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UN HOMBRE QUE TENÍA 2 HIJOS

El Título bien podría ser «LOS 2 HIJOS PERDIDOS» o «PARÁBOLA DEL PADRE MISERICORDIOSO»

El tema principal de estas 3 Parábolas es el GOZO DE DIOS POR LA SALVACIÓN DE UN PECADOR.

En base a estos 3 personajes, podemos estructurar la Parábola en 3 puntos principales.

ESCENA Nº 1: EL HIJO MENOR QUE SE PERDIÓ (Lucas 15:12-19)

«Y EL MENOR de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.

El CONTEXTO de esta historia, una historia en medio de una sociedad patriarcal donde se daba una gran importancia y
valor a la honra y a la deshonra, al honor y a la vergüenza.

Y la historia ya empieza con una deshonrosa, irrespetuosa, vergonzosa y humillante petición por parte del hijo menor.

De todo el patrimonio del padre, éste se dividía en 3 partes, y de esas 3, sólo 1 parte sería para el hijo menor, y el resto
para el hijo mayor, quien tenía derecho al doble de la porción (según Deuteronomio 21:17).

PERO lo más humillante y escandaloso fue la petición al padre de su herencia estando éste aún vivo.

La división de la herencia sólo tenía lugar cuando el padre moría

¿Sabéis lo que significaba o implicaba eso para ellos?


«Padre NO me importas tú, para mí es como si estuvieras ya muerto, sólo quiero lo mío, lo que me corresponde y lo
quiero ya; quiero tus bienes, pero NO te quiero a ti»

NO QUIERE TENER NADA QUE VER CON SU PADRE, NI CON SU FAMILIA

Deshonró a su padre, tal como la Ley del Antiguo Testamento enfatiza.

La reacción del Padre debiera ser dura, severa, tal vez, incluso violenta hacia su hijo que lo acaba de afrentar
públicamente, y de este modo, proteger su honra

PERO la acción del Padre es igual de humillante para el contexto de esta sociedad tan marcada por la honra y el honor
del Padre, del patriarca.

«Y les repartió los bienes» (A los dos)

De ahora en adelante comienza una decadencia en el hijo menor que le lleva a tocar fondo; egoísmo, separación,
inmoralidad, libertinaje, rebeldía, paganismo, …hasta el punto de acabar cuidando el animal más impuro para ellos
como el cerdo (Levítico 11:7), y NO sólo alimentándolos, sino deseando comer su alimento.

NO sólo fue un abandono físico, sino también espiritual respecto al Padre; quiso vivir su vida a «su manera»

«Y allí malgastó sus bienes»

Se vio completamente sólo (NO estaban sus amigos con los que malgastó su dinero), arruinado y perdido, con hambre,
sucio, miserable,…

¿CREES QUE EXAGERO?

Podemos ver la notoria crisis de valores, donde cada vez más hijos agreden a padres, maridos a sus mujeres, padres a
sus hijos, la ideología de género, …

Entonces se acordó de la Compasión, de la Misericordia y de la Generosidad de su padre: «¡¡Cuántos jornaleros en casa


de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!!
Un jornalero eran los que contrataban las familias para trabajar y se les pagaba por día; teniendo lo justo e
imprescindible para NO morir de hambre; es decir, ellos estaban en lo más bajo de la escala social, solamente por
encima, precisamente, de publicanos y pecadores.

Pero los jornaleros de su padre tenían ABUNDANCIA; eso nos dice mucho del carácter bondadoso del Padre.

«Y este hijo menor VOLVIÓ EN SÍ»

Dios respeta tu libre albedrío; el hijo menor se fue porque quiso irse, y regresó porque, tras recapacitar, volvió en sí
mismo y se arrepintió.

