You are on page 1of 5

La noche oscura del Alma

En el desarrollo personal y espiritual de todo ser humano existe un


proceso al que se le llama ‘La Noche Oscura del Alma’.
Esas vivencias dan lugar a una crisis de mayor o menor magnitud, que
deriva en un encontrarse perdido y sin respuesta de la vida, sin mecanismos
para generar nada. Parece que de golpe todo se apagó, nace una sensación
de estar solo, sin guía personal ni trascendente, caen los valores, uno siente
que ya nadie cree en él.

¿Los motivos? Desde el duelo, guardado y vivido por una pérdida personal,
un ser querido, o un trabajo; pasando por una crisis de valores o existencial,
separaciones, un cambio de vida y dirección, o una rotura de las estructuras
que hasta ese día funcionaban y ahora ya no…
El alma nos brinda una conexión a nuestro mundo interior, a nuestra
individualidad como seres. Esa individualidad nos permite conectar hacia
adentro con nosotros mismos, con nuestro propósito en la vida, nuestra
dirección, voluntad… quiénes somos y qué vinimos a hacer reside en el alma
de cada hombre y mujer, así es una cuestión puramente personal pues nadie
más puede conocerlo con más exactitud que uno mismo.
La fase de ‘noche oscura’ sucede cuando esa conexión ‘aparentemente’ se
pierde. Esta desconexión puede venir por una decisión personal, consciente,
de dar un giro a su vida y con ello entrar en esta fase de oscuridad, o bien por
un suceso que cambia por completo su realidad y le obliga a redefinirse.
Imaginemos que por un momento esa estructura sobre la cual usted se
sostiene en su día a día y que está formada por creencias, formas de trabajar,
formas de relacionarse, su propia ética, el lugar de donde usted saca su
escala de valores, su dirección en la vida, su motivo de vivir…desaparece.

Y con ello, toda acción sobre el mundo exterior deja de funcionar como lo
hacía.
Naturalmente, usted intenta que vuelva a funcionar… pero no lo hace.
Cuantos ejemplos tenemos en personajes populares que emergieron en su
carrera justo después de un proceso así… en ese momento, se les pidió
afrontar una situación de su vida y se les cayó toda la estructura en la que
estaban sujetados. En el tránsito hacia la nueva etapa, todo se oscurece.
Emerge una sensación de soledad, de no estar apoyado, ni ser oído, ni ser
sustentado. La vida no ofrece respuestas como antaño. Si usted meditaba, no
llega información. Si usted oraba, nadie le escucha. Lo personal, parece
desencajado pues sus semejantes no le entienden.

.
Es realmente un proceso único y personal, un tránsito por el desierto y
nadie puede imaginar la sed que usted tiene. Le pueden ver como a un loco,
como a un descentrado, ‘nos abandonaste’, ‘lo hiciste mal’, ‘¿qué estás
haciendo con tu vida?’… son frases que usted oirá.

Y aquí entramos en materia: un proceso de ‘noche oscura’ pide


inevitablemente un ‘Acto de Fe’. Confiar en que ese proceso es necesario, e
debemos irremediablemente rendirse ante sus circunstancias. ‘Rendición’ en
tanto en cuanto uno debe vivir la transición con sus tiempos y esperar a que
el temporal amaine. Entretanto, sobrevivir…

En todos los casos arquetípicos de ‘noche oscura’ aparece la posibilidad


de caer en el otro lado, la vía fácil, que nos puede solucionar la vida pero
alejarnos de nuestro propósito original y genuino.

Los Teósofos describieron estos procesos como momentos en que toda


conexión con el mundo espiritual desaparece, y nuestra única guía debe ser
nuestra fe en el proceso. Desaparecen los guías, y debemos confiar en
nuestra propia alma como piloto.

Arquetípicamente, el personaje de Job en la Biblia personifica un episodio de


‘noche oscura’. Satanás pacta con Dios para quitarle todo y éste cesa toda
comunicación con él, mientras el primero le infringe multitud de desgracias.
Él nunca deja de confiar en la resolución de sus problemas.
También Jesús, en sus 40 días de travesía por el desierto, personifica esa
crisis sin respuesta ni objetivo aparente ni horizontes, y llena de tentaciones
para salir de ella, que es la ‘noche oscura del alma’.
Literariamente San Juan De La Cruz escribió su poema ‘Noches Oscuras Del
Alma’ contando de forma poética la experiencia de El Alma purgando sus
pasiones y pecados, elevándose hacia Dios en medio de la noche y recibiendo
una Luz que le facilita el camino hacia la unión de lo que arquetípicamente se
llama El Cristo, una energía que le une al todo.

En El Señor De Los Anillos (versión cinematográfica), las fuerzas oscuras


atacan a las luminosas en la Batalla De Los Campos De Pelennor. Los oscuros
multiplican por diez las fuerzas de los blancos. No hay alternativa de victoria
y en cuanto todo apunta a que la oscuridad va a adueñarse de la tierra de los
hombres, en un giro inesperado Aragorn, heredero del Reino de los Hombres
aparece con un ejército de espectros
(Los Muertos de El Sagrario) que abaten a las tropas del mal.

Estos ejemplos, nos cuentan cómo la persona que vive en esa oscuridad
momentánea se siente abandonado por todos, por la vida y por las
circunstancias. Es una destrucción de su estructura, un viaje hacia una
consciencia mayor pasando a través de un túnel sin luces y sin apariencia de
llevar a ningún sitio. La clave está en resistir y permanecer.
Job, después de innumerables desgracias, recibió el doble de lo que tenía
anteriormente.
Jesús ascendió a los cielos y se situó a la derecha del trono de su padre.
Aragorn aprovechó la maldición que su ancestro Isildur lanzó contra los
espectros para que lucharan a su lado, y así él los liberó de ella.
Es decir, del tránsito por la máxima oscuridad se accede a la luz.

Usando lo que en nuestra oscuridad es una traba, accedemos a una mejor


fase en nuestra existencia.
En la naturaleza, me llamó siempre la atención la metamorfosis de la oruga a
mariposa.
La oruga precede a la mariposa. Es un estado previo a ella. En su consciencia
de oruga, no es capaz de imaginar una vida como mariposa y, por ejemplo,
como debe ser abandonar el suelo para desplazarse por el aire o dejar de
roer hojas para alimentarse de néctar.
En un momento de su existencia, por trayectoria vital y en Psicología
Transpersonal diríamos que ‘por programa’, se envuelve en una crisálida y,
como un acto de fe, deja que su propia información interna la transforme.
El resultado de esa crisis, de esa ‘muerte’ temporal, es un renacimiento en
unas condiciones muy diferentes, una nueva consciencia, una nueva vida, un
nuevo amanecer.
Si están transitando por una ‘noche oscura’, no decaigan. Lloren, sufran,
déjense llevar por la tormenta, intenten gobernar su barco y sobrevivan.

¿Quién sabe qué paraíso les espera?

Miembros de veritatis solis Moremos en la Luz para tener la

“Templanza en las doce rosas de la corona crística “

Lvx.’ . 🌷

You might also like