You are on page 1of 22
LA GRAMATIZACION DE LA POETICA EN LA EDAD MEDIA: CRISIS ¥ PRESCRIPCION Si bien la gramatica era la principal disciplina de estudio en el sistema es- colar de la Edad Media,! también es cierto que esto se explica por la inter- seccidn con ciertas parcelas de las otras artes del triuium, lo que dio lugar a un proceso de fusin de todas ellas, como se evidencia en el hecho de que este tipo de escuelas no universitarias se conocieran como escuelas de gramitica. El estudio de la gramatica no solo preveia el tratamiento de las normas gramaticales, sino también la infraccién de éstas, que podia ser con- siderada como vicio —y, por lo tanto, debia ser corregida—, 0 como licentia poetarum.® Asi, pues, la correccién fue uno de los dos aspectos curriculares 1, La gramatica ocupaba un lugar privilegiado —cualitativa y cuantitativamente— en Ja medieval no slo por su cardcter propedéutico, heredado de la Antigiiedad, sino que era mucho mas que una disciplina preliminar, Su estudio real en ef aula abar- cabs todas las ciencias del discurso, las materias del trivium. Las bases del sistema es- colar medieval descansan sobre las artes liberales, de manera que la gramatica, la re~ torica y la dialéctica dan lugar al triuium, mientras que la aritmética, la geometria, ta miisica y la astronomia forman el quadriuium. A pesar de que este orden implica una linea de progresi6n didctica, no todas las disciplinas recibieron una misma atencién en la practica escolar medieval: “De las siete artes, las del triuium se estudiaban mu- cho mas a fondo que las del quadriuium, y en a gramética se ponia especial interés, ‘pues era la base de todo lo demas. Esta desigualdad en el estudio de tas siete artes se encuentra ya en la enciclopedia de San Isidoro, quien dedica a la gramatica un libro entero (cincuenta y ocho paginas impresas), ala retorica veinte paginas, a la dialéctica veintiuna, a la aritmética diez, a la geometria ocho, a la musica seis, a fa astronomia diecisiete” (Gurtius 1955:71). 2. Lasolucidn a los vicios residia en las schemata o figura, ya sin ta distincién clara entre figuras gramaticales o basicas y figuras retoricas. La presencia de las figuras se hicie- ron frecuentes en tas lenguas y en las Titeraturas en vulgar a partir del proceso traduc- tol6gico: “Copiando simplemente sus originales, los diversos traductores introdujeron en la mayor parte de las lenguas modernas figuras estilisticas grecolatinas, como el climax, la antitesis, el apdstrofe, etc., que son ahora un aspecto corriente del estilo mo- derno, pero que casi no existian en ninguna lengua europea antes de que se hicieran conocidos a través de las traducciones" (Highet 1954, 1:181). Para esta relaci6n entre la traduccién y la ret6rica, ver Copeland 1991 125 126 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 que recogia la gramatica, mientras que la enarratio poetarum era el otro.* Gramatica y retorica funden sus limites en la Edad Media a partir del con- cepto de transgresin gramatical: “el principio de desviacion tenfa mayor importancia, en la instrucci6n literaria medieval, que el niimero de figuras y tropos utilizados para ensefiar el principio” (Murphy 1986:199). La elocutio es, por consiguiente, el punto de uni6n entre gramitica y retorica, la piedra de toque del proceso de gramatizacién de la retorica. Esto mismo ocurre con el fenémeno de retorizacién de la poéticat y, en definitiva, con otro proceso que debemos tener en cuenta, la gramatiza- cidn de Ja poética, que es objeto central de este trabajo. Por lo tanto, en todo este sistema de difusién de los limites de estas disciplinas, ha sido la tercera de las operaciones de la retérica el punto clave: Here elocutio, along with its component, translation, has narrowed its compe- tence'to that which, for Quintilian, would befit the program of grammar. Any productive, hermeneutical application seems to be reserved here for inven eon, which as we have seen, occupies its own atomized sphere, This dissocia- tion between invention and the other parts of rhetoric, which we have noted as typical of late antiquity, seems to have led to a kind of grammaticization of eocutio, along with dispositio, memoria, and pronuntiatio [. ... Invention has gravitated into the orbit of dialectic (anticipating Ramistic developments) anc oy a textbook art of disputation has ceased to exercise any influence over the other parts of rhetoric. These remaining parts, especially elocutio, gravitate into the orbit of grammar. Asa part of the program of elocutio, transtation would returns to its restricted grammatical function, stripped of its herme- neutical and inventional powers. (Copeland 1991:41) 3, Desde la época griega, la grametica ha incluido en su curriculo la enarratio poetarum, el comentario de obras literarias, practica ésta que hereds la Edad Media: “El ensancha- niento del concepto de gramatica hizo que la frontera que la separaba de la retérica te borrara o se franqueara ficilmente, cosa que ya censtiraba Quintiliano” (Curcius 1955.71), Desde este momento, pues, aambas disciplinas establecen una fiserte vineu- lcién, que se hard ms intensa a partir de Iv apropiacion gramatical de ta operacin fetoricalde elocutio en la prictica pedagdgica medicval, “El ars grammaticn no incluta Sélo Ia correccién en el hablar o el escribir (axs reste laquendi), sino también el estur dio ulterior de lo que hoy lamariamos literatura (enarvatio portarum, o aniilisis ¢ inter” pretacién de las obras literarias existentes), Esta doble funcidn dle la gramética tenfa ntiguas raices en el sistema escolar romano, que Hevaba primero a los alurmnos por tina serie de ejercicios complejos con el grammaticus, antes de conducirlos « los estu- dios retéricos [. . J. Cuando, primero Donato'y luego Prisciano, restimfan las reglas corrientes de la lengua latina, ofrecfan con toda naturalidad ejemplos de to que hoy Hamarfamos ‘literatura’, por ejemplo, de la Eneida de Virgilio. Tanta ellos como sus imitadores escribieron libros de interpretacién de obras literarias; en uno de ellos, el entenso Duodecim de Prisciano analizaba los primeros doce versos de la obra virgiliana” (Murphy 1986:146). Respecto a este tiltimo punto, destaca precisamente el comentario de Bernardo Silvestre —maestro de gramatica de Mateo de Vendome y cuyo De mundo universitale influys en otros gramiticos preceptivos posteriores, como Gervasio de Melkley (Murphy 19862172 y 177)— a los primetos seis libros de la Eneida (Jones y Jones 1977), que sigue, pero supera ampliamnente, la tradici6n de Prisciano, 4, Dado que este trabajo se centra en la yramatizacin de la poética, no voy a entrar a watar los procesos de gramatizacion de Ia retsrica ni de retorizacién de la postica, ve yatienen una bibliogratia considerable sobre el tema. Destaco, pues, y remito al estado de la cuestion que hace Ana Maria Calvo Revilla (2000:176-225) La gramatizacién de la poética en la Edad Media 127 De las palabras de Rita Copeland, se deduce otro movimiento de di- sociacién de una operacién de la retérica que pasa a ser tratada por otra disciplina del ¢riuiwm: la inuentio, que, a partir de la clara influencia cice- roniana, habia sido la base de la retérica medieval, es materia de estudio de la dialéctica. La retérica se gramatiza a partir de la inclusién, principal- mente, de 1a elocutio en los objetivos pedagégicos del curriculo de la gra- matica, pero también de la dispositio, memoria y pronuntiatio, mientras que se puede hablar de otro proceso paralelo, de dialectizacién de la retorica, con el apropiamento de la inuentio por parte de la dialéctica. Esta interre- Jacién entre las tres disciplinas del ¢riuium no se limita a un desmembra- miento de la retérica, sino que la fusién se produce en todo el sistema: gramatica y retérica, por un lado, funden sus limites, asf como lo hacen retorica y dialéctica; sin embargo, el sistema se completa con Ia dialectiza- cién de la gramatica. Dependiendo de los aspectos retéricos o dialécticos que primen en el interés particular de cada gramitico, se dara lugar a productos diferentes que cohabitan en el sistema teorico-gramatical de la Edad Media. Estos diferentes movimientos gramaticales son el resultado de la frag- mentacién de la gramatica tradicional de Donato y Prisciano, que no se produce por casualidad, sino que responde, en tltima instancia, al clima de confusién —o, si se quiere, de difusi6n— de los limites de las tres disciplinas del trivium. La nueva realidad lingiiistica de la Baja Edad Media requeria una revision de la teoria gramatical, que, todavia respetando Ia vertiente tradicional, desarrollaron, principalmente, Alejandro de Ville- dieu en su Doctrinale (1199) y Evrard de Bethune en su Graecismus (1212) (Murphy 1986:155-161). Las gramdticas tradicionales de Donato y Pris- ciano ya se habian construido sobre el fendmeno de gramatizacién de la retorica y, por lo tanto, estas actualizaciones del paso del siglo x11 al x11 se enmarcan en esta presencia o influencia que la retérica ejerce sobre la gramatica. Pero la gramatica no sdlo se vio afectada por la ret6rica, sino también por la tercera de las disciplinas del trivium: la dialéctica, La rela- cidn tradicional de la gramatica con la retérica, que siguié vigente, permi- tié también un desarrollo paralelo de las teorias gramaticales de funda- mentos metaffsicos. La dialéctica, como disciplina subordinada a las otras artes del discurso en el sistema escolar medieval, toma fuerza desde princi- pios del siglo xu, cuando las obras aristotélicas se empiezan a traducir del griego y, por lo tanto, se difunden en una época fundamentalmente latina.’ Este impulso de la dialéctica hace temblar todavia mas las fronteras de las disciplinas del iriuiumy, en consecuencia, la tercera de ellas no sdlo deja de subordinarse a la gramatica, sino que la influye en gran medida hasta el 5. Murphy (1986:162) localiza, precisamente, en el origen de las graméticas especulati- vas este Factor aristotélico: “Sus origenes se vistimbran a comienzos del siglo x1, y es seguiro que cobto impulso a partir de la traduccion al latin del Organon de Aristoteles, hecha en la primera mitad de dicho siglo”, 128 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 punto de crear un nuevo movimiento gramatical: la gramatica especulativa (Murphy 1986:162-165). Estos metafisicos del lenguaje modistae,Saunque partfan de la tradicién de Donato y Prisciano, no se conformaban con la correccién como objetivo de sus tratados, sino que se preguntaban por la esencia misma del lenguaje: mas alld de las descriptivas clasificaciones de las partes orationis de la gramatica tradicional, a los modistae les interesa el significado de cada una de estas partes y los efectos de ellas. Pero estas tendencias tedrico-gramaticales, fundamentadas en Ia in- fluencia de la ret6rica o de la dialéctica, no fueron las dinicas que conocié la Edad Media. A finales del siglo xu y de manera paralela a desarrollos descriptivos y metafisicos de la gramatica —o sea, a las gramiticas tradi- cionales y a las especulativas—, surgen las gramaticas prescriptivas, que Murphy (1986:145-201) identifica con el ars poetriae. Las artes poetriae nacen de la difusién de los limites entre gramatica y retérica,” lo que es obvio puesto que son herederas directas de la grama- tica tradicional de cardcter descriptivo, cuyas bases te6ricas eran también la interrelaci6n entre las dos primeras disciplinas del triuium. Pero el fené- meno es mucho mas complejo, ya que “no podremos conocer a fondo las artes poetrice hasta que no conozcamos en mayor profundidad el entorno intelectual en que fueron compuestas” (Murphy 1986:163). No sdlo de- bemos buscar el origen genealégico de las artes poetriae —que, principal- mente, es la gramatica descriptiva tradicional—, sino también explicar las causas que la Ilevaron a evolucionar hasta un caracter preceptivo: El cambio no se produjo por azar. La transformacién de una gramatica am- pliamence deseriptiva en otra que puede con verdad llamarse preceptiva —desde las clasificaciones de Donato al consejo cuasi retérico de Vinsauf— fue en gran medida el resultado de las revisiones del siglo x11 acerca de la naturaleza del lenguaje. Debe recordarse asimismo que habja otras tres con- secuencias de esta misma busqueda: 1) el desarrollo de la denominada “gra- mitica especulativa” (grammatica speculativa); 2) el andlisis del ars rithmica, y 3) la ampliaci6n del estudio gramatical al campo de la prosa escrita, para su aplicaci6n ala correspondencia (ars dictaminis). (Murphy 1986:151) Pero esas “consecuencias” de la revision de las ciencias del discurso en el siglo xu, al formar parte del entramado cultural que originé las artes poetriae, no son sélo productos paralelos, sino que también determinaron la aparicién de éstas. Murphy (1986:170) mismo advierte que “fue en este 6. El maximo apogeo de la gramatica especulativa se ha de localizar a finales del siglo x11, con el impulso de la Universidad de Paris, aunque atin a finales de la Edad Media es un movimiento gramatical productivo. 7, “The medieval artes poetriae represents one instance of this empowered and broadened hermeneutical action. They constitute a crossover of grammar and rhetoric: they are products of the grammatical tradition of enarratio poetarum, but they also transmit an- cient rhetorical precepts for composition, They use the grammarian's methods of tex- tual analysis, but they direct these methods towards discursive production” (Copeland 1991:175), La gramatizacién de la poética en la Edad Media 129 clima de revolucién gramatical cuando se compusieron las seis gramati- cas preceptivas del ars poetriae”, con lo que esta aceptando que los otros movimientos tedrico-gramaticales determinaron, en tltima instancia, el origen de estas preceptivas. Las gramiticas especulativas podian ser de poca “ayuda y comodidad a los graméticos medievales interesados en Jos estudios literarios, esto es, en la parte del ars grammatica referida a la ‘interpretacién de los poetas'” (Murphy 1986:165). Por esta raz6n, como reaccion a la falta de aplicabilidad escolar de esta corriente gramatical influida por la dialéctica, los gramaticos preceptivos se alinearon con las gramiticas tradicionales, que si que tenian en cuenta la enarratio poetarum, y afiadieron una nueva perspectiva gramatical que cobraba fuerza en el siglo xi: el ars rithmica, Asimismo, la tradicién gramatical sobre las figurae, que inauguré Donato en su libro tercero del Ars maior, formaba parte de esa gramatica tradicional que actualizan el Doctrinale y el Graecismus; esta tradicién sufre también un proceso de normativizacién, tanto en las gra- maticas preceptivas como en las pequeiias recopilaciones independientes —ahora ya preceptivas, aunque derivadas de la tradicién descriptiva del Barbarismus de Donato.® Queda sin explicar, sin embargo, el porqué de la evoluci6n gramatical desde la mera descripcién hasta la prescripcién. Con todo lo que se ha dicho hasta ahora, nada justifica suficientemente este paso: si la gramatica preceptiva nace como reaccién a las metafisicas gramiticas especulativas y, asimismo, se contextualizan en la tradicién de las retorizadas y descriptivas gramaticas tradicionales, gpor qué no conti- nuaron siendo descriptivas? Gracias a Edmond Faral (1924), el cuerpo de artes poéticas precepti- vas qued6 fijado a partir de principios del siglo pasado. James J. Murphy, partiendo de la tradicién de Faral, acepta seis obras escritas entre 1175 y poco antes de 1280 como corpus de gramaticas preceptivas que da lugar al ars poetriae medieval: Son ellas, el Ars versificatoria (h. 1175), de Mateo de Vendéme; la Poetria nova (1208-1213) y el Documentum de modo et arte dictandi et versificandi (después de 1213), de Godofredo de Vinsauf; el Ars versificaria (h. 1215), de Gervasio de Melkley; el De arte prosayva, metrica et rithmica (después de 1229), de Juan de Garland, y el Laborintus (después de 1234 y antes de 1280), de Eberhard el ‘Aleman. (Murphy 1986:145) Estas artes son todas latinas y los estudios tedricos, desde principios del siglo xx, se han centrado en ellas sin tener en cuenta, realmente, las artes poéticas en vulgar? Con esa falta de vision de conjunto de un fenémeno 8. Para este tema, ver Faral 1924:48-54 y Murphy 1986:191-201 9. Ultimamente, sin embargo, Fernando Gémez Redondo (2000) ha dedicado un estudio monografico a estas artes poéticas medievales en vulgar, que viene a ocupar ese espa- cio de reivindicacién tedrica frente a la atencién anterior a las graméticas preceptivas latinas. 130 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 te6rico-preceptivo que se produce en un mismo contexto espacio-temporal, pero atendiendo a diferentes realidades lingiiisticas, no s6lo han resultado privados de informaci6n los historiadores de la literatura, sino también los investigadores en teorfa literaria y en historia de las lenguas roménicas. Desde una perspectiva interdisciplinar, el objetivo iiltimo de este trabajo ¢s, por consiguiente, el andlisis del proceso de creacién y evolucién de las primeras graméticas preceptivasen vulgar, Para esta finalidad, no atenderé a la estricta descripcién de contenidos de cada una de estas poéticas per se, sino a los datos que esto nos puede ofrecer para fijar una linea evolutiva de dichas gramaticas en vulgar, de manera paralela a los resultados consegui- dos con la tradicién latina. Las caracteristicas de las preceptivas en vulgar se pueden explicar a partir de los rasgos definidores de las gramaticas lati- nas, pero también a la inversa, con lo que creceran los conocimientos para entender Ja gestacién y evoluci6n de las gramaticas preceptivas medievales como fenémeno global. El nacimiento de las artes poéticas en vulgar debe ponerse en relacién directa con el contexto de la lirica occitana. Asi, las primeras manifestacio- nes de estas preceptivas son las que, normalmente, se han conocido como poéticas trovadorescas, El punto de partida necesario para este trabajo es, por lo tanto, la delimitacién del corpus de estos tratados, de manera paralela a lo que Faral (1924) y Murphy (1986:145) hicieron con las obras latinas del ars poetriae.