Se arrepintió tanto, que incluso ensayaba el discurso que le daría al Padre: «Me levantaré e iré a mi padre, y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus
jornaleros»

NO se acordó de su aldea, de su hogar, o lo que había en él, sino de su Padre

TENÍA 2 OPCIONES: LA MUERTE O REGRESAR AL PADRE

ESCOGIÓ LA MEJOR

Aquí hay un Pecador, pero sobre todo, hay un ARREPENTIMIENTO GRANDE, GENUINO Y SINCERO.

Un Arrepentimiento que NO sólo te lleva a hacer una confesión, sino que abarca eso, y mucho más, lleva a obrar, a
restituir como hizo otro publicano llamado Zaqueo en Lucas 19

Yo me imagino a los publicanos y pecadores que OÍAN esta Parábola, muy identificados con este personaje (con el hijo
menor), y a la vez, emocionados, con los ojos llorosos, arrepentidos de verdad; siendo ellos excluidos por la sociedad,
pero recibiendo una palabra de amor, de gracia, de retorno de parte de Jesús.

ESCENA Nº 2: EL BONDADOSO PADRE (Lucas 15:20-24)

¿CÓMO ACTUARÁ EL PADRE?

Según los otros presentes (NO digo oyentes, porque NO estaban oyendo, sino murmurando), los fariseos pensarían que
debiera restituir públicamente su honra, y darle una lección a su hijo, y dejar que éste le pida perdón, en privado y en
público, postrándose, y enseguida comenzar a trabajar para restituir la deuda, el daño causado en su patrimonio.

PERO EL HIJO REGRESÓ A SU CASA, DONDE HABÍA ABUNDANCIA DE PAN, Y DE GRACIA.

» Y levantándose, vino a su PADRE. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y
se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya NO soy digno de
ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y
calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era,
y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.»

NO creo que sea casualidad que el Padre lo viera a lo lejos, a la entrada a la aldea.

Creo, más bien, que el Padre, cada día, cada momento miraba por la ventana, miraba al horizonte.

TENEMOS UN DIOS QUE NOS ESPERA Y QUE NO SE OLVIDA JAMÁS DE NOSOTROS, NI AÚN CUANDO NOSOTROS NOS
OLVIDAMOS COMPLETAMENTE DE ÉL.

PERO lo más inaudito y sorprendente en ese contexto era que «CORRIÓ»; y es porque en aquella sociedad, los
patriarcas, los hombres NO corrían. Era cuestión de dignidad, de honor; es más, ellos usaban largas túnicas, y para
correr, debían remangárselas y enseñar las piernas, algo vergonzoso para ellos.
EL PADRE SALIÓ DE SU CASA CORRIENDO, EXPONIÉNDOSE NUEVAMENTE A LA VERGÜENZA PÚBLICA, A LA BURLA DE
TODOS.

Le dio exactamente igual, el Padre estaba lleno de GOZO, de ALEGRÍA, de ENTUSIASMO por el regreso de su hijo.

Apestoso, con olor a cerdo, mugriento, esquelético, sucio, … pero el padre «LO BESÓ», según la palabra en el griego
original del Nuevo Testamento, significa que lo besó efusiva y repetidamente.

IMAGINA LA ESCENA…

El Padre lo ve a lo lejos antes de llegar a la casa, a la entrada de la aldea y sale corriendo; y antes de que nadie pueda
avergonzarlo, burlarse de él por lo que le hizo a su padre, o señalarlo, lo cubre, lo abraza, lo besa por toda la cabeza, por
la cara DELANTE DE TODOS, como diciendo: «ESTE ES MI HIJO, LO AMO»

¡¡ESO ES GRACIA!!

El hijo hizo un intento de abrir su boca para exteriorizar y expresar lo que había en su arrepentido y destrozado corazón,
PERO NO le dio tiempo; el Padre NO le dejó ni hablar.

«Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya NO soy digno de ser llamado tu hijo»

NO le dejó acabar, NO le dejó decirle que le haga como a uno de sus jornaleros, tal y como él tenía planeado e ideado
decirle.

