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COMPRAVENTA MERCANTIL:

Art. 3° N° 1 C° de Com.: compraventa mercantil como acto de comercio

«Artículo 3.

Son actos de comercio, ya de parte de ambos contratantes, ya de parte de uno de ellos:

1°. La compra y permuta de cosas muebles, hecha con ánimo de venderlas, permutarlas o
arrendarlas en la misma forma o en otra distinta, y la venta, permuta o arrendamiento de estas
mismas cosas.

Sin embargo, no son actos de comercio la compra o permuta de objetos destinados a


complementar accesoriamente las operaciones principales de una industria no comercial».

Separa compra de venta (por la existencia de los actos mixtos)

La COMPRA es mercantil cuando:

1) Recae sobre cosa mueble

2) Existe ánimo de vender, permutar o arrendar en igual forma o en otra distinta (al
momento del contrato). Ej.: compra de harina para hacer pan

3) Hay ánimo de lucro (doctrina agrega)

VENTA.

Es mercantil cuando:

1) Recae sobre cosa mueble

2) Se realiza con ánimo de lucro

3) Va precedida de una compra o permuta mercantil

PERMUTA

Es mercantil en la misma forma que compra y venta:

1) Recae sobre cosa mueble

2) Debe realizarse con ánimo de lucro mediante su posterior venta, permuta o


arrendamiento

El artículo 1.793 del Código Civil dispone:

“La compraventa es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a
pagarla en dinero. Aquélla se dice vender y ésta comprar. El dinero que el comprador da por la
cosa vendida, se llama precio”.

Normas especiales del Código de Comercio

Sobre el objeto del contrato.


La reglamentación especial se refiere a:

> las cosas que se tienen a la vista y se designan por su especie al contratar;

> las cosas que se acostumbra a comprar al gusto;

> las que se compran según muestra, y

> las que se compran por orden.

A) Compras a la vista

En esta materia hay que distinguir:

- Compra en que se designa sólo la especie al contratar.

El artículo 130 del Código señala: “en la venta de una cosa que se tiene a la vista y es designada
al tiempo del contrato sólo por su especie, no se entiende que el comprador se reserva la
facultad de probarla”.

El contrato se perfecciona y produce sus efectos de inmediato al convenirse el precio y el objeto


que se compra, pues se subentiende que, al haberlo tenido a la vista, ha podido examinarlo, por
lo que el comprador carece del derecho de desistirse del contrato si posteriormente la cosa no
es de su gusto, salvo que se trate de una cosa que se acostumbra comprar al gusto (art. 130 inc.
2º).

«Esta disposición no es extensiva a las cosas que se


acostumbra a comprar al gusto».

- Compra en que se determina, además de la especie, su calidad.

Si el contrato determina simultáneamente la especie y calidad de la cosa que se vende, se


entiende que dicho contrato se celebró bajo la condición suspensiva casual de que la cosa sea de
la especie y calidad convenidas.

El comprador puede negarse a aceptar la cosa si no es de la calidad o especie convenida. Este


derecho debe ejercerlo al tiempo de serle entregada la cosa materia del contrato, y la
controversia que se suscite entre comprador y vendedor será resuelta previo reconocimiento
por peritos (Art. 133).

«Art. 133. Si el contrato determina simultáneamente la especie y la calidad de la cosa que se


vende a la vista, se entiende que la compra ha sido hecha bajo la condición suspensiva casual de
que la cosa sea de la especie y calidad convenidas.
        Si al tiempo de entregarse la cosa que ha sido materia del contrato, el comprador
pretendiere que su especie y calidad no son conformes, con la especie y calidad estipuladas, la
cosa será reconocida por peritos».

(Recordatorio: condición casual es la que depende de la voluntad de un tercero o de un acaso.


Ejemplo, "te doy $100.000 si Juan va a París", o "te doy $100.000 si llueve mañana." Estas
condiciones se caracterizan porque su verificación no está en el poder de la voluntad del
acreedor o del deudor).
B) Compra al gusto

Conforme al artículo 132, “siempre que la cosa vendida a la vista sea de las que se acostumbra
comprar al gusto, la reserva de la prueba se presume, y esta prueba implica la condición
suspensiva de que la cosa fuere sana y de regular calidad”.

En caso de discusión será el juez de la causa quien determine si la cosa es o no de aquellas que
se acostumbra comprar al gusto, y será necesario el informe de peritos para determinar si la
cosa es “sana y de regular calidad”.

El comprador también puede exigir o reservarse expresamente la facultad de prueba: “cuando el


comprador de una cosa a la vista se reserva expresamente la prueba sin fijar plazo para hacerla,
la compra se reputa verificada bajo condición suspensiva potestativa durante el término de tres
días”. “Este término se contará desde el día en que el vendedor requiera al comprador para que
verifique la prueba, y si el comprador no la hiciere dentro de él, se tendrá por desistido del
contrato”.

Art. 131.

Artículo 131.

«Cuando el comprador de una cosa a la vista se reserva expresamente la prueba sin fijar plazo
para hacerla, la compra se reputa verificada bajo condición suspensiva potestativa durante el
término de tres días.

Este término se contará desde el día en que el vendedor requiera al comprador para que
verifique la prueba, y si el comprador no la hiciere dentro de él, se tendrá por desistido del
contrato».

C) Compras por orden y según muestra

En este tipo de compras el objeto del contrato no está a la vista del comprador y por tanto éste
no puede examinarlo.

La compra por orden de una cosa designada sólo por su especie, y que el vendedor debe remitir
al comprador, implica de parte de éste la facultad de resolver el contrato, si la cosa no fuere
sana y de regular calidad (Art. 134 inc. 1º).