® Estas gramaticas trovadorescas son las siguientes: las Razos de trobar (1196-1213) de Raimon Vidal de Besahi; el Donatz proensals (c. 1243) de Uc Faidit; la Ductrina d’Acort (finales del siglo x1) de Terramagnino de Pisa; las Regles de trobar (c. 1289-1291) de Jofre de Foixa; la Doctrina de compon- dre dietats (finales del siglo x11), andnima; el Mirall de wobar de Berenguer d’Anoia (principios del siglo x1v); dos tratados anénimos del Cangoneret de Ripoll (nediados del siglo x1v); las dos versiones de las Leys d’amors (1340, 10. No descarto, sin embargo, el cardcter provisional del listado, dado que la bibliogra- fia al respecto todavia no ha sido totalmente sistematica en el tratamiento de estas poéticas. Destaca, sobre todo, Ia ecticién de Marshall (1972) de algunos de estos textos preceptivos, cuya scleccién no responde a ningun criterio conereto, ya que deja fuera algunas obras que se encuentran en el manuserito 239 de la Biblioteca de Catalunya. Este manuscrito del siglo XLV es, probablemente, el més importante de los testimontos que recogen estas poéticas, dado que, de manera monografica, se dedica su recopi- lacidn y contiene tos siguientes textos, en este orden: el Mirall de trobar de Berenguer dle Noya, las Regles de trobar'de Jofie de Foixa, las Razos de trobar de Raimon Vidal de Besald, la Dactrina de compondre didats, el Compendi de Joan de Castellnou, la Dactrina Acort de Terramagnino da Pisa, el Doctrinat de trobar de Raimon de Cornet y el Glosari le este mismo texto de foun de Castellnou, las Plots del Gay Saber y el Diecionari de rims de Jaime March, Para la descripcién de este manuscrito, ver Marshall 1972:xt. Ade- mas de esta coleceién de Marshall, hay ediciones independientes de otras gramaticas preceptivas trovaidoreseas independientes. Asimismo, el reciente estudio de Fernando nez Redondo (2000) sobre lus artes poéticas medievales incluye casi todos estos tratados, aunque algunos, como la Doctrina d'acurt 0 el Doctrinal de trobar, no se leyan estudiar La gramatizacién de la poética en la Edad Media 131 la més extensa; 1355, la mas breve) y las Flors del Gay Saber (1340-1355) de Guilhem de Molinier;" el Doctrinal de trobar de Raimon de Cornet (primera mitad del siglo xiv, anterior a 1341); el Compendi de la conexenga dels vicis es poden esdevenir en los dictats del Gay Saber (c. 1541) y el Glosari al Doctri- nal de trobar (1341) de Joan de Castellnou; el Llibre de concordances (1871) de Jaume March; y el Torcimany (finales de siglo x1v) de Llufs d'Averc6.2 E] marco temporal de estas gramaticas en vulgar abarca, por lo tanto, desde principios del siglo xuir hasta finales del xtv, siendo las Razos de tro- tar la primera gramatica en lengua romance. Este arco cronolégico in- luye las poéticas que, tradicionalmente, se han considerado trovadores- cas —las del siglo x11—, pero también algunos textos ya del siglo x1v que se enmarcan dentro del contexto postrovadoresco, cuya evolucion no sdlo depende de la tradicién preceptiva anterior, sino que la complementa. Considero que hacer una distincién cronolégica estricta perjudica la vi- sién de conjunto del proceso de formacién y evolucién de las gramaticas occitanas, ya que el criterio temporal —aunque importante— no es defi- nitivo para explicar el sistema de relaciones entre ellas."® El origen de estas graméticas en vulgar es, sin duda, el modelo que ofrecian las gramiticas latinas. Se trataba de un marco teérico conocido y compartido por los productores y los receptores de esas poéticas trovado- rescas; era un sistema codificado que s6lo habia que adaptar a las nuevas realidades lingiiisticas, al vulgar. Las dos primeras gramaticas trovadores- cas, las Razos de trobar y el Donatz proensals, no disimulaban esta dependen- cia: “here Latin grammar hardly plays the role (as it does in the Donatz) of a guideline for author and readers, though it does provide a certain IL. Los datos cronolégicos de las obras de Molinier son de Fernanéo Gomez Redondo (2000:51), que también advierte de una primera version perdida hoy de les Leys dlumors: “Se debe a Guillem Molinier la compilacidn de una primera version de estas Leysentre 1330 1332, hoy perdida, pero ya con una estructura de ideas gramaticales, ret6ricas y posticas™. Martin de Riquer (1975:54), sin embargo, no habla de esa primera redaccién y, aunque habia localizado la fecha de redaccidn de las tres preceptivas de Molinier th ef mismo arco temporal que Cémez Redondo, los aiios no coinciden totalmente: “Existen tres redacciones de Las leys d’anors. La primera, en prosa, fue compuesta en tre 1398 y 1337, La segunda, en verso, entre 1397 y 1348. Y la tetcera, en prosa, esti fechada en 1355". 12. Las ediciones actuales de estas obras son las siguients Marshall 1972:1-25; para el Dunatz proensals, ver Marshal ver Marshall 1972:27-53; para las Regles de trodar, ver Marshall 1972;55-91; para la Doe trina de compondre dictats, ver Marshall 1972:93-08; para el Mirald de tabar, ver Vidal | ‘Alcover 1984; para los dos tratados del Canconeret de Ripoll, ver Marshall 1972:99-105; para las dos versiones de las Leys diamors, ver, respectivamente, Gatien-Arnoult 1841— 1843 y Anglade 1919-1920; para las Flors del Gay Saber, ver Anglade 1926; para el Com pend de la conexeraca dels vieis ques puden exdevenir en los dictats del Gay Sabery el Glasari a ‘Doctrinal de trobur, ver Casas Homs 1969; para el Llibre de concordances, ver Griera 1921; y, para el Toreimany, ver Casas Homs 1956, 13. Asi, por ejemplo, los dos tratados del Canconeret de Ripoll, que podeian haber sido com- puestos con posterioridad a la primera redaccion de las Leys d’amors, pertenecen 3 un tradicién preceptiva previa. para lay Razos de trobar, ver 1969; para la Doctrina d’Acort, 132 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 amount of essential terminology” (Marshall 1972:.xxx1); “Faidit made use of the only framework of grammatical terminology available to him, a framework without which both he and his readers might well have found it impossible to proceed” (Marshall 1969:71). Ambos productos contienen un desarrollo gramatical muy similar, tanto estructuralmente como en los rudimentales contenidos,"' lo que no debe entenderse como una re- lacién directa entre ambas obras, sino como producto de unos mismos referentes, Es facil encontrar el origen de cada aspecto gramatical de es- tos tratados trovadorescos en Donato o en Prisciano, pero en un grado de heterogeneidad de materiales que responde, mds que a una depen- dencia directa, a la tradicién gramatical latina de la Edad Media como referente general: “The most probable explanation of this admixture of sources is that Faidit transcribed into Provencal what he remembered of the Latin, material, sometimes adhering closely to his source, sometimes paraphrasing it loosely, once even quoting verbatim a Latin phrase” (Mar- shall 1969:66). En estas primeras gramaticas trovadorescas, se identifica el concepto “gramatica” con la lengua latina, en oposicién al vulgar o al romance. La tradicién gramatical en latin es, por lo tanto, el punto de partida, pero la intencién de construir las gramdticas en vulgar a imagen y semejanza de la gramitica latina queda patente ya desde la primera linea del Donatz como un objetivo central de estos textos: “Las oit partz que om troba en gramatica troba om en vulgar provenchal” (Donatz, 1-2).!* Esa aplicacin de las reglas latinas a la gramatica en lengua occitana no se construye solo a través de las coincidencias entre ambas lenguas, sino también a par- tir del contraste, diferenciando las caracteristicas respectivas y dotando de identidad propia a una lengua romance en relacién con el latin."® A pesar de partir del modelo gramatical latino, se deja la puerta abierta a la modificacién del sistema, dependiendo de la nueva realidad lingiiis- tica que se esta describiendo. Ast, por ejemplo, se advierte que en vulgar sélo hay tres declinaciones, en lugar de cinco —“En vulgar non trop mas d’aquestas tres maineras [de] declinazos qu’eu ai dit desus” (Donat, 131- 182)— o que explicar el sistema de conjugaciones occitano a partir del latino puede comportar mas problemas que beneficios —“De |{as] autras ce tipo de desarrollo elemental de estos contenidos gramaticales es comparable al que encontramos en el Ars minor de Donato (Marshall 1969:66). 15, Siempre que cito ¢! Donets proeasals, lo hago por la edicién de Marshall (1969). Hago la remision a partir del titulo abreviado Donaizseguido del mimero de lineas. 