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[NDICE DE CONTENIDOS + Introduccién * Procesamiento cognitivo Bases neurologicas de la lectura Trastornos INTRODUCCION | La lectura es una adquisicién reciente en el tiempo, si la situamos en el contexto del desa- E de la humanidad, Se trata de un invento que la especie humana ha conseguido hace me- nos de cinco mil afios, 3500 si la referenciamos 4 10s primeros alfabetos fonéticos, y que sdlo se ha generalizado a la poblacién universal en las iiltimas décadas. Incluso hoy en dia, una buena parte-de la poblacién sigue siendo analfabeta. Por tratarse de una adquisicién reciente, atin no esté programada en el cerebro y, por lo tanto, tno se desarrolla de manera natural. Contraria- } mente al lenguaje oral, cuyo origen se remonta | aproximadamente a unos 100.000 afios, y que i sidad de una ensefianza es} mar los que papel 0 nel caso de la lec tura en voz alta) 0 en signifieados (en el caso de la lectura silenciosa comprensiva). Y para poder hacer i io reali- comenzando por estimulos visuales partir de las manchas de tinta escritas sobre el papel), conversin de esos estimulos visuales en lingiifsticos (activacién de los fonemas corres- pondientes a esas letras), conceptuales (com- prensidn de los significados de las palabras for- madas por esas letras), motores (pronunciacién de Jos fonemas en la lecrura en voz alta), etc. Fernando Cuetos y Alberto Dominguez Lectura een principio esta~ ireas visuales, finglisticas, motor: as veces esas conxione Qi a2: al- teraciones de tipo neurobiolégico, como ocurre en el caso de las dislexias evolutivas, lo que se traduce en enormes dificultades para aprender a leer, Orras veces, habiendo sido desarrollados los circuitos de lectura, algiin tipo de lesién ce- rebral (traumatismo, accidente cerebrovascular, etc.) data parte de esos circuitos, produciendo alteraciones en lectores expertos, alteraciones que se conocen como dislexias adquiridas.* jo Después describicemos las bases neurolégicas de esos procesos, descubiertas fundamentalmente a través de las modernas técnicas de neuroimagen (resonancia magnética funcional, tomografia por emisién de positrones, etc.). ¥, finalmente, describirem i PROCESAMIENTO COGNITIVO ‘Aunque la lecrura parece una actividad instan- tinea y automitica, en realidad es necesario rea- lizar Gee 3 Hegar al significado o pronunciacién de las palabras ¢s- crits. La primera’es la identificaci6n de las letras mE" identificar las letras del texto escrito (como nos sucede a veces con algunos textos poco legibles, como las recetas médicas), dificilmente pode. mos continuar con la lectura. El elde (gra: femas) Justa: mente, la mayor parte del tiempo destinado a Ja ensefianza de la lectura se dedica al aprendizaje de estas reglas de conversi6n de grafema en fone- ma. A partir de esos fonemas ya se puede identi- ficar la palabra, tal como sucede cuando escucha- mos una palabra en el lenguaje oral. Este tipo de lectura es lenta y trabajosa, porque requiere ir transformando una a una, de manera serial y de izquierda a derecha, las letras que conforman la palabra en sus correspondientes sonidos. Pero no es ésta la tinica forma de leer palabras. ‘A medida que una persona se va convirtiendo en lector experto, comienza a reconocer las palabras de manera global, de una manera rdpida y. sin esfuerzo, como si se tratase de objetos visuales. Pasa asi de Este tipo de ee ee solo se consigue cuando la persona lleva tiempo leyendo a través de la conversion de gra- femas en fonemas y ha visto ya muchas veces la misma palabra. Es asi como Las primeras representaciones ortogrificas que se forman corresponden a las palabras cor- tas y frecuentes, que el aprendiz ve escritas una y otra vez, Poco a poco va aumentando el niime- ro de palabras que puede leer de forma directa, aunque el ritmo de adquisicién no depende de — més Jea una persona, mas representaciones for- mard en su léxico y mayor fluidez conseguir en la lectura, Esta | fhanza sis r a Serer rerremmmrernrin termina formando ‘representaciones ortogréficas de esas palabras. Obviamente, cada una de esas operaciones que realizamos durante la lectura requigreldelin | coppermine Los estudios en los que se mide el tiempo que las personas tardan en leer | cada palabra muestran que la media esta alre- | dedor de los 500 ms. En un experimento en el | que un grupo de estudiantes universitarios lefa | una amplia lista de palabras,’ encontraron que | tiempo medio de lectura era de 490 ms, aunque gran parte de ese tiempo esta dedicado a la pro- nunciacién de las palabras; el tiempo empleado | en el reconocimiento visual de las palabras y su acceso al significado y fonologia no suele supe- | | | Ia edad, sino de la experiencia lectora: cuanto rar los 250 ms, tal como muestran los estudios realizados con las técnicas electrofisiolégicas (potenciales evocados; magnetoencefalogra- ffa (MGE]). Aproximadamente, los primeros | 100 ms se dedican al procesamiento visual de | las palabras, y los 150 restantes a la activacién | semantica y fonoldgica. Quedan otros 250 ms, | hasta completar los 500, que se dedican a activa y ejecutar los programas motores para emitir !2 | pronunciacidn (recuadro 9.1), Cuando se realiza | | | lectura silenciosa, slo se invierten los primeros 250 ms dedicados al procesamiento seméntico, tal como indican los estudios de seguimiento de los movimientos oculares. No obstante, ese tiempo de lectura varia, en funcién de una serie de variables tanto del lec- ror como de las palabras. Obviamente, los tiem pos son muy distintos cuando se trata de un lec- tor diestro que cuando se trata de un aprendiz, de una persona con una buena fluidez lectora (de una persona con poca fluidez. Existe una gran variabilidad en los tiempos de lectura, in- cluso entre estudiantes universitarios que se su- pone tienen similar destreza. iad (las palabras cortas largas), l (las palabras que vemos escritas una y otra vez requieren menos tiempo que las que s6lo vernos cocasionalmente) © ELATED (las palabras que se aprenden tempranamente a lo largo de la vida se len més rapido que las que se aprenden a una edad tardia). Hay, ademis, que, aunque como son (cuando una palabra tiene Cidas ortograti- camente; por ejemplo, «casa» tiene como veci- nas ortograficas: «masa», «pasa», «cosa», «caso», caja»... los tiempos de lecrura disminuyen GD | cio games (se leon mis répido los sustantivos que Tos verbos), @]iGi eS VaeOR> interactian que estin aprendiendo a leer, porque identifican de for- ma serial las letras de las palabras y cada letra supone un incremento de varios milisegundos. En cambio, es mayor en porque realizan una lectura directa de las palabras. no se ajustan a las re- los nifios tes como el finés, el espafiol o el italiano.’ BASES NEUROLOGICAS DE LA LECTURA lograffa, como el tamajio de las areas cerebrales mediante morfometria, 0 la conexién entre las istintas 4reas mediante tractografia, actualmen- te tenemos una idea bastante completa de la cir- cuiteria cerebral responsable de Ia lectura. Estudios realizados comparando personas lec- toras con analfabetas,® mostraron claramente las diferencias que el aprendizaje de la lectura pro- duce sobre el sustrato neuronal cerebral. Me- diante neuroimagen, se compar6 a un grupo de campesinos portugueses lectores con otro grupo de personas del mismo entorno, pero que por razones politicas y sociales no habian podido acudir a la escuela y no sabian leer. Los resulta- dos mostraron que habfa diferencias importantes Tal como hemos indie los cerebros de los lectores respecto a los de por lo tanto, los analfabetos. Cuando tenfan que repetir seu- ‘consecuencia, establezcan conexiones entre dreas destinadas a otras funciones (entre la visual y la fonolégi- ca para la lectura en voz alta, entre la visual y la seméntica para la lectura comprensiva, etc.). Eso significa que el cerebro de los lectores cuen- ta con algunos citcuitos neuronales que no estén en los cerebros de