Si la cosa es designada a la vez por su especie y calidad, el comprador tendrá también la facultad
de resolver el contrato si la cosa no fuere de la calidad estipulada”. (Art. 134, inc. 2).

En caso de desacuerdo entre las partes, en cualquiera de los casos se ordenará que la cosa sea
reconocida por peritos (Art. 134, inc. 3º).

Artículo 134.

«La compra por orden de una cosa designada sólo por su especie, y que el vendedor debe remitir al
comprador, implica de parte de éste la facultad de resolver el contrato, si la cosa no fuere sana y
de regular calidad.
Siendo la cosa designada a la vez por su especie y calidad, el comprador tendrá también la
facultad de resolver el contrato si la cosa no fuere de la calidad estipulada.

Habiendo desacuerdo entre las partes en los dos casos propuestos, se ordenará que la cosa sea
reconocida por peritos».

El mismo principio informa la compra efectuada teniendo a la vista solamente muestras del objeto
del contrato (Art. 135).

«Art. 135. Cuando la compra fuere ejecutada sobre muestras, lleva implícita la condición de
resolverse el contrato si las mercaderías no resultaren conformes con las muestras».

Del mismo modo, “vendida una cosa durante su transporte por mar, tierra, ríos o canales
navegables, el comprador podrá disolver el contrato toda vez que la cosa no fuere de recibo o de
la especie y calidad convenidas” (Art. 136).

Si la cosa comprada y expedida por orden ha sido vendida bajo condición de entregarla en un
lugar determinado, se entiende que la compra ha sido verificada bajo la condición suspensiva
casual de que la cosa llegue a su destino.

Cumplida la condición, el comprador sólo puede resolver el contrato si la cosa no fuere de recibo o
de la especie y calidad estipulada (Art. 137).

Artículo 137.

«Comprada y expedida por orden la cosa vendida bajo condición de entregarla en lugar
determinado, se entiende que la compra ha sido verificada bajo la condición suspensiva casual de
que la cosa llegue a su destino.

Cumplida la condición, el comprador no podrá disolver el contrato, salvo que la cosa no fuere de
recibo o de la especie y calidad estipuladas».

D) Compra de cosa inexistente

Conforme a las normas generales del C.C., la venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el
contrato se supone existente y no existe, no produce efecto alguno. Asimismo, la venta de cosas
que no existen, pero se espera que existan, se entenderá hecha bajo la condición de existir, salvo
que se exprese lo contrario, o que por la naturaleza del contrato aparezca que se compró la
suerte. (Arts. 1.813 y 1.814 del C. Civil).

El Código de Comercio corrobora estos principios, en su artículo 138:

«La compra de un buque o de cualquier otro objeto que no existe y se supone existente, no vale.
        Pero si tal compra fuere hecha tomando en cuenta los riesgos que corre el objeto vendido, el
contrato se reputará puro, si al celebrarlo ignoraba el vendedor la pérdida de este objeto».

Si el vendedor hubiere actuado de mala fe, esto es, sabiendo la pérdida del objeto, no sólo no vale
el contrato de compraventa, sino que podría incurrir en sanciones penales, ya que el artículo 470
Nº 6º del Código Penal castiga con las penas de la estafa “a los que con datos falsos u ocultando
antecedentes que les son conocidos celebren dolosamente contratos aleatorios, basados en dichos
datos o antecedentes”.
Normas especiales sobre el precio

El precio de la venta debe ser determinado por los contratantes, pudiendo hacerse esta
determinación por cualesquiera medios o indicaciones que lo fijen, incluso puede dejarse el precio
al arbitrio de un tercero; pero en ningún caso puede faltar.

El artículo 139 del Código lo dice expresamente: “No hay compraventa si los contratantes no
convienen en el precio o en la manera de determinarlo”.

Precisamente por ello, puesto que la compraventa es consensual y podría haber dificultades para
probar el precio: “si la cosa vendida fuere entregada, se presumirá que las partes han aceptado el
precio corriente que tenga en el día y lugar en que se hubiere celebrado el contrato”; “habiendo
diversidad de precios en el mismo día y lugar, el comprador deberá pagar el precio medio” (Art.
139).

«Art. 139. No hay compraventa si los contratantes no convienen en el precio o en la manera de


determinarlo; pero si la cosa vendida fuere entregada, se presumirá que las partes han aceptado el
precio corriente que tenga en el día y lugar en que se hubiere celebrado el contrato.    Habiendo
diversidad de precios en el mismo día y lugar, el comprador deberá pagar el precio medio.  Esta
regla es también aplicable al caso en que las partes se refieran al precio que tenga la cosa en un
tiempo y lugar diversos del tiempo y lugar del contrato».

El mismo criterio establece el Código para el evento de haberse dejado el precio al arbitrio de un
tercero y éste no lo señalare: si el objeto vendido hubiere sido entregado, el contrato se llevará a
efecto por el precio que tuviere la cosa el día de su celebración, y en caso de variedad de precios,
por el precio medio (Art. 140).

«Art. 140. Si el tercero a quien se ha confiado el señalamiento del precio no lo señalare, sea por el
motivo que fuere, y el objeto vendido hubiere sido entregado, el contrato se llevará a efecto por el
que tuviere la cosa el día de su celebración y en caso de variedad de precios, por el precio medio».

Efectos del contrato de compraventa

El contrato de compraventa no transfiere el dominio del bien objeto del contrato, sino que de él
nacen derechos personales o créditos para los contratantes: principalmente para el vendedor el de
percibir el precio y para el comprador el de recibir la cosa comprada.

Lo lógico sería que los riesgos de la cosa fueran de cargo del vendedor hasta su entrega al
comprador.

