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El levantamiento de manco inca

Fue en la región de Vilcabamba donde se centró la epopeya de resistencia neoincaica, que luchó contra la ocupación
del Incario por los españoles. Como se sabe, en 1536 Manco Inca inició una rebelión asediando a los españoles
asentados en la antigua capital inca, rompiendo el pacto establecido hasta ese momento, que había creado un
incómodo co-gobierno. Tras ser derrotado en la fortaleza de Saqsaywaman, Manco se vio obligado a levantar el
cerco al Cuzco y retirarse lentamente por el valle sagrado, hasta llegar finalmente a la ciudad de Vilcabamba, ubicada
en el piedemonte amazónico, en una zona que, ahora se conoce, tenía un importante valor simbólico, económico y
estratégico. Simultáneamente, varios de sus ejércitos y de otros grupos de tropas andinas se enfrentaban a los
españoles en diversos lugares de los Andes, como Lima, Xauxa y el Qollasuyu. Ayudados por diversos señoríos
andinos, como los wankas y los cañaris, además de una parte de la misma élite incaica liderada por Paullu Inca, los
españoles lograron finalmente controlar la rebelión. Hacia 1544, fecha del asesinato de Manco Inca en Vilcabamba,
los esfuerzos del denominado estado neo-inka.
La muerte de Atahuallpa fue la prueba de que los españoles se estaban apoderando del Tawantinsuyu y eso produjo
un evidente rechazo entre sus habitantes. Para disimular sus intenciones, Pizarro optó por nombrar nuevo inca a uno
de los muchos hijos de Huayna Capac, Tupaj Huallpa, también llamado Topa Gualpa o Toparpa, quien murió a poco
de haber sido nombrado. La mayoría de las versiones apuntan a que fue asesinado.
Ante esa nueva acefalía, y con la intención de mantener el control en el territorio invadido, Pizarro nombró nuevo
gobernante a Manco Inca quien, de inicio, cooperó con los españoles. El nuevo inca pretendía gobernar con el apoyo
de los españoles y, por ello, también desarrolló una política de alianzas. Otro de los hijos de Huayna Cápac, Paulo
Inca, estaba en la misma línea y llegó a colaborar incluso con Gonzalo Pizarro.
El colaboracionismo con los españoles no arrojó los resultados esperados así que Manco cambió de actitud y
comenzó a conspirar contra ellos ayudado por algunos de sus hermanos y los orejones; es decir, los nobles
cusqueños.
El alzamiento de Manco Inca fue planificado no solo para expulsar a los españoles sino con el propósito de lograr la
reconstitución del Tawantinsuyu. La mayoría de las versiones al respecto apuntan a que el autor intelectual del
levantamiento fue Vila Oma. “Mango inga dejó concertado con Villaoma, su hermano, que en un día señalado
matasen a los cristianos que estaban en el Perú, y que el mataría a don Diego (de Almagro) y a los suyos; lo cual no
pudo efectuar, y el hermano hizo el levantamiento que adelante se dirá”, escribió Agustín de Zárate. La rebelión se
extendió a los cuatros suyos.

Incas de Vilcabamba

Los incas de Vilcabamba fueron los hombres que brindaron resistencia al asedio español en Vilcabamba, una ciudad
antigua considerada hoy en día como el último refugio del imperio de los incas. En un periodo de cuarenta años,
Manco Inca se refugiaron el Vilcabamba gozando de un prestigio religioso, más no político. Los Incas de Vilcabamba
estuvieron representados por Manco Inca, hijo de Huayna Cápac, sus sucesores Sayri Túpac, Titu Cusi Yupanqui y el
último inca Túpac Amaru I.

Los incas de Vilcabamba fueron los cuatro monarcas sucesores de Atahualpa, legítimos herederos de Huayna Cápac,
que se enfrentaron al desmantelamiento del Imperio inca por parte de los invasores españoles y sus aliados
indígenas, que formaron la resistencia de la élite cuzqueña gobernando sobre un reducido, pero influyente estado
incaico llamado muchas veces Imperio Neoinca de Vilcabamba entre 1537 y 1572 —un territorio con poder efectivo
que correspondía aproximadamente al del actual departamento peruano del Cuzco al este de la ciudad de Cuzco,
que luego del asedio de Cuzco pasó a estar controlada por los conquistadores españoles— y que en algunos casos
establecieron negociaciones con las primeras autoridades españolas del antiguo Perú.

