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HISTORIA DE LAS TEORÍAS CINEMATOGRÁFICAS (I): RICCIOTTO

CANUDO

INTRODUCCIÓN

La idea de esta serie de artículos surge tras haber leído el libro ‘Historia de las teorías
cinematográficas’ de Guido Aristarco. Es decir, este conjunto de artículos pretende ser una
actualización y continuación, puramente historiográfica y divulgativa, de dicho libro. Aun así, la
razón principal de la publicación de estos textos es que, según mi punto de vista, a día de hoy
se ha dejado de lado a la teoría cinematográfica para enfocarse más en el lenguaje
cinematográfico. Y me parece un error. Ya que, creo que es esencial conocer todo el camino
que ha recorrido el séptimo arte en el ámbito teórico, tanto para hacer cine como para criticar
y analizar cine.

Antes de empezar con el precursor del estudio del campo que se va a tratar, cabe
definir qué es la teoría cinematográfica. La también llamada filmología, es el estudio de la
naturaleza del cine, que pretende proveer un marco teórico para comprender la relación del
cine con la realidad, las demás artes, los espectadores y la sociedad en general. Este ámbito ha
sido estudiado por muchos filósofos, cineastas y críticos de cine (y de arte, en general) durante
toda la historia del cine. Esos teóricos han tratado dilemas de diversos tipos. Ya que las
inquietudes acerca del cine han ido variando con el tiempo.

Una vez explicado esto, empecemos con los inicios de la teoría cinematográfica. En
esta época los teóricos, sobre todo, se enfocaron en intentar descubrir cuál era la esencia del
cinematógrafo y en qué se diferenciaba el cine de las demás artes. Quien es considerado como
el primer teórico y crítico de la historia del cine es Ricciotto Canudo.

RICCIOTTO CANUDO

Canudo nació en Gioia del Colle, Italia. Cuando era joven emigro a Francia, donde se
movió por ambientes vanguardistas. En 1903, empezó a trabajar como corresponsal en Il
Corriere. Pero pronto comenzó a escribir en periódicos parisinos. Inmerso en la vida cultural de
la ciudad, estableció relación con Braque, Picasso, Ravel... No tardó mucho en tomar contacto
con el mundo del cine y empezar a teorizar sobre lo que él denomino, en primera instancia,
“sexto arte”, pero que acabó siendo el “Séptimo arte”.

En 1911, escribió, lo que fue su primer acercamiento al medio cinematográfico, “La


Naissance d'un sixième Art. Essai sur le cinématographe”. En este texto, Canudo comienza
diciendo: ≪En todos los pueblos, […] podemos observar las mismas expresiones del espectro
estético: la Música, con su complemento la Poesía, y la Arquitectura, con sus dos
complementos, la Escultura y la Pintura. En estas cinco expresiones del Arte, tiene lugar toda la
vida estética del mundo≫. Es decir, para este articulo el crítico italiano no consideró la danza
como una categoría artística. Después, vaticina el nacimiento de un sexto arte, el arte
cinematográfico. Que lo define como: ≪la conciliación magnífica de los Ritmos del Espacio (las
Artes plásticas) y de los Ritmos del Tiempo (Música y Poesía)≫. Seguidamente, Canudo
menciona que el teatro también logró esa conciliación, pero que esta es efímera. Ya que ≪la
plástica teatral se identifica con la de los actores, y por tanto es diversa≫.

En el tercer punto del texto, señala cuales son, desde su perspectiva, los elementos
significativos del cinematógrafo. Canudo, afirma que tiene dos aspectos. Por un lado, estaría el
aspecto simbólico, que lo enlaza con la velocidad. Esto lo asocia con el movimiento de las
imágenes y los gestos de los actores. Esto último, obviamente, es una cosa particular de
aquella época, ya que en el cine mudo se grababa a 10-12 fps y se reproducía a 20-24 fps, lo
que suponía una aceleración de la imagen. Por otro lado, el cinematógrafo también tendría un
aspecto real. El cual está compuesto, según Canudo, ≪de elementos que interesan y
maravillan, la psicología del público moderno≫.

