Definir el concepto de acción en el contexto del derecho procesal romano y su
clasificación. Analizar los pasos del proceso romano. Profundizar en conceptos clave para el estudio y la comprensión del derecho romano. Introducción El término acción (actio en latín) corresponde a un acto jurídico por el cual una persona afirma su derecho en forma solemne, de modo que sea reconocido o realizado en justicia. Esto indica que la acción supone dos aspectos: o que el derecho sea desconocido (para lo cual la acción “reconoce”) o que siendo reconocido sea perturbado en su goce. El primer intento y, en cierto modo, el definitivo de construir un concepto autónomo de la acción se debe a Adolfo Wach, su teoría se acepte o se rechace, ha constituido indudablemente uno de los pilares sobre que se ha construido la ciencia del derecho procesal. Bajo el nombre de acción de tutela jurídica concibe este autor el derecho a obtener sentencia favorable, como un derecho distinto del subjetivo privado, hasta el punto que puede existir si que exista esto. Wach sostiene que la acción la tiene el particular frente al estado para que la otorgue y frente al particular obligado para que la soporte y someta a tutela. Un derecho solo es útil cuando su titular puede ejercitarlo y hacerlo valer, por eso se considera la acción como un medio que necesariamente había de acompañar a todos y cada uno de los derechos, y en el lenguaje de los romanos una relación solo se considera derecho cuando existía una acción para protegerla. Desarrollo 1. Acciones. Dice Celso y confirma Justiniano en sus Instituciones que “acción no es otra cosa que el derecho de perseguir en juicio aquello que se nos debe. Así, actio en sentido técnico deriva de Agere (actuar en) un proceso, y es aquella facultad que tiene una persona de iniciar una actividad encaminada a la tutela y reconocimiento de su derecho. Originalmente en el derecho romano, la noción de acción es considerada como sinónimo de un conjunto de ritos sagrados y procedimientos ineludibles. Será hasta la puesta en práctica del llamado Procedimiento Formulario del Derecho Romano que el derecho de acción pasa a ser el propio derecho material que se exige y deduce dentro del juicio. 2. La venganza privada y la evolución jurídica. Venganza privada, también llamada “ley de Talión”, derivando de talio o talionis, término que designa un arcaico tipo de castigo o pena jurídica que significa idéntico, o sea, que la pena no se entiende equivalente sino idéntica. Es la materialización de “ojo por ojo, diente por diente” consagrada en el libro Éxodo del Antiguo Testamento. Jurídicamente se entiende como un esfuerzo por establecer proporcionalidad entre el daño que recibió la victima y el daño que sebe sufrir quien cometió el crimen a modo de castigo; por lo tanto, se asume como una ley que trató de poner fin o al menos intentó frenar el sentimiento y la materialización del deseo de venganza sufrido por las víctimas o sus allegados. En Roma la Ley del Talión estaba consagrada en la tabla VIII de las leyes de las XII tablas, pero en el derecho romano la ley desapareció por completo. A esta misma época corresponde la aparición de la denominada composición, consistente en el reemplazo de la pena por el pago de una suma dineraria, por medio de la cual la víctima renunciaba a su venganza. En la actualidad se ha introducido la remisión de la pena a cambio de servicios a la comunidad. 3. Clases de acciones: Civiles y pretorias. Las acciones civiles son aquellas concedidas por el derecho civil para proteger relaciones jurídicas por él contempladas. Esta variedad de acciones en materia procesal que contemplaba el derecho Romano, no fue siempre la misma, sino que sufrió una transformación paulatina, al igual que sucedió con el derecho procesal y con el derecho en general. Son acciones civiles: Ficticias: aquellas en las que el pretor ordena al juez que juzgue, fingiendo un hecho o derecho que no existe o se da por inexistente, aunque verdaderamente exista. In factum: fueron creadas por el pretor, para reprimir conductas dolosas, aunque estas no estuvieran comprendidas en el ius civile. Con trasposición de personas: siempre para conseguir un fin justo. 