Las actuales ruinas de Vilcabamba se encuentran a 80 kilómetros de la ciudadela inca de Machu Picchu, en la ciudad
del Cusco. Es un lugar casi inaccesible desde que Manco Inca fue líder de un movimiento insurgente en contra de los
españoles. Estos mismos españoles no tuvieron acceso a este lugar hasta el año 1572, cuando ya Vilcabamba se
encontraba incendiada y abandonada ante la inminencia del ataque.
Los Sapa Incas de Vilcabamba fueron:

Manco Inca Yupanqui - Sayri Túpac Inca - Titu Cusi Yupanqui - Túpac Amaru

Luego de ser ejecutado Atahualpa en Cajamarca, Perú, representantes de varias


naciones andinas se reunieron con los conquistadores españoles y su líder Francisco
Pizarro para ofrecerles su alianza contra el Imperio Inca. Así, rebeldes cañaris (de
Ecuador) y la Confederación Huanca (de la sierra central peruana), reafirmaron su
independencia de los incas, a quienes ya se habían enfrentado por su libertad en
diferentes revueltas en el pasado. Es más, estas naciones estaban especialmente
enfrentadas al bando de Atahualpa por las atrocidades que habría cometido contra
sus poblaciones durante la guerra civil inca, según las crónicas de la conquista del
Perú.

A esta situación de levantamiento general se sumaba la presencia de tres ejércitos


incas del bando de Atahualpa repartidos en diferentes regiones del imperio. Estos
estaban dirigidos por los generales Rumiñahui, Calcuchímac y Quizquiz y no eran
populares entre las poblaciones andinas. La situación política de los Andes en ese
momento era inusualmente complicada y hasta hoy difícil de desentrañar pero claramente explosiva.

El objetivo de los conquistadores españoles era claro: llegar a Cusco para apoderarse de las ingentes riquezas que ahí
había según todas sus fuentes de información. Pero en Cusco estaban Quizquiz y sus fuerzas y no podían llegar solos.
huancas, cañaris y Chachapoyas les dieron su apoyo, pero necesitaban legitimidad.

Fue por eso que los españoles se vieron en la necesidad de mantener la institución imperial inca para "ordenar" la
situación que habían creado y legitimar su presencia en los Andes Centrales (todos los cronistas hablan de la
sensación de miedo de los conquistadores en ese momento). Así nombraron como Sapa Inca provisorio a un
hermano de Atahualpa, el joven Toparpa pero este murió envenenado por Chalcuchímac poco tiempo después
durante la marcha que Pizarro, sus hombres y sus nuevos aliados andinos (chachapoyas, huancas y cañaris,
principalmente) emprendieron desde Cajamarca a Cusco.

Es entonces cuando es nombrado Manco Inca, que había caído en manos de los partidarios de Hernando Pizarro. Su
intención pudo ser la restauración del imperio creyendo en la alianza con los españoles, pero de esa manera sólo
sirvió a los propósitos de estos. Recibió la mascaipacha de mano de Pizarro en 1534 convirtiéndose así en
gobernante . Al llegar a las afueras de Cusco, Manco luchó junto a Diego de Almagro y los capitanes de los
chachapoyas, huancas y cañaris contra el general Quisquis.

