Antecedentes históricos e importancia de la producción y conservación de forrajes a
nivel mundial. Considerando que los forrajes son la base de la alimentación del ganado, se asume que sus orígenes se remontan al momento histórico donde el Hombre comenzó a domesticar a los animales rumiantes, con el fin de usarlos tanto para su propia alimentación (carne, leche) protección (lana, cuero), transporte, entre otras actividades; ya sean vacas, cabras, ovejas, caballos, etc. En este contexto el Hombre los largaba a pastorear con el fin de alimentarlos, ya sean en grandes extensiones de pastizales o bien en parcelas o bien, con el pasar del tiempo, en áreas cercadas donde se encontraba el cultivo forrajero. Con el transcurso de los años, la técnica de producción de pastos con fines alimenticios fue mejorando por lo cual mejoró el aprovechamiento de los mismos ya sea aumentando su producción, mejorando su palatabilidad o aumentando la resistencia a ciertas condiciones climáticas, como así también se fueron seleccionando las mejores especies que mejor se adaptase a cada región del mundo, por ejemplo, para el caso argentino se destacan la alfalfa, el sorgo, el maíz forrajero, la avena, el rai grass, entre otros cultivos. La mayor producción de forraje tuvo como consecuencia del aumento del número de cabezas que a su vez estuvo acompañada de un mayor consumo de forrajes de manera individual, esto obligó a los productores a conservar cierta cantidad de forrajes (especialmente el “excedente”), con el fin de poder utilizarlo en momentos donde la producción o la cantidad de materia seca se encontrase en reducida disponibilidad, como es el caso del invierno o en años donde por condiciones climáticas excepcionales, como ser sequías, inundaciones o cualquier otro evento relacionado, se presente una baja en la oferta del mismo. Siendo de vital importancia la producción de forrajes y su conservación ya que están directamente relacionados con la producción de carne, leche, lana, entre otros productos derivados de los animales. Son los forrajes los que aportan, en gran medida, todos los nutrientes lo que los animales necesitan para su desarrollo: carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales (de estos componentes, cada especie forrajera aportará en diferentes proporciones según su característica nutricional). Finalmente, como dato, podemos considerar que a nivel mundial, Nueva Zelanda se posiciona como el país número uno en producción de forraje principalmente porque su eficiente maneja de producirlo y consumirlo, le permite manejar una dieta alimenticia basada en forrajes (en un 90% aprox.), es decir, que se destacan por su elevado consumo de forraje de manera muy eficiente, lo que le permite tener producciones muy altas de leche y de carne a muy bajo costo, considerando que el “pasto”, es el alimento más económico comparado con cualquier grano o suplemento que se le agregue a la dieta y a su vez el alimento es el factor que mayor incidencia tiene en los costos de producción.