La intervención norteamericana en la República Dominicana
de 1916-1924, afectó el desarrollo de la educación durante los ocho años en que asumieron el control del territorio nacional, y sólo se preocuparon por organizar el estado para sus propósitos estratégicos. Así lo expuso el doctor Onavis Cabrera, durante una conferencia magistral que dictó en la Academia Dominicana de la Historia como parte del amplio programa que desarrolla la entidad en su sede ubicada en la calle Mercedes de la Ciudad Colonial. Comparar la visión que tienen los historiadores Roberto Cassat y Bruce J. Carder sobre el Gobierno de ocupación militar norteamericana, durante el periodo 1916, 1924.
Para realizar esta tarea debe leer el recurso sobre el Gobierno de
ocupación militar norteamericana. El profesor e historiador norteamericano Bruce Calder, consideró que, si Estados Unidos hubiera puesto más atención a sus experiencias en la República Dominicana durante la intervención militar de 1916 al 1924, podrían haber evitado los errores con la pérdida de vidas, principios y credibilidad en su intervención en Irak. Manifestó que la intervención norteamericana se caracterizó por el maltrato a los campesinos y las violaciones a los derechos humanos de parte de los marines. Durante una conferencia con el título “La ocupación norteamericana de 1916- 1924: Relevancia Nacional y Global” en Fungoide, con la asistencia del presidente Leonel Fernández, dijo que la ocupación en la República Dominicana tiene una gran relevancia para acontecimientos mundiales contemporáneos. La conferencia fue organizada con motivo del 90 aniversario de la intervención norteamericana de 1916 en la República Dominicana y fue presentado por Carlos Dore Cabral. El conferencista dijo que las ocupaciones militares de Estados Unidos no han producido el tipo de resultado estable, próspero y democrático como ocurrió en Alemania y Japón después de la II Guerra Mundial. También consideró que, si los norteamericanos hubieran puesto más atención a su historia antes de invadir Irak, podrían haber evitado lo que la mayoría del resto del mundo ve como un error, una política ilegal y un abuso arrogante de poder, un ataque al islam. Expresó que, si los oficiales norteamericanos hubieran puesto más atención a sus experiencias en la República Dominicana entre 1916 y 1924, Estados Unidos podría haber evitado algunos de esos errores, la pérdida de vidas, principios y credibilidad. Dijo que las políticas agresivas de Estados Unidos están relacionadas con acontecimientos históricos similares que ocurrieron en la República Dominicana durante su intervención en 1916. Bruce Calder, por su parte, califica esta resistencia política como un movimiento nacionalista de gran envergadura, el cual, afirma, fue uno de los primeros factores que presionó al gobierno estadounidense a iniciar el proceso de desocupación. Bruce Calder, por su parte, califica esta resistencia política como un movimiento nacionalista de gran envergadura, el cual, afirma, fue uno de los primeros factores que presionó al gobierno estadounidense a iniciar el proceso de desocupación. Sostiene Roberto Cassá16 que la ocupación estadounidense de 1916-1924 precipitó en Américo Lugo una inédita reflexión sobre el Estado y la nación dominicanas que anteriormente se encontraba en “germen indeciso” dentro de su producción intelectual de finales del siglo XIX. La novedad de esta reflexión explica Cassá, radicó en que Lugo aceptó la existencia de una nación dominicana, fundada sobre la base de la tradición hispánica. En sus escritos previos a la intervención dicha existencia había sido puesta en duda o negada por el propio Lugo; durante la intervención se convirtió en una exaltación irrestricta. De acuerdo con Cassá, lo que ocurrió fue una “variación central de enfoques” en el pensamiento de Lugo que lo llevó no sólo a reconocer la existencia de una comunidad nacional dominicana, sino a dotarla de una “ontología ordenadora hispánica que terminó por convertirla en una prolongación de España”