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La señal del alfarero y el barro

1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:

2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.

3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.

4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija,
según le pareció mejor hacerla.

5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí
que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.

Introducción

Primeramente nosotros podemos ver en este pasaje que una de las cosas que son muy
importantes, es recibir la palabra de Dios, y para poder recibir la palabra de Dios, hay
necesidad de ir a la casa del alfarero. Dentro de esta lectura que nosotros acabamos de leer,
se encuentra una profunda enseñanza, y en esta tarde nosotros tomaremos solo una parte de
ella.

Hoy empezaremos esta predicación que lleva por tema “EL BARRO, LA RUEDA, Y EL
ALFARERO”.

Diciendo que hay tres ingredientes en este mensaje:

1) La Rueda 2) El Barro 3) El Alfarero

LA RUEDA simboliza en nosotros las circunstancias de nuestras vidas, las adversidades que
nosotros enfrentamos día tras día

Hay circunstancias duras que vienen a nuestras vidas, puede que hoy tu te encuentres en
alguna de ellas, o que están por llegar a ti, o que vendrán mañana o pasado, estas
circunstancias son la rueda de Dios, para acercarte a la presión de la mano del alfarero, y si tu
no resistes, y si tu voluntad no echa a perder el trabajo del alfarero de modo que murmures, o
te quejes, o sintiéndote amargado y con resentimientos en tu corazón. Pero si aceptas el
trabajo del alfarero, entonces la presión será quitada y los problemas se solucionaran, y el vaso
tomara la forma que el alfarero quiera darle, pero si te resistes, si tu voluntad es como una
basurita en el barro que no permite que el alfarero pueda moldearle como debe, entonces al
alfarero tendrá que quitar esa basurita que le esta estorbando, volver a amasarla y ponerle una
ves mas sobre la rueda.

EL BARRO simboliza al hombre, del cual tiene la soberanía, para hacer con el algo precioso
que sea para su honra y gloria, y si mientras esta formando el vaso algo sale mal, el tiene la
cualidad de corregirlo para que salga bien, cuando el barro esta inmanejable cualquier otro
alfarero tiraría ese barro, pero no nuestro Dios, la Biblia dice que el lo toma y lo vuelve a
amasar,

EL ALFARERO simboliza a Dios el creador, con completo derecho sobre el barro, para
moldearlo, a su parecer.

La Biblia dice en: Romanos 9:20 “Mas antes, oh hombre,¿Quién eres tu, para que alterques
con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formo:¿Por qué mas haces así?

Y la vasija que el hacia se echo a perder en su mano, y volvió y la hizo otra vasija de nuevo.

Cuantas veces nos hemos echado a perder en su mano, en este día piensa que es lo que se
esta echado a perder: Matrimonio Tu familia Tu esposo/esposa Tu trabajo etc.

Hay necesidad de ponernos en las manos de Dios para que lo que en nosotros este echado a
perder, el señor lo haga nuevo, porque lo que se esta echado a perder a nadie le gusta.

Necesitamos tomar la actitud que tomo Job, en el capitulo 42 verso 2, “Yo conozco que lo
puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.” Verso 4,” Oye, te ruego, y hablare: te
preguntare, y tu me enseñaras.” En otras palabras lo que Job estaba diciendo era: Ahora tu
mandes Tu eres el jefe El alfarero El que tiene la ultima palabra Verso 5,”De oídas había oídas
te había oído; mas ahora mis ojos te ven”

Job antes había sido barro que no se dejaba montar sobre la rueda, pero ahora se encuentra
en la casa del alfarero, sobre la rueda, y esta siendo moldado por el alfarero,

Jesucristo sana a un ciego, con su saliva escupió al polvo y lo unto al ciego y el ciego recobro
la vista (Juan 9:6)
EL ALFARERO - Jeremías 18:1-6
Jeremías 18:1-6 dice, La palabra del Señor vino a mí, Jeremías, y me
dijo: 2 Levántate y ve a la casa del alfarero. Allí te daré un mensaje. 3 Yo me
dirigí a la casa del alfarero, y lo encontré trabajando sobre el torno.

Dios mandó a Su profeta, A JEREMÍAS, para observar como trabajaba el


alfarero. Muchas veces, una ayuda visual tiene un impacto mucho más poderoso
que un mensaje verbal o escrito. Dios nos da parábolas COMO ÉSTA todos los
días – UNA CONVERSACIÓN, UN GIRO DRAMÁTICO DE LOS
ACONTECIMIENTOS, UNA ESCENA DE LA NATURALEZA, O DE LA VIDA DIARIA.

En nuestras vidas, COMO EN LAS ESCRITURAS, el lenguaje favorito de Dios son


los retratos. ¡PRESTA ATENCIÓN A LAS PARÁBOLAS EN TU PROPIA VIDA! Esta
es la forma como Dios, MUCHAS VECES, les hablaba a los profetas bíblicos. Es
la forma como Jesús enseñaba. Y es como Dios continua enseñándonos en la
Biblia.

Cuando Jeremías entró a la casa del alfarero, tres cosas llamaron su atención.
Primero, él vio al alfarero – UN ARTESANO INTELIGENTE, CAPAZ Y CALIFICADO
-- que sabía exactamente lo que estaba haciendo. La segunda cosa que notó fue
el torno – UN INSTRUMENTO SOBRE EL CUAL EL ALFARERO HACÍA SU
TRABAJO. Y la tercera cosa que Jeremías vio, fue el barro mismo.

El barro era un material muy común… ¡VIRTUALMENTE SIN VALOR! Sin


embargo, en las manos del alfarero, podía ser moldeado en algo de gran valor…
¡EN ALGO ÚTIL! El barro, EN LAS ESCRITURAS, nos representa a nosotras
mismas. Nosotras somos el barro. Venimos de la tierra. Y volveremos a la
tierra. ¡SOMOS COMUNES!

POR NOSOTRAS MISMAS, no podemos hacer nada significativo. El torno


representa las circunstancias del diario vivir. Las vueltas, y vueltas, y más
vueltas que da la vida.

La analogía del alfarero y el barro es usada para expresar nuestra relación con
Dios. Él es el Maestro Alfarero. Mi vida es el barro. Este retrato nos habla de la
soberanía de Dios sobre nuestras vidas. Y la habilidad de Dios, DE HACER DE
NOSOTRAS, lo que Él desea.

El hecho de que Jeremías observara al alfarero, al torno, Y AL BARRO EN EL


TORNO, nos da una visión de lo que Dios estaba haciendo en la época de
Jeremías, y lo que Él está haciendo en nuestras vidas hoy en día. El alfarero no
estaba jugando ni entreteniéndose con el barro. Él estaba haciendo ALGO con el
barro. Él tenía un plan en mente.
Y a lo que el barro giraba sobre el torno, su plan se llevaba a cabo a través de
sus habilidosas manos. Así mismo, ¡DIOS TIENE EL PLAN EXACTO PARA TI Y
PARA MÍ!

Efesios 2:10 dice, Nosotros somos hechura Suya. Hemos sido creadas en Cristo
Jesús para realizar buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
vivamos de acuerdo con ellas. La palabra “hechura” en griego es poema en
español. ¡SOMOS LA POESÍA DE DIOS! Él te está formando… no en una pieza de
cerámica, sino en una pieza de poesía.

La vasija de barro que él hacía se deshizo en su mano, así que él volvió a hacer

otra vasija, tal y como él quería hacerla.

Mientras que Jeremías observaba, la vasija se dañó en las manos del alfarero.
Aunque hubo fallas, Y LA VASIJA SE MALOGRÓ EN LAS MANOS DEL ALFARERO,
él no se dio por vencido. Él comenzó de nuevo, y remodeló el barro hasta que
se convirtió en una vasija que lo complaciera.

En este retrato, VEMOS LA PACIENCIA DE DIOS POR LA FORMA COMO ÉL OBRA


CON NOSOTRAS, Y EN NOSOTRAS… a lo que nos forma y nos moldea a la
imagen de Jesucristo.

El Maestro Alfarero HACE LA VASIJA DE ACUERDO CON SU PLAN, no de acuerdo


con las exigencias del barro. Nosotras decimos, “Señor, has esto en mi vida”. El
Señor contesta, “Yo ya tengo un plan. Yo haré lo que quiero hacer en tu vida, y
a través de ella”.

En 2 Corintios 3:18, Pablo dice, Por lo tanto, todos nosotros, que miramos la
gloria del Señor a cara descubierta, como en un espejo, somos transformados
de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. Así es
como Dios está obrando en ti… para conformarte a la imagen de Cristo,
pacientemente y amorosamente.

Entonces la palabra del Señor vino a mí, y me dijo: 6 Casa de Israel, ¿acaso no


puedo Yo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero? Ustedes, casa de
Israel, son en Mi mano como el barro en la mano del alfarero.

Dios sabe cómo traer salvación a tu familia, a tus amigas, a tu comunidad, y a


tu mundo. Por consiguiente, Él busca a aquellos que le permitirán moldearlos
como los instrumentos QUE ÉL REQUIERE para hacer Su obra divina. El barro no
tiene sus propios planes, ni tiene aspiraciones de servir. ¡ES SOLO BARRO!
Moldeable, flexible y sumiso a la voluntad de SU AMO.

Hay veces que le decimos a Dios emocionadísimas: “¡Señor, he descubierto


cuales son mis puntos fuertes y mis talentos. ¡Ahora sé cómo mejor servirte.”
En otros momentos, le informamos: “Señor, estoy muy al tanto de mis
debilidades, así que sé que tareas no puedo hacer por Ti.”
Sin embargo, esa no es la característica del barro. Dios no se limita a trabajar
solo con nuestros puntos fuertes y con nuestros talentos. En 2 Corintios 12:9-
10, Jesús le dijo a Pablo, “Con Mi gracia tienes más que suficiente, porque Mi
poder se perfecciona en la debilidad”.

Por eso, con mucho gusto habré de jactarme en mis debilidades, para que el
poder de Cristo repose en mí.

Por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en las afrentas, en las


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necesidades, en las persecuciones y en las angustias; porque mi debilidad es mi


fuerza.

Estamos en las manos de Dios, y Él está obrando TODOS LOS DÍAS para
moldearnos en las mujeres que Él nos ha creado a ser. El desarrollo de nuestro
carácter ES EL COMPROMISO PERSONAL DE DIOS… ¡Y ÉL NO SE DARÁ POR
VENCIDO!

Jesús modeló perfectamente el ideal de cooperar con Dios. En la noche, antes


de ser arrestado en Getsemaní, ÉL LE ORÓ AL PADRE “SI ES QUE HABÍA
ALGUNA FORMA” DE EVITAR LA ANGUSTIA Y DESOLACIÓN QUE SE VENÍA.

A la misma vez, Jesús se daba cuenta que Su Padre tenía un plan perfecto en
mente. Así que Él se sometió a la mano amorosa de Su Padre, diciendo en
Mateo 26:39, “Que no sea como Yo lo quiero, [Padre], sino como lo quieres Tú”.
¿Podríamos nosotras decir lo mismo?

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