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Çç3 3República Bolivariana de Venezuela

Ministerio para la Educación Superior

Puerto Cabello – Estado Carabobo

Aldea “El Libertador”

El Sistema de
Seguridad Social:
LOSSS

Prof. Abog. Maria Lugo Estudiante:

Henny blanco

Estudios Jurídicos

IX semestre

Puerto Cabello, Mayo de 2022


INTRODUCCION

El estudio de los sistemas de protección social debe partir de una caracterización


exhaustiva de las condiciones históricas que generaron su imposición como formas de
contención social, en el marco de la crisis del Estado-Nación y el sistema capitalista, a
principios del siglo XX. En este sentido, es imprescindible realizar un análisis crítico
del estudio de alternativas emergentes de organización / participación social, que han
garantizado políticas de protección y atención social de las más diversas formas
procurando efectividad y construcción de autodeterminación en contraste con el sistema
antiguo.
 La formación de abogadas y abogados, deben priorizar este aspecto, como una
herramienta que les permita el ejercicio en una nueva estructura de poder Estatal
ejercido por sectores organizados de la sociedad a escala nacional, regional y comunal,
más coherente y humana con la formación del poder popular.
Analizar en los ambientes educativos comunitarios el estudio crítico sobre la
seguridad social existente y el papel de la sociedad en el desarrollo de los mismos es
parte del objetivo que persigue la Unidad Curricular Sistemas de Protección Social, por
lo cual, para dar cierre al análisis propuesto en la misma, mediante el presente informe,
se abordarán la seguridad social y el socialismo del siglo XXI desde una perspectiva
histórica y comparativa.
LA LEY ORGÁNICA DEL SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL.
El estudio del régimen jurídico legal de la Seguridad Social va a realizarse
utilizando un método comparativo, con el que se pretende comprobar su grado de
adecuación al modelo constitucional y al momento social, político y económico. La
intención de este trabajo es comprobar si la LOSSS desplegó, en toda su extensión, el
espíritu social que emerge de la Constitución con las garantías suficientes para hacer
justiciables los derechos constitucionales.
Al mismo, tiempo, se realiza un análisis de ajuste constitucional que sirve,
además de para valorar su régimen jurídico, para estimar el margen que el legislador
tiene de cara a una posible reforma o sustitución de la Ley. No obstante, es relevante no
perder de vista que la LOSS se elaboró, aprobó y promulgó en 2002, momento histórico
de graves dificultades políticas y sociales.
Esta Ley tuvo el mérito de rescatar hacia lo público una Seguridad Social que
estaba ya en proceso de privatización, por efecto de la (preconstitucional) Ley Orgánica
del Sistema de Seguridad Social Integral (LOSSSI) de 1997 que la LOSSS se encargó
de sustituir. Si bien es cierto que su contenido, quizás por las dificultades legislativas de
ese momento histórico, arrastra muchas de las instituciones jurídicas de la norma
derogada, con las complicaciones que plantea, desde el punto de vista del modelo del
Sistema y de su ajuste constitucional.
En todo caso, la recuperación del sistema de protección público vino a quebrar
una dinámica privatizadora perversa que se había ido extendiendo por América Latina,
aun cuando la realidad está demostrando su ineptitud para resolver los problemas
sociales.
Está más que comprobado que el mercado agudiza las desigualdades y, en contra
de lo que se suele manifestar, los sistemas privados no sólo no han servido para aliviar
al Estado de cargas fiscales, sino que suelen someterlo a fuertes compromisos
económicos. Claro que, al fin y al cabo, a quienes manejan las entidades privadas que
administran la seguridad social ni les importa lo primero ni lo segundo, porque “la
solidaridad y el alivio de la pobreza se supeditan a las necesidades macroeconómicas”.
El marco jurídico de la LOSSS: algunas precisiones críticas
Siguiendo estas precisiones, la LOSSS aumenta de manera significativa la
cobertura subjetiva y objetiva de la Seguridad Social, siendo paradigmático el derecho a
la salud, cuyo régimen legal (52 y siguientes LOSSS) cumple con el mandato
constitucional de universalidad. De igual modo, los niveles contributivo y no
contributivo amplían su cobertura subjetiva y objetiva, integrando a capas de la
población hasta ahora excluidas del acceso a cualquier prestación pública, como es el
caso de los cooperativistas, los cuentapropistas y las personas sin capacidad
contributiva. Vamos a ver ahora las particularidades de su régimen jurídico.
El ámbito subjetivo regulado en la LOSSS
La Constitución atribuye y garantiza el goce y ejercicio de los derechos humanos
a “todas las personas” (19 CRBV), fórmula que reitera con los derechos sociales (75 y
siguientes CRBV) y, entre ellos, el derecho a la seguridad social (86 CRBV). Se
observa cómo hay un ánimo de universalizar la cobertura de todas las contingencias
incluidas en este derecho, decisión de amplia generosidad que muestra la más moderna
concepción de ciudadanía inclusiva. La LOSSS utiliza una fórmula diferente. Su
acepción del término “persona” incorpora ciertas restricciones al ámbito subjetivo
constitucional, al tamizar con los criterios de nacionalidad y residencia la capacidad
para ser titular de estos derechos. Atribuye así la protección de este “derecho humano y
social fundamental e irrenunciable a todos los venezolanos residentes en el territorio de
la República y a los extranjeros residenciados legalmente en él” (4 LOSSS).
El régimen jurídico legal puede llegar a limitar el ámbito subjetivo del artículo
86 CRBV, al dejar fuera de la tutela a los venezolanos y venezolanas no residentes en la
República y a los extranjeros y extranjeras que no hayan regularizado su residencia. A
menos que tengan atribuido el derecho en otra Ley, como pueden ser las de desarrollo
de la propia LOSSS, o en virtud de la reciprocidad resultante de los “tratados, pactos y
convenciones suscritos y ratificados” por la República Bolivariana de Venezuela (4
CRBV). Se observa cómo utiliza una fórmula más clásica, más típica de la pertenencia
al Estado-nación, confinando esa noción de ciudadanía universal que expresa el artículo
86 CRBV.
EL ALCANCE DE LOS DERECHOS REGULADOS EN LA LOSSS:
REFLEXIONES SOBRE LAS GARANTÍAS Y LA REMISIÓN A LAS LEYES
DE DESARROLLO
Estas consideraciones sobre el ámbito subjetivo del sistema son una primera
manifestación del alcance de la LOSSS. La segunda hace referencia al modo en el que
su régimen jurídico concreta las garantías suficientes para el ejercicio de los derechos
reconocidos a las personas que se encuentran en su campo de aplicación.
La LOSSS configura un Sistema de Seguridad Social integrado por tres Sistemas
Prestacionales “mediante los que se brindará protección a las contingencias amparadas
por el Sistema de Seguridad Social” (19 LOSSS) y que tienen un desarrollo legislativo
propio.
De este modo:
- El Sistema Prestacional de Salud garantiza la salud.
- El Sistema Prestacional de Previsión Social incluye los regímenes
prestacionales de Servicios Sociales al Adulto Mayor y Otras Categorías de Personas,
Empleo, Pensiones y otras asignaciones económicas y Seguridad y Salud en el Trabajo.
- Y el Sistema Prestacional de Vivienda y Hábitat garantiza el derecho a
disfrutar de una Vivienda y Hábitat dignos.
El Legislador convirtió la LOSSS en una especie de Ley Marco, cuyo objetivo
fundamental fue rescatar en un plano de legalidad la seguridad social pública, aun
