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UNIVERSIDAD PRIVADA SAN JUAN BAUTISTA

PROGRAMA ACADÉMICO DE LA ESCUELA PROFESIONAL DE


MEDICINA HUMANA
TRABAJO MONOGRÁFICO

ESÓFAGO DE BARRETT

PRESENTADO POR:

✓ GALVEZ LLAMOCCA, Gheraldine


✓ LENGUA YGLESIAS, Reyshelle Grace
✓ LLAMA VERA, Maurizzio Kevin
✓ MANRIQUE CRUZ, Mayeli Mercedes
✓ OREJUELA VARGAS, Belén Ivette
✓ QUISPE BOLÍVAR, Terry Máximo

DOCENTE:

✓ MEZONES VEGA, Manuel Javier

CHINCHA - PERÚ
2022-2
2
ÍNDICE

Contenido
I. INTRODUCCIÓN ...............................................................................................................4
II. ANTECEDENTES ...............................................................................................................5
2.1. INTERNACIONALES .................................................................................................5
2.2. NACIONALES ............................................................................................................5
III. MARCO TEÓRICO .........................................................................................................6
3.1. Definición .....................................................................................................................6
3.2. Epidemiología ..............................................................................................................6
3.3. Causas ..........................................................................................................................7
3.4. Síntomas .......................................................................................................................8
3.5. Factores de riesgo .........................................................................................................8
IV. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO ...........................................................................12
V. CASO CLÍNICO ................................................................................................................14
VI. CONCLUSIONES .........................................................................................................15
VII. REFERENCIAS .............................................................................................................17
VIII. ANEXOS .......................................................................................................................18

3
I. INTRODUCCIÓN

El esófago de Barrett (EB) es una complicación de la enfermedad por reflujo

gastro-esofágico consistente en la sustitución del epitelio escamoso por epitelio columnar

metaplásico.1 Otros agentes lesivos, como los ácidos biliares, pueden favorecer su

aparición. Es una lesión premaligna, que puede evolucionar a adenocarcinoma. Este

tumor ocasiona síntomas tardíos, lo que obliga a un seguimiento endoscópico con

múltiples biopsias, para detectar el grado de displasia o el adenocarcinoma en estadios

susceptibles de tratamiento eficaz.

Dada la alta prevalencia de EB, el coste de los programas de vigilancia es alto y

su seguimiento difícil. Actualmente dos objetivos son prioritarios: 1) Definir factores

predictivos de evolución a displasia-carcinoma, que obligan a un seguimiento estrecho.

2) Conseguir la remisión completa o impedir la progresión a adenocarcinoma. 2 Ninguno

de los tratamientos actualmente aceptados ha demostrado efectividad inequívoca.

Recientemente se han desarrollado nuevas técnicas endoscópicas con resultados

preliminares prometedores, que requieren confirmación en series amplias.

Este es un trabajo realizado con el fin de profundizar acerca del Esófago de Barret,

hablaremos sobre su deficcion, diagnóstico y tratamiento; y en especial señalaremos un

caso clínico sobre la enfermedad a tratar. Para la realización de esta monografía se ha

trabajado en grupo y se ha recurrido a la búsqueda de bibliografía concerniente en libros

de texto de medicina, artículos de revistas científicas y artículos médicos relacionados, a

los cuales se accedió por medio de Internet, a través de la palabra clave: Esófago de

Barret.

4
II. ANTECEDENTES

A continuación, se presentan investigaciones desde el campo internacional y

nacional relacionado con el problema de investigación, esófago de Barrett, como

categoría principal del presente trabajo.

2.1. INTERNACIONALES

Bernal M, Felipe H. y Mendoza B. (Colombia, 2020). “Caracterización

demográfica de la población con esófago de Barrett en dos instituciones médicas de

Bogotá, Colombia”. El presente estudio tiene como objetivo conocer cuáles son las

características demográficas principales de la población diagnosticada con esófago de

Barrett en dos instituciones médicas de Bogotá, con una muestra constituidas por 3000

pacientes, tipo de estudio de corte transversal multicéntrico.3 A partir de estos reportes se

tomaron los datos requeridos. Asimismo, se realizó un análisis estadístico descriptivo de

dichos datos. Dando como resultado que, en las instituciones analizadas, el esófago de

Barrett es una patología de muy baja prevalencia y predominante en mujeres de edad

avanzada con síntomas de reflujo gastroesofágico, sobrepeso y antecedente de

tabaquismo.