En abril de 1536 y tras los saqueos que caracterizaron la toma del Cusco, Manco Inca se enfrentó abiertamente a los
españoles por sus demandas constantes de oro y plata y su intolerancia con las creencias e instituciones locales.
Ante esta actitud fue mantenido cautivo en su palacio. El inca, después de haber prometido a Hernando Pizarro
traerle unas estatuas de oro macizo, pudo dejar la ciudad y se dirigió a Yucay donde convocó un gran ejército,
abriendo tres frentes: una expedición de castigo a los pueblos huancas del valle de Mantaro (por apoyar a Pizarro y
sus hombres), otra contra la población de Lima y una tercera y muy importante contra el Cusco, al que mantuvo bajo
sitio durante casi un año, desde la Saqsayhuamán. Fue precisamente en Saqsayhuaman donde se libró el combate
decisivo. La plaza fue perdida por los quechuas.

Manco Inca fue asesinado en 1545 por un almagrista a quien había dado refugio luego de las guerras contra los
pizarristas. Los sucesores del inca continuaron con el hostigamiento a los españoles, al tiempo que iniciaron una
serie de negociaciones con ellos para llegar a una paz definitiva.

Sayri Túpac fue hijo de Manco Inca y Culchima Caype. Fue declarado heredero el o si o legítimo cuando murió Manco
Inca y tomó como esposa principal a su hermana mayor Cusi Huarcay. Sayri Túpac empezó negociaciones con el
nuevo gobierno español, lo que lo enfrentó al resto de la élite de Vilcabamba. Incluso dejó su reino para viajar a Lima
donde fue recibido con honores. Aparentemente en ese momento Titu Cusi Yupanqui adquirió poder de facto y
organizó el gobierno de Vilcabamba. Sayri Túpac, luego de obtener inmunidad y la propiedad de las tierras del Valle
de Yucay (Valle Sagrado o de Urubamba) construyó un palacete en Yucay, donde murió unos años después. Aceptó
el bautismo.

Titu Cusi Yupanqui, al mando de su reino, tomó una posición bélica contra los
españoles. En 1568 después de las negociaciones finalizadas con el Tratado de
Acobamba dejó entrar a los misioneros a Vilcabamba. Titu Cusi dictó a un escribano
uno de los relatos más importantes conservados sobre el punto de vista inca de la
Conquista del Perú. Un confuso incidente con un misionero (Diego de Ortiz) terminó
con la enfermedad y repentina muerte del rey y el posterior asesinato en represalia
del cura.

