respecto de la que solo existe una solución válida, el tribunal puede sustituir la decisión
administrativa por la judicial (ya que en estos casos no hay una verdadera discrecionalidad).

— Pero si se trata de una verdadera potestad discrecional, el tribunal NO puede sustituir la


decisión administrativa, pues la discrecionalidad sigue siendo de la Administración. Y en este sentido, la LJCA
establece que, cuando la sentencia estimase el recurso contencioso-administrativo, los órganos jurisdiccionales
no podrán determinar el contenido discrecional de los actos anulados (artículo 71.2).
6-6

IV. El control de los actos políticos o de gobierno.

Relacionado con este asunto se encuentra el problema del control de los actos políticos o de gobierno,
que son aquellos que el Gobierno ejerce en el ejercicio de sus funciones constitucionales (la LJCA de 1956
citaba los relativos a la defensa del territorio, relaciones internacionales o seguridad interior del Estado).

La LJCA de 1956 los excluía del control jurisdiccional; sin embargo, la jurisprudencia ya había
empezado a extender el control jurisdiccional sobre los actos políticos. El TC también dijo que no había
ninguna esfera de la actuación administrativa inmune al control judicial, ya que el artículo 9.1 de la
Constitución impone la sumisión de todos los poderes públicos a la Constitución y al resto del ordenamiento
jurídico. Y, como expone GARCÍA DE ENTERRÍA, la LJCA de 1998 los sujeta plenamente al control
jurisdiccional (artículo 2.a).

V. Ámbitos exentos del control jurisdiccional (artículo 28 de la LJCA).

Según GARCÍA DE ENTERRÍA, del control judicial solo se excluyen los actos señalados en el artículo 28
de la LJCA, respecto de los cuales no cabe el recurso contencioso-administrativo, que son:

— Los que sean una mera reproducción de otros actos anteriores definitivos y firmes.

— Los que sean confirmatorios de actos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y
forma.

Fuera de tales casos, que ni siquiera son verdaderos actos nuevos, la doctrina y el TC consideran que
no existe ningún ámbito de la actuación administrativa que esté fuera del control judicial; en particular, además
de que así lo expresa el artículo 106 de la CE, el TC dice que tal control es una consecuencia lógica de la
sumisión de todos los poderes públicos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico
(artículo 9.1)1.

VI. Discrecionalidad técnica.

Por último, queda por hablar de la llamada discrecionalidad técnica. Se trata de aquella situación que
se da cuando, para realizar una actividad, han de valorarse y aplicarse determinados conocimientos
especializados o técnicos (de ahí su nombre). La discrecionalidad técnica, a pesar de su nombre, no es ningún
caso de discrecionalidad, pues la solución justa sigue siendo una, si bien, para llegar a ella, han de aplicarse
unos conocimientos especializados; estos conocimientos especializados dieron lugar a que los tribunales
limitaran su control sobre la actuación administrativa constitutiva de una discrecionalidad técnica, algo que
han avalado el TC y el TS. Según el Tribunal Constitucional2:

— Al ser necesario valorar conocimientos técnicos, los órganos judiciales no pueden


controlar el acto en cuanto al fondo, a la hora de aplicarse tales conocimientos, pues los únicos
conocimientos técnicos que tienen los jueces son los jurídicos, no los de cualesquiera otras ciencias.

— Existe una presunción de que la solución adoptada por la Administración en el ámbito de


la discrecionalidad técnica es válida, si bien cabe la prueba en contrario, fundada en la desviación de poder,
arbitrariedad, ausencia de justificación del criterio adoptado o por haberse fundado en un error patente.

1
STC 34/1995, de 6 de febrero.
2
STC 34/1995, de 6 de febrero.
6-7

— Lo que sí pueden controlar los tribunales son los elementos formales del ejercicio de la
actividad que da lugar a la discrecionalidad técnica3.

6. ESPECIAL CONSIDERACIÓN DE LA DESVIACIÓN DE PODER.

En el epígrafe anterior se dijo que una de las técnicas de control de la discrecionalidad consiste en el
control de la desviación de poder.

La LJCA dice: «Se entiende por desviación de poder el ejercicio de potestades administrativas para
fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico» (artículo 70.2, párrafo 2.º).

El artículo 106.1 de la CE dice que los tribunales controlan la legalidad de la actuación administrativa,
así como el sometimiento de esta a los fines que la justifican.

Y el artículo 48.1 de la LPAC dice: «Son anulables los actos de la Administración que incurran en
cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder».

La desviación de poder puede surgir tanto cuando la Administración persigue un fin de interés
privado como cuando es un fin de interés público, pero distinto del previsto por el ordenamiento jurídico,
porque la Administración debe actuar precisamente el fin específico para el que le son concedidas sus
facultades.

En la doctrina y la jurisprudencia se ha mantenido una concepción subjetiva de la desviación de


poder, que entiende que solo hay desviación de poder cuando la Administración tiene la intención de apartarse
del fin previsto por el ordenamiento jurídico. Si falta esa intencionalidad, la Administración no habrá incurrido
en desviación de poder, sino en un error de hecho o de derecho, controlable a través del control de los hechos
determinantes.

Esto obliga a probar tal intención, y esto ha supuesto que la principal dificultad en la utilización de
esta técnica haya radicado en la prueba de la existencia de la desviación de poder. Por eso, la doctrina admite
que la prueba debe flexibilizarse, sin que sea necesario una certeza absoluta; basta la convicción moral del
juez. Además, tanto la doctrina como la jurisprudencia se posicionan a favor de un reparto más equitativo de
la carga de la prueba, y dicen que es suficiente con que el interesado realice un inicio de prueba a través de
indicios o presunciones; una vez realizado ese inicio de prueba, corresponderá a la Administración la carga de
probar que el acto administrativo no persigue el fin al que apuntan los indicios, sino que responde al fin
legalmente previsto.

Con todo, la doctrina observa que el uso de esta técnica es escaso.

No obstante, algunos autores insisten en que sería mucho más acertado adoptar una concepción
objetiva de la desviación de poder, que prescinda del elemento de la intencionalidad. En este sentido se ha
pronunciado ya el Tribunal Supremo, que ha dicho que la definición de la desviación de poder no exige un
claro deseo premeditado, sino que basta un resultado que se aparte de los fines propios de los actos o
disposiciones. Este cambio de concepción se observa también en el derecho de la UE.

3
Por poner un ejemplo: en las oposiciones a magisterio estamos ante un caso de discrecionalidad técnica (para valorar los exámenes es necesario aplicar
conocimientos técnicos). Los tribunales pueden controlar los elementos formales, pero no pueden controlar el nivel de conocimientos exigido o si debían
o no debían aprobar al que hizo tal o cual examen porque demostró tener un nivel de conocimientos suficiente.
7-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 7
Fecha: 12 noviembre 2016.
2959 palabras – 13:09.

Sumario:

1. La actuación jurídica de la Administración: pública y privada.


2. El acto administrativo: concepto, elementos, forma, motivación, notificación y publicación.
3. La obligación de resolver.
4. Clases de actos.
5. La inactividad de la Administración.
6. Eficacia y validez de los actos administrativos: nulidad, anulabilidad e irregularidades no
invalidantes.
7. La revocación de los actos y su revisión de oficio.

1. LA ACTUACIÓN JURÍDICA DE LA ADMINISTRACIÓN: PÚBLICA Y


PRIVADA.

La Administración puede desarrollar una actividad pública o privada, sometidas al derecho


administrativo o al privado, respectivamente

El ejercicio de la actividad pública supone la sumisión al derecho administrativo, más garantista para
los ciudadanos y con mayores controles. Esto ha provocado un fenómeno denominado doctrinalmente huida
del derecho administrativo, que se refiere a un incremento de la actividad privada de la Administración, que
trata de evitar la rigidez del derecho administrativo.

Este tema se ocupa de la actividad pública, desarrollada mediante los denominados actos
administrativos.

2. EL ACTO ADMINISTRATIVO: CONCEPTO, ELEMENTOS, FORMA,


MOTIVACIÓN, NOTIFICACIÓN Y PUBLICACIÓN.

I. Concepto del acto administrativo.

GARCÍA DE ENTERRÍA, tomando la definición de ZANOBINI, define el acto administrativo diciendo


que es una declaración de voluntad, de juicio, de conocimiento o de deseo realizada por la Administración en
el ejercicio de una potestad administrativa distinta de la potestad reglamentaria.
7-2

II. Elementos del acto administrativo.

Todo acto administrativo cuenta con los siguientes elementos: subjetivo, objetivo, causal y formales.

1. Elemento subjetivo.

La LPAC establece: «Los actos administrativos que dicten las Administraciones públicas, bien de
oficio o a instancia del interesado, se producirán por el órgano competente…» (artículo 34.1).

2. Elemento objetivo.

El acto administrativo debe reunir los siguientes requisitos:

1.º Posible.

2.º Lícito.

3.º De contenido determinado (artículo 34.2).

4.º Adecuado a los fines que persigue (artículo 34.2); de no ser así, incurrirá en desviación
de poder, que el artículo 70.2.II de la LJCA define como el ejercicio de potestades administrativas para fines
distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico.

3. Elemento causal.

Según GARCÍA DE ENTERRÍA, la causa es el fin concreto al que está encaminado el acto (no el fin
general de todas las potestades administrativas, que es la satisfacción del interés general). El artículo 34.2 de
la LPAC dice: «El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico y será
determinado y adecuado a los fines de aquellos».

4. Elemento formal (forma y motivación).

Como elementos formales cabe hablar del procedimiento y de la motivación.

a) Procedimiento. La LPAC dice: «Los actos administrativos […] se producirán por el órgano
competente» y se ajustarán «a los requisitos y al procedimiento establecido» (artículo 34.1).

b) Motivación. El artículo 35.1 dice: «Serán motivados, con [una] sucinta referencia de
hechos y fundamentos de derecho [ENTRE OTROS]1:

1) Los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos.


1
La ley usa letras, pero es mejor exponerlo con números.
7-3

2) Los actos que resuelvan [los] 1procedimientos de revisión de oficio de


disposiciones o actos administrativos, 2recursos administrativos y 3procedimientos de arbitraje y 4los que
declaren su inadmisión.

3) Los actos que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del
dictamen de órganos consultivos.

4) […].

5) […].

6) Los actos que rechacen pruebas propuestas por los interesados.

7) […].

8) Las propuestas de resolución en los procedimientos de carácter sancionador, así


como los actos que resuelvan procedimientos de carácter sancionador o de responsabilidad patrimonial.

9) Los actos que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales, así como los
que deban» ser motivados «en virtud de [una] disposición legal o reglamentaria expresa».

III. Notificación (artículos 40 a 44).

Los actos que afectan a los interesados deben serles notificados para que puedan producir sus efectos
(artículo 39.1 y 2).

La ley regula la notificación en los artículos 40 a 44:

1) Resoluciones y actos que deben notificarse. Deben notificarse todos los actos y
resoluciones que afecten a los derechos e intereses de los interesados en el procedimiento (artículo 40.1).

2) Plazo. Las notificaciones deberán ser cursadas en el plazo de 10 días a partir de la fecha en
que el acto haya sido dictado (artículo 40.2).

3) Contenido de la notificación (artículo 40.2). Según el artículo 40.2: «La notificación […]
deberá contener

— el texto íntegro de la resolución,

— con indicación de si pone fin o no a la vía administrativa,

— la expresión de los recursos que procedan, en su caso, en vía administrativa y


judicial, el órgano ante el que hubieran de presentarse y el plazo para interponerlos…».

4) Práctica de la notificación (artículo 41). Según el artículo 41:

1. A diferencia de la LPAC de 1992, la de 2015 2 dice: «Las notificaciones se


practicarán preferentemente por medios electrónicos y en todo caso cuando el interesado resulte obligado a
recibirlas por esta vía. […]


2
La de 1992 solo exigía hacerlas en cualquier medio que dejara constancia fehaciente (art. 59), pero no imponía ninguno en particular.
7-4

2. En ningún caso se efectuarán por medios electrónicos las siguientes


notificaciones:

a) Aquellas en las que el acto […] vaya acompañado de elementos que no sean
susceptibles de conversión en formato electrónico.

b) Las que contengan medios de pago a favor de los obligados, tales como
cheques.

3. En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, la notificación se


practicará por el medio señalado al efecto por él. Esta notificación será electrónica en los casos en los que
exista [la] obligación de relacionarse de esta forma con la Administración».

5) Notificación por edictos (artículo 44). Según el artículo 44: «Cuando los interesados en
un procedimiento sean desconocidos, se ignore el lugar de la notificación, o bien, intentada esta, no se hubiese
podido practicar, la notificación se hará por medio de un anuncio publicado en el Boletín Oficial del Estado».
También cabe publicarlos facultativamente en los boletines oficiales de las cc. aa. o en el tablón de edictos del
ayuntamiento del último domicilio del interesado, e incluso caben formas complementarias de notificación.

IV. Publicación (artículo 45).

«Los actos administrativos serán objeto de publicación cuando así lo establezcan las normas
reguladoras de cada procedimiento o cuando lo aconsejen razones de interés público…» (artículo 45.1).

La publicación deberá contener los mismos elementos que la notificación (artículo 45.2).

V. Efectos de las notificaciones y publicaciones.

Si cumple todos los requisitos legales, el acto notificado o publicado será eficaz y desplegará todos
sus efectos desde la fecha de la notificación o publicación (artículo 39).

En otro caso, la notificación será defectuosa. Si contiene el texto íntegro de la resolución, pero omite
alguno de los demás requisitos, surtirá efectos a partir de la fecha en que el interesado realice actuaciones que
supongan el conocimiento del contenido y alcance de la resolución o acto o interponga un recurso
(artículo 40.3). Sin embargo, «y a los solos efectos de entender cumplida la obligación de notificar dentro del
plazo máximo de duración de los procedimientos, será suficiente la notificación que contenga cuando menos
el texto íntegro de la resolución, así como el intento de notificación debidamente acreditado»
(artículo 40.4).
7-5

3. LA OBLIGACIÓN DE RESOLVER.
Arts. 21-25.

I. Obligación de resolver (artículo 21).

1. Obligación de resolver (artículo 21.1).

«La Administración está obligada a dictar [una] resolución expresa y a notificarla en todos los
procedimientos, cualquiera que sea su forma de iniciación» (artículo 21.1, párrafo 1.º).

Solo se exceptúan de esta obligación «los supuestos de terminación del procedimiento por pacto o
convenio, así como los procedimientos relativos al ejercicio de derechos sometidos únicamente al deber de
declaración responsable o comunicación a la Administración» (artículo 21.1, párrafo 3.º).

2. Plazo para resolver y notificar (artículo 21.2 y 21.3).

Según el artículo 21.23:

«El plazo máximo en el que debe notificarse la resolución expresa será el fijado por la norma
reguladora del correspondiente procedimiento [que puede ser un reglamento].

Este plazo no podrá exceder de 6 meses, salvo que una norma con rango de ley establezca
uno mayor o así venga previsto en el derecho de la Unión Europea».

«Cuando las normas reguladoras de los procedimientos no fijen el plazo máximo, este será de
3 meses…» (artículo 21.3, primer párrafo).

El plazo es interrumpible en supuestos tasados, como cuando se deban solicitar informes preceptivos
(artículo 22).

El incumplimiento de los plazos no exime a la Administración de la obligación de resolver y de


notificar (que sigue estando obligada a hacerlo aun de forma extemporánea), pero da lugar al silencio
administrativo.

II. Silencio administrativo (artículos 24 y 25).

El silencio administrativo es la situación que se produce por haber transcurrido el plazo del que
disponía la Administración para resolver y notificar sin haberlo hecho.


3
El plazo es para resolver y notificar. Por eso la ley a veces dice solamente plazo para notificar la resolución expresa, y no dice para resolver y
notificar.
7-6

El régimen del silencio depende modo de iniciación del procedimiento.

a) Procedimientos iniciados a solicitud de interesado (artículo 24): el silencio tiene como


efecto la producción de una resolución presunta, y puede ser positivo o negativo. Su régimen se contiene en
el artículo 24:

1) Silencio positivo: supone la estimación de la solicitud, y es la regla general en los


procedimientos iniciados a instancia del interesado, «excepto en los supuestos en los que una norma con rango
de ley o una norma de derecho de la Unión Europea o de derecho internacional aplicable en España establezcan
lo contrario» (artículo 24.1.I).

El silencio vincula a la Administración, de aquí que la ley disponga que la resolución


expresa extemporánea tiene que ser confirmatoria del silencio (artículo 24.3.a).

2) Silencio negativo: supone la desestimación de la solicitud, y su único efecto es que


cabe recurrir el acto presunto en vía administrativa o judicial. Se produce en los siguientes supuestos
(artículo 24.1):

1.º Cuando una norma con rango de ley, de derecho de la Unión Europea o de
derecho internacional lo establezcan.

2.º En los procedimientos relativos al ejercicio del derecho de petición a que


se refiere el artículo 29 de la Constitución.

3.º En aquellos procedimientos cuya estimación tuviera como consecuencia


que se transfirieran al solicitante o a terceros facultades relativas al dominio público o al servicio público o
impliquen el ejercicio de actividades que puedan dañar el medio ambiente.

4.º En los procedimientos de responsabilidad patrimonial de las


Administraciones públicas.

5.º En los procedimientos de impugnación de actos y disposiciones4 y en los


de revisión de oficio, salvo si se trata de un recurso de alzada que se hubiera interpuesto, a su vez, contra una
desestimación por silencio, porque el silencio en el recurso de alzada sí es estimatorio5.

En el silencio negativo, la resolución expresa extemporánea se adoptará «sin


vinculación alguna al sentido del silencio» (artículo 24.3.b).

b) Procedimientos iniciados de oficio (artículo 25): según el artículo 25:

— Si pudiera derivarse el reconocimiento o la constitución de derechos u otras


situaciones jurídicas favorables, el silencio significa la desestimación de las pretensiones de los interesados
que hayan comparecido.

— Pero en los procedimientos en los que la Administración ejercite potestades


sancionadoras o, en general, de intervención, susceptibles de producir efectos desfavorables o de gravamen,
se producirá la caducidad del procedimiento.


4
Sí, eso dice la ley, a pesar de que no existe ningún recurso administrativo contra reglamentos. ¿A qué se refieren?
5
La doctrina ha criticado esto último, dado que no entiende por qué el silencio que en un primer momento fue desestimatorio puede luego convertirse
en estimatorio en el recurso.
7-7

4. CLASES DE ACTOS.

Entre las clasificaciones de los actos que hace la doctrina cabe destacar:

1) Actos resolutorios y de trámite, según que decidan el fondo del asunto o sean previos a la
resolución.

Esta distinción tiene importancia, puesto que solo son recurribles los actos resolutorios, pero
no los de trámite, salvo los llamados actos de trámite cualificados, que son aquellos que deciden directa o
indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento o producen
indefensión o un perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos (artículos 132.1 de la LPAC y 25.1 de
la LJCA).

2) Actos que causan estado en vía administrativa y actos que no causan estado. Se dice
que un acto ha causado estado cuando ya no es susceptible de ningún recurso ordinario en vía administrativa;
solo estos actos son impugnables ante la jurisdicción contencioso-administrativa.

3) Actos firmes y no firmes, según que sean irrecurribles o recurribles.

4) Actos favorables y actos de gravamen, según que reconozcan derechos o impongan


obligaciones o privaciones de derechos.

5) Actos expresos, tácitos y presuntos:

— Actos expresos: son aquellos en que la Administración manifiesta expresamente


su voluntad.

— Actos tácitos: se producen cuando la voluntad de la Administración se deduce


inequívocamente de una resolución adoptada por ella.

— Actos presuntos: son los producidos por silencio.

5. LA INACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN.

Por inactividad de la Administración se entienden aquellas actuaciones pasivas de la Administración


que se producen al margen de cualquier procedimiento administrativo, a diferencia del silencio.

En este sentido, la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa permite interponer el recurso


contencioso-administrativo y obtener una prestación material obligada por la ley que no precise actos previos
para ser realizada o un acto administrativo en los procedimientos iniciados de oficio donde no opera el silencio
administrativo, cuando en ambos casos exista un plazo para realizar la actividad o dictar el acto (artículo 32.1).
7-8

6. EFICACIA Y VALIDEZ DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS:


NULIDAD, ANULABILIDAD E IRREGULARIDADES NO
INVALIDANTES.

I. Eficacia y validez de los actos administrativos (artículo 39).

«Los actos de las Administraciones públicas sujetos al derecho administrativo se presumirán válidos
y producirán efectos desde la fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa» (artículo 39.1),
o también cuando su eficacia tenga que quedar demorada por así exigirlo el contenido del acto o porque esté
supeditada a su notificación o publicación o a su aprobación por un órgano superior (artículo 39.2).

II. Nulidad, anulabilidad e irregularidades no invalidantes.

Los actos contrarios al ordenamiento pueden ser nulos de pleno derecho, anulables o simplemente
irregulares.

1. Actos nulos de pleno derecho (artículo 47.1).

En el derecho administrativo la nulidad es la excepción y la anulabilidad es la regla. El artículo 47.16


dice: «Los actos de las Administraciones públicas son nulos de pleno derecho en los casos siguientes:

a) Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional7.

b) Los dictados por [un] órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o del
territorio8.

c) Los que tengan un contenido imposible.

d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de esta.

e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente


establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los
órganos colegiados.

f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se
adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.

g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición CON RANGO DE


LEY».


6
El art. 47.2 regula las causas de nulidad de los reglamentos (que solo pueden ser nulos de pleno derecho, nunca anulables).
7
Por aquí se ha introducido la nulidad de los procedimientos sancionadores por omitir el trámite de audiencia, porque se estaría violando el art. 24.2 de
la Constitución, en cuanto al derecho de toda persona a ser oída. Aunque hay alguna polémica sobre qué actos son nulos por saltarse el trámite de
audiencia, la jurisprudencia lo admite con los sancionadores; con los demás, está servida la polémica. Por otra parte, la audiencia es un derecho
constitucional en los demás actos administrativos, porque está prevista en el art. 105.c de la Constitución (en los sancionadores, como se trata de un
derecho fundamental, se vulnera el art. 24 [el TC dice que las garantías del art. 24 se aplican también a los procedimientos sancionadores]).
8
Pero no hay nulidad por incompetencia por razón de la jerarquía, como ha reconocido la jurisprudencia, de modo que, como se verá, los actos dictados
por un órgano jerárquicamente incompetente son anulables, pero también convalidables por el órgano competente (artículo 52).
7-9

Los actos nulos no producen ningún efecto.

2. Actos anulables (artículo 48).

Según el artículo 48:

1. «Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del
ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder [siempre que no sean nulos de pleno derecho].

2. No obstante, el defecto de forma solo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca


de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de los interesados.

3. La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas


solo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo».

Los actos anulables producen sus efectos mientras no se declare su nulidad.

3. Actos irregulares.

Los actos irregulares son aquellos que, aunque no se adecúan al ordenamiento jurídico, no se
consideran nulos ni anulables (por ejemplo, la notificación extemporánea).

Producen todos sus efectos, sin perjuicio de la responsabilidad del funcionario causante de la
irregularidad.

III. Conservación, conversión y convalidación de actos irregulares (artículos 49 a 52):

1) Conservación de actos y trámites (artículos 49). «La nulidad o anulabilidad de un acto no


implicará la de los sucesivos en el procedimiento que sean independientes del primero», ni «la de las partes
del mismo independientes de aquella, salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin ella el acto
administrativo no hubiera sido dictado» (artículo 49).

2) Conversión de actos viciados (artículo 50). «Los actos nulos o anulables que, sin embargo,
contengan los elementos constitutivos de otro distinto producirán los efectos de este» (artículo 50).

3) Convalidación (artículo 52). «La Administración podrá convalidar los actos anulables [no los
nulos], subsanando los vicios de que adolezcan» (artículo 52.1).
7-10

7. LA REVOCACIÓN DE LOS ACTOS Y SU REVISIÓN DE OFICIO.


C1 T5 LPAC – Arts. 106-111.

Se puede definir la revocación como la retirada definitiva por la Administración de un acto suyo
anterior mediante otro de signo contrario (GARCÍA DE ENTERRÍA).

I. Supuestos.

1) Revisión de oficio de los actos nulos de pleno derecho (artículo 106). En primer lugar, el
artículo 106 permite la revisión de oficio de los actos nulos de pleno derecho que hayan puesto fin a la vía
administrativa o que no hayan sido recurridos en plazo. La Administración podrá hacerlo en cualquier
momento, de oficio o a solicitud del interesado, previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano
consultivo equivalente de la comunidad autónoma.

2) Revisión de los actos anulables. La declaración de lesividad (artículo 107). El artículo 107
faculta a las Administraciones para que, en el plazo de 4 años desde que se dictó un acto anulable declarativo
de derechos o favorable a los interesados, puedan declarar su lesividad para el interés público, con audiencia
de los interesados. Una vez declarada la lesividad, la Administración debe impugnarlo ante el orden
contencioso-administrativo.

3) Revocación de los actos de gravamen (artículo 109.1). El artículo 109.1 permite a la


Administración «revocar, mientras no haya transcurrido el plazo de prescripción, sus actos de gravamen o
desfavorables», en cualquier tiempo y sin sujeción a ningún procedimiento especial 9 . Pero no cabe tal
revocación cuando:

— Constituya una dispensa o exención no permitida por las leyes.

— O cuando sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al ordenamiento


jurídico.

4) Rectificación de errores materiales (artículo 109.2). Y el 109.2 permite también a la


Administración «rectificar en cualquier momento, de oficio o a instancia de los interesados, los errores
materiales, de hecho o aritméticos existentes en sus actos». También aquí sin sujeción a procedimiento
alguno.

II. Límites a la revisión (artículo 110).

Finalmente, el artículo 110 establece: «Las facultades de revisión establecidas en este capítulo no
podrán ser ejercidas cuando, por 1prescripción de acciones, por el 2tiempo transcurrido o por 3otras
circunstancias, su ejercicio resulte contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a las
leyes».


9
Se supone que nadie se va a quejar de que de esta manera (o sea, sin procedimiento, en cualquier momento, sin darle audiencia ni nada) le quiten una
multa, por ejemplo.
Por eso es por lo que el art. 107 se refiere solo a los actos favorables, que para esos sí es obvio por qué se exige un procedimiento.
8-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 8
Fecha: 15 noviembre 2016.
2931 palabras – 13:02.

Sumario:

1. El procedimiento administrativo: principios inspiradores de su regulación.


2. Los interesados y la lengua en el procedimiento.
3. Iniciación, ordenación e instrucción del procedimiento.
4. Modos de terminación del procedimiento.
5. Los recursos administrativos.

1. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTARTIVO: PRINCIPIOS


INSPIRADORES DE SU REGULACIÓN.
T4 LPAC – Arts. 53-105.

Por procedimiento administrativo se entiende el conjunto de trámites establecidos para dictar un acto
administrativo.

La Constitución reserva al Estado la competencia exclusiva para la regulación del procedimiento


administrativo común de todas las Administraciones públicas, sin perjuicio de las especialidades derivadas
de la organización propia de las comunidades autónomas (artículo 149.1.18.ª).

Y el artículo 105.c impone la reserva de ley, porque dice: «La ley regulará: c) El procedimiento a
través del cual deben producirse los actos administrativos, garantizando, cuando proceda, la audiencia del
interesado».

Se regula en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las


Administraciones Públicas1.

De esta normativa se extraen los siguientes principios inspiradores:

1.º El principio de contradicción, ya que han de ser oídos todos los interesados.

2.º El principio in dubio pro actione, que busca asegurar, en lo posible, una decisión sobre el
fondo de la cuestión.

3.º El principio de imparcialidad. La Administración reúne en el procedimiento


administrativo la doble condición de juez y parte, razón por la cual el principio de imparcialidad resulta
relativizado en cierta medida, pero sigue rigiendo.


1
La LPAC de 2015 tuvo como novedad, frente a la LPAC de 1992, la de regular también el procedimiento sancionador y el de reclamación de
responsabilidad de las Administraciones públicas, en relación con los cuales lo único que hace es introducir especialidades sobre el procedimiento; en
cambio, bajo la ley de 1992 se regulaban en dos reglamentos específicos.
8-2

Otros principios, como el de impulsión de oficio, concentración de trámites o celeridad, serán


objeto de un estudio posterior, al exponer la ordenación del procedimiento.

2. LOS INTERESADOS Y LA LENGUA EN EL PROCEDIMIENTO.

I. Los interesados en el procedimiento (T1 LPAC – Arts. 3-12).

1) Concepto del interesado (artículo 4). El interesado es quien interviene en el procedimiento sin ser
la Administración. Según el artículo 4.1 de la LPAC: «Se consideran interesados en el procedimiento
administrativo:

a) Quienes lo promuevan como titulares de derechos o intereses legítimos […].

b) Los que, sin haber iniciado el procedimiento, tengan derechos que puedan resultar
afectados por la decisión que en el mismo se adopte.

c) Aquellos cuyos intereses legítimos […] puedan resultar afectados por la resolución y se
personen en el procedimiento en tanto no haya recaído [la] resolución definitiva».

2) Derechos de los interesados en el procedimiento (artículo 53). El artículo 53 reconoce a los


interesados una serie de derechos, entre los que destacan:

1.º Conocer el estado de la tramitación de los procedimientos.

2.º A formular alegaciones, utilizar los medios de defensa admitidos por el ordenamiento
jurídico y a aportar documentos en cualquier fase del procedimiento anterior al trámite de audiencia.

3.º A obtener información y orientación acerca de los requisitos exigidos para las actuaciones
o solicitudes que se propongan realizar.

4.º Aunque en el procedimiento administrativo no se exige la intervención de un abogado, los


interesados tienen derecho a valerse de él.

II. La lengua en el procedimiento (artículo 15).

Según el artículo 15:

1. «La lengua de los procedimientos tramitados por la Administración General del Estado
será el castellano. No obstante lo anterior, los interesados que se dirijan a los órganos de la Administración
General del Estado con sede en el territorio de una comunidad autónoma podrán utilizar también la lengua que
sea cooficial en ella. / En este caso, el procedimiento se tramitará en la lengua elegida por el interesado. […].

2. En los procedimientos tramitados por las Administraciones de las comunidades


autónomas y de las entidades locales, el uso de la lengua se ajustará a lo previsto en la legislación autonómica
correspondiente.

3. La Administración pública instructora deberá traducir al castellano los documentos,


expedientes o partes de los mismos que deban surtir efecto fuera del territorio de la comunidad autónoma y los
8-3

documentos dirigidos a los interesados que así lo soliciten expresamente. Si debieran surtir efectos en el
territorio de una comunidad autónoma donde sea cooficial esa misma lengua distinta del castellano, no será
precisa su traducción».

3. INICIACIÓN, ORDENACIÓN E INSTRUCCIÓN DEL


PROCEDIMIENTO.
T4 – Arts. 53-105.

La ley regula el procedimiento administrativo común en el título IV (artículos 53 a 105). La doctrina


lo distribuye en tres fases:

1.ª Iniciación.

2.ª Instrucción.

3.ª Terminación.

I. Iniciación (C2 T4 – Arts. 54-69).

«Los procedimientos podrán iniciarse de oficio o a solicitud del interesado» (artículo 54).

1. Iniciación de oficio (artículo 58).

«Los procedimientos se iniciarán de oficio por acuerdo del órgano competente, bien por propia
iniciativa o como consecuencia de orden superior, a petición razonada de otros órganos o por denuncia»
(artículo 58).

2. A solicitud del interesado.

En relación con ellos, la ley dice:

1) Contenido de la solicitud (artículo 66.1). Según el artículo 66.1: «Las solicitudes que se
formulen deberán contener2:

1) Nombre y apellidos del interesado […].

2) Identificación del medio electrónico, o en su defecto, lugar físico en que desea que
se practique la notificación. […].


2
La ley usa letras, pero es mejor usar números.
8-4

3) Hechos, razones y petición», en la que se ha de concretar «con toda claridad la


solicitud». No se requiere la fundamentación jurídica.

4) «Lugar y fecha.

5) Firma del solicitante […].

6) Órgano, centro o unidad administrativa a la que se dirige…».

2) Declaración responsable y comunicación previa (artículo 69). El artículo 69 regula la


comunicación previa y la declaración responsable, introducidas en 2009 para incorporar la normativa de la
UE, y que son el régimen normal para ejercer una actividad, mientras que la autorización administrativa previa
pasó a ser la excepción3:

— Comunicación previa. «A los efectos de esta ley, se entenderá por comunicación


[previa] aquel documento mediante el que los interesados ponen en conocimiento de la Administración pública
competente» que van a iniciar una actividad o el ejercicio de un derecho, así como «sus datos identificativos
o cualquier otro dato relevante para el inicio de» tal actividad o el ejercicio de tal derecho (artículo 69.2).

— Declaración responsable. «A los efectos de esta ley, se entenderá por declaración


responsable el documento suscrito por un interesado en el que este manifiesta, bajo su responsabilidad, que
cumple con los requisitos establecidos en la normativa vigente para obtener el reconocimiento de un derecho
o facultad o para su ejercicio, que dispone de la documentación que así lo acredita, que la pondrá a disposición
de la Administración cuando le sea requerida, y que se compromete a mantener el cumplimiento de las
anteriores obligaciones durante el periodo de tiempo inherente a dicho reconocimiento o ejercicio»
(artículo 69.1)4.

En ambos casos, presentado el escrito, el interesado podrá iniciar la actividad o ejercer el


derecho, sin que se inicie procedimiento alguno, sin perjuicio del control que pueda efectuar la Administración.

3) Lugar de presentación de la solicitud (artículo 16.4). Según el artículo 16.4: «Los


documentos que los interesados dirijan a los órganos de las Administraciones públicas podrán presentarse:

a) En el registro electrónico de la Administración u organismo al que se


dirijan […].

b) En las oficinas de correos […].

c) En las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en el


extranjero.

d) En las oficinas de asistencia en materia de registros.

e) En cualquier otro que establezcan las disposiciones vigentes. […]».


3
Esto fue incorporado en 2009 (por la Ley 25/2009) a la LPAC de 1992 a raíz de la Directiva 2006/123/CE, relativa a los servicios del mercado
interior, que fue popularmente llamada directiva de liberalización de servicios o directiva Bolkenstein. Esta directiva supuso un cambio radical para
nuestro ordenamiento, que tradicionalmente había exigido siempre la autorización administrativa previa para iniciar cualquier actividad, por inocua que
fuera. La directiva acabó con ese régimen, y, a partir de su incorporación en 2009, las actividades privadas se inician preferentemente mediante la
comunicación previa o la declaración responsable. Las actividades que siguen requiriendo la autorización previa son una excepción, y se tiene que basar
en causas justificadas, como el hecho de ser peligrosas (poner en marcha instalaciones nucleares, construir un edificio desde cero, poner en marcha una
fábrica de pasteles con maquinaria con alto riesgo de provocar incendios…). La razón es que no se puede consentir que el particular tenga que acudir a
los complejos trámites administrativos, con sus numerosos documentos, y esperar a que la Administración resuelva, para poder iniciar la actividad.
4
La diferencia es que en la comunicación previa solo se le dice a la Administración que se va a iniciar la actividad; en la declaración responsable se
dice que se cumple con la normativa que regula esa actividad.
8-5

II. Ordenación del procedimiento (C3 T4 – Arts. 70-74).

Bajo la rúbrica «Ordenación del procedimiento», la LPAC no regula una fase propiamente dicha del
procedimiento, sino que establece una serie de reglas que han de observarse durante su tramitación:

1) Impulso de oficio (artículo 71). «El procedimiento, sometido al principio de celeridad, se


impulsará de oficio en todos sus trámites, y a través de medios electrónicos, respetando los principios de
transparencia y publicidad» (artículo 71.1).

2) Concentración de trámites (artículo 72). «De acuerdo con el principio de simplificación


administrativa, se acordarán en un solo acto todos los trámites que, por su naturaleza, admitan un impulso
simultáneo y no sea obligado su cumplimiento sucesivo» (artículo 72.1).

III. Instrucción del procedimiento (C4 T4 – Arts. 75-83).

La fase de instrucción tiene por objeto proporcionar al órgano decisor los elementos de juicio
necesarios para una adecuada resolución. Esta fase se desarrollará de oficio, si bien los interesados tienen
derecho a solicitar actuaciones (artículo 75).

En la ley se regulan concretamente una serie de trámites:

1) Alegaciones (artículo 76). «Los interesados podrán, en cualquier momento del


procedimiento anterior al trámite de audiencia, aducir alegaciones y aportar documentos u otros elementos de
juicio…» (artículo 76.1).

2) Prueba (S2 C4 T4 – Arts. 77 y 78). «Los hechos relevantes para la decisión de un


procedimiento podrán acreditarse por cualquier medio de prueba admisible en derecho, cuya valoración se
realizará de acuerdo con los criterios establecidos en la» Ley de Enjuiciamiento Civil, si bien la apertura del
periodo probatorio corresponde decidirla a la Administración, bien de oficio, o bien a instancia del interesado
(artículo 77).

3) Informes (S3 C4 T4 – Arts. 79-81). «A efectos de la resolución del procedimiento, se


solicitarán aquellos informes que sean preceptivos por las disposiciones legales y los que se juzguen
necesarios [informes facultativos] para resolver…» (artículo 79.1).

«Salvo disposición expresa en contrario, los informes serán facultativos y no vinculantes»


(artículo 80.1).

4) Participación de los interesados (S4 C4 T4 – Arts. 82 y 83):

a) Trámite de audiencia (artículo 82). Una vez instruido el procedimiento, y antes


de redactarse la propuesta de resolución, el expediente se pondrá de manifiesto a los interesados para que, en
un plazo de entre 10 y 15 días, aleguen y presenten los documentos y justificaciones que estimen pertinentes.
Podrá prescindirse de este trámite cuando no figuren en el expediente ni sean tenidos en cuenta en la
resolución otros hechos ni otras alegaciones y pruebas que las aducidas por el interesado (artículo 82).

b) Información pública (artículo 83). La ley prevé otra forma de participación, a


través de la información pública, que consiste en que el órgano competente, cuando la naturaleza del
procedimiento lo requiera, publicará un anuncio en el diario oficial correspondiente, a fin de que cualquier
persona física o jurídica pueda examinar el expediente, y determinará un plazo para formular alegaciones (en
ningún caso inferior a 20 días) (artículo 83).
8-6

IV. Tramitación simplificada del procedimiento administrativo común (C6 T4 – Art. 96).

La LPAC prevé la tramitación simplificada del procedimiento, cuando razones de interés público o
la falta de complejidad así lo aconsejen, que podrá acordarse de oficio o a solicitud del interesado, si bien, en
cualquier momento anterior a la resolución, puede acordarse la continuación con arreglo a la tramitación
ordinaria. Esta modalidad de tramitación supone una reducción tanto del plazo para la resolución como de los
trámites (artículo 96).

4. MODOS DE TERMINACIÓN DEL PROCEDIMIENTO.


C5 T4 – Arts. 84-95.

I. Terminación normal (artículo 88).

La terminación normal del procedimiento administrativo se produce con la resolución, que decidirá
todas las cuestiones planteadas por los interesados y aquellas otras derivadas del procedimiento (artículo 88).

II. Terminación anormal.

Ahora bien, existen otros modos de terminación anormal, que son:

1.º Terminación convencional (artículo 86): tiene lugar mediante un acuerdo, pacto,
convenio o contrato entre la Administración y el interesado (artículo 86).

2.º Desistimiento (artículos 93 y 94):

— Puede ser de la Administración, en los procedimientos iniciados de oficio,


motivadamente y en los supuestos y con los requisitos previstos en las leyes (artículo 93).

— Y también puede ser de los interesados, respecto de sus solicitudes (artículo 94.1,
primera frase).

3.º Renuncia del interesado a sus derechos, siempre que no esté prohibida por el ordenamiento
jurídico (artículo 94.1, segunda frase).

4.º Caducidad (artículo 95): se producirá, en los procedimientos iniciados a solicitud del
interesado, cuando se paralice el procedimiento por una causa imputable a él. Es necesario el previo
apercibimiento de la Administración, la cual no podrá declarar la caducidad sino cuando transcurran 3 meses
desde el apercibimiento. Pero esa inactividad debe afectar a trámites indispensables para dictar la resolución;
si afecta a otros, decae el derecho del interesado a ese trámite, pero no se produce la caducidad
(artículo 95.1 y 2).

5.º Imposibilidad material de continuar el procedimiento por causas sobrevenidas


(artículo 84.2).
8-7

5. LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS.


C2 T5 – Arts. 112-126.

Se regulan en el capítulo II del título V (artículos 112 a 126).

La ley regula los recursos de alzada, reposición y revisión.

1. Recurso de alzada (sección 2.ª – Artículos 121 y 122).

Se resuelven por el órgano superior jerárquico del que dictó la resolución recurrida.

1) Actos recurribles. Pueden ser recurridas en alzada las resoluciones que NO pongan fin a
la vía administrativa y los denominados actos de trámite cualificados, que son aquellos actos de trámite
que 1deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, 2determinan la imposibilidad de continuar el
procedimiento o 3producen indefensión o un 4perjuicio irreparable a intereses legítimos (artículo 112.1).

2) Motivos del recurso. Podrá fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad o


anulabilidad previstos en los artículos 47 y 48 (artículo 112.1)5.

3) Interposición del recurso. «El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto
que se impugna o ante el competente para resolverlo» (artículo 121.2, párrafo 1.º).

4) Plazo para interponer el recurso. Según el artículo 122.1:

— Si se interpone contra un acto expreso, el plazo será de 1 mes.

— Si se trata de actos presuntos (producidos por silencio), podrá interponerse en


cualquier momento. Esta es una falsa novedad de la LPAC de 2015, que únicamente legalizó lo que ya había
dicho la jurisprudencia.

5) Resolución del recurso. La resolución del recurso de alzada corresponde al órgano


superior del que dictó el acto recurrido.

«El plazo máximo para dictar y notificar la resolución será de 3 meses6. Transcurrido este
plazo sin que recaiga [la] resolución, se podrá entender desestimado el recurso, salvo en el supuesto previsto
en el artículo 24.1, tercer párrafo», es decir, salvo que se haya interpuesto contra una resolución desestimatoria
por silencio administrativo, en cuyo caso el silencio en el recurso es estimatorio7 (artículo 122.2).

«Contra la resolución de un recurso de alzada no cabrá ningún otro recurso administrativo,


salvo el recurso extraordinario de revisión…» (artículo 122.3).


5
En reposición es igual.
6
En reposición es 1 mes (art. 124.2).
7
Esto ha sido criticadísimo: si el silencio en alzada es estimatorio, ¿por qué no lo fue la primera vez?
8-8

2. Recurso potestativo de reposición (sección 3.ª – Artículos 123 y 124).

Se resuelven por el mismo órgano que dictó la resolución recurrida.

1) Actos recurribles. Pueden ser recurridos en reposición los mismos actos que recurribles
en alzada, siempre y cuando hayan puesto fin a la vía administrativa (artículo 123.1).

2) Motivos del recurso. Como el recurso de alzada, puede fundarse en cualquier motivo de
nulidad o anulabilidad (artículo 112.1).

3) Naturaleza del recurso. El recurso de reposición era obligatorio hasta 1999; desde
entonces es potestativo: los interesados pueden interponerlo o bien recurrir directamente en la vía judicial.
Pero, si se interpone, no puede recurrirse en vía judicial hasta que se resuelva o se desestime por silencio
(artículo 123).

4) Órgano competente. El recurso de reposición se interpone y se resuelve por el mismo


órgano que dictó el acto impugnado (artículo 123.1).

5) Plazos para interponer el recurso. Son los mismos que los del recurso de alzada (1 mes,
si el acto es expreso, y en cualquier momento, si es presunto) (artículo 124.1).

6) Plazo para resolver y notificar. «El plazo máximo para dictar y notificar la resolución
del recurso será de 1 mes» (artículo 124.2)8; el silencio será desestimatorio (artículo 24.1).

«Contra la resolución de un recurso de reposición no podrá interponerse de nuevo dicho


recurso» (artículo 124.3).

3. Recurso extraordinario de revisión (sección 4.ª – Artículos 125 y 126).

1) Actos recurribles y órgano competente. Puede interponerse contra actos firmes y se


resuelve por el mismo órgano que los dictó (artículo 125)9.

2) Naturaleza y motivos del recurso. Se trata de un recurso extraordinario, pues solo puede
ser interpuesto contra actos en los que concurra alguna de las circunstancias siguientes (artículo 125.1):

a) «Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.

b) Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que,
aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.

c) Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios


declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.

d) Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación,


cohecho, violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible, y se haya declarado así en virtud de
sentencia judicial firme».

3) Plazo. «El recurso […] se interpondrá, cuando se trate» del error de hecho, «dentro del
plazo de 4 años siguientes a la fecha de la notificación de la resolución impugnada. En los demás casos, el

8
En alzada es de 3 meses (art. 122.2).
9
Es el equivalente administrativo al recurso de revisión judicial. Los motivos son prácticamente los mismos.
8-9

plazo será de 3 meses, a contar desde el conocimiento de los documentos o desde que la sentencia judicial
quedó firme» (artículo 125.2)10.

4) Resolución. Según el artículo 126:

1. [Inadmisión a trámite]. «El órgano competente para la resolución del recurso


podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite […] cuando el mismo no se funde en» una causa legal
«o en el supuesto de que se hubiesen desestimado en cuanto al fondo otros recursos sustancialmente iguales.

2. [Contenido de la resolución]. El órgano al que corresponde conocer del recurso


extraordinario de revisión debe pronunciarse no solo sobre la procedencia del recurso, sino también, en su
caso, sobre el fondo de la cuestión resuelta por el acto recurrido». Esto supone que no es un recurso
meramente rescindente, porque, si se estima, el órgano competente debe rescindir el acto y resolver lo que
corresponda.

3. [Plazo para resolver]. «Transcurrido el plazo de 3 meses desde la interposición


del recurso […] sin haberse dictado y notificado la resolución, se entenderá desestimado», y quedará «expedita
la vía jurisdiccional contencioso-administrativa».

4. Exhaustividad y congruencia (artículo 119).

Finalmente: «El órgano que resuelva el recurso decidirá cuantas cuestiones, tanto de forma como de
fondo, plantee el procedimiento, hayan sido o no alegadas por los interesados. En este último caso, se les oirá
previamente. No obstante, la resolución será congruente con las peticiones formuladas por el recurrente, sin
que en ningún caso pueda agravarse su situación inicial [prohibición de la reformatio in peius]»
(artículo 119.3)11.


10
La ley no prevé ningún plazo máximo absoluto para este caso.
11
La ley contiene algunas otras disposiciones comunes, pero la más interesante es esa.
9-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 9
Fecha: 25 junio 2018.
2992 palabras – 13:18.

Sumario:

1. Los contratos del sector público: ámbito de aplicación de la Ley de Contratos del Sector
Público.
2. Contratos sujetos a regulación armonizada.
3. Régimen jurídico de los contratos administrativos y los de derecho privado; los actos
separables.
4. Disposiciones comunes a los contratos del sector público; especial referencia al régimen de
invalidez de los contratos y al recurso especial en materia de contratación.
5. Prerrogativas de derecho público en la contratación administrativa.

1. LOS CONTRATOS DEL SECTOR PÚBLICO: ÁMBITO DE


APLICACIÓN DE LA LEY DE CONTRATOS DEL SECTOR PÚBLICO.
Ley 9/2017, 8 noviembre, LCSP.

Se regulan actualmente en la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público.

I. Ámbito de aplicación de la Ley de Contratos del Sector Público (artículos 2 a 11).

1. Ámbito objetivo (artículos 2 y 5 a 11).

a) Plano positivo: contratos incluidos (artículo 2).

La LCSP se aplica a los contratos del sector público, entendiendo por tales los contratos
onerosos, cualquiera que sea su naturaleza jurídica, que celebren los entes, organismos y entidades del sector
público (artículo 2).

a) Plano negativo: contratos excluidos (artículos 5 a 11).

Los artículos 5 a 11 excluyen de la ley contratos en diferentes sectores:

— Artículo 5: en el ámbito de la defensa y la seguridad.


9-2

— Artículo 6: convenios y encomiendas de gestión cuyo contenido no esté


comprendido en los contratos regulados en la LCSP y que celebren entre sí la AGE y otras entidades públicas.

— Artículo 7: en el ámbito internacional, como los tratados internacionales.

— Artículo 8: en el ámbito de la investigación, el desarrollo y la innovación.

— Artículo 9: en el ámbito del dominio público y en el patrimonial, como las


concesiones sobre bienes de dominio público.

— Artículo 10: en el ámbito financiero.

— Artículo 11: otros negocios y contratos excluidos, como la relación de servicio


de los funcionarios públicos y los contratos laborales.

2. Ámbito subjetivo (artículo 3).

La LCSP delimita el ámbito subjetivo de aplicación en tres escalones (artículo 3)1:

1.º Enumera las entidades que forman parte del sector público a los efectos de la LCSP, ENTRE
LAS CUALES DESTACAN:

1) La Administración General del Estado, las Administraciones de las comunidades


autónomas y las entidades que integran la Administración local.

2) Las entidades gestoras y los servicios comunes de la Seguridad Social.

3) Los organismos autónomos, las universidades públicas y las autoridades


administrativas independientes.

4) Las entidades públicas empresariales.

2.º Dentro del sector público, tendrán la consideración de Administraciones públicas:

1) Algunas que tienen la condición de entidades del sector público: las entidades
públicas territoriales; la Administración de la SS; y los organismos autónomos, universidades y autoridades
administrativas independientes.

2) Algunos consorcios y otras entidades de derecho público que no se financien


mayoritariamente con ingresos de mercado.

3.º Se considerarán poderes adjudicadores, ENTRE OTRAS:

1) Las Administraciones públicas.

2) Las fundaciones públicas.

3) Las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social.

1
Esto NO ESTÁ COMPLETO y hay que dejar claro que no se dice completo. Es una locura ponerlo entero, porque es muy complicado, aburrido y quita
mucho tiempo.
9-3

4.º La ley sujeta también a los partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales a
su ámbito subjetivo, en determinadas circunstancias.

II. Clases de contratos (artículos 10 a 18):

1) Contratos de obras (artículo 13): son aquellos que tienen por objeto la realización de una obra
(artículo 13).

2) Contratos de concesión de obras (artículo 14): son aquellos que tienen por objeto la realización
de una obra, y en los que la contraprestación consiste en el derecho a explotar la obra o en dicho derecho
acompañado de un precio (artículo 14).

3) Contratos de concesión de servicios (artículo 15): son aquellos en se encomienda a una persona
física o jurídica la gestión de un servicio cuya prestación sea una competencia propia de la Administración que
lo encomienda (artículo 15).

4) Contratos de suministro (artículo 16): son aquellos que tienen por objeto la adquisición, el
arrendamiento o el arrendamiento financiero de bienes muebles, sean o no de entrega sucesiva (artículo 16)2.

5) Contratos de servicios (artículo 17): son aquellos cuyo objeto son prestaciones de hacer
consistentes en el desarrollo de una actividad o dirigidas a la obtención de un resultado distinto de una obra o
un suministro (artículo 17)3.

6) Contratos mixtos (artículo 18): son aquellos que contienen prestaciones correspondientes a
contratos de distinta clase (artículo 18).

2. CONTRATOS SUJETOS A REGULACIÓN ARMONIZADA.


Arts. 19-23.

Los contratos sujetos a regulación armonizada son, según PARADA VÁZQUEZ, aquellos a los que se
refieren las directivas de la UE (su finalidad es, como su nombre indica, establecer para ellos una normativa
armonizada en todo el territorio de la Unión).

Según el artículo 19.1: «Son contratos sujetos a una regulación armonizada los contratos de obras, los
de concesión de obras, los de concesión de servicios, los de suministro y los de servicios cuyo valor estimado
[…] sea igual o superior a las cuantías que se indican en» la ley, «siempre que la entidad contratante tenga el
carácter de poder adjudicador. Tendrán también» tal consideración «los contratos subvencionados por estas
entidades a los que se refiere el artículo 23 [que son aquellos que son subvencionados en más de un 50 % por
algún poder adjudicador]».

2
Por tanto, el contrato de suministro administrativo equivale tanto al suministro civil como a la compraventa civil.
3
La LCSP de 2017 no contempla los contratos de colaboración entre el sector público y el privado.
9-4

Estos contratos están sujetos a un régimen jurídico especial, entre cuyas disposiciones destaca la
necesidad de publicar la preparación y adjudicación de los contratos en el Diario Oficial de la UE
(artículos 135 y 154).

3. RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS CONTRATOS ADMINISTRATIVOS Y


LOS DE DERECHO PRIVADO; LOS ACTOS SEPARABLES.
Arts. 24-27.

«Los contratos del sector público podrán estar sometidos a un régimen jurídico de derecho
administrativo o de derecho privado» (artículo 24).