2.2. NACIONALES

Ramos J. y Arantes V. (Lima, 2019). “Esófago de Barrett con displasia de

alto grado o adenocarcinoma intramucoso: ¿EMR o ESD?”. El objetivo del presente

artículo es revisar los principales estudios para una visión más clara y a su vez elegir el

procedimiento endoscópico terapéutico resectivo de los mencionados (EMR/ESD). De lo

mencionado en el artículo, se dice que el esófago de Barrett (EB) genera un gran impacto

en la calidad de vida de estos pacientes y la incidencia de esta patología incrementa debido

a diversos factores de riesgo que la condicionan, entre ellos principalmente la enfermedad

por reflujo gastroesofágico. Sin embargo, uno de los puntos más controversiales en el

5
manejo del esófago de Barrett complicado con alguna lesión pre-neoplásica es el tipo de

abordaje endoscópico resectivo: resección endoscópica de mucosa (EMR) o disección

endoscópica de submucosa (ESD).4

III. MARCO TEÓRICO


3.1. Definición

EL esófago de Barrett es una condición adquirida, en el cual el epitelio escamoso

estratificado esofágico normal será reemplazado por un epitelio columnar simple, que se

reconoce endoscópicamente como una lesión asalmonada con un mínimo de extensión de

1 cm y donde se confirme la presencia de metaplasia intestinal. La presencia de este

epitelio columnar en el esófago distal, sea metaplásico intestinal o gástrico, expone la

dolencia del paciente por la enfermedad del reflujo gastroesofágico. 5

Está enfermedad es la única lesión pre maligna conocida que predispone al

adecarcinoma de esófago; si bien el riesgo a una adquisición de cáncer es menor

aproximadamente un 0.3% anual. El epitelio de Barrett se desarrolla alcanzando su

máxima longitud rápidamente, manteniéndose estable por años. Se estableció una

clasificación siguiendo la evolución y repuesta:

✓ Esófago de Barrett de segmento corto: Esófago de Barret con una extensión menor

a 3 cm.

✓ Esófago de Barrett de segmento largo: Esófago de Barret con una extensión mayor

a 3 cm.

En general está enfermedad es causada por el reflujo gastroesofágico, una

condición en donde el ácido gástrico retrocede hacia el esófago, causando síntomas y

lesiones.

3.2. Epidemiología

6
El EB se diagnostica durante la endoscopia digestiva alta de vigilancia o en

pacientes con síntomas de ERGE (Enfermedad por reflujo Gastroesofágico), y la edad

promedio al momento del diagnóstico es de aproximadamente 55 años. En pacientes

adultos sometidos a endoscopia por reflujo gastroesofágico sintomático, del 3% al 5%

tienen EB largos y del 10 al 20% tienen EB cortos.

El EB largo es especialmente raro en pacientes sin antecedentes de reflujo. En la

población adulta occidental, la prevalencia de EB (principalmente segmentos cortos)

oscila entre el 1,6 % y el 6,8 %. Puede ocurrir en niños, aunque rara vez ocurre antes de

los 5 años. Es raro en negros y asiáticos. Los datos de prevalencia en América Latina son

contradictorios. La prevalencia en los Estados Unidos oscila entre el 0,4 % y el 20 %,

según la población estudiada y la definición utilizada. La proporción de hombres a

mujeres es de aproximadamente 2-3:1.6 La mayoría de las enfermedades asociadas con

