El monstruo del Arroyo
1.- El Autor
Mario Méndez nacié en Mar del Plata y vive en Buenos Aires. Es
maestro y guionista de cine y de historietas.
Publicé El monstruo de las frambuesas y, en Alfaguara, Pedro y los lobos
y Cabo fantasma (Premio Fantasia en Narrativa 1998).
Entre sus cuentos se destaca El partido, premiado en el concurso de
Amnistia Internacional Argentina.
2.- Sintesis del libro
¥ Personajes Principales: El monstruo, Pedro y Marili.
v Personajes Secundarios: Raul, Marta y el Intendente.
Y Otros Personajes: La tia Cata, Adolfo y José (los cirujas), los
periodistas, Matias, Martin, Ana Clara.
¥ Lugar: Los hechos transcurren en un pequefio pueblito llamado
Los Tepuales, que tiene las caracteristicas propias de todas las
comunidades de provincia, lugares propicios para que comience a
desarrollarse una leyenda. En este caso, el pueblo aparece en
clara oposicién a la gran ciudad cosmopolita representada por
Buenos Aires.
Y Editorial: Alfaguara.
v Lugar y Fecha de edicién: Buenos Aires, agosto de 2000.
¥ Ilustraciones: PEZ.
¥ Cantidad de Paginas: 128.
v Argumento:Cuenta la leyenda que en las afueras del pueblo, en el casco
abandonado de una estancia llamada La Margarita, junto al arroyo
Triste, habita un monstruo al que nadie ha podido todavia ver cara
a cara. La existencia del monstruo es utilizada politicamente por
un gobierno corrupto que hace recaer en él todos los males del
pueblo y provoca gastos excesivos con la excusa de paliar esa
desgracia.
Un dia llega desde Buenos Aires un matrimonio de médicos, Ratil y
Marta, que desconfian de la existencia del monstruo y se proponen
realizar una investigacién para descubrir la verdad y desbaratar de
una vez por todas esta mentira organizada institucionalmente. Sin
embargo, ni Raul ni Marta tienen éxito en su misién. Es su hija
Marili quien logra develar el misterio del monstruo del arroyo
Triste. Al final de la historia, el lector advierte que el monstruo no
es sino un ser humano que se habia criado de modo salvaje, lejos
de la civilizacién. Pero, desafiando todas las expectativas del
lector, aqui no termina todo. En el epilogo, el relato nos depara
otra vuelta de tuerca y descubrimos que el mismo monstruo, ya
civilizado, es quien nos ha contado su propia historia.
Andlisis:
El monstruo del arroyo es una novela interesante y rica, cuyo
estilo y contenido trascienden el relato lineal de un misterio y su
posterior solucién.
La historia desarrolla en detalle el origen y Ia difusién de una
leyenda, con todos los elementos que se requieren para su
existencia: un pueblo de pocos habitantes, alejado de las grandes
ciudades, y cierta mentalidad magica. La leyenda nace entonces
como una genuina creencia popular y luego, con el tiempo, se
transforma en mito y se erige un santuario donde los pobladores
acuden a dejar sus ofrendas.
El gobierno se encarga de explotar politicamente el asunto,
aprovechéndose de la credulidad de sus gobernados, y genera
alrededor de la leyenda un negocio turistico. Dos narradores
diferentes se encargan de contar la historia. En esta primera
2parte, el relato es impersonal y, basndose en los sucesos y dichos
de los pobladores, el narrador en tercera persona se encarga
solamente de transmitir una historia conocida__ por
todos. Al final, en el epilogo, el narrador revela su identidad: es el
mismisimo monstruo del arroyo, y pasa a contar la historia en
primera persona del singular. Asi, pasa de ser un mero relator de
los hechos a ser su protagonista
Tenemos entonces dos historias diferentes: la de la leyenda (su
origen y desarrollo) y la del monstruo (su crecimiento en el mundo
salvaje y su posterior entrada en el mundo de la civilizacién).
