Servicios y Operaciones Micro financieras - SENA Centro de desarrollo: Metalmecánico 2627134: Modalidad Inducción Alvaro Yesid Manrique Antorveza 07 de octubre de 2022 ¿En qué situación se exige que los trabajadores tengan ética y manejen un protocolo? Podría decir que todo esto comienza desde el primer día de ingreso a la compañía como trabajador, es claro que se deben acatar con un código de ética y protocolo previamente establecidos por la misma, los cuales permitirán no solo tener un excelente desempeño sino que ayudan al trabajador a promover un sentido de pertenencia por la imagen de la empresa, todo esto se ve reflejado en el código de ética en donde se hace efectivo y a cabalidad, los valores de la organización, además de que siguiendo un protocolo no solo visual sino de modales, promueven un buen ambiente laboral. A través de un escrito recree una situación, en una entidad microfinanciera, en la cual se vean reflejados los temas aprendidos sobre etiqueta, protocolo, cultura organizacional y código de ética. El día de hoy conoceremos la historia de “LA FAMILIA MICROFINANCIERA” y la historia de Gina Pinzón, comenzaremos diciendo que la entidad microfinanciera cuenta con una excelente calificación y posicionamiento en el mercado, y pese a haber comenzado hace un par de años, se destacan por mucho, sus normas de etiqueta y protocolo al momento de ejecutar los créditos, estudios y asesoramiento que los clientes requieren. Gina es una joven de 25 años que, aunque no lo parezca ha sido parte fundamental del progreso y desarrollo de la compañía, su historia comienza como asesora en donde destaco y ascendió rápidamente debido a una situación que sucedió unos meses atrás de haber sido contratada. Una tarde cualquiera, se realizaba una reunión de departamento en donde se exponían muchos temas de ética, protocolo de vestimenta y educación y un sinfín de temas de seguridad que aunque parecían lo menos importante era todo lo contrario, dicha reunión finalizaba con la noticia de que un importante empresario asistirá en busca de un microcrédito para su esposa y un pequeño emprendimiento que a todas luces parecería prosperar, el jefe entusiasmado no perdió el tiempo en exponer el diverso portafolio con el que contaban y con mente selectiva preparo a su mejor asesor para que la visita saliera sin mayor percance. Esa mañana se les pidió a todos los empleados portar el traje de la compañía, a los hombres se les pidió un código de etiqueta y vestimenta muy particular mientras que a las mujeres les solicitaron portar un lindo uniforme con pañoleta y zapatos cortos. Ese día, todos relucían en presencia y estilo, Gina no sería la excepción ya que gracias a su abuela porto un lindo broche que no saltaba mucho a la vista, pero lo que ella no sabía, es que ese día se daría a conocer. Esa mañana Gina asistió a la sede muy temprano, lista para el posible reto de tener que explicar al empresario el diverso portafolio que se supone debía conocer, pasados unos minutos y al estar en su puesto de trabajo estudiando con toda la concentración posible, un sujeto bien parecido se le sentó en el puesto de al lado y comenzó a preguntar un sinfín de cosas que, aunque le parecían muy obvias, no dudo en responderlas. Resulta que el empresario se había “camuflado” y no quería que una persona fuera seleccionada para atender su caso, al contrario, lo que el buscaba era que una persona cualquiera le ayudara con su situación ya que el prefería una respuesta sincera a una respuesta estudiada para impresionar. El empresario no podía creer como la etiqueta y la ética se le presentaban en palabras tan sencillas y respetuosas que no dudo en seguirle preguntando sobre la compañía y su historia, Gina parecía muy sorprendida de que una persona que probablemente fuera de algún departamento del cual no conocía le hiciera tantas preguntas, pero recordó que por protocolo y ética todos debemos ser tratados por igual y no escatimo en explicar al detalle muchas alternativas y le explico un nuevo proceso en el que estaba trabajando para conseguir que cualquier persona pudiera acceder a los servicios de la compañía. El empresario le invito un café y le pregunto sobre el ambiente de la compañía, pero como Gina no sabía mucho de sus compañeros o de su jefe fue muy sincera y abierta con el empresario mientras que el