Sin embargo, el artículo 142 altera el principio al disponer que “la pérdida, deterioro o mejora de
la cosa, después de perfeccionado el contrato, son de cuenta del comprador, salvo el caso de
estipulación en contrario, o de que la pérdida o deterioro hayan ocurrido por fraude o culpa del
vendedor o por vicio interno de la cosa vendida”.

Entonces resulta que esta norma general se aplica más bien a las mejoras de la cosa (son de
cuenta del comprador), puesto que en lo que se refiere a la pérdida o deterioro, existen muchas
excepciones (en que el riesgo es de cuenta del vendedor):

• - La estipulación en contrario;
• - El fraude o culpa del vendedor;

• - Los vicios internos de la cosa vendida y,

• - Las excepciones contenidas en el artículo 143 del Código de Comercio

• «Art. 143. Aunque la pérdida o deterioro sobrevinientes a la perfección del contrato


provengan de caso fortuito, serán de cargo del vendedor:
        1°. Cuando el objeto vendido no sea un cuerpo cierto y determinado, con marcas,
números o cualesquiera otras señales que establezcan su identidad y lo diferencien de otro
de la misma especie;
        2°. Si teniendo el comprador, por la convención, el uso o la ley, la facultad de examinar
y probar la cosa, pereciere ésta o se deteriorare antes que el comprador manifieste quedar
contento con ella

  3°. Cuando las mercaderías, debiendo ser entregadas por peso, número o medida,
perecieren o se deterioraren antes de pesarse, contarse o medirse, a no ser que fueren
compradas a la vista y por un precio alzado, o que el comprador hubiere incurrido en mora
de concurrir al peso, numeración o medida.
        Esta regla se aplicará también a la venta alternativa de dos o más cosas fungibles que
deban ser entregadas por número, peso o medida;
   4°. Siempre que la venta se hubiere verificado a condición de no entregarse la cosa hasta
vencido un plazo determinado, o hasta que se encuentre en estado de ser entregado con
arreglo a las estipulaciones del contrato;
        5°. Si estando dispuesto el comprador a recibir la cosa, el vendedor incurriere en mora
de entregarla, a no ser que hubiera debido perecer igualmente en poder del comprador si
éste la hubiera recibido;
        6°. Si en las obligaciones alternativas pereciere fortuitamente una de las cosas
vendidas.
        Pereciendo las dos, y una de ellas por hecho del vendedor, éste deberá el precio
corriente de la última que pereció, siempre que le corresponda la elección.
        Si la elección no perteneciere al vendedor, y una de las cosas hubiere perecido por caso
fortuito, el comprador deberá contentarse con la que exista; mas si hubiere perecido por
culpa del vendedor, podrá exigir la entrega de la existente o el precio de la perdida».

Obligaciones alternativas (recordatorio)

Se distinguen por la conjunción disyuntiva “o”, de manera que si bien se deben varias cosas (por
ejemplo, un automóvil o determinada suma de dinero), el pago de una o algunas extingue la
obligación en su integridad.

Se definen como aquellas en que se deben dos o más cosas, pero en términos tales que el pago de
una o algunas de ellas, exonera de la obligación de pagar las demás, extinguiéndose la obligación
en su conjunto.
Obligaciones del vendedor

Como en todo, rigen a este respecto las normas generales del Código Civil, donde se señala que
ellas se reducen en general a dos: “la entrega o tradición, y el saneamiento de la cosa vendida”.
(Art. 1.824 del Código Civil).

a) La entrega:

“El vendedor es obligado a entregar lo que reza el contrato” (Art. 1.828 CC).

Si las mercaderías vendidas no hubieren sido individualizadas, el vendedor cumplirá su obligación


entregándolas sanas y de regular calidad (Art. 145).

Para asegurar el cabal cumplimiento de esta obligación, “en el acto de la entrega puede el
vendedor exigir del comprador el reconocimiento íntegro de la calidad y cantidad de las
mercaderías”. “Si el comprador no hiciere el reconocimiento, se entenderá que renuncia a todo
ulterior reclamo por falta de cantidad o defecto de calidad” (Art. 146).

«Artículo 145.

Si las mercaderías vendidas no hubieren sido individualizadas, el vendedor cumplirá su obligación


entregándolas sanas y de regular calidad».

«Artículo 146.

En el acto de la entrega puede el vendedor exigir del comprador el reconocimiento íntegro de la


calidad y cantidad de las mercaderías.

Si el comprador no hiciere el reconocimiento, se entenderá que renuncia todo ulterior reclamo por
falta de cantidad o defecto de calidad».

¿Dónde se entregan las mercaderías?

Las mercaderías deben entregarse en el lugar convenido en el contrato (autonomía de la


voluntad).

Si no hubiere convención al respecto, y se trata de un cuerpo cierto, debe hacerse la entrega en el


lugar en que el cuerpo cierto existía al momento de celebrarse la convención (Arts. 1.588 inc. 1º
del CC y Art. 144 inc. 3º del C° de Comercio), y si se trata de una obligación de género, la entrega
deberá hacerse en el domicilio del vendedor existente a la fecha la celebración del contrato. (Arts.
1.588 inc. 2º y 1.589 del CC).

Código Civil:

Artículo 1588.

Si no se ha estipulado lugar para el pago y se trata de un cuerpo cierto, se hará el pago en el


lugar en que dicho cuerpo existía al tiempo de constituirse la obligación.*
Pero si se trata de otra cosa se hará el pago en el domicilio del deudor.
Artículo 1589.

Si hubiere mudado de domicilio el acreedor o el deudor entre la celebración del contrato y el


pago, se hará siempre éste en el lugar en que sin esa mudanza correspondería, salvo que las
partes dispongan de común acuerdo otra cosa.

Código de Comercio

Artículo 144.

Perfeccionado el contrato, el vendedor debe entregar las cosas vendidas en el plazo y lugar
convenidos.