Ambas son paralelas, aunque el lector no lo sepa: mientras el
monstruo crece en estado salvaje, la leyenda crece también
desmesuradamente. Al descubrirse la verdad, el monstruo pasa a
ser un ciudadano més. Dos universos distintos se enfrentan a lo
largo del relato: el de lo magico y el de lo racional.
La novela comienza precisamente cuando el segundo,
representado por Ratil y Marta, pone en duda al primero,
representado por los tepualenses. Cuando creemos que el
pensamiento racional ha logrado vencer al pensamiento magico, el
narrador se encarga de demostrarnos nuestra equivocacién: los
monstruos verdaderamente existen, aunque no sean tal como los
imaginamos. Estas palabras finales de la novela, que funcionan
como una moraleja, echan luz sobre lo narrado y dan lugar a una
lectura diferente. Entonces_advertimos que __estamos
viviendo en una sociedad capaz de generar otro tipo de
monstruos, nacidos del temor que ella misma tiene hacia lo
diferente, hacia lo que no es capaz de controlar.
3.- Resumen por Capitulos
Ca,
‘ulo I: Noches de Tormenta
Esa noche llovia tanto pero tanto que anegaba las calles de tierra
de Los Tepuales. Pedro se asomé por la ventana, enseguida ollamo la tia Cata le dijo que regresara a la mesa, debia terminar
los deberes de la escuela. La tia con tono amable le dice a Pedro,
tu sabes que no debes asomarte a la ventana. Lo que Pedro sabia
era lo mismo que todos los habitantes de Los Tepuales , que en las
afueras en el casco abandonado de la estancia La Margarita junto
al arroyo triste vivia un monstruo. El pueblo se habia enterado de
tan extrafia noticia una noche de tormenta, traida por un paisano
asustado enseguida se hizo verdad entre los vecinos supersticioso
que sacaron a relucir las leyendas més antiguas, que en la
Margarita vivid un sabio loco. Hubo en Los Tepuales una persona
que dudo del dicho, era el director de la Unica escuela y logro
reunir a cinco hombres para realizar una expedicion que se
animara a impresionar La Margarita. Partieron la expedicién pero
uno de los hombres se enganché el poncho en un arbol y asustado
pego un grito que asusto a los demas, huyeron dejando solo al
director.
Capitulo I: Algo
Lo que se contaba acerca de las sombras que se movian en los
alrededores de la estancia, 0 de las luces que titilaban en la casa
en ruinas, era cierto, Un extraiio ser solia moverse entre los
Arboles del bosquecito que rodeaba la casa. Cémo habia llegado a
La Margarita era un misterio que ni é| mismo, y hubiera podido
hablar, habria explicado. Por lo que el monstruo sabia que esa era
su guarida y siempre estaria alli, alimentdndose con lo que
encontraba y evitando todo contacto con los vecinos por lo que no
sentia ninguna simpatia, habia bajado al pueblo (Los Tepuales).
Siempre ocultandose en las sombras de la noche. Dos 0 tres veces
los perros lo habian corrido, ladréndole. Después de esas raras
incursiones al pueblo, volvia, como siempre, a su guarida en el
arroyo.
Capitulo III: Ventajas
Nacié en Los Tepuales la costumbre de dejar cosas en la entrada
del pueblo, como pequefias ofrendas que tenian la intencién de
tranquilizar al engendro: paquetes de comida, alguna gallina,
incluso velas encendidas y botellas con agua. El monstruo nadaaprovechaba pero curiosamente los dos granujas del pueblo Adolfo
y José que a despecho del miedo salian por las noches de su
rancho, y consiguieron asi estar alimentados. Los dos granujas
eran los encargados de asustar al pueblo, no solo decian haberlo
visto, aseguraban ademés que el maligno ser los habia perseguido
y José hizo la descripcién mas completa del monstruo: dos metros
de alto, larguisimos pelos, dientes como de leén, ojos enrojecidos
y garras, poderosas garras. No solo para los granujas, la
existencia del monstruo del arroyo, no falté quien pensaré
utilizarlo como atractivo turistico pero la idea fue desechada. En
Tepuales un intendente y un grupo de colaboradores que tenfan
las mismas inclinaciones. El secretario de prensa de la
Municipalidad el monstruo se convirtié en la excusa perfecta para
explicar todos los males del pueblo.
