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UNIVERSIDAD DE PANAMA

CENTRO REGIONAL DE COLON


FACULTAD DE PSICOLOGIA
II SEMESTRE

NOMBRES:
MARJORIE NAVARRO 3-754-264
RUSEYLIS SALAS 3-750-1753
LIANETT CACERES 3-748-1478
LEYDI CHAVARRIA 3-753-1519
KEYLI HERNADEZ 3-751-658
LISNEIDY LARA 3-752-1263

AÑO:
I

PROFESOR:
JAMIL SOLIS

MATERIA:
NEUROANATOMIA

TEMA:
TRONCO ENCEFALICO
TRONCO ENCEFALICO
¿QUE ES EL TRONCO ENCEFALICO?
El tronco encefálico (tronco del encéfalo, tronco cerebral, tallo del encéfalo o tallo
encefálico) es la parte más caudal del encéfalo y está conformada por el mesencéfalo, el
puente y el bulbo raquídeo (médula oblongada). Cada uno posee su propia estructura y
función. Entre los tres regulan la respiración, el ritmo cardíaco, la presión sanguínea,
entre otras funciones importantes. Todas estas funciones son posibles gracias a que
alberga los núcleos de los pares craneales y además da paso a numerosas vías
importantes del sistema nervioso central.

FUNCIONES
Podemos resumir las funciones del tronco encefálico en tres puntos fundamentales:
1. Sirve como vía de paso para las fibras ascendentes y descendentes hacia y desde
el encéfalo
2. Alberga los núcleos de los nervios craneales
3. Integra las funciones de los sistemas vitales
4. Recoge y envía información sensorial de cabeza y cara.
5. Recibe información del encéfalo y la distribuye a la periferia motora y
vegetativa de cabeza y cara
6. Organiza respuestas reflejas de cabeza y cara.
7. Controla la aceptación o el rechazo de alimentos dulces o amargos,
8. Modula la saciedad o señales fisiológicas de hambre, como una disminución del
metabolismo de la glucosa o el que haya comida en el aparato digestivo.
Las funciones más específicas de cada parte del tronco encefálico dependen de los
núcleos de los nervios craneales que allí se encuentren. El bulbo raquídeo controla la
función respiratoria, el sistema cardiovascular y la actividad digestiva y gastrointestinal.
El puente está involucrado en el control y equilibrio del cuerpo. Finalmente, el
mesencéfalo controla los movimientos oculares y los integra con la información
auditiva.

PARTES DEL TRONCO ENCEFÁLICO


En el reino vegetal, la mayor parte de las flores están unidas a la planta mediante un
tallo. De la misma manera la mayor parte del tejido del encéfalo está conectado al resto
del sistema nervioso central mediante el tronco encefálico, que es una especie de
proyección en forma de tallo que se extiende caudalmente desde la base del cerebro, y
hace posible la comunicación entre el cerebro, el cerebelo y la médula espinal.
El tronco encefálico comienza a nivel de los pedúnculos cerebrales adelante y a nivel de
la lámina tectal o cuadrigémina por detrás. Continúa caudalmente siguiendo una
dirección ligeramente posteroinferior hasta que termina a nivel de la decusación de las
pirámides (a nivel del foramen magno del cráneo).
El tronco encefálico es más ancho arriba y más estrecho abajo. Podemos distinguir en él
tres partes principales:
• El bulbo raquídeo (médula oblongada) es la porción más estrecha y caudal
• El puente (protuberancia anular) corresponde al segmento medio del tronco
encefálico
• El mesencéfalo es el segmento más ancho y más craneal del tronco encefálico
La división que hemos mencionado anteriormente está realizada en sentido horizontal y
es la más conocida, sin embargo, el tronco encefálico también puede dividirse en
sentido vertical. La mayor parte de los textos enfatizan mucho esta división en
referencia al mesencéfalo, sin embargo, esta se extiende también a las otras porciones
del tronco encefálico. Los términos techo (tectum en latín) y tegmento (proveniente de
tegmentum, término que en latín significa cubierta) se usan para identificar esta división
en relación a la cavidad central del sistema nervioso central.
El techo es la pared posterior y superior de la cavidad mientras que el tegmento es su
cobertura anteroinferior o piso. El conducto central de la médula espinal tiene a nivel
del tronco encefálico diferentes dilataciones como el acueducto mesencefálico o el
cuarto ventrículo, por lo tanto, a este nivel el techo es la pared posterosuperior del
acueducto del mesencéfalo y del cuarto ventrículo del puente; mientras que el tegmento
se ubica anterior e inferior a estas cavidades.
Sin embargo, el pie del pedúnculo cerebral y la parte basilar del puente (descrita a
continuación) no son considerados parte del tegmento. Esto se debe a que ambas
estructuras no forman parte del tubo neural primitivo, sino que se desarrollan de forma
más tardía en el embrión. Como resultado de esto, se consideran y tratan como
entidades anatómicas diferentes al techo y al tegmento.
Cada porción del tronco encefálico tiene sus características anatómicas únicas y alberga
núcleos y vías especiales que son parte importante de nuestras actividades diarias.
Algunos de estos núcleos y tractos ocupan más de una parte del tronco encefálico y por
lo tanto podrían ser mencionadas más de una vez en este artículo. Existen además
numerosas estructuras importantes alrededor del tronco encefálico que tienden a
aparecer bastante en cuestionarios y exámenes, de las cuales también hablaremos hoy.
Es más sencillo hablar del tronco encefálico siguiendo un orden caudocraneal, ya que la
parte inferior posee menos estructuras en comparación con el extremo superior. Por lo
tanto, nuestra revisión comenzará con el bulbo raquídeo.
BULBO RAQUÍDEO (MÉDULA OBLONGADA)