No estando señalado el plazo, el vendedor deberá tener las mercaderías vendidas a disposición del
comprador dentro de las veinticuatro horas siguientes a la celebración del contrato.

*A falta de designación de lugar para la entrega, se hará en el lugar donde existían las
mercaderías al tiempo de perfeccionarse la compraventa.

¿Qué se requiere para que la entrega constituya tradición?

La tradición puede hacerse mediante la entrega efectiva o mediante actos a los que la ley les da la
misma significación. (Arts. 670 y 684 del Código Civil).

Aplicando estos conceptos, el Código establece que “el envío de las mercaderías hecho por el
vendedor al domicilio del comprador o a cualquiera otro lugar convenido, importa la tradición
efectiva de ellas”, pero luego aclara: “El envío no implicará entrega cuando fuera efectuado sin
ánimo de transferir la propiedad...” (Art. 148).

El artículo 149 señala otras formas de entrega o tradición simbólicas:

- La transmisión del conocimiento, carta de porte o factura, respecto de mercaderías en tránsito.

- La fijación de la marca del comprador, con consentimiento del vendedor, en las mercaderías.

- Otros medios autorizados por la costumbre mercantil (uso constante del comercio)

Código Civil:

Artículo 670.

La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la entrega que el dueño
hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por
otra la capacidad e intención de adquirirlo.

Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales.

Artículo 684.

La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las partes a la otra
que le transfiere el dominio, y figurando esta transferencia por uno de los medios siguientes:
1º. Permitiéndole la aprensión material de una cosa presente;

2º. Mostrándosela;

3º. Entregándole las llaves del granero, almacén, cofre o lugar cualquiera en que esté guardada la
cosa;

4º. Encargándose el uno de poner la cosa a disposición del otro en el lugar convenido; y

5º. Por la venta, donación u otro título de enajenación conferido al que tiene la cosa mueble como
usufructuario, arrendatario, comodatario, depositario, o a cualquier otro título no translaticio de
dominio; y recíprocamente por el mero contrato en que el dueño se constituye usufructuario,
comodatario, arrendatario, etc.

Código de Comercio:

Art. 148. El envío de las mercaderías hecho por el vendedor al domicilio del comprador o a
cualquiera otro lugar convenido, importa la tradición efectiva de ellas.
        El envío no implicará entrega cuando fuera efectuado sin ánimo de transferir la propiedad,
como si el vendedor hubiese remitido las mercaderías a un consignatario con orden de no
entregarlas hasta que el comprador pague el precio o dé garantías suficientes.

      Art. 149. La entrega de la cosa vendida se entiende verificada:


        1°. Por la transmisión del conocimiento, carta de porte o factura en los casos de venta de
mercaderías que vienen en tránsito por mar o por tierra;
        2°. Por el hecho de fijar su marca el comprador, con consentimiento del vendedor, en las
mercaderías compradas;
        3°. Por cualquier otro medio autorizado por el uso constante del comercio.

¿Cuándo hay que hacer la entrega?

En cuanto a la oportunidad de la entrega, será la que hayan estipulado las partes y, “no estando
señalado el plazo, el vendedor deberá tener las mercaderías vendidas a disposición del comprador
dentro de las veinticuatro horas siguientes a la celebración del contrato”. (Art. 144 inc. 2º).

Excepciones a la obligación de entregar

El vendedor podrá eximirse de efectuar la entrega de lo vendido si, en el tiempo medio entre el
contrato y la entrega, hubieren decaído las facultades del comprador, a menos que le rindiere
una caución que le dé una seguridad satisfactoria. Art. 147.

Estando en su poder las mercaderías, puede retenerlas hasta el entero pago del precio y los
intereses. Art. 151

Art. 147. Si en el tiempo medio entre la fecha del contrato y el momento de la entrega hubieren
decaído las facultades del comprador, el vendedor no estará obligado a entregar la cosa vendida,
aun cuando haya dado plazo para el pago del precio, si no se rindiere fianza que le dé una
seguridad satisfactoria.
Art. 151. Estando las mercaderías en poder del vendedor, aunque sea por vía de depósito, éste
podrá retenerlas hasta el entero pago del precio y los intereses correspondientes.

Responsabilidad del vendedor:

Mientras el comprador no retire y traslade las mercaderías, es responsable el vendedor de su


custodia y conservación, pero sólo hasta la culpa lata o dolo.

Si después de perfeccionado el contrato, el vendedor consume, altera, enajena o entrega a otra


persona distinta del comprador las mercaderías vendidas, queda obligado a entregar al comprador
otras mercaderías equivalentes en especie, cantidad y calidad, o abonarle su valor (según
apreciación pericial), más indemnización de perjuicios. Arts. 150 y 152.

CUSTODIA.

Etimológicamente viene del latín, emana de “custodia”, que significa “guarda” y que, a su vez,
emana, de “custos”, que puede traducirse como “guardián”.

Custodia se trata de la acción y efecto de custodiar (guardar con cuidado y vigilancia).

Por ejemplo: “El acusado fue puesto bajo custodia de la Policía”, “Un guardia se encarga de la
custodia del edificio”, “¿Puedo dejar a mi perro bajo tu custodia durante unos días? Es que tengo
que viajar por trabajo y no lo puedo llevar conmigo”.

CONSERVACION.

Del latín conservatĭo, la conservación es la acción y efecto de conservar (mantener, cuidar o


guardar algo, continuar una práctica de costumbres).

El término tiene aplicaciones en el ámbito de la naturaleza, la alimentación y la biología, entre


otros.

Art. 150. Mientras que el comprador no retire y traslade las mercaderías, el vendedor es
responsable de su custodia y conservación hasta el dolo y culpa lata.