cuando sus medidas específicas llegan mediante las leyes de desarrollo. Este fenómeno,
conocido como “legislación motorizada”, contiene cierta complejidad, en tanto en
cuanto tiene el riesgo de convertir el Derecho en un instrumento más cambiante e
impreciso, así como permite la aparición de problemas de derecho inter-temporal, al ir
modificándose unas leyes sobre otras. Estos fenómenos pueden terminar
desorganizando jurídicamente la Seguridad Social, algo que no contribuye a hacer
efectivo el principio de seguridad jurídica.
Esta multiplicidad legislativa regulando una misma materia no favorece el
“principio de unidad de un Sistema coherente de Seguridad Social, en un ordenamiento
imperativo y de orden público”. Como consecuencia, limita el principio democrático de
publicidad, al impedir que el conocimiento de las normas sea lo más real y efectivo
posible, aumentando la dependencia técnica de sus beneficiarios y beneficiarias. Y crea
un cuadro disgregador que puede derivar en un proceso de futura pulverización de las
fuentes del Derecho de la seguridad social, lo que es fuente de inseguridad jurídica y de
graves dificultades a la hora de darle integridad a su ordenamiento jurídico.
La pauta marcada en el desarrollo de la LOSSS sigue esa tendencia, elaborando
una Ley por régimen prestacional: una para vivienda y hábitat, otra para salud, cuatro
más para cada uno de los regímenes prestacionales, seis en total. Cuadro que
probablemente sea completado con una Ley de infracciones y sanciones y otra que
regule la jurisdicción especial de seguridad social (141 LOSSS).
Si desde el punto de vista de la técnica legislativa se estima que el volumen de
las materias a regular es excesivo para una sola ley, existen dos posibles soluciones. La
primera, que la LOSSS regule las prestaciones del sistema, dejando para las leyes de
desarrollo aspectos tan diversos como las normas de seguridad y salud en el trabajo o
aspectos relacionados con la política de empleo. La segunda, confeccionar un Código
Orgánico de la Seguridad Social, utilizando la previsión contemplada en el artículo 202
de la Constitución.
Al mismo tiempo, conviene poner límites a la posibilidad de que las leyes de
desarrollo sigan la cadena de delegaciones. Esto puede provocar que se deslegalicen
muchos aspectos innatos a la caracterización del propio derecho, en una especie de
“legislación en cascada” reglamentaria. Ciertamente, puede afirmarse que la ley
orgánica no puede regular todos los aspectos de un entramado jurídico tan amplio como
la seguridad social. Pero sin duda sí es exigible, tal y como ordena la Constitución (86
CRBV), que defina con precisión los aspectos clave del Sistema universal, público,
unitario y de financiamiento solidario.
Esta dificultad se agrava con un obstáculo añadido: la naturaleza híbrida de las
leyes. En efecto, como advertí, las leyes de seguridad social, lejos de encargarse sólo de
las prestaciones, regulan también otras materias relacionadas con las condiciones de
trabajo, la participación de los trabajadores o la política de empleo que, al fin y a la
postre, terminan por esconder los derechos prestacionales entre una maraña de
disposiciones diversas que pueden dificultar su comprensión.
- La gestión de la Seguridad Social: su nueva institucionalidad
a) El artículo 117 LOSSS ordenó al Ejecutivo que confeccionara un plan de
implantación de la nueva institucionalidad. Esta nueva estructura supone un cambio de
criterio en el modelo existente, pasando de un organismo único a un modelo
fragmentado, compuesto por múltiples entidades que admiten la siguiente clasificación.
Unos tienen un carácter genérico y sus competencias afectan al sistema en su conjunto:
El órgano rector, designado por la Presidencia de la República, se encarga de la
“formulación, seguimiento y evaluación de las políticas y estrategias en materia de
seguridad social” 24 LOSSS.
- La Superintendencia, “adscrita al ministerio con competencia en finanzas
públicas” (27 LOSSS), “tiene como finalidad fiscalizar, supervisar y controlar los
recursos financieros” del Sistema (28 LOSSS).
- Y la Tesorería, adscrita al órgano rector, ente recaudador, de inversión y
distribución de los recursos fiscales y parafiscales del Sistema (36 LOSSS).
Otros tienen un carácter específico y sus competencias afectan a una parte del
Sistema:
- El Sistema Público Nacional de Salud, bajo la rectoría del ministerio con
competencia en salud, se encarga de la gestión del régimen prestacional de salud (57
LOSSS).
- El Instituto Nacional de Geriatría y Gerontología (INAGER), bajo la rectoría
del ministerio en servicios sociales, se encarga de la gestión del régimen prestacional de
servicios sociales al adulto mayor y otras categorías de personas (62 LOSSS).
- El Instituto Nacional de Pensiones y Otras Asignaciones Económicas, bajo la
rectoría del ministerio con competencia en materia de previsión social, se encarga de la
gestión del régimen prestacional de pensiones y otras asignaciones económicas (71
LOSSS).
- El Instituto Nacional de Empleo, bajo la rectoría del ministerio con
competencia en empleo, se encarga de la gestión del régimen prestacional de empleo
(85 LOSSS).
- El Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (INPSASEL) y
el Instituto Nacional de Capacitación y Recreación de los Trabajadores (INCRET), bajo
la rectoría del ministerio con competencia en seguridad y salud en el trabajo, se encarga
de la gestión del régimen prestacional de seguridad y salud en el trabajo (99 LOSSS).
- Y el Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat, bajo la rectoría del ministerio
con competencia en vivienda y hábitat, se encarga de la gestión del régimen prestacional
de vivienda y hábitat (104 LOSSS).
Como puede observarse, siguiendo la dinámica iniciada con la multiplicidad
legislativa, en la gestión ocurre un tanto de lo mismo. La nueva institucionalidad
fragmenta la estructura administrativa, separando la gestión del sistema en múltiples
organismos diferentes, lo que sin lugar a dudas vendrá a aumentar los costes
económicos de funcionamiento y a limitar el principio de racionalidad económica.
Además de dificultar su carácter unitario, poniendo en evidencia el principio de
unidad administrativa, con el riesgo consiguiente de no alcanzar en plenitud los
principios de celeridad, eficacia y eficiencia del artículo 141 CRBV.
De un lado, porque aun cuando el órgano Rector sea el responsable, la
adscripción de cada Instituto a diferentes Ministerios crea una compleja red de controles
y competencias que no debe ayudar mucho a la coordinación de las políticas de
seguridad social. De otro, porque la regulación legal fragmentada y la gestión
administrativa separada aumentan la burocracia, por lo que hay que hilar muy fino para
que en cada caso no se siga un procedimiento administrativo diferente, generando
confusión e inseguridad jurídica, siendo una nueva fuente de dependencia técnica de las
personas beneficiarias.
Todo ello, teniendo en cuenta el peligro de generar nuevas dificultades en el
acceso a estos servicios públicos, al no tener por qué estar ubicados en un mismo
espacio físico. Salvo que termine por crearse otro organismo que los englobe a todos,
una especie de “ventanilla única”, en una especie de extraño ejercicio de ida y vuelta
innecesario. b) La fragmentación del Sistema, acompañado del probable aumento
burocrático, se agrava si se tiene en cuenta que más allá de la tímida inclusión en
materia de salud (52 LOSSS), la participación popular viene regulada de manera
genérica en el artículo 14 LOSSS, aunque su concreción se delega una vez más a las
leyes de desarrollo.

