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Marco Teórico

La adolescencia es una etapa de cambio doloroso y progresivo, y compromete el pasaje del vínculo familiar (endogamia)
a los vínculos sociales (exogamia). En este pasaje, la cultura interviene contribuyendo a la formación de nuevas
identidades. Se produce una reestructuración psíquica, que recorre toda la trama adolescente. Es el grupo de pares el
que permite que se reconstruyan las identificaciones y los ensayos de roles. Al ser la adolescencia una etapa de re-edición
y de re-construcción, se observan fluctuaciones entre los extremos del amor-odio, la actividad-pasividad, etc. Donald W.
Winnicott (1986) afirma que, durante la adolescencia, están presentes las fantasías inconscientes de asesinato, diferentes
a las de la etapa infantil. Si el adolescente está buscando su propio lugar en el mundo, alguien tiene que morir para poder
ocupar ese espacio. Así, la agresión, la muerte y el triunfo personal, en la profundidad del inconsciente, aparecen como
algo intrínseco del proceso de maduración. El vínculo con los pares cobra una nueva significación para la vida del sujeto,
ya que es en este nuevo contexto donde se forjará la identidad del adolescente, y como mencionamos anteriormente, es
durante este proceso de aceptación social donde muchas veces emerge la violencia entre pares como modo de vincularse
(Faris, R., 2011). Los acontecimientos y las situaciones vividas durante este período serán determinantes para el
desarrollo posterior del sujeto, ya que la extrema vulnerabilidad, propia de esta etapa, conlleva el peligro de engendrar
marcas imborrables. Por tal motivo, comprendemos la importancia de indagar sobre las manifestaciones agresivas entre
los adolescentes en la actualidad. En este contexto, podemos ubicar un fenómeno que ha sido referente de gran cantidad
de investigaciones: el Bullying. El Bullying encierra en su definición al maltrato entre pares, ya sea como intimidación,
bravuconada, burla, entre otros comportamientos que tienden al hostigamiento. Este tipo de acoso implica tanto
maltrato físico como verbal, sistemático, hacia un adolescente por parte de uno o más pares. Una de las principales
características del Bullying es la posición de inferioridad y humillación que ocupa aquel que es agredido (Martiña, R.,
2007). Sin embargo, el Bullying, ha sido desde sus comienzos, una problemática muy estudiada en referencia al maltrato
físico o verbal pero, específicamente, en situaciones cara a cara (con presencia física de agresor/ es y agredido/s). Dice
Hernández Prados (2006: 2): “La violencia no es algo nuevo, ha existido desde siempre, aunque sus manifestaciones han
ido evolucionando, sirviéndose de las posibilidades o los mecanismos que los avances tecnológicos les brinda”.
Actualmente, encontramos nuevas formas de vínculos, mediatizadas por el avance tecnológico. El papel de las TICS en la
sociedad es fundamental, ya que éstas actúan como agentes de socialización, incidiendo en la formación de los jóvenes,
en su estilo de vida, en el área laboral y escolar, y sobretodo en la interacción con sus pares. Sancho, J. M. (1998: 24)
analiza el papel de las TICS en el entorno social, y afirma que “han multiplicado el universo de las representaciones
sociales, poniendo al alcance (...) un espacio enormemente ampliado de socialización”. Justamente, es en esta ampliación
del espacio de socialización donde el Bullying, como conceptualización de una problemática, no alcanza, no cubre todo el
campo. Si los vínculos entre pares adolescentes muchas veces implican agresión, y en la actualidad las TICS son un nuevo
espacio para los vínculos… ¿Podemos pensar en un fenómeno nuevo, distinto al Bullying? ¿Podemos ubicar una nueva
problemática que ya no sólo compromete al espacio real sino que además involucra el espacio virtual? Dice Tremblay
(2001), que como los cambios acontecen tan rápido, la problemática no consiste en ubicar el cambio, sino en la
comprensión de la dinámica, dirección y amplitud del mismo. Felipe Lecannelier (2008), explica que el creciente aumento
y acceso a las tecnologías de la población, ha generado un nuevo espacio de victimización: Ciberbullying. Varios autores
(Spiegel, A., 2007; Prados Hernándes, M. A., 2006) han comenzado a definirlo. Algunas definiciones refieren que es un
fenómeno similar al Bullying, que implica la agresión entre pares, aunque subrayan como novedoso el hecho de que, esta
agresión, se da mediante la utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación. Por otro lado, hay
autores que describen al Ciberbullying como un fenómeno nuevo y distinto, en sus características, al Bullying tradicional.