1. Contratos administrativos (artículo 25).

Según el artículo 25:

1. [Concepto]. «Tendrán carácter administrativo los contratos siguientes, siempre que se


celebren por una Administración pública:

a) Los contratos de obra, concesión de obra, concesión de servicios, suministro y


servicios.

No obstante, tendrán carácter privado los siguientes contratos4:

1.º Los contratos de servicios que tengan por objeto» determinados «servicios
financieros […].

2.º Aquellos cuyo objeto sea la suscripción a revistas, publicaciones


periódicas y bases de datos.

b) Los contratos declarados así expresamente por una ley y aquellos otros de objeto
distinto a los expresados en la letra anterior, pero que tengan naturaleza administrativa especial por estar
vinculados al giro o tráfico específico de la Administración contratante o por satisfacer de forma directa o
inmediata una finalidad pública de la específica competencia de aquella.

2. [Régimen jurídico]. Los contratos administrativos se regirán, en cuanto a su preparación,


adjudicación, efectos, modificación y extinción, por esta ley y sus disposiciones de desarrollo;
supletoriamente se aplicarán las restantes normas de derecho administrativo; y, en su defecto, las normas de
derecho privado. […]».

4
Esto en la ley forma parte del párrafo anterior.
9-5

2. Contratos privados (artículo 26).

Según el artículo 26:

1. [Concepto]. «Tendrán la consideración de contratos privados:

a) Los que celebren las Administraciones públicas» que no sean contratos


administrativos.

b) «Los celebrados por […] poderes adjudicadores» que «no reúnan la condición de
Administraciones públicas.

c) Los celebrados por entidades del sector público que no reúnan la condición de poder
adjudicador».

2 a 4. [Régimen jurídico]. Dependen del órgano de contratación:

2. Si los celebra una AP: «… se regirán, en cuanto a su preparación y adjudicación,


en defecto de normas específicas, por» la LCSP y «sus disposiciones de desarrollo», y se aplicarán
«supletoriamente las restantes normas del derecho administrativo o, en su caso, las normas del derecho privado,
según corresponda por razón del sujeto o entidad contratante. En lo que respecta a su efectos, modificación y
extinción, estos contratos se regirán por el derecho privado. / […]».

3. Si los celebra un poder adjudicador: «… se regirán por lo dispuesto en el título I


del libro III de la» LCSP «en cuanto a su preparación y adjudicación. / En cuanto a sus efectos y extinción,
les serán aplicables las normas del derecho privado y» algunas normas especiales de la LCSP.

4. Si lo celebró una entidad del sector público que no sea un poder adjudicador:
«… se regirán por lo dispuesto en los artículos 321 y 322. / En lo que se refiere a sus efectos, modificación y
extinción se regularán por las normas de derecho privado que les resulten de aplicación».

3. Jurisdicción competente; los actos separables (artículo 27).

La doctrina de los actos separables hace referencia a la separación competencial que existe entre los
órdenes contencioso-administrativo y civil para el conocimiento de los asuntos relativos a los contratos del
sector público. Según el artículo 27:

1. «Serán competencia del orden jurisdiccional contencioso-administrativo las siguientes


cuestiones:

a) Las relativas a la preparación, adjudicación, efectos, modificación y extinción de


los contratos administrativos.

b) Las que se susciten en relación con la preparación y adjudicación de los contratos


privados de las Administraciones públicas. / […].

c) Las referidas a la preparación, adjudicación y modificaciones» de los contratos


celebrados por los poderes adjudicadores que no tengan la consideración de Administraciones públicas; en el
caso de las modificaciones, la impugnación debe basarse «en el incumplimiento de lo establecido en los
artículos 204 y 205 […] [sobre las modificaciones previstas y no previstas en el pliego de cláusulas
9-6

administrativas particulares], cuando se entienda que dicha modificación debió ser objeto de una nueva
adjudicación5».

d) «Las relativas a la preparación y adjudicación de los contratos de entidades del


sector público que no tengan el carácter de poderes adjudicadores.

e) Los recursos interpuestos contra las resoluciones […] de los recursos previstos en
el artículo 44 de esta ley [recursos especiales en materia de contratación] […].

f) Las cuestiones que se susciten en relación con la preparación, adjudicación y


modificación de los contratos subvencionados a que se refiere el artículo 23 […].

2. El orden jurisdiccional civil será el competente para resolver:

a) Las controversias que se susciten entre las partes en relación con los efectos y
extinción de los contratos privados de las entidades que tengan la consideración de poderes adjudicadores,
sean o no Administraciones públicas, con excepción de las modificaciones contractuales citadas en las
letras «b» y «c» del apartado anterior.

b) De las cuestiones referidas a efectos y extinción de los contratos que celebren las
entidades del sector público que no tengan el carácter de poderes adjudicadores.

c) El conocimiento de las cuestiones litigiosas relativas a la financiación privada del


contrato de concesión de obra pública o de concesión de servicios, salvo en lo relativo a las actuaciones en
ejercicio de las obligaciones y potestades administrativas que […] se atribuyen a la Administración
concedente, y en las que será competente el orden jurisdiccional contencioso-administrativo».

4. DISPOSICIONES COMUNES A LOS CONTRATOS DEL SECTOR


PÚBLICO; ESPECIAL REFERENCIA AL RÉGIMEN DE INVALIDEZ DE
LOS CONTRATOS Y AL RECURSO ESPECIAL EN MATERIA DE
CONTRATACIÓN.
L1 – Arts. 28-144.

El libro I de la LCSP (artículos 28 a 144) regula la «Configuración general de la contratación del


sector público y [los] elementos estructurales de los contratos». Aquí se va a exponer someramente el
contenido general del libro I, si bien se debe advertir que en la legislación de contratos del sector público
existen numerosas excepciones, que hacen imposible un estudio generalista.

Dicho libro I se estructura en cuatro títulos:

5
El apartado está reorganizado porque es bastante confuso.
9-7

I. Disposiciones generales sobre la contratación del sector público (T1 L1 – Arts. 28-60).

1. Racionalidad y consistencia de la contratación del sector público (C1 T1 L1 – Arts. 28-33).

La ley recoge algunos principios sobre la contratación del sector público, entre los que destaca la
sujeción a los principios de necesidad, idoneidad y eficiencia (artículo 28).

2. Libertad de pactos y contenido mínimo del contrato (C2 T1 L1 – Arts. 34-35).

Rige al principio de libertad de pactos: «… podrán incluirse cualesquiera pactos, cláusulas y


condiciones, siempre que no sean contrarios al interés público, al ordenamiento jurídico y a los principios de
buena administración» (artículo 34.1).

El artículo 35 impone un contenido mínimo a los contratos, en los que deben figurar, entre otros:

1.º La identificación de las partes.

2.º Definición del objeto y tipo del contrato.

3.º El precio.

4.º La duración del contrato.

3. Perfección y forma del contrato (C3 T1 L1 – Arts. 36 y 37).

En general, los contratos se perfeccionan con su formalización (artículo 36.1). Los contratos deben
formalizarse por escrito; no cabe la contratación verbal, salvo en la contratación de emergencia (artículo 37.1).

II. Partes del contrato (T2 L1 – Arts. 61-98).

Las partes son el órgano de contratación y el empresario o contratista.

En cuanto al contratista: «Solo podrán contratar con el sector público las personas naturales o
jurídicas, españolas o extranjeras, que tengan plena capacidad de obrar, no estén incursas en alguna prohibición
de contratar y acrediten su solvencia económica y financiera y técnica o profesional o, en los casos en que así
lo exija esta ley, se encuentren debidamente clasificadas» (artículo 65.1.I).
9-8

III. Objeto y precio del contrato (T3 L1 – Arts. 99-105).

1. Objeto del contrato (artículo 99).

Según el artículo 99, apartados 1 y 2:

1. «El objeto de los contratos del sector público deberá ser determinado», si bien «se podrá
definir en atención a las necesidades o funcionalidades concretas que se pretenden satisfacer, sin cerrar el
objeto del contrato a una solución única. […].

2. NO podrá fraccionarse un contrato con la finalidad de disminuir la cuantía del mismo y


eludir así los requisitos de publicidad o los relativos al procedimiento de adjudicación que correspondan».

2. Precio (artículo 102).

«Los contratos del sector público tendrán siempre un precio cierto», que deberá pagarse en euros,
salvo que la ley permita otras formas de pago (artículo 102, apartados 1 y 2).

IV. Garantías exigibles en la contratación del sector público (T4 L1 – Arts. 106-114).

La ley prevé que se exijan garantías al contratista en dos momentos: cuando el contratista aspira a
contratar con la Administración (garantía provisional) y cuando ha resultado adjudicatario del contrato
(garantía definitiva):

a) Garantía provisional: persigue asegurar la solvencia del aspirante y la seriedad de su


propuesta. Pero solo cabe cuando el órgano de contratación, por motivos de interés público, lo considere
necesario y lo justifique motivadamente en el expediente (artículo 106).

b) Garantía definitiva: trata de asegurar el cumplimiento de las obligaciones derivadas del


contrato o, en su caso, de las responsabilidades derivadas del incumplimiento, aunque excepcionalmente cabe
eximir de esta obligación (artículo 107).

V. Especial referencia al régimen de invalidez de los contratos y al recurso especial en materia de


contratación (C4 y 5 T1 L1 – Arts. 38-60).

1. Régimen de invalidez de los contratos (C4 T1 L1 – Arts. 38-43).

La LCSP prevé con carácter general que los contratos serán inválidos, según el artículo 38:

a) Por las causas de invalidez de derecho civil. El artículo 43 dice que los requisitos y plazos
se regirán por el derecho civil, pero el procedimiento, cuando el contrato se haya celebrado por una
Administración pública, será el que rija los actos y contratos administrativos anulables.
9-9

b) Por causas de derecho administrativo. Tales causas pueden ser:

1.ª De nulidad de pleno derecho (artículo 39): las indicadas en la LPAC o las
específicamente relacionadas en la LCSP, como, entre otras, la falta de capacidad de obrar o de solvencia
económica, financiera, técnica o profesional, o la carencia o insuficiencia de crédito, salvo en los supuestos de
emergencia (articulo 39).

2.ª De anulabilidad (artículo 40): las demás infracciones del ordenamiento jurídico,
de conformidad con lo establecido en la LPAC (artículo 40).

c) Ilegalidad del clausulado. Los contratos también serán inválidos cuando la invalidez
derive de la ilegalidad de su clausulado.

2. Recurso especial en materia de contratación (C5 T1 L1 – Arts. 44-60).

Los artículos 44 a 60 regulan un recurso especial en materia de contratación:

1) Objeto. El recurso afecta a contratos especialmente importantes, por su complejidad o por


su cuantía, en relación con algunos aspectos, como los acuerdos de adjudicación o determinadas
modificaciones (artículo 44).

2) Competencia para resolverlo: corresponde a órganos especializados e independientes,


caso del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (artículo 45).

3) Procedimiento. El recurso se debe interponer en el plazo de 15 días. A continuación, se


reclamará, en su caso, el expediente de contratación, que se remitirá con un informe del órgano de contratación,
y se dará traslado a los restantes interesados para que formulen alegaciones, tras lo cual se resolverá
(artículos 50 a 57).

El recurso especial desplaza los recursos administrativos ordinarios y agota la vía administrativa,
aunque tiene carácter potestativo, de modo que puede acudirse directamente a la vía
contencioso-administrativa (artículos 44.5 y 7).

5. PRERROGATIVAS DE DERECHO PÚBLICO EN LA CONTRATACIÓN


ADMINISTRATIVA.
SS3 S3 C1 T1 L2 – Arts. 190 y 191.

La LCSP no regula unas prerrogativas generales en el ámbito de la contratación del sector público,
sino que solo lo hace con respecto a las Administraciones públicas y en relación con los contratos
administrativos. Se contienen en los artículos 190 y 191.
9-10

1. Enumeración (artículo 190).

Según el artículo 190:

«Dentro de los límites y con sujeción a los requisitos y efectos señalados en la presente ley, el
órgano de contratación ostenta la prerrogativa de

— interpretar los contratos administrativos,

— resolver las dudas que ofrezca su cumplimiento,

— modificarlos por razones de interés público,

— declarar la responsabilidad imputable al contratista a raíz de la ejecución del


contrato,

— suspender la ejecución del mismo,

— [y] acordar su resolución y determinar los efectos de esta.

Igualmente, el órgano de contratación ostenta las facultades de inspección de las actividades


desarrolladas por los contratistas durante la ejecución del contrato…».

2. Procedimiento de ejercicio (artículo 191).

Y según el artículo 191:

1. «En los procedimientos que se instruyan para la adopción de acuerdos relativos a las
prerrogativas establecidas en el artículo anterior deberá darse audiencia al contratista.

2. En» el ámbito del sector público estatal se requiere el «previo informe del servicio jurídico
correspondiente, salvo» excepciones.

3. «… será preceptivo el dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de


la comunidad autónoma respectiva» para:

a) «La interpretación, nulidad y resolución de los contratos, cuando se formule


oposición por parte del contratista.

b) Las modificaciones de los contratos cuando no estuvieran previstas en el pliego de


cláusulas administrativas particulares y su cuantía […] sea superior a un 20 % del precio inicial del
contrato […], y su precio sea igual o superior a 6 000 000 de euros.

c) Las reclamaciones dirigidas a la Administración con fundamento en la


responsabilidad contractual en que esta pudiera haber incurrido, en los casos en que las indemnizaciones
reclamadas sean de cuantía igual o superior a 50 000 euros. […].

4. Los acuerdos que adopte el órgano de contratación pondrán fin a la vía administrativa y
serán inmediatamente ejecutivos».
10-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 10
Fecha: 3 diciembre 2016.
2919 palabras – 12:58.
Sumario:

1. Bienes de la Administración: clases y régimen jurídico.


2. El dominio público: rasgos principales.
3. Los bienes patrimoniales de la Administración: especial referencia a la sentencia del Tribunal
Constitucional n.º 166/1998, de 15 de julio.
4. La expropiación forzosa: principios reguladores, procedimiento y garantías jurisdiccionales.

1. BIENES DE LA ADMINISTRACIÓN: CLASES Y RÉGIMEN JURÍDICO.


Ley 33/2003, 3 noviembre, LPAP.

Los bienes de las Administraciones públicas se rigen principalmente por la Ley 33/2003, de 3 de
noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas.

Según el artículo 3:

1. «El patrimonio de las Administraciones públicas está constituido por el conjunto de sus
bienes y derechos, cualquiera que sea su naturaleza y el título de su adquisición o aquel en virtud del cual les
hayan sido atribuidos.

2. No se entenderán incluidos en el patrimonio de las Administraciones públicas el 1dinero,


los valores, los 3créditos y los 4demás recursos financieros de su hacienda ni, en el caso de las entidades
2

públicas empresariales y entidades análogas dependientes de las comunidades autónomas o corporaciones


locales, los 5recursos que constituyen su tesorería».

«Por razón del régimen jurídico al que están sujetos, los bienes […] de las Administraciones públicas
pueden ser de dominio público o demaniales y de dominio privado o patrimoniales» (artículo 4).


10-2

2. EL DOMINIO PÚBLICO: RASGOS PRINCIPALES.

I. Concepto y elementos.

1. Concepto del dominio público.

Los bienes de dominio público son aquellos bienes de la Administración que, por estar al servicio de
la comunidad, son objeto de un régimen jurídico singular y distinto al del derecho civil.

La Constitución establece en el artículo 132 (apartados 1 y 2):

1. «La ley regulará el régimen jurídico de los bienes de dominio público y de los comunales,
inspirándose en los principios de inalienabilidad, imprescriptibilidad e inembargabilidad, así como su
desafectación.

2. Son bienes de dominio público estatal los que determine la ley y en todo caso la zona
marítimo-terrestre, las playas, el mar territorial y los recursos naturales de la zona económica y la plataforma
continental» (es el conocido como dominio público marítimo-terrestre).

La LPAP dispone: «Son bienes y derechos de dominio público los que, siendo de titularidad pública,
se encuentren afectados al uso general o al servicio público, así como aquellos a los que una ley otorgue
expresamente el carácter de demaniales» (artículo 5.1).

Un bien puede ser demanial, bien por naturaleza, o bien por su afectación. La afectación es el acto
en virtud del cual un bien patrimonial pasa al dominio público. Puede producirse:

a) Por disposición de la ley (como hace el artículo 132.2 de la CE respecto del dominio
público marítimo-terrestre).

b) Por un acto expreso de afectación dictado por el órgano competente, «en el que se
indicará el bien o derecho a que se refiera, el fin al que se destina, la circunstancia de quedar aquel integrado
en el dominio público y el órgano al que corresponda el ejercicio de las competencias demaniales…»
(artículo 66.1).

c) Por un acto tácito. Cuando las adquisiciones de bienes se realicen en virtud de


expropiación forzosa, la afectación se entenderá implícita en ellas (artículo 24.2).

2. Régimen jurídico (artículo 5.4).

«Los bienes y derechos de dominio público se regirán por las leyes y disposiciones especiales que les
sean de aplicación y, a falta de normas especiales, por esta ley y las disposiciones que la desarrollen o
complementen. Las normas generales del derecho administrativo y, en su defecto, las normas del derecho
privado, se aplicarán como derecho supletorio» (artículo 5.4).


10-3

3. Salida del dominio público: desafectación (artículo 69).

Los bienes de dominio público pueden dejar de ser tales y pasar a ser bienes patrimoniales. Esto tiene
lugar a través de la desafectación, que es el acto por el que un bien de dominio público pasa a integrar los
bienes patrimoniales de la Administración. Ahora bien, a diferencia de la afectación, la desafectación siempre
tiene que ser expresa, salvo los casos en que la ley expresamente prevea lo contrario (artículo 69).

II. Uso del dominio público por los particulares y títulos habilitantes para ello (artículos 85 y 86).

La LPAP distingue tres tipos de uso de los bienes de dominio público. Según los artículos 85 y 86:

1) Uso común. «Se considera uso común de los bienes de dominio público el que corresponde
por igual y de forma indistinta a todos los ciudadanos, de modo que el uso por unos no impide el de los demás
interesados» (artículo 85.1). Su uso es libre (artículo 86.1).

2) Aprovechamiento especial. «Es uso que implica un aprovechamiento especial del dominio
público el que, sin impedir el uso común, supone la concurrencia de circunstancias tales como la peligrosidad
o intensidad del mismo, preferencia en casos de escasez, la obtención de una rentabilidad singular u otras
semejantes, que determinan un exceso de utilización sobre el uso que corresponde a todos o un menoscabo de
este» (artículo 85.2). Está sujeto a una autorización, si dura hasta 4 años; y a una concesión, si dura más de
4 años (artículo 86.2).

3) Uso privativo. «Es uso privativo el que determina la ocupación de una porción del dominio
público, de modo que se limita o excluye la utilización del mismo por otros interesados» (artículo 85.3). Exige
una concesión administrativa, salvo que consista en instalaciones desmontables o bienes muebles y su
duración no exceda de 4 años, en cuyo caso se exige una autorización (artículo 86.2 y 3).

III. Protección de los bienes de dominio público.

Entre los medios de protección de los bienes de dominio público cabe hacer referencia a los siguientes:

1.º Potestad de deslinde (artículo 50). «Las Administraciones públicas podrán deslindar los
bienes inmuebles de su patrimonio de otros pertenecientes a terceros, cuando los límites entre ellos sean
imprecisos o existan indicios de usurpación» (artículo 50.1).

2.º Potestad de recuperación posesoria o interdictum propium (artículo 55.2). La


Administración puede recuperar por sí misma la posesión de sus bienes demaniales en cualquier momento
(artículo 55.2). Es la consecuencia de su imprescriptibilidad.

3.º Desahucio administrativo (artículo 58). «Las Administraciones públicas podrán


recuperar en vía administrativa la posesión de sus bienes demaniales cuando decaigan o desaparezcan el título,
las condiciones o las circunstancias que legitimaban su ocupación por terceros» (artículo 58).


10-4

2. LOS BIENES PATRIMONIALES DE LA ADMINISTRACIÓN:


ESPECIAL REFERENCIA A LA SENTENCIA DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL N.º 166/1998, DE 15 DE JULIO.

I. Concepto de los bienes patrimoniales (artículo 7).

La LPAP dispone en el artículo 7 (apartados 1 y 2):

1. «Son bienes […] patrimoniales los que, siendo de titularidad de las Administraciones
públicas, no tengan el carácter de demaniales.

2. En todo caso, tendrán la consideración de patrimoniales de la Administración General del


Estado y sus organismos públicos los 1derechos de arrendamiento, los 2valores y títulos representativos de
acciones y participaciones en el capital de sociedades mercantiles o de obligaciones emitidas por estas, así
como 3contratos de futuros y opciones cuyo activo subyacente esté constituido por acciones o participaciones
en entidades mercantiles, los 4derechos de propiedad incorporal y los 5derechos de cualquier naturaleza que se
deriven de la titularidad de los bienes y derechos patrimoniales».

II. Características de los bienes patrimoniales.

1. Prerrogativas de la Administración.

1) Privilegio de exclusión de la ejecución procesal (artículo 30.3). La Constitución dice que


los bienes demaniales son inembargables (artículo 132.1), pero no hace referencia alguna a los bienes
patrimoniales. La antigua ley de haciendas locales declaró la inembargabilidad de los bienes patrimoniales en
general. Sin embargo, el Tribunal Constitucional, en la STC 166/1998 declaró inconstitucional tal privilegio.
El TC declaró que solo era válida la declaración de la inembargabilidad de los bienes patrimoniales cuando se
encontraran materialmente afectados a un uso o servicio público.

Actualmente, el artículo 30.3, primera frase, de la LPAP, dice: «Ningún tribunal ni autoridad
administrativa podrá dictar [una] providencia de embargo ni despachar [un] mandamiento de ejecución contra
los bienes y derechos patrimoniales, cuando se encuentren materialmente afectados a un servicio público o a
una función pública, cuando sus rendimientos o el producto de su enajenación estén legalmente afectados a
fines determinados o cuando se trate de valores o títulos representativos del capital de sociedades estatales que
ejecuten políticas públicas o presten servicios de interés económico general».

2) Facultad de investigación (artículo 45). «Las Administraciones públicas tienen la facultad


de investigar la situación de los bienes y derechos que presumiblemente formen parte de su patrimonio, a fin
de determinar la titularidad de los mismos, cuando esta no les conste de modo cierto» (artículo 45).


10-5

2. Adquisición (artículos 15 a 18).

1) Modos de adquirir (artículo 15). Según el artículo 15: «Las Administraciones públicas
podrán adquirir bienes y derechos por cualquiera de los modos previstos en el ordenamiento jurídico y, en
particular, por los siguientes:

a) Por atribución de la ley [como sucede con los señalados en los artículos 17 y 18].

b) A título oneroso, con ejercicio o no de la potestad de expropiación.

c) Por herencia, legado o donación.

d) Por prescripción.

e) Por ocupación».

2) Régimen jurídico inicial de los bienes (artículo 16). «Salvo disposición legal en contrario,
los bienes y derechos de la Administración General del Estado y sus organismos públicos se entienden
adquiridos con el carácter de patrimoniales, sin perjuicio de su posterior afectación al uso general o al
servicio público» (artículo 16).

3) Bienes que pertenecen por ley a la AGE (artículos 17 y 18):

— Artículo 17: dice que pertenecen a la AGE todos los bienes inmuebles que
carezcan de dueño.

— Artículo 18: «Corresponden a la Administración General del Estado», en general,


los efectos depositados en entidades financieras «respecto de los cuales no se haya practicado gestión alguna
por los interesados que implique el ejercicio de su derecho de propiedad en el plazo de 20 años»1.

4) Adquisiciones hereditarias. En el caso de las adquisiciones por sucesión, aunque los


artículos 956 a 958 del CC dicen que, a falta de sucesores, heredará el Estado, algunas comunidades autónomas
han reconducido tal llamamiento a su favor, de tal forma que la AGE solo heredará los bienes de los fallecidos
en aquellas comunidades que no hayan regulado tal adquisición a su favor.

3. Explotación por los particulares (artículos 106 y 107).

a) Título y plazo (artículo 106). «La explotación de los bienes o derechos patrimoniales podrá
efectuarse a través de cualquier negocio jurídico […]. Los contratos para la explotación de los bienes o
derechos patrimoniales no podrán tener una duración superior a 20 años, incluidas las prórrogas, salvo causas
excepcionales debidamente justificadas» (artículo 106).

b) Forma de conceder los contratos (artículo 107). «Los contratos para la explotación de
los bienes y derechos patrimoniales se adjudicarán por concurso, salvo que, por las peculiaridades del bien, la
limitación de la demanda, la urgencia resultante de acontecimientos imprevisibles o la singularidad de la
operación, proceda la adjudicación directa» (artículo 107.1, primera frase).


1
De todas maneras, la adquisición no es automática, porque hay un procedimiento para ello, pero no vale la pena entrar en esto.


10-6

4. Protección de los bienes patrimoniales.

Al igual que con los bienes demaniales, para la protección de los bienes patrimoniales, la
Administración cuenta con la misma potestad de recuperación posesoria (aunque el procedimiento ha de
iniciarse y notificarse tal iniciación en el plazo de 1 año desde la usurpación, transcurrido el cual la
Administración ha de acudir a los tribunales [artículo 55.3]) y la potestad de deslinde.

5. Enajenación de los bienes patrimoniales (artículos 131 y 132).

A diferencia de los bienes demaniales, que se rigen por el principio de la inalienabilidad, los
patrimoniales sí podrán ser enajenados, cuando no sean necesarios para el ejercicio de las competencias y
funciones propias de la Administración General del Estado (artículo 131.1). Dicha enajenación puede hacerse
a través de cualquier negocio jurídico (artículo 132).

3. LA EXPROPIACIÓN FORZOSA: PRINCIPIOS REGULADORES,


PROCEDIMIENTO Y GARANTÍAS JURISDICCIONALES.
Art. 33.3 CE + LEF 16 diciembre 1954 + REF 26 abril 1957.

I. Principios reguladores.

La Constitución, tras reconocer en el artículo 33 el derecho a la propiedad privada, establece en su


número 3: «Nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o
interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes».

La legislación sobre expropiación forzosa es una competencia exclusiva del Estado


(artículo 149.1.18.ª).

La expropiación actualmente se regula en:

— Ley de Expropiación Forzosa de 16 de diciembre de 1954.

— Reglamento de Expropiación Forzosa de 26 de abril de 1957.


10-7

II. Elementos de la expropiación.

Son los sujetos, el objeto y la causa de la expropiación.

1. Sujetos.

El elemento subjetivo de la expropiación está representado por el expropiante, el beneficiario de la


expropiación y el expropiado.

a) Expropiante (artículo 2.1 de la LEF). Según la LEF: «La expropiación forzosa solo podrá
ser acordada por el Estado, la provincia o el municipio» (artículo 2.1), y hoy también por las comunidades
autónomas; también las islas, ya que los cabildos canarios y los consejos baleares ejercen las competencias
de las diputaciones provinciales (artículo 41 de la LBRL)2.

b) Beneficiario de la expropiación (artículo 3 del REF). Según el REF, el beneficiario es


«el sujeto que representa el interés público o social para cuya realización está autorizado a instar de la
Administración expropiante el ejercicio de la potestad expropiatoria, y que adquiere el bien o derecho
expropiados» (artículo 3).

c) Expropiado. Es el titular de los derechos expropiados3.

2. Objeto de la expropiación (artículo 1 de la LEF).

El artículo 1 de la LEF se refiere a la propiedad privada y a los derechos e intereses patrimoniales,


por lo que quedan fuera de la expropiación los derechos personales y familiares.

3. Causa de la expropiación o causa expropiandi.

Es la razón que autoriza el ejercicio de la potestad expropiatoria, que debe consistir en una utilidad
pública o el interés social.

La causa concreta de la expropiación debe indicarse específicamente en cada expropiación singular.

III. Procedimientos expropiatorios.

El título II de la LEF (artículos 9 a 58) regula el procedimiento general de expropiación.


2
En otras palabras, la potestad expropiatoria solo la tienen las Administraciones públicas territoriales; cuando una Administración institucional (caso
de una universidad) necesite un bien, y no consiga adquirirlo mediante la enajenación voluntaria, necesita acudir a la Administración territorial
competente para que sea esta la que lo expropie.
3
De todas maneras, esto no es así exactamente. Los arts. 3 a 7 de la LEF vienen a decir, básicamente, que el interesado será el que conste como titular
en un registro público o el que a la Administración le parezca que es el titular. Ese señor es quien interviene en el procedimiento y a quien le pagan, y
quien se considera expropiado de cara al procedimiento. Luego, que se las apañen en el proceso civil para ver quién tenía derecho a la indemnización o
no y quién tiene que pagar a quién. La Administración no se va a estar matando a averiguar quién es el titular real, ni va a estar promoviendo el proceso
civil para que el juez civil lo determine.


10-8

1. Procedimiento expropiatorio general (T2 – Arts. 9-58).

Con base en la LEF, cabe diferenciar cuatro fases:

1.ª Declaración de utilidad pública o interés social. Antes de la expropiación debe


procederse a la declaración de utilidad pública o interés social del fin a que haya de afectarse el objeto
expropiado (que no la declaración de utilidad pública del objeto en sí)4. Ello, en principio, debe llevarse a cabo
mediante una ley (artículos 9 a 12).

2.ª Declaración de la necesidad de la ocupación de los bienes o de la adquisición de los


derechos. Consiste en fijar los bienes que se van a expropiar.

3.ª Determinación del justiprecio (artículos 24 a 47). Se regula en los artículos 24 a 47, con
arreglo a los cuales hay tres sistemas:

1) Mutuo acuerdo entre la Administración y el expropiado (en el plazo de 15 días).

2) Por hojas de aprecio contradictorias. Si no hay acuerdo, la Administración


requerirá al propietario para que, en el plazo de 20 días, presente una hoja de aprecio en la que concrete el
valor que estime que tiene el bien. La Administración debe aceptarla o rechazarla en otro plazo de 20 días, y,
si la acepta, se entenderá determinado definitivamente el justiprecio. Si no la acepta, extenderá su hoja de
aprecio, que se notificará al propietario, el cual dentro de los 10 días siguientes podrá aceptarla o rechazarla.

3) Determinación por el jurado provincial de expropiación. Si el propietario


rechaza el precio ofrecido por la Administración, se pasará el expediente de justiprecio al jurado provincial de
expropiación. El jurado fijará el justiprecio según las reglas ofrecidas por la ley.

4.ª Pago y ocupación (artículos 48 a 53). Una vez determinado el justiprecio, se procederá a
su pago, el cual deberá hacerse en el plazo máximo de 6 meses (artículo 48.1), sin perjuicio de que pueda
continuar el eventual litigio entre las partes en la vía contencioso-administrativa sobre la cuantía correcta de
dicho justiprecio; en este supuesto, se abonará la cifra respecto de la que hubiera conformidad, a resultas de la
que finalmente se fije (artículo 50.2).

El pago da derecho a la ocupación (artículo 51). El pago, junto con el acta de la ocupación,
constituye un título para inscribir la adquisición en los registros públicos (artículo 53).

2. Procedimiento expropiatorio excepcional de urgencia (artículo 52).

La LEF regula un procedimiento expropiatorio excepcional de urgencia, en el artículo 52, que


establece: «Excepcionalmente, y mediante acuerdo del Consejo de Ministros, podrá declararse urgente la
ocupación de los bienes afectados por la expropiación a que dé lugar la realización de una obra o finalidad
determinada. […]».

Se notificará a los interesados el día y hora en que va a realizarse el acto previo de la ocupación, se
fijará la cantidad que se va a satisfacer, se pagará y se procederá sin más a la ocupación. La fijación de tal
cantidad provisional se hace con criterios fiscales, sin perjuicio de que posteriormente se fije el justiprecio por
los trámites ordinarios.


4
La utilidad pública versa sobre el fin: construir un colegio sobre el terreno. La utilidad pública no es el bien que se expropia.


10-9

3. Procedimientos especiales (T3 – Arts. 59-107).

Existen también algunos procedimientos especiales de expropiación, regulados en el título III de la


LEF, que en realidad son especialidades procedimentales del procedimiento general.

IV. Garantías jurisdiccionales (T5 – Arts. 124-128)5:

1) Vía de hecho y expropiaciones que no respetan el procedimiento. Contra las expropiaciones que
constituyan una vía de hecho (que son aquellas actuaciones realizadas al margen de procedimiento alguno y
fuera de las competencias de la Administración), así como aquellas actuaciones que no hayan sido adoptadas
a través del procedimiento de expropiación y que constituyan verdaderas expropiaciones, cabe interponer el
recurso contencioso-administrativo. No obstante, el interesado también puede ejercitar las acciones para la
tutela sumaria de la posesión, que prevé el artículo 125 y admite también el 105 de la LPAC, por no respetar
el procedimiento.

2) Otras infracciones del procedimiento expropiatorio (artículo 126). Para las demás infracciones,
el artículo 126 permite interponer el recurso contencioso-administrativo contra:

— La resolución que ponga fin al expediente de expropiación.

— Los acuerdos del justiprecio.


5
El art. 124 repite el 33.3 de la CE; y los que faltan son irrelevantes.


11-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 11
2.ª edición.
Fecha: 20 junio 2019.
2973 palabras – 13:13.

Sumario:

1. Responsabilidad patrimonial de la Administración por el funcionamiento normal o anormal


de los servicios públicos.
2. Responsabilidad patrimonial por funcionamiento anormal de la Administración de Justicia.
3. Responsabilidad del Estado-juez y del Estado-legislador.

1. RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE LA ADMINISTRACIÓN POR


EL FUNCIONAMIENTO NORMAL O ANORMAL DE LOS SERVICIOS
PÚBLICOS.

I. Regulación (Art. 106.2 CE + S1 C4 TP LRJSP – Arts. 32-35 + Arts. sueltos de la LPAC).

La Constitución establece:

— Responsabilidad. Artículo 9.3: entre otros, establece el principio de responsabilidad de


los poderes públicos.

— Indemnización. Artículo 106.2: «Los particulares, en los términos establecidos por la ley,
tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo
en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios
públicos».

— Competencia. Artículo 149.1.18.ª: atribuye al Estado la competencia exclusiva para


determinar el régimen de responsabilidad de todas las Administraciones públicas.

Actualmente, la responsabilidad de las Administraciones públicas viene regulada:

— En sus aspectos procedimentales, en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento


Administrativo Común de las Administraciones Públicas.

— En sus aspectos sustantivos, en la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del


Sector Público (concretamente en los artículos 32 a 35).

Según el artículo 32.1, párrafo 1.º: «Los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por las
Administraciones públicas correspondientes de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos,
siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, salvo
en los casos de fuerza mayor o de daños que el particular tenga el deber jurídico de soportar de acuerdo con la
ley».
11-2

II. Requisitos para que exista la responsabilidad.

Para que la Administración sea responsable es necesario que exista:

1) Un hecho imputable a la Administración.

2) Un daño.

3) Una relación de causalidad entre el hecho y el daño.

4) Y que no concurra fuerza mayor.

1. Hecho imputable a la Administración.

Es necesario que el daño sea debido al funcionamiento de los servicios públicos, según el artículo 106.2
de la CE; y la LRJSP precisa que ese funcionamiento es tanto el normal como el anormal (artículo 32.1):

a) Servicio público. Por servicio público se entiende aquí toda actividad o inactividad de los
entes públicos.

b) Funcionamiento normal y anormal.

i) Funcionamiento normal: se refiere a los daños causados por acciones lícitas de la


Administración, que debe soportar tanto los beneficios como los perjuicios de su actuación.

ii) Funcionamiento anormal: supone la posibilidad de imputar los daños causados


por culpa (incluido el dolo) o ilegalidad, se haya identificado o no al funcionario responsable.

2. Daño.

El daño debe ser «efectivo, evaluable económicamente e individualizado con relación a una persona
o grupo de personas» (artículo 32.2 de la LRJSP).

3. Relación de causalidad.

a) La relación de causalidad entre el hecho y la lesión. Entre el daño y la actuación


administrativa debe existir una relación de causalidad.

b) Concurrencia de causas. Igual que la responsabilidad extracontractual en el derecho civil,


en la administrativa pueden intervenir factores externos, con variables consecuencias sobre la responsabilidad
de la Administración:

1.º Culpa de la víctima. En tales casos habrá que estar al alcance de su actuación:

— Si la culpa es exclusiva: se rompe el nexo causal y no hay responsabilidad


de la Administración.
11-3

— Si la culpa es intrascendente: la relación causal permanece en su


integridad.

— Si la culpa es concurrente: no rompe el nexo causal, pero, como la


conducta de la víctima influyó en la producción del daño, se reducirá la responsabilidad de la Administración
en atención a dicha concurrencia.

2.º Culpa de un tercero. En este caso se ofrecen las mismas posibilidades que se
acaban de exponer, con las mismas consecuencias, si bien el tercero responderá de la parte del daño que le sea
imputable.

3.º Concurrencia de varias Administraciones públicas (artículo 33). Si varias


Administraciones concurren a la producción del daño, la LRJSP dice que responderán todas solidariamente,
aunque solo en los casos de gestión dimanante de fórmulas conjuntas de actuación o cuando no sea posible
determinar la responsabilidad de cada Administración (artículo 33).

4. Ausencia de fuerza mayor.

La Constitución excluye la responsabilidad en los casos de fuerza mayor. Ello implica que, en sentido
contrario, existe la obligación de indemnizar en los supuestos de caso fortuito.

La LRJSP dice: «[…]. No serán indemnizables los daños que se deriven de hechos o circunstancias
que no se hubiesen podido prever o evitar, según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica
existentes en el momento de producción de aquellos, todo ello sin perjuicio de las prestaciones asistenciales
o económicas que las leyes puedan establecer para estos casos» (artículo 34.1, párrafo 1.º).

III. La indemnización.

1) Cuantificación de la indemnización (artículo 34.2). «La indemnización se calculará con arreglo


a los criterios de valoración establecidos en la legislación fiscal, de expropiación forzosa y demás normas
aplicables», y se ponderarán, «en su caso, las valoraciones predominantes en el mercado. En los casos de
muerte o lesiones corporales, se podrá tomar como referencia la valoración incluida en los baremos de la
normativa vigente en materia de seguros obligatorios y de la Seguridad Social» (artículo 34.2)

2) Momento al que ha de referirse la valoración del perjuicio (artículo 34.3). «La cuantía de la
indemnización se calculará con referencia al día en que la lesión efectivamente se produjo, sin perjuicio de su
actualización a la fecha en que se ponga fin al procedimiento de responsabilidad […] y de los intereses que
procedan por demora en el pago de la indemnización fijada…» (artículo 34.3).

3) Modalidades de la reparación (artículo 34.4). Aunque la indemnización, en principio, consiste


en dinero (y al contado), la LRJSP dice: «La indemnización procedente podrá sustituirse por una
compensación en especie o ser abonada mediante pagos periódicos, cuando resulte más adecuado para lograr
la reparación debida y convenga al interés público, siempre que exista acuerdo con el interesado»
(artículo 34.4).
11-4

IV. Procedimiento para exigir la responsabilidad.

Se regula en la LPAC, que únicamente señala las especialidades que tiene el procedimiento
administrativo común cuando se trata de una reclamación de responsabilidad patrimonial de la
Administración1.

1. Competencia (artículo 92).

a) Estado. En la AGE, con carácter general:

— La competencia para TRAMITAR el procedimiento corresponde al ministerio


competente por razón de la materia (artículo 73.1.d de la LRJSP).

— El procedimiento se RESOLVERÁ «por el ministro respectivo o por el Consejo de


Ministros […], cuando una ley así lo disponga» (artículo 92, párrafo 1.º, de la LPAC).

b) Comunidades autónomas y ee. ll. «En el ámbito autonómico y local, los procedimientos
de responsabilidad patrimonial se resolverán por los órganos correspondientes de las comunidades autónomas
o de las entidades que integran la Administración local» (artículo 92, párrafo 2.º).

c) Entidades de derecho público. «En el caso de las entidades de derecho público, las
normas que determinen su régimen jurídico podrán establecer los órganos a quien corresponde la resolución
de los procedimientos de responsabilidad patrimonial. En su defecto, se aplicarán las normas previstas en este
artículo», es decir, las normas anteriormente expuestas (artículo 92, párrafo 3.º).

2. Iniciación.

1) Plazo (artículo 67). El plazo para el ejercicio de la reclamación es el de 1 año desde que
se hubiera producido el hecho o desde que se manifestó su efecto lesivo. En caso de daños de carácter físico
o psíquico, el plazo empezará a computarse desde la curación o determinación del alcance de las secuelas
(artículo 67.1, párrafo 1.º).

2) Formas de iniciación.

a) Iniciación de oficio (artículo 65). El procedimiento puede iniciarse de oficio. El


acuerdo de iniciación se notificará a los lesionados, a los que se concederá un plazo de 10 días para que
formulen alegaciones, aporten documentos y propongan pruebas. El procedimiento se instruirá aun cuando los
interesados no se personen (artículo 65.2).

b) Iniciación por petición razonada de otros órganos (artículo 61.4). También


puede iniciarse a petición razonada de otros órganos, en cuyo caso «la petición deberá individualizar la
1
lesión […], su 2relación de causalidad […], su 3evaluación económica, si fuera posible, y el 4momento en que
la lesión efectivamente se produjo» (artículo 61.4).

c) Iniciación a solicitud del interesado (artículo 67). «Además de lo previsto en el


artículo 66 [los requisitos generales de toda solicitud], […] se deberán especificar» los mismos elementos
indicados en el artículo 61.4 (la lesión, la relación de causalidad, la evaluación económica y el momento de la

1
En esto se diferencia de la LPAC de 1992, bajo la cual se regulaba en un reglamento específico.
11-5

lesión); la solicitud «irá acompañada de cuantas alegaciones, documentos e informaciones se estimen


oportunos y de la proposición de prueba…» (artículo 67.2).

3) Plazo para resolver y notificar (artículo 91.3): es de 6 meses, transcurridos los cuales se
producirá el silencio desestimatorio (artículo 91.3).

3. Tramitación.

1) Informes y dictámenes (artículo 81). Resulta preceptivo solicitar un informe al servicio


cuyo funcionamiento haya ocasionado la presunta lesión (artículo 81.1), así como, si la indemnización
reclamada es igual o superior a 50 000 euros, un dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo de la
comunidad autónoma (artículo 81.2).

2) Audiencia de los interesados (artículo 82). La única especialidad es que, si el daño lo


causó un tercero en ejecución de un contrato y obedeciendo una orden de la Administración, debe darse
audiencia al contratista (artículo 82.5).

4. Terminación.

El procedimiento terminará con la resolución del órgano administrativo competente, que debe ser
motivada (artículo 35.1.h). Además de los requisitos generales que debe contener toda resolución, «… será
necesario que la resolución se pronuncie sobre la existencia o no de la relación de causalidad entre el
funcionamiento del servicio público y la lesión producida y, en su caso, sobre la valoración del daño causado,
la cuantía y el modo de la indemnización…» (artículo 91.2).

También puede terminar por acuerdo con el interesado (artículo 91).

5. Procedimiento simplificado (artículo 96).

También cabe acudir al procedimiento simplificado, que solo cabe cuando se aprecie inequívocamente
la relación de causalidad, la valoración del daño y la cuantía de la indemnización (artículo 96.4).

6. Recursos.

La resolución administrativa, expresa o presunta, es recurrible en vía administrativa, pero solo en


reposición, ya que el artículo 114.1.e de la LPAC la considera un acto finalizador de la vía administrativa, y
contra tales actos solo cabe el recurso de reposición (artículo 123).

También puede ser recurrida, directamente (ya que el recurso de reposición es potestativo) o tras la
desestimación de la reposición, en vía judicial. La LJCA reserva al orden contencioso-administrativo todos
los recursos en esta materia, «cualquiera que sea la naturaleza de la actividad o el tipo de relación de que
derive», y las Administraciones no podrán nunca ser demandadas «ante los órdenes jurisdiccionales civil o
social, aun cuando en la producción del daño concurran con particulares o cuenten con un seguro de
responsabilidad» (artículo 2.e).
11-6

V. Responsabilidad de la Administración en el campo del derecho privado (artículo 35 de la LRJSP).

Según LRJSP: «Cuando las Administraciones públicas actúen, directamente o a través de una entidad
de derecho privado, en relaciones de esta naturaleza [es decir, en relaciones de derecho privado], su
responsabilidad se exigirá de conformidad con lo previsto en los artículos 32 y siguientes, incluso cuando
concurra con sujetos de derecho privado o la responsabilidad se exija directamente a la entidad de derecho
privado…» (artículo 35). Es decir, responde con arreglo a las mismas normas que rigen su responsabilidad
cuando ejerza potestades públicas.

VI. Acción de regreso (artículo 36.2).

Finalmente, el artículo 36.2 dice que la Administración ejercitará de oficio la acción de regreso contra
el funcionario responsable del daño cuando hubiera incurrido en dolo, culpa o negligencia graves.

2. RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL POR FUNCIONAMIENTO


ANORMAL DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.
Art. 121 CE + T5 L3 LOPJ – Arts. 292-296 + LPAC.

I. Regulación legal (artículos 121 de la CE y 292 y 295 de la LOPJ).

El artículo 121 de la Constitución establece: «Los daños causados por error judicial, así como los que
sean consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, darán derecho a una
indemnización a cargo del Estado, conforme a la ley».

Según la LOPJ:

— Artículo 292.1: el artículo 292.1 reitera el 121 de la CE y añade que no habrá tal derecho
«… en los casos de fuerza mayor, con arreglo a lo dispuesto en este título».

— Artículo 295: dice que tampoco lo habrá si el daño «… tuviera por causa la conducta
dolosa o culposa del perjudicado».

II. Responsabilidad por funcionamiento anormal de la Administración de Justicia.

1) Concepto de funcionamiento anormal. Se refiere a los supuestos de lentitud, inadecuación o


irregularidad de los procedimientos judiciales. Por ejemplo, las dilaciones indebidas.

2) Requisitos. Son los mismos que los de la responsabilidad de la Administración. La única diferencia
es que ahora la responsabilidad abarca solo el funcionamiento anormal.

3) Procedimiento: es el regulado en la LPAC (al que se remite el artículo 293.2 de la LOPJ):

— La solicitud debe dirigirse al Ministerio de Justicia.


11-7

— El plazo es también de 1 año.

— Es preceptivo un informe del CGPJ (artículo 81.3 de la LPAC), además de, en su caso, el
dictamen del Consejo de Estado.

III. Funcionamiento anormal del Tribunal Constitucional (artículo 32.8 de la LRJSP).

La LRJSP regula el procedimiento de responsabilidad por funcionamiento anormal del TC. Se requiere
previamente que el tribunal haya declarado, a instancia de parte, la existencia de tal funcionamiento anormal.
La competencia corresponde al Consejo de Ministros (artículo 32.8)2.

3. RESPONSABILIDAD DEL ESTADO-JUEZ Y DEL


ESTADO-LEGISLADOR.

I. Responsabilidad del Estado-juez (artículos 292 a 296 de la LOPJ).

Bajo la rúbrica responsabilidad del Estado-juez cabe incluir los supuestos de responsabilidad del
Estado por error judicial y por prisión indebida3.

Se regula en los artículos 292 a 296 de la LOPJ.

1. Error judicial.

1) Presupuesto: previa declaración del error. Es necesario que una resolución judicial
reconozca la existencia del error (artículo 293.1), que puede contenerse en la sentencia dictada en un recurso
de revisión o a través de un procedimiento regulado en el artículo 293.1, cuyas reglas son4:

1.º [Plazo]. El plazo para la solicitud es de 3 meses5.

2.º [Competencia]. «La pretensión de declaración del error se deducirá ante la sala
del Tribunal Supremo correspondiente al mismo orden jurisdiccional que el órgano a quien se imputa el
error, y si este se atribuyese a una sala […] del Tribunal Supremo, la competencia corresponderá a la sala que
se establece en el artículo 61. […].

3.º [Procedimiento]. El procedimiento […] será el propio del recurso de revisión


en materia civil»; serán parte, «en todo caso, el Ministerio Fiscal y la Administración del Estado.

2
Esto viene porque ese procedimiento no existía. La sala de lo contencioso de la Audiencia Nacional dictó una sentencia en 2008 (y luego otras) en la
que señaló que el particular no se podía ver perjudicado por la falta de regulación de tal procedimiento, y dijo que, a falta de regulación, era competente
el Consejo de Ministros (SAN 2483/2008, de 8 de julio). Un año después, la Ley 13/2009, de 3 de noviembre, introdujo un nuevo aptdo. 5.º al art. 139
de la LPAC de 1992, que es el actual art. 32.8 de la LRJSP de 2015.
3
Hay que tener en cuenta que la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio, suprimió la responsabilidad civil directa de los jueces y magistrados por los
hechos cometidos en el ejercicio de su cargo, en consonancia con el resto de empleados públicos.
4
La ley lo enumera en realidad con letras.
5
Cuenta desde el día en que pudo ejercitarse la acción, pero eso no interesa especificarlo.
El plazo para la solicitud de indemnización, una vez declarada la existencia del error, es de 1 año, y cuenta desde el día siguiente al día en que pudo
ejercitarse; se ve luego.
11-8

4.º [Plazo para resolver e informe]. El tribunal dictara [la] sentencia definitiva, sin
ulterior recurso, en el plazo de 15 días, con [el] informe previo del órgano jurisdiccional a quien se atribuye
el error.

5.º [Costas]. Si el error no fuera apreciado, se impondrán las costas al peticionario.

6.º [Necesidad de que la resolución sea firme]. No procederá la declaración de error


[…] mientras no se hubieren agotado previamente los recursos previstos en el ordenamiento.

7.º [No efectos suspensivos]. La mera solicitud de declaración del error no impedirá
la ejecución de la resolución judicial a la que aquel se impute».

2) Procedimiento. Una vez que el tribunal ha declarado la existencia del error judicial, el
procedimiento para reclamar la indemnización es el mismo que en los casos de funcionamiento anormal de la
Administración de Justicia. Según el artículo 293 de la LOPJ:

— La petición indemnizatoria se dirigirá siempre al ministro de justicia.

— El derecho a reclamar la indemnización prescribirá al año6.

2. Prisión preventiva indebida (artículo 294).

La LOPJ históricamente decía: «Tendrán derecho a [una] indemnización quienes, después de haber
sufrido [una] prisión preventiva, sean absueltos por INEXISTENCIA del hecho imputado o por esta misma causa
haya sido dictado [un] auto de sobreseimiento libre, siempre que se le hayan irrogado perjuicios»
(artículo 294.1).

En la práctica se limitaba a los casos en que se acreditaba que el hecho imputado no se produjo
realmente o no fue cometido por el investigado; por tanto, no cubría los casos en que se absuelve al afectado
por falta de pruebas.

Pero el Tribunal Constitucional declaró en la STC de 85/2019, de 19 de junio, que esa especificación
era inconstitucional y nula, y que la indemnización procede cualquiera que sea la causa de absolución o por la
que se dicte el auto de sobreseimiento libre7.

«La cuantía de la indemnización se fijará en función del tiempo de privación de libertad y de las
consecuencias personales y familiares que se hayan producido» (artículo 294.2).

El procedimiento es el mismo de antes, sin que sea necesaria la previa declaración del error judicial
(artículo 294.3).

6
Empieza a contar a partir del día siguiente al día en que se pudo ejercitar la solicitud.
Esto no quita que la declaración del error deba promoverse dentro de 3 meses, que empiezan a contar el mismo día.
7
Concretamente, declaró inconstitucionales las palabras que están tachadas.
11-9

II. Responsabilidad del Estado-legislador (artículo 32 de la LRJSP).

Se refiere a la responsabilidad del Estado como consecuencia del ejercicio de la potestad legislativa
por las cámaras.

a) Supuestos (artículo 32.3 a 32.5 de la LRJSP). La LRJSP regula en el artículo 32.3 varios
supuestos:

1) Por daños sufridos por la aplicación de actos legislativos NO expropiatorios que


no haya el deber jurídico de soportar, «cuando así se establezca en los propios actos legislativos y en los
términos que en ellos se especifiquen» (artículo 32.3, párrafo 1.º).

2) Por aplicación de leyes declaradas inconstitucionales, siempre que concurran los


requisitos generales establecidos para el nacimiento de la responsabilidad de las Administraciones públicas
(artículo 32.3, párrafo 2.º, letra «a») y que, además, se haya desestimado mediante una sentencia firme el
recurso del interesado contra la actuación administrativa que ocasionó el daño, siempre que se hubiera alegado
la inconstitucionalidad posteriormente declarada (artículo 32.4).

3) Por aplicación de leyes contrarias al derecho de la UE. Además de cumplir los


requisitos del caso anterior, es necesario que la norma tenga por objeto conferir derechos a los particulares,
que el incumplimiento esté suficientemente caracterizado y que haya una relación de causalidad directa entre
el incumplimiento y el daño (artículo 32.3.II.b y 32.5).

b) Procedimiento (artículo 92 de la LPAC). El procedimiento es el general ya visto; la única


especialidad es que la competencia corresponde siempre al Consejo de Ministros (artículo 92 de la LPAC).
12-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 12
Fecha: 17 diciembre 2016.
3200 palabras – 14:13.

