Plan lector 1: El principito

Presentado por: Lucia Guerra

“Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos” esta
es una de mis frases favoritas del Principito, es una frase tan corta pero que puede
llegar a decir tantas cosas y tomar tantos significados dependiendo de la persona
que lo lea. Pero para mi esta frase significa ver más allá, ver más allá de lo que
hay en las redes sociales, ver más allá de las apariencias y en lo personal esto es
muy importante, ya que para ver más allá, hay que conocer y a mi me gusta
mucho conocer de las personas que me rodean, conocer su esencia y lo que son
realmente, no solo como se muestran, sino sus verdaderos pensamientos y
emociones, ya que esto es lo que me permite ser verdaderamente empática y
ponerme en los zapatos de las personas que quiero, en los problemas, conflictos y
hasta en sus logros y alegrías.
Hay muchas veces que juzgamos sin conocer o que confiamos en alguien solo por
como se ve, en una parte del libro hablan de como en 1920 le creyeron a un
astrónomo simplemente por como se vestía y esto no esta nada alejado de la
realidad, ya que podemos ver como aun, en la actualidad es menos probable que
te den un trabajo, si estas tatuado, si tienes alguna perforación o si tienes el
cabello pintado, porque “te hace perder credibilidad”, pero eso es una
demostración de lo superficial que es la sociedad en la que vivimos, pero que
podemos cambiar, viendo más allá de la superficie de cada persona.
Y cuando hablamos de juzgar, como también lo dice el libro, “que fácil es juzgar a
los demás y que difícil es juzgarnos a nosotros mismos”. Nos resulta tan fácil dar
opiniones acerca de la vida de los demás, sin saber por lo que están pasando o
como si nuestra vida o nosotros fuéramos perfectos, pero no, se nos hace tan
difícil juzgarnos y aceptar que cometemos errores, que no siempre tenemos la
razón y que no tenemos ningún derecho a opinar sobre la vida de las personas.
Otra parte del libro que me parece interesante mencionar es en la que dice: “Los
hombres ya no tienen tiempo para conocer nada. Lo compran todo hecho en las
tiendas. Y como no hay tiendas en donde vendan amigos, los hombres ya no
tienen amigos”. Siento esta frase describe perfectamente la sociedad en la que
vivimos el día de hoy. Vivimos afanados, con miles de pendientes por hacer,
facturas por pagar, ahogados en nuestras preocupaciones, que a veces no nos
damos el tiempo que necesitamos para nosotros mismos, tiempo para descansar,
meditar, disfrutar de la vida, conocer a gente nueva, conectar realmente con las
personas y siento que esto es tan importante, ya que nos permite reiniciarnos,
rendir mejor en nuestro trabajo o estudio, tener hasta una mejor salud y calidad de
vida. También nos permite tener mejores relaciones con las personas que nos
rodean, forjar amistades y estrechar vínculos ya sea en el trabajo, universidad o
en cualquier lugar en el que estemos.
Esto es algo que he aprendido en el tiempo que llevo en la universidad, hubo un
tiempo de mi carrera en el que solo estudiaba, casi no salía con mis amigos, me
sobrecargaba con tareas y actividades que tenia que hacer y no sacaba tiempo
para descansar o hacer algo que en serio disfrutara, algo que relajara mi mente;
entonces en esos semestres colapsé, y mi cansancio y estrés se comenzaron a
manifestar en mi cuerpo, comencé a sufrir del colon, tuve una crisis de acné, no
dormía bien y se me hacía mucho más difícil concentrarme en mis clases. Por esto
comencé a ir al psicólogo, a leer acerca de la salud mental, de la somatización, y
poco a poco fui mejorando y entendiendo muchas cosas a las que antes no les
daba importancia. Ahora trato de organizar mejor mis actividades y el tiempo que
empleo en ellas y no sobrecargarme con tareas que al final no se si voy a poder
cumplir. Me doy tiempos de descanso en el día y trato de disfrutar los fines de
semana con mis amigos, medito de vez en cuando y le doy tiempo también a mis
hobbys que para mí son muy importantes.
Por último, hay otra parte que me gusta mucho y que es muy real que dice:
“Nunca se siente uno contento donde está”, y esto no puede ser más cierto,
siempre queremos mas y nunca estamos conformes con lo que tenemos, o así me
siento yo muchas veces. Y no digo que sea del todo malo, ya que esto muchas
veces nos permite avanzar y no estancarnos en un mismo sitio, o conformarnos
con un puesto de puesto de trabajo que tal vez no nos gusta del todo. Gracias a la
no conformidad, es que estoy aquí estudiando. No me sentía bien en Pasto, que
fue donde nací y quería más, quería conocer nuevos lugares, nuevas personas,
quería entrar a la mejor universidad del País y lo logré.
Pero por otro lado está la cuestión de no disfrutar el presente y lo que tenemos o
con quien estamos ahora. También está el lado de la extrema ambición y de no
estar contento nunca con lo que se tiene o en donde estamos en nuestras vidas,
porque siempre queremos más, y la ambición desmedida puede ser peligrosa, ya
que, si no ponemos ciertos límites, ¿hasta dónde seriamos capaces de ir para
conseguir algo que queremos? Y aquí entra la ética y nuestros principios, ya que,
sin estos, el llegar mas lejos puede implicar herir o engañar a otras personas, no
ver las consecuencias reales de nuestros actos o el daño que podemos causar,
solo por nuestros propios intereses. Pero por otro lado si tenemos nuestros
principios claros y una ética firme, nuestros intereses nunca van a pasar por
encima del bienestar de los que nos rodean.