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Tarea 12 Administracion
Tarea 12 Administracion
oral?
La comunicación escrita incluye memoranda, cartas, correo electrónico, publicaciones
de la organización, periódicos murales, y cualquier otro instrumento que sirva para
transmitir palabras o símbolos escritos. ¿Por qué preferiría un emisor usar la
comunicación escrita? Porque es tangible, comprobable, y más permanente que la oral.
Por lo general, tanto el emisor como el receptor llevan un registro de la comunicación
escrita. Pueden guardar el mensaje durante un tiempo indefinido. Si existen dudas
acerca del contenido del mensaje, éste estará físicamente disponible para referencias
futuras. Esta característica es especialmente importante en el caso de comunicados
complejos o largos. Por ejemplo, el plan de marketing de un producto nuevo
seguramente contendrá una serie de tareas que deben ejecutarse a lo largo de varios
meses.
Cuando el plan ha sido presentado por escrito, las personas que lo tienen que iniciar se
podrán referir al documento, sin dificultad alguna, durante todo el tiempo que abarque.
Otra ventaja de la comunicación escrita se deriva del proceso mismo. Salvo en
contados casos, ponemos más cuidado en la palabra escrita que en la hablada. La
persona que escribe algo tiene que pensar con más cuidado lo que quiere transmitir.
Por lo tanto, es más probable que los comunicados escritos estén bien pensados y
sean lógicos y claros.
Por supuesto, los mensajes escritos tienen sus inconvenientes. Los textos tal vez sean
más precisos, pero también requieren mucho más tiempo. Usted puede transmitir a su
profesor de la universidad mayor cantidad de información en un examen oral de una
hora que en uno escrito, también de una hora. De hecho, usted podría decir en 10 o 15
minutos lo mismo que podría escribir en una hora. Otra gran desventaja es la
retroalimentación o, mejor dicho, la falta de ésta.
La comunicación oral permite a los receptores responder de inmediato a lo que piensan
que han escuchado. Sin embargo, la comunicación escrita no incluye este mecanismo
de retroalimentación. El hecho de enviar un memorándum no garantiza que éste sea
recibido y, en caso de que lo sea, no garantiza que el receptor lo interprete tal como
pretendió el emisor. Este segundo punto también es relevante en el caso de los
comunicados orales, pero entonces es mucho más fácil pedir al receptor que resuma lo
que le hemos dicho. Una síntesis exacta nos presenta evidencia de que el mensaje ha
sido recibido y entendido.
emisor, es decir, nos colocamos en su posición. Como los emisores tienen distintas
actitudes, intereses, necesidades y expectativas, la empatía nos facilita la posibilidad
de entender el contenido real de un mensaje. La persona que escucha con empatía no
formula juicios acerca del contenido del mensaje y escucha con atención lo que dice la
otra parte.
¿POR QUÉ DEBEMOS CONTENER NUESTRAS EMOCIONES? Sería ingenuo
suponer que los gerentes siempre se comunican de modo enteramente racional.
Sabemos que las emociones pueden obnubilar y distorsionar gravemente la
transferencia de significado. El gerente que está alterado emocionalmente por algo
seguramente malinterpretará los mensajes que reciba y no podrá expresar con claridad
ni exactitud los mensajes que envíe. ¿Qué puede hacer el gerente? La respuesta más
sencilla es: detener la comunicación hasta que recupere la compostura.
¿POR QUÉ HACER HINCAPIÉ EN LAS PISTAS NO VERBALES? Si los actos dicen
más que las palabras, entonces es importante que vigilemos nuestros actos para
asegurarnos que concuerdan y refuerzan las palabras que los acompañan. Antes
señalamos que los mensajes no verbales tienen mucho peso. Considerando esta
realidad, el buen comunicador vigila los indicios no verbales para asegurarse de que
también transmitan el mensaje como desea.