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EL ACTO ADMINISTRATIVO Y EL ReGLAMENTO

El acto administrativo es una declaración unilateral de alcance particular dictado por el Estado en
ejercicio de funciones administrativas que produce efectos jurídicos directos e inmediatos sobre
terceros.

El reglamento tiene alcance general.

El aspecto relevante es el sujeto destinatario del acto, no solo en el carácter individual o plural (uno o
varios sujetos) sino básicamente en su contextura abierta o cerrada respecto de los destinatarios y la
individualización de estos en el propio acto. Así, el acto es particular cuando dice cuáles son sus
destinatarios y, además, ese campo es cerrado.

El acto es individual si individualiza a los sujetos y el reglamento es de alcance general porque su campo
subjetivo es indeterminado y abierto.

El acto administrativo es aquel que crea, modifica, transfiere, conserva, declara o extingue derechos en
términos directos y por si mismo sin detenerse en otros actos intermedios.

Elementos esenciales del Acto: (art. 7 y 8 LPA)

Competencia: consiste en la aptitud del órgano o ente estatal para obrar y cumplir con sus fines.

Debe surgir de un mandato positivo, de la Constitución, la ley o reglamento en términos expresos o


razonablemente implícitos (los poderes implícitos son aquellos necesarios, según el marco normativo y
las circunstancias del caso, para el ejercicio de las competencias expresas).

La competencia puede ser en razón de la materia (depende del contenido o sustancia de los poderes
estatales), el territorio (es definida por el ámbito territorial o físico en el que el órgano debe desarrollar
sus funciones), tiempo (se refiere al periodo temporal determinado en el que desarrolla sus
atribuciones) y grado jerárquico (el eje es el nivel jerárquico de los órganos estatales.

El ejercicio de la competencia es obligatorio de la autoridad o del órgano correspondiente y es


improrrogable. El Estado debe resolver y hacerlo en los plazos que prevén las normas.

Causa: el acto debe sustentarse en los hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho
aplicable. Los hechos son los antecedentes facticos que tuvo en cuenta el órgano y que, junto con el
marco jurídico, constituyen el fundamento del acto.

El acto puede remitirse a otros actos pero siempre que los trazos básicos surjan del propio acto de modo
indubitable.

Los antecedentes deben ser precisos, claros y previos según el texto del acto, sin perjuicio de que sea
posible integrarlo y completarlo con otros actos dictados con anterioridad, trátese de actos
preparatorios del propio acto o de otros actos.

Además, los antecedentes deben guardar relación con el objeto y el fin del acto. Las causas y el objeto
deben conducirnos necesariamente al otro elemento, la finalidad. En sentido concordante, el objeto y la
finalidad nos llevan hacia el antecedente y por último, el antecedente y la finalidad nos guían hacia el
objeto.

Si no es posible entrelazar estos tres elementos de ese modo, el acto está claramente viciado.
Dicho en otros términos, el acto es aquello que el Estado decide (el objeto), según los antecedentes del
caso (las causas) y con el propósito de obtener un resultado perseguido (fin).

Objeto: es aquello que el acto decide, resuelve o declara. Debe ser cierto y física y jurídicamente posible,
puede consistir en un dar, hacer o no hacer pero debe ser determinado y materialmente posible. Los
antecedentes de hecho y de derecho por un lado, y el fin del acto por el otro definen el contorno del
objeto porque constituyen sus límites externos.

El objeto está incorporado en la parte resolutiva del acto.

Procedimiento: antes de la emisión del acto deben cumplirse los procedimientos esenciales y
sustanciales previstos y los que resulten implícitos del ordenamiento jurídico. Es decir, que el
procedimiento es un conjunto de actos previos respecto del acto definitivo que están relacionados y
concatenados entre sí.

Cuando el acto afecte o pudiere afectar derechos subjetivos o intereses legítimos el dictamen del
servicio permanente de asesoramiento jurídico es de carácter esencial y obligatorio.

En particular el dictamen jurídico comprende el análisis detallado y reflexivo del marco jurídico aplicable
sobre el caso concreto y tiene por finalidad garantizar los derechos de las personas y la juridicidad de las
conductas estatales evitando las nulidades en el acto. Sin embrago, el dictamen jurídico no es de
carácter vinculante, es decir, el órgano competente puede resolver en sentido coincidente o no con el
criterio del asesor jurídico.

