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Actitudes cristianas fundamentales: Amor

Es imperativo que entiendan la naturaleza y la esencia de la iglesia, por qué hacemos lo que
hacemos, cómo lo hacemos.

Entonces, estamos hablando de este asunto, de cómo la iglesia funciona y hemos disfrutado de un
gran, gran tiempo al hacerlo. Tomando la metáfora bíblica de la iglesia como el Cuerpo de Cristo, es
una identidad rica y maravillosa que incorpora grandes tesoros de verdad para nuestra edificación y
nuestra aplicación. Hemos comparado a la iglesia a un cuerpo. Cristo a la cabeza. Como el apóstol
Pablo nos enseña en Efesios y en Colosenses y conforme hemos estado haciendo eso, hemos
estado viendo en mayor profundidad, en cierta manera, extendiendo la metáfora y hablando de la
anatomía de la iglesia.

Simplemente quiero apuntar a una escritura si me permite, para comenzar, Efesios capítulo 4 y vaya
al versículo 11 y en adelante, Pablo escribe: “Y Él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros
profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo”.

Este es material rico y profundo. Podríamos pasar mucho tiempo cubriendo todos los detalles de las
palabras de Pablo aquí, pero simplemente queremos señalarles una cosa como un punto inicial y es
esta. La edificación del Cuerpo de Cristo, en lo cual obviamente estamos involucrados, tiene como
su fin o meta la medida de la estatura que pertenece a la plenitud de Cristo. En otras palabras,
queremos que el Cuerpo de Cristo sea tan parecido a Cristo como sea posible. Esa es la razón por la
que Pablo en Gálatas 4:19 dijo que él estaba en dolor y agonía hasta que Cristo fuera formado
completamente en ustedes.

Debemos ser semejantes a Cristo, no sólo como individuos, sino colectivamente. Debemos llegar a
la plenitud de la medida de la estatura de Cristo y eso involucra la unidad de la fe. Tenemos que
conocer cómo es Él antes de que podamos ser como Él. Debemos llevar sus características.
Debemos manifestar sus virtudes de tal manera que la iglesia no es una organización religiosa. No
es un grupo de personas que en cierta manera están relacionadas, sino un organismo viviente que
posee la vida misma de Dios, personas en una unidad orgánica, espiritual, moviéndose hacia la
semejanza a Cristo.
Entonces, la idea de crecimiento de la Iglesia, la idea de cuerpo espiritual de Cristo es que crece y
madura y adopta la naturaleza de Cristo, que se vuelve virtuoso de tal manera que manifiesta las
cosas mismas que caracterizan a la esencia de su Señor y cabeza, no estática, sino creciendo y
desarrollándose en la semejanza a Cristo.

Comenzamos con el esqueleto y importantes como parte de la estructura, que le dan a la iglesia su
forma, su rigidez, asuntos medulares no negociables. En ese esqueleto tenemos los sistemas
internos que llevan la vida, que lo hacen un cuerpo viviente y no sólo un esqueleto.

Entonces, uno de los sistemas internos que hacen que la iglesia sea el cuerpo de Cristo, que hagan
lo que Dios quiere que sea es la fe. El punto inicial, claro, es creer en Dios, confiar en Dios,
conocerlo lo suficiente como para confiar en Él en todo asunto de la vida. Recordamos Habacuc 2:4
El justo por la fe vivirá y 2a de Corintios 5:7 Andamos por fe y no por vista.

El segundo sistema interno es obediencia. Y como paralelo de la fe, el compañero a esto es una
sumisión a todo lo que el Señor nos pide hacer. Hacer todas las cosas que os he mandado.

Nosotros, que una vez fuimos esclavos al pecado, Dice en Romanos 6:17: ahora somos obedientes.