¿SABES POR QUE NO?

PORQUE HA RECIBIDO GRACIA, Y YA NO TIENE QUE GANARSE ÉL, EL AMOR Y LA RECONCILIACIÓN DE SU PADRE.

EL PADRE LO RECIBIÓ Y FUE RECONCILIADO Y RESTAURADO.

¿ACASO NO HA HECHO LO MISMO DIOS CON TODOS NOSOTROS?

2ª Corintios 5:17-19 «De modo que, si alguno está EN Cristo, Nueva Criatura es (NO eres jornalero, eres amado y
reconciliado hijo); las cosas viejas pasaron (tu vida anterior, mala, alejada del padre); he aquí todas son hechas
nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación; qué Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, NO tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados (NO tiene en cuenta tu deuda) y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.»

En este Padre podemos ver al Mejor y Verdadero PADRE, quien NO sólo nos miraba y observaba a lo lejos, sino que fue
mucho más allá, y EN CRISTO, se hizo hombre, se encarnó, vino a la Tierra a buscarnos y a salvarnos y a llevarnos de
regreso a la casa del Padre, donde hay abundancia de Pan y de Gracia.

Juan 14:3 «Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,
vosotros también estéis.»

ÉL LO DIO TODO, LO GASTÓ TODO POR NOSOTROS, LO ENTREGÓ TODO POR NOSOTROS (A SU HIJO)

AHÍ ESTÁ REALMENTE EL GOZO DE DIOS, EN SALVAR, RESCATAR Y TRAER DE VUELTA A UN INMERECIDO PECADOR QUE
IBA ABOCADO A LA CONDENACIÓN.

¿QUÉ HIZO EL PADRE EN ESTA PARÁBOLA?

NO hubo amonestación, NO hubo juicio ni condenación, NO lo señaló.

Hizo 4 cosas, 4 acciones, y lo hizo rápidamente, ya que la salvación es rápida, es instantánea y NO se demora, NO es un
largo proceso de restauración, de restitución, de obras
Lucas 15 :22-23 NTV «¡Rápido!, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y
sandalias para sus pies.Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete»

1.- MEJOR TÚNICA: La mejor ropa era la túnica del Padre, y eso implicaba total aceptación en la familia.

NO lo manda a lavarse antes, a pesar de ir sucio, ¿Acaso NO nos ha vestido Cristo de SU Justicia? ¿NO hemos sido
revestidos de ÉL en el Nuevo hombre?

Así estábamos antes: «Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de
inmundicia» (Isaías 64:6)

PERO ÉL nos ha dado SU Manto Perfecto de Justicia (2ª Corintio 5:21) para cubrirnos.

Gálatas 3:27 » Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.»

2.- ANILLO: Con él podías firmar documentos colocando el sello de la familia que estaba en el anillo; y esto representa
Autoridad, ya que podías actuar en nombre y representación del Padre.

De la misma manera, y con esa misma rapidez inmediata, Dios nos ha sellado a nosotros mismos con SU Espíritu Santo,
al instante de creer y poner nuestra FE en ÉL.

Nos ha puesto SU Marca oficial de propiedad, de autenticidad y de autoridad; y ahora podemos actuar en nombre y
representación del Padre

Efesios 1:13-14 «En ÉL también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la
redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.»

Ver un estudio referente a esos versículos: http://detalmanera.com/v-la-bendicion-del-espiritu-santo-efesios/

3.- SANDALÍAS: Ni los esclavos ni los jornaleros usaban calzado, así que esto implica una total aceptación, una dignidad,
una propiedad del padre.

Ha recuperado totalmente la condición de hijo, el hijo del dueño.

CUANDO EL PECADO ABUNDÓ, SOBREABUNDÓ LA GRACIA

Y ahora que ha sido restaurado y reconciliado, que ha sido perdonado es cuando puede hacer lo siguiente:

«Traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había
perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse»

NO todos tenían carne, mucho menos un becerro engordado; eso era solamente para una ocasión única, para la mejor y
más grande ocasión.