Motivación: nace básicamente del principio de razonabilidad y publicidad de los actos estatales. El
Estado debe expresar en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto, consignando, además,
los antecedentes de hecho y de derecho.

No se trata de exteriorizar en los considerandos del acto los hechos y derecho que sirven de marco o
sustento sino explicar cuáles son las razones o motivos en virtud de los cuales el Ejecutivo dicto el acto.

La motivación del acto está estrechamente vinculada con los aspectos discrecionales. Este elemento
debe ser definido como el vínculo o relación entre las causas, el objeto y el fin.

Dicho de otra forma, la motivación es la relación entre la causa y el objeto y a su vez, entre el objeto y la
finalidad. De modo que el Ejecutivo debe explicar cuál es el vinculo entre las causas y el objeto y entre
este y la finalidad, y solo en tal caso, el acto está debidamente motivado en términos racionales y
jurídicos.

El elemento motivación del acto debe unir de forma racional y proporcional las causas, el objeto y el fin
dándole al acto un sentido coherente y sistemático.

Para que las personas puedan ejercer el derecho de defensa en forma adecuada, es necesario que el
Estado diga cuales son las pautas que siguió en el camino, no solo que decidió sino básicamente porque
lo decidió de esa manera.

Además, el juez, solo puede controlar eficazmente el acto estatal a través del análisis y juicio de los
motivos que justificaron el dictado del acto.

Finalidad: el acto debe cumplir con el fin que prevén las normas. En general, el fin del acto surge de las
disposiciones normativas que atribuyen las competencias y que dicen cual es el fin que debe perseguir el
órgano estatal. El fin del acto estatal debe ser siempre público, esto es, un propósito colectivo de modo
que el acto no puede perseguir un fin privado ni tampoco un fin publico distinto al que establece la
norma ya dictada.
Según la norma legal, el fin comprende también la proporcionalidad entre los medios y fines (objeto y
finalidad). Así, las medidas que ordene el acto deben guardar proporcionalidad con el fin que se
persigue.

Forma: art. 8 L.P.A. el acto administrativo se manifestara expresamente y por escrito, indicara el lugar y
fecha en que se lo dicta y contendrá la firma de la autoridad que lo emite. Solo por excepción y si las
circunstancias lo permiten podrá utilizarse una forma distinta.

El acto en principio es escrito pero excepcionalmente se permite que sea verbal o expresado en signos
(ej.: una señal de transito).

Elementos Accesorios del Acto Administrativo:

Los elementos accidentales de los actos administrativos son el modo, la condición y el plazo. El modo es
una obligación accesoria que se impone sobre el beneficiario de un acto. Es una obligación que cae
sobre el destinatario del acto y guarda relación con el derecho reconocido.

El acto tiene efectos desde su dictado sin solución de continuidad y siempre que el Estado no declare su
caducidad por incumplimiento del cargo.

La condición es la modalidad que decide sujetar la adquisición o resolución de un derecho a un


acontecimiento incierto y futuro que puede no llegar a suceder. Pueden ser resolutivas o suspensivas

El plazo es la modalidad que difiere en el tiempo los efectos del acto pero que inevitablemente ocurrirá.
El plazo puede ser cierto o incierto, expreso o tácito.

Estos elementos no forman parte del objeto del acto, por lo cual, los vicios de estos, no recaen sobre los
elementos esenciales. La nulidad de estos elementos no afecta a la validez del acto, siempre que sean
separables del mismo y de sus elementos esenciales.

Notificación del Acto: es el hecho de poner en conocimiento del interesado el acto y su contenido. La ley
es clara cuando expresa que para que el acto administrativo de alcance particular adquiera eficacia debe
ser objeto de notificación al interesado. La Corte estableció que el acto administrativo solo puede
producir efectos a partir de la notificación al interesado, y que la falta de notificación dentro del término
de vigencia de la ley no causa la anulación del acto en tanto no hace a su validez sino a su eficacia.

Caracteres del Acto Administrativo:

El acto administrativo goza de presunción de legitimidad, su fuerza ejecutoria faculta a la administración


a ponerlo en práctica por sus propios medios. El Ejecutivo goza de autotutela declarativa y ejecutiva
porque puede declarar la validez y hacer cumplir sus actos por sí mismo. Por el contrario, cualquier
particular solo puede obtener esas declaraciones y ejecuciones por medio de intervenciones judiciales,
esto es por medio de otros.