los analfabetos. Cuando los nifios aprenden a leer, realmente estan estableciendo conexiones entre areas del cerebro destinadas a otras funciones y, con ello, desarrollando nuevos circuitos neuronales que posibilitan la lectura. Los estudios actuales con las técnicas de neuroimagen estin permitiendo conocer cuales son esos circuitos, al comparar los cerebros de nifios que estén aprendiendo a leer con nifios mayores que ya son buenos lectores, 0 al comparar adultos lectores con adultos analfa- betos. También se comparan las areas cerebrales que se ponen en funcionamiento dependiendo del tipo de palabras a leer, palabras conocidas 0 desconocidas, palabras regulares 0 irregulares, etc. Fruto de estos estudios, en los que se com- paran los diferentes tipos de lectores y los dife- rentes tipos de palabras con variadas tecnologias que miden tanto la activaci6n cerebral (mediante resonancia magnética funcional) como ¢l curso del funcionamiento mediante magnetoencefa- bral dopalabras, los alfabetizados activaban las areas del lenguaje en el ISbulo temporal izquierdo; en cambio, los analfabetos activaban las reas fron- tales, responsables de las funciones ejecutivas. Parece como si los analfabetos resolviesen las tareas lingiisticas como si fuesen tareas de me- moria, mas que de lenguaje. De hecho, muchos de los errores que comerfan cuando tenfan que repetir seudopalabras era transformarlas en pa- labras parecidas (¢j.: «carmigo» en «camino»). Otra demostracién atin més determinante de cémo el aprendizaje de la lectura supone el desa- rrollo de dreas y conexiones cerebrales, es el es- tudio realizado con ex-guerrilleros colombianos que estaban Ilevando a cabo un programa de in- sercién social.? Mediante morfometria cerebral, estos investigadores compararon la densidad de materia cerebral de un grupo de estos guerrille- +05, que habian aprendido a leer, con otro grupo que todavia no habfa comenzado el aprendiza- je de la lectura, y encontraron que los lectores tenian mds materia gris que los analfabetos en cinco regiones posteriores del cerebro, princi- palmente del hemisferio izquierdo. En concreto, éstas eran las regiones en las que los lectores te~ nfan mas materia gris: la parte dorsal del Lébulo occipital (encargada de procesar estimulos visua- les altamente discriminativos, como las letras); las circunvoluciones supramarginal y temporal superior del hemisferio izquierdo (responsables del procesamiento fonolégico) y las circunvolu- ciones angular y temporal media posterior (en- cargadas del procesamiento seméntico). También encontraron una mayor cantidad de materia blanca en los lectores en el splenium del cuerpo calloso. El cuerpo calloso es el tracto que une los dos hemisferios, y en la lectura juega un papel importante en la integracién de la informacion visual procedente de los dos campos visuales. Areas cerebrales implicadas en la lectura En definitiva, el aprendizaje de Ia lectura im- plica el desarrollo de un sistema cortical alta- mente organizado, que integre los componen- tes ortografico, fonolégico y léxico-semédntico, De acuerdo con los estudios actuales, este siste ma incluye tres areas cerebrales del hemisferio izquierdo, una dorsal (cemporoparietal), otra ventral (occipitotemporal), las dos posteriores y otra anterior, en la circunvolucién frontal in- ferior.'® En la figura 9.3 se puede ver la distri- bucién cerebral de esas tres Areas o sistemas. EI sistema dorsal comprende Ia circunvolu- cién temporal superior con el area de Wernicke y el Idbulo parietal inferior incluyendo las cir- cunvoluciones angular y supramarginal. El papel de este sistema en la lectura es integrar la infor- macién visual con la fonolégica y seméntica. En los lectores adultos, la circunvolucién temporal superior responde con mayor actividad a las seudopalabras que a las palabras familiares," lo que sugiere que este sistema interviene en el pro- cesamiento fonoldgico relevante para el apren- dizaje de nuevas palabras. Parieto- Frontal , temporal inferior Occipito- temporal Figura 9.3, Areas implicadas en la lectura, EI sistema ventral incluye el area occipitotem. poral inferior del hemisferio izquierdo, asi como las circunvoluciones temporal media e inferior del hemisferio izquierdo. El area occipitotem- poral es especialmente relevante para la lectura, ya que de ella depende el sistema responsable del reconocimiento ortografico de las palabras, De hecho, ha sido denominada por algunos au- tores como el area de la forma visual de las pa- labras."