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Skarlet Fernandez Paula, 100612546

Informe sobre la Corte Interamericana de los Derechos Humanos


La corte Interamericana de los Derechos Humanos es una institución judicial autónoma cuyo
objetivo es aplicar e interpretar la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Así mismo
es el órgano competente para conocer y juzgar los asuntos relacionados con el cumplimiento o
incumplimiento de los compromisos contraídos por los Estados partes de la Convención. La Corte
Interamericana de los Derechos Humanos es uno de los tres tribunales existentes en el mundo
sobre control y protección de los Derechos Humanos, conjuntamente con la Corte Europea de
Derechos Humanos y la Corte Africana de Derechos Humanos.
Forma parte a su vez, del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, junto a la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. Este sistema constituye el marco para la protección de
Derechos de los países ratificados por la convención.
La IDH se rige por la Convención Interamericana sobre Derechos Humanos y demás tratados
internacionales que tengan la ratificación de sus miembros. Dicho lo anterior, la IDH, tiene poder
para juzgar a los sujetos de derecho internacional de acuerdo al incumplimiento de las normas
establecidas en dichos acuerdos.
La integración de la IDH, esta constituida por siete jueces, nacionales de los Estados miembros
de la Organización, elegidos a título personal entre juristas de la más alta autoridad moral, de
reconocida competencia en materia de derechos humanos, con la salvedad de que no pueden
hable dos jueces de la misma nacionalidad. –Artículo 52 de la Convención Interamericana de
Derechos Humanos-. Aunque estos jueces pertenezcan a una nación y, por tanto, tener la
nacionalidad de uno de los Estados Partes, estos actual de forma personal, lo que implica que en
la Corte no son una representación del Estado y deben ser imparciales al momento de ejercer la
justicia.
En el Art. 53 del mencionado documento detalle la escogencia de los miembros, los jueces de la
Corte serán elegidos, en votación secreta y por mayoría absoluta de votos de los Estados partes
en la Convención, en la Asamblea General de la Organización, de una lista de candidatos
propuestos por esos mismos Estados, cada estado puede proponer hasta tres candidatos. Estos
jueces tienen un periodo de duración de seis años con derecho a una única reelección, también
cuenta con una secretaria, formada por un secretario y un secretario adjunto que serán elegidos
por los miembros de la corte.
Los Jueces están a disposición de la Corte, y deben trasladarse a la sede o al lugar en que ésta
realice sus sesiones, cuantas veces y por el tiempo que sea necesario. Aunque no existe el
requisito de residencia para los Jueces en la sede de la Corte, el Presidente debe prestar
permanentemente sus servicios.
Tienen, únicamente, derecho a someter casos ante la IDH, la Comisión y los Estados partes.
Importante destacar que para que la corte pueda conocer dichos casos, los mismos deben
cumplir con ciertos requisitos, entre los cuales están: la solicitud informaciones del Gobierno del
Estado al cual pertenezca la autoridad señalada como responsable de la violación alegada, si el
caso no procede se declara inadmisible e improcedente y queda archivado, en el caso contrario,
con el conocimiento de las partes la corte procede a evaluar la situación y hacer exámenes de la
misma y finalmente propondrá una solución amistosa fundada en el respeto, para ambas partes.
Una de las funciones de la IDH es, por decirlo de alguna manera, de consultor jurídico, puesto
que los Estados Partes podrán consultar a la corte sobre interpretaciones de la Convención o de
otros tratados referentes a la protección de los Derechos Humanos, también puede servir de
consultor en materia de compatibilidad de leyes internas y los tratados que forman parte,
conforme al Art. 64 de la Convención.
Visto que ya la Corte tiene, en consecuencia, de sus funciones, dictar sentencias a las partes
involucradas en algún tipo de violación a los Derechos Humanos también se encargan de darle
un seguimiento directo a la misma, es decir, que tras la sentencia dictada procede una
supervisión de esta.
La supervisión del cumplimiento de sentencia es el paso que procede cuando el tribunal ordena
una serie de medidas de reparación, tomando en cuenta las necesidades de la o las victimas del
caso, así como la reforma de aquellos aspectos estructurales o normativos que provocaron la
violación y necesitan ser atendidos y modificados.
La Corte ha determinado, por tanto, que la supervisión del cumplimiento de las sentencias es
uno de los elementos que componen su función jurisdiccional. Lo anterior en tanto el
cumplimiento de las reparaciones ordenadas por el Tribunal en sus decisiones es la
materialización de la justicia para el caso concreto y, por ende, de la jurisdicción. Por tanto, la
efectividad de las sentencias depende de su ejecución y, para ello, la propia Corte supervisa
diariamente que los Estados estén cumpliendo con las reparaciones ordenadas en sus
sentencias a través de diversas formas (proceso escrito, audiencias, visitas y notas de la
Secretaría del Tribunal). El proceso de supervisión debe tender a la materialización de la
protección del derecho reconocido en la Sentencia mediante la aplicación idónea de dicho
pronunciamiento judicial.
La efectiva implementación de las decisiones de la Corte es la pieza clave de la verdadera vigencia
y eficacia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, sin la cual se hace ilusorio el
propósito que determina su efectivo cumplimiento y funcionamiento de dicho ente.