Sumario:

1. Urbanismo y derecho.
2. Ordenación del territorio y ordenación urbanística.
3. Contenido del derecho de la propiedad del suelo: facultades, deberes y cargas.
4. Bases del régimen del suelo: situaciones básicas del suelo y actuaciones de transformación
urbanística.
5. Los planes de ordenación.
6. Iniciativa en la urbanización.
7. Régimen de valoraciones.
8. Disciplina urbanística.

1. URBANISMO Y DERECHO.

1) Urbanismo. El urbanismo es una perspectiva global e integradora de todo lo que se refiere a la


relación del ser humano con el medio en el que se desenvuelve y que hace del suelo su eje operativo
(Tomás-Ramón FERNÁNDEZ).

2) Derecho urbanístico. El derecho urbanístico es el conjunto de normas reguladoras, grosso modo,


de los procesos de ordenación del territorio y su transformación física a través de la urbanización y de la
edificación.

3) Régimen constitucional del urbanismo. La Constitución de 1978 ha diseñado un nuevo marco


de referencia:

— Materialmente, el artículo 33, tras reconocer el derecho a la propiedad privada, dispone:


«La función social de estos derechos delimitará su contenido, de acuerdo con las leyes». Esta función social
reviste especial importancia en la regulación del suelo.

— Además, dentro de las normas sobre el medio ambiente, contenidas en los artículos 45 a
47, la Constitución proclama el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y se ocupa de la
regulación de los usos del suelo.

— Competencialmente, el artículo 148.1.3.ª atribuye a las comunidades autónomas la


posibilidad de asumir competencias en ordenación del territorio, urbanismo y vivienda.

— Pero el artículo 149.1.1.ª atribuye también al Estado la competencia exclusiva para regular
las condiciones básicas que garanticen la igualdad de todos los españoles en el ejercicio de los derechos y en
el cumplimiento de los deberes constitucionales.

4) Normativa estatal. La competencia estatal ha llevado a dictar la normativa correspondiente, que


actualmente es el Texto Refundido de la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana, aprobado por el Real
12-2

Decreto Legislativo 7/2015, de 30 de octubre. Su objeto, según su artículo 1, es regular, «para todo el territorio
estatal, las condiciones básicas que garantizan:

a) La igualdad en el ejercicio de los derechos y en el cumplimiento de los deberes


constitucionales relacionados con el suelo.

b) Un desarrollo sostenible, competitivo y eficiente del medio urbano, mediante el impulso


y el fomento de las actuaciones que conducen a la rehabilitación de los edificios y a la regeneración y
renovación de los tejidos urbanos existentes, cuando sean necesarias para asegurar a los ciudadanos una
adecuada calidad de vida y la efectividad de su derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada.

Asimismo, establece esta ley las bases económicas y medioambientales del régimen jurídico del
suelo, su valoración y la responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas en la materia».

Por su parte, las comunidades autónomas han aprobado sus propias leyes urbanísticas. A su lado
perviven normas reglamentarias estatales, como los reglamentos de 1978 de planeamiento, gestión y disciplina
urbanística, que rigen en lo que no contradigan las de superior rango.

2. ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y ORDENACIÓN URBANÍSTICA.


Art. 4.

1) Concepto de la ordenación territorial y urbanística. Según el artículo 4 del TRLS: «La


ordenación territorial y la urbanística son funciones públicas no susceptibles de transacción que organizan
y definen el uso del territorio y del suelo de acuerdo con el interés general», y que determinan «las facultades
y deberes del derecho de propiedad del suelo conforme al destino de este. […]» (artículo 4.1, párrafo 1.º).

2) Bases de la ordenación. La ley sienta las siguientes bases de la ordenación del suelo:

1) La determinación de las facultades y deberes «no confiere [el] derecho a exigir [una]
indemnización, salvo en los casos expresamente establecidos en las leyes» (artículo 4.1, párrafo 1.º, al final).

2) «El ejercicio de la potestad de ordenación territorial y urbanística deberá ser motivado, con
expresión de los intereses generales a que sirve» (artículo 4.1, párrafo 2.º).

3) Según el artículo 4.2: «La legislación sobre la ordenación territorial y urbanística


garantizará:

a) La dirección y el control» del proceso urbanístico «por las Administraciones


públicas competentes […].

b) La participación de la comunidad en las plusvalías generadas por la acción de los


entes públicos1 […].

c) El derecho a la información de los ciudadanos y de las entidades representativas


de los intereses afectados por los procesos urbanísticos, así como la participación ciudadana en la ordenación
y gestión urbanísticas».

1
Esta participación la exige el art. 47 de la Constitución.
12-3

4) «La gestión pública urbanística y de las políticas de suelo fomentará la participación


privada» (artículo 4.3).

3. CONTENIDO DEL DERECHO DE LA PROPIEDAD DEL SUELO:


FACULTADES, DEBERES Y CARGAS.
C3 T1 – Arts. 11-17.

El capítulo III del título I (artículos 11 a 17) regula el estatuto de la propiedad del suelo.

El artículo 11 (apartados 1 y 2) dice:

1. «El régimen urbanístico de la propiedad del suelo es estatutario y resulta de su vinculación


a concretos destinos, en los términos dispuestos por la legislación sobre ordenación territorial y urbanística.

2. La previsión de edificabilidad por la ordenación territorial y urbanística, por sí misma, no


la integra en el contenido del derecho de propiedad del suelo. La patrimonialización de la edificabilidad se
produce únicamente con su realización efectiva, y está condicionada en todo caso al cumplimiento de los
deberes y el levantamiento de las cargas propias del régimen que corresponda, en los términos dispuestos por
la legislación sobre ordenación territorial y urbanística».

1. Facultades (artículos 12 a 14).

Según el artículo 12:

1. «El derecho de propiedad del suelo comprende las facultades de uso, disfrute y explotación
del mismo conforme al estado, clasificación, características objetivas y destino que tenga en cada momento,
de acuerdo con la legislación en materia de ordenación territorial y urbanística […].

Comprende asimismo la facultad de disposición […].

2. Las facultades del propietario alcanzan al vuelo y al subsuelo, hasta donde determinen los
instrumentos de ordenación urbanística…».

Estas facultades tienen distinto alcance según el tipo de suelo:

1) Suelo rural que NO puede pasar a la situación de suelo urbanizado (artículo 13.1). En
él, «las facultades del derecho de propiedad incluyen las de usar, disfrutar y disponer de los terrenos de
conformidad con su naturaleza…». Ahora bien, el uso que se puede dar a estos suelos no es enteramente libre,
ya que el precepto sigue diciendo que, debido a su condición rural, tales suelos deberán «dedicarse, dentro de
los límites que dispongan las leyes y la ordenación territorial y urbanística, al uso agrícola, ganadero, forestal,
cinegético o cualquier otro vinculado a la utilización racional de los recursos naturales. […]. Con carácter
excepcional […], podrán legitimarse actos y usos específicos que sean de interés público o social, que
contribuyan a la ordenación y el desarrollo rurales o que hayan de emplazarse en el medio rural» (artículo 13.1).
12-4

2) Suelo rural que puede pasar a la situación de suelo urbanizado (artículo 13.2). En él
se incluyen, según el artículo 13.2, las siguientes facultades2:

1.ª «El derecho de consulta a las Administraciones competentes sobre los criterios y
previsiones de la ordenación urbanística […] y de las obras que habrán de realizar para asegurar la conexión
de la urbanización con las redes generales de servicios […].

2.ª El derecho de elaborar y presentar el instrumento de ordenación que


corresponda […].

3.ª El derecho a participar en la ejecución de las actuaciones de nueva


urbanización […].

4.ª La realización de usos y obras de carácter provisional que se autoricen por no


estar expresamente prohibidos por la legislación territorial y urbanística […].

5.ª El derecho de usar, disfrutar y disponer de los terrenos…».

3) Suelo urbanizado (artículo 14). En él se incluyen, además de los derechos anteriores de


consulta, a elaborar y presentar instrumentos de ordenación y realizar usos y obras provisionales, los previstos
en el artículo 143:

1.º «Completar la urbanización de los terrenos para que cumplan los requisitos y
condiciones establecidos para su edificación. […].

2.º Edificar» y mantener la edificación «en un buen estado de conservación.

3.º Participar» en las actuaciones de transformación urbanística […].

4.º «Obtener […] las conformidades o autorizaciones administrativas


correspondientes para realizar cualesquiera de las actuaciones sobre el medio urbano…».

II. Deberes y cargas (artículos 15 a 17).

Según el artículo 15.1: «El derecho de propiedad» del suelo comprende, cualquiera que sea su
situación, «los deberes siguientes4:

a) Dedicarlo a usos que sean compatibles con la ordenación territorial y urbanística.

b) Conservarlo en las condiciones legales de seguridad, salubridad, accesibilidad universal,


ornato y las demás que exijan las leyes para servir de soporte a dichos usos.

c) Realizar las obras adicionales que la Administración ordene por motivos turísticos o
culturales o para la mejora de la calidad y sostenibilidad del medio urbano, hasta donde alcance el deber legal
de conservación. […]».

2
En la ley están enumeradas con letras.
3
También usa letras.
4
Esto en la ley sale en plural porque se refiere a más cosas que al suelo; aquí se ha puesto en singular para simplificar el artículo.
12-5

Algunos de estos deberes se especifican en relación con la clase de suelo:

1) Suelo rural o urbanizable (artículo 16). En él, «el deber de conservarlo supone costear y
ejecutar las obras necesarias para mantener los terrenos y su masa vegetal en condiciones de evitar riesgos de
erosión, incendio, inundación, así como daños o perjuicios a terceros o al interés general, incluidos los
medioambientales; garantizar la seguridad o salud públicas; prevenir la contaminación […]; y asegurar el
establecimiento y funcionamiento de los servicios derivados de los usos y las actividades que se desarrollen
en el suelo. […]» (artículo 16.1).

2) Suelo urbanizado (artículo 17). En él, «el deber de uso supone los deberes de completar
la urbanización de los terrenos con los requisitos y condiciones establecidos para su edificación y el deber de
edificar en los plazos establecidos en la normativa aplicable…». En las edificaciones, el deber legal de
conservación comprende el de satisfacer los requisitos básicos de la edificación establecidos en la
Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (artículo 17).

4. BASES DEL RÉGIMEN DEL SUELO: SITUACIONES BÁSICAS DEL


SUELO Y ACTUACIONES DE TRANSFORMACIÓN URBANÍSTICA.
C1 T2 – Arts. 20-22.

Las «bases del régimen jurídico del suelo» se regulan en el capítulo I del título II (artículos 20 a 22).

I. Criterios básicos de utilización del suelo (artículo 20).

El TRLS impone a las Administraciones públicas los siguientes deberes (artículo 20.1):

a) «Atribuir en la ordenación territorial y urbanística un destino que comporte o posibilite el


paso de la situación de suelo rural a la de suelo urbanizado, mediante la urbanización, al suelo preciso para
satisfacer las necesidades que lo justifiquen, impedir la especulación con él y preservar de la urbanización al
resto del suelo rural.

b) Destinar suelo adecuado y suficiente para usos productivos y para uso residencial, con
reserva en todo caso de una parte proporcionada a vivienda sujeta a un régimen de protección pública […].

c) Atender, en la ordenación que hagan de los usos del suelo, a» una serie de principios, como
los de accesibilidad universal o eficiencia energética.

II. Situaciones básicas del suelo (artículo 21).

«Todo el suelo se encuentra, a los efectos de esta ley, en una de las situaciones básicas de suelo rural
o de suelo urbanizado» (artículo 21.1).
12-6

1. Suelo rural (artículo 21.2).

Según el artículo 21.2: «Está en la situación de suelo rural:

a) [Preservado de la urbanización]. En todo caso, el suelo preservado por la ordenación


territorial y urbanística de su transformación mediante la urbanización […].

b) [Suelo no urbanizado]. El suelo para el que los instrumentos de ordenación territorial y


urbanística prevean o permitan su paso a la situación de suelo urbanizado, hasta que termine la
correspondiente actuación de urbanización, y cualquier otro que no reúna los requisitos a que se refiere el
apartado siguiente [es decir, cualquier otro que no se pueda reputar suelo urbanizado]5».

2. Suelo urbanizado (artículo 21.3 y 21.4).

Y según el artículo 21.3: «Se encuentra en la situación de suelo urbanizado el que, estando legalmente
integrado en una malla urbana conformada por una red de viales, dotaciones y parcelas propia del núcleo o
asentamiento de población del que forme parte, cumpla alguna de las siguientes condiciones:

a) [Suelo urbanizado]. Haber sido urbanizado en ejecución del correspondiente instrumento


de ordenación.

b) [Infraestructuras y servicios]. Tener instaladas y operativas, conforme a lo establecido en


la legislación urbanística aplicable, las infraestructuras y los servicios necesarios, mediante su conexión en
red, […] o poder llegar a contar con ellos sin otras obras que las de conexión con las instalaciones
preexistentes. […].

c) [Ocupado por la edificación]. Estar ocupado por la edificación en el porcentaje […] que
determine la legislación de ordenación territorial o urbanística…».

d) [Núcleos urbanos tradicionales en suelo rural]. «También se encuentra en la situación


de suelo urbanizado el incluido en los núcleos rurales tradicionales legalmente asentados en el medio rural,
siempre que la legislación de ordenación territorial y urbanística les atribuya la condición de suelo urbano o
asimilada y cuando, de conformidad con ella, cuenten con las dotaciones, infraestructuras y servicios
requeridos al efecto» (artículo 21.4).

5
De hecho, la STS, sala de lo contencioso, sección 2.ª, de 30 de mayo de 2014, entendió que un suelo calificado por la ordenación como urbano era
rústico. El TS analizaba la pluralidad de términos con que la legislación urbanística de las cc. aa. se refiere al suelo, y acabó aplicando (que para el caso
era lo correcto) la normativa del Estado, que solo distingue entre suelo rural y urbano. En el caso concreto, un señor de Extremadura tenía un terreno
calificado como urbano a pesar de que no había nada construido y lo dedicaba a la agricultura, y la Administración pretendía cobrarle el IBI como si
fuera urbano, que vale muchísimo más. El TS dijo que, a los efectos del IBI, el suelo que no esté edificado es rústico, con independencia de lo que diga
el planeamiento y la normativa urbanística. El párrafo clave es este: «En consecuencia, teniendo en cuenta que las comunidades autónomas pueden
precisar la noción de suelo urbanizable en sus respectivos ámbitos territoriales, y que los ayuntamientos son competentes para acometer aquellas
recalificaciones que estimen necesarias, la homogeneidad en la hermenéutica de los designios del art. 7 del TRLCI exige acudir, en caso de duda, a los
criterios dimanantes del TRLS, evitando las incoherencias generadas por la concurrencia de dos regulaciones tan distintas sobre una misma realidad
fáctica».
12-7

III. Actuaciones de transformación urbanística y actuaciones edificatorias (artículo 7).

Según el artículo 7 (apartados 1 y 2):

1. «A efectos de esta ley, se entiende por actuaciones de transformación urbanística:

a) Las actuaciones de urbanización, que incluyen:

1) Las de nueva urbanización, que suponen el paso de un ámbito de suelo de


la situación de suelo rural a la de urbanizado […].

2) Las que tengan por objeto reformar o renovar la urbanización de un


ámbito de suelo urbanizado […].

b) Las actuaciones de dotación, considerando como tales las que tengan por objeto
incrementar las dotaciones públicas de un ámbito de suelo urbanizado […] y no requieran la reforma o
renovación de la urbanización de este.

2. […] Se entiende por actuaciones edificatorias […]:

a) Las de nueva edificación y de sustitución de la edificación existente.

b) Las de rehabilitación edificatoria», que consisten en obras y trabajos de


mantenimiento o intervención de los edificios existentes.

5. LOS PLANES DE ORDENACIÓN.

Los planes de ordenación son aquellos instrumentos de la ordenación urbanística que determinan con
precisión el estatuto jurídico de cada parcela de terreno. Se dictan al amparo de la normativa urbanística que
apruebe la correspondiente comunidad autónoma.

Existen planes de diverso ámbito territorial (municipales, insulares, etc.), pero los más importantes son
los planes generales de ordenación urbana, de ámbito municipal, que clasifican el suelo para establecer el
régimen jurídico correspondiente y establecen el programa para el desarrollo y ejecución de la normativa sobre
ordenación del territorio.

A falta de plan, rigen las normas subsidiarias de planeamiento.

Además, las normativas autonómicas prevén otro tipo de planes, como los planes parciales, que
desarrollan el plan general.

La elaboración y aprobación de cada plan depende de la regulación autonómica, aunque suele ser
similar en todas las comunidades: se parte de una aprobación inicial, que corresponde a los ayuntamientos.
Tras ello, se abre un plazo de información pública y de audiencia a las corporaciones afectadas, en el que
también puede alegar cualquier ciudadano interesado. Luego, se aprueba provisionalmente el instrumento
y se remite al Gobierno autonómico, a quien corresponde la aprobación definitiva, tras un control de estricta
legalidad del plan, quien lo aprobará mediante un decreto y se publicará en el boletín oficial autonómico.

La jurisprudencia dice el plan tiene naturaleza reglamentaria, con los efectos que conlleva (por
ejemplo, solo son recurribles ante el orden contencioso-administrativo).
12-8

6. INICIATIVA EN LA URBANIZACIÓN.
Arts. 8 y 9.

Según el artículo 8:

1. «La iniciativa para proponer la ordenación de las actuaciones de transformación urbanística


y las edificatorias podrá partir de las Administraciones públicas, las entidades públicas adscritas o
dependientes de las mismas y, en las condiciones dispuestas por la ley aplicable, los propietarios».

En las actuaciones sobre el medio urbano, también están legitimados otros sujetos, como las
comunidades de propietarios o los titulares de derechos reales.

2. «Los particulares, sean o no propietarios, deberán contribuir, en los términos establecidos


en las leyes, a la acción urbanística de los entes públicos, a los que corresponderá en todo caso la dirección del
proceso…».

«Tanto los propietarios […] como los particulares…», en los casos en que sea admisible su
intervención 6 , «podrán redactar y presentar a tramitación los instrumentos de ordenación y gestión
precisos…» (artículo 9.7).

7. RÉGIMEN DE VALORACIONES.
T5 – Arts. 34-41.

Se regula en el título V (artículos 34 a 41).

I. Ámbito del régimen de valoraciones (artículo 34.1).

El régimen de valoración del TRLS se aplica, según el artículo 34.1, a:

a) «La verificación de las operaciones de reparto de beneficios y cargas u otras precisas


para la ejecución de la ordenación territorial y urbanística […], en defecto de acuerdo entre todos los sujetos
afectados.

b) La fijación del justiprecio en la expropiación […].

c) La fijación del precio» que haya que «pagar al propietario en la venta o sustitución
forzosas.

d) La determinación de la responsabilidad patrimonial de la Administración pública»7.

6
Esto no es así, no exactamente al menos, pero es una pérdida de tiempo intentar memorizar eso, además de estarlo precisando.
7
Obsérvese que NO se aplica al IBI, cuya valoración se rige por la legislación catastral y, a su vez, el catastro tira de la normativa urbanística y el
planeamiento (con la observación que hizo el TS antes mencionada).
12-9

II. Criterios de valoración (artículos 35 a 41).

El artículo 35 sigue el criterio tradicional de tomar la clasificación del suelo como el criterio de
valoración.

También se diferencia según que la valoración afecte al suelo rural, en el que los terrenos se tasan
mediante la capitalización de la renta anual real o potencial de la explotación (artículo 36); o afecte al suelo
urbanizado, respecto del que se proporcionan varios métodos, uno de ellos de carácter residual, en el que se
toma la edificabilidad media y se le aplica un valor de repercusión, y se descuenta del resultado el valor de los
deberes y cargas pendientes (artículo 37).

8. DISCIPLINA URBANÍSTICA.

Con el nombre de disciplina urbanística se conoce el control de la legalidad urbanística. Tal control
corresponde a la Administración y, en último término, a los tribunales.

El TC dice que la competencia para regular los mecanismos de control es exclusiva de las
comunidades autónomas.

II. Control por la Administración.

Cabe distinguir los siguientes:

1) De carácter preventivo, a través de las licencias urbanísticas, que autorizan para realizar
determinadas actuaciones. En principio, requieren la licencia previa:

— Todo acto de edificación.

— Y los actos de uso del suelo y del subsuelo, tales como las parcelaciones, las obras
de nueva planta, la modificación de la estructura de las edificaciones o su demolición. En algunas cc. aa.,
también la primera utilización de los edificios (en algunas, como Canarias, se ha sustituido por una declaración
responsable).

Como regla general, la competencia para otorgar las licencias corresponde a los
ayuntamientos8.

2) Suspensión inmediata de las obras o demolición de lo construido sin licencia.

8
Algunas legislaciones autonómicas han fijado el silencio positivo, es decir, si, formulada una solicitud de licencia urbanística, transcurre el plazo
máximo para resolver y notificar la resolución sin que la Administración lo haya hecho, se entiende otorgada la licencia. El problema, obviamente, está
en probar la existencia de esa resolución presunta, dado que lo contrario podría llevar, como mínimo, a la suspensión cautelar de la actuación. El
artículo 24.4 de la LPAC dice que se puede probar por cualquier medio de prueba admitido en derecho y también por el certificado del silencio, que
deberá emitir la Administración, de oficio, dentro de los 15 días siguientes a la fecha del silencio; también lo puede pedir el interesado. Pero esos
certificados nunca llegan a expedirse. Además, tiene poco interés pedir tal certificado cuando la Administración sigue estando obligada a resolver,
incluso extemporáneamente, pues podría directamente dictar la resolución, que, según el mismo artículo 24 de la LPAC, debe respetar el sentido del
silencio. Ahora bien: «En ningún caso podrán entenderse adquiridas por silencio administrativo facultades o derechos que contravengan la ordenación
territorial o urbanística» (artículo 11.3 del TRLS, que en realidad reitera lo que ya dice con carácter general el artículo 47.1.f de la LPAC, ya que dice
que son nulos de pleno derecho: «Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren facultades o derechos
cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición»; la doctrina entiende que este artículo significa que por silencio positivo solo se
puede adquirir aquello a lo que se tenga derecho).
12-10

3) Revisión de la licencia, en los casos en que se produzca una infracción urbanística grave y
manifiesta.

4) Establecimiento de infracciones y sanciones en materia de urbanismo. Algunas


conductas incluso pueden llegar a ser constitutivas de delito, tipificados en los artículos 319 y siguientes del
Código Penal.

II. Control jurisdiccional (artículos 62 y 63).

El artículo 106.1 de la CE dice que los tribunales controlan el ejercicio de la potestad reglamentaria
(de modo que controlan el planeamiento urbanístico, en cuanto tiene rango reglamentario), así como la
legalidad de la actuación administrativa.

Sin embargo, el TRLS establece algunas peculiaridades:

a) Acción pública (artículo 62). «Será pública la acción para exigir ante los órganos
administrativos y los tribunales contencioso-administrativos la observancia de la legislación y demás
instrumentos de ordenación territorial y urbanística» (artículo 62.1).

b) Legitimación para exigir la demolición (artículo 63). Y también reconoce a los


propietarios y titulares de derechos reales la facultad de «exigir ante los tribunales ordinarios la demolición
de las obras e instalaciones que vulneren lo dispuesto respecto a la distancia entre construcciones […], así
como las disposiciones relativas a usos incómodos, insalubres o peligrosos que estuvieren directamente
encaminadas a tutelar el uso de las demás fincas» (artículo 63).
13-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 13
Fecha: 24 diciembre 2016.
2978 palabras – 13:14.

Sumario:

1. El proceso contencioso-administrativo.
2. Naturaleza, extensión y límites de la jurisdicción contencioso-administrativa.
3. El objeto del proceso: actividad impugnable.
4. Examen del proceso contencioso-administrativo ordinario.
5. Las medidas cautelares.

1. EL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO.
Ley 29/1998, 13 julio, LJCA1.

Conforme al artículo 106.1 de la Constitución: «Los tribunales controlan la potestad reglamentaria y


la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento de esta a los fines que la justifican».

Tal control se ejerce por los tribunales del orden contencioso-administrativo, regulado por
Ley 29/1998, de 13 de julio, de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.

Los órganos del orden administrativo son (artículo 6 de la LJCA)2:

— Juzgados de lo contencioso-administrativo, de ámbito provincial (artículos 90 y 91 de


la LOPJ).

— Juzgados centrales de lo contencioso-administrativo.

— Salas de lo contencioso-administrativo de los TSJ3, de la AN y del TS.

Todos ellos tienen atribuidas competencias exclusivas en primera instancia; además, la AN y los
tribunales también conocen de recursos contra las decisiones de otros órganos (artículos 8 a 12).


1
La Ley 28/1998, también de 13 de julio, es la de VPBM.
2
Los órganos de lo contencioso, aunque algunos conocen de recursos contra decisiones de otros, todos tienen competencias exclusivas en primera
instancia, incluso el propio TS; sin embargo, es tan profusa la regulación que hace la LJCA, que el programa ni se molesta en preguntarla.
3
Además, se pueden crear salas (no secciones, sino salas) de lo contencioso (y también de lo social) que extiendan su jurisdicción a una o varias
provincias de la comunidad, como pasa en Canarias, en que el TSJ tiene dos salas de lo contencioso, una para cada provincia (art. 78 de la LOPJ).
13-2

2. NATURALEZA, EXTENSIÓN Y LÍMITES DE LA JURISDICCIÓN


CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVA.

I. Naturaleza.

a) Jurisdicción ordinaria. La jurisdicción contencioso-administrativa es una jurisdicción ordinaria


especializada, dado que el artículo 117.5 de la Constitución establece el principio de la unidad jurisdiccional,
con la única excepción de la jurisdicción militar.

b) Naturaleza revisora. Desde otro punto de vista, se trata de una jurisdicción revisora, pues su
función se ejerce en relación con la actividad de la Administración, de manera que siempre es necesaria una
actuación previa de la Administración (entendiendo actuación en un sentido muy amplio, comprensiva no
solo de la expresa o presunta, sino también de la vía de hecho y de la inactividad)4.

II. Extensión y límites.

1. Principio general de competencia de la jurisdicción contenciosa (artículo 1.1).

Según el artículo 1.1 de la LJCA: «Los juzgados y tribunales del orden contencioso-administrativo
conocerán de las pretensiones que se deduzcan en relación con

— la actuación de las Administraciones públicas sujeta al derecho administrativo,

— con las disposiciones generales de rango inferior a la ley [es decir, los reglamentos]

— y con los decretos legislativos, cuando excedan los límites de la delegación».

Este precepto se complementa con los artículos siguientes.

2. Asuntos de los que conoce el orden contencioso (artículos 1.3 y 2).

Según el artículo 1.3, los órganos del orden contencioso: «Conocerán también de las pretensiones que
se deduzcan en relación con:

a) [Actos de órganos constitucionales]. Los actos y disposiciones en materia de 1personal,


2
administración y 3gestión patrimonial sujetos al derecho público adoptados por los órganos competentes del
Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas y del defensor
del pueblo, así como de las asambleas legislativas de las comunidades autónomas y de las instituciones
autonómicas análogas al Tribunal de Cuentas y al defensor del pueblo.


4
Si no hay una actuación administrativa, hay que forzarla, como pasa con la inactividad: si la Administración está obligada a hacer algo y no lo hace,
se le solicita que lo haga. Si lo deniega expresamente o por silencio, ya hay una resolución (expresa o presunta), de modo que se ha forzado a que la
Administración actúe, y eso es lo que se recurre. Esto se ve en otro punto de los temas sobre el proceso administrativo.
13-3

b) [Gobierno del poder judicial]. Los actos y disposiciones del CGPJ y la actividad
administrativa de los órganos de gobierno de los juzgados y tribunales […].

c) [Elecciones]. La actuación de la Administración electoral…».

Y a continuación, el artículo 2 añade: «El orden jurisdiccional contencioso-administrativo conocerá


de las cuestiones que se susciten en relación con:

a) La protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, los elementos reglados y


la determinación de las indemnizaciones que fueran procedentes, todo ello en relación con los actos del
Gobierno o de los consejos de gobierno de las comunidades autónomas […].

b) Los contratos administrativos y los actos de preparación y adjudicación de los demás


contratos sujetos a la legislación de contratación de las Administraciones públicas.

c) Los actos y disposiciones de las corporaciones de derecho público, adoptados en el


ejercicio de funciones públicas5.

d) Los actos administrativos de control o fiscalización dictados por la Administración


concedente, respecto de los dictados por los concesionarios de los servicios públicos que impliquen el ejercicio
de potestades administrativas conferidas a los mismos; así como los actos de los propios concesionarios,
cuando puedan ser recurridos directamente ante este orden jurisdiccional […].

e) La responsabilidad patrimonial de las Administraciones públicas, cualquiera que sea la


naturaleza de la actividad o el tipo de relación de que derive», las cuales no podrán ser demandadas «por este
motivo ante los órdenes jurisdiccionales civil o social, aun cuando en la producción del daño concurran con
particulares o cuenten con un seguro de responsabilidad.

f) Las restantes materias que le atribuya expresamente una ley».

3. Cuestiones excluidas del orden contencioso (artículo 3).

Según el artículo 3: «No corresponden al orden jurisdiccional contencioso-administrativo:

a) Las cuestiones expresamente atribuidas a los órdenes jurisdiccionales civil, penal y


social, aunque estén relacionadas con la actividad de la Administración pública.

b) El recurso contencioso-disciplinario militar.

c) Los conflictos de jurisdicción entre los juzgados y tribunales y la Administración pública


y los conflictos de atribuciones entre órganos de una misma Administración.

d) Los recursos directos o indirectos que se interpongan contra las normas forales fiscales de
las juntas generales de los territorios históricos de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, que corresponderán en
exclusiva al Tribunal Constitucional…»6.


5
Por ejemplo, los actos en el ejercicio de funciones públicas adoptados por los colegios profesionales se recurren ante los órganos de lo contencioso;
los demás no.
6
Ámbito del control jurisdiccional y el control de los actos políticos. Los actos políticos son aquellos que el Gobierno realiza en el ejercicio de sus
funciones constitucionales (la LJCA de 1956 citaba los relativos a la defensa del territorio, relaciones internacionales o seguridad interior del Estado).
13-4

3. EL OBJETO DEL PROCESO: ACTIVIDAD IMPUGNABLE.

El artículo 25 determina qué actividad administrativa es impugnable, y dice:

1. «El recurso contencioso-administrativo es admisible en relación con las disposiciones de


carácter general [es decir, los reglamentos] y con los actos expresos y presuntos de la Administración
pública que pongan fin a la vía administrativa, ya sean definitivos o de trámite, si estos últimos deciden
directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento [o]
producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos [son los llamados actos de
trámite cualificados].

2. También es admisible el recurso contra la inactividad de la Administración y contra sus


actuaciones materiales que constituyan [una] vía de hecho, en los términos establecidos en esta ley»7.

I. Disposiciones de carácter general.

Los reglamentos pueden impugnarse a través de una vía directa o indirecta:

1) Impugnación directa (artículo 25). Los reglamentos solo son directamente recurribles en
vía jurisdiccional (artículo 112.3 de la LPAC). A través del recurso directo se ataca directamente la disposición
de que se trate.

2) Impugnación indirecta (artículos 26 y 27). Consiste en atacar el reglamento a través de


la impugnación de un acto concreto de aplicación (artículo 26 de la LJCA), aunque el plazo para impugnar el
reglamento haya caducado.

En estos casos, si la nulidad o anulabilidad de un acto se basa en que se dictó en aplicación de


un reglamento nulo8, y el tribunal entiende que el reglamento es nulo, anulará el acto y planteará una cuestión
de ilegalidad ante el tribunal competente para conocer del recurso directo contra dicho reglamento, salvo que
él mismo sea el competente, en cuyo caso declarará él mismo su nulidad (artículo 27).

II. Actos administrativos.

Son recurribles los actos administrativos, expresos o presuntos (es decir, producidos por silencio).


La LJCA de 1956 los excluía del control jurisdiccional. Sin embargo, el Tribunal Constitucional ha declarado que no existe ningún ámbito
de la actuación administrativa que esté exento del control jurisdiccional. Ya antes de la LJCA de 1998, la jurisprudencia había empezado a extender
el control judicial sobre los actos políticos. Y, según GARCÍA DE ENTERRÍA, la LJCA de 1998 sujeta plenamente los actos políticos al control
jurisdiccional (art. 2.a), hasta el punto de que no establece ninguna actuación administrativa que esté fuera del control judicial. Únicamente están fuera
del control jurisdiccional, aunque no son actos autónomos con contenido propio, los señalados en el art. 28, que se verán en el siguiente epígrafe.
7
De todas maneras, la doctrina (caso de GARCÍA DE ENTERRÍA) suele agrupar tanto la inactividad como la vía de hecho dentro de los supuestos de
actuaciones materiales de la Administración.
La vía de hecho son actuaciones materiales de la Administración realizadas al margen de procedimiento alguno y que están fuera de su competencia.
No es que se haya infringido el procedimiento, o se haya aplicado otro que no era, sino que directamente no se ha aplicado procedimiento alguno. En
principio, las vías de hecho son siempre nulas de pleno derecho (art. 47.1.e de la LPAC); salvo algún casito, como el que se prevé en la Ley del Sistema
Nacional de Protección Civil, que permite la requisa temporal de bienes, en cuya virtud, por ejemplo, en caso de incendio, los helicópteros pueden coger
agua de piscinas y estanques privados (eso es una expropiación por una vía de hecho en toda regla, pero la ley la admite) (art. 7 bis, 3, que también dice
que luego habrá que indemnizar al propietario por los daños causados).
Otra cosa: la ley habla de actuaciones materiales que constituyan una vía de hecho. Con eso no se está refiriendo a actuaciones tangibles, sino a
actuaciones que no siguen ningún procedimiento. Esa es la razón por la que la doctrina incluye la inactividad como un caso de actuación material (por
ejemplo, GARCÍA DE ENTERRÍA).
8
Los reglamentos solo pueden ser nulos de pleno derecho, nunca anulables.
13-5

Para que un acto administrativo sea impugnable, es necesario que ponga fin a la vía administrativa,
ya sea un acto definitivo o sea un acto de trámite cualificado (artículo 25.1).

Sin embargo, no son recurribles los actos que son una mera reproducción de otro anterior
definitivo y firme o confirmatorio de otro consentido por no haber sido recurrido en tiempo y forma
(artículo 28)9.

III. Actuación material de la Administración: inactividad y vías de hecho (artículos 29 y 30).

También cabe impugnar la inactividad de la Administración y las actuaciones materiales constitutivas


de vías de hecho (artículo 25.2).

a) Inactividad (artículo 29). Según el artículo 29:

1. «Cuando la Administración, en virtud de una disposición general que no precise de


actos de aplicación o en virtud de un acto, contrato o convenio administrativo, esté obligada a realizar una
prestación concreta en favor de una o varias personas determinadas, quienes tuvieran derecho a ella pueden
reclamar de la Administración el cumplimiento de dicha obligación. Si, en el plazo de 3 meses […], la
Administración no hubiera dado cumplimiento a lo solicitado o no hubiera llegado a un acuerdo con los
interesados, estos pueden deducir [el] recurso contencioso-administrativo contra la inactividad de la
Administración.

2. Cuando la Administración no ejecute sus actos firmes, podrán los afectados solicitar
su ejecución, y si esta no se produce en el plazo de 1 mes desde tal petición, podrán los solicitantes formular
[el] recurso contencioso-administrativo…»10.

b) Vía de hecho (artículo 30). También cabe impugnar las vías de hecho, que son actuaciones
materiales de la Administración fuera de su competencia y al margen de procedimiento alguno y que lesionan
derechos e intereses legítimos (artículo 30)11.

4. EXAMEN DEL PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO


ORDINARIO.
C1 T4 – Arts. 43-77.

El proceso ordinario se regula en los artículos 43 a 77. En él hay que diferenciar las siguientes fases:


9
Estos son los únicos supuestos de actuación de la Administración que están exentos del control jurisdiccional, según GARCÍA DE ENTERRÍA.
10
Por tanto, este caso se reserva para los supuestos en que la Administración está obligada a realizar prestaciones concretas (por ejemplo, pagar un
contrato o ingresar una subvención ya concedida); no cabe exigir que la Administración simplemente cumpla la ley o con sus obligaciones.
11
De todas maneras, aparte del recurso contencioso, el interesado puede, en su caso, interponer a la vez una demanda para la tutela sumaria de la
posesión, ya que es precisamente uno de los casos en que el art. 105 de la LPAC admite las acciones posesorias.
13-6

I. Interposición del recurso contencioso-administrativo.

1. Requisitos formales: escrito de interposición (artículo 45).

«El recurso contencioso-administrativo se iniciará por un escrito» (llamado escrito de interposición),


que se reducirá «a citar la disposición, acto, inactividad o actuación constitutiva de vía de hecho que se
impugne y a solicitar que se tenga por interpuesto el recurso, salvo cuando esta ley disponga otra cosa»
(artículo 45.1).

También puede iniciarse mediante una demanda, cuando no existan terceros interesados, en cuyo caso
debe concretarse la disposición, acto o conducta impugnada y razonar su disconformidad a derecho
(artículo 45.5).

En ambos casos, han de acompañarse los siguientes documentos (artículo 45.2):

a) Los documentos que acrediten la representación del compareciente.

b) Los documentos que acrediten la legitimación del actor, cuando la ostente por habérsela
transmitido otro por herencia o por cualquier otro título.

c) La copia o traslado de la disposición o del acto expreso que se recurra, o la indicación del
expediente en que haya recaído el acto o el periódico oficial en que la disposición se haya publicado.

d) Los documentos que acrediten el cumplimiento de los requisitos exigidos para que las
personas jurídicas puedan entablar acciones.

2. Requisitos temporales (artículo 46).

Hay que distinguir (artículo 46):

1) Disposiciones generales y actos expresos: el plazo para interponer el recurso es de


2 meses, contados desde el día siguiente al de la publicación de la disposición o al de la notificación o
publicación del acto que ponga fin a la vía administrativa o desde el día siguiente a aquel en que se notifique
la resolución expresa del recurso de reposición.

2) Actos presuntos: el plazo, según la ley, es de 6 meses, contados desde el día siguiente a
aquel en que se produzca el acto presunto. Sin embargo, la jurisprudencia ha indicado que dicho plazo no
puede operar, y que el interesado puede interponer el recurso en cualquier momento. Precisamente, la Ley
de Procedimiento Administrativo Común de 1 de octubre de 2015, a diferencia de la de 1992, ya no contempla
un plazo para recurrir las resoluciones presuntas en alzada o en reposición, y señala que el interesado puede
recurrir en cualquier momento12.


12
Esta es una diferencia importante con respecto a la LPAC de 1992, que tanto para el recurso de alzada como el de reposición fijaba un plazo para
recurrir las resoluciones producidas por silencio. Dichos plazos, así como el del art. 46.1 de la LJCA, los declaró inoperantes la jurisprudencia, pues
tanto el Tribunal Supremo como el Constitucional señalaron que la Administración, que había incumplido su deber legal de resolver y notificar en
plazo, no podía beneficiarse de su incumplimiento y blindarse frente a los recursos al transcurrir el plazo para ello. Por eso, la jurisprudencia señalaba
que no había plazo para recurrir resoluciones presuntas (STS de 23 de enero de 2004 y 15 de noviembre de 2010, y STC 6/1986, de 12 de febrero, y
63/1995, de 3 de abril). Dicha interpretación fue originaria (según GARCÍA DE ENTERRÍA) de la sentencia del TSJ de Madrid, sala de lo
contencioso-administrativo, sección 5.ª, de 25 de noviembre de 1999, luego seguida por los demás órganos de lo contencioso y el TS.
13-7

3) Inactividad de la Administración: el plazo será de 2 meses, contados a partir del día


siguiente a la terminación de los plazos señalados en el artículo 29.

4) Vías de hecho: el interesado puede formular un requerimiento a la Administración


actuante, por el que intima su cesación, y si no es atendido en 10 días, el plazo para la interposición del recurso
es de 10 días, contados desde el día siguiente a la terminación del plazo para atender el requerimiento. Si no
hubiera el requerimiento, el plazo será de 20 días desde el día en que se inició la actuación administrativa
constitutiva de la vía de hecho.

3. Abolición del solve et repete.

La LJCA de 1998 ya no contempla la necesidad de pagar antes de recurrir las resoluciones que
impliquen la obligación de abonar alguna cantidad (que era conocida como la regla solve et repete: primero
paga y luego recurre). La razón, según GARCÍA DE ENTERRÍA, tal y como ya apuntó la jurisprudencia, es que
contraviene el derecho a la tutela judicial efectiva (si bien el recurso no impide la ejecución del acto).

II. Admisión del recurso (artículos 45 y 51).

a) Regla general (artículo 45). Presentado el escrito de interposición, el LAJ, si procede, admitirá a
trámite el recurso. Si falta alguno de los requisitos, requerirá para que se subsanen en un plazo de 10 días; y
si no se hiciera, el juez o tribunal acordará el archivo de las actuaciones (artículo 45.3).

b) Inadmisión anticipada (artículo 51). Además, según el artículo 51.1: «El juzgado o sala […]
declarará no haber lugar a la admisión del recurso cuando constare de modo inequívoco y manifiesto:

a) La falta de jurisdicción o la incompetencia del juzgado o tribunal [si bien es una


irregularidad subsanable, ya que el órgano está obligado a remitir el asunto al competente —artículo 7.3—].

b) La falta de legitimación del recurrente.

c) Haberse interpuesto el recurso contra actividad no susceptible de impugnación.

d) Haber caducado el plazo de interposición del recurso».

e) Que el juzgado o sala hubieran desestimado en el fondo otros recursos sustancialmente


iguales (artículo 51.2).

f) Si se impugna una vía de hecho, cuando sea evidente que la actuación administrativa se ha
producido dentro de la competencia y de conformidad con el procedimiento establecido (artículo 51.3).

g) Si se impugna una inactividad de la Administración, cuando fuera evidente la ausencia


de obligación concreta de la Administración respecto de los recurrentes (artículo 51.3)13.

Antes de la inadmisión, debe darse audiencia a las partes por 10 días, para que aleguen lo que estimen
procedente y acompañen los documentos que consideren oportuno (artículo 51.4 y 5).


13
GARCÍA DE ENTERRÍA consideraba que estos dos últimos motivos son inadmisibles, porque atentan contra el derecho a la tutela, que no permite
inadmitir los recursos sin el previo proceso.
13-8

III. Reclamación del expediente y emplazamiento (artículo 48).

Admitido a trámite el recurso, el LAJ requerirá a la Administración para que remita el expediente
administrativo en el plazo de 20 días y le ordenará que emplace a los interesados (artículo 48)14.

IV. Demanda y contestación (artículos 52 a 56).

1) Demanda (artículo 52). Recibido el expediente administrativo, el LAJ acordará que se entregue
al recurrente para que deduzca la demanda en el plazo de 20 días (artículo 52).

2) Contestación (artículo 54). «Presentada la demanda, el LAJ dará traslado de la misma, con entrega
del expediente administrativo, a las partes demandadas que hubieran comparecido, para que la contesten en
el plazo de 20 días…» (artículo 54.1).

3) Contenido de los escritos de demanda y contestación (artículo 56). «En los escritos de demanda
y de contestación se consignarán con la debida separación los hechos, los fundamentos de derecho y las
pretensiones que se deduzcan, en justificación de las cuales podrán alegarse» los documentos en que las
partes funden su derecho (artículo 56).

V. Alegaciones previas (artículo 58).

Las partes demandadas podrán realizar alegaciones previas dentro de los primeros 5 días del plazo
para contestar a la demanda. Se puede alegar la incompetencia del órgano jurisdiccional o la
inadmisibilidad del recurso (aunque la inadmisibilidad puede ser alegada en la contestación, incluso aunque
fuera desestimada como alegación previa) (artículo 58.1).

VI. Prueba (artículo 60).

El recibimiento a prueba puede ser acordado a solicitud de parte (en los escritos de demanda y
contestación, en que se expresarán los medios de prueba y los hechos sobre los que verse la prueba)
(artículo 60.1). También puede acordarse de oficio (artículo 61.1)

«La prueba se desarrollará con arreglo a las normas generales establecidas para el proceso civil…»
(artículo 60.4).

VII. Vista o conclusiones (artículos 57 y 62 a 65).

Finalizado el periodo de prueba (o también si el recurso no se recibió a prueba), las partes pueden
realizar un último trámite de alegaciones, que puede ser oral (en una vista) o escrito (a través de un trámite
de conclusiones) (artículo 65), o pueden solicitar que el recurso se falle sin necesidad de la vista o
conclusiones (artículos 57 y 62.1).


14
Emplazamiento (arts. 49 y 50):
¾ El emplazamiento de la Administración se entiende efectuado por la reclamación del expediente, y se la considera personada cuando lo
envíe (art. 50).
¾ El emplazamiento de los demás demandados ha de realizarlo la Administración, a los que dará un plazo de 9 días para personarse (art. 49).
13-9

VIII. Terminación del procedimiento (artículo 67).

La sentencia se dictará en el plazo de 10 días desde que el pleito haya sido declarado concluso
(artículo 67.1).

5. LAS MEDIDAS CAUTELARES.


C2 T6 – Arts. 129-136.

I. Principio de ejecutoriedad de los actos administrativos (artículos 39 à 99 de la LPAC).

Según la LPAC, «los actos» administrativos «se presumirán válidos y producirán efectos desde la
fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa» (artículo 39.1), y pueden ejecutarse
forzosamente en vía administrativa (artículo 99).

II. Medidas cautelares.

Este principio de ejecutoriedad supone que, aunque un acto sea recurrido, no se suspende su ejecución.
Pero sí cabe la adopción de medidas cautelares, que se regulan en el capítulo II del título VI de la LJCA
(artículos 129 a 136).

1. Reglas generales.

1) Cuáles cabe adoptar (artículo 129). El artículo 129.1 dice que el tribunal podrá adoptar
las medidas cautelares que fuesen necesarias, según las circunstancias (por ejemplo, la suspensión de la
ejecución del acto).

2) Presupuestos para su adopción (artículo 130). Las medidas cautelares solo pueden
adoptarse cuando la ejecución del acto o la aplicación del reglamento pudiera hacer perder al recurso su
finalidad legítima (artículo 130).

3) Procedimiento (artículos 129 a 134). Las medidas pueden solicitarse, en principio, en


cualquier estado del proceso (artículo 129.1). Se dará audiencia a la parte contraria y se resolverá por auto
(artículo 131), que se comunicará al órgano administrativo correspondiente, que deberá disponer su
inmediato cumplimiento (artículo 134).

2. Reglas especiales.

1) Medidas urgentes (artículo 135). El artículo 135.1 permite solicitar medidas cautelares
urgentes, en cuyo caso el juez resolverá en el plazo de 2 días. Si concurren las circunstancias de urgencia,
adoptará la medida por auto, contra el que no cabrá ningún recurso. La medida se acuerda sin audiencia previa
de la otra parte, pero sí se le da audiencia después de la adopción de la medida, tras lo que el juez resolverá
sobre el levantamiento, mantenimiento o modificación de la medida.
13-10

2) Inactividad administrativa y vías de hecho (artículo 136). Y para concluir el tema, en


los supuestos de inactividad o vía de hecho (artículos 29 y 30), la medida cautelar se adoptará con la mera
solicitud, salvo que se aprecie con evidencia que no se da la inactividad o vía de hecho o la medida ocasione
una perturbación grave de los intereses generales o de un tercero (artículo 136.1).
14-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 14
Fecha: 24 diciembre 2016.
2906 palabras – 12:55.

Sumario:

1. La sentencia.
2. Ejecución provisional y definitiva de sentencias.
3. La extensión de la sentencia a terceros.
4. Recursos contra providencias y autos.
5. Recurso ordinario de apelación.
6. Recurso de casación: sus clases.
7. Recurso de revisión.

1. LA SENTENCIA.
S8 C1 T4 LJCA – Arts. 67-73.

La sentencia es el modo normal de terminación del proceso contencioso-administrativo. Se regula en


los artículos 67 a 73 de la LJCA.

1) Plazo (artículo 67). «La sentencia se dictará en el plazo de 10 días desde que el pleito haya
sido declarado concluso, y decidirá todas las cuestiones controvertidas en el proceso», aunque el juez puede
diferir el dictado de la sentencia (artículo 67).

2) Contenido (artículo 68). La sentencia ha de inadmitir, estimar o desestimar el recurso


contencioso-administrativo (artículo 68).

3) Inadmisión (artículo 69). Según el artículo 69: «La sentencia declarará la inadmisibilidad
del recurso o de alguna de las pretensiones en los casos siguientes:

a) Que el juzgado o tribunal contencioso-administrativo carezca de jurisdicción.

b) Que se hubiera interpuesto por [una] persona incapaz, no debidamente


representada, o no legitimada.

c) Que tuviera por objeto disposiciones, actos o actuaciones no susceptibles de


impugnación.

d) Que recayera sobre cosa juzgada o existiera litispendencia.

e) Que se hubiera presentado el escrito inicial del recurso fuera del plazo
establecido».
14-2

4) Estimación o desestimación (artículo 70). Y el artículo 70 dice:

1. «La sentencia desestimará el recurso cuando se ajusten a derecho la disposición,


acto o actuación impugnados».

2. Y estimará el recurso cuando «incurrieran en cualquier infracción del


ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.

Se entiende por desviación de poder el ejercicio de potestades administrativas para


fines distintos de los fijados por el ordenamiento jurídico».

5) Sentencia estimatoria (artículo 71). Según el artículo 71:

1. «Cuando la sentencia estimase el recurso contencioso-administrativo:

a) Declarará no ser conforme a derecho y, en su caso, anulará total o


parcialmente la disposición o acto recurrido o dispondrá que cese o se modifique la actuación impugnada.

b) Si se hubiese pretendido el reconocimiento y restablecimiento de una


situación jurídica individualizada, reconocerá dicha situación jurídica y adoptará cuantas medidas sean
necesarias para el pleno restablecimiento de la misma.

c) Si la medida consistiera en la emisión de un acto o en la práctica de una


actuación jurídicamente obligatoria, la sentencia podrá establecer [un] plazo para que se cumpla el fallo.

d) Si fuera estimada una pretensión de resarcir daños y perjuicios, se


declarará en todo caso el derecho a la reparación…».

2. Si se trata de la nulidad de un reglamento o un acto discrecional, la sentencia solo


puede declarar su nulidad, pero no puede determinar su contenido.

2. EJECUCIÓN PROVISIONAL Y DEFINITIVA DE SENTENCIAS.


C4 T4 – Arts. 103-113.

Se regula en los artículos 103 a 113.

I. Competencia y deber de cumplimiento (artículo 103).

Según el artículo 103 (apartados 1 a 4):

1. [Competencia]. La potestad de hacer ejecutar las resoluciones corresponde al tribunal que


haya conocido del asunto en primera o única instancia.

2. «Las partes están obligadas a cumplir las sentencias en la forma y términos que en estas
se consignen.
14-3

3. Todas las personas y entidades públicas y privadas están obligadas a prestar la


colaboración […] para la debida y completa ejecución de lo resuelto.

4. […]».

II. Ejecución (artículos 104, 106 y 108).

a) Regla general (artículo 104). Según el artículo 104:

1. «Luego que sea firme una sentencia, el LAJ lo comunicará en el plazo de 10 días al órgano
que hubiera realizado la actividad objeto del recurso, a fin de que […] la lleve a puro y debido efecto […].

2. Transcurridos 2 meses a partir de la comunicación de la sentencia o el plazo fijado en esta


para el cumplimiento del fallo […], cualquiera de las partes y personas afectadas podrá instar su ejecución
forzosa.

3. […]».

b) Reglas especiales (artículos 106 y 108). Existen reglas especiales para la ejecución de condenas
dinerarias (que se refieren esencialmente a que devengarán intereses) (artículo 106) y otras condenas (que
permiten que el tribunal acuerde su ejecución forzosa por sus propios medios, a costa de la Administración
condenada o con la colaboración de otras Administraciones) (artículo 108).

III. Ejecución provisional (artículos 84 y 91).

Cabe la ejecución provisional de las sentencias recurridas en apelación o en casación, aunque el


tribunal puede adoptar las medidas adecuadas para evitar los perjuicios que pudieran derivar de ella, como la
exigencia de una caución (artículos 84 y 91).

3. LA EXTENSIÓN DE LA SENTENCIA A TERCEROS.

En principio, la sentencia solo produce efectos entre las partes, pero hay casos en que afecta a terceros.

