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Cada vez que observas la discordia entre tus hijos, podrías lanzar un deseo respecto a su relación,
pues desde tu punto de vista personal te han proporcionado experiencias variadas y detalladas que
han provocado que se desarrollaran tus preferencias. Tus preferencias personales son asunto tuyo.
Ahora tu labor es muy sencilla: sintonizar con Tus deseos.
La razón por la que las peleas de tus hijos te molestan tanto es porque esa conducta
no coincide con el ideal que todas sus peleas previas te han ayudado a crear. De hecho,
incluso antes de que nacieran, cuando observabas a los hijos de otras personas, tus
deseos ya fluían en expectativa de cómo serían tus propios hijos. De modo que no es de extrañar
que cuando presencias algo tan opuesto a lo que habías deseado sientas malestar. Esto
no sólo se debe a que estén practicando malos hábitos de conducta. La visión que tienes
de ellos está provocando que vayas en contra de la creación que has empezado a
desarrollar sobre este tema.
Si pudieras aceptar que tu malestar se debe simplemente a tus diferencias
vibratorias (que estás presenciando algo opuesto a lo que hay en tu expectativa) y
no a lo que hacen tus hijos (sobre lo cual no tienes ningún control), empezarías a
comprobar que puedes elegir pensamientos que te ayuden a sentirte mejor (hagan lo que
hagan), y que cuando consigas eso, tu poder para influir será tremendo.
Situación actúal:
• Observas la mala conducta de tus hijos.
• Te sientes mal.
• Crees que te sientes mal por su conducta, pero en realidad es porque no estás en
armonía con tus deseos.
• Restas atención a lo que están haciendo tus hijos y utilizas tu habilidad para
concentrarte en lo que te sube la moral.
• Al hacer eso, ahora te sientes totalmente conectado/a con quien-realmente-eres.
• También eres un Homólogo Vibratorio de esa imagen de ver a tus hijos felices
disfrutando de su mutua compañía, que has venido creando desde hace tanto tiempo.
• Con todo este proceso de sintonización estás totalmente Conectado/a con quien-realmente-eres;
con los recursos del Universo (que crea mundos); con tu Ser Interior, y
con los deseos que pusiste en movimiento respecto a tus hijos, tu familia y tu vida.
• Ahora tus palabras y conducta están en perfecta sintonía, evocan menos
resistencia por parte de tus hijos y consigues un cambio más positivo.
Pero no estás creando a través de palabras o de tus acciones, sino que lo haces
sintonizando tus pensamientos que te hacen sentir emociones positivas sobre tus hijos.
De este modo, cuando deseas que tu hijo y tu hija se comporten de otra manera,
puedes notar la batalla que se desencadena. Pero cuando piensas en guiar tus propios
pensamientos, puedes sentir la posibilidad de hacerlo. Con el tiempo verás lo simple que
es.
Están a punto de pasar cosas maravillosas en tu experiencia. No sólo te vas a sentir
mejor enseguida eligiendo deliberadamente tus propios pensamientos, sino que vas a
conseguir cambios de conducta en tus hijos. Y lo más importante es que con tu ejemplo
enseñarás a tus hijos el valor y la fuerza de estar en armonía con uno mismo. Enseñarle a
alguien cómo sintonizar consigo mismo—ante circunstancias que no son favorables— es
la guía más valiosa que puedes ofrecerle a otra persona. Ésa es la única guía que puedes
ofrecerles a tus hijos: el poder de guiar sus propias vidas.
Para ilustrar mejor la transición de intentar sentirte mejor controlando la conducta de los demás, en
lugar de tomar un momento para guiar tus pensamientos hacía sentir emociones positivas te
presentamos la siguiente analogía: imagine que ha llevado su canoa a las orillas del río y la
corriente es rápida, y entonces ponen la canoa en el agua, ya tienen sus remos adentro, y ahora
usted deliberadamente da vuelta a su canoa agua arriba y empieza a remar contra la corriente.
Cuando intenta controlar la conducta de los demás para que todos se sientan mejor, está remando
contracorriente. Conectar consigo mismo y elegir pensamientos que le hagan sentir emociones
positivas es voltear la canoa para dejar que la corriente lo lleve río abajo sin esfuerzo.
Así sería el proceso de remar contra corriente y decidir voltear la canoa para ir con la corriente:
Es posible que mientras intentas aunar más pensamientos de alivio, te surja uno que
pensabas que te ayudaría, pero que en realidad tiene el efecto contrario. A veces, al
buscar un pensamiento que te ayude, amplificas tu necesidad de lo que deseas y que,
ahora mismo, no tienes. Entonces, en lugar de sentir esa mejoría que andabas buscando,
te sientes peor, aunque eso no significa que estés perdiendo terreno en el proceso de ir a
favor de la corriente.
Recuerda: tus sentimientos de estos momentos tienen que ver con cómo te sentías.
Contempla esto como un ejercicio fluido y flexible donde en cada momento puedes ir en la
dirección que elijas. No pierdas de vista tu objetivo, que es sentirte mejor, sentirte mejor,
sentirte mejor... Busca más alivio. Y con el tiempo —generalmente bastante corto—
encontrarás lo que estabas buscando.
Es normal que los niños se peleen.
Es su forma de descifrar la vida.
Tienen derecho a responder a su entorno como lo sienten.
A ellos les gusta tan poco sentirse mal como a mí.
Si realmente no les gusta sentirse mal, encontrarán la manera de cambiar esta
situación.
Voy a dejar de aportar mi respuesta negativa al asunto.
Voy a dejarles que lo solucionen por ellos mismos.
Será interesante ver cómo evoluciona esto.
Le he concedido más importancia de la que realmente tiene.
Es gracioso ver la importancia exagerada que le he dado a esto.
Me siento bien al haber recobrado mi perspectiva.
Son unos niños estupendos.
Todos estamos juntos en esto.
Me alegra saber que tengo poder para controlar mis sentimientos.
Me gusta la idea de influir en que mis hijos se sientan mejor.
Me alegra saber que eligen cómo quieren sentirse.
Me encanta saber que elijo cómo sentirme respecto a cómo se sienten ellos.
Ser consciente de que tus hijos se pelean ha provocado que hicieras aportaciones a tus deseos
respecto a estas relaciones familiares interpersonales.
Y ahora, debido a tu voluntad de ir a favor de la corriente en la dirección en la que ha evolucionado
la relación, fluyes hacia tus ideales. Viniste a vivir la vida, a
identificar las cosas que deseabas y a prestar total atención a esos deseos. Eso es la
Creación Deliberada.