En el siguiente capítulo, hace una breve descripción de lo que él considera como lo


novedoso e interesante del cinematógrafo, en comparación con las demás artes. Dice así:
≪El arte siempre ha sido, esencialmente, estilización de la vida en quietud; un artista siempre
ha sido más grande cuando mejor ha expresado mayor número de estados “típicos”, esto es,
sintéticos y fijos, de las almas y las formas. Por el contrario, el cinematógrafo logra el máximo
de movimiento en la representación de la vida. […] Pero el cinematógrafo no reproduce solo
un aspecto; representa toda la vida en acción, y en una acción que, incluso cuando desarrolla
lentamente la cadena de sus aspectos típicos, se desarrolla lo más rápido posible. ≫

En el quinto punto, Canudo se hizo la pregunta que tantos teóricos se hicieron en los
primeros años de vida del cine. ¿Pertenece el cine al campo artístico? Canudo, para responder
a esta pregunta, afirma que, en la época en la que está escrito este artículo, todavía el cine no
era arte. Ya que ≪le falta la posibilidad de elección típica de la interpretación plástica, y se
esclaviza en la copia de un asunto, lo que impide siempre que la fotografía pueda ser un
arte≫. Es decir, Canudo creía que el cine todavía no podía pertenecer al campo artístico
porque el cine no interpretaba la realidad, sino la copiaba o imitaba.

En el séptimo, y último, punto, Canudo finaliza con un párrafo que resume a la


perfección sus ideas sobre el cinematógrafo. Dice así: ≪En resumen, la representación inmóvil
de un gesto, una actitud, una composición de gestos, de actitudes, de algunas figuraciones
significativas de seres y cosas, todo eso es pintura. ¿Pero quién podría haber soñado con
arreglar la representación encadenada de una serie sucesiva de pinturas? Una serie sucesiva
de imágenes, es decir, ciertos estados mentales de seres y cosas agrupadas en una acción, es
indudablemente la vida. Cada minuto que pasa compone, descompone, transforma, ante
nuestros ojos, un número incalculable de pinturas. El triunfo del cinematógrafo las detiene,
puede reproducirlas indefinidamente. Al detenerlas, realiza el acto que estaba reservado para
la pintura, o para esa imagen débil y mecánica de la pintura que es la fotografía. […] Podemos
pensar en la creación de un Arte plástico en movimiento, del sexto arte. […] La Cinematografía
renueva todos los días, cada día con más fuerza, la promesa de esta gran conciliación no solo
entre la Ciencia y el Arte, sino también entre los Ritmos del Tiempo y los Ritmos del Espacio. ≫

En 1913, Ricciotto Canudo creó en París el diario artístico “MONTJOIE!”. Allí escribió
varios ensayos sobre diversos temas, pero con el arte como hilo conductor. Cabe destacar
textos sobre Dante, Beethoven y San Francisco. También redactó el manifiesto cerebralista y
varias novelas, como “La ville sans chef” y “L’autre aile”. En 1921, Ricciotto también fue el
creador del primer cine-club de la historia, al cual llamó “Club des amis du Septième Art”. En
1923, Canudo escribió en su revista el texto por el que es recordado, “Manifeste des sept art”.
En el texto, el crítico y teórico italiano comienza cargando duramente contra, lo que él
llama como, “tenderos del cine”. Dice que estos se apropiaron del término “séptimo arte” -
acuñado por el mismo Canudo años antes- sin aceptar la responsabilidad que acarreaba la
palabra “Arte”.

Después de esta dura crítica, en el segundo punto, Canudo explica la “Teoría de las
siete artes”. Que es una actualización de lo que ya había expuesto en “La Naissance d'un
sixième Art. Essai sur le cinématographe”. Ya que añade la danza como complemento de la
música. Es decir, por un lado, estaría la arquitectura, con sus complementos -la pintura y la
escultura- y, por otro lado, estaría la música, con los complementos danza y poesía.

Añade, en el tercer punto, que mientras que la arquitectura, surgida de la necesidad


material de refugio, se estableció muy individualizada de sus complementos, la música
transcurrió en el sentido inverso. Es decir, la música, que brota de ≪la necesidad espiritual de
elevación y de olvido superior≫, se manifestó primero a través de sus complementarias. Para
finalizar, Canudo afirma que:

≪El Séptimo Arte reconcilia así a todos los demás. Cuadros en movimiento. Arte
Plástico que se desarrolla según las normas del Arte Rítmico. […] las formas y los ritmos, eso
que llamamos Vida, fluyen de las vueltas de manivela de un aparato de proyección. ≫

Para finalizar, cabe mencionar que los textos de Ricciotto Canudo tienen más valor
histórico que teórico, ya que -como dice Guido Aristarco en su “Historia de las teorías
cinematográficas”- sus ideas a día de hoy son insostenibles. Después de este repaso a la
persona que inicio la teoría cinematográfica, en el siguiente capítulo se analizarán las
aportaciones del teórico francés Louis Delluc.

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