I. Extensión a terceros que no han acudido a la vía jurisdiccional (artículo 110).

Según el artículo 110:

1. «En materia tributaria, de personal al servicio de la Administración pública y de unidad de


mercado, los efectos de una sentencia firme que hubiera reconocido una situación jurídica individualizada»
podrán extenderse a otras personas en la «ejecución de la sentencia cuando concurran las siguientes
circunstancias:

a) Que los interesados se encuentren en idéntica situación jurídica que los


favorecidos por el fallo.
14-4

b) Que el juez o tribunal sentenciador fuera también competente, por razón del
territorio, para conocer de sus pretensiones de reconocimiento de dicha situación individualizada.

c) Que soliciten la extensión de los efectos de la sentencia en el plazo de 1 año


desde la última notificación de esta a quienes fueron parte en el proceso. […].

2. […].

3. […].

4. […].

5. «El incidente se desestimará […]:

a) Si existiera cosa juzgada.

b) Cuando la doctrina determinante del fallo […] fuere contraria a la jurisprudencia


del Tribunal Supremo o» de «los TSJ», en su caso.

c) «Si para el interesado se hubiere dictado [una] resolución» administrativa firme que
no fue recurrida judicialmente.

II. Extensión a otros procedimientos (artículo 37.2 y 3 à 111).

«Cuando ante un juez o tribunal estuviera pendiente una pluralidad de recursos con idéntico objeto, el
órgano jurisdiccional […] deberá tramitar uno o varios con carácter preferente, previa audiencia de las partes
por [un] plazo común de 5 días», y suspenderá «el curso de los demás hasta que se dicte [la] sentencia en los
primeros» (artículo 37.2). Una vez firme la sentencia, el LAJ requerirá a los demás recurrentes para que
interesen la extensión de los efectos de la sentencia, la continuación del pleito suspendido o desistan del recurso
(artículo 111, al que se remite el 37.3).

4. RECURSOS CONTRA PROVIDENCIAS Y AUTOS.

Son el de reposición, queja y apelación.

I. Recurso de reposición (artículo 79 + d. a. 8.ª).

Se regula en el artículo 79.


14-5

La Ley 13/2009, de 3 de noviembre, suprimió el recurso de súplica y lo sustituyó por el de reposición,


e introdujo la d. a. 8.ª a la LJCA, que dice que todas las referencias al recurso de súplica deben entenderse
hechas al de reposición.

1) Resoluciones recurribles:

— Cabe contra «las providencias y los autos no susceptibles de apelación o


casación…» (artículo 79.1), salvo contra las resoluciones expresamente exceptuadas de este recurso en la ley
y los autos que resuelven los recursos de reposición y los autos de aclaración (artículo 79.2).

— Tampoco cabe contra los autos que resuelven los recursos de revisión contra
resoluciones del LAJ (artículo 102 bis, 4).

2) Órgano competente. Se interpone ante el mismo juez o tribunal que dictó la resolución
que se impugna, que es también el competente para resolverlo.

3) Procedimiento:

— Se ha de interponer en el plazo de 5 días (artículo 79.3).

— Tras ello, el LAJ dará traslado a las demás partes, por 5 días, para que puedan
impugnarlo.

— Y el órgano jurisdiccional resolverá por auto dentro del 3.º día (artículo 79.4).

II. Recurso de queja (artículos 85.2 y 90.2).

Se puede interponer por la parte a quien se ha inadmitido el recurso de apelación o casación, y se


sustanciará en la forma prevista en la Ley de Enjuiciamiento Civil (artículos 85.2 y 90.2).

III. Apelación contra autos (artículo 80).

Se regula en el artículo 80, que dice:

1. «Son apelables en un solo efecto [o sea, efecto devolutivo] los autos dictados por los
juzgados» provinciales y «centrales de lo contencioso-administrativo, en [los] procesos de los que
conozcan en primera instancia, en los siguientes casos:

a) Los que pongan término a la pieza separada de medidas cautelares.

b) Los recaídos en ejecución de sentencia.

c) Los que declaren la inadmisión del recurso contencioso-administrativo o hagan


imposible su continuación.

d) Los recaídos sobre las autorizaciones previstas en el artículo 8.6 [para la entrada en
domicilios] y en los artículos 9.2 y 122 bis [para la ejecución de los actos adoptados por la sección 2.ª de la
Comisión de Propiedad Intelectual para que se interrumpa la prestación de servicios de la sociedad de la
información o para que se retiren contenidos que vulneren la propiedad intelectual].
14-6

e) Los recaídos en aplicación de los artículos 83 y 84 [o sea, los recaídos en la


ejecución provisional de sentencias].

2. […].

3. La tramitación de los recursos […] se ajustará a lo establecido en la sección 2.ª de este


capítulo», es decir, por las reglas del recurso ordinario de apelación.

5. RECURSO ORDINARIO DE APELACIÓN.


S2 C3 T4 – Arts. 81-85.

Se regula en los artículos 81 a 85.

I. Presupuestos.

1) Resoluciones recurribles (artículo 81). Según el artículo 81, son recurribles en apelación las
sentencias de los juzgados provinciales y centrales de lo contencioso-administrativo. Sin embargo:

a) No cabe el recurso: cuando la sentencia se haya dictado en asuntos cuya cuantía no exceda
de 30 000 euros o verse sobre materia electoral relativa a impugnaciones de actos de la junta electoral de zona
o la proclamación de candidaturas y candidatos (artículo 81.1).

b) Siempre son recurribles en apelación las sentencias siguientes (artículo 81.2)1:

1.º «Las que declaren la inadmisibilidad del recurso» contencioso-administrativo,


aunque no supere la cuantía de 30 000 euros.

2.º «Las dictadas en el procedimiento para la protección de los derechos


fundamentales de la persona.

3.º Las que resuelvan litigios entre Administraciones públicas.

4.º Las que resuelvan impugnaciones indirectas de disposiciones generales».

2) Competencia (artículos 10 y 11). Corresponde a las salas de lo contencioso de los TSJ


(artículo 10.2) o de la AN (artículo 11.2), según que la resolución recurrida emane de los juzgados provinciales
o centrales de lo contencioso, respectivamente.


1
La ley enumera esto con letras, pero se han sustituido por ordinales, para no confundirlas con los apartados.
14-7

II. Procedimiento (artículo 85)2.

1) Interposición. El recurso de apelación se interpone ante el juzgado que hubiera dictado la


resolución, en el plazo de 15 días (artículo 85.1).

2) Admisión. Si se cumplen los requisitos, el LAJ lo admitirá; en otro caso, dará traslado al juez, que
lo inadmitirá, en su caso, por auto, contra el que cabe el recurso de queja (artículo 85.2).

3) Oposición. Admitido el recurso, el LAJ dará traslado a las demás partes, que disponen de 15 días
para oponerse a la apelación o adherirse a ella. Si se adhieren, se dará traslado al recurrente, por 10 días,
para que manifieste si se opone (artículo 85.4).

4) Elevación de los autos. Tras ello, el LAJ elevará los autos al órgano competente para resolver,
junto con el expediente administrativo, y emplazará a las partes para que comparezcan ante él en 30 días
(artículo 85.5).

5) Prueba y vista o conclusiones. En los escritos de interposición y de oposición, las partes pueden
pedir el recibimiento a prueba, para la práctica de las que hubieran sido denegadas o no hubieran sido
practicadas en la primera instancia por causas que no les sean imputables, así como solicitar que se celebre
una vista, que se presenten conclusiones o que el pleito sea declarado concluso para la sentencia sin más
trámites (artículo 85.3 y 85.7).

6) Resolución. La sentencia se dictará en 10 días desde que se declare el pleito concluso


(artículo 85.9).

6. RECURSO DE CASACIÓN: SUS CLASES3.


S3 C3 T4 – Arts. 86-93.

Se regula en los artículos 86 a 93.

Aunque la LJCA preveía varias clases del recurso de casación, tras la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de
julio, solo existe una.

I. Requisitos.

1. Competencia (artículo 86).

Corresponde a la sala de lo contencioso del Tribunal Supremo (artículo 86.1) o, si se fundase en la


infracción de normas autonómicas, a la del TSJ correspondiente (artículo 86.3).


2
Recuérdese que, según el art. 80.3, este mismo procedimiento se aplica para recurrir los autos señalados en dicho art. 80.
3
Ya no existen clases de recursos de casación; solo hay uno.
14-8

2. Requisitos objetivos.

a) Resoluciones recurribles.

Se pueden recurrir en casación las sentencias y autos:

1) Sentencias (artículo 86). Por regla general, son recurribles en casación las
sentencias dictadas en única instancia o en apelación por las salas de lo contencioso de la AN y los TSJ,
así como las dictadas en única instancia por los juzgados de lo contencioso, pero en estos casos solo cuando
contengan doctrina que se repute gravemente dañosa para los intereses generales y sean susceptibles de la
extensión de sus efectos (artículo 86.1).

Por excepción, NO son recurribles las sentencias dictadas en el procedimiento para la


protección del derecho fundamental de reunión y en los procesos contencioso-electorales (artículo 86.2).

2) Autos (artículo 87). Y según el artículo 87:

1. También son recurribles en casación los siguientes autos de las salas de lo


contencioso de la AN o los TSJ, con la misma exclusión mencionada del artículo 86.2:

a) «Los que declaren la inadmisión del recurso


contencioso-administrativo o hagan imposible su continuación.

b) Los que pongan término a la pieza separada de suspensión o de


otras medidas cautelares.

c) Los recaídos en ejecución de sentencia, siempre que resuelvan


cuestiones no decididas, directa o indirectamente, en aquella, o que contradigan los términos del fallo que se
ejecuta.

d) Los dictados en el caso previsto en el artículo 91 [sobre ejecución


provisional de las sentencias recurridas en casación].

e) Los dictados en aplicación de los artículos 110 y 111 [extensión de


los efectos de la sentencia a terceros]».

2. En tales casos, debe interponerse «previamente el recurso de reposición».

b) Interés casacional (artículo 88).

Para que una resolución sea recurrible en casación, debe existir interés casacional. El
artículo 88 contempla un catálogo de supuestos en que existe interés casacional, en unos casos de apreciación
facultativa por el tribunal (por ejemplo, que exista jurisprudencia contradictoria sobre una norma) y en otros,
obligatoria (por ejemplo, cuando no exista jurisprudencia sobre las normas aplicadas).
14-9

II. Procedimiento (artículos 89 a 93).

1) Preparación. Según el artículo 89: «El recurso de casación se preparará ante la sala de instancia,
en el plazo de 30 días…».

2) Inadmisión por el a quo. Si el escrito no cumple los requisitos, la sala tendrá por no preparado
el recurso mediante un auto, contra el que cabe el recurso de queja.

3) Admisión, elevación y emplazamiento. Y si cumple los requisitos, la sala, por auto, tendrá por
preparado el recurso, elevará los autos y emplazará a las partes para que en 30 días comparezcan ante el
TS o TSJ.

4) Admisión o inadmisión por el TS o TSJ. Recibidos los autos, el TS o TSJ puede inadmitir el
recurso por, fundamentalmente, inexistencia de interés casacional objetivo (artículo 90).

5) Interposición. Si admite el recurso, el recurrente dispondrá de 30 días para presentar el escrito de


interposición, en el que justificará la infracción de las normas o la jurisprudencia y fijará su solicitud
(artículo 92.1 a 92.4).

6) Traslado. Presentado el escrito de interposición, se dará traslado a la parte recurrida, para que
pueda oponerse en el plazo de 30 días (artículo 92.5).

7) Sustanciación. Tras ello, se señalará un día para la votación y fallo, salvo que se acuerde, de
oficio o a instancia de parte, la celebración de una vista (artículo 92.5 y 92.6).

8) Decisión. La sentencia se dictará en el plazo de 10 días desde la votación y fallo (artículo 92.8),
que fijará en su caso la interpretación de las normas en cuestión y anulará o confirmará la sentencia y podrá
ordenar la retroacción de las actuaciones (artículo 93.1).

7. RECURSO DE REVISIÓN.
S6 C3 T4 – Art. 102.

Se regula en el artículo 102, que fue modificado por la Ley Orgánica 7/20154.

Son recurribles en revisión las sentencias firmes dictadas por cualquier órgano.

El artículo 102 dice:

1. «Habrá lugar a la revisión de una sentencia firme [los motivos de revisión son los mismos
que maneja el artículo 510 de la LEC]:

a) [Descubrimiento de documentos]. Si, después de pronunciada, se recobraren


documentos decisivos, no aportados por causa de fuerza mayor o por obra de la parte en cuyo favor se hubiere
dictado [la sentencia].

b) [Documentos falsos]. Si hubiere recaído en virtud de documentos que, al tiempo


de dictarse aquella [la sentencia], ignoraba una de las partes haber sido reconocidos y declarados falsos o cuya

4
En realidad, eso es mentira, pero no hace falta precisar tanto. Es mentira porque Lecrim fue modificada en este punto por Ley 41/2015, de 5 de octubre;
y la Ley de la Jurisdicción Social no se modificó, dado que se remitía ya a la LEC.
14-10

falsedad se reconociese o declarase después [la LEC solo admite que la falsedad sea declarada por una
sentencia, no admite que se reconozca5].

c) [Falso testimonio]. Si, habiéndose dictado en virtud de [una] prueba testifical, los
testigos hubieren sido condenados por falso testimonio dado en las declaraciones que sirvieron de fundamento
a la sentencia [la LEC habla también de la prueba pericial].

d) [Delito]. Si se hubiere dictado sentencia en virtud de cohecho, prevaricación,


violencia u otra maquinación fraudulenta [la LEC no habla de la prevaricación].

2. Asimismo, se podrá interponer [el] recurso de revisión contra una resolución judicial firme
cuando el TEDH haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en violación de alguno de los derechos
reconocidos en el» CEDH y sus protocolos, «siempre que la violación, por su naturaleza y gravedad, entrañe
efectos que persistan y no puedan cesar de ningún otro modo que no sea mediante esta revisión […].

3. En lo referente a legitimación, plazos, procedimiento y efectos […], regirán las


disposiciones de la Ley de Enjuiciamiento Civil [cuya regulación se contiene en los artículos 511 a 516]. […].

4. […]».


5
Y la jurisprudencia del orden contencioso lo admite, no ha hecho ninguna corrección al artículo.
15-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 15
Fecha: 15 junio 2017.
2920 palabras – 12:59.

Sumario:

1. Derecho del trabajo.


2. Concepto y fines.
3. Sistema de fuentes.
4. La constitucionalización del derecho del trabajo.
5. La aplicación de las normas laborales.
6. Derecho social de la Unión Europea.

1 y 2. DERECHO DEL TRABAJO. CONCEPTO Y FINES.

I. Concepto.

PALOMEQUE LÓPEZ define el derecho del trabajo como la ordenación jurídica del trabajo asalariado
o prestado por cuenta ajena.

Según ALONSO OLEA o PALOMEQUE LÓPEZ, el trabajo que estudia esta disciplina se caracteriza
por las siguientes notas:

1.ª Se trata de un trabajo productivo, es decir, el que se dirige a autoproporcionarse los


medios para subsistir, de modo que no cubre, por ejemplo, el del voluntariado.

2.ª Se trata de un trabajo por cuenta ajena, de modo que el trabajo autónomo queda fuera
del derecho del trabajo. Precisamente, la d. a. 1.ª del TRLET dice: «El trabajo realizado por cuenta propia no
estará sometido a la legislación laboral, excepto en aquellos aspectos que por precepto legal se disponga
expresamente».

3.ª Finalmente, el trabajo ha de ser libre (por ejemplo, no cubre la pena de trabajos en
beneficio de la comunidad ni el servicio militar obligatorio [aunque actualmente está abolido]).

II. Fines del derecho del trabajo1:

— Según PÉREZ DE LOS COBOS ORIHUEL, la primera función o fin del derecho del trabajo fue la de la
tutela del trabajador, considerado la parte débil de la relación de trabajo, que ha avanzado desde una tutela

1
Lo que está aquí proviene de:
¾ Derecho del trabajo, varios autores, ed. Tirant lo Blanch, 6.ª ed., 2018 (págs. 37-38; parte del tema 1, escrito por Francisco PÉREZ DE LOS
COBOS ORIHUEL, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense de Madrid).
¾ Derecho del Trabajo, M. C. PALOMEQUE LÓPEZ y M. ÁLVAREZ DE LA ROSA, ed. Ramón Areces, 20.ª ed., 2012 (págs. 76-89; capítulo escrito
por PALOMEQUE LÓPEZ).
15-2

individual del trabajador a una tutela colectiva, es decir, de los trabajadores considerados en su conjunto frente
a los empresarios.

— En conexión con ello, PALOMEQUE LÓPEZ dice que también cubre la función de establecer un
equilibrio entre los intereses de los trabajadores y empresarios, que son totalmente contrarios.

3. SISTEMA DE FUENTES.

I. Derecho interno.

Según el artículo 149.1 de la CE, el Estado ostenta la competencia exclusiva en las siguientes materias:

Regla 7.ª: «Legislación laboral; sin perjuicio de su ejecución por los órganos de las
comunidades autónomas».

Regla 17.ª: «Legislación básica y régimen económico de la Seguridad Social, sin perjuicio
de la ejecución de sus servicios por las comunidades autónomas».

Y el artículo 35.2 establece que una ley regulará un estatuto de los trabajadores, que actualmente se
regula en el TRLET, aprobado por el RDL 2/2015, de 23 de octubre.

Según el artículo 3.1 del TRLET: «Los derechos y obligaciones concernientes a la relación laboral
se regulan:

a) Por las disposiciones legales y reglamentarias del Estado.

b) Por los convenios colectivos.

c) Por la voluntad de las partes, manifestada en el contrato de trabajo», siempre que su objeto
sea «lícito y sin que en ningún caso puedan establecerse en perjuicio del trabajador condiciones menos
favorables o contrarias a las disposiciones legales y convenios colectivos antes expresados.

d) Por los usos y costumbres locales y profesionales».

El artículo 3 contiene algunas previsiones sobre ellas:

1) Disposiciones legales. Bajo la expresión disposiciones legales, la doctrina entiende que el


estatuto se está refiriendo a la ley, cuya supremacía sobre el reglamento la recoge el propio estatuto cuando
dispone: «Las disposiciones legales y reglamentarias se aplicarán con sujeción estricta al principio de jerarquía
normativa. […]» (artículo 3.2).

2) Disposiciones reglamentarias. «[…]. Las disposiciones reglamentarias desarrollarán los


preceptos que establecen las normas de rango superior, pero no podrán establecer condiciones de trabajo
distintas a las establecidas por las leyes» que desarrollen (artículo 3.2).

3) Convenios colectivos. El artículo 37.1 de la Constitución establece: «La ley garantizará el


derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como
la fuerza vinculante de los convenios». Los convenios obligan no solamente a quienes los han negociado y a
sus representantes, sino a todos los sujetos incluidos en su ámbito de aplicación. Por lo tanto, constituyen
normas de carácter general.
15-3

4) Usos y costumbres. «Los usos y costumbres solo se aplicarán en defecto de disposiciones


legales, convencionales o contractuales, a no ser que cuenten con una recepción o remisión expresa»
(artículo 3.4).

II. Normas internacionales.

El derecho del trabajo incorpora normas internacionales a través de los tratados internacionales, que,
como cualquier tratado, forman parte del ordenamiento interno una vez publicados oficialmente en España
(artículo 96.1 de la CE).

Dejando aparte el derecho de la UE, al que se dedica otro epígrafe del tema, cabe hablar ahora de:

1) Organización Internacional del Trabajo. La OIT fue creada en 1919, y en la actualidad


es un organismo especializado vinculado a la ONU. En ella están representados los Estados, los trabajadores
y los empresarios. Su labor normativa se realiza, básicamente, a través de recomendaciones y convenios; solo
los convenios de la OIT pueden alcanzar fuerza normativa, si son ratificados por los Estados.

2) Tratados suscritos por España que contienen normas afectantes al derecho del
trabajo:

a) En el seno de la ONU: los más importantes son los pactos internacionales de


Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ambos de 1966.

b) En el seno del Consejo de Europa: los más importantes son:

— La Carta Social Europea, de 1961.

— El Convenio Europeo de Derechos Humanos, de 1950.

4. LA CONSTITUCIONALIZACIÓN DEL DERECHO DEL TRABAJO.

I. La constitucionalización del derecho del trabajo.

1. Concepto.

Se llama constitucionalización del derecho del trabajo a la previsión por la Constitución de ciertos
derechos sociales de los trabajadores.

Según PALOMEQUE LÓPEZ, la constitucionalización de los derechos laborales se produjo en el primer


cuarto del siglo XX, de la mano de la afirmación del Estado social de derecho.
15-4

2. La constitucionalización de los derechos laborales en España.

La constitucionalización de los derechos laborales en España comenzó con la Constitución de 1931.


Dicha normativa fue sustituida por el Fuero del Trabajo de 1938 durante la Dictadura de Franco.

Y la Constitución de 1978 también constitucionaliza algunos derechos laborales, si bien no los dota
de las mismas garantías. En atención a su nivel de protección, cabe distinguir tres bloques de derechos
laborales:

1) Derechos fundamentales laborales. Son los contenidos en la sección 1.ª del capítulo II del
título I, relativo a los derechos fundamentales y libertades públicas (cuyo desarrollo está reservado a la ley
orgánica [artículo 81] y están protegidos a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional y el
procedimiento sumario que prevé el artículo 53). Además, son de aplicación directa (aunque no se hayan
desarrollado legislativamente). Son:

1.º Libertad sindical (artículo 28.1).

2.º Huelga (artículo 28.2).

2) Derechos laborales con protección ordinaria. Son los regulados en la sección 2.ª del
capítulo II del título I. Sus únicas garantías son que son de aplicación directa y que su desarrollo está sujeto a
la reserva de ley ordinaria (artículo 53.1). Son:

1.º El deber de trabajar y el derecho al trabajo (artículo 35.1).

2.º El derecho a la negociación colectiva laboral (artículo 37.1).

3.º A adoptar medidas de conflicto colectivo (artículo 37.2).

3) Principios rectores de la política social y económica. Los principios de contenido laboral


son:

1.º A una política de pleno empleo (artículo 40.1).

2.º A la formación y readaptación profesional (también artículo 40.1).

3.º A la seguridad e higiene en el trabajo (también artículo 40.1).

4.º Al descanso, mediante la limitación de la jornada laboral y las vacaciones


periódicas retribuidas (artículo 40.2).

5.º A la seguridad social (artículo 41).

6.º Derecho de los emigrantes a que el Estado salvaguarde sus derechos económicos
y sociales y oriente su política hacia su retorno (artículo 42).

II. La internacionalización de los derechos laborales.

Por otra parte, PALOMEQUE LÓPEZ observa que la constitucionalización de los derechos laborales está
hoy en día consolidada en el derecho comparado y, de hecho, ha avanzado un paso más, hacia la
internacionalización de los derechos laborales, que consiste en el reconocimiento de los derechos laborales
en los textos internacionales sobre derechos humanos, como los señalados antes.
15-5

5. LA APLICACIÓN DE LAS NORMAS LABORALES.

La aplicación de las normas laborales exige, como primera operación, hallar su jerarquía, y, después,
unos principios de ordenación.

I. La jerarquía de las normas.

Actualmente, el sistema normativo español está estructurado en el siguiente orden jerárquico:

1.º Derecho de la UE, pues tanto el TJUE como el TC español han reconocido que sus normas
prevalecen sobre todas las fuentes internas, cualquiera que sea su rango. Su fundamento reside en el principio
de primacía del derecho de la Unión.

2.º Constitución, que es la norma suprema del ordenamiento, con la especialidad mencionada
respecto del derecho de la UE.

3.º Los tratados internacionales. Aunque su posición es discutida, autores como ÁLVAREZ
CONDE o DÍEZ DE VELASCO entienden que son inferiores a la Constitución, pero superiores al resto de fuentes,
dado que el artículo 95 de la CE no permite suscribir tratados que contengan estipulaciones contrarias a la
Constitución, y el 96 impide modificar, derogar o suspender los tratados sino en la forma prevista en el propio
tratado o de acuerdo con las normas generales del derecho internacional.

4.º Disposiciones normativas con rango de ley, sean leyes, tanto orgánicas como ordinarias,
así como los decretos-leyes y legislativos.

5.º Reglamentos, derivados de la potestad reglamentaria del Gobierno, jerarquizados, a su


vez, según su origen y rango de la disposición aprobatoria: decreto, si nacen de la potestad reglamentaria del
Consejo de Ministros, de mayor jerarquía que las órdenes de las comisiones delegadas del Gobierno, y
ambos de mayor jerarquía que las órdenes ministeriales.

6.º Convenios colectivos, dado que el artículo 37 de la CE reconoce su eficacia normativa.

II. Principios de ordenación.

Ahora bien, esta primera ordenación jerárquica de las normas laborales se ha de matizar con unos
principios ordenadores, que corrigen y matizan la aplicación rigurosa del sistema de fuentes:

1) Principio de la norma mínima (artículo 3.3 del TRLET). El principio de la norma


mínima significa que toda norma laboral actúa como condicionante del contenido de la norma subordinada o
de inferior rango, de tal forma que la norma inferior debe partir del contenido mínimo de la norma superior,
que no puede modificar para perjudicar al trabajador, pero sí para mejorarlo o establecer mejores condiciones
de trabajo.

En este sentido, el artículo 3.3 del TRLET dice: «Los conflictos originados entre los preceptos
de dos o más normas laborales, tanto estatales como pactadas, que deberán respetar en todo caso los mínimos
de derecho necesario, se resolverán mediante la aplicación de lo más favorable para el trabajador, apreciado
en su conjunto, y en cómputo anual, respecto de los conceptos cuantificables».
15-6

2) Principio de la norma más favorable (artículo 3.3). Implica que debe aplicarse la norma
que resulte más favorable para el trabajador, que, si se tiene en cuenta el principio de la norma mínima, debería
ser la de rango inferior, que ampliará lo reconocido por la superior.

3) Principio in dubio pro operario. Significa que la normativa laboral debe ser interpretada
de la forma que resulte más beneficiosa para el trabajador o beneficiario, que la jurisprudencia aplica cuando
existe oscuridad o problemas interpretativos en las normas.

4) Principio de irrenunciabilidad de derechos (artículo 3.5). «Los trabajadores no podrán


disponer válidamente, antes o después de su adquisición, de los derechos que tengan reconocidos por
disposiciones legales de derecho necesario. Tampoco podrán disponer válidamente de los derechos
reconocidos como indisponibles por convenio colectivo» (artículo 3.5).

5) Principio de no discriminación (artículo 4.2.c). Aunque el principio de no discriminación


no es un principio exclusivo del derecho del trabajo, adquiere una especial intensidad en el campo de las
relaciones laborales. La Constitución contiene a este respecto dos preceptos:

— El artículo 14, que proscribe cualquier tipo de discriminación.

— Y el artículo 35, que proscribe la discriminación por razón de sexo en lo relativo


al derecho al trabajo.

Y el TRLET dispone: «En la relación de trabajo, los trabajadores tienen derecho: c) A no ser
discriminados directa o indirectamente para el empleo, o una vez empleados, por razones de 1sexo, 2estado
civil, 3edad, dentro de los límites marcados por esta ley, 4origen racial o étnico, 5condición social, 6religión o
convicciones, 7ideas políticas, 8orientación sexual, 9afiliación o no a un sindicato, así como 10por razón de
lengua, dentro del Estado español. Tampoco podrán ser discriminados por razón de 11discapacidad, siempre
que se hallasen en condiciones de aptitud para desempeñar el trabajo o empleo de que se trate» (artículo 4.2.c).

El artículo 17 declara nulos los preceptos reglamentarios, las cláusulas de los convenios
colectivos, los pactos individuales y las decisiones unilaterales del empresario que sean discriminatorias.

Además, la discriminación en el trabajo puede llegar a ser constitutiva de delito, previsto y


penado en el artículo 314 del Código Penal.

6. DERECHO SOCIAL DE LA UNIÓN EUROPEA.

1. Competencias de la Unión.

El Tratado de la Unión Europea confirma su adhesión a los derechos sociales fundamentales; y el


Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea incluye la política social dentro de las competencias
compartidas entre la UE y los Estados (artículo 4.2.b). Sin embargo, la UE también puede incidir en el derecho
del trabajo a través de sus competencias exclusivas, singularmente la relativa al establecimiento de las normas
de competencia necesarias para el funcionamiento del mercado interior y la política comercial común
(artículo 3).

Hay que tener en cuenta que, en virtud del principio de primacía, el derecho de la Unión se ubica en
la cúspide del ordenamiento jurídico.
15-7

2. Política social (artículos 151 a 161 del TFUE).

El TFUE dedica el título X de la parte III a las disposiciones sobre la «Política social»
(artículos 151 a 161).

Según el artículo 151, párrafo 1.º: «La Unión y los Estados miembros, teniendo presentes [los]
derechos sociales fundamentales como los que se indican en la Carta Social Europea […] de 1961 y en la Carta
comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores de 1989, tendrán como objetivo2:

[1] el fomento del empleo,

[2] la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, a fin de conseguir su equiparación por la
vía del progreso,

[3] una protección social adecuada,

[4] el diálogo social,

[5] el desarrollo de los recursos humanos para conseguir un nivel de empleo elevado y
duradero

[6] y la lucha contra las exclusiones».

Y todo ello se ha de conseguir, según el precepto, a través de la armonización de los sistemas sociales
nacionales y de la aproximación de las disposiciones legales, reglamentarias y administrativas.

Y el artículo 153.1 dice: «Para la consecución de los objetivos del artículo 151, la Unión apoyará y
completará la acción de los Estados miembros en» una serie de ámbitos, de entre los que destacan:

1) La protección de la salud y la seguridad de los trabajadores.

2) La seguridad social.

3) La protección de los trabajadores en caso de rescisión del contrato laboral.

4) La representación y la defensa colectiva de los intereses de los trabajadores y de los


empresarios.

5) La integración de las personas excluidas del mercado laboral.

6) La igualdad entre hombres y mujeres por lo que respecta a las oportunidades en el


mercado laboral y al trato en el trabajo.

En el desarrollo de sus competencias, la UE ha dictado numerosas directivas, por ejemplo:

1) Sobre el principio de igualdad entre hombres y mujeres en asuntos de empleo y ocupación.

2) Sobre las condiciones de trabajo, por ejemplo, en relación con las empresas de trabajo
temporal.

3) Sobre la protección de los trabajadores en caso de insolvencia del empresario.

2
En el tratado aparece todo en el mismo párrafo, seguido, pero es más cómodo separarlo en párrafos.
15-8

4) Sobre seguridad y salud laborales.

5) Y sobre la libre circulación de trabajadores dentro de la Unión.

3. El derecho de libre circulación.

Además, el artículo 20 del TFUE considera nacionales de la UE a los nacionales de cualquier Estado
miembro, y les atribuye el derecho a circular y residir libremente en todo el territorio de la Unión. Y, como
concreción, el artículo 45 declara expresamente que el tratado asegura la libre circulación de los trabajadores
por todo el territorio de la Unión. Y, además, dice específicamente: «La libre circulación supondrá la abolición
de toda discriminación por razón de la nacionalidad entre los trabajadores de los Estados miembros,
con respecto al empleo, la retribución y las demás condiciones de trabajo» (artículo 45.2).

4. La Carta de Derechos Fundamentales de la UE.

También cabe hacer mención a la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2000,
que, desde que se proclamó su versión revisada en 2007, goza del mismo valor jurídico que los tratados
(artículo 6.1 del Tratado de la Unión Europea).

1) Derechos. Dentro de su contenido, la carta hace mención a algunos derechos laborales:

— Prohibición de la esclavitud y el trabajo forzado.

— Prohibición de la discriminación (incluida la discriminación en el trabajo).

— Derecho al trabajo

— a la negociación colectiva,

— y a la protección en caso de despido injustificado.

— Prohibición del trabajo infantil.

2) Interpretación y aplicación de la carta (T7 – Arts. 51-54): conviene destacar:

1.º Vinculatoriedad (artículo 51): la carta vincula a las instituciones de la Unión y a


los Estados, cuando estos últimos apliquen el derecho de la Unión (artículo 51).

2.º Derechos que también están reconocidos en el CEDH (artículo 52.3): los
derechos de la carta que también estén reconocidos en el CEDH tendrán el mismo sentido y alcance que les
confiere el convenio, sin perjuicio de que el derecho de la Unión pueda darles una protección más extensa
(artículo 52.3).

3.º Derechos reconocidos también en las constituciones (artículo 52.4): los


derechos reconocidos en la carta que estén tradicionalmente reconocidos por los ordenamientos
constitucionales de los Estados miembros se interpretarán de conformidad con tales tradiciones (artículo 52.4).

4.º Nivel de protección de la carta (artículo 53): la protección que dispensa la carta
siempre ha de ser superior o igual a la de cualquier otro instrumento internacional o nacional en materia de
15-9

derechos humanos, y, por esta razón, el artículo 53 dice que las disposiciones de la carta nunca podrán
interpretarse como limitativas o lesivas de los derechos reconocidos en tales instrumentos.
16-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 16
Fecha: 27 diciembre 2016.
2959 palabras – 13:09.

Sumario:

1. Convenios colectivos.
2. La fuerza vinculante de los convenios.
3. Convenios estatutarios y extraestatutarios.
4. Acuerdos de empresa.
5. Aplicación de los convenios y el principio de globalidad.
6. Vigencia temporal y denuncia.
7. Concurrencia de convenios.

1. CONVENIOS COLECTIVOS.
Art. 37.1 CE + T3 TRLET – Arts. 82-92.

I. Concepto.

La Constitución proclama en el artículo 37.1: «La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva
laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los
convenios».

El convenio colectivo es un pacto negociado y celebrado por los representantes de los trabajadores y
empresarios para la regulación de las condiciones de trabajo.

La negociación colectiva y los convenios colectivos se regulan en el título III del TRLET, aprobado
por el RDL 2/2015, de 23 de octubre (artículos 82 a 92).

II. Contenido y límites.

1. Objeto de los convenios colectivos (qué se puede negociar en ellos) (artículos 82.2 y 85.1).

El artículo 82.2 dice: «Mediante los convenios colectivos, y en su ámbito correspondiente, los
trabajadores y empresarios regulan las condiciones de trabajo y de productividad. Igualmente podrán
regular la paz laboral, a través de las obligaciones que se pacten».

Y el artículo 85 (apartados 1 y 2) dice:

1. «Dentro del respeto a las leyes, los convenios colectivos podrán regular materias de índole
económica, laboral, sindical y, en general, cuantas otras afecten a las condiciones de empleo y al ámbito de
16-2

[las] relaciones de los trabajadores y sus organizaciones representativas con el empresario y las asociaciones
empresariales, incluidos [los] procedimientos para resolver las discrepancias surgidas en los periodos de
consulta previstos en los artículos 40, 41, 47 y 51 [que regulan determinadas vicisitudes que afectan a los
contratos, como la movilidad geográfica o la suspensión del contrato] […].

[…] en la negociación de los mismos existirá en todo caso el deber de negociar medidas
dirigidas a promover la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el ámbito
laboral o, en su caso, planes de igualdad […].

2. A través de la negociación colectiva se podrán articular procedimientos de información y


seguimiento de los despidos objetivos […].

Asimismo […], a través de la negociación colectiva se articulará el deber de negociar planes


de igualdad en las empresas de más de 250 trabajadores…».

2. Contenido de los convenios (artículo 85.3).

Según el artículo 85.3: «Sin perjuicio de la libertad de contratación a que se refieren los apartados
anteriores, los convenios colectivos habrán de expresar, como contenido mínimo, lo siguiente:

a) Determinación de las partes que los conciertan.

b) Ámbito personal, funcional, territorial y temporal.

c) Procedimientos para solventar de manera efectiva las discrepancias que puedan surgir para
la no aplicación de las condiciones de trabajo a que se refiere el artículo 82.3 [que se refiere a los acuerdos
sobre materias concretas adoptados entre las organizaciones de trabajadores y empresarios, así como a los
acuerdos interprofesionales] […].

d) Forma y condiciones de denuncia del convenio, así como plazo mínimo para dicha
denuncia antes de finalizar su vigencia.

e) Designación de una comisión paritaria de representación de las partes negociadoras


para entender de aquellas cuestiones establecidas en la ley y de cuantas otras le sean atribuidas…».

3. Contenido obligacional y normativo de los convenios.

La doctrina distingue entre el contenido obligacional y el normativo de los convenios:

a) Contenido obligacional del convenio: son las obligaciones que asumen las partes
contratantes, que tienden a garantizar la eficacia del convenio. A ello se refiere el artículo 82.2 cuando dice
que los convenios podrán regular la paz laboral, a través de las obligaciones que se pacten.

b) Contenido normativo del convenio: son las reglas generales que regulan las condiciones
de trabajo.
16-3

III. Procedimiento de elaboración (C2 T3 – Arts. 89-92).

El procedimiento para la elaboración de un convenio colectivo se regula en los artículos 89 a 92.

1. Legitimación para negociar convenios colectivos (artículo 87).

El artículo 37.1 de la Constitución atribuye la negociación colectiva a los REPRESENTANTES de los


trabajadores y empresarios. En el caso de los trabajadores, son los sindicatos de trabajadores; también la tienen
los delegados de personal y comités de empresa, para los convenios de empresa [artículo 87 del TRLET]).
Ahora bien, el artículo 87 dice que, en los convenios de empresa, los negociará directamente el empresario1.

2. Negociación (artículo 89).

Según el artículo 89:

1. [Solicitud de negociación]. «La representación de los trabajadores o de los empresarios


que promueva la negociación lo comunicará a la otra parte» por escrito, en el cual habrá de expresar «la
1
legitimación que ostenta […], los 2ámbitos del convenio y las 3materias objeto de negociación. […]. De esta
comunicación se enviará [una] copia, a efectos de registro, a la autoridad laboral…».

La ley impone la obligación de negociar, ya que dice: «La parte receptora de la comunicación
solo podrá negarse a la iniciación de las negociaciones por [una] causa legal o convencionalmente
establecida, o cuando» se trate de revisar un convenio NO vencido […]. / […].

2. [Formación de la comisión negociadora]. «En el plazo máximo de 1 mes a partir de la


recepción de la comunicación se procederá a constituir la comisión negociadora; la parte receptora de la
comunicación deberá responder a la propuesta de negociación, y ambas partes establecerán un calendario o
plan de negociación.

3. [Aprobación]. Los acuerdos de la comisión requerirán, en cualquier caso, el voto favorable


de la mayoría DE CADA UNA de las dos representaciones.

4. [Mediación]. En cualquier momento de las deliberaciones, las partes podrán acordar la


intervención de un mediador designado por ellas».

3. Formalización (artículo 90).

Según el artículo 90:

1. [Formalización]. «Los convenios colectivos a que se refiere esta ley han de formalizarse
por escrito, bajo sanción de nulidad.

2. [Registro]. Los convenios deberán ser presentados ante la autoridad laboral competente,
a los solos efectos de registro, dentro» de los 15 días siguientes a la firma. «Una vez registrado, el convenio
será remitido al órgano público competente para su depósito.


1
Esto está simplificadísimo, pero no hay tiempo para estarse deteniendo en esto.
16-4

3. [Publicación]. En el plazo máximo de 20 días desde la presentación del convenio en el


registro», la autoridad laboral dispondrá su publicación en el boletín oficial del Estado, la comunidad
autónoma o la provincia, «en función del ámbito territorial del convenio.

4. [Entrada en vigor]. El convenio entrará en vigor en la fecha en que acuerden las partes.

5. [Control de legalidad]. Si la autoridad laboral estimase que algún convenio conculca la


legalidad vigente o lesiona gravemente el interés de terceros, se dirigirá de oficio a la jurisdicción social, la
cual resolverá sobre las posibles deficiencias previa audiencia de las partes […].

6. [Control del respeto del principio de igualdad por razón de sexo]. Sin perjuicio de lo
establecido en el apartado anterior, la autoridad laboral velará por el respeto al principio de igualdad en los
convenios colectivos que pudieran contener discriminaciones, directas o indirectas, por razón de sexo. […]».

2. LA FUERZA VINCULANTE DE LOS CONVENIOS.


Arts. 37.1 CE + 82.3 TRLET.

1. Eficacia general del convenio.

El artículo 37.1 de la CE dice que la ley garantizará la fuerza vinculante de los convenios. Y el TRLET
dice: «Los convenios colectivos regulados por esta ley obligan a todos los empresarios y trabajadores incluidos
dentro de su ámbito de aplicación y durante todo el tiempo de su vigencia» (artículo 82.3, párrafo 1.º). El
convenio vincula incluso a los trabajadores y empresarios que no hayan sido representados en su adopción,
según ha confirmado el TC. Esto se conoce como la eficacia general del convenio.

El convenio colectivo tiene naturaleza normativa, de modo que, una vez firmado y en vigor, se
convierte en una norma, con lo que no tiene una naturaleza meramente convencional (que implicaría que solo
podría afectar a quienes hayan negociado el convenio).

2. Excepciones.

Sin embargo, el artículo 82.3 establece en sus párrafos 2.º a 4.º:

«Sin perjuicio de lo anterior, cuando concurran causas económicas, técnicas, organizativas o


de producción, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores legitimados para negociar
un convenio colectivo […] se podrá proceder, previo desarrollo de un periodo de consultas […], a inaplicar
en la empresa las condiciones de trabajo previstas en el convenio colectivo aplicable […] que afecten a
las siguientes materias:

a) Jornada de trabajo.

b) Horario y distribución del tiempo de trabajo.

c) Régimen de trabajo a turnos.

d) Sistema de remuneración y cuantía salarial.


16-5

e) Sistema de trabajo y rendimiento.

f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el
artículo 39.

g) Mejoras voluntarias de la acción protectora de la Seguridad Social».

Y los párrafos restantes dicen:

— «Se entiende que concurren causas económicas cuando de los resultados de la


empresa se desprenda una situación económica negativa, en casos tales como la existencia de pérdidas actuales
o previstas o la disminución persistente de su nivel de ingresos ordinarios o ventas. […].

— Se entiende que concurren causas técnicas cuando se produzcan cambios, entre


otros, en el ámbito de los medios o instrumentos de producción2;

— causas organizativas, cuando se produzcan cambios, entre otros, en el ámbito de


los sistemas y métodos de trabajo del personal o en el modo de organizar la producción;

— y causas productivas, cuando se produzcan cambios, entre otros, en la demanda


de los productos o servicios que la empresa pretende colocar en el mercado».

3. CONVENIOS ESTATUTARIOS Y EXTRAESTATUTARIOS.

Se habla de convenios estatutarios y extraestatutarios según que se hayan concertado con sujeción a
las normas del TRLET o fuera de ellas. Esta distinción entre convenios estatutarios y extraestatutarios lleva
también a la diferenciación entre la eficacia general o limitada de los convenios.

a) Convenios estatutarios: son los que se han estudiado, que son elaborados con sujeción a
las normas del título III del TRLET. Estos convenios son de eficacia general, es decir, obligan a todos los
empresarios y trabajadores incluidos dentro de su ámbito de aplicación. Para ellos rige todo lo que se dijo
antes sobre la fuerza vinculante de los convenios.

b) Convenios extraestutarios: se concluyen al margen del sistema del Estatuto de los


Trabajadores. Se fundamentan en la libertad de contratación y en la autonomía de la voluntad de las partes.

Los convenios extraestatutarios son de eficacia limitada; esta eficacia limitada se basa en dos
circunstancias:

i) No tienen eficacia normativa, sino solo contractual, según la mayoría de la


doctrina. Es decir, así como los convenios estatutarios son normas que integran el ordenamiento jurídico, los
extraestatutarios son solo contratos que obligan a las partes.

ii) Su eficacia está limitada a las partes representadas.

iii) Contenido limitado. De esta eficacia personal reducida de los convenios


extraestatutarios se deduce que solo pueden referirse a aspectos propios de los contratos individuales, y no


2
Los dos párrafos que siguen están dentro del mismo párrafo del precepto, pero es más claro exponerlo separadamente.
16-6

a ámbitos organizativos, ya que estos, por principio, habrían de afectar a todos los trabajadores, y no solo a los
firmantes, con lo que están reservados a los convenios estatutarios.

4. ACUERDOS DE EMPRESA.

Se trata de pactos que rigen determinadas cuestiones expresamente permitidas por la ley, que son
firmados por la empresa y los representantes de los trabajadores, en defecto de un convenio colectivo.

Están previstos para materias concretas, que el TRLET prevé que se pueden regular por los convenios
colectivos o, en su defecto, por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores.

Plantean algunas cuestiones:

1.ª Naturaleza: algunos autores opinan que estos acuerdos tienen naturaleza normativa, y no
solamente contractual.

2.ª Ámbito subjetivo. Solo afectan a los trabajadores de la empresa.

5. APLICACIÓN DE LOS CONVENIOS Y EL PRINCIPIO DE


GLOBALIDAD.
Arts. 91 y 82.3.

1. Aplicación e interpretación del convenio (artículo 91).

Según el artículo 91 del TRLET:

1. [Comisión paritaria]. «Sin perjuicio de las competencias legalmente atribuidas a la


jurisdicción social, el conocimiento y resolución de las cuestiones derivadas de la aplicación e interpretación
de los convenios colectivos corresponderá a la comisión paritaria de los mismos [esta comisión paritaria es
un contenido necesario de los convenios, según el artículo 85.3.e].

2. [Mediación y arbitraje]. No obstante […], se podrán establecer procedimientos, como la


mediación y el arbitraje, para la solución de las controversias colectivas derivadas de la aplicación e
interpretación de los convenios colectivos3.

[Eficacia del acuerdo o laudo]. El acuerdo logrado a través de la mediación y el laudo arbitral
tendrán la misma eficacia jurídica y tramitación que los convenios colectivos […], siempre que quienes
hubiesen adoptado el acuerdo o suscrito el compromiso arbitral tuviesen la legitimación que les permita
acordar, en el ámbito del conflicto, un convenio colectivo […].

[Impugnación de los acuerdos de mediación y laudos]. Estos acuerdos y laudos serán


susceptibles de impugnación por los motivos y conforme a los procedimientos previstos para los convenios


3
El párrafo siguiente en realidad está en la ley junto con este párrafo.
16-7

colectivos. Específicamente, cabrá el recurso contra el laudo arbitral en el caso de que no se hubiesen
observado en el desarrollo de la actuación arbitral los requisitos y formalidades establecidos al efecto o cuando
el laudo hubiese resuelto sobre puntos no sometidos a su decisión.

3. [Necesidad de actuación previa de la comisión paritaria antes de la vía judicial o


mediación o arbitraje]. En los supuestos de conflicto colectivo relativo a la interpretación o aplicación
del convenio, deberá intervenir la comisión paritaria del mismo con carácter previo al planteamiento formal
del conflicto en el ámbito de los procedimientos no judiciales a que se refiere el apartado anterior [mediación
o arbitraje] o ante el órgano judicial competente.

4. [Eficacia de las resoluciones de la comisión]. Las resoluciones de la comisión paritaria


sobre interpretación o aplicación del convenio tendrán la misma eficacia jurídica y tramitación que los
convenios colectivos regulados en esta ley.

5. [Controversias individuales]. Los procedimientos de solución de conflictos a que se


refiere este artículo serán asimismo de aplicación en las controversias de carácter individual, cuando las
partes expresamente se sometan a ellos».

2. Principio de globalidad (artículo 82.3).

El principio de globalidad de los convenios está establecido en el TRLET, que regula la eficacia
personal de los convenios. Dice que los convenios colectivos «obligan a todos los empresarios y trabajadores
incluidos dentro de su ámbito de aplicación y durante todo el tiempo de su vigencia» (artículo 82.3).

El principio de globalidad de los convenios hace referencia también a la apreciación en conjunto en


caso de concurrencia de convenios, que se estudiará al final del tema.

6. VIGENCIA TEMPORAL Y DENUNCIA.


Art. 86.

El convenio debe hacer constar su ámbito temporal (artículo 85.3.b).

El artículo 86 regula la vigencia temporal y la denuncia del convenio. Dice:

1. [Fijación de la duración; revisión]. «Corresponde a las partes negociadoras establecer


la duración de los convenios»; eventualmente, pueden «pactarse distintos periodos de vigencia para cada
materia o grupo homogéneo de materias dentro del mismo convenio.

Durante su vigencia, quienes tengan autorización para negociar convenios pueden solicitar su
4
revisión .

2. [Prórroga]. «Salvo pacto en contrario, los convenios colectivos se prorrogarán de año en


año, si no mediara [la] denuncia expresa de las partes».


4
Sin embargo, la otra parte se puede negar, ya que lo permite el art. 89.1.II, que dice que la otra parte no se podrá negar cuando no se trate de revisar
un convenio ya establecido, de modo que, si se tachan los dos no, resulta que sí se puede negar a revisar un convenio ya establecido.
16-8

La denuncia es un acto expreso de alguna o ambas partes firmantes del convenio que impide
la prórroga. El convenio debe incluir la forma, plazo y condiciones para la denuncia (artículo 85.3.d).

3. [Cese de la vigencia]. «La [finalización de la] vigencia de un convenio colectivo, una vez
denunciado y concluida la duración pactada, se producirá en los términos que se hubiesen establecido en el
propio convenio.

[Mantenimiento de los convenios denunciados durante la negociación de la renovación].


Durante las negociaciones para la renovación de un convenio colectivo, en defecto de pacto, se mantendrá su
vigencia», salvo las cláusulas de renuncia a la huelga. Sin embargo, las partes podrán modificar alguno de los
contenidos del convenio prorrogado. […].

[Pérdida definitiva de vigencia del convenio denunciado]. «Transcurrido 1 año desde la


denuncia del convenio colectivo sin que se haya acordado un nuevo convenio o dictado un laudo arbitral, aquel
perderá, salvo pacto en contrario, vigencia, y se aplicará, si lo hubiere, el convenio colectivo de ámbito
superior que fuera de aplicación.

4. [Sucesión de convenios; derogación]. El convenio que sucede a uno anterior deroga en


su integridad a este último, salvo los aspectos que expresamente se mantengan»5.

7. CONCURRENCIA DE CONVENIOS.

El artículo 3.3 del TRLET dice: «Los conflictos originados entre los preceptos de dos o más normas
laborales, tanto estatales como pactadas [es decir, convenios colectivos], que deberán respetar en todo caso
los mínimos de derecho necesario, se resolverán mediante la aplicación de lo más favorable para el trabajador,
apreciado en su conjunto, y en cómputo anual, respecto de los conceptos cuantificables».

En orden a la concurrencia de convenios, hay que distinguir entre la concurrencia de convenios


estatutarios entre sí, extraestatutarios entre sí, y estatutarios y extraestatutarios:

1. Concurrencia de convenios estatutarios (artículo 84).

«Los convenios colectivos tendrán el ámbito de aplicación que las partes acuerden» (artículo 83.1).

Ahora bien, el artículo 84.1 dispone: «Un convenio colectivo, durante su vigencia, no podrá ser
afectado por lo dispuesto en convenios de ámbito distinto, salvo pacto en contrario», negociado de
conformidad con las reglas de los acuerdos-marco interprofesionales, previstas en el artículo 83.2, «y salvo lo
previsto en el apartado siguiente» (relativo a los convenios de empresa, que tendrán prioridad respecto del
convenio en determinadas materias).

Por tanto, salvo estas dos excepciones, entre los convenios estatutarios no puede haber
concurrencia, y, si se diera, se aplicará la norma más favorable para el trabajador (artículo 3.3).


5
Esta es una diferencia importante con las demás normas jurídicas, ya que el art. 2.2 del Código Civil dice que solo quedan derogadas cuando la norma
posterior las deroga expresamente o, si no las deroga expresamente, entra en juego la derogación tácita; pero la derogación tácita solo afecta a aquellos
puntos de la norma anterior que son incompatibles con la posterior, de modo que, donde no haya tal incompatibilidad, ambas normas siguen en vigor,
aunque su contenido sea idéntico. En cambio, en los convenios colectivos la derogación tácita afecta a todo el convenio anterior, aunque no haya
incompatibilidad.
16-9

2. Concurrencia de convenios extraestatutarios.

Entre los convenios extraestatutarios no habrá propiamente una concurrencia, ya que su aplicación
se producirá por la incorporación de sus cláusulas a los contratos individuales como condiciones más
beneficiosas.

3. Concurrencia de convenios estatutarios con convenios extraestatutarios.

El artículo 3.3 ordena resolver los conflictos entre normas laborales «mediante la aplicación de lo más
favorable para el trabajador, apreciado en su conjunto, y en cómputo anual, respecto de los conceptos
cuantificables».

La expresión apreciado en su conjunto hace referencia al principio de globalidad o conglobamento.


Significa, según la jurisprudencia, que no cabe ir escogiendo lo más favorable de cada norma, sino que se debe
aplicar la norma más favorable en su integridad.
17-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 17
Fecha: 26 abril 2019.
2916 palabras – 12:58.