EB también son factores de riesgo para el adenocarcinoma esofágico (ADC). Se han

descrito grupos familiares en algunos casos, pero no está claro si esto se debe a la

susceptibilidad genética o a factores ambientales. Por supuesto, no existe una única

etiología que contribuya al desarrollo del EB, ya que se diagnostica en menos del 10% de

los pacientes con ERGE, y el reflujo gastroesofágico (RGE) es una condición necesaria

para su desarrollo, quizás la condición más importante, pero no suficiente. Además, el

RGE no es un marcador fiable de EB, ya que muchos pacientes con esta metaplasia no

refieren antecedentes de pirosis, especialmente del tipo de segmento corto. Deben existir

otros factores o condiciones para explicar el desarrollo de esta complicación, incluyendo

la susceptibilidad genética y algunos aún desconocidos. Por otro lado, se han identificado

factores protectores para el desarrollo de EB.

3.3. Causas

7
El esófago de Barrett se debe a un reflujo gastro-esofágico grave, mantenido en el

tiempo. El paso de contenido ácido del estómago al esófago produce una irritación

continua del epitelio del esófago que puede favorecer su transformación cancerosa. La

principal causa del esófago de Barrett se debe a un reflujo crónico o la esofagitis, que es

una inflamación dañar los tejidos del esófago.

Los factores de riesgo para el desarrollo de un esófago de Barrett son:

antecedentes familiares, ser varón y ser de edad avanzada, ser raza blanca, reflujo

gastroesofágico crónico, presencia de una hernia de hiato, obesidad, tabaquismo, historia

familiar de esófago de Barret o de cáncer de esófago y síndrome de apnea del sueño.

3.4. Síntomas

El esófago de Barrett no produce ningún síntoma concreto. Las personas con

reflujo sentirán al principio lo que conocemos como “ardores”, que de forma eventual no

suelen revestir importancia, pero en el momento en que los ardores pasan a ser crónicos

es cuando podemos comenzar a estar desarrollando una inflamación de nuestro esófago.

El desarrollo del esófago de Barrett se atribuye con mayor frecuencia a la enfermedad por

reflujo gastroesofágico de larga data, que puede incluir estos signos y síntomas:

✓ Acidez estomacal frecuente y regurgitación del contenido del estómago

✓ Dificultad para tragar alimentos

✓ Dolores en pecho, en menor medida

✓ Sensación de quemazón por debajo del pecho

Se debe consultar a un médico de inmediato si presenta: dolor en el pecho que

puede ser síntoma de un ataque cardiaco, vómitos con sangre roja o sangre que parece

granos de café, heces oscuras o con sangre o pérdida de peso no intencional.

3.5. Factores de riesgo

8
Los pacientes con síntomas de reflujo gastroesofágico crónico (más de 5 años

de evolución) presentan un riesgo aumentado para el desarrollo de Esófago de Barrett.

Se han publicado trabajos que muestran la presencia de enfermedad de Barrett en el

15% de los pacientes estudiados con síntomas de ERGE en forma crónica mientras que

se detectó EB sólo en el 1 a 2% en estudios hechos en población general 100.

En 1997 Lieberman y Col. publicaron en la American Journal of Gastroenterology

41 un estudio de cohorte con 701 paciente que presentaban reflujo a los que se le realizó

una endoscopía alta identificando Esófago de Barrett en 77 (11%) de ellos.

Luego demostró un incremento significativo y gradual del riesgo de asociación

de Esófago de Barrett a la enfermedad por reflujo. Describió como la distribución de los

pacientes con Esófago de Barrett lejos de ser homogénea, se incrementaba

progresivamente en los pacientes divididos en un grupo de 1 año de evolución, otro de

más de 5 años de evolución y un último grupo de más de 10 años de evolución. Los

pacientes que viven en países desarrollados presentan una mayor incidencia de

Esófago de Barrett, pero esta asociación está directamente relacionada al aumento de

enfermedad por reflujo gastroesofágica en dichas poblaciones.

• Sexo: En cuanto al género, el sexo masculino ha sido identificado

consistentemente como factor de riesgo para la presentación de Esófago de

Barrett y Adenocarcinoma de Esófago.