Presunción de Legitimidad: el acto administrativo es legítimo. El Estado o quien intente valerse de él, no
debe probar su validez porque el acto es por sí mismo valido. Esta presunción es iuris tantum (cede y se
rompe si se probase la invalidez del acto o esta es claramente manifiesta).
La presunción de validez del acto es un principio necesario para el desarrollo de las actividades
estatales.

El juez no puede declarar la invalidez del acto administrativo de oficio, solo puede hacerlo ante el
pedido puntual de las partes interesadas en el marco del proceso judicial.

El Estado no debe alegar y probar el acto del que se vale, sino que es el particular interesado quien debe
hacerlo, y alegar y probar su invalidez.

El criterio general se ve morigerado por la aplicación de la doctrina de las cargas dinámicas, que dice que
cuando una de las partes este en mejores condiciones fácticas de producir o agregar cierta prueba
vinculada a los hechos controvertidos, debe soportar el deber probatorio.

Creemos que cuando el acto es nulo de nulidad absoluta y además, es manifiesto, entonces debe ceder
el principio de legitimidad.

Carácter Ejecutorio: el Estado puede hacer cumplir el acto administrativo aun contra la voluntad del
destinatario y sin intervención judicial. La ley dice que en principio, los actos administrativos tienen
fuerza ejecutoria, pero establece 2 excepciones: cuando la ley dispone otro criterio o cuando la
naturaleza del acto exige la intervención judicial.

Los medios de ejecución forzosa son:

 El embargo y ejecución cuando se trate de sumas liquidas,

 El cumplimiento es subsidiario (es decir, por otros y a cargo del destinatario)

 Las astreintes

 La coacción sobre las personas.

En razón del principio pro libertad, el Estado debe aplicar el medio menos gravoso respecto del
destinatario del acto a ejecutar. Es más, en nuestro modelo no se admiten los medios coactivos sobre
las personas y su patrimonio.

La ley prevé tantas excepciones que el principio se desdibuja, y lo que debiera ser la excepción se
convierte en el principio. En la realidad los actos no son ejecutorios, salvo casos de excepción (por
ejemplo, en el campo tributario y además de ciertas limitaciones).

Hay que agregar que cuando el acto no es ejecutorio y el Poder Ejecutivo intente hacerlo cumplir, debe
iniciar un proceso judicial pertinente cuyo objeto es justamente el cumplimiento.

El Carácter No Retroactivo: los actos singulares tienen eficacia desde su notificación, sin embargo la LPA
dispone que el acto administrativo podrá tener efectos retroactivos cuando se dictare en sustitución de
otro revocado o cuando favoreciere al administrado. La retroactividad encuentra sus límites en el
derecho de propiedad y el principio de seguridad jurídica.

Modos de Extinción del Acto Administrativo:

La LPA establece 3 modos de extinción del acto.


 La revocación del acto administrativo: es un modo de extinción dispuesto por el propio
Ejecutivo ante sí mismo, sin intervención del juez y por razones de legitimidad u oportunidad. El
objeto de este instituto es extinguir los actos estatales ilegítimos o inconvenientes y sus
fundamentos básicamente son: preservar el principio de legitimidad en el marco de la
actuación estatal y satisfacer el interés colectivo. Vale recordar que el Estado puede alegar sus
propios errores o torpezas. (las personas no pueden hacerlo, sean físicas o jurídicas). Cuando el
Ejecutivo descubre o advierte cualquier acto ilegítimo debe extinguirlo por sí y ante sí por
medio del instituto de la revocación o, si ello no fuere posible en ciertos casos tal como
prescribe la ley, debe recurrir ante el juez con el objeto de que este declare inválido el acto,
expulsándolo del mundo jurídico. Esta acción procesal cuyo objeto o pretensión del actor es la
declaración de nulidad de sus propios actos recibe el nombre de lesividad.

 Revocación de los Actos Ilegítimos: Los art. 17 y 18 de la LPA, nos dice en qué casos el Ejecutivo
puede revocar y en cuales no puede hacerlo y debe iniciar, consecuentemente, las acciones
judiciales con ese propósito.

Cuando el Estado revoca por razones de ilegitimidad no debe indemnizar a las personas afectadas en sus
derechos, mientras que si retrocede y extingue por razones de oportunidad, si debe hacerlo.

No existe la cosa juzgada, ya que el acto puede ser revisado judicialmente y anulado por un juez.