El bulbo raquídeo es la parte más caudal y pequeña del tronco encefálico. Es una
estructura con forma de embudo que se extiende desde la decusación de las pirámides
hasta el surco bulbopontino (póntico inferior), pasando por el foramen magno del hueso
occipital (el foramen más grande de la base del cráneo). Si bien por anterior su límite
craneal está bien definido por el surco bulbopontino, hacia posterior este límite está
marcado por las estrías medulares del cuarto ventrículo.
En la cara posterior del bulbo se encuentra el cuarto ventrículo, cuyo suelo recibe el
nombre de fosa romboidea. La fosa romboidea no se extiende a lo largo de toda la
extensión del bulbo. El bulbo se divide en dos partes dependiendo si está o no presente
la fosa romboidea:
Existe una parte rostral, superior o abierta en la cual la cara posterior del bulbo está
formada por la fosa romboidea.
Además, existe una porción caudal, inferior o cerrada en la cual el cuarto ventrículo se
ha estrechado a nivel del óbex y el bulbo comienza a rodear al conducto central.
El bulbo se desarrolla a partir del mielencéfalo, una vesícula secundaria del tubo neural
que se origina a su vez a partir del rombencéfalo. La otra vesícula secundaria que se
origina del rombencéfalo es el metencéfalo, que dará origen al puente y al cerebelo.
CONFIGURACIÓN EXTERNA
Cara anterior
La cara anterior del bulbo está marcada por una depresión vertical ubicada en la línea
media denominada fisura mediana anterior o ventral, la cual es una continuación craneal
de la fisura homónima ubicada en la médula espinal. Esta fisura divide al bulbo en dos
mitades simétricas. El extremo caudal de la fisura mediana anterior del bulbo está
interrumpido por fibras entrecruzadas transversales que constituyen lo que conocemos
como la decusación de las pirámides.
Las pirámides del bulbo contienen las fibras corticoespinales que comienzan en la
corteza motora del cerebro, pasan por la cápsula interna y forman parte de los
pedúnculos cerebrales. Las fibras luego atraviesan el puente y el bulbo para llegar a la
médula espinal. Su función es regular el movimiento muscular. La mayor parte de estas
fibras (alrededor de un 85%) cruzan hacia el lado opuesto a nivel caudal del bulbo
conformando la decusación de las pirámides mencionada anteriormente.
Lateralmente a las pirámides bulbares existe una depresión poco profunda que
representa la continuación craneal del surco ventrolateral de la médula espinal. Este
surco separa las pirámides de otra prominencia importante de esta región, la oliva
bulbar, que corresponde al sitio en el cual se encuentra el conjunto de núcleos conocido
como complejo olivar inferior. Posterior y lateral a la oliva podemos encontrar a los
pedúnculos cerebelosos inferiores. A pesar de que estas estructuras se ubican sobre el
límite superior del bulbo, a menudo son clasificadas como pertenecientes a él ya que
transportan fibras bulbares hacia el cerebelo.
Los cuatro nervios craneales inferiores también emergen desde la cara anterior del
bulbo. Las raicillas del nervio hipogloso (XII par craneal) emergen entre las pirámides y
las olivas para luego unirse y conformar el tronco del nervio. El nervio glosofaríngeo
(IX par craneal) nace entre el pedúnculo cerebeloso inferior y la oliva del bulbo (cerca
del plexo coroideo del cuarto ventrículo). Caudal a este se origina el nervio vago (X par
craneal). El más inferior de estos nervios es el nervio accesorio (XI par craneal) cuyas
múltiples raíces ascienden por el aspecto lateral de la médula y el bulbo para unirse
como un tronco nervioso a nivel del bulbo.