• Antecedentes familiares: Los antecedentes familiares

determinan otro factor de riesgo. Chak y col. publicaron en 2002 en la revista Gut

un estudio de cohorte en el que establecen que el Esófago de Barrett es

significativamente más frecuente en pacientes con familiares de primer o

segundo grado que tienen diagnóstico de Esófago de Barrett al compararlo con

un grupo control, aumentando la presentación de 5% a 24%. Por sus

antecedentes, la raza caucásica es en sí un factor de riesgo.

9
• Edad: La edad es un factor de riesgo para EB. Se describe un

riesgo aumentado con respecto a la población general en pacientes de 50 años

o más. Un análisis realizado utilizando la base de datos CORI (Clinical Outcomes

Research Initiative) demostró que la progresión a Esófago de Barrett en

pacientes con reflujo gastroesofágico en tercera década de la vida está en el

orden del 2%, mientras que aumenta a 9% en la sexta década (63,90) .

Obesidad: Al analizar la distribución de la grasa corporal se puede determinar

que los pacientes con un patrón de distribución de la grasa centroabdominal son

los principalmente afectados por esta patología. Es clara la asociación de la

obesidad con la predisposición a reflujo gastroesofágico y de esta manera uno

podría suponer el aumento del riesgo para Esófago de Barrett. Para evitar ese

sesgo, Singh S y col. publicaron un meta-análisis en 2013 en el que demostraron

como la asociación con el riesgo aumentado para Esófago de Barrett en

pacientes con obesidad central con respecto a los pacientes con hábito corporal

normal, se mantuvo luego de ajustar los resultados según índice de masa

corporal (IMC) y reflujo gastroesofágico, sugiriendo entonces que la Obesidad

centroabdominal es un factor de riesgo independiente para Esófago de Barrett y

Adenocarcinoma de esófago. De hecho, la obesidad en sí por IMC no es

considerada un factor de riesgo si el patrón de distribución de la grasa no es

centroabdominal. Al estudiar la obesidad central como factor de riesgo en ambos

sexos, no hubo diferencias significativas.

• Tabaquismo: Andrici J y col. realizaron en 2013 una revisión

bibliográfica y un meta-análisis para determinar la asociación entre el consumo

de tabaco y el Esófago de Barrett. Incluyeron 7069 pacientes con Esófago de

Barrett, observaron que el grupo de pacientes tabaquistas, incluidos los

extabaquistas también, presentó mayor incidencia de Esófago de Barrett que el

grupo no tabaquista sin antecedentes de enfermedad por reflujo

gastroesofágico, pero igual incidencia que el grupo de no tabaquistas con reflujo.

10
Concluyen con estos datos que el tabaquismo es un factor de riesgo para el

Esófago de Barrett, pero no en forma independiente sino relacionada a la

predisposición para el desarrollo de enfermedad por reflujo y su consecuente

incremento de riesgo para Esófago de Barrett.9

• Alcohol: En contraposición a lo que ocurre con el tabaco, el

consumo de alcohol no representa un factor de riesgo significativo para el

Esófago de Barrett. Incluso hay trabajo que sugieren un efecto protector para

Esófago de Barrett en el consumo de vino.

• Helicobater pylori: La infección por Helicobacter Pylori ha

demostrado ser un factor protector siendo asociada a una disminución en la

incidencia de Esófago de Barrett en los pacientes infectados.

FACTORES DE RIESGO CON DISPLASIA EN ESÓFAGO DE BARRETT

Gopal D.V. y col. publicaron en 2003 los resultados de un consenso multicéntrico

en el que se analizaron los factores de riesgo para desarrollar displasia y

Adenocarcinoma de esófago en 309 pacientes con Esófago de Barrett. Uno de los

factores prevalentes descriptos fue la edad, con un incremento en la probabilidad de

presentación de displasia de 3,3 % por año.10 El otro factor predisponente para displasia

y Adenocarcinoma de esófago identificado fue la máxima extensión del Esófago de

Barrett. El estudio determinó que, en Esófago de Barrett de segmento largo, el riesgo

de malignización aumenta 14% por cada centímetro que supera los 3 cm de extensión

hacia proximal. Si bien el avance de la edad y la máxima extensión del Esófago de

Barrett son factores de riesgo, se han señalado factores protectores. En un meta-análisis

publicado por Singh en la revista Gut en el 2014 demostró sobre una muestra de 2813

pacientes, una reducción del riesgo para el desarrollo de Displasia y Adenocarcinoma

de esófago del 71% por la administración de Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP).