El padre hizo una fiesta para todos, para la aldea. Compartió SU Gozo y Alegría con todos:

Lucas 15:7 «Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve
justos que no necesitan de arrepentimiento.»

Lucas 15:10 «Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.»
Esto es lo que abunda en la historia

«Mi hijo estaba muerto, estaba perdido, pero ha vuelto, ha regresado a casa»

Efesios 2:1-5 «Y ÉL os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales
anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo
en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos
de ira, lo mismo que los demás. PERO DIOS, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando
nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)»

Creo que todos (o casi todos) nos sentimos relacionados e identificados con este hijo menor, que un día estuvo
totalmente perdido, alejado de Dios, muerto en vida, sin esperanza, sin Dios ni Cristo, y hoy estamos agradecidos a Dios
por lo que ha hecho

NO FUE EL ARREPENTIMIENTO DEL HIJO LO QUE PROVOCÓ EL AMOR DEL PADRE; ES JUSTO, AL CONTRARIO, FUE EL
AMOR DEL PADRE LO QUE PROVOCÓ Y MOTIVÓ EL ARREPENTIMIENTO DEL HIJO.

Podríamos (y de hecho se hace muy a menudo) cortar aquí la predicación, y quedarnos con el retorno del hijo menor
perdido, con el gozo del padre, con la fiesta y la celebración, PERO sería un poco injusto:

FALTA UN HIJO

FALTA UNA ESCENA, la menos conocida, pero la más importante para nosotros, para la Iglesia.

ESCENA Nº 3: EL HIJO MAYOR QUE ESTABA PERDIDO (Lucas 15:25-32)

Hermanos, el pecado NO sólo es irte afuera y alejarte del Padre; puedes estar dentro de la casa, pero muy lejos del
Padre, sin importarte lo más mínimo él, sino sus bendiciones, su herencia.

A veces nos creemos merecedores de esas bendiciones por nuestra obediencia, por nuestra lealtad domingo tras
domingo, mes tras mes, año tras año; y pensamos que Dios está en deuda con nosotros, que nosotros tenemos
derechos ante ÉL.

El Objetivo primordial de esta parábola NO es tanto los pecadores rebeldes de «afuera», sino más bien los religiosos y
moralistas de dentro, los que estaban cegados y alejados del Padre.

Continuamos esta Parábola a partir del VERSÍCULO 25.

«Y su HIJO MAYOR estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando
a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el
becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y NO quería entrar. Salió por tanto su padre, y
le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, NO habiéndote
desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo,
que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú
siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu
hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.»

Este hijo mayor, quien estaba junto al Padre, ¿Quería al padre, quería estar con él, pasar tiempo con él y ser como él? ¿O
quería sus bendiciones, sus riquezas y sus bienes?
QUERÍA LA RIQUEZA DEL PADRE, PERO NO AL PADRE QUIEN ES RICO EN MISERICORDIA Y GRACIA

Que el Padre aceptara nuevamente al hijo menor, esto le hacía a él nuevamente heredero de 1/3 de sus riquezas, con lo
cual el hermano mayor perdía parte de su herencia, y ahí se vio realmente su corazón, y lo que había en él.

Le dio igual la felicidad y el gozo de su padre, le dio lo mismo la vuelta de su hermano, quien estaba perdido y muerto; es
más, se refiere despectivamente a él «este hijo tuyo», NO considerándolo ya ni su hermano; se veía claramente superior
a él.

El cómo expone Jesús la actitud de este hermano era una puñalada al duro corazón de los fariseos que murmuraban
mientras los publicanos y pecadores oían esta parábola; es más, más adelante les diría a ellos que los publicanos y las
rameras van delante suya al reino de Dios (Mateo 21:31).