EL DESARROLLO LEGISLATIVO: COMPLEJIDAD JURÍDICA

Así como a nivel mundial la seguridad social se ha constituido en el eslabón


primordial, tal como ocurre en la Unión Soviética, el compromiso es sencillamente que
su fundamento tenga carácter legal. En Venezuela, el derecho a la seguridad social tiene
rango constitucional, pero su desarrollo legislativo, pese a la reforma legal de 1997 y
contrarreforma de 1999-2001 lo encontramos en una inmensa cantidad de normas
generadoras de instituciones, programas y proyectos sociales que, en su conjunto, crean
las bases de la política social del Estado y el cuadro institucional del bienestar social en
el país. Sin embargo, el exceso de normatividad, lejos de configurar un marco
legislativo ordenado, coherente y no contradictorio para la política social, ha creado una
situación caótica y anárquica que se manifiesta en una multiplicidad institucional que
compite irracionalmente entre sí. Excesivamente costosa por la dilapidación y el
despilfarro, por tanto, ineficaz e ineficiente, sin proporcionalidad entre la cuantía o
monto del gasto aplicado y el logro de objetivos y obtención de resultados.

En Venezuela, el derecho a la seguridad social tiene rango constitucional, pero su


desarrollo legislativo, pese a la reforma legal de 1997 y contrarreforma de 1999-2001 lo
encontramos en una inmensa cantidad de normas generadora de instituciones,
programas y proyectos sociales que, en su conjunto, crean las bases de la política social
del Estado y el cuadro institucional del bienestar social en el país. Sin embargo, el
exceso de normatividad, lejos de configurar un marco legislativo ordenado, coherente y
no contradictorio para la política social, ha creado una situación caótica y anárquica que
se manifiesta en una multiplicidad institucional que compite irracionalmente entre sí.
Excesivamente costosa por la dilapidación y el despilfarro, por tanto, ineficaz e
ineficiente, sin proporcionalidad entre la cuantía o monto del gasto aplicado y el logro
de objetivos y obtención de resultados.
El Artículo 86 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela crea
las bases para avanzar en la solución de los problemas sociales, mediante la creación de
un Sistema de Seguridad Social. Como vemos, el Constituyente de 1999, previó y
ordenó, en términos operativos, amén de sus prescripciones dogmáticas y
programáticas, la definición de una política social materializable a plenitud en la
seguridad social.

Otras leyes que apoyan el sistema de seguridad social:

 Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat. Decreto N° 6.072, con


Rango, Valor y Fuerza de Ley del Régimen Prestacional de Vivienda y Hábitat. Gaceta
Oficial de la República Bolivariana De Venezuela Extraordinaria Nº 5.889, del 31 de
julio de 2008.

 Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, Gaceta


Oficial Numero 38.236 del 26 de Julio de 2005.

 Ley de Régimen Prestacional de Empleo, Gaceta Oficial N° 38.281 de fecha 27 de


septiembre 2005.

 Ley de Servicios Sociales, Gaceta Oficial N° 38.270 del 12 de septiembre de 2005.

 Ley del Estatuto sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de los


Funcionarios o Empleados de la Administración Pública Nacional, de los Estados y de
los Municipios

LA ESTRUCTURA ADMINISTRATIVA DE LA LOSSS

El Sistema de Seguridad Social Integral como conjunto orgánico, interrelacionado


e interdependiente de regímenes de protección social, está organizado en subsistemas y
es un servicio público de afiliación obligatoria para cada trabajador y de carácter
contributivo.

El órgano de dirección del Sistema de Seguridad Social Integral es: el Ministerio


del Poder Popular para el Trabajo, teniendo como marco legal la Ley Orgánica del
Sistema de Seguridad Social (LOSSS) y las leyes especiales que rigen los diferentes
subsistemas. Como por ejemplo la Ley de Política habitacional, la ley del Seguro Social,
entre otras.

El Sistema de Seguridad Social, estará integrado por los sistemas prestacionales


siguientes: SALUD, PREVISIÓN SOCIAL Y VIVIENDA Y HÁBITAT; teniendo cada
uno de estos regímenes prestacionales mediante los cuales se brindará protección ante
las contingencias amparadas por el Sistema de Seguridad Social.
Como las funciones, niveles y actividades son complejas éstas fueron agrupadas
de acuerdo a las actividades necesarias para alcanzar los fines establecidos, con lo cual
se crearon unidades administrativas en los distintos niveles a efectos de cumplir con los
objetivos señalados.