La revocación de los actos ilegítimos: el acto regular comprende el acto legítimo e ilegítimo (anulable de
nulidad relativa). El acto irregular es el acto nulo de nulidad absoluta.

Art. 17 LPA: el acto administrativo afectado de nulidad absoluta se considera irregular y debe ser
revocado o sustituido por razones de legitimidad aun en sede administrativa. No obstante, si el acto
estuviera firme y consentido y hubiere generado derechos subjetivos que se estén cumpliendo, solo se
podrá impedir su subsistencia y la de los efectos aun pendientes mediante declaración judicial de
nulidad. El acto esta firme y consentido cuando vencieron los plazos para su impugnación en sede
administrativa y judicial. Es posible distinguir el acto firme por vencimiento de los plazos legales y
reglamentarios y el acto consentido, esto es, cuando el interesado acepto expresamente el acto
mediante expresión de su voluntad y no de modo implícito por el solo vencimiento de los plazos.

Art.18 LPA: el acto administrativo regular, del que hubieren nacido derechos subjetivos a favor de los
administrados, no puede ser revocado, modificado o sustituido en sede administrativa una vez
notificado. Sin embargo, podrá ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si
el interesado hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución del acto lo favorece
sin causar perjuicio a terceros y si el derecho se hubiere otorgado expresa y válidamente a titulo
precario.

El acto también podrá ser revocado, modificado o sustituido por razones de oportunidad, merito o
conveniencia, indemnizando los perjuicios que causare a los administrados.

El principio es la estabilidad del acto administrativo, su permanencia y firmeza, pero el Ejecutivo puede y
debe revocar los actos viciados.

 Revocación de los Actos Estatales por Oportunidad, Merito y Conveniencia: el Ejecutivo puede
en cualquier momento, más allá de la notificación del acto o el cumplimiento de los derechos
subjetivos, revocar y extinguir sus propios actos ante sí por razones de inoportunidad. Si el
Ejecutivo extingue derechos subjetivos debe necesariamente indemnizar. Este es un caso de
responsabilidad del Estado por sus actividades licitas.
El Estado debe siempre motivar sus actos. Es cierto que el Ejecutivo puede revocar sus propios actos por
motivos de oportunidad, pero el acto debe ser legítimo y especialmente razonable.

Este principio cede cuando el acto es precario. La precariedad es una situación jurídica en que el Estado
reconoce derechos a favor de terceros sin estabilidad. Ello es válido siempre que esté previsto por la ley
y en el propio acto que reconoce el derecho y además, este dicho de modo expreso.

 Caducidad del Acto Administrativo: el Estado puede declarar unilateralmente la caducidad de


un acto cuando el interesado no cumple con las condiciones fijadas en él. Para ello deben darse
dos condiciones: primero, el incumplimiento del particular respecto de sus compromisos y el
acto de intimación estatal constituyéndolo en mora, otorgándole, además un plazo razonable
para su cumplimiento. Segundo, el incumplimiento persistente del interesado y el vencimiento
del plazo suplementario.

 Nulidad del Acto Administrativo: la revocación y la nulidad están apoyadas básicamente en las
irregularidades o vicios del acto, es decir, sus contradicciones con el ordenamiento jurídico. Por
un lado, las revocaciones proceden también por motivos de inoportunidad y no solo por
ilegitimidad. Por el otro la revocación es obra del Ejecutivo y la nulidad es del juez, en base a los
vicios que impiden su subsistencia.

Régimen de Nulidades en el Derecho Público:

La Corte sostuvo que la teoría de la nulidad de los actos administrativos es autónoma del derecho
privado, el principio básico en el régimen de las nulidades del derecho público es la presunción de
validez de los actos estatales, el acto puede estar viciado de nulidad absoluta, pero por el carácter no
manifiesto de estas en virtud de su presunción de validez, el juez no puede declararlas de oficio.

Los actos administrativos nulos de nulidad absoluta: el acto es nulo de nulidad absoluta e insanable
cuando: la voluntad de la administración resultare excluida por error esencial, dolo, en cuanto se tengan
como existentes hechos o antecedentes inexistentes o falsos, o violencia física o moral ejercida sobre el
agente o por simulación absoluta, y a su vez, el acto fuere emitido mediando incompetencia en razón de
la materia, el territorio, el tiempo o del grado, salvo que en el último supuesto, este permitida la
delegación o sustitución, falta de causa por no existir o ser falsos los hechos o el derecho invocados, o
por la violación de la ley aplicable, de las formas esenciales o de la finalidad que inspiro su dictado.