Lateralmente a las pirámides bulbares existe una depresión poco profunda que
representa la continuación craneal del surco ventrolateral de la médula espinal. Este
surco separa las pirámides de otra prominencia importante de esta región, la oliva
bulbar, que corresponde al sitio en el cual se encuentra el conjunto de núcleos conocido
como complejo olivar inferior. Posterior y lateral a la oliva podemos encontrar a los
pedúnculos cerebelosos inferiores. A pesar de que estas estructuras se ubican sobre el
límite superior del bulbo, a menudo son clasificadas como pertenecientes a él ya que
transportan fibras bulbares hacia el cerebelo.
Los cuatro nervios craneales inferiores también emergen desde la cara anterior del
bulbo. Las raicillas del nervio hipogloso (XII par craneal) emergen entre las pirámides y
las olivas para luego unirse y conformar el tronco del nervio. El nervio glosofaríngeo
(IX par craneal) nace entre el pedúnculo cerebeloso inferior y la oliva del bulbo (cerca
del plexo coroideo del cuarto ventrículo). Caudal a este se origina el nervio vago (X par
craneal). El más inferior de estos nervios es el nervio accesorio (XI par craneal) cuyas
múltiples raíces ascienden por el aspecto lateral de la médula y el bulbo para unirse
como un tronco nervioso a nivel del bulbo.
Cara posterior
La cara posterior del bulbo puede ser dividida en un área abierta ubicada hacia craneal y
un área cerrada localizada caudalmente a esta. El área abierta también es parte de lo que
conocemos como el piso del cuarto ventrículo o fosa romboidea. En su superficie posee
eminencias características que marcan la ubicación de estructuras subyacentes, entre las
que se encuentran los trígonos del nervio hipogloso y del nervio vago a cada lado del
surco medio posterior o dorsal. El trígono del nervio hipogloso (ubicación del núcleo
del XII par craneal) está ubicado sobre el trígono del nervio vago (donde se ubica el
núcleo del X par craneal), y este a su vez se ubica sobre el óbex, que es la porción más
caudal del cuarto ventrículo.
La porción cerrada de la cara posterior del bulbo (fuera del cuarto ventrículo) también
está dividida en mitades simétricas por la continuación craneal del surco medio
posterior. A cada lado del surco se encuentra una eminencia conocida como el tubérculo
grácil, en cuya profundidad se ubica el núcleo grácil, terminación de las fibras que
conforman el fascículo grácil de la médula espinal.
El tubérculo cuneiforme, un par de estructuras localizadas sobre el núcleo cuneiforme
también marca el final de las fibras que componen el fascículo homónimo. Se ubica
lateralmente al tubérculo grácil. El fascículo cuneiforme se ubica medialmente al cordón
lateral de la médula espinal que transporta los tractos corticoespinales y espinotalámicos
contralaterales. Del mismo modo el tubérculo trigeminal es lateral al tubérculo
cuneiforme y representa la ubicación del núcleo espinal del nervio trigémino (V par
craneal).