Art. 152. Si después de perfeccionada la venta el vendedor consume, altera, o enajena y entrega a
otro las mercaderías vendidas, deberá entregar al comprador otras equivalentes en especie,
calidad y cantidad, o en su defecto abonarle su valor a juicio de peritos, con indemnización de
perjuicios.

b) Obligación de sanear:

Como en todo contrato de compraventa, el vendedor responde del saneamiento de evicción


cuando el comprador es privado del todo o parte de lo comprado, por sentencia judicial, y del
saneamiento por vicios redhibitorios. (Arts. 1.837 a 1870 del CC).

Sólo hay una salvedad en el C° de Comercio: el inc. 2º del art 154, conforme al cual todas las
acciones redhibitorias, sea de rescisión o rebaja, prescriben en seis meses contados desde el día
de la entrega real de la cosa.

Artículo 154.
El vendedor está obligado a sanear las mercaderías vendidas y a responder de los vicios ocultos
que contengan conforme a las reglas establecidas en el título De la compraventa del Código Civil.

Las acciones redhibitorias prescribirán por el lapso de seis meses contados desde el día de la
entrega real de la cosa.

Obligaciones del comprador:

a) Pagar el precio.

Conforme al art. 155 el comprador debe pagar el precio, en el lugar y tiempo estipulado una vez
que la cosa haya sido puesta a su disposición y él manifieste su conformidad con ella.

Si no se ha señalado plazo ni lugar de pago, el comprador debe cumplir su obligación en el lugar y


tiempo de entrega, sin lo cual esta no se efectuará.

Art. 155. Puesta la cosa a disposición del comprador, y dándose éste por satisfecho de ella, deberá
pagar el precio en el lugar y tiempo estipulados.
        No habiendo término ni lugar señalados para el pago del precio, el comprador deberá hacerlo
en el lugar y tiempo de la entrega, y no podrá exigir que ésta se efectúe sino pagando el precio en
el acto.

b) Recibir las mercaderías.

El comprador debe reconocerlas y manifestar su conformidad; una vez entregadas las mercaderías
el comprador no puede alegar por la calidad o cantidad si las ha examinado y recibido sin previa
protesta. (Art. 158 C° de Comercio: Entregadas las mercaderías vendidas, el comprador no será
oído sobre defecto de calidad o falta de cantidad, siempre que las hubiere examinado al tiempo de
la entrega y recibídolas sin previa protesta).

Concordando con lo dispuesto en el art. 131 respecto de la expresa reserva de prueba de las cosas
que se compran a la vista, el art. 159 dispone que tratándose de mercaderías entregadas en fardos
o bajo cubierta que impidan su reconocimiento, y el comprador hiciere una formal y expresa
reserva del derecho de examinarlas, podrá reclamar en los tres días inmediatos al de la entrega:

- Si el reclamo es por faltas de cantidad: acreditando que los cabos de las piezas se
encuentran intactos,

- Si es por defecto de calidad acreditando que las averías o defectos son de tal especie que no han
podido ocurrir en su almacén por caso fortuito, y que no habrían podido ser causados
dolosamente sin que aparecieren vestigios del fraude.

«Art. 159. Cuando las mercaderías fueren entregadas en fardos o bajo cubierta que impidan su
reconocimiento, y el comprador hiciere una formal y expresa reserva del derecho de examinarlas,
podrá reclamar en los tres días inmediatos al de la entrega las faltas de cantidad o defecto de
calidad, acreditando en el primer caso que los cabos de las piezas se encuentran intactos, y en el
segundo que las averías o defectos son de tal especie que no han podido ocurrir en su almacén por
caso fortuito, y que no habrían podido ser causados dolosamente sin que aparecieren vestigios del
fraude».
Si el comprador rehúsa sin justa causa la recepción de las mercaderías compradas, el vendedor
podrá pedir la resolución del contrato con indemnización de perjuicios o su cumplimiento, esto es,
el pago del precio, para lo cual podrá poner las mercaderías vendidas a disposición del juzgado
para que ordene su depósito y venta en martillo.

Si el comprador no rehúsa, sino que retarda la recepción, el vendedor puede solicitar al juzgado la
entrega de las mercaderías en depósito, siendo de cargo del comprador los gastos de traslado y
conservación del depósito (Ver Arts. 1.489 [condición resolutoria tácita], y 1.598 y siguientes del
CC [pago por consignación] y 153 del C° de Comercio).

«Art. 153. Rehusando el comprador, sin justa causa, la recepción de las mercaderías compradas, el
vendedor podrá solicitar la rescisión de la venta con indemnización de perjuicios, o el pago del
precio con los intereses legales, poniendo las mercaderías a disposición del juzgado de comercio
para que ordene su depósito y venta en martillo por cuenta del comprador.
        El vendedor podrá igualmente solicitar el depósito siempre que el comprador retardare la
recepción de las mercaderías; y en este caso serán de cargo del último los gastos de traslación de
las mercaderías al depósito y de su conservación en él.»

«Art. 1489. En los contratos bilaterales va envuelta


la condición resolutoria de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado.
        Pero en tal caso podrá el otro contratante pedir a
su arbitrio o la resolución o el cumplimiento del
contrato, con indemnización de perjuicios.»

MANDATO COMERCIAL:

MANDATO COMERCIAL.

El art. 3 N° 4 del C° de Comercio confunde el mandato comercial con la comisión, al enumerar los
actos de comercio. Mandato es el género, comisión es la especie.

Según artículo 233 C° de Comercio el mandato es comercial cuando el negocio objeto del encargo
es mercantil para el mandante:

«El mandato comercial es un contrato por el cual una persona encarga la ejecución de uno o más
negocios lícitos de comercio a otra que se obliga a administrarlos gratuitamente o mediante una
retribución y a dar cuenta de su desempeño.»