FACTORES DE RIESGO DE PROGRESIÓN DE ESÓFAGO DE BARRETT

CON DISPLASIA A DISPLASIA DE ALTO GRADO O CÁNCER

11
El riesgo de desarrollar adenocarcinoma de esófago en la población general se

estima del 0,33%. En un meta-análisis llevado a cabo por Desai T.K. y col. en 2012, se

demostró que la incidencia anual de Adenocarcinoma de esófago en pacientes con

Esófago de Barrett de segmento corto sin displasia es de 0,19 %.

En pacientes con Esófago de Barrett con displasia leve la progresión a displasia

de alto grado y a Adenocarcinoma de esófago es de 1,7% y 0,5% respectivamente,

según los meta-análisis presentes en la bibliografía. Con el objetivo de precisar el riesgo

de progresión a Adenocarcinoma de Esófago en pacientes con Esófago de Barrett con

displasia de alto grado se realizó un meta-análisis (60) que incluyó 236 pacientes y

estableció una incidencia anual de progresión de 7%.

IV. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

Diagnostico

Los pacientes con EB no poseen una clínica propia, siendo los síntomas que

presentan los mismos de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (pirosis,

regurgitaciones) o los de sus complicaciones (disfagia). Además, se estima que hasta un

tercio de los pacientes con EB no han presentado síntomas al momento del diagnóstico.

Para realizar el diagnóstico deben cumplirse dos criterios, endoscópico e

histológico, de acuerdo a lo establecidos por la Asociación Americana de

Gastroenterología (AGA). El primero de ellos es la observación endoscópica del

desplazamiento de la unión escamo-columnar en sentido proximal en el esófago distal.

Endoscópicamente el epitelio columnar es de color rojizo y posee un aspecto

aterciopelado en contraste con el epitelio escamoso que es de coloración blanquecino y

brillante. La yuxtaposición de ambos epitelios constituye la unión escamo-columnar que

es la llamada línea Z. La unión gastroesofágica (GEJ) es una línea imaginaria donde

anatómicamente termina el esófago y comienza el estómago.

12
Desde un punto de vista práctico se la puede definir en el nivel más proximal

donde comienzan los pliegues gástricos. De esta manera, cuando la unión escamo-

columnar migra en sentido proximal y no coincide con la GEJ queda un segmento entre

ambas de epitelio columnar a nivel esofágico. 11

El segundo criterio diagnóstico es el estudio anatomopatológico de las biopsias

obtenidas de este segmento. Si informa sobre la existencia de un epitelio intestinal

especializado con presencia de células caliciformes (ausentes en los epitelios gástrico y

esofágico), que se tiñen con azul de Alcian o son positivas con la técnica de PAS, entonces

se puede realizar el diagnóstico de EB. Si bien no está universalmente aceptado, para

aumentar la sensibilidad diagnóstica se recomienda tomar múltiples biopsias, debido a

que el epitelio intestinal muchas veces no se distribuye uniformemente en el epitelio

columnar. Es por esto que el grupo de trabajo de la AGA recomienda tomar biopsias de

los 4 cuadrantes, iniciándose a la altura del borde proximal de los pliegues gástricos y

ascendiendo cada 2 cm hasta la unión escamocolumnar.

Tratamiento

Se requiere realizar endoscopia con frecuencia, ello significa cada 1 o máximo 2

años. El tratamiento endoscópico puede solucionar el problema y evitar tratamientos más

agresivos e invasivos.