16. “Pero de la regla on fo dit desus que-I nominatitis cas no yol —s en la fi quan es pluralis numeri, voill traire fors toiz los feminis, que non ¢s dit mas solamen dels masculins e dels neutris, que sun scenblan el plural per totz locs, si tot ses contra gramatica” (Donutz, 64-67); “EA presens del conjunctiti es atrestals, Pero lo preteritz non perfeig del conjunctix: es semblans al preterit ton perfeitz del indicatiua la vengadla, et es con~ tra geamatica” (Donatz, 396-398) La gramatizacién de la poética en la Edad Media 133 tres conjugacos sun tan confus l'infinitiu en vulgar que coven a laissar la gramatica e donar autra regla novella” (Donatz, 1-2).” A pesar de los puntos en comin entre las Razos de trobar y el Donate proensals, no podemos caer en la simplificacién de verlas como productos construidos con unos mismos objetivos pedagégicos y, por lo tanto, como obras emparentadas."® En cuanto al Donatz, Martin de Riquer (1975:33) ya habia advertido hace afios que “no hay en él aspectos de preceptiva’, aspecto éste que entra en contradiccidn con el cardcter prescriptivo que Fernando Gémez Redondo (2000:23-24) le atribuye a partir del incipit del manuscrito D: “Incipit liber quem conposuit Vgo Faiditus precibus Iacobi de mora et domini Conradi de sterleto ad dandam doctrinam uulgaris prouincialis et ad discernendum inter uerum et falsum uulgare”. Y, aun- que no ¢s sélo el manuscrito D, sino también el L,” los que contienen esta referencia, no es.un criterio suficiente para definir la gramatica de Uc Faidit como un texto preceptivo. Es bien sabido que, en la Edad Media, las ribricas no han de ser necesariamente originales del autor y que un contexto habituado al cardcter preceptivo de estos productos gramaticales puede haber modificado un incipit que se guiara mas por las caracteristi- cas del género, que por los rasgos concretos de la obra que presenta. El Donatz proensals es una gramatica del provenzal que sigue la tradicion de Donato y que no da el paso definitivo hacia Ja prescripcién, por lo que, a pesar de ser posterior a las Razos de trobar, Uc Faidit nos ofrece todavia una gramatica descriptiva.” Estas dos primeras gramaticas en vulgar no forman una linea evolu- tiva y no podemos considerar que “Uc Faidit supera, por tanto, a Vidal” (Gémez Redondo 2000:26), como tampoco influye en obras posteriores como las Regles de trobar de Jofre de Foixa, las Leys d’amors de Guilhem de Molinier 0 el Llibre de concordances de Jaume March" 17, Uc Faidit evidencia la huella de la construccién de! nuevo discurso gramatical en valk gar a partir del repaso del esquema gramatical latino cuando justifica por qué no trata algunos aspectos, que serian esperables en un texto sobre latin: “Dels auitres tems del enfinitiv no-m antremet, quar tion an loc en vulgar, se no pane” (Donatz, 417-418). “Lentenitiits del passitt non a loc en vulgan" (Donutz, 501). tencidn de Bjar esta normativa, reguladora de una correccién poética, empareja, por tanto, este Donatz promsals (nombre que le dio el propio Uc de Faidit) con las Razos de trobar de R. Vidal, ademas en el marco temporal de esa primera mitad del siglo XIU" (Gémez Redondo 2000:24), 19. “Jucipit liber quem composuit vgo faidicus precibus domini Jacobi de mora et domini Gora Guchii de sterleto ad dandam doctrinam wulgaris prouincialis et ad discernende inter ucrum et falsum wulgare”. Extraigo tanto este incipit como el del manuscrito D del aparato critico de la edicin de Marshall (1969:88). : 20. Buena evidencia de ello es el uso habitual det verbo “ser” y, mds atin, de éste conjugado en presente, ante las perifrasis de obligacién y las formas de imperativo constantes de la gramatica preceptiva de Vidal de Besalt. 21. Consideran lo contrario Li Gotti (1952:17, nota 22), para la influencia del Donatz en las Regles de trobar, y Griera (1921:9-14) y Gomez Redondo (2000:76), para el Llibre de concordances de Jaume March 18. 134 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 ‘The authors of the Leys d’Amors seem not to have known of it; for, if they had, the absence in the Leys of any reference to Faidit's dictionary of rhymes would be difficult to explain, The Diccionari de Rims of the Catalan Jaume March, written in 1371, has no demonstrable dependence on the Donatz, despite the opinion of its editor to the contrary. Nor is it possible to prove that his com- patriot Jofre de Foixa made use of the Donat in his Regles de trobar (1289-91), again despite its editor's opinion. (Marshall 1969:63~64) Aunque las Razos de trobar tienen la responsabilidad de ser la primera gramética en lengua romance, también es cierto que no nacen de una voluntad meramente lingitistica, sino, como es habitual en los productos de la preceptiva medieval, su origen se subordina a unas necesidades con- cretas. Cuando Raimon Vidal de Besalii advierte de las confusiones que se pueden dar entre palabras de lengua de oil y de lengua de 06, no esta considerando como peligro la interferencia lingitistica entre el francés y el occitano por razones estrictamente geolingiiisticas. Vidal tiene como receptores a sus compatriotas catalanes, en los cuales se explicaria més una interferencia lingiiistica del cataldn que del francés en el occitano. No obstante, la proximidad de estas dos lenguas no se establece a partir de criterios meramente lingiiisticos, sino desde una perspectiva literaria, ya que se trata de lenguas poéticas, especializadas en géneros diferentes: “per que deves saber que la parladura francesa val mays e es pus avinent a far romang € retronxas e pastorellas, et aycellas de Lemosi valon mays a cansos, a serventes, a verses” (Razos, 73—75).” Las Razos de Vidal de Besalti nacen al servicio de la poesia trovado- resca, ya que no describen necesariamente Ia realidad gramatical de un dominio lingiiistico, sino las caracteristicas de un lenguaje poético, del occitano como koiné para la primera lirica roménica. Es esta la fuerza del mundo trovadoresco en la Europa roménica, capaz de dar el paso hacia una preceptiva gramatical en vulgar desde Ja habitual tradicién latina. Si los poetas escribfan siguiendo las preceptivas latinas, los trovadores hardin lo propio con las gramaticas que su mismo contexto genera.” Como ¢s légico, lo primero y fundamental es escribir gramaticalmente de un modo correcto en la lengua de Jos trovadores. Y precisamente debido a ello los dos primeros tratados® iran dirigidos a los aficionados a la poesia que nacidos fuera del area lingiistica provenzal o de lengua de oc, quieren es- cribir como Jo hacen los trovadores lemosines, languedocianos, provenzales 22. Siempre que cito las Razos de trobar, lo hago por la edicién de Marshall (1973). Hago a remisién a partir del titulo abreviado Razes seguido del nuimero de Lineas. Uso la versién del manuscrito H. 28. En la Edad Media, el poeta era el que escribia en latin, mientras que el trovador lo hacfa en vulgar. De hecho, el concepto de “poesia” no atendia a los limites entre verso y prosa, que, como sabemos, no eran tan marcados entonces, sino a la literatura en Jatin, 24. Riquer no se refiere aqui a las Razos de trobary al Donate proensals, sino a Ia primera de éstas gramaticas ya las Regles de trobar de Jotre de Foixa. La gramatizacion de la poética en la Edad Media 135 propiamente dichos, etc, As{ nuestros dos primeros tratados estan destinados a ilustrar gramaticalmente a catalanes y a italianos, y, si bien se los considera, los preceptos que contienen poco podian ensefar a quienes habian nacido en la zona lingiiistica provenzal o de oc, pues postulan lo que éstos sabfan desde la infancia. (Riquer 1975:32) Como advierte Riquer, las necesidades codificadoras no nacen en el contexto lingiistico occitano, sino en aquellas zonas en que se habla el “nostre lengatge” y que tienen el lemosin como lengua poética. La Corona de Aragén y los reinos de Italia son los lugares de produccién de estas gramaticas, que son el referente lingtiistico-poético para los trovadores de esas tierras, A principios del siglo x111, por lo tanto, nace la primera gra- mitica preceptiva en vulgar y lo hace como respuesta a una necesidad con- creta: la codificacién de un sistema gramatical ajeno a la realidad lingitis- tica de los trovadores catalanes e italianos. En un momento tan temprano como éste, la poesia trovadoresca sigue siendo una realidad viva que no necesita codificarse ante ninguna crisis derivada de la distancia cronol6- gica, sino ante otra dificultad: la lejanfa espacial. Se ha afirmado undnimemente que la correccién lingiistica es el principal criterio que rige la primera preceptiva en vulgar, cosa que no me atreveré a negar, pero sf a matizar: “a Catalan writer defining a lan- guage which was the language of a literature, not that of everyday speech, [Raimon Vidal de Besalti] had no reason to be conscious of dialectal co- lourings” (Marshal! 