Núcleos y tractos
La disposición de los tractos y núcleos en el tronco encefálico varía de un nivel a otro.
Como resultado de esto un corte transversal para observar los núcleos y los tractos del
bulbo puede ser diferente a nivel de la decusación de las pirámides y a nivel de las
olivas, por ejemplo.
Los dos cortes transversales principales que se discuten en este artículo están
localizados a nivel del nervio vago (X par craneal) y a nivel del nervio hipogloso (XII
par craneal). Es importante tener en cuenta que los núcleos y tractos que se mencionan
son estructuras pares presentes en ambos lados del tronco encefálico.
Los núcleos y tractos a nivel del nervio vago (X par craneal) pueden ser agrupados de
acuerdo a su posición en el corte transversal. En la parte dorso medial del bulbo está el
núcleo olivar inferior, ubicado medialmente al núcleo del nervio hipogloso. El fascículo
longitudinal medial y los núcleos del rafe son otros dos tractos de la línea media
ubicados por delante del núcleo olivar inferior. Los núcleos olivares accesorios dorsal y
medial están relacionados lateral y ventrolateralmente con los núcleos del rafe,
respectivamente. La estructura más ventral de la línea media a este nivel son los densos
tractos corticoespinales que forman la vía piramidal.
Los pedúnculos cerebelosos inferiores también forman parte de la cara posterior del
bulbo y se ven mejor cuando el cerebelo ha sido removido. Este tracto transporta
impulsos aferentes y eferentes entre el cerebelo y los núcleos vestibulares.
Existen aberturas en el bulbo que permiten la comunicación entre el cuarto ventrículo y
las cisternas del espacio subaracnoideo de la región. Los orificios pares que se
encuentran en la superficie posterolateral del bulbo se llaman orificios laterales del
cuarto ventrículo (de Luschka) y el de la línea media se denomina orificio medio del
cuarto ventrículo (de Magendie).
Los núcleos de la parte dorsolateral del bulbo, de medial a lateral son el núcleo posterior
del nervio vago, los núcleos del tracto solitario (núcleo solitario), el núcleo vestibular
medial y el núcleo cuneiforme. El núcleo cuneiforme está ubicado en el espesor del
pedúnculo cerebelar inferior. Tanto el tracto como núcleo trigeminal son ventrales al
núcleo cuneiforme a este nivel. El aspecto lateral del bulbo está ocupado por el núcleo
reticular lateral. Este es ventral al tracto y núcleo trigeminal, medial al núcleo ambiguo
y al núcleo olivar accesorio dorsal, y dorsal a los tractos espinotalámico y espino
cerebelar. La formación reticular ocupa una cantidad sustancial de espacio en la mitad
posterior o dorsal del bulbo. Está rodeada por los grupos de núcleos y tractos medio,
dorsomedial, dorsolateral y laterales mencionados anteriormente.
El lemnisco medial ocupa la línea media ventral del bulbo. Se ubica hacia dorsal de las
pirámides y medial a los núcleos olivares accesorios inferior y medial.
Los núcleos y tractos que se encuentran a nivel del núcleo del hipogloso (XII par
craneal) también pueden ser agrupados en base a su posición en una sección transversal.
Los núcleos del grupo dorsomedial son (de medial a lateral): núcleo del hipogloso,
núcleo posterior del nervio vago, núcleos del tracto solitario (núcleo solitario) y núcleo
grácil. El tracto solitario está localizado ventrolateral a su núcleo. Es importante
considerar que el núcleo olivar inferior (núcleo de Roller) ya no es visible a este nivel.
El núcleo cuneiforme es mucho más grande a este nivel y aún puede ser encontrado en
posición dorsolateral. El fascículo longitudinal medial y el lemnisco medial mantienen
su posición en la línea media, siendo el lemnisco medial la estructura más ventral de las
dos. Las fibras arcuatas internas se extienden lateralmente desde aquí.
El núcleo y el tracto espinal del nervio trigémino están localizados en el aspecto lateral
del bulbo a este nivel. Ambas estructuras se localizan dorsalmente al núcleo reticular
lateral, el cual a su vez es medial al núcleo ambiguo y al núcleo accesorio olivar
posterior. Existe un tracto tegmental central que separa al núcleo reticular lateral del
núcleo olivar. Ambas estructuras están ubicadas hacia el aspecto ventrolateral del bulbo
y mediales a las fibras arcuatas superficiales.
Las fibras del XII par craneal (nervio hipogloso) abandonan el bulbo entre el complejo
olivar inferior y los tractos piramidales. Estos últimos, junto con el núcleo arcuato se
encuentran en la parte ventromedial del bulbo. El núcleo arcuato es el más ventral de
estas dos estructuras, ubicándose justo bajo la superficie.
La tabla que se muestra a continuación proporciona información acerca de los núcleos
ubicados en el bulbo raquídeo. Puedes encontrar más información sobre los tractos
ascendentes y descendentes aquí.