Por este motivo, es uno de los objetivos del presente trabajo construir una definición de Ciberbullying a partir de los
estudios teóricos y empíricos realizados. Cabezas López, C. (2007) plantea que “al igual que en el Bullying convencional, el
rango de edad tanto de los agresores como de las víctimas se comprende entre los 11 y los 16 años, plena edad donde los
niños están formándose como personas”. Consideramos que, en la actualidad, la agresividad entre los adolescentes se
transforma, mediante la tecnología, en un nuevo fenómeno: Ciberbullying. Nos preguntamos, entonces, ¿Cuáles son las
características que lo hacen novedoso? Y en base a ello ¿qué puede ser considerado Ciberbullying? ¿Cuál podría ser su
definición en sentido amplio?
MARCO TEÓRICO
Como no es posible establecer qué es causa y qué es consecuencia del bienestar, las investigaciones en el terreno de la
satisfacción, en su mayor parte, han recabado datos transversalmente y han establecido las correlaciones entre ellos
(Little, 1983). Las relaciones entre los objetivos vitales y la satisfacción vital en adolescentes españoles y argentinos de
dos entornos: rural y urbano. Se analizan los objetivos de vida de los adolescentes haciendo énfasis en su aspecto
intencional o propositivo, la idea de que las metas u objetivos que se plantea una persona en un determinado contexto
país y grado de urbanización y a una determinada edad, influyen en el proyecto de vida. Con referencia a lo que propone
(Erikson; 1950) en su teoría psicosocial hace referencia a esta etapa que el denomino exploración de la Identidad contra
difusión de la identidad, esta etapa se produce durante la adolescencia, y la pregunta recurrente es: ¿quién soy yo? Es un
momento de análisis y reflexión acerca de la identidad. La construcción de la coherencia ética y las incongruencias
posibles del comportamiento cotidiano de los individuos y los contextos sociales y educacionales en los que interactúa, la
interpretación del carácter de los procesos de imitación y reconstrucción que realiza el individuo y sus efectos en el grado
de la autovaloración y la autoestima propias, la adecuación de la autoestima y sus implicaciones para el aprendizaje social
y la acción moral, la formación para el desarrollo integral de la persona y los retos educativos conducentes a la
superación del egocentrismo y a la construcción de la moral autónoma, como bases de la dignidad y solidaridad
humanas. (D´Angelo O, 2004). En 2012 la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE) expuso que
en México la tasa de desempleo juvenil aumentó a 10 por ciento en el 2012 y que el país ocupa el tercer lugar en índices
de jóvenes que no realizan actividades laborales ni escolares (Garduño, 2012). Las consecuencias de esta situación social
son que los jóvenes tienden a sentir frustración e incertidumbre y a postergar decisiones vitales, como salirse de la casa
de los padres, casarse o tener hijos. En general los jóvenes tienen percepciones sobre el futuro que son distintas a
generaciones anteriores, una encuesta realizada en el 2010 por el instituto de la Juventud, (injuve) reporta que el 27.4%
de los jóvenes entrevistados mencionaron que tienen menos posibilidades laborales que sus padres; asimismo, 28%
dijeron que tienen peores posibilidades de tener ingresos económicos que la generación que los formó. (INJUVE, 2010) el
cual reporta que en el país hay una cantidad 37, 504, 392 jóvenes de 12 a 29 años de edad. 611 Los jóvenes representan
el 31.4% de la población total de México. La distribución entre hombres y mujeres jóvenes es muy similar, 49.4% en
hombres y 50.6% en mujeres. Con frecuencia la frase los jóvenes son el futuro de México (Méndez, 2011). Es aquí donde
surge la pregunta ¿Por qué un proyecto de vida ayudara a mejorar el aprovechamiento educativo de los adolescentes?
Considerando que de manera social y familiar las escuelas son el instrumento en el que los adolescentes forman su
futuro, sin embargo, lo que actualmente brindan a los mismos no les promueve un estado de prosperidad y seguridad.