analizaba todo lo que de su boca salía, el empresario ya tenía todo analizado y listo para volver, así que despidiéndose muy respetuosamente la acompaño a su puesto mientras ella continuaba con sus estudios. Sus compañeros comenzaron la jornada laboral, su jefe estaba muy nervioso ya que se rumoraba que el empresario era una persona muy seria y correcta en temas monetarios, resulta que a 2 o 3 horas de iniciado la jornada, el empresario hizo presencia en las instalaciones, todo el mundo se formó y se presentó con la mejor actitud y disposición, pero, con lo que todos no contaban era que cuando dirigió su mirada hacia una asesora en particular, ella no lo podía creer. Resulta ser que todo lo que había hablado temprano en el mañana con aquel hombre, lo cautivo tanto que no dudo en pedir asesoría solo con ella, Gina estaba muy nerviosa no podía creer que aquel hombre parecido era el importante empresario, nadie podía creer que el empresario ya había asistido sin avisarle a nadie y que justo se topara con Gina que siendo algo nueva se defendió muy bien manteniendo el trato como si fuera un cliente normal, resulta ser que este empresario no solo ayudo con el emprendimiento de su esposa sino que se convierto en un accionario de la misma, todo esto gracias a Gina ya que él decía que el trato que había recibido fue muy respetuoso y muy agradable “sentía que fui tratado como una persona que quiere conseguir su propio emprendimiento” también mencionaba que la ética y el diverso conocimiento que ella poseía la llevaría muy lejos, resulta que tiempo después de esta visita la microfinanciera consiguió crecer a un punto tal, que muchas personas solo buscaban los servicios y ayudas que esta ofrecía, en unos meses se constituyeron con varias sedes en el país y hoy por hoy tiene la imagen de prestigio y presentación que cualquier otra podría desear. Eso sin mencionar que su cultura organizacional y laboral les ayudo a conseguir bastantes reconocimientos en pocos años. Exponga otra situación, donde la microfinanciera no tenga en cuenta estos aspectos en su dinámica laboral. La microfinanciera “Unidos y Amigos” esta por recibir su tercer proceso de investigación por mala praxis y quejas de todos sus asociados, eso sin mencionar que sus clientes día por día están cayendo, la Gerente Elizabeth Cuevas al ver tan pésima calificación recibida en su última evaluación, contrato a un auditor externo el cual se infiltro por algunos meses con sus empleados y asesores financieros. Luego de una exhaustiva investigación interna en la reunión semestral de la compañía se logró conseguir mucha información no solo de los empleados sino de las formas en las que estos eran estafados y/o engañados por una mafia interna liderada por un empleado con varios años de experiencia, resulta ser que detallando lo que dicho auditor encontraría, la ética y el profesionalismo se perdió totalmente muchas personas necesitadas y/o que buscaban mejorar su vida crediticia o crear un emprendimiento fueron totalmente ignorados al momento de ofrecer el producto. Se evidencio que dicho asesor no solo se encargaba de asignar ciertos portafolios a su grupo interno, los cuales, por medio de redes sociales, voz a voz y panfletos ofrecían créditos por debajo de la mesa, muchos de estos créditos no solo eran para emprendedores, sino que financiaban negocios ilícitos. Según una investigación de no más de un año se identificó que otro empleado ofrecía los datos de las personas que llegaban en busca de sus microcréditos para su beneficio, resulta ser que muchas personas confiaban en este sujeto el cual solo tomaba datos de cuentas bancarias y datos de los créditos y sacaba un porcentaje los cuales estaban destinados para su “comisión” por aprobar estos préstamos. Se entrevistó a muchos clientes los cuales mencionaban que se les pedían datos y claves bancarias con el fin de poder conocer el estado de su vida crediticia, pero al poco tiempo sus cuentas se estaban viendo con cargos extras que nunca fueron contemplados. También se evidencio que algunos empelados cuando venían personas que hacían muchas preguntas manejaban un lenguaje muy desinteresado y muy descortés ya que cuando detectaban que solo venían a preguntar la disposición y la cortesía se perdía causando que muchas personas se desanimaran ante tan mal actitud recibida.