Si se hubiere incurrido en una irregularidad, omisión o vicio que no llegare a impedir la existencia de
alguno de sus elementos esenciales, el acto será anulable en sede judicial. (Art. 15 LPA).

Podemos resumir el esquema de nulidades:

 Los actos nulos de nulidad absoluta (art. 14 y 20 LPA), también llamados irregulares (art. 17
LPA), que impiden la existencia de uno o más de sus elementos esenciales y cuya enumeración
o listado no taxativo esta descripto en el art. 14 LPA.

 Por otro, los actos anulables de nulidad relativa (art. 15 LPA), también llamados en parte
regulares (art. 18 LPA), que tienen un vicio, defecto o irregularidad que no impide la
subsistencia de sus elementos esenciales. A su vez, el acto anulable de nulidad relativa puede
ser objeto de saneamiento (art. 19 LPA).
El camino que debe seguirse es el siguiente: en primer lugar, analizar los elementos competencia,
procedimiento, forma, causa, objeto y fin por separado y tratar de encuadrar el vicio con la mayor
precisión posible en el marco de estos elementos. Luego, en segundo lugar, en caso de no advertirse
vicio alguno en el plano anterior, estudiar particularmente el elemento motivación, entendido como el
vínculo entre los elementos causa, objeto y fin, es decir, el carácter racional y proporcional entre estos.
En tercer lugar, ver si el elemento subsiste.

Los Vicios del Acto Administrativo:

 Vicio en la competencia: la LPA es sumamente clara cuando dice que el acto dictado mediando
incompetencia en razón de la materia, territorio o el tiempo es nulo de nulidad absoluta. Un
caso peculiar es la incompetencia en razón del grado, porque en tal supuesto, el acto dictado
por un órgano incompetente es en principio nulo de nulidad absoluta, salvo que la delegación y
la sustitución estuviesen permitidas por el ordenamiento jurídico. Así, cuando la delegación o
sustitución están aceptadas, el acto es anulable de nulidad relativa porque el órgano superior
puede ratificar el acto y consecuentemente, salvar el vicio. En el caso del acto incompetente, el
vicio nos lleva necesariamente a la nulidad e imposibilidad de recuperar el acto (salvo el caso
de incompetencia por razón del grado).

 Vicios en la causa: el acto es nulo de nulidad absoluta ante la falta de causa, que se da cuando
hay el derecho o los hechos no existen o son falsos. La nulidad procede cuando la inexistencia o
falsedad de la causa son relevantes. Dependiendo del caso en análisis, puede ser nula de
nulidad absoluta (cuando el elemento viciado no subsiste, desaparece) o anulable de nulidad
relativa (cuando el elemento viciado subsiste).

Los antecedentes de hecho del acto están viciados, cuando el hecho es falso o inexistente por su
inconsistencia material o por no estar acreditado en el trámite administrativo. Por ejemplo: si el órgano
invoca pruebas inexistentes, contradice las pruebas existentes sin fundamentos, afirma y rechaza los
hechos relevantes, rechaza los antecedentes relevantes del caso con excesos formalistas o prescinde de
pruebas decisivas.

Los antecedentes de derecho están viciados cuando el derecho citado no está vigente o no existe.

 Vicios en el objeto: cuando no es cierto, cuando el objeto es oscuro, impreciso o ambiguo,


cuando el objeto es físicamente imposible y cuando el objeto es jurídicamente imposible por la
violación de la ley aplicable. El acto es anulable de nulidad relativa si el objeto subsiste en su
contenido material y básicamente en su sentido, de modo que el vicio solo reduce su extensión
y alcance. También existe vicio en el elemento objeto cuando el acto no resuelve todas las
cuestiones planteadas por las partes o resuelve las cuestiones no planteadas. El objeto debe
decidir todas las peticiones formuladas, pero puede involucrar otras no propuestas, previa
audiencia con el interesado y siempre que ello no afecte derechos adquiridos.