Según el artículo 234 C° de Comercio hay tres especies de mandato comercial: comisión, mandato
de factores o dependientes, la correduría.

Hay comisión cuando se encarga la gestión de uno o más negocios mercantiles específicamente
determinados (art. 235 C° de Comercio). Equivale al mandato especial del Código Civil.

El mandato es general cuando se administra el total o parte de un establecimiento de comercio.

El acto de comercio debe entenderse que alude a toda forma de mandato comercial.
Para el mandatario el mandato no es acto de comercio. Los mandatarios (gerentes y
dependientes) ejecutan actos civiles.

Mandato de los Factores.

Art. 237 señala que factor es el gerente de un negocio o de un establecimiento comercial o fabril,
o parte de él, que lo dirige o administra según su prudencia por cuenta de su mandante.

Es un mandatario con facultades amplias de administración y se dedica al comercio a pesar de no


ser comerciante.

Art. 340.

Está autorizado para todos los actos de administración, a menos que se le restrinjan las facultades.

«Los factores se entienden autorizados para todos los actos que abrace la administración del
establecimiento que se les confiare, y podrán usar de todas las facultades necesarias al buen
desempeño de su encargo, a menos que el comitente se las restrinja expresamente en el poder que
les diere».

Según art. 339 requieren poder especial otorgado por propietarios del establecimiento.

Normalmente se nombra gerente (art. 340) y simultáneamente se le otorga un poder (art. 339).

Art. 339:

«Los factores deben ser investidos de un poder especial otorgado por el propietario del
establecimiento cuya administración se les encomiende.

El poder será registrado y publicado en la forma prescrita en el Párrafo 1, Título II, Libro I».

El poder especial se registra y publica, debe otorgarse por escritura pública e inscribirse en el
Registro de Comercio (art. 22 N° 5).

El plazo de inscripción es de 15 días desde otorgado.

Además debe publicarse, pero no hay norma para esto.

En la práctica nadie inscribe poderes ya que la nulidad sólo afecta a las partes y no a los terceros
(art. 24).

«Art. 24. Las escrituras sociales y los poderes de que no se hubiere tomado razón, no producirán
efecto alguno entre los socios, ni entre el mandante y mandatario; pero los actos ejecutados o
contratos celebrados por los socios o mandatarios surtirán pleno efecto respecto de terceros».

Facultades del factor.

Se le considera un mandatario con facultades amplias. El límite es la naturaleza del objeto del
encargo.

Art. 340: todos los actos que abrace la administración del establecimiento que se les confiare, y
podrán usar de todas las facultades necesarias al buen desempeño de su encargo .
Son de la naturaleza del contrato las facultades de administración. Se deduce que las facultades
del factor son las de administración.

Derechos de los factores: art. 336

1) Derecho a la remuneración

2) Derecho al reembolso por gastos

«Los factores y dependientes tienen derecho:

1°. Al salario estipulado, aun cuando por algún accidente inculpable no prestaren sus servicios
durante dos meses continuos; salvo el caso en que, según convenio, se les pagare por jornales;

2°. A la indemnización de las pérdidas y gastos extraordinarios que hicieren por consecuencia
inmediata del servicio que prestaren».

Obligaciones de los factores.

No las trató el C° de Comercio. Se deduce que son las de un mandatario.

1) Cumplir su encargo hasta el término

2) Entregar valores, objetos y documentos que pertenezcan al principal

3) Rendir cuenta

4) Observar reglas de contabilidad (art. 341)

«Los factores observarán, respecto del establecimiento que administren, todas las reglas de
contabilidad prescrita a los comerciantes en general».

Prohibiciones de los factores.

1) Realizar competencia desleal (art. 331)

«Se prohíbe a los factores y dependientes traficar por su cuenta y tomar interés en nombre suyo o
ajeno en negociaciones del mismo género que las hagan por cuenta de sus comitentes, a menos
que fueren expresamente autorizados para ello.

Por el hecho de contravenir a esta prohibición, se aplicarán al comitente los beneficios que
produzcan las negociaciones del factor o dependiente, quedando las pérdidas de cargo exclusivo
de ellos».

2) Delegar el mandato, salvo autorización expresa del mandante (art. 330).

«En ningún caso podrán los factores o dependientes delegar las funciones de su cargo sin noticia y
consentimiento de su comitente».

Terminación mandato de los factores.

Revocación por parte del mandante. El C° de Comercio distingue:

- Contrato plazo fijo (332): no se puede dejar sin efecto


«No es lícito a los factores o dependientes ni a sus principales rescindir sin causa legal los contratos
que hubieren celebrado entre sí con término fijo, y el que lo hiciere o diere motivo a la rescisión
deberá indemnizar al otro los perjuicios que le sobrevinieren».

Contrato sin plazo fijo (335): cualquier parte puede ponerle término.

«No teniendo plazo determinado el empeño de los factores o dependientes con sus principales,
cualquiera de ellos podrá darlo por concluido, avisando al otro con un mes de anticipación.

El principal, en todo caso, podrá hacer efectiva, antes de vencer el mes, la despedida del factor o
dependiente, pagándole la mesada que corresponda».

Mandato de los dependientes de comercio

Empleados subalternos que el comerciante tiene a su lado para que le auxilien en las diversas
operaciones de su giro, obrando bajo su dirección inmediata. Art. 237 inciso segundo.

Los dependientes no pueden obligar a sus comitentes, a menos que éstos les confieran
expresamente la facultad de ejecutar a su nombre ciertas y determinadas operaciones
concernientes a su giro (art. 343).

