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Fe y Alegría Perú

Fe y Alegría Perú: Nacimiento y primeros pasos


Antonio Bach. S.J.

Perú es el cuarto país donde se


extendió Fe y Alegría. Se fundó en
tierras peruanas a mediados de
1965, y en abril del año siguiente,
se abrió matriculas simultáneas en
cinco colegios, erigidos en las
entonces denominadas
“barriadas”, zonas pobres que
circundaban el perímetro de Lima,
compuestas principalmente por
migrantes de origen provinciano.
Desde entonces, Fe y Alegría del Perú ha crecido sin parar, ampliando su ámbito
y modalidades educativas.

Fundación de Fe y Alegría (Lima, 1965)

El padre Velaz, luego de su experiencia de lograr una educación gratuita y popular


para los sectores más pobres en Venezuela, Panamá (junio de 1964) y en Ecuador
(diciembre de 1964), llegó a Lima en junio de 1965, dispuesto a fundar Fe y Alegría
también en el Perú. Un empresario cervecero de Chicago había donado 25 mil
dólares, con los que el Padre Vélaz iniciaría en Perú y Bolivia el movimiento
educativo.

Vélaz llegó con dos colaboradores: Ignacio Marquínez, S.J., permanente apoyo de
la obra del P. Vélaz, y un joven seglar de 30 años, José Luis Alcalde, compañero
de estudios de Marquínez. Luis Alcalde sería el primer Secretario Ejecutivo de Fe
y Alegría en el Perú. En
setiembre, poco antes del
retorno de Marquínez a
Venezuela, se incorporó al
equipo el padre José Antonio
González de Durana, que
también venía de Venezuela,
donde había apoyado al padre
Vélaz. Durana, vasco español,
fue el primer Director General de
Fe y Alegría en el Perú.
Fe y Alegría Perú

La experiencia de Fe y Alegría en otros países y la seguridad con que el padre José


María proyectaba la creación de colegios en el Perú, resultaron decisivos para el
inicio de la obra. Estando en el Perú en junio de 1965, Vélaz fue recibido, por
Ricardo Durand Flórez, quien hacía las veces de Viceprovincial y era Secretario de
la Oficina Nacional de Educación Católica (ONDEC). También se entrevistó con el
Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Landázuri Ricketts, y con el Presidente de la
República, Fernando Belaúnde Terry, y el Alcalde de Lima, Luis Bedoya Reyes, con
el fin de lograr todo el apoyo necesario para el movimiento. A nivel de
congregaciones religiosas, uno de los más valiosos contactos fue con las Madres
del Sagrado Corazón y, de manera especial, con la Madre María Miranda Garrido,
que coordinó y entusiasmó a las maestras de la Escuela Normal de Monterrico,
quienes fueron un importantísimo apoyo para los primeros colegios. Vélaz estuvo
sólo diez días y dejó en Lima a Ignacio Marquínez y a José Luis Alcalde.

La Asociación Civil “Fe y Alegría del Perú” fue registrada el 5 de abril de 1966 (…)
En el acta de Constitución ubica su fundación al 31 de julio de 1965, fiesta de San
Ignacio (…)

Los cinco primeros colegios

A poco de llegar, Iñaki Marquínez


trazó un plan de acción y aplicó la
“política terrenal”, famosa
recomendación del padre Vélaz,
consistente en buscar terrenos
grandes, apropiados para
construir y expandir los colegios.
Luego Durana, con su equipo,
visitó las “barriadas” -
rebautizadas como Pueblos
Jóvenes por Monseñor
Bambarén- y se entrevistó con los
pobladores. Echó el ojo a algunos terrenos eriazos, colindantes a las “barriadas”,
que eran propiedad del Estado.

Nuevamente, la madre María Miranda dio un apoyo decisivo. Como uno de sus
hermanos presidía la Corporación Nacional de Vivienda, institución oficial que
administraba los terrenos del Estado, ella gestionó los terrenos para la
construcción simultánea de los cinco primeros colegios, que tenían sólo Primaria:
el de Valdiviezo (Nº 1) y el de Condevilla (Nº 2), en San Martín de Porres; el de
Pamplona (Nº 3), en San Juan de Miraflores; y dos en Chacarilla de Otero, el de
varones (Nº 5) y el de mujeres (Nº 4), ambos en San Juan de Lurigancho. Se
Fe y Alegría Perú

levantaron sus aulas con esteras, algunas con carpetas y ladrillos y no todas con
pizarra, y así empezó el dictado de clases.

Estas escuelas fueron después construidas con el apoyo del sistema prefabricado
de la firma Listos. Cada colegio tenía seis aulas y un pequeño despacho para la
Dirección y los servicios higiénicos. Así, con mucha ilusión, 24 profesores de Fe y
Alegría impartieron educación, desde el 1º de abril de 1966, a los 800 escolares
que se matricularon en estos cinco primeros colegios.

“Mucha gente creyó que era


una locura empezar tantos
colegios al mismo tiempo, en
terrenos demasiado grandes,
sin mobiliario. Pero Fe y Alegría
contaba con un capital muy
valioso: un equipo de personas
con mucha ilusión de impartir
una buena educación a los más
pobres, con toda la experiencia
de Venezuela y con el corazón
de la opinión pública que estaba
dispuesta a colaborar

Para completar esta lectura, observa el siguiente video con imágenes que nos
muestran cómo nace y crece Fe y Alegría en Perú.

ASI NACE Y CRECE FE Y ALEGRÍA DEL PERU

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