El más joven de los hermanos de Titu Cusi tomó entonces el mando: Túpac Amaru
—es decir: Serpiente de Fuego—, (conocido como Túpac Amaru I para diferenciarlo
de José Gabriel Condorcanqui quien también llevó el mismo nombre aunque en el
siglo XVIII, y que también se enfrentó a los españoles). El nuevo Sapa Inca formó un
ejército y lo puso a las órdenes de los generales Huallpa Yupanqui, Cori Páucar
Yauyo y Colla Túpac. Denunció el Tratado de Acobamba, expulsó a los españoles de
Vilcabamba, cerró sus fronteras y pregonó que luchaba por la restauración del
Tahuantinsuyo.
El virrey del Perú, Francisco Álvarez de Toledo, quinto gobernante del Perú hispano (1569–1581), que ya había
recibido de España el "cúmplase" que incluida la bula que autorizaba el matrimonio de Quispe Titu, el 20 de julio de
1571, envió al dominico Gabriel de Oviedo y al licenciado García de los Ríos a Vilcabamba, para que entregaran los
documentos a Túpac Amaru Inca y solucionar el problema de forma pacífica. Esta comisión no fue recibida por Túpac
Amaru Inca y tuvo que volver al Cusco. Encontrándose el virrey en el Cusco, envió a Tilano de Anaya con una carta
amenazante al Sapa Inca. Al cruzar el puente de Chuquichaca, fue muerto por los leales a Túpac Amaru. Conocido el
hecho, el virrey Toledo decidió terminar las conversaciones y el concordato con Vilcabamba, enviando una
expedición militar al mando de Martín García Óñez de Loyola, Martín Hurtado de Arbieto y Juan Álvarez Maldonado,
para ocupar Vilcabamba "a sangre y fuego". Ofreció a la ñusta Beatriz, heredera de las riquezas de su padre Sayri
Túpac, como trofeo en matrimonio para quien capturase al Inca.
Con ayuda de los informes de múltiples espías, la expedición española logró burlar las defensas de Vilcabamba,
destruir Victos y capturar, tras una larga persecución, al joven rey. Así y tras un juicio sumario en la antigua capital
del imperio, Túpac Amaru fue decapitado en mayo de 1572. Con su muerte terminó oficialmente la Conquista del
Perú.
Fin de la rebelión inca
Entre ellas se destaca la rebelión de Manco Inca, que inicia en 1536 y dura alrededor de ocho años. Abarcando todo
el territorio imperial. Siendo considerada una de las mayores rebeliones contra la invasión española en el siglo XVI.
Fortaleza de Sacsayhuamán
Sacsayhuamán es una de las edificaciones más asombrosas de todo el mundo. Se piensa que empezó a construirse
durante el gobierno del inca Pachacutec en el siglo XV. Se cree que más de 20 mil hombres extrajeron las piedras de
las canteras aledañas y la trasladaron 20 kilómetros hasta la colina de la ciudad del Cusco.
Sacsayhuamán es una de las edificaciones más asombrosas de todo el mundo. Se piensa que empezó a construirse
durante el gobierno del inca Pachacutec en el siglo XV.
Se cree que más de 20 mil hombres extrajeron las piedras de las canteras aledañas y la trasladaron 20 kilómetros
hasta la colina de la ciudad del Cusco. Hoy, se calcula que Sacsayhuaman conserva solo el 40 por ciento de su antigua
estructura. Aun así, el sitio posee estructuras de hasta 125 toneladas de peso.
El término Sacsayhuaman significa en quechua “lugar donde se sacia el halcón”. El nombre seguramente se debe a la
presencia de estas aves. Se presume que fue una fortaleza, aunque también se cree que pudo ser un centro
ceremonial. Debido a su estructura con aspecto militar, los españoles, a su llegada en el siglo XVI, la habrían
nombrado ‘fortaleza’. Cuando se repelió el ataque español allí durante la rebelión de los incas de Vilcabamba, el
lugar sirvió de fortaleza inca.
La arquitectura en Sacsayhuaman posee construcciones sagradas como edificios residenciales, torreones,
adoratorios, almacenes, caminos y acueductos. Es por eso que, la forma y la armonía del paisaje guarda similitud con
otros lugares sagrados incas como Machu Picchu.

El muro principal de Sacsayhuaman está construido en zigzag con piedras gigantescas de hasta 5 metros de alto y 2.5
metros de ancho (entre 90 y 125 toneladas de peso).
El lado sur está limitado por un muro pulido de aproximadamente 400 metros de largo. El este y oeste se limitan por
otros muros y andenes.
Según el cronista peruano Inca Garcilaso de la Vega, Sacsayhuaman fue la mayor obra arquitectónica que
construyeron los incas durante su apogeo.
Cerco del Cuzco
El sitio del Cuzco o cerco del Cuzco se produjo entre mayo de 1536 y marzo de 1537, en el marco de la guerra de
reconquista incaica iniciada por Manco Inca contra los conquistadores españoles.
Manco Inca dividió su ejército en cuatro cuerpos: las tropas del Chinchaysuyo eran conducidas por los generales
Coyllas, Osca, Curi Atao y Taype; las del Collasuyo, las más numerosas, eran conducidas por el general Lliclli; las del
Contisuyo, por los generales Sarandaman, Huaman Quilcana y Curi Huallpa; y las del Antisuyo, mayormente flecheros
y cerbataneros, por los generales Rampa Yupanqui y Anta Allca.
El ejército inca lanzó un ataque a gran escala contra la plaza principal de la ciudad, conquistando gran parte de esta.
Los 190 conquistadores comandados por Hernando, Juan y Gonzalo Pizarro, junto con esclavos negros, nicaraguas,
guatemalas, chachapoyas, cañaris huascaristas y miles de indios auxiliares a su servicio, se hicieron fuertes en dos
grandes edificios cercanos a la plaza central, desde donde consiguieron rechazar los ataques incas y lanzaron
frecuentes contraataques.

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