PUENTE DE VAROLIO (PUENTE)


El puente, clásicamente llamado puente de Varolio o protuberancia anular, es otro
componente del tronco encefálico que se encuentra en la fosa craneal posterior. Esta
estructura de aproximadamente 2.5 centímetros de altura descansa sobre el clivus,
debajo del tentorio del cerebelo. El puente se desarrolla a partir del metencéfalo, que es
una vesícula secundaria del tubo neural derivada del rombencéfalo. El metencéfalo se
ubica caudal al mesencéfalo y craneal al mielencéfalo (bulbo raquídeo).
CONFIGURACIÓN EXTERNA
Desde una perspectiva anterior, el puente posee forma de cúpula con numerosas
estriaciones transversales en su superficie. Es más ancho en el centro y más estrecho
hacia sus extremos laterales. La cara anterior del puente carece de mayores reparos
anatómicos, a excepción de una depresión poco profunda que corre verticalmente
denominada surco basilar, el cual contiene a la arteria basilar, un importante vaso
sanguíneo del cerebro.
El puente contiene una serie de núcleos denominados en conjunto núcleos pontinos o
del puente, y tiene como función la comunicación entre la corteza cerebral y el cerebelo.
También permite la comunicación entre ambos hemisferios cerebelosos. Es interesante
mencionar que su apariencia estriada se debe a las fibras que permiten esta
comunicación, llamadas fibras pontocerebelosas.
El límite superior del puente está dado por el surco ponto peduncular, llamado también
ponto mesencefálico o pontino superior, mientras que su límite inferior corresponde al
surco bulbopontino. Las fibras motoras y sensitivas del nervio trigémino (V par craneal)
emergen desde la superficie lateral del puente. Existen además tres nervios craneales
que emergen desde el surco bulbopontino, de medial a lateral son:
• Nervio abducens (VI par craneal)
• Nervio facial e intermedio (VII par craneal)
• Nervio vestibulococlear (VIII par craneal)
La cara posterior del puente está formada por la parte superior de la fosa romboidea, la
cual se puede apreciar mejor cuando el cerebelo es resecado. De este modo se exponen
sus límites laterales, los cuales están formados por los pedúnculos cerebelosos medios,
que se originan en el puente y son los que envían la mayor cantidad de información
hacia el cerebelo (fibras pontocerebelosas). El límite superior de la cara posterior del
puente es el velo medular superior, mientras que el límite inferior son las estrías
medulares (fibras del núcleo arcuato).
Un par de estructuras abultadas conocidas como las eminencias mediales, separadas por
un surco medio, constituyen los elementos característicos de la cara posterior del
puente. El extremo caudal de la eminencia medial es ligeramente más pronunciado que
el resto de su estructura y se conoce como colículo facial, el cual resulta de la presencia
de fibras del nervio facial (VII par craneal), las cuales se curvan alrededor del núcleo
del nervio abducens (VI par craneal). A cada lado del colículo facial existe otra región
poco pronunciada que corresponde a la ubicación del núcleo vestibular (VIII par
craneal). Esta región es conocida como área vestibular.
núcleos y tractos
En un corte transversal, el puente puede ser dividido en una porción basal (ventral) y en
un tegmento (dorsal) para facilitar la ubicación de las estructuras. La porción basal del
puente es la parte más voluminosa. Está constituida por los tractos corticoespinal y
corticobulbar que siguen un trayecto craneocaudal. Además, en esta región encontramos
los núcleos del puente y las fibras corticopontinas que eventualmente formarán los
pedúnculos cerebelosos medios.
El tegmento del puente contiene los núcleos de los pares craneales V (trigémino), VI
(abducens) y VII (facial), así como numerosos tractos (fascículo longitudinal medial,
lemnisco medial, lemnisco lateral y otros), y al cuarto ventrículo.
La siguiente tabla resume los principales núcleos encontrados en el puente. Para más
detalles acerca de los otros tractos que se encuentran en esta región, puedes consultar el
artículo sobre el mesencéfalo y el puente.

