VACACIONES INESPERADAS

Un día de verano, con mi familia decidimos viajar a las playas de Ilo, hace mucho años que

no viajabamos juntos entonces solo lo decidimos y nos preparamos para salir cuanto antes.

Tan pronto como nos alistamos, tomamos un taxi y nos dirigimos al terminal.

Compramos los boletos y nos pusimos a bordo del bus pero llegando a moquegua,

raramente las tiendas por las que pasábamos estaban cerradas, nos pareció un poco

extraño pero no hicimos caso. Ya llegando a Ilo vimos que muchas personas estaban

caminando para la entrada/salida de Ilo y la carretera de salida estaba congestionada. El

bus no se detuvo hasta llevarnos al terminal, todos estábamos extrañados ya que por

doquier todo estaba cerrado y las calles del centro estaban vacías. Nos bajamos del bus

pero no encontrábamos ningún transporte que nos llevara para nuestro hotel y decidimos

caminar, mi mamá intentó contactarse con mi abuelo mas no tuvo éxito.

Nos comunicamos con el hotel a donde llegaríamos pero nos cancelaron la reserva,

entonces mi mamá pensó en llamar a sus hermanas, una de ellas le contestó y le dijo:

“¡Regresa a Arequipa cuanto antes!”. Mi mamá se quedó fría y en eso, nos dimos cuenta

que de la parte alta bajaba lentamente toda una multitud pero no eran personas.

Corrimos tan rápido como pudimos, asustados llegamos donde mi abuelo, tocamos

enérgicamente y mi prima nos abrió, ya dentro nos dimos cuenta que todos estaban

reunidos, porque en todo alto Ilo hubo una enfermedad que poco a poco mataba a las

personas pero no se quedaban muertos sino que revivieron y empezaron a bajar hacia el

puerto.

Sin opciones, teníamos que quedarnos en casa de mi abuelo hasta encontrar una solución

factible ya que no teníamos ni transporte, la carretera estaba congestionada y estábamos

lejos de nuestro hogar.