EQUIPANDO A UNA NUEVA GENERACIÓN DE

LÍDERES-SIRVIENTES- ESCLAVOS DE JESUCRISTO.

SABIOS COMO
SERPIENTES,
INOFENSIVOS
COMO PALOMAS

THOMAS WATSON
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INTRODUCCIÓN

»MIREN, YO LOS ENVÍO COMO OVEJAS EN MEDIO DE

LOBOS; POR TANTO, SEAN[A] ASTUTOS COMO LAS
SERPIENTES E INOCENTES COMO LAS PALOMAS.

MATEO 10:16

AMADO HERMANO, ESTÁS A PUNTO DE LEER UN SERMON- DEL

PURITANO THOMAS WATSON. .

Este sermón ha sido de mucha bendición para mi vida, me ha

confrontado, animado, exhortado pero me ha alentado a ser
más como Cristo. Oro para que sea de mucha bendición para
tu vida espiritual y oro para que puedas escuchar la voz de
Dios por medio de estas palabras y buscar diligentemente
complacer al Señor obedeciedo al llamado que nos hace de
ser como Cristo.

Oro para que el Padre Santo te conceda el deseo de conocerlo,

oro para que en Cristo puedas ver tu necesidad y oro en
descanso de que si has sido unido a Cristo, el Espíritu Santo te
llevará a amar estas verdades y aplicarlas con un corazón
humilde y quebrantado para la gloria de Dios.

Dios bendiga tu lectura y aprendizaje y que Dios bendiga la

puesta en práctica de Su verdad..

Nota

Este pequeño libro contienen la traducción personal de un sermón de

Thomas Watson titulado: Wise as Serpents—Harmless as Doves. Tomado
de : www.gracegems.org/Watson/wise_as_serpents. Con fines educativos,
informativos e ilustrativos y no de lucro.
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SABIOS COMO SERPIENTES,
INOFENSIVOS COMO PALOMA

»MIREN, YO LOS ENVÍO COMO

OVEJAS EN MEDIO DE LOBOS; POR
TANTO, SEAN[A] ASTUTOS COMO
LAS SERPIENTES E INOCENTES
COMO LAS PALOMAS.

MATEO 10:16 NBLA

El Apóstol dice: "Toda la Escritura es dada por inspiración". (2 Timoteo

3:16). La Palabra de Dios es comparada con una lámpara por su calidad
de iluminación. (Salmo 119:105), y con plata refinada por su calidad de
enriquecimiento. (Salmo 12:6)

Entre otras partes de la Sagrada Escritura, este texto no es el menor: "Sed

prudentes como serpientes y sencillos como palomas". Este es el discurso
de nuestro bendito Salvador. Sus labios eran un árbol de vida que
alimentaba a muchos. Sus obras fueron milagros. Sus palabras fueron
oráculos, y merecen ser grabadas en nuestros corazones como con la
punta de un diamante. Esta es una sentencia de oro: "Sed sabios como
serpientes, y sencillos como palomas". Nuestro Señor Jesús, en este
capítulo

primero, da a sus Apóstoles su comisión;

segundo, predice su peligro;

tercero, les da varias instrucciones.

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I. CRISTO DA A SUS APÓSTOLES SU COMISIÓN.

Antes de que salieran a predicar, Cristo los comisionó, versículo 5: "A
estos doce, Jesús los envió". Los que ejercen la función ministerial deben
tener un llamamiento legítimo. Hebreos 5:4, "Nadie toma este honor
sobre sí mismo; debe ser llamado por Dios". Cristo no sólo dió a los
apóstoles y a los profetas un llamado a su oficio (que eran ministros
extraordinarios), sino también a los pastores y maestros, (que son
ministros ordinarios) Efesios 4:11.

PREGUNTA.
Pero si uno tiene dones, ¿No es esto suficiente para el oficio ministerial?

RESPUESTA.

No. Así como la gracia no es suficiente para hacer un ministro, tampoco

lo son los dones. Por lo tanto, es observable que la Escritura establece
una diferencia entre el don y la comisión.

Romanos 10:15: "¿Cómo predicarán si no son enviados?". Si los dones

fueran suficientes para constituir un ministro, el Apóstol habría dicho:
"¿Cómo predicarán si no son dotados?". Pero dice: "Si no son enviados",
lo cual denota un llamado legal al oficio.

El abogado que aboga en el tribunal, puede tener tan buenos dones

como el juez que se sienta en el banquillo, pero debe tener una comisión
legal antes de sentarse como juez. Si es así en los asuntos civiles, mucho
más en los asuntos eclesiásticos, que son de mayor importancia. Por lo
tanto, los que usurpan la obra del ministerio sin ser apartados
solemnemente para ello, revelan más orgullo que celo, y no pueden
esperar ninguna bendición.

Jeremías 23:32 dice: "Yo no los envié ni los nombré. No benefician a este
pueblo en lo más mínimo". Hasta aquí la primera, la comisión de los Apóstoles;
"Esos doce, los envió Jesús”
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II. CRISTO PREDICE ÉL PELIGRO.

Versículo 16, "¡He aquí que YO los envío como ovejas en medio de lobos!"
Los apóstoles iban a realizar una obra gloriosa, pero peligrosa.

Se encontrarían con enemigos tan feroces y salvajes como los lobos. Así
como todos los que vivan piadosamente en Cristo se encontrarán con
sufrimientos, comúnmente los embajadores de Cristo encuentran las mas
profundas pruebas. La mayoría de los Apóstoles murieron a manos de
tiranos.

Pedro fue crucificado con la cabeza hacia abajo. El evangelista Lucas fue
ejecutado en un olivo. Juan fue arrojado por Domiciano en un recipiente
de aceite hirviendo. El emperador Maximino encargó a sus oficiales que
no dieran muerte a nadie, sino a los dirigentes y pastores de la Iglesia.

Los ministros son los portadores de la bandera de Cristo para llevar sus
colores; por lo tanto, son los más atacados. Ellos sostienen Su verdad.
(Filipenses 1:17) "Estoy puesto para la defensa del evangelio". La palabra
griega alude a un soldado que está puesto en la vanguardia de la
batalla, y tiene todas las balas volando alrededor de sus oídos.

El trabajo del ministro es separar a los hombres de sus pecados, y esto

causa oposición. Cuando Pablo predicó contra Diana, toda la ciudad se
alborotó, Hechos 29. Esto puede suscitar la oración por los ministros de
Cristo, para que puedan resistir los ataques del enemigo, 2
Tesalonicenses 3:2.
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III. CRISTO DA A LOS APÓSTOLES SUS INSTRUCCIONES, DE LAS

CUALES ESTE TEXTO ERA UNA: "SED PRUDENTES COMO SERPIENTES, Y
SENCILLOS COMO PALOMAS".

Nota:

I. La exhortación: "Sed prudentes".

II. El símil, "como serpientes".

III.. La calificación de esta sabiduría, una sabiduría mezclada con

inocencia, "inofensivos como palomas".

Esta unión de la paloma y la serpiente es difícil de encontrar.

Mateo 24:45: "¿Quién es, pues, el siervo sabio y fiel?". En este lugar, dijo
Crisóstomo, es difícil encontrar uno que sea fiel y sabio a la vez. Fiel, es
la paloma; sabia, es la serpiente.

Es difícil encontrar a ambos. Si uno busca un hombre fiel, sin duda,

puede encontrar muchos. Si uno busca un hombre sabio, puede
encontrar muchos. Pero si se busca uno que sea a la vez sabio y fiel, es
difícil encontrarlo. Es posible, aunque no es común.

Moisés era un hombre "instruido en toda la sabiduría de los egipcios",

(Hechos 7:22). Tenía la sabiduría de la serpiente. Y era el hombre más
manso del mundo. (Números 12:3), "Y Moisés era un hombre muy
humilde, más humilde que cualquier otro sobre la faz de la tierra". Él
tenía la inocencia de la paloma.