Los cuales se señalan a continuación:

Sistemas prestacionales de la seguridad social

A.- Sistema Prestacional de Salud. Regulado en el Artículohgtki 20 de la


mencionada Ley, el cual reza: “El Sistema Prestacional de Salud, tendrá a su cargo el
Régimen Prestacional de Salud mediante el desarrollo del Sistema Público Nacional de
Salud.”

B.- Sistema Prestacional de Previsión social.

Esta nueva estructura supone un cambio de criterio en el modelo existente,


pasando de un organismo único, el IVSS, por múltiples organismos que admiten la
siguiente clasificación. Unos tienen un carácter genérico y sus competencias afectan al
sistema en su conjunto:
- El órgano rector, designado por la Presidencia de la República, se encarga de la
formulación, seguimiento y evaluación de las políticas y estrategias en materia de
seguridad social (24 LOSSS).
- La Superintendencia, adscrita al ministerio con competencia en finanzas
públicas (27 LOSSS), tiene como finalidad fiscalizar, supervisar y controlar los recursos
financieros del Sistema (28 LOSSS).
- La Tesorería, adscrita al órgano rector, ente recaudador, de inversión y
distribución de los recursos fiscales y parafiscales del Sistema (36 LOSSS). Otros tienen
un carácter específico y sus competencias afectan a una parte del Sistema:
- El Sistema Público Nacional de Salud, bajo la rectoría del ministerio con
competencia en salud, se encarga de la gestión del régimen prestacional de salud (57
LOSSS).
- El Instituto Nacional de Geriatría y Gerontología (lNAGER), actual Instituto
Nacional de Asistencia Social (INAS) bajo la rectoría del ministerio en servicios
sociales, se encarga de la gestión del régimen prestacional de servicios sociales al adulto
mayor y otras categorías de personas (62 LOSSS).
- El Instituto Nacional de Pensiones y Otras Asignaciones Económicas, bajo la
rectoría del ministerio con competencia en materia de previsión social, se encarga de la
gestión del régimen prestacional de pensiones y otras asignaciones económicas (71
LOSSS).
- El Instituto Nacional de Empleo, bajo la rectoría del ministerio con
competencia en empleo, se encarga de la gestión del régimen prestacional de empleo
(85 LOSSS).
-El Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laboral (INPSASEL) y
el Instituto Nacional de Capacitación y Recreación de los Trabajadores (INCRET), bajo
la rectoría del ministerio con competencia en seguridad y salud en el trabajo, se encarga
de la gestión del régimen prestacional de seguridad y salud en el trabajo (99 LOSSS).
-Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat, bajo la rectoría del ministerio con
competencia en vivienda y hábitat, se encarga de la gestión del régimen prestacional de
vivienda y hábitat (104 LOSSS).

MECANISMOS DE PARTICIPACION: INSTITUCIONALIDAD Y


COMUNIDAD
La institucionalidad es un atributo básico de la república que se entiende como
el ejercicio de configurar su distribución político-administrativa en la división de
poderes.

La República Bolivariana de Venezuela es un Estado Federal descentralizado


en los términos consagrados en esta Constitución, y se rige por los principios de
integridad territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad.

LA INSTITUCIONALIDAD DENTRO DEL ESTADO DE DERECHO

Un estado de derecho es donde los procesos son el instrumento preferente para


guiar la conducta de los ciudadanos. Por cierto, la transparencia, la predecibilidad, y la
generalidad, están implícitas en él. Esto conlleva a que se facilite las interacciones
humanas, permite la prevención y solución efectiva, eficiente y pacífica de los
conflictos, y ayuda también al desarrollo económico sostenible y a la paz social. Para
tener un Estado de Derecho efectivo es necesario:

LA INSTITUCIONALIDAD DENTRO DEL ORDENAMIENTO JURIDICO

Cuando un ordenamiento jurídico es un conjunto de normas que interactúan


entre sí y están interconectadas sobre la base de principios de aplicación general, se
habla de sistema jurídico. Según el jurista inglés de la universidad de Oxford, Herbert
Hart, el derecho está formado por dos tipos de reglas jurídicas: las reglas jurídicas
primarias que imponen obligaciones de conducta (por ejemplo, la regla por la cual es
obligatorio pagar impuestos), mientras que las reglas jurídicas secundarias confieren
potestades para que algunas personas introduzcan reglas primarias (por ejemplo, la regla
que faculta a la Cámara de Diputados a fijar los impuestos). Un sistema jurídico es, de
acuerdo con Hart, un conjunto de reglas jurídicas primarias y secundarias que goza de
cierta eficacia.

LA INSTITUCIONALIDAD POLITICA

Se refieren a la sociedad política, y que regulan la estructura y órganos del


gobierno del estado. Según el criterio presentado por la Unesco en 1948, referente a los
objetos de estudio de la ciencia política, las instituciones políticas tienen relación con
los siguientes conceptos:
 Constitución
 Gobierno central
 Gobierno regional y Gobierno local
 Administración pública
 Funciones sociales y económicas del estado
 Instituciones políticas comparadas

COMUNIDAD

Una comunidad se refiere a un grupo de seres vivos, que pueden ser animales,


personas u otras formas de vida, que comparten un espacio en común, así como
características, objetivos e intereses. Desde una perspectiva social constituye un grupo
de personas que poseen cualidades comunes como el lenguaje, costumbres, habilidades
y que pueden estar agrupados de acuerdo a edad, condición social, puestos de trabajo,
entre otros. Cada comunidad presenta lo que se conoce como identidad social, debido a
que adoptan formas de vida características que las diferencian entre ellas.

Qué es comunidad

El término hace referencia a un conjunto de características que engloban a un


grupo de personas que viven en una misma región y que comparten ciertos aspectos
como la edad, el idioma, rasgos físicos (bien sea por etnias o tribus) entre otros.

En este sentido también se refiere a una identidad común, esto se logra a través


de la diferenciación de otras comunidades, lo cual se lleva a cabo por acciones o signos
que se comparten y que se elaboran por los integrantes de esa sociedad a partir de la
socialización, un ejemplo de ello es la comunidad.

Para algunas personas, la socialización no es una característica necesaria para


conformar una comunidad, de hecho, alegan que solo se necesita tener una identidad en
común para poder conformar el grupo. En ese sentido alegan que tampoco es necesario
tener un objetivo o meta en específico.