Para poder realizar una propuesta que favorezca la elaboración de un proyecto de vida y contribuirían a saber quiénes
somos, como somos mediante el planteamiento de metas a corto, mediano y largo plazo en las diferentes áreas. Ya que
posiblemente el crear la posibilidad de construir y realizar un proyecto de vida ayude a promover el autodesarrollo
personal, institucional, comunitario y social generando una solidaridad para el bienestar. La vida media de los mexicanos
ha aumentado más de un año durante el último quinquenio al elevarse de 74.0 años en 2000 (71.6 años para hombres y
76.5 años para mujeres) a 75.4 años en 2005 (73.0 y 77.9 años, respectivamente). Este aumento en la esperanza de vida
que nos lleva a recapitular que sin embargo, existen aún problemas importantes en el desarrollo de los adolescentes y
jóvenes. Particularmente en los siguientes aspectos, la ruptura del tejido social que persiste entre la población de México
que genera una gran cantidad de situaciones que limitan las estructuras de oportunidades en las que se desenvuelven los
jóvenes provocando mayor vulnerabilidad entre ellos y en particular en entidades con menores niveles de desarrollo,
quienes residen en medios rurales, los hablantes de lengua indígena y, aún en nuestros días, las mujeres, (UNICEF, 2016)
La (CONAPO, 2010) Sugiere que deben existir condiciones, entre ellas, un intenso proceso de acumulación de capital
humano, la generación de oportunidades adecuadas de empleo en un mercado de trabajo dinámico y estable, así como
la posibilidad de acceder a sistemas de seguridad social que favorezcan la sustentabilidad de las finanzas públicas y
privadas, a partir del ahorro y la inversión. Entonces consideremos que un Proyecto de vida auténtico es aquél que se
expresa íntegramente, el que va construyendo anticipadamente una prolongación de lo que se es, en el que las próximas
etapas de la vida poseen una verdadera consistencia con la experiencia anterior, con los valores y metas vitales. Por tal
razón el Proyecto de Vida es productivo, si constituye un canal para la autoexpresión personal verdadera y la revelación
de su sentido social, si es una puerta abierta al mundo, un medio de realización en él y de construcción de la actividad
propia, tomando en cuenta quién se es y las opciones que le presenta la sociedad (D´Angelo O. 2004). 612 En un trabajo
que releva tendencias en América Latina sobre participación juvenil se identificaron indicadores que deberían ser
tomados en consideración al momento de desarrollar acciones de inclusión educativa sustentados en el fomento de un
proyecto de vida sustentable: a) Descrédito de las instituciones políticas y la re-definición de la idea de sistema
democrático por parte de los jóvenes. b) Conjuntamente a la asociatividad generada por prácticas culturales
tradicionales, se aprecia la creciente importancia que adquieren nuevas modalidades asociativas de carácter informal. c)
Los jóvenes, si bien afirman una preocupación y sensibilidad creciente hacia temas emergentes derechos humanos,
feminismo, ecología, respeto por la cultura de pueblos originarios no traducen dicha conciencia en niveles más intensos
de participación. d) Los medios masivos de comunicación -y en particular la televisión- tienen una incidencia creciente en
la generación de nuevas pautas de asociatividad juvenil. e) El ejercicio de la responsabilidad social y ciudadana mediante
la participación en redes sociales virtuales resulta más intenso en los jóvenes que en otros segmentos etarios, y más aún
para fomentar la organización colectiva Cuando la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ) y la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) se plantearon la idea de llevar a cabo una investigación para conocer
el como la incertidumbre e inestabilidad social afecta al proyecto de vida de los jóvenes en distintos medios de
comunicación masiva y científica han manifestado la incertidumbre que tienen los jóvenes debido a la inestabilidad
laboral. Esto se expresa principalmente en la falta de oportunidades para acceder a la educación y para insertarse en el
campo laboral en condiciones seguras y estables. En nuestro país, los índices de desempleo para este sector van en
aumento. (CEPAL-OIJ. 2007). Defendamos que el adolescente es una persona con potencialidades y habilidades
necesarias para la construcción del proyecto de vida. En algunos casos nuestra sociedad ha puesto a los jóvenes en
escenarios conflictivos considerándolos rebeldes, imprudentes e irresponsables dejando a un lado las actitudes y
experiencias positivas que los mismos jóvenes han creado (Dyer, 2005). La SEP (2005), plantea que los jóvenes deben
comenzar a desarrollar habilidades que los ayuden a construir su proyecto de vida. De acuerdo a (García 2002 en Jiménez
2009), señala que el proyecto de vida solo es posible gracias a un vínculo estrecho con los otros. Para (Kinnet y Taylor
1999), es propio de la edad juvenil tener aspiraciones a los grandes logros dando a entender la necesidad del ser humano
y más de los adolescentes de la planeación de la propia existencia basada en una constante comunicación consigo mismo
y con 613 las personas de su entorno, resaltando la capacidad que tienen los adolescentes sobre sus cualidades y