Daniel era una persona excelente. Daniel 5:14, "Excelente sabiduría se

encuentra en ti". Había la prudencia de la serpiente. Daniel 6:4, "Los
administradores y los príncipes empezaron a buscar algún fallo en la
forma en que Daniel manejaba sus asuntos, pero no pudieron encontrar
nada que criticar. Era fiel, honesto y siempre responsable". He aquí la
inocencia de la paloma.
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Mira a Pablo, Hechos 23:6, "Cuando Pablo se dio cuenta de que algunos
miembros del alto consejo eran saduceos y otros fariseos, entonces gritó:
"¡Hermanos, yo soy fariseo, como lo fueron todos mis antepasados!" Con
este discurso, Pablo puso a todos los fariseos de su lado. Aquí estaba la
sabiduría de la serpiente; y el versículo 1, "¡Siempre he vivido ante Dios
con toda la buena conciencia!" Aquí estaba la inocencia de la paloma.
¡Qué hermosa es esta unión de la paloma y la serpiente!

La Escritura une a estas dos, la mansedumbre y la sabiduría, (Santiago

3:13). La sabiduría, ahí está la serpiente; la mansedumbre, ahí está la
paloma.

Esto embellece al cristiano, cuando tiene el ojo de la serpiente en la

cabeza de la paloma.

Debemos tener inocencia con nuestra sabiduría; de lo contrario, nuestra

sabiduría no es más que astucia. Y debemos tener sabiduría con nuestra
inocencia; de lo contrario, nuestra inocencia no es más que debilidad.
Debemos tener la inocencia de la paloma, para no dañar a otros; y
debemos tener la sabiduría de la serpiente, para que otros no nos dañen.
Debemos tener la inocencia de la paloma, para no traicionar la verdad, y
la sabiduría de la serpiente, para no traicionarnos a nosotros mismos

En resumen, la inocencia sin sabiduría es demasiado débil para

estar a salvo. La sabiduría sin la inocencia es demasiado sutil para
ser buena. Cuando la sabiduría y la inocencia aparecen juntas,
prevén la felicidad del alma.
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DOCTRINA.
LOS CRISTIANOS DEBEN SER A LA VEZ SABIOS E INOCENTES.

I. En primer lugar, los cristianos deben ser sabios. "Sed sabios como serpientes".

Con respecto a la sabiduría en GENERAL. Salomón dijo: "La sabiduría es

lo principal", (Proverbios 4:7). La sabiduría es mejor que las riquezas,
"Dichoso el que encuentra la sabiduría y adquiere el entendimiento.
Porque el beneficio de la sabiduría es mejor que la plata, y su salario es
mejor que el oro. La sabiduría es más preciosa que los rubíes; ¡nada de lo
que desees puede compararse con ella!". (Proverbios 3:13-15). Si las
montañas fueran perlas, si cada arena del mar fuera un diamante, no
serían comparables a la sabiduría.

Sin la sabiduría, una persona es como un barco sin piloto, en peligro de

naufragar contra las rocas. Job expone el elogio y la alabanza de la
sabiduría, (Job 28:13,18), "El precio de la sabiduría es superior al de los
rubíes". El rubí es una piedra preciosa, transparente, de color rojo fuego.
Pero la sabiduría arroja un color más resplandeciente que el rubí. Nos
hace brillar como ángeles. Ninguna cadena de perlas que lleves te
adorna tanto como la sabiduría.

La sabiduría consiste principalmente en tres cosas:

Conocimiento para discernir dónde está la felicidad;

la habilidad para juzgar cuáles son los medios más adecuados para
conseguirla;

la actividad para llevar a cabo las cosas que ciertamente lograrán ese
fin. Hasta aquí la sabiduría en general.

Más PARTICULARMENTE, la sabiduría se distingue de varias maneras. Es

natural, moral o sagrada.
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DOCTRINA.
LOS CRISTIANOS DEBEN SER A LA VEZ SABIOS E INOCENTES.

1. La sabiduría natural se ve en el descubrimiento de los secretos de la

naturaleza. Algunos antiguos llamaban a Aristóteles águila caída de las
nubes, porque tenía una visión muy profunda de las causas de las cosas.
Esta sabiduría natural es hermosa, pero no es suficiente para la
salvación. Jerónimo trae a Aristóteles con sus silogismos, y a Tulio con
su retórica, clamando en el infierno.

2. Una sabiduría moral consiste en dos cosas: el rechazo de las cosas que
son perjudiciales y la elección de las que son beneficiosas. Esto se llama
prudencia. El conocimiento sin prudencia puede hacer daño; el ingenio
de muchos hombres lo ha deshecho, por falta de sabiduría.

3. Una sabiduría sagrada es conocer a Dios, que es el Bien supremo y

soberano. Grecia era considerada el ojo del mundo por la sabiduría, y
Atenas el ojo de Grecia; pero ninguno de ellos conocía a Dios, (Hechos
17:23), "Encontré un altar con esta inscripción: Al Dios desconocido".
Conocer a Dios, en quién está la verdad y la bondad, es la obra maestra
de la sabiduría. (1 Crónicas 28:9), "Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios
de tu padre". Y este conocimiento de Dios es a través de Cristo. Cristo es
el espejo en el que se ve el rostro de Dios, (Colosenses 1:15)

Conocemos a Dios correctamente, cuando lo conocemos no sólo con un

conocimiento de especulación, sino de apropiación, Salmo 48:14, "Este
Dios es nuestro Dios". Este conocimiento de Dios es la sabiduría más
sublime, por lo tanto, se llama sabiduría de lo alto, Santiago 3:17.
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Pero para acercarnos al texto y hablar de la sabiduría de la serpiente:

"Sed sabios como las serpientes".

PREGUNTA. Pero, ¿Debemos ser en todo como la serpiente?

RESPUESTA. No, nuestro Salvador no quiso decir que en todo debamos

imitar a la serpiente. Les mostraré cómo no debemos ser como la
serpiente, y cómo debemos ser como la serpiente.

¿Cómo NO debemos ser como la serpiente?

I. La serpiente come polvo.

Isaías 65:25, "El polvo será el alimento de la serpiente". Fue una

maldición para la serpiente. Por lo tanto, no debemos ser como la
serpiente, alimentándonos inmoderadamente de cosas terrenales.

Es absurdo que quien tiene un alma nacida en el cielo, capaz de

comulgar con Dios, coma con avidez el alimento de la serpiente. Un
cristiano tiene un mejor alimento para alimentarse: el maná celestial, las
preciosas promesas, el cuerpo y la sangre de Cristo.

Se considera un milagro encontrar un diamante en una mina de oro;

pero es un milagro igual de grande encontrar a Cristo, la perla preciosa,
en un corazón terrenal. El ala del regazo lleva una pequeña corona en la
cabeza, pero se alimenta de estiércol. Tener una corona de profesión en
la cabeza, y sin embargo alimentarse desmesuradamente de estas
comodidades del estercolero, es indigno de un cristiano.
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¡Qué cosa tan despreciable es el mundo! No puede llenar el corazón. Si

Satanás llevara a un cristiano a la cima del pináculo y le mostrara todos
los reinos y la gloria del mundo, ¿Qué podría mostrarle sino un
agradable engaño?.

Hay un uso lícito que Dios permite de estas cosas externas; pero el
pecado está en el exceso. La abeja puede chupar un poco de miel de la
flor, pero si la pones en un barril de miel, se ahoga. Los malvados se
caracterizan así. Filipenses 3:19, "Que se preocupan por las cosas
terrenales". Son como Saúl, "escondidos entre las cosas". Deberíamos ser
como las águilas, que vuelan hacia el cielo, y no como las serpientes, que
se arrastran por la tierra y lamen el polvo.

II. La serpiente es engañosa.

La serpiente usa muchos cambios, y se desliza tan astutamente que no

podemos rastrearla. Esta fue una de las cuatro cosas que el sabio Agur
no pudo descubrir, "el camino de la serpiente sobre la roca", Proverbios
30:19.