El término también es usado para hacer alusión a un grupo de seres vivos,


pudiendo ser animales o plantas que tengan algunas características en común o que
compartan algunos elementos. Si se habla en relación a territorios o administraciones, la
palabra puede emplearse para referirse a poblaciones, suburbios, mancomunidades,
entre otros.

Etimológicamente, la palabra nace del latín communitas y hace alusión a un


grupo, conjunto o asociación de sujetos, los cuales pueden ser plantas, animales o
humanos que compartan elementos de interés o que tengan objetivos en común.

El término es también usado cuando se habla de una comunidad no estructurada,


la cual es aquella que alude a la reunión de personas que están dentro de un ecosistema
determinado de forma aleatoria y que no posee sistemas de organización. También se
puede hablar de las estructuradas, en las que si existen sistemas de organización y cada
miembro cumple un rol específico.

Características de una comunidad


Para que exista una sociedad de ese tipo, es necesario que se reúnan una serie de
características, entre ellas están:

 El sentido de pertenencia o membresía, es decir, los símbolos, historia,


identidad, deberes y derechos propios de esa región, entre otros.
 La influencia, la cual se define como la capacidad que tienen las personas para
influenciar o inducir en la conducta de otros sujetos, de manera que realicen
acciones conjuntas.
 La integración, la cual se encarga de buscar la popularidad, satisfacción, respeto
y estatus de las necesidades grupales.
 El compromiso, el cual nace del deseo de obtener beneficios, alcanzar metas y
recopilar conocimiento de aquellos miembros del grupo, lo cual lo hace
suficiente para generar lazos emocionales, brindar seguridad y afecto.

Pero además de estas características, están otras más específicas:

1. La identidad, la cual se comparte de acuerdo a gustos, intereses y objetivos en


común. Esto hace que esa sociedad obtenga una serie de características y rasgos
distintivos que hacen imposible que alguien pueda compararlas con otras
sociedades.
2. Los objetivos en común, es decir, los miembros de esa sociedad buscan alcanzar
y cumplir sus objetivos y trabajan en base a ello, proponiendo métodos, formas
de trabajo, equipos y buscando herramientas para alcanzarlos a la brevedad
posible.
3. Los deberes y derechos de las personas, lo cual no solo habla del compromiso
para cumplir las leyes y alcanzar objetivos, es tener un sentido de
responsabilidad.
4. La cultura, esto quiere decir que las personas comparten sus valores, sus
principios, lo que es y no es aceptado para ellos, sus costumbres y su visión,
mostrando una educación que es transmitida de generación en generación.
5. La dinámica, la cual incluye a la interacción entre los miembros de esas
sociedades. Una comunidad dinámica está en un cambio constante, está bien
estructurada y necesita de la interacción de las personas para formar una
sociedad grande, amable, respetuosa y armoniosa.

CAMPO DE APLICACIÓN: AMBITO SUBJETIVO.

Derecho Subjetivo:

En sentido amplio, podemos decir que, Derecho Subjetivo es: "La facultad o poder
de hacer valer sus propios derechos, limitar los ajenos, poseer o exigir algo conforme a
la norma jurídica". Existen dos elementos:

 El interno de "poder" o "señorío", que consiste en la posibilidad de hacer o


querer conforme al imperativo jurídico y dentro de sus límites. Por ejemplo, el
dueño de una finca puede explotarla, arrendarla, venderla, según la ley.
 El formal o externo de "pretensión", que consiste en posibilidad de exigir de otra
persona el respeto de su poder o señorío y, consecuentemente, en la posibilidad
de reaccionar contra toda perturbación que se le ocasione en el ejercicio de
aquél, también dentro del límite del ordenamiento jurídico.
En todo Derecho Subjetivo existen ambos elementos, aunque aparezca más
inmediatamente uno u otro según el derecho de que se trate. Así, en el derecho de
propiedad se destaca más el elemento de poder o señorío sobre la cosa, mientras que en
los derechos internos de crédito u obligación sobresale el externo de "pretensión", ya
que se hacen valer contra una persona determinada. Esta pretensión puede hacerse de
dos maneras:

 Dirigiéndose directamente a la persona perturbadora para exigirle el


comportamiento debido (de abstención o respeto, o bien, de cumplimiento de su
obligación, según los casos: derecho "a la prestación")
 Ocurriendo a un órgano del Estado para que ponga en movimiento, o en defensa
propia, el mecanismo coactivo del Derecho "a la acción".
En sentido restringido, no incluye el elemento interno de poder o señorío; se perfila
únicamente en relación con su reverso el poder jurídico y con la protección brindada por
la norma; o sea, se reduce y coincide con el elemento externo y en él, más
concretamente, con el derecho "a la acción".

Respecto del valor o bien protegido por la norma (bien jurídico), las personas se
pueden encontrar interesadas en él de tres maneras:

 De una forma pasiva, en caso de que no puedan nada para que la norma sea
aplicada o para que se aplique la pena en caso de transgresión; o sea, cuando la
persecución jurídica es incumbencia de los órganos del Estado, que actúan de
"oficio".
 En forma de cooperación adicional con los actos jurídicos estatales para hacer
valer sus intereses. Por ejemplo, el derecho del ofendido a ser oído en un
procedimiento penal. Dicho acto no le da ningún influjo decisivo sobre el acto
de autoridad o sentencia.
 En forma de cooperación activa: existe esta situación cuando la declaración de la
transgresión jurídica hecho por el interesado, ocasiona en los órganos del Estado
la obligación de aplicar la sanción extrema coactiva. Por ejemplo, la demanda
judicial hecha por el acreedor contra el deudor moroso para cobrar su crédito. En
este caso, la persona interesada no es un espectador pasivo ni tiene un papel
accesorio de cooperación, sino que es "el sujeto autónomo de una cooperación
activa en la realización de la sanción jurídica". Solamente en este caso existe el
derecho subjetivo en sentido restringido.

AMBITO OBJETIVO.
Derecho Objetivo:
El Derecho Objetivo comprende a todas las obligaciones impuestas por el
estado, cuyo poder legislativo tiene la facultad de establecer un complejo sistema de
normas para regular el comportamiento humano en la sociedad.

Él derecho objetivo se funda a partir del análisis y aplicación de los principios


morales más básicos. La ética, juega un rol importante en la construcción de una
sociedad objetiva, cuyo modo de vida necesita barreras y regulaciones para mantener el
orden público.

