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Matías Gabriel Paire Campanini

Antecedentes históricos e importancia de la producción y conservación de forrajes a


nivel mundial.
Considerando que los forrajes son la base de la alimentación del ganado, se asume que sus
orígenes se remontan al momento histórico donde el Hombre comenzó a domesticar a los
animales rumiantes, con el fin de usarlos tanto para su propia alimentación (carne, leche)
protección (lana, cuero), transporte, entre otras actividades; ya sean vacas, cabras, ovejas,
caballos, etc. En este contexto el Hombre los largaba a pastorear con el fin de alimentarlos,
ya sean en grandes extensiones de pastizales o bien en parcelas o bien, con el pasar del
tiempo, en áreas cercadas donde se encontraba el cultivo forrajero. Con el transcurso de los
años, la técnica de producción de pastos con fines alimenticios fue mejorando por lo cual
mejoró el aprovechamiento de los mismos ya sea aumentando su producción, mejorando su
palatabilidad o aumentando la resistencia a ciertas condiciones climáticas, como así también
se fueron seleccionando las mejores especies que mejor se adaptase a cada región del mundo,
por ejemplo, para el caso argentino se destacan la alfalfa, el sorgo, el maíz forrajero, la avena,
el rai grass, entre otros cultivos.
La mayor producción de forraje tuvo como consecuencia del aumento del número de cabezas
que a su vez estuvo acompañada de un mayor consumo de forrajes de manera individual, esto
obligó a los productores a conservar cierta cantidad de forrajes (especialmente el
“excedente”), con el fin de poder utilizarlo en momentos donde la producción o la cantidad
de materia seca se encontrase en reducida disponibilidad, como es el caso del invierno o en
años donde por condiciones climáticas excepcionales, como ser sequías, inundaciones o
cualquier otro evento relacionado, se presente una baja en la oferta del mismo.
Siendo de vital importancia la producción de forrajes y su conservación ya que están
directamente relacionados con la producción de carne, leche, lana, entre otros productos
derivados de los animales. Son los forrajes los que aportan, en gran medida, todos los
nutrientes lo que los animales necesitan para su desarrollo: carbohidratos, proteínas,
vitaminas y minerales (de estos componentes, cada especie forrajera aportará en diferentes
proporciones según su característica nutricional).
Finalmente, como dato, podemos considerar que a nivel mundial, Nueva Zelanda se
posiciona como el país número uno en producción de forraje principalmente porque su
eficiente maneja de producirlo y consumirlo, le permite manejar una dieta alimenticia basada
en forrajes (en un 90% aprox.), es decir, que se destacan por su elevado consumo de forraje
de manera muy eficiente, lo que le permite tener producciones muy altas de leche y de carne
a muy bajo costo, considerando que el “pasto”, es el alimento más económico comparado
con cualquier grano o suplemento que se le agregue a la dieta y a su vez el alimento es el
factor que mayor incidencia tiene en los costos de producción.

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