La serpiente es una criatura engañosa. No debemos, en este sentido, ser

como la serpiente, engañosos. Naturalmente, nos parecemos demasiado a
la serpiente por el fraude y la confabulación. Jeremías 17:9, "El corazón
es engañoso sobre todas las cosas".

Primero, el engaño hacia el hombre:

1- Fingir amistad -cubrir la malicia con pretensiones de amor-, elogiar

y detestar; adular y odiar; tener un beso de Judas y una espada de Joab.

2- Fingir honestidad -fingir un trato justo- y usar pesos falsos.

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En segundo lugar, el engaño hacia Dios.

Acercarse a Dios con los labios, mientras el corazón está lejos de Él.
Servir a Dios y buscarnos a nosotros mismos; fingir que amamos a Dios
y, sin embargo, estar aliados con el pecado. En este sentido, no debemos
ser como la serpiente: engañosos y dados a los cambios. ¡Oh, sé recto! Sé
lo que pareces ser. Dios ama la sencillez de corazón, Salmo 51:6. Cuanto
más sencillo es el diamante, más brilla; cuanto más sencillo es el
corazón, más brilla a los ojos de Dios.

¡Qué elogio le hizo Cristo a Natanael! Juan 1:47, "He aquí un verdadero
israelita, en quien no hay engaño”.

III. La serpiente arrojó el manto, pero otro manto nuevo viene en su lugar.
(Mudar de piel)

En esto no debemos ser como la serpiente, en arrojar la capa, en

desechar un pecado, y que otro pecado igual de malo venga en su lugar.

El borracho deja su embriaguez porque perjudica su salud, su crédito, su

cartera, y cae en el pecado del engaño. El pródigo deja su prodigalidad y
se vuelve avaro. Esto es como si una enfermedad dejara a un hombre, y
cayera en una enfermedad peor.

Oh, no seas como la serpiente, que arroja una capa, y otra viene en su
lugar. Esto es como el hombre del evangelio, que tuvo un demonio que
salió de él, y siete demonios peores vinieron en su lugar. Mateo 12:45.
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IV. La serpiente es una criatura venenosa; está llena de veneno,

Deuteronomio 33:24.

En esto, no seas como la serpiente. Se dice de los hombres malvados que

su veneno es como el veneno de una serpiente, Salmo 58:4. ¿Qué es este
veneno? Es el veneno de la malicia. La malicia es la imagen del diablo.
La lujuria hace a los hombres brutos, y la malicia los hace diabólicos. La
malicia lleva en sí misma su propio castigo. Un hombre malicioso, para
herir a otro, se herirá a sí mismo.

Quintiliano habla de uno que tenía un jardín de flores, y envenenó sus

flores para que las abejas de su vecino, al chuparlas, se envenenaran y
murieran. ¡Oh, no seas venenoso como la serpiente!.

La malicia es un asesinato mental; puedes matar a un hombre y no

tocarlo. I Juan 3:15, "El que odia a su hermano es un asesino". La malicia
estropea todos sus buenos deberes. El hombre malicioso contamina su
oración, envenena el cáliz sacramental, y come y bebe su propia
condenación.

He leído de uno que vivía en la malicia y, al preguntársele cómo podía

rezar la oración del Señor, respondió: "Omito esas palabras: como
nosotros perdonamos a los que nos ofenden."

Agustín hace que Dios le responda así: "Porque no dices mi oración, por
tanto, no escucharé tu oración". El hombre malicioso no podrá disfrutar
ni de la tierra ni del cielo; ni de la tierra, porque los "mansos heredarán
la tierra", Mateo 5:5; ni tampoco podrá disfrutar del cielo, porque Dios
"embellecerá a los mansos con la salvación", Salmo 149:4. El hombre
malicioso está apartado tanto de la tierra como del cielo.

V. La serpiente es dada a silbar.

En esto, no seas como la serpiente, silbando reproches e invectivas

contra los santos y el pueblo de Dios. Ellos son la semilla de la serpiente,
que silba a la piedad.
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El Señor un día pagará a los hombres por todos sus duros discursos,
Judas 15. Luciano fue uno de los que silbó y se burló de la religión; y,
como un justo juicio de Dios, después fue despedazado por los perros.

VI. La serpiente tapa sus oídos..

Es una sordera obstinada, Salmo 58:4, "Son como la víbora sorda, que
tapa sus oídos". En esto, no seas como la serpiente, tapando
obstinadamente tus oídos a la voz de la Palabra de Dios. Mientras Dios te
llama a arrepentirte del pecado, no seas como la serpiente que tapona su
oído, Zacarías 7:11, "No quisieron escuchar, y taparon sus oídos para no
oír." La Palabra denuncia las amenazas contra el pecado; pero muchos,
en lugar de ser como el publicano, golpeándose el pecho, son como los
ciegos sordos, tapándose los oídos.

Si cierras tu oído contra la Palabra de Dios, ten cuidado de que Dios no

cierre el cielo contra ti. Si Dios clama a ti para que te arrepientas, y tú
no oyes; cuando clamas por misericordia, Dios no oye. Zacarías 7:13, "Ya
que no quisieron escuchar cuando los llamé, no escucharé cuando me
llamen, dice el Señor Todopoderoso."

VII. La serpiente arroja su capa, pero conserva su aguijón.

En este sentido, no seas como la serpiente, desechando los actos externos

del pecado, pero conservando el amor al pecado. Aquel cuyo corazón
está enamorado de cualquier pecado, es un hipócrita.

Un hombre puede abstenerse de pecar y, sin embargo, conservar el amor

por el pecado. Puede abstenerse de cometer un pecado grave por temor
al infierno. Esto es como el hombre que renuncia a un plato que ama,
por temor a que le traiga una enfermedad o dolencia. Un hombre puede
abandonar el pecado, pero mantener el amor al pecado. Puede
abandonar el pecado por política o por necesidad.
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Primero, por política.

El vicio perjudicará su salud y eclipsará su paga. Por lo tanto, por
política, lo abandonará.

Segundo, por necesidad.

Tal vez no pueda seguir con el oficio del pecado por más tiempo. El
adúltero ha envejecido y el pródigo se ha empobrecido. O la bolsa falla,
o la fuerza.

Así, un hombre puede abstenerse del acto de pecar y, sin embargo,

conservar el amor al pecado. Esto es como la serpiente que se despoja de
su capa, pero conserva su aguijón.

Oh, ¡tengan cuidado con esto! En esto no sean como la serpiente.

Recuerden aquel dicho de Jerónimo: "Es peor amar el pecado que
cometerlo". Un hombre puede cometer el pecado por una fuerte
tentación, o por ignorancia. Y, cuando sabe que es un pecado, se
arrepiente de él. Pero el que ama el pecado, su voluntad está en el
pecado, y eso lo agrava, y es como el tinte que hace que la lana sea de
color carmesí.

VIII. Las serpientes se ahuyentan con perfumes dulces.

El dulce olor del árbol de storax ahuyentará a la serpiente. En esto, no

seas como la serpiente, que es ahuyentada con los dulces perfumes de la
santidad. Los corazones carnales son sólo para las cosas que deleitan los
sentidos. Hablarán de noticias o de dinero. Aquí están en su elemento;
pero que un hombre traiga consigo el dulce perfume del discurso
piadoso, que hable de Cristo, de vivir por la fe, y este perfume espiritual
los ahuyentará. ¡Oh, no seas en esto como la serpiente! ¿Cómo piensas
vivir con los santos en el cielo, si no puedes soportar su compañía aquí?
Odias el dulce sabor de sus ungüentos, el fragante perfume de sus
gracias.
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IX. La serpiente, apenas arroja su piel, la vuelve a comer (como se dice del
estelio, una especie de serpiente).

