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Proceso 8000

“Elecciones presidenciales de 1994 y surgimiento del Proceso 8000”

En la contienda electoral para la presidencia 1994-1998 se enfrentaron en segunda vuelta los


candidatos Andrés Pastrana Arango por el Partido Conservador y Ernesto Samper Pizano por el
Partido Liberal. Poco después de que ganara este último, el presidente electo fue acusado por su
contrincante de haber recibido al menos 3,7 millones de dólares del narcotráfico para financiar su
campaña. La prueba reina eran unos casetes que fueron entregados al entonces presidente César
Gaviria y que terminaron en custodia del Fiscal Gustavo De Greiff. En ellos se escuchaba al
periodista Alberto Giraldo hablar con Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, jefes del Cartel de
Cali, quienes reconocían haber entregado dinero para la campaña presidencial de Samper.
El contenido de los narcocasetes, como se les bautizó por la prensa, generó un escándalo nacional e
internacional, teniendo en cuenta el auge de la cooperación transnacional en la lucha contra las
drogas que había en aquel momento. De hecho, el saliente director de la Administración de Control
de Drogas (DEA) en Colombia, Joseph Toft, declaró a finales de 1994 que en Colombia había una
narcodemocracia y que la mafia tenía infiltrados los poderes económicos y políticos del país, lo cual
causó gran revuelo. A pesar de que el gobierno estadounidense rechazó las afirmaciones de Toft, las
tensiones eran evidentes y prevalecieron por varios años.
A pesar del escándalo, el Fiscal General De Greiff se abstuvo de abrir una investigación. Sin
embargo, su salida prematura del cargo por haber cumplido la edad de retiro forzoso permitió la
elección de un nuevo fiscal general, Alfonso Valdivielso Sarmiento, quien se posesionó en el cargo
el 21 abril de 1995 y, después de evaluar el caso que su antecesor había desestimado, resolvió
acusar al Presidente de la República. El proceso político contra Samper se adelantó en la Cámara de
Representantes, inicialmente por petición del propio presidente, quien así lo solicitó en carta del 28
de julio de 1995 dirigida a la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de
Representantes. El 8 de agosto de aquel año se abrió formalmente la investigación y se dio
comienzo al “Proceso 8.000”. Este fue el nombre que se le dio al proceso político y judicial que se
llevó a cabo en la Cámara de Representantes, la Fiscalía General de la Nación y la Corte Suprema
de Justicia en contra de la campaña presidencial de Ernesto Samper en 1994, que era señalada por el
ente acusador de violar las leyes electorales por la entrada de dineros provenientes del narcotráfico
y sobrepasar los topes monetarios establecidos para realizar campañas políticas.

Investigaciones contra Ernesto Samper y miembros de su campaña


La Fiscalía citó a indagatoria al presidente Samper, así como a Fernando Botero Zea, Santiago
Medina y Juan Manuel Avella, director, tesorero y gerente administrativo de la campaña,
respectivamente. De la misma manera, pidió a la Corte Suprema de Justicia ahondar sobre la
conducta de nueve congresistas. El proceso del presidente continuó en la Cámara de Representantes
y el 13 de diciembre de 1995 la Comisión de Investigación y Acusación concluyó auto inhibitorio
debido a la falta de pruebas sobre la entrada de dinero proveniente del narcotráfico a la campaña
presidencial y el conocimiento de Ernesto Samper al respecto.
Sin embargo, en enero de 1996 Botero Zea declaró que el presidente Samper no solo tenía
conocimiento de la entrada de dinero del Cartel de Cali a su campaña, sino que había ideado y
contribuido a su obtención y utilización, lo cual revivió el caso. El presidente, no obstante,
reivindicó en una entrevista la decisión tomada por el Congreso y explicó la imposibilidad de que él
tuviera conocimiento sobre la entrada de dineros ilícitos a su campaña.
A raíz de la declaración de Botero, la Fiscalía General hizo una nueva denuncia formal ante la
Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara, que revocó el auto inhibitorio de diciembre.
El caso contra el presidente se reabrió oficialmente el 20 de febrero de 1996. En la Cámara hubo
intensos debates sobre la culpabilidad o inocencia del presidente. Entre quienes lo defendieron se
destacó el representante Julio Bahamón, quien en la plenaria del 4 de junio criticó las declaraciones
cambiantes y contradictorias de Botero Zea y Medina.

Resultados finales del “Proceso 8000”


Después de intensos debates, dentro de los que se destacan las intervenciones del entonces ministro
del interior Horacio Serpa Uribe, en la décima sesión plenaria del 12 de junio se realizó la votación
final en la que la Cámara, por 111 votos contra 43, ordenó la preclusión (archivo) del proceso
contra el presidente Ernesto Samper, quien ya no podría ser juzgado por el Senado de la República
ni investigado por la Corte Suprema de Justicia por falta de pruebas. Por el contrario, las evidencias
fueron contundentes en los casos de Botero Zea y Medina, quienes estuvieron recluidos por varios
años por el delito de enriquecimiento ilícito en favor de terceros. A pesar de que la Cámara exoneró
al presidente Samper por un amplio margen, hasta la actualidad algunos sectores políticos insisten
en la irregularidad del proceso.
Entre las razones que se expusieron se destacan la entrega incompleta del expediente a los
representantes, la falta de independencia de los fiscales, la ausencia de representación de la sociedad
colombiana en el proceso y el cierre de la investigación sin que hubiera un informe parcial sobre las
cuentas de la campaña. En favor del gobierno, hay que decir que pese a que hizo uso de sus
mayorías en el legislativo, siempre respetó la autonomía de la Fiscalía General de la Nación, ente
que recién había sido creado por la Constitución de 1991.

Nota:
Su versión siempre era la misma: los narcotraficantes nunca financiaron la campaña presidencial y
aquel cheque con su nombre hacía referencia a la venta de unos cuadros, esto teniendo en cuenta
que él era uno de los coleccionistas de arte más reconocidos de arte del país.
El 26 de julio de 1995 la suerte de Medina cambió considerablemente. Ese día fue detenido por los
cargos de enriquecimiento ilícito y falsos testimonio. A partir de ese momento tomó la decisión de
hablar de todo lo que sabía.
Medina vinculó a Fernando Botero Zea de haberse reunido, con autorización de Samper, con los
jefes del Cartel de Cali para solicitarles 2.000 millones de pesos para apoyar la segunda vuelta
presidencial.  
El extesorero indicó que todas las personas más cercanas a Samper sabían sobe el apoyo de los
narcotraficantes. Tras esta revelación Horacio Serpa y Fernando Botero citaron en una rueda de
prensa para desmentir todo lo dicho.
Medina fue condenado a 64 meses de prisión y el pago de una millonaria multa (3.300 millones de
pesos). Sin embargo, por su colaboración con la justicia y una enfermedad recibió la detención
domiciliaria cuatro meses y 20 días después de haber ingresado a la cárcel Modelo de Bogotá.
El 15 de enero de 1999 falleció a los 48 años de edad por un problema en sus riñones.

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