1972:1.xxx1). El objetivo de las Razos no es, por consi- guiente, elaborar una gramatica que describiera y prescribiera la realidad lingiiistica occitana, puesto que su autor no la conocfa; no buscaba la co- rreccién lingiiistica en el uso cotidiano de esa lengua. Vidal queria ense- far a los otros trovadores catalanes el modelo lingiiistico de la poesta It rica romanica, que habfa de ser codificado y altamente unitario, en el que incluia, sin embargo, vicios lingiiisticos propios de un catalin que habla occitano"® y rechazaba, por otro lado, formas idiomaticas correctas que no se encontraban en su lengua materna: “In general, Vidal does not accept or reject particular linguistic forms simply because they were or were not found in his native speech” (Marshall 1972:Lxxx111).2° Lo que Vidal aporta con las Razos de lobar es un modelo Lingitistico para la poesfa lirica escrita 25. Esto mismo ocurria en el Donatz proensals de Uc Faidit 26. No podemos olvidar la familiaridad existente entre el cataliin y el occitano, que debie- ron ser una misma realidad lingiistica en algiin momento de Ja evolucién de las len- guas romances y que caprichos geograficos —como los valles pirenaicos— y politicos — como la separacién de la Cataluia norte y la sur— las hicieron divergir cada vez més. ‘Tampoco podemos pasar por alto la unidad lingiéstica que Raimon Vidal atribufa al vulgar cuando se referia a éste como “nostre lengatge” —"E per totas las terras del nostre lengatge, son en maior anctoritat li canta de la parladura de Lemozi que de null'autre” (Razos, 75~77)—, ya que, si las lenguas romances tenian tal grado de uni: dad para un hablante de principios del siglo xit1, mas fuerte habia de ser la identifica~ cid entre occitano y catalan, 136 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 por los catalanes, con Jo que su forma de actuar es plenamente coherente: los lamados “vicios” lingiiisticos de los catalanes eran comunes a todos los receptores de su preceptiva y, por lo tanto, tenian cabida en un modelo de lengua poética cuyo establecimiento era el objetivo de su tratado; de la misma manera, el hecho de condenar formas idiomaticas habituales en otras zonas geograficas responde a este mismo criterio, ya que, a pesar de poderse considerar correctas desde una perspectiva lingtifstica occitana en general, no son adecuadas al contexto de produccién cataldn en que se inscriben las Razos de trobar. Las reglas lingaisticas que ofrece Vidal de Besalii no buscan sdlo la correccién del modelo lingtifstico-poético que codifica, sino la coheren- cia formal del sistema que propugna —la adecuaci6n lingiistica, por lo tanto—, la congruensa que aparece en preceptivas posteriores. Al final de su tratado, Vidal advierte lo siguiente: “E atressi matex deu guardar, si vol far un cantar 0 un romang, que diga raso € parladuras continuades propries ¢ avinents, e que son cantar ne son romang no sien de paraules biaxades ni de dues parladuras ni de razos mal continuades ni mal se- guides” (Razos, 278-281). Ademis de la tinica referencia a aspectos retéri- cos estrictos, principalmente en relacin con la inuentioy con la dispositio, cuando recomienda que el dictat diga “raso ¢ parladuras continuades & propries e avinents” y cuando critica ¢l uso de “razos mal continuades ni mal seguides”, ademas de esto condena la mezcla de lenguas 0 “parladu- ras” y el uso de palabras “biaxades” o desviadas que no reconoce en sus usos lingitisticos occitanos. Con esto tltimo, no considera erronéas estas palabras, sino que no deben incluirse en lo que hoy Ilamarfamos un es- tAndar occitano: “Ez eu no crey que terra sia el mon hon hom diga aytals paraulas, mas el comdat de Fores. E si be co es, per un petit de terra no deu hom acullir aytals paraulas” (Razos, 291-292). Las Razos ofrecen un sistema lingiiistico basado en la correcci6n y en la coherencia formal, un sistema que, ademas de correcto, dé cabida a la realidad lingiifstica con creta en que se enmarca. La lengua no sélo es un componente mas del sistema poético trova- doresco, como lo puedan ser los tépicos, el ritmo, la rima, la métrica 0 los géneros, sino que es el fundamento de éste. A principios del siglo x11 se identifica e] “saber de trobar" con Ia correccién en el uso de esta lengua poética’” y esto es porque, en la base de un perfecto y profundo cono- cimiento del sistema gramatical occitano, se encuentran potencialmente las destrezas en cuanto a aspectos de caracter mas estrictamente literario, como el ritmo y las rimas: Per que totz homs prims qui be vulla trobar e entendre dew ben haver esgar- dadas e reconegudas € privadas las paraulas de Lemozi ¢ de las terras qu'ew 27, Esto es lo que se deduce de la declaracién de intenciones de Vidal al principio de las Razos y de los contenidos preceptivos de éstas, fundamentalmente de caricter lingitfstico. La gramatizacién de la poética en la Edad Media 187 yos ay ditas; ¢ que las sapia abreuiar e allongar e varieiar e dreyt dir per tots Jos lochs qu’eu vos ay dits, de deu si ben gardar que per nenguna rima que mester haia no la meta fora de sa proprietat ni de son cas ni de son genre ni de son nombre ni de sa part ni de son nominatiu ni de son temps ni de sa per- sona ni de son abreuiament. (Razos, 270-277) $i el trobador consigue familiarizarse con los fundamentos gramatica- les de esta lengua, obtendra una sdlida base lingiifstica para ejercer su ta- rea poética con brillantez, Con un buen dominio de la lengua poética, el trobador sera capaz de jagar con la “cantidad” de las palabras a través de la variedad morfolégica. Los procedimientos de abreviament y allongament de las palabras son fundamentales para conseguir el ritmo, la métrica y la rima en las composiciones. Pero Vidal no sdlo busca estas destrezas basa- das en la cantidad, sino que el dominio de la lengua por parte de los tro- yadores favorecera que sepan “varieiar e dreyt dir” las palabras occitanas, © lo que es lo mismo, cuidar la belleza del estilo, que se consigue con la yariedad, y la correcci6n lingiifstica. El autor de las Razos es plenamente consciente de que, cuando un trovador no conoce con profundidad el sis- tema gramatical occitano, se permite una serie de licencias y desviacio- nes lingiiisticas para la produccién poética que le facilitan conseguir un ritmo, unos metros o unas rimas determinadas, pero en prejuicio de la calidad literaria. La correccién lingitistica no se justifica por si misma, sino que se encuentra al servicio del equilibrio y de la belleza en la poe- sia, El origen de esta concepcién es cl mismo que tienen las graméticas latinas en relacién con la enarratio poetarum® y Vidal lo ha aprendido de este modelo: “En apres deu saber alques de la natura de la gramatica, si fort primament vol trobar ni entendre, car tota la parladura de Lemozi se parla naturalment e dreta per cas € per nombre e per genres ¢ per temps € per persones e per mous. E axi poretz be entendre e auzir si-m escoutatz” (Razos, 85-89). Recomienda a quien quiera “saber de trobar” un buen co- nocimiento gramatical, ya que la lengua poética de los trovadores se rige por los mismos criterios gramaticales que el latin. Esta sera su estrategia y este fragmento es uno ée los mas importantes para entender cual ha sido el paso decisivo para la creaci6n de las gramaticas en vulgar. Las Razos dz trobar son el primer estadio de la creacién de unas poé- ticas preceptivas en vulgar, concebidas en wn marco temporal muy cer- cano a la redaccién de los seis monumenta del ars poetriae medieval —y, probablemente, en uno de los momentos de mayor difusién de estas pre- ceptivas. En este contexto de interseccién entre una Edad Media latina y otra que prima la produccién en vulgar, tiene lugar esta revolucion grama- adio, no podia haber ido mas alld de Ja imita- no siglo XIU, tical, que, en su primer e cién del modelo gramavical latino. Hacia finales de este mis 28, Aunque estas preceptivas latinas parteni del aprendiagje lingnistico a través del come: tario de los autores, Ins destrezas aprendidas se ponen al servicio de fa produccién postica, 138 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 Jofte de Foixa cuestiona la dependencia de fa tradici6n latina que tenia la ‘gramdtica preceptiva de Vidal de Besalii: Mas com aquell libre nulls homs no puga perfetament entendre ses saber la art de gramatica, e trobars sia causa que pler}tanga a l'emperador e a reys, a comtes, a duchs, a marques, a princeps, a barons, a cavallers, a burzeses, encara a altres homens laichs, li plusor dels quals no sabon gramatica, eu En Iaufres de Fuxa, per manament del noble e alt senyor En Iacme, per la gracia de Deu rey de S[iJcilia, qui en trobar pensa e-s adelita grantmen, studiey € pessey a dar, segons lo meu saber, alcuna manera de doctrina en romanc, per que cells qui no's entenen en gramatica, mas estiers han sobtil e clar engyn, pusquen mils conexer e apendre lo saber de trobar. (Regles, 5-15)" Las Regles de trobar de Foixa se conciben como reaccién directa a la dependencia que las Razos tenfan del sistema gramatical latino, por lo que requerian en los receptores de estas preceptivas en vulgar un cono- cimients profundo del ars poetriae medieval, que Vidal reclamaba y con el que contaba en su ptiblico. Sin embargo, casi un siglo después y ante una realidad referencial diferente, Jofre de Foixa da un paso decisivo en la evo- lucion de las gramticas preceptivas en vulgar: considera que debe llegar a un ptiblico mas amplio que los entendidos en gramatica y se propone “alcuna manera de doctrina en romang”, Nace ccn esto, por Jo tanto, un interés evidente por crear productos