* Esta area, situada en la circunvolucién fusiforme, se activa ante la presencia de palabras presentadas visualmente; en cambio, no se acti- va ante palabras presentadas de manera audit- va, Ademés, como prueba de la importancia que tiene en el reconocimiento visual de palabras, cuando se produce una lesion en ella los pacien- tes pueden identificar letras individualmente, pero no consiguen leer las palabras globalmente. En el siguiente apartado describiremos este tras- torno, denominado alexia pura. Por otra parte, la actividad de esta drea corre- laciona altamente con la destreza lectora: cuanto mayor es la destreza de un individuo, més ac- tividad se produce en ella ante la presencia de palabras escritas. En un principio, los nifios no muestran actividad en esa zona, sdlo se va de- sarrollando a medida que van adquiriendo flui- dez lectora. Y ese desarrollo, mas bien tardio, no mantiene relacién con la edad, sino con la expe- riencia lectora, lo que indica que sélo tiene lugar como consecuencia del aprendizaje de la lectura Las zonas temporales media e inferior i2- quierda se encargan del procesamiento seméi tico. Numerosos estudios de neuroimagen han comprobado que las tareas que exigen acceder al significado de las palabras activan necesaria- mente las zonas inferior y media del |ébulo tem poral. Igualmente, los estudios con pacientes han comprobado que las lesiones en esas Areas producen pérdida de informacién seméntica."" Finalmente, el sistema anterior se corresponde con la circunvolucién frontal inferior. Este siste” ma es responsable de la recodificacién fonolégi ca durante la lectura; aunque no sélo en la lect" ra, sino también en la denominaci6n oral, en ¢! habla esponténea y en cualquier otra activida que exija la pronunciacién de fonemas. Conexiones entre areas cerebrales La conexién entre esas tres reas da lugar a circuitos, que equivalen més 0 menos a las vias propuestas por el modelo dual, o por el mode- lo de tridngulo. En los iiltimos aftos, con el de- sarrollo de las técnicas de tractografia, se est descubriendo la conectividad entre las diferen- tes Areas corticales; y, en el caso de la lectura, se ha visto la existencia de dos circuitos claros: + El circuito dorsal, que conecta la zona tem- poroparietal con el frontal izquierdo (rea de Broca), se encarga fundamentalmente de pro- cesar las palabras desconocidas. Este circuito tiene una gran actividad durante los comien- z0s del aprendizaje de Ia lectura. Equivaldria ala via subléxica de conversi6n grafema-fone- ma del modelo dual, 0 a la conexi6n ortogra~ ffa-fonologia del modelo de triéngulo. © El circuito ventral, que conecta la zona oc- cipitotemporal (drea de la forma visual de la palabra) con el lébulo frontal, a través del temporal medio e inferior. Este circuito fun- ciona principalmente en la lectura de palabras familiares. Equivaldria a la via léxico-seménti- ca enel modelo dual, o ala conexién ortogra- fia-seméntica en el modelo de tridngulo. En la figura 9.4 se muestran ambos circuitos. El uso de uno u otro circuito depende de una serie de factores, relativos tanto al tipo de pala- bras que se leen (frecuentes vs. frecuentes, re- gulares vs. irregulares, etc.) como a la destreza de los lectores (adultos vs. nifios), 0 incluso al sistema ortogrifico (opaco vs. transparente). Asf, el citcuito dorsal es més utilizado en la lectura de seudopalabras. En un estudio realizado por Simos et al. en el que producfan interferencias eléctticas en esa zona, encontraron que los parti- cipantes no podfan leer seudopalabras, mientras que la lectura de palabras, incluso irregulares, permanecfa intacta. En cambio, el sistema ventral es mis rapido que el dorsal, y muestra mayor ac~ tivacién a las palabras que a las seudopalabras.'