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UN FALLO QUE PREOCUPA.

UNA VEZ MAS LA CORTE SUPREMA AVANZA


CONTRA EL FUERO LABORAL.
Veronica Quinteros. Observatorio de Derecho Social CTAA
Breves comentarios al fallo “ Rizzo, Carlos Adrián c/ Ministerio de Hacienda s/
juicio sumarísimo” de la CSJN

El día 25 de octubre del corriente año, los cuatro jueces que integran este
Tribunal, por unanimidad consideraron que den tramitar en el fuero contencioso
administrativo federal los amparos sindicales interpuestos por las/los trabajadores
con fueros gremiales cuya relación laboral sea de empleo público.
El fallo despoja a las y los representantes sindicales que trabajan para el Estado
Nacional del derecho a que los jueces en materia laboral tramiten las acciones que
entablen en defensa de sus derechos a no ser despedidos, sancionados ni
alteradas sus condiciones de trabajo ya sea para el caso de candidatos y/o
representantes sindicales en ejercicio de su mandato.
En el presente caso, el máximo tribunal dejó sin efecto y ordenó la radicación de
las actuaciones ante la Justicia Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal,
para que emita un nuevo pronunciamiento con relación a una medida cautelar
que ordenaba la reinstalación de un candidato a delegado de la Asociación del
Personal de Economía y Hacienda (APEH) y tal circunstancia había sido
notificada al organismo empleador , Estado Nacional-Ministerio de Hacienda , el
cual, pese a ello, dio por finalizada la vinculación contractual
Sin discusión alguna, dicho candidato a delegado se encuentra amparado por la
acción sumarísima que prevé el art. 52 de la ley 23.551 y por ello la Sala VI de la
Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo decidió revocar la resolución dictada
en primera instancia y hacer lugar a la medida cautelar solicitada por el actor a fin
de que se disponga la inmediata reinstalación a su puesto de trabajo, entendiendo
que en el caso se hallaba configurada la verosimilitud del derecho invocado
porque se había demostrado que el demandante gozaba de tutela sindical dada su
condición de candidato a cargos gremiales en el ámbito de la asociación gremial
aludida.
Cabe resaltar el impacto federal que tienen las definiciones de la Cámara Nacional
de Apelaciones del fuero del trabajo sobre el conjunto de las y los trabajadores de
nuestro país es lo que pretende neutralizar la Corte.
Este nuevo fallo deslaborizador contra los sujetos sindicales, se vale de
antecedentes jurisprudenciales que no versan sobre la materia laboral alegando
que “…que el Estado Nacional – Ministerio de Hacienda es el titular de la relación
jurídica sustancial y tiene derecho a litigar en jurisdicción federal (Fallos: 332:1738,
entre varios más); que no existe en la jurisdicción federal de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires un tribunal con específica competencia en asuntos laborales; que
la condición del actor de agente contratado “con relación de empleo público” y por
último, que las controversia de derecho privado como lo son las concernientes a
la tutela sindical de los empleados que reúnan las condiciones a las que la ley
23.551 no se desnaturaliza por la aplicación de distintos institutos de derecho
común (doctrina de Fallos: 325:2687).

Contrariamente a lo sostenido por la Corte Suprema reafirmamos que la Justicia


Nacional del Trabajo es la competente paratramitar los amparos sindicales en
razón de la materia.
Su creación data del 13 de enero de 1945 y se publicó el Decreto/Ley 32.347/44
quien debía entender en los conflictos derivados de los conflictos en las
Relaciones del Trabajo, los que hasta ese entonces tramitaban ante la Justicia
Civil y Comercial, o por la Justicia de Paz.
Frente a su creación, el entonces Secretario de Trabajo – Juan Domingo Perón-,
expresó: “Hemos organizado los Tribunales del Trabajo. Es indispensable que el
trabajador tenga el fuero que lo defienda de la injusticia de los demás”.
Es decir, el fuerolaboraldonde rige elindubioprooperario marca una diferencia
sustancial el FueroContenciosoAdministrativo. En este último
rigelapresuncióndelegitimidadyotrasprerrogativasprocesalesysustantivasdelaAdmi
nistración.
Se trata de leyes procesales y sustantivas distintas y –en algunos puntos– en
conflicto.
En cuanto a la legislación actual la Ley de Asociaciones Sindicale s 23551 en su
artículo 63:”…Los jueces o tribunales con competencia en lo laboral en las
respectivas jurisdicciones conocerán en:a) Las cuestiones referentes a
prácticas desleales;b) Las acciones previstas en el artículo 52;c) En las
acciones previstas en el artículo 47 …”estos últimos incisos referidos a amparos
sindicales.

Del mismo modo, el art. 62 inc. a de la ley citada, consagra la competencia


exclusiva de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo para conocer
en las acciones que se promuevan aunque una de las partes sea el Estado
Nacional.

Por su parte, la ley de procedimiento laboral nacional N° 18345, en su


artículo 20 determina que será competencia de la Justicia Nacional del
Trabajo, en general, las causas contenciosas en conflictos individuales de
derecho, cualesquiera fueren las partes -incluso la Nación, sus reparticiones
autárquicas, la Municipalidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
cualquier ente público- , por demandas o reconvenciones fundadas en los
contratos de trabajo, convenciones colectivas de trabajo, laudos con eficacia
de convenciones colectivas, o disposiciones legales o reglamentarias del
Derecho del Trabajo; y las causas entre trabajadores y empleadores
relativas a un contrato de trabajo, aunque se funden en disposiciones del
derecho común aplicables a aquél.

Esta ha sido la jurisprudencia durante décadas aun ante una la relación de empleo
público porque lo relevante es que se “exige la especial versación en la disciplina
laboral”.
LasolucióndelaCortees contraria a la debida tutela que merecen los
representantes sindicales:se trata deunacausamaterialmente laboral (por
el fuero sindical) si bien es de naturalezafederal(porelentepúblico
demandado) y por ello corresponde la tramitación ante el Fuero laboral.
Ante la inexistencia de un fuero laboral federal, como hemos mencionado, en
razón de la materia, deben seguir tramitándose los amparos sindicales de las y los
trabajadores que ejercen el derecho constitucional y convencional de representar
a las/los trabajadores, en la Justicia Nacional del Trabajo.
Lo contrario importaría una discriminación inadmisible yun tratamiento desigual
ante la ley por el solo hecho de trabajar para el Estado.

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