posibilidades. Aunque estas preguntas se plantean durante toda la vida, es en la adolescencia cuando las personas se
esfuerzan por darles respuesta, pues eso les permite empezar a delinear su proyecto de vida (Nuttin, 1982, 1984;
Coleman y Hamen, 1974; Brown, 1972, 1982). En esta etapa de su vida los individuos se plantean metas de manera muy
explícita, identifican ocupaciones que les gustaría desempeñar en el futuro o se imaginan formando una familia. Aunado
a sus ideales, analizan el contexto en el que se encuentran, lo que les permite tener una visión global de sus
oportunidades y retos (Brown, 1972, 1982; Baumeister & Tice, 1986; Papalia y Cols., 2005). Por tal motivo es necesario
construir un proyecto de vida
Marco Teórico
“Estereotipo” puede llegar a tener más de una connotación, por ejemplo; el uso más antiguo registrado data del año
1794 en Francia. Donde el impresor Fermin Didot emplearía una técnica de imprenta consistente en una impresión
elaborada a partir de un molde de plomo a fin confeccionar ediciones periodísticas más eficientes. Todo lo dicho
renglones atrás desembocaría en el uso dicha palabra a manera de metáfora para referirse a un conjunto de ideas
preestablecidas empleadas para referirse a un grupo de individuos que comparten ciertas características: “Cuando
usamos estereotipos para generalizar sobre una persona o una cultura, nos arriesgamos. Por supuesto, como misioneros
esa práctica nos puede ayudar a definir cómo se portan y cómo creen algunas personas (los ucranianos suelen ser así; los
uruguayos tienden a hacer tal cosa.” (Armstrong, 2009) Generalmente, están basados en prejuicios y modelos o ideas
carácter ilógicas, dichos cuales suelen transmitirse a través del pasar del tiempo entre generaciones o bien, surgen a
partir de opiniones públicas que preceden al contacto en un plano real con los estereotipados. Los estereotipos cumplen
con una función cognoscitiva, y es que brinda al individuo la idea de un mundo moldeado en base a sus prejuicios y
previas consideraciones. Esto termina traduciéndose en una comprensión más rápida y efectiva del entorno. Sin
embargo, esta función termina siendo nada más que una forma de segregación racial y/o étnica, pues como ya se dijo, el
estereotipo es el resultado de una idea mayormente errónea, he aquí el por qué se deberían evitar a toda costa. A pesar
de las afirmaciones, no todos los estereotipos son de naturaleza negativa; en palabras del internauta Iván Pico; “Un
estereotipo puede ser positivo, negativo o incluso neutral. Por ejemplo, creer que todos los turistas alemanes van en
chanclas y calcetines, puede tener una interpretación negativa o positiva en función del valor que cada uno haga sobre
esa característica del gruCategorizar a una persona como “friki” simplemente porque le gusten mucho los ordenadores o
los videojuegos es otro ejemplo de idea simplificada que bien puede ser tomada de forma negativa como positiva, en
función del contexto. Un estereotipo que podría ser categorizado como positivo, podría ser, por ejemplo, creer que todos
los japoneses son disciplinados. No obstante, y por desgracia, suelen resaltar o transcender más los estereotipos
negativos, como la falsa creencia de que todas las mujeres rubias son tontas. Y es que muchas veces los estereotipos son
generados por distorsiones cognitivas de la realidad.” (Pico, 2017) Dicho esto, la naturaleza de un estereotipo queda
determinada por las repercusiones que tenga sobre algún grupo o una persona. Sin embargo, durante el presente, dicho
concepto será abordado como una idea previamente establecida de carácter negativo (pues el tema tratado así lo
requiere) Cliché y prejuicio A fin de evitar una futura confusión por parte del lector es necesario expresar de manera
específica las diferencias entre conceptos (estereotipo, cliché y prejuicios respectivamente). A continuación se presentan
las últimas dos definiciones: Cliché: “Cliché es aquella frase, expresión, idea o acción que ha sido empleada con exceso,
hasta punto tal de perder fuerza y originalidad, en especial, si en un comienzo apareció como algo novedoso e innovador
en su categoría.” A diferencia del estereotipo, el cliché es una idea certera, que no da lugar a meras suposiciones y en su
mayoría surge a partir de, como ya se mencionó, la repetitividad de una idea o concepto. En este sentido, es muy poco
probable que se dé una situación de confusión. Sumado a esto, los clichés suelen estar más enfocados a “clasificar” una
situación muy circunstancial, es decir; objetos no materiales, objetos inanimados. Por otro lado: Prejuicio: “Un prejuicio
es un pensamiento negativo que alguien emite sobre una persona, cosa o situación sin tener verdadero conocimiento
sobre eso. Esta actitud es una muestra de rechazo. El origen etimológico de este término se le atribuye al griego
praeiudicium, que podemos interpretar como un juicio previo.” Analizando a profundidad, el término anterior dista, en
un aspecto muy específico, de tener similitud con un estereotipo pues el mismo generalmente va encaminado
únicamente y exclusivamente a opacar una imagen colectiva o individual. La diferencia principal radica pues en que, el
estereotipo puede ser tanto una interpretación positiva o negativa. El prejuicio únicamente es y será negativo.