Sumario:

1. El contrato de trabajo.
2. Notas definitorias.
3. Relación laboral común y relaciones laborales especiales.
4. El trabajo de los menores.
5. Régimen jurídico de los trabajadores extranjeros.
6. Conciliación de la vida laboral y familiar.

1. EL CONTRATO DE TRABAJO.
Arts. 6-60 TRLET.

A partir del artículo 1 del TRLET, aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre,
que define su ámbito de aplicación, ÁLVAREZ DE LA ROSA define el contrato de trabajo diciendo que es el
contrato que liga a los trabajadores que voluntariamente prestan sus servicios retribuidos por cuenta ajena y
dentro del ámbito de organización y dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o
empresario.

El TRLET dedica al contrato de trabajo fundamentalmente los artículos 6 a 60.

2. NOTAS DEFINITORIAS.

Según ALONSO GARCÍA, el contrato de trabajo:

1.º Es consensual, porque se perfecciona por el consentimiento de las partes.

2.º Tiene carácter bilateral, ya que nacen obligaciones para cada sujeto: la del trabajador es
la de prestar el trabajo y la del empresario es la de pagar el salario.

3.º Es oneroso, ya que al sacrificio de cada parte (que es la prestación que realiza) le
corresponde una ventaja (la contraprestación que recibe).

4.º Es conmutativo, pues las prestaciones de cada parte son ciertas desde que nace el contrato.

5.º Es un contrato de ejecución continuada o periódica y, además, de tracto sucesivo.


17-2

6.º No está sujeto a forma: «El contrato de trabajo se podrá celebrar por escrito o de
palabra. Se presumirá existente entre todo el que presta un servicio por cuenta y dentro del ámbito de
organización y dirección de otro y el que lo recibe a cambio de una retribución a aquel» (artículo 8.1). Y el
artículo 8.2 exige que determinados contratos consten por escrito, bajo pena de que se presuman indefinidos y
a jornada completa, salvo prueba en contrario (por ejemplo, los de prácticas).

3. RELACIÓN LABORAL COMÚN Y RELACIONES LABORALES


ESPECIALES.

En razón de su régimen jurídico, la relación laboral puede ser:

a) Común, que es la regulada en el TRLET.

b) Especial, que es aquella que, en atención a determinadas circunstancias, se regula


mediante normas especiales.

El artículo 2 del TRLET señala cuáles son las relaciones laborales especiales1:

1) Personal de alta dirección (RD 1382/1985, 1 agosto). El RD considera personal de alta


dirección a aquellos trabajadores que ejercitan, con autonomía y plena responsabilidad, poderes inherentes a
la titularidad jurídica de la empresa (artículo 1), siempre que, según el artículo 1.3.c del estatuto, no se limiten
al desempeño del cargo de un órgano de administración de una sociedad.

2) Servicios prestados en el hogar familiar (RD 1620/2011, 14 noviembre). Su carácter


especial deriva de la convivencia de las partes y el carácter inespecífico tanto de las prestaciones debidas por
el trabajador como de las remuneraciones que percibe.

3) Trabajos penitenciarios (RD 782/2001, 6 julio). El fundamento del trabajo penitenciario


reside en que el artículo 25.2 de la CE reconoce el derecho de los penados a un trabajo remunerado. Su
regulación es muy similar a la del contrato de trabajo, y para él se prevé el salario mínimo, jornadas máximas
y condiciones laborales similares a las generales.

4) Deportistas profesionales (RD 1006/1985, 26 junio).

— Se trata de un contrato por el que se establece una relación regular que implica la
dedicación voluntaria a la práctica de un deporte por cuenta y dentro del ámbito de organización de un club o
entidad deportiva, a cambio de una retribución.

— Uno de los aspectos más característicos de estos contratos es la posibilidad de que


la entidad deportiva ceda a sus deportistas a otras entidades. Se regula en el artículo 11 del RD, que exige el
consentimiento expreso del deportista. La cesión será siempre temporal, y no podrá exceder del tiempo de
vigencia que reste del contrato. Producida la cesión, el cesionario quedará subrogado en todos los derechos y
obligaciones del cedente. Además, si se hiciera mediante una contraprestación económica, el deportista tiene
derecho a hasta el 15 % de la cantidad estipulada.

1
Están citadas en orden, así que no se menciona qué concreto apartado del art. 2 se refiere a cada una de ellas.
La letra «h», relativa a los estibadores, está ya derogada.
17-3

5) Artistas profesionales (RD 1435/1985, 1 agosto).

— Se trata del contrato consistente en el desarrollo de una actividad artística


desarrollada ante el público. El artículo 1.3 señala qué relaciones están incluidas en este contrato, entre las
que cabe destacar los contratos para obras de teatro o grabación de cine y televisión.

— Destaca que la autoridad laboral puede autorizar, excepcionalmente, que el contrato


lo celebren menores de 16 años (que, en principio, no están capacitados para celebrar un contrato de trabajo,
según el artículo 6 del TRLET), siempre que no suponga ningún peligro para su salud ni su formación
profesional y humana; sin embargo, el contrato, una vez autorizado, lo deben celebrar los padres o tutores del
menor (artículo 2).

6) Mediadores mercantiles independientes (RD 1438/1985, 1 agosto). Se trata de aquella


relación en virtud de la cual una persona natural promueve o concierta operaciones mercantiles por cuenta de
uno o varios empresarios, sin asumir el riesgo y ventura de tales operaciones.

7) Trabajo de minusválidos en centros especiales (RD 1368/1985, 17 julio):

— El objeto del contrato es un trabajo productivo y remunerado, que debe, además,


atender a la adaptación personal y social del minusválido y facilitar su posterior integración en el mercado
ordinario de trabajo.

— Los sujetos de este contrato son: a) el trabajador con una minusvalía del 33 % o
superior; y b) el centro especial de empleo, como empresario.

8) Menores sometidos a la ejecución de medidas de internamiento para el cumplimiento


de su responsabilidad penal. Se regula en el reglamento de la LORPM, y rige para los menores que,
sometidos a una medida de internamiento, tengan edad para realizar un trabajo y deseen realizarlo, pues
cuentan con el mismo derecho que la Constitución reconoce a los penados.

9) Residencia para la formación de especialistas en ciencias de la salud (RD 1146/2006, 6


octubre). Es la que rige la relación de quienes hayan accedido al respectivo programa de formación
especializada, tras superar la oposición correspondiente, y que se realiza en un centro público o privado
acreditado2.

10) Abogados que prestan servicios en despachos de abogados individuales o colectivos


(RD 1331/2006, 17 noviembre). Se trata de la relación que afecta a los abogados que prestan servicios
retribuidos por cuenta ajena y dentro del ámbito de organización y dirección del titular de un despacho de
abogados, individual o colectivo3. Su especialidad reside en que a los abogados también ha de aplicárseles la
normativa que rige la abogacía, lo que, entre otras cosas, limita el poder de dirección del empresario.

11) Otras relaciones consideradas especiales por el estatuto u otra ley.

12) ¿Estibadores? La de los estibadores portuarios dejó de ser una relación laboral especial
por el Real Decreto-ley 8/2017, de 12 de mayo, en cumplimiento de una sentencia del TJUE.

2
Esto es el MIR y EIR (Enfermero Interno Residente) y similares.
3
Se trata de abogados contratados por despachos de abogados, no quienes entran en sociedades civiles o simplemente comparten un local. Al estar
contratados, están bajo el ámbito de la organización y dirección del empresario, lo cual podría plantear problemas si el contrato se rigiera sin más por
el estatuto.
17-4

4. EL TRABAJO DE LOS MENORES.

1) Edad mínima para trabajar (artículo 6). «Se prohíbe la admisión al trabajo a los menores de
16 años» (artículo 6.1), salvo para los artistas profesionales, según se expuso anteriormente.

2) Efectos de infringirse la prohibición:

a) El contrato del menor de 16 años es nulo, por infracción del artículo 6.1, si bien el menor
tiene derecho a la remuneración por el trabajo prestado (artículo 9.2).

b) Tal contrato constituye una infracción administrativa e incluso puede llegar a ser
constitutivo de delito (artículo 311 bis del CP).

3) Capacidad para trabajar (artículo 7). Según el artículo 7, tienen capacidad para ser
trabajadores:

1.º Los mayores de 18 años y los menores emancipados, que tienen capacidad plena para
celebrar contratos de trabajo.

2.º Los mayores de 16 años y menores de 18 no emancipados, si bien su capacidad es


limitada.

4) Prohibiciones (artículo 6). Pero existen prohibiciones específicas para todos los menores de
18 años, sin excepción:

1) Realizar trabajo nocturno y horas extraordinarias (artículo 6.2 y 6.3).

2) Desempeñar puestos para los que la LPRL establezca limitaciones (artículo 6.2).

5) Protección. Y hay algunas normas garantistas (por ejemplo, el artículo 34.4 dice que su descanso
diario será de 30 minutos, mientras que para los adultos es de 15).

5. RÉGIMEN JURÍDICO DE LOS TRABAJADORES EXTRANJEROS.

El artículo 13.1 de la Constitución establece: «Los extranjeros gozarán en España de las libertades
públicas que garantiza el presente título [el título I], en los términos que establezcan los tratados y la ley». Y
el artículo 35 reconoce el derecho a trabajar solo a los españoles, si bien el TC considera que, una vez producida
la contratación, deben tener iguales derechos laborales.

I. Trabajadores extracomunitarios.

El régimen jurídico del trabajo de los extranjeros en España, cuando no sean ciudadanos de la UE, se
regula en la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España
y su integración social (ley de extranjería); así como su reglamento, aprobado por el RD 557/2011, de 20 de
abril.
17-5

El trabajador extranjero necesita, para trabajar en España, una autorización administrativa para
trabajar y otra de residencia. El reglamento de la ley de extranjería prevé dos sistemas:

a) Autorización de residencia en casos generales: abarca de 90 días a 5 años (artículos 45


y 62), y permite residir y trabajar en España durante 1 año a los extranjeros que obtengan el visado
(artículo 63.5). La autorización puede renovarse por un periodo de 2 años (artículo 72).

b) Autorizaciones específicas de residencia temporal. Entre otras, cabe señalar (artículos 73


y siguientes):

1) Para trabajo de investigación.

2) Las solicitadas por profesionales altamente cualificados.

3) Por circunstancias excepcionales (arraigo, razones humanitarias, las solicitadas


por mujeres extranjeras víctimas de violencia de género, etc.).

Una vez producida la contratación, las condiciones laborales que se aplican a los extranjeros son las
mismas que para los trabajadores españoles, y rige el principio de no discriminación por razón de nacionalidad
(artículo 23.2 de la LO 8/2000).

II. Trabajadores de países de la Unión Europea (RD 240/2007, de 16 de febrero).

Su trabajo se rige por el RD 240/2007, de 16 de febrero, y no por la legislación general de extranjería.

Se parte de que el artículo 20 del TFUE considera ciudadanos de la UE a los nacionales de cualquier
Estado miembro, y les atribuye el derecho a circular y residir libremente en todo el territorio de la Unión.
Y el artículo 45 declara expresamente que el tratado asegura la libre circulación de los trabajadores por todo
el territorio de la Unión. Y además dice: «La libre circulación supondrá la abolición de toda discriminación
por razón de la nacionalidad entre los trabajadores de los Estados miembros, con respecto al empleo, la
retribución y las demás condiciones de trabajo» (artículo 45.2).

En aplicación de tales reglas, el RD 240/2007 equipara a los trabajadores de la UE con los


españoles, de manera que no precisan ni autorización de residencia ni de trabajo. Pero ello no es óbice
para que el RD regule la tarjeta de residencia, necesaria en ciertos casos, y medidas de orden público y
seguridad y salud públicas aplicables en la materia (que permite el artículo 45 del TFUE).

6. CONCILIACIÓN DE LA VIDA LABORAL Y FAMILIAR.

La Ley 39/1999, de 5 de noviembre, modificó la legislación laboral y de la Seguridad Social para


hacer efectiva la conciliación de la vida laboral y familiar. Lo que esa ley inició luego se ha ido ampliando y
mejorando por otras leyes, como la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de
mujeres y hombres.

Si se analiza la normativa laboral, se pueden encontrar las siguientes medidas para facilitar la
conciliación:
17-6

1. Horario de trabajo (artículo 34.8).

El artículo 34.8 (modificado por el RD-ley 6/2019, de 1 de marzo) dice:

«Las personas trabajadoras tienen derecho a solicitar las adaptaciones de la duración y


distribución de la jornada de trabajo, de la ordenación del tiempo de trabajo y de la forma de prestación,
incluida la prestación de su trabajo a distancia, para hacer efectivo su derecho a la conciliación de la vida
familiar y laboral. […]. / […].

En la negociación colectiva se pactarán los términos de su ejercicio…», y en su defecto se


fijarán por acuerdo entre la empresa y el trabajador. / […]. / […]. / […].

2. Permisos (artículo 37).

El artículo 37 prevé numerosos permisos retribuidos. Para facilitar la conciliación, los apartados 3 a 5
prevén los siguientes:

1) Por matrimonio (de 15 días).

2) Por fallecimiento, accidente o enfermedad graves y hospitalización o intervención


quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario de algún familiar (de 2 días, o 4, si es necesario
hacer un desplazamiento).

3) Por traslado del domicilio (de 1 día).

4) Para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto y todas las


actuaciones previas a la adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento (que podrán durar el tiempo
indispensable).

5) Por nacimiento de un hijo, adopción, guarda con fines de adopción, acogimiento o lactancia
de un menor hasta que cumpla los 9 meses, de 1 hora (que puede ser sustituido por una reducción de la jornada).

6) Por nacimiento de hijos prematuros o que deban permanecer hospitalizados, de 1 hora


(sustituible por una reducción de la jornada).

3. Reducciones de jornada (artículo 37.3 a 37.8).

También el mismo artículo 37 contempla varias causas por las que el trabajador puede pedir una
reducción de la jornada:

1) Por nacimiento de un hijo, adopción, guarda con fines de adopción, acogimiento o lactancia
de un menor hasta que cumpla los 9 meses (de media hora) (que puede ser sustituida, como se dijo, por un
permiso de 1 hora).

2) Por nacimiento de hijos prematuros o que deban permanecer hospitalizados, en cuyo caso
pueden acogerse a una reducción de jornada de hasta 2 horas, o bien, como se dijo, a un permiso de 1 hora
(artículo 37.5).

3) Para el cuidado de un menor de 12 años sujeto a la guarda legal del trabajador o de una
persona con discapacidad o familiar (entre 1/8 y la mitad de la jornada) (artículo 37.6.I y II).
17-7

4) Para el cuidado de un menor afectado por cáncer u otra enfermedad grave, que implique
una hospitalización de larga duración y requiera su cuidado directo, hasta la mitad de la jornada (a esta
reducción tienen derecho tanto el progenitor y el adoptante como el guardador con fines de adopción y el
acogedor permanente) (artículo 37.6.III).

5) Por ser víctimas de violencia de género o de terrorismo, a fin de hacer efectiva su


protección o su derecho a la asistencia social integral, sin limitación del tiempo de reducción (artículo 37.8).

4. Suspensión del contrato con reserva del puesto de trabajo (artículo 45).

El artículo 45 prevé algunas causas que permiten al trabajador solicitar la suspensión de su contrato
de trabajo, con la reserva del puesto de trabajo (artículo 48). Las que interesan a la conciliación de la vida
familiar y laboral son:

1) Nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento, siempre que su


duración no sea inferior a 1 año, de menores de 6 años o de menores de edad mayores de 6 años que por
sus circunstancias tengan especiales dificultades de inserción social.

Según los apartados 4 a 6 del artículo 48 (totalmente modificados por el RD-ley 6/2019, para
equiparar la situación del padre y de la madre), la suspensión tendrá una duración de 16 semanas tanto para el
padre como para la madre; 6 semanas se disfrutarán inexcusablemente tras el nacimiento o la constitución de
la adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento, y las otras 10 las pueden utilizar continuadamente o
no hasta que el hijo cumpla 12 meses o transcurran 12 meses desde la constitución de la adopción, guarda con
fines de adopción o acogimiento. Se suprimió la posibilidad de que, en caso de nacimiento, la madre pudiera
atribuir hasta 10 semanas al padre.

2) Por riesgo durante el embarazo o la lactancia natural de un menor de 9 meses, que se


extinguirá tras el parto (en cuyo momento comenzará la suspensión del contrato por parto) y, en su caso,
cuando transcurran 9 meses señalados o por reincorporación de la mujer a su trabajo (artículos 45.1.e y 48.7).

3) Por ser víctima de violencia de género, hasta 6 meses, prorrogables por periodos de
3 meses hasta un máximo de 18 (artículos 45.1.n y 48.8).

5. Excedencias (artículo 46).

El artículo 46 prevé varias causas por las que el trabajador puede solicitar una excedencia voluntaria,
que, en relación con la conciliación, son:

1) La excedencia voluntaria, sin causa justificativa alguna, si tiene una antigüedad en la


empresa de 1 año. Dicha excedencia durará de 4 meses a 5 años (artículo 46.2).

2) Para el cuidado de un hijo, por naturaleza o adopción, o de un menor por guarda con fines
de adopción o acogimiento permanente, a contar desde cada uno de esos hechos, con una duración máxima de
3 años (artículo 46.3.I).

3) Para el cuidado de un familiar que por razones de edad, accidente, enfermedad o


discapacidad no pueda valerse por sí mismo y no desempeñe ninguna actividad retribuida, por una duración
máxima de 2 años, que puede ser ampliada por convenio colectivo (artículo 46.3.II).
17-8

6. Acción protectora de la Seguridad Social.

Finalmente, el TRLGSS (aprobado por RDL 8/2015, de 30 de octubre) prevé, dentro de la acción
protectora de la Seguridad Social, varias prestaciones:

1) Por nacimiento (el RD-ley 6/2019 igualó las situaciones del padre y la madre).

2) Por corresponsabilidad en el cuidado del lactante (añadida por el RD-ley 6/2019).

3) Por riesgo durante el embarazo, con la finalidad de proteger la salud de la trabajadora


embarazada.

4) Por riesgo durante la lactancia natural.

5) Y por cuidado de menores con cáncer o enfermedades graves.


17-Anexo-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 17
ANEXO
Normativa de las relaciones laborales especiales.

1. Personal de alta dirección no incluido en el artículo 1.3.c.


¾ Art. 2.1.a TRLET.
¾ RD 1382/1985, 1 agosto.

2. Servicio del hogar familiar.


¾ Art. 2.1.b TRLET.
¾ RD 1620/2011, 4 noviembre.

3. Penados en las instituciones penitenciarias.


¾ Art. 2.1.c TRLET.
¾ RD 782/2011, 6 julio.
¾ Arts. 26-35 LOGP.
¾ Arts. 132 y 133 RP.

4. Deportistas profesionales.
¾ Art. 2.1.d TRLET.
¾ RD 1006/1985, 26 junio.

5. Artistas en espectáculos públicos.


¾ Art. 2.1.e TRLET.
¾ RD 1435/1985, 1 agosto.

6. Personas que intervengan en operaciones mercantiles por cuenta de uno o más


empresarios sin asumir el riesgo y ventura de aquellas (mediadores mercantiles
independientes).
¾ Art. 2.1.f TRLET.
¾ RD 1438/1985, 1 agosto.

7. Trabajadores con discapacidad que presten sus servicios en los centros especiales de
empleo.
¾ Art. 2.1.g TRLET.
¾ RD 1368/1985, 17 julio.

8. Menores sometidos a la ejecución de medidas de internamiento para el cumplimiento


de su responsabilidad penal.
¾ Art. 2.1.i TRLET.

9. Residencia para la formación de especialistas en ciencias de la salud.


¾ Art. 2.1.j TRLET.
¾ RD 1146/2006, 6 octubre.

10. Abogados que prestan servicios en despachos de abogados, individuales o colectivos.


¾ Art. 2.1.k TRLET.
¾ RD 1331/2006, 17 noviembre.
18-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 18
Fecha: 17 junio 2017.
2900 palabras – 12:53.

Sumario:

1. Modalidades de contrato laboral.


2. Contrato indefinido, contratos temporales, formativos, a distancia, a tiempo parcial,
fijo-discontinuo y de relevo.
3. Fomento del empleo de las personas con discapacidad.

1. MODALIDADES DE CONTRATO LABORAL.


S4 C1 T1 TRLET – Arts. 10-13 + Arts. 15 y 16.

Se regulan en los artículos 10 a 13, así como 15 y 16, del TRLET, aprobado por el RDL 2/2015, de
23 de octubre.

2. CONTRATO INDEFINIDO, CONTRATOS TEMPORALES,


FORMATIVOS, A DISTANCIA, A TIEMPO PARCIAL,
FIJO-DISCONTINUO Y DE RELEVO.

A. CONTRATO INDEFINIDO.

1. Régimen general.

«El contrato de trabajo podrá concertarse por tiempo indefinido o por una duración determinada»
(artículo 15.1, párrafo 1.º).

La contratación indefinida es la regla general, dado que la contratación temporal solo cabe en los
casos expresamente permitidos por la ley.

Sin embargo, el artículo 14 permite pactar un periodo de prueba, con la duración máxima que fijen
los convenios colectivos, que no podrá exceder de 6 meses, para los técnicos titulados, y de 2 meses, para los
demás trabajadores, si bien en este último caso puede ser de hasta 3 meses, si la empresa tiene menos de
25 trabajadores. Transcurrido el periodo de prueba sin que se haya producido el desistimiento, el contrato
producirá sus plenos efectos; hasta entonces, el trabajador o el empresario pueden desistir del contrato en
cualquier momento, sin indemnización.
18-2

2. Contrato indefinido de apoyo a los emprendedores (art. 4 Ley 3/2012, 6 julio).

La Ley 3/2012, de 6 de julio, creó en su artículo 4 una modalidad de contrato indefinido de apoyo
a los emprendedores. Estaba previsto para incentivar el empleo indefinido, y se podía celebrar mientras la
tasa de desempleo en España fuera superior al 15 % (d. t. 9.ª). Sin embargo, el Real Decreto-ley 28/2018, de
28 de diciembre, derogó y dejó sin contenido tal artículo y abolió tal contrato, dado que la tasa de desempleo
había bajado ya del 15 %.

B. CONTRATOS TEMPORALES.
Art. 15 + RD 2720/1998, 18 dic. + d. a. 1.ª Ley 43/2006, 29 dic.

I. Régimen general (artículo 15 del TRLET + RD 2720/1998, 18 diciembre).

1. Supuestos.

Los contratos temporales solo caben en los casos permitidos por la ley. Se regulan en el artículo 15.1
del TRLET, y se desarrollan en el Real Decreto 2720/1998, de 18 de diciembre, que regulan tres casos:

1) Contratación para obra o servicio determinados (Art. 15.1.a TRLET + Art. 2 RD). Se
puede celebrar: «Cuando se contrate al trabajador para la realización de una obra o servicio determinados, con
autonomía y sustantividad propia dentro de la actividad de la empresa y cuya ejecución, aunque limitada en el
tiempo, sea en principio de duración incierta. Estos contratos no podrán tener una duración superior a 3 años,
ampliable hasta 12 meses más por convenio colectivo […]. Transcurridos estos plazos, los trabajadores
adquirirán la condición de trabajadores fijos de la empresa» (artículo 15.1.a del TRLET).

El RD 2720/1998 dice que el contrato se extinguirá al realizarse la obra o servicio


(artículo 8.1.b).

2) Contrato eventual por circunstancias de la producción (Art. 15.1.b TRLET +


Art. 3 RD). Se puede celebrar: «Cuando las circunstancias del mercado, acumulación de tareas o exceso de
pedidos así lo exigieran, aun tratándose de la actividad normal de la empresa. En tales casos, los contratos
podrán tener una duración máxima de 6 meses, dentro de un periodo de 12 meses…» (artículo 15.1.b
del TRLET).

El artículo 3 del RD 2720/1998 permite prorrogarlo una vez si dura menos de 6 meses, siempre
que no supere la duración máxima de 6 meses.

3) Contrato de interinidad (Art. 15.1.c TRLET + Art. 4 RD). Se puede celebrar: «Cuando
se trate de sustituir a trabajadores con derecho a reserva del puesto de trabajo…» (artículo 15.1.c del TRLET).
El artículo 4 del RD 2720/1998 permite celebrarlos también para cubrir temporalmente un puesto de trabajo
durante el proceso de selección o promoción para su cobertura definitiva.

Su duración será la del tiempo que dure la ausencia del trabajador sustituido o el tiempo que
dure el proceso de selección o promoción, sin que en este último caso pueda ser superior a 3 meses ni celebrarse
otro contrato similar una vez superada dicha duración (artículo 4.2.b).
18-3

2. Conversión en fijos1:

1) Encadenamiento de contratos temporales: «… los trabajadores que en un periodo de


30 meses hubieran estado contratados durante un plazo superior a 24 meses […] para el mismo o diferente
puesto de trabajo con la misma empresa […], mediante 2 o más contratos temporales, sea directamente o a
través de su puesta a disposición por empresas de trabajo temporal, con las mismas o diferentes modalidades
contractuales de duración determinada, adquirirán la condición de trabajadores fijos» (artículo 15.5.I).

2) Fraude de ley. «Se presumirán por tiempo indefinido los contratos temporales celebrados
en fraude de ley» (artículo 15.3).

3) No dados de alta en la SS: «Adquirirán la condición de trabajadores fijos […] los que no
hubieran sido dados de alta en la Seguridad Social, una vez transcurrido un plazo igual al que legalmente se
hubiera podido fijar para el periodo de prueba, salvo que de la propia naturaleza de las actividades o de los
servicios contratados se deduzca claramente la duración temporal de los mismos…» (artículo 15.2).

II. Contrato temporal en beneficio de los discapacitados (d. a. 1.ª Ley 43/2006, 29 diciembre).

La Ley 43/2006, de 29 de diciembre, creó en su d. a. 1.ª una modalidad de contrato temporal en


beneficio de los discapacitados. En sus apartados 1 a 3 dice:

1. [Beneficiarios]. «Las empresas podrán contratar temporalmente […] a trabajadores con


discapacidad desempleados [e] inscritos en la oficina de empleo con un grado de minusvalía igual o superior
al 33 %, o a pensionistas de la Seguridad Social que tengan reconocida una pensión de incapacidad permanente
en el grado de total, absoluta o gran invalidez, y a pensionistas de clases pasivas que tengan reconocida una
pensión de jubilación o de retiro por incapacidad permanente para el servicio o inutilidad.

2. [Duración]. La duración de estos contratos no podrá ser inferior a 12 meses ni superior a


3 años»; los que no superen los 3 años podrán prorrogarse por periodos no inferiores a 12 meses.

3. [Indemnización]. «A la terminación del contrato, el trabajador tendrá derecho a percibir


una compensación económica equivalente a 12 días de salario por año de servicio».

C. CONTRATOS FORMATIVOS.
Art. 11.

Los contratos formativos se regulan en el artículo 11 del TRLET (modificado por el RD-ley 6/2019,
de 1 de marzo). Existen dos modalidades:

1. Contrato de trabajo en prácticas (artículo 11.1).

Según el artículo 11.1 (letras «a» a «c»): «El contrato de trabajo en prácticas podrá concertarse con
quienes estuvieren en posesión de [un] título universitario o de formación profesional de grado medio o
1
Técnicamente solo hay conversión en fijos de los contratos temporales encadenados y los celebrados en fraude de ley (la ley está imponiendo una
presunción que no admite la prueba en contrario). El tercero es otra presunción (que parece que sí admite la prueba en contrario).
18-4

superior» o equivalentes, o un certificado de profesionalidad, «que habiliten para el ejercicio profesional»,


dentro de los 5 años siguientes a la terminación de los estudios (o de 7, si se trata de un trabajador con
discapacidad), «de acuerdo con las siguientes reglas:

a) [Finalidad]. El puesto de trabajo deberá permitir la obtención de la práctica profesional


adecuada al nivel de estudios o de formación cursados. […].

b) [Duración]. La duración del contrato no podrá ser inferior a 6 meses ni exceder de 2 años,
dentro de cuyos límites los convenios colectivos […] podrán determinar la duración del contrato, atendiendo
a las características del sector y de las prácticas a realizar. […]. / […].

c) [Fraudes]. Ningún trabajador podrá estar contratado en prácticas en la misma o distinta


empresa por tiempo superior a 2 años en virtud de la misma titulación o certificado de profesionalidad», ni
tampoco en el mismo puesto de trabajo de la misma empresa durante más de 2 años como trabajador en
prácticas, aunque sea en virtud de otras titulaciones o certificados de profesionalidad. / […].

2. Contrato para la formación y el aprendizaje (artículo 11.2).

Según el artículo 11.2 (letras «a» a «h»):

«El contrato para la formación y el aprendizaje tendrá por objeto la cualificación profesional
de los trabajadores en un régimen» en el que se alterne la actividad laboral retribuida en una empresa con
la actividad formativa […].

«El contrato para la formación y el aprendizaje se regirá por las siguientes reglas:

1) [Beneficiarios] [letra “a”]. Se podrá celebrar con trabajadores mayores de 16 y


menores de 25 años que carezcan de la cualificación profesional […] requerida para concertar un contrato en
prácticas. […]».

El límite de 25 años no regirá para trabajadores discapacitados ni para colectivos en


situación de exclusión social, cuando sean contratados por empresas de inserción.

2) [Duración del contrato] [letra “b”]. Su duración será de 1 a 3 años, si bien el


convenio puede fijarla de 6 meses a 3 años. / […]. / […].

3) [Fraudes] [letra “c”] «[…]. No se podrán celebrar contratos para la formación y


el aprendizaje» cuando el trabajador haya desempeñado el mismo puesto de trabajo para la misma empresa
por más de 12 meses.

4) [Actividad laboral]. [letra “d”]. «[…]. / La actividad laboral desempeñada por el


trabajador en la empresa deberá estar relacionada con las actividades formativas. […].

5) [Tiempo de trabajo efectivo] [letra “e”]. El tiempo de trabajo efectivo […] no


podrá ser superior al 75 %, durante el primer año, o al 85 %, durante el segundo y tercer año, de la jornada […].
Los trabajadores no podrán realizar horas extraordinarias, salvo en el supuesto previsto en el artículo 35.3
[para prevenir o reparar siniestros o daños extraordinarios]. Tampoco podrán realizar trabajos nocturnos ni
trabajo a turnos.

6) [Retribución] [letra “g”]. La retribución del trabajador […] se fijará en proporción


al tiempo de trabajo efectivo», y no «podrá ser inferior al salario mínimo interprofesional en proporción al
tiempo de trabajo efectivo».
18-5

D. CONTRATO A DISTANCIA.
Art. 13.

Se regula en el artículo 13, que establece:

1. [Concepto]. «Tendrá la consideración de trabajo a distancia aquel en que la prestación de


la actividad laboral se realice de manera preponderante en el domicilio del trabajador o en el lugar
libremente elegido por este […].

2. [Forma del “contrato”2 ]. El acuerdo por el que se establezca el trabajo a distancia se


formalizará por escrito. […].

3. [Derechos]. Los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los que prestan
sus servicios en el centro de trabajo de la empresa, salvo aquellos que sean inherentes» a la prestación del
trabajo en el propio centro […].

4. [Protección de los trabajadores]. También tienen derecho a la protección de su seguridad


y su salud.

5. [Representación colectiva]. Y a efectos de la representación colectiva, estarán adscritos


a un centro de trabajo.

E. CONTRATO A TIEMPO PARCIAL.


Art. 12.

Se regula en el artículo 12 (modificado también por el RD-ley 6/2019):

1) Concepto. Es aquel contrato de trabajo en el que «se haya acordado la prestación de


servicios durante un número de horas al día, a la semana, al mes o al año inferior a la jornada de trabajo de un
trabajador a tiempo completo comparable» (artículo 12.1.I).

2) Duración. «El contrato a tiempo parcial podrá concertarse por tiempo indefinido o por
duración determinada, en los supuestos en los que legalmente se permita la utilización de esta modalidad de
contratación, excepto en el contrato para la formación y el aprendizaje» (artículo 12.2).

3) Reglas. Y según el artículo 12.4 (letras «a», «c» y «d»): «El contrato a tiempo parcial se
regirá por las siguientes reglas [ENTRE OTRAS]:

1.ª [Forma]. […] se deberá formalizar necesariamente por escrito», en el cual deben
figurar el número de horas y su distribución; de no hacerse constar, se presumirá, salvo prueba en contrario,
que se celebró a jornada completa.

2
Lo que tiene que constar por escrito es el acuerdo de prestación del trabajo a distancia; el contrato no, que se rige por las reglas generales o las
especiales que le sean aplicables. Por eso se ha entrecomillado la palabra contrato.
18-6

2.ª [Horas extraordinarias]. «Los trabajadores a tiempo parcial no podrán realizar


horas extraordinarias, salvo en los supuestos a los que se refiere el artículo 35.3 [para prevenir siniestros y
daños extraordinarios y urgentes]. […].

3.ª [Derechos]. Las personas trabajadoras a tiempo parcial tendrán los mismos
derechos que los trabajadores a tiempo completo…».

F. CONTRATO FIJO-DISCONTINUO.
Art. 16.

Se regula en el artículo 16, que dice:

1. [Objeto]. «El contrato POR TIEMPO INDEFINIDO fijo-discontinuo se concertará para realizar
trabajos que tengan el carácter de fijos-discontinuos y NO se repitan en fechas ciertas, dentro del volumen
normal de actividad de la empresa». / Si se repiten en fechas ciertas, «les será de aplicación la regulación del
contrato a tiempo parcial celebrado por tiempo indefinido.

2. […].

3. [Forma]. Este contrato se deberá formalizar necesariamente por escrito», en el modelo


establecido, en el que debe figurar la duración de la actividad, la forma y orden del llamamiento y la duración
de la jornada.

4. […].

G. CONTRATO DE RELEVO.
Art. 12.6 y 12.7.

Se regula en los apartados 6 y 7 del artículo 12. Es una figura complementaria de la jubilación
parcial.

1) Objeto. Según el artículo 12.6, párrafo 1.º: «Para que el trabajador pueda acceder a la
jubilación parcial […], deberá acordar con su empresa una reducción de jornada y de salario [en los términos
fijados en el estatuto], y la empresa deberá concertar simultáneamente un contrato de relevo […], con objeto
de sustituir la jornada de trabajo dejada vacante por el trabajador que se jubila parcialmente».

La reducción de jornada y salario podrá alcanzar el 75 % cuando el contrato de relevo se


concierte a jornada completa y con duración indefinida.

2) Reglas. Y según el artículo 12.7: «El contrato de relevo se ajustará a las siguientes reglas
[ENTRE OTRAS]:

a) [Trabajador relevista]. Se celebrará con un trabajador en situación de


desempleo o que tuviese concertado con la empresa un contrato de duración determinada.
18-7

b) [Duración]. […] La duración del contrato de relevo […] tendrá que ser indefinida
o, como mínimo, igual al tiempo que falte al trabajador sustituido para alcanzar la edad de jubilación
ordinaria […]. Si, al cumplir dicha edad, el trabajador jubilado parcialmente continuase en la empresa, el
contrato de relevo […] podrá prorrogarse mediante acuerdo de las partes por periodos anuales», y se extinguirá
«en todo caso al finalizar el periodo correspondiente al año en el que se produzca la jubilación total del
trabajador relevado. / […]».

c) [Modalidad de la jornada]. Como regla general, «el contrato de relevo podrá


celebrarse a jornada completa o a tiempo parcial» y la jornada debe ser, «como mínimo, igual a la reducción
de jornada acordada por el trabajador sustituido. […]».

3. FOMENTO DEL EMPLEO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD.

El artículo 49 de la Constitución dice: «Los poderes públicos realizarán una política de previsión,
tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán
la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este
título otorga a todos los ciudadanos». Ese título del que habla es el título I, entre cuyo contenido se encuentra
el derecho al trabajo.

PALOMEQUE LÓPEZ dice que las políticas activas dirigidas a trabajadores discapacitados tienen por
objeto alguna de estas finalidades:

1.ª La incorporación de los discapacitados al mercado de trabajo ordinario.

Ejemplo de esta finalidad son las siguientes medidas:

1) El establecimiento del contrato temporal de fomento del empleo para las personas con
discapacidad, antes mencionado.

2) En los contratos para la formación y el aprendizaje no regirá el límite de edad máxima


(25 años) cuando el contrato se concierte con personas con discapacidad por empresas de inserción
(artículo 11.2.a del TRLET).

3) También existen normas sobre readmisión de trabajadores que hayan sido declarados en
situación de incapacidad permanente parcial (o total, en caso de recuperación de la capacidad), según lo
dispuesto en el Real Decreto 1451/1983, de 11 de mayo, sobre trabajadores minusválidos.

2.ª Empleo para discapacitados por parte de los CEE (RD 1368/1985, 17 julio).

Los discapacitados que no puedan ejercer una actividad laboral en condiciones normales pueden ser
empleados en los centros especiales de empleo. Esta relación laboral constituye una relación laboral
especial, regulada en el Real Decreto 1368/1985, de 17 de julio. Del RD cabe destacar:

1) Trabajador (artículo 2.1). Este RD prevé, como trabajadores, a los que tengan una
minusvalía igual o superior al 33 % (artículo 2.1).
18-8

2) Objeto del contrato (artículo 6). «El trabajo que realice el trabajador minusválido en los
centros especiales de empleo deberá ser productivo y remunerado, adecuado a las características
individuales del trabajador, en orden a favorecer la adaptación personal y social, y facilitar, en su caso, su
posterior integración laboral en el mercado ordinario de trabajo» (artículo 6.1).

3) Modalidades de contrato (artículos 7 y 10). Según el artículo 7:

1. «Los contratos que concierten los centros especiales de empleo podrán ajustarse a
cualquiera de las modalidades del contrato de trabajo previstas en el Estatuto de los Trabajadores [aunque
el artículo 10 permite establecer un periodo de adaptación al trabajo, que será considerado como periodo de
prueba, que no podrá superar la duración fijada en los convenios colectivos ni, en ningún caso, los 6 meses].

2. El contrato para la formación se ajustará a lo previsto en el artículo 11 del Estatuto


de los Trabajadores y en sus normas de desarrollo, con las peculiaridades» previstas en el propio RD3.

3.ª Fomento del empleo autónomo.

Finalmente, el artículo 47 del TR de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad
(aprobado por el RDL 1/2013, de 29 de noviembre) establece: «Los poderes públicos, en el ámbito de sus
respectivas competencias, adoptarán políticas de fomento del trabajo autónomo de [las] personas con
discapacidad [que estén] dirigidas al establecimiento y desarrollo» del trabajo «por cuenta propia o a través
de entidades de la economía social…».

3
El art. 11 al que se refiere es el de la LET de 1980, pero también regulaba allí los contratos formativos (aunque era muchísimo más corto que el art. 11
del TR de 2015).
19-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 19
Fecha: 4 mayo 2019.
2931 palabras – 13:02.

Sumario:

1. Prestaciones del trabajador.


2. Derechos y deberes.
3. Clasificación profesional.
4. La efectividad del principio de igualdad y la prohibición de discriminación directa e indirecta.
5. Vacaciones, descansos y permisos.
6. Prestación del trabajo, jornada y horario.

1. PRESTACIONES DEL TRABAJADOR.


Art. 20 TRLET.

La prestación fundamental del trabajador es la de realizar el trabajo en que consista su contrato.

Para la concreción de la prestación de trabajo hay tres instituciones1:

— Clasificación profesional del trabajador (que determina el tipo de trabajo que debe prestar).

— Determinación de la jornada laboral (que determina cuánto trabajo debe prestar).

— Determinación del horario de trabajo (que determina el espacio de tiempo en que debe
prestar el trabajo).

Se regulan en el TRLET, aprobado por el RDL 2/2015, de 23 de marzo.

1
Derecho del trabajo, C. L. ALFONSO MELLADO y otros, ed. Tirant lo Blanch, 6.ª ed., 2018, pág. 286 (capítulo escrito por José María GOERLICH PESET).
19-2

2. DERECHOS Y DEBERES.
Arts. 4 y 5.

I. Derechos del trabajador (artículo 4).

Se regulan en el artículo 4. La ley distingue entre los derechos básicos del trabajador y los derechos
en la relación de trabajo.

a) Derechos básicos (artículo 4.1). Son derechos que los trabajadores tienen con
independencia de su concreta relación laboral. Son los recogidos en el artículo 4.12:

1) «Trabajo y libre elección de profesión u oficio.

2) Libre sindicación.

3) Negociación colectiva.

4) Adopción de medidas de conflicto colectivo.

5) Huelga.

6) Reunión [todos estos están reconocidos en la Constitución].

7) Información, consulta y participación en la empresa».

b) Derechos en la relación de trabajo (artículo 4.2). Se prevén en el artículo 4.2, que señala:
«En la relación de trabajo, los trabajadores tienen derecho3:

1) A la ocupación efectiva.

2) A la promoción y formación profesional en el trabajo […].

3) A no ser discriminados directa o indirectamente […].

4) A su integridad física y a una adecuada política de prevención de riesgos


laborales.

5) Al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida


la protección frente al acoso» por motivos discriminatorios «y frente al acoso sexual y al acoso por razón de
sexo.

6) A la percepción puntual de la remuneración pactada o legalmente establecida.

7) Al ejercicio individual de las acciones derivadas de su contrato de trabajo.

8) A cuantos otros se deriven específicamente del contrato de trabajo».

2
La ley enumera esto con letras.
3
La ley también enumera esto con letras.
19-3

Además, la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales, agregó el


artículo 20 bis, donde se regula el derecho «a la intimidad en el uso de los dispositivos digitales puestos a su
disposición por el empleador, a la desconexión digital y a la intimidad frente al uso de dispositivos de
videovigilancia y geolocalización».

II. Deberes del trabajador (artículo 5).

Los fija el artículo 5, que dice: «Los trabajadores tienen como deberes básicos4:

1) Cumplir con las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de conformidad con las
reglas de la buena fe y diligencia.

2) Observar las medidas de prevención de riesgos laborales que se adopten.

3) Cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de sus facultades
directivas.

4) No concurrir con la actividad de la empresa, en los términos fijados en esta ley.

5) Contribuir a la mejora de la productividad.

6) Cuantos se deriven, en su caso, de los respectivos contratos de trabajo».

3. CLASIFICACIÓN PROFESIONAL.
Art. 22.

Para determinar las funciones que debe prestar el trabajador es necesaria su clasificación profesional.
Se regula en el artículo 22, que distingue, según SALA FRANCO, entre:

1) Clasificación profesional en sentido objetivo (artículo 22.1 a 22.3). Se refiere a los


sistemas de clasificación profesional. «Mediante la negociación colectiva o, en su defecto, acuerdo entre la
empresa y los representantes de los trabajadores, se establecerá el sistema de clasificación profesional de los
trabajadores por medio de grupos profesionales» (artículo 22.1).

2) Clasificación profesional en sentido subjetivo (artículo 22.4). Se refiere a la clasificación


del trabajador a los efectos de determinar sus funciones. «Por acuerdo entre el trabajador y el empresario se
asignará al trabajador un grupo profesional, y se establecerá, como contenido de la prestación laboral objeto
del contrato de trabajo, la realización de todas las funciones correspondientes al grupo profesional asignado o
solamente de alguna de ellas. […]» (artículo 22.4).

4
La ley también usa letras.
19-4

4. LA EFECTIVIDAD DEL PRINCIPIO DE IGUALDAD Y LA


PROHIBICIÓN DE DISCRIMINACIÓN DIRECTA E INDIRECTA.

I. El principio de igualdad en el derecho al trabajo.

El derecho a la igualdad y a la no discriminación está reconocido con carácter general en el artículo 14


de la CE y, de forma específica, en los artículos 35 de la CE (que se refiere a la prohibición de la
discriminación por razón de sexo en el trabajo) y 4.2.c del TRLET, que dice: «En la relación de trabajo, los
trabajadores tienen derecho: c) A no ser discriminados directa o indirectamente para el empleo, o una vez
empleados, por razones de 1sexo, 2estado civil, 3edad, dentro de los límites marcados por esta ley, 4origen racial
o étnico, 5condición social, 6religión o convicciones, 7ideas políticas, 8orientación sexual, 9afiliación o no a un
sindicato, así como por razón de 10lengua dentro del Estado español».

Sin embargo, el TC admite los tratamientos desigualitarios si responden a una situación objetiva
diferenciada (caso de la prohibición de que los menores de 18 años realicen determinados trabajos). El
derecho a la igualdad tampoco prohíbe la discriminación positiva en favor de los trabajadores, cuando se trate
de corregir situaciones de desigualdad de hecho. Por otra parte, aunque en principio resultan admisibles las
diferencias de trato legislativas para los trabajadores extranjeros (que fundamentalmente se plasman en la
necesidad de exigirles una autorización para residir y otra para trabajar en España), se excluye a los ciudadanos
de la UE, para los que el artículo 45 del TFUE excluye expresamente cualquier tipo de discriminación.

II. Efectividad del principio de igualdad.

La ley sanciona con nulidad las conductas discriminatorias:

1) Nulidad normativa y de pactos y decisiones. Se entenderán nulos y sin efecto los


preceptos reglamentarios, las cláusulas de los convenios colectivos, los pactos individuales y las decisiones
unilaterales del empresario que infrinjan el principio de igualdad (artículo 17.1).

2) Nulidad de las órdenes y decisiones de represalias. «Serán igualmente nulas las órdenes
de discriminar y las decisiones del empresario que supongan un trato desfavorable de los trabajadores como
reacción ante una reclamación efectuada en la empresa o ante una acción administrativa o judicial destinada a
exigir el cumplimiento del principio de igualdad de trato y no discriminación» (artículo 17.1.II).

3) Despido nulo. El despido disciplinario y por causas objetivas serán nulos, entre otros
casos, cuando tenga por móvil alguna de las causas de discriminación prohibidas en la Constitución o en la
ley, y tendrá como efecto la readmisión del trabajador, con los abonos de los salarios dejados de percibir
(artículos 55 y 53).

4) Infracciones y delitos. Las decisiones unilaterales de la empresa que impliquen una


discriminación prohibida son consideradas infracciones laborales muy graves (artículo 8.12 del texto
refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social, aprobado por el RDL 5/2000, de 4 de
agosto). La discriminación en el trabajo puede ser incluso constitutiva de delito (artículo 314 del Código
Penal).
19-5

5) Tutela jurisdiccional. Finalmente, el derecho a la igualdad en el ámbito laboral puede ser


ejercitado ante el orden social, por un procedimiento preferente y urgente regulado en la LJS, así como
mediante el recurso de amparo ante el TC (artículo 53.2 de la CE)5.

5. VACACIONES, DESCANSOS Y PERMISOS.

El artículo 40.2 de la Constitución obliga a los poderes públicos a garantizar el descanso necesario,
mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas y la promoción de centros
adecuados.

I. Vacaciones (artículo 38).

Se regulan en el artículo 38 del TRLET, que dice:

1. «El periodo de vacaciones anuales retribuidas, no sustituible por compensación económica,


será el pactado en convenio colectivo o contrato individual. En ningún caso la duración será inferior a 30 días
naturales.

2. El periodo o periodos de su disfrute se fijarán de común acuerdo entre el empresario y


el trabajador […]. / […].

3. […]».

II. Descansos y permisos (artículo 37).

Se regulan, junto con la reducción de la jornada, en el artículo 37. Cabe hacer referencia a:

1. Descanso semanal.

«Los trabajadores tendrán derecho a un descanso mínimo semanal, acumulable por periodos de hasta
14 días, de día y medio ininterrumpido que, como regla general, comprenderá la tarde del sábado o, en su
caso, la mañana del lunes, y el día completo del domingo. La duración del descanso semanal de los menores
de 18 años será como mínimo de 2 días ininterrumpidos» (artículo 37.1, párrafo 1.º).

2. Fiestas laborales.

«Las fiestas laborales, que tendrán carácter retribuido y no recuperable, no podrán exceder de 14 al
año, de las cuales dos serán locales. En cualquier caso, se respetarán como fiestas de ámbito nacional las de la

5
Sin embargo, no se puede interponer un recurso de amparo por la violación del derecho fundamental a la igualdad si esa conducta proviene de un
empresario, ya que el recurso solo cabe frente a actuaciones de poderes públicos. Se interpondrá por vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva,
porque los tribunales no han restablecido el derecho a la igualdad.
19-6

Natividad del Señor, Año Nuevo, 1 de Mayo, como Fiesta del Trabajo, y 12 de Octubre, como Fiesta Nacional
de España» (artículo 37.2, párrafo 1.º).

3. Permisos retribuidos (artículo 37.3 a 37.5).

El artículo 37.3 regula varios permisos retribuidos, que permiten al trabajador ausentarse del trabajo,
6
de :

1) «15 días naturales en caso de matrimonio.

2) 2 días por el fallecimiento, accidente o enfermedad graves, hospitalización o intervención


quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario de parientes hasta el 2.º grado de consanguinidad
o afinidad. Cuando con tal motivo la persona trabajadora necesite hacer un desplazamiento al efecto, el plazo
será de 4 días [el RD-ley 6/2019, de 1 de marzo, suprimió el permiso de paternidad, por nacimiento de un hijo,
porque igualó la situación del padre y la madre en cuanto a la suspensión del contrato de trabajo, a los que
corresponden 16 semanas, 6 de las cuales tienen que ser necesariamente tras el nacimiento —artículo 48—].

3) 1 día por traslado del domicilio habitual.

4) Por el tiempo indispensable, para el cumplimiento de un deber inexcusable de carácter


público y personal, comprendido el ejercicio del sufragio activo7. […].

5) Para realizar funciones sindicales o de representación del personal […].

6) Por el tiempo indispensable, para la realización de exámenes prenatales y técnicas de


preparación al parto y, en los casos de adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento, para la
asistencia a las preceptivas sesiones de información y preparación y para la realización de los preceptivos
informes psicológicos y sociales previos a la declaración de idoneidad, siempre, en todos los casos, que deban
tener lugar dentro de la jornada de trabajo».

7) Según el artículo 37.4 [modificado por el RD-ley 6/2019]: «En los supuestos de nacimiento,
adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento […], las personas trabajadoras tendrán derecho a 1 hora
de ausencia del trabajo, que podrán dividir en dos fracciones, para el cuidado del lactante hasta que este
cumpla 9 meses. […]8».

8) Y según el artículo 37.5 [también modificado por el RD-ley 6/2019]: «Las personas
trabajadoras tendrán derecho a ausentarse del trabajo durante 1 hora en el caso de nacimiento prematuro de
hijo o hija o que por cualquier causa deban permanecer hospitalizados a continuación del parto».

Estos dos últimos permisos se pueden sustituir por una reducción de la jornada, por voluntad
del trabajador.

6
La ley enumera esto con letras.
7
El derecho de sufragio activo NO ES NINGÚN DEBER INEXCUSABLE. El trabajador vota si quiere.
Hay dos permisos laborales en este ámbito:
¾ Para ir a votar: este permiso no está regulado en la LOREG; es de hasta 4 horas, pero se va reduciendo en función de la jornada, y no es para
que el trabajador se lo coja entero.
¾ Por ser miembro de una mesa electoral: si la votación tiene lugar un día de jornada, el permiso cubre toda la jornada; si tiene lugar en un día
libre, tiene derecho a 5 horas de permiso del día laboral siguiente (art. 28 de la LOREG).
8
Faltan unos cuantos párrafos.
19-7

6. PRESTACIÓN DEL TRABAJO, JORNADA Y HORARIO.

I. Prestación del trabajo (artículo 20).

El artículo 20 dice:

1. «El trabajador estará obligado a realizar el trabajo convenido bajo la dirección del
empresario o persona en quien este delegue.

2. […] el trabajador debe al empresario la diligencia y la colaboración en el trabajo que


marquen las disposiciones legales, los convenios colectivos y las órdenes o instrucciones adoptadas por aquel
en el ejercicio regular de sus facultades de dirección y, en su defecto, por los usos y costumbres. En cualquier
caso, el trabajador y el empresario se someterán en sus prestaciones recíprocas a las exigencias de la buena
fe.

3. El empresario podrá adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control
para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales […].

4. El empresario podrá verificar el estado de salud del trabajador que sea alegado por este
para justificar sus faltas de asistencia al trabajo»; su negativa puede dar lugar a la suspensión de los derechos
económicos del trabajador por dichas situaciones.

II. Jornada de trabajo (artículo 34).

Se regula en el artículo 34, que dice:

1. [Duración de la jornada SEMANAL]. «La duración de la jornada de trabajo será la


pactada en los convenios colectivos o contratos de trabajo»; su duración máxima «será de 40 horas semanales
de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual.

2. […].

3. [Descanso entre jornadas; duración máxima de la jornada DIARIA]. Entre el final de


una jornada y el comienzo de la siguiente mediarán, como mínimo, 12 horas.

