You are on page 1of 2

Romanticismo latinoamericano

Época: El Romanticismo entra en América Latina desde los principios del siglo XIX, pero
alcanza su pleno desarrollo entre 1840 y 1890. Dicha corriente encuentra un terreno fértil
a causa de los sucesos políticos de la época.

Contenido histórico y político: Aunque todas las corrientes literarias están estrechamente
vinculadas a los acontecimientos históricos y a la sociedad de la respectiva época, el
Romanticismo hispanoamericano es el caso aún más representativo. Tras las luchas por
la Independencia, los países buscan un modo de autodefinirse; hay un período de
dictaduras (Argentina, Paraguay), intervenciones norteamericanas, conflictos
“intercontinentales” y esfuerzos de independencia por parte de los países aún no
independientes (Cuba). Las fronteras entre los países recién nacidos aparecen nebulosas
y la búsqueda de una identidad propia resulta indispensable.
Los rasgos más característicos del Romanticismo hispanoamericano se pueden entender
sólo a través del contexto político. El aire rebelde- liberal, la oposición a la tiranía y la
actitud nacionalista ponen el germen para una literatura combativa de temática política y
para una literatura particular (gauchesca-revalorización del gaucho como figura
representativa, indianista- tema principal el indio).

Características literarias: Argentina es el foco romántico de América Latina con los


“Proscritos”, grupo opuesto a la dictadura de Rosas (1835-1852). El rasgo principal de la
literatura de ese grupo es lo patriótico y lo patriotero. Rosas es conocido por sus
campañas de exterminio de los indígenas. Esteban Echeverría (1805-1851) con “El
matadero”, (1871) es la figura más destacada de los “Proscritos”. En su cuento-símbolo
de la agitación política narra con un realismo nigérrimo el ataque a un joven unitario (quizá
personificación del mismo). En “… el caso es reducir al hombre…el gobierno” observamos
la indignación del autor hacia la fuerza eclesiástica y estatal. “Quizá llegue el día en que
sea prohibido respirar aire libre…” nos informa el escritor en su intento (lleno de ironía
costumbrista) de denunciar la situación despótica del país. La lucha política se ve en
“¡Mueran los salvajes unitarios!” y “¡Viva Matasiete!”. Además, observamos los bajos
instintos y la animalización de las mujeres: “dos africanas llevaban arrastrando las
entrañas de un animal; allá una mulata…” El cuento es un cuadro de costumbres en el
sentido de que toda la narración nos da las características de la sociedad de la época. Por
lo que se refiere al lenguaje podemos afirmar que tiene un fuerte color popular-local: “¡A la
bruja! ¡A la bruja!”

Poetas románticos: Otra gran obra argentina es El gaucho Martín Fierro (1872) de José
Hernández (1834-1886). Clorinda Matto de Turner (1852-1909), aunque está a caballo
entre el Romanticismo y el Realismo, podemos mencionarla a causa de sus “tradiciones”
y leyendas indianistas que tienen una pincelada claramente romántica. En “Malccoy” nos
narra la historia de un indio que se enamora de una mujer; dentro de su narración
aprendemos muchas cosas sobre las tradiciones y las costumbres de los indígenas. El
lenguaje también tiene muchos indianismos que a veces dificultan la lectura

Referencia: https://lambrounatasa.wordpress.com/2016/11/24/romanticismo-
latinoamericano/
Ximena Marian Macías Solís 3°B t/m

You might also like