4. Irisdicto, Iudicatio, cognitio. Pronunciar o decir lo que es derecho en un litigio. El contenido de la iurisdictio y, por tanto, toda la actividad del pretor está comprendida en los llamados tria verba solemnices: Do: designa la concesión de un juez o árbitro, contra el que se resiste obstinadamente, como acontece en la acción del fiador por lo que no ha pagado. Dico: alude a todas las declaraciones que el magistrado pronuncia, en relación con aquello que es derecho en un proceso determinado. Addico: comprende los actos que atribuyen derechos constitutivos a favor de las partes que actúan en el proceso. 5. Las partes. Son partes de un proceso las personas que litigan con el fin de conseguir una sentencia favorable. Puede suceder que las partes que acuden a un proceso no tengan intereses contrapuestos. En Roma, para poder ejercitar una acción hay que ser ciudadano romano y paterfamilias. Las partes podían actuar en el proceso representadas por otras personas: el ccognitor o el procurador. El procurador no es nombrado para sustituir a una persona en un proceso, su figura responde a la de un administrador general a. El proceso romano. El proceso se entiende como una sucesión de actos jurídicos, que se inician con el ejercicio de la acción y conduce a la sentencia. Los procedimientos civiles son: Procedimiento de las acciones de ley, cuya vigencia se remonta a los orígenes del proceso arcaico, anterior a las XII tablas y se utiliza hasta la mitad del siglo II a.C. Procedimiento formulario, coexistió en parte con el procedimiento de las legis actiones. Procedimiento extraordinario, existió en Roma e Italia a partir de Augisto y Adriano. El procedimiento formulario fue suprimido por una constitución de los emperadores Constantino y Clemente, del año 342, que considera las fórmulas alambicadas y sutiles; en lo sucesivo el procedimiento cognitorio fue el único existente. En su inicio, el proceso siempre fue oral; las partes litigantes tenían la obligación de reproducir las fórmulas preparadas por los pontífices, en latín y en tiempo presente, justo a la medida de la fórmula, ni más estricta ni más lata, y los demás actos del magistrado y del juez eran también orales. En el formulario siguió predominando la forma oral, aunque ya la base, es decir, la fórmula, se redactaba por escrito. En el sistema extraordinario, se hizo sentir la influencia de lo escrito sobre lo oral. Todos los actos, desde la demanda hasta la sentencia, debían redactarse por escrito, lo que daba seguridad y precisión, marcando la sujeción del juez en sus funciones a lo actuado por las partes, que lo colocaban en un estrecho límite jurisdiccional que favorecía a los litigantes y lo hacía ser, a la vez, un simple espectador del litigio. Hasta el siglo IV d.C., la justicia se administraba únicamente en los días fastos, dies fasti a tenor de un calendario en el que quedaban excluidos los días festivos, dies nefasti. El idioma procesal era el latín, aunque ya en el siglo IV comenzó a usarse el griego. b. Procedimiento de acciones de la ley (legis actiones). Este procedimiento es el más antiguo de los procedimientos romanos. Presenta los siguientes caracteres: Pertenece al ordenamiento de los juicios privados ordo iudiciorum privatorum, y, en consecuencia, destaca la actividad del magistrado ordenadora del proceso. El proceso está dividido en dos fases: una, in iure, ante el magistrado, y otra, apud iudicem, ante el juez. De la exposición gayana de las legis actiones, se deduce los marcados caracteres de: solemnidad verbal, utilización exclusiva del procedimiento por ciudadanos romanos. Las legis actiones solamente sirven para ejercitar acciones del antiguo ius civile. Rigor y formalismo en el procedimiento. Bibliografía. Kandora, W. (2005). Las Acciones en el Derecho Romano. Santiago de Chile. Recuperado el 16 de Abril de 2021, de http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/107604/kandora_w.pdf? sequence=3&isAllowed=y La Voz del Derecho. (08 de Mayo de 2014). Ley de Talión. Obtenido de https://www.lavozdelderecho.com/index.php/opinion/item/318-ley-del-talion Pastor, J. (2011). Manual de Derecho Romano. Recuperado el 16 de Abril de 2021, de https://www.derechoromano.es/2011/12/la-accion.html Universidad Nacional de Educación a Distancia. (s.f.). 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