En tercer lugar, hablamos de la humildad. Esa virtud cristiana tan noble, un reconocimiento
verdadero del pecado de uno y su indignidad. La humildad, no es cuestión de debilidad. Ciertamente
no es igual a pecaminosidad. No es igual a la ignorancia. No es igual al temor. Algunas veces, la
gente pecaminosa, débil, temerosa se supone que es humilde, sino que más bien, la humildad es un
entendimiento verdadero del pecado de uno y un entendimiento verdadero de la gracia de Dios en
Cristo, un entendimiento verdadero de lo que Dios puede usarnos para hacer lo que Él quiere hacer
cuando nos sometemos a Él.

Un cuarto sistema interno, un cuarto componente, una cuarta actitud espiritual. Las hemos llamado
así, un cuarto motivo espiritual. Y es uno del que usted oye mucho, una muy, muy esencial, ninguna
otra que el amor. El amor, y en ello vamos a ampliar mas.

Hay tantas maneras de abordar esto, pero quizás puedo abordarla en cierta manera desde el punto
de vista del mundo en el que vivimos. En cierta manera, desde el contexto de la sociedad que nos
rodea, que ha redefinido ese término de una manera muy trágica. Para hacer eso, por lo menos para
encontrar un punto inicial, veamos Efesios capítulo 5 y este es un buen punto inicial para nosotros.
Obviamente, el tema del amor es un tema enorme y es cubierto en varios lugares en la palabra de
Dios, pero vamos a encontrar un punto de entrada aquí en Efesios capítulo 5 versículo 1: “Sed, pues
imitadores de Dios como hijos amados”.

Ahora, ¿qué significa ser imitadores de Dios? Aquí viene, versículo 2: “Y andad en amor”. Si usted
quiere imitar a Dios, ande en amor, porque como Juan nos dice: Dios es amor. Si usted quiere ser un
hijo verdadero de Dios. Si usted quiere manifestar su virtud, si usted quiere imitar a Dios, entonces
camine en amor, porque eso es característico de Dios: De tal manera amó Dios al mundo…Como
Juan 3:16 nos recuerda, como 1a de Juan dice: Dios es amor.

Y él define la extensión del amor de Dios en el versículo 2: “Como también Cristo nos amó y se
entregó a sí mismo por nosotros”. Ahí está la definición más clara y más precisa del amor dada en la
escritura. Y es esta. El amor en últimas es abnegación, sacrificio personal. No es primordialmente
definido como una emoción. No es primordialmente definido como un sentimiento. Es un acto de
darse uno mismo. Es un acto de sacrificio personal.

Cuando usted ve a Dios y usted reconoce que Dios lo amó a usted, usted lo reconoce debido al
sacrificio que Él hizo. Entonces, el flujo simple del texto es “imiten a Dios”. ¿Cómo hace usted eso?
Ande en amor. ¿Cómo es definido el amor? Es definido por Cristo, quien nos amó y se entregó a sí
mismo por nosotros.

En otras palabras, la característica simple del amor es que da y da y da de manera magnánima. Da


en medidas extremas. Da de manera abnegada, sin preocupación por sí mismo. Se sacrifica a sí
mismo y también puedo añadir para usted que el amor es el producto de la humildad.

Nadie puede amar así si está centrado en sí mismo. Nadie va a entregar su vida. Nadie va a hacer el
sacrificio definitivo. Diciéndolo en las palabras de Jesús, ninguno tiene mayor amor que este; que un
hombre ponga ¿qué?, su vida por sus amigos. Juan 15:13 ¿Quiere usted definir el amor? Es
sacrificial. Es abnegado. Se entrega a sí mismo. No es egoísta. Y eso existe o únicamente está en la
vida del que es humilde, uno que está comprometido, como Filipenses 2:4 dice: “No mirando cada
uno por lo suyo propio sino cada cual también por lo de los otros”.