En esto, no seáis como la serpiente, que abandona el pecado y luego lo

vuelve a tomar. 2 Pedro 2:22, "El perro vuelve a su vómito, y la cerda,
después de lavarse, se revuelca en el lodo". Así eran Demas y Juliano.
Muchos, después de divorciarse del pecado, vuelven a abrazar sus
pecados. Esto es como si la fiebre de uno lo dejara por un tiempo, y
luego volviera de nuevo. El diablo parecía haber sido expulsado, pero
volvió por segunda vez; y el fin de ese hombre es peor que su principio,
Lucas 11:26, porque su pecado es mayor. Peca a sabiendas y
voluntariamente, y su condenación será mayor.

10. Las serpientes son grandes amantes del vino.

Plinio, que escribe la historia natural, dijo: "Si las serpientes llegan
donde hay vino, beben insaciablemente". En esto, no seas como la
serpiente.

Aunque la Escritura permite el uso del vino, 1 Timoteo 5:23, prohíbe el

exceso, Efesios 5:18, "No os embriaguéis con el vino, en lo cual hay
exceso". No seáis como la serpiente en esto, siendo "amantes del vino".

Debido a que este pecado de la embriaguez abunda tanto en esta época,

me extenderé sobre los males de la embriaguez. Se dice del mundo
antiguo que "la gente seguía comiendo y bebiendo, hasta que vino el
diluvio y los destruyó a todos". Lucas 17:27.

Beber no es un pecado, pero el significado es que bebieron hasta la

intemperancia. Se desordenaron con la bebida y Dios les permitió tener
suficiente licor. Primero se ahogaron en vino, y luego en agua.
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No hay ningún pecado que desfigure más la imagen de Dios que la

embriaguez. Disfraza a una persona, e incluso la desvirtúa. La
embriaguez le hace tener garganta de pez, vientre de cerdo y cabeza de
asno.

La embriaguez es la vergüenza de la naturaleza, el extinguidor de la

razón, el naufragio de la castidad y el asesinato de la conciencia. La
embriaguez es perjudicial para el cuerpo. La copa mata más que el
cañón.

La embriaguez llena los ojos de fuego, las piernas de agua, y convierte el

cuerpo en un hospital. Pero el mayor daño es el que hace al alma. El
exceso de vino engendra el gusano de la conciencia.

El borracho rara vez se recupera mediante el arrepentimiento, y el

motivo de ello es, en parte, que, por este pecado, los sentidos están tan
encantados, la razón está tan deteriorada, y la lujuria está tan inflamada.
En parte, es judicial, el borracho está tan obsesionado con este pecado.
Dios dice de él, como de Efraín, Oseas 4:17: "Efraín está unido a los ídolos;
¡déjalo!". "Este hombre está unido a sus copas: ¡déjenlo en paz! Deja que
se ahogue en el licor, hasta que se queme en el fuego".

Cuántos males ha pronunciado Dios contra este pecado. Isaías 28:1, "¡Ay
de los borrachos de Efraín!" Joel 1:5, "¡Aullad, bebedores de vino!" La
embriaguez excluye a una persona del cielo. 1 Corintios 6:10, "Los
borrachos no heredarán el reino de Dios". Un hombre no puede ir
tambaleándose al cielo.

El rey Salomón hace una oración llena de invectivas contra este pecado,
Proverbios 23:29-30, "¿Quién tiene aflicción? ¿Quién tiene tristeza?
¿Quién tiene disputas? ¿Quién tiene parloteo? ¿Quién tiene moretones
innecesarios? ¿Quién tiene los ojos inyectados en sangre? Los que se
entretienen con el vino".
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-"¿Quién tiene disputas?" El exceso de bebida engendra peleas.

-"¿Quién tiene parloteo?" Cuando uno está borracho, se le va la lengua;
revelará cualquier secreto de su amigo.
-"¿Quién tiene los ojos inyectados en sangre?" Los ojos inyectados en
sangre provienen a veces del llanto, pero demasiado a menudo de la
bebida; ¿y cuál es el resultado? versículo 32.
-"Al final muerde como una serpiente venenosa; pica como una víbora".
El vino sonríe en la copa, pero pica en la conciencia.

La embriaguez es un pecado contra todos los Diez Mandamientos.

1. La embriaguez desecha al verdadero Dios.

Oseas 4:11, "El vino quita el corazón"; aleja el corazón de Dios.

2. Hace del vientre un dios.

Filipenses 3:19. A este dios, el borracho vierte ofrendas de bebida; hay un
incumplimiento del segundo mandamiento.

3. El borracho en sus copas toma el nombre de Dios en vano con sus

juramentos.

4. El borracho no distingue el día. Rara vez está sobrio en sábado. En ese

día adora a Baco.

6. El borracho comete un asesinato. Alejandro mató a su amigo Clito

cuando estaba borracho, por el que habría dado la mitad de su reino
cuando estaba sobrio.

7. El vino del borracho demuestra la lujuria. Agustín llama al vino el

encendedor de la lujuria. "Nunca creo que un hombre borracho sea
casto", dijo Jerónimo.

8. El borracho es un ladrón. Gasta en su lujuria de borracho el dinero

que debería haber destinado a usos caritativos. Así roba a los pobres.
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9. El borracho es un calumniador.

No le importa, cuando está en el banco de la cerveza, cómo difama y

desmiente a los demás. Cuando ha tomado sus copas llenas, ya está en
condiciones de prestar un juramento falso.

10. El borracho peca contra el décimo mandamiento, ya que codicia

obtener la propiedad de otro, mediante la evasión y la extorsión, para
poder seguir mejor su oficio de borracho. Así peca contra los diez
mandamientos.

Si no se reforma este pecado de la embriaguez, ruego a Dios que la

espada no se emborrache con nuestra sangre. Y, mientras que algunos
irán a apartar este pecado de sí mismos, que no son borrachos, porque
no han emborrachado su razón y sus sentidos, no están tan lejos en la
bebida que no pueden ir. Es un borracho, dijo Salomón, el que se demora
en el vino, Proverbios 23:30.

El que se sienta a beber desde la mañana hasta la noche, que se bebe su

precioso tiempo, aunque no se beba su razón. Es un borracho que bebe
más de lo que le hace bien, y que, aunque no se emborrache él mismo,
emborracha a otro, Habacuc 2:15, "¡Ay del que da de beber a su prójimo,
derramando del odre hasta emborracharlo!"

¡Oh, os ruego que no seáis en esto como la serpiente, amantes del vino!
Me temo que ésta es una de las causas por las que la Palabra predicada
hace tan poco bien a muchos en esta ciudad. Se beben los sermones.
Hacen como el ciervo cazado. Cuando es herido, corre al agua y bebe. Así,
cuando han asistido a un sermón, y las flechas de la reprensión han
herido su conciencia, corren enseguida y se beben esas convicciones.
Empapan el sermón en vino. La campana de la taberna les hace más
daño que la campana del sermón les hace bien. Así han visto por qué no
debemos ser como serpientes.
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PALOMA

¿Cómo debemos ser COMO la serpiente?:

Debemos ser como la serpiente en prudencia y sabiduría.

"Sed prudentes como las serpientes". La serpiente es una criatura muy

prudente; por eso, el diablo se valió de la serpiente para engañar a
nuestros primeros padres porque era una criatura muy sutil. Génesis 3:1,
"La serpiente era más astuta que cualquier bestia del campo". Hay una
sabiduría y una sutileza naturales en cada parte de la serpiente, y
debemos esforzarnos por imitarlas y ser sabios como las serpientes.

La serpiente tiene una prudencia y sutileza en su OJO.

Tiene una singular agudeza de vista. Por eso, entre los griegos, el ojo de
una serpiente era una expresión proverbial para referirse a alguien de
entendimiento rápido. En esto, debemos ser como la serpiente. Tened el
ojo de la serpiente; tened una visión rápida de los misterios de la
religión cristiana. El conocimiento es la belleza y el ornamento de un
cristiano. Proverbios 14:18, "Los prudentes están coronados de
conocimiento". Obtén el ojo de la serpiente, sé divinamente iluminado.