 Vicios en el procedimiento: el acto es nulo cuando el vicio afecta un procedimiento esencial y


sustancial previsto en el ordenamiento de modo expreso o implícito ente ellos por ejemplo , el
dictamen del servicio jurídico cuando el acto afecte o pudiere afectar derechos subjetivos o
intereses legítimos. Creemos que cuando existe violación de procedimiento esencial no es
posible suplirlo luego mediante la intervención del órgano judicial. El vicio del elemento
procedimiento puede hacer que el acto sea nulo de nulidad absoluta o anulable de nulidad
relativa, dependiendo si el elemento subsiste o no.
 Vicios en la motivación: los motivos que inducen al dictado del acto, son el vínculo entre la
causa, el objeto y el fin en términos de razonabilidad y proporcionalidad. El defecto sobre este
elemento impide la existencia de este cuando, por ejemplo, el acto no explica cuales son las
razones de su dictado. Cuando el Estado no dice cuales son las razones, el acto es nulo de
nulidad absoluta e insanable. El acto es nulo si no establece los motivos o lo hace de modo
insuficiente, irracional, discriminatorio o desproporcionado en el marco e ilación entre los
antecedentes del acto (causas) con el objeto, y luego entre éste y su finalidad. Los vicios en la
motivación pueden ser por falta de razón, es decir, inexistencia del nexo de causalidad entre los
antecedentes y el objeto por un lado, y el objeto y el fin del acto por el otro; por
contradicciones entre las causas, el objeto y el fin, y por último, la desproporción entre el
objeto y el fin del acto.

 Vicios en la finalidad: art. 14 y 7 LPA. Los actos son nulos si violan la finalidad que inspiro su
dictado y el acto es nulo cuando persigue fines privados u otros fines públicos distintos. La
finalidad no solo comprende al fin en sí mismo, sino también el carácter razonable y
particularmente proporcional de las medidas en relación con ese fin.

 Vicios en la forma: si el acto desconoce las formas esenciales, entonces es nulo de nulidad
absoluta e insanable. Por ejemplo, la falta de firma de la autoridad competente. En sentido
contrario, el acto es anulable de nulidad relativa por vicios no esenciales en sus formas. El
ejemplo más claro es quizás el acto que carece de fecha pero cuya data puede inferirse con
certeza por el día de su notificación o eventual publicación. En tal caso, el elemento está
viciado pero subsiste.

 Vicios en la voluntad: la voluntad es un presupuesto del acto y no un elemento de este.


Asimismo, los vicios que recaen y excluyen el componente volitivo (voluntad del agente) son,
según la LPA, el error esencial, la violencia física o moral y la simulación absoluta. Estos
defectos constituyen casos de nulidad absoluta e insanable del acto.

Principio Básico sobre las Nulidades:

Si no existen derechos o garantías constitucionales lesionadas, entonces el principio es el carácter


anulable de nulidad relativa por aplicación de la regla de presunción de validez de los actos estatales.
Por el contrario, cuando existen derechos fundamentales vulnerados, el principio debe ser la nulidad
absoluta del acto viciado.

Efectos de las Nulidades:

Los actos nulos de nulidad absoluta, deben tener efectos retroactivos y los actos anulables de nulidad
relativa, deben tener efectos hacia el futuro, porque el vicio es menor y por lo tanto permite la
subsistencia de sus elementos esenciales, salvo que el particular hubiese obrado de mala fe.

Sin embargo el criterio legal de la LPA es que la invalidez de los actos tiene efectos hacia el pasado.

Saneamiento y Conversión del Acto Administrativo:

El saneamiento supone salvar los vicios del acto y reconstruirlo con efectos retroactivos. Dice la ley que
el acto anulable de nulidad relativa, es decir, aquel cuyos vicios no impiden la existencia de sus
elementos esenciales, pueden ser objeto de saneamiento en dos casos:

 Cuando el acto hubiere sido dictado por el órgano incompetente en razón del grado y las
técnicas de avocación, delegación o sustitución fueren procedentes. En tal caso, el órgano
competente, es decir, el órgano superior jerárquico, puede ratificar el acto y así salvar sus
vicios.
 Cuando el acto adolece de cualquier otro vicio y se trate simplemente de un acto anulable de
nulidad relativa en cuyo caso el órgano que dicto el acto defectuoso puede, luego, dictar otro
acto confirmando aquel.

Estos dos supuestos son conocidos como técnicas de ratificación y confirmación.

Los efectos del saneamiento se retrotraen a la fecha de emisión del acto que es objeto de la ratificación
o confirmación.

El acto nulo no puede ser objeto de saneamiento pero si de conversión, que es la sustitución de un acto
por otro cuando “los elementos validos de un acto administrativo nulo permitieren integrar otro que
fuere valido” siempre, que además, sumemos el consentimiento del particular.