Uno que considera a otros mejor que sí mismo puede hacer ese sacrificio. Ese es amor bíblico y solo
la gente humilde puede ejercerlo, porque solo la gente humilde se va a entregar por alguien más. La
humildad no es un rasgo de personalidad. No debe ser equiparada con ser pobre o ser callado. No
debe ser equiparada con hablar en un tono de voz bajo y de manera gentil. Debe ser equiparada a
un sacrificio abnegado en donde alguien se abandona a sí mismo por otros. Ese es el amor que fluye
de la humildad y donde no hay humildad, no habrá amor.

Ahora, la humildad, recuerde, es el resultado de un entendimiento verdadero de quiénes somos y


quién es Dios.

Cuando usted dice amor, en el mundo, en la actualidad, ¿de qué está hablando realmente usted?
Cuando un hombre dice que ama a una mujer, ¿qué está pidiendo ese amor? Si usted está casado y
usted se enamora, eso justifica el pecado sexual. Si usted es soltero y se enamora, eso justifica el
pecado sexual. Si usted es un hombre y usted se enamora o tiene una relación de amor con otro
hombre, eso justifica la homosexualidad. Si usted es una mujer y usted dice que tiene un amor por
esta otra mujer, eso justifica el lesbianismo. Es la perversión del mundo. Y todas estas canciones de
amor de manera interminable y todos estos programas de televisión y películas y todas las cosas
que siguen definiendo el amor en términos puramente de sexo, demuestra que esta es la corrupción
del mundo de lo que realmente es amor.

Permítame profundizar y simplemente para llevarlo a pensar en dónde está nuestra sociedad, la
batalla del aborto, por ejemplo, para mostrarle cuán arraigados estamos en este amor falso, cuán
arraigados estamos en la definición sexual de relaciones, permítame hablar del aborto por un
momento. La batalla por el aborto no es por bebés. La batalla por el aborto no es una batalla porque
debemos matar a bebés simplemente por matar a bebés o no. Nadie va a votar por legalizar a matar
bebés solo por matar bebés. La única razón por la que la gente quiere matar estos bebés es porque
lo que importa no son los bebés sino el sexo. Ese es el punto. Si el aborto no tuviera nada que ver
con el sexo, nunca sería legalizado.

No es un éxito para aquellos que odian a los bebés. Ese no es el punto. Es un éxito para aquellos
que quieren sexo sin ninguna implicación. Sexo libre significa que tenemos que aceptar la
fornicación. No hay nada de malo con eso. El sexo libre significa que tenemos que aceptar el
adulterio. Significa que tenemos que aceptar la homosexualidad. Todas esas cosas tienen que ser
redefinidas como expresiones honorables y amorosas. Mientras que haya amor oímos está bien y
solo quiero que entienda que todo es para el sexo, todo. Y ha corrompido nuestra sociedad hasta la
medula. La familia, el hogar, el lugar en donde el amor abnegado se aprende es un desastre de
promiscuidad sexual en todo frente.
Ahora, la pregunta que nos confronta esta sociedad sexual, egoísta, desesperadamente necesita ver
el amor verdadero. ¿En dónde lo van a ver? Bueno, solo lo pueden ver en un lugar y eso es en
nosotros. Vayamos a Juan 13.

Es una verdad profunda de esta necesidad tan grande de motivos espirituales, del amor: esta actitud
espiritual tan esencial a la cual nuestro Señor se dirige aquí. Comencemos en el versículo 1. “Ahora,
antes de la fiesta de la pascua, Jesús sabiendo que su hora había venido, que debía partir de este
mundo al padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” o hasta
el límite, al máximo, a la perfección. Jesús está al borde en este momento de una experiencia muy,
muy terrible.

Estos discípulos densos, centrados en sí mismos están en un argumento acerca de quién de ellos
será más grande en el reino y en medio de la traición de Judas y en medio de la discusión de estos
discípulos concentrados en sus propios propósitos y metas, aquí está Judas quién está a punto de
traicionarlo. Aquí están los discípulos en este debate horrendo acerca de cuál de ellos va a ser el
más grande y todos ellos, ciertamente, no están considerando lo que el señor está apunto de
enfrentar, aunque Él les acaba de decir apenas antes de esto que Él va a tener que morir como un
grano de trigo que cae en el suelo.