Por ello la Corte ha considerado que el efectivo cumplimiento de sus decisiones es parte
integrante del derecho de acceso a la justicia. En este sentido, resulta necesario que existan
mecanismos efectivos para ejecutar las decisiones de la Corte.
La Corte celebra cada año los periodos de sesiones necesarios para su eficaz funcionamiento.
Durante el encuentro, el tribunal lleva a cabo diversas actividades. Estos incluyen audiencias y
resoluciones de casos controvertidos, medidas cautelares, opiniones consultivas y supervisión de
la ejecución de sentencias, así como la emisión de sentencias, opiniones consultivas y
resoluciones. Asimismo, la Corte consideró diversos trámites para asuntos pendientes y analizó
los diferentes informes presentados por la Comisión Interamericana, las presuntas víctimas o
representantes de las presuntas víctimas y los países involucrados en la adopción de medidas
cautelares. O un caso que se encuentra en etapa de supervisión de cumplimiento de sentencia.
Además, el tribunal también considera asuntos administrativos.
Dentro del ámbito de la jurisdicción en disputa del tribunal, el proceso de preparación de una
sentencia incluye varias etapas que combinan la naturaleza escrita y oral. La segunda etapa, que
es básicamente una etapa oral, se expresa en audiencia pública en cada caso, y suele durar
alrededor de un día y medio. En la audiencia mencionada anteriormente, el comité enumeró las
razones para presentar el caso a la corte, así como cualquier otro asunto que el comité consideró
relevante para su arreglo.
Seguidamente, el juez de la corte escucha las resoluciones de peritos, testigos y presuntas
víctimas, estos peritos, testigos y presuntas víctimas son impugnados por las partes (el comité
sólo se dirige a peritos) y, en su caso, por el juez. A continuación, el presidium solicitó a la víctima
imputada o su representante y al país demandado presentar sus argumentos sobre el fondo del
caso. Posteriormente, la reunión del decano brindó a la víctima acusada o su representante y al
país la posibilidad de responder y reincorporarse. Una vez que terminan las acusaciones, el
comité presenta su opinión final y luego el juez hace las preguntas finales a las partes.
Las medidas provisionales son medidas que dicta la Corte en casos de extrema gravedad y
urgencia, y cuando se haga necesario evitar daños irreparables a las personas. Estos tres
requisitos tienen que comprobarse, prima facie, para que se otorguen estas medidas.
El ejercicio de las funciones de la Corte Interamericana en sus períodos de sesiones comprende
procesos caracterizados por una importante y dinámica participación de las partes involucradas
en los asuntos y casos de que se trate. Dicha participación es crucial en términos de efectividad
de las medidas y obligaciones ordenadas desde el Tribunal y marca la pauta sobre la marcha y
duración de los procesos.
En síntesis y para finalizar, la Corte Interamericana goza de mucha relevancia internacional,
puesto que es el órgano regulador del cumplimiento de los Derechos Humanos en América, y
claramente, entre los Estados que estén ratificados. La importancia de este órgano radica en sus
funciones a nivel internacional, es una de las máximas autoridades autónomas en materia de
derecho internacional. Tal es su relevancia que como lo indica en el Art. 67 de la Convención el
fallo de la Corte es definitivo e inapelable y los Estados se comprometerán a cumplir la decisión
de la Corte.

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