La fe sin conocimiento es presunción; el celo sin conocimiento es pasión

ciega, Proverbios 19:2. Sin conocimiento, el corazón no es bueno. Decir
que uno tiene un buen corazón cuando no tiene conocimiento, es como
decir que tiene un buen ojo cuando no tiene vista.

En esto, sé como la serpiente, de rápido entendimiento.

La serpiente tiene prudencia y sutileza en su Oreja.

La serpiente no se engaña con la voz del encantador, sino que detiene su

oído. En esto, debemos ser prudentes como serpientes, parando nuestros
oídos a los falsos maestros que son encantadores del diablo.
 SABIOS COMO SERPIENTES, INOFENSIVOS COMO

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PALOMA

Debemos tapar nuestros oídos a los maestros arminianos que ponen el

poder principal en la voluntad, como si ésta fuera el timón que hace
girar el alma en la conversión. 1 Corintios 4:7, "¿Quién te hace diferir de
otro?" Dijo uno: "Yo me he hecho diferir". Sed como la serpiente: tapad
vuestros oídos a tal doctrina.

Debemos tapar nuestros oídos a los maestros socinianos que arrasan con
el fundamento de toda religión, y niegan la divinidad de Cristo. El
Apóstol llama a esto una herejía condenable, 2 Pedro 2:1.

Debemos tapar nuestros oídos a los maestros papistas que enseñan el

mérito, las indulgencias y la transubstanciación; que enseñan que el
papa es la cabeza de la iglesia. Cristo es llamado "la cabeza de la iglesia",
Efesios 5:23. Que el papa sea la cabeza es hacer que la iglesia sea
monstruosa: tener dos cabezas.

Los maestros papistas enseñan al pueblo tonterías y blasfemias; hacen

que el pueblo ore sin entendimiento, obedezca sin razón y crea sin
sentido. Es una religión condenable; por lo tanto, adorar a la bestia y
beber la copa de la indignación de Dios van juntos, Apocalipsis 14:9. Oh,
en esto sed "sabios como serpientes". Tapad vuestros oídos a los encantos
de los falsos maestros. Dios ha dado a su pueblo esta sabiduría para
tapar sus oídos a los herejes. Juan 10:5, "Al extraño no lo seguirán, sino
que huirán de él".

La serpiente tiene un cuidado principal de defender su CABEZA:

¡un golpe allí es mortal! Así que en esto debemos ser sabios como
serpientes; nuestro principal cuidado debe ser defender nuestra cabeza
del error.
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MA
PALO

La plaga en la cabeza es la peor. Los principios flojos engendran

prácticas flojas. Si la cabeza está contaminada con opiniones erróneas,
tales como que los creyentes están libres de la ley moral, que no hay
resurrección, que podemos hacer el mal para que el bien venga de él, ¿a
qué pecado no conducirá esto? Oh, ¡mantengan la cabeza! El error es
una gangrena espiritual, 2 Timoteo 2:17, que se propaga, y si no se cura
pronto, es mortal. Las herejías destruyen la doctrina de la fe; rasgan el
manto de la paz de la iglesia, y corroen el corazón de la religión.

Los gnósticos, como observa Epifanio, no sólo pervirtieron las mentes de

sus prosélitos, sino que los llevaron finalmente a la inmoralidad. El error
condena tanto como el vicio. El vicio es como matar con una pistola; y
el error mata con veneno. Oh, sed sabios como serpientes; ¡defended
vuestra cabeza! "Sed prudentes como serpientes, y sencillos como
palomas".

Nuestro Salvador Cristo nos encomienda aquí la sabiduría de la

serpiente y la inocencia de la paloma. Los elegidos son llamados
vírgenes prudentes, Mateo 25:4. Vírgenes, ahí está la paloma; sabias, ahí
está la serpiente. Debemos tener inocencia con nuestra sabiduría; de lo
contrario, nuestra sabiduría no es más que astucia; y debemos tener
sabiduría con nuestra inocencia; de lo contrario, nuestra inocencia no es
más que debilidad. Debemos tener la inocencia de la paloma para no
dañar a los demás y debemos tener la sabiduría de la serpiente para que
los demás no nos dañen.

Esta unión de la paloma y la serpiente es difícil de encontrar, pero es

posible. El ejemplo más famoso de sabiduría e inocencia fue el de
nuestro Salvador. Cuando los judíos acudieron a Él con una pregunta
enredante, Marcos 12:14, "¿Es lícito dar tributo al César o no?". Cristo
respondió sabiamente, versículo 17, "Dad al César lo que es del César, y a
Dios lo que es de Dios". No le niegues al César su derecho civil, ni a Dios
su culto religioso. Que tu lealtad se mezcle con la piedad. Aquí mostró la
sabiduría de la serpiente.
 SABIOS COMO SERPIENTES, INOFENSIVOS COMO

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PALOMA

¿Y verías la inocencia de Cristo? 1 Pedro 2:22, "No se halló engaño en su

boca; el cual, siendo injuriado, no volvió a injuriar". Abrió su boca al
orar por sus enemigos, pero no al injuriarlos. He aquí la inocencia de la
paloma.

IV. Los cristianos deben ser INOCENTES.

La segunda cosa de la que voy a hablar es la paloma: "Sed inofensivos

como palomas". La paloma es una criatura excelente. Era tan aceptable
que, en la antigua ley, Dios quería que se ofreciera la paloma en
sacrificio. El Espíritu Santo, cuando se presentaba en forma visible,
asumía la semejanza de una paloma, Mateo 3:16.

Debemos ser como palomas en tres aspectos:

(1) En cuanto a la mansedumbre;

(2) En cuanto a la inocencia;

(3) En cuanto a la pureza.

I- En cuanto a la mansedumbre.

La paloma es el emblema de la mansedumbre; no tiene hiel. Debemos ser

como palomas por la mansedumbre; debemos evitar la ira desordenada,
que es una locura temporal. Debemos ser sin la hiel de la amargura y la
venganza. Debemos ser de espíritus suaves, orando por nuestros
enemigos. Así lo hizo Esteban, Hechos 7:60, "Señor, no les cargues este
pecado". Esta mansedumbre de paloma es la mejor joya y ornamento
que podemos llevar. 1 Pedro 3:4, "El ornamento de un espíritu manso,
que a los ojos de Dios es de gran valor". La ira desfigura; la
mansedumbre adorna.
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PALOMA

II. Debemos ser como palomas por la INOCENCIA. La inocencia de la paloma

se ve en dos cosas: No engañar y no herir.

No engañar. Así como la paloma no tiene hiel, tampoco tiene engaño. No

engaña. Así debemos ser como la paloma, sin fraude ni astucia. Una
santa sencillez es encomiable, Romanos 16:19, "Quiero que seáis sencillos
en cuanto al mal". Ser un torpe en el pecado, no tener el arte de engañar,
es una buena simplicidad; como Natanael, en cuyo espíritu no hay
engaño, Juan 1:47.

¿Dónde se encuentra esta inocencia de paloma? Vivimos en una época

en la que hay más zorros que palomas. La gente está llena de astucia; no
estudian más que el engaño, de modo que uno no sabe cómo tratar con
ellos. Salmo 12:2, "Con doble corazón hablan".

No para herir.

La paloma no tiene cuernos ni garras para herir, sólo alas para

defenderse volando. Otras criaturas suelen estar bien armadas: el león
tiene su garra, el jabalí su colmillo, el carnero sus cuernos; pero la
paloma es una criatura sumamente inofensiva.