Caracteres: el acto primigenio que es objeto de la conversión debe ser nulo de nulidad absoluta. Ciertos
elementos del acto deben ser validos. Los elementos validos deben permitir conformar un nuevo acto
estatal no viciado y el nuevo acto debe respetar el objeto y el fin del acto inválido, es decir, estos
elementos deben permanecer incólumes.

Los efectos se producen desde el momento en que el acto es perfeccionado y hacia adelante, en ningún
caso el nuevo acto tiene efectos retroactivos.

Plazo de Prescripción de las Acciones de Nulidad de los Actos

Hay que distinguir entre los actos nulos de nulidad absoluta y los actos anulables de nulidad relativa, en
el primer caso la acción es un principio imprescriptible, mientas que en el otro, el plazo de prescripción
es de 2 o 10 años según el caso.

Cuando el vicio recae sobre los elementos esenciales, prescriben en el término de 10 años. Cuando el
vicio recae sobre la voluntad del agente, el plazo de prescripción es de 2 años.

Las Nulidades Manifiestas y No Manifiestas:

La línea divisoria es si el vicio surge de modo palmario o no del acto. En un caso es necesario que el juez
investigue el defecto y en el otro no.

El carácter manifiesto (o palmario) del vicio no supone que este aparezca simplemente de la lectura o de
manera visual del propio texto del acto. El vicio es manifiesto si surge de una operación lógica simple
que consiste en confrontar el acto con el ordenamiento jurídico.

Por el contrario, si el vicio solo puede ser descubierto por medio de un análisis más complejo y detallado
en términos lógicos y jurídicos, entonces el vicio es no manifiesto.

Las nulidades manifiestas tienen dos consecuencias jurídicamente relevantes: el acto viciado de modo
absoluto (nulo de nulidad absoluta) y manifiesto (vicios notorios) carece de presunción de legitimidad y
no goza de fuerza ejecutoria. La presunción de legitimidad cede porque es solo una presunción de
hecho. Si el acto no se presume valido, debe ceder su fuerza ejecutoria.

La acción de amparo solo procede cuando los vicios (arbitrariedades o ilegalidades) sean manifiestos.
El Hecho Administrativo:

Es un comportamiento material que expresa una decisión estatal. El legislador establece que el estado
debe abstenerse de los comportamientos materiales que importen vías de hecho administrativas lesivas
de un derecho o garantía constitucional y de poner en ejecución un acto estando pendiente algún
recurso administrativo de los que en virtud de la norma expresa impliquen la suspensión de los efectos
ejecutorios de aquel, o que, habiéndose resuelto no hubiere sido notificado.

Las vías de hecho son el comportamiento material ilegitimo estatal que desconoce derechos o garantías
constitucionales.

Debe incorporarse también como vía de hecho el cumplimiento del acto en los casos en que este, según
el criterio legal, no pueda ser ejecutado sin intervención judicial.

El Silencio y las Omisiones Estatales:

El silencio es otro de los modos de expresión de la voluntad del Estado. Pero ¿cómo debe interpretarse?
Este debe ser interpretado en sentido contrario a la petición del particular, salvo que la ley establezca
otro criterio.

El silencio, constituye un modo de expresión de las decisiones estatales ante pretensiones que requieran
de ella un pronunciamiento concreto.

El silencio formal es el supuesto simple de configuración de la decisión estatal en el marco puntual del
procedimiento de impugnación. De modo que el silencio solo tiene por objeto confirmar el acto previo.

Si las normas especiales no previeren un plazo determinado para el pronunciamiento, este no podrá
exceder de 60 días.

Vencido el plazo que corresponda, el interesado requerirá pronto despacho y si transcurrieren otros 30
días sin producirse dicha resolución se considerara que hay silencio de la administración.

La omisión estatal es un concepto distinto porque consiste en una inactividad material del estado en el
marco de una obligación a su cargo de contenido debido, específico y determinado.

En el marco del silencio no existe derecho preexistente e individualizado en términos jurídicos.

Conclusión:

Omisiones: pretensiones de las personas respecto del reconocimiento de derechos preexistentes. El


estado tiene la obligación de dar o hacer, de un modo especifico, cierto y determinado.

Silencio: pretensiones de las personas ante simples expectativas sobre el reconocimiento de derechos o
creación de nuevos derechos. La obligación del estado es de orden genérico e indeterminado. El
reconocimiento de las pretensiones de los particulares depende de una decisión discrecional del
Ejecutivo.

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