El derecho objetivo es una obligación, se aplica en todo el mundo y en todas las


sociedades para garantizar seguridad y bienestar a la familia. Todo el compendio de
leyes que rigen a la nación, después que son decretadas y publicadas, la ciudadanía debe
acatarlas, de lo contrario, dichas leyes tienen un repertorio de sanciones dependiendo de
la falta para ser usadas y castigar al impune que las violó.

La fortaleza de un país se ve demostrada significativamente en la manera en la


que el derecho objetivo y el derecho subjetivo son inculcados. La educación y los
buenos principios, insertados desde el comienzo, convierten al derecho objetivo en una
práctica sencilla de entender, ya que si los principios morales, las buenas costumbres y
la ética son parte del ser humano, será fácil de comprender que las leyes que dicta el
derecho objetivo.

Es importante el derecho objetivo porque el ámbito jurídico de la sociedad le ha


dado cabida en el orden mundial, se ha respetado, se ha cumplido y a evolucionado,
conforme surgen nuevos focos culturales. Se adapta, permitiendo el libre
desenvolvimiento de la creatividad. Sin embargo, es inevitable no suponer que tal
ordenamiento posea una contra, otra cara en la que se refleje un deseo colectivo de
evadir tales responsabilidades. La conciencia humana es compleja, le suceden
situaciones inesperadas y debe tomar decisiones, aun en contra de lo establecido por el
derecho objetivo. La clave de su cumplimiento es la seguridad, el control y la disciplina.

EL REGIMEN FINANCIERO.

Un régimen financiero es la expresión formal del conjunto de pactos o acuerdos


que rigen una operación de financiación en el mercado financiero. Estos acuerdos hacen
referencia al precio, a la cuantía sobre la que se calcula el precio y al momento de pago.

CLASIFICACION DE LOS REGIMENES FINANCIEROS

Los regímenes financieros se pueden clasificar según diferentes criterios.


Atendiendo a su contrastación empírica con las leyes financieras teóricas, los regímenes
financieros se pueden dividir en dos grandes grupos:

Regímenes financieros prácticos.


Se caracterizan por utilizar expresiones sencillas pero que presentan algunas
limitaciones que deben tenerse en cuenta en su aplicación práctica, para evitarlas suelen
aplicarse en operaciones de plazo inferior o igual a un año.

En este grupo se incluyen:

Régimen financiero de interés simple vencido. Formalmente coincide con el


llamado régimen de descuento matemático o racional.

Los pactos que caracterizan al régimen financiero de interés simple vencido son:

•  El precio o interés total se paga al final de la operación conjuntamente con la


devolución de la cuantía inicial.

•  El precio o interés total es proporcional a la cuantía inicial y al plazo de la operación y


se calcula en base a una constante de proporcionalidad, i, que es el tanto nominal de
interés.

Régimen financiero de descuento simple comercial: Formalmente coincide


con el llamado régimen financiero de interés simple anticipado.

Los pactos que caracterizan el régimen financiero de descuento comercial son:

•  El precio o descuento total se hace efectivo al inicio de la operación.

•  El precio o descuento total es proporcional a la cuantía final y al plazo de la operación


y se calcula en base a una constante de proporcionalidad, d, que es el tanto nominal de
descuento.

Regímenes financieros racionales.

Estos regímenes cumplen todas las propiedades que desde el punto de vista
teórico se exige a la equivalencia financiera. Por este motivo se pueden aplicar en la
práctica sin ningún tipo de limitación.

Dentro de este grupo se distinguen:

Régimen financiero de interés compuesto

Los pactos que caracterizan al régimen financiero de interés compuesto a tanto


constante y vencido son:

•  El precio o interés total se paga al final de la operación conjuntamente con la


devolución de la cuantía inicial.

•  El plazo total de la operación se divide en periodos de capitalización y el precio se


calcula en cada periodo aplicando una constante de proporcionalidad, i, que es el tanto
nominal de interés, a la cuantía acumulada al inicio del periodo considerado y a la
extensión del mismo.
Régimen financiero de descuento compuesto

Los pactos que caracterizan al régimen financiero de descuento compuesto a


tanto constante son:

•  El precio o descuento total se paga al inicio de la operación.

•  El plazo total de la operación se divide en periodos de capitalización, y el precio se


calcula en cada periodo aplicando una constante de proporcionalidad, d, que es el tanto
nominal de descuento, a la cuantía disponible al final del periodo considerado y a la
extensión del mismo. En este régimen, la cuantía disponible se va reduciendo
periódicamente como consecuencia de la deducción del precio correspondiente a cada
periodo.

LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS: PROCEDIMIENTOS DE INCLUSION EN


EL SISTEMA.

Los actos administrativos son aquellos que emanan de la Administración


Pública y sirven de medio o de resolución para imponer su voluntad en el ejercicio de
una potestad administrativa.

Un acto administrativo es el que emana de la Administración Pública para


imponer su voluntad en el ejercicio de una potestad administrativa.

¿En qué consiste un acto administrativo?

Los actos administrativos tratan de resolver acerca de cuestiones (ya sean de


particulares, organizaciones o de la propia Administración Pública) que tienen que ser
juzgadas por medio de la jurisdicción contencioso-administrativa.

Elementos y características de un acto administrativo

Los actos administrativos poseen ciertos elementos característicos y


cualidades propias:

 Tiene naturaleza cuasi-judicial y resulta directamente ejecutable.

 Debe ser objetivo y dictarse mediante un procedimiento administrativo (así se trata de


evitar la arbitrariedad en la actuación administrativa).
 Competencia: la Ley determinará en cada caso el órgano competente que corresponda
para realizar una actuación administrativa. Este órgano tendrá que cumplir ciertos
requisitos como la imparcialidad o la capacidad de obrar. De no ser así, el acto podría
ser impugnado.

 Causa o finalidad del acto: el objetivo de cualquier acto administrativo es


la satisfacción del interés general respetando los principios y normas del ordenamiento
jurídico.

 Contenido: a pesar de que el acto administrativo se encuentra regulado y no debería de


contener más que los elementos esenciales o legales, en ciertas ocasiones la
Administración tiene facultad para introducir elementos accidentales o
eventuales en sus actos.

 Forma: la actuación de la Administración está sometida a ciertas formalidades, el acto


debe realizarse por escrito y en determinadas ocasiones tendrá que motivarse.

 Notificación y publicación: los actos administrativos deberán notificarse a los


interesados y, en determinadas ocasiones, tendrá que ser publicado.

