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WLOSKO-Tabú Del Incesto
WLOSKO-Tabú Del Incesto
Los humanos también son animales gregarios y también opera en ellos el deseo
sexual. No obstante este deseo está regulado por la prohibición del incesto, que
podría enunciarse del siguiente modo: “si querés reproducirte debes buscar tu
pareja fuera del núcleo familiar de tus progenitores”.
Esta regla, que se aplica en todos los núcleos familiares, obliga a que el macho
dominante (padre) deje libre a sus hembras (hijas) sabiendo que en otro grupo
familiar harán lo mismo. También evita que los machos no dominantes (hijos)
compitan en combate con el dominante por las hembras (madre y hermanas) del
propio grupo y busquen pareja reproductora por fuera, en un grupo distinto. Esta
regulación social de las relaciones de sexo y descendencia posibilita la exogamia
(buscar pareja sexual fuera del propio grupo) y que se mezclen diferentes grupos
estableciendo lazos entre ellos.
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La palabra tabú procede del hawaiano y/o del tahitiano “tapú”, y designa una conducta, actividad o
costumbre prohibida por una sociedad, grupo humano o religión, es decir, es la prohibición de algo.
Romper un tabú es considerado como una falta imperdonable por la sociedad que lo impone.
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e hijo, madre y yerno, padre y nuera 2. Independientemente de quienes sean los
parientes a los que se aplica la prohibición en cada cultura, hay que tener en cuenta
que es una ley universal que regula en todas las sociedades los intercambios
matrimoniales.
C l a u d e L e v i S t r a u s s : L a p r o h i b i c ió n d e l i n c e s to y e l pa s a j e d e l a
naturaleza a la cultura.
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En casi todas las sociedades conocidas, con la excepción de algunos casos, como los de los
faraones de Egipto o la antigua nobleza hawaiana, el incesto ha sido siempre severamente
castigado y prohibido. Por ello suele ser ocultado y experimentado como una tragedia por quienes
se entregan a él.
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Los antropólogos y los sociólogos han aducido tres argumentos para explicar la existencia de esta
interdicción. Lewis Morgan (1818-1881) argumentó que es una manera de proteger a la sociedad
de los efectos nefastos de la consanguinidad. Havelock Ellis y Edward Westermarck (1862-1939)
afirmaron después que la interdicción se explicaba por la sensación de repulsión ante el acto
incestuoso. Émile Durkheim (1858-1917) propuso entenderlo como la supervivencia de un conjunto
de reglas que imponían la exogamia a las sociedades. Freud abordó la cuestión a través de la
tragedia de Edipo, en una carta a Wilhelm Fliess de octubre de 1897.
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El psicoanálisis le da un lugar central a la prohibición del incesto con los progenitores, aunque en
numerosas sociedades las relaciones que se consideran incestuosas se dan alcanzan a grupos de
parientes que no se reducen al grupo de los miembros de la familia nuclear (padre, madre, hijo,
hija).
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En su obra “Las estructuras elementales del parentesco” (1949), Levi-Strauss
demuestra que la prohibición del incesto permite realizar el pasaje de la naturaleza
a la cultura 5.
Se puede decir que la prohibición del incesto constituye una operación simbólica a
partir de la cual se inaugura la cultura.
¿Por qué?
Porque la idea misma de “parentesco” es socialmente constituida. No hay nada en
la naturaleza que sea del orden del “parentesco” (tener hijos, primos, suegros,
nueras, etc.) en la naturaleza se trata de vínculos de filiación pero no de parentesco.
El parentesco es, en sí, una construcción cultural: es un conjunto de símbolos
creados a partir del hecho de la consanguinidad, que sirve para pensar y actuar en
sociedad. Y, cómo toda construcción simbólica, depende del contexto cultural.
El matrimonio es un tipo de alianza social que, regulada por la prohibición del
incesto, obliga a intercambiar mujeres, es decir, a la exogamia. La prohibición del
incesto es un fenómeno universal que presiona a los grupos humanos a practicar
la exogamia 6.
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El Tabú del incesto, dice Levi-Strauss, “(…) No tiene un origen puramente cultural ni puramente
natural. No es tampoco una dosificación de elementos compuestos tomados en parte de la
naturaleza y en parte de la cultura. Constituye el trayecto fundamental gracias al cual y sobre todo
en el cual se realiza el pasaje de la naturaleza a la cultura. En este sentido pertenece a la
naturaleza, pues es una condición general de la cultura, y en consecuencia no hay que
sorprenderse de que retenga el carácter formal de la naturaleza, es decir, la universalidad."
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La exogamia se define en el contexto de los sistemas de parentesco como una regla que rige para
la elección del cónyuge y que prohíbe la relación matrimonial entre los miembros de un mismo
grupo, el que a su vez puede quedar delimitado por la relación de descendencia, por la pertenencia
a una misma tribu, linaje, clan o localidad. La regla, al establecer que el cónyuge obligatoriamente
debe ser elegido entre los miembros de un grupo ajeno al propio, prohíbe un grupo. La situación
inversa se denomina endogamia donde la regla determina el grupo dentro del cual se debe
contraer matrimonio, es decir, impone un grupo específico.
La exogamia es una regla que favorece el enlace entre grupos sociales diferentes. Una de las
explicaciones más generalizadas y aceptadas del tabú de incesto es que surge con el objetivo de
garantizar la exogamia. (Casarse fuera de los propios grupos de parentesco). La exogamia permite
la generación de redes más amplias, se enfatiza el rol del matrimonio en la creación y
mantenimiento de las alianzas, forzando a sus miembros a casarse fuera. Cumple
una función sociopolítica y garantiza la mezcla genética entre grupos.