¿OBEDECES A DIOS POR CONSEGUIR COSAS DE ÉL, O POR AMOR GENUINO Y ENTREGADO A ÉL?

El Evangelio tiene muchas y grandes verdades:

Dice que somos Justificados por la Fe, Que mis pecados son perdonados, olvidados y enterrados (porque Cristo ya los
pagó), Quita la Ira de Dios que estaba sobre mí (porque fue vertida sobre Cristo), Quita mi culpa (lo culpó a ÉL)

Me libra de la esclavitud del pecado, de ir al Infierno, y me da entrada al Cielo, Me da la Vida Eterna.

Y, al final, me librará de toda enfermedad y dolor… PERO todo esto son MEDIOS PARA ALCANZAR EL FIN, ESO NOS LLEVA
AL FIN.

Y, ¿CUÁL ES EL FIN?

DIOS MISMO, EL PADRE, ESTAR CON ÉL.

ESA ES LA BUENA NUEVA DEL EVANGELIO, EL MISMO CORAZÓN DEL MENSAJE DEL EVANGELIO.

Eres Justificado solamente para que puedas ver SU Gloria sin ser consumido.

Eres perdonado, NO para calmar tu conciencia, sino para restablecer la relación con un Dios 3 veces Santo.

El HIJO MAYOR, quien representa a los moralistas, a los religiosos, a los legalistas, a los «perfectos» y a los orgullosos NO
quería en absoluto al Padre, sino lo que podía sacar y obtener egoístamente de él, y estaba igual o más perdido que su
hermano menor.

El Hermano Mayor era incapaz de apreciar todo lo que él tenía;

¿El qué?

Tenía todos los días la compañía de su padre

NO veía el estado de su orgulloso corazón: «He aquí, tantos años te sirvo, NO habiéndote desobedecido jamás (…)». Ahí
está realmente el gran problema de él, NO era consciente de su estado ni de su necesidad.

El orgullo en sus «buenas obras» pesó más que el arrepentimiento de las malas, la autojustificación más que el
arrepentimiento

Parece estar diciendo que su padre estaba en deuda con él por su lealtad.

Jesús, con estas palabras, hace un ruego directo a los fariseos de esa época para que cambien, y sobre todo, para
hacerles entender su lejanía respecto del Padre, un padre que tiene los brazos abiertos para todo tipo de pecadores.

Se puede estar en la casa, aparentemente cerca del Padre y estar igual de perdido que una persona que está totalmente
alejada de la Iglesia, del Templo.
YO mismo, reconozco haberme sentido identificado con el Hermano Menor; PERO, siendo sincero y honesto, reconozco
haberme sentido y comportado, a veces, como el Hermano Mayor.

Hermanos, el EVANGELIO NO es religión, NO es moralidad, NO es legalismo, NO es libertinaje, ES ALGO TOTALMENTE


DIFERENTE.

Ver qué es El Evangelio: http://detalmanera.com/plan-salvacion-evangelio/

En la RELIGIÓN es «Obedezco yo, con lo cual, Dios me acepta», y te dice «HAZ»

En el EVANGELIO es «Cristo obedeció por mí, Dios me acepta si pongo mi fe en ÉL»; y eso destroza y destruye el ego y el
orgullo humano, y te dice «ESTÁ YA HECHO, CONSUMADO ES»

Hace tiempo una persona totalmente quebrantada le dijo a un famoso evangelista americano del Siglo XIX llamado D. L.
Moody en una campaña evangelistica «¿Señor, ¿qué debo hacer para ser salvo?»

Éste le dijo, «¿Hacer tú? Lo siento, llegas 2000 años tarde, tú NO puedes hacer ya nada, ya está todo hecho»

El EVANGELIO nos dice que estamos TODOS equivocados, todos destituidos de la Gloria de Dios, PERO a la misma vez,
TODOS amados y llamados a ir a ÉL, al Padre.