No tiene nada con lo que ES ofender. Así debemos ser como palomas por
su inofensividad. No debemos hacer el mal a los demás, sino más bien
sufrir el mal nosotros mismos. Tal paloma fue Samuel, 1 Samuel 12:3, "¿A
quién le he quitado el buey, o a quién le he quitado el asno, o a quién
he defraudado?". No tomó en sus manos las haciendas de los hombres, ni
se levantó sobre las ruinas de otros. ¡Qué raro es encontrar tales
palomas! ¡Seguramente, han volado! ¡Cuántas aves de rapiña hay!
Miqueas 7:2, "La gente piadosa ha desaparecido de la tierra; no hay
nadie recto en el pueblo". ¡No son palomas, sino buitres! Se afanan en la
maldad, y sufren hasta que dan a luz.
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PALOMA

III. Debemos ser como palomas por la PUREZA.

La paloma es el emblema de la pureza. Ama el aire más puro; se

alimenta de grano puro. El cuervo se alimenta del cadáver, pero la
paloma se alimenta pura. Así, seamos como palomas para la santidad,
limpiándonos de toda contaminación tanto de carne como de espíritu, 2
Corintios 7:1. Cristo es puro, Cantar de los Cantares 5:2, "Mi paloma, mi
inmaculada". Mantengamos la pureza, entre la escoria. 1 Timoteo 5:22,
"Mantente puro". Mejor tener un desgarro en la carne, que un infierno
en la conciencia. La paloma es una criatura casta y pura; seamos
palomas de la pureza.

USO 1.

Vea aquí la naturaleza de un cristiano piadoso: es a la vez sabio e

inocente. Tiene tanto de la serpiente que no pierde su discreción, y tanto
de la paloma que no mancha su conciencia.

Un hombre piadoso es visto por los ojos carnales como débil e ingenuo,
como si tuviera algo de la paloma, pero nada de la serpiente. Creer en
realidades invisibles, elegir los sufrimientos antes que el pecado, se
considera una locura. Pero el mundo se equivoca. (El creyente) Él tiene
sus ojos en la cabeza: sabe lo que hace. Es prudente además de santo; es
sabio quien encuentra la perla de gran precio. Es sabio quien provee
para la eternidad. Es sabio quien tiene ingenio para salvar su alma; es
sabio quien lo hace su amigo-que será su juez. El hombre piadoso actúa
a la vez como político y como divino; conserva su ingenio, pero no se
desprende de su integridad.
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PALOMA

USO 2.

Reprensión. Reprende a los que tienen demasiado de la serpiente, pero

nada de la paloma. Jeremías 4:22, "Sabios para hacer el mal; pero para
hacer el bien no tienen conocimiento". Estos son como el diablo, que
conserva su sutileza, pero no la inocencia de la paloma.

Tenemos muchos en esta época, como la serpiente por su astucia. Los

hombres tienen el tocado de la sutileza, pero carecen de la coraza de la
honestidad. Son sabios para maquinar el pecado y forjar complots:
estudian el cumplimiento en lugar de la conciencia. El puerto al que
apuntan es el de la preferencia; la brújula por la que navegan es la
política; el piloto que los dirige es Satanás. Estos tienen la astucia de la
serpiente: "Son sabios para hacer el mal".

Son como la serpiente para hacer daño. Ustedes saben que las serpientes
ardientes picaron a Israel. Estos tienen el aguijón de la serpiente. Tienen
un aguijón en sus lenguas, picando al pueblo de Dios con amargas
calumnias e invectivas. Tales serpientes urticantes fueron Nerón,
Diocleciano y Juliano, y su espíritu sigue vivo en el mundo. Estos tienen
demasiado de la serpiente en ellos, pero nada de la paloma. 2 Pedro 2:3,
"su condenación no duerme".

USO 3.

Exhortación. Para poner en práctica el consejo de nuestro Salvador en el

texto, unid la serpiente y la paloma: sabiduría y santidad. Aquí está el
nudo; ésta es la gran dificultad: unir estos dos, la serpiente y la paloma,
la prudencia y la inocencia. Si se separan estos dos, se echa a perder
todo.
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PREGUNTA. ¿Cómo puede un cristiano
unir estas dos cosas: la serpiente y la
paloma, la prudencia y la santidad?

RESPUESTA. Responderé a esta pregunta en doce puntos:

1. Ser prudente e inocente consiste en esto:

Ser sensible a un daño, pero no vengarlo. Un cristiano no es un estoico,

ni tampoco un furioso. Es tan sabio que sabe cuando se le hace una
injuria, pero tan santo que sabe cómo pasarla por alto. Este es un
excelente temperamento del alma. Casi he dicho "angelical". Como el
viento aplaca el calor del aire, así la gracia aplaca el calor de la
venganza. Moisés mostró aquí una mezcla de la serpiente y la paloma.
Miriam murmuró contra él, Números 12:2, "¿Acaso el Señor ha hablado
sólo por Moisés?" ¿Es él el único profeta que nos declara la mente de
Dios? Moisés fue tan sabio como para discernir su orgullo y desprecio
hacia él, pero tan manso como para enterrar la injuria. Cuando Dios la
golpeó con la lepra, oró por ella. Números 12:13, "Sánala ahora, oh Dios,
te lo suplico". Y, tras su oración, fue curada de su lepra.

Un cristiano piadoso tiene tanta sabiduría como para discernir la

malicia de su enemigo, pero tanta gracia como para vencer su propia
malicia. Sabe que es la gloria del hombre pasar por alto una
transgresión, Proverbios 19:11. Aunque el cristiano tiene tanta prudencia
como para reivindicarse a sí mismo, tiene tanta bondad como para no
vengarse. He aquí la serpiente y la paloma unidas: la sagacidad y la
inocencia.

2. La mezcla de sabiduría e inocencia se ve en esto:

Ser humilde-pero no vil. La humildad es parte de la inocencia de la

paloma. 1 Pedro 5:5: "Revestíos de humildad". Pablo, aunque es el
principal de los apóstoles, se llama a sí mismo el más pequeño de los
santos.
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PALOMA

Un alma bondadosa tiene pensamientos bajos de sí misma, y se comporta

con humildad hacia los demás; pero, aunque es humilde, no es vil.
Aunque no se resiste con descaro a sus superiores, no los complace
pecaminosamente. Aunque no hará acciones tan orgullosas como para
que sus enemigos lo odien, no hará acciones tan sórdidas como para que
lo desprecien. Aquí se unen la serpiente y la paloma.

Un cristiano piadoso es tan humilde como para obligar a los demás, pero
no es tan indigno como para desobedecer a Dios. Pablo, en la medida en
que pudo con buena conciencia, se hizo "todo a todos, para salvar a
algunos", 1 Corintios 9:20, 22; pero no quebrantó un mandamiento para
gratificar a ninguna persona.

Cuando la gloria de Dios estaba en juego, ¿quién fue más resuelto que
Pablo? Gálatas 2:5. Los tres niños hebreos en el horno de fuego fueron
humildes; dieron al rey su título de honor; pero no fueron sórdidamente
timoratos. Daniel 3:18, "¡Que sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses!" Aunque mostraron reverencia a la persona del rey, no
mostraron reverencia al ídolo que había erigido. Un cristiano piadoso no
hará nada que esté por debajo de sí mismo, ni atenderá jamás a las
lujurias de los hombres. Es humilde (ahí muestra la inocencia de la
paloma); pero no es vil (ahí muestra la sabiduría de la serpiente).

3. La prudencia de la serpiente y la inocencia de la paloma se ven en

esto: reprender el pecado, pero amar a la persona.

Se nos ordena reprender, Levítico 19:17, "'No odies a tu hermano en tu

corazón. Reprende a tu prójimo con franqueza, para que no participes de
su culpa". No reprender el pecado es aprobarlo; pero esta espada de la
reprensión es un arma peligrosa, si no se maneja bien. Reprobar y, sin
embargo, amar, es actuar a la vez como la serpiente y la paloma
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PREGUNTA. ¿Cómo puede un cristiano reprender el pecado de tal manera

que muestre amor a la persona?