Hay técnicas que son más invasivas muy eficaces, pero no libres de

complicaciones. Entre ellas están, cuando hay displasia de alto grado, es la recepción y/o

eliminación de la mucosa. Y lo que se ha mostrado más eficaz por su facilidad en la

repetición y por las pocas complicaciones que tiene es el uso de radiofrecuencia, que es

una técnica térmica por calor que lo que produce es destrucción del recubrimiento inicial

de la mucosa anómala, tenga o no displasia, la colonización y el recubrimiento por la

13
mucosa normal, o sea la esofágica, de tal forma que con 1 o 2 sesiones se consigue con

un porcentaje muy elevado, superior al 95% que vuelva a reaparecer la mucosa normal,

pero no se tiene que olvidar que si no disminuimos de una forma eficaz la acidez gástrica

es muy probable que pueda aparecer, por eso el uso de fármacos para la inhibir el ácido

del estómago es fundamental y necesario.

El tratamiento del esófago de Barrer puede incluir distintas estrategias y va a

depender del grado de displasia que tenga el paciente.

Por ejemplo: aquellos pacientes que presentan esófago de Barrer sin displasia, lo

único que requieren es recibir fármacos con inhibidores de la secreción ácida. Ojo que

esto no previene el cáncer, pero sí prevenir un avance de sin displasia a que presente

displasia de bajo y/o alto grado.

Pacientes con bajo grado de displasia, pueden ser sometidos a distintas estrategias,

todas ellas son endoscópicas. Aquí se busca la recepción y/o eliminación de los segmentos

del esófago de Barrer, que pueden ser por medio del uso de algunas ligas, entre otros.

Aquí se pueden usar tratamientos sistémicos, es decir, al paciente se le puede dar una

sustancia, y dentro del esófago se estimula como una luz y lo que hace es quemar a las

células que adquieren estas sustancias, o se puede colocar una sonda y quemar, es decir,

una ablación de las partes del esófago que tienen esófago de barrer. 12

E incluso aquellas personas que tienen displasia de alto grado o carcinoma in situ,

en algunas ocasiones se puede realizar un tratamiento quirúrgico.

V. CASO CLÍNICO

Descripción del caso:

Se presenta un paciente de sexo masculino, de 67 años, con antecedentes

personales de pirosis y regurgitaciones de 4 años de evolución. Se realizó una video

14
gastroscopía evidenciándose a nivel del tercio inferior esofágico una lesión sésil (0-Is,

clasificación endoscópica de París), de 7 mm de diámetro, rodeada de un islote de mucosa

símil gástrica de 4 mm de diámetro (Figura 1). Las biopsias tomadas de la lesión elevada

informaron displasia de alto grado asociada a metaplasia gástrica, sin evidencia de

metaplasia intestinal.13

Las biopsias del islote informaron metaplasia gástrica sin displasia. Estos

resultados fueron confirmados por otro patólogo con experiencia en patología digestiva.

Se realizó una mucosectomía endoscópica con ligadura (técnica de Duette) de toda la

lesión en un bloque (Figuras 2 y 3).

La anatomía patológica de la pieza informó displasia de alto grado con elementos

morfológicos compatibles con metaplasia gástrica, margen horizontal y vertical libres de

lesión (Figuras 4 y 5).

Se indicó un inhibidor de la bomba de protones (IBP) a una dosis simple cada 12

horas. En la evolución, al mes de iniciado el tratamiento, el paciente presentó una

dermatosis diseminada, en axilas, tronco y miembros inferiores, con las máximas lesiones

a nivel de las piernas, caracterizada por múltiples placas eritemato-violáceas,

confluyentes por sectores, algunas con escama fina blanquecina y sectores escoriados

(Figura 6).

VI. CONCLUSIONES

✓ Al desarrollar este tema en la monografía, se ha intentado profundizar en qué es

la enfermedad por reflujo gastroesofágico o también llamado “Esófago de Barret”,

cuáles son las causas o síntomas que albergan esta enfermedad, cómo se puede

llegar a un diagnóstico precoz, a un tratamiento oportuno del EB y además, en

cómo lograr un seguimiento adecuado.