MESENCÉFALO
El mesencéfalo es el segmento más corto del tronco encefálico. Se extiende
caudalmente desde la base del tálamo hasta el surco pontopeduncular. Pasa a través de
una abertura ubicada en el tentorio del cerebelo (una extensión de la duramadre). El
origen embrionario de esta estructura es una de las tres vesículas primarias del tubo
neural, también llamada mesencéfalo, ubicada sobre el cuarto par de somitos. Esta
vesícula está ubicada entre el prosencéfalo y el rombencéfalo.
CONFIGURACIÓN EXTERNA
El límite superior del mesencéfalo es una línea imaginaria horizontal que se extiende
desde la comisura posterior (bajo la glándula pineal y sobre los colículos superiores)
hasta los cuerpos mamilares. Por debajo, el mesencéfalo termina en el surco
pontopeduncular anteriormente y en el velo medular superior posteriormente. El surco
pontopeduncular es un surco horizontal poco profundo ubicado entre el borde superior
del puente y los pedúnculos cerebrales. El velo medular superior es una delgada capa de
tejido nervioso que forma el techo del cuarto ventrículo.
Externamente y por su cara anterior, el mesencéfalo se caracteriza por la presencia de
dos tallos conocidos como los pedúnculos cerebrales. Estos representan los numerosos
tractos ascendentes y descendentes que comunican la corteza cerebral con el puente y la
médula espinal. Existe una depresión poco profunda entre los pedúnculos conocida
como fosa interpeduncular. La sustancia perforada posterior (a través de la cual pasan
vasos sanguíneos hacia y desde el mesencéfalo) forma el piso de la fosa. En esta fosa se
encuentran el nervio oculomotor, la bifurcación de la arteria basilar en sus ramas
terminales (las arterias cerebrales posteriores) y los cuerpos mamilares del hipotálamo.
Los pedúnculos convergen caudalmente para encontrarse con el puente.
Los tractos ópticos discurren alrededor de cada lado del mesencéfalo para terminar
eventualmente en el cuerpo geniculado lateral, el cual se encuentra posterior y
lateralmente al tálamo. El cuerpo geniculado medial y el uncus del lóbulo temporal del
cerebro también se ubican hacia lateral del mesencéfalo. La cara posterior del
mesencéfalo posee dos pares de eminencias redondeadas que se conocen en conjunto
como lámina tectal o lámina cuadrigémina. Este complejo consta de dos colículos
superiores y dos inferiores, los cuales contienen sus núcleos respectivos. Cada colículo
está separado de su homónimo contralateral mediante el frenillo del velo medular
superior.
Las fibras del nervio troclear (IV par craneal) cruzan la línea media y emergen en el
lado opuesto del frenillo del velo medular superior, justo por debajo del colículo
inferior. Los nervios trocleares se ubican sucesivamente hacia inferolateral y luego
hacia anteroinferior de los pedúnculos cerebrales en su trayecto alrededor del
mesencéfalo en camino hacia su órgano diana.
Los pedúnculos cerebelosos superiores también se consideran parte del mesencéfalo, y
se pueden apreciar mejor cuando el cerebelo es resecado. Estos contienen
principalmente fibras provenientes del cerebelo y conectan el cerebelo con el
mesencéfalo (específicamente con el núcleo rojo), el tálamo y la corteza motora.
NÚCLEOS Y TRACTOS
Las secciones transversales del mesencéfalo revelan más información acerca de la
estructura y organización de esta parte del encéfalo. Este segmento del tronco encefálico
está dividido en una lámina tectal (tectum = techo en latín), un tegmento (tegmentum =
cubierta en latín) y los pedúnculos cerebrales.
La lámina tectal es la parte del mesencéfalo ubicada dorsal al acueducto cerebral
(acueducto de Silvio), un conducto que conecta el tercer y el cuarto ventrículo. El
tegmento por otra parte, es ventral al acueducto cerebral. Los pedúnculos cerebrales
están constituidos por un conjunto de tractos ascendentes y descendentes que viajan
desde y hacia el cerebro. Cada pedúnculo está separado del tegmento por la sustancia
negra, que es una lámina pigmentada constituida por neuronas dopaminérgicas y
gabaérgicas, las cuales producen el neurotransmisor que indica su nombre. Es
importante considerar que, si bien cada pedúnculo está separado del contralateral, estos
son continuos entre sí en la línea media.
Otra estructura importante visible en los cortes transversales del mesencéfalo es el
núcleo rojo, un conjunto bien definido de somas neuronales que se ven de un color rojo
vivo en un espécimen fresco. Esta estructura par está ubicada posterior y medialmente a
la sustancia negra a ambos lados de la línea media. Otra estructura relevante de esta
región es una capa circular de sustancia gris que rodea el acueducto cerebral
denominada sustancia gris periacueductal.
Existen numerosos núcleos y tractos importantes localizados en el mesencéfalo. Este
artículo solo proporciona una visión general de los núcleos principales. Para más
detalles puedes consultar los artículos acerca de los núcleos del mesencéfalo y puente.
FORMACIÓN RETICULAR
La formación reticular es una vasta red neuronal responsable de mantener la consciencia
y el inicio del despertar. Este tracto neuronal se extiende desde la médula espinal hasta
el diencéfalo y ocupa diferentes partes del tronco encefálico a su paso.
Los núcleos de la formación reticular están localizados en la profundidad del tronco
encefálico a lo largo de su eje vertical. En cada mitad del tronco encefálico existe un
grupo lateral, medial y medio de núcleos. El efecto combinado de este conjunto de
núcleos se relaciona con la regulación del ciclo circadiano, coordinación de la
respiración y de los músculos anti gravitacionales, modificación de la actividad refleja,
y asistencia en la coordinación de los músculos de la expresión facial.
Cuarto ventrículo