Arquetipos Existe además otro tipo de “modelo” que comparte una serie de similitudes con el estereotipo y este modelo
es pues, el arquetipo. En pos de poder entender el concepto, hay que ir a lo primordial, al significado etimológico de la
palabra; el término es un derivado de la expresión griega “arjetipos” que a su vez está compuesto por dos partes: -
“Arje”, sustantivo que se termina traduciendo como “origen - “Tipos”, modelos (palabra ya mencionada con anterioridad)
Se entiende como arquetipo al modelo primordial de alguna cosa, muy similar a un prototipo (el molde original del que se
produce algún objeto). También pueden asemejarse a un ejemplo, pues a partir del arquetipo se producen modelos de
ideas obtenidos a partir de la imitación o semejanza. En el campo de la filosofía, los arquetipos son tratados como un
conjunto de pensamientos colectivos y universales. En biología, se emplearon para referirse a cómo derivaban las familias
de especies entre sí. El uso más relevante es en psicología.
Donde el psiquiatra Carl Gustav Jung, para asegurar que, de un modo u otro todos los seres humanos poseen un
inconsciente colectivo dicho cual es hereditario producto de la estructura cerebral, es decir, se trata de algo no personal y
a esto se le denomina como “arquetipo Jungiano”. Haciendo más énfasis en el tema Jung decidió separar los distintos
tipos de personalidad y por ende asociar a cada una un arquetipo distinto con sus respectivas características, como se
muestra en la tabla siguiente:
En este sentido, los arquetipos fungen como un constructo social, producto del anteriormente mencionado, inconsciente
colectivo. Absolutamente todas las personas tienen un tipo de personalidad marcada por sus antepasados, es decir que la
información se conserva psicológicamente con el pasar del tiempo. Según Carl Jung, las influencias contextuales,
culturales y antepasadas motivan la generación de los arquetipos, los cuales se acumulan en el inconsciente de los
individuos y determinan gran parte de su desarrollo psíquico. Para poder ejemplificar la idea de los arquetipos Carl Jung
utilizó los símbolos y los mitos que parecen estar en todas las culturas. Según el autor austríaco, el hecho de que todas las
culturas presenten elementos comunes pone de manifiesto que las sociedades humanas piensan y actúan a partir de una
base cognitiva y emocional que no se desarrolla en función de experiencias propias de cada persona. (Gratacós, 2017)
Todas las ideas anteriormente mencionadas llevan a lo siguiente; el llamado inconsciente colectivo, el principal
encabezado de la teoría de Jung. Moda Se entiende el término “moda”, en un contexto social como: Del francés mode,
una moda es un uso o costumbre que está en boga en determinada región durante un cierto periodo. Se trata de una
tendencia adoptada por una gran parte de la sociedad, generalmente asociada a la vestimenta. La moda puede ser
definida como un mecanismo que regula las elecciones de las personas ya que, por una especie de presión social, indica a
la gente qué debe consumir, utilizar o hacer. La moda se convierte en un hábito repetitivo que identifica a un sujeto o a
un grupo de individuos. (Porto, 2010) Autoestima Como ya se ha dicho anteriormente la autoestima es el valor que el
individuo atribuye a su persona y a sus capacidades, más detalladamente esta es la aceptación, respeto y valor que cada
uno como persona se tiene. Esta característica es basada en el autoconcepto interno, ya sea tanto consiente como
inconscientemente y ambos están estrechamente relacionados, ya que el autoconcepto es la imagen que cada persona
crea de sí mismo. Aunque ambas ideas se parezcan, estas no son iguales, el autoconcepto solo es la forma en la que cada
uno se describe y la autoestima es la manera en la que se pueden valorar a sí mismos. Según el psiquiatra y psicólogo