Capitulo IV: Pedro y Marili
Pedro Basabilvaso era un nifio de unos once afios que habia nacido
en Los Tepuales y que desde siempre habia vivido con su Tia Cata.
Como todos en el pueblo creia en el monstruo pero se habia
prometido que algtin dia tendria el valor de entrar en La Margarita.
La otra era una nifia, una nueva vecina de Los Tepuales, se
llamaba Marili venia de Buenos Aires donde los monstruos no
existian més que en el cine y la television. Estando en Tepuales
creyé en la existencia del monstruo del arroyo el que imaginaba
chorreando un agua verde y pegajosa.
A Marili, que también tenia once afios, le tocé sentarse en el
mismo banco del sexto grado al que iba Pedro y alli se hicieron
amigo.
Los padres de la nifia eran médicos que venian hacerse cargo del
dispensario del pueblo (consultorio) estaban encantados que
tuviera a Pedro de amigo y cuando podian solian invitarle a comer
con ellos para que les narrara alguna de las muchas historias que
se contaban en el pueblo sobre el terrible ser.
A Ratil y Marta los padres de Marili tenian problemas con la
intendencia, ya que se excusaban para no enviar los
medicamentos 0 utilizar la ambulancia por que el monstruo era elresponsable. Por eso a Raul se le ocurrié que la Unica forma de
terminar con los problemas era terminar con la leyenda.
Capitulo V: Preparativos
El dispensario que atendia Marta y Raul estaba abierto de lunes a
viernes hasta que anochecia y los sébados en la mafiana. El
domingo era dia de descanso, asi que el papa de Marili pensé en
tomarse toda la tarde del sdbado para la inspeccién a la Margarita.
Le comento a sus pacientes y vecinos su decisién, como es de
suponer la voz corrié enseguida y el sdbado al mediodia una gran
cantidad de tepualenses lo escolto desde el dispensario a la casa.
Raul reia mientras preparaba la mochila repitié la invitacién, el que
quiera acompafiarme que venga aunque sea para las fotos. Pero
claro nadie aceptaba.
El médico tenia planeada una expedicién completa; llevaba abrigo
para pasar toda la noche en la estancia y cargé también una
linterna poderosa y una cdmara de fotos con la que pensaba
registrar cada parte de la casona, que seguin creia estaba vacia.
Seguro que habré ratas, pero llevo un machete para los pastizales
y para defenderme. Al fin empezé a bajar el sol y Raul monté en
su bicicleta, con la mochila en los hombros, una gorra de lana en
la cabeza y una amplia sonrisa.
Capitulo VI: Una expedicién Cientifica
Ratil mientras pedaleaba pensaba en las cosas que debia hacer al
llegar a La Margarita.
1,- Sacar fotos llevaba la cémara colgada del cuello, preparada con
un rollo de 36 fotos color.2.- Anotar todo y cada una de las cosas que valieran la pena
Pensando, pensando Ratil pedaleo hasta la cerca semicaida donde
atin se lefa el nombre de la estancia. Alli se bajé de la bici, la pasé
por sobre las maderas y entré. Camino unos metros y al fin vio la
casona abandonada: una vieja casa colonial en ruinas, con los
techos de teja pudriéndose y los aleros desflecados y sueltos. Sélo
una casa vieja, casi caida. Ratil sacé las primeras fotos y entré.