se ubica entre el bulbo raquídeo y la protuberancia en su superficie posterior y


ventralmente al cerebelo. Continúa caudalmente con el canal central de la médula y
cranealmente con el acueducto cerebral, la cavidad del mesencéfalo que comunica los
ventrículos III y IV. La cavidad del cuarto ventrículo se extiende a cada lado para
formar los recesos laterales situados en la superficie dorsal del pedúnculo cerebeloso
inferior.
Cuarto Ventrículo Este receso se comunica a cada lado con el espacio subaracnoideo a
través de las dos aberturas laterales del cuarto ventrículo. También hay una abertura
mediana del cuarto ventrículo llamada forma de Magendie, o agujero mediano, situada
en el medio de la mitad caudal del techo del cuarto ventrículo. A través de esta cavidad,
el líquido cefalorraquídeo, que llena la cavidad ventricular, pasa al espacio
subaracnoideo.
El suelo del cuarto ventrículo, o fosa romboidal, está formado por la parte dorsal de la
protuberancia y la porción abierta del bulbo raquídeo.
Techo del IV ventrículo: La mitad craneal del techo del IV ventrículo está formada por
una fina lámina de sustancia blanca, el velo medular superior, que se extiende entre los
dos pedúnculos cerebelosos superiores. En la constitución de la mitad caudal tenemos
las siguientes formaciones:

• Una pequeña parte de la sustancia blanca del nódulo cerebeloso.


• El velo medular inferior, formación bilateral que consiste en una delgada lámina
blanca adherida medialmente a los bordes laterales del nódulo cerebeloso.
• Pantalla coroidea del cuarto ventrículo, que une las dos formaciones anteriores a
los bordes de la mitad caudal del suelo del cuarto ventrículo.
La pantalla coroidea está formada por la unión del epitelio ependimario, que recubre
internamente el ventrículo con la piamadre y externamente refuerza este epitelio.
Esta pantalla emite proyecciones irregulares y altamente vascularizadas para la
formación del plexo coroideo del cuarto ventrículo. Este plexo coroideo tiene forma
de T y produce líquido cefalorraquídeo, que se acumula en la cavidad ventricular y
pasa al espacio subaracnoideo a través de las aberturas lateral y mediana del cuarto
ventrículo.
La protuberancia juega un papel clave en la regulación del patrón y el ritmo de la
respiración. Las lesiones en esta estructura pueden causar graves alteraciones en el
ritmo respiratorio.

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