El número de horas ordinarias de trabajo efectivo no podrá ser superior a 9 diarias, salvo
que por convenio colectivo o, en su defecto, acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores,
se establezca otra distribución del tiempo de trabajo diario», si bien se respetará «en todo caso el descanso
entre jornadas.

Los trabajadores menores de 18 años no podrán realizar más de 8 horas diarias de trabajo
efectivo […].

4. [Descanso dentro de la jornada]. Siempre que la duración de la jornada diaria continuada


exceda de 6 horas, deberá establecerse un periodo de descanso durante la misma de duración no inferior a
15 minutos. […].

En el caso de los trabajadores menores de 18 años, el periodo de descanso tendrá una duración
mínima de 30 minutos, y deberá establecerse siempre que la duración de la jornada diaria continuada exceda
de 4 horas y media.
19-8

5. [Cómputo]. El tiempo de trabajo se computará de modo que tanto al comienzo como al


final de la jornada diaria el trabajador se encuentre en su puesto de trabajo.

6. […].

7. [Jornadas especiales] El Gobierno […] podrá establecer ampliaciones o limitaciones […]


de la jornada […] para aquellos sectores, trabajos y categorías profesionales que por sus peculiaridades así lo
requieran [apartado modificado por el RD-ley 8/2019, de 8 de marzo].

8. [Conciliación]. Las personas trabajadoras tienen derecho a solicitar las adaptaciones de la


duración y distribución de la jornada de trabajo, de la ordenación del tiempo de trabajo y de la forma
de prestación, incluida la prestación de su trabajo a distancia, para hacer efectivo su derecho a la
conciliación de la vida familiar y laboral. […]. / […].

En la negociación colectiva se pactarán los términos de su ejercicio…», y en su defecto se


fijarán por acuerdo entre la empresa y el trabajador. / […]. / […]. / […] [apartado modificado por el
RD-ley 6/2019].

9. Y el RD-ley 8/2019 agregó también un apartado 9, que obliga a las empresas a garantizar
el registro diario de la jornada, para garantizar que los trabajadores no prestan más horas de trabajo que las
que les corresponden.

III. Horas extraordinarias (artículo 35).

El artículo 35 regula las horas extraordinarias, que son aquellas que excedan de la jornada ordinaria.
Las sujeta a importantes restricciones, como que, en principio, no pueden exceder de 80 horas al año. Además,
los menores de 18 años no podrán realizar horas extraordinarias (artículo 6.3).

IV. Reducciones de la jornada.

Se prevén varios supuestos de reducción de la jornada:

1) Nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento, para el cuidado


del lactante hasta que este cumpla 9 meses: el trabajador puede sustituir el permiso de 1 hora mencionado
anteriormente por una reducción de la jornada de media hora (artículo 37.4).

2) Nacimiento de hijos prematuros o que deban permanecer hospitalizados tras el parto:


los trabajadores pueden sustituir el permiso de 1 hora por una reducción de la jornada de 2 horas (artículo 37.5).

3) Cuidado de niños, discapacitados o familiares. Según el artículo 37.6:

«Quien, por razones de guarda legal, tenga a su cuidado directo algún menor de
12 años o una persona con discapacidad que no desempeñe una actividad retribuida, tendrá derecho a una
reducción de la jornada» entre […] 1/8 y la mitad de su duración.

«Tendrá el mismo derecho quien precise encargarse del cuidado directo de un


familiar hasta el 2.º grado de consanguinidad o afinidad que, por razones de edad, accidente o enfermedad, no
pueda valerse por sí mismo, y que no desempeñe actividad retribuida. / […]9».

9
Este párrafo que falta es el del siguiente supuesto de reducción de la jornada.
19-9

4) Cuidado de menores con enfermedades graves. «El progenitor, adoptante, guardador con
fines de adopción o acogedor permanente tendrá derecho a una reducción de la jornada de trabajo […] de al
menos la mitad de la duración de aquella para el cuidado, durante la hospitalización y tratamiento continuado,
del menor a su cargo afectado por cáncer […] o por cualquier otra enfermedad grave…» (artículo 37.6.III).

5) Víctimas de violencia de género y terrorismo. «Los trabajadores que tengan la


consideración de víctimas de violencia de género o de […] terrorismo tendrán derecho, para hacer efectiva su
protección o su derecho a la asistencia social integral, a la reducción de la jornada de trabajo [sin límite fijo],
con disminución proporcional del salario, o a la reordenación del tiempo de trabajo…» (artículo 37.8.I).

V. Horario.

El horario será fijado por el empresario, dentro de las limitaciones de la jornada laboral.

El artículo 36 regula algunas cuestiones:

— Trabajo nocturno: «… se considera trabajo nocturno el realizado entre las 10 de la noche


y las 6 de la mañana. […]». No podrá exceder de 8 horas diarias. Los trabajadores nocturnos «no podrán
realizar horas extraordinarias. / […] (artículo 36.1).

— Trabajo a turnos: «Se considera trabajo a turnos toda forma de organización del trabajo
en equipo según la cual los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de trabajo». Se buscará la
rotación de los trabajadores y, salvo adscripción voluntaria, ningún trabajador podrá estar en el turno de noche
más de 2 semanas consecutivas. / […] (artículo 36.3).
20-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 20
Fecha: 8 mayo 2019.
2918 palabras – 12:58.

Sumario:

1. Prestaciones del empresario.


2. Ocupación efectiva.
3. Salario y garantías salariales.
4. El Fondo de Garantía Salarial.
5. Obligaciones de Seguridad Social y prevención de riesgos laborales.
6. Obligaciones y responsabilidades en el sistema de trabajo por contratas.
7. La protección de la mujer embarazada.

1. PRESTACIONES DEL EMPRESARIO.

Las principales obligaciones del empresario en el contrato de trabajo son la de remunerar al


trabajador por su trabajo y darle la ocupación efectiva.

2. OCUPACIÓN EFECTIVA.
Art. 4.2.a TRLET.

En su relación laboral, el trabajador tiene el derecho a la ocupación efectiva (artículo 4.2.a del TRLET,
aprobado por el RDL 2/2015, de 23 de octubre).

El TC, el TS y la doctrina consideran que el derecho a la ocupación efectiva forma parte del contenido
esencial del derecho al trabajo. La jurisprudencia considera que el incumplimiento de este deber por el
empresario puede atentar contra la dignidad personal del trabajador, puesto que tenerle sin trabajo es una
situación vejatoria, dado que le impide o dificulta sus posibilidades de formación y promoción profesional.

Sin perjuicio del derecho que el trabajador tiene a exigir la ocupación efectiva en vía judicial (según
ha señalado el TS), el TRLET trata de proteger al trabajador al que el empresario no dé la ocupación efectiva:

— Artículo 30: «Si el trabajador no pudiera prestar sus servicios una vez vigente el contrato
porque el empresario se retrasare en darle trabajo por impedimentos imputables al mismo y no al trabajador,
este conservará el derecho a su salario, sin que pueda hacérsele compensar el que perdió con otro trabajo
realizado en otro tiempo».

— Artículo 50: permite que el trabajador resuelva el contrato por el incumplimiento de


obligaciones esenciales del empresario (entre las que se incluye la de dar la ocupación efectiva), con derecho
a una indemnización como si se tratara de un despido improcedente (artículo 50.1.c).
20-2

3. SALARIO Y GARANTÍAS SALARIALES.


S4 C2 T1 – Arts. 26-33.

El salario se regula en la sección 4.ª del capítulo II del título I del TRLET (artículos 26 a 33).

I. El salario.

«En la relación de trabajo, los trabajadores tienen derecho: f) A la percepción puntual de la


remuneración pactada o legalmente establecida» (artículo 4.2.f).

1. Concepto (artículo 26.1.I).

«Se considerará salario la totalidad de las percepciones económicas de los trabajadores, en dinero o en
especie, por la prestación profesional de los servicios laborales por cuenta ajena, ya retribuyan el trabajo
efectivo […] o los periodos de descanso computables como de trabajo» (artículo 26.1.I).

2. Fijación del salario.

El salario se fija con arreglo a tres mecanismos escalonados:

1) Salario mínimo interprofesional (artículo 27.1). Es el fijado anualmente por el Gobierno,


previa consulta con sindicatos y asociaciones empresariales más representativas (artículo 27.1, párrafo 1.º, del
TRLET). Rige para todos los trabajadores, cualquiera que sea su trabajo.

2) Salarios mínimos profesionales. Se refieren a la cuantía de los salarios (por encima del
SMI) que pueda venir determinada por los convenios colectivos.

3) Salario mínimo contractual: es el fijado en el contrato de trabajo, que siempre ha de ser


superior al salario mínimo profesional e interprofesional.

Ahora bien: «Operará la compensación y absorción cuando los salarios realmente abonados,
en su conjunto y cómputo anual, sean más favorables para los trabajadores que los fijados en el orden
normativo o convencional de referencia» (artículo 26.5). Esto quiere decir que, si el salario contractual es
superior al SMI o al salario mínimo profesional, prevalece el salario contractual, en el cual se funden el SMI
y el salario mínimo profesional.

Esto se conecta con el artículo 27.1.II, que dice: «La revisión del SMI no afectará a la
estructura ni a la cuantía de los salarios profesionales cuando estos, en su conjunto y cómputo anual, fueran
superiores a aquel».

3. Momento y lugar del pago del salario (artículo 29.1.I y II).

El trabajador tiene no solo el derecho al salario, sino a percibirlo puntualmente (artículo 4.2.f).
20-3

Según el artículo 29.1 (párrafos 1.º y 2.º):

«La liquidación y el pago del salario se harán puntual y documentalmente en la fecha y lugar
convenidos o conforme a los usos y costumbres. El periodo de tiempo a que se refiere el abono de las
retribuciones periódicas y regulares no podrá exceder de 1 mes.

El trabajador…» tendrá «derecho a percibir […] anticipos a cuenta del trabajo ya realizado».

II. Garantías del salario.

Según SALA FRANCO, son:

1. Inembargabilidad salarial (Art. 27.2 TRLET + Arts. 607 y 608 LEC).

«El salario mínimo interprofesional, en su cuantía, es inembargable» (artículo 27.2).

Lo reitera la LEC al regular la ejecución forzosa, que, sin embargo, no permite embargar el 100 % del
exceso sobre el SMI, sino que establece una escala que va desde 30 % embargable para el segundo SMI hasta
el 90 % para el sexto y los que excedan de él (artículo 607).

Ninguna de tales limitaciones rige para las obligaciones legales de alimentos, en cuyo caso el juez
fijará la cuantía que puede ser embargada (artículo 608).

2. El salario como crédito privilegiado (artículo 32).

Según el artículo 32:

1. [Preferencia absoluta general]. «Los créditos salariales por los últimos 30 días de trabajo
y en [una] cuantía que no supere el doble del SMI gozarán de preferencia sobre cualquier otro crédito,
aunque este se encuentre garantizado por prenda o hipoteca1.

2. [Créditos “refaccionarios” 2 ]. Los créditos salariales gozarán de preferencia sobre


cualquier otro crédito respecto de los objetos elaborados por los trabajadores, mientras sean propiedad o
estén en posesión del empresario.

3. [Privilegio singular]. Los créditos por salarios no protegidos en los apartados anteriores
tendrán la condición de singularmente privilegiados, en la» una cuantía que no supere el triple del SMI,
cantidad en la que gozarán «de preferencia sobre cualquier otro crédito, excepto los créditos con derecho real,
en los supuestos en los que estos, con arreglo a la ley, sean preferentes. […]3.

1
Están tan garantizados que incluso los salarios de los trabajadores de los 30 días anteriores a la declaración del concurso, en una cuantía que no supere
el doble del SMI, se consideran créditos contra la masa (art. 84.2.1.º de la LC). Es una excepción a la regla, que, aunque no está expresamente formulada
en la ley, dice que los créditos contra la masa son los que se devengan una vez se ha declarado el concurso, y todo lo devengado antes son créditos
concursales (si se mira cuáles son los créditos contra la masa, y dejando fuera los de los trabajadores, esta es la conclusión a la que se llega). Pero están
tan intensamente protegidos que el art. 84.3 dice que se tienen que pagar inmediatamente, sin estar esperando a la fase de liquidación del concurso.
2
NO SON CRÉDITOS REFACCIONARIOS. Se parecen, pero los refaccionarios versan sobre el aumento de valor que tiene una edificación como consecuencia
de una obra. Por eso la palabra refaccionarios está entre comillas. Sirve para recordarlo porque se parecen, pero no deja de ser una burrada.
3
Estos salarios los configura la LC como créditos con privilegio general (a menos que, obviamente, cuenten con un privilegio especial) (art. 91.1.º).
20-4

4. [Plazo]. El plazo para ejercitar los derechos de preferencia del crédito salarial es de
1 año, a contar desde el momento en que debió percibirse el salario […]».

5. [Concurso]. En caso de concurso, no regirán estas preferencias, sino lo que dispone la Ley
Concursal, si bien establece disposiciones muy similares.

3. Fondo de Garantía Salarial.

Se estudia en el siguiente epígrafe.

4. EL FONDO DE GARANTÍA SALARIAL.


Art. 33 TRLET + RD 505/1985, 6 marzo.

Se regula en el artículo 33 del TRLET, y se desarrolla en el Real Decreto 505/1985, de 6 de marzo.

1. Naturaleza y finalidad.

«El Fondo de Garantía Salarial [es un] organismo autónomo adscrito al Ministerio de» Trabajo4, que
cuenta «con personalidad jurídica y capacidad de obrar para el cumplimiento de sus fines, [y que] abonará a
los trabajadores el importe de los salarios pendientes de pago a causa de insolvencia o concurso del
empresario» (artículo 33.1.I).

2. Extensión de las obligaciones del FOGASA.

Al fondo le corresponde abonar las indemnizaciones, en una cuantía que no supere el doble del SMI
diario, con el límite máximo de 1 año, en los siguientes casos (artículo 33.2.I):

— Extinción del contrato por la voluntad del trabajador (artículo 50).

— Despido colectivo (artículo 51).

— Extinción por causas objetivas (artículo 52).

— Extinción colectiva de los contratos de trabajo en caso de concurso (artículo 64 de la Ley


Concursal).

— Extinción de los contratos temporales, cuando legalmente procedan sus indemnizaciones.

4
El ministerio actualmente tiene un nombre más largo, pero es absurdo ponerlo, porque lo andan cambiando con cada gobierno.
20-5

3. Pago por el FOGASA y subrogación.

Una vez que el fondo abone las indemnizaciones que le corresponde satisfacer, se subrogará en los
derechos y acciones de los trabajadores, que conservarán su carácter de créditos privilegiados conforme al
artículo 32. Si concurre con otros créditos que conserven los trabajadores, se abonarán proporcionalmente
(artículo 33.4).

5. OBLIGACIONES DE SEGURIDAD SOCIAL Y PREVENCIÓN DE


RIESGOS LABORALES.

I. Obligaciones de Seguridad Social (TRLGSS, RDL 8/2015, 30 octubre).

El artículo 41 de la CE dice: «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad


Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones
de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres».

Se regula en el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por el Real
Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre.

En relación con la Seguridad Social, el empresario:

1.º Debe inscribir su empresa ante la Tesorería General de la SS, antes de iniciar sus
actividades (artículo 138.1).

2.º Debe solicitar la afiliación a la SS de los trabajadores a su servicio, si no estaban


afiliados, así como comunicar las altas y bajas de los trabajadores que ingresen a su servicio o cesen en él
(artículo 139).

3.º Debe pagar las cuotas e ingresar las suyas y las del trabajador (artículo 142.1,
párrafo 1.º). La ley dice:

i) El empresario descontará del salario de los trabajadores sus aportaciones a la


SS; debe hacerlo en el momento del pago, y no puede hacerlo con posterioridad (artículo 142.2.I).

ii) Si hizo el descuento y no ingresó la cuota correspondiente, será responsable frente


a los trabajadores y asumirá las responsabilidades penales y administrativas que procedan (artículo 142.3).

iii) Será nulo todo pacto por el cual el trabajador asuma la obligación de pagar la cuota
a cargo del empresario (artículo 143.I).

II. Obligaciones de prevención de riesgos laborales (Ley 31/1995, 8 noviembre, LPRL).

Según la Constitución, «los poderes públicos […] velarán por la seguridad e higiene en el trabajo
(artículo 40.2). Y el TRLET reconoce como derecho del trabajador el derecho «a su integridad física y a una
adecuada política de prevención de riesgos laborales» (artículo 4.2.d), e impone al propio trabajador la
observancia de las medidas de prevención de riesgos laborales (artículo 5.b).

Se regula en la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales.


20-6

En la prevención de los riesgos laborales cabe distinguir una parte sustantiva y una parte sancionadora:

1) Parte sustantiva. Se regula en la LPRL, y se refiere al derecho de los trabajadores a la


protección de su seguridad y salud en el trabajo, y al deber del empresario de procurarla (artículo 14.1). Los
artículos 14 a 29 enumeran las obligaciones del empresario, entre las que destacan:

1.ª La de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores (artículo 14.2.I).

2.ª La de sufragar el coste de las medidas de seguridad y salud (artículo 14.5).

3.ª Garantizar la protección de los trabajadores que sean especialmente sensibles a


los riesgos derivados del trabajo (artículo 25), de las trabajadoras embarazadas (artículo 26) y de los
trabajadores menores de edad (artículo 27).

2) Parte sancionadora:

— Se regula en el TR de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social,


aprobado por el Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto.

— Además, el Código Penal también castiga a «los que con infracción de las normas
de prevención de riesgos laborales y estando legalmente obligados, no faciliten los medios necesarios para que
los trabajadores desempeñen su actividad con las medidas de seguridad e higiene adecuadas, de forma que
pongan así en peligro grave su vida, salud o integridad física» (artículo 316). También se castiga esa misma
conducta cuando se realice por imprudencia grave (artículo 317).

6. OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES EN EL SISTEMA DE


TRABAJO POR CONTRATAS.
Art. 42 TRLET.

Se regula en el artículo 42 del TRLET, que dice:

1. [Verificación de que está al corriente con la SS]. «Los empresarios que contraten o
subcontraten con otros la realización de obras o servicios […] deberán comprobar que» los «contratistas están
al corriente en el pago de las cuotas de la Seguridad Social». Para ello, solicitarán un certificado a la Tesorería
General de la SS, que debe remitirlo en 30 días, pasados los cuales «quedará exonerado de
responsabilidad […].

2. [Responsabilidad solidaria del empresario].

— El empresario principal […] responderá SOLIDARIAMENTE de las obligaciones


referidas a la seguridad social contraídas por los contratistas y subcontratistas durante el periodo de vigencia
de la contrata» y durante los 3 años siguientes.

— «De las obligaciones de naturaleza salarial contraídas por los contratistas y


subcontratistas con sus trabajadores responderá SOLIDARIAMENTE durante el año siguiente a la finalización
del encargo. / […].

3. [Información de la subcontrata a sus trabajadores y a la TGSS]. Los trabajadores del


contratista o subcontratista deberán ser informados por escrito por su empresario de la identidad de la
20-7

empresa principal para la cual estén prestando servicios en cada momento. […]. Asimismo, el contratista o
subcontratista deberán informar de la identidad de la empresa principal a la Tesorería General de la
Seguridad Social…».

4. [Información del empresario principal a la representación de los trabajadores]. La


empresa principal debe informar también a los representantes legales de sus trabajadores de la identidad
de las subcontratas y de las condiciones de los contratos celebrados.

5. […].

6. [Acceso a la representación legal de los trabajadores de la empresa principal]. «Los


trabajadores de las empresas contratistas y subcontratistas, cuando no tengan representación legal, tendrán
derecho a formular a los representantes de los trabajadores de la empresa principal cuestiones relativas a
las condiciones de ejecución de la actividad laboral, mientras compartan centro de trabajo y carezcan de
representación.

Lo dispuesto en el párrafo anterior no será de aplicación a las reclamaciones del trabajador


respecto de la empresa de la que depende.

7. […]».

7. LA PROTECCIÓN DE LA MUJER EMBARAZADA.

La Constitución, en su artículo 39, dispone que los poderes públicos aseguran la protección social,
económica y jurídica de la familia, y, asimismo, la protección integral de los hijos. Esta protección debe cubrir
también el embarazo.

La protección de la mujer embarazada se traduce en una tutela preventiva, una tutela


antidiscriminatoria y una tutela prestacional.

I. Tutela preventiva (artículo 26 de la LPRL).

Se regula en el artículo 26 de la LPRL.

Esta tutela tiene cuatro fases:

1.ª fase. Adopción de medidas de precaución. En la primera fase, el empresario está obligado
a realizar una evaluación preventiva de los riesgos que pudieran afectar a las trabajadoras embarazadas. «Si
los resultados de la evaluación revelasen un riesgo para la seguridad y la salud o una posible repercusión sobre
el embarazo o la lactancia […], el empresario adoptará las medidas necesarias para evitar la exposición a
dicho riesgo, a través de una adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo de la trabajadora
afectada. […]» (artículo 26.1).

2.ª fase. Sustitución del puesto de trabajo por otro del mismo grupo o categoría. «Cuando
la adaptación de las condiciones o del tiempo de trabajo no resultase posible o, a pesar de tal adaptación», no
se redujese el riesgo […], la trabajadora «deberá desempeñar un puesto de trabajo o función diferente y
compatible con su estado. […]» (artículo 26.2.I).
20-8

3.ª fase. Sustitución por un puesto de trabajo de otro grupo o categoría. «En el supuesto
de que, aun aplicando las reglas señaladas […], no existiese [un] puesto de trabajo o función compatible, la
trabajadora podrá ser destinada a un puesto no correspondiente a su grupo o categoría equivalente, si bien
conservará el derecho al conjunto de retribuciones de su puesto de origen» (artículo 26.2.III).

4.ª fase. Suspensión del contrato. «Si dicho cambio de puesto no resultara técnica u
objetivamente posible, o no pudiera razonablemente exigirse por motivos justificados, podrá declararse el paso
de la trabajadora afectada a la situación de suspensión del contrato por riesgo durante el embarazo […],
durante el periodo necesario para la protección de su seguridad o de su salud y mientras persista la
imposibilidad de reincorporarse a su puesto anterior o a otro puesto compatible con su estado» (artículo 26.3).

Esta suspensión del contrato por riesgo durante el embarazo, con reserva del puesto de
trabajo, finalizará el día en que se inicie la suspensión del contrato por nacimiento, o cuando desaparezca la
imposibilidad de la trabajadora de reincorporarse a su puesto anterior o a otro compatible con su estado
(artículo 48.7 del TRLET) (la suspensión del contrato de trabajo por parto tendrá una duración de 16 semanas
ininterrumpidas, de las cuales 6 se tendrán que disfrutar obligatoriamente después del parto [artículo 48.4]) (el
RD-ley 6/2019, de 1 de marzo, modificó el artículo 48, junto con el 46, para sustituir los antiguos permisos de
maternidad y paternidad por uno único de nacimiento, que es igual para el padre y la madre).

II. Tutela antidiscriminatoria: despido nulo.

Según el artículo 55.5 del TRLET:

a) Será nulo el despido disciplinario de las trabajadoras durante el periodo de suspensión


del contrato de trabajo por riesgo durante el embarazo o por enfermedades causadas por el embarazo, o el
notificado en una fecha tal que el plazo de preaviso concedido finalice dentro de dicho periodo.

b) Será nulo el despido disciplinario de las trabajadoras embarazadas desde la fecha de


inicio del embarazo hasta el comienzo del periodo de suspensión por nacimiento (aunque el empresario no
tenga conocimiento del embarazo).

c) Además, será nula en los mismos casos la extinción del contrato por causas objetivas
fundada en faltas de asistencia (artículo 53.4), dado que no se computarán como faltas de asistencia las
debidas al riesgo durante el embarazo o enfermedades causadas por el embarazo (artículo 52.d).

La consecuencia de la nulidad del despido es la readmisión inmediata de la trabajadora, con el abono


de los salarios dejados de percibir (artículo 55.6).

III. Tutela prestacional (artículos 186 y 187 del TRLGSS).

La trabajadora embarazada también goza de la acción protectora de la Seguridad Social, que


comprende, entre otros supuestos, una prestación económica en la situación de suspensión del contrato de
trabajo por riesgo durante el embarazo (artículo 42.1.c del TRLGSS).

Esta «prestación económica nacerá el día en que se inicie la suspensión del contrato de trabajo y
finalizará el día anterior a aquel en que se inicie la suspensión del contrato de trabajo por maternidad o al de
reincorporación de la mujer trabajadora a su puesto de trabajo anterior o a otro compatible con su estado»
(artículo 187.2 del TRLGSS).
21-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 21
Fecha: 4 abril 2019.
2973 palabras – 13:13.

Sumario:

1. Vicisitudes de la relación laboral: movilidad funcional, movilidad geográfica, modificación


sustancial de las condiciones de trabajo, sucesión de empresa, suspensión del contrato de
trabajo y excedencias.

1. VICISITUDES DE LA RELACIÓN LABORAL: MOVILIDAD


FUNCIONAL, MOVILIDAD GEOGRÁFICA, MODIFICACIÓN
SUSTANCIAL DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO, SUCESIÓN DE
EMPRESA, SUSPENSIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO Y
EXCEDENCIAS.
S1-S3 C3 T1 TRLET – Arts. 39-48.

Se regulan en los artículos 39 a 48 del TRLET, aprobado por el RDL 2/2015, de 23 de octubre.

Sin embargo, al actuar como normas mínimas, los convenios colectivos pueden establecer
disposiciones más beneficiosas para el trabajador.

A. MOVILIDAD FUNCIONAL.
Art. 39.

La movilidad funcional, según ÁLVAREZ DE LA ROSA, es la realización por el trabajador de funciones


laborales distintas de las que integran el contenido de la prestación pactada.

Se regula en el artículo 39:

1. [Movilidad funcional libre]. El apartado 1 regula la que ÁLVAREZ DE LA ROSA llama


movilidad funcional libre u ordinaria, que ejerce el empresario unilateralmente en el ejercicio de su poder de
organización y dirección de la empresa. El artículo 39.1 establece dos limitaciones a tal facultad, ya que dice:
«La movilidad funcional en la empresa se efectuará de acuerdo a las titulaciones académicas o profesionales
precisas para ejercer la prestación laboral y con respeto a la dignidad del trabajador».

2. [Movilidad funcional excepcional o causal]. El apartado 2 prevé otra modalidad de


movilidad funcional, que ÁLVAREZ DE LA ROSA llama movilidad funcional causal y temporal, que permite al
empresario asignar tareas correspondientes a otro grupo profesional, que «solo será posible si existen,
21-2

además [es decir, han de respetarse los criterios antes mencionados de respetar las titulaciones y la dignidad
del trabajador], razones técnicas u organizativas que la justifiquen y por el tiempo imprescindible para su
atención. […]. / […].

3. [Retribuciones]. El trabajador tendrá derecho a la retribución correspondiente a las


funciones que efectivamente realice, salvo en los casos de encomienda de funciones inferiores, en los que
mantendrá la retribución de origen. […]».

4. [Movilidad funcional por acuerdo o por determinadas causas y permanente].


Finalmente, el apartado 4 prevé un caso de movilidad funcional por acuerdo, y dice: «El cambio de funciones
distintas de las pactadas no incluido en los supuestos previstos en este artículo requerirá el acuerdo de las
partes o, en su defecto, el sometimiento a las reglas previstas para las modificaciones sustanciales de [las]
condiciones de trabajo o a las que a tal fin se hubieran establecido en convenio colectivo».

B. MOVILIDAD GEOGRÁFICA.
Art. 40.

Se regula en el artículo 40. Consiste en «el traslado de trabajadores […] a un centro de trabajo distinto
de la misma empresa, que exija cambios de residencia [salvo que hayan sido contratados para centros de trabajo
móviles o itinerantes1]» (artículo 40.1).

Según dicho artículo2:

1) Justificación: La movilidad geográfica «… requerirá la existencia de razones económicas,


técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen. […]».

2) Modalidades generales. Puede ser individual o colectiva; dentro de la movilidad individual


hay un supuesto general, regulado en el apartado 1, y otros especiales, regulados en otros apartados.

3) Movilidad individual general (apartado 1). En cuanto al caso general para la movilidad
individual, la ley prescribe:

— [Notificación]. «La decisión de traslado deberá ser notificada por el empresario al


trabajador, así como a sus representantes legales, con una antelación mínima de 30 días a la fecha de su
efectividad.

— [Opciones del trabajador]. Notificada la decisión de traslado, el trabajador tendrá


derecho a optar entre el traslado», en cuyo caso percibirá «una compensación por [los] gastos, o la extinción
de su contrato», en cuyo caso percibirá «una indemnización de 20 días de salario por año de servicio [con un
máximo de 12 mensualidades] […]. / […]. / […]».

4) Movilidad colectiva y periodo de consultas (apartado 2). El apartado 2 regula la


movilidad geográfica colectiva, que es aquella que afecta a «la totalidad del centro de trabajo, siempre que

1
Esto es lo que va donde están los tres puntos suspensivos de antes.
2
Esto no respeta la estructura del artículo, porque es muy confusa. Pero sí se respeta el orden del artículo, salvo en cuanto a lo del periodo de consultas
en la movilidad geográfica, que hay una cosa que se ha cambiado de sitio (aunque está indicado dónde va en la ley).
21-3

este ocupe a más de 5 trabajadores, o cuando, sin afectar a la totalidad del centro de trabajo, en un periodo de
90 días comprenda a un número de trabajadores de, al menos:

a) 10 trabajadores, en las empresas que ocupen menos de 100 trabajadores.

b) El 10 % del número de trabajadores de la empresa, en aquellas que ocupen entre


100 y 300 trabajadores.

c) 30 trabajadores, en las empresas que ocupen más de 300 trabajadores».

La decisión debe ir precedida «de un periodo de consultas con los representantes legales de
los trabajadores, de una duración no superior a 15 días», que, según el párrafo 2.º, «deberá versar sobre las
causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos […]. / Tras la
finalización del periodo de consultas, el empresario notificará a los trabajadores su decisión sobre el
traslado […]. / […]. / […]».

Este periodo de consultas puede ser sustituido por un arbitraje o mediación.

Según el último párrafo del apartado 1, si la empresa realiza traslados sucesivos de menos
trabajadores de los señalados, en un periodo de 90 días, para eludir el periodo de consultas, los traslados se
entenderán hechos en fraude de ley y serán declarados nulos y sin efecto.

5) Otros casos de movilidad geográfica individual, VOLUNTARIA:

a) Por traslado del cónyuge (apartado 3). Si uno de los cónyuges fuera trasladado
y se viera obligado a un cambio de residencia por tal razón, «el otro, si fuera trabajador de la misma
empresa, tendrá derecho al traslado a la misma localidad, si hubiera [un] puesto de trabajo».

b) Víctimas de VG o terrorismo (apartado 4). «Los trabajadores que tengan la


consideración de víctimas de violencia de género o […] del terrorismo que se vean obligados a abandonar
el puesto de trabajo en la localidad donde venían prestando sus servicios para hacer efectiva su protección o
su derecho a la asistencia social integral tendrán derecho preferente a ocupar otro puesto de trabajo del mismo
grupo profesional o categoría equivalente que la empresa tenga vacante en cualquier otro de sus centros de
trabajo. / […]».

c) Discapacitados (apartado 5). El mismo derecho de las víctimas lo tienen también


los trabajadores discapacitados, para hacer efectivo su derecho a la protección de la salud, mediante el acceso
a servicios o tratamientos en otra localidad.

6) Movilidad temporal (apartado 6). «Por razones económicas, técnicas, organizativas o


de producción, o bien por contrataciones referidas a la actividad empresarial, la empresa podrá efectuar
desplazamientos temporales de sus trabajadores que exijan que estos residan en [una] población distinta de la
de su domicilio habitual»; la empresa deberá abonar, «además de los salarios, los gastos de viaje y las
dietas. / […]. / […]. / […].
21-4

C. MODIFICACIÓN SUSTANCIAL DE LAS CONDICIONES DE TRABAJO.


Art. 41.

Se regula en el artículo 41, que dice:

1. [Justificación]. «La dirección de la empresa podrá acordar modificaciones sustanciales de


las condiciones de trabajo cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de
producción. […].

[Supuestos]. Tendrán la consideración de modificaciones sustanciales de las condiciones de


trabajo, entre otras, las que afecten a las siguientes materias:

a) Jornada de trabajo.

b) Horario y distribución del tiempo de trabajo.

c) Régimen de trabajo a turnos.

d) Sistema de remuneración y cuantía salarial.

e) Sistema de trabajo y rendimiento.

f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el
artículo 39.

2. […].

[Modalidades de modificación]. Igual que en la movilidad geográfica, estas modificaciones


sustanciales pueden tener carácter individual o colectivo.

— [Cuándo existe la modificación colectiva]. Se considera de carácter colectivo la


modificación que, en un periodo de 90 días, afecte al menos a:

a) 10 trabajadores, en las empresas que ocupen menos de 100 trabajadores.

b) El 10 % del número de trabajadores de la empresa, en aquellas que ocupen


entre 100 y 300 trabajadores.

c) 30 trabajadores, en las empresas que ocupen más de 300 trabajadores»3.

— Las demás tendrán carácter individual.

3. [Modificación individual: notificación]. En el caso de la modificación sustancial de


carácter INDIVIDUAL, el empresario deberá notificarla «al trabajador afectado y a sus representantes legales
con una antelación mínima de 15 días…». / El trabajador tiene derecho a rescindir su contrato, con derecho
a una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 9 meses, salvo en el caso de
la modificación referida al sistema de trabajo y rendimiento.

3
Esto es igual que lo de la necesidad de abrir el periodo de consultas en la movilidad geográfica, solo que en ella también se prevé el periodo de
consultas si afecta a la totalidad de la plantilla y la empresa tiene más de 5 trabajadores.
21-5

4 y 5. [Modificación colectiva]:

4. [Modificación colectiva: periodo de consultas]. En caso de modificación


COLECTIVA debe celebrarse un periodo de consultas, en los mismos términos y con la misma finalidad que la
señalada para la movilidad geográfica, salvo que por convenio colectivo se haya establecido otro
procedimiento.

También cabe acudir a una mediación o arbitraje. / […].

Además, el último párrafo del apartado 3, también declara fraudulentas y nulas las
modificaciones que afecten a menos trabajadores de los indicados antes, en un periodo de 90 días, si juntas
superan tal número de trabajadores, con el fin de eludir el periodo de consultas.

5. [Modificación colectiva: notificación]. «La decisión sobre la modificación


COLECTIVA de las condiciones de trabajo será notificada por el empresario a los trabajadores una vez
finalizado el periodo de consultas sin acuerdo, y surtirá efectos en el plazo de los 7 días siguientes a su
notificación. / […].

6. […].

7. […]».

D. SUCESIÓN DE EMPRESA.
Art. 44.

Se regula en el artículo 44.

1. Concepto.

La sucesión de la empresa, según el artículo 44.1, consiste en «el cambio de titularidad de una empresa,
de un centro de trabajo o de una unidad productiva autónoma». Puede producirse por actos entre vivos o por
causa de muerte.

Y el apartado 2 añade: «… se considerará que existe [una] sucesión de empresa cuando la


transmisión afecte a una entidad económica que mantenga su identidad…».

2. Efectos de la sucesión de la empresa.

La sucesión de la empresa «no extinguirá por sí misma la relación laboral»; el nuevo empresario
quedará subrogado «en los derechos y obligaciones laborales y de Seguridad Social del anterior…»
(artículo 44.1).
21-6

3. Deber de información.

Según el artículo 44.6: «El cedente y el cesionario deberán informar a los representantes legales de sus
trabajadores respectivos afectados por el cambio de titularidad de los siguientes extremos:

a) Fecha prevista de la transmisión.

b) Motivos de la transmisión.

c) Consecuencias jurídicas, económicas y sociales para los trabajadores […].

d) Medidas previstas respecto de los trabajadores».

E. SUSPENSIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO.


S3 C3 T1 – Arts. 45-48.

Se regula en los artículos 45 a 48. Fueron modificados por el RD-ley 6/2019, de 1 de marzo.

Según el artículo 45:

1. [Causas]. «El contrato de trabajo podrá suspenderse por las» causas previstas en el
artículo 45.1, aunque la negociación colectiva puede prever otras.

2. [Efectos]. «La suspensión exonera de las obligaciones recíprocas de trabajar y


remunerar el trabajo».

Las causas, según el artículo 45.1 (cuyos efectos se regulan en los artículos 47 y 48), son:

1 y 2) Mutuo acuerdo de las partes o causas consignadas válidamente en el contrato. El


trabajador no tiene derecho a la reserva del puesto de trabajo, salvo pacto (artículo 48.1 en sentido
contrario). En los demás casos, salvo alguna excepción, sí hay derecho a la reserva del puesto de trabajo
(artículo 48.1).

3) Incapacidad temporal de los trabajadores. Según el artículo 48.2, si la incapacidad


temporal se sustituye por la permanente, se podrá mantener la suspensión del contrato, con reserva del puesto
de trabajo, hasta un periodo de 2 años, si se prevé que la situación será revisada por una mejoría que permita
la reincorporación al puesto de trabajo.

4) Nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento, siempre que su


duración no sea inferior a 1 año, de menores de 6 años o de menores de edad mayores de 6 años con
discapacidad o que por sus circunstancias y experiencias personales o por provenir del extranjero
tengan especiales dificultades de inserción social y familiar debidamente acreditadas por los servicios
sociales competentes.

Según los apartados 4 a 6 del artículo 48 (totalmente modificados por el RD-ley 6/2019, para
equiparar la situación del padre y de la madre), la suspensión tendrá una duración de 16 semanas tanto para el
padre como para la madre; 6 semanas se disfrutarán inexcusablemente tras el nacimiento o la constitución de
la adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento, y las otras 10 las pueden utilizar continuadamente o
no hasta que el hijo cumpla 12 meses o transcurran 12 meses desde la constitución de la adopción, guarda con
21-7

fines de adopción o acogimiento. Se suprimió la posibilidad de que, en caso de nacimiento, la madre pudiera
atribuir hasta 10 semanas al padre.

5) Riesgo durante el embarazo y riesgo durante la lactancia natural de un menor de


9 meses: esta suspensión se acuerda, según el artículo 26 de la LPRL, cuando exista la situación de riesgo y
no sea posible adaptar el puesto de trabajo de la trabajadora para reducir tal riesgo ni trasladarla a otro puesto
con el mismo fin. Entonces: «… la suspensión del contrato finalizará el día en que se inicie la suspensión
del contrato por parto o el lactante cumpla 9 meses, respectivamente, o, en ambos casos, cuando
desaparezca la imposibilidad de la trabajadora de reincorporarse a su puesto anterior o a otro compatible con
su estado» (artículo 44.7).

6) Ejercicio de un cargo público representativo. También se suspende el contrato cuando el


trabajador ejerza funciones sindicales de ámbito provincial o superior. En los dos casos: «… el trabajador
deberá reincorporarse en el plazo máximo de 30 días naturales a partir de la cesación en el cargo o función»
(todo según el artículo 48.3).

7) Privación de libertad del trabajador, mientras no exista sentencia condenatoria4.

8) Suspensión de empleo y sueldo por razones disciplinarias.

9) Por fuerza mayor temporal. Se aplicará el procedimiento regulado en el artículo 51.7,


para la extinción de los contratos de trabajo por causa de fuerza mayor, que exige que la situación de fuerza
mayor sea acreditada por la autoridad laboral, y luego será el empresario el que acuerde la suspensión
(artículo 47.3).

10) Por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción o derivadas de fuerza


mayor. Se regula en el artículo 47.1, que dice:

«[…].

— Se entiende que concurren causas económicas cuando de los resultados de


la empresa se desprenda una situación económica negativa, en casos tales como la existencia de pérdidas
actuales o previstas o la disminución persistente de su nivel de ingresos ordinarios o ventas. […].

— Se entiende que concurren causas técnicas cuando se produzcan cambios,


entre otros, en el ámbito de los medios o instrumentos de producción;

— causas organizativas, cuando se produzcan cambios, entre otros, en el


ámbito de los sistemas y métodos de trabajo del personal o en el modo de organizar la producción;

— y causas productivas, cuando se produzcan cambios, entre otros, en la


demanda de los productos o servicios que la empresa pretende colocar en el mercado.

El procedimiento, que será aplicable cualquiera que sea el número de trabajadores de


la empresa y del número de afectados por la suspensión, se iniciará mediante [una] comunicación a la
autoridad laboral competente y la apertura simultánea de un periodo de consultas con los representantes
legales de los trabajadores, de duración no superior a 15 días». También puede ser sustituido por una
mediación o arbitraje. / […].

4
Si se le impone una privación de libertad por sentencia firme, puede justificar el despido, pero no porque la ley prevea que el ingreso en prisión sea
una causa de despido (que no lo es), sino porque el trabajador incumpliría con su prestación de trabajo, y tal incumplimiento sí permite el despido. De
todas maneras, esto es muy discutido. En la práctica, todo el que entra en prisión con una condena firme acaba siendo despedido. Pero hay alguna
sentencia de un juzgado de lo social de Madrid y del TSJ de Madrid que no está muy de acuerdo con esa práctica. La razón, primero, es que la ley no
lo prevé (se tira por el despido por no ir al trabajo). Segundo, que el incumplimiento del contrato está justificado (el deber de cumplir la pena). Y tercero,
despedir al trabajador en tal situación atenta contra el derecho a su reinserción social. El problema es que el TRLET tampoco dice qué se puede hacer
con él; lo suyo sería prever una suspensión del contrato de trabajo durante todo el tiempo que permanezca internado, pero no lo dice.
21-8

11) Por excedencia forzosa. Se ve después.

12) Ejercicio del derecho de huelga. «Durante la huelga se entenderá suspendido el contrato
de trabajo, y el trabajador no tendrá derecho al salario», y también queda suspendida la obligación de cotización
a la SS por parte del empresario (artículo 6.2 y 6.3 del DLRT).

13) Cierre legal de la empresa o cierre patronal. Sus efectos son los mismos que prevé el
artículo 6 del DLRT (al que se remite el 12.2).

14) Por decisión de la trabajadora que se vea obligada a abandonar su puesto de trabajo
como consecuencia de ser víctima de violencia de género: «… el periodo de suspensión tendrá una duración
inicial que no podrá exceder de 6 meses, salvo que de las actuaciones de tutela judicial resultase que la
efectividad del derecho de protección de la víctima requiriese la continuidad de la suspensión. En este caso, el
juez podrá prorrogar la suspensión por periodos de 3 meses, con un máximo de 18 meses» (artículo 48.8).

F. EXCEDENCIAS.
Art. 46.

Se regulan en el artículo 46.

La excedencia puede ser forzosa o voluntaria.

1) Excedencia forzosa. Queda en esta situación el trabajador que es designado o elegido para
un cargo público que imposibilite la asistencia al trabajo. Esta excedencia da derecho a la reserva del puesto
de trabajo y al cómputo de la antigüedad durante su vigencia (artículo 46.1).

2) Excedencias voluntarias. Pueden ser con alegación o sin alegación de una causa
justificativa:

a) Sin alegación de causa. La pueden pedir los trabajadores con una antigüedad en
la empresa de 1 año. Su duración será de 4 meses a 5 años. «Este derecho solo podrá ser ejercitado otra vez
por el mismo trabajador» siempre que hayan «transcurrido 4 años desde el final de la anterior excedencia
voluntaria» (artículo 46.2).

b) Con alegación de causa. El artículo 46.3 (párrafos 1.º y 2.º) prevé varios casos:

— De hasta 3 años: para atender al cuidado de cada hijo, o en los supuestos


de guarda con fines de adopción o acogimiento permanente.

— De hasta 2 años, salvo que se establezca una duración mayor en la


negociación colectiva: para el cuidado de un familiar hasta el 2.º grado de consanguinidad o afinidad que por
edad, accidente, enfermedad o discapacidad no pueda valerse por sí mismo y no desempeñe ninguna actividad
retribuida.

«El periodo […] de excedencia […] será computable a efectos de antigüedad […]. Durante
el primer año tendrá derecho a la reserva de su puesto de trabajo. Transcurrido dicho plazo, la reserva
quedará referida a un puesto de trabajo del mismo grupo profesional o categoría equivalente»
(artículo 46.3.V), pero solo cuando se produzca una vacante (artículo 46.5).
22-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 22
Fecha: 10 abril 2019.
2954 palabras – 13:08.

Sumario:

1. La extinción del contrato de trabajo.


2. Despido disciplinario.
3. Despido colectivo.
4. Extinción por causas objetivas.
5. Extinción por voluntad del trabajador: menoscabo de la dignidad del trabajador, acoso sexual
y por razón de sexo.

1. LA EXTINCIÓN DEL CONTRATO DE TRABAJO.


S4 C3 T1 TRLET – Arts. 49-56.

Se regula en los artículos 49 a 56 del TRLET, aprobado por el RDL 2/2015, de 23 de octubre.

Según el artículo 49.1: «El contrato de trabajo se extinguirá1:

1) Por mutuo acuerdo de las partes.

2) Por las causas consignadas válidamente en el contrato, salvo que las mismas constituyan
abuso de derecho manifiesto por parte del empresario.

3) Por expiración del tiempo convenido o realización de la obra o servicio objeto del contrato
[para los contratos temporales]. […].

4) Por dimisión del trabajador», para lo que debe «mediar el preaviso que señalen los
convenios colectivos o la costumbre del lugar.

5) Por muerte, gran invalidez o incapacidad permanente total o absoluta del trabajador, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 48.2 [que permite suspender el contrato en los casos de incapacidad
permanente, si es esperable una mejoría del trabajador que le permita su reincorporación].

6) Por jubilación del trabajador.

7) Por muerte, jubilación […] o incapacidad del empresario, sin perjuicio de lo dispuesto en
el artículo 44 [que, para los casos de la sucesión de empresas, dice que el nuevo empresario se subroga en la
posición del anterior y los contratos se mantienen], o por extinción de la personalidad jurídica del
contratante. […].


1
La ley usa letras, pero es mejor usar números.
22-2

8) Por fuerza mayor que imposibilite definitivamente la prestación de trabajo, siempre que su
existencia haya sido debidamente constatada conforme a lo dispuesto en el artículo 51.7.

9) Por despido colectivo fundado en causas económicas, técnicas, organizativas o de


producción.

10) Por voluntad del trabajador, fundamentada en un incumplimiento contractual del


empresario.

11) Por despido del trabajador.

12) Por causas objetivas legalmente procedentes.

13) Por decisión de la trabajadora que se vea obligada a abandonar definitivamente su puesto
de trabajo como consecuencia de ser víctima de violencia de género».

El TRLET se ocupa de regular específicamente algunas de estas causas, que se estudian en los
epígrafes siguientes de este tema.

2. DESPIDO DISCIPLINARIO.
Arts. 54 y 55.

Se regula en los artículos 54 y 55 del TRLET.

Supone la resolución unilateral del contrato de trabajo por decisión del empresario fundada en un
incumplimiento del trabajador.

1. Causas (artículo 54.2).

Según el artículo 54.2, son2:

1) «Las faltas repetidas e injustificadas de asistencia o puntualidad al trabajo.

2) La indisciplina o desobediencia en el trabajo.

3) Las ofensas verbales o físicas al empresario o a las personas que trabajan en la empresa o
a los familiares que convivan con ellos.

4) La transgresión de la buena fe contractual, así como el abuso de confianza en el


desempeño del trabajo.

5) La disminución continuada y voluntaria en el rendimiento de trabajo normal o pactado.

6) La embriaguez habitual o toxicomanía, si repercuten negativamente en el trabajo.


2
La ley enumera esto con letras.
22-3

7) El acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u
orientación sexual y el acoso sexual o por razón de sexo al empresario o a las personas que trabajan en la
empresa».

2. Procedimiento (artículo 55).

El procedimiento para el despido disciplinario se regula en el artículo 55.

Se exigen determinadas exigencias formales, sin las cuales el despido será improcedente.

«El despido deberá ser notificado por escrito al trabajador», en el cual deben «figurar los hechos que
lo motivan y la fecha en que tendrá efectos».

3. Efectos.

El trabajador tiene 20 días hábiles para reclamar contra el despido ante los órganos de la jurisdicción
social (artículo 59.3).

El juez declarará que el despido es procedente, improcedente o nulo (artículo 55.3):

1) Despido procedente:

a) Concepto. «El despido se considerará procedente cuando quede acreditado el


incumplimiento alegado por el empresario en su escrito de comunicación», y siempre que se hayan respetado
los requisitos formales (artículo 55.4 del TRLET).

b) Efectos: el trabajador no tendrá derecho a indemnización ni a salarios de


tramitación (artículo 55.7).

2) Despido improcedente.

a) Concepto. Tiene lugar cuando no haya quedado probado el incumplimiento


alegado por el empresario o no se hayan cumplido los requisitos formales del artículo 55.1.

b) Efectos (artículo 56.1 a 3). Según el artículo 56 (apartados 1 y 2):

1. «… el empresario […] podrá optar entre la readmisión del trabajador o


el abono de una indemnización equivalente a 33 días de salario por año de servicio […], hasta un máximo
de 24 mensualidades3. […].

2. En caso de que se opte por la readmisión, el trabajador tendrá derecho a los


salarios de tramitación. Estos equivaldrán a una cantidad igual a la suma de los salarios dejados de percibir
desde la fecha de despido hasta la notificación de la sentencia que declarase la improcedencia o hasta que
hubiera encontrado otro empleo, si tal colocación fuera anterior a dicha sentencia y se probase por el
empresario lo percibido, para su descuento de los salarios de tramitación».


3
Antes de la reforma de 2012, eran 45 días de salario por año de servicio, con un máximo de 42 mensualidades. Esta fue la famosa reforma laboral de
Rajoy (RD-ley 3/2012, de 10 de febrero).
22-4

3) Despido nulo (artículo 55.5 y 6).

a) Concepto. Según ÁLVAREZ DE LA ROSA, el despido nulo se creó por el TC y la


doctrina en los años ochenta, en virtud del cual, si el móvil del despido era una causa de discriminación o
vulneraba un derecho fundamental, el empresario estaba obligado a readmitir al trabajador, sin posibilidad de
elegir entre la readmisión o la indemnización. Luego fue introducido en la LET4.

Según el artículo 55.5 del TR de 2015:

«Será nulo el despido que tenga por móvil alguna de las causas de
discriminación prohibidas en la Constitución o en la ley, o bien se produzca con violación de derechos
fundamentales y libertades públicas del trabajador.

Será también nulo el despido en los siguientes supuestos [estos apartados


fueron modificados por el RD-ley 6/2019, de 1 de marzo]:

a) El de las personas trabajadoras durante los periodos de


suspensión del contrato de trabajo por nacimiento, adopción, guarda con fines de adopción, acogimiento,
riesgo durante el embarazo o riesgo durante la lactancia natural […], o por enfermedades causadas por [el]
embarazo, parto o lactancia natural, o el notificado en una fecha tal que el plazo de preaviso concedido finalice
dentro de dichos periodos.

b) El de las trabajadoras embarazadas, desde la fecha de inicio del


embarazo hasta el comienzo del periodo de suspensión» por riesgo durante el embarazo o, una vez nazca el
hijo, por el nacimiento; «el de las personas trabajadoras que hayan solicitado uno de los permisos a los que se
refiere el artículo 37.4, 5 y 6, o estén disfrutando de ellos [por lactancia, nacimiento de hijos prematuros o
guarda legal], o hayan solicitado o estén disfrutando la excedencia prevista en el artículo 46.3 [para el cuidado
de hijos o familiares]; y el de las trabajadoras víctimas de violencia de género, por el ejercicio de su derecho
a la tutela judicial efectiva o de los derechos reconocidos en esta ley para hacer efectiva su protección o su
derecho a la asistencia social integral.

c) El de las personas trabajadoras después de haberse reintegrado


al trabajo al finalizar los periodos de suspensión del contrato por nacimiento, adopción, guarda con fines
de adopción o acogimiento […], siempre que no hubieran transcurrido más de 12 meses desde la fecha del
nacimiento, la adopción, la guarda con fines de adopción o el acogimiento.

[…]».

b) Efecto. «El despido nulo tendrá el efecto de la readmisión inmediata del


trabajador, con abono de los salarios dejados de percibir» (artículo 55.6).

3. DESPIDO COLECTIVO.
Art. 51.

Se regula en el artículo 51.


4
La LET, a secas, porque el TR apareció en 1995.
22-5

I. Despido colectivo por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción (artículo 51.1 a 10).

1. Concepto.

Según el artículo 51.1:

«… se entenderá por despido colectivo la extinción de contratos de trabajo fundada en causas


económicas, técnicas, organizativas o de producción cuando, en un periodo de 90 días, la extinción afecte
al menos a:

a) 10 trabajadores, en las empresas que ocupen menos de 100 trabajadores.

b) El 10 % del número de trabajadores de la empresa, en aquellas que ocupen entre


100 y 300 trabajadores.

c) 30 trabajadores, en las empresas que ocupen más de 300 trabajadores5».