En la entrada tuvo la primera sensacién desagradable, habia
tropezado con una enorme tela de arafia, de pronto un chistido lo
detuvo y luego varios mas, era unos aleteos de una bandada de
murciélagos. Al fondo estaba la cocina le parecié ver un
amontonamiento de lefia, habian unos palos encendidos por lo que
dedujo que algtin vagabundo vivia ahi. Acomodo su saco de dormir
y se dispuso a dormir.
Al amanecer algo le rozo el hombro, despertandolo, Ratil tardo un
instante en recordar donde estaba, tomo la camara y apunto el
objetivo hacia el rincén de la lefia de donde le parecia que venia el
ruido. El flash lo cegé y sintié un grufido, casi como un ladrido y
unos pasos fuertes... Entonces tuvo miedo tomo su bicicleta y
pedaleo hasta la cerca sin darse vuelta y de la cerca al pueblo a
una velocidad como nunca habia conseguido en su vida.
Al reaccionar pensé descontento consigo mismo... quizds era un
Zorro 0 un pobre perro vagabundo, se habia portado como el mas
miedoso de los tepualenses, es increible si no vuelvo, nunca me lo
voy a perdonar.
Capitulo VII: Una batalla pérdida
Marta esa noche no pudo dormir, era inutil seguir aleros
desflecados y sueltos. Sélo una casa vieja, casi caida. Ratil sacé
las primeras fotos y entré. En la entrada tuvo la primera sensacién
desagradable, habia tropezado con una enorme tela de arafia, de
pronto un chistido lo detuvo y luego varios més, era unos aleteos
de una bandada de murciélagos. Al fondo estaba la cocina le
parecié ver un amontonamiento de lefia, habian unos palos
7encendidos por lo que dedujo que algtin vagabundo vivia ahi.
Acomodo su saco de dormir y se dispuso a dormir.
Al amanecer algo le rozo el hombro, despertandolo, Ratil tardo un
instante en recordar donde estaba, tomo la cémara y apunto el
objetivo hacia el rincén de la lefia de donde le parecia que venia el
ruido. El flash lo cegé y sintié un gruflido, casi como un ladrido y
unos pasos fuertes... Entonces tuvo miedo tomo su bicicleta y
pedaleo hasta la cerca sin darse vuelta y de la cerca al pueblo a
una velocidad como nunea habia conseguido en su vida.
Al reaccionar pensé descontento consigo mismo... quizés era un
zorro 0 un pobre perro vagabundo, se habia portado como el mas
miedoso de los tepualenses, es increible si no vuelvo, nunca me lo
voy a perdonar. acostada, se levanté y fue a la ventana que daba
a la calle desde donde se imaginaba La Margarita, suspiré. Tenia
miedo. Se imaginaba que su marido estaba bien y que al final del
mediodia volveria a casa demostrando que en La Margarita no
habia ningun monstruo.
Marili dormia, aunque le habia costado dormirse, su madre la
arropé, se dirigié a la cocina y se preparé un café, en ese
momento golpearon la ventana, Marta se asomé asustada solté la
taza y afuera casi colgando entre los brazos de los dos placeros
estaba Ratil y parecia lastimado. Entraron en la casa, Raul tirado
en el sillon se quejaba y se tomaba la cabeza lastimada,
manchada de sangre. Raul fue reaccionando y preguntando
éDénde estén mis cosas?... Habrén quedado en La Margarita
respondié uno de los hombres. Ratil confundido dice, épero yo las
traia conmigo cuando entre al pueblo.
Nosotros lo encontramos tirado cerca de la entrada, no llevaba
nada. Me robaron, me robaron todoiiii exclamo Raul. Raul
solamente tenia un golpe, que parecia dado con un palo. Marta le
limpio la herida, le sirvié un café y espero la explicacién. Me
asuste tome mi bicicleta y hui como un cobarde, cuando llegue al
pueblo reaccioné. Me estaba por volver a subir a la bici cuando me
golpearon.