preceptivos en vulgar con indepen- dencia de la tradicién gramatical latina y ésta es la gran revolucién de Jofre de Foixa. Esta preceptiva de finales del siglo x111 no abandona, sin embargo, muchos de los postulados de las Razos de trobar; las Regles siguen la linea marcada por ésta primera gramatica en vulgar, fundamentalmente, en el hecho de primar el profundo conocimiento del modelo lingitistico de esta poesia como la base necesaria para el “saber de trobar”, Para estos mismos objetivos, Foixa divide en dos apartados sus Regles: por un lado, trata nueve “causas” que deben tenerse en cuenta en el ejercicio del trobar, mientras que, por otro lado, vuelve al estudio de las partes orationis como funda- mento para la formacién cle los buenos trovadores. Este tiltimo aspecto lo trata, sin embargo, sin respetar la sistematicidad latina —lo que no debe considerarse como un defecto, sino todo lo contrario— y adaptando a un piiblico no especializado los aspectos gramaticales que le interesan para el “saber de trobar”: Ara Uay dites les sposicions de les now causas damunt pausadas, per que-ns cove dir e amostrar huymas cn quala manera poras conoxer los cases, E per G0 com seria causa greu donar a entendre a home no sabent gramatica que ¢s nomen, pronomen, particip, nomen verbals, verbs, coniunccions, preposi- cions, intericccions, adverbis, per aquesta raho no havem volentat de parlar 29. Siempre que cito las Regles de trobar, lo hago por la edicién de Marshall (1972). Hago la remisi6n a partir del titulo abreviado Regles seguido del nimero de lineas. Uso la versién del manuscrito H. La gramatizacién de la postica en la Edad Media 139 sino de aquells per los quals [hom] conesca lo cas, car per los uns enten hom puys los altres. (Regles, 210-217) Por lo que respecta a la primera parte de las Regles de trobar, FoixA advierte que “en trobar deu guardar cascus nou causas, co es saber: rayso, maneyra, nombre, linatge, temps, rima, cas, lengatge, article” (Regles, 28-29). Todas éstas se articulan alrededor del concepto de la congruensa como eje de la belleza del trobar. Como ya lo habia hecho Vidal de Besali, la rayso nos re- mite a la coherencia de contenido, a la inuentio,” mientras que la maneyra, la rima, el nombre, el linaige, el temps, el cas, el article y el lengatge responden a criterios de coherencia formal, desde diferentes perspectivas. La mane- ‘gra esta estrechamente relacionada con la rima porque parte del manteni- miento de la estructura métrico-estréfica del poema que viene marcada ya por la primera estrofa.%! La coherencia formal que aportan el nombre, el li- natge, el temps, el casy el articlese concibe desde una perspectiva lingtifstico- gramatical, ya que se funda en el concepto de concordancia de mimero, género, tiempo y caso. La presencia del articulo es la muestra mas evidente de la vulgarizacién de les Regles de trobar, ya que, como es obvio, la tradicion gramatical latina no lo prevefa en las partes orationis. El lengatge introduce otro aspecto de coherencia formal, que debe ser entendido como adecua- cién discursiva: Lengatge fay a gardar, car si tu vols far un cantar en frances, no-s tayn que-y mescles proencal ne cicilia ne gallego ne altre lengatge que sia strayn a aquell; ne aytan be, si-l fac proencal, nos tayn que-y mescles frances ne altre lengatge sino d’aquell. E sapies que en trobar proensales se esten lengatges de Proenca, de Vianes, d’Alvernya, e de Limosi, e d'altres terres qui llur son de pres, les quals parlen per cas. Empero, si tu trobes en cantar proencals alcun mot qui sia frances 0 catalanesch, pus hom aquell mot diga en Proenca o en una de aquelles terres qui han lengatge covinent, les quals lor son pres, aquells motz potz pausar o metre en ton trobar o en ton cantar; e si ayso fas, no potz dir per axo que sia fals, E dels damunt ditz motz potz pendre eximp! per aquestz: pais, va, sus, e d’altres motz qui son frances ¢ lemosi; axi com dona o castell, saber, haver, ¢ motz d’altres qui son catalans e proengals; mes en los cantars son mes proencals que altres. (Regles, 172-186) 30. “Rayso deu hom guardar per ¢o cor la mellor causa que ha mester totz cantars es que la rasos sia bona e que hom Ja vage continuan, co es a entendre que de aquella rayso que comengara son cantar, perfassa lo mig € Ja fi. Car si tu comences a far un sitven~ tesch de fayt de guerra o de reprendimen 0 de lausors, no's conve query mescles raho d’amor; 0 si Fag cango 0 danga d’amor, no-s tayn que-y mescles fayt d'armes ne inaldit de gens, si donchs per semblances no 0 podiets aportar a raho" (Regtes, 30-37) En el tratamiento de la rima, Jofre de Foixi introduce «na amplia explicacién sobre el acento y, de manera secundaria, sobre las vocales, qué Sern puntos ineludibles en las posteriores gramiticas preceptivas de la tradicién trovadoresca (Regles, 91-171). Este punto es una de las evidencias més claras de la relaci6n entre la gramatica y las estrate- ids potticas: si el Lrobador no conoce las voeales ni el funcionamiento del acentu, 10 podra formar algo tan basico como las rimas, que se fundamentan en estos aspectos lingiisticos. 3L 140 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 Jofre de Foixa recoge la congruensa en el lengaige que Raimon Vidal deféndia en las Razos de trobar, aunque introduce algunos cambios en el tratamiento de ésta. Si bien Vidal se referia al francés como tinica lengua que podia influir en el occitano, Foixa considera también, en este sentido, el siciliano, el gallego y el catalan. Este respeta la concepcién de estas len- guas como parte del proceso de trobar y no como realidades lingiiisticas que le interesen per se, Asi, introduce el siciliano y el gallego porque, como he ido advirtiendo a lo largo del trabajo, la realidad que enmarca la pre- ceptiva de Foix es bien diferente a la de principio del siglo x1. Durante Ia segunda mitad de este siglo, el occitano ya no seré la tinica lengua poé- tica para la expresiOn Hirica romanica. No podemos olvidar que las Regles de trobar son obra de un catalan que viaja a Italia y que se componen por encargo del rey Jaume II de Sicilia. En este mismo contexto espacial y tem- poral, ha surgido la Escuela Siciliana y “la novedad principal que presenta esta Escuiela Siciliana respecto a la literatura provenzal y frente a otras imi- taciones italianas es su lengua, ya que los presupuestos sociales y culturales eran practicamente los mismos que los de la poesia occitana” (Carmona et alii 1986:479). El catalan no se introduce, sin embargo, al mismo nivel que el siciliano y el gallego, ya que no se considera como lengua poética, Raimon Vidal de Besalii habia descartado de su modelo lingitistico-poético las varian- tes dependientes de usos idiomaticos del occitano, que Foixa acepta como genuinas para el arte de trobar, porque “longa costuma per dret es hatida” (Regles, 542). Esta apertura ideolégica responde, de nuevo, al diferente contexto de produccién de ambas preceptivas. A principios del siglo xt, el mundo trovadoresco no se encontraba todavia inmerso en la crisis que lo impregnara ya en época de Foixa y, por lo tanto, a finales de este mismo siglo no se poctia restringir el modelo lingiiistico hasta los extremos de Vidal.* De hecho, ni siquiera el indice cuantitativo de palabras condena- bles por Raimou Vidal serfa el mismo en composiciones contemporaneas a su watado que en poemas de finales del xn; buena prueba de ello es el modelo lingitistico de los postrovadores catalanes del siglo x1V, que usan un catalan fuertemente occitanizado, La realidad lingiiistico-poética iba cambiando y las preceptivas trovadorescas se adaptaban a ese cambio. La doctrina lingiiistica es, por lo tanto, el eje estructural de las pri- meras poéticas trovadorescas, que nacen de la experiencia, aspectos éstos que son comunes al ars poetriae latino y a las preceptivas en vulgar. La in- tersecci6n entre gramatica y retérica, por un lado, y gramatica y poética, 82. Esta perspectiva lingtiistica poco restrictiva de Jofre de Foixa coincide con la que po- clemos ver en Ur de Faidit, lo que no debe interpretarse mas que como coinciclencia, El origen de estas posturas es diferente: las Regles son una gramatica preceptiva, pero que permite unas reylas mais laxas que las Razos, frente al Donatz proensals, cuyo eariic- ter descriptivo prevee la inclusibn de tales vatiantes idiomaticas. La gramatizacién de la poética en la Edad Media 141 or otro," es el punto de origen de esta interpretacién de los contenidos gramaticales al servicio de la poesia. Las artes poéticas medievales, en la- tin y en vulgar, son el producto de la experiencia en tanto que gramaticos y poetas son sus artifices. Si bien estas obras se originan en un contexto de interdependencia entre gramitica y poética, los autores de los textos latinos son gramaticos, mientras que los preceptistas en vulgar son poetas. Son las dos perspectivas de una misma realidad. Eberardo el Aleman redacté la Ultima de las gramaticas preceptivas del ars poetriae medieval que hoy conocemos, el