«Art. 343. Los dependientes no pueden obligar a sus comitentes, a menos que éstos les confieran
expresamente la facultad de ejecutar a su nombre ciertas y determinadas operaciones
concernientes a su giro».

Junto con existir dependientes con representación legal de su principal, éste puede otorgar a otros
dependientes la representación convencional.

Representación legal. Art. 346

Se distingue:

a) Encargados de vender al por menor

b) Encargados de vender al por mayor

«Art. 346. Los dependientes encargados de vender por menor se reputan autorizados para cobrar
el producto de las ventas que hicieren; pero deberán expedir a nombre de sus comitentes los
recibos que otorgaren.
        Gozarán de igual facultad los dependientes que vendan por mayor, siempre que las ventas se
hagan al contado y que el pago se verifique en el mismo almacén que administren.
        Si las ventas se hicieren al fiado o si debieren verificarse los pagos fuera del almacén, los recibos
serán firmados necesariamente por el comitente o por persona autorizada para cobrar».

Representación voluntaria. Art. 343.

«Art. 343. Los dependientes no pueden obligar a sus comitentes, a menos que éstos les confieran
expresamente la facultad de ejecutar a su nombre ciertas y determinadas operaciones
concernientes a su giro».

Hay tres tipos:


1) Art. 344: autorización para girar, aceptar o endosar letras de cambio, firmar documentos de
cargo o descargo, recaudar y recibir dinero.

Se confiere por escritura pública y se inscribe en Registro de Comercio.

2) Art. 345 inciso primero: autorización para ejecutar operaciones de su tráfico que consten en
circulares que han debido ser dadas a conocer a los terceros con quienes contratan.

3) Art. 345 inciso segundo: obligaciones contraídas por cartas siempre que se haya autorizado a
firmar la correspondencia del principal y se haya comunicado por circulares dicha autorización.

Art. 344. La autorización para girar, aceptar o endosar letras de cambio, firmar documentos de
cargo o descargo, recaudar y recibir dinero, será conferida al dependiente por escritura pública,
con especificación de los actos y negociaciones a que se extienda el encargo.
        El poder será registrado y publicado en la forma establecida en el Párrafo 1, Título II, Libro I.

Art. 345. Los contratos que celebre el dependiente con las personas a quienes su comitente le haya
dado a conocer por circulares como autorizado para ejecutar algunas operaciones de su tráfico,
obligan al principal, siempre que los contratos se circunscriban a las negociaciones encomendadas
al dependiente.
        Serán también de la responsabilidad del principal las obligaciones que el dependiente contraiga
por cartas, siempre que haya sido autorizado para firmar la correspondencia del mismo principal, y
se haya anunciado la autorización por circulares.

Comisionistas

Mandato comercial toma el nombre de comisión cuando versa sobre una o más operaciones
mercantiles individualmente determinadas (art. 235).

«El mandato comercial toma el nombre de comisión cuando versa sobre una o más operaciones
mercantiles individualmente determinadas».

Es por su naturaleza asalariada la comisión (art. 239)

«La comisión es por su naturaleza asalariada».

Se les aplica a comisionistas el art. 2125 del Código Civil. Arts. 243 y 244.

Art. 2125:

«Las personas que por su profesión u oficio se encargan de negocios ajenos, están obligadas a
declarar lo más pronto posible si aceptan o no el encargo que una persona ausente les hace; y
transcurrido un término razonable, su silencio se mirará como aceptación.

Aun cuando se excusen del encargo, deberán tomar las providencias conservativas urgentes que
requiera el negocio que se les encomienda».
Art. 243:

«El comisionista puede o no aceptar a su arbitrio el encargo que se le hace; pero rehusándolo
quedará obligado bajo responsabilidad de daños y perjuicios:

1°. A dar aviso al comitente de su repulsa en primera oportunidad;

2°. A tomar, mientras no llegue el aviso al comitente, las medidas conservativas que la naturaleza
del negocio requiera, como son las conducentes a impedir la pérdida o deterioro de las
mercaderías consignadas, la caducidad de un título, una prescripción o cualquier otro daño
inminente».

Art. 244:

«Si después de avisado el comitente de la repulsa no eligiere dentro de un término razonable,


atendida la distancia, persona que subrogue al comisionista, podrá éste pedir al juzgado de
comercio el depósito de las mercaderías consignadas y la venta de las que considere suficientes
para el reembolso de las cantidades que hubiere anticipado».

Obligaciones del comisionista.

1) Ejecutar o concluir la comisión (art. 245)

«Aceptada expresa o tácitamente la comisión, el comisionista deberá ejecutarla y concluirla, y no


haciéndolo sin causa legal, responderá al comitente de los daños y perjuicios que le sobrevinieren».

2) Conservar y custodiar los efectos sobre que versa la comisión (art. 246)

«El comisionista es responsable de la custodia y conservación de los efectos sobre que versa la
comisión, cualquiera que sea el objeto con que se le hayan entregado».

3) Comunicar el estado de las negociaciones (art. 250)

«El comisionista debe comunicar oportunamente al interesado todas las noticias relativas a la
negociación de que estuviere encargado que puedan inducir a su comitente a confirmar, revocar o
modificar sus instrucciones».

4) Rendir cuenta (arts. 279 N° 2, 280, 281)

«Evacuada la negociación encomendada, el comisionista está obligado:


2°. A poner en manos del mismo, a la mayor brevedad posible, una cuenta detallada y justificada
de su administración, devolviéndole los títulos y demás piezas que el comitente le hubiere
entregado, salvo las cartas misivas;»

«Las cuentas que rindiere el comisionista deberán concordar con los asientos de sus libros.

Si no estuvieren conformes con ellos, el comisionista será castigado como reo de hurto con
falsedad.