Abraham Maslow “la autoestima es parte de nuestra personalidad la cual podemos cambiar cuando queramos de la
forma que queramos, ya sea para bien o para mal, es algo que no estará permanentemente en nuestras vidas”(Maslow,
1943) idades de cada humano, la cual el crecimiento es la más básica y la que organiza a todas las demás. A partir de ahí
siguen otras 5 jerarquías las cuales son: la fisiología, seguridad, afiliación, reconocimiento y autorrealización, estas fueron
representadas en una pirámide hecha por Maslow. Dejando esto en claro podemos saber que la autoestima empieza
durante la niñez y se va desarrollando mediante pasa el tiempo, basándose en las interacciones con las demás personas y
el lugar donde se vive, especialmente en los comentarios, creencias e ideologías que se recibe de los padres. Al paso de
estos años formativos, existen comentarios tanto positivos como negativos, que conforme pasa el tiempo afectan
durante nuestra vida adulta, esto determina la manera en que las personas va a interactuar con el mundo en diferentes
términos, como lo son: - Su identidad personal, imagen y dignidad. - La forma en que se valoran, se trata y cuidan a sí
mismos. - La forma en que se juzga a las personas de su alrededor. - La toma de decisiones. (Mézerville, 2007) “De
acuerdo con Gastón Mézerville existen una serie de aspectos interrelacionados que componen la autoestima. A partir de
esta concepción, presenta un modelo propio al que ha denominado proceso de la autoestima”. A la autoestima la
complementan 2 dimensiones: una actitudinal inferida, la cual se integra por tres componentes: - La autoimagen: esta
consiste en verse uno mismo como realmente son, con virtudes y defectos, se trata de lograr una percepción básica de
las propias características personales y la relación que tienen con su entorno; es la forma de mantener equilibrados todos
los aspectos de sí mismos tanto positivos como negativos. - La autovaloración: esta consiste en que el individuo se tome
como alguien importante para él y para las demás personas, se debe percibir con agrado la imagen que se tiene de sí
mismas. La meta de este componente es identificar los medios adecuados para que la persona se pueda ver a si misma
de una manera positiva, así, de esa manera poder otórgale más crédito a las cosas importantes de su personalidad.
Branden en de Mézerville (Mézerville B. e., 2004) “define la autovaloración como la confianza en nuestro derecho a
triunfar y a ser felices, el sentimiento de ser respetables, de ser dignos y de tener derecho a afirmar nuestras necesidades
y carencias”. Características del alta y baja autoestima Existen tres tipos de autoestima, la autoestima alta, baja e inflada,
de las cuales nos centraremos en las dos primeras la alta y baja autoestima. Autoestima baja: esta se puede definir como
la dificultad que tiene algún individuo para poder sentirse valiosa de sí misma y capaz de ser amada por las demás
personas. Estas personas suelen buscar la aceptación de los demás y en la mayoría de ocasiones suelen no ser ellas
mismas, ya que no se atreven a decir lo que piensan, sienten y quieren en sus relaciones interpersonales, ya que creen
que esto pueda ocasionar algún tipo de desagrado o rechazo por parte de los demás individuos que los rodean. La
mayoría de veces estas personas suelen ocultar su baja autoestima mediante el uso de diferentes mecanismos de
defensa como son la negación, intelectualización, fantasía, etc. Esto sucede ya que hay personas que aún no han
desarrollado una forma para enfrentarse a estas experiencias y por eso se sienten poco valoradas. Como ya se sabe los
primeros años de vida son sumamente importantes para el desarrollo de una buena o mala autoestima, pero también
conforme vamos creciendo las experiencias vividas en el transcurso nos ayudan a mejorarla o empeorarla.