* En un estudio de resonancia magnética fun- cional, Fiebach y Friederici"* comprobaron la actividad cerebral de un grupo de sujetos mien- tras decidian, mediante dos botones, si las series Figura 9.4. Sistemas neurales de la lectura: a) circul- to dorsal, que conecta la zona temporoparietal con el frontal Izquierdo (rea de Broca)...Realizaria la conver- ‘sin grafema-fonema o la conexion ortografia-fonologia; ) cireuito ventral, que conecta la zona occipitotempo~ ral (rea de la forma visual de la palabra) con el tébulo frontal, a través del temporal medio e inferior. Es la via neural, que representa la ruta léxico-semédntica 0 a co- nexi6n ortografia-semantica. de letras que aparecian en la pantalla eran pa- labras 0 seudopalabras. Encontraron que las palabras producian mayor activacin en la zona ‘occipitotemporal y en la circunvolucién tem- poral media del hemisferio izquierdo, mientras que las seudopalabras producfan mayor acti- vacién en la zona frontal inferior izquierda. La interpretacién que hacen de estos resultados es que la lectura de palabras frecuentes comienza en la zona occipitotemporal izquierda, con el reconocimiento preléxico de las palabras, y se extiende por la zona temporal media, donde se produce el acceso al significado. En cambio, la Via de lectura de seudopalabras parece exten- derse més hacia la zona frontal izquierda. También depende el uso de uno u otro cir- cuito de la experiencia lectora. Durante los co- mienzos del aprendizaje de Ia lectura, los nifios muestran activacién sélo en el circuito dorsal. Sin embargo, a medida que van adquiriendo ex- periencia lectora, se va activando la circuiteria ventral.'5 Los nifios usan mas que los adultos las circunvoluciones angular y supramarginal du- rante la lectura (partes del sistema dorsal). Estas dos estructuras juegan un papel importante en la integracién de los procesos visuales, fonolé- gicos y semrAnticos. Los adultos también usan mAs esas dreas cuando tienen que leer palabras desconocidas. Por ultimo, la utilizacién de ambos circuitos también viene determinada por el sistema orto- grafico en el que las personas tengan que leer. Los lectores de sistemas ortograficos opacos como el inglés, en el que existen muchas pa- labras irregulares, tienen que hacer un mayor uso de la via léxica, mientras que los lectores de sistemas ortogréficos transparentes como el castellano, en el que todas las palabras son re- gulares, hacen mayor uso de la subléxica. Pau- lesu et al.'” comprobaron, mediante tomografia por emisién de positrones, la activacién cere- bral de estudiantes ingleses ¢ italianos mientras lefan palabras y seudopalabras, y encontraron que los italianos mostraban mayor activacién en la circunvolucién temporal superior del he- misferio izquierdo, mientras que los ingleses mostraban mayor activacién en la zona poste- rior de la circunvolucién temporal inferior y en la circunyolucién frontal anterior del hemisfe- rio izquierdo. No obstante, ambos sistemas no son en ab- soluto independientes, sino que interactdan durante la lectura de palabras, aportando in formacién fonoldgica y seméntica de manera cooperativa para conseguir una mayor fluidez lectora. De hecho, el area de la representacién visual de Ja palabra se va formando a partir de la lectura por la via subléxica,!° puesto que esta via exige también que el lector esté visual- mente expuesto al estimulo. Por esa raz6n los nifios disléxicos, cuyas dificultades para apren- der a leer se deben a sus déficits fonoldgicos, no consiguen desarrollar el drea visual de las palabras, tal como muestran los multiples estu- dios de neuroimagen.

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