Laborintus, entre 1234 y 1280. Si por algo se caracteriza el tono de su obra es por ser “mordaz en su desprecio por los que abusan del lenguaje —‘Florecen quienes con dardos del lenguaje pervierten las causas justas'—, pero lo suyo es mucho mas que mero disgusto frente a determinados oponentes incultos 0 viciosos” (Murphy 1986:189). Tal desprecio debe interpretarse como fruto de la de- cepcion de su tarea pedagégica: “Su queja no es la diatriba impetuosa del ne6fito contra el sistema, sino el lamento cansado por los afios, de quien ha visto demasiado y sabe que va a ver lo mismo en las aulas al dfa siguiente” (Murphy 1986:190). No obstante, no podemos considerar totalmente co- rrectas las ideas de Murphy en cuanto a que “el Laborintus nos descubre la decadencia definitiva del impulso preceptivo en la gramatica medieval” (ibid.). Ante la crisis de la poesia, se necesita codificar un sistema teérico que sirva como referencia a los poetas. Y ésta es la labor de Eberardo, que, Jejos de tirar la toalla, redacta su Laborintus como referencia preceptiva:* la crisis es el incentivo para la aparicion de las preceptivas poéticas medie- vales. Cualquier otra interpretacién se funda en el prejuicio de partir de Ia obra del Aleman como la tiltima de un listado hoy cerrado, pero que, con toda probabilidad, no fue tan limitado. Hay una raz6n mas sobre la que se basa mi argumentacin y que parte del estudio interdisciplinar de esta tradicién preceptiva latina y de su co- rrelato en vulgar. Raimon Vidal de Besalti comienza la que fue la primera gramatica en vulgar de la siguiente manera: “Per co com eu Ramon Vidals ay vist e conegut que pauchs homens saben ne han sabuda la maneyra de trobar, vull heu far aquest libre per dar a conexer es a ssaber qual trobador han meyls trobat, atressi en qual manera deu hom instruir o menar lo saber de trobar” (Ruzos, 1-4). Como poeta y no como gramatico —pero, en definitiva, a partir de la experiencia—, Vidal se encuentra altamente preocupado y decepcionado por la crisis poética existente, tal y como lo estuvo Eberardo el Alemdn,% una crisis poética que afecta al contexto latino, pero también, como vemos, al de la literatura romanica, aunque 33. Este tiltimo aspecto se deriva, asimismo, del proceso de retorizacién de la poética. 34, Para la relacion entee el Laborinius y 1a crisis poética, ver Martos 2003. 35, Este no séto por la crisis en la poesia, sino por la que se establecfa en la ensefanza de la gramatica 142 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 por razones totalmente diferentes. No s6lo consideraba que los poetas hi- cieran poemas de mala calidad forzando el sistema poético trovadoresco, sino que denunciaba la facilidad con la que estos malos trovadores adqui- rian fama por la falta de formacién de los receptores de esta poesia: En aquest saber de trobar son egalment li trobador e li ausidor motas vetz enganat. F diray vos quo ne per que ne son enganat Ii ausidor qui re en trobar no entenen: per co que, com ausiran un bon xantar, faran semblan que fort be l'entendon, e ia res no-n entendran. E fan ho per ¢o cor se cuydan que hom los tengues per pechs si dizion que no-l entendisson. Axi enganon lur matex, car un dels maiors seyns del mon es qui vol aprendre e demandar ¢o que no sap, per que assatz deu haver maior vergonya aquell qui-no sap, que aquell qui demana ¢ vol apendre. (Razos, 34-42)" En consecuencia, lo que se habia interpretado como desesperacién de Eberardo el Aleman en su papel de gramético y ante la incompetente eficacia pedagégica de otros profesores, es la misma raz6n que produce el nacimiento de las gramaticas preceptivas en vulgar. El Laborintus nace en un momento de crisis poética que también enmarca las Razos de trobar y, por consiguiente, si ponemos en paralelo los datos de la tradicién latina y vulgar, entenderemos la complejidad del sistema preceptivo medieval. ‘A lo largo de este trabajo, he estudiado el origen y evoluci6n de las primeras poéticas en vulgar, que se centraban en aspectos fundamental- mente lingiifsticos. No se trataba, sin embargo, de una sistematizacién del sistema lingitistico occitano per se, sino que este proceso respondia a una necesidad concreta, como es habitual en la tradicién tedrica medieval: el conocimiento profundo del occitano, entendido como lengua poética, era fundamental para el “saber de trobar’, como el latin Jo era para los poe- tas, Sin embargo, esta lengua no era la materna de algunos trovadores de fuera del dominio lingtiistico occitano, por lo que, cuando éstos recurrian a esta lengua poética, facilmente podian sufrir interferencia lingiiistica con el francés, que era la otra lengua roménica especializada literaria- mente —para el género de la poesia narrativa, en concreto—, igual de ajena que el occitano para un poeta que compusiera poesia lirica y poesia narrativa en la Corona de Aragén. 36. “ILis in this sense that the passage on poets who are misled through the ignorance and complaisance of the public is relevant to the cest of the work. Vidal evidently felt that poctry could be ina healthy state only when itwas guided by a well-informed and er Gal public: it is for this reason that his remarks were aimed at the public as well as at the poet. He was not alone at this tine in considering that poets could acquire an easy reputation by ministering to the bad taste of a public too readily pleased by the trivial or the conventional, for similar protests were made by Guiraut de Galanson, by Peirol, and by Elias Cairel. One does not greatly exaggerate in saying that Vidal, like them, was conscious of a crisis in the relation between poets and their audiences, a turning- point in literary history which for us seems to be marked by the definitive rejection Of the trabar clus and by the enthronement of the ever more conventional canso as the supreme poetic genre” (Marshall 1972:1Xxx1) La gramatizacién de la postica en la Edad Media 143 Tal interferencia entre lenguas y la descontextualizacién del modelo lingtiistico-literario no se produce s6lo en vulgar. Quizds ha pasado de- masiado desapercibido un dato del Doctrinale de Alejandro de Villedieu, quien “reconoce también la existencia de un factor con el que ni Donato ni Prisciano tuvieron que vérselas en su ensefianza de la gramatica latina, a saber, el conocimiento de los estudiantes de una lengua vernacula (Jaica lingua) a mas del latin” (Murphy 1986:157-158). Este gramético destaca una nueva realidad lingiiistica para la ensefianza gramatical, un factor con el que no contaba la tradicién anterior y que determing el surgimiento de las preceptivas posteriores: la aparicion de las lenguas vulgares y su conso- lidacién como lenguas maternas en detrimento del latin. Alejandro de Villedieu actualizé la gramatica descriptiva de la tradici6n de Donato y de Prisciano considerando la nueva realidad lingitistica, pero esto no era suficiente: ante un momento de crisis como éste, la tendencia fue a la codificacién y al cardcter preceptivo del sistema. Con la aparicién de las lenguas vulgares, la cultura latina peligra y el siglo xt da lugar a un curioso renacimiento que se funda en el miedo a perder la tradicién cultural. Asi, es el momento de las grandes enciclopedias, que recogen el saber medieval filtrado a través del latin, es el momento de los florilegia, de los manuales, de los repertorios. . . La crisis venfa determinada por el des- plazamiento del latin como lengua materna y, en consecuencia, la propia lengua latina necesitaba codificarse. Esta codificacién, sin embargo, no podia ser s6lo descriptiva, puesto que la realidad lingiiistica comenzaba a desaparecer y, ante esa situacién, sc produjo el paso hacia la prescripcion, hacia una gramatica normativa. El origen de las gran preceptivas en vulgar, aunque paralelo al desarrollo de la tradicién latina, responde a otro criterio afadido sin el cual no se explicaria la necesidad del cardcter preceptivo de éstas. Si el latin esta en peligro ante la consolidacién de las lenguas romanicas y esta situacién de crisis es Ia que provoca la evolucién de las graméticas descriptivas a las prescriptivas, parece no haber raz6n que justifique la necesidad de una preceptiva en vulgar, Sin embargo, la primera lirica ro- manica también se encuentra en un proceso de crisis que determina la aparicion de este tipo de gramaticas. No es una crisis linguiistica, sino una crisis literaria. Las Razos de trobar parten de un fenémeno de interferencia lingivis- tica y de una necesidad de codificar una lengua que no es materna y, sin embargo, ¢s la lengua para la expresién poética. El proceso es exacta- mente idéntico al que enmarca el nacimiento y evolucién de las gramati- cas latinas, pero el paralelismo no sélo se queda aqui. El arco temporal de este movitniento es, desde finales del siglo x11 hasta finales del xu, para el desarrollo preceptivo latino, y de principios del x11 hasta finales del x1v, para el vulgar, Gon la consolidacion de las lenguas romances en el x11, se produce el contexto mas favorable