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Entre exogamia y prohibición del incesto hay una relación de
complementariedad, ya que ambas son requisitos que regulan el intercambio para
establecer alianzas matrimoniales.
Dicho de otro modo: La prohibición del incesto regula el ejercicio de la
sexualidad, ordenando las relaciones de parentesco, y reglando el intercambio y la
circulación de bienes - en este caso, de las mujeres – e imponiendo la obligación de
exogamia.
Dice Levi-Strauss:
"(…) el fenómeno fundamental que resulta de la prohibición del incesto es
que a partir del momento en que me prohíbo el uso de una mujer, que así
queda disponible para otro hombre, hay en alguna parte un hombre que
renuncia a una mujer que por ese hecho se hace disponible para mí (...)"
"El contenido de la prohibición no se agota en el hecho de la prohibición,
ésta se instaura para garantizar y fundar en forma directa o indirecta, mediata
o inmediata, un intercambio".
Según Levi-Strauss:
“La prohibición del incesto constituye precisamente el vínculo de unión entre
una y otra. (…) En efecto, es menos una unión que una transformación o un
pasaje; antes de ella, la cultura aún no existe; con ella, la naturaleza deja de
existir, en el hombre, como reino soberano.”
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El papel primordial de la cultura es asegurar la existencia del grupo como grupo.
Para ello debe sustituir un modo de reproducción basada en el instinto y en el
poder del más fuerte, por una regulación de otro tipo. La regulación de las alianzas
matrimoniales es parte central de cualquier sistema social.
En "Totem y Tabú" Freud sostiene que cada uno de nosotros, en función de lo que
denomina herencia arcaica o filogenética 7 , reproduce lo experimentado por la raza
humana en sus diversas etapas históricas. Esto explicaría ciertas características
psicológicas del hombre moderno.
Para rastrear esa herencia arcaica recurre un mito o a una fábula fundacional de la
civilización: supuso que hubo un hecho primordial que llevó al horror al incesto y su
consecuente.
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El término "filogénesis" designa la evolución de los seres vivos desde la primitiva forma de vida
hasta el desarrollo de la especie en cuestión. Por ejemplo, la filogénesis del hombre abarca desde la
forma de vida más sencilla hasta la aparición del hombre actual. Mientras “filogénesis” se refiere a
la evolución de la especie, “ontogénesis” se refiere al proceso evolutivo de un individuo dentro de
esa especie.
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La fábula o mito dice mas o menos lo siguiente: la primera estructura social habría
sido la horda primitiva, que estaba gobernada por un macho poderoso, severo y
celoso, quien era el dueño y poseía el acceso a todas las mujeres del grupo. Ante
esta situación, los hijos se habrían confabulado para asesinarlo. Un día, los machos
jóvenes o hijos de la tribu, se rebelaron contra la tiranía del padre: a través de un
acto de violencia colectiva, mataron al padre y se comieron su cadáver. A partir de
esta “cena totémica”, cada uno de los hijos tuvo dentro de sí “un poco del padre”.
Esta “cena totémica” implicó una dimensión simbólica muy importante: no sólo se
habrían comido el cuerpo, sino que principalmente, habrían incorporado sus
atributos espirituales, es decir, se identificaron con el padre. El arrepentimiento y los
sentimientos de culpa que surgieron tras el asesinato los llevaron a instaurar un
nuevo orden social basado en la exogamia, es decir, en la prohibición (o tabú) de
poseer a las mujeres del clan, al tiempo que instauraron el totemismo (o la
prohibición de dar muerte al tótem, figura que sustituye simbólicamente al padre).
El padre una vez asesinado, adquirió más poder y autoridad que cuando estaba
vivo, ya que se instala entre los hijos-hermanos una obediencia retroactiva a la
norma de no acceder a las mujeres del clan. Esta obediencia retroactiva fue posible
por el sentimiento de culpa que se generó luego del asesinato. ¿Por qué se generó
culpa? Porque los hijos no solo odiaban al padre, sino que también lo amaban y
admiraban, es decir, tenían ante esa figura una gran ambivalencia afectiva.
El nuevo orden social instaurado ningún hijo-hermano podía ser el déspota dueño
de todas las mujeres: la prohibición del incesto impedía que los hermanos se peleen
entre sí por las mujeres de su clan, y obligaba a que tuvieran que establecer lazos
con otros clanes para realizar alianzas matrimoniales y reproducirse. Totemismo,
exogamia, prohibición del incesto: tal había sido el modelo común de todas las
religiones, y en particular del monoteísmo.
En esta fábula que Freud desarrolla en Tótem y Tabú, también puede apreciarse el
pasaje de la naturaleza a la cultura: se pasa de la horda primitiva - en la que el
poder era detentado por un padre-tiránico -, a la regulación social en función de la
ley a la cual todos están sometidos de igual manera. No hay nadie que esté por
encima de la ley.
La reglamentación que constituye a la sociedad implica la asunción de una
sexualidad reglamentada, marcada por la prohibición del incesto, y que regula la
circulación de mujeres. El sexo pierde su naturalidad para emerger como una
sexualidad atravesada por el orden simbólico.
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tendencia, así como la existencia de sentimientos de culpa que engendrarían estas
fantasías. En suma: el Complejo de Edipo.
En síntesis: en Tótem y Tabú Freud construye una fábula que permite comprender
como la ley (la prohibición del incesto) es interiorizada por cada nuevo individuo
que adviene a la cultura, y cuya eficacia está regulada por la culpa. No se trata de
una versión “real” de lo que ocurrió históricamente en el “origen”. De hecho, Freud
no cree que la famosa horda haya existido en ninguna parte: el estado original era
de hecho la forma interiorizada en cada sujeto (la ontogénesis) de una historia
colectiva (la filogénesis) que se repite a lo largo de las generaciones.