15
✓ Resaltamos que el esófago de Barrett es una condición adquirida, en el cual el

epitelio escamoso estratificado esofágico normal será reemplazado por un epitelio

columnar simple, que se reconoce endoscópicamente como una lesión

asalmonada.

✓ Esta enfermedad no produce ningún síntoma concreto. Las personas con reflujo

sentirán al principio lo que conocemos como “ardores”, que de forma eventual no

suelen revestir importancia, pero en el momento en que los ardores pasan a ser

crónicos es cuando podemos comenzar a estar desarrollando una inflamación de

el esófago.

✓ La forma de llegar a un diagnóstico precoz del EB ha quedado clara, recurriendo

obviamente a la endoscopía con toma de biopsias en los pacientes.

✓ En cuanto al tratamiento, se han nombrado diferentes alternativas, el tratamiento

endoscópico puede solucionar el problema y evitar tratamientos más agresivos e

invasivos.

16
VII. REFERENCIAS

1. Lentati, S. L., Barrios, S. A., Rudaz, R., & Borba, M. V. (2005). Esófago de
Barret. Rev. Post Vìa Catedra Medicina, 142, 16-23.
2. Alcorta, J. D., Betés, M. T., de la Riva, S., Súbtil, J. C., & Muñoz-Navas, M.
(1998). Esófago de Barret. Revista de Medicina de la Universidad de Navarra,
21-31.
3. Bernal Vaca ML, García Arévalo HF, De Molano BM. Caracterización
demográfica de la población con esófago de Barrett en dos instituciones médicas
de Bogotá, Colombia. Rev Colomb Gastroenterol [Internet]. 2020; 35(3):311–8.
Disponible en: https://revistagastrocol.com/index.php/rcg/article/view/488
4. Ramos JJA, Arantes V. Esófago de Barrett con displasia de alto grado o
adenocarcinoma intramucoso: ¿EMR o ESD? Rev Gastroenterol Perú [Internet].
2019: 39(3):265–72. Disponible en:
http://revistagastroperu.com/index.php/rgp/article/view/982
5. Ferro, D. L., Martorell, S., & Galindo, F. Esófago de Barrett. Galindo F.
Enciclopedia Cirugía Digestiva. 2018: t1-172. Disponible en:
https://sacd.org.ar/wp-content/uploads/2020/05/Esofago-de-Barrett.pdf
6. Ramírez, M. Fluxá, F. ESÓFAGO DE BARRETT: REVISIÓN DE LA
LITERATURA. Elsevier. 2015: 26(5): 557-564. Disponible en:
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-
articulo-esofago-de-barrett-revision-de-S0716864015001200
7. Mayo Clinic. Esófago de Barrett. [Internet]. 2022. Disponible en:
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/barretts-
esophagus/symptoms-causes/syc-20352841
8. Asociación de Enfermos de Esófago de Barrett. Esófago de Barrett.
CINFASALUD. [Internet]. 2022. Disponible en:
https://cinfasalud.cinfa.com/p/esofago-de-barrett/
9. Gómez, G. Factores de riesgo asociados a Esófago de Barrett en pacientes
hospitalizados. Revista de la Facultad de Medicina Humana. 2021. 21(1), 186-
198.
10. González, N., Parra-Blanco, A., & Cohen, H. Esófago de Barrett: Actualización
del tema. Acta Gastroenterológica Latinoamericana 2012: 42(4), 333-347.
Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/1993/199325428013.pdf
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de alto grado como resultante de metaplasia gástrica. Acta Gastroenterológica
Latinoamericana, 2014: 44(3), 252-256. Disponible en:
https://www.redalyc.org/pdf/1993/199332403016.pdf

17
VIII. ANEXOS

ANEXO A. Figura 1. Lesión sésil en esófago distal (0-Is clasificación de París), rodeada

de un islote de mucosa símil gástrica.

Figura 2. Se observa el capuchón (set de Duette) y la ligadura de la lesión a resecar.

Figura 3. Base post-resección de la lesión con asa de diatermia.

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