En la misma pena incurrirá el comisionista que altere en sus cuentas los precios o las condiciones
de los contratos, suponga gastos o exagere los que hubiere hecho».
«El comisionista abonará a su comitente intereses corrientes, aunque no preceda interpelación, si
fuere moroso en rendir su cuenta o remitir el saldo en la forma especificada en el artículo 279».

5) Reintegrar los saldos a favor del comitente (art. 279 N° 3)

«Evacuada la negociación encomendada, el comisionista está obligado:


3°. A reintegrar al comitente el saldo que resulte a favor de él, debiendo valerse para ello de los
medios que el mismo comitente hubiere designado, o en su defecto, de los que fueren de uso
general en el comercio».

Prohibiciones del comisionista.

1) Alterar las marcas (art. 247)

«En ningún caso podrá el comisionista alterar la marca de los efectos sin expresa autorización de
su comitente».

2) Lucrarse con el mandato (art. 278)

«Fuera de su salario el comisionista no puede percibir lucro alguno de la negociación que se le


hubiere encomendado.

En consecuencia, deberá abonar a su comitente cualquier provecho directo o indirecto que


obtuviere en el desempeño de su mandato».

3) Representar intereses contrapuestos (art. 271)

«Se prohíbe al comisionista, salvo el caso de autorización formal, hacer contratos por cuenta de
dos comitentes o por cuenta propia y ajena, siempre que para celebrarlos tenga que representar
intereses incompatibles.

Así, no podrá:

1°. Comprar o vender por cuenta de un comitente mercaderías que tenga para vender o que esté
encargado de comprar por cuenta de otro comitente;

2°. Comprar para sí mercaderías de sus comitentes, o adquirir para ellos efectos que le
pertenezcan».

4) Delegar (art. 261)

«El comisionista debe desempeñar por sí mismo la comisión, y no podrá delegarla sin previa
autorización explícita o implícita de su comitente».

Derechos del comisionista


1) A la remuneración (arts. 239, 275)

«El comisionista tiene derecho a que se le retribuyan competentemente sus servicios.

Si las partes no hubieren determinado la cuota de la retribución, el comisionista podrá exigir la que
fuere de uso general en la plaza donde hubiere desempeñado la comisión, y en su defecto, la
acostumbrada en la plaza más inmediata.

No resultando bien establecida la cuota usual, el juzgado de comercio fijará la suma que deba
abonarse al comisionista, calculándola sobre el valor de la operación, inclusos los gastos».

2) A la provisión de fondos (art. 272)

«Cuando la comisión requiera provisión de fondos, y el comitente no la hubiere verificado en


cantidad suficiente, el comisionista podrá renunciar su encargo en cualquier tiempo o suspender su
ejecución, a no ser que se hubiere obligado a anticipar las cantidades necesarias al desempeño de
la comisión bajo una forma determinada de reintegro».

3) A la devolución de anticipos, gastos e intereses (art. 274)

«Puede el comisionista exigir se le paguen al contado sus anticipaciones, intereses corrientes y


costos, aun cuando no haya evacuado cumplidamente el negocio cometido.

Para usar de este derecho deberá presentar su cuenta con los documentos que la justifiquen».

4) Derecho legal de retención (arts. 284, 285, 286)

Art. 284:

«El comisionista tiene derecho para retener las mercaderías consignadas hasta el preferente y
efectivo pago de sus anticipaciones, intereses, costos y salario, concurriendo estas circunstancias:

1a. Que las mercaderías le hayan sido remitidas de una plaza a otra;

2a. Que hayan sido entregadas real o virtualmente al comisionista».

Art. 285:

«Para determinar si hay expedición de una plaza a otra, no se tomará en cuenta el domicilio del
comitente, ni del comisionista».

Art. 286:

«Hay entrega real cuando las mercaderías están a disposición del comisionista en sus almacenes o
en ajenos, en los depósitos de aduana o en cualquier otro lugar público o privado.

Hay entrega virtual si antes que las mercaderías se hallen a disposición del comisionista, éste
pudiere acreditar que le han sido expedidas con una carta de porte o un conocimiento,
nominativos o a la orden».
Término de la comisión.

En general termina de igual forma que el mandato (art. 2163 C° Civil).

El Código de Comercio reglamenta especialmente la muerte, la revocación y la renuncia.

a) Muerte del comitente (art. 240) no pone fin a la comisión, sus derechos y obligaciones pasan a
sus herederos.

Si muere el comisionista sí termina la comisión.

«La comisión no se acaba por la muerte del comitente: sus derechos y obligaciones pasan a sus
herederos».

b) Revocación (art. 241). Comitente no puede revocar a su arbitrio cuando su ejecución interesa al
comisionista o a terceros.

«El comitente no puede revocar a su arbitrio la comisión aceptada, cuando su ejecución interesa al
comisionista o a terceros».

c) Renuncia del comisionista (art. 242).

No pone fin a la comisión si causa un perjuicio irreparable al comitente, sea porque no puede
proveer por sí mismo a las necesidades del negocio cometido, sea por la dificultad de dar un
sustituto al comisionista.

«La renuncia no pone término a la comisión toda vez que cause al comitente un perjuicio
irreparable, sea porque no pueda proveer por sí mismo a las necesidades del negocio cometido,
sea por la dificultad de dar un sustituto al comisionista».

Clases de comisión. Art. 236.

Para comprar

Para vender

De transporte terrestre

De operaciones de banco

«La persona que desempeña una comisión se llama comisionista.

Hay cuatro clases de comisionistas:

Comisionistas para comprar,

Comisionistas para vender,

Comisionistas de transporte por tierra, lagos, ríos o canales navegables,

Comisionistas para ejecutar operaciones de banco.

De esta última clase se trata en el título Del contrato y de las letras de cambio».

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