RESPUESTA. Tomando un tiempo adecuado para reprender a otro; es

decir, cuando su ira haya pasado. Por ejemplo, cuando Dios reprendió a
Adán, se acercó a él en el fresco del día, Génesis 3:8. Por lo tanto, cuando
debemos reprender a alguien, debemos acercarnos a él cuando su
espíritu está más fresco y apto para recibir una reprimenda.

Reprender a un hombre cuando está apasionado, es dar una bebida

fuerte en la fiebre; hace más daño que bien. Al observar un tiempo
adecuado, mostramos tanto prudencia como santidad; revelamos
discreción así como afecto.

Reprobar el pecado para mostrar amor a la persona se ve en esto:

cuando, aunque le decimos claramente su pecado, es con palabras
suaves, no provocadoras. 2 Timoteo 2:25, "Instruyendo a sus adversarios
con mansedumbre". Pedro habla claramente a los judíos de su pecado al
crucificar a Cristo, pero usa persuasivos y promesas evangélicas para
atraerlos y animarlos a creer. Hechos 2:23, "A éste lo tomasteis y lo
crucificasteis con manos inicuas"; versículo 38, "Arrepentíos y bautizaos
en el nombre de Jesucristo para la remisión de los pecados; porque la
promesa es para vosotros y para vuestros hijos."

La reprimenda es una píldora amarga, y difícil de tragar; por lo tanto,

¡debemos mojarla en azúcar! Utilizar esas expresiones dulces y
apaciguadoras para que los demás vean que el amor acompaña a la
reprensión. David compara la reprensión con el aceite, Salmo 141:5. El
aceite abastece las articulaciones cuando están duras y rígidas. Nuestras
reprimendas, al estar mezcladas con el aceite de la compasión, actúan de
la manera más amable y ablandan los corazones rígidos y obstinados.
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Reprobar el pecado y, sin embargo, amar a la persona, es cuando el fin

de nuestra reprensión no es injuriarla, sino reclamarla. Mientras vamos
a sanar las conciencias de los hombres, debemos tener cuidado de no
herir sus nombres. El cirujano, al abrir una vena, muestra tanto
habilidad como amor: habilidad al cortar una arteria, y amor al dejar
salir la sangre mala. Aquí se mezclan la serpiente y la paloma. La
sabiduría de la serpiente se ve en no reprochar al pecador; la inocencia
de la paloma se ve en rescatarle del pecado.

4. La prudencia y la santidad se ven en esto: saber lo que debemos hacer,

y hacer lo que sabemos. Saber lo que debemos hacer es la sabiduría de
la serpiente; hacer lo que sabemos es la inocencia de la paloma, Juan
13:17.

El conocimiento es una joya que adorna a quien la lleva; es el

enriquecimiento y el embellecimiento de la mente. El conocimiento es el
ojo del alma para guiarla por el camino correcto; pero este conocimiento
debe estar unido a la santa práctica. Separar la práctica del
conocimiento es separar la paloma de la serpiente.

Muchas cabezas iluminadas pueden hablar con fluidez en materia de

religión, pero no viven de acuerdo con su conocimiento. Esto es tener
buenos ojos, pero tener los pies cortados. Saben que no deben difamar ni
defraudar; pero no practican lo que saben. Aquí separan la paloma de la
serpiente, la virtud del conocimiento. ¡Qué vano es el conocimiento sin
la práctica! Como si uno conociera una soberana medicina, pero no la
aplicara. Satanás es un espíritu conocedor; tiene bastante de la serpiente.
Pero lo que le hace ser un demonio, es que le falta la paloma. No
practica la santidad.
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5. Mezclar la serpiente y la paloma es mantener dos oficios.

Entender los asuntos mundanos es la sabiduría de la serpiente; pero no

descuidar el alma es la inocencia de la paloma. Dios ha dicho: "Seis días
trabajarás", Éxodo 20:9. La religión nunca concedió una patente a la
ociosidad. Hay que tener un cuidado legítimo por las cosas seculares.
Tener conocimiento en la vocación de uno, es una sabiduría encomiable;
pero, con esta sabiduría, únete a la inocencia de la paloma: sigue tu
vocación, para no descuidar tu alma.

El alma es una cosa preciosa; sería mendigar a los ángeles, dar la mitad
del precio de un alma. Nuestro mayor cuidado debe ser conseguir la
gracia. Mientras pones oro en tu bolsa, no te olvides de poner aceite en
tu barco. Comercia más allá de las Indias Orientales; conduce un
comercio de santidad. "Porque ella es más provechosa que la plata, y sus
ingresos son mejores que los del oro. Ella es más preciosa que las joyas;
¡nada que desees se compara con ella!" Proverbios 3:14, 15. Vivan en una
vocación-pero sobre todo vivan por fe. Busquen proveer para sus
familias-pero especialmente la salvación de sus almas.

El alma es la parte angélica; la pérdida del alma nunca puede ser

compensada. Dios ha dado al hombre dos ojos. Si pierde uno, tiene otro;
pero sólo tiene un alma. Si la pierde, es irrecuperable. Jamás podrá
recuperarla. Oh, une la serpiente y la paloma, la prudencia y la santidad.

Utiliza el mundo, pero ama tu alma; comercia en la tierra, pero ten

cuidado de no fallar en tu comercio con el cielo. ¿Cuántos separan estos
dos, la serpiente y la paloma? Son sabios para el mundo, pero tontos
para sus almas. Se ve con demasiada frecuencia que los hombres
derriban sus almas para construir un patrimonio mundano.
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6. Unir a la serpiente y a la paloma, a la prudencia y a la inocencia,

consiste en esto: en saber aconsejar y en saber guardar el consejo.

Tiene la sabiduría de la serpiente quien sabe dar consejo. Sabe aconsejar

a otro en casos difíciles, y decir una palabra a su debido tiempo. 2
Samuel 16:23, "Toda palabra de Ajitófel parecía tan sabia como si
hubiera salido directamente de la boca de Dios".

Pero no basta con tener la sabiduría de la serpiente para poder dar

consejo. Debe haber la inocencia de la paloma, también, para mantener el
consejo. Si se nos comunica el secreto de un amigo, a no ser que se trate
de un daño, no debemos revelarlo. Un amigo es como la propia alma,
Deuteronomio 13:6; y lo que imparte de su corazón, debe guardarse bajo
llave, Proverbios 25:9-10, "No traiciones la confianza de otro". Revelar el
secreto de un amigo, aunque no sea traición, es traición. Es muy poco
cristiano; se puede decir una palabra en secreto, que, cuando se divulga,
puede provocar peleas o pleitos. El que no puede guardar un asunto que
se le ha encomendado, es como un recipiente que gotea, o un estómago
enfermo que no puede conservar la comida, sino que la vomita de
nuevo. Quien publica el secreto de su amigo, publica su propia
vergüenza.

7. Mezclar estos dos, la prudencia y la santidad, es conocer las estaciones

de la gracia y mejorarlas.

Conocer las estaciones de la gracia es la sabiduría de la serpiente. Es

sabiduría en el agricultor conocer el tiempo adecuado para la poda de
los árboles y la siembra de la semilla. Del mismo modo, no es menos
sabio conocer las estaciones doradas de la gracia. Mientras oímos el
sonido alegre, mientras tenemos horas de oración, mientras el Espíritu
de Dios sopla en nuestros corazones, hay un vendaval para el cielo. El
día de la gracia no durará siempre; las sombras del atardecer parecen
alargarse. Parece que las cosas tienden a la decadencia del Evangelio.
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Sed sabios como serpientes; sabed qué tesoro se pone en vuestras manos.
Y con la serpiente, únanse a la paloma, es decir, en la mejora de las
estaciones de la gracia. Las palomas no sólo conocen su estación, sino
que la mejoran. Vuelan al clima más cálido en la primavera. Aquí están
la serpiente y la paloma unidas, conociendo y mejorando el día de
gracia. Cuando nos beneficiamos de las ordenanzas, cuando mezclamos
la palabra con la fe, cuando una ordenanza ha estampado la santidad en
nosotros, como el sello deja su huella en la cera. Esto es mejorar las
estaciones de la gracia.