para la aparicién de un movimiento 144 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 preceptivo en latin; por otro lado, el mundo trovadoresco empieza a de- caer como sistema a lo largo del siglo xi y da lugar a la aparicion de las preceptivas de tradicién provenzal. Sin embargo, las Razos de trobar no responden todavia a una crisis derivada, fundamentalmente, de aspectos cronolégicos, sino mas bien espaciales. La distancia en el espacio marca el contexto de la obra de Vidal, pero, a finales del siglo x11, la crisis del mundo trovadoresco ya se funda también en la distancia cronolégica. Es esta la razén por la que Jofre de Foix’ evoluciona en la concepcién de las Regles de trobar hacia un modelo lingiistico-preceptivo mas laxo, por- que la lengua, aunque seguira siendo considerada como elemento basico para la construccién del primer discurso lirico roménico,"" cada vez mas dejara paso a otros elementos poéticos que aseguren la pervivencia de esta poesia. El agravamiento de la situacién de crisis produce la necesidad de fijacion de unas reglas formales que aseguren el éxito literario de los que la imiten. De esta manera, una poesia fundamentalmente basada en los contenidos como fue la trovadoresca se empieza a sistematizar con precep- tos de cardcter formal o estructural. A finales del siglo xm, ya comienzan a aparecer obras como la Doctrina de compondre dictats, en la que, por ejem- plo, se nos ensefia que la canso no sélo “deu parlar d’amor plazentment” (Doctrina, 7-8), sino que “encara mes, deus saber que canco ha obs e deu haver cinch cobles” (Doctrina, 9-10).** Esta serie de preceptos formales que aseguran, por acumulaci6n e imitacién, la calidad poética es, con mucha probabilidad, lo que exacerbaba a Eberardo el Alemdn, La situacién de crisis habfa legado a sistematizar un sistema de reglas tal que producia una poesia sin ingenio, al puro estilo de lo que encontramos en Ia lirica del siglo x1v que se enmarca en el Gonsistorio de Tolosa y en el de Barce- Iona (Tavani 1989). Raimon Vidal, sin embargo, no s6lo prevefa un sistema preceptivo basado en aspectos formales como el ingrediente fundamental del “saber de trobar”: E sapies que aquest saber de trobar anch may no fo mes ne aiostatz tant be en un sol loch, mas que cascus s’o ac en son cor segons que fo prims e enten- dens. Ne creatz que nulls homs n’aia estat maestre wen sia estatz perfeyts; car tant es le saber car ¢ fis que nulls homs no sen dona garda, mas del tot 37. Esto seri, sobre todo, en el contexto de la Corona de Aragén, ya que los poetas catala- nes del siglo xiv todavia se enmarcan en esta tradicién y siguen teniendo un modelo lingiiistico-poético basadlo en el occitano. Esta lengua de los trovadores, sin embargo, ser algo que, cada ver mas, no responde a la realiciad lingidistica occitana. Y esta ten- dencia es bien la que determina el discurso gramatical de las Regles de trobar de Jofre de Foixa, o bien la que se deriva de éste. 38. Cuando cito la Doctrina de compondre dictats,to hago por la edicién de Marshall (1972) Hago la remision a partir del titulo abreviado Dectrina seguido del némero de lineas. Estas recomendaciones tienen éxito y caracterizan formalmente la poesia catalana de los siglos siguientes. Asi, por ejemplo, en Ia poesia de Ausias March es ésta la estruc tura mas habitual (Martos 1997). 39. Queda claro con estas palabras que las Razos fueron la primera preceptiva trovado- Fesca 0, que al menos, eso creia sm autor. La gramatizacién de la poética en la Edad Media 145 conexera totz homs prims e entendens qui be esgart aquest libre. Empero, eu no dich ges qu'eu sia perfeytz ne maestre; mas tant ne diray, segons co qu'eu cuig, en aquest libre, que totz homs qui bel entendra ne haia bon cor ne sop- til en trobar poyra far sos cantars ses tota vergonya, (Razos, 51-60) En estas palabras, destaca, sobre todo, la insistencia de Vidal no sélo en los aspectos de preceptiva lingitistica de su obra, sino en otros que con- figuran la poeticidad de un trovador: su corazén y su sutileza, su ingenium frente al ars, Jofre de Foixa es, incluso, mas explicito en su referencia al enginy frente al conocimiento de las reglas gramaticales: “per que cells qui no-s entenen en gramatica, mas estiers han sobtil € clar engyn, pusquen mils conexer e apendre lo saber de trobar” (Regies, 13-15). El dominio de la técnica literaria —y bien Io sabfa Eberardo el Aleman— no era sufi- ciente para alcanzar la calidad poética, por lo que le indignaba la miseria de algunos maestros en gramatica que se vefan afectados por esta tenden- cia acumulativamente formalista, potenciada y evidenciada con el gran éxito del ars versificatoria, del ars rithmica y de recopilaciones —preceptivas 9 no— de colores retoricos. Estos mediocres maestros en gramatica pro- ducian malos poetas —como los malos trovadores que Vidal reconoce— y con esto se entraba en un circulo vicioso, ya que, si los maestros conside- raban suficiente la acumulacidn de aspectos formales y la desviacién de la norma gramatical, si esto se convertia en doctrina, la poesia en latin estaba abocada a un destino mucho peor, como preveia Eberardo. Josep Liuis Martos Universidad de Alicante Obras citadas ANGLADE, JosePH, ed, 1919-1920. Las Leys d’amors. 4 voll. Toulouse: Privat. Repr. en facsimil, Neuva York: Johnson Reprint Corporation, 1971. | ed, 1926. Las Flors del Gay Saber. Barcelona: Institut d’Estudis Catalans. GALVO REVILLA, ANA MARIA. 2000. Los mecanismos de la expresividad en la “Poetria nova” de Godofredo de Vinsauf. Tesis doctoral, Universidad Auténoma de Madrid. CARMONA, FERNANDO et alii, 1986. Lirica roménica medieval. Murcia: Universidad de Murcia. Gasas HOMS, Jose MAREA, ed. 1956. “Zorcimany” de Luis de Avereé, Tretado retérico ‘gramaticaly diccionario de rimas. 2 voll, Barcelona: Consejo Superior de Investi- gaciones Gientificas—Instituto Miguel de Cervantes. ed, 1969. foun de Castellnou, segle XIV: Obres en prosa, Barcelona: Fundaci6 8, Vives Casajuana, COPELAND, RITA, 199]. Rhetoric, Hermeneutics, and Translation in the Middle Ages. Cambridge: Cambridge University Press. - CURTIUS, ERNST ROBERT. 1955, Lileratura europea y Edad Media latina. 2 voll. México: Fondo de Cultura Econémica. 1* ed, Buropaische Literatur und lateirisches Mitte alter, Bern: A. Francke, 1948. FARAL, EDMOND. 1994, Les arts poétiques du xn* et du xui* sidcle Recherches et docu- menls sur la technique littéraive du Moyen Age, Paris: Librairie Ancienne, Honoré Champion 146 Romance Philology, vol. 61, Fall 2007 GATIEN-ARNOULT, ADOLPHE FELIX, ed, 1841-1843. Guillem Molinier, Las Flors del Gay Saber, estiers dichas, Las Leysd'Amors. Monuments de la littérature romane. 3 voll. Paris: Libraire Silvestre; Toulouse: Libraires Bon et Privat. Repr. en facs{mil, 3 voll, en 2. Ginebra: Slatkine Reprints, 1977. GOMEZ REDONDO, FERNANDO. 2000. Artes potticas medievales. Madrid: Ediciones del Laberinto. GRIERA, ANTONI, ed. 1921. Diccionari de rims de Jaume March. Barcelona: Institut d’Estudis Catalans. HIcHET, GILBERT. 1954. La tradicién cldsica. Influencias griegas y romanas en la litera- tura occidental. 2 voll. México: Fondo de Cultura Econémica. 1* eden inglés, The Classical Tradition: Greek and Roman Influences on Western Literature. Londres: Oxford University Press, 1949, JONES, JULIAN WARD, i ELIZABETH FRANCES JONES, eds. 1977. Tie Commentary on the “First Six Books of the “Aeneid” of Vergil Commonly Atiributed to Bernardus Silvestris. Lincoln: University of Nebraska Press. Li corti, Errore, ed. 1952. Jofre Foixa, Vers ¢ Regles de trobar. Testi ¢ manuali di filologia romanza. Modena: Mucchi. MARSHALL, JfH] HENRY], ed. 1969. The "Donate proensals” of Uc Faidit. University of Durham Publications. Londres: Oxford University Press. ed. 1972. The "Razos de trobar” of Ramon Vidal and Associated Texts, University of Durham Publications. Londres: Oxford University Press. MARTOS, joser LUIS. 1997. Cant, queixa i patiment: estudi macroestructural de 55 poe- mes UAusids March, “Biblioteca de Filologia Catalana’, 10. Alacant: Universitat d’Alacant. . ———. 2003, “Eberardo el Alemén y la crisis poé! I-55 MURPHY, James J. 1986. La retérica en la Edad Media. Historia de la teoria de la ret6rica desde San Agustin hasta el Renacimiento, México: Fondo de Cultura Econémica. Ted. en inglés, Rhetoric in tue Middle Ages: A History of Rhetorical Theory from St. Agustine to the Renaissance. Berkeley & Los Angeles: University of California Press, 1974. RIQUER, MARTIN DE. 1975. Los trovadores. Historia literaria y lextas, 8 voll. Barcelona: Ariel. TAVANI, GrusePPE, 1989. “Tolosa i Barcelona: dos consistoris per a una poesia”. En Actes del Vuitd Cobloqui Internacional de Llengua i Literatura Catalanes (Tolosa de Llenguadoc, 12-17 de setemine de 1988), edd. A. M. Badia i M. Camprubt, 1:297-324. 2 voll, Barcelona; Publicacions de l'Abadia de Montserrat. VIDAL I ALCOVER, JAUME, ed. 1984, Berenguer d'Anoia, Mirall de robar. Barcelona: Publicacions de Abadia ee Montserrat. Revista de Poética Medieval

You might also like