Luego define qué se entiende por tales causas:

— «Se entiende que concurren causas económicas cuando de los resultados de la


empresa se desprenda una situación económica negativa, en casos tales como la existencia de pérdidas actuales
o previstas o la disminución persistente de su nivel de ingresos ordinarios o ventas. […].

— Se entiende que concurren causas técnicas cuando se produzcan cambios, entre


otros, en el ámbito de los medios o instrumentos de producción.

— Causas organizativas cuando se produzcan cambios, entre otros, en el ámbito de


los sistemas y métodos de trabajo del personal o en el modo de organizar la producción.

— Y causas productivas cuando se produzcan cambios, entre otros, en la demanda


de los productos o servicios que la empresa pretende colocar en el mercado6.

Se entenderá igualmente como despido colectivo la extinción de los contratos de trabajo que
afecte a la totalidad de la plantilla de la empresa, siempre que el número de trabajadores afectados sea
superior a 5, cuando aquel se produzca como consecuencia de la cesación total de su actividad empresarial
fundada en las mismas causas anteriormente señaladas. / […]»7.

2. Procedimiento y periodo de consultas.

«El despido colectivo deberá ir precedido de un periodo de consultas con los representantes legales
de los trabajadores…», que «deberá versar, como mínimo, sobre las posibilidades de evitar o reducir los
despidos colectivos y de atenuar sus consecuencias […]. / […]8. / Transcurrido el periodo de consultas», si no


5
Siempre es el 10 % de la plantilla como mínimo. Salvo variaciones menores, hay varios artículos así en el TRLET que dicen lo mismo (aunque lo que
está en las letras «a», «b» y «c» es igual en todos, en lo demás no son todos exactamente iguales, porque sí que cambian en alguna cosa).
6
Estos tres párrafos están en uno solo en la ley, separados por punto y coma.
7
Los despidos individuales realizados sucesivamente en un periodo de 90 días, con la finalidad de burlar los requisitos del despido colectivo, se
considerarán ejecutados en fraude de ley y se declararán nulos y sin efecto.
8
En realidad, hay diez párrafos que faltan aquí (y el cuarto va seguido de 7 subapartados, enumerados con letras), pues se está saltando directamente
del primer párrafo a los dos últimos, que aquí se han empaquetado en uno.
22-6

hubo acuerdo, el empresario «remitirá a los representantes de los trabajadores y a la autoridad laboral», dentro
de los 15 días siguientes, su decisión de despido y sus condiciones (artículo 51.2).

II. Despido colectivo fundado en fuerza mayor (artículo 51.7).

Se regula en el artículo 51.7:

«La existencia de fuerza mayor, como causa motivadora de la extinción de los contratos de
trabajo, deberá ser constatada por la autoridad laboral, cualquiera que sea el número de los trabajadores
afectados, previo [un] procedimiento tramitado conforme a lo dispuesto en este apartado y en sus disposiciones
de desarrollo reglamentario.

El procedimiento se iniciará mediante solicitud de la empresa, acompañada de los medios de


prueba que estime necesarios, y simultánea comunicación a los representantes legales de los trabajadores,
quienes ostentarán la condición de parte interesada en la totalidad de la tramitación del procedimiento.

La resolución de la autoridad laboral se dictará, previas las actuaciones e informes


indispensables, en el plazo de 5 días desde la solicitud, y deberá limitarse, en su caso, a constatar la existencia
de la fuerza mayor alegada por la empresa», en cuyo caso corresponderá a la empresa «la decisión sobre la
extinción de los contratos […].

[…]».

4. EXTINCIÓN POR CAUSAS OBJETIVAS.


Arts. 52 y 53.

Se regula en los artículos 52 y 53.

I. Causas (artículo 52).

Según el artículo 52: «El contrato podrá extinguirse:

a) [Ineptitud]. Por ineptitud del trabajador conocida o sobrevenida con posterioridad a su


colocación efectiva en la empresa. […].

b) [Falta de adaptación del trabajador]. Por falta de adaptación del trabajador a las
modificaciones técnicas operadas en su puesto de trabajo, cuando dichos cambios sean razonables.
Previamente, el empresario deberá ofrecer al trabajador un curso dirigido a facilitar la adaptación a las
modificaciones operadas. […]. La extinción no podrá ser acordada […] hasta que hayan transcurrido como
mínimo 2 meses desde que se introdujo la modificación o desde que finalizó la formación dirigida a la
adaptación.

c) [Despido individual por causas económicas, etc.]. Cuando» concurran causas


económicas, técnicas, organizativas o de producción del artículo 51, pero el número de trabajadores afectado
sea inferior al que justifica un despido colectivo. […].
22-7

d) [Faltas de asistencia JUSTIFICADAS]. «Por faltas de asistencia al trabajo, aun


justificadas, pero intermitentes, que alcancen el 20 % de las jornadas hábiles en 2 meses consecutivos, siempre
que el total de faltas de asistencia en los 12 meses anteriores alcance el 5 % de las jornadas hábiles; o el 25 %
en 4 meses discontinuos, dentro de un periodo de 12 meses.

No se computarán como faltas de asistencia […] las ausencias debidas a huelga legal […], el
ejercicio de actividades de representación legal de los trabajadores, accidente de trabajo, maternidad, riesgo
durante el embarazo y la lactancia, enfermedades causadas por embarazo, parto o lactancia, paternidad,
licencias y vacaciones, enfermedad o accidente no laboral […] y tenga una duración de más de 20 días
consecutivos, ni las motivadas por la situación física o psicológica derivada de violencia de
género […]. / Tampoco se computarán las ausencias que obedezcan a un tratamiento médico de cáncer o
enfermedad grave».

e) Insuficiencia de consignación presupuestaria pública para el mantenimiento de


contratos por tiempo indefinido concertados por entidades sin ánimo de lucro para la ejecución de planes
y programas públicos, siempre que no cuenten con una dotación económica estable y se financien mediante
consignaciones presupuestarias o extrapresupuestarias anuales.

II. Forma y efectos de la extinción por causas objetivas (artículo 53).

Según el artículo 53:

1. [Requisitos]. El despido objetivo exige los siguientes requisitos:

a) «Comunicación escrita al trabajador», en la que se exprese «la causa.

b) Poner» simultáneamente «a disposición del trabajador […] la indemnización de


20 días [de salario] por año de servicio, […] con un máximo de 12 mensualidades. […].

c) Concesión de un plazo de preaviso de 15 días […].

2. […].

3. [Recurso]. Contra la decisión extintiva podrá recurrir como si se tratase de [un] despido
disciplinario».

4. [Calificación]. El despido se calificará como procedente, improcedente y nulo, en los


mismos términos y con los mismos efectos que en el despido disciplinario. / […].

5. […].
22-8

5. EXTINCIÓN POR VOLUNTAD DEL TRABAJADOR: MENOSCABO DE


LA DIGNIDAD DEL TRABAJADOR, ACOSO SEXUAL Y POR RAZÓN DE
SEXO.

I. Extinción por voluntad del trabajador.

El contrato de trabajo puede extinguirse por mera voluntad del trabajador, pero se distingue según que
exista o no una causa justificada.

1. Sin causa justificada (dimisión).

Se denomina dimisión, y el artículo 49.d exige el preaviso que exijan los convenios colectivos o la
costumbre del lugar. El trabajador no tiene derecho a ninguna indemnización, aunque el empresario sí tendrá
derecho a ella cuando exista un pacto de permanencia en la empresa (artículo 21.4).

2. Con causa justificada (artículo 50).

Según el artículo 50.1: «Serán causas justas para que el trabajador pueda solicitar la extinción del
contrato:

a) Las modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo llevadas a cabo sin


respetar lo previsto en el artículo 41 y que redunden en menoscabo de la dignidad del trabajador.

b) La falta de pago o [los] retrasos continuados en el abono del salario pactado.

c) Cualquier otro incumplimiento grave de sus obligaciones por parte del empresario, salvo
los supuestos de fuerza mayor, así como la negativa del mismo a reintegrar al trabajador en sus anteriores
condiciones de trabajo en los supuestos previstos en los artículos 40 y 41 [movilidad geográfica y modificación
sustancial de las condiciones de trabajo], cuando una sentencia judicial haya declarado los mismos
injustificados».

En estos tres casos, el trabajador tiene derecho a la indemnización prevista para el despido
improcedente (artículo 50.2).

d) Además, también cabe por decisión de la trabajadora que se vea obligada a abandonar
definitivamente su puesto de trabajo como consecuencia de ser víctima de la violencia de género (aunque la
ley no le otorga el derecho a una indemnización) (artículo 49.1.m).

II. Menoscabo de la dignidad del trabajador, acoso sexual y por razón de sexo.

Entre las obligaciones del empresario se encuentra la de respetar la dignidad del trabajador, que es
uno de los derechos básicos de los trabajadores (artículo 4.2.e). Siendo ello así, su vulneración por el
empresario puede fundar la extinción del contrato por voluntad del trabajador (artículo 50.1.c), además de
poder constituir una infracción administrativa.
22-9

Las formas de atentado a la dignidad del trabajador pueden ser muy variadas: negarle una ocupación
efectiva, atentar contra su intimidad o modificar sustancialmente las condiciones de trabajo en manifiesto
perjuicio de la formación profesional.

Se incluyen los supuestos de acoso en el trabajo, que consiste en «toda conducta no deseada
relacionada con el origen racial o étnico, la religión o convicciones, la discapacidad, la edad o la orientación
sexual de una persona, que tenga como objetivo o consecuencia atentar contra su dignidad y crear un entorno
intimidatorio, humillante u ofensivo» (artículo 28.1.d de la Ley 62/2003, de 30 de diciembre).

Unas formas específicas de acoso son el acoso sexual y el acoso por razón de sexo. El TRLET dice
que los trabajadores tienen derecho a la protección frente al acoso sexual y el acoso por razón de sexo
(artículo 4.2.e). Ambos son definidos en el artículo 7 de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la
igualdad efectiva de mujeres y hombres:

a) Acoso sexual. «… constituye acoso sexual cualquier comportamiento, verbal o físico, de


naturaleza sexual, que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en
particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo» (artículo 7.1). La conducta puede
llegar a constituir un delito de acoso sexual en el trabajo, tipificado en el artículo 184 del CP.

b) Acoso por razón de sexo. «Constituye acoso por razón de sexo cualquier comportamiento
realizado en función del sexo de una persona con el propósito o el efecto de atentar contra su dignidad y de
crear un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo» (artículo 7.2).

Además, la Ley Orgánica 3/2007 establece:

1.ª En los procesos sobre acoso sexual y acoso por razón de sexo solo estará legitimada la
persona acosada (artículo 12.3).

2.ª En los procesos en que la parte actora alegue la discriminación por razón de sexo,
corresponderá a la persona demandada probar la ausencia de discriminación en las medidas adoptadas
y su proporcionalidad (artículo 13.1).
23-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 23
Fecha: 24 abril 2019.
2918 palabras – 12:58.

Sumario:

1. Los sindicatos.
2. Derecho de libertad sindical.
3. La mayor representatividad sindical.
4. Tutela de la libertad sindical.
5. La representación de los trabajadores en la empresa.
6. Comité de empresa y delegados de personal.
7. Secciones y delegados sindicales.

1. LOS SINDICATOS.
Art. 7 CE.

El artículo 7 de la Constitución dice: «Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales


contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación
y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y
funcionamiento deberán ser democráticos».

2. DERECHO DE LIBERTAD SINDICAL.


Art. 28.1 CE + LO 11/1995, 2 agosto, LOLS.

I. Concepto y reconocimiento constitucional.

El artículo 28.1 de la CE reconoce la libertad sindical como un derecho fundamental, y dice: «Todos
tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las
fuerzas o institutos armados o a los demás cuerpos sometidos a disciplina militar, y regulará las peculiaridades
de su ejercicio para los funcionarios públicos. La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y
a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar
organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un
sindicato».

Se regula en la Ley Orgánica 11/1985, de 2 de agosto, de Libertad Sindical.


23-2

II. Titulares del derecho a la libertad sindical:

a) Tienen este derecho: los trabajadores por cuenta ajena y los funcionarios (se lo reconoce el
artículo 15.a del TRLEBEP de 2015). Los miembros de los institutos armados de naturaleza civil lo tienen,
pero con las peculiaridades que prevé la LOFCS de 1986.

b) NO tienen este derecho: los jueces, magistrados y fiscales en activo (lo establece el artículo 127
de la CE, si bien les reconoce el derecho a fundar asociaciones que defiendan sus intereses), ni los miembros
de las FF. AA. e institutos armados de carácter militar (según el artículo 1 de la LOLS, en aplicación del 28.1
de la CE).

III. Contenido de la libertad sindical (artículo 2).

Se concreta en el artículo 2 de la LOLS, que permite distinguir una doble perspectiva:

1) Derechos de libertad sindical individual (artículo 2.1). Son los que corresponden a los
trabajadores individualmente considerados. Según el artículo 2.1, son:

a) «El derecho a fundar sindicatos sin autorización previa, así como el derecho a
suspenderlos o a extinguirlos, por procedimientos democráticos.

b) El derecho del trabajador a afiliarse al sindicato de su elección, con la sola


condición de observar los estatutos del mismo, o a separarse del que estuviese afiliado»; nadie podrá «ser
obligado a afiliarse a un sindicato.

c) El derecho de los afiliados a elegir libremente a sus representantes dentro de cada


sindicato.

d) El derecho a la actividad sindical».

2) Derechos de libertad sindical colectiva (artículo 2.2). Son los que corresponden a los
sindicatos. Según el artículo 2.2, las organizaciones sindicales tienen los siguientes derechos:

a) El de autoorganización, que incluye: «Redactar sus estatutos y reglamento,


organizar su administración interna y sus actividades y formular su programa de acción.

b) Constituir federaciones, confederaciones y organizaciones internacionales, así


como afiliarse a ellas y retirarse de las mismas.

c) No ser suspendidas ni disueltas sino mediante resolución firme de la autoridad


judicial, fundada en [un] incumplimiento grave de las leyes [esta garantía la establece el artículo 22 de la CE
a todas las asociaciones, y los sindicatos son un tipo específico de asociación, aunque estén sometidos a su
propia normativa].

d) El ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella, que comprenderá


en todo caso el derecho a la 1negociación colectiva, al 2ejercicio del derecho de huelga, al 3planteamiento de
conflictos individuales y colectivos y a la 4presentación de candidaturas para la elección de comités de empresa
y delegados de personal y de los correspondientes órganos de las Administraciones públicas…».
23-3

3. LA MAYOR REPRESENTATIVIDAD SINDICAL.


Arts. 6 y 7 LOLS.

Al existir varios sindicatos, cada uno de ellos puede tener una distinta representación. El artículo 6.1
de la LOLS dice: «La mayor representatividad sindical reconocida a determinados sindicatos les confiere una
singular posición jurídica a efectos tanto de participación institucional como de acción sindical».

La ley distingue tres niveles de mayor representatividad sindical: estatal, autonómico y de ámbito
territorial y funcional específico:

I. Sindicatos más representativos a nivel estatal (artículo 6).

Según el artículo 6 (apartados 2 y 3):

2. «Tendrán la consideración de sindicatos más representativos a nivel estatal:

a) Los que acrediten una especial audiencia, expresada en la obtención en dicho


ámbito [estatal] del 10 % o más del total de delegados de personal, de los miembros de los comités de empresa
y de los correspondientes órganos de las Administraciones públicas.

b) Los sindicatos o entes sindicales afiliados, federados o confederados a una


organización sindical de ámbito estatal que tenga la consideración de más representativa de acuerdo con lo»
señalado.

3. Los sindicatos más representativos a nivel estatal «gozarán de capacidad representativa a


todos los niveles territoriales y funcionales para1:

1) Ostentar representación institucional ante las Administraciones públicas […].

2) La negociación colectiva […].

3) Participar como interlocutores en la determinación de las condiciones de


trabajo en las Administraciones públicas […].

4) Participar en los sistemas no jurisdiccionales de solución de conflictos de


trabajo.

5) Promover elecciones para delegados de personal y comités de empresa y órganos


correspondientes de las Administraciones públicas.

6) Obtener cesiones temporales del uso de inmuebles patrimoniales públicos […].

7) Cualquier otra función representativa que se establezca».

1
La ley enumera esto con letras.
23-4

II. Sindicatos más representativos a nivel de comunidad autónoma (artículo 7.1).

Según el artículo 7.1, sus requisitos son similares a los de nivel estatal, solo que se exige el 15 % de
los delegados de personal, miembros de los comités de empresa o de los órganos de las Administraciones
públicas, y tener 1500 representantes, además de no estar federados a un sindicato de ámbito estatal2.

Tienen capacidad representativa para ejercer en la comunidad autónoma las funciones anteriormente
mencionadas para los sindicatos de ámbito estatal más representativos, «así como la capacidad para ostentar
representación institucional ante las Administraciones públicas» estatales (artículo 7.1.II).

III. Sindicatos más representativos en un ámbito territorial y funcional específico (artículo 7.2).

Y según el artículo 7.2: «Las organizaciones sindicales que, aun no teniendo la consideración de más
representativas, hayan obtenido, en un ámbito territorial y funcional específico, el 10 % o más de delegados
de personal y miembros de comité de empresa y de los correspondientes órganos de las Administraciones
públicas, estarán legitimadas para ejercitar, en dicho ámbito funcional y territorial, las funciones y facultades»
mencionadas en el artículo 6.3, salvo la de ostentar la representación institucional ante las Administraciones
públicas (letra «a») y la de obtener la cesión temporal del uso de inmuebles patrimoniales públicos (letra «f»).

4. TUTELA DE LA LIBERTAD SINDICAL.

I. Las conductas antisindicales y mecanismos de tutela.

Las decisiones y omisiones contrarias a la libertad sindical pueden provenir del empresario, asociación
patronal, Administraciones públicas o cualquier otra persona, entidad o corporación pública o privada
(artículo 13.1 de la LOLS):

1) Infracción procedente de los poderes públicos:

a) Si es por un acto con fuerza de ley del Poder Legislativo, cabrán el recurso de
inconstitucionalidad o la cuestión de inconstitucionalidad ante el TC (artículos 161.1.a y 163 de la CE).

b) Si procede de la Administración pública, originará la nulidad de los preceptos


reglamentarios o del acto administrativo de que se trate (artículo 47 de la LPAC), lo que se puede atacar ante
el orden contencioso-administrativo, o, en el caso del acto administrativo, también en la vía administrativa3.

c) Si la violación del derecho de libertad sindical es achacable a órganos judiciales,


al Poder Legislativo en el ejercicio de actuaciones sin fuerza de ley, o actos administrativos o disposiciones
reglamentarias, cabe el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, si bien en los actos administrativos
y judiciales debe agotarse primero toda la vía judicial.

2) Infracción procedente de un empresario u organización patronal:

a) Discriminación (artículo 12 de la LOLS). La LOLS declara nulas las decisiones


del empresario, «sean favorables o adversas, por razón de la adhesión o no a un sindicato, a sus acuerdos o al

2
No estar federados a un sindicato de ámbito estatal, sin más; la ley no dice que ese sindicato estatal tiene que tener la condición de más representativo
a nivel del Estado.
3
Los reglamentos no pueden ser recurridos en la vía administrativa; solo judicial.
23-5

ejercicio en general de actividades sindicales» (artículo 12). Estas conductas pueden ser incluso constitutivas
de delito (artículo 314 del CP).

b) Sindicatos amarillos (artículo 13 de la LOLS). La LOLS prohíbe los sindicatos


amarillos, ya que dice que «serán consideradas lesiones a la libertad sindical los actos de injerencia consistentes
en fomentar la constitución de sindicatos dominados o controlados por un empleador o una asociación
empresarial, o en sostener económicamente o en otra forma sindicatos con el mismo propósito de control»
(artículo 13.II).

c) Despido nulo (artículos 53 y 55 del TRLET). El TRLET declara nulos los


despidos disciplinarios y la extinción del contrato por causas objetivas que se realicen con violación de
derechos fundamentales del trabajador (entre ellos el de libertad sindical), que ocasionan la obligación de
readmitirlo (artículos 53 y 55).

3) Infracciones administrativas y penales:

— El TR de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social, aprobado por


el RDL 5/2000, de 4 de agosto, tipifica varias conductas que atentan contra la libertad sindical.

— Y el CP tipifica el delito de limitar el ejercicio de la libertad sindical, mediante


engaño o abuso de una situación de necesidad, o mediante coacciones, ya lo cometan los particulares, ya los
empresarios (artículo 315).

II. Procedimientos para la tutela del derecho de libertad sindical.

ÁLVAREZ DE LA ROSA distingue los siguientes procedimientos para la tutela de la libertad sindical:

1) En el plano internacional: puede realizarse:

a) Ante la Organización Internacional del Trabajo, que dispone de dos organismos


competentes para el examen y tratamiento de las quejas en materia de libertad sindical, cuales son el Comité
de Libertad Sindical y la Comisión de Investigación y Conciliación.

b) Ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

2) En el plano interno: puede realizarse:

a) Por el procedimiento laboral ordinario.

b) Por el procedimiento especial preferente y sumario para la tutela de derechos


fundamentales, regulado en los artículos 177 y siguientes de la LJS, en cumplimiento de lo previsto en el
artículo 53 de la CE.

c) Por el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Ahora bien, el recurso


de amparo, según el artículo 41.2 de la LOTC, no cabe frente a violaciones de derechos fundamentales que
provengan de particulares, sino solo de los poderes públicos; pero puede llegar al TC si se recurre judicialmente
y no se ha protegido el derecho.
23-6

5. LA REPRESENTACIÓN DE LOS TRABAJADORES EN LA EMPRESA.


T2 TRLET – Arts. 61-81.

Se regula en el título II del TRLET (artículos 61 a 81).

«De conformidad con lo dispuesto en el artículo 4 [que regula los derechos de los trabajadores, entre
los cuales figura el de participación en la empresa], y sin perjuicio de otras formas de participación, los
trabajadores tienen derecho a participar en la empresa a través de los órganos de representación regulados en
este título» (artículo 61), que son los delegados de personal y los comités de empresa, que son
respectivamente órganos unipersonales y colegiados.

6. COMITÉ DE EMPRESA Y DELEGADOS DE PERSONAL.

I. Concepto.

1. El comité de empresa (artículo 63).

Según el artículo 63:

1. «El comité de empresa es el órgano representativo y colegiado del conjunto de los


trabajadores en la empresa o centro de trabajo para la defensa de sus intereses». Se constituirá «en cada centro
de trabajo […] de 50 o más trabajadores».

2. Se podrá constituir un comité de empresa conjunto para los centros de trabajo de una
misma empresa en municipios limítrofes o de la misma provincia que, aunque individualmente no alcancen
los 50 trabajadores, sí los alcancen en conjunto.

3. El convenio colectivo puede constituir un comité intercentros, que tendrá las funciones
que les conceda el convenio.

2. Delegados de personal (artículo 62).

Según el artículo 62:

1. Deben existir obligatoriamente en las empresas o centros de trabajo con más de 10 y menos
de 50 trabajadores. Los trabajadores pueden decidir su nombramiento en empresas o centros de entre 6 y
10 trabajadores.

2. «Los delegados de personal ejercerán mancomunadamente ante el empresario la


representación para la que fueron elegidos y tendrán las mismas competencias establecidas para los comités
de empresa. / […]».
23-7

II. Competencias del comité de empresa y de los delegados de personal (artículo 64).

Se establecen en el artículo 64. Las más importantes son las siguientes:

1.ª Recibir información:

— Trimestralmente, sobre la situación económica de la empresa y el sector económico


al que pertenece, así como sobre el empleo en la empresa (artículo 64.2 y 5).

— «También tendrá derecho a recibir información, al menos anualmente, relativa a la


aplicación en la empresa del derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres…»
(artículo 64.3).

2.ª Recibir la copia básica de los contratos que deben constar por escrito según el artículo 8
(artículo 8.2) y la notificación de las prórrogas y de las denuncias correspondientes a ellos (artículo 64.4,
último párrafo).

3.ª «Conocer el balance, la cuenta de resultados, la memoria y, en el caso de que la empresa


revista la forma de sociedad por acciones o participaciones, los demás documentos que se den a conocer a los
socios, y en las mismas condiciones que a estos» (artículo 64.4.a).

4.ª Emitir un informe previo a la ejecución por el empresario de las decisiones adoptadas por
este sobre las cuestiones más relevantes para los trabajadores (por ejemplo, reestructuración de plantillas,
reducciones de jornada, etc.).

5.ª «Colaborar con la dirección de la empresa para conseguir el establecimiento de cuantas


medidas procuren el mantenimiento y el incremento de la productividad, así como la sostenibilidad
ambiental de la empresa, si así está pactado en los convenios colectivos» (artículo 64.7.c).

6.ª «Colaborar con la dirección de la empresa en el establecimiento y puesta en marcha de


medidas de conciliación» (artículo 64.7.d).

7.ª «Informar a sus representados en todos los temas y cuestiones señalados en este artículo
en cuanto […] puedan tener repercusión en las relaciones laborales» (artículo 64.7.e).

III. Garantías (artículo 68).

Según el artículo 68: «Los miembros del comité de empresa y los delegados de personal […] tendrán,
a salvo de lo que se disponga en los convenios colectivos, las siguientes garantías:

a) Apertura de expediente contradictorio en el supuesto de sanciones por faltas graves o muy


graves, en el que serán oídos, aparte del interesado, el comité de empresa o restantes delegados de personal.

b) Prioridad de permanencia en la empresa o centro de trabajo respecto de los demás


trabajadores, en los supuestos de suspensión o extinción por causas tecnológicas o económicas.

c) No ser despedido ni sancionado durante el ejercicio de sus funciones ni dentro del año
siguiente a la expiración de su mandato, salvo» que expire «por revocación o dimisión […], sin perjuicio […]
de lo establecido en el artículo 54 [sobre el despido disciplinario, si bien en tal caso ha de tramitarse el
expediente contradictorio antes mencionado —artículo 55.1.III—]. / […].

d) Expresar, colegiadamente si se trata del comité, con libertad sus opiniones» y realizar
publicaciones de interés laboral o social.
23-8

e) «Disponer de un crédito de horas mensuales retribuidas cada uno de los miembros del
comité o delegado de personal en cada centro de trabajo, para el ejercicio de sus funciones de representación»,
en función del número de trabajadores.

7. SECCIONES Y DELEGADOS SINDICALES.


LO 11/1985, 2 agosto, LOLS.

Se regulan en la en la LOLS.

I. Secciones sindicales (artículo 8).

1) Concepto. Según PALOMEQUE LÓPEZ, las secciones sindicales son órganos sindicales que agrupan
a los trabajadores de la empresa afiliados a un determinado sindicato.

2) Derecho. La LOLS consagra el derecho a constituir secciones sindicales, de conformidad con lo


establecido en los estatutos del sindicato (artículo 8.1.a).

3) Funciones (artículo 8). Su función es representar y defender los intereses de los afiliados al
sindicato ante la empresa. La LOLS se limita a señalar las de las secciones sindicales de los sindicatos más
representativos y de los que tengan representación en los comités de empresa o cuenten con delegados de
personal (artículo 8.2):

1.ª Disponer de un tablón de anuncios en el centro de trabajo para la difusión de aquellos


avisos que puedan interesar a los afiliados al sindicato y a los trabajadores en general.

2.ª Utilizar un local adecuado en el que puedan desarrollar sus actividades en aquellas
empresas o centros de trabajo con más de 250 trabajadores.

3.ª Negociación colectiva, tal y como también les reconoce el artículo 87.1 del TRLET, si
bien solo para los convenios de empresa y de ámbito inferior.

II. Delegados sindicales (artículo 10).

1) Concepto. Son representantes de las secciones sindicales.

2) Designación. Se eligen por y entre los afiliados al sindicato en la empresa o centro de trabajo,
cuando ocupe más de 250 trabajadores y siempre que la sección sindical sea de un sindicato con presencia en
el comité de empresa (artículo 10.1).

3) Estatuto de los delegados sindicales QUE NO FORMAN PARTE DEL COMITÉ DE EMPRESA: en tal
caso, tendrán «las mismas garantías que las establecidas legalmente para los miembros de los comités de
empresa […], así como» los derechos previstos en la LOLS, salvo lo que pudiera disponer el convenio
colectivo, que incluye los de acceder a la información y documentación a la que tiene acceso el comité de
empresa, asistir a las reuniones del comité en materia de seguridad e higiene, si bien no pueden votar, y ser
23-9

oídos por la empresa antes de adoptar medidas colectivas que afecten a los trabajadores en general o a los
afiliados a su sindicato (artículo 10.3).
24-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 24
Fecha: 5 enero 2017.
3000 palabras – 13:20.

Sumario:

1. Conflictos colectivos: formalización y resolución.


2. El derecho de huelga.
3. El cierre empresarial.
4. Otras formas de conflicto colectivo.

1. CONFLICTOS COLECTIVOS: FORMALIZACIÓN Y RESOLUCIÓN.


Art. 37.2 CE + T2 DLRT – Arts. 17-26.

I. Conflictos colectivos: concepto y clases.

El artículo 37.2 de la CE dice: «Se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar
medidas de conflicto colectivo. La ley que regule el ejercicio de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones
que pueda establecer, incluirá las garantías precisas para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales
de la comunidad».

1. Concepto de conflicto colectivo.

Según ALONSO OLEA, el conflicto colectivo es toda discusión o controversia manifestada entre uno o
varios empresarios con una pluralidad de trabajadores en cuanto a las condiciones de trabajo.

Se regulan en el Real Decreto-ley 17/1977, de 4 de marzo, sobre relaciones de trabajo, junto con
la huelga y el cierre patronal, con la depuración que hizo la STC 11/1981, de 8 de abril.

2. Clases de conflictos colectivos:

a) Por la motivación: los conflictos pueden ser laborales (si versan sobre cuestiones relativas
a la relación de trabajo) o políticos (si se plantean, como dice el artículo 11.a del DLRT, con cualquier otra
finalidad ajena al interés profesional de los trabajadores afectados).

b) Por el objeto: los conflictos pueden ser jurídicos (cuando se plantean por discrepancias
relativas a la interpretación de una norma [artículo 25.a del DLRT]) o económicos, también llamados de
intereses (si se plantean para crear o modificar una norma).
24-2

II. Formalización y resolución.

Los conflictos colectivos se regulan en el título II del DLRT (artículos 17 a 26).

1. Iniciación.

a) Legitimación. Según el artículo 18.1, podrán instar la iniciación del conflicto colectivo:

i) «Los representantes de los trabajadores en el ámbito correspondiente al conflicto,


por iniciativa propia o a instancia de sus representados», lo que incluye a los delegados de personal y comités
de empresa; pero también están legitimados los sindicatos (según el artículo 2.2.d de la LOLS).

ii) «Los empresarios o sus representantes legales, según el ámbito del conflicto».

b) Formalización. El conflicto debe formalizarse ante las direcciones provinciales del


Ministerio de Trabajo o la Dirección General de Trabajo u órgano correspondiente de la comunidad autónoma
(si ha asumido competencias en la materia), según el ámbito del conflicto (artículo 19, reinterpretado).

«El planteamiento de conflicto colectivo de trabajo se formalizará por escrito, firmado y


fechado, en el que consten [el] nombre, apellidos, domicilio y carácter de las personas que lo plantean y
determinación de los trabajadores y empresarios afectados; hechos sobre los que verse el conflicto; peticiones
concretas que se formulen; así como los demás datos que procedan» (artículo 21).

2. Tramitación (artículos 23 y 24).

La autoridad laboral, dentro de las 24 horas siguientes a la presentación del escrito, remitirá una copia
a la otra parte, y las convocará a una comparecencia (artículo 23).

En tal comparecencia, la autoridad laboral intentará la avenencia entre las partes, y, si se logra, lo
acordado tendrá la misma eficacia que lo pactado en un convenio colectivo. También pueden las partes
designar uno o varios árbitros, cuyo laudo tendrá la misma eficacia que si hubiera habido un acuerdo entre
ellas (artículo 24).

3. Desacuerdo (artículo 25).

Si las partes no llegan a un acuerdo ni designan un árbitro, debe distinguirse (artículo 25):

a) Si se trata de un conflicto jurídico, intentada sin efecto la conciliación, la autoridad laboral


remitirá las actuaciones, con su informe, al juzgado de lo social, quien resolverá el conflicto.

b) Si se trata de un conflicto económico o de intereses (es decir, para modificar las


condiciones de trabajo), el DLRT disponía que la autoridad laboral debía dictar un laudo de obligado
cumplimiento. Pero el TC lo declaró inconstitucional. En consecuencia, la solución será la que pacten las
partes, y, si no pactan ninguna, el conflicto quedará sin resolverse.
24-3

2. EL DERECHO DE HUELGA.
Art. 28.2 CE + C1 T1 DLRT – Arts. 1-11.

I. Concepto.

La huelga es una medida de conflicto colectivo, pero la Constitución la prevé de forma autónoma,
como un derecho fundamental (mientras que el derecho a adoptar medidas de conflicto colectivo es un mero
derecho constitucional), y dice: «Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus
intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el
mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad» (artículo 28.2).

ALONSO OLEA la define como la suspensión colectiva y concertada de la prestación de trabajo por
iniciativa de los trabajadores.

Se rige por el capítulo I del título I del DLRT (artículos 1 a 11), con la depuración hecha por la
STC 11/1981.

El derecho de huelga es indisponible: «Son nulos los pactos establecidos en contratos individuales de
trabajo que contengan la renuncia o cualquier otra restricción del derecho de huelga» (artículo 2 del DLRT),
aunque en la negociación colectiva se puede pactar la renuncia al ejercicio de la huelga durante la vigencia de
un convenio colectivo (artículo 8.1 del DLRT).

II. Titulares del derecho de huelga.

El artículo 28.2 de la Constitución se refiere a los trabajadores. También se reconoce a los funcionarios
públicos (artículo 15.c del TRLEBEP, aprobado por el RDL 5/2015, de 30 de octubre). El TC dijo en la
STC 11/1981 que la mención a los trabajadores excluye otro tipo de personas, como son pequeños
empresarios, trabajadores autónomos y otros similares.

III. Límites del derecho de huelga.

El TC reconoció que la huelga podía estar limitada, como cualquier otro derecho. Cabe distinguir dos
límites:

1) Mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad. Según la Constitución, la


ley que regule el derecho de huelga establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los
servicios esenciales de la comunidad (artículo 28.2).

Según el DLRT: «Cuando la huelga se declare en empresas encargadas de la prestación de


cualquier género de servicios públicos o de reconocida e inaplazable necesidad, y concurran circunstancias de
especial gravedad, la autoridad gubernativa podrá acordar las medidas necesarias para asegurar el
funcionamiento de los servicios. El Gobierno, asimismo, podrá adoptar a tales fines las medidas de
intervención adecuadas» (artículo 10.II).
24-4

El Tribunal Constitucional ha declarado:

a) Para que un servicio sea esencial, deben ser esenciales los bienes e intereses
satisfechos, entendiendo por tales los derechos fundamentales, las libertades públicas y los bienes
constitucionalmente protegidos.

b) El término mantenimiento del artículo 28.2 de la Constitución excluye aquellas


garantías que pretendan un funcionamiento normal; solo implica una cobertura mínima, pero sin alcanzar el
nivel de rendimiento habitual.

2) Estados de excepción y sitio. Si la situación fuera crítica, la Constitución permite


suspender el derecho de huelga (entre otros) cuando se acuerde la declaración del estado de excepción o de
sitio (artículo 55.1). Tales estados se regulan en la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio.

IV. Efectos de la huelga.

Los efectos de la huelga son distintos según se trate de una huelga legal (que es la que se ajusta a los
requisitos previstos por el ordenamiento) o ilegal (es decir, que no se ajuste a tales requisitos).

1) Huelga legal. La huelga legal es una causa de mera suspensión del contrato de trabajo
(artículo 45.1.l del TRLET), y durante la huelga se produce, por tanto, la interrupción de las prestaciones
recíprocas de trabajo, de forma que ni el trabajador trabaja ni el empresario paga el salario (artículo 6.2 del
DLRT). Durante la huelga, se suspenderá la obligación de cotización a la SS por parte del empresario y del
propio trabajador (artículos 166.7 y 144.5 del TRLGSS, aprobado por el RDL 8/2015, de 30 de octubre).

2) Huelga ilegal. La huelga ilegal constituye un incumplimiento del contrato por parte del
trabajador huelguista, que, de ser grave y culpable (artículo 54.1 del TRLET), es una causa de despido
disciplinario (artículo 54.2.a).

El artículo 11 del DLRT dice: «La huelga es ilegal:

a) Cuando se inicie o se sostenga por motivos políticos o con cualquier otra


finalidad ajena al interés profesional de los trabajadores afectados.

b) Cuando sea de solidaridad o apoyo, salvo que afecte directamente al interés


profesional de quienes la promuevan o sostengan [el TC declaró inconstitucional y nula la palabra
directamente, pues los trabajadores pueden defender a través de la huelga los intereses que afecten a su
categoría, aunque el asunto que da lugar a la huelga no les afecte directamente].

c) Cuando tenga por objeto alterar, dentro de su periodo de vigencia, lo pactado en


un convenio colectivo o lo establecido por laudo.

d) Cuando se produzca contraviniendo lo dispuesto en el presente real decreto-ley o


lo expresamente pactado en convenio colectivo para la solución de conflictos».
24-5

V. Procedimiento del ejercicio del derecho de huelga.

1) Declaración de la huelga. Según el artículo 3.2 del DLRT, están facultados para la declaración de
la huelga:

a) «Los trabajadores, a través de sus representantes». Según el TC, también pueden


declararla los sindicatos, y el artículo 2.2.d de la LOLS lo reconoce.

b) «Directamente los propios trabajadores del centro de trabajo afectados por el conflicto».

2) Preaviso de la huelga. «El acuerdo de declaración de huelga habrá de ser comunicado al empresario
o empresarios afectados y a la autoridad laboral por los representantes de los trabajadores», con al menos
5 días naturales de antelación a su fecha de iniciación (artículo 3.3), o con 10 días, cuando la huelga afecte a
empresas encargadas de servicios públicos (artículo 4).

3) Constitución del comité de huelga. Declarada y comunicada la huelga, se constituirá el comité de


huelga (artículo 5), cuyas funciones son:

a) «Participar en cuantas actuaciones sindicales, administrativas o judiciales se realicen para


la solución del conflicto» (artículo 5, párrafo 3.º).

b) Garantizar durante la huelga la prestación de los servicios necesarios para la seguridad


de las personas y de las cosas del centro de trabajo (artículo 6.7). El TC dice que esta facultad es compartida
entre el empresario y el comité de huelga (el DLRT decía que era exclusiva del empresario).

4) Desarrollo de la huelga. En el desarrollo de la huelga rigen los siguientes principios (artículo 6):

a) Se respetará la libertad de trabajo de quienes no quisieran sumarse a la huelga


(artículo 6.4).

b) Se prohíbe el esquirolaje por parte del empresario (artículo 6.5) (o sea, que el empresario
contrate nuevos trabajadores para cubrir los puestos de los huelguistas; lo que sí puede hacer es atribuir las
tareas de los huelguistas a otros trabajadores de la empresa o contratar nuevos trabajadores para la cobertura
de los servicios para la seguridad de las personas y cosas [artículo 6.5 y 6.7]).

c) Se admiten los piquetes de huelga, cuya misión es publicitar la huelga, de forma pacífica
(artículo 6.6). Los piquetes coactivos, que usan la coacción para obligar a los trabajadores a que se sumen a la
huelga, son ilegales y constitutivos de delito (artículo 315 del CP).

5) Terminación de la huelga. Sin perjuicio de las formas de terminación de la huelga que puedan
preverse en los convenios colectivos (artículo 8.1 del DLRT), la huelga puede terminar:

a) Por desistimiento de los trabajadores (artículo 8.2).

b) Por acuerdo entre las partes (artículo 8.2). La inspección de trabajo puede mediar para
alcanzar un acuerdo (artículo 9).

c) Por intervención gubernativa, mediante el establecimiento de un arbitraje obligatorio


(artículo 10.1), teniendo en cuenta la duración o las consecuencias de la huelga, las posiciones de las partes y
el perjuicio grave de la economía nacional. El TC declaró que no es inconstitucional esta facultad del Gobierno
siempre que se respete la imparcialidad de los árbitros. En cambio, sí declaró inconstitucional la facultad que
el precepto daba al Gobierno para imponer la reanudación del trabajo durante el arbitraje. La única posibilidad
que tiene el Gobierno para conseguir la reanudación forzosa del trabajo es a través del estado de excepción,
suspendiendo el derecho de huelga.
24-6

3. EL CIERRE EMPRESARIAL.
Art. 37.2 CE + C2 T1 DLRT – Arts. 12-14.

El cierre empresarial o cierre patronal se regula en el capítulo II del título I del DLRT
(artículos 12 a 14). También han de ser interpretados a la luz de la STC 11/1981, de 8 de abril.

Se trata de la clausura temporal del centro de trabajo decidida unilateralmente por el empresario, como
instrumento de presión frente a sus trabajadores, que se ven por ello imposibilitados de llevar a cabo su
actividad laboral (PALOMEQUE LÓPEZ).

Se plantea si cabe acogerlo dentro del derecho a adoptar medidas de conflicto colectivo del
artículo 37.2. Según el TC, el cierre patronal no es inconstitucional si se entiende como el ejercicio de un poder
de policía del empresario dirigido exclusivamente a preservar la integridad de las personas, los bienes y las
instalaciones, y limitado al tiempo necesario para remover tales causas y para asegurar la reanudación de la
actividad.

1. Causas lícitas del cierre patronal (artículo 12.1).

Según el artículo 12.1: «Los empresarios solo podrán proceder al cierre del centro de trabajo en caso
de huelga o cualquier otra modalidad de irregularidad colectiva en el régimen de trabajo, cuando
concurra alguna de las circunstancias que siguen:

a) Existencia de notorio peligro de violencia para las personas o de daños graves para las
cosas.

b) Ocupación ilegal del centro de trabajo […], o peligro cierto de que esta se produzca.

c) Que el volumen de la inasistencia o irregularidades en el trabajo impidan gravemente


el proceso normal de producción».

2. Comunicación a la autoridad laboral (artículo 13.1).

«El empresario que […] procediera al cierre del centro de trabajo deberá ponerlo en conocimiento de
la autoridad laboral en el término de 12 horas» (artículo 13.1)1.

3. Duración (artículo 13.2).

«El cierre de los centros de trabajo se limitará al tiempo indispensable para asegurar la reanudación
de la actividad de la empresa o para la remoción de las causas que lo motivaron» (artículo 13.2).


1
Por tanto, no hay preaviso: el empresario realiza el cierre patronal y después lo comunica a la autoridad laboral.
24-7

4. Reapertura (artículo 14).

«El empresario que hubiera acordado el cierre del centro de trabajo […] y que no lo hubiera reabierto
a iniciativa propia o a instancia de los trabajadores deberá hacerlo» y permitir a su personal «reintegrarse a la
actividad laboral cuando fuera requerido a tales fines por la autoridad laboral, en el plazo que establezca el
propio requerimiento»; en caso contrario, incurrirá en las sanciones pertinentes (artículo 14).

5. Efectos del cierre patronal (artículo 12.2).

Según el artículo 12.2: «El cierre patronal […] producirá respecto al personal afectado los efectos
previstos en los» apartados «1, 2 y 3 del artículo 6»:

a) Suspende el contrato de trabajo.

b) El trabajador no tendrá derecho al salario.

c) Quedará suspendida la obligación de cotización a la SS por parte del empresario y del


trabajador (artículo 144.5 del TRLGSS).

4. OTRAS FORMAS DE CONFLICTO COLECTIVO.

OJEDA AVILÉS señala las siguientes:

I. Otras medidas de conflicto colectivo por parte de los TRABAJADORES.

Aparte de unos instrumentos menores de presión (comunicados a los medios informativos, murales,
conferencias o asambleas informativas), basados todos ellos en los derechos de reunión, expresión y
manifestación, las medidas de conflicto que los trabajadores pueden utilizar son las siguientes:

1.º Piquetes. Pueden ser definidos como aquellas organizaciones que exponen las posiciones
del grupo y cuya misión es la de informar y persuadir a quienes no participan en la decisión colectiva.

Si bien suelen ser concebidos en función de una huelga, pueden existir desligados de ella.

Los piquetes coactivos (que tratan de imponer una decisión) son ilegales y constitutivos de
delito (artículo 315 del Código Penal).

Son lícitos, sin embargo, los piquetes informativos, que están reconocidos en el DLRT a
propósito de la huelga (artículo 6.6).

2.º Boicots. Los boicots de los trabajadores al empresario pueden adoptar muchas formas, pero
todas tienden a dificultar el tráfico mercantil de la empresa (p. ej.: convencer a los trabajadores para que no
soliciten empleo en una empresa determinada o que no adquieran sus mercancías).
24-8

3.º No colaboración contractual. Se trata de cumplir el contrato de trabajo (lo que lo


distingue de la huelga), pero sin cumplir aquellas prestaciones que, más allá del contrato, pero siempre en
interés de la empresa, realizan los trabajadores habitualmente.

4.º Sabotaje. Si el sabotaje se manifiesta en daños en las cosas, incendios o estragos, será
constitutivo de los correspondientes delitos tipificados en el Código Penal.

5.º Ocupación de inmuebles empresariales. Se trata de una actividad distinta de la huelga,


pues puede haber una huelga sin ocupación y una ocupación sin huelga.

Según la STC 11/1981, el artículo 7 del DLRT prohíbe a los trabajadores huelguistas ocupar
los centros de trabajo. Es cierto que el precepto se refiere a los supuestos de huelga con ocupación, pero parece
que, por analogía, debe aplicarse también a los casos de ocupación sin huelga. Sin embargo, OJEDA AVILÉS
considera que no debería ser ilegal la ocupación pacífica de tales inmuebles.

II. Otras medidas de conflicto colectivo por parte de los EMPRESARIOS Y SUS ASOCIACIONES.

La Constitución ampara las medidas de conflicto patronales (artículo 37). Se trata, sin embargo, de
medidas (a excepción de las listas negras y el cierre patronal) que suelen tener su apoyo real o aparente en las
normas que configuran el poder de dirección del empresario. Son las siguientes, entre otras:

1.º Desviación productiva y financiera. La libertad de empresa que reconoce la Constitución


(artículo 38) permite al empresario aumentar la producción en otras empresas que no estén en conflicto o dirigir
sus inversiones a otras naciones o a otras actividades menos conflictivas.

2.º Poder de policía en el establecimiento. Conlleva una serie de facultades empresariales


sobre el buen orden y policía de la empresa.

3.º Imposición de órdenes e instrucciones. El empresario puede imponer órdenes e


instrucciones a los trabajadores, quienes solo a posteriori pueden reclamar contra ellas, salvo cuando la
ilegalidad o el riesgo fueran manifiestos.

4.º Esquirolaje. Como se dijo, el artículo 6 del DLRT lo prohíbe, salvo para los servicios de
seguridad.

5.º Extinción de contratos. El empresario puede dejar que se extingan los contratos
temporales al transcurrir su duración, lo que le da una importante herramienta de presión sobre los trabajadores.
También puede despedir a los trabajadores y pagar la indemnización si el trabajador recurre y el despido se
declara improcedente.
25-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 25
Fecha: 20 abril 2019.
2928 palabras – 13:01.

Sumario:

1. Concepto y principios de la Seguridad Social.


2. La acción protectora: concepto y contenido.
3. La enfermedad y el accidente ante la Seguridad Social.
4. Incapacidad temporal, incapacidad permanente y sus grados.
5. Maternidad, paternidad, adopción y acogimiento.
6. Riesgo durante el embarazo y la lactancia.
7. Jubilación.
8. Viudedad y orfandad.
9. Protección de los desempleados.

1. CONCEPTO Y PRINCIPIOS DE LA SEGURIDAD SOCIAL.

1. Concepto.

El artículo 41 de la CE dispone: «Los poderes públicos mantendrán un régimen público de Seguridad


Social para todos los ciudadanos, que garantice la asistencia y prestaciones sociales suficientes ante situaciones
de necesidad, especialmente en caso de desempleo. La asistencia y prestaciones complementarias serán libres».

La competencia en cuanto a la legislación básica y el régimen económico de la Seguridad Social es


exclusiva del Estado, pero las comunidades autónomas pueden asumir su ejecución (artículo 149.1.17.ª de
la CE)

Se regula en el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social, aprobado por el Real
Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre.

Fue reformado últimamente por los RD-leyes 28/2018, de 28 de diciembre, 6/2019, de 1 de marzo, y
8/2019, de 8 de marzo, y por la Ley 3/2019, de 1 de marzo.

2. Principios de Seguridad Social.

Según el artículo 2.1 del TRLGSS: «El sistema de la Seguridad Social […] se fundamenta en los
principios de universalidad, unidad, solidaridad e igualdad»:

— Universalidad: implica que la Seguridad Social tiene por principio proteger a todos los
ciudadanos.

— Unidad: el sistema es único, en el sentido de que debe funcionar como un conjunto y que,
aunque su ejecución corresponda a diversas Administraciones, su actuación debe ser coordinada y congruente.
25-2

— Solidaridad: implica la obligación de todos de contribuir al sistema y que las prestaciones


recibidas no se corresponden directamente con lo aportado.

— Igualdad: implica que todas las situaciones jurídicas iguales deben tratarse de la misma
manera.

2. LA ACCIÓN PROTECTORA: CONCEPTO Y CONTENIDO.

I. Concepto.

La acción protectora de la Seguridad Social es el conjunto de contingencias y prestaciones a las que


alcanza la acción garantizadora del sistema.

Según el TRLGSS: «El Estado, por medio de la Seguridad Social, garantiza a las personas
comprendidas en el campo de aplicación de esta […] la protección adecuada frente a las contingencias y en
las situaciones que se contemplan en esta ley» (artículo 2.2).

II. Contenido de la acción protectora.

1. Campo de aplicación de la Seguridad Social (artículo 7).

El contenido de la acción protectora exige determinar antes el ámbito subjetivo, es decir, el campo de
aplicación de la Seguridad Social. Por tal se entiende el conjunto de personas que se encuentran bajo la acción
protectora. Hay dos niveles: el contributivo y el no contributivo:

i) Nivel contributivo. Según el artículo 7.1, incluye a «los españoles que residan en España
y los extranjeros que residan o se encuentren legalmente en España, siempre que en ambos supuestos
ejerzan su actividad en territorio nacional y estén incluidos en alguno de los apartados siguientes:

a) Trabajadores por cuenta ajena […].

b) Trabajadores por cuenta propia o autónomos […].

c) Socios trabajadores de cooperativas de trabajo asociado.

d) Estudiantes.

e) Funcionarios públicos…».

ii) Nivel no contributivo: comprende a todos los españoles residentes en el territorio nacional,
así como los extranjeros que residan legalmente en él (artículo 7.2).
25-3

2. Contenido de la acción protectora (artículo 42).

Según el artículo 42 (apartados 1 y 2):

1. «La acción protectora del sistema de la Seguridad Social comprenderá:

a) La asistencia sanitaria en los casos de maternidad, de enfermedad común o


profesional y de accidente, sea o no de trabajo.

b) La recuperación profesional […].

c) Las prestaciones económicas en las situaciones de 1incapacidad temporal;


2
nacimiento y cuidado de menor; 3riesgo durante el embarazo; 4riesgo durante la lactancia natural; 5ejercicio
corresponsable del cuidado del lactante; 6cuidado de menores afectados por cáncer u otra enfermedad grave;
7
incapacidad permanente […]; 8jubilación […]; 9desempleo […]; 10protección por cese de actividad; 11pensión
de» viudedad, 12orfandad y 13en favor de familiares […]; 14«indemnización en caso de muerte por accidente de
trabajo o enfermedad profesional, así como 15las que se otorguen en las contingencias y situaciones especiales
que reglamentariamente se determinen […] [modificado por la Ley 3/2019, de 1 de marzo y el RD-ley 6/2019,
también de 1 de marzo, que prevalece por haberse publicado en el BOE más tarde que la ley].

d) Las prestaciones familiares de la Seguridad Social, en sus modalidades


contributiva y no contributiva.

e) Las prestaciones de servicios sociales que puedan establecerse en materia de


formación y rehabilitación de personas con discapacidad y de asistencia a las personas mayores, así
como en aquellas otras materias en que se considere conveniente.

2. Igualmente, y como complemento de las prestaciones» anteriores, «podrán otorgarse los


beneficios de la asistencia social».

El contenido de la acción protectora se traduce en prestaciones económicas, que dependen de cada


caso1.

3. LA ENFERMEDAD Y EL ACCIDENTE ANTE LA SEGURIDAD


SOCIAL.

1. Accidente de trabajo (artículo 156).

«Se entiende por accidente de trabajo toda LESIÓN CORPORAL que el trabajador sufra con ocasión o
por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena» (artículo 156.1).