8. La serpiente y la paloma, la sabiduría y la inocencia, es ser moderado,

pero celoso.

La moderación es buena en algunos casos. Filipenses 4:5: "Que tu

moderación sea conocida por todos". La moderación es buena en caso de
ira. Cuando las pasiones se levantan, la moderación se sienta como reina
y gobernanta en el alma. Apacigua el calor de la pasión. La moderación
es la brida de la ira.

La moderación es buena en caso de pleitos. Si hay una disputa legal

entre nosotros y otros, no debemos tomar el extremo de la ley, sino usar
la equidad cristiana y la suavidad. Es más, por la paz, preferimos ceder
algunos de nuestros derechos antes que oprimir a otros. Esto honra al
evangelio.

La moderación es buena en las cosas indiferentes. La moderación y la

tolerancia cristiana en las cosas indiferentes contribuirían en gran
medida a la paz y la unidad de la iglesia. Toda esta moderación es
encomiable y muestra la sabiduría de la serpiente; pero recordad que
hay que unir la paloma con la serpiente.

Debemos ejercer la moderación de tal manera que siga alimentando el

celo. Pablo, en algunas cosas, fue moderado. Hechos 15:25. Era sensible a
poner un yugo sobre las conciencias de los discípulos; pero tenía celo
con su moderación.
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Cuando vio la idolatría de los discípulos en Atenas, el fuego de su celo

estalló. Hechos 17:16, "Se angustió mucho al ver que la ciudad estaba
llena de ídolos". Quedarse frío y callado cuando las benditas verdades de
Dios son socavadas o adulteradas, no es moderación sino tibieza, lo cual
es para Dios un temperamento muy odioso. Apocalipsis 3:15, "Ojalá
fueras frío o caliente", cualquier cosa menos tibio. Esto es para mostrar
prudencia y santidad, cuando somos moderados pero celosos.

9. Unir serpiente y paloma consiste en esto: cuando defendemos la

verdad con argumentos y la adornamos con la vida.

Defender la verdad es la sabiduría de la serpiente. Un cristiano

inteligente puede convencer a los adversarios. Esta sabiduría de la
serpiente fue eminente en Esteban. Hechos 6:9-10: "Ninguno de ellos
pudo resistir la sabiduría y el Espíritu con que hablaba Esteban".

Leemos de Juan Fryth, mártir, al que se opusieron tres papistas. Él, como
otro Hércules, luchando con los tres a la vez, con su sabiduría los
convenció de tal manera que uno de ellos se apartó del papismo y se
convirtió en un cristiano celoso. He aquí la sabiduría de la serpiente: no
sólo amar a los que profesan la verdad, sino silenciar a los que se
oponen a ella.

Pero a esta sabiduría de la serpiente hay que unir la inocencia de la

paloma. Junto a la defensa de la verdad con argumentos, hay que
adornarla con la vida. Tito 2:10, "Para que adornen la doctrina de Dios
nuestro Salvador". Hay algunos que pueden disputar por la verdad, pero
la deshonran por su mala vida. Esto es actuar a la vez como la serpiente
y la paloma, cuando no sólo abogamos por la verdad, sino que
caminamos en la verdad, como Nazianzeno, de quien se dijo que tenía el
trueno en su doctrina y el rayo en su vida.
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10. La unión de la serpiente y la paloma consiste en ser serio en la

religión, pero alegre.

La seriedad pone el corazón en un marco santo; lo fija en Dios. La

seriedad es para el alma como el lastre para el barco: evita que el alma
se vuelque con la vanidad. El corazón es siempre mejor cuando es serio;
pero esta seriedad en la religión debe mezclarse con la alegría. La alegría
conduce a la salud, Proverbios 17:22. Honra a la religión; proclama al
mundo que servimos a un buen Maestro. La alegría es amiga de la
gracia; pone el corazón en sintonía para alabar a Dios, Salmo 71:21. Los
cristianos poco alegres, como los espías, traen un mal informe sobre la
buena tierra. Otros sospechan que hay algo desagradable en la religión,
cuando los que la profesan cuelgan sus arpas en los sauces, y caminan
tan abatidos. Sé serio, pero alegre. Filipenses 4:4, "Alegraos siempre en el
Señor". ¿Por qué fue ungido Cristo, sino para dar "una corona de belleza
en lugar de cenizas, el aceite de la alegría en lugar de luto, y un vestido
de alabanza en lugar de un espíritu de desesperación!" Isaías 61:3. La
alegría es un fruto del Espíritu, tanto como la fe, Gálatas 5:22. Una
manera de contristar al Espíritu, es por medio de un andar poco alegre.
Si quieres hacer que el evangelio sea encantador, mezcla la paloma y la
serpiente; sé serio pero alegre en Dios.

11. La unión de la serpiente y la paloma, la sabiduría y la santidad,

consiste en esto: cuando guardamos, como guardamos.

Es un deber proveer para nuestra familia. 1 Timoteo 5:8, "Si alguien no

provee para sus parientes, y especialmente para su familia inmediata, ha
negado la fe y es peor que un incrédulo". Acumular para nuestra familia
es la sabiduría de la serpiente; pero también hay que acopiar para los
pobres; ésta es la mezcla de la paloma. 1 Timoteo 6:17,18, "Encarga a los
ricos del mundo que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras".
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PALOMA

El pobre es, por así decirlo, un altar. Si traemos nuestras limosnas y

ponemos sobre él, con tales sacrificios Dios se complace. La fe, aunque a
veces tenga una mano temblorosa, no debe tener una mano marchita,
sino que debe extenderse a las obras de misericordia.

No se pierde nada por la caridad. Proverbios 11:25, "El alma liberal será
engordada". Salmo 41:1, "Oh, las alegrías de los que son bondadosos con
los pobres. El Señor los rescata en tiempos de angustia". Mientras los
hombres se acuerdan de su familia, para no olvidarse de los pobres,
muestran tanto la prudencia como la piedad; unen la serpiente y la
paloma.

12. La sabiduría de la serpiente y la inocencia de la paloma se ven en

esto: así evitar el peligro-como no cometer pecado; preservar nuestra
libertad-mantener nuestra integridad.

Hay un peligro de fuga pecaminoso, a saber, cuando se nos llama a

sufrir por la verdad y lo rechazamos. Y hay un peligro de fuga, sin
pecado. Por ejemplo, cuando no nos traicionamos a nosotros mismos en
las manos de los enemigos por imprudencia, ni tampoco traicionamos la
verdad por cobardía.

Tenemos un modelo de esto en nuestro Salvador. Él evitó a sus enemigos

en un lugar para poder predicar el evangelio en otro lugar. Lucas 4:29-
30, "Le llevaron hasta la cumbre del monte, para despeñarle; pero él,
pasando en medio de ellos, se fue". Ahí estaba la sabiduría de Cristo al no
traicionarse a su enemigo; y el versículo 43: "Es necesario que anuncie
el reino de Dios también en otras ciudades". Estaba su santidad. El hecho
de que Cristo se asegurara a sí mismo, fue con el fin de predicar el
evangelio. Esto es mezclar la prudencia y la inocencia, cuando así
evitamos el peligro, pero no cometemos pecado.
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PALOMA

Así he mostrado, tan breve y claramente como he podido, cómo debemos

unir estos dos, la serpiente y la paloma, la prudencia y la santidad. Por
falta de acoplamiento de estas dos, la verdadera religión sufre mucho en
el mundo cristiano. "Lo que Cristo ha unido, que no lo separe el hombre".
Observad estos dos: la prudencia y la santidad. Aquí está el ojo de la
serpiente en la cabeza de la paloma. Cuando estos dos, la sabiduría y la
inocencia aparecen juntos, son un anticipo de mucho bien y felicidad,
que le sucederá al cristiano.

ERES AMADO