Clases de actos administrativos

Aunque existen múltiples clasificaciones para los actos administrativos, vamos a


analizar los siguientes tipos:

Actos favorables y actos de gravamen

 Actos favorables. Estos actos, también conocidos como declarativos de derechos,


amplían los derechos de los interesados (por ejemplo con la concesión de una
subvención). Ante este tipo de actos, entra en juego el principio de seguridad jurídica,
por lo que el proceso para impugnarlos se complica.

 Actos de gravamen. Se trata de los actos opuestos a los anteriormente mencionados y


consisten en reducir la esfera jurídica o la imposición de cargas al interesado. Estos
actos son más difíciles de dictar, pero resultan más fáciles de revocar.

Actos expresos y actos tácitos


Estos dos tipos se diferencian por la forma de expresar la voluntad de la
Administración.

Los actos expresos son los que se hacen explícitos (la Administración tiene la
obligación de dictar resolución). No obstante, se crea la categoría de los actos presuntos
o tácitos para que en los casos de silencio administrativo, los interesados puedan
obtener los efectos requeridos.

Actos administrativos que no causan estado, actos firmes o consentidos, y actos


confirmatorios

1. En primer lugar, los actos que no causan estado son aquellos que se pueden recurrir por
lo contener la posición definitiva del poder público.

2. Los actos firmes o consentidos surgen cuando los actos que no causan estado (los
mencionados anteriormente) no se recurren a tiempo y adquieren firmeza. No son
susceptibles de recurso, solo cabría promover en todo caso una impugnación por razón
de nulidad.

3. Los actos confirmatorios son los que se dicten en unas circunstancias idénticas (en
presencia e los mismos hecho y afectados) a las de otros actos firmes o consentidos.
Estos actos tampoco serán recurribles.

Actos discrecionales

Estos actos consisten en que el órgano administrativo competente tendrá


cierta libertad para actuar con discrecionalidad en algunos casos.

Así, la discrecionalidad no significa que se admitan distintas interpretaciones,


sino que se delimita un campo de actuación y se otorga una capacidad de opción para
que la Administración decida actuar entre dos o más modos diferentes.

LA ACCION PROTECTORA: LAS PRESTACIONES.

La acción protectora de la Seguridad Social comprende un conjunto


de prestaciones económicas y asistenciales que el Sistema ofrece ante contingencias
concretas y siempre que se cumplan los requisitos establecidos legal y
reglamentariamente en cada caso.
Conocer el ordenamiento jurídico actual del trabajador es fundamental para
comprender la trascendencia del derecho del trabajo en la prevención de riesgos
laborales. Por ello es que existe la acción protectora de la Seguridad Social, la cual
resume las fuentes normativas encargadas de proteger al trabajador de posibles
accidentes en su espacio de trabajo.

Contingencias profesionales y comunes

Es el capítulo III de la LGSS el dedicado a la acción protectora de la seguridad


social y las contingencias protegibles por la misma. El artículo 314 de la citada ley
indica que la acción protectora de este régimen será la establecida en el artículo 42. Por
ello, ahora es importante saber distinguir entre contingencias profesionales y
contingencias comunes, además de ahondar dónde se encuentran los accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales, así como sus términos y características.

Por otro lado, dentro de las contingencias profesionales, se debe distinguir entre
accidente de trabajo y enfermedad profesional. El accidente de trabajo está catalogado
por la LGSS como toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por
consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Asimismo, el artículo 156.2 de la
LGSS indica que tendrán la consideración de accidente de trabajo los siguientes:

 Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo.


 Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del desempeño de
cargos electivos de carácter sindical, así como los ocurridos al ir o al volver del
lugar en que se ejerciten las funciones propias de dichos cargos.
 Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun siendo
distintas a las de su grupo profesional, ejecute el trabajador en cumplimiento de
las órdenes del empresario o espontáneamente en interés del buen
funcionamiento de la empresa.
 Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando
unos y otros tengan conexión con el trabajo.
 Las enfermedades que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su
trabajo, siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la
ejecución de este.
 Las enfermedades o defectos, padecidos con anterioridad por el trabajador, que
se agraven como consecuencia de la lesión constitutiva del accidente.
 Las consecuencias del accidente que resulten modificadas en su naturaleza,
duración, gravedad o terminación, por enfermedades intercurrentes, que
constituyan complicaciones derivadas del proceso patológico determinado por el
accidente mismo. O bien tengan su origen en afecciones adquiridas en el nuevo
medio en que se haya situado el paciente para su curación.

Por ende, la LGSS entiende en su artículo 157 que la enfermedad profesional es la


contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que
se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de aplicación y
desarrollo de esta ley. Así mismo, que esté provocada por la acción de los elementos o
sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional.
1. Aquella derivada del uso continuado de arsénico.
2. Aquella derivada del uso continuado de sal.
3. Aquella derivada del uso continuado de cadmio.

Prestaciones: régimen jurídico

Habitualmente, en caso de que se acaezca una contingencia común o profesional,


se establecen unas determinadas prestaciones para proteger al trabajador durante su
período de carencia. Por ello, el artículo 162 de la LGSS se dedica a establecer los
caracteres de estas: deban satisfacer los empresarios a su cargo, conforme a lo
establecido en el artículo 167.2 y en el párrafo segundo del artículo 173.1. O bien por su
colaboración en la gestión. En su caso, las mutuas colaboradoras con la seguridad social
en régimen de liquidación tendrán el carácter de créditos privilegiados. Gozan, al efecto,
del régimen establecido en el artículo 32 del texto refundido de la ley del estatuto de los
trabajadores.

En el nivel contributivo, salvo algunas excepciones en los regímenes especiales (por


ejemplo, incapacidad temporal y desempleo en el régimen agrario cuenta propia y en el
de autónomos) la acción protectora del sistema de la seguridad social comprende las
siguientes prestaciones:

 Prestaciones en especie: asistencia sanitaria, prestación farmacéutica y servicios


sociales.
 Prestaciones económicas:
o Subsidios: incapacidad temporal, riesgo durante el embarazo, riesgo
durante la lactancia natural, cuidado de menores afectados por cáncer u
otra enfermedad grave, temporal en favor de familiares.
o Pensiones: jubilación, incapacidad permanente, por muerte y
supervivencia y extraordinarias (por terrorismo).
o Indemnizaciones: por lesiones permanentes, incapacidad permanente
parcial y fallecimiento.
o Otras: protección familiar, desempleo, auxilio por defunción y prestación
temporal de viudedad.