¿TE QUIERES GANAR EL FAVOR DE DIOS POR TI MISMO COMO HIZO EL HERMANO MAYOR?

Romanos 4:4-5 «Pero al que obra, NO se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; más al que no obra, sino
cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.»

¿SABÉIS CUÁL ERA REALMENTE LA FUNCIÓN Y LO QUE TENÍA QUE HABER HECHO EL HERMANO MAYOR?

IR A BUSCAR A SU HERMANO MENOR, Y TRAERLO DE VUELTA A CASA, DEBÍA CUIDAR DE ÉL.

Así, de la misma manera, vemos en la iglesia, en el templo, sillas vacías que antes estaban ocupadas, y tal vez sean
hermanos y hermanas menores que han salido de la casa del padre, que han decidido «vivir a su manera», que se han
ido al mundo a vivir alejados del Padre, con una vida inmoral, y nosotros debemos ayudarles, debemos intentar
buscarles y traerlos de vuelta, de regreso y NO creernos que por permanecer aquí somos superiores a ellos y dignos.

CONCLUSIÓN

¿CUÁL ES LA ESCENA FINAL DE ESTA PARÁBOLA?

UN BANQUETE, UNA FIESTA

PERO una fiesta en la que el hijo menor (supuestamente malo) entró en ella a celebrarla, y el hijo mayor (el bueno) se
quedó fuera.

El amante de las prostitutas fue salvo, pero el moralista y legalista, el hijo mayor se quedó fuera a las puertas, se negó a
entrar.

NO sabemos realmente qué hizo el mayor, la Palabra de Dios deja el final abierto, NO hay un versículo 33 donde acabe
esta historia, como si de alguna manera nos dijera y exhortara a todos nosotros mismos…

¿VAS A ENTRAR AL BANQUETE? ¿O TE VAS A QUEDAR FUERA?

La BIBLIA, mejor dicho, la HISTORIA de la Humanidad también acaba y finaliza con un festín, con un banquete.

Isaías ya lo anticipó.

Isaías 25:6-8 «Y Jehová de los ejércitos hará en este monte a todos los pueblos banquete de manjares suculentos,
banquete de vinos refinados, de gruesos tuétanos y de vinos purificados.Y destruirá en este monte la cubierta con que
están cubiertos todos los pueblos, y el velo que envuelve a todas las naciones.Destruirá a la muerte para siempre; y
enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque
Jehová lo ha dicho.»

Juan lo vuelve a decir.

Apocalipsis 19:6-9 «Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de
grandes truenos, que decía: !!Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y
démosle gloria; porque han llegado las Bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.Y a ella se le ha concedido que se
vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.Y el ángel me dijo:
Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras
verdaderas de Dios.»

Nosotros PODEMOS ENTRAR a ese banquete, a esa celebración porque SÍ TUVIMOS UN HERMANO MAYOR DIGNO, UNO
que vino a traernos de vuelta a casa, quien NO sólo renunció temporalmente a SU herencia, a SU Gloria Celestial, sino
que, de forma voluntaria, dio TODO, entregó SU Vida para que volviéramos de vuelta a casa, con El Padre, y para que
celebremos con ÉL cada vez que un pecador se arrepienta y entra a formar parte de la Familia de Dios, y sobre todo,
para hacer un Banquete y una Boda al final de todo..

Si el COSTE DEL PERDÓN en la Parábola está en el 1/3 de la herencia del hermano mayor que pasaba de nuevo al menor,
para nosotros ese PERDÓN está en la Cruz:

Allí, CRISTO, nuestro HERMANO MAYOR sufrió el total abandono del Padre para que a nosotros se nos abriera la puerta
de par en par de regreso a casa.

Allí nuestro Hermano Mayor clamó (“Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has desamparado?”) y fue ignorado, para que
cuando tu clames como el hermano menor (“He pecado contra el cielo y contra ti”) NO puedas ser ignorado ni un
segundo.

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