Las principales causas de una baja autoestima son: - Los abusos físicos, sexuales, y emocionales, y más a una edad
temprana. - El grado de expectativas a los que estuvimos expuestos en nuestra infancia por nuestros padres y profesores.
- Sufrir discriminación de cualquier tipo. - Sufrir acosos o bullying. - Sufrir una pérdida de un ser querido. - La exclusión
social. - Afrontar el desempleo o situaciones laborales precarias. - Medios de comunicación - Campañas encargadas de
vender algún producto sobre todo de belleza - Estereotipos o imágenes irreales “Cuando una persona atraviesa
momentos difíciles, casi sin darse cuenta va forjándose unas creencias negativas sobre sí mismo. Ya sea sobre su
capacidad intelectual, su apariencia, o sus capacidades para tener éxito en la vida” (Martinez, 2017). Según Sánchez,
2016, La baja autoestima se puede dividir en dos: La defensiva: “de tipio narcisista, caracterizada por el hecho de que el
individuo presenta un alto sentido del merecimiento pero un bajo sentido de la competencia” Pseudoautoestima: “La
cual y contrariamente a la anterior, el individuo tiene un bajo sentido del merecimiento pero en cambio, un alto sentido
de la competencia.” “Una de cada cuatro personas entre 7 y 17 años tiene baja autoestima y reconocen sufrir síntomas
de estrés postraumático, ansiedad y depresión, según una encuesta realizada a 25.000 estudiantes” (Mas, 2016) Esto
antes mencionado suele darse más en adolescentes, ya que es la edad en la cual se es más susceptibles a comentarios
hechos por las personas por las que son rodeadas, también tiene que ver el hecho de que es la edad en el que más se
sufren cambios, tanto físicos como psicológicos. A continuación se explicara la autoestima alta. Autoestima alta: este tipo
de autoestima se basa en la confianza que uno se tiene en sí mismo, la satisfacción que hay por ser como eres, sin la
necesidad de cambiar, resolver los problemas que se presenten de una forma adecuada o de saber pedir ayuda, una
persona con alta autoestima no evade los problemas ya que sabe afrontarlos de una forma correcta. A esto también se le
conoce como aceptación. (Muños, 1992) Las características de una persona con alta autoestima son las siguientes:
- Saben que cosas pueden hacer bien y qué pueden mejorar.
- Se sienten bien consigo mismos.
- Expresan su opinión.
- No temen hablar con otras personas.
- Saben identificar y expresar sus emociones a otras personas.
- Participan en las actividades que se desarrollan en su centro de estudio o trabajo.
- Se valen por sí mismas en las situaciones de la vida, lo implica dar y pedir apoyo.
- Les gusta los retos y no les temen.
- Tiene consideración por los otros, sentido de ayuda y están dispuestos a colaborar con las demás personas.
- Son creativas y originales, inventan cosa, se interesan por realizar tareas desconocidas, aprenden actividades nuevas.
- Luchan por alcanzar lo que quieren.
- Disfrutan las cosas divertidas de vida, tanto de la propia como de la de los demás. - Se aventuran en nuevas actividades.
- Son organizados y ordenados en sus actividades.
- Preguntan cuándo algo no lo saben.
- Defienden su posición ante los demás.
- Reconocen cuando se equivocan.
- No les molesta que digan sus cualidades, pero no les gusta que los adulen. - Conocen sus cualidades y tratan de
sobreponerse a sus defectos.
- Son responsable de sus acciones.
A diferencia de la baja autoestima en esta existen otros factores que desde pequeños les ayudan a forjar una buena
autoestima. s tratado con amor - Se le da seguridad - Se le aplican normas conductuales firmes, no violentas - Se le
enseña a respetar a las personas - Se le enseña que puede soñar - Que logrará todo lo que se proponga - Se le llama la
atención con amor - Se le cuida su salud, en forma normal - Se le ayuda a ser independiente La alta autoestima también
es dividida en dos, la alta autoestima estable y la alta autoestima inestable. La alta autoestima estable debería ser la que
esté presente en cada persona, ya que es la misma que nos permite desenvolvernos de una manera correcta en la
sociedad, Si se posee este tipo de autoestima, podremos dar nuestra opinión sin desestabilizarnos. La alta autoestima
inestable consiste en que a pesar de que la persona tiene una autoestima alta, esta puede verse afectada de una forma
drástica ya que este buscara la forma de seguir elevando su autoestima, ya sea de forma pasiva o agresiva.

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