2. Enfermedad profesional (artículo 157).

«Se entenderá por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta
ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y

1
Las prestaciones se han suprimido, porque el tema es muy largo, son complicadas de aprender, y en el TR no salen muchas de ellas (Carperi pone
muchas, pero no dice de dónde las saca). Solo hay algunos casos que se mantienen, como el de las prestaciones por desempleo.
25-4

desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o sustancias que en dicho cuadro
se indiquen para cada enfermedad profesional» (artículo 157, párrafo 1.º).

3. Accidente no laboral y enfermedad común (artículo 158).

Y según el artículo 158:

1. «Se considerará accidente no laboral el que […] no tenga el carácter de accidente de


trabajo.

2. Se considerará que constituyen enfermedad común las alteraciones de la salud que no


tengan la condición de accidentes de trabajo ni de enfermedades profesionales…».

4. INCAPACIDAD TEMPORAL, INCAPACIDAD PERMANENTE Y SUS


GRADOS.

Por incapacidad laboral se entiende la incapacidad sobrevenida e involuntaria para el trabajo por causas
patológicas. Abarca dos situaciones:

1.ª La incapacidad temporal.

2.ª Y la incapacidad permanente.

I. Incapacidad temporal (artículos 169 a 176).

1) Supuestos (artículo 169). Según el artículo 169.1: «Tendrán la consideración de situaciones


determinantes de incapacidad temporal:

a) Las debidas a enfermedad común o profesional y a accidente, sea o no de trabajo, mientras


el trabajador reciba asistencia sanitaria de la Seguridad Social y esté impedido para el trabajo, con una
duración máxima de 365 días, prorrogables por otros 180 días cuando se presuma que durante ellos puede el
trabajador ser dado de alta médica por curación.

b) Los periodos de observación por enfermedad profesional en los que se prescriba la baja
en el trabajo […], con una duración máxima de 6 meses, prorrogables por otros 6 cuando se estime necesario
para el estudio y diagnóstico de la enfermedad».

2) Beneficiarios (artículo 172). Según el artículo 172: «Serán beneficiarios del subsidio por
incapacidad temporal» quienes se encuentren en los casos del artículo 169, reúnan los requisitos del 165 (estar
afiliados y en alta) y cumplan los siguientes periodos mínimos de cotización

a) «En caso de enfermedad común, 180 días dentro de los 5 años inmediatamente anteriores
al hecho causante.
25-5

b) En caso de accidente, sea o no de trabajo, y de enfermedad profesional, no se exigirá


ningún periodo previo de cotización».

II. Incapacidad permanente y sus grados.

Dentro de la incapacidad permanente hay que distinguir una modalidad contributiva y la no


contributiva.

1. Incapacidad permanente contributiva (artículos 193 a 200).

1) Concepto (artículo 193). «La incapacidad permanente contributiva es la situación del


trabajador que, después de haber estado sometido al tratamiento prescrito, presenta reducciones anatómicas o
funcionales graves, […] previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. […]»
(artículo 193.1, párrafo 1.º).

2) Beneficiarios (artículo 195). Para tener derecho a la prestación por incapacidad


permanente será necesario tener cubierto un determinado periodo de cotización, variable según que el sujeto
tenga más o menos de 31 años (artículo 195.3).

3) Grados de incapacidad permanente (artículo 194). La incapacidad permanente se


clasificará en los grados que especifica el artículo 194.1, en función del porcentaje de reducción de la capacidad
de trabajo:

1.º, 2.º y 3.º Incapacidad permanente parcial, total y absoluta.

4.º Gran invalidez.

2. Incapacidad permanente no contributiva (artículos 363 a 368).

La modalidad no contributiva de la invalidez permanente no exige que se haya cotizado a la Seguridad


Social. Según el artículo 363.1, se exige:

— Tener más de 18 y no más de 65 años.

— Ser residente legal en España o haberlo sido durante 5 años, 2 de los cuales deben ser
inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión.

— Estar afectado por una discapacidad o enfermedad crónica del 65 % o superior.

— Carecer de rentas o ingresos suficientes.


25-6

5. MATERNIDAD, PATERNIDAD, ADOPCIÓN Y ACOGIMIENTO2.

Fueron modificadas por el RD-ley 6/2019.

1) Situaciones protegidas (artículo 177). «… se consideran situaciones protegidas el


nacimiento, la adopción, la guarda con fines de adopción y el acogimiento familiar […], siempre que en
este último caso su duración no sea inferior a 1 año, durante los periodos de descanso que por tales situaciones
se disfruten…» (artículo 177).

La modificación de 2019 igualó la situación y la prestación para el padre y la madre (antes se


diferenciaba entre la maternidad y la paternidad [en los artículos 183 a 185, que hasta entonces regulaban la
prestación por paternidad, se introdujo una nueva prestación por corresponsabilidad en el cuidado del
lactante3]).

2) Beneficiarios (artículo 178). Para ser beneficiario se requiere, «además de reunir la


condición general exigida en el artículo 165.1 [estar afiliados y dados de alta] y las demás que
reglamentariamente se establezcan», acreditar unos periodos mínimos de cotización (artículo 178.1).

6. RIESGO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA.

I. Riesgo durante el embarazo (artículos 186 y 187).

«A los efectos de la prestación económica por riesgo durante el embarazo, se considera situación
protegida el periodo de suspensión del contrato de trabajo en los supuestos en que, debiendo la mujer
trabajadora cambiar de puesto de trabajo por otro compatible con su estado, en los términos previstos en […]
la Ley […] de Prevención de Riesgos Laborales, dicho cambio de puesto no resulte técnica u objetivamente
posible o no pueda razonablemente exigirse por motivos justificados» (artículo 186.I).

II. Riesgo durante la lactancia natural (artículos 188 y 189).

Cubre el mismo riesgo anterior, pero posterior al parto, hasta que el hijo cumpla 9 meses
(artículos 188 y 189).

2
La de adopción y acogimiento está incluida dentro de la de nacimiento.
3
Corresponsabilidad en el cuidado del lactante (artículos 183 a 185). El RD-ley 6/2019 incorporó, en los arts. 183 a 185 (dedicados hasta entonces
a la prestación por paternidad), una nueva prestación por el cuidado del lactante, que cubre la reducción de la jornada de trabajo para el cuidado de los
menores por parte de los dos progenitores, adoptantes, guardadores con fines de adopción o acogedores permanentes, cuando ambos trabajen, desde
que el lactante cumpla 9 meses y hasta que cumpla 12 meses (art. 183). Los requisitos son los mismos que la prestación por nacimiento (art. 184).
25-7

7. JUBILACIÓN.

El artículo 50 de la CE obliga a garantizar la suficiencia económica de los ciudadanos durante la


tercera edad, a través de pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas.

Hay que distinguir entre la jubilación contributiva y la no contributiva.

I. Jubilación en su modalidad contributiva (C13 T2 – Arts. 204-215).

1. Edad de jubilación (artículo 205.1).

Según el artículo 205.1: «Tendrán derecho a la pensión de jubilación» contributiva «las personas
incluidas en el régimen general que, además» de reunir el requisito del «artículo 165.1 [estar afiliadas y dadas
de alta], reúnan las siguientes condiciones:

a) Haber cumplido 67 años de edad; o 65 años, cuando se acrediten 38 años y 6 meses de


cotización […].

b) Tener cubierto un periodo mínimo de cotización de 15 años, de los cuales al menos 2


deberán estar comprendidos dentro de los 15 años inmediatamente anteriores al momento de causar el
derecho. […]» (esto solo es aplicable para jubilarse a los 67 años; si es a los 65, se exigen los 38 años y 6 meses
de cotización).

Sin embargo, estos requisitos no rigen todavía, porque se aplica la d. t. 7.ª, que prevé un aumento
paulatino de la edad de jubilación y de los periodos de cotización, y será a partir de 2027 cuando se exijan los
requisitos del artículo 205.

2. Jubilaciones anticipadas (artículos 206 a 208).

La jubilación puede ser anticipada, en varios casos:

— Por real decreto se puede rebajar la edad de jubilación para personas que ejerzan
actividades peligrosas y personas con discapacidad (artículo 206).

— Cuando se produzca la extinción del trabajo por una crisis o cierre de la empresa,
siempre que el trabajador tenga una edad inferior a 4 años a la general de jubilación, sea demandante de empleo
dentro de los 6 meses anteriores a la solicitud y tenga 33 años cotizados (artículo 207).

— Y voluntariamente, quienes tengan una edad inferior en 2 años a la general de jubilación


y tengan cotizados al menos 35 años (artículo 208).
25-8

3. Jubilación parcial (artículo 215).

También cabe la jubilación parcial, en algunos casos con y en otros sin necesidad de celebrar un
contrato de relevo. Se regula en el artículo 215.

a) Sin un contrato de relevo: se prevé para «los trabajadores que hayan cumplido la edad a
que se refiere el artículo 205.1.a [67 o 65 años, según el caso] y reúnan los requisitos para causar derecho a la
pensión de jubilación, siempre que se produzca una reducción de su jornada de trabajo» de entre el 25 % y el
50 % […] (artículo 215.1).

b) Con un contrato de relevo: se permite para aquellos trabajadores que tengan 65 años y
33 años de cotización, o 63 años y 36 años y 6 meses de cotización, y 6 años de antigüedad en la empresa
inmediatamente anteriores a la jubilación parcial. Se debe producir una reducción de la jornada de entre el
25 % y el 50 %, o del 75 %, si el trabajador relevista se contrata a jornada completa y por tiempo indefinido
(artículo 215.2).

II. Jubilación en su modalidad no contributiva (S2 C2 T6 – Arts. 369-372).

«Tendrán derecho a la pensión de jubilación en su modalidad no contributiva las personas que,


habiendo cumplido 65 años de edad, carezcan de rentas o ingresos en cuantía superior a los límites
establecidos» en la ley, «residan legalmente en territorio español y lo hayan hecho durante 10 años entre la
edad de 16 años y la edad de devengo de la pensión, de los cuales 2 deberán ser consecutivos e inmediatamente
anteriores a la solicitud de la prestación» (artículo 369.1).

8. VIUDEDAD Y ORFANDAD.

Según el artículo 216:

1. En caso de muerte, cualquiera que sea su causa, se reconocerá alguna o alguna de las
prestaciones siguientes:

a) «Un auxilio por defunción.

b y c) Una pensión vitalicia» o temporal «de viudedad.

d) Una pensión de orfandad.

e) Una pensión vitalicia o, en su caso, subsidio temporal en favor de familiares.

2. En caso de muerte causada por accidente de trabajo o enfermedad profesional, se


reconocerá, además, una indemnización a tanto alzado».

3. […].
25-9

I. Viudedad.

Puede ser vitalicia o temporal:

1. Pensión vitalicia de viudedad.

1) Beneficiarios (artículos 219 y 221). Tendrá derecho a ella el cónyuge superviviente,


siempre que el fallecido hubiera estado en alta o en situación asimilada al alta y hubiera cotizado 500 días
dentro de los 5 años anteriores al fallecimiento, o 15 años, si no estaba dado de alta. «… si la causa de la muerte
fuera un accidente, sea o no de trabajo, o una enfermedad profesional, no se exigirá ningún periodo previo de
cotización» (artículo 219.1).

Si el fallecimiento derivó de una enfermedad común, se exige que el matrimonio tuviera 1 año
de antigüedad o que hubiera habido una convivencia total, sumando la convivencia extramatrimonial, de
2 años, o que hubieran tenido descendencia común.

También se reconoce a la pareja de hecho (artículo 2214).

2) Extinción (artículo 223). La pensión de viudedad se extinguirá cuando el beneficiario


contraiga matrimonio o constituya una pareja de hecho, sin perjuicio de las excepciones establecidas
reglamentariamente (artículo 223.2).

2. Prestación temporal de viudedad (artículo 222).

Se reconoce para los casos de muerte por enfermedad común, cuando no concurran los requisitos de
duración del matrimonio o de descendencia común. Su cuantía es igual a la pensión de viudedad vitalicia, y su
duración será de 2 años (artículo 222).

II. Orfandad (artículos 224 y 216.3).

La pensión de orfandad fue modificada por la Ley 3/2019.

«Tendrán derecho a la pensión de orfandad […] cada uno de los» hijos del causante fallecido […],
«siempre que en el momento de la muerte sean menores de 21 años o estén incapacitados para el trabajo
y que el causante se encontrase en alta o situación asimilada a la de alta, o fuera pensionista…». También
tienen derecho a ella los hijos menores de 25 años cuando falleció el causante, si no tenían un trabajo lucrativo
o sus rendimientos eran inferiores al SMI (artículo 224.1).

Además, la Ley 3/2019 modificó también los artículos 224 y 216 para prever una prestación por
orfandad de los hijos de las mujeres fallecidas por violencia de género, siempre que se hallen en
circunstancias equiparables a los de una orfandad absoluta y no reúnan los requisitos necesarios para la pensión
de orfandad ordinaria.

4
Esto lo modificó la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en materia de Seguridad Social, que modificó el art. 174.3 del TRLGSS para ello; el
TC había negado siempre que una pareja de hecho pudiera ser equiparada al cónyuge a los efectos de la pensión de viudedad.
25-10

9. PROTECCIÓN DE LOS DESEMPLEADOS.


T3 – Arts. 262-304.

Se regula en el título III (artículos 262 a 304).

1. Objeto de la protección (artículo 262).

La acción protectora en materia de desempleo «tiene por objeto regular la protección de la


contingencia de desempleo en que se encuentren quienes, pudiendo y queriendo trabajar, pierdan su empleo o
vean suspendido su contrato o reducida su jornada ordinaria de trabajo…» (artículo 262.1)

2. Niveles de protección (artículo 263).

Según el artículo 263:

1. «La protección por desempleo se estructura en un nivel contributivo y en un nivel


asistencial […].

2. El nivel contributivo tiene como objeto proporcionar prestaciones sustitutivas de las rentas
salariales dejadas de percibir…». Su cuantía será el 70 % de la base reguladora durante los 180 primeros días,
y el 50 % en adelante (artículo 270.2). Su duración va de 120 a 720 días.

3. «El nivel asistencial, complementario del anterior, garantiza la protección a los trabajadores
desempleados que se encuentren en alguno de los supuestos incluidos en el artículo 274» (p. ej.: trabajadores
que hayan agotado la prestación por desempleo y tengan responsabilidades familiares5).

5
Precisamente, el RD-ley 8/2019, de 8 de marzo, modificó el art. 274 y otros en relación con el subsidio para mayores de 52 años desempleados.
26-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 26
Fecha: 19 junio 2017.
2966 palabras – 13:11.

Sumario:

1. El proceso laboral.
2. Principios y especialidades.
3. Distribución de competencia entre los órganos jurisdiccionales sociales.
4. Conciliación extrajudicial y la vía administrativa previa.
5. Demanda, conciliación intraprocesal y acto de juicio.
6. La sentencia en el proceso laboral.

1. EL PROCESO LABORAL.
Ley 36/2011, 10 octubre, LJS.

Se regula en la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social.

«Los órganos jurisdiccionales del orden social conocerán de las pretensiones que se promuevan dentro
de la rama social del derecho, tanto en su vertiente individual como colectiva, incluyendo aquellas que versen
sobre materias laborales y de Seguridad Social, así como de las impugnaciones de las actuaciones de las
Administraciones públicas realizadas en el ejercicio de sus potestades y funciones sobre las anteriores
materias» (artículo 1).

Y el artículo 2 dice: «Los órganos jurisdiccionales del orden social, por aplicación de lo establecido
en el artículo anterior, conocerán de las cuestiones litigiosas que se promuevan1:

1) Entre empresarios y trabajadores como consecuencia del contrato de trabajo […], con la
salvedad de lo dispuesto en la Ley […] Concursal; y en el ejercicio de los demás derechos y obligaciones en
el ámbito de la relación de trabajo.

2) En relación con las acciones que puedan ejercitar los trabajadores o sus causahabientes
contra el empresario o contra aquellos a quienes se les atribuya […] responsabilidad por los daños originados
en el ámbito de la prestación de servicios o que tengan su causa en accidentes de trabajo o enfermedades
profesionales, incluida la acción directa contra la aseguradora, y sin perjuicio de la acción de repetición que
pudiera corresponder ante el orden competente.

3) Entre las sociedades laborales o las cooperativas de trabajo asociado y sus socios
trabajadores, exclusivamente por la prestación de sus servicios.

4) En relación con el régimen profesional […] de los trabajadores autónomos


económicamente dependientes […].


1
La ley usa letras, pero es mejor usar números.
26-2

5) Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones legales y convencionales en materia de


prevención de riesgos laborales […].

6) Sobre tutela de los derechos de libertad sindical, huelga y demás derechos


fundamentales y libertades públicas […].

7) En procesos de conflictos colectivos.

8) Sobre impugnación de convenios colectivos y acuerdos […].

9) En procesos sobre materia electoral…».

10 a 13) Todo lo relativo a sindicatos y asociaciones empresariales.

14) «En impugnación de resoluciones administrativas de la autoridad laboral recaídas en»


los procedimientos sobre suspensión del contrato de trabajo por causas económicas, técnicas, organizativas o
de producción y en los procedimientos de extinción del contrato de trabajo por causa de fuerza mayor, «así
como las recaídas en el ejercicio de la potestad sancionadora en materia laboral y sindical y, respecto de las
demás impugnaciones de otros actos de las Administraciones públicas sujetos al derecho administrativo
en el ejercicio de sus potestades y funciones en materia laboral y sindical que pongan fin a la vía
administrativa, siempre que en este caso su conocimiento no esté atribuido a otro orden jurisdiccional.

15) Contra las Administraciones públicas, incluido el Fondo de Garantía Salarial, cuando
les atribuya responsabilidad la legislación laboral.

16) En materia de prestaciones de Seguridad Social […].

17) En materia de intermediación laboral, en los conflictos que surjan entre los trabajadores
y los servicios públicos de empleo, las agencias de colocación autorizadas y otras entidades colaboradoras de
aquellos y entre estas últimas entidades y el servicio público de empleo correspondiente.

18) En la aplicación de los sistemas de mejoras de la acción protectora de la Seguridad


Social […].

19) Entre los asociados y las mutualidades, excepto las [mutualidades] establecidas por los
colegios profesionales […].

20) En [la] impugnación de actos de las Administraciones públicas sujetos a derecho


administrativo y que pongan fin a la vía administrativa, dictados en el ejercicio de sus potestades y funciones
en materia de Seguridad Social 2 », no referidos a prestaciones de la Seguridad Social, «incluyendo las
recaídas en el ejercicio de la potestad sancionadora en esta materia, y con excepción de» las materias excluidas
según el artículo 3.f.

21) «En cualesquiera otras cuestiones que les sean atribuidas por esta u otras normas con
rango de ley».


2
El del núm. 14 (letra «n») es en materia laboral y sindical (aparte de lo de las decisiones de la autoridad laboral, que también menciona).
26-3

2. PRINCIPIOS Y ESPECIALIDADES.

I. Principios.

Según el artículo 74:

1. «Los jueces y tribunales del orden jurisdiccional social y los LAJ […] interpretarán y
aplicarán las normas reguladoras del proceso social ordinario según los principios de inmediación, oralidad,
concentración y celeridad.

2. Los principios indicados en el apartado anterior orientarán la interpretación y aplicación de


las normas procesales propias de las modalidades procesales reguladas en la presente ley».

II. Especialidades.

Las especialidades del proceso laboral se refieren a la capacidad procesal, a la legitimación y a la


postulación.

1) Capacidad procesal (artículo 16). Tendrán capacidad procesal los mayores de 18 años y
capaces y también, respecto de los derechos e intereses legítimos derivados de sus contratos de trabajo y de la
relación con la Seguridad Social, los trabajadores mayores de 16 años y menores de 18, cuando pudieran
contratar por sí mismos o estuvieran autorizados por sus representantes legales (artículo 16.1).

2) Legitimación (artículo 17). En principio, están legitimados los titulares de un derecho o


interés legítimo. Además, los sindicatos y asociaciones empresariales están también legitimados para la
defensa de los intereses económicos y sociales que les son propios (artículo 17), y, en el caso de los sindicatos,
también para defender los intereses de sus afiliados (artículo 20).

3) Postulación (artículo 18). En primera instancia, las partes pueden comparecer por sí
mismas, pero pueden conferir su representación a un abogado, procurador, graduado social o cualquier
persona que se encuentre en el pleno ejercicio de sus derechos civiles (artículo 18).

3. DISTRIBUCIÓN DE COMPETENCIA ENTRE LOS ÓRGANOS


JURISDICCIONALES SOCIALES.

La jurisdicción social está formada por los siguientes órganos:

1) Juzgados de lo social.

2, 3 y 4) Salas de lo social de los TSJ, la AN y el TS.


26-4

1. Juzgados de lo social (artículo 6).

Los juzgados de lo social son de ámbito provincial, aunque pueden extender su jurisdicción a varias
provincias de una misma comunidad autónoma (artículo 92.1 de la LOPJ).

Conocerán en única instancia de los procesos sobre materias del orden social que no estén atribuidos
a otros órganos (artículo 6.1 de la LJS).

2. Salas de lo social de los TSJ (artículo 7).

Según el artículo 7: «Las salas de lo social de los TSJ conocerán:

a) En única instancia, de los procesos sobre las cuestiones a que se refieren las letras “f”,
“g”, “h”, “j”, “k” y “l” del artículo 2 [tutela de derechos fundamentales, conflictos colectivos, impugnación
de convenios colectivos y algunos relativos a sindicatos], cuando extiendan sus efectos a un ámbito territorial
superior al de la circunscripción de un juzgado de lo social y no superior al de la comunidad autónoma, así
como de todos aquellos que expresamente les atribuyan las leyes.

Conocerán en única instancia de los procesos de despido colectivo impugnados por los
representantes de los trabajadores […], cuando extiendan sus efectos a un ámbito territorial no superior al de
una comunidad autónoma.

[…].

b) También en única instancia, de los procesos de impugnación de actos de las


Administraciones públicas atribuidos al orden jurisdiccional social en las letras “n” y “s” del artículo 2 [todos
los de impugnación de los actos de las Administraciones públicas en materia laboral, sindical y de Seguridad
Social], cuando hayan sido dictados por el consejo de gobierno de la comunidad autónoma o por órganos de
la Administración General del Estado con nivel orgánico de ministro o secretario de estado, siempre que en
este último caso el acto haya confirmado, en vía de recurso o en procedimiento de fiscalización o tutela, los
que hayan sido dictados por órganos o entes distintos con competencia en todo el territorio nacional.

c) De los recursos de suplicación […] contra las resoluciones dictadas por los juzgados de lo
social de su circunscripción.

d) De los recursos de suplicación contra las resoluciones de los jueces de lo mercantil


previstos en los artículos 64.8 y 197.8 de la Ley Concursal [cuestiones sobre derecho laboral adoptadas por el
juez del concurso].

e) De las cuestiones de competencia que se susciten entre los juzgados de lo social de su


circunscripción».

3. Sala de lo social de la Audiencia Nacional (artículo 8).

La sala de lo social de la AN tiene básicamente las mismas competencias que los TSJ en primera
instancia, pero en el ámbito nacional (artículo 8). NO tiene competencias en materia de recursos.
26-5

4. Sala de lo social del Tribunal Supremo (artículo 9).

Y según el artículo 9: «La sala de lo social del Tribunal Supremo conocerá:

a) En única instancia, de los procesos de impugnación de actos de Administraciones públicas


atribuidos al orden jurisdiccional social cuando hayan sido dictados por el Consejo de Ministros.

b) De los recursos de casación […].

c) De la revisión de sentencias firmes dictadas por los órganos jurisdiccionales del orden
social y de la revisión de laudos arbitrales firmes sobre materias objeto de conocimiento del orden social.

d) De las demandas de error judicial, cuando el órgano al que se impute el error pertenezca
al orden jurisdiccional social, salvo cuando este se atribuyese a la propia sala de lo social del Tribunal Supremo
o a alguna de sus secciones, [caso] en que la competencia corresponderá a la sala que se establece en el
artículo 61 de la Ley Orgánica […] del Poder Judicial3.

e) De las cuestiones de competencia suscitadas entre órganos del orden jurisdiccional social
que no tengan otro superior jerárquico común».

4. CONCILIACIÓN EXTRAJUDICIAL Y LA VÍA ADMINISTRATIVA


PREVIA.
T5 L1 – Arts. 63-73.

Se regulan en el título V del libro I (artículos 63 a 73). Se trata de mecanismos que tienen por finalidad
evitar el proceso laboral.

I. Procesos en que la parte demandada sea una Administración pública.

Si la parte demandada es una Administración pública, los mecanismos de evitación del proceso laboral
son:

1) Reclamación administrativa previa. Tradicionalmente, en todos los órdenes


jurisdiccionales se requería formular una reclamación administrativa previa a la Administración antes de acudir
al proceso. Pero la LPAC de 2015 suprimió este requisito en todos los órdenes jurisdiccionales, aunque sigue
subsistiendo en materia de prestaciones de la Seguridad Social, en cuyo caso debe presentarse la reclamación
en los 30 días siguientes a la notificación de la resolución ante la entidad gestora correspondiente; la
Administración dispone de 45 días para resolver, pasados los cuales se entenderá desestimada por silencio y
cabrá acudir al proceso (artículos 71 a 73 de la LJS).

2) Agotamiento de la vía administrativa (C2 T5 L1 – Arts. 69-73). Igual que la LJCA, la


LJS requiere previamente agotar la vía administrativa, mediante los recursos administrativos, salvo que el acto


3
Esto es así en todos los órdenes, no solo en el social. Cada sala del TS conoce de los procedimientos de indemnización por error judicial por actuaciones
de juzgados de su orden; y si el error es imputable al propio TS, conoce la sala especial.
26-6

administrativo agote la vía administrativa y no quepa más recurso que el de reposición, que es potestativo
(artículos 69 y 70).

Sin embargo, no será necesario agotar la vía administrativa para interponer una demanda para
la tutela de los derechos fundamentales (artículo 70 de la LJS).

II. Procesos en que la parte demandada no sea una Administración pública (C1 T5 L1 – Arts. 63-68).

Si la parte demandada no es una Administración, los artículos 63 a 68 exigen, con carácter general
(salvo algunas excepciones), la necesidad de que, antes del proceso, las partes intenten llegar a un acuerdo, a
través de una conciliación previa que se realiza ante un órgano administrativo o a través de una mediación
(artículo 63).

5. DEMANDA, CONCILIACIÓN INTRAPROCESAL Y ACTO DE JUICIO.


T1 L2 – Arts. 76-101.

La ley regula en el título I del libro II (artículos 76 a 101) el proceso laboral ordinario. Dado que el
tema siguiente contiene un epígrafe dedicado específicamente a él, aquí se incidirá en lo que se pregunta: la
demanda, la conciliación intraprocesal y el acto del juicio.

I. Demanda (artículos 80 a 83).

1. Escrito de demanda (artículo 80).

El proceso comienza mediante una demanda.

Según el artículo 80 (apartados 1 y 3):

1. «La demanda se formulará por escrito»; y como en primera instancia no es necesaria la


asistencia de abogado (artículo 18), la ley dice que se podrán «utilizar los formularios y procedimientos
facilitados al efecto en la oficina judicial […], y habrá de contener los siguientes requisitos generales:

a) La designación del órgano ante quien se presente […].

b) La designación del demandante…» y del demandado, con indicación de sus


domicilios.

c) «La enumeración clara y concreta de los hechos sobre los que verse la pretensión y
de todos aquellos que, según la legislación sustantiva, resulten imprescindibles para resolver las cuestiones
planteadas. En ningún caso podrán alegarse hechos distintos de los aducidos en [la] conciliación o mediación
ni introducirse respecto de la vía administrativa previa variaciones sustanciales […], salvo los hechos nuevos
o que no hubieran podido conocerse con anterioridad.
26-7

d) La súplica correspondiente, en los términos adecuados al contenido de la


pretensión ejercitada.

e) Si el demandante litigase por sí mismo, designará un domicilio, de ser posible en


la localidad donde resida el juzgado o tribunal, en el que se practicarán todas las diligencias que hayan de
entenderse con él. […].

f) Fecha y firma.

2. […].

3. A la demanda se acompañará la documentación justificativa de haber» cumplido los


trámites previos.

2. Señalamiento para los actos de conciliación y de juicio (artículo 82).

Si se admite la demanda, el LAJ señalará el día y hora en que hayan de tener lugar los actos de
conciliación y juicio (artículo 82.1.I).

3. Incomparecencia (artículo 83).

Según el artículo 83 (apartados 2 y 3):

2. «Si el actor, citado en forma, no compareciese ni alegase justa causa que motive la
suspensión del acto de conciliación o del juicio, el LAJ, en el primer caso, y el juez o tribunal, en el segundo,
le tendrán por desistido de su demanda.

3. La incomparecencia injustificada del demandado no impedirá la celebración de los actos


de conciliación y juicio», y el procedimiento continuará «sin necesidad de declarar su rebeldía».

II. Conciliación intraprocesal (artículo 84).

Se regula en el artículo 84, en cuya virtud:

1. [Acuerdo y aprobación]. «El LAJ intentará la conciliación, llevando a cabo la labor


mediadora que le es propia […]. Si las partes alcanzan la avenencia, dictará [un] decreto» por el que la
aprobará y acordará «el archivo de las actuaciones. […].

2. [No aprobación]. Si el LAJ estimare que lo convenido es constitutivo de lesión grave para
alguna de las partes o para terceros, de fraude de ley, abuso de derecho o contrario al interés público, no
aprobará el acuerdo», y advertirá «a las partes que deben comparecer a presencia judicial para la celebración
del acto del juicio.

3. [Conciliación en el juicio]. En caso de no haber avenencia ante el LAJ y procederse a la


celebración del juicio», las partes pueden llegar todavía a un acuerdo en el propio juicio. «La aprobación del
acuerdo conciliatorio que, en su caso, alcanzasen las partes en» el juicio «corresponderá al juez o tribunal […],
mediante [una] resolución oral o escrita, documentada en el propio acuerdo. Solo cabrá [una] nueva
26-8

intervención del LAJ» para aprobar «un acuerdo entre las partes si el acto del juicio se llegase a suspender por
cualquier causa.

4. [Documentación]. Del acto de conciliación se extenderá la correspondiente acta.

5. [Ejecutividad]. La conciliación y los acuerdos entre las partes aprobados por el LAJ o, en
su caso, por el juez o tribunal, se llevarán a efecto por los trámites de la ejecución de sentencias.

6. […].

III. Acto del juicio (artículo 85).

Se regula fundamentalmente en el artículo 85.

1. Alegaciones.

Según el artículo 85 (apartados 1 y 2):

1. «Si no hubiera avenencia en conciliación [la conciliación en el propio juicio de la que habla
el artículo 84.3], se pasará seguidamente a juicio y se dará cuenta de lo actuado. / […].

A continuación, el demandante ratificará o ampliará su demanda, aunque en ningún caso


podrá hacer en ella [ninguna] variación sustancial.

2. El demandado contestará afirmando o negando concretamente los hechos de la demanda»,


y alegará «cuantas excepciones estime procedentes».

2. Prueba.

Una vez realizadas las alegaciones, si no hubiera acuerdo en cuanto a los hechos, se pasará a la práctica
de las pruebas.

Rigen, entre otras, las reglas siguientes:

1.ª Se admitirán las pruebas que se propongan y puedan practicarse en el acto


(artículo 87.1).

2.ª El juez resolverá en el acto sobre la pertinencia de las pruebas y de las preguntas; contra
la denegación cabe formular una protesta a fin de preparar el recurso contra la sentencia (artículo 87.2).

3.ª Si las alegaciones del demandante se fundan en algún tipo de discriminación o


vulneración de otro derecho fundamental, y existieran indicios fundados de ello, corresponderá al
demandado probar que las medidas adoptadas estaban justificadas y eran proporcionadas (artículo 96.1).
26-9

3. Conclusiones.

«Practicada la prueba, las partes, o sus defensores o representantes, en su caso, formularán oralmente
sus conclusiones de un modo concreto y preciso…» (artículo 87.4).

6. LA SENTENCIA EN EL PROCESO LABORAL.


S4 C2 T1 L2 – Arts. 97-100.

1. Plazo para dictar la sentencia (artículo 97.1).

«El juez o tribunal dictará [la] sentencia en el plazo de 5 días», que se publicará «inmediatamente y»
se notificará «a las partes o a sus representantes dentro de los 2 días siguientes» (artículo 97.1).

Cabe dictar sentencias orales, salvo cuando contra la sentencia quepa el recurso de suplicación.
También puede el juez limitarse a pronunciar oralmente el fallo, sin perjuicio de la redacción de la sentencia
(artículo 50).

2. Contenido de la sentencia (artículo 97.2).

Según el artículo 97.24: «La sentencia deberá expresar,

— dentro de los antecedentes de hecho,

— [un] resumen suficiente de los que hayan sido objeto de debate en el proceso.

— Asimismo, y apreciando los elementos de convicción, declarará expresamente los


hechos que estime probados…».

— Hará «referencia en los fundamentos de derecho a los razonamientos que le han llevado»
a la conclusión acerca de los hechos probados, «en particular cuando no recoja entre los mismos las
afirmaciones de hechos consignadas en [un] documento público aportado al proceso [y que estén] respaldadas
por [una] presunción legal de certeza.

— Por último, deberá fundamentar suficientemente los pronunciamientos del fallo».


4
Todo está en el mismo párrafo en la ley.
27-1

DERECHO ADMINISTRATIVO Y LABORAL


Convocatoria de 2018

TEMA 27
Fecha: 28 julio 2018.
2952 palabras – 13:07.

Sumario:

1. El proceso laboral ordinario y modalidades procesales.


2. Régimen de recursos.
3. La ejecución laboral.

1. EL PROCESO LABORAL ORDINARIO Y MODALIDADES


PROCESALES.

A. El PROCESO LABORAL ORDINARIO.


T1 L2 LJS – Arts. 76-101.

Se regula en el título I del libro II de la Ley 36/2011, de 10 de octubre, de la jurisdicción social


(artículos 76 a 101).

I. Demanda.

El proceso comienza mediante una demanda, que contiene la pretensión (artículo 80).

II. Conciliación y juicio.

1. Señalamiento y citación.

Si se admite la demanda, el LAJ señalará, el día y la hora en que hayan de tener lugar los actos de
conciliación y juicio (artículo 82.1.I).
27-2

2. Intento de conciliación ante el LAJ (artículo 84).

«El LAJ intentará la conciliación […]. Si las partes alcanzan la avenencia, dictará» un decreto por el
que la aprobará y acordará «además el archivo de las actuaciones. […]» (artículo 84). En otro caso, procederá
la celebración del juicio.

3. Acto del juicio (artículo 85).

Se regula en el artículo 85.

1) Nuevo intento de conciliación. Al inicio del juicio, se intentará una nueva conciliación,
que aprobará el juez.

2) Alegaciones. Según el artículo 85 (apartados 1 y 2):

1. «Si no hubiera avenencia en conciliación, se pasará seguidamente a juicio y se dará


cuenta de lo actuado. / […].

A continuación, el demandante ratificará o ampliará su demanda, aunque en


ningún caso podrá hacer en ella variación sustancial.

2. El demandado contestará afirmando o negando concretamente los hechos de la


demanda y» alegará «cuantas excepciones estime procedentes».

2) Prueba. Tras las alegaciones se procederá a la práctica de las pruebas:

1.º Se admitirán las pruebas que se propongan y puedan practicarse en el acto


(artículo 87.1).

2.º El juez resolverá en el acto sobre la pertinencia de las pruebas. La parte afectada
puede formular una protesta, a fin de preparar el recurso contra la sentencia (artículo 87.2).

3.ª Si las alegaciones de la parte actora se fundaban en algún tipo de discriminación


o vulneración de otro derecho fundamental, y existieran indicios fundados de ello, corresponderá al
demandado probar que las medidas adoptadas estaban justificadas y eran proporcionadas (artículo 96.1).

3) Conclusiones (artículo 87.4). «Practicada la prueba, las partes, o sus defensores o


representantes, en su caso, formularán oralmente sus conclusiones de un modo concreto y preciso…»
(artículo 87.4).

III. Sentencia (artículo 97).

Se dictará en los 5 días siguientes (artículo 97).

También puede dictarse oralmente (salvo que contra la sentencia quepa el recurso de suplicación) o
anticiparse oralmente el fallo (artículo 50).
27-3

IV. Proceso monitorio (artículo 101).

El artículo 101 regula un proceso monitorio laboral, destinado a reclamar cantidades vencidas,
exigibles y de las cuantías determinadas en la ley frente a empresarios que no estén en concurso.

El procedimiento parte por una petición inicial. Si el LAJ la admite a trámite, requerirá al
empresario por 10 días para que pague o se oponga:

— Si el empresario no paga ni se opone: el LAJ dictará un decreto por el que dará por
terminado el procedimiento y dará traslado al peticionario para que inste el despacho de la ejecución.

— Si el empresario se opone: el LAJ dará traslado al solicitante, que podrá presentar una
demanda ante el juzgado dentro de los 4 días siguientes, en cuyo caso el LAJ señalará el día para los actos de
conciliación y juicio, de acuerdo con las reglas del procedimiento ordinario. Si el solicitante no interpone la
demanda, se sobreseerán las actuaciones.

B. MODALIDADES PROCESALES.
T2 L2 – Arts. 102-184.

Se regulan en el título II del libro II (artículos 102 a 184).

1. Normativa (artículo 102):

Cada modalidad procesal se rige, primero, por sus propias normas (artículo 102.1); en segundo lugar,
por las normas del proceso ordinario (artículo 102.1); y, en último término, por las normas de la LEC, como
supletorias de todo el proceso laboral (d. f. 4.ª de la LJS y artículo 4 de la LEC).

2. Modalidades procesales.

Cada modalidad procesal en un capítulo distinto del mencionado título II del libro II, empezando por
el capítulo II:

1) En materia de despidos y sanciones. Una de sus grandes especialidades es que, tras la


admisión y ratificación de la demanda, el demandado debe actuar siempre antes que el actor, y al demandado
le incumbe la carga de probar los hechos alegados en la carta de despido o para fundamentar la sanción; y solo
puede alegar y probar los hechos que alegó en dicha carta (artículos 105 y 114).

2) Reclamación al Estado del pago de salarios de tramitación en juicios por despido. Se


requiere haber agotado la vía administrativa previa (artículo 117), y se agiliza el procedimiento de tal manera
que el LAJ cita a las partes directamente al juicio, el abogado del Estado no puede pedir la suspensión para
consultar a la Dirección General del Servicio Jurídico del Estado, y el juicio versará solo sobre la procedencia
y cuantía de la reclamación, y no se admitirán las pruebas que pretendan revisar las declaraciones probadas en
la sentencia de despido (artículo 118).
27-4

3) Extinción del contrato de trabajo por causas objetivas, por despido colectivo y otras
causas de extinción. En el caso de la extinción por causas objetivas, si el trabajador alega que el empresario
encubre un despido disciplinario a través del despido objetivo, corresponderá al empresario la carga de la
prueba sobre esta cuestión (artículo 121).

4) En materia de vacaciones, electoral, movilidad geográfica y modificaciones


sustanciales de las condiciones de trabajo, y derecho a la conciliación de la vida personal, familiar y
laboral. En general, los procedimientos serán preferentes y urgentes, hasta el punto de que no se celebrará el
acto de conciliación, sino que se citará directamente para el juicio.

5) Sobre prestaciones de Seguridad Social. Se requiere agotar la vía administrativa previa y


también será urgente y preferente (artículo 140).

6) Procedimiento de oficio y de impugnación de actos administrativos en materia laboral


y de Seguridad Social no prestacionales.

— En el caso del procedimiento de oficio, su característica más notable es la de que


se tramitará de oficio, aunque no comparezcan los trabajadores perjudicados, y la sentencia se ejecutará
también de oficio (artículo 150).

— En el de impugnación de actos, destaca la aplicación supletoria de las normas de la


LJCA, así como que debe agotarse la vía administrativa previa (artículo 151).

7) Procesos de conflictos colectivos. Se requiere un intento previo de conciliación o


mediación (artículo 156), y tendrá tramitación preferente, sin que se celebre el acto de conciliación
intraprocesal (artículo 159).

8) Impugnación de convenios colectivos. Además de una restricción en la legitimación, será


siempre parte el MF (artículos 164 y 165) y, aunque no se establece la preferencia ni la sumariedad, el
procedimiento se agiliza, al recortarse los plazos y citarse directamente para el juicio (artículo 166).

9) Impugnación de los estatutos de los sindicatos o de asociaciones empresariales. Su


especialidad más notable es que el MF será parte en todos los procedimientos.

10) Tutela de los derechos fundamentales y libertades públicas. Sus especialidades más
importantes son:

— Será siempre parte el MF (artículo 177).

— Su tramitación será urgente y preferente (artículo 179).

— El actor podrá solicitar la suspensión de los efectos del acto impugnado y otras
medidas cautelares (artículo 180).

— Una vez justificada la concurrencia de indicios de que se ha producido la violación


alegada, corresponde al demandado la aportación de una justificación objetiva y razonable de las medidas
adoptadas y de su proporcionalidad (artículo 181).
27-5

2. RÉGIMEN DE RECURSOS.
L3 – Arts. 186-236.

Se regulan en el libro III (artículos 186 a 236).

La LJS regula los recursos de reposición, revisión, suplicación, casación, casación para la
unificación de doctrina, queja y revisión contra sentencias firmes. En el ámbito laboral no existe el recurso
de apelación.

1. Recurso de reposición (artículos 186 y 187).

Se regula en los artículos 186 y 187, y es igual al del proceso civil.

Según el artículo 186 (apartados 1 a 3):

1 y 2. El recurso de reposición cabe:

— Contra las diligencias de ordenación y decretos no definitivos, ante el LAJ que


dictó la resolución recurrida, excepto en los casos en que la ley prevea el recurso directo de revisión.

— Contra todas las providencias y autos, ante el mismo juez o tribunal que dictó la
resolución recurrida.

3. «La interposición del recurso de reposición no tendrá efectos suspensivos respecto de la


resolución recurrida».

El auto NO será recurrible, salvo cuando la ley expresamente lo prevea (artículo 187.5). El decreto,
en principio, tampoco es recurrible, salvo los casos señalados en el artículo 188, si bien el TC considera que
siempre cabe el recurso de revisión, aunque la ley no lo prevea1.

2. Recurso de revisión contra decretos del LAJ (artículo 188).

Se regula en el artículo 188. Cabe:

a) Contra los decretos que resuelvan los recursos de reposición (según el TC).

b) Recurso directo de revisión: es aquel que se interpone directamente ante el juez o tribunal,
sin la previa reposición. Cabe contra los decretos que pongan fin al procedimiento o impidan su continuación
y también cuando expresamente la ley lo prevea (artículo 188.1).


1
STC 72/2018, de 21 de junio. Esta sentencia es específica sobre el art. 188 de la LJS, pero ya en 2016 había dicho lo mismo para la LJCA (STC 58/2016,
de 17 de marzo), lo que muchos entendieron que era aplicable a todos los órdenes jurisdiccionales, y parece que no erraron, porque esta sentencia de
2018 lo confirma. Según el FJ 4 de la sentencia de 2018: «Como señala la STC 58/2016, FJ 7, “el derecho fundamental garantizado por el artículo 24.1
[de la] CE comporta que la tutela de los derechos e intereses legítimos de los justiciables sea dispensada por los jueces y tribunales, a quienes está
constitucionalmente reservada en exclusividad el ejercicio de la potestad jurisdiccional (art. 117.3 [de la] CE). Este axioma veda que el legislador
excluya de manera absoluta e incondicionada la posibilidad de recurso judicial contra los decretos de los letrados de la Administración de Justicia
resolutorios de la reposición”, como acontece en el cuestionado apartado primero del artículo 188.1 [de la] LJS».
27-6

3. Recurso de suplicación (T2 L3 – Arts. 190-204).

Se regula en el título II del libro III (artículos 190 a 204).

1) Resoluciones recurribles (artículo 190). Es un recurso específico del proceso laboral,


inspirado en el recurso de casación. Cabe contra las resoluciones de los juzgados de lo social, y será
competente para resolverlos la sala de lo social del TSJ de su territorio. Cabe también contra los autos y
sentencias de los jueces de lo mercantil que afecten al derecho laboral (artículo 190).

2) Motivos en que puede basarse el recurso de suplicación (artículo 193). Este recurso es
extraordinario, pues los motivos por los que puede interponerse están tasados y su objeto es limitado. Según
el artículo 193: «El recurso de suplicación tendrá por objeto:

a) [Errores procesales]. Reponer los autos al estado en el que se encontraban en el


momento de cometerse una infracción de normas o garantías del procedimiento que haya producido
indefensión.

b) [Error en la apreciación de la prueba]. Revisar los hechos declarados probados,


a la vista de las pruebas documentales y periciales practicadas.

c) [Infracción de norma sustantiva o jurisprudencia]. Examinar las infracciones de


normas sustantivas o de la jurisprudencia».

4. Recurso de casación (T3 L3 – Arts. 205-217).

Se regula en el título III del libro III (artículos 205 a 217).

1) Resoluciones recurribles (artículo 206). Según el artículo 206:

— Sentencias. «Son recurribles en casación las sentencias dictadas en única


instancia por las salas» de lo social de los TSJ y la AN, «excepto las sentencias dictadas en [los] procesos de
impugnación de actos de las Administraciones públicas atribuidos al orden social en las letras “n” y “s” del
artículo 2 que sean susceptibles de valoración económica, cuando la cuantía litigiosa no exceda de
150 000 euros [que se refieren, esencialmente, a los recursos contra los actos dictados por Administraciones
públicas en materia laboral, sindical y de Seguridad Social, cuyo conocimiento corresponda al orden social2]».

— Autos. También puede interponerse contra determinados autos de las salas de lo


social de los TSJ o la AN:

— Contra los autos que resuelvan el recurso de reposición interpuesto contra


la resolución en que la sala, antes del juicio, declare la falta de jurisdicción o competencia.

— Contra los autos que resuelvan el recurso de reposición o de revisión


interpuesto contra la resolución que disponga la terminación anticipada del proceso:

a) Por satisfacción extraprocesal o pérdida sobrevenida de objeto.


2
Esto no es así exactamente, pero tampoco hace falta aquí precisar a qué se refiere realmente la gigantesca letra «n» del art. 2, porque no acaba uno
este tema.
27-7

b) Por no subsanar los defectos subsanables de la parte o


incomparecencia injustificada al acto de conciliación o juicio, siempre que por caducidad de la acción o de la
instancia u otra causa legal no fuera jurídicamente posible su reproducción ulterior.

— Contra los autos que decidan el recurso de reposición interpuesto contra


los autos de dichas salas y los autos que decidan el recurso de revisión contra los decretos del LAJ, dictados
en la ejecución definitiva de la sentencia, en los siguientes casos:

a) Cuando denieguen el despacho de la ejecución.

b) Cuando resuelvan puntos sustanciales no controvertidos en el


pleito, no decididos en la sentencia o que contradigan lo ejecutoriado.

c) Cuando pongan fin al procedimiento incidental en la ejecución


decidiendo cuestiones sustanciales no resueltas o no contenidas en el título ejecutivo. En los mismos casos,
procederá también el recurso de casación en la ejecución provisional cuando se trate de autos que excedan
materialmente de los límites de la misma o declaren la falta de jurisdicción o competencia del orden social.

2) Motivos de casación (artículo 207). Según el artículo 207: «El recurso de casación habrá
de fundarse en alguno de los siguientes motivos:

a) Abuso, exceso o defecto en el ejercicio de la jurisdicción.

b) Incompetencia o inadecuación de procedimiento.

c) Quebrantamiento de las formas esenciales del juicio, por infracción de las normas
reguladoras de la sentencia o de las que rigen los actos y garantías procesales, siempre que en este último caso
se haya producido indefensión para la parte.

d) Error en la apreciación de la prueba, basado en documentos que obren en autos,


que demuestren la equivocación del juzgador, sin resultar contradichos por otros elementos probatorios.

e) Infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia que


fueren aplicables para resolver las cuestiones objeto de debate».

5. Recurso de casación para la unificación de la doctrina (T4 L3 – Arts. 218-228).

Se regula en el título IV del libro III (artículos 218 a 228).

a) Resoluciones recurribles (artículo 218). «Son recurribles en casación para la unificación


de doctrina las sentencias dictadas en suplicación por las salas de lo social de los TSJ» (artículo 218).

b) Finalidad (artículo 219). «El recurso tendrá por objeto la unificación de doctrina»
cuando dichas sentencias «fueran contradictorias entre sí, con la de otra u otras salas de los referidos tribunales
superiores o con sentencias del Tribunal Supremo […], en mérito a hechos, fundamentos y pretensiones
sustancialmente iguales…» (artículo 219.1).
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6. Recurso de revisión (T6 L3 – Art. 236).

Se regula en el artículo 236:

— Resoluciones contra las que cabe: cabe contra cualquier sentencia firme dictada por los
órganos del orden jurisdiccional social y contra los laudos arbitrales firmes.

— Competencia: corresponde a la sala de lo social del TS.

— Motivos en que puede fundarse: se podrá fundar en los motivos del artículo 510 de la
LEC y en el regulado en el artículo 86.3 de la LJS (por haberse dictado una sentencia absolutoria en una
cuestión prejudicial penal).

— Normativa: se rige por las disposiciones de la LEC (que lo regula en los


artículos 509 a 516).

3. LA EJECUCIÓN LABORAL.
L4 – Arts. 237-305.

Se regula en el libro IV de la LJS (artículos 237 a 305). Establece: «Las sentencias firmes […] se
llevarán a efecto en la forma establecida en la Ley de Enjuiciamiento Civil para la ejecución de sentencias
y títulos constituidos con intervención judicial, con las especialidades previstas en esta ley» (artículo 237).

La ejecución laboral puede clasificarse en ejecución definitiva y provisional. Y dentro de la ejecución


definitiva, cabe distinguir entre las ejecuciones ordinarias y las especiales.

I. Ejecución definitiva: título ejecutivo.

La ejecución definitiva es la que recae sobre un título ejecutivo (entre ellos las sentencias firmes), a
diferencia de la provisional, que exige una resolución judicial no firme.

Son títulos ejecutivos a los efectos de la ejecución laboral (artículo 517.2 de la LEC):

1) Sentencias de condena firmes.

2) Otras resoluciones procesales (por ejemplo, las resoluciones del LAJ por las que se
practica la liquidación de intereses o la tasación de costas [artículo 267]).

3) El acuerdo de conciliación ante el LAJ o el juez (artículo 84.5).

4) El acuerdo de conciliación extrajudicial (artículo 68).

5) Laudos arbitrales.
27-9

II. Ejecución provisional.

La ley también regula la ejecución provisional, que solo cabe para las sentencias de condena no
firmes.

Será competente para despachar la ejecución provisional el órgano que dictó la sentencia cuya
ejecución provisional se pretende (artículo 290.1), sea la sentencia dictada en primera instancia o en fase de
recurso. Pero el órgano jurisdiccional competente para realizar los verdaderos actos ejecutivos será el que
hubiera conocido del asunto en la primera instancia (artículo 237.2).

III. Ejecuciones especiales.

La ley regula algunas modalidades especiales de ejecución, a las que dota de sus propias reglas. Las
más importantes son las relativas a la ejecución en materia de despidos y de Seguridad Social.

1. Ejecución en materia de despidos.

1) Regulación. Se regula en el capítulo III del título I del libro IV (artículos 278 a 286).

2) Ámbito objetivo. Este procedimiento se aplicará a la ejecución de:

1.º Sentencias firmes sobre cualquier extinción del contrato de trabajo (no solo
despido), siempre que condenen a la readmisión.

2.º Títulos no jurisdiccionales en los que se establezca obligación de readmisión (por


ejemplo, la ejecución de conciliaciones).

3) Procedimientos de ejecución. Existen dos modalidades procesales:

a) Ejecución por equivalente: si el empresario no readmite al trabajador, la


obligación se transformará en una obligación dineraria.

b) Ejecución en sus propios términos: es decir, el cumplimiento específico de la


obligación de readmitir. Está destinada a las ejecuciones que provengan de despidos nulos o de los
improcedentes cuando la opción corresponda al trabajador y hubiese optado por la readmisión (artículo 282).

2. Ejecución en materia de Seguridad Social (artículo 288).

El artículo 288 establece que, si se condena a la Seguridad Social a la constitución de un capital-coste


de pensión o al pago de una prestación no capitalizable, el LAJ remitirá una copia certificada a la entidad
gestora o servicio común competente, quienes en 10 días deben comunicar el importe de la prestación, lo
que se notificará a las partes y el LAJ requerirá a la entidad para que ingrese la cantidad en 10 días.

Este ingreso es voluntario; si no se efectúa, el interesado podrá acudir a la ejecución ordinaria por
obligaciones dinerarias.

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