Son indiferentes a eso y están preocupados por sus propias ideas en ese mismo ambiente del cual
los hallaría tan desagradables como fuera posible para cualquier sentimiento humano normal en
donde dice, “Él amó a los suyos que estaban en el mundo y los amó hasta el máximo”. El amor de
Jesús hacia los suyos no es condicional. Los ama, hasta el máximo en el momento de su indiferencia
más horrenda.

En el versículo dos esto comienza a desarrollar la demostración de este amor. Es como si el


versículo uno identifica el tema, del capitulo el tema es cómo Jesús amó y aquí está la historia. En
medio de todo eso, realmente nunca hubo temor por parte de Jesús. La traición tenía que venir. La
ejecución tenía que venir, pero Jesús sabía que al final que Él había venido del Padre y que Él iba de
regreso ahí a pesar de todo esto. Ciertamente, en el huerto Él agonizó por la realidad que tendría
que ser separado del Padre y llevar el peso de la culpabilidad por el pecado.
Ellos sabían que Él había venido con un propósito salvador. Ellos sabían que el Hijo del Hombre
había venido a buscar y salvar lo que se había perdido. Ellos sabían que había venido como un
cordero sacrificial. Ellos sabían que era el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Ellos
sabían eso, pero de alguna manera, no funcionaba todo esto de manera coordinada y todavía no
podían aceptar la ejecución de Cristo en la cruz.

Ahora, escuche. Permítame concluir esto. Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó al máximo. ¿Cómo es que Él les demostró ese amor? Se los demostró al humillarse a sí
mismo. Él les demostró ese amor al humillarse al nivel más bajo, a la tarea más sucia, más
indeseable de lavar los pies sucios de discípulos centrados en sí mismos. Y Él incluso iría más allá
de eso, y moriría en la cruz llevando sus pecados, incluyendo los pecados de indiferencia y egoísmo.
Él les había dado una lección profunda práctica en cómo el amor actúa. Él les amó hasta el fin, hasta
el máximo. ¿Y cuál es lo máximo? Sacrificio abnegado, humillación, satisfacer necesidades al nivel
más bajo, incluso poner su vida, entregar su vida por sus amigos.

Ahora, la aplicación de esta gran lección viene en los versículos juan 13: 34 y 35. “Un mandamiento
nuevo os doy ” Él les dice. Judas ya se fue en este punto. “Un mandamiento nuevo os doy. Que os
améis unos a otros”. Éste es el nuevo mandamiento. Y alguien dice: “Pero ¿cómo?” “Como yo os he
amado”. ¿Cómo es que Él acababa de amarlos? Al ¿qué? Al lavar sus pies. Y de nuevo, le recuerdo,
el amor no es algún tipo de impulso emocional. No es algún tipo de sentimiento. No es algún tipo de
atracción terrenal. El amor simplemente es, independientemente de sentimientos, emociones,
atracción, el amor es simplemente satisfacer la necesidad de alguien al punto de sacrificio personal.
Es humillarse uno mismo para una expresión que satisface una necesidad.

Versículo 35, “En esto conocerán todos que sois mis discípulos. Si tuviereis amor, los unos con los
otros”. Si somos el cuerpo de Cristo, y lo somos, si vamos a manifestar la virtud y la característica de
Cristo, y llegar a la plenitud de la medida de la estatura de Cristo, si vamos a demostrar el
conocimiento pleno del hijo de Dios, si vamos a ser conformados a su imagen, si vamos a ser como
Él, entonces debemos demostrar el amor con que Él amó.

¿Ama usted? ¿Ama usted al grado en el que usted está dispuesto a humillarse para satisfacer la
necesidad real de alguien más? ¿Usted ama así? ¿Usted ama al punto de lavar los pies? ¿Ama
usted al punto de ese amor mayor que ningún hombre tiene que colocar su vida por sus amigos?

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