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Catedra 1 Derecho Privado
Catedra 1 Derecho Privado
1.- Según el artículo 9 del c.c. el legislador no puede dictar leyes con efecto
retroactivo de las leyes
Falso: Arc 9 del código civil no obliga al legislador, obliga al juez y a los particulares
Verdadero
Verdadero.
Verdadero.
Falso: no se requiere ser declarado interdicto, solo se requieren pruebas. Incapaz absoluto
por su demencia.
Desarrollo. –
Art. 1 Código civil: La ley es una declaración de la voluntad soberana, que, manifestada
en la forma prescrita por la constitución, manda, prohíbe o permite.
Territorio, relacionado con estatuto real, estatuto personal o lo relacionado con los actos
jurídicos.
Estatuto real; Art. 16 y sus excepciones art. 81, 955 y 998 del código civil, 15 incs.
N°2 Constitución política.
Art. 16 Los bienes situados en chile están sujetos a las leyes chilenas, aunque sus dueños
sean extranjeros y no residan en chile.
Pero los efectos de los contratos otorgados en país extraño para cumplirse en chile se
arreglarán a las leyes chilenas.
Art. 955 La sucesión de los bienes de una persona se abre en el momento de su muerte
en su ultimo domicilio; salvo los casos expresamente exceptuados.
La sucesión se regla por la ley de domicilio en que se abre; salvo las excepciones legales.
Art. 998 en la sucesión abintestato de un extranjero que fallezca dentro o fuera del
territorio de la república, tendrán los chilenos a titulo de herencia o de alimentos, los
mismos derechos que según las leyes chilenas les correspondieran sobre la sucesión
intestada de un chileno.
Los chilenos interesados podrán pedir, que se les adjudique en los bienes del extranjero
existentes en chile todo lo que corresponda en la sucesión del extranjero.
Esto mismo se aplicará en caso necesario a la sucesión de un chileno que deja bienes en
país extranjero.
Las leyes relativas a los bienes se aplican territorialmente y excluyen la aplicación de la ley
personal del propietario: "Los bienes situados en Chile están sujetos a la ley chilena,
aunque sus dueños sean extranjeros y no residan en Chile" (art. 16.1 CC). Es la aplicación
de la regla cuyo aforismo es lex loci rei sitae.
La norma se aplica a todos los bienes corporales, sean muebles o inmuebles. Los
incorporales no son objeto de la norma, ya que ellos no pueden "situarse" territorialmente,
salvo en el caso de derechos reales, que recaen directamente sobre cosas corporales, que
sí tienen un sitio localizado.
La regla tiene una excepción en la que la ley permite que se aplique la ley extranjera a
bienes situados en el territorio nacional: se trata de la aplicación de las reglas de la
sucesión por causa de muerte. Conforme al art. 955.2 del Código Civil la sucesión se regla
por la ley del domicilio en que se abre, salvas las excepciones legales, y el domicilio en
que se abre es el del último domicilio del causante. De este modo, aunque los bienes
estén en Chile, si el causante muere teniendo su último domicilio en Brasil, la sucesión se
regirá por la ley brasileña (aunque los asignatarios chilenos pueden hacer valer los
derechos que les otorga la ley chilena adjudicándose los bienes existentes en Chile:
art. 998 CC). Si quien fallece con domicilio en el extranjero es un chileno, el cónyuge y
parientes chilenos podrán aplicar en su beneficio la ley chilena, conforme al art. 15 No 2
del Código Civil.
El art. 16 del Código Civil tiene aplicación a todas las normas que se refieran directamente
a los bienes, y no al estado o la capacidad de las personas. Así se ha dicho que el
usufructo que tiene el padre que ejerce la patria potestad sobre los bienes del hijo y las
normas de administración de bienes de la sociedad conyugal por parte del marido no son
leyes reales, sino personales; pero sí lo sería el privilegio de la cuarta clase que tiene la
mujer y el hijo por la administración de sus bienes por el marido o padre, como se deduce
del art. 2284 del Código Civil. La distinción sólo tiene relevancia si los interesados no sólo
no son chilenos, sino si tampoco habitan en Chile, ya que aunque se trate de leyes
personales, estando los interesados residiendo en Chile se aplica también la ley chilena (ya
que como hemos dicho, no se reconoce el estatuto personal del extranjero en Chile).
La ley es obligatoria para todos los habitantes, de la república incluso los extranjeros.
A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles, permanecerán sujetos los
chilenos, no obstante, su residencia o domicilio en país extranjero.
1°En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos,
que hayan de tener efecto en chile;
2°En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero solo
respecto de sus cónyuges y parientes chilenos.
El art. 15 aplica la extraterritorialidad del estatuto personal, que seguirá al chileno como
su sombra en cualquier parte en que se encuentre: "A las leyes patrias que reglan las
obligaciones y derechos civiles permanecerán sujetos los chilenos, no obstante, su
residencia o domicilio en país extranjero:
2o En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero sólo
respecto de sus cónyuges y parientes chilenos".
2o Obligaciones y derechos civiles relativos a la capacidad para ejecutar actos que hayan
de tener efecto en Chile: la expresión "hayan de tener efecto" se ha interpretado que se
refiere a actos en los que la parte pudo prever que iban a tener efectos en el país, puesto
que necesariamente los iban a tener.
3o Obligaciones y derechos civiles que nacen de las relaciones de familia respecto del
cónyuge o parientes chilenos: al parecer aquí el Código limitó el alcance de las
obligaciones del No 1, ya que lo restringió sólo a relaciones con el cónyuge o parientes
chilenos.
Así como la ley chilena considera que se aplica extraterritorialmente en este caso a los
chilenos que residan en el extranjero, podría haber sido congruente que se reconociera
que lo mismo se aplicara respecto de los extranjeros residentes o domiciliados en Chile (es
decir, que se les aplicara su propio estatuto personal: la ley de su nacionalidad). No ha
sido así, sin embargo, ya que el Código Civil les aplica la ley chilena, en cuanto habitantes
de la República. Por eso, si un extranjero se casa
en Chile su matrimonio se rige enteramente por la ley chilena, incluidos sus efectos: "Los
efectos de los matrimonios celebrados en Chile se regirán por la ley chilena, aunque los
contrayentes sean extranjeros y no residan en Chile" (art. 81 LMC).
Sólo por excepción pueden referirse algunos casos en los que se ha cambiado este
criterio, y esto por legislación posterior. Así, el actual art. 135.2 del Código Civil dispone
que los cónyuges de un matrimonio celebrado en el extranjero se entienden separados de
bienes (no en sociedad conyugal como se aplica a los chilenos) a menos que pacten
sociedad conyugal o participación en los gananciales al inscribir su matrimonio en el
Registro Civil chileno. Aunque se les da la opción, ninguna de ellas es aplicar su ley
nacional o la del domicilio conyugal.
La misma Ley de Matrimonio Civil admite que las sentencias de divorcio o nulidad dictadas
por tribunales extranjeros puedan ser reconocidas en Chile si se aplica el trámite del
exequátur previsto en el Código de Procedimiento Civil, con algunas limitaciones (art. 83
LMC).