Asistencia sanitaria

Tiene por objeto la prestación de los servicios médicos y farmacéuticos


conducentes a conservar o restablecer la salud de los beneficiarios, así como su aptitud
para el trabajo, si se trata de personas en activo. Son beneficiarios los trabajadores
afiliados y en alta, los pensionistas y perceptores de subsidios, así como los familiares
(cónyuge, descendientes, ascendientes, y otros). También quienes convivan con
aquéllos, estén a su cargo, y no perciban ingresos superiores al indicador público de
renta de efectos múltiples.

Incapacidades

 Temporal: se puede definir la incapacidad temporal como la que te impide


trabajar temporalmente. Legalmente, pueden reconocerte este tipo de
incapacidad temporal, ya se trate de una enfermedad común, profesional o
cualquier tipo de accidente, ya sea o no de trabajo.
 Permanente: es aquella que te impide trabajar de manera definitiva. Hay varias
clases de incapacidad permanente que se estudiará en los próximos módulos.

Riesgos laborales

Debido a que el entorno laboral se ha convertido en una parte imprescindible de la vida


de los trabajadores, ellos pasan un gran número de horas al día en este espacio. Por
ende, la salud y la seguridad laboral deben ser primordiales en cualquier empresa. Y,
para que estos aspectos básicos se cumplan, en cada organización es fundamental que
haya un experto en preservar la integridad y el bienestar de los trabajadores.

CONCLUSIONES
El proceso abierto por la LOSSS fue continuado y agudizado por sus leyes de
desarrollo, en el sentido de búsqueda de un sistema público y universal que cumpliera
con los mandatos constitucionales. Los desajustes que la LOSSS pudiera contener se
han ido ordenando en este sentido, a partir de la intervención legislativa posterior.
De cualquier modo, nada impide repensar la LOSSS, si bien cualquier
modificación habrá de tener en cuenta tres condiciones: su adecuado ajuste
constitucional, la necesidad de diagnosticar el nuevo contexto social y cumplir con el
mandato de participación popular. En efecto, la realidad social, económica, política y
cultural venezolana tiene sus propios rasgos, definiciones, idiosincrasia, sus
manifestaciones autóctonas con las que construye sus relaciones sociales. Conocer con
exactitud la realidad es algo más que una suma objetiva de datos facilitados por los
diferentes indicadores. La realidad es también subjetiva, porque depende de cómo la ve,
la vive y la siente cada persona.
Es por ello que para tener un diagnóstico fiable de la sociedad los datos
cuantitativos no son suficientes. Tiene que ser el pueblo, la comunidad, quien señale
cuáles son sus impresiones, cómo valoran sus capacidades y de qué manera proponen la
satisfacción de sus necesidades. El contexto social con el que dar forma a la nueva
seguridad social debe ser, por estas razones, fruto de un diagnóstico participativo. La
voz de la comunidad organizada debe estar presente, en este sentido, desde el primer
instante en el que se plantea la necesidad de elaborar las políticas públicas. Incluso
antes. Es el análisis de su día a día el que califica la eficacia o ineficacia de las mismas
y, como resultado, determina sus cambios.
El debate y el acuerdo participativo pueden dotarle de la eficacia y confianza que
necesita, como instrumento estructural de las nuevas relaciones sociales. Desde la
perspectiva de su régimen jurídico, sería bueno considerar la necesidad de regular en
una solo Ley las prestaciones del sistema, permitiendo, de un lado, una menor
dispersión normativa, lo que contribuye a facilitar el conocimiento y ejercicio de los
derechos; de otro, favorece su coherencia y seguridad jurídica al articular un régimen
jurídico homogéneo de las mismas. Las contingencias o riesgos sociales protegidos
deberían ser el objeto central de la protección y, de esta manera, se podría pensar en
garantizar la protección con independencia de su origen (profesional o común).
Es constitucionalmente imprescindible fijar un mínimo vital digno para proteger
cada situación de necesidad, pudiendo para ello utilizarse figuras de racionalidad
económica como la transferencia entre prestaciones (económicas y en especie) y/o la
unidad familiar.
La garantía de este mínimo vital podría ser la condición para incorporar la
proporcionalidad contributiva, aunque sólo aplicable a las prestaciones económicas,
teniendo mucho cuidado de que las diferencias no generen nuevas desigualdades. En
todo caso, hay que considerar que la proporcionalidad suele aplicarse a partir de carreras
contributivas muy largas e inalcanzables, en la actualidad, para la mayoría de la
población. Podría tenerse en consideración la posibilidad de incorporar tramos más
cortos. Esto permitiría sumar al mínimo vital (como el salario mínimo) retribuciones
adicionales por cada pequeño periodo cotizado (cuatro, cinco años o lo que se
considere), mecanismo que pienso incentivaría las aportaciones de un modo voluntario.
El modelo de gestión debe tener en cuenta, primero, el principio de unidad y,
segundo, el de participación comunitaria. Creo que es preferible que las prestaciones, al
menos las económicas, se gestionen por un solo organismo, intentando racionalizar el
gasto administrativo. Así como que este organismo se piense con una lógica distinta: su
descentralización puede tener como sede la comunidad, permitiendo con su cercanía que
la gestión comunitaria vaya haciéndose realidad.
Desde un punto de vista económico, creo que el sistema cuanto más compacto,
más solidario. La caja única y el sistema de reparto son una mayor garantía de
solidaridad, permitiendo el auxilio fiscal cuando sea necesario. La sostenibilidad del
Sistema no depende sólo de su regulación, sino del contexto social. Una Ley
técnicamente perfecta puede colapsar si no está vinculada a su entorno.
Desde ese punto de vista, los aportes pueden ser imprescindibles para cubrir
necesidades sociales, cuando la capacidad contributiva está limitada, ya sea por los
bajos salarios, por la informalidad o por el fraude y la evasión en las cotizaciones.
De ahí que sea necesario que el cálculo de la rentabilidad y sostenibilidad del
derecho a la seguridad social no se haga sólo en términos económicos, teniendo en
cuenta el derecho fundamental a la dignidad humana. Insisto en que estas son, más que
propuestas, unas breves reflexiones sobre aspectos que, a mi juicio, deberían tenerse en
cuenta en el hipotético supuesto de que se revisen los instrumentos de seguridad social.
En todo caso, el pueblo es soberano e irá asumiendo su protagonismo